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Estados Unidos: el espía global…
Juan Manuel Karg, Telesur
En los últimos días, el ex agente Edward Snowden filtró nuevos documentos referidos al estudio que la NSA -Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos- realizó sobre un total de 122 jefes de Estado de todo el mundo. El documento, fechado en mayo de 2009, pertenece al año en el cual Obama asumió sus funciones como presidente del país del norte. ¿A qué países investigó la NSA, de acuerdo al informe? La investigación de EEUU ¿fue implementada sólo a países no alineados con Washington o también alcanzó a sus aliados?
A fines de 2013, el diario norteamericano The New York Times divulgó información desclasificada donde se daba cuenta que, durante el año 2007, Estados Unidos incrementó notablemente su política de vigilancia e investigación sobre las actividades realizadas por un grupo de países no alineados con Washington: Venezuela, China, Rusia, Corea del Norte, Irán e Irak, entre otros. La novedad de los recientes datos, difundidos esta semana por el diario alemán Der Spiegel en base a nuevas revelaciones de Snowden, es que Washington también investigó a jefes de Estado de América Latina que sí estaban abiertamente alineados con sus políticas, como Álvaro Uribe -ex presidente colombiano- y Alan García -ex presidente peruano-, ambos “firmantes” de Tratados de Libre Comercio tras la derrota del ALCA en Mar del Plata 2005.
Además se divulgaron nuevos datos de la vigilancia de EEUU sobre Alemania: el nombre de la canciller alemana Angela Merkel aparece con 300 entradas, ingresando al “top ten” de la “Base de datos para el conocimiento de objetivos”, tal como fue caratulado el reciente informe sobre las actividades de estos 122 presidentes. Hay que recordar que, en octubre pasado, el propio Der Spiegel había informado que el teléfono de Merkel había sido “pinchado” durante años por la NSA, hecho que desató un escándalo internacional e hizo que Obama anunciara una serie de modificaciones -menores y parciales- a la recopilación de datos telefónicos por parte de los Estados Unidos.
¿Han sido casos aislados las investigaciones de la NSA sobre los presidentes de Venezuela (2007), Colombia y Perú (2009)? No. Como vimos, en América Latina se desplegó una política que no hacía -ni hace- distinciones ideológicas o económicas, en el “catch all” -atrapatodo- de espionaje del Departamento de Estado. Esto también fue demostrado por la cadena brasileña O´ Globo cuando, en septiembre de 2013, reveló que la NSA había investigado a la presidenta Dilma Rousseff e incluso al actual presidente mexicano Peña Nieto -quien, al momento de ser espiado, aún estaba en campaña presidencial-. Dicho esto, sí hay que aclarar que, entre los casos más investigados, se destaca el de Venezuela, siempre presente en las constantes y sucesivas revelaciones. Esto ha sido así al punto de que The New York Times llegó a revelar que, en 2007, el entonces presidente norteamericano George W. Bush se veía a sí mismo “compitiendo por el liderazgo en Latinoamérica con el líder venezolano” Hugo Chávez -siendo este el mandatario más investigado en ese entonces-.
Para concluir, algunas conclusiones y otras preguntas. Las recientes revelaciones demuestran una indisimulable voracidad de Washington en lo referido a saber los movimientos precisos de cada país y, sobre todo, el comportamiento de cada jefe de Estado (para adelantar negociaciones y/o conflictos, y actuar en consecuencia). Sin embargo, se sabe, tras cada revelación hay cientos de datos que no se conocen sobre estas propias investigaciones, por lo cual podría surgir el siguiente interrogante: si Washington ha investigado hasta a sus “hombres de confianza”, como Uribe y García, ¿hasta dónde llegará la vigilancia referida a los procesos políticos posneoliberales en nuestro continente, y en especial a aquellos proyectos que se han planteado una ruptura más radical del orden preexistente?. Por último, ¿qué sucederá en los ámbitos de la diplomacia internacional tras estas nuevas revelaciones, que manchan aún más a EEUU en su política de espía global? ¿El país gobernado por Obama tendrá que dar nuevas explicaciones sobre su política de vigilancia internacional, cuestionada ya por un amplio espectro de gobiernos de todo el mundo? Lo que sabemos, hasta el momento, es que las revelaciones de Snowden parecen lejos de haber terminado, sumando nuevos escándalos día a día.
Juan Manuel Karg. Licenciado en Ciencia Política UBA. Investigador del Centro Cultural de la Cooperación – Buenos Aires
@jmkarg
Fuente: http://www.telesurtv.net/articulos/2014/04/04/estados-unidos-el-espia-global-4076.html
Conversación inédita entre Chávez y Fidel tras golpe de abril en 2002. Transcripción completa
albaciudad.org
El líder cubano Fidel Castro divulgó este viernes una conversación que sostuvo en 2002 con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez tras el golpe de Estado que lo apartó 72 horas del poder, en la que le propuso hacer una película sobre ese episodio. ”Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro a Chávez en una extensa charla telefónica el 14 de abril de 2002, después de que el mandatario venezolano retomara el poder, cuya transcripción fue publicada este viernes en CUba, en un folleto de ocho páginas.
En la conversación Castro calificó de “impresionantes” las imágenes del regreso de Chávez al palacio de Miraflores en Caracas, donde lo aguardaba una multitud. ”Unas imágenes impresionantes, las caras de la gente, la alegría, ¡algo nunca visto, Chávez! Es como para hacer cuadros, pinturas (…). Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro al líder venezolano, fallecido el 5 de marzo de 2013.
Asimismo, le propuso “investigar qué idea tenían” los golpistas, a los que calificó como “fascistas” e “hijos de puta”, así como lo que planeaban hacer con Chávez. ”Sí, ya yo mandé a investigar eso”, le respondió Chávez, quien también prometió a Castro hacer “todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza”.
Chávez, quien convirtió a Venezuela en el principal aliado de Cuba, relató en detalle los momentos de amargura y confusión que vivió las 72 horas en que estuvo aislado bajo el golpe que, según dijo, pudo haber desatado “una guerra civil” y la alegría que sintió al saber que había fracasado. ”¡Qué día, Fidel! Estoy que… ¡es una cosa increíble, increíble! Yo todavía estoy procesando cosas”, dijo Chávez.
“Oye, parece que una mano divina te lleva a ti”, le dijo Castro, a lo que Chávez respondió: “Bueno, el pueblo, chico, Dios y el pueblo”.
Castro, de 87 años y alejado del poder desde 2006, escribió una introducción al folleto, en la que rinde tributo a Chávez, pero no se refiere a la crisis actual en Venezuela.
CONVERSACIÓN TELEFÓNICA SOSTENIDA POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ CON EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, HUGO CHÁVEZ FRÍAS. 14/04/2002 – 07:01 h
PDTE. CHÁVEZ.-…Heroína María, Fidel. (al parecer yo lo había llamado a él héroe un segundo antes)
FIDEL CASTRO.- ¡Ah, esa es la campeona, caramba! ¡Qué historia! ¡Qué historia!
PDTE. CHÁVEZ.- (Se ríe) ¡Esto no tiene nombre, Fidel!
FIDEL CASTRO.- Yo ahora estaba meditando, no me podía dormir. Me iba a dormir y no me podía dormir, cuando me suena un timbrecito ahí, y ya… ¡Qué cosa!
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Qué día, Fidel! Estoy que… ¡es una cosa increíble, increíble! Yo todavía estoy procesando cosas. Y los muchachos… Porque yo estaba aislado; me llevaron, cuando salí de aquí, esa madrugada, como dos horas después que hablamos. Pues, entonces, por fin, como lo hablamos, yo dije: “No, yo no voy a renunciar. Voy preso, pues.” Entonces, me voy, voluntariamente. Hablé con los muchachos, que son —como tú sabes— unos guerreros, y les dije: “No se pongan a cometer locuras. Bueno, vamos a prisión y esto no ha terminado.” Porque no tenía yo ya cartas que jugar. Otras unidades leales, pero estaban lejos, ¿ve? Las que estaban sólidas, sobre todo la Brigada de Paracaidistas en Maracay. Baduel me llamó.
FIDEL CASTRO.- No, y no podían moverla, Hugo, porque se arma una batalla, ni siquiera una guerra civil.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, sí, exactamente. Yo le dije…
FIDEL CASTRO.- Yo he oído decir que ya querían venir y tú les dijiste que no.
PDTE. CHÁVEZ.- No, yo le dije: “Mantén tu posición.” Y me llamaron unos muchachos de Maracaibo, allá en Occidente, de Tanques, y me dijo Alcalá: “Aquí está mi batallón de tanques listo en columnas, y todos mis oficiales y tropas. ¡Patria o Muerte! Me voy a tomar Maracaibo.” Le dije: “No. Mantén tu posición. Me basta que mantengas la posición moral, de combate, pero mantén tu posición física también. Eso sí, artillado y listo, por si acaso te ataca la fuerza aérea, o alguna cosa.”
Y eso se fue multiplicando a nivel de los Comandantes de los Batallones de Tanques, de Infantería, un Batallón de Selva por allá en la selva. Empezaron a decir que no reconocían al supuesto gobierno este nuevo, ilegítimo. Y Baduel se convirtió en el eje, y otros generales leales se fueron para allá. Muchos de los muchachos míos que se quedaron sueltos por ahí, se concentraron en Maracay.
Yo estaba haciendo un plan después que hablé contigo. La única alternativa que me quedaba era irme a Maracay. Pero tú sabes que esas son como casi dos horas por tierra. Y entonces, bueno, no teníamos la seguridad de que pudiéramos llegar allá.
FIDEL CASTRO.- Era imposible, era imposible.
PDTE. CHÁVEZ.- No, no. Nos hubieran parado en la carretera, y a lo mejor se arma una batalla ahí, ¡quién sabe qué hubiera pasado! Así que, por eso, decidí entregarme.
Me llevaron a cinco sitios. Me movieron de un lado para otro. Me presionaron para que firmara la renuncia. Yo dije: “No, yo no renuncio. Yo soy preso. Soy preso, y listo. Y enjuícienme.”
Me llevaron a medianoche por allá, a un apostadero naval, y resulta que a las dos horas ya tenía ganados a casi todos los sargentos, porque son comandos de estos, paracaidistas y todo, ¿no?
FIDEL CASTRO.- Eso fue aquel día, eso fue el viernes.
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Eh?
FIDEL CASTRO.- ¿El viernes?
PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue antier, el jueves por la noche.
FIDEL CASTRO.- El jueves. ¡Ah, eso fue…!
Pero tú estabas en Palacio.
PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue el viernes, perdón.
FIDEL CASTRO.- Sí, a las 03:50 fue que tú saliste, del viernes, antes del amanecer.
PDTE. CHÁVEZ.- Correcto.
Entonces, ahí me movieron por tres lugares ese mismo día. Y por fin decidieron —como ya la gente se estaba agolpando… Yo estaba por allá en el Regimiento de Policía Militar, preso, y la celda donde yo estaba queda como a un kilómetro de la salida del Fuerte Tiuna, y ya se oían los gritos de la gente. Porque la gente sabía que yo estaba ahí, ¿no? Yo llamé de allí, hablé con María, hablé con María Isabel y con la familia: “Díganles que estoy aquí en Fuerte Tiuna.” Y la gente empezó a irse para allá, a aglomerarse. Pero miles de personas, a gritar consignas, sin miedo…
FIDEL CASTRO.- ¿A qué hora del viernes?
PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue ya en la tarde del viernes.
FIDEL CASTRO.- Claro. ¿Y cómo pudiste hablar con María y con el Ministro de Educación y de Trabajo?
PDTE. CHÁVEZ.- Los militares… Un militar me prestó un teléfono celular.
FIDEL CASTRO.- ¿En dónde? ¿En ese momento? ¿Allí en el Fuerte Tiuna?
PDTE. CHÁVEZ.- En el Fuerte Tiuna me prestaron un teléfono y empecé a hacer algunas llamadas: a mis hijos, a María Isabel… Y les pedí que hablaran con el mundo; que yo no había renunciado. Ahí fue cuando María te llama…
FIDEL CASTRO.- A las 10 y dos minutos me llama María. El viernes.
PDTE. CHÁVEZ.- En la noche.
FIDEL CASTRO.- No, por la mañana.
PDTE. CHÁVEZ.- iAh!
FIDEL CASTRO.- A las 10 y dos minutos me llama. Y es cuando yo le propongo que si ella estaba dispuesta a hablar ella misma. Dice: “Sí, ¡qué no haría yo por mi padre!”
Entonces le preparé inmediatamente para que hablara con Randy el periodista, y a las 12:40 lo disparamos al aire. Cuando lo disparamos al aire, se lo entregamos a las agencias y también a la CNN. Entonces la CNN empezó a darlo y cada media hora sacaba la noticia.
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Y cuánto tiempo habló María?
FIDEL CASTRO.- Bueno, puede ser que ella habló… Fueron seis minutos. Hizo una historia muy bien, en seis minutos.
PDTE. CHÁVEZ.- iAh, no, pero esa es la heroína!
FIDEL CASTRO.- No, no, pero sí. Pero fue fenomenal, porque esta gente…
PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue muy, muy importante.
FIDEL CASTRO.- Entonces ya Felipe fue como a las 4 de la tarde, en que estaba asediada la Embajada nuestra. Pero allí ha sido… La querían asaltar. Hubo un momento… Bueno, la orden tenía que ser, primero, disparos… Tenían que defenderse, porque los mataban a todos, y había 5 mujeres y un niño, y 17 compañeros allí. Fue muy tensa…
PDTE. CHÁVEZ.- Dicen que les quitaron hasta la luz y el agua.
FIDEL CASTRO.- Fue muy tensa. Les quitaron la luz, les quitaron el agua, no se podían mover, y hasta, bueno, estuvieron a punto de asaltarla. Ese fue el momento más crítico. Habría perturbado eso terriblemente. Porque de abrir una balacera…
PDTE. CHÁVEZ.- Germán estaba ahí, ¿no?
FIDEL CASTRO.- Germán se portó… ¡Y toda la gente se portó… pero como unos héroes de verdad! Allí. Porque estaban cercados. Una multitud. Romaní y toda la gusanera aquella. ¡Si tú ves qué discurso pronunciaba! Porque a aquellos los transmitían. Las cadenas esas transmitían todo.
PDTE. CHÁVEZ.- Claro, lo transmi-tían todo.
FIDEL CASTRO.- Y se pasaron todo el día calumniando y calumniando, y hablando de la renuncia, la renuncia y la renuncia.
Entonces, ellos edificaron todo su andamiaje sobre la base de la renuncia. Ahí fue donde se embarcaron p’al diablo.
PDTE. CHÁVEZ.- (Se ríe) Sí, porque empezaron a difundir un texto que yo no quise firmar, cuando me reuní allá en el Fuerte Tiuna con los generales traidores estos, que estaban comprados por la oligarquía de acá y otros sectores más.
Entonces, bueno, me llevaron. Cuando empieza la gente a aglomerarse en Fuerte Tiuna, ya en la tarde…
FIDEL CASTRO.- ¿A qué hora hubo unos disparos allí? Porque hubo unos disparos. Ya anocheciendo, o de noche ya.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Hubo unos disparos. Parece que fue al aire.
FIDEL CASTRO.- Sí, porque la gente estaba acumulándose y estaba bajando de las lomas.
PDTE. CHÁVEZ.- Anjá.
FIDEL CASTRO.- Sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, ahí me llevan, en helicóptero, ya de noche, hacia un apostadero naval que queda como a hora y media de Caracas en helicóptero.
Yo no sabía para dónde me llevaban. Entonces, bueno, me monté en el helicóptero, y me llevan a un apostadero naval, donde estaba un grupo de comandos de la Marina.
FIDEL CASTRO.- Sí, Riuma…
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Eh?
FIDEL CASTRO.- Tiene un nombre… Yo lo vi ayer por la mañana, porque un amigo, una gente de ustedes se lo dice a la AFP. Me refiero al viernes, ¿no? No, al sábado por la mañana. Se lo dice a la AFP, que a ti te han llevado para un lugar, y da el nombre allí; dice: a 100 km de Caracas, en dirección a Miranda más o menos. Y da el nombre del lugar donde estás.
PDTE. CHÁVEZ.- Turiamo.
FIDEL CASTRO.- Turiamo, exactamente. De eso yo me entero cuando termino un acto por la mañana, en que metimos duro, ¿no? Entonces, ya yo iba saliendo del acto, y me informan que ha salido un cable que indica el lugar donde tú estás. Allá.
Entonces, llamé allá. Tus padres habían oído a María. Por la noche, por la CNN, vieron todo. Entonces, tu mamá manda un recado. Nos llama, quiere hablar conmigo, porque quiere hacer una declaración ella también.
Entonces, yo la llamé primero a la Gobernación, pero me dejaron tres teléfonos y estaban en la residencia, allí donde estuvimos comiendo el pescado aquel.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí. (Se ríe)
FIDEL CASTRO.- Entonces, estaba ella con muy buen ánimo. Pero allí me doy cuenta —porque hablé también con tu padre, y le pregunté cómo estaban las cosas. La relación con la jefatura militar estaba muy bien; se había reunido. Y entonces allí, el de Sabaneta también, muy activo. Ya ellos habían hecho contacto allá también con la gente de los paracaidistas, y tenían el control allí de la situación, y se organizó muy bien.
Entonces, ya empiezan las primeras noticias.
Yo, cuando terminé de hablar con ellos ya, llamé a María —era alrededor de las 10, 10 y tanto—, a ver qué noticias tenía, y yo le doy la información de que te habían llevado para esa base.
PDTE. CHÁVEZ.- Correcto. Ahí estuve esa noche. Ahí, bueno, descansé un rato; hablé con los muchachos, los comandos… Porque ellos son muchachos de comandos paracaidistas, aunque son de la Marina, y entonces resulta que me los voy ganando, me los voy ganando, van cogiendo confianza. Y en la mañana resulta que uno me propone salir de ahí, es decir, tomar la base esa y rescatarme, y salir de ahí hacia Maracay por tierra —porque el helicóptero no lo teníamos cerca, estaba en el apostadero, donde sí ellos lo tenían bajo control. Entonces, a mí me pusieron en una bahía con una unidad de comandos de unos 100 hombres; pero ellos me dijeron —un grupo de oficiales y sargentos—, me dijeron: “Mire, mi Comandante, estamos dispuestos a irnos de aquí con usted. Detenemos aquí a algunos oficiales que no están con nosotros, y nos vamos a Maracay, porque está mi general Baduel haciéndose fuerte allá, la gente en la calle, en Caracas la gente está en la calle. Así que, vámonos de aquí.”
Bueno, estaban haciendo el plan ya, y al rato llegan…
FIDEL CASTRO.- ¿Y por dónde hubieran llegado a Maracay ustedes?
PDTE. CHÁVEZ.- Por carretera, porque esa zona queda cerca de Maracay, queda como a dos horas de Maracay por tierra.
FIDEL CASTRO.- Pero, ¿Maracay está al este o al oeste de Caracas?
PDTE. CHÁVEZ.- Maracay está al suroeste de Caracas, y forma —con el lugar donde yo estaba— como un triángulo casi que equilátero entre…
FIDEL CASTRO.- Sí. Pero entonces la base esa, ¿está en la zona de Miranda, o al oeste de Maiquetía?
PDTE. CHÁVEZ.- No, al oeste de Maiquetía, en el estado de Carabobo, yendo hacia…
CMDTE. EN JEFE.- ¿La base esa?
PDTE. CHÁVEZ.- Turiamo, sí.
FIDEL CASTRO.- Claro, ahora entiendo, ahora entiendo.
PDTE. CHÁVEZ.- Y es del estado de Aragua, Turiamo está en Aragua, cuya capital es Maracay. Ellos cometieron un error allí, porque me llevaron al estado de Aragua.
FIDEL CASTRO.- Te llevaron cerca de donde estaban los paracaidistas.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Cerca! No se dieron cuenta de eso. Entonces yo ahí me sentía más sólido, y los muchachos listos.
Ahora, ¿qué pasa? En Maracay no sólo fue Baduel. Otro general que estaba conmigo aquí en el Palacio, García Montoya, resulta que él fue el que también me recomendó entregarme. Me dice: “No, usted tiene que preservar la vida. Nosotros nos encargamos aquí de la resistencia. Así que entréguese, pida garantías, y bueno, nosotros pendientes de exigir que le respeten la vida”.
Por una parte me estaban sacando a mí preso, y por la otra él se fue a Maracay, porque él es muy amigo de Baduel, y allá él, que es General de División, organiza el Comando de la Resistencia y la Dignidad. Y empieza ese comando, y los muchachitos míos de aquí, los jovencitos que tú conoces, se fueron para allá también, para Maracay, que queda como a hora y media de Caracas. Se fueron, se les escaparon a los jefes aquí, a los que asumieron.
Aquí tenían un plan ya. Unos se quedaron en el sótano escondidos.
FIDEL CASTRO.- Creo que Martínez estaba por allí también, ¿no?
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, Martínez estaba. Todos estaban allí. Martínez…
FIDEL CASTRO.- Yo hablé con el general ese que tú dices.
PDTE. CHÁVEZ.- ¿García Montoya?
FIDEL CASTRO.- Sí, yo hablé primero con Baduel —porque todo eso me comunicó María. Me comunicó primero con el que estaba de Jefe de Comando, el que estaba de Comandante de la Fuerza Armada, Lucas.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah, Lucas, Lucas! ¿Hablaste con él?
FIDEL CASTRO.- Sí. Ella me comunica con él.
Era el período en que tú estabas en Orchila, ya a esa hora.
Eso fue por la tarde, a primera hora de la tarde más o menos. Yo le comuniqué.
Entonces, después María me dice que Baduel quiere hablar también, y me dio los teléfonos. Era muy difícil se cortó dos veces la comunicación— con Lucas, y entonces, a través de María, pude… Ella me dijo que Baduel quería hablar conmigo. Entonces, hablé con Baduel un rato, y estábamos en la enorme preocupación de dónde tú estabas y de presionarlos no fuera a ser que en la desesperación hicieran cualquier cosa, ¿tú entiendes?
Entonces, él me pone con ese general, este que estaba allí.
PDTE. CHÁVEZ.- García Montoya.
FIDEL CASTRO.- Montoya. Y entonces él pide también que ellos querían hacer una declaración pública.
Entonces, hablando conmigo ahí, yo le puse para grabarle la conversación, y le dije que la hiciera: ¡pam! Y entonces hizo un discurso dirigido a la opinión pública mundial y todo.
Inmediatamente la pasamos a la televisión y se la entregamos también a todas las estaciones aquí, un discurso que él hizo.
¡Figúrate!, tú no sabías lo que estaba pasando por acá, ¿no?
PDTE. CHÁVEZ.- No, yo no sabía nada de eso.
Claro, yo intuía la reacción popular y militar, pero me preocupaba, porque eso pudiera haber generado hasta una guerra civil. Pero resulta que…
FIDEL CASTRO.- No, Baduel y el otro tenían una posición muy clara —yo se la elogié—; estaban indecisos de si salir o no. Y entonces, yo decía: no, no conviene que haya combate. Les di mi opinión, pero ya ellos tenían pensado precisamente eso.
Entonces, sí yo hablé…
PDTE. CHÁVEZ.- Creo que dieron un ultimátum a esta gente de aquí de Caracas para que yo apareciera, si no, iban a venir sobre Caracas los paracaidistas.
FIDEL CASTRO.- Sí, pero el problema es que lo que hizo el general y lo que hizo Baduel —los dos— fue la táctica de no moverse, y apelaron a todas las unidades. Entonces, hablaron en ese mensaje que hicieron, que nosotros transmitimos a todas partes.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, eso se convirtió… Ellos convirtieron el Comando de los Paracaidistas en el Comando de la Resistencia. Entonces, fueron llamando a las unidades, a generales, a comandantes, y me dicen que tenían un cuadro en la pared. Y entonces, uno de los muchachos, de los míos acá, de los tenientes, tomando notas, y el general llamando y llamando: “Miren, ustedes con quién están, defínanse.” Entonces: “No, que estamos indecisos.” Entonces empezaban a hablarles, a decirles, y se fueron ganando poco a poco a toda la oficialidad otra vez, explicándoles que yo no había renunciado, que eso era una gran mentira, que esa era una traición, que estaban entregándole el país otra vez a FEDECÁMARAS, a los empresarios, a los Adecos, a los Copeianos —porque esos hicieron una fiesta aquí ayer.
FIDEL CASTRO.- Sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Vinieron aquí al Palacio e hicieron unas fiestas.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí, si los pescaron ahí. (Riéndose) Los pescaron ahí adentro a los ministros.
PDTE. CHÁVEZ.- Aquí tienen a unos presos, pero al fulano presidente este, y a todo el…
El negro Churio… ¿Te acuerdas de Churio?
FIDEL CASTRO.- Sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Churio, el Mayor, ese muchacho es el jefe de los comandos míos. Ellos estaban en el sótano, y entonces… ¡Menos mal que no lo hicieron! Porque ellos, cuando estaban juramentando al supuesto presidente este, querían tomarlos de rehenes, hacer una toma de rehenes allí en el salón grande.
FIDEL CASTRO.- (Se ríe)
PDTE. CHÁVEZ.- Es que aquí es para escribir un libro, Fidel.
FIDEL CASTRO.- No, no, se puede hacer un libro.
PDTE. CHÁVEZ.- Un libro para la historia, mira, porque… Tú que tienes muchos más años que yo en esto; yo no recuerdo un ejemplo parecido…
FIDEL CASTRO.- No, no hay nada parecido, no hay nada, nada, nada parecido.
PDTE. CHÁVEZ.- Yo no quería creerlo.
Mira, Fidel, yo anoche estaba allá, estaba por allá con los muchachos de la bahía de Turiamo —porque allá hace mucho calor—, y entonces les dije: “Bueno, déjenme salir un rato para allá, yo no me voy a escaparme de aquí.” Y me puse a hablar con ellos.
¡Ah!, esa es otra cosa que me sirvió mucho, Fidel: hablar con los soldados, oírles sus quejas, los sargentos. Entonces, se quejan mucho de los jefes que han tenido en estos años con mi gobierno; que los han olvidado, ¡coño!, que ellos tienen problemas económicos, tienen allá las instalaciones muy viejas, les faltan recursos para el entrenamiento, para el mantenimiento de las armas. Entonces, me empezaban a contar todas esas cosas, ¿no? Y eso es una lección. Yo no puedo olvidarme de esos muchachos y contar sólo con los altos mandos y lo que a uno le dicen. Hay que meterse hasta abajo, y oírlos a ellos, sus problemas. Fue una noche muy bonita, que yo incluso les dije: “Miren, si a mí llegan a condenarme y a degradarme, les voy a pedir a los que me condenen y me degraden que me pongan de soldado raso a servir aquí en esta unidad; me quedo con ustedes aquí de soldado raso —porque yo lo estaba disfrutando mucho—, yo lo que soy es un soldado en verdad como tú” —un tipo que anda por ahí.
Vienen estos muchachos, y entonces ellos me hicieron un café allá, y me dejaron solo; se fueron allá y se pusieron un poco más lejos. Me quedé yo pensativo ahí, y me puse a mirar al cielo, y entonces yo digo: “No, yo estoy seguro de que esa siembra de tantos años en el pueblo, esas organizaciones populares que hemos estado empujando, organizando, impulsando —los Círculos Bolivarianos; los partidos, el MBR, el PPT, el MAS, el PCV, toda esa gente—, esa gente no se puede quedar quieta, porque si esa gente no hace nada, ¡coño!, es que no merecen esta vaina, no merecen una revolución todavía.
FIDEL CASTRO.- Sí, pero estaban engañados, confundidos p’al diablo, desconcertados con la campaña que hicieron.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, sí. Claro. Y además, a mí me cortaron la señal del canal del Estado, y unos traidores militares entonces tomaron el canal mío allá en la estación, y yo no tenía cómo comunicarme con el pueblo.
FIDEL CASTRO.- No, te dejaron incomunicado.
PDTE. CHÁVEZ.- Eso me indica que yo debo instalar en el Palacio un equipo de transmisión de una planta aquí mismo, aquí mismo en el Palacio. Son cosas de las que ahora yo estoy sacando conclusiones, voy a…
Claro, estoy aquí todavía —como te dije— estupefacto, que todavía estoy evaluando esta cosa, este huracán y este contrahuracán así. Fue todo tan rápido, que yo no creía creer. Todavía estoy aquí…
FIDEL CASTRO.- Es que ya, ayer viernes, desde por la mañana, era un río de gente para allá, hacia Palacio. Y rodearon el Fuerte Tiuna también. Había más de 100 mil gente.
PDTE. CHÁVEZ.- Todo, todo eso. Hicieron cadenas humanas y trancaron las carreteras en casi todo el país. Trancaron las carreteras. Pero sin violencia. Esta noche fue que se desataron unos saqueos aquí en Caracas, pero ya…
FIDEL CASTRO.- ¿Fue mucho o no? Porque todo el mundo estaba hablando… Quiero decir, la misma gente tuya, por la televisión, estaban hablando y hablando contra eso. Y después tú hablaste, que fue muy bueno el discurso tuyo, ¡excelente!
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Tú lo oíste?
FIDEL CASTRO.- Sí, ¡cómo no!
PDTE. CHÁVEZ.- Ahí estuve…
FIDEL CASTRO.- Estabas tú ecuánime, bien, reflexivo. Me pareció excelente. A todos los que estábamos ahí. Estuviste hablando una hora aproximadamente.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, más o menos. Correcto.
Entonces, luego que terminé esa cadena, salí al balcón del pueblo. Estaba la gente concentrada afuera, y no se querían ir hasta que yo no saliera, pues.
FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, ¿lograste saludar?
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Claro!, yo salí al balcón del pueblo, después de la alocución, y ahí estuve con ellos.
FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, pues yo creía que se había acabado todo, y entonces…
PDTE. CHÁVEZ.- No, no. Yo salí al balcón. Lo que pasa es que…
FIDEL CASTRO.- ¿Y eso salió por televisión también?
PDTE. CHÁVEZ.- No estoy seguro, Fidel. A lo mejor sí. No estoy seguro. Vi unas cámaras allá abajo, pero no sé si estaban transmitiendo. Fue muy rápido en verdad, fue muy rápido. Yo me pasé ahí unos minutos, porque…
FIDEL CASTRO.- No, si esa gente llevaban ahí… ¡desde por la mañana estaba esa gente ahí!
PDTE. CHÁVEZ.- Todo el día. Yo les hacía señas de que se fueran a dormir, y no…
FIDEL CASTRO.- Oye, pero cercaron el Fuerte Tiuna ese, ¡una multitud enorme!
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, allí fue un cura, un cura que vino por ahí ahora, que es cura militar. Me dijo que había como unas 50 mil personas trancando, que no podían salir los militares del Fuerte Tiuna.
Entonces ahí es cuando comienzan —fíjate en la cosa—, es cuando llega un helicóptero allá a Turiamo. Ya los muchachos estaban preparando la operación, pero yo tenía dudas, ¿no?, porque yo les dije: — “Pero aquí no hay un teléfono por allí, que yo pueda hablar con Baduel?”. —”No, allí no hay señal de teléfono— me dijeron.
—”Entonces así no podemos salir ahí, sin una planificación con él, es difícil, porque puede haber un encuentro en el camino, y entonces se arma una batalla y un combate”.
Pero estábamos pensándolo. Yo estaba pensándolo en serio, porque está más cerca de Maracay —Y yo como conozco tanto Maracay y los paracaidistas, yo conozco… y ellos también, pues.
FIDEL CASTRO.- Ahora, esos dos, Montoya y Baduel, actuaron con mucha inteligencia. Fueron inteligentes. Mucha inteligencia política.
PDTE. CHÁVEZ.- Ellos son muy inteligentes, de los más brillantes amigos, y hombres de aplomo, de inteligencia… Y ahora, bueno, han despuntado como líderes militares y políticos también, con esa acción, porque ellos convirtieron a Maracay en la segunda… Pero tú sabes que esa es la principal plaza del país, porque, además el General de la base aérea donde están los aviones de combate F-16, todos, tomó la base y se puso leal a la Revolución.
FIDEL CASTRO.- Sí, ya tenían aviación, lo tenían todo ya, tanques, aviones, y la infantería.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah!, y los tanques de Valencia, donde está el General Rangel, que fue aquí jefe de la Casa Militar, y yo los visité hace apenas como 10 días, estuve con ellos allá.
Mira, pero me contaban ahorita los muchachos —¡una cosa impresionante, Fidel!—…
(Se dirige a su hijo: “Hugo, consígueme…”
Aquí está Huguito, te manda saludos, pronto va para allá.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí, ya hablé con él.
PDTE. CHÁVEZ.- Va a estudiar. Hablaste con él ya.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí le pregunté cuándo venía.
PDTE. CHÁVEZ.- Parece que va a ser ingeniero.
FIDEL CASTRO.- (Se ríe) Yo hablé con él y con Rosa.
PDTE. CHÁVEZ.- Mira, aquí está Rosita, te manda un beso. Y Hugo dice que el plan sigue en pie. Así me dijo.
FIDEL CASTRO.- Sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Él hace muchos planes, lo que pasa es que casi ninguno funciona. (Se ríen)
FIDEL CASTRO.- Pero parecía embullado. Con este último parecía embullado.
PDTE. CHÁVEZ.- Este parece que sí va a funcionar.
Entonces, fíjate… Pero es que han pasado detalles de los muchachos aquí…
FIDEL CASTRO.- ¡Cuéntame! Yo estoy desesperado por que tú me cuentes. ¡Cuéntame!
PDTE. CHÁVEZ.- Pero es que son cuentos para escribir no sé cuántos libros.
Mira, me dijo uno de los muchachos ahorita, que ellos fueron a la Academia Militar, ¿no? Ellos andaban moviéndose por ahí. Los cadetes… Resulta que yo hace como dos semanas fui a darle una conferencia al Quinto Año, el último año ya para graduarse de Subtenientes, ¿no? Y, bueno, yo con ellos hablo mucho y les cuento cosas; bueno, a esos muchachitos uno los va formando. Y llegaron allá, y los cadetes estaban tomando la Escuela Militar, chico, y el Alférez Mayor tenía la llave de todos los parques y dijo: “No entrego nada.”
FIDEL CASTRO.- No tenían armas. (Se ríe) Estaban sin armas.
PDTE. CHÁVEZ.- No, las tenían en el parque, pero él tenía todas las llaves, listo por si acaso había que sacar.
Entonces, toman la Escuela Militar, toman el edificio del Comando del Ejército, y aquellos generales entonces —me imagino— dando carreras, no encontraban dónde meterse. ¡Los muchachos buscándolos, chico! Todos están presos. Los pusieron presos los militares subalternos, ¡a todos esos traidores! ¡Una lección de honor, chico, que a mí me…!
FIDEL CASTRO.- ¿Cuándo fue eso?
PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue hoy, después del mediodía.
FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, hoy al mediodía. ¡Ah, sí!
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, y se llevaron allá —allá lo tienen— al fulano presidente de transición, preso allá en el Fuerte Tiuna. ¡Los muchachos! Junto con ese poco de generales.
FIDEL CASTRO.- ¿Y esa escuela está cerca del Fuerte Tiuna?
PDTE. CHÁVEZ.- Está dentro de la Escuela. Allá adonde fuimos el día de la toma de posesión, allá en el patio grande aquel. Esa es la Escuela Militar. Ahí tienen presos ahí al lado, cerca de ahí, en el Fuerte, al fulano presidente este y sus ministros.
FIDEL CASTRO.- A Mussolini, un Mussolini. (Se ríen) Porque cuando habló —yo lo vi cuando tomó posesión—, se parecía a Mussolini.
PDTE. CHÁVEZ.- Lanzaron un decreto eliminando la Asamblea, eliminando el Ministerio de Justicia, eliminando los…
FIDEL CASTRO.- ¡Oye, pero, qué barbaridad! Ellos ayudaron, ¿sabes? Ellos ayudaron también, porque hicieron unos disparates del cará.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, no, ellos pusieron la cómica. Y además, teniéndome a mí preso sin renunciar. ¡Imagínate tú! Rompiendo con todo. ¿Cuál democracia? Decían que por rescatar la democracia. De esa manera, ¿quién les va a creer? Hasta los Estados Unidos tuvieron que rectificar hoy. Hoy en la tarde emitieron un comunicado rectificando la vaina.
Pero, fíjate, para terminar de contarte. Me llegan a buscar a Turiamo, un helicóptero. “Mire —me dijo un Almirante—, mire, Presidente…” Cuando me dijo “Presidente”, yo dije: ¡Ay, papaíto!”
—”Mire, Presidente, que me mandaron a custodiarlo, y además, que vayamos a la Orchila, para que esté…” —la Orchila es al norte, tú has ido a la Orchila; te la pasabas allá…
FIDEL CASTRO.- Sí, yo he ido ahí. ¿A cuántos kilómetros está?
PDTE. CHÁVEZ.- De Turiamo está…
FIDEL CASTRO.- No, de la costa, de la costa.
PDTE. CHÁVEZ.- Está como a 100 kilómetros.
Entonces, yo le digo: “Pero, bueno, Almirante, ¿para qué me viene usted a buscar aquí? Ya yo estoy aquí acostumbrándome con estos soldados aquí, estoy preso aquí, no se preocupe por mí.”
—”No, que allá está mejor, para que esté en la casa presidencial”.
Le dije: “No, chico, no me hace falta, yo me siento bien aquí.”
—”No, pero, mire, es que quieren hablar con usted”.
Yo, tanteando, porque eso era signo de debilidad, pues. Pero yo tanteándolo, ¿no?, a ver hasta dónde.
Entonces, yo le digo: “Pero, ¿qué quieren hablar conmigo? Si ya, cuando teníamos que hablar, no quisieron hablar, les hice una serie de condiciones, propuestas.”
—”No, no, pero es que ya ellos quieren… ahora sí, porque ya la cosa está más clara, quieren que usted se vaya para Cuba”.
Entonces yo le digo: “Mira…”
FIDEL CASTRO.- Sí, no quisieron aceptarlo aquella noche, ¿eh?
PDTE. CHÁVEZ.- Anjá, eso le dije yo: Le digo: “Mira, yo, incomunicado como estoy, no sé nada de lo que está pasando, tengo un poco de compañeros presos” —porque ya yo sabía que sacaron al Ministro del Interior, a Rodríguez Chacín, lo sacaron esposado de su casa, al gobernador Blanco de la Cruz lo sacaron de la Gobernación, al diputado Tareck, se lo llevaron siendo diputado, preso y todo—; entonces yo le digo: “Mira, no hay condiciones para que yo tome una decisión. Yo no puedo salir del país, de ninguna manera, dejando gente mía presa. Yo no tengo comunicación con nadie…”
FIDEL CASTRO.- ¿Y a qué hora fue eso?
PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue hoy, o sea, ayer sábado, ya como a las 2 de la tarde.
FIDEL CASTRO.- Sigue.
PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, de todos modos yo le dije: “Mira, yo puedo ir, pero llama allá y dile a quien te mandó —un Almirante que había sido nombrado Ministro de Defensa, que está preso ahorita—, dile al Almirante que yo voy sin condiciones. Yo no…”
—”No, porque quieren que usted firme la renuncia, y al firmarla usted, lo mandamos para Cuba”.
Le dije: “No, yo así no puedo firmar renuncia ni puedo salir del país, pero entiendo que allá tenemos un teléfono y podemos comunicarnos, así que me interesa que vayamos allá para tener alguna información. Y diles que se muevan ellos para allá, y allá conversamos, para ver qué es lo que ellos plantean.”
Y así lo hicimos.
Entonces, otro detalle bonito: cuando yo estoy vistiéndome ya, entra un soldado, chico, un cabo, entra al cuartico donde yo estaba. Y yo lo veo y me dice: “Mire, mi Comandante, yo soy el cabo Rodríguez, yo soy de Sabaneta.” Un muchacho de Sabaneta que estaba por ahí, de allá de mi pueblo. Y le digo: “Muchacho, ¿y qué haces tú aquí?”
—”Yo soy de la familia Rodríguez, pariente de su tío Antonio Chávez” —que él era Rodríguez también—.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Carajo! ¿Y qué haces tú aquí, muchacho?
Yo tenía años que no lo veía, y él llegó ahí escondido, porque él no tenía permiso para entrar a mi celda, ¿no? Aprovechó que yo pedí café, y se metió con el que llevó el café, el cocinero.
Entonces, me dice: “Mire, mi Comandante, ¿usted renunció?”
Yo le dije: “No, ni voy a renunciar” —le dije—.
Entonces, se para firme y saluda, y me dice: “Entonces, ¡usted es mi Presidente! ¡No vaya a renunciar! —me dice—, que lo vamos a sacar a usted de esa vaina.”
Entonces, yo le digo: “Bueno, okey, me quedan dos minutos aquí. Te voy a pedir un favor.”
—”Lo que usted me diga.”
—”Te voy a hacer un papel, una nota, para que tú…
(Se dirige a otra persona: “Buenas, Pedro, saludos. Saluda a tus viejos, Pedro. Okey.”)
Estoy aquí con Pedro, el novio de mi hija Rosa.
(De nuevo se dirige a Pedro: “Vaya, vaya a descansar, Pedro.”)
FIDEL CASTRO.- ¡Ah, sí, sí! (Se ríe)
PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, él se llevó a los muchachos y los dejó por ahí…
FIDEL CASTRO.- Sí, estaban allá en su casa.
PDTE. CHÁVEZ.- Estaban por allá protegidos.
FIDEL CASTRO.- El jueves por la noche, y después se fueron para allá para donde está Reyes.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, estaban allá.
Entonces, el muchacho… Yo escribo rápidamente allí, y él me dijo: “Mire, yo no puedo estar aquí un minuto más. Escriba lo que va a escribir, y me deja el papelito en el basurero —en una cesta de papeles, una papelera—, meta el papelito allá abajo, que yo lo busco.” (El Comandante se ríe).
¡Fíjate la faena!
Entonces, yo escribo un comunicado a mano, corto: “Al pueblo venezolano y a quien pueda interesar.”
FIDEL CASTRO.- Sí, ese salió por la televisión.
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, chico, entonces yo dejo…
FIDEL CASTRO.- Que no he renunciado, y para siempre…
PDTE. CHÁVEZ.- “No he renunciado, ¡para siempre!”
Y firmé la página.
Entonces, yo dejo esa vaina en la papelera, y llegan a buscarme, agarro mis cosas, y me voy. Y, bueno, yo no supe más de ese papel. Yo dije: “Bueno, ese muchacho, ojalá que pueda hacer algo, pero ahí no hay ni fax…” Eso es una zona inhóspita, chico; eso es un comando allá de Marina, lejos, de comandos que entrenan y se tiran en paracaídas. Ahí no hay ni teléfono, ni llega la televisión ni hay fax ni eso. Unos galpones ahí —tú sabes—, de esas unidades de combate que están por ahí metidas en la montaña; una montaña, una bahía montañosa.
Resulta que, cuando yo llego aquí, ¡eso recorrió el mundo, chico! Ese papel, el muchacho lo agarró, yo no sé cómo hizo para salir de aquella montaña, y dos horas después estaba mandando fax a diestra y siniestra (Se ríen), como una ametralladora. Y aquí todo el mundo carga ese fax en la mano como… Ahí lo cargan, y tuve que firmar no sé cuántos ahí. Además de que tiene la firma, le metí otra firma a la gente que pidió le firmara.
FIDEL CASTRO.- ¡Qué cosa!
PDTE. CHÁVEZ.- Y ese fax, me dicen que recorrió el mundo.
Pero, fíjate tú qué capacidad de respuesta, ¡vale!
FIDEL CASTRO.- Sí, sí.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Una cosa impresionante!
Ahora, llego a la Orchila, Fidel, un vuelo en helicóptero como de una hora, y al rato llega la Comisión.
FIDEL CASTRO.- ¿Quiénes fueron allí? ¿Quiénes fueron?
PDTE. CHÁVEZ.- El Cardenal de la Iglesia Católica, uno, que fue uno de los firmantes del decreto napoleónico-mussoliniano ese ridículo que firmaron. Ellos pretendían que con ese decreto írrito iban a borrar de plano una lucha de años, sobre todo la Constituyente, y querían eliminar las 48 leyes habilitantes de un solo plumazo, y que la República no se llamara más Bolivariana, y que no le vendieran más petróleo a Cuba.
FIDEL CASTRO.- Eso tiene su historia a contar.
PDTE. CHÁVEZ.- Una vaina… ¡Eso es para la historia, chico!
Esta oligarquía insensata, imbécil e ignorante, no se da cuenta. Ellos se creen su propia mentira, de tanto repetirla, y terminan despreciando la realidad.
Entonces, vienen…
FIDEL CASTRO.- ¿Y quién más fue con el Obispo?
PDTE. CHÁVEZ.- Llegó el Cardenal este; un general, pero que es un Fiscal militar, que no tiene ninguna autoridad ni mando…
FIDEL CASTRO.- ¿Del Fuerte Tiuna?
PDTE. CHÁVEZ.- Del Ejército, sí, del Fuerte Tiuna.
Y un coronel, que es uno de los que impulsó esta conspiración, que es abogado, enviado, porque es muy amigo de los generales, compañero de ellos.
Bueno, nos sentamos a conversar, pues. Llevaban la renuncia lista.
FIDEL CASTRO.- ¿Y qué propusieron?
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, que yo firmara la renuncia —imagínate— con fecha atrasada, con un membrete y como un decreto presidencial.
Bueno, “en el día de hoy…”
FIDEL CASTRO.- Aunque ya ni eso los salvaba ya. Ellos estaban derrotados a esa hora ya.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, no, ya estaban haciendo un esfuerzo supremo. Pero me estaban montando una trampa para sacarme del país. Porque me dijeron: “No, ahí está el avión listo. Y, bueno, te vas a Cuba, pues.”
Yo les dije: “No, yo así no puedo, sin información fidedigna de lo que está pasando en el país, yo ni voy a firmar la renuncia —no tengo previsto renunciar—, y mucho menos voy a salir del país. Búsquenme un teléfono para hablar con el Presidente Castro, para coordinar con la familia. ¿Cómo ustedes creen que yo voy a salir del país y dejar a mis hijos, mi mujer, por ahí regados, mis compañeros en prisión?”
—”No, no, que ya los soltamos a todos, no hay ningún preso.”
—”Yo quiero hablar con ellos, yo quiero hablar con Diosdado, quiero hablar por teléfono con Bernal, quiero hablar con Rodríguez Chacín. Sólo si ustedes me permiten un teléfono para hablar con ellos, que me digan, me den información fidedigna, yo pudiera pensar en alguna actividad. Mientras tanto, no me muevo de aquí. Y si me van a dejar preso, me llevan otra vez a Turiamo. Yo no quiero estar preso en esta casa lujosa. No, me llevan a mi prisión…”
FIDEL CASTRO.- Pero ellos tenían un avión ahí, creo que tenían un avión ya.
PDTE. CHÁVEZ.- Allí ya tenían un avión, Fidel.
Incluso, yo mandé a investigar lo siguiente, porque José Vicente me dijo ahorita que había un avión norteamericano en la Orchila.
FIDEL CASTRO.- Creo que hasta hablaron, tuvieron que hablar con Shapiro ahí. Investiga bien hasta donde puedas, porque había hasta la idea de llevarte a Estados Unidos. Corrió ese rumor también.
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, y entonces, allá en la pista, yo vi el avión, de siglas… Claro, un avión privado, pero de siglas norteamericanas.
FIDEL CASTRO.- Era norteamericano.
PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, fíjate todo lo que estaban planeando ahí, ¡quién sabe si hasta llevarme a Estados Unidos, o quién sabe a dónde!
FIDEL CASTRO.- Ese rumor corrió con fuerza. El rumor. Y a nosotros no llegó nada, nada. Y lo que me pidieron de allí de Palacio —que ya estaba tomado— es que hiciéramos una declaración allí. Hicimos una declaración de inmediato y la divulgamos, de que eso era una mentira más, y que si te llevaban por la fuerza a Cuba, en el avión más rápido que tuviera nuestra línea aérea regresarías de inmediato a Caracas, que te estaba esperando el pueblo. (Se ríen) Hicimos esa declaración.
PDTE. CHÁVEZ.- Pues yo, sin saber nada de eso, les dije algo parecido: “Miren, si ustedes me llevan a Cuba y me están mintiendo, y yo allá me entero entonces de que sí hay gente presa, o de que el pueblo está en las calles, y que la…” Porque entonces me estaban engañando: “No, no, la situación militar está totalmente controlada.”
Les digo: “¿Seguro?”
FIDEL CASTRO.- ¿Controlada por ellos, decían?
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, decían ellos para engañarme.
Entonces, les pregunté: “¿Y qué pasa con el General Baduel?”
—”No, no, no, ya él aceptó, él está en su cuartel tranquilo.”
FIDEL CASTRO.- ¡Qué hijos de puta son!
PDTE. CHÁVEZ.- Sí. “No estoy tan seguro, ponme un teléfono para yo hablar con Baduel. Sólo después que me expliquen, yo pudiera considerar.”
Y entonces, ganando tiempo, les hice otro texto…
FIDEL CASTRO.- Eso es discutiendo con la Comisión.
PDTE. CHÁVEZ.- Discutiendo con la Comisión.
Entonces, les dije: “Miren, no, yo no voy a firmar nada.”
Entonces después estaban nerviosos, porque parece que Baduel amenazó con irse con unos comandos de paracaidistas en helicópteros que tenía allá, a la Orchila, a rescatarme, si yo no aparecía.
FIDEL CASTRO.- Tenía un plan ya, lo tenía.
PDTE. CHÁVEZ.- Ah, sí.
FIDEL CASTRO.- Tenía el plan de tomar aquello, sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, me dijo el Almirante…
Desplegaron posiciones de combate allá en la Orchila. Había un grupo pequeño, en verdad, pero, bueno, son comandos también, muchachos muy bien entrenados.
Entonces, el Almirante se me acerca y me dice: “Mire, no vaya a firmar nada. Lo más seguro es que venga Baduel a rescatarlo. Si él viene, aquí no va a haber resistencia, aquí nos iremos con él, y parece que vamos a Miraflores” —me dijo el Almirante, el que estaba conmigo desde Turiamo.
FIDEL CASTRO.- Sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, entonces, aquella gente… La situación cambió totalmente. Me ponen a José Vicente por teléfono —ahí sí apareció el teléfono—, llaman a José Vicente y, bueno, entonces, ¡lo increíble! Yo no quería creer: “¿Dónde estás tú, José Vicente?”
—”No, aquí en el Ministerio de la Defensa, que ya lo rescatamos. (Se ríen)
FIDEL CASTRO.- Es la primera noticia que tú tienes de toda la situación.
PDTE. CHÁVEZ.- Es la primera noticia que yo tengo, la de José Vicente. Lo demás eran puras informaciones, contrainformaciones, muchas dudas. No, ¡coño!, pero yo decía: “No puede ser que tan rápido hayan retomado…” Bueno, y le pregunto: “¿Y dónde está el supuesto presidente?”
Me dice: “No, está preso, aquí lo tenemos preso, y un poco de generales presos.” (El Comandante se ríe)
—”Pero, ¿es que acaso hubo muertos, hubo batalla?”
—”No, no, ni un tiro, chico, ni un tiro. Una reacción fulminante del pueblo, de la juventud militar, y esta gente corrió como gaticos a esconderse. Los agarramos y ahí están presos la mayoría.”
FIDEL CASTRO.- Y ellos… ¿Con qué pretexto lograste que te dejaran hablar con Rangel?
PDTE. CHÁVEZ.- No, porque ya a esas alturas… Ya la Comisión que fue a buscarme cambió totalmente de actitud, y se sentaron allá calladitos los tres, y el Almirante es el que me informa, el Almirante que me estaba cuidando, que me trajo… Él es el Jefe de la Aviación Militar de la Marina. Me llamó aparte y me dijo: “Mire, Presidente, no vaya a firmar nada, no caiga en la trampa. Parece que usted va para Miraflores otra vez esta noche.”
Entonces el hombre empezó a pasarme información, pues, que él estaba obteniendo de su comando. Así que entonces yo me puse fuerte otra vez y empecé a hablar como Presidente, y ellos de una vez: Presidente p’acá, Presidente p’allá.
FIDEL CASTRO.- ¿Y cuándo te dieron el teléfono?
PDTE. CHÁVEZ.- Ese teléfono me lo dieron como a la medianoche más o menos, cuando hablé con José Vicente, y después hablé con el Gobernador Blanco de la Cruz, y me pasaron a otro Gobernador: “¡No, jodas, aquí está el pueblo en la calle!” Blanco de la Cruz retomó la Gobernación, él estaba enconchado; se declaró en resistencia en el Táchira y llamó al pueblo a la calle. Y aquel pueblo en la calle… acordonaron la Gobernación de donde lo habían sacado a él a empujones, la Policía, la parte de la Policía que se pasó, entonces, bueno, me dijo… (cambio de cara)
…Caracas.
Bueno, al ratico nos vinimos. Hablé también con Baduel, hablé con García Montoya, hablé con otros generales que estaban con Rangel allí, y entonces, bueno, llegaron cuatro o cinco helicópteros. Los de Baduel llegaron, llegaron los de Baduel llenos de paracaidistas de allá de Maracay.
FIDEL CASTRO.- ¡No me digas! (Se ríe)
PDTE. CHÁVEZ.- Y los Carajos. Los Carajos tienen un lema ahora, que es “Lealtad hasta la muerte”.
¡No, jodas, chico! Entonces, se unieron los comandos de la Marina, los comandos de la Fuerza Aérea, los comandos de los Paracaidistas, y nos vinimos en el vuelo triunfal de retorno, y aterrizamos aquí en Miraflores, donde estaba aquel pueblo en la calle…
FIDEL CASTRO.- ¿Tú no pasaste por Maracay?
PDTE. CHÁVEZ.- No, pero salgo mañana para allá.
FIDEL CASTRO.- ¿Vinieron directo de Orchila para…?
PDTE. CHÁVEZ.- Yo tenía que llegar a Palacio, porque tú sabes que es el símbolo del poder.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Y había mucha gente.
FIDEL CASTRO.- No, pero por una noticia que le dieron a Germán, desde allí de Palacio… Porque hubo mucha confusión, incluso en un momento se dijo que tú estabas herido, y hasta la teoría de que te habían ido a rescatar y habías sido herido. También se habló mucho —eso sí— de que tu habías sido golpeado. Se regó mucho, sí.
PDTE. CHÁVEZ.- Había mucho temor, porque también… No, que le desprendieron el hígado, que no sé qué cosa…
FIDEL CASTRO.- ¡Eso también! Que el golpe era en el hígado. Pero tu propia gente por allí estaba con todas esas confusiones. Esas bolas se regaron. Y María se puso terriblemente afectada por el mediodía por la noticia esa.
PDTE. CHÁVEZ.- Pero, ¿tú sabes? Ahora me estoy enterando de que esas noticias eran echadas a rodar por los muchachos míos, que estaban haciendo entonces por teléfono una campaña psicológica, ¿no?, para que la gente, bueno, como que se enardeciera más, ¿no? Que está herido, que lo golpearon, y entonces: “¡Qué aparezca, qué aparezca, qué aparezca!” Entonces, aquella presión del pueblo: “¡Qué aparezca, qué aparezca Chávez!” No sé qué más.
Y, bueno, eso hace que cambien las cosas.
Bueno, llegué aquí y aquí estoy.
FIDEL CASTRO.- Sí, esa parte la vi yo por la televisión, cuando tú llegaste. Y unas imágenes impresionantes, las caras de la gente, la alegría, ¡algo nunca visto, Chávez! Es como para hacer cuadros, pinturas, cuando allí las cámaras sacaban a la gente detrás de una reja. ¡Unas fotos impresionantes! Hay que hacer una película de eso, algo, porque es…
Bueno, ¿y cuándo regresaron la Comisión de los tres?
PDTE. CHÁVEZ.- No, esos vinieron junto conmigo.
FIDEL CASTRO.- ¡Ah, vinieron contigo!
Es increíble lo que tú cuentas, ¡es increíble!
Ahora, tienes que investigar qué idea tenían. Pon a alguien que averigüe para dónde te querían llevar. Hay un momento en que hablaron de Santo Domingo, pero ahí había algo en eso, en lo del avión.
PDTE. CHÁVEZ.- No, ahí había algo extraño, sin duda, porque entonces, es una vaina muy extraña…
FIDEL CASTRO.- Porque con Cuba no habló nadie, que yo sepa, ni pidió permiso para ningún avión. Tienes que averiguar. Pon a alguien que te investigue qué plan tenían, para dónde te querían llevar.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Ya yo mandé a investigar eso, pero mañana voy a seguirlo para tener claro eso, a ver hasta dónde es cierto el plan de llevarme a los Estados Unidos.
FIDEL CASTRO.- Sí, porque eso es degradante. Hay una perfidia en el engaño que te hicieron, ¡del carajo!
PDTE. CHÁVEZ.- Sí.
FIDEL CASTRO.- ¡Fue tremendo!
PDTE. CHÁVEZ.- Utilizando al Cardenal, tú sabes: “No, que yo soy el que va a garantizar la cosa, y que se cumpla…”
FIDEL CASTRO.- ¡No me digas!
PDTE. CHÁVEZ.- Le digo: “Tengo razones para dudar de usted también, si yo lo vi a usted ayer firmando el acta esa de Mussolini. ¡Qué vergüenza —le dije— para la Iglesia, Monseñor, usted, que aparenta que habla de democracia, firmando un decreto eliminando Congreso, Asamblea, Gobernadores, Poder Judicial, Fiscal…”
Por cierto, que unas declaraciones que dio el Fiscal Isaías Rodríguez fueron…
FIDEL CASTRO.- Fueron decisivas. Pero como a las cinco de la tarde, las cuatro… Antes, antes, alrededor de las tres.
PDTE. CHÁVEZ.- Fue un rayo de luz.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí, ese hombre fue valiente, oye, y utilizó una argumentación excelente, p’al diablo. Y muy sereno.
PDTE. CHÁVEZ.- Valiente.
FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, pero no lo dejaron terminar. Lo engañó seguramente la televisión, porque empezó a hablar pero no lo dejaron terminar tampoco, ni a Lara lo dejaron terminar.
PDTE. CHÁVEZ.- Pero dijo lo que tenía que decir ahí en el momentico. Él dijo: “¿Dónde está la renuncia del Presidente? Yo quiero verla firmada. Y si acaso existiera…
FIDEL CASTRO.- Tiene que ser el otro. Y la renuncia tiene que ser ante la Cámara —dijo él—. Argumentos muy sólidos.
PDTE. CHÁVEZ.- Anjá. Entonces, el Vicepresidente es el que tiene que asumir la Presidencia. Pero yo quiero ver la renuncia del Presidente. Me parece que él no ha renunciado.
¡Oiga, aquello dio la vuelta al mundo! Eso fue el primer día. Eso fue un rayo de luz.
FIDEL CASTRO.- Sí, eso fue el viernes, alrededor de…
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, yo me voy a Maracay. Voy a Maracay mañana. No vamos a hacer Aló Presidente, porque aquí se perdieron hasta los equipos. Esta gente llegan robando. Se llevaron las cámaras, se llevaron unos equipos, saquearon esto aquí, la parte de telecomunicaciones. Se robaron un poco de cables, saquearon aquí…
¿Cómo sería? En un día saquearon aquí cosas…
FIDEL CASTRO.- ¿Qué pasaría si están un mes ahí? (Se ríen)
PDTE. CHÁVEZ.- Acaban con todo esto. En un día se perdieron equipos.
Entonces, vamos a hacer allá, en el comando de los Paracaidistas, donde está Baduel, una rueda de prensa. Estoy invitando a toda la prensa, porque hoy no quise responder preguntas por el tiempo, y porque tenía que salir a hablarle al pueblo al balcón. Entonces les dije que mañana, al mediodía, allá en el comando de Paracaidistas, porque ahora eso se convierte en un símbolo de la contra… Yo le llamo a esto la contra-contrarrevolución.
FIDEL CASTRO.- ¡Y de la lealtad y de la audacia, de la inteligencia, de todo ahí!
Ellos estaban perdidos desde que una sola unidad se levantara, porque no tenían fuerzas, porque no hubieran obedecido para atacar a sus compañeros allí. Ellos engañaron… Yo me di cuenta desde el momento en que estaba una unidad, y más una unidad como esa, que no tenían fuerza ya para reprimirla. Estaban perdidos ya desde ese momento.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, es lo que llaman el país virtual. Ellos creían que de esa manera, con una campaña mediática y de manera virtual, iban a desconocer a un país real, combativo —que tú sabes cómo está este pueblo…
FIDEL CASTRO.- Sí. Y que los soldados iban a combatir entre sí para defender al tipejo ridículo ese que habían puesto ahí en la Presidencia.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí.
FIDEL CASTRO.- Creían que iban a morir los soldados e iban a atacar a sus compañeros para esa cosa.
PDTE. CHÁVEZ.- Pero fue una cosa, Fidel, bueno, para hacer historia. Ya yo te mandaré…
FIDEL CASTRO.- Hay que reunir todos los datos.
Nosotros vamos a reunir todo lo que tenemos, y reúne tú por allá lo que tú tengas.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, y ahora eso, bueno, hay que leerlo con atención, y darle un impulso nuevo al proceso revolucionario.
Tú sabes que yo decía… el día que salí, por supuesto muy triste, ¿no? ¡Carajo! Allá encerrado solo.
FIDEL CASTRO.- Oye, la amargura que nosotros teníamos aquí no era menor que la tuya allá. ¡Era terrible la amargura!
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Sabes qué? Yo como… a lo mejor, si al final —yo decía: “Bueno, si tengo que salir al final de Venezuela, pues, me tengo que ir a Cuba. No hay…”
FIDEL CASTRO.- Yo pensaba —como te hablaba— que esto sería para más tarde, ¿sabes?
PDTE. CHÁVEZ.- Sí.
FIDEL CASTRO.- No podía pensar en una cosa tan fulminante.
PDTE. CHÁVEZ.- No, yo también.
FIDEL CASTRO.- Yo dije: “Tienes que preservarte, y tienes que preservar hasta esa gente que son los más leales.”
PDTE. CHÁVEZ.- Claro, si yo pensaba también que, bueno, a lo mejor unos meses, a finales de año… uno tenía tiempo de organizar —tú sabes— una reacción de los patriotas. Pero esta gente…
Yo les dije hoy: “¡Coño!, pero no me dieron tiempo ni de descansar un día encerrado en una celda. Me sacaron muy rápido.” (Se ríe) ¡Qué cosa tan impresionante, vale!
Vamos a recoger evidencias y cosas, imágenes…
FIDEL CASTRO.- Yo voy a reunir todo, todo, todo. Porque hice amigos allí, bueno, con toda esa gente a los que…
PDTE. CHÁVEZ.- Claro que tenemos ahora que estar mucho más pendientes… La Inteligencia nuestra, por ejemplo, es muy mala, vale, ¡muy mala! Y los altos mandos militares se portaron muy mal, ¡muy mal! Me taparon cosas. Yo di unas órdenes ahí que, o no se cumplieron, o se cumplieron a medias, o como ellos más o menos las evaluaban. Los tenían presionados estos fascistas. Y entonces, bueno, la tendencia esa era a no tomar decisiones.
FIDEL CASTRO.- Te pusieron a la defensiva. Más con el truco de poner militares. Todo fue muy bien pensado por parte de ellos, poner a los militares a hacer declaraciones, a hacer declaraciones. Y fíjate que a favor tuyo, de ustedes, que ni uno solo de esos fue preso.
PDTE. CHÁVEZ.- ¿Quién?
FIDEL CASTRO.- De los que hicieron declaraciones. Algo que está a favor de ustedes como argumento es que ninguno de aquellos que hicieron declaraciones, que eran actos subversivos, conspirativos, ninguno de ellos fue preso. Es decir, a diferencia de lo que ellos hicieron en las 48 horas o menos, en 24 horas, la paciencia que han tenido ustedes, como argumento, como prueba de la diferencia que hay entre la humanidad y la generosidad de la Revolución Bolivariana y lo que los fascistas hicieron en 24 horas.
PDTE. CHÁVEZ.- Así es.
FIDEL CASTRO.- ¡Es increíble! Disolvieron el Poder Judicial, el Parlamento, se apoderaron de todos los gobiernos, de casi todas las alcaldías.
PDTE. CHÁVEZ.- Yo dije: “¡Pobrecito este hombre! Si a mí me cuesta tanto gobernar, con tantos problemas, teniendo nada más que el Poder Ejecutivo, ¿cómo se hará este pobre hombre echándose encima todos esos poderes?” Pero, en verdad, ellos fueron muy torpes, ¡torpes! Ansias de poder…
FIDEL CASTRO.- Y se habrían fajado entre ellos inmediatamente. A los tres días estaban fajados entre sí todos ellos.
PDTE. CHÁVEZ.- No, ya estaban, ya estaban fajados unos contra otros, Generales… Que si el cargo… Entonces, unos que aspiraban a ser jefes y no los pusieron, se pusieron bravos y se fueron, no vinieron al acto. La gente de la CTV tampoco vino, porque quería ser este señor Ortega no sé si Vicepresidente o algo así, y no quisieron. Entonces, empezaron ellos a pelear y a desmoronarse muy rápido.
Pero de verdad que es una jornada para la historia, ¡vale!
FIDEL CASTRO.- No, ¡inolvidable! Mira, yo he vivido…
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Increíble, inolvidable! Una cosa que hay que ahora darle el tratamiento que se debe, y sobre todo, proyectar ese caso al mundo para que se vea… Porque se ha demostrado, Fidel… Lo que te decía: que yo anoche, el día que salí, el día que salí —un poco triste, por supuesto—, allá en la celda decía: “¡coño!, parece que es verdad que una revolución pacífica es casi imposible, ¿no?, porque ¡cuántos esfuerzos!” Estaba en ese tipo de reflexiones, como dudando, ¿no?, dudando. Y dije: “Bueno, pero yo estoy seguro de que ese pueblo no se va a quedar así, ni esos militares jóvenes, sobre todo.” ¡Pero reaccionaron de inmediato! Yo saliendo preso, y ya ellos estaban conspirando contra lo que quedó por aquí. (Se ríe)
Se metieron en el Palacio y se escondieron por allí en pasillos, en sótanos, hicieron grupos, se comunicaban entre ellos con los cuarteles. Y, bueno, aquello reventó y tomó cuerpo en todo el país.
FIDEL CASTRO.- ¡Como hormiguitas trabajaron ellos! Se movieron por todas partes.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Y con un coraje! Bueno, pensaron hacer, incluso… Me dijo uno de los muchachos de la Marina que está aquí conmigo: “Mire, estábamos haciendo un plan, cuatro de nosotros por ahí, para agarrar al viejo este, a Mussolini, y llevárselo para allá para Catia, la zona populosa donde hay como tres millones de personas, las zonas más pobres, y entonces decir: “bueno, vamos a cambiarlo. Hasta que no nos traigan a Chávez no soltamos a este viejito de aquí.”
Gracias a Dios que no hizo falta eso, ¿no? Y todo terminó como ya tú sabes. Lo que pasa es que ahora hay que comenzar a reestructurar muchas cosas, a revisar muchas cosas, ¿no? Correctivos.
FIDEL CASTRO.- Muy bien, pues. ¡Me alegro, caramba, que pases un día…! Me alegro que hayas suspendido también eso, porque pienso que tú debías descansar, ¿no? Yo no sé cómo te la ibas a arreglar, pero por suerte se llevaron los equipos esos. (Se ríe)
PDTE. CHÁVEZ.- No, pero voy a ir a Maracay. Tengo que ir allá, y después voy a visitar algunas guarniciones que se mantuvieron leales, algunos pueblos.
FIDEL CASTRO.- Oye, tú no sabes qué conmoción produjo eso aquí en el pueblo. Es cuando yo he podido ver hasta qué grado te quiere la gente aquí. ¡Una verdadera conmoción!
PDTE. CHÁVEZ.- Me imagino la tristeza que sentirían.
FIDEL CASTRO.- Oye, ¡tú no sabes! Yo pocas veces en mi vida he estado tan amargado como al otro día. Yo quería… Tú sabes que yo siempre he sido optimista y todo, y seguimos en la pelea, porque apenas me levanté al poco rato, me llamó al otro día… Yo estoy durmiendo dos o tres horas, y ese día me acosté también como a las seis; a las nueve me despierto y me pongo a hacer cosas, y a las 10 y dos minutos me llamó María. Así fue.
PDTE. CHÁVEZ.- No, incluso, ¿sabes qué? Yo estaba pensando: “¡Cónchale!, si yo tengo que llegar a Cuba, con qué cara llego yo allá.”
FIDEL CASTRO.- Sí, sí.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye!
FIDEL CASTRO.- Bueno, tú sabes que tú llegabas y un avión a toda velocidad iba para allá. (Chávez se ríe) Claro, en el avión, pero fueron… Hay que investigar bien por qué hicieron toda esa porquería. Porque para mandarte a ti… Sí, por qué hicieron esa porquería, porque hay que pensar cosas peores, intenciones peores.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí, yo estoy seguro. Había unas intenciones oscuras, porque yo estoy seguro de que para Cuba no me iban a llevar, estoy seguro. Lo que pasa es que el plan no les dio tiempo, porque fue tan rápido el plan de reacción patriótica, bolivariana… Y yo fui ganando tiempo, ganando tiempo, el documento, que sí, que no, que búsquenme el teléfono. Ganando tiempo, porque yo los veía a ellos en condiciones de debilidad, ¿tú sabes? Por los ojos, ¿no?, en los ojos, se consultaban cosas. Y apurados, estaban muy apurados porque yo firmara un documento. Y yo dándoles larga, dándoles larga, hasta que el Almirante me dice: “No vaya a firmar nada, que por ahí como que viene Baduel al rescate.” Y entonces, ahí me dieron a mí, pues, los aires de la victoria.
Pero, claro, esto no es victoria. Yo pienso que esto más bien es una lección, una lección, porque hay que ajustar cosas, hay que tomar unas decisiones que no se han tomado y que…
FIDEL CASTRO.- ¿Y dónde está el General que estaba allí en el Fuerte, el que estaba de Jefe del Ejército?
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah!, ese está preso allá en el Fuerte.
FIDEL CASTRO.- Él debe saber el plan.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Claro!
FIDEL CASTRO.- Hay que tratar de que se franqueen. Y el otro… Los que te visitaron allá deben saberlo también.
PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Ahora yo mañana, pues, comienzo a enterarme, a buscar más detalles y a tomar decisiones.
FIDEL CASTRO.- Okey.
PDTE. CHÁVEZ.- Bien, hermano.
FIDEL CASTRO.- ¿Y tú crees que te puedas dormir ahora, con la excitación que has vivido hoy?
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye! Tengo que dormir un rato. Pero es una excitación maravillosa, como que embriaga.
FIDEL CASTRO.- Sí, sí. ¡Es increíble!
PDTE. CHÁVEZ.- Es una cosa como un… Ando embriagado, bueno, de amor de ese pueblo, pero sobre todo, Fidel, este es un mensaje de compromiso, es un compromiso con ese pueblo que salió a la calle, sin armas ni nada. Claro, apoyados por los patriotas militares…
FIDEL CASTRO.- Pero ellos empezaron por la mañana, desde temprano iba un río para allá de gente, y rodearon el Fuerte. Porque ya había mucha gente.
Bueno, ¡un millón de felicidades! ¡Te lo mereces!
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, hermano, ¡qué gusto haberte oído!
FIDEL CASTRO.- Oye, parece que una mano divina te lleva a ti.
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, el pueblo, chico. Dios y el pueblo y, ¿cómo es que tú dices?, ¡Ave María Purísima! (El Comandante se ríe) ¡Ave María Purísima, cómo pasó esto!
FIDEL CASTRO.- ¡Tremendo!
PDTE. CHÁVEZ.- Pero ahora tenemos que fortalecernos.
Saludos te mandan Rosita y Hugo, que está aquí, ya se durmió la nieta. Estamos todos aquí.
FIDEL CASTRO.- ¡Qué bien! ¡Qué sean muy felices!
PDTE. CHÁVEZ.- Dale un saludo a Felipe y a todos.
FIDEL CASTRO.- Ellos han estado todos, todos, todos, en esto.
PDTE. CHÁVEZ.- No, yo me imagino qué sufrimiento. Te prometo…
Ahorita me llamó Khadafi por ahí, muy alegre también.
Te prometo que haré todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza.
FIDEL CASTRO.- ¡Bien! Junto con la tristeza hemos tenido el privilegio de ser testigos de la cosa más extraordinaria que podía imaginarse.
PDTE. CHÁVEZ.- Bien. Y yo de vivirla.
Espero verte pronto, ¿eh?
FIDEL CASTRO.- Sí. Tenemos que vernos. ¡Bien!
PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, Fidel.
FIDEL CASTRO.- Para hablar de todo este tema. Es lo más importante, es lo que nos interesa.
PDTE. CHÁVEZ.- Así es.
FIDEL CASTRO.- Okey
PDTE. CHÁVEZ.- Recibe un abrazo, hermano, un abrazo.
FIDEL CASTRO.- Un abrazo.
PDTE. CHÁVEZ.- ¡Hasta la victoria siempre!
FIDEL CASTRO.- ¡Hasta la victoria siempre!
PDTE. CHÁVEZ.- Un abrazo, hermano.
Bolívar cumplió. Más de cien años después, reencarnado en Chávez, fue fiel al compromiso de volver cuando despierta, esta vez más que nunca, la conciencia del pueblo venezolano.
Por mi parte, no deseaba ocupar un milímetro de las páginas del Granma. Por ello solicité se publicara un tabloide para acompañar al Órgano Oficial de nuestro Partido.
Fidel Castro Ruz
Marzo 27 2014
4 y 40 p.m.
Eduardo Galeano: los logros de Chávez y su demonización…

El famoso escritor y pensador uruguayo, publicó una breve columna donde defiende lo logrado por el recientemente fallecido presidente de Venezuela durante sus años de gobierno. Menciona el proceso de alfabetización, sus fines solidarios y la constante ayuda a los demás países americanos.
Hugo Chávez es un demonio. ¿Por qué? Porque alfabetizó a 2 millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir, aunque vivían en un país que tiene la riqueza natural más importante del mundo, que es el petróleo.
Yo viví en ese país algunos años y conocí muy bien lo que era. La llaman la «Venezuela Saudita» por el petróleo. Tenían 2 millones de niños que no podían ir a las escuelas porque no tenían documentos.
Ahí llegó un gobierno, ese gobierno diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como decir «Los niños deben ser aceptados en las escuelas con o sin documentos».
Y ahí se cayó el mundo: eso es una prueba de que Chávez es un malvado malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a que por la guerra de Iraq el petróleo se cotiza muy alto, él quiere aprovechar eso con fines solidarios. Quiere ayudar a los países suramericanos, principalmente Cuba.
Cuba manda médicos, él paga con petróleo. Pero esos médicos también fueron fuente de escándalos. Están diciendo que los médicos venezolanos estaban furiosos por la presencia de esos intrusos trabajando en esos barrios pobres. En la época en que yo vivía allá como corresponsal de Prensa Latina, nunca vi un médico. Ahora sí hay médicos.
La presencia de los médicos cubanos es otra evidencia de que Chávez está en la Tierra de visita, porque pertenece al infierno. Entonces, cuando se lee las noticias, se debe traducir todo. El demonismo tiene ese origen, para justificar la máquina diabólica de la muerte.
Montevideo, Uruguay
UNoticias
MDS
Chavez: una experiencia político-económica progresista y democrática, pero controvertida…
Chávez, sobre todo, político
Por José Natanson *
Un hombre es siempre muchas cosas. En el caso de Hugo Chávez, beisbolista aficionado, lector voraz aunque de gustos dispersos, militar habituado a ver el mundo en términos de táctica y estrategia, cristiano cada vez más convencido, showman, self-made man, cantor y pintor aficionado…
Podría haber sido, también, un héroe. En la tarde del 11 de abril del 2002 las fuerzas armadas rodeaban el Palacio de Miraflores, luego de que una manifestación antichavista liderada por empleados de Pvdsa se desviara hacia la sede presidencial y se enfrentara a un grupo de partidarios del presidente, con choques entre policías y militares y francotiradores que dejaron dos docenas de muertos de ambos bandos. Con un sector de los militares cercándolo, las comunicaciones con los más leales interrumpidas y un panorama internacional confuso –Estados Unidos y España apoyaban el golpe, la Argentina de Duhalde se oponía, Brasil aguardaba–, Chávez decidió no combatir. Todavía no sabía que sus funcionarios le jurarían lealtad, todavía los canales privados de televisión no transmitían dibujos animados para ocultar a los miles y miles de chavistas que bajaban de las laderas caraqueñas para respaldarlo, y todavía, decisivamente, no era consciente de que una parte importante de las fuerzas armadas, sobre todo de la Marina y el Ejército, se negaban a sumarse a la asonada.
En este contexto confuso, Chávez ordenó a su guardia personal no enfrentar a los militares sublevados y se entregó sin disparar un solo tiro. Al hacerlo, Chávez actuaba racionalmente, midiendo relaciones de fuerza, calculando probabilidades y recurriendo a la enorme astucia de no dejar nada por escrito: se rindió, por supuesto, pero se negó a firmar la renuncia formal que los golpistas nunca pudieron exhibir en público, en uno de esos gestos aparentemente menores pero que revelan la intuitiva sagacidad del verdadero político. Porque renunciando sin combatir, Chávez hacía algo más que evitar el destino trágico de Allende, que se pegó un tiro con la ametralladora obsequiada por los cubanos cuando las tropas de Pinochet entraban a La Moneda. En aquel momento, en una decisión que a la larga se revelaría acertada, Chávez sí renunció a algo: renunció al destino de héroe para ser, desde ahí y hasta el final de sus días, un político.
(Lo interesante es que el consejero definitivo de esa decisión, según el mismo Chávez contaría después, era, él sí, un héroe: Fidel Castro, al teléfono desde La Habana, le sugería que no se inmolara, que se entregara mientras pudiera porque, intuía bien, todavía había chances de un retorno al poder. En una de esas vueltas interesantes que a veces nos trae la historia, el héroe le aconsejaba a Chávez que actuara como un político.)
De entre todos los ángulos posibles para analizar a Chávez, elijo entonces éste: Chávez podrá haber sido un buen o un mal presidente, pero no fue un héroe ni un tirano. Por eso, aunque la tan de moda comparación con Fidel resulte tentadora, también puede ser engañosa: a diferencia del cubano, un exponente de la Guerra Fría que lideró la epopeya de una revolución triunfante a 90 millas de La Florida, Chávez fue un político del siglo XXI que llegó al poder por los votos y se mantuvo ahí 14 años gracias al apoyo popular evidenciado en una seguidilla de trece elecciones impecablemente ganadas.
Y fue también el primer gran líder de la etapa posneoliberal de América latina. Asumió la presidencia en 1999, en plena hegemonía del Consenso de Washington, y comenzó a explorar un camino por el que luego avanzarían otros países. No por una especial clarividencia, o al menos no sólo por eso, sino porque el estallido económico, la crisis social y el derrumbe del sistema de partidos (las marcas de fábrica de la transición pos neoliberal) que en Argentina se produjeron en 2001, en Bolivia en 2003/2004 y en Ecuador en 2004/2005, en Venezuela sucedieron en 1989, cuando el Caracazo cambió para siempre el paisaje de un país que, en la tibieza de una socialdemocracia autocomplaciente, se había creído a salvo de traumas sociales y golpes de Estado.
Desde su llegada al poder y la asombrosa puesta en escena de su primer juramento (“juro por esta moribunda Constitución”, dijo para dejar bien clara su intención de reformarla), Chávez maniobró hábilmente –siempre midiendo, calculando, sopesando– hasta alcanzar, en sus últimos años, un ambicioso proyecto de reforma política, social y en menor medida también económica.
Detengámonos un momento en el balance. Desde el punto de vista social, el saldo es positivo: prácticamente todos los indicadores mejoraron, se los mida como se los mida, en los 14 años de chavismo. Desde el punto de vista económico, en cambio, el balance es más matizado: Chávez no logró romper la monodependencia de un país que sigue exportando básicamente un solo producto –petróleo– a básicamente un solo destino –Estados Unidos–, aunque es lícito preguntarse si alguien podría haberlo hecho con un barril que se obstina en ubicarse por encina de los 100 dólares. Como sea, Venezuela ha registrado un crecimiento desparejo, acumula preocupantes tensiones macroeconómicas (alta inflación, déficit fiscal, un mercado cambiario caótico) y sigue descansando en una estructura productiva más parecida a la de Nigeria o Arabia Saudita que a la de Argentina o Brasil. Desde el punto de vista político, el saldo del chavismo es un formato institucional difícil de definir pero muy novedoso, una especie de hiperdemocracia plebiscitaria en la que la evidente legitimidad del líder convive con no menos evidentes esfuerzos por debilitar el componente republicano –y en menor medida el liberal– propio de cualquier sistema democrático. En concreto: Venezuela es el único país latinoamericano –a excepción de Cuba– que no contempla límites al ejercicio permanente del poder por la misma persona, y al mismo tiempo celebra periódicamente elecciones limpias en las que, cuando el líder pierde, como sucedió en el referéndum del 2007, reconoce su derrota.
Y por último, desde el punto de vista de las relaciones internacionales, Chávez fue el principal impulsor de una integración latinoamericana concebida como una articulación solidaria entre iguales, que no cayó en el típico esquema centro-periferia que caracterizó a las relaciones con Gran Bretaña, Estados Unidos e incluso, por momentos, Brasil, pero que a la vez encontró enormes dificultades para cristalizar en acuerdos concretos y duraderos. Una integración presidencial que aún no ha coagulado en procesos institucionalizados a la altura de sus intenciones (no tenemos ni Banco del Sur ni moneda única ni aduanas armonizadas ni un Parlamento), pero que de todos modos supone un desafío a Estados Unidos. Pero un desafío contenido, administrado. Sucede que, pese a su prédica antiimperialista, Chávez evitó jugar con los dos temas más sensibles en la estrategia exterior de Washington (cooperó siempre en materia de lucha contra el narcotráfico y no mantuvo con las FARC más contactos que los necesarios para resguardar sus fronteras, como por otra parte también hace Brasil), en el contexto de una relación comercial estable y mutuamente beneficiosa (la única vez que Chávez dejó de enviar petróleo al imperio fue –paradojas de la historia– cuando la oposición conservadora paralizó Pdvsa).
Resulta difícil, en medio de la avalancha de análisis y tras 14 años en el poder, ensayar un balance del chavismo. Lo central, creo, es evitar que las necesarias miradas panorámicas oculten los matices y las contracciones de un régimen que podrá ser de trazo grueso, pero al que el trazo grueso no alcanza para describir. Y que además –aunque apenas se reconoce– fue mutando en el tiempo, de la fascinación inicial con la tercera vía al socialismo del siglo XXI, por motivos totalmente comprensibles: a diferencia de Evo Morales y Lula y al igual que Rafael Correa, Chávez llegó al poder sin un partido, un movimiento social o una confederación sindical que lo respaldara, y quiso emprender cambios profundos basándose sobre todo en su voluntad y su carisma. Y ahí se encontró con la paradoja –otra más– de intentar implantar el socialismo, aun el del siglo XXI, en una sociedad amansada en una cultura económica rentista, con una estética que no es la única, por supuesto –porque Venezuela también es cuna de escritores y pintores geniales–, pero sí la dominante, de nuevo rico a lo Catherine Fulop; una revolución en el país que consume más whisky escocés per cápita del mundo (aunque no produce ni una gota y aunque sí fabrica un ron excelente), donde se venden más Hammers (a 80 mil dólares cada una) que en Estados Unidos y cuya capital se ha ido convirtiendo en la ciudad más insegura de Sudamérica (¡más que Río!), a pesar de que los índices de desigualad han mejorado (en una de esas contradicciones que ponen en crisis las verdades de los sociólogos, Caracas es una ciudad más igualitaria pero más peligrosa).
Volvamos al principio. Como el resto de los presidentes del giro a la izquierda latinoamericano, Chávez supo combinar gobernabilidad económica con estabilidad política e inclusión social, trípode en el que descansa la legitimidad de esta nueva camada de líderes. Fue, de todos ellos, el que llevó más lejos su vocación transformadora, aunque las reformas no siempre hayan funcionado y aunque muchas de ellas tengan pies de barro. Manteniéndose dentro de las amplias fronteras de la democracia y el capitalismo, Chávez tuvo la vocación de los grandes políticos que quieren estirar la cuerda al máximo, y en el camino chocó, una y otra vez, con la realidad de un país que lo quiso tanto como lo odió. Sin caer en disquisiciones de hegelianismo para aficionados acerca del Hombre y la Historia, si el sujeto o la estructura, digamos por último que Chávez fue la expresión más potente de un proceso que lo trasciende, histórica y geográficamente. Sus límites fueron los de Venezuela y los de las revoluciones impuestas desde arriba.
* Director de Le Monde diplomatique, Edición Cono Sur. http://www.eldiplo.org
El balance económico de Chávez
El país que recibió Hugo Chávez al llegar a la presidencia, en 1997, se destacaba por la extrema desigualdad y la destrucción del tejido productivo. Los logros y el nuevo desafío.
Por Raúl Dellatorre
No debe haber resultado sencillo transformar una economía en la que una cuarta parte de la población (26 por ciento) se encontraba en la pobreza extrema, el 15 por ciento de los trabajadores desempleados y, de los que tenían trabajo, más de la mitad (54 por ciento) lo hacían fuera de la legalidad. Esta era la situación de la economía venezolana hacia fines de la década del ’90, cuando Hugo Chávez llegó a la presidencia para reemplazar a Rafael Caldera, último representante del bipartidismo socialcristiano (Copei) y socialdemócrata (Acción Democrática) que mantuvo durante décadas, alternándose en el poder, la situación de concentración de la renta petrolera y desigualdad, de liquidación del desarrollo industrial y agrícola, y la ausencia de los más elementales servicios sociales responsabilidad del Estado, como salud y educación.
La transformación de esa economía, sin embargo, se logró. En base a un proceso revolucionario cuyo primer objetivo estratégico fue recuperar el control de Pdvsa, la poderosa petrolera estatal cuya línea gerencial se resistió por más de un lustro (hasta después del intento de golpe de 2002) a obedecer las directivas del poder político democrático. Paralelamente, se de-sarrollaba un ambicioso (más aún teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias, sin acceso en los primeros años a la totalidad de la renta petrolera) programa de alfabetización y de instalación de centros de salud en toda la extensión del territorio venezolano.
La reconstrucción del tejido productivo demandó recomponer una matriz desarticulada. Un ejemplo conocido es el de la producción de mineral de hierro, que se vendía a precio subsidiado a la industria siderúrgica, para que ésta produjera bienes intermedios (chapas y perfiles) que se exportaban a Estados Unidos a precio libre. Mientras tanto, la construcción debía proveerse en el exterior de los insumos siderúrgicos necesarios, pagando precios elevadísimos o requiriendo subsidio estatal. El intermediario que se quedaba con los mayores beneficios era una empresa monopólica, Sidor. Obviamente, la solución fue renacionalizarla (había sido privatizada por gobiernos anteriores). Lo curioso es que hubiera críticas a esta respuesta política del Estado.
Pdvsa no había dejado de ser estatal, pero su asociación con capitales privados extranjeros la convirtió en un actor más de la política petrolera depredatoria del medio ambiente. Muchas tierras antiguamente dedicadas a la agricultura fueron abandonadas entre las décadas del ’70 y del ’90 a medida que avanzaban las torres petroleras sobre las costas del lago de Maracaibo, y los territorios de Anzoategui y Monagas. La consecuencia fue el éxodo de la población rural o su condena a la miseria, con la formación de amplios cinturones de pobreza.
Hugo Chávez supo recurrir a la cooperación internacional, con orientación hacia un proyecto regional, para revertir la situación. Los médicos y maestros cubanos fueron una presencia notable que caracterizó los primeros años del proceso, así como los técnicos en materia agrícola de origen argentino lo fueron en la segunda etapa, de “reinstalación” de una economía rural. Cuando la Revolución Bolivariana recuperó el manejo del recurso petrolero, Chávez devolvió esos favores con un suministro permanente de recursos energéticos a Cuba y prestando ayuda financiera a la Argentina.
Si en sus primeros años de gobierno la Revolución Bolivariana había dado gestos de la orientación buscada, el fallido golpe en su contra de abril de 2002 impulsó las decisiones que hacían falta para profundizar el proceso. La derrota de los golpistas dejó al desnudo a los enemigos de la Revolución desde adentro, dando la oportunidad de desplazarlos y despejar el camino. Ese paso se tradujo en los resultados macroeconómicos de los años posteriores: desde fines de 2003 hasta mediados de 2008, Venezuela logró 23 períodos trimestrales de crecimiento consecutivo. El record se rompió por el impacto de la crisis mundial, pero la economía retomó la senda a partir del segundo trimestre de 2010. En 2011 ya obtuvo un crecimiento de 4,2 por ciento y en 2012 de 5,5 por ciento.
Menos dependiente de productos intermedios y finales que una década y media atrás (cuando “casi todo” lo que se consumía era estadounidense o colombiano), pero todavía altamente dependiente de las divisas que genera el petróleo, Venezuela dispuso una fuerte devaluación y un desdoblamiento cambiario el último 8 de febrero, como parte de una serie de medidas que buscan corregir desequilibrios externos y mantener el equilibrio entre las políticas de promoción de la producción y el empleo, y los ambiciosos programas sociales de inclusión con fondos públicos.
El desempleo bajó a menos de la mitad (del 15 al 7 por ciento) en una década y media, y la pobreza extrema a casi una cuarta parte (del 26 al 7 por ciento). La informalidad laboral descendió del 54 al 43 por ciento (con leyes de protección laboral para los trabajadores formales que antes no existían). Indicadores y tendencias que sólo podrán consolidarse si quienes asumen la conducción del proceso logran superar su principal de-safío: derrumbar, ya sin la presencia de su líder, la resistencia de un poder económico local y extranjero que no está dispuesto a resignar el terreno perdido.
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Educación en el mundo (2010): datos básicos de 45 países…
EDUCACION Y DESARROLLO EN EL MUNDO FUENTES: PISA 2006/2009 y PNUD 2007-2008/ 2010 |
||||||||
PAISES |
Lugar en Prueba Pisa 2009 (Lectura) |
Lugar en Prueba Pisa 2006 (Lectura) |
Ranking Desarrollo Humano (IDH) 2007-2008 |
Ranking Desarrollo Humano (IDH) 2010 |
Porcentaje (%) de alumnos Pisa 2009 y 2006 (b) en Educación Pública y Privada |
% del PIB en Educación 200-2007 |
% de gasto público destinado a Educación 2002-2006 |
Gasto en I&D como % del PIB 2000-2007 |
H.Kong/Shanghai (China) |
1 Sh. 4HK |
3 HK |
21 HK |
21 HK |
7/93 (b) |
3,3 HK |
23,0 HK |
0,8 HK |
COREA del Sur |
2 |
1 |
26 |
12 |
64/36 |
4,2 |
16,5 |
3,5 |
FINLANDIA |
3 |
2 |
11 |
16 |
96/4 |
5,9 |
12,8 |
3,5 |
SINGAPUR |
5 |
NP |
25 |
27 |
2,8 |
18,2 (1991) |
2,6 |
|
CANADA |
6 |
4 |
4 |
8 |
94/6 |
4,9 |
12,5 |
2,0 |
N. ZELANDIA |
7 |
5 |
19 |
3 |
96/4 (b) |
6,2 |
20,9 |
1,3 |
JAPON |
8 |
15 |
8 |
11 |
71/29 |
3,4 |
9,8 |
3,4 |
AUSTRALIA |
9 |
7 |
3 |
2 |
4,7 |
13,3 |
2,2 |
|
HOLANDA |
10 |
11 |
9 |
7 |
35/65 |
5,5 |
11,2 |
1,8 |
BELGICA |
11 |
12 |
17 |
18 |
6,1 |
12,2 |
1,9 |
|
NORUEGA |
12 |
25 |
2 |
1 |
98/2 (b) |
6,7 |
16,6 |
1,7 |
ESTONIA |
13 |
13 |
44 |
34 |
98/2 (b) |
5,0 |
14,9 |
1,1 |
SUIZA |
14 |
14 |
7 |
13 |
95/5 (b) |
5,3 |
13,0 |
2,9 |
POLONIA |
15 |
9 |
37 |
41 |
98/2 (b) |
4,9 |
12,7 |
0,6 |
ISLANDIA |
16 |
24 |
1 |
17 |
99/1 (b) |
7,5 |
16,6 |
2,8 |
EE.UU |
17 |
NP |
12 |
4 |
93/7 |
5,5 |
15,3 |
2,7 |
SUECIA |
19 |
10 |
6 |
9 |
90/10 |
6,7 |
12,9 |
3,7 |
ALEMANIA |
20 |
18 |
22 |
10 |
96/4 |
4,4 |
9,8 |
2,6 |
IRLANDA |
21 |
6 |
5 |
5 |
42/58 (b) |
4,9 |
14,0 |
1,3 |
FRANCIA |
22 |
23 |
10 |
14 |
90/10 |
5,6 |
10,9 |
2,1 |
TAIPEI/China |
23 |
16 |
65/35 (b) |
|||||
DINAMARCA |
24 |
19 |
14 |
19 |
76/24 (b) |
7,9 |
15,3 |
2,6 |
INGLATERRA |
25 |
17 |
16 |
26 |
94/6 |
5,6 |
12,1 |
1,8 |
HUNGRIA |
26 |
27 |
36 |
36 |
84/16 (b) |
5,4 |
11,1 |
1,0 |
OCDE Promedio |
25/493 |
21/492 |
27/0,916 |
12/0,879 |
83/17 |
|||
ITALIA |
29 |
33 |
20 |
23 |
95/5 |
4,3 |
9,6 |
1,1 |
ESPAÑA |
33 |
35 |
13 |
20 |
69/31 |
4,4 |
11,0 |
1,3 |
Rep. CHECA |
34 |
26 |
32 |
28 |
96/4 (b) |
4,6 |
10,0 |
1,6 |
ISRAEL |
37 |
40 |
23 |
15 |
73/27 (b) |
6,4 |
13,7 |
4,7 |
AUSTRIA |
39 |
22 |
15 |
25 |
87/13 |
5,4 |
10,8 |
2,5 |
FED. DE RUSIA |
43 |
39 |
67 |
65 |
100/0 |
3,9 |
12,9 |
1,1 |
CHILE |
44 |
38 |
40 |
45 |
47/53 |
3,4 |
18,5 |
0,7 |
URUGUAY |
47 |
42 |
46 |
62 |
83/17 |
2,8 |
7,9 |
0,4 |
MEXICO |
48 |
43 |
52 |
56 |
89/11 |
4,8 |
25,6 |
0,5 |
COLOMBIA |
52 |
51 |
75 |
79 |
84/16 |
3,9 |
11,1 |
0,2 |
BRASIL |
53 |
49 |
70 |
73 |
92/8 |
5,2 |
10,9 |
1,0 |
ARGENTINA |
58 |
53 |
38 |
46 |
65/35 |
4,9 |
13,1 |
0,5 |
PANAMA |
62 |
54 |
83/17 |
3,8 |
8,9 |
0,2 |
||
PERU |
63 |
NP |
87 |
63 |
82/18 |
2,7 |
13,7 |
0,1 |
CUBA |
NP |
NP |
51 |
— |
100/0 |
13,6 |
16,6 |
0,4 |
PARAGUAY |
NP |
NP |
95 |
96 |
72/28 (c) |
4,0 |
10,8 |
0,1 |
BOLIVIA |
NP |
NP |
117 |
95 |
84/16 (c) |
6,3 |
18,1 |
0,3 |
EL SALVADOR |
NP |
NP |
103 |
90 |
70/30 (c) |
3,6 |
20,0 |
0,1 |
ECUADOR |
NP |
NP |
89 |
73 |
68/32) (c) |
1,0 |
8,0 |
0,2 |
VENEZUELA |
NP |
NP |
74 |
75 |
3,7 |
17,0 (1991) |
— |
|
COSTA RICA |
NP |
NP |
48 |
62 |
5,0 |
18,5 |
0,4 |
|
(b) Datos Pisa 2006; (c) Datos SITEAL (http://www.siteal.iipe-oei.org) |
Wallerstein: el dilema político de Barack Obama…
El presidente de Estados Unidos está considerado como la persona que en lo individual tiene más poder en el mundo moderno. Para su pesar, lo que Barack Obama está aprendiendo es que tiene todavía un enorme poder de hacer daño. Pero que virtualmente no cuenta con poder para hacer el bien. Pienso que se da cuenta de ello y no sabe qué hacer. El hecho es: hay muy poco que pueda hacer al respecto.
Tomemos su preocupación particular más grande en este momento, la segunda revuelta árabe. Él no la inició. Es obvio que le tomó por sorpresa cuando comenzó, como a casi todo mundo. Su respuesta inmediata fue pensar, correctamente, que implicaba graves peligros para el ya de por sí tambaleante orden geopolítico en la región. Estados Unidos buscó todas las maneras posibles de limitar el daño, mantener su propia posición y restaurar el orden
. No se puede decir que Estados Unidos haya tenido mucho éxito. Todos los días y de todas las formas la situación se ha tornado más desordenada y ha quedado más allá del control de Estados Unidos.
Barack Obama es, por convicción y personalidad, el centrista por excelencia. Busca el diálogo y el arreglo entre los extremos
. Actúa con la debida reflexión y toma las decisiones importantes con prudencia. Está a favor de un cambio ordenado, lento, que no amenace el sistema básico del cual él no sólo es una mera parte sino la figura central designada y el jugador individual más poderoso.
Hoy está constreñido desde todas partes para asumir su papel. No obstante continúa intentando jugarlo. Obviamente se dice a sí mismo, ¿qué más podría hacer? Lo que ocurre como resultado de lo anterior es que los otros jugadores (incluidos aquéllos que alguna vez fueron sus aliados subordinados) lo desafían abiertamente, y sin vergüenza, y al salirse con la suya le restan aún más su poder.
Netanyahu se dirige al Congreso estadunidense, que con entusiasmo aplaude interminablemente su peligroso sinsentido en aras de sus propios intereses, cual si fuera la rencarnación de George Washington. Esto fue una bofetada directa en la cara de Barack Obama, pese a que Obama, al hablar ante la American Israel Public Affairs Commitee, ya había retirado su tímido intento de proponer como base de una solución entre israelíes y palestinos el regreso a las fronteras de 1967.
El gobierno saudita ha dejado muy claro que hará todo lo que esté en su poder para defender los regímenes existentes en el mundo árabe y está enojado ante el hecho de que Obama conceda en ocasiones hablar en el lenguaje de derechos humanos
. El gobierno de Pakistán le dice con mucha claridad a Obama que, si intenta ser rudo con ellos, cuentan con un amigo más firme en China. Los gobiernos ruso, chino y sudafricano le han dejado claro a Obama que si Estados Unidos intenta convocar la acción del Consejo de Seguridad en contra de Siria, no tendrá su apoyo y probablemente no pueda siquiera lograr la mayoría simple de votos: ecos del fracaso de Bush en 2003 con la segunda resolución en torno a Irak. En Afganistán, Karzai está llamando a la OTAN para que le ponga un alto a los ataques con los llamados vuelos no tripulados o drones. Y el Pentágono está sintiendo presión para salir de Afganistán sobre la base de que es demasiado costoso seguir ahí.
Si alguien pensara que la debilidad estadunidense es un asunto exclusivo de Medio Oriente, echemos un vistazo a Honduras. Estados Unidos respaldó virtualmente el golpe contra el ahora ex presidente Zelaya. Debido al golpe, Honduras fue suspendido de la Organización de Estados Americanos (OEA). Estados unidos ha luchado duro por hacer que se le restaure a Honduras una plena membresía en la OEA sobre la base de que el nuevo presidente fue elegido formalmente. Los gobiernos latinoamericanos resistieron esto porque a Zelaya no se le había permitido retornar pese a que se le retiraron todos los cargos falsos.
¿Qué ocurrió entonces? Colombia (supuestamente el mejor amigo de Estados Unidos en la región) y Venezuela (supuestamente la némesis de Estados Unidos en América Latina) se unieron y juntos arreglaron con el gobierno hondureño en el poder que Zelaya regresara con sus propias condiciones. La secretaria de Estado Clinton sonrió sombría ante este rechazo de facto de la diplomacia estadunidense.
Finalmente, Obama tiene problemas con el Congreso en relación con la guerra con Libia. De acuerdo a la ley de Poderes en Tiempo de Guerra, Obama podría comprometer tropas en Libia (sin el respaldo explícito del Congreso) sólo durante 60 días. Ya pasaron los 60 días y no ha habido acción por parte del Congreso. Continuar con la acción en Libia es claramente ilegal, pero Obama no ha logrado conseguir el respaldo. Sin embargo Obama continúa comprometido con las acciones en Libia. Y el involucramiento estadunidense podría crecer. Así que puede hacer el daño, pero no el bien.
Entretanto, Obama se concentra para la relección. Tiene buenas posibilidades de lograrla. Los republicanos se mueven más y más a la derecha, y políticamente no hay duda de que se están excediendo. Pero una vez que se reelija, el presidente de Estados Unidos tendrá menos poder que hoy. El mundo se mueve a paso rápido. En un mundo con tantas incertidumbres y actores impredecibles, la más peligrosa arma suelta
resulta ser Estados Unidos.
Traducción: Ramón Vera Herrera
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/06/11/index.php?section=mundo&article=026a1mun
CEPAL: Argentina, Brasil, Bolivia y Venezuela, los que más redujeron desigualdad y pobreza…
“Argentina…”
Por Tomás Lukin, Página/12
La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) recibió a Cash en una improvisada oficina donde está trabajando desde que el terremoto golpeó al emblemático edificio del organismo en Santiago de Chile. Alicia Bárcena no es economista, es bióloga pero recurre sin problemas a economistas latinoamericanos como Raúl Prebisch y Celso Furtado para proponer políticas de desarrollo diseñadas desde la región, cuestionar la apreciación cambiaria y defender los controles de capitales.
Bárcena desembarcó en el organismo a mediados de 2008 y se convirtió en la primera mujer en asumir la conducción de Cepal. Previamente la mexicana se desempeñaba como secretaria general Adjunta de Gestión en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, donde manejaba el gigantesco presupuesto de la ONU.
“América latina es hoy una región progresista. En Argentina se ha dado un cambio de modelo desde 2003. Es uno de los países de la región que más redujeron la desigualdad”, afirma Bárcena quien, lentamente, está revitalizando el discurso político y económico de la Cepal.
La agenda de desarrollo que presenta en sus intervenciones por la región reconoce la necesidad de “disciplinar” a los empresarios a través de distintos impuestos como pueden ser las retenciones, recupera las propuestas vinculadas con la inversión pública en ciencia y tecnología con desarrollos locales, y enfatiza la relevancia de preservar un tipo de cambio que responda a vectores productivos y no sea determinado por flujos especulativos.
–¿Qué evaluación hace la Cepal de la última década en América latina?
–Los gobiernos progresistas, desde 2002 y 2003, nos dejan un legado muy positivo donde no hay marcha atrás en las políticas sociales. Hemos aprendido que hay que igualar para crecer, que no alcanza crecer para igualar. El gasto social no se pierde, sino que es el motor de la economía.
–¿La región aprendió de los fracasos de las décadas del ’80 y ’90?
–Sin duda. La región ha aprendido lecciones muy importantes del pasado. Hoy somos una región que ha entendido la importancia de la macroeconomía: mantener bajos niveles de déficit de cuenta corriente, o superávit, bajos niveles de deuda, controlar la inflación y promover la acumulación de reservas. Después de la década del ’80 la región demoró 14 años para recuperar los niveles del PIB per cápita, pero para recuperar los niveles sociales nos tomamos 25 años.
–¿Qué cambió con los gobiernos progresistas en Latinoamérica?
–Como herencia de estos gobiernos progresistas la región invirtió activamente sus políticas sociales con distintas medidas de protección de empleo, el salario y otros programas. Apoyando incluso a los empresarios. Los estímulos fiscales durante la crisis fueron muy efectivos para estimular la demanda. Así nos recuperamos mucho más rápido de la crisis que el resto del mundo. El PIB había caído 1,9 por ciento en 2009. Este año la región recupera y crece 6 por ciento.
–¿Cómo continúa este nuevo esquema regional a la salida de la crisis económica global?
–Uno de los aspectos centrales de nuestra región es sobreponernos a la heterogeneidad estructural. En la Cepal creemos que el camino hacia el desarrollo está en la convergencia productiva. Rearticular los sectores productivos, dinamizarlos y reindustrializar. La región debe aprovechar sus mercados internos. Países con grandes mercados internos como Argentina, Brasil, Colombia y México deberían convertirse en los grandes motores del crecimiento regional. Si crece Brasil, crecen las economías que están a su alrededor. Eso es una buena noticia.
–¿Qué es lo que tienen que hacer los gobiernos?
–Hay que diversificar la estructura productiva e incentivar la inversión. Es muy importante porque la estructura de las exportaciones está muy concentrada en materias primas y precios que son volátiles y generan vulnerabilidad externa. La única forma para salir de la desigualdad es el empleo con derechos y protección.
–¿Qué significa diversificar la estructura productiva?
–Significa no sólo depender de enclaves de materias primas, sino también desarrollar servicios como puede ser la industria de software.
–Algo similar hizo Irlanda y hoy atraviesa una fuerte crisis económica.
–En Irlanda el manejo financiero es lo que fracasó; la diversificación productiva funcionó bien. Lo mismo en Finlandia y Nueva Zelanda. Cómo buscar nuevos nichos industriales es uno de los grandes temas. En el área de energía, biocombustibles, biotecnología, nanotecnología, comunicaciones, incluso con la soja. Es necesario profundizar el agregado de valor, la innovación y la articulación regional.
–¿Cómo pueden lograr Bolivia, Argentina o Ecuador impulsar este tipo de procesos?
–Definitivamente el gasto público debe cumplir un rol central. La inversión en investigación y desarrollo debe incrementarse. Hoy en la región es 0,6 por ciento mientras que en Corea del Sur alcanza al 4 por ciento. Nuestro continente tiene enorme espacio para crear localmente sus propios desarrollos tecnológicos sin que se importen de Japón o Alemania. Raúl Prebisch o Celso Furtado plantearon una agenda muy profunda para América latina que parte de la base de que el desarrollo arranca de nosotros mismos. Nadie nos va a desarrollar desde afuera. Hay que tener un planteamiento de pensamiento propio, con densidad nacional.
–La Cepal retoma así sus postulados históricos, que gestiones anteriores habían olvidado influenciados por la ola neoliberal.
–En la Cepal sabemos que el crecimiento y el desarrollo no son sinónimos. No alcanza con crecer: el desarrollo es igualar para crecer. Todavía nos falta gestión de la innovación que se hace en nuestras universidades y los jóvenes empresarios emprendedores. La región debe aprovechar la mejora en los términos de intercambio y crear fondos para ciencia y tecnología.
–Existe una importante oposición de algunos sectores económicos para que el Estado se apropie de esas ganancias y las utilice.
–Uno de los temas más importantes es la convergencia entre trabajadores, empresarios y el Estado. Nos hacen falta pactos sociales profundos. Disciplinar a los empresarios significa alcanzar un camino conjunto. El modelo donde el mercado lo podía todo no funciona y tampoco el Estado solo puede hacer todo.
–¿Propone un pacto social, como se quiere impulsar en estos momentos en Argentina?
–Necesitamos nuevos pactos para que las ganancias de productividad se queden en la región y no se concentren en muy pocos. El factor redistributivo debe ser el Estado y eso se logra con diálogo. Los empresarios deben ver que la desigualdad conspira contra ellos. Los empresarios también necesitan reglas de juego que las pone el Estado.
–¿Qué papel juega el tipo de cambio en este escenario que plantea?
–El tipo de cambio es un instrumento muy importante que manda señales muy potentes hacia el sector productivo. El tipo de cambio debe responder a los vectores productivos. Nada sería peor que las señales fueran a la concentración exclusiva de materias primas abandonando al resto de las actividades. Tenemos que evitar la apreciación.
–Esto implica aplicar controles al ingreso de capitales especulativos.
–Somos partidarios de los controles de capitales financieros especulativos. Esa medida es muy importante para apuntalar nuestras economías. Hay que desdramatizar algunos temas. La solvencia fiscal es importante, pero no se puede descuidar al sector productivo. La variable de ajuste no puede ser el sector productivo ni los trabajadores. Algunos países tienen más espacio que otros, pero sin duda no se puede perder el dinamismo en materia laboral.
–¿Cómo interpreta Cepal el desempeño argentino durante la última década?
–A partir de 2003, Argentina inició un cambio muy positivo. Hubo una acción muy valiente del Estado para transformar profundamente el modelo. Hay un quiebre cuando uno compara con la década de los ’90. Argentina, junto con Brasil, Bolivia y Venezuela, son los países de la región que más redujeron la desigualdad y la pobreza. Eso es sin contemplar la Asignación Universal por Hijo; midiendo eso, los resultados son todavía mejores.
También ha mejorado considerablemente el balance de pagos y la cuenta corriente. La deuda pública tiene un muy buen comportamiento y aumentan las reservas internacionales. El Estado ha tomado decisiones correctas para la sociedad argentina.
–¿Qué desafíos piensa que enfrenta?
–Es un proyecto de país que se ha ido construyendo desde 2003. Es un cambio de modelo que no está exento de problemas y desafíos pero por lo menos se plantea un proyecto social, productivo y de articulación política social de diálogo. Es un muy buen momento para la convocatoria de un pacto social. Hay un alto nivel de convergencia. Eso lo observé en Mar del Plata. En Argentina se está dando algo que para nosotros en Cepal es muy importante: un proyecto donde se está buscando la convergencia productiva y territorial, apoyando a las familias pobres, reduciendo la desigualdad, aprovechando el buen contexto externo a favor de la economía nacional
Venezuela: Pieza geopolítica global
Las principales potencias del mundo, tanto las emergentes como las decadentes, disputan los recursos naturales que posee Venezuela, convirtiéndola de ese modo en una de las más preciadas piezas del ajedrez estratégico global. La pugna electoral por el control del parlamento, del próximo domingo 26 de setiembre, se enmarca en esa tensión de fondo.
El 16 de setiembre la Gaceta Oficial publicó la ley 39.511 que aprueba el acuerdo entre los gobiernos de Venezuela y China sobre cooperación para financiamiento a largo plazo. Se trata de un crédito de 20.000 millones de dólares para financiar 19 proyectos de desarrollo. El pago de la línea de crédito se efectuará mediante la venta de petróleo crudo: para el año 2010, no menos de 200.000 barriles diarios; para el año 2011, no menos de 250.000 barriles diarios; para el 2012 no menos de 300.000 barriles diarios.
El acuerdo fue anunciado por el presidente Hugo Chávez en abril pasado, remarcando que el volumen de la inversión china no tiene parangón en los 60 años de existencia de la República Popular. No se trata solamente del monto, dijo en su momento, “hay que darle una lectura política, geopolítica, de confianza”.
Venezuela ya envía a China cerca de 500.000 barriles diarios de petróleo, a los que deben sumarse 400.000 barriles que producirá una empresa mixta binacional que operará en la Faja del Orinoco. Y, finalmente, los 300.000 barriles del último acuerdo. En total, las exportaciones de petróleo venezolano a China superarán el millón de barriles diarios. La misma cantidad que Venezuela exporta a Estados Unidos.
Geoestrategia china
“Todo el petróleo que China pueda necesitar para consolidarse como una gran potencia está aquí”, dijo Chávez el 18 de setiembre al recibir los primeros cuatro mil millones de dólares del acuerdo. Para evaluar el acuerdo firmado, así como el volumen total de la inversión china en Venezuela, debe considerarse que la potencia asiática registró una inversión directa en el exterior de 56.500 millones de dólares en 2009. La mayor de su historia. O sea, el acuerdo con Venezuela representa casi el 36 por ciento del total anual en su mejor año. Y en un solo país.
Es evidente que nadie suelta 20 mil millones de dólares de un saque sin estar muy seguro de lo que está haciendo. Una cifra que equivale al PIB de Bolivia y Paraguay juntos, o a dos tercios del PIB uruguayo. Y no lo hace en cualquier país, sino en aquel que hasta ahora tenía el grueso de sus exportaciones focalizadas hacia Estados Unidos. En 2007 Venezuela exportó 1,3 millones de barriles diarios de petróleo hacia ese país, con lo que desplazó a México como tercer proveedor de Washington. Esas cifras señalan que cerca de un 85 por ciento del crudo exportado de Venezuela va hacia los mercados de Estados Unidos.
China realizó además otras inversiones en Venezuela vinculadas a la explotación minera que incluyen 50 proyectos para explotación de aluminio, bauxita, carbón, hierro y oro y otro acuerdo para ingresar en la Faja Petrolera del Orinoco por 16 mil millones de dólares que permitirá a PDVSA elevar la producción en casi un millón de barriles diarios. El último acuerdo al que se refiere Chávez incluye planes hasta el año 2030 para el desarrollo integral de ocho sectores: electricidad, transporte, minería, viviendas, finanzas, petróleo, gas y petroquímica. Y supone la construcción conjunta de taladros petroleros, plataformas, ferrocarriles que van a cruzar al faja del Orinoco y 20 mil viviendas en el sureste venezolano.
La inversión china en Venezuela asciende a 44 mil millones de dólares, toda vez que ya había un compromiso para un “fondo pesado binacional” de 8 mil millones de dólares. Es evidente que nadie arriesga ese dinero sin tener la seguridad de que no lo va a perder. Dicho de otro modo, China puede contar con que sus inversiones en Venezuela son seguras, mucho más allá de lo que suceda en las urnas. Así razonan todas las potencias del planeta.
Réplicas de Washington
En los últimos doce años la antigua clase dominante ha perdido gran parte de su poder en Venezuela, al punto que un sector significativo de sus miembros emigró a Estados Unidos, Colombia y Perú, entre otros. Algunas de las mayores empresas del país, entre ellas PDVSA, CANTV, la principal empresa de comunicaciones, la mayor parte de los bancos así como empresas agropecuarias y millones de hectáreas de tierras improductivas, pasaron a manos del Estado.
Los principales riesgos para la continuidad del proceso bolivariano no radican en una burguesía declinante, sino en la nueva “boliburguesía” nacida del control de las empresas estatales y de cargos políticos, integrada por burócratas oportunistas que han hecho fortunas al subirse al proceso. Una parte de esos personajes fungen como cuadros del PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela). En las elecciones del domingo 26 no está en juego el proceso de cambios sino algo más sutil, pero no menos importante.
La Asamblea Nacional cuenta con 165 diputados, que serán renovados en su totalidad. El 60 por ciento de los escaños se obtienen de modo nominal y el resto en forma proporcional. Tres pertenecen a circunscripciones indígenas. La lista que obtenga la mitad más uno de los votos en cada circunscripción, obtendrá el 75 por ciento de los escaños del escrutinio proporcional. El asunto es que la Constitución establece que las leyes orgánicas necesitan dos tercios de los diputados para ser aprobadas y las leyes habilitantes, las que facultan al presidente a gobernar por decreto, requieren las tres quintas partes de los legisladores.
Como señala Ignacio Ramonet, “le bastaría a la oposición obtener 56 votos sobre 165, para impedir la adopción de leyes orgánicas, y 67 votos para imposibilitar la aprobación de leyes habilitantes. Hasta ahora las principales reformas han podido realizarse gracias precisamente a leyes habilitantes” (Le Monde Diplomatique, setiembre 2010).
Es muy probable que la oposición alcance alguna de esas cifras, por varias razones: la inseguridad que hace que Venezuela sea el país con mayor índice de homicidios del continente junto a Honduras y El Salvador; una inflación galopante que alcanza el 30 por ciento anual; la corrupción incrustada en todas las esferas del aparato estatal. Además, la oposición viene avanzando en los últimos años: en las elecciones de 2008 ganó los tres estados más poblados (Miranda, Zulia y Nueva Esparta) y la alcaldía de Caracas.
Es posible que el chavismo no consiga los dos tercios, o sea 110 escaños. Los adversarios del proceso, los think tank estadounidenses, comprendieron que pueden bloquear el proceso bolivariano “desde dentro”, ya que atacándolo “desde fuera” (golpe de Estado, paros patronales y petrolero) no consiguieron más que blindar a la población de los cerros con el presidente Chávez. Ahora parecen apostar a una implosión del proceso o, en su defecto, a un cierre autoritario y defensivo.
El torbellino geopolítico
En el marco del centenario de la Universidad Autónoma Nacional de México, Noam Chomsky expuso su visión del momento que atraviesa su país, Estados Unidos. Dijo que el control del mundo “no es cosa sencilla, ni siquiera para un Estado con un poder sin precedentes”. Fue muy precioso al argumentar que ”ese poder se erosiona por todos lados, y hasta en el patio trasero de Washington los súbditos se vuelven cada vez más desobedientes” (La Jornada, 22 de setiembre).
Sostuvo que el gran desafío proviene de China, pero alertó sobre un hecho poco comentado en los medios de comunicación occidentales, que revela el cambio hegemónico en curso, consistente en que “por un raro accidente geológico, China posee 97 por ciento de tierras preciosas, ricas en componentes indispensables para el desarrollo de la electrónica y la industria verde”. Dijo que ahí está el futuro y que las inversiones destinadas a la industria verde en China superan las que logran atraer los países europeos, Estados Unidos y Canadá juntos.
Una inteligencia fina y profunda no podía dejar pasar ese dato. Pero agregó otro elemento, para completar su visión del mundo: “Si Estados Unidos no es capaz de controlar a América Latina, no podrá imponer el orden en el resto del mundo”. Uno de los varios ojos del huracán geopolítico está focalizado en Venezuela, cuya alianza estratégica con China parece irreversible.
* Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales.
Chavistas, pero con posiciones críticas
EL PARTIDO PATRIA PARA TODOS, ALIADO DEL OFICIALISMO
Desde Caracas
Margarita López Maya es historiadora y candidata independiente por Patria para Todos (PPT), una agrupación que formó parte del oficialismo hasta este año, cuando no quiso fundirse en el Partido Socialista Unido de Venezuela. Hoy el PPT cuenta con seis escaños de la Asamblea General gracias a su alianza con el chavismo. Y aspira a mantener esos asientos ahora que va solo como “la otra opción” entre el chavismo y la oposición tradicional.
López Maya recibe a Página/12 en su estudio ubicado en el barrio de clase media de Caracas Los Chaguaramos. Aquí a los barrios de clase media le dicen “urbanización”. Esta mujer que se define como “de izquierda”, cuenta por qué decidió formar parte de una tercera vía en la que participen ciudadanos de a pie, organizaciones sindicales, sociales y personalidades.
–¿Por qué un partido que apoyó a Hugo Chávez desde que llegó a la presidencia hace once años decide hacer una campaña por fuera del oficialismo?
–Siempre vamos a apoyar el proceso de transformación. Ese es un proyecto compartido con el oficialismo. Apoyamos el proceso de cambio del primer gobierno de Chávez. Compartimos el resguardo por las misiones sociales, por las políticas de inclusión. Pero la relación nunca fue del todo cómoda. Los partidos de Chávez son personalistas y Patria para Todos es todo lo contrario, es un partido de cuadros, que busca la pluralidad. Chávez tuerce el modelo hacia la campaña electoral del 2006, con la reforma constitucional que fue rechazada en el referéndum de 2007. Necesitamos apegarnos a la Constitución de 1999. El modelo viró hacia la recentralización, el personalismo y una subordinación de los poderes públicos al Ejecutivo. A esto se le suma la inseguridad.
–Un tema que machacan la derecha y los medios conservadores…
–Los datos están. Caracas es hoy la capital más peligrosa de América latina. Lo dice el informe de Provea, la asociación civil de derechos humanos más respetada aquí, el promedio es de 54 homicidios cada 100 mil habitantes.
–¿Es más cómodo estar en la oposición?
–No estamos en la oposición tradicional. Estamos abriendo otra alternativa, con una posición crítica. Somos un partido de izquierda, horizontal. Una fuerza que trata de despolarizar la situación. Vamos a emerger del 26 (mañana) como una nueva fuerza política con miembros del PPT, independientes, académicos, organizaciones de izquierda, sindicatos, artistas. Un frente en una iniciativa política de despolarizar.
–¿Qué le critican a esa oposición tradicional?
–Está hegemonizada por actores políticos que los venezolanos han rechazado como Acción Democrática y Copei. Son una treintena de partidos, muy distintos y heterogéneos entre sí, pero dominados por la vieja elite. Es una vuelta al pasado. Sin lugar a dudas, que tiene algún liderazgo emergente, pero básicamente es una oposición que estuvo en contra del proceso de cambio. Todavía está gente que participó en el golpe de Estado, en el paro petrolero. No podríamos convivir con eso. Queremos una rectificación de este modelo y una profundización democrática. Parte de los desafíos es construir un modelo económico viable. Este socialismo entre comillas es un estatismo exacerbado.
Página/12
La batalla Venezuela
Le Monde Diplomatique
En la pugna por la supremacía ideológica en América Latina, dos confrontaciones decisivas se desarrollarán las próximas semanas: elecciones legislativas en Venezuela, el 26 de septiembre; votación presidencial en Brasil, el 3 de octubre. Si en este país-gigante no ganase la izquierda democrática, el péndulo político se inclinaría mayoritariamente, a escala continental, hacia las derechas que ya gobiernan en Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá y Perú. Pero esa eventualidad resulta poco probable; es inverosímil que José Serra, del Partido Social Demócrata Brasileño (PMDB, centro-derecha) consiga imponerse a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), apoyada por el muy popular Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente saliente que, de no haberlo impedido la Constitución, hubiese sido fácilmente reelegido para un tercer mandato.
En consecuencia, las fuerzas conservadoras internacionales concentran todos sus ataques sobre el otro frente, Venezuela, para intentar debilitar al Presidente Hugo Chávez y la revolución bolivariana. Lo que aquí está en juego es la elección de los 165 diputados de la Asamblea Nacional (no hay Senado). Con una particularidad: los legisladores salientes son chavistas en su casi totalidad, pues la oposición, en los precedentes comicios de 2005, boicoteó el escrutinio. Esta vez no lo hará; un sinfín de partidos y de organizaciones dispares (1), aglutinados por el rencor antichavista, se presentan bajo el estandarte común de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) contra el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) (2) del Presidente Chávez.
Inevitablemente, el gobierno bolivariano contará con menos diputados en la nueva Asamblea. ¿En qué proporción? ¿Podrá seguir llevando a cabo su programa de grandes reformas? ¿Tendrá la oposición la facultad de ponerle freno a la revolución?
Tales son los desafíos. El 60% de los escaños se reparten de modo nominal, y el 40% restante de modo proporcional. La lista que obtenga más del 50 por ciento de los votos recibirá el 75 por ciento de los escaños reservados al escrutinio proporcional. Esto último es importante pues la Constitución prevé que las leyes orgánicas deben ser votadas por los dos tercios de los diputados, y las leyes que habilitan al Presidente a legislar por decreto, por las tres quintas partes de los legisladores. En otras palabras: le bastaría a la oposición con obtener 56 escaños (sobre 165) para impedir la adopción de leyes orgánicas, y 67 escaños para imposibilitar la aprobación de leyes habilitantes. Cuando, hasta ahora, las principales reformas han podido realizarse gracias precisamente a leyes habilitantes.
De ahí que la batalla Venezuela movilice tantas energías y que las campañas internacionales de difamación contra el Presidente Hugo Chávez rezumen malignidad. En estos últimos meses, las embestidas han venido alternándose. Se insistió primero sobre los problemas de abastecimiento de agua y de cortes de electricidad (hoy resueltos) achacándolos al Gobierno, sin mencionar apenas su causa climática: la sequía del siglo que afectó al país. Se persistió después, repitiendo hasta la saciedad las imputaciones sin pruebas del ex Presidente de Colombia Álvaro Uribe sobre una supuesta "Venezuela santuario de terroristas". Denuncias abandonadas hoy por el nuevo Presidente colombiano Juan Manuel Santos tras su encuentro con Hugo Chávez en Santa Marta el pasado 10 de agosto en el que éste, una vez más, reiteró que las guerrillas deben abandonar la lucha armada: "El mundo de hoy no es el de los años 1960. No hay condiciones en Colombia para que puedan tomar el poder. En cambio, se han convertido en la principal excusa para el imperio: penetrar Colombia a fondo y desde ahí agredir a Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Cuba" (3).
Contra toda evidencia, los medios de odio siguen sosteniendo que, en Venezuela, las libertades políticas se hallan cercenadas y que una supuesta censura impide la libertad de expresión. Omiten señalar que el 80% de las emisoras de radio y de los canales de televisión pertenecen al sector privado, mientras que sólo el 9% de ellos son públicos (4). O que, desde 1999, se han realizado quince elecciones democráticas nunca cuestionadas por ningún organismo supervisor internacional. Como lo realza el periodista José Vicente Rangel: "Cada venezolano puede afiliarse a cualquiera de los miles de partidos políticos, sindicatos, organizaciones sociales o asociaciones, y luego movilizarse por todo el territorio nacional para debatir sus ideas y puntos de vista sin limitación alguna" (5).
Desde la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia, la inversión social se ha quintuplicado respecto a la realizada entre 1988 y 1998; decisión clave para que Venezuela haya alcanzado casi todas las Metas del Milenio fijadas por la ONU para 2015 (6). La pobreza bajó de un 49,4% en 1999 a un 30,2% en 2006, y la indigencia pasó del 21,7% al 7,2% (7).
Estos esperanzadores resultados, ¿merecen realmente tanto odio?
Notas:
(1) Acción Democrática (social-demócrata), Alianza Bravo Pueblo (derecha), Copei (demócrata cristiano), Fuerza Liberal (ultraliberal), La Causa R (ex comunistas), MAS (Movimiento al socialismo), Movimiento Republicano (neoliberal), PPT (Patria para todos), Podemos (Por la democracia social), Primero Justicia (ultraliberal) y Un Nuevo Tiempo (social-liberal).
(2) Creado en 2007, agrupa a la mayoría de las fuerzas políticas que apoyan la revolución bolivariana (Movimiento Quinta República, Movimiento Electoral del Pueblo, Movimiento Independiente Ganamos Todos, Liga Socialista, Unidad Popular Venezolana, etc.). El Partido Comunista de Venezuela (PCV) no se integró en el PSUV pero lo respalda y es su aliado en estas elecciones.
(3) Clarín , Buenos Aires, 25 de julio de 2010.
(4) También callan que, en Honduras, por ejemplo, en los seis primeros meses de este año, han sido ya asesinados nueve periodistas.
(5) http://www.abn.info.ve/node/12781
(6) http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2009/ chavez_10/newsid_7837000/7837964.stm
(7) http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?45387
Brasil y Venezuela, dos procesos electorales cruciales para este otoño…
Rebelión, Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez
En América Latina se celebrarán este otoño dos procesos electorales que tendrán una relevancia decisiva para la dirección que adopte la política económica y exterior en la próxima década.
Las elecciones legislativas venezolanas del 26 de septiembre determinarán si el Presidente Chávez es capaz de obtener la mayoría de dos tercios necesaria para continuar con su programa socialista democrático sin padecer los bloqueos continuos en la tramitación impuestos por una derecha cada vez más dura.
Brasil, la economía industrial y exportadora de productos agrarios más poderosa y dinámica de la región, afronta sus elecciones presidenciales el 3 de octubre.
En ambos países, el electorado está muy polarizado, si bien en Brasil no se estructura en torno al eje socialismo-capitalismo.
En Venezuela, la derecha pretende frenar nuevos procesos de nacionalización de industrias estratégicas, fomentar la desestabilización promoviendo la desobediencia y el sabotaje de las iniciativas políticas de base de las comunidades locales e imponer restricciones al gasto presupuestario en programas sociales e inversiones públicas. El objetivo estratégico de la derecha es incrementar la penetración institucional del Ejército, los servicios de inteligencia y las agencias de «ayuda» estadounidenses con el fin de debilitar las iniciativas de política exterior independiente del Presidente Chávez y presionar a su gobierno para que haga concesiones a la Casa Blanca, sobre todo debilitando su apoyo a Irán, Palestina y, lo más importante, las organizaciones político-económicas latinoamericanas independientes que excluyen a Washington (MERCOSUR, ALBA y UNASUR).
Elecciones presidenciales: Brasil
En Brasil, las elecciones presidenciales enfrentan a la candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, respaldada por el saliente Presidente Lula Da Silva, contra el antiguo gobernador del estado de Sao Paulo y abanderado del Partido Socialdemócrata Brasileño, José Serra. Las etiquetas del partido son irrelevantes, pues ambos candidatos han fomentado y están proponiendo continuar con políticas de desarrollo agro-minerales de libre comercio impulsadas por las exportaciones, y ambos encuentran respaldo entre las élites empresariales y financieras. Pese a sus vínculos con las élites empresariales y evitando toda clase de transformación radical (o siquiera moderada) de un sistema de distribución de riqueza y propiedad de las tierras enormemente desigual, hay diferencias esenciales que afectarán al resultado: (1) el equilibrio de fuerzas en el continente americano, (2) la capacidad de los movimientos sociales brasileños de articular sus demandas con libertad, (3) el futuro de los regímenes de centro-izquierda de los países vecinos (sobre todo, Bolivia, Venezuela y Argentina), y (4) los consorcios de capital público y privado para los campos petrolíferos inmensos recién descubiertos frente a sus costas.
Serra desplazará la política exterior de Brasil hacia una mayor adaptación a Estados Unidos, debilitando o rompiendo los lazos con Irán y reduciendo, o incluso eliminando, los programas de inversiones conjuntas con Venezuela y Bolivia. Sin embargo, Serra no modificará las políticas comerciales e inversionistas en el exterior en lo que se refiere a Asia. Serra proseguirá con las políticas de libre comercio de Lula con la intención de diversificar mercados (salvo donde Estados Unidos define «amenazas» geopolíticas o intereses militares) y promover las exportaciones de los sectores agrario y energético-minero. Mantendrá la política de Lula de superávit presupuestario y ajuste fiscal y de rentas. Es probable que las políticas sociales de Serra profundicen y ensanchen los recortes de las pensiones públicas y continúen con su criterio de restricción salarial, al tiempo que reducen el gasto público especialmente en educación, sanidad y lucha contra la pobreza. En ese ámbito fundamental que es la explotación de los nuevos yacimientos de gas y petróleo inmensos, Serra reducirá el papel del Estado (y su participación en los ingresos, los beneficios y la propiedad) en beneficio de las empresas petrolíferas privadas del extranjero. Es menos probable que Serra fomente la concertación con los dirigentes sindicales y que recurra a una mayor represión «legal» de las huelgas y a la criminalización de los movimientos sociales rurales, sobre todo los de ocupación de tierras del Movimiento de los Sin Tierra (MST). En el ámbito de la diplomacia, Serra se aproximará más a Estados Unidos y a sus políticas militaristas, sin mostrar apoyo manifiesto a la intervención militar directa. Una señal de que Serra suscribe el programa de Washington fue calificar al gobierno reformista de Bolivia de «narco-estado», haciéndose eco de la retórica de Hilary Clinton, en marcado contraste con los vínculos amistosos entre ambos países durante el mandato de Lula. Sin duda, Serra rechazará toda iniciativa diplomática independiente que entre en conflicto con las aspiraciones militares estadounidenses. La campaña de Rousseff, en esencia, promete mantener las políticas económicas y diplomáticas de Lula, incluyendo la propiedad pública mayoritaria de los nuevos yacimientos de petróleo y gas, el desarrollo de programas de lucha contra la pobreza y cierto margen de tolerancia (aunque no respaldo) a movimientos sociales como el MST o los sindicatos.
Dicho de otro modo: las alternativas son dar un paso atrás para regresar a las políticas represivas y conformistas de la década de 1990, o mantener el statu quo del libre mercado, la política exterior independiente, los programas de lucha contra la pobreza y una mayor integración en América Latina.
Si gana Serra, el equilibrio de fuerzas en América Latina se desplazará hacia la derecha y, con ello, se reafirmará la influencia y capacidad de acción estadounidense en todos los vecinos de centro-izquierda de Brasil. Serra seguirá en buena medida los pasos de Lula en política interior, administrando programas de lucha contra la pobreza a través de sus funcionarios, toda vez que garantice que el apoyo de los movimientos sociales a Lula se debilita. Ante unas opciones tan limitadas, las principales asociaciones empresariales de Sao Paulo respaldan a Serra (aunque determinados personajes del mundo de los negocios apoyan a ambos candidatos), mientras que los sindicatos principales están en la órbita de Rousseff; los movimientos sociales como el MST, que se sintieron traicionados cuando Lula incumplió su promesa de reforma agraria, hacen campaña «contra Serra», con lo que apoyan indirectamente a Rousseff. El dicho según el cual «América Latina va hacia donde va Brasil» tiene algo más que una pizca de verdad, sobre todo si analizamos el futuro y las perspectivas económicas de mayor integración para América Latina.
Elecciones legislativas: Venezuela
La Venezuela de Chávez es la clave para las perspectivas de cambio social progresista en América Latina. El gobierno socialista democrático apoya a los regímenes reformistas de América Latina y el Caribe, y con su gasto público ha consolidado avances pioneros en el ámbito de la salud, la educación y los subsidios alimentarios para el 60 por ciento de los sectores más pobres de la población.
Pese a la inmensa popularidad de Chávez durante toda la década y a los innovadores programas de redistribución y cambios estructurales progresistas, hay un riesgo evidente e inminente de que la derecha realice progresos significativos en las elecciones legislativas venideras.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) encabezado por el Presidente Chávez tiene en su haber seis años de una tasa de crecimiento elevada, un aumento de la renta y un descenso del desempleo. En su contra juegan los 18 meses de recesión en curso, una tasa de inflación y criminalidad muy altas y unas restricciones presupuestarias que limitan la implantación de programas nuevos.
Según los documentos de la agencia oficial de ayuda exterior estadounidense, en la precampaña electoral venezolana Washington ha depositado más de 50 millones de dólares en las arcas de una oposición controlada por los «frentes» políticos y de ONG que fomentan los intereses estadounidenses, centrándose en la unificación de facciones opositoras enfrentadas, subvencionando al 70 por ciento de los medios de comunicación privados y financiando a organizaciones comunitarias controladas por la oposición en los barrios de clase media y baja. A diferencia de Estados Unidos, Venezuela no exige que los destinatarios de fondos del exterior que actúan en nombre de una potencia extranjera se den de alta como agentes extranjeros. La campaña de la derecha se centra en la corrupción gubernamental y el tráfico de drogas, una orientación inspirada por la Casa Blanca y The New York Times, que se olvidan de señalar que el Fiscal General de Venezuela ha anunciado la apertura de procesos judiciales contra 2.700 casos de corrupción y 17.000 casos de tráfico de drogas. La oposición y The Washington Post indican que el sistema de distribución estatal (PDVAL) no consigue dar cauce adecuado a varios miles de toneladas de alimento, lo que hace que se estropeen y acaben en la basura, pero no cuentan que tres antiguos directores están en la cárcel y que el ministerio de alimentación suministra en el país un tercio de alimentos básicos para el consumo a unos precios que llegan a ser un 50 por ciento más bajos que en los supermercados privados.
Sin duda, la derecha realizará progresos significativos en las elecciones legislativas, sencillamente porque parten de una situación inicial baja, su suelo, puesto que boicotearon las últimas elecciones. No es probable que su campaña contra la corrupción arrolle a la mayoría que apoya a Chávez, puesto que su anterior abanderado, el ex Presidente Carlos Andrés Pérez, fue condenado por un fraude de miles de millones de dólares y por apropiación indebida de fondos públicos. Los gobernadores y alcaldes opositores también han sido acusados de fraude y malversación de fondos y se refugian en Miami. Sin embargo, aunque la mayoría de los votantes considera que Chávez es honrado y está limpio, no se puede decir lo mismo de algunos cargos públicos de su gobierno. La pregunta es si los votantes van a reelegirlos a pesar de sus antecedentes con el fin de apoyar a Chávez, o si se van a abstener. La abstención nacida del desencanto, y no de un giro electoral a la derecha, es la mayor amenaza para una victoria decisiva del PSUV.
En la carrera hacia las elecciones legislativas, el PSUV celebró unas primarias en las que muchos consejos comunales eligieron a candidatos locales y populares frente a los escogidos por los sectores oficialistas. Será revelador ver si los candidatos de la base obtienen mejores resultados que los escogidos «desde arriba». Una victoria de los primeros fortalecerá los sectores socialistas del PSUV en contraposición a los moderados.
El proceso electoral está muy polarizado siguiendo demarcaciones de clase social, según las cuales la mayoría de las clases más bajas respaldan al PSUV y las clases medias y altas apoyan casi uniformemente a la derecha. Sin embargo, hay un sector significativo entre los más pobres y los sindicatos que está indeciso y no muy motivado para votar. Tal vez decidan el resultado final en distritos electorales esenciales, y allí es donde la campaña se recrudece. Para la victoria electoral del PSUV es clave si los sindicatos, los comités de las fábricas gestionadas por los trabajadores y los consejos comunales van a hacer un esfuerzo importante para aplacar a los votantes más reticentes y que voten a candidatos izquierdistas. Hasta los sindicalistas militantes y las organizaciones de base de trabajadores se han centrado visiblemente en disculpar (asuntos salariales) «locales» o «economicistas» o en ignorar las cuestiones políticas más generales. Su voto y su actividad como líderes de opinión encargados de mostrar «la panorámica global» son fundamentales para vencer la inercia política e, incluso, el desencanto hacia algunos candidatos del PSUV.
Conclusión:
Las próximas elecciones de Brasil y Venezuela ejercerán un impacto decisivo en la política, la política económica y las relaciones de América Latina con Estados Unidos durante toda la segunda década de este siglo. Si Brasil «gira a la derecha», fortalecerá inconmensurablemente la influencia estadounidense en la región y acallará una voz independiente. Aun cuando ningún candidato dará ningún gran paso adelante hacia una mayor justicia social, si resulta elegido la candidata preferida por Lula, Dilma Rousseff, supondrá un avance en el camino hacia una mayor integración latinoamericana y una política económica y exterior relativamente independientes. Salir elegida no abrirá la puerta a ningún cambio estructural de grandes consecuencias.
Una victoria de los socialistas venezolanos reforzará la determinación de Chávez y su capacidad para proseguir con sus políticas de bienestar social, contra el imperialismo y de apoyo a la integración. La actitud firme de Chávez oponiéndose a la militarización estadounidense, incluido el golpe de Estado de Honduras y las bases militares estadounidenses en Colombia, animan a los regímenes de centro-izquierda a adoptar una actitud moderada, pero fundamentada, en contra de la militarización. Las reformas socialistas de Chávez en Venezuela ejercen presión para que los regímenes de centro-izquierda introduzcan medidas legislativas de reforma social y fomenten los programas de lucha contra la pobreza y de creación de consorcios público-privados, en lugar de seguir las medidas neoliberales de la derecha proestadounidense más dura. En Brasil, la cuestión es votar por el mal menor, mientras que en Venezuela se trata de votar por el bien mayor.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Venezuela: la campaña de septiembre…
Una campaña que va a lo seguro
En un mes se realizarán los comicios legislativos, en los que esta vez el antichavismo va a presentarse. El New York Times publicó un artículo que decía que Caracas es más violenta que Bagdad, generando todo tipo de reacciones.
La campaña para las elecciones legislativas del 26 de septiembre en Venezuela ya tiene meses en las calles, pero hoy comienza formalmente. El chavismo comenzó su actividad proselitista con manifestaciones y marchas en las principales calles y avenidas. La campaña promete un escenario polarizado entre la oposición y el gobierno, que intercambian acusaciones por el tema de la inseguridad.
En los últimos días, el presidente Hugo Chávez dijo que si la oposición obtiene la mayoría, podría socavar su gobierno. El Parlamento venezolano estuvo en los últimos cinco años controlado por el oficialismo, después de que los opositores se negaran en 2005 a participar de los comicios por desconfiar del sistema electrónico de votación. Para evitar que los sectores antichavistas ganen esos espacios, el mandatario venezolano se abocó de lleno a la campaña. Chávez dejará de emitir su programa dominical Aló, Presidente hasta que el próximo 26 de septiembre se realicen las elecciones.
“La maquinaria roja saldrá a la calle”, adelantó el jefe de campaña del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Aristóbulo Istúriz dijo a la Agencia Venezolana de Noticias: “Identificaremos dónde está el voto chavista para movilizarlo y dónde están los ni-ni (indecisos) para orientar nuestra campaña hacia ellos”. Istúriz explicó que hoy comienza la tercera fase de la campaña, la que el PSUV llamó fase del arrase, aunque no precisó qué acciones tomarán en este período. “El día arranca con acciones de calle y terminará el 26 con la celebración del triunfo de la revolución bolivariana”, prometió el miembro del PSUV.
En esta oportunidad, la oposición sí será parte de la contienda electoral y está aglutinada en la coalición Mesa de la Unidad (MUD), que es una plataforma unitaria que incluye a una treintena de partidos y otras organizaciones antichavistas. El portavoz del partido Un Nuevo Tiempo, Enrique Márquez, anunció: “Estaremos presentes en todas las esquinas de las ciudades distribuyendo nuestro mensaje de cambio”. La primera concentración antichavista en Caracas será el sábado con la marcha de Mujeres por la Vida.
La oposición insiste en la necesidad de un Parlamento plural, en contraste con lo que supuestamente sería una propuesta hegemónica del gobierno. Además, los antichavistas salieron a reclamar que se regule el uso del dinero público y de las alocuciones presidenciales. En ese sentido, la vocera del comando de campaña de la Mesa de Unidad, Angélica Macahado, pidió equilibrio en las propagandas políticas.
El diario El Nacional de Venezuela publicó que el plan de propaganda de la oposición hará hincapié en la inseguridad. El tema suscitó toda la atención después de que el diario New York Times publicara el lunes un artículo en el que decía que Caracas era más violenta que Bagdad. “El gobierno estimula la impunidad, fortalece y potencia la violencia criminal en Venezuela por su terquedad de hacernos ver que es una sensación, un invento de los medios de comunicación o un producto del capitalismo imperialista”, dijo el candidato opositor Andrés Velásquez.
Desde el oficialismo, repudiaron las denuncias del diario estadounidense y de la oposición local. “Denunciamos como partido, como comando, como venezolanos que creemos en la verdad, el artículo que salió en el New York Times, donde se atreven a comparar de manera inmoral y criminal a Venezuela con Irak sobre los índices de criminalidad y los asesinatos”, disparó Blanca Eekhout, candidata del PSUV a la Asamblea Nacional.
En las elecciones del 26 de septiembre, los 17 millones de electores venezolanos escogerán 165 diputados y doce representantes al Parlamento Latinoamericano. Todos los candidatos del PSUV fueron elegidos en elecciones primarias. La oposición realizó votaciones para determinar sólo a 22 de sus postulantes y el resto fue designado por consenso partidista. Algunos de los candidatos oficialistas vienen del gabinete de Chávez. Se invitará a 150 representantes de organismos internacionales para observar los comicios, anunció el Colegio Nacional Electoral.
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Contradicciones en la izquierda latinoamericana…
Agence Globale
Traducido para Rebelión por S. Seguí
América Latina ha sido el ámbito de los mayores logros de la izquierda mundial en la primera década del siglo XXI. Esto es cierto en dos sentidos. El primero, y más evidente, ha sido el hecho de que los partidos de izquierda o centro-izquierda han ganado una importante serie de elecciones durante la pasada década. En conjunto y por primera vez, los gobiernos latinoamericanos han tomado distancias de Estados Unidos, y, en gran medida, América Latina se ha convertido en una fuerza geopolítica relativamente autónoma en la escena mundial.
Pero hay un segundo sentido en el que América Latina ha registrado los mayores éxitos de la izquierda mundial: los movimientos de las poblaciones indígenas de América Latina se han afirmado políticamente en casi todos los países, y han exigido su derecho a organizar su vida política y social de manera autónoma. Este movimiento saltó a las primeras páginas de la prensa de todo el mundo con el espectacular levantamiento neozapatista en el estado mexicano de Chiapas, en 1994. Lo que ha sido menos aparente es la aparición de movimientos similares en toda América Latina y el grado en que se ha ido creando una red interamericana de estructuras organizativas locales.
El problema estriba en que los dos tipos de izquierda -los partidos que han alcanzado el poder en los distintos Estados y los movimientos indigenistas de algunos de ellos- no tienen los mismos objetivos y utilizan un lenguaje ideológico muy distinto.
Los partidos se han puesto como principal objetivo el desarrollo económico, tratando de lograrlo, al menos en parte, mediante un mayor control de sus propios recursos y unos mejores acuerdos con las empresas y los gobiernos extranjeros, y las instituciones intergubernamentales internacionales. Persiguen el crecimiento económico, argumentando que sólo de esta manera mejorará el nivel de vida de sus ciudadanos y lograrán una mayor igualdad.
Los movimientos indigenistas han tratado de conseguir un mayor control sobre sus propios recursos y una mejora de las relaciones no sólo con los actores no nacionales, sino también con sus propios gobiernos nacionales. En general, afirman que su objetivo no es el crecimiento económico, sino llegar a un acuerdo con la Pachamama, o madre tierra. Aseguran que no buscan una mayor utilización de los recursos, sino un uso mucho más sensato que respete el equilibrio ecológico: persiguen el denominado buen vivir.
No es de extrañar que los movimientos indigenistas se hallen firmemente opuestos a los escasos gobiernos conservadores de América Latina, como México, Colombia y Perú. Sin embargo, cada vez más abiertamente, estos movimientos también han entrado en conflicto con los gobiernos de centro-izquierda como Brasil, Venezuela, Ecuador e incluso Bolivia.
Y cito aquí Bolivia porque es el único gobierno que ha elegido a un presidente indígena con el apoyo masivo de la población indígena del país. Y sin embargo, ha habido conflicto. Como en otros lugares, en Bolivia se trata de cómo se desarrollan los recursos naturales, quién toma las decisiones y quién controla los ingresos.
Los partidos de izquierda tienden a acusar a los grupos indigenistas que entran en conflicto con ellos de ser, a sabiendas o no, los peones (si no los agentes) de los partidos de la derecha nacional, y de determinadas fuerzas externas, en particular de Estados Unidos. Los grupos indigenistas que se oponen a los partidos de izquierda insisten en que actúan únicamente en defensa de sus propios intereses y por propia iniciativa, y acusan a los gobiernos de izquierda de actuar como los gobiernos conservadores de antaño, sin tener en cuenta realmente las consecuencias ecológicas de sus actividades en pro del desarrollo.
Algo interesante ha sucedido recientemente en Ecuador. Allí, el gobierno de izquierdas de Rafael Correa, que había alcanzado el poder inicialmente con el apoyo de los movimientos indigenistas, entró luego en agudo conflicto con éstos. El mayor distanciamiento se produjo con las intenciones del gobierno ecuatoriano de explotar campos petrolíferos en una reserva amazónica protegida llamada Yasuní.
Inicialmente, el gobierno hizo caso omiso de las protestas de los habitantes indígenas de la región, pero más tarde, el presidente Correa inventó una alternativa ingeniosa. Propuso a los gobiernos ricos del Norte que, a cambio de que el Ecuador renunciara a cualquier explotación en el Yasuní, estos gobiernos de los países ricos compensasen a Ecuador por esta renuncia, al considerar que se trataba de una contribución a la lucha mundial contra el cambio climático.
Cuando hizo su propuesta por primera vez en la Cumbre del Clima de Copenhague, en 2009, todos la consideraron una fantasía. Pero después de seis largos meses de negociaciones, cinco gobiernos europeos (Alemania, España, Bélgica, Francia y Suecia) han acordado crear un fondo que será administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que financiará a Ecuador por no explotar el Yasuní, con la justificación de que con ello se contribuye a la reducción de las emisiones de carbono. Se habla de inventar un nuevo verbo, yasunizar, para referirse a este tipo de acuerdos.
Pero, ¿cuántos acuerdos de este tipo se pueden cerrar? Hay un problema más fundamental en juego. Es la naturaleza del "otro mundo (es) posible", para utilizar el lema del Foro Social Mundial: ¿sería un mundo basado en un crecimiento económico constante, aún siendo éste “socialista", que pretendiese elevar el ingreso real de las personas en el Sur global?, ¿o sería lo que algunos llaman un cambio de valores de civilización, un mundo de buen vivir?
No será un debate de fácil solución. En la actualidad es un debate que se produce en el seno de las fuerzas de la izquierda latinoamericana. Pero hay situaciones similares en la base de gran parte de las tensiones internas en Asia, África e incluso Europa. Éste puede llegar a ser el gran debate del siglo XXI.
¿Por qué a Venezuela?
Ángel Guerra Cabrera, en La Jornada
Lo que hay principalmente detrás del conflicto colombo-venezolano y su reciente agravamiento es que la revolución Bolivariana choca frontalmente con el plan de dominación estadunidense sobre América Latina. Que Venezuela, país con reservas de petróleo y gas entre las mayores del mundo, tenga un rumbo independiente en pos del socialismo, promueva la democracia participativa, la unidad e integración de América Latina, la solidaridad, la paz y la cooperación entre los pueblos es intolerable para el imperio. Mucho más cuando movido por su sed insaciable de hidrocarburos y recursos naturales que comienzan a escasear, ha entrado en una carrera bélica permanente por el control de los países que los poseen y de las poblaciones que los habitan. Todo con el cínico pretexto de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico nada menos que enarbolada por el Estado campeón del terrorismo, primer mercado de droga en el mundo cuyas ganancias constituyen una gran tajada de su sistema financiero. A la élite de Estados Unidos la saca de quicio la amistad entrañable de Venezuela y Cuba y la profundización de los pasos para su unión económica, preámbulo, diríase, de su unión política. Raúl Castro ha resumido muy claramente el sentido de estos pasos en una reunión de alto nivel cubano-venezolana celebrada el simbólico 26 de julio: sólo unidos venceremos.
El imperio no perdona el importante papel de Venezuela en la liquidación del ALCA –proyecto de recolonización continental- y en el surgimiento de la ALBA, que practica las relaciones más fraternas y equitativas entre las naciones miembros y las promueve, aunque no sean miembros, con todas las naciones de América Latina y el Caribe. En respuesta a la Venezuela bolivariana, a los grandes movimientos populares antineoliberales y gobiernos más independientes gestados por ellos, Washington restableció la IV Flota y llegó al extremo de instalar siete bases militares en Colombia lo que junto a otros factores presentes en ese país, constituye una peligrosa amenaza de agresión para Caracas, que había tensado seriamente las relaciones bilaterales. En este contexto se produce la festinada acusación por el representante de Bogotá en la OEA de que Caracas mantiene campamentos de las guerrillas colombianas en su territorio, una gravísima provocación que ha puesto en grave peligro la paz entre los dos países hermanos salida del fanatismo proyanqui de Álvaro Uribe y su febril afán de protagonismo desde que se frustró su proyecto reeleccionista.
El presidente Hugo Chávez ha hecho cuanto ha estado a su alcance por armonizar las relaciones con Colombia y evitar un conflicto bilateral. De hecho, a petición de Uribe se convirtió en un factor principalísimo de distensión de la larga guerra de sesenta años en el país vecino y ha insistido invariablemente en la necesidad de una salida política al conflicto. Con justa razón ha invitado a las guerrillas de las FARC y el ELN a que comprendan que las nuevas realidades políticas requieren un cambio en su estrategia de toma del poder mediante las armas por una de negociación, sin que ello implique rendirse. Chávez informó con visible dolor la ruptura de relaciones con Colombia: lo anuncio con una lágrima en el corazón, dijo.
Lula da Silva comentó su extrañeza por la conducta de Uribe cuando le faltan unos días para dejar la Casa de Nariño y “el nuevo presidente(Juan Manuel Santos) ha dado señales claras, incluso con los ministros que escogió, de que quiere construir la paz”. Lula, junto al ecuatoriano Rafael Correa, presidente pro tempore de UNASUR y su secretario general Néstor Kirchner han actuado rápidamente para atraer el tema al seno del mecanismo suramericano, un espacio, a diferencia de la OEA, favorable para que sin la presencia de Washington se expresen a plenitud los intereses de América Latina y el Caribe. UNASUR ha dado ya muestras de su capacidad de concertación política y esta es más necesaria que nunca para la región y para Venezuela en particular. La provocación de Uribe, la captura del terrorista Francisco Chávez Abarca, socio de Posada Carriles que confesó los planes desestabilizadores con que llegó a Venezuela, los desmelenados ataques al gobierno bolivariano del arzobispo de Caracas y las carretadas de dinero entregadas por Washington a la contrarrevolución configuran el cuadro subversivo con que se pretende frustrar la victoria chavista en las estratégicas elecciones de septiembre próximo.
http://www.jornada.unam.mx/2010/07/29/index.php?section=opinion&article=030a1mun
El extractivismo “progresista” después de La Haya…
Raúl Zibechi
La sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya acaba de dictaminar que Uruguay violó el Tratado del río Uruguay al no comunicar a Argentina la instalación de la fábrica de celulosa de la firma finlandesa Botnia, en el cruce fronterizo, pero descarta la reclamación del gobierno de Cristina Fernández porque considera que no contamina ni causa perjuicios a las poblaciones ribereñas. Por ello no exige ni su reubicación ni su desmantelamiento, como piden los asambleístas de Gualeguaychú desde hace tres años. Aunque los gobiernos de ambas orillas han dicho que no hay ni vencidos ni vencedores, el tribunal avala de hecho a Uruguay, ya que la empresa seguirá adelante en tanto se confirma, una vez más, que la violación de un tratado internacional no acarrea sanciones.
Las deterioradas relaciones argentino-uruguayas experimentarán una sensible mejora, ya que ambos gobiernos se comprometieron a acatar la sentencia. Sin embargo, ese cambio se debe al empeño del presidente José Mujica, antes de resultar electo, al fijarse como objetivo de su gobierno la recomposición de las relaciones binacionales. El principal problema a resolver es el levantamiento del bloqueo que los ambientalistas argentinos mantienen sobre el puente internacional San Martín. El punto decisivo es cómo va a operar ahora un gobierno frágil como el de Fernández, ya que la represión a los piqueteros puede provocar una situación incontrolable capaz de desestabilizar a su gobierno.
Aunque el tema en debate, en ambos países, es quién ganó con la sentencia de La Haya, el foco de la cuestión es otro. Las principales beneficiadas son las multinacionales extractivistas que operan en toda la región; los monocultivos de eucaliptos y soya que se extienden a lo largo de millones de hectáreas, que usan y abusan de agrotóxicos, esquilman recursos y pagan muy bajos impuestos. La sentencia deja vía libre a estos emprendimientos: 20 millones de hectáreas plantadas con soya en Argentina, un millón de hectáreas de eucaliptos en Uruguay, decenas de emprendimientos mineros en toda la cordillera andina, avance del agronegocio sobre la Amazonia, todo en nombre del desarrollo y bajo el manto protector de la defensa del medio ambiente
, ya que ahora hasta las peores multinacionales descubrieron el discurso políticamente correcto.
Los promotores de las nuevas fábricas de celulosa que se anuncian en Uruguay, además de la mina a cielo abierto para extraer mineral de hierro en el centro del país, pueden dormir tranquilos porque en adelante no habrá obstáculos sociales a la acumulación de capital. La minería paga impuestos ridículos de 2 y 3 por ciento, siendo uno de los sectores que mayores ganancias ostentan en el casino de la especulación global.
Ninguno de estos emprendimientos puede considerarse inversiones: amortizan los desembolsos iniciales en pocos años, toda la producción se exporta sin industrializar y no fomentan el desarrollo endógeno. Pero todos los gobiernos de la región se han rendido al extractivismo, aun los de Rafael Correa y Evo Morales, con la peregrina tesis del desarrollo que se reduce en crecimiento del PIB.
En Brasil, el mismo día que se leía la sentencia por Botnia (ahora travestida con el nombre UPM) en La Haya, el gobierno de Lula adjudicó las obras de la usina hidroeléctrica de Belo Monte, sobre el río Xingú, en el estado de Pará. Será la tercera mayor del mundo, luego de la de Tres Gargantas, en China, y de Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay, con una capacidad de 11.233 megavatios. El faraónico emprendimiento costará 11 mil millones de dólares, inundará 50 mil hectáreas de selva donde viven 50 mil indios, campesinos y pescadores de 19 aldeas. Comenzará a funcionar en 2015 y, según el gobierno, resolverá los problemas de energía de un país que se postula como la quinta potencia global para esta década.
A la hora de defender su proyecto, el gobierno de Lula estimó que Belo Monte generará energía a casi la mitad del precio que una usina termoeléctrica y que dará empleo a 18 mil personas. El consorcio vencedor está integrado por una subsidiaria de la estatal Eletrobras y ocho empresas privadas, que se beneficiarán del descuento de 75 por ciento en el impuesto a la renta durante los 10 primeros años de operación y será financiada en 80 por ciento por el estatal BNDES, con plazos de hasta 30 años.
Lo más destacable es que la usina viene siendo rechazada por los movimientos desde hace más de 20 años. El primer proyecto es de la década de 1970, durante la dictadura militar. Las protestas de indígenas, ambientalistas y de la Iglesia forzaron la remodelación del proyecto original, en 1994, para disminuir las áreas a ser inundadas. La justicia de Pará intentó dos veces frenar la adjudicación y se produjeron múltiples protestas de todo el arco de movimientos sociales en todo el país. Sin embargo, Lula se mostró inflexible. Desarrollo, crecimiento, son palabras mágicas capaces de abrir los cofres de las financieras para dar impulso a obras y empresas que están dispuestas a pasar por encima de argumentos y pueblos.
El extractivismo o apropiación de los bienes comunes, la nueva fase del neoliberalismo ahora bajo comando de gobiernos progresistas, es para los pueblos originarios una forma novedosa de saqueo colonial. Sorprende el discurso oficial, porque revela creencias profundas: podría argumentarse que la extracción es el paso previo necesario, en la medida que puede aportar recursos para inversiones, para promover el desarrollo, que no puede, sino pasar por la industrialización. Pero se opta por defender el extractivismo con el argumento de las inversiones y el empleo, confundiendo el crecimiento del producto interno bruto con desarrollo. Aun cuando éste último sea cuestionable, suponer que el aumento del PIB es el camino para revertir la pobreza, implica demasiadas concesiones al simplismo y al discurso hegemónico.
LA JORNADA.MX
Venezuela: encuesta señala que 32% de la población es anti-chavista, 37% es neutral y 31% chavista
Jim Spillane
Un estudio de Opinión Pública Nacional de Keller y Asociados arrojó que el 32% de la población se considera anti-chavista, en tanto que 31% es chavista. Sobre los servicios públicos, el 62% de los consultados cree que han empeorado.
En cuanto a la segmentación política, este estudio sostiene que el 31% de los encuestados se ubica como chavista, en tanto que 37% se considera neutral, mientras que el 32% de los consultados dijo ser anti-chavista.
Sobre la la situación del país, el 51% de los consultados valora como positiva la evolución de la labor del Gobierno de Chávez para “resolver los problemas”, en tanto 47% la toma como negativa.
En otro orden de ideas, entre los consultados la delincuencia es el problema personal más importante que tiene la familia.
En el estudio se resalta que los problemas son los mismos de siempre; es decir, no se observa mejoría en la agenda popular o, lo que es lo mismo, no se observa que el gobierno esté resolviéndolos.
Sobre los servicios públicos, el 62% consideró que están empeorando, mientras que el 21% cree que están igual que siempre y el 17% dice que están mejorando. Asimismo, 78% aseguró que ha sufrido de cortes en el agua potable y 89% ha sufrido cortes de luz o racionamiento eléctrico.
Precisamente sobre el tema eléctrico, el 70% de los consultados cree que el gobierno sabía que el sistema eléctrico estaba fallando, en tanto que el 23% consideró que esta situación tomó por sorpresa al Ejecutivo.
Así, el 37% de los que participaron en este estudio respondió que la principal consecuencia que han sufrido por los apagones ha sido el daño a equipos. Sobre las medidas que tomarán para enfrentar la emergencia eléctrica, el 58% cree que puede ahorrar electricidad.
La encuesta se aplicó en 61 centros poblados con más de 20 mil habitantes y tomó en cuenta a 78.6% de la población del total nacional. Fue aplicada del 26 de febrero al 13 de marzo de 2010 y la muestra consistió en 1.200 casos y tuvo un nivel de confianza de 95.5%
Venezuela, Chávez y la realidad política actual…
Entrevista al sociólogo Juan Agulló
"Se habla mucho de Chávez pero poco de Venezuela"
Juan Agulló (Madrid, 1971), licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid (1995). Se doctoró en Sociología por la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, París (EHESS, 2003). Actualmente es Académico a Tiempo Completo de la Universidad Iberoamericana de México. Está preparando un postdoctorado sobre movilización social y cambio político en la Venezuela contemporánea.
Con la periodista Manola Romalo (Frankfurt) habló sobre algunos desafíos y logros del gobierno bolivarianos en los últimos 12 años.
Manola Romalo: Desde su elección en 1998, los medios de comunicación neoliberales suelen calificar al Presidente Hugo Chávez de “dictador” ¿Por qué?
Juan Agulló: Atacar a Chávez, decir que se “informa” sobre lo que ocurre en Venezuela cuando en realidad se desinforma, es una forma de ocultar la realidad. Hasta 1998, Venezuela era uno de los países latinoamericanos sobre los que menos se hablaba en la prensa internacional. Actualmente sigue siendo así: se habla mucho de Chávez, pero poco de Venezuela. Cuando se habla de Chávez “se olvida”, por ejemplo, que en 11 años ha ganado 15 elecciones y ha perdido una. ¿A cuántos dictadores conoce usted que ganen elecciones internacionalmente vigiladas pero, sobre todo, que también las pierdan?
Lo que por otro lado se oculta en la prensa internacional al hablar poco de Venezuela, es que una agenda política y económica heterodoxa, contrapuesta a las recetas monetaristas habituales, no solo es viable sino que –como en el caso de Venezuela- puede transformar positivamente la realidad. Venezuela demuestra que la única alternativa para salir de situaciones económicamente desastrosas, no son planes de ajuste, como el que se le está imponiendo, en la actualidad, a Grecia…
MR: En 1996, en Venezuela, el índice de pobreza era de 70%; en 2009 había disminuido hasta un 23 %, cifras reconocidas por el Banco Mundial. ¿Cuáles son los principales logros?
JA : El principal logro del actual Gobierno venezolano es haber desarticulado una forma de segregación mucho más grave, típica de América Latina: la exclusión.
El caso de Venezuela es peculiar por el petróleo: en los años 70 su PIB llegó a ser similar al de Italia. La pobreza disminuyó. Pero en sólo 20 años, como consecuencia del descenso en los precios del petróleo, de la crisis de la deuda externa y de la aplicación de planes de ajuste estructural , su PIB se emparejó con el de Colombia. La pobreza volvió a dispararse precisamente porque estaba asociada a la exclusión.
De hecho, ése es el auténtico reto: no sólo se trata de luchar contra la pobreza, sino contra la exclusión. ¿Cómo se hace? Pues, en el caso de la Venezuela actual, institucionalizando derechos; llevando las políticas de bienestar hasta zonas a las que antes sólo llegaba la represión; pasando de lo policial a lo político. De gente que no podía acudir a hospitales o a Universidades excluyentes, a módulos sanitarios y misiones educativas en zonas periféricas (a las que los periodistas extranjeros, con la excusa de la “seguridad”, no suelen ir). El Gobierno bolivariano trata de integrar, de incorporar a todo el mundo: el número de estudiantes, en estos años, ha pasado ¡de medio millón a dos millones! Integrar, para el actual Gobierno venezolano es una opción de desarrollo: no se trata de seguir perpetuando un Apartheid sino de que 26 millones de personas piensen, intercambien, consuman, produzcan en un mismo circuito. Fuera de Venezuela poca gente entiende la verdadera filosofía de este proyecto político.
MR: Usted ha investigado en zonas rurales de Venezuela, ¿qué cambió la Revolución bolivariana para los campesinos?
JA: El principal logro del actual Gobierno venezolano en las zonas rurales es tan sencillo que abruma: se ha puesto a producir al campo que, desde el boom petrolero de los años 1960, no estaba produciendo. Prácticamente se importaba todo, ¡a precio de oro!
En la década de los 60 hubo una reforma agraria. Pero corrupción mediante y violando la legalidad, muchas tierras regresaron a sus antiguos propietarios, o a otros nuevos, ligados a la estructura clientelista. ¿Qué hacían los propietarios con esas tierras? Como mucho, dedicarlas a cultivos altamente rentables pero erosivos, como la caña de azúcar. Venezuela tiene uno de los mejores rones del mundo, pero al precio de erosionar tierras muy productivas. Muchos de esos propietarios estaban ligados a mafias importadoras.
Suena increíble pero cuando uno pisa el terreno se da cuenta de que, en ocasiones, poseer tierras era una forma de excluir, de condicionar, de dominar… Cuando dominas el estómago de la gente dominas su cabeza. De hecho es curioso pero, por una parte, La Ley de Tierras de 2001 fue uno de los detonantes del golpe contra Chávez y por la otra, precisamente los Estados más agrícolas, fueron los que más tardaron en apoyar políticamente a Chávez, aunque ahora son los más chavistas.
¿Qué ha ocurrido? Más allá de la reforma agraria, grandes procesos de empoderamiento colectivo. La concentración de tierras en el campo había propiciado grandes flujos migratorios hacia las ciudades. Pero el olvido, todavía, no había sido total: el campo seguía presente en la memoria colectiva, sobre todo de ciudades de provincia en las que vivían muchos de los “nuevos” campesinos (hijos y nietos de viejos agricultores, que en las ciudades se ganaban la vida como taxistas, electricistas, fontaneros, etc.). Ahora, no sólo han tenido que volver a aprender técnicas productivas, por demás orgánicas, sino que están retomando el control de sus propias vidas lejos de un salario, de un patrón, de un horario, de una computadora, etc.
Algo parecido está ocurriendo en las costas con la pesca artesanal. Además, lo mejor es que la reforma no se ha limitado al campo sino que se ha pensado globalmente. En la Venezuela actual, el Estado está haciéndose cargo de la distribución. Hay una cadena estatal de supermercados a precios muy accesibles para la población de productos básicos que, más que eliminar el hambre, lo que está eliminando es la posibilidad de limitar la capacidad de pensar de la gente mediante el control de sus canastas básicas y por ende, de sus estómagos…
MR: El 26 de septiembre se celebrarán elecciones parlamentarias. La misma oposición que promovió un golpe militar entre el 11 y el 13 de abril 2002 llama en sus medios de comunicación, -como en el canal tv Globovisión- a “una solución militar” contra el presidente Chávez. ¿Qué proyecto politico tiene la derecha?
Hay una complejidad ideológica muy grande en la oposición venezolana: gente que viene de la socialdemocracia, de la democracia cristiana, del liberalismo, del conservadurismo e incluso del propio chavismo. La falta de identad política es uno de sus mayores problemas. Además hay otro obstáculo: los proyectos políticos abiertamente neoliberales tienen muy mala fama en el país. Por esa razón, el discurso anti-Chávez, tan fuerte, es lo único que amalgama el universo opositor.
Por otro lado está la cuestión del liderazgo opositor, que en estos 12 años nunca ha sido el mismo. Al principio estuvo formado por la vieja clase política, socialmente "odiadísima". Su fracaso, después de la aprobación de la nueva Constitución (¡por un 71% de los votos!) propició el ascenso del empresariado que había sostenido a la vieja clase política. El empresariado demostró su impericia haciendo gala de un radicalismo muy torpe: promovió el golpe de Estado, el paro petrolero, el sabotaje. No hay que olvidar que el líder golpista, Pedro Carmona Estanga, era presidente de la Fedecamara, la organización patronal. Para los empresarios había que sacar a Chávez del poder como fuera, casi a cualquier precio. Por eso la oposición perdió el favor del pueblo y poco a poco el de sus propias bases. Eso propició la aparición de un tercer liderazgo, que es el actual. Está conformado, sobre todo, por antiguas clases medias: estudiantes, médicos, profesores, comerciantes, etc. Conoce mucho mejor el país y a su gente y por eso, en teoría, es menos radical. Pero tiene un problema: financieramente depende del empresariado y sobre todo del “exilio” de Miami e incluso de agencias extranjeras, con agendas propias, prisas e intereses radicales. Hasta ahora eso ha limitado mucho su independencia y ha lastrado su crecimiento.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Hugo Chávez, la rebelión de los desheredados…
Manuel M. Navarrete, Rebelión
Introducción
En una ocasión leí un artículo sobre el hambre y la escasez de combustible en Nigeria, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo. Luego visité una gasolinera y pensé: ¿cuáles son los yacimientos petrolíferos del Estado español? ¿Y de Europa? Esta paradoja, por sí sola, hace evidente una verdad que, además, es la más tozudamente ocultada por nuestros sistemas políticos y sus medios “de comunicación”: la explotación del Primer Mundo al Tercero.
Nuestra realidad política misma se asienta sobre la premisa de que las pocas veces que debatamos o discutamos modelos sociales, haremos como si este determinante hecho no existiera. Así, es habitual, como argumento en favor de los modelos políticos y económicos europeos y norteamericanos, la alusión al nivel de vida que se disfruta en estos territorios (sin entrar tampoco en la existencia de atroces bolsas de pobreza). En la siguiente dirección, http://www.footprintnetwork.org/newsletters/gfn_blast_0610.html, puede descargarse en lengua castellana un estudio del Global Footprint Network (California). Este estudio analiza la Huella Ecológica del ser humano, concluyendo que el nivel de consumo por habitante promedio de Estados Unidos y Europa es imposible de generalizar a toda la población del planeta, porque serían necesarios, respectivamente, 5’3 (EE UU) y 3 (UE) planetas Tierra para ello.
Por tanto, dado que sólo disponemos de un planeta Tierra, el nivel de vida del Primer Mundo es un privilegio, atendiendo a la definición misma de la palabra privilegio. Esta afirmación, además, tiene la característica de no ser ninguna “opinión”. Lo que expresa es un hecho objetivo, demostrado matemáticamente, de igual modo que el profesor que escribe que 2 más 2 son 4 no está diciendo que su opinión sea que 2 más 2 son 4, sino que, independientemente de su manera de ver las cosas, lo son. Los datos no pueden refutarse; sólo se pueden ocultar. Por lo tanto, el debate político, al aludir a este nivel de vida privilegiado, está dando la razón a quienes, a lo largo y ancho del mundo, subrayan (subrayamos) la imperiosa necesidad una organización de la economía diametralmente opuesta a la actual, que desde nuestra tradición política llamamos socialismo. Asimismo, tal vez el verdadero debate no sea si el sistema vigente, en abstracto, es mejor o peor. Sino si en la praxis real tenemos o no derecho (¿tal vez divino o racial?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo, y si tiene, a su vez, la clase dominante derecho a explotar la fuerza de trabajo, también en el propio Primer Mundo, para apropiarse de un beneficio generando una desigualdad cada vez mayor.
El capitalismo, como todo sistema, tiende a reproducirse ideológicamente y a presentarse como exitoso. Pero mientras tanto, 1.500 millones de seres humanos sufren hambre y desnutrición. 24.000 (y en su inmensa mayoría niños) mueren cada día de hambre o causas relacionadas con el hambre: uno cada 3’6 segundos. Sin embargo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el planeta tiene recursos de sobra para abastecer a toda su población. Así pues, ¿cuáles son los logros del modelo capitalista? Con estos molestos datos en la mano, la voluntad de establecer otra organización económica, basada en el reparto y en la titularidad colectiva de los medios fundamentales de producción, no es ya una cuestión ideológica, sino un fenómeno de conciencia elemental, y sólo un cómplice del genocidio económico podría defender otra cosa.
Los orígenes de la supremacía del Primer Mundo
El catedrático norteamericano Jared Diamond ganó en 1998 el premio Pulitzer por su obra Armas, Gérmenes y Acero. En este libro, en el que materializó decenios de investigación, Diamond contesta a una sencilla pregunta: ¿por qué Castilla conquistó a América y no América a Castilla? Hace unos 14.000 años, la humanidad, proveniente del centro de África, penetró en América a través del Estrecho de Bering, que, debido a la glaciación, era transitable a pie. Al derretirse los glaciares, subió el nivel del mar y América y su masa de población quedaron aislados de Eurasia. El reencuentro se produciría 14.000 años después, en 1492. Pero entonces, la población de Eurasia contaba con una superioridad tecnológica (y, como veremos, también viral) que le permitió aniquilar a los americanos, someterlos y robarles todas sus riquezas, abriendo, como diría Eduardo Galeano, las venas de América Latina (mientras la Iglesia, como es habitual en ella, se saltaba el quinto mandamiento… y el séptimo y el décimo).
¿Por qué? Según Diamond, todo se debe a una determinación geográfico-climática. Eurasia, con su mayor extensión, contenía la mayor proporción de especies vegetales y animales susceptibles de ser domesticadas. En Eurasia, además, existen pocas barreras geográficas como montañas o desiertos, lo que permitió una rápida expansión de la agricultura. Esto dio una ventaja inicial a sus pobladores. Además, esta enorme masa de tierra pudo socializar sus hallazgos científicos (sin ir más lejos, la pólvora con la que los europeos arrasaron América provenía de China), mientras que la civilización americana se hallaba aislada de los progresos de otros pueblos. No contaba con el acero, ni tenía caballos, ni disponía de la rueda. Al ser cazadores-recolectores, no domesticaron animales; al no convivir con animales, sus cuerpos no se inmunizaron contra virus como la viruela, el sarampión o la gripe, por lo que a partir de 1492 murieron en masa, sin saber por qué, mientras veían impotentes que a los europeos eso no les afectaba.
A partir de aquí, todos sabemos el resto. Consta en el Archivo de Indias: sólo entre 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. Como se puede consultar en cualquier libro de historia, los barcos europeos iban a África vacíos, secuestraban y cazaban negros y los llevaban a trabajar como esclavos a América. Hacinados en las oscuras bodegas, las condiciones del viaje eran tan deplorables que muchos se lanzaban al mar para morir ahogados. Según Howard Zinn, un tercio de estos hombres moría antes de llegar a América; el hecho de que sólo sobrevivieran y procrearan los más fuertes explica la enorme fortaleza corporal de los negros americanos hoy día. Entre los esclavizados y los asesinados, África pudo perder unos 50 millones de seres humanos en esos siglos tan determinantes. La situación actual es heredera de este marco, y además con idénticos actores.
Mecanismos actuales de explotación al Tercer Mundo
El imperialismo, en la acepción moderna de la palabra, desarrollada por Lenin y actualizada por Samir Amin o Arrighi Emmanuel, es el mecanismo actual de dominación y explotación del Tercer Mundo por parte de las élites del Primero.
La configuración actual del imperialismo está determinada por el hecho de que el Primer Mundo, para seguir siéndolo, necesita controlar el petróleo, el gas, el carbón y otros minerales estratégicos que, en su inmensa mayoría, se encuentran en el Tercer Mundo. Además, busca mano de obra intensiva y barata para sus maquiladoras y, por último, nuevos consumidores. La batalla por el petróleo no se debe sólo al deseo de combustible, sino a los innumerables compuestos derivados de esta sustancia, como el plástico, el caucho o el detergente. Asimismo, el 15% más privilegiado de la población mundial consume la inmensa mayoría de los metales. Algunos, como el coltán, sólo se hallan en África (un 80% en el Congo). La mitad de los diamantes del mundo están en África. Mientras tanto, Reino Unido importa el 95% de la fruta y la mitad de los vegetales que consume.
En este contexto, se produce un intercambio desigual, cuyos términos empeoran progresivamente para los países del sur, que exportan cada vez más barato e importan cada vez más caro. Esto se debe a la asimetría de poder entre las regiones o, mejor dicho, entre las distintas burguesías nacionales. Para concretar, describiremos una serie de mecanismos de explotación del Tercer Mundo:
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La fuga de capitales y los depósitos en bancos extranjeros. Para empezar, buena parte de la industria de los países ricos se está “deslocalizando” (los capitalistas cierran las fábricas de los países del norte para trasladarlas al Tercer Mundo, donde pueden pagar salarios de miseria, al no existir legislación sindical ni respeto alguno por los derechos humanos, como ha documentado Naomi Klein). Esto da una idea de la cantidad de dinero que se esquilma a la clase trabajadora de estos países empobrecidos. Las multinacionales se extienden al Tercer Mundo y luego repatrían los beneficios de sus negocios. Además, existen inmensas concentraciones de tierra en manos de grandes familias o compañías extranjeras, como Fruit Company o Dole. Por último, las élites de estos países también suelen colocar su dinero en bancos europeos, que pueden así reinvertir esos capitales y extraer más beneficios. David Llistar, catedrático de la Universitat Politècnica de Catalunya, estima que estas élites tienen en Europa suficiente dinero para pagar la deuda externa.
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La deuda externa como aspiradora de capital. Por ejemplo, en el año 2000, la Ayuda Oficial al Desarrollo (en realidad préstamos con intereses y frecuentemente condicionados a que el dinero se invierta en productos del norte, en muchas ocasiones fabricados por las multinacionales) fue de 53.000 millones de dólares, mientras que el cobro de la deuda ascendió a… 330.000 millones. Así, no es de extrañar que la deuda externa haya pasado de 62.000 millones de dólares en 1970 a 2 billones de dólares, en el año 2000. Si el Tercer Mundo da seis veces más de lo que recibe, ¿cómo saldrá de su subdesarrollo? Si la mitad de su dinero público se volatiliza hacia el exterior, ¿cómo vivirá su población?
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La deuda externa como extorsión geopolítica. Los países pobres se ven obligados a negociar préstamos del FMI. Aparte de los brutales tipos de interés, el FMI condiciona su dinero a la aceptación por parte del país receptor de un PAE (Plan de Ajuste Estructural). Éste consiste en liberalizar la economía (en la práctica, privatizar los servicios públicos y entregárselos a las multinacionales extranjeras, como hizo catastróficamente la Argentina de Menem) y reducir la inflación (lo cual sólo puede hacerse reduciendo a su vez los salarios y las pensiones) y el déficit presupuestario (lo cual sólo puede hacerse disminuyendo las prestaciones sociales). Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta la composición del FMI y el BM, que pese a autodenominarse “internacionales” y “mundial” están sometidos a unos cuantos países imperialistas, hasta el punto de que existe una cuota de votos mediante la cual los siete países más poderosos (G-7) cuentan con más votos que los 170 países restantes juntos. Idénticos objetivos y condiciones tienen los Tratados de Libre Comercio (TLC), como el ALCA, la NAFTA o el MERCOSUR.
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Las patentes y los derechos de propiedad intelectual, que pueden durar entre 15 y 20 años. Una invención no puede ser utilizada sin pagar el debido impuesto al titular de la patente. Entre 1990 y 1995 se otorgaron 25.000 patentes biotecnológicas, y el 93% de ellas estaban domiciliadas en EE UU, Japón y la UE. Por tanto, que el sur acepte los derechos de propiedad intelectual equivale a establecer un impuesto general que ha de pagarle al norte. Es conocido el caso de las patentes de productos farmacéuticos. Por ejemplo, el tratamiento antirretroviral, que como genérico costaría 136 dólares al año por paciente, pasa a costar 10 .000 dólares al año por paciente, gracias a las leyes de propiedad intelectual. Pero más determinantes aún son las patentes de la maquinaria y las nuevas tecnologías, que impiden la consolidación de una industria propia en estos países, los cuales, sin estos avances, no pueden ser competitivos a nivel internacional.
Como dice el economista Diego Guerrero, “un sistema basado en la libre competencia y en la empresa privada no puede resolver la creciente desigualdad mundial. Al contrario: la crea y recrea permanentemente, y además cada vez con más fuerza”. Según los cálculos de Emilio José Chaves, cada año la periferia pierde un 22% de su producto bruto, que va a parar directamente a los países ricos del Norte (es decir, al 15% de la población mundial). Y la continuación de semejante negocio global depende de que las antiguas colonias no efectúen una segunda independencia (económica). Esto es algo que los países imperialistas han comprendido a la perfección: a lo largo y ancho del mundo, han financiado y organizado todo tipo de invasiones o golpes de Estado cada vez que un gobierno amenazaba con acometer un auténtico plan de desarrollo endógeno, tratando de construir una industria propia para no depender de las multinacionales y del capital extranjero. Desde Chile hasta Venezuela, desde España hasta Argentina, desde Indonesia hasta Guatemala, desde Irán hasta Haití, desde Nicaragua hasta Colombia, podría seguir enumerando casos de lo que Santiago Alba Rico denomina “la pedagogía del millón de muertos”. Hasta el punto de que no existe un solo caso en la historia en el que un gobierno haya actuado de manera lesiva para los intereses de las multinacionales, los banqueros y los oligarcas y no haya sido víctima de un golpe de Estado. Eso por no hablar de cuando invaden un país, como Iraq o Afganistán, para sencilla y llanamente robarle el petróleo o el gas.
¿Somos cómplices del saqueo?
Franz Fanon llegó a decir que el Tercer Mundo era el nuevo proletariado global y el Primer Mundo la nueva burguesía. Como metáfora, la frase tiene validez. Pero no se puede olvidar que en el Tercer Mundo hay gente muy rica y en el Primero gente muy pobre. La explotación es una cuestión de clase, pero la clase social es un fenómeno complejo que no atañe únicamente a esferas económicas, como bien han comprendido el feminismo socialista o los movimientos de liberación nacional. Me gustaría recordar las palabras del Che Guevara, en un breve paréntesis de su fenomenal artículo El socialismo y el hombre en Cuba: “Cabría aquí la disquisición sobre cómo en los países imperialistas los obreros van perdiendo su espíritu internacional de clase al influjo de una cierta complicidad en la explotación de los países dependientes y cómo este hecho, al mismo tiempo, lima el espíritu de lucha de las masas en el propio país, pero ese es un tema que sale de la intención de estas notas”.
Hay que recordar que, según un estudio realizado por la Fundación de Estudios Sociológicos en 2005, en el Estado español existen nueve millones de habitantes que tienen una parte de sus ahorros invertidos en bolsa, por ejemplo en acciones Repsol o en fondos de inversión. Además, una nacionalización del petróleo controlado por esta multinacional en algún remoto país latinoamericano conllevaría un aumento de la inflación aquí en la metrópoli.
Hace unos años, el historiador alemán Götz Aly desmintió la imagen rutinaria de un pueblo alemán dormido, ignorante de los crímenes monstruosos de los nazis, o cautivado ideológicamente por las proclamas racistas de sus líderes. Demostró que, muy al contrario, hubo una gran complicidad entre los alemanes, que se beneficiaban económicamente de la mano de obra esclava, de las riquezas saqueadas en los países conquistados y hasta de pequeñas ventajas estéticas (como muebles de casas francesas u holandesas bombardeadas y repartidos entre soldados y civiles alemanes). Algo similar sucede en el Primer Mundo actual. Por eso la gente apoya las leyes de extranjería o los asesinatos en las fronteras de Ceuta y Melilla. Como escribió el filósofo Carlos Fernández Liria, los ministros de economía europeos proponen “que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional”.
Sin embargo, en este planeta existe esperanza. Volviendo a los datos del Global Footprint Network, observamos una gráfica donde se establecen dos ejes, uno de los cuales sería la Huella Ecológica y el otro el Índice de Desarrollo Humano, según los estándares de la ONU. Los países norteamericanos o europeos tienen un Índice de Desarrollo Humano aceptable, pero su Huella Ecológica es insostenible. Los países africanos y latinoamericanos, en cambio, consumen una cantidad sostenible de recursos, pero suspenden en desarrollo. Siguiendo los parámetros de Naciones Unidas, existe un solo país en el mundo sostenible y desarrollado. Y es Cuba. Así pues, el único modelo económico que cabe defender sin estar defendiendo privilegios es el socialismo cubano. Se piense lo que se piense de su modelo político, lo que acabo de decir es irrefutable, por un motivo bastante sencillo: no es una opinión. Y no lo será hasta el día en que encontremos otro planeta con recursos similares a los de la Tierra, transportemos esos recursos a nuestro planeta y, más improbable todavía, los repartamos entre los pobres del mundo, en lugar de permitir que sean monopolizados por los más poderosos.
Hay, no obstante, al menos otro país que pugna por su soberanía, por desembarazarse de la opresión de estos mecanismos de explotación internacional. Un país que ha roto con el FMI y ha pagado completamente su deuda, por lo que es libre al fin para diseñar sus propias políticas económicas. Hablamos, naturalmente, de Venezuela.
Breve historia del proceso popular en Venezuela
El proceso revolucionario que sacude Venezuela tuvo su origen en el Caracazo de 1989. Miles de personas fueron asesinadas por la policía, después de echarse a la calle a saquear los supermercados a causa del hambre, tras el plan de ajuste neoliberal firmado entre Carlos Andrés Pérez y el FMI. En este contexto se produjo, en 1992, una insurrección de jóvenes militares bolivarianos, entre los que se encontraba Hugo Chávez. Esta rebelión le dio una popularidad que le permitió ganar las elecciones en 1998.
Siguiendo a Marta Harnecker, este proceso ha tenido cuatro etapas fundamentales:
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La primera sería la de crear las condiciones institucionales para la transformación socioeconómica. La prioridad del gobierno fue lanzar el proceso constituyente. Más tarde, se cambió la correlación de fuerzas en las instituciones, obteniendo electoralmente una mayoría abrumadora de diputados. Por último se elaboró una legislación revolucionaria, con leyes como la Ley de Tierras o la Ley de hidrocarburos. Se lanzó, por último, la iniciativa de los Círculos Bolivarianos: grupos de 7 a 11 personas para difundir la nueva Constitución, formar cooperativas, responder a las necesidades del barrio, etc.
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La segunda etapa sería una gran ofensiva opositora y los esfuerzos de supervivencia por parte del gobierno. La oligarquía se lanzó al ataque con el golpe de Estado militar de abril de 2002, que suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento, secuestró al presidente elegido y colocó de presidente del gobierno golpista a Pedro Carmona, presidente de la patronal venezolana. Pero el pueblo se lanzó a la calle para que no se repitiera la derrota de Allende, y el golpe fracasó. Más tarde vino el paro petrolero, que duró dos meses y afectó duramente al país. Pero el pueblo resistió y, además, estas dos acciones ilegales dieron la posibilidad de depurar el ejército y de establecer un control definitivo de la industria petrolera por parte del Estado, desenmascarando a los actores del proceso (se visualizó con quién se podía contar y con quién no, tanto en el ejército como en la administración pública).
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La tercera etapa sería el arduo proceso refrendatario. En 2003 se lanzaron las Misiones, que analizaremos más adelante, con una calurosa acogida por parte de la población. En 2004, la oposición convocó un referéndum revocatorio del presidente (la legislación revolucionaria incluía la posibilidad de revocar todos los cargos públicos en cualquier momento, caso inédito en el mundo) y, por enésima vez, volvió a perder, quedando patente que el pueblo venezolano estaba realmente comprometido con el proceso.
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Por último, vendría una etapa de consolidación y profundización de la revolución. En esta etapa, el carácter socialista, nacionalista y de izquierdas del proceso se va enfatizando. También su carácter de masas: si en 1998 Chávez ganó las elecciones con 3,6 millones de votos, en 2006 las ganó con 7,3 millones, imponiéndose en el 92% de los municipios. En 2008, el gobierno revolucionario nacionaliza el Banco de Venezuela, filial del Banco Santander y tercer banco más importante del país. Se nacionalizan los enormes campos petrolíferos de la franja del Orinoco. Se expulsa a los embajadores de EEUU e Israel. Habría que hablar asimismo de la creación de los Consejos Comunales y de un partido de masas con millones de afiliados: el PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela). También debemos incluir en esta etapa la derrota del gobierno en el referéndum para reformar la Constitución bolivariana, propuesto quizá sin el suficiente y necesario debate colectivo por parte de las masas.
Los logros del proceso bolivariano
La pobreza extrema pasó en Venezuela de un 70% en 1996 a un 23% en 2009. El país exhibe el índice de Gini, que mide la desigualdad, más bajo (0,39) de América Latina si exceptuamos a Cuba. La mortalidad infantil ha disminuido en al menos un 27% desde 1998. Venezuela tiene el salario mínimo más alto de América Latina, con 686 dólares mensuales, nada menos que el doble que el segundo más alto (Argentina, con 310 dólares). En 1998 era de menos de 50 dólares.
Antes del gobierno revolucionario, sólo 252.000 niños recibían alimentación en sus recintos escolares, mientras que en la actualidad más de 4 millones de niños reciben dos comidas diarias más merienda en las escuelas. La inversión social de Chávez ha alcanzado los 330.000 millones de dólares (de un 8% del PIB en 1998 a un 20% en la actualidad), aproximadamente el 60% de los ingresos fiscales obtenidos por el país. Se han creado cientos y cientos de escuelas.
Más de tres millones de hectáreas propiedad de la oligarquía han sido nacionalizadas y repartidas entre cientos de miles de familias y cooperativas campesinas (en contraste, la II República Española sólo pudo nacionalizar 150.000 hectáreas).
No es una opinión, sino un dato, que Chávez ha hecho disminuir la pobreza e incrementado los niveles de sanidad y educación de las masas populares. Una opinión, en todo caso, sería creer que, debido a ese dato, vale la pena defender a este revolucionario, aunque la contrapartida suponga un descenso en los astronómicos ingresos de determinado magnate.
Venezuela, además, ha sido la promotora del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), como alternativa al ALCA (Acuerdo de Libre Comercio para las Américas) que apadrinaban los EE UU. El ALCA impone que todas las transacciones se efectúen en términos monetarios y en dólares, lo que otorga a EE UU el control sobre el comercio de la región y obliga a esos países a tener sus reservas en esa divisa, asegurándose un flujo constante de capitales hacia EE UU. El ALBA, sin embargo, se basa en intercambios bilaterales que no tienen por qué ser en términos monetarios (por ejemplo, se están cambiando con Brasil pollos por petróleo). El ALBA supone un paso importantísimo hacia la soberanía alimentaria de Latinoamérica, y ya se han sumado la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Rafael Correa y la Nicaragua de Daniel Ortega.
Con el dinero obtenido por el petróleo constitucionalmente re-nacionalizado y gracias a los precios competitivos obtenidos mediante el esfuerzo de Venezuela en el seno de la OPEP, el gobierno revolucionario lanzó sus Misiones Bolivarianas, de las que citaremos sólo las más relevantes:
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Misión Barrio Adentro: creación de consultorios y clínicas populares en todos los barrios, con la ayuda de los médicos cubanos, para garantizar el acceso a la sanidad de los sectores hasta ahora excluidos.
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Misión Hábitat: programa para la construcción de viviendas sociales.
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Misión Mercal: creación de supermercados estatales con los productos básicos a precios protegidos y de comedores populares en los que se aseguran dos comidas diarias gratuitas a las familias con menos recursos.
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Misión Miranda: entrenamiento de reservistas populares que podrían ser movilizados en caso de invasión o de un nuevo golpe de Estado. Esta revolución se caracteriza por serpacífica pero armada.
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Misión Robinson I y II: su finalidad era convertir Venezuela en territorio libre de analfabetismo, enseñando a leer y escribir a más de un millón de venezolanos. Lo consiguió.
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Misión Sucre: para becar y garantizar el acceso a la universidad de los sectores populares.
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Misión Vuelvan Caras: apoyo a la creación de cooperativas.
Por último, debe subrayarse la importancia que este proceso da a los conceptos del Poder Popular y la Democracia Protagónica y Participativa. Ya el Programa de la Unidad Popular de Salvador Allende (conformada por los partidos Comunista, Socialista, Radical y Socialdemócrata) hablaba del Poder Popular, anticipando “una nueva concepción en la que el pueblo adquiere una intervención real eficaz en los asuntos del Estado”, de modo que “las organizaciones sociales y sindicales (…) serán llamadas a intervenir en el rango que les corresponda en las decisiones de los órganos de poder”.
En Venezuela se está yendo más lejos, al revitalizar e impulsar el concepto de Poder Popular. El Ministerio del Poder Popular para las Comunicaciones y la Información ha distribuida cientos de miles de copias de un folleto que afirma: “Nosotros, el actual poder existente, debemos transferir progresivamente todo el poder, el poder político, social, económico y administrativo al Poder Comunal (…) de forma tal que apartemos las viejas estructuras del Estado burgués capitalista, que sólo sirve para detener el impulso revolucionario de las masas”.
Se multiplican, paulatinamente, las empresas de producción social dirigidas por los trabajadores. Existen ya más de 300 en régimen de propiedad estatal, mixta o colectiva. Además, el gobierno ha estimulado los Consejos Comunales, empeñados en promover la participación popular de cada vecino. No pueden coexistir dos Consejos Comunales en una misma área. Están formados por entre 200 y 400 familias en zonas urbanas y por entre 10 y 20 en zonas rurales. Suponen una nueva geometría del poder: la planificación y ejecución de las políticas públicas desde las comunidades en beneficio de las propias comunidades, en una experiencia inédita de presupuestos participativos a gran escala.
Lo más interesante de Venezuela, pues, no es que se esté creando una infraestructura de servicios sociales básicos, sino el fenómeno del empoderamiento. A través de la movilización y de los recursos políticos estatales y regionales, se está generando un Poder Popular efectivo, que los desposeídos y los explotados sienten como suyo y del que se han apropiado, teniendo ahora un papel activo en los procesos sociales. Con ello se ha producido un enorme cambio en las relaciones de poder y de hegemonía política.
Los límites del proceso bolivariano
Sin embargo, este proceso también tiene unos límites muy claros. La deuda se pagó. Se han efectuado las nacionalizaciones comprando las empresas y pagando el monto correspondiente a las multinacionales, en lugar de expropiarlas sin compensación. La banca privada sigue controlando la economía venezolana. El capitalismo sigue siendo el modo de producción predominante dentro de la complejísima formación social de Venezuela; de hecho el capitalismo venezolano se ha consolidado. Ni siquiera ha podido alcanzarse la independencia económica. En 2009, se halló en Venezuela una de las mayores reservas gasísticas mundiales; las autoridades llegaron a un trato con Repsol, que explotaría el recurso a cambio de un 50% del yacimiento. Y es que, a pesar de sus esfuerzos, Venezuela sigue sin contar con la capacidad tecnológica necesaria para explotar determinadas reservas (en buena medida por culpa de las Leyes de Patente) y, sobre todo, no dispone de la suficiente capacidad de inversión (es lo que la economía burguesa llama un "mercado imperfecto"; hace falta tal cantidad de dinero que sólo una multinacional es capaz de aportarla).
Quizá por ello, este proceso nacionalista, de izquierdas y antiimperialista no ha sido bien entendido por determinados sectores de la izquierda. El exguerrillero venezolano Douglas Bravo ha afirmado que “el de Chávez es un régimen neoliberal y militarista”, ya que “Chávez no tiene ni un pelo de socialista”. Determinadas ortodoxias, en un alarde de surrealismo, llegan a calificar el régimen de Chávez como “bonapartismo sui generis” y piden el voto en contra de la Constitución.
En mi opinión, el principal problema de Latinoamérica es el hambre (consecuencia directa, como vimos, del capitalismo) y, de entrada, cualquier iniciativa progresista que (sin explotar a terceros) ayude a paliarla debe ser apoyada. Es muy importante que desde la izquierda, tan dada a la discusión escolástica, sepamos apreciar las mejoras en la vida real de tanta gente, mejoras de las que hemos aportado datos abrumadores: reducción del hambre, incremento de los salarios, erradicación del analfabetismo, sanidad pública para todos, nacionalización de tierras, del petróleo (la quinta reserva mundial, nada menos), de las siderúrgicas y de los sectores energéticos claves, e incluso ahora de una porción de la banca…
Una cosa es mantener una actitud crítica hacia y desde el proceso, participando desde dentro e impulsándolo hacia la izquierda, y otra muy distinta afirmar que Chávez es neoliberal o compararlo con Napoleón Bonaparte. Porque decir que Chávez y su gobierno apoyan a la gran burguesía y están frenando la revolución popular es, sencillamente, falsear todos los datos de los que disponemos. A diferencia de lo que hizo Nelson Mandela al salir de la cárcel, Chávez no llama a la conciliación entre las clases, sino a la rebelión de los pobres contra los ricos, poniendo al servicio de los primeros todos los instrumentos con los que cuenta su gobierno, como hemos visto al hablar del Poder Popular y de las Misiones.
Otro de los límites del proceso estaría marcado por su necesidad de alianzas estratégicas internacionales, que se establecen con los antiguos países socialistas, reconducidos ahora al capitalismo por sus propias nomenclaturas revisionistas (Rusia, China), o con un régimen tan dudoso como el de los Ayatolás iraníes, o con un gobierno que, como el indio, ilegaliza a las fuerzas revolucionarias. La mayor objeción es que algunos de estos países, aunque conformen un polo alternativo al imperialismo de EE UU, la UE y Japón, aspiran a la generación un nuevo polo imperialista.
Por último, hay que mencionar la burocracia corrupta y arribista que, al calor del proceso, ha ido surgiendo en Venezuela, como ha denunciado el antiguo viceministro de Planificación, Roland Denis.
Separar la paja del grano
En otro orden de cosas, no debemos simplificar, como suele hacerse, hablando de “Latinoamérica” como de un conjunto homogéneo. Debemos establecer una neta separación entre gobiernos de colaboración con el imperialismo (como los de Colombia, Brasil o Chile) y gobiernos de ruptura, aunque tímida en algunos casos (como los de Venezuela, Bolivia o Ecuador).
Mientras Lula aceptó desde antes de asumir la presidencia un préstamo de 30.000 millones de dólares del FMI, Chávez puso fin a la dependencia (si bien pagando la deuda) de dicha institución imperialista. Mientras que Lula se ha llenado la boca hablando de “Hambre Cero” sin acompañar con hechos sus palabras, en Venezuela se ha reducido a la mitad la mortalidad infantil, se ha erradicado el analfabetismo y se ha disparado el presupuesto educativo.
Mientras el Estado brasileño reprime y judicializa las protestas de los “Sin Tierra” y otras fuerzas populares, el gobierno bolivariano de Venezuela apoya política y materialmente la creación de comités de autodefensa de base (Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, Frente Francisco de Miranda, etc.) y reconoce a las FARC colombianas como fuerza beligerante. Mientras Lula blinda la propiedad de la tierra, Chávez lleva colectivizadas millones de hectáreas.
Analizando el proceso desde las bases, las fuerzas revolucionarias encuentran en la actual coyuntura venezolana un espacio importante donde crecer, desarrollarse, acumular fuerzas y a la vez presionar “hacia arriba”. Y las masas están yendo más allá de la inicial línea programática del Movimiento V República, condicionando la agenda política del ejecutivo.
Por lo demás, golpes de Estado como el vivido en Venezuela (o recientes movilizaciones fascistas de la oligarquía cruceña y sus grupos de choque en Bolivia) son indicadores de que no todo en Venezuela y Bolivia es moderación y conciliación de clases.
La extrema manipulación mediática-empresarial
Estas posiciones ultraortodoxas pueden, sin embargo, ser enormemente cómodas. Estar siempre en contra de todo es una cosa muy fácil. Lo difícil es enfrentarse a la apabullante -y en algunos casos obsesiva- manipulación mediática. El diario El País, particularmente, ha llegado a la ridiculez de dar a entender a sus lectores que Chávez iba a suprimir las elecciones para “perpetuarse en el poder”, cuando lo único que se sometió a referéndum fue la posibilidad de que, en eso, Venezuela fuera como el Estado español, donde un candidato puede presentarse a la reelección cuantas veces desee, hasta morir de viejo si es necesario.
Ni corta ni perezosa, y como si España fuera el centro del universo, la prensa ha llegado a vincular a Chávez con ETA. Pero el más flagrante caso de manipulación mediática se dio en el caso de RCTV. Se dijo que Chávez había cerrado dicho canal de televisión, por criticarle. Nada más lejos de la realidad. RCTV debió ser cerrada en 2002, por apoyar el golpe de Estado (como también hizo, por cierto, El País en su editorial del 12/4/02, día después del golpe, que puede consultarse en cualquier hemeroteca). Sin embargo, el gobierno no cerró RCTV. Ya entonces acusaban a Chávez de dictador, pese a haber ganado más elecciones en menos tiempo que cualquier otro dirigente de la historia. También se hablaba del Aló Presidente y se acusaba a Chávez de dictadura mediática, desde la más profunda ignorancia, cuando todos los canales excepto el canal estatal estaban, en aquella época, en contra del gobierno chavista. El gobierno, simplemente, esperó a que se terminara la licencia contratada con RCTV y, después, no la renovó. Ningún gobierno tiene obligación de renovar sus compromisos con una empresa privada. Sobre todo, RCTV no fue cerrada; de hecho, siguió emitiendo por cable y en Internet, libremente. Simplemente, no se le concedió el espacio radioelectrónico público, que es un derecho de todo gobierno del mundo (y máxime si el canal incita al magnicidio o pide incluso una invasión extranjera).
Tanta y tan ridícula falsedad es, sin embargo, perfectamente lógica desde la perspectiva de que El País no es en realidad un medio de comunicación, sino una empresa, perteneciente al Grupo Prisa, que, a su vez, tiene estrechos vínculos empresariales con la familia Cisneros, quizá los mayores empresarios de Venezuela. ¿Por qué hablan sólo de los medios privados de la oligarquía, y en cambio no dicen nada acerca de los medios comunitarios fomentados en Venezuela, mediante los cuales los sectores obreros y populares tienen más posibilidades de expresión que nunca hasta ahora?
Entonces, ¿qué es Venezuela?
En 1897, el marxista e independentista irlandés James Conolly escribió: “Si mañana echáis al ejército inglés e izáis la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a menos que emprendáis la organización de una república socialista todos vuestros esfuerzos habrán sido en vano. Inglaterra todavía os dominará. Lo hará a través de sus capitalistas, sus terratenientes, a través de todo el conjunto de instituciones comerciales e individuales que ha implantado en este país y que están regadas con las lágrimas de nuestras madres y la sangre de nuestros mártires. Inglaterra os dominará hasta llevaros a la ruina, incluso mientras vuestros labios ofrezcan un homenaje hipócrita al santuario de esa Libertad cuya causa traicionasteis. Nacionalismo sin socialismo – sin una reorganización de la sociedad bajo una base de una forma más amplia y desarrollada de esa propiedad común que fue la base de la estructura social de la Antigua Erin- no es más que cobardía nacional”.
Comprendiendo que la primera independencia de América fue simplemente formal, Hugo Chávez proclamó en 2008: “Nuevas campañas vienen, soldados. Preparemos el bastimento. El del alma, primero que nada, para seguir en marchas forzadas construyendo la patria que le dejaremos a nuestros hijos, construyendo la Revolución Socialista. Porque la patria o es socialista o no es patria. En el capitalismo no hay patria para nosotros: sólo colonia, lo que fuimos durante mucho tiempo. ¡Ya basta! Queremos ser independientes, y eso sólo se logra a través de una Revolución Socialista".
El hecho de que el movimiento nacional y popular venezolano haya comprendido esta premisa es un avance importantísimo. Sin embargo, no hay que olvidar una cosa: el objetivo de un socialista es el socialismo, pero el hecho de que en un país gobierne un Partido Socialista no implica el socialismo. Implica, si el partido es auténtico, una lucha por el socialismo, pero no que el socialismo se haya alcanzado ya.
Con todo, Venezuela es decididamente más que una simple democracia burguesa. En mi opinión el capitalismo se asienta sobre una premisa fundamental, que constituye su clave de bóveda: la existencia de una mayoría de la población que no tenga garantizada su propia subsistencia y que, para sobrevivir, se vea por tanto obligada a recurrir a un puesto de trabajo asalariado, en el cual todo el resultado de la producción será propiedad de la parte contratante. Este modo de producción necesita lo que los economistas neoclásicos llamaban una “tasa natural de desempleo”, dada la cual siempre habrá alguien dispuesto a trabajar por menos dinero todavía, para que el contratante tienda a obtener beneficios en lugar de pérdidas.
Sin embargo, este mecanismo ha quedado gravemente dañado en Venezuela, porque se garantiza la subsistencia desde los poderes del Estado (Misión Mercal) y se lucha exitosamente contra el paro (Misión Vuelvan Caras). Por tanto, en función del grado de desarrollo que en Venezuela alcancen estos proyectos (lo cual vendrá determinado por la fuerza que alcance y la presión que ejerza el Poder Popular), el capitalismo podría recibir un golpe en su línea de flotación en Venezuela, aunque a día de hoy siga vigente y en pie. Esto no excluye, sin embargo, la posibilidad futura de una lucha violenta por el poder, que tantas veces en la historia se torna inevitable, eventualidad que también ha sido prevista por el gobierno revolucionario (Misión Miranda).
Conclusión
Cada país tiene su propia vía al socialismo y, por tanto, el proceso bolivariano no puede ni debe ser “modelo” a calcar o copiar en ninguna parte del mundo (ni siquiera en Latinoamérica, como demuestra el caso de Colombia, donde las posibilidades de militancia civil o sindical son muy reducidas, dada la situación, no admitida, de guerra civil).
Sin embargo, sí podemos analizar las tácticas empleadas en Venezuela por este exitoso proceso e intentar aprender de ellas; de una revolución que, como hemos visto, se inició por medio de un proceso constituyente, rompiendo con la constitución anterior y generando otra nueva, de carácter revolucionario.
En el Estado español, las fuerzas anticapitalistas, además de pequeñas, se hallan (nos hallamos) extraordinariamente dispersas. Hacer, por ejemplo, un frente contra la Constitución Española del 78 podría ser una consigna aglutinante que agrupara al fin a los pequeños grupos de la izquierda, facilitando asimismo, si no la unidad orgánica, sí al menos la coordinación con las fuerzas soberanistas e independentistas, enemigas juradas de una constitución que otorga al ejército el estatuto de “garante de la unidad de España”.
Este frente supondría un importantísimo e ilusionante paso adelante, cada vez más demandado entre las gentes de izquierda por una cuestión mínima de sentido común. Ofrecería, asimismo, una alternativa política razonable a tantos militantes de base de la izquierda oficial que son conscientes de que su dirección ha sido cooptada por el sistema y no es recuperable. Cada grupo podría aportar su matiz, pero no para imponerlo sobre otros matices, sino viéndolos como complementarios, con el propósito de coexistir y construir algo distinto, nuevo y mejor.
Además, estoy convencido de que la Revolución Bolivariana es una de las causas más nobles de nuestro tiempo, y de que la izquierda debe apoyar los movimientos antiimperialistas que, en cualquier rincón del mundo, luchan por zafarse de la explotación de las élites de los países del norte. Fracasada la retórica tradicional y decimonónica, en esta tierra favorecida por un saqueo globalizado y a gran escala, el argumento moral se nos antoja la única opción para movilizar a una población cómplice, insensibilizada e hipnotizada por los grandes medios, para caminar en una perspectiva diferente, porque, como Miguel Hernández, no podemos entender la vida como un botín sangriento y, como Silvio Rodríguez, iremos matando canallas con nuestro cañón de futuro.
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Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Venezuela, Chávez e Internet…
Los rumores sobre Chávez e Internet
Un rumor recorre los medios de comunicación globales: "Ahora Chávez quiere controlar Internet". Se basa en dos supuestas fuentes: el caso de las publicaciones de la página Web Noticiero Digital y un proyecto de Ley Orgánica de las Telecomunicaciones que propone la implantación de un Punto de Acceso a Internet.
Noticiero Digital
Noticiero Digital es una página Web que tiene un historial de reiterados llamados a la violencia, ha difundido informaciones falsas con graves implicaciones, como el asesinato de un Ministro del gobierno venezolano o el asesinato de un periodista muy popular dentro del chavismo, e incluso ha hecho llamamientos, en varias ocasiones, a la desobediencia civil y hasta al golpe de Estado. Difundir estas informaciones pueden constituir un grave delito en cualquier país del mundo, sea por Internet, prensa, radio o televisión.
Ante estos hechos, el Presidente Chávez solicitó una investigación a los responsables de esta página de Internet, cosa también normal en cualquier país del mundo. Pese a ello, la "noticia" que está siendo difundida por los medios comerciales es que ¡Chávez quiere controlar Internet!
Resulta curioso ya que, precisamente gracias a Internet, se puede ver, por ejemplo, el Vídeo con las declaraciones del Presidente que permite comparar lo que exactamente dice con lo que posteriormente está siendo difundido.
En Internet, al igual que en otros medios, se cometen delitos tipificados por las legislaciones de todos los países: Difamaciones, pornografía infantil, llamamientos a la violencia, etc. Es ridículo tener que recordar que cualquier delito que se cometa, desde donde sea, debe, y suele, ser investigado. Esto no tiene nada que ver con libertad de expresión.
Parece que existe un especial empeño en tratar de acusar a Chávez de censurar Internet. A primeros de Febrero se propagó una noticia que afirmaba que Chávez había dicho que "Twitter es un instrumento de terrorismo". Sin embargo, se demostró que, no sólo era falsa la información, sino que, además, Chávez animaba a dar la batalla en Internet y apoyaba públicamente la utilización de Twitter.
Recordemos, además, el caso de ¿Cómo matar a Chávez en Google? Si abren su navegador, teclean en la barra de navegación http://www.google.co.ve/, que es el Google para Venezuela, teclean en el buscador la palabra “como” y observan lo que le aparece, sin darle a buscar, podrán constatar que la primera opción es “como matar a chávez”. Esto, evidentemente, no tiene que ver con google, sino, probablemente, se trata de un grupo de usuarios que, conscientemente, y mediante múltiples búsquedas con la misma cadena, tratan de generar este efecto.
Informaciones falsas, manipulaciones, difamaciones, llamamientos a la violencia, ¿con qué propósito? ¿son provocaciones? ¿se estará buscando precisamente una reacción del gobierno venezolano contra Internet? Así tendrían una verdadera acción que "demostraría" sin lugar a dudas como el "RRRégimen Represivo Chavista" se dirige irremediablemente a una horrible dictadura Castro-comunista.
Una ley controvertida
El otro argumento que la oposición venezolana, y la prensa comercial, esgrimen como intentos evidentes de control de Internet, es un Proyecto de Ley Orgánica de las Telecomunicaciones, la Informática y los Servicios Postales. Dicha ley ni se ha aprobado ni está actualmente en discusión en la Asamblea Nacional.
Este proyecto de ley, en uno de sus artículos, insta al Ejecutivo Nacional a crear un punto de interconexión o punto de acceso a Internet.
El resultado es sorprendente: el tráfico de datos entre dos organismos públicos de Venezuela, separados por unos metros, es enrutado fuera del país hacia EEUU para luego volver, después de pasearse por diferentes nodos dentro del territorio estadounidense. Esto se produce en algunos casos: cuando existen diferentes proveedores de servicio entre las comunicaciones entre dos puntos.
Esta irregularidad en el tráfico de Internet genera un coste económico adicional, por el salto entre proveedores internacionales, es ineficiente en cuanto al tráfico de red, aumenta significativamente los tiempo de respuesta en las comunicaciones y, obviamente, presenta graves problemas de Seguridad de la Información.
El artículo del todavía proyecto de ley de Telecomunicaciones que ha generado tanto revuelo precisamente lo que pretende es solucionar estos problemas. Dice así:
Décima octava. El Ejecutivo Nacional creará un punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet, con la finalidad de manejar el tráfico con origen y destino en el espacio geográfico de la República, al objeto de utilizar de manera más eficiente las redes del país dado el carácter estratégico del sector.
El órgano rector determinará la empresa del Estado que tendrá a cargo la instalación, operación y mantenimiento del punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet.
Se trata, por tanto, de regular el tráfico por Internet para aumentar la eficiencia en las comunicaciones. No se plantea absolutamente nada de control de contenido de la información transmitida. No se habla de censura, ni restricciones a ninguna libertad, sino de eficiencia en las comunicaciones y de enrutamiento del tráfico.
Se implementaría un Punto de Acceso a Internet. Esta solución no es exclusiva de Venezuela. En Internet hay cientos de estos dispositivos. Sin ir muy lejos, Colombia, Brasil y Chile tienen este tipo de Puntos de Acceso para regular el tráfico. Se denominan, según los casos, Network Access Protection (NAP) o Internet exchange point (IX o IXP).
Hasta ahora, ningún país del mundo se había llevado una sola línea en la prensa internacional por implantar este tipo de soluciones. Sin embargo, Venezuela ha conseguido incluso portadas y primeras páginas en toda la prensa internacional, desde Japón hasta la Patagonia, solamente por tomar las mismas decisiones que otros países, absolutamente justificadas y encaminadas a aumentar la eficiencia y la seguridad en sus comunicaciones.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Las vías violentas de la derecha venezolana…
Manos Blancas buscando atajos
Chevige González Marcó, Patria Grande
Enero comenzó con agenda violenta para la oposición. Tal como ocurrió en el año 2007, la defensa de la ilegalidad del canal de televisión RCTV, sirvió como excusa para una nueva ofensiva contra Venezuela. A través de diversas vías y mecanismos las fuerzas políticas y mediáticas de la reacción se unieron para intentar generar caos y para aparentar ante el mundo un presunto caos.
El 24 de enero, RCTV y otros canales internacionales son retirados de la programación de las empresas de tv por suscripción. El motivo: no entregaron a la Comisión nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) la documentación correspondiente para su clasificación como canales de producción nacional o internacional. Enseguida la maquinaria propagandística imperialista se activó para acentuar su permanente ofensiva destinada a hacer ver a Venezuela como un país sin libertad de ningún tipo.
Entre los canales que no habían entregado su documentación estaba el estatal TV Chile. Los titulares de la prensa reaccionaria decían que el presidente Chávez había sancionado a un canal chileno por no pasar cadenas. En las calles, los grupos de “Manos Blancas” activados en 2007, volvieron a las calles. Directivos de colegios privados de las zonas de clase media de ciudades como Caracas, Maracay o Valencia, http://www.aporrea.org/actualidad/n149795.html , promovieron la salida de liceístas a pelear… por la ilegalidad.
Enseguida, el tema de RCTV y su presunta libertad de expresión, que en realidad es la defensa de funcionar al margen de la legislación venezolana, se unió a las denuncias sobre la supuesta “represión” a la que eran sometidos los grupos de Manos Blancas. En el escenario mediático consolidaban la nueva agresión contra Venezuela, con el uso, nuevamente, de falacias.
Debemos recordar que los experimentos a partir de los grupos de “Manos Blancas” pretenden copiar el esquema de las llamadas “Revoluciones de Colores”. Es decir, los procesos promovidos desde Washington para promover el derrocamiento de gobiernos adversos a sus designios. Estos grupos reciben financiamiento para su organización de parte de organismos yanquis como la USAID: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/02/11/la-usaid-detras-de-las-manos-blancas/
Hasta ahora el mecanismo de los Manos Blancas, copiados del Octpor usado en Serbia, no ha tenido el éxito que esperaban desde el Norte. Y sus acciones deben ser amplificadas por los medios de comunicación al servicio de la vía violenta como única manera de causar repercusión en la opinión pública nacional e internacional.
Semanas antes de que RCTV se colocara, por segunda vez, al margen total legalidad, en un programa de esa estación, el presidente de Fedecámaras, Noel Álvarez había ratificado, en un contexto, que intentaba parecer como jocoso, que la solución para los problemas de Venezuela, era una solución militar. Durante semanas las llamadas redes sociales, en especial Twitter, se inundaron de rumores, que pretendían revivir el fantasma golpista en el país.
El esquema violento, colocaba a los victimarios como víctimas, mientras en el estado Mérida era asesinado un joven militante del PSUV: http://www.psuv.org.ve/?q=node/7322 ,los medios de la reacción, se acusaba al gobierno de utilizar la más violenta represión contra los opositores. Entre tanto, bandas armadas de la oposición aterrorizaban a la ciudad de Mérida, pero el diario El Nazional publicaba un instrumento usado por la Guardia Nacional para retirar cauchos incendiados u otros objetos en llamas, como si fuese un instrumento de tortura medieval: http://www.minci.gob.ve/noticias-minci/1/195631/publicacion_de_el.html
Diversas vías para un mismo esquema repetido año tras años, y donde sólo cambian algunos actores. Desde sectores de la oposición se siguen promoviendo los atajos para tratar de recuperar su perdido poder para explotar a un país y a un pueblo.
REBELION.ORG
Venezuela: detrás de la “guerra” de RCTV y Chávez…
Por Modesto Emilio Guerrero *
De lo que no cabe duda, es de que en la Venezuela bolivariana hay una batalla (también podría llamarse sin remilgos “guerra”) entre Radio Caracas Televisión (RCTV) y el gobierno de Hugo Chávez. No es la única, pues el gobierno ha ingresado en una zona de turbulencias en lo económico, social, político e internacional. Pero ésa es clave. El asunto es por qué: qué la motiva, cuáles sus fuerzas motrices, quiénes son los protagonistas, por qué RCTV es el hilo conductor de esta “guerra”.
El solo hecho de que esta empresa televisiva desaparezca y reaparezca multiplicada por otros canales, y que el gobierno le pise los talones desde 2002, no sólo cierra la discusión sobre su libertad de expresión (mayor mientras más desaparece), también obliga a pensar sobre dos derechos iguales, el de RCTV a atacar con métodos conspirativos al gobierno de Chávez y el de derecho de éste a defenderse.
Vista la cosa en estos términos, no habría nada de que sorprenderse cuando se registra en la prensa mundial que el canal salió del aire por segunda vez desde 2007. Ya había salido cuatro veces entre 1976 y 1984 por violar cinco leyes y dos reglamentos. (Libro Blanco sobre RCTV, pág. 11, Ccs. 2007.)
Esta vez fue igual, y su presidente, Marcel Granier, respondió como jefe político: “Buscan callar la voz de protesta del pueblo venezolano ante el fracaso de la gestión gubernamental, no nos vamos a someter a una tiranía”. (http://notidiariooscar.blogspot.com)
Entonces, el asunto no es jurídico ni mediático. RCTV cumple la ley y ejerce sus derechos cuando quiere y no lo hace cuando no quiere. Acudió a la ley en 2008 para legalizarse como canal internacional, y dejó de hacerlo este año para ser bandera y consigna de la oposición con dos fechas a la vista: elecciones legislativas 2010 y presidenciales 2012. El canal es funcional e instrumental al objetivo político de sus dueños, de la misma manera que los diarios partidarios lo son respecto a sus jefaturas o Comités Centrales.
El secreto hay que buscarlo en el desplazamiento tectónico vivido por los dueños del canal. RCTV y Venevisión controlaron desde 1958 hasta 1998 los ministerios de Comunicaciones, de Turismo y Departamentos del Ministerio de Educación, Conatel, la Corporación Venezolana de Fomento, además del Instituto Nacional de Hipódromos de Venezuela. Allí nacía el 74 por ciento de la facturación publicitaria de ambos (Fuentes: revistas Resumen y Dinero, Libro Blanco sobre RCTV, 2007; Prof. Franz J. Lee, Investigación, Universidad de los Andes; Tomás Eloy Martínez, Radio, prensa y TV, entre el desequilibrio y el estancamiento, en el libro: Venezuela una Ilusión de Armonía, Cedice Ccs. 1982).
Detrás de RCTV están tres familias de la burguesía venezolana y un grupo político clave, los Phelps, Granier/Sapene y Arria, tres sectores muy favorecidos por cuatro de los seis gobiernos de AD desde 1958. Carlos Andrés Pérez fue (y es) el presidente más asociado económica y políticamente al canal de Granier. El golpe de 2002 sirvió para verlos juntos en Miraflores y en la pantalla.
Desde el punto de vista comunicacional, RCTV es el partido político de derecha más beligerante del país, y quizá el más fuerte. Alta audiencia hasta 2007, el primero entre los de cable hasta enero de 2010. Mantiene motivada a la mayoría de la base social opositora. Se ve en las calles. Este canal es un hilo conductor de la vida política y mediática venezolana desde su nacimiento, pero desde 2002 es otra cosa.
Ocupa, de facto, junto a otros medios, el lugar protagonista que Acción Democrática y Copey tuvieron desde 1958. AD no convoca a más del 5,6 por ciento y Copey ya es un dato histórico (Encuesta IVAD, Caracas, 6 de febrero de 2010).
El joven Marx, que no podía conocer a Chávez ni a Granier, descubrió un detalle que los invoca, en sus estudios sobre el Derecho en la historia: “Entre dos derechos iguales, la única solución es la guerra”. En Venezuela, uno de los dos bandos actúa bajo un nombre: RCTV.
*Periodista y escritor venezolano de Quién inventó a Chávez; Venezuela 10 años después, Tres sistemas de medios en la Venezuela Bolivariana, entre otros.
El Salvador: Funes se distancia del FMLN y rechaza la incorporación al ALBA…
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, descartó la incorporación de su país al ALBA, bloque que promueve Venezuela, al indicar que su Gobierno impulsa una política exterior sin "alineamientos ideológicos" que mantiene una alianza estratégica con EE.UU. y apuesta por la integración centroamericana.
"Este es un punto definitivo en nuestro Gobierno: no vamos a ingresar al ALBA y ni siquiera lo estamos considerando", declaró Funes durante un acto celebrado la noche del martes, según declaraciones difundidas este miércoles por la Casa Presidencial.
Funes se pronunció sobre la Alianza Bolivariana para las Américas ( ALBA ) al intervenir en la Convención Internacional de Salvadoreños en el mundo, después de que el vicepresidente y ministro de Educación salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, dijera en La Habana que la integración del país a ese mecanismo será un hecho natural.
Sánchez Cerén indicó que, por ahora, Funes está "analizando" esa posibilidad, pero el gobernante lo descartó.
"Que quede claro: ni este presidente de la República ni mi Gobierno están analizando la incorporación de El Salvador al ALBA ", puntualizó Funes.
Explicó que su Gobierno basa su política exterior en una "concepción central, básica: no más alineamientos ideológicos; no más amigos o enemigos determinados por la ideología".
"En ese sentido, tenemos una alianza estratégica con los EE.UU. de Norteamérica, no solamente porque la inmensa mayoría de nuestros compatriotas en el exterior vive y trabaja allí, sino también porque es un gran mercado y con él debemos ampliar más y más nuestro intercambio y tornarlo cada vez más beneficioso para nuestro país", sostuvo.
El Gobierno de Caracas promueve la ALBA en contraposición al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsada por EE.UU.
Asimismo, el mandatario defendió la pertenencia al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y consideró que se debe "trabajar para institucionalizarlo y fortalecerlo".
"Abandonar la integración centroamericana por el ALBA u otro intento de agrupamiento de orden político o ideológico, sería dejar de lado nuestra historia y nuestros compromisos con los pueblos hermanos de Centroamérica", añadió.
Funes había señalado en ocasiones anteriores que no estaba en su agenda la posible adhesión al ALBA , que está formada por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.
Ha dicho, por otra parte, que estudia la posibilidad de sumarse como observador a Petrocaribe, un mecanismo impulsado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, que ofrece combustibles a los países centroamericanos y del Caribe en condiciones favorables.
Una veintena de alcaldías en manos del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional ( FMLN ) integra Alba Petróleos de El Salvador, una compañía constituida a principios de 2006 mediante un acuerdo con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Alba Petróleos de El Salvador importa diesel, gasolina regular y lubricantes venezolanos que distribuye en al menos una decena de gasolineras que no comercializan marcas de empresas trasnacionales.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article11595
Honduras, EE.UU y A. Latina: escenarios…
Escenarios
Por Santiago O’Donnell
La crisis de Honduras sigue sin resolverse, pero con la campaña electoral en marcha ya se vislumbran algunos posibles escenarios. Desde la perspectiva de Washington, la solución multilateral que ellos preferían fue intentada y fracasó cuando se cayó el llamado Acuerdo de San José-Tegucigalpa.
Por supuesto que Estados Unidos no fue ajeno a ese proceso multilateral desde el mismo momento en que impulsó como negociador a Oscar Arias, cosa que los demás países de la región aceptaron. Y más allá de si apoyó, consintió, o no hizo suficiente cuando el avión que llevaba al exilio al presidente legítimo hizo escala en la base de Palmerola, a la hora de negociar el gobierno de Obama aceptó que la vuelta de Zelaya al poder era una condición imprescindible para llegar a un acuerdo, y entendió que el dictador Micheletti sólo aceptaría dicha solución bajo presión de la comunidad internacional. Entonces canceló las visas de los golpistas, expulsó a sus diplomáticos, congeló su crédito internacional, y los denunció en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Y quizá algo más. Este cronista no lo pudo confirmar, pero una fuente diplomática europea le deslizó que el regreso de Zelaya a su país también se produjo a través de la base de Palmerola. La ruta del regreso es tema tabú entre los zelayistas, y en todo caso el gobierno de Estados Unidos fue el primero en darle la bienvenida y llevarle comida cuando Zelaya se refugió en la embajada brasileña de Tegucigalpa. Makes sense.
Pero según contó una fuente cercana al gobierno de Obama, cuando el acuerdo se cayó hace dos semanas los zelayistas y los gobiernos latinoamericanos le dijeron a Estados Unidos que resolviera el problema. Entonces Shannon viajó a Tegucigalpa y negoció un acuerdo, que decía que el Congreso debe decidir la restitución de Zelaya, “en el espíritu del acuerdo de San José de Costa Rica”. O sea, el Congreso debe resolver, pero con la idea de que Zelaya debe ser restituido.
Claro que en términos legales “espíritu” es una palabra difícil de sopesar. Cuando Zelaya no fue restituido por el Congreso dentro de los plazos que se conversaron en la negociación, con toda razón se dio por engañado y dio por terminado el acuerdo. Pero el miércoles pasado Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado, dijo que el acuerdo sigue vigente porque no establecía plazos para la restitución de Zelaya. Y anteayer el dictador anunció que para facilitar la transición piensa “alejarse del poder” mientras se celebran las elecciones, el próximo domingo. El mandato del futuro presidente empezaría a fines de enero.
Desde la perspectiva de Washington, las cosas están encaminadas. El escenario ideal es convencer a Zelaya de que reasuma aunque sea en el último día de su mandato para legitimar al próximo gobierno. Calculan que la dictadura no tendría problema en que asumiera Zelaya pocas horas o algunos días antes de que termine su mandato constitucional, y que todavía podrían negociar algunas cosas con Zelaya, para que cambie de idea. Desde que se cayó el acuerdo, Zelaya viene diciendo que la elecciones del 29 de noviembre serán un fraude y una farsa y que no será funcional a las maniobras para legitimarlas.
“¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que haya elecciones razonablemente libres, aunque Zelaya no las apoye, y que se elija un nuevo gobierno? Claro que no es la solución ideal, pero las demás opciones son peores”, argumenta una fuente estadounidense.
Entonces, desde la perspectiva de Washington, a Zelaya ahora le queda la opción de aceptar un regreso simbólico para legitimar las elecciones, o exponer al próximo gobierno de Honduras a cuatro años más de aislamiento diplomático, porque la Organización de Estados Americanos (OEA) ya ha dicho que sin restitución de Zelaya no reconocerá al ganador de los comicios.
El primero sería el escenario ideal para los estadounidenses; el segundo sería un escenario alternativo pero igualmente aceptable. El aislamiento de Honduras sería sólo parcial. Para empezar, la Unión Europea dice que recién se pronunciará al respecto después de las elecciones. La mayoría de los países de la región y el propio organismo mantendrían su posición de no reconocer las elecciones del 29 de noviembre. Pero en la OEA evalúan que Panamá, Colombia, Canadá y quizá Perú acompañarían a Estados Unidos en el reconocimiento del nuevo gobierno.
Siempre tan prácticos estos norteamericanos. Típica solución de su manual de “nation building”, ese que está lleno de promesas, pero que ya cuenta con demasiados fracasos, siendo el último el vergonzoso acto eleccionario en Afganistán el 20 de agosto. No existe el almuerzo gratis. En América latina costó demasiada sangre entender que los pueblos no toleran líderes proscriptos, ni aguantan la pesada herencia de un golpe impune.
Lamentablemente, a la hora de elegir muchas ex colonias siguen comportándose como colonias, casi por inercia, sobre todo a la hora de repartir culpas. Los verdaderos dueños de las llaves para destrabar el conflicto son los políticos hondureños. Si los principales candidatos se bajaran de estas elecciones ilegítimas, forzarían la restitución de Zelaya y desbaratarían la estrategia estadounidense de mantener el statu quo.
Ese escenario haría posible una verdadera refundación de Honduras. El punto de partida sería una discusión sobre la principal herramienta de control de los sectores conservadores y proestadounidenses que forzaron la salida de Zelaya.
Esa herramienta de dominación es la Constitución hondureña. Fue sancionada en 1982, en plena guerra de contrainsurgencia, cuando ese país era la plataforma de lanzamiento de las operaciones militares y de inteligencia del gobierno de Ronald Reagan para desestabilizar al gobierno sandinista y combatir la guerrilla en El Salvador y Guatemala.
Una Constitución tan rígida que hasta prohíbe cualquier intento por reformarla, y a la vez tan perfectible que ni siquiera contempla un proceso de juicio político para un presidente acusado de violarla. Podría decirse que esa es la contradicción que dio origen a la crisis política hondureña. Los errores de cálculo de Zelaya y sobre todo la ambición de poder de la derecha golpista local e internacional hicieron el resto.
La crisis encuentra a la región en un estado de ebullición, sin grandes dramas pero con varios escenarios potencialmente explosivos. La pelea entre Perú y Chile por un caso de espionaje, las tensiones crecientes en la frontera entre Colombia y Venezuela, la amenaza golpista que jaquea al presidente paraguayo, el enfrentamiento entre gobierno y empresarios en Guatemala son nubes que se acumulan en el horizonte. Nubes que parecen augurar un cambio de época.
Antes, bajo la tutela de Washington, muchos de estos conflictos ya estarían resueltos o encaminados hacia un desenlace previsible. Los escenarios que hoy se pueden vislumbrar para Honduras y la región no serán alentadores, pero tampoco son tan catastróficos como cuando todo se solucionaba con el garrote de los Marines y la chequera del FMI.
Las huellas que va dejando el repliegue estadounidense –repliegue táctico, estratégico, temporario, permanente, cínico, sincero, oportunista, inevitable: el tiempo dirá– son huellas que conducen a un escenario denso, fragmentado, fluido e imprevisible.
Un escenario sin divas ni finales cantados, que invita a la construcción colectiva. O sea, a la emergencia de nuevos liderazgos, a la creación y afinación de instrumentos regionales, a la convergencia económica, política y cultural, al pago de deudas internas.
Nuevos actores, nuevo guión, un público que se renueva. El escenario cambió. No del todo, pero cambió bastante. Y bastante costó cambiarlo como para pensar que sólo cambió el decorado.
Salir del modelo de desarrollo extractivista primario-exportador…
Salir de un modelo de desarrollo basado en las industrias extractivas y acelerar el proceso de la integración suramericana
Éric Toussaint, CADTM
Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador no abandonaron el modelo productivista y extractivo, [2] aunque, regularmente, tienen cuidado en su discurso de distanciarse del mismo. Alberto Acosta lo explica muy bien en una entrevista reciente:
«Los gobiernos de la llamada corriente progresista de América Latina no han discutido ni han puesto en cuestionamiento el modelo extractivista. Ecuador, Venezuela y Bolivia, para citar a los países que están de más avanzada en Suramérica, no han puesto todavía en tela de juicio la validez de un modelo extractivista, siguen creyendo que mediante la extracción de los recursos naturales vamos a encontrar el camino del desarrollo. Eso sabemos que será imposible. No sólo se trata de usar adecuadamente los recursos, sino de cambiar esa modalidad primario exportadora, que nos ha subordinado en el contexto internacional. […] Es que el IIRSA [3] responde a la lógica del modelo extractivista atado a las demandas de acumulación del capital transnacional. Estos canales interoceánicos no buscan la integración de los pueblos, sino la integración de nuestras economías al mercado mundial. En tanto que suministradores de recursos naturales como petróleo y minería, por ejemplo, también de productos agrícolas, el control de la biodiversidad y las fuentes de agua (son) para el capital transnacional. Y todo esto en el marco de la ampliación de mercados, de la conformación de espacios donde se puedan crear mayores consumidores y no la conformación de la ciudadanía regional y menos de la ciudadanía global. El IIRSA todavía está vigente porque los gobernantes de América Latina de la tendencia progresista como Chávez, Lula, Evo, Correa y Fernández, no están cuestionando el modelo extractivista ni la forma de inserción sumisa en el mercado mundial. » [4]
De hecho, en un gran número de países en desarrollo se asiste a una reafirmación del modelo «desarrollista extractivo productivista». Este fenómeno se debe a la coyuntura internacional excepcionalmente favorable entre los años 2004 y 2008, que se prolongó en el 2009 a pesar de la caída vertical del precio del crudo en el segundo semestre del 2008.
Esto hace recordar el precedente de los años 70 y su brusco final a comienzos de los años 80, cuando se hundieron los precios de las materias primas. Fue entonces cuando explotó el coste de la refinanciación de las deudas contraídas, especialmente para sostener las enormes inversiones en las industrias extractivas, provocando la crisis de la deuda del Tercer Mundo y su secuela de nefastos planes de ajuste estructural.
No es razonable que un gobierno de izquierda se alimente de las falsas esperanzas de unas repercusiones positivas y duraderas de un boom de los bienes primarios. Sobre todo cuando actualmente se tiene en cuenta mucho más que en los años 70 los efectos extremadamente negativos de la sobreexplotación de los recursos no renovables sobre los ecosistemas, y sobre el modo y la calidad de vida de la población (en especial, los pueblos originarios) e incluso, para los que estos argumentos dejan fríos, sobre el equilibrio presupuestario del Estado. En efecto, un período de altos precios en las materias primas genera una gran dependencia en relación con los ingresos que origina su explotación. Con mucha frecuencia, los poderes públicos se endeudan masivamente para invertir en actividades extractivas o para sostener un tren de vida ligado a la euforia de elevados ingresos provenientes de la exportación de bienes primarios. Cuando el precio de éstos baja, el peso del reembolso de la deuda obliga a los gobiernos a comprimir los gastos, con dramáticas consecuencias para los presupuestos sociales.
Por lo tanto, en lugar de recaer en el mito «desarrollista extractivo-productivista», es mejor tener un programa a largo plazo cuyo objetivo sea disminuir la dependencia de las exportaciones y mejor aún, repartir la producción de la riqueza nacional en un círculo virtuoso basado en la satisfacción y la promoción de la demanda interior, lo que implica dar prioridad y garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de toda la población (en detrimento del frenético consumo de lujo de las clases sociales más ricas).
Lo importante es priorizar la integración regional entre los países cuyos gobiernos comparten una misma visión de los cambios estructurales necesarios (en el ámbito de la propiedad, de los derechos sociales, de los derechos de las mujeres, de los derechos de los pueblos originarios, de los derechos culturales, civiles y políticos…), rechazando la lógica capitalista y productivista.
En la parte positiva vemos que Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen, junto a Cuba, un papel de aguijón en el ámbito del conjunto de Latinoamérica para favorecer, en diferentes niveles, una mejor integración: ALBA, UNASUR, Banco del Sur, la puesta en marcha de una nueva unidad de cuenta monetaria, el SUCRE, con el fin de reducir la preponderancia del dólar en los intercambios entre los países de la región. [5] Sin embargo, a pesar de los esfuerzos positivos de los tres países, se está perdiendo un tiempo precioso y el significado dado al proyecto del Banco del Sur no marca ninguna profunda ruptura con las instituciones multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, y el FMI. Y es otra ocasión que puede perderse.
Retraso en el lanzamiento del Banco del Sur
En el momento en que se escriben estas líneas, ya han pasado 22 meses desde la firma en Buenos Aires, el 9 de diciembre de 2007, del acta fundacional del Banco del Sur por los jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Algunas divergencias entre los gobiernos retardaron el comienzo de las actividades de la nueva institución, que se cree que reforzará la integración latinoamericana. Al ritmo en que van las cosas, y a pesar de las declaraciones de buenas intenciones y la firma a finales de septiembre del 2009 del acta constitutiva por los 7 presidentes respectivos, el Banco del Sur no entrará en actividad antes del 2012 ya que se debe esperar a que los parlamentos de los países miembros ratifiquen el acta constitutiva que lo pondrá en marcha. Los acuerdos firmados en el acta fundacional designan a Caracas como la sede principal del Banco. Los países se pusieron de acuerdo sobre el principio de «un país = un voto» (mientras que en el Banco Mundial y en el FMI, los derechos de voto están ligados al poder económico y a la influencia política), y sobre el monto del capital inicial (7.000 millones de dólares [6] , que podrían llegar a 20.000 millones si otros países se adhieren a la nueva institución).
Dicho esto, se debe señalar que se concretó una evolución negativa durante los largos meses de negociaciones que siguieron a la firma de la creación del Banco: Brasil consiguió edulcorar el principio de un país un voto, al limitar su aplicación sólo a algunas decisiones. En realidad, Brasil no tiene una verdadera necesidad de un nuevo banco multilateral para América Latina, puesto que dispone de un banco público de desarrollo muy importante el BNDES, que controla totalmente y que tiene una cartera de préstamos muy superior a la del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y del futuro Banco del Sur. Este gran banco financia una gran cantidad de proyectos en toda Latinoamérica y en otros lados, con la condición de que los países receptores compren «brasileño». Esto ha permitido a las empresas brasileñas exportar sus mercaderías y sus servicios o realizar grandes trabajos de infraestructuras. En consecuencia, el gobierno brasileño se adhirió con desgana a este proyecto de Banco del Sur, y tanto más que esta nueva institución fue iniciada por Hugo Chávez, con una línea política más radical que Lula, en particular, con respecto a Washington y Bruselas.
Más allá de los términos en los que se expresan las divergencias entre los negociadores, existen dos opciones a escoger. [7] O bien, se pone en marcha un banco que sostenga un proyecto neodesarrollista extractivo-productivista, que es el que desean las grandes empresas privadas o mixtas, principalmente brasileñas y argentinas, y que es apoyado por Brasilia y Buenos Aires, sobre el modelo de la Unión Europea donde dominan los intereses del gran capital. O bien, Latinoamérica se dota de un instrumento de financiación de políticas económicas, sociales y culturales que se aleje de la lógica del beneficio y que dé prioridad a la integración al aplicar los pactos que garantizan los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. En concreto, el Banco del Sur debería financiar una política latinoamericana de soberanía alimentaria y de reforma agraria. En el ámbito de la sanidad, sería necesario dotar a la región de una industria farmacéutica pública para la producción de medicamentos genéricos de alta calidad. Sería necesario revitalizar y conectar las redes ferroviarias. También, estos países deberían dotarse de una política común en diferentes sectores como la investigación y desarrollo, la educación, el ambiente. Priorizar el retorno del control público sobre los recursos naturales. Financiar la reducción de las asimetrías existentes entre, por un lado, países como Bolivia, Paraguay y Ecuador, con ingresos netamente inferiores, con países como Brasil, Argentina o Venezuela. En resumen, una política cuyo objetivo sea nivelar por arriba los derechos sociales.
La negociación sobre el Banco del Sur no debe, por lo tanto, quedar estancada en el nivel gubernamental. Por otra parte, en cuatro veces por lo menos, los movimientos sociales de los países miembros dirigieron cartas a los jefes de Estado correspondientes, con toda una serie de propuestas. [8] Por ejemplo, los movimientos sociales firmantes de la carta se oponen a que los funcionarios de la nueva institución gocen de los privilegios y la impunidad de la que gozan los funcionarios del FMI, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de otras instituciones internacionales (pero el último proyecto de constitución adoptado por los ministros en junio de 2009, prevé la inmunidad de los funcionarios. Véase más adelante). Los movimientos sociales quieren garantías de transparencia y control.
El último acuerdo ministerial respecto al Banco del Sur
De acuerdo con las informaciones más recientes que hemos podido obtener, [9] los gobiernos de los siete países comprometidos en la creación del Banco del Sur se pusieron de acuerdo sobre los puntos siguientes:
– El banco podrá financiar empresas privadas o empresas públicas, mixtas, cooperativas, etc., para proyectos de desarrollo en los sectores económicos y sociales clave, fundamentalmente con el fin de mejorar la infraestructura regional y de reducir las asimetrías regionales. El acuerdo habla de soberanía en materia alimentaria y energética, sobre los recursos naturales, el saber y la salud (los proyectos financiados deben realizarse en estos sectores) lo que es muy positivo. Por el contrario, el acuerdo habla de mejorar la competitividad, que permanece dentro de un modelo influenciado por la continuidad socioliberal.
– El país beneficiado por un proyecto financiado por el Banco debe dar su conformidad sobre la elegibilidad de los proyectos.
– El Banco puede emitir bonos y financiarse por cualquier medio.
– Podrán ser accionistas los países de la UNASUR (accionistas de clase A), de otros países (clase B), de los Bancos Centrales, de entidades financieras públicas o mixtas (con un mínimo del 50 % de propiedad estatal) y por los organismos multilaterales de crédito (clase C).
– Si los países aumentan su participación, ello no afectará los derechos de voto ya convenidos en el acuerdo.
– Los diferentes Órganos de dirección del Banco Mundial son los siguientes:
• El Consejo de Ministros: Responsable de las políticas generales a medio y largo término. Se reúne anualmente y entre otras funciones tiene la de nombrar los miembros del Directorio y del Consejo de Administración, y la de admitir los nuevos accionistas. Está compuesto por los ministros de los países miembros. Las decisiones son tomadas por una mayoría de tres cuartos, según la regla de «un país=un voto».
• El Consejo de Administración: Se reúne trimestralmente y garantiza el seguimiento de la gestión económica, financiera y de crédito. Los administradores (dos por cada país miembro) serán nombrados por 3 años. Se aplica también la regla de «un país=un voto». Para que las decisiones sean válidas, es necesario un quórum de ¾ de los miembros, y deben ser aprobadas por mayoría absoluta de los miembros presentes.
• El Directorio Ejecutivo: Se reúne todas las semanas y está constituido por un director por cada uno de los países de UNASUR, miembros del Banco (accionistas de clase A), un director para el conjunto de accionistas de clase B y uno para el conjunto de accionistas de clase C. Los que tienen más peso son los accionistas de clase A. Los directores son nombrados por tres años.
• El Comité Ejecutivo, integrado por el presidente del Directorio y tres directores.
• El Consejo de Auditoría.
– Brasil, Venezuela y Argentina ( los tres «grandes» entre los siete) podrán pedir préstamos de hasta 4 veces el capital aportado, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay (los cuatro pequeños entre los siete) hasta ocho veces. Para el resto de los países de UNASUR, el monto será determinado más adelante.
– En caso de litigio, la jurisdicción competente será la jurisdicción de un país miembro, u otra jurisdicción, conforme a la dirección del Directorio Ejecutivo.
– El personal del Banco goza de inmunidad y de exenciones fiscales (como los del Banco Mundial, FMI BID, etc.)
El Banco del Sur es una reacción a la hegemonía de los países del Norte. Su creación fue posible y necesaria gracias a la conjunción de muchos factores:
1.- El Banco Mundial y el FMI están en crisis en diferentes niveles, y es el resultado de las consecuencias catastróficas para los pueblos del Consenso de Washington. Brasil y Argentina reembolsaron en forma anticipada al FMI, Venezuela hizo lo mismo con el Banco Mundial. Ecuador expulsó en abril de 2007 al representante permanente del Banco Mundial en Quito y creó una comisión de auditoría de todas las deudas públicas, comprendidas las multilaterales. Bolivia se retiró en mayo de 2007 del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones), una especie de tribunal de justicia del Banco Mundial. Ecuador también anunció en julio de 2009 su salida del CIADI.
2. Los países adheridos al Banco del Sur poseen unas reservas de cambio de más de 300.000 millones de dólares. Pueden poner parte de esa suma en común en lugar de continuar prestando al gobierno de Estados Unidos mediante la compra de los bonos del Tesoro estadounidense, que se remuneran con un interés muy bajo.
3. Los gobiernos de estos siete países son de izquierda o centro izquierda.
El Banco del Sur debería constituir una auténtica alternativa al Banco Mundial. Los países que se adhieran deberían retirarse de él. Por otra parte, debería crearse un Fondo Monetario del Sur (éste también como alternativa al FMI) y, si fuera posible, caminar hacia una moneda única del Sur. Otras regiones del Sur podrían dotarse de un instrumento comparable, y los diferentes Bancos del Sur podrían desarrollar una colaboración Sur-Sur.
Es evidente que las instituciones de Bretton Woods están muy inquietas con esta situación y desearían ser invitadas a participar del Banco del Sur, o conseguir, por lo menos, un estatuto de observador.
El Banco del Sur suscita muchas esperanzas, ya que los ciudadanos latinoamericanos quieren que los gobiernos que eligieron aprovechen la oportunidad histórica favorable para poner en práctica una política de integración alternativa al modelo neoliberal. Recordemos que en la Declaración Ministerial de Quito del 3 de mayo de 2007 se indica que: «Los pueblos dieron a sus Gobiernos los mandatos de dotar a la región de nuevos instrumentos de integración para el desarrollo, que deben basarse en esquemas democráticos, transparentes, participativos y responsables ante sus mandantes».
Además, algunos de los siete gobiernos tienen la voluntad de crear un fondo monetario de estabilización. [10] Ya existe un Fondo Latinoamericano de Reserva (FLAR), del que forman parte cinco países andinos (Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela) y un país de América Central, Costa rica. Este fondo podría transformarse y, si esto se viera imposible, tendría que crearse un nuevo fondo. Su finalidad sería hacer frente a los ataques especulativos y a otros choques externos poniendo en común una parte de las reservas de cambio de los países miembro.
La lentitud en el lanzamiento del Banco del Sur está provocando algunas veleidades en los gobiernos venezolano, brasileño y ecuatoriano de dejar de lado a Brasil. Se han hecho declaraciones en ese sentido en la primera quincena de septiembre de 2009. El diario financiero ecuatoriano El Comercio titulaba el 15 de septiembre de 2009: «Gobierno: el Banco del Sur funcionará con o sin Brasil» [11] La agencia oficial venezolana, ABN, retomaba el 17 de septiembre de 2009 las palabras siguientes de Hugo Chávez: «El Banco del Sur puede comenzar sus actividades con dos o tres países», [12] en clara alusión a la posibilidad de comenzar las actividades del Banco con Venezuela, Bolivia y Ecuador, sin esperar a Brasil. Dicho esto, parece poco probable que Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales avancen en ese sentido. Se trata más bien de ejercer presión sobre Brasil con el fin de que se defina con respecto al Banco del Sur. El futuro dirá si el acta constitutiva firmada por los siete presidentes a fines de septiembre del 2009 en Isla Margarita (Venezuela) será más efectiva que el acta fundacional firmada en diciembre de 2007.
Es evidente que el lanzamiento del Banco del Sur está muy retrasado. Las discusiones no tocaron los problemas de fondo. Se debe salir de la confusión y dar un contenido claramente progresista a esta nueva institución. Lo más importante, en el comienzo, es tener criterios políticos coherentes respecto a un proyecto de integración favorable a los pueblos.
Por una integración regional en ruptura parcial con el mercado mundial capitalista
En este comienzo del siglo, el proyecto bolivariano [13] de integración de los pueblos de la región ha tenido un nuevo impulso. Si se quiere llevar más lejos este nuevo ciclo ascendente es necesario aprender las lecciones del pasado. Lo que le faltó, en particular, a Latinoamérica durante las décadas de 1940 a 1970 fue un auténtico proyecto de integración de las economías y de los pueblos, combinado con una verdadera redistribución de la riqueza en favor de las clases trabajadoras. [14] Ahora bien, es vital tener conciencia de que hoy en Latinoamérica existe una disputa entre dos proyectos de integración, que tienen un contenido de clase antagónico y que reflejan perfectamente las opciones a las que se debe enfrentar el Banco del Sur.
Como ya se ha mencionado, las clases capitalistas brasileña y argentina (las dos principales economías de América del Sur) son partidarias de una integración que favorezca su dominación económica sobre el resto de la región. Los intereses de las empresas brasileñas, sobre todo, así como de las argentinas, son muy importantes: petróleo y gas, grandes obras de infraestructuras, minería, metalurgia, agronegocios, industrias alimentarias, etc. Para ellas, la construcción europea, que terminó en un mercado único dominado por el gran capital, es el modelo a seguir. Las clases capitalistas brasileña y argentina quieren que los trabajadores de los diferentes países de la región compitan entre sí, para conseguir el máximo beneficio y ser competitivas en el mercado mundial. Desde el punto de vista de la izquierda, sería un trágico error apoyar una integración latinoamericana según el modelo europeo dominado por el gran capital, con la ilusoria esperanza de darle más tarde un contenido socialmente emancipador. Tal apoyo implica ponerse al servicio de los intereses capitalistas. No hay que entrar en su juego, intentando ser el más astuto mientras se deja que éstos dicten las reglas.
La segunda opción, que se inscribe en el pensamiento bolivariano, quiere dar un contenido de justicia social a la integración continental. Esto implica la recuperación del control público sobre los recursos naturales de la región y sobre los grandes medios de producción, de crédito y de comercialización. Se debe nivelar por arriba las conquistas sociales de los trabajadores y de los pequeños productores, reduciendo al mismo tiempo las asimetrías entre las economías de la región. Hay que mejorar sustancialmente las vías de comunicación entre los países de la región, respetando rigurosamente el ambiente (por ejemplo, desarrollando el ferrocarril y otros medios de transporte colectivos antes que las autopistas). Es necesario dotar, mediante un vasto plan público, al conjunto de la población de viviendas de calidad gracias a la renovación de los barrios existentes y a la construcción de otros nuevos. Hay que apoyar a los pequeños productores privados en numerosas actividades: agricultura, artesanado, comercio, servicios. El proceso de emancipación social que persigue el proyecto bolivariano del siglo XXI pretende liberar la sociedad de la dominación capitalista, apoyando las formas de propiedad que tienen una función social positiva. Como se ha señalado en el punto 4 de la parte I, se trata de poner fin a la propiedad capitalista de los grandes medios de producción, de servicio, de comercio y de comunicación, transfiriéndolos hacia el sector público y desarrollando o reforzando otras formas de propiedad con función social: la pequeña propiedad privada (especialmente en agricultura, pequeña industria, comercio y servicios), la propiedad cooperativa, la propiedad colectiva y las formas de propiedad tradicional de los pueblos originarios (que tienen generalmente un alto grado de propiedad colectiva). Es una condición sine qua non del socialismo del siglo XXI. Por supuesto, los ritmos de avance pueden diferir en función de la relación de fuerzas y de madurez, tanto de las condiciones objetivas como de las subjetivas.
Entre las prioridades figuran las auditorías y el control estricto de los bancos privados, con el objetivo de evitar que el Estado se vea constreñido a nacionalizar las pérdidas de las instituciones bancarias, como ha pasado tantas veces (Chile bajo Pinochet, México en 1995, Ecuador en 1999-2000, etc.) Es necesario nacionalizar los bancos sin indemnizaciones y ejercer un derecho de reparación sobre el patrimonio de sus propietarios.
Por otra parte, se debe romper con el modelo productivista y extractivista y reemplazarlo por una dinámica ecosocialista.
Es fundamental:
– Apoyar los colectivos de trabajadores que quieran ejercer un control obrero sobre la gestión de las empresas capitalistas.
– Poner en marcha mecanismos para evitar dos grandes escollos: 1) La monopolización de las decisiones por la burocracia del Estado. 2) La emergencia de una nueva burguesía desde el seno del nuevo régimen. [15] El mecanismo indispensable, y ciertamente el más eficaz, es la aplicación, allí también, de una política de control obrero y de control ciudadano sobre la contabilidad y la gestión de las empresas y de las instituciones públicas. Es necesario también, por supuesto, mejorar la formación de gestores de las empresas públicas.
– Establecer una relación interactiva entre los gobiernos de izquierda y el pueblo, que debe reforzar su nivel de autogestión y construir desde abajo las estructuras de poder popular.
– El respeto y la promoción de las culturas y de los derechos de los pueblos originarios debe constituir una prioridad. La realización efectiva de la igualdad hombre/mujer debe ser otra.
No se construirá el socialismo del siglo xxi en un solo país. La integración latinoamericana implica dotarse de una arquitectura financiera, jurídica y política común.
Numerosos litigios surgieron en estos últimos años entre los Estados de la región y las multinacionales, ya sean del Norte o del Sur. En lugar de remitirse al CIADI, dominado por un puñado de países industrializados, los países de la región deberían crear un organismo regional de resolución de litigios en materia de inversiones. En materia jurídica, los Estados latinoamericanos deberían aplicar la doctrina Calvo [16] , y rechazar la renuncia a su propia jurisdicción en caso de litigio con otros Estados o con empresas privadas. ¿Cómo puede ser que todavía se firmen contratos de préstamos o contratos comerciales que prevén que, en caso de litigio, sólo sean competentes las jurisdicciones de Estados Unidos, Gran Bretaña u otros países del Norte?
Dimensión política de la integración
Está claro que es necesaria una dimensión política a la integración y por lo tanto la instauración de un Parlamento latinoamericano elegido por sufragio universal en cada uno de los países miembro, y provisto de verdaderos poderes legislativos. En el marco de la construcción política, se debe evitar la reproducción del mal ejemplo europeo donde la Comisión Europea (es decir, el gobierno europeo) dispone de poderes exagerados en relación al Parlamento. Es necesario caminar hacia un proceso constituyente democrático, con el fin de adoptar una Constitución política común. En eso también, hay que evitar la reproducción del proceso antidemocrático utilizado por la Comisión Europea para intentar imponer un tratado constitucional sin la participación activa de los ciudadanos y sin siquiera someter el proyecto a un referéndum en cada país miembro. Por el contrario, es necesario seguir el ejemplo de Venezuela (1999), Bolivia (2007) y Ecuador (2007-2008). Los avances democráticos importantes que fueron conquistados durante estos tres procesos deberían ser integrados en un proceso constituyente bolivariano. Si se tiene que comenzar por Venezuela, Ecuador y Bolivia.¿No se estaría reviviendo el Parlamento Andino? O darle la prioridad al ALBA, que corresponde a un conjunto de países más grande —tres países andinos y varios de América Central y Caribe—.
También se necesita reforzar las competencias de la Corte Interamericana de Justicia, especialmente en materia de garantía del respeto a los derechos humanos que son indivisibles.
Hasta ahora coexisten diversos procesos de integración: Comunidad Andina de Naciones, MERCOSUR, UNASUR, CARICOM, ALBA… Es importante evitar la dispersión y adoptar un proceso integrador con una definición política y social basada en la justicia social. El proceso bolivariano debería reunir los países de América Latina (América del Sur, América Central y Caribe) que se adhirieran a esta orientación. Es mejor comenzar una construcción común con un núcleo restringido pero coherente que con un conjunto heterogéneo de Estados cuyos gobiernos aplican políticas sociales y políticas económicas contradictorias, incluso antagónicas.
La integración bolivariana debe ir acompañada de una desconexión parcial del mercado capitalista mundial
Las fronteras que separan los Estados que participan en este proyecto se deberían ir suprimiendo, al mismo tiempo que se reducen las asimetrías entre los países miembro, gracias a un mecanismo de transferencia de riquezas de los Estados más «ricos» a los Estados más «pobres». Eso permitiría ampliar considerablemente el mercado interior y favorecer el desarrollo de los productores locales bajo diferentes formas de propiedad. Se reforzaría el proceso de desarrollo (no sólo el de industrialización) por sustitución de importaciones. Por supuesto, esto implica, por ejemplo, desarrollar una política de soberanía alimentaria. Al mismo tiempo, los países miembros que constituyen el conjunto bolivariano deberán desconectarse parcialmente del mercado capitalista mundial. Y ello conlleva la abrogación de los tratados bilaterales en materia de inversiones y de comercio. También deberían retirarse de instituciones como el Banco Mundial, el FMI, y la OMC, promoviendo simultáneamente la creación de nuevas instancias mundiales democráticas y respetuosas de los derechos humanos indivisibles.
Como se indicó más arriba, los Estados miembros del nuevo conjunto bolivariano deben dotarse de nuevas instituciones regionales (como el Banco del Sur) que desarrollen las relaciones de colaboración con otras instituciones similares que reúnen a Estados en otras regiones del mundo.
También se debería declarar en el ámbito de la nueva entidad constituida que en el territorio común no puede haber ninguna base extranjera, tal como ya lo prevén las nuevas Constituciones boliviana y ecuatoriana.
Los Estados miembros del nuevo conjunto bolivariano actuarán junto al máximo posible de terceros Estados en la consecución de una reforma radical del sistema de Naciones Unidas, con el fin de que se ponga finalmente en práctica la Carta de la ONU y los numerosos instrumentos internacionales favorables a la aplicación de los derechos humanos, como el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, la Carta de los Derechos y Deberes de los Estados de 1974, la Declaración sobre el derecho al Desarrollo de 1986, la Resolución sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007. Así mismo, colaborarán en la acción del Tribunal Penal Internacional y en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. También favorecerán el entendimiento entre los Estados y los pueblos para poder actuar en la máxima reducción del cambio climático, ya que éste representa un terrible peligro para la humanidad.
La tarea es ardua, pero las perspectivas están trazadas —y son particularmente esperanzadoras— hacia un mundo basado en el respeto absoluto de lo humano y de la Tierra. Y se debe hacer sin pérdida de tiempo.
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Notas:
[1] Eric Toussaint, Doctor en Ciencias Políticas (Universidad de Liège –Bélgica- y Universidad Paris VIII –Francia-), presidente del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo – Bélgica (CADTM, www.cadtm.org ), miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial, miembro de la CAIC-Ecuador en 2007-2008 (Comisión de Auditoria Integral del Crédito publico). Es autor de Banco del Sur y Nueva Crisis internacional (editorial Viejo Topo, Barcelona, Enero 2008; editorial Abya-Yala, Quito, Junio 2008; Observatorio DESC, La Paz, Octubre 2008), Banco mundial, el golpe de estado permanente (El Viejo Topo, Barcelona, Enero 2007; Editorial Abya-Yala, Quito, Julio 2007; CIM, Caracas, Agosto 2007; Observatorio DESC, La Paz, Noviembre 2007). eric.toussaint4@gmail.com
[2] Se refiere en este caso a un modelo de desarrollo basado en las industrias extractivas.
[3] Lanzada con ocasión de la primera cumbre de presidentes sudamericanos, en el año 2000, la Iniciativa de integración de la infraestructura regional de América del Sur (IIRSA) es un vasto programa de construcción o de modernización de infraestructuras, tales como carreteras, puentes, vías fluviales, aeropuertos, gasoductos, oleoductos, líneas de alta tensión. Su financiación está asegurada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación andina de desarrollo (CAF), el Fondo financiero de la cuenca del Plata (FONPLATA) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. Su objetivo es, en particular, asegurar la comunicación entre las zonas andinas y tropicales. Brasil, como primera potencia regional, desempeña en esto un papel preponderante.
[4] «Los Gobiernos Progresistas en Surámerica, no han puesto en tela de juicio la validez del modelo extractivista» / Entrevista a Alberto Acosta de FLACSO por Yásser Gómez / Revista Mariátegui, 06/09/2009, http://mariategui.blogspot.com/2009/09/los-gobiernos-progresistas-en.html
[5] La decisión de principio de crear una nueva moneda, el «Sucre» —acrónimo de Sistema Unificado de Compensación Regional— fue ratificada el 16 de abril de 2009, en Cumaná, Venezuela, por los principales dirigentes del ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas. Este bloque fue creado en 2004 por el venezolano Hugo Chávez y el cubano Fidel Castro, para contrarrestar un proyecto, actualmente en punto muerto, de una zona de libre cambio para toda América, el ALCA, promovida por Estados Unidos. Otros cinco países se unieron a este bloque económico: Bolivia, Nicaragua, Honduras, Dominica y recientemente San Vicente y las Granadinas. El Sucre servirá esencialmente de unidad de cuenta para pagar los intercambios comerciales entre los países que lo hayan suscrito. Podría prefigurar una verdadera moneda común.
[6] Se trata de un monto muy pequeño si se compara con las reservas de cambio disponibles que se destinará a las necesidades de los Estados para financiar el desarrollo y también a otros bancos (el BNDES solo dispone de un capital mayor).
[7] Para una presentación de las etapas de la construcción del Banco del Sur y de los debates sobre esta cuestión, véase Eric Toussaint, El Banco del Sur y la nueva crisis internacional, El Viejo Topo, 2008. Capítulo 1 al 4.
[8] La primera carta data de junio de 2007, http://www.cadtm.org/Carta-abierta-a-los-Senores , hay otra de octubre de 2007: http://www.cadtm.org/Movimientos-y-organizaciones ; la segunda es de diciembre de 2007: http://www.cadtm.org/Segunda-carta-abierta-a-los ; la tercera es de octubre de 2008 y la cuarta carta es de agosto de 2009, www.cadtm.org/Declaración-de-Quito-sobre-el
[9] El resumen de los puntos de acuerdo es relativo a un documento interministerial no público que data del 19 de junio de 2009, y que parece haber sido confirmado durante la reunión presidencial llevada a cabo en Isla Margarita (Venezuela), el 27 de septiembre de 2009
[10] La adhesión de Venezuela a esta propuesta no está asegurada ya que, en un principio, Hugo Chávez desearía que el Banco del Sur reuniera la función de banco de desarrollo y de fondo monetario de estabilización .
[11] «Banco del Sur con o sin Brasil: Gobierno», http://ww1.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=304404&id_seccion=6
[12] «El Banco del Sur puede activarse con dos o tres países» «El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, insistió en la activación del Banco del Sur: si no pueden todos los países comencemos dos o tres países» Véase: www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=198668&lee=4
[13] Simón Bolívar (1783-1830), considerado como un verdadero héroe de la independencia latinoamericana y cuyo nombre encontramos por todo el continente, fue uno de los primeros en intentar unificar los países liberados, para formar una única y sola nación.
[14] A partir de 1959, la revolución cubana intentó dar un contenido socialista al proyecto bolivariano de integración latinoamericana. La brutal intervención de Estados Unidos, respaldada por las clases dominantes y las fuerzas armadas locales, puso fin al ciclo ascendente de emancipación social de este período en escala continental (bloqueo de Cuba a partir de 1962, junta militar a partir de 1964 en Brasil, intervención estadounidense en santo Domingo en 1965, dictadura de Banzer en Bolivia en 1971, golpe de Estado de Pinochet en Chile en 1973, instalación de dictaduras en Uruguay y Argentina).
[15] Véanse las recomendaciones expresadas anteriormente en «Algunas pistas para avanzar hacia una transición al socialismo del siglo XXI en Venezuela».
[16] Esta doctrina de derecho internacional, establecida en 1863 por el jurista y diplomático argentino Carlos Calvo, prevé que las personas físicas o morales extranjeras deben someterse a la jurisdicción de los tribunales locales, con el objetivo de impedir el recurso a las presiones diplomáticas de sus Estados o de sus gobiernos. Esta doctrina se materializó en el derecho positivo, por ejemplo en la resolución 1803, del año 1962, de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los recursos naturales (soberanía permanente sobre los recursos naturales) o incluso en la Carta de los Derechos y deberes Económicos de los Estados, de 1974. Según esta doctrina, todos los bienes, corporales e incorporales, materiales e inmateriales, están sometidos a la ley del Estado soberano y en caso de diferendos, son los tribunales nacionales los que tienen la competencia.
Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz
Fuente: http://www.cadtm.org/Salir-de-un-modelo-de-desarrollo#nb3
Venezuela: Carta de apoyo al CIM… y al pensamiento crítico…
por Éric Toussaint
Estimados compañeros, Estimadas compañeras:
Desde hace años acompaño el desarrollo de la Revolución Bolivariana. Mi entusiasmo y el de otros compañeros se deben, en primer lugar a que el proyecto del socialismo empezó a ser reivindicado en Venezuela luego de la larga noche neoliberal que intentaba acabar con los proyectos emancipatorios.
Una de las características que siempre me entusiasmó fue haber tenido la posibilidad como invitado extranjero de tratar diversos temas y poder pronunciarme sobre diversos tópicos. Y hasta hacer sugerencias. Algunas de las cuales fueron tomadas en cuenta. Por eso quiero felicitar a Luis Bonilla y su equipo una vez más, por haber tomado la iniciativa de la realización del evento “Intelectuales, democracia y socialismo, luces y sombras del proceso revolucionario” que tuvo lugar en Caracas a inicio de junio 2009.
He visto los artículos y materiales que han salido por Internet y comprendí que se está dando un enorme paso adelante en favor del proceso revolucionario. Junto a las nuevas nacionalizaciones y a las experiencias de intentar el control obrero en las industrias básicas, se desarrolla también este debate, para mi muy fructífero, sobre todo por su capacidad crítica desde y hacia adentro del proceso.
Estos “intelectuales” militantes, a algunos de ellos tengo el placer de conocerlos personalmente, han vuelto a demostrar que son militantes de la palabra y la revolución. Que siguen dispuestos no sólo a observar sino a transformar el mundo. Y otra vez el Centro Internacional Miranda ha sido capaz de abrir un espacio plural para que el choque de ideas entre revolucionarios críticos sea combustible para el motor de la revolución. La diversidad del pensamiento es una clave revolucionaria, la capacidad crítica es un ejemplo de altura contra la mediocridad.
Dos reflexiónes dentro del marco del debate sobre las experiencias en curso en America latina y el proyecto del socialismo del siglo XXI:
1. Cuando los movimientos de izquierda llegan al gobierno no tienen el poder. Es el caso venezolano, como también lo fue el de Allende en el Chile de los 70, el de Rafael Correa en Ecuador, el de Evo Morales, es el caso de cualquier gobierno de izquierda en una sociedad capitalista. Un frente electoral o un partido de izquierda llega al gobierno, pero no tiene el poder económico, porque el poder económico, está en manos de la clase capitalista (grupos financieros, industriales, agrupaciones de bancos, medios de comunicación, de comercio, etc.). Esta clase capitalista tiene el poder económico. Además tiene el Estado, el aparato de la justicia,… Esta clase controla los medios de comunicación. Hagamos una comparación histórica. Cuando la burguesía tomó el poder político en Francia gracias a la revolución de 1789, ella ya tenía el poder económico. Los capitalistas franceses del siglo 18, antes de conquistar el poder político, se habían ya convertido en acreedores del rey de Francia y en dueños del poder económico. A diferencia de la burguesía, el pueblo no puede comenzar a gestar otra sociedad, sin ejercer directamente el poder del Estado. La repetición del paulatino ascenso que realizaron los primeros industriales y financistas bajo el feudalismo resulta inviable para el pueblo, que no acumula riquezas, no controla empresa, ni administra bancos. Es desde el poder político que el pueblo puede empezar las transformaciones al nivel de la estructura económica así como empezar la creación de un nuevo tipo de Estado. A este nivel es fundamental iniciar una relación interactiva entre un gobierno de izquierda y el pueblo que tiene que fortalecer su nivel de autoorganización construyendo desde abajo estructuras del poder popular. Esta relación interactiva, dialéctica, puede ser conflictiva si el gobierno vacila en tomar las medidas que reclaman las bases. La presión de las bases es vital para convencer a un gobierno de izquierda de profundizar el proceso de cambios estructurales a favor de una redistribución radical de la riqueza a favor de las y los que la producen.
2. Es claro que las dramáticas experiencias del “socialismo real” del siglo pasado pesan. En la memoria colectiva, perdura la idea de que el socialismo está asociado con una estatización completa de la economía, con la dominación de un partido único y con la ausencia de verdaderas libertades democráticas. Hacemos un balance desastroso de la gestión estalinista del “socialismo real” que dominó la experiencia del bloque soviético en el siglo XX. Todavía no se superó la crisis de credibilidad. Es esto lo que está en juego en el debate sobre el socialismo del siglo XXI.
El socialismo del siglo XXI debe constituir una respuesta profundamente democrática. No se trata entonces de reproducir lo que fue hecho en el transcurso del siglo XX. Se trata, frente a esta crisis global del sistema capitalista, con este aspecto de una crisis de civilización, de responder igualmente a la crisis de la izquierda. Se necesita de una nueva política anticapitalista, socialista y revolucionaria, que integre obligatoriamente una dimensión feminista, ecologista, internacionalista, antirracista. Es necesario que esas diferentes dimensiones sean integradas de manera coherente y tomadas en cuenta integralmente en los proyectos del socialismo del siglo XXI.
Termino esta carta retomando, porque me parecen de gran actualidad cuando se trata de vislumbrar el socialismo del siglo XXI, las primeras frases del preámbulo de los estatutos de la primera internacional (Asociación Internacional de Trabajadores –AIT |1.|- ) escritas por Karl Marx en 1864: «Considerando:
»Que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos; que la lucha por la emancipación no ha de tender a constituir nuevos privilegios y monopolios, sino a establecer para todos los mismos derechos y los mismos deberes; y a la abolición de todos los regímenes de clase;
»Que el sometimiento del trabajador a los que monopolizan los medios de trabajo —o sea, la fuente de la vida— es la causa fundamental de la servidumbre en todas sus formas: miseria social, degradación intelectual y dependencia política;
»Que por lo mismo la emancipación económica de los trabajadores es el gran objetivo al que debe subordinarse todo movimiento político;
»Que todos los esfuerzos hechos hasta ahora han fracasado por falta de solidaridad entre los obreros de las diferentes profesiones en cada país, y por la ausencia de una unión fraternal entre los trabajadores de diversas regiones;
»Que la emancipación de los trabajadores no es un problema local o nacional, sino que, al contrario, es un problema social, que afecta a todos los países donde exista una sociedad moderna; estando necesariamente subordinada su solución al concurso teórico y práctico de los países más avanzados;
»Por estas razones, se funda la Asociación Internacional de Trabajadores. Y declara:
»Que todas las sociedades y todos los individuos que se adhieran a ella reconocerán como la base de su conducta hacia todos los hombres, sin distinción de color, creencia o nacionalidad, la Verdad, la Justicia y la Moral,.
»Y por lo tanto, ningún derecho sin deberes, ningún deber sin derechos.»
Saludos compañeros y sigan así.
Eric Toussaint, Presidente del CADTM Belgica, www.cadtm.org Liège, Belgica, 11 de junio 2009
Notas
|1.| La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida como la Primera Internacional, fue fundada en 1864. En ella participaron Karl Marx y Friedrich Engels. Allí se encontraban colectivistas antiautoritarios (la corriente internacional de Mijail Bakunin), colectivistas marxistas, mutualistas (partidarios de Pierre-Joseph Proudhon) y otros. Colaboraron conjuntamente militantes políticos, sindicalistas y cooperativistas. La AIT se dividió después de la derrota de la Comuna de París.
Luces y sombras en la Venezuela bolivariana
La situación política, social y económica en Venezuela sufre una gran transformación desde el fracaso de la reforma constitucional de diciembre de 2007, que constituyó una advertencia para el gobierno de Hugo Chávez (1)
El domingo 15 de febrero de 2009, el 54,36 % de los ciudadanos dijeron «sí» a la enmienda constitucional que autoriza a los mandatarios políticos a presentarse a sucesivas consultas electorales de manera ilimitada. Hasta ese momento, la Constitución limitaba a dos los mandatos consecutivos: era necesaria una interrupción del mandato antes de poder presentarse de nuevo (2) Chávez podrá presentarse en el 2013, al término de su segundo mandato en curso, y ser de nuevo candidato a presidente. Si es elegido otra vez, su mandato terminará en el año 2019. Por ello, los militantes chavistas discuten actualmente la naturaleza de todos los cambios que pueden ser efectuados de aquí a dicho año.
Evidentemente, muchas cosas pueden suceder durante todos esos años, entre las que hay que tener en cuenta las iniciativas y maniobras tanto de Washington como de sus aliados.
Nacionalizaciones y control obrero
En abril de 2008, como consecuencia de una huelga de casi dos meses de 15.000 obreros de la siderúrgica SIDOR (Siderurgia del Orinoco), que pertenecía al grupo argentino Techint, Hugo Chávez anunció la nacionalización de la empresa. Los obreros luchaban por la conversión de 9.000 subcontratos a contratos indefinidos. Visto el rechazo patronal, la nacionalización constituía la mejor vía para permitir al Estado garantizar la reivindicación de los trabajadores, que apreciaron esta decisión como una gran victoria. SIDOR había sido creada como empresa pública durante la década de 1960 —era la concreción de un proyecto concebido en 1953 bajo la dictadura de Marcos Pérez Jiménez—. SIDOR fue privatizada y vendida al capital extranjero en 1997, durante la presidencia de Rafael Caldera, por el ministro de Planificación Teodoro Petkoff (antiguo líder de la izquierda convertido al neoliberalismo en los años noventa y actualmente una de las principales figuras de la oposición antichavista). La renacionalización efectuada en abril de 2008 es particularmente importante, ya que esta empresa, moderna y con buenos resultados, constituye una herramienta de producción que el gran capital argentino, y en particular Techint, desean conservar.
Otro elemento importante a tener en cuenta, es que el gobierno chavista del estado donde se encuentra SIDOR, había ordenado al comienzo de la huelga a las fuerzas del orden la represión de los huelguistas. Así mismo, el ministerio de Trabajo no hacía nada para sostener las reivindicaciones de los trabajadores. En consecuencia, la decisión de Hugo Chávez de nacionalizar la empresa y de revocar al ministro fue vista como un giro a favor de los trabajadores. Tanto más cuando, en el mismo período, Chávez anunció un aumento del salario mínimo interprofesional y el de los funcionarios públicos, así como la nacionalización del sector del cemento, que hasta ese momento estaba en manos de tres transnacionales (Lafarge de Francia, Holcim de Suiza y Cemex de México).
En los meses siguientes y en el curso del año 2009, el gobierno procedió a otras nacionalizaciones en el sector de la industria alimentaria (3) (lo que afectó tanto al capital nacional —Lácteos Los Andes— como al transnacional —la cerealera Cargill—). El gobierno justificó estas nacionalizaciones por la necesidad de mejorar la provisión de alimentos a la población. Finalmente, el Banco de Venezuela, uno de los principales bancos privados, perteneciente al Banco de Santander, uno de los dos principales grupos bancarios españoles, pasó también al control del Estado.
Todas estas nacionalizaciones, como las precedentes (los sectores de la electricidad, las telecomunicaciones, los campos petrolíferos del Orinoco, etc.), fueron objeto de una indemnización más bien generosa a sus propietarios privados: Venezuela utiliza una parte de la renta petrolera para retomar el control de ciertos sectores estratégicos de la economía. El recurso a la indemnización tiene el objetivo de evitar condenas por no respetar los tratados bilaterales sobre inversiones firmados por Venezuela. El derecho internacional permite, en efecto, a los Estados proceder a nacionalizaciones si indemnizan en forma adecuada a los propietarios. Venezuela podría tomar un camino más radical, retirando su firma de los tratados bilaterales sobre inversiones, retirándose del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones: el tribunal del Banco Mundial en materia de inversiones) y poner a resguardo la liquidez y otros tipos de haberes que Venezuela dispone en el exterior, para evitar embargos. Evidentemente, optar por ese camino implicaría aumentar todavía más la hostilidad de las autoridades de los países más industrializados y de las grandes transnacionales presentes en el país (todas las principales transnacionales petroleras están presentes en Venezuela y también General Motors, Mitsubishi, Daimler-Chrysler, etc.).
El camino, bastante prudente, que tomó el gobierno venezolano no impidió que una empresa como ExxonMobil intentara en el 2008 el embargo de 12.000 millones de dólares que pertenecían a PDVSA por tribunales británicos y holandeses. Y esto justifica el pedido de que Venezuela se una a otros países del Sur con el fin de repudiar los tratados bilaterales de inversiones que incluyen cláusulas perjudiciales para los intereses de la nación, que se retire del CIADI y de la OMC y constituya un órgano multilateral del Sur para solucionar conflictos, o sea, en otros términos, crear un CIADI del Sur alternativo al CIADI del Banco Mundial, que está al servicio de los intereses de las grandes transnacionales.
En julio de 2009, Rafael Ramírez, ministro del petróleo, que hasta ese momento había sido muy prudente con respecto al CIADI, comenzó a alzar el tono de su discurso y denunció el unilateralismo de los mecanismos de la resolución de conflictos dominados por los países del Norte.
La profundización de las nacionalizaciones relanzó en el año 2009 el debate sobre el control obrero. Efectivamente, las organizaciones sindicales de izquierda y los colectivos de trabajadores exigen la puesta en marcha de los mecanismos de control por los trabajadores de los órganos de gestión de las empresas nacionalizadas. Los sindicatos quieren que los objetivos perseguidos por las nacionalizaciones sean realmente respetados; quieren también evitar la mala gestión, el despilfarro, las malversaciones, la corrupción, el abuso de los bienes sociales, en particular accediendo a los libros de cuenta, consiguiendo la transparencia en la estrategia comercial e industrial de las empresas y la presentación regular de los balances de gestión. Las organizaciones obreras sienten, con toda justicia, desconfianza con respecto a una gran parte de los ejecutivos privados de la empresa, que conservaron sus cargos después de las nacionalizaciones, pero también en relación con los nuevos ejecutivos, quienes, en ciertos casos, privilegian sus intereses personales frente a los de la colectividad. El control obrero aumentaría también la confianza de los propios trabajadores y de sus organizaciones al permitir la intervención colectiva para asegurar un contenido socialista a la gestión y a las relaciones de trabajo en las empresas, tanto de las nacionalizadas como de las que están todavía en manos del capital privado.
Por otra parte, asistimos a ocupaciones de empresas privadas por los trabajadores, que exigen su nacionalización. Inevitablemente, será necesario reavivar el debate sobre el control obrero en el sector de la producción petrolera. Esta reivindicación se había expandido durante el lock-out petrolero (diciembre de 2002-enero de 2003), cuando los trabajadores que luchaban por relanzar la producción convocaron un Congreso del sector. Pero luego el presidente Chávez descartó la perspectiva del control obrero en ese sector por considerarlo estratégico, cuando, al contrario, esto sería una razón suplementaria para organizarlo en esas empresas. Pasa lo mismo en el sector de la producción y de la distribución eléctrica, que también fue nacionalizado. Los trabajadores de este sector profundizaron la lucha por el control obrero en el mes de septiembre de 2009. El suministro eléctrico en el país se encuentra en una situación muy difícil, pues más del 50 % de la producción (4) se «pierde» o es desviada (robada) en la distribución. Las pérdidas se deben principalmente a la decrepitud de las instalaciones, debido a que, antes de su nacionalización por el gobierno de Chávez, algunas empresas como Electricidad de Caracas (propiedad de la multinacional estadounidense AES) fueron víctimas de una falta generalizada de inversiones y de renovación de las instalaciones. Por otra parte, grandes empresas industriales privadas consumidoras de grandes cantidades de energía son responsables de un desvío de electricidad, que despilfarran y que no la pagan. Están también las conexiones piratas en los barrios residenciales y también en los hogares populares que no siendo grandes consumidores sólo ocasionan pérdidas limitadas. Los trabajadores de este sector son los que se encuentran en mejor situación para resolver los problemas de la distribución de electricidad, luchar contra el despilfarro y la mala gestión de los directivos a fin de evitar los cortes de electricidad. Esto es lo que argumentan los dirigentes sindicales que exigen la implantación del control obrero.
Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores del Sector Eléctrico (FETRAELEC), declaró a la prensa local, con ocasión de una manifestación de 3.000 trabajadores del sector, en Caracas el 25 de septiembre de 2009: «Los trabajadores somos los que estamos dando la cara a las comunidades. Sabemos cómo podemos resolver esta crisis… hay que modificar las estructuras burocráticas y cambiar las estructuras de administración capitalista por una estructura con visión socialista. Tenemos que cambiar las relaciones de producción y eliminar toda esa burocracia que está matando a la empresa.» (5) Aymar Plaza, trabajadora del sector eléctrico, agrega: «Cuando nuestro presidente dice que tenemos que darle poder al pueblo, nosotros, los trabajadores, somos el pueblo. Nosotros tenemos que tener el control de la empresa y ser parte de la transformación de esta política capitalista hacia una política socialista.»
Esta batalla por el control obrero sobre la gestión de las empresas es absolutamente fundamental. Su solución es decisiva para la profundización del proceso en curso en Venezuela.(6) Durante el primer semestre de 2009, Hugo Chávez declaró, con ocasión de una reunión pública con los dirigentes obreros, que era favorable a la adopción de una ley sobre la elección de los dirigentes de las empresas nacionalizadas. (7)
Un encuentro de intelectuales revolucionarios que ha hecho mucho ruido
A comienzos del mes de junio de 2009, el Centro Internacional Miranda (CIM), institución oficial creada por la presidencia de Venezuela y financiada por el ministerio de Educación Superior, organizó unas jornadas de reflexión que causaron mucho ruido en el país. (8) Una treintena de los más importantes intelectuales de izquierda venezolanos debatieron sobre los avances y los bloqueos del proceso revolucionario en curso. He aquí unos extractos de la síntesis publicada por el CIM que muestran la profundidad de los debates realizados en estas jornadas, tituladas «Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura». (9)
«Una de las discusiones centrales del debate giró en torno a lo que es el PSUV, dando así origen a una serie de interrogantes: ¿En qué se diferencia el PSUV de los partidos políticos tradicionales o de viejo cuño? ¿Los partidos siguen teniendo sentido o no lo tienen en una sociedad compleja? En el caso de que el partido sea la solución ¿debe tener una dirección única o una dirección colegiada? ¿Es conveniente que una persona pueda tomar decisiones al margen de las bases o contra la voluntad de las mismas? ¿Qué futuro tiene un partido donde las bases raramente tienen la oportunidad de expresarse? ¿Deben las bases elegir a los miembros de la dirección o se trata de una decisión no participada en aras de otras razones? ¿No debilita al propio partido que la dirección sea elegida al margen de las bases? ¿Cómo participan las bases en la elaboración de las grandes líneas programáticas, de las directrices del gobierno y del contenido del socialismo del siglo XXI? ¿No es un problema para el partido que algunos de los funcionarios que están al frente de áreas fundamentales del gobierno sean al mismo tiempo dirigentes del partido? ¿No conduce a la ineficiencia la acumulación de responsabilidades? ¿Y no es repetir un problema del socialismo del siglo XX el confundir el partido con el Estado? ¿Nació el PSUV cupularmente, de arriba hacia abajo, más como una necesidad política entendida como tal desde el gobierno que como una necesidad sentida como tal por las bases?»
«Otro elemento relevante reiterado es la necesidad de que el instrumento cuente con una dirección colectiva. Que se articule efectivamente con los movimientos sociales de base (no que los utilice en tareas electorales o como correa de transmisión del gobierno), que derrote el mal del clientelismo partidista y que instituya las bases de un verdadero partido revolucionario, reconociendo la libertad de crítica y profundice la democracia dentro del partido; estos son elementos que formaron parte central de la discusión.»
El nuevo Estado revolucionario
«Si el Estado ha sido el instrumento que utilizó el neoliberalismo para imponer sus propuestas ¿Tiene que ser también el instrumento para liberarnos del neoliberalismo? […] ¿Este Estado puede conducirnos rumbo al socialismo o por el contrario es un freno para ello? ¿Se trata de debilitar el Estado actual o de fortalecerlo? ¿Se trata de inventar un nuevo Estado que puede llamarse comunal o socialista? ¿Cuáles son los rasgos del Estado comunal?»
El papel de los medios de comunicación
«Otra de las grandes discusiones tuvo que ver con los medios de comunicación, los ajenos y los propios. El debate se centró en qué hacemos con nuestros medios, cuando pese a disponerse de seis televisoras públicas, en total no se alcanza, se dijo, el 8 % de la audiencia. ¿A qué se deber este evidente fracaso? ¿Están malbaratando acaso esos recursos públicos quienes no consiguen incrementar los índices de audiencia? […] Aun siendo evidente el gran crecimiento de los medios comunitarios y alternativos durante el proceso revolucionario, la solución aún no se ha articulado. […] ¿No es hora, igualmente, de que CONATEL (10) haga cumplir las leyes de telecomunicaciones? ¿A qué se espera para frenar el abuso de los medios de comunicación privados? […]»
El carácter de la Revolución
«Otro gran rasgo del debate tuvo que ver con el signo de esta Revolución. Se planteó que en esta Revolución se sumaban varias revoluciones: la estudiantil, la campesina, la obrera, la socialista, la de mujeres, la militar y la popular. […] Es importante abrir un debate fuerte, aún pendiente, con estudiantes, con intelectuales, con trabajadores, con campesinos. Hay que volver a sentar en un dialogo permanente a todos estos sectores. Otro aspecto pendiente no menor es la definición del socialismo del siglo XXI. No obstante, por un lado es una ventaja no definirlo, porque implica que no estamos repitiendo modelos; por otro lado muestra una falta de concreción que quizás lo deja demasiado abierto. El socialismo del siglo XXI, se defendió, tiene que ser del siglo XXI pero también tiene que ser socialismo. No puede fracasar en el elemento emancipador. […]”
La participación popular
«Otro de los elementos que parece caracterizar al socialismo del siglo XXI es la idea de la participación, que ha aparecido como un elemento central en lo que ha sido este proceso. Se planteó si los consejos comunales (véase el recuadro «Los consejos comunales») aunque son el ejemplo por excelencia de participación, no estarían respondiendo a una lógica muy poco participativa. Esto se explicaría porque o bien no funcionan o bien responden directamente al poder ejecutivo. Además está presente el problema de que corren el riesgo de ser cooptados por el partido, lo que de alguna manera genera problemas entre la lógica institucional del partido y la lógica social de los consejos comunales. […] Existe un profundo riesgo de que la lógica institucional limite a la lógica social, que ha tardado 30 años en construirse en este país, y que fue la que hizo posible la revolución y la que la defendió el 13 de abril (11)
«El último elemento apuntó a los modos y formas en que se debe articular la critica. Incluso entre los intelectuales comprometidos con el proceso, la crítica ha perdido parte del espacio que le corresponde, especialmente entre aquellos con alguna responsabilidad institucional. No es difícil encontrar en los medios del proceso comportamientos del socialismo del siglo XX, en los que se acusa de “contrarrevolucionario” o de “agente de la CIA” a cualquier persona, incluidas personas con una incuestionable semblanza revolucionaria, que formula críticas en voz alta. Esto debilita fuertemente al proceso, pues el gobierno deja de recibir insumos para su ajuste.»
«Esta pregunta se repitió con frecuencia: ¿Es posible que avance una revolución que no hace de la crítica el principal de sus motores? Se planteó que con esta reunión de los intelectuales afectos al proceso, la revolución se revisaba, a la vez que se fortalecía. Los asistentes se felicitaron por el hecho de que el Ejecutivo pusiera a disposición de la intelectualidad del proceso un ámbito para la crítica que en diez años no había tenido lugar. Igualmente insistieron en que con este evento quedaba demostrado que no es cierto el discurso del miedo a las críticas. Es igualmente falsa la denuncia de la oposición de que no hay libertad de expresión en Venezuela. Esta revolución es capaz de reinventarse constantemente gracias a los espacios de libertad existentes. […]»
«Los intelectuales —concepto que fue ampliamente criticado por los presentes como elitista— militan con el compromiso de que es necesario aunar teoría y práctica, no olvidando que la praxis hace a la teoría útil.»
Estas jornadas fueron transmitidas íntegramente por una cadena pública (TVES) en directo y retransmitidas después en diferido durante unos diez días. Algunos sectores del gobierno, y no de los menos importantes, criticaron con dureza tanto la iniciativa del CIM como los resultados de las jornadas. Entre ellos, en particular, Rafael Ramírez, ministro del petróleo, y Nicolás Maduro, ministro de relaciones exteriores, ambos altos responsables del PSUV. VEA, uno de los diarios chavistas, publicó varios artículos críticos con la iniciativa del CIM, afirmando que: «Fabrican encuentros de intelectuales cuyos pronunciamientos son confusos, dejan traslucir su resquemor por el liderazgo de Chávez, que ellos denominan “hiperliderazgo” o “cesarismo progresista”; sin duda, son chavistas sin Chávez, pero avergonzados de salir a la luz del día, de saltar definitivamente la talanquera.» (Publicado el 6 de junio de 2009 con la firma colectiva «Grano de maíz»)
Después de diez días de polémica en la prensa, tanto chavista como opositora, Hugo Chávez en su programa de televisión «Aló presidente» del 14 de junio, parecía dar la razón a quienes critican al Centro Internacional Miranda. Esto no hizo más que aumentar el interés del público en el evento: diferentes dirigentes sindicales obreros así como el Partido Comunista de Venezuela y el Patria Para Todos (partidos que apoyan al gobierno pero rechazan integrarse en el PSUV) salieron en defensa del CIM, afirmando que el aporte crítico de los intelectuales revolucionarios constituye una fuerza, un evento positivo. Por un momento se temió que el CIM fuera relegado o incluso cerrado pero, por el momento, esto no ocurrió. Lo que refleja una vez más complejidad de la evolución en curso en Venezuela, y que su gobierno no puede ser considerado totalitario.
Los consejos comunales
La ley titulada «Ley de los consejos comunales» LCC (12) fue sancionada sin un verdadero debate el 7 de abril de 2006. En su artículo 3 precisa: «La organización, funcionamiento y acción de los consejos comunales se rige conforme a los principios de corresponsabilidad, cooperación, solidaridad, transparencia, […] honestidad, eficacia, eficiencia, responsabilidad social, control social, equidad, justicia e igualdad social y de género.»
La asamblea de ciudadanos y ciudadanas, «la máxima instancia de decisión del consejo comunal» (art. 6), está integrada por los habitantes de la comunidad mayores de 15 años (Consejos comunales, Expresión del poder popular). El propio consejo comunal delimita su territorio y sus miembros son ad honorem (art. 12). Los diferentes ámbitos de intervención están definidos de la siguiente manera: «salud, educación, tierra urbana o rural, vivienda y hábitat, protección e igualdad social, economía popular, cultura, seguridad integral, medios de comunicación e información, recreación y deportes, alimentación, mesa técnica de agua, mesa técnica de energía y gas, servicios, y cualquier otro que considere la comunidad de acuerdo a sus necesidades.» (art. 9)
La institución de los consejos comunales en el 2006, bajo el impulso del presidente Hugo Chávez, está fuertemente marcada por la voluntad de instaurar la participación en la concepción y la realización de la política local. El gobierno puso grandes esperanzas en estos consejos, que concibe como «unidades territoriales de base de la participación popular y de autogobierno». El poder atribuido a los consejos comunales no es despreciable, puesto que da derecho a una «comunidad» a proponer y ejecutar proyectos que pueden, desde el primer año, llegar a los 30 millones de bolívares. Según las palabras del presidente, esta «explosión revolucionaria del poder popular» debe constituir la base realista y duradera de un nuevo tipo de Estado, de «un socialismo del siglo XXI».
Juan Leonel M. (FONDEMI, Fondo de desarrollo microfinanciero), evocando, en junio de 2007, los 15.000 Consejos ya formados, no oculta que las relaciones con las municipalidades son delicadas: «De hecho, los alcaldes, en fin, muchos de ellos, se oponen a este nuevo modo de elección y de organización de las comunidades. Ven a los consejos comunales como una organización que compite con su municipio. Pero actualmente la idea es que el poder constituido, que son los alcaldes, debe avanzar tomados de la mano, con el poder constituyente que son los consejos comunales. El Estado está en vías de llevar a cabo una revolución dentro del sistema estatal. El poder constituyente del pueblo debe ser el motor de este cambio. Los consejos comunales son la piedra angular del autogobierno comunal, donde el pueblo ejerce directamente el poder.» (Fragmentos de: Anne Florence Lopuzé, «Les conseils communaux au Venezuela: un outil d’émancipation politique?» in Olivier Compagnon, Julien Rebotier et Sandrine Revet (sous la direction de), Le Venezuela au-delà du mythe. Chavez, la démocratie, le changement social, Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, París, 2009.
La ley del 2006 sobre los consejos comunales está en vías de modificación, y es probable que próximamente sea reemplazada por una nueva ley, cuya elaboración está en curso. Para saber más sobre esta experiencia, recomendamos leer los trabajos de Martha Harnecker, residente en Venezuela, que ha dedicado estos últimos años a la experiencia de los consejos comunales. (13)
El PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) en vísperas de un congreso
El partido, fundado por Chávez en el año 2006, dio la impresión de que había abortado con el referéndum constitucional del 2007, dado que el número de venezolanos que votaron «Sí» era inferior al número de inscriptos oficialmente en el partido (14). Pero este juicio fue parcialmente desmentido en los meses siguientes, pues las reuniones en la base se multiplicaron, lo que llevó a la designación de candidatos a las elecciones municipales y los cargos de gobernador de los 23 estados que constituyen Venezuela. Aquí también el proceso es contradictorio, pues si bien la base ha tenido una participación dinámica, y ha designado los candidatos a las elecciones, lo cierto es que cuando, en otro registro, se trataba de la composición de la dirección del partido, la base no pudo elegir la totalidad de los dirigentes y fue Chávez quien puso en los cargos principales del partido (los 8 vicepresidentes del PSUV) a los ministros de su gobierno, lo cual creó una confusión perniciosa entre el Estado, el gobierno y el partido. Sobre esta cuestión crecen las críticas en el seno del PSUV sobre el hecho de que la animación y la dirección del partido, en el más alto nivel, sean responsabilidad de los ministros, que ya están recargados por su trabajo gubernamental. Además, su posición de ministros otorga a estos dirigentes el poder de influenciar desproporcionadamente las decisiones que toma el partido. Así mismo, pueden influir con más facilidad que otros sobre una fracción de los miembros del partido cuando son llamados a votar. Martha Harnecker expresa así una crítica que comparte un número importante de militantes: «Una de las cosas que a nosotros nos extraña y a los extranjeros supongo que les chocará muchísimo, especialmente en Europa, es que el Estado sea el instrumento con el cual se construye el partido. Eso es algo absolutamente contradictorio con nuestra visión de partido (15)
Gonzalo Gómez, militante del PSUV y cofundador de Aporrea, se inquieta: «Carecemos de estatutos, porque no se aprobaron, y el partido anda a capricho de las correlaciones de fuerzas eventuales, porque no hay reglas, las reglas aparecen en el transcurso del juego mismo. Eso debe ser cambiado garantizando la democratización plena de la organización y, por otro lado, está la relación con el Estado, con el poder popular y los movimientos sociales.» En lo concerniente a la relación entre el partido y el poder popular, al que llama también el «actor constituyente», agrega: «El partido puede aspirar a proponer y orientar, desde el acompañamiento a los movimientos sociales en la construcción del poder popular, pero no puede someter al poder popular: someter a ese actor constituyente por lo constituido.» (16)
El próximo congreso del PSUV (inicialmente convocado para el 10 de octubre de 2009 y luego postergado hasta fines de noviembre de 2009) plantea numerosos interrogantes. Los 7.253.691 militantes inscriptos en el PSUV son convocados a reunirse en estructuras de base, denominadas «patrullas», compuestas cada una por entre 20 y 30 miembros. Para que sea válida, cada reunión de una patrulla debe contar con la asistencia de más de la mitad de sus miembros. Cierto número de militantes expresan su inquietud: se preguntan cómo se puede organizar democráticamente un congreso que debe tratar tanto un programa como los estatutos y el balance de tres años de existencia, sin olvidar las perspectivas.
Las paradojas de la economía venezolana: el sector capitalista se desarrolla con más rapidez que el sector público y controla aún muy ampliamente la economía, a pesar de las nacionalizaciones
El peso del sector privado (ampliamente dominado por el sector capitalista) (17) en el producto interior de Venezuela pasó del 64,7 % en 1998 (en vísperas de la elección de Chávez como presidente) al 70,9 % en el tercer trimestre del 2008. (18)Aunque el gobierno ha nacionalizado un número significativo de empresas de gran tamaño en los sectores de la electricidad, de las telecomunicaciones, de la siderurgia, de la agroalimentación, del cemento y de la banca, el sector capitalista tuvo un crecimiento mayor que el público, lo cual explica que su peso relativo en el PIB haya aumentado (véase más arriba), mientras que el del sector público bajaba (del 34,8 % en 1998 al 29,1 % en el 2008). (19)
Esto se explica, en particular, por el tipo de utilización de la renta petrolera. Una aplastante mayoría de los recursos del Estado venezolano provienen de la exportación de petróleo. El gobierno emplea masivamente estos recursos para mejorar las condiciones de vida de la mayoría pobre de la población (así como de otros sectores de ingresos medios) en los ámbitos de la salud (con resultados impresionantes), de la educación (idem), de la provisión de productos básicos a precios comprimidos a través de los canales de distribución y de comercialización Mercal(20) y Pdval (21) (alimentos y otros bienes de primera necesidad para las familias), de la construcción de viviendas, de la construcción de infraestructuras y de medios de comunicación colectiva (metro, tren), del aumento de los salarios en la función pública, del aumento del número de becas y rentas sociales, sin olvidar los gastos en los sectores de la cultura y los deportes, y la distribución de subvenciones importantes a las cooperativas y los consejos comunales.
El resultado es indiscutiblemente positivo: la proporción de venezolanos que viven por debajo del umbral de la pobreza se ha reducido a la mitad entre el 2003 y el 2008, pasando del 62,1 % al 31,5 % de la población. En cuanto a las personas en situación de pobreza extrema, la proporción se redujo dos tercios, pasando del 29 % en el 2003 al 9,1 % en el 2008 (22) El analfabetismo tuvo una fuerte disminución, el nivel de formación aumentó, el acceso a la atención sanitaria gratuita tuvo un alto aumento, el consumo de masa aumentó…
Pero el sector capitalista se beneficia también largamente de estos gastos gubernamentales, pues es quien domina, de lejos, la banca, el comercio y la industria alimentaria. El dinero suplementario que llega al pueblo proveniente de los gastos gubernamentales acaba concentrándose en los bolsillos de los capitalistas, pues es en los bancos capitalistas donde los particulares (y también las cooperativas, los consejos comunales, las municipalidades y otros numerosos entes públicos) depositan su dinero. Son bancos capitalistas los que emiten la moneda de crédito al consumo bajo la forma de tarjetas de crédito y que mantienen una parte creciente del consumo (cobrando unas elevadas tasas de interés). Son las empresas capitalistas de la industria alimentaria las que producen o comercializan la mayor parte de los productos alimentarios consumidos por las masas. Son las empresas capitalistas importadoras las que hacen llegar del exterior —a un tipo de cambio oficial muy favorable— los variadísimos productos importados que consumen los venezolanos (por otra parte, estas firmas organizan un comercio import-export fraudulento masivo entre Venezuela y Colombia que hace perder ingresos al Estado aumentando los beneficios capitalistas). Son las cadenas privadas de grandes superficies que aún dominan el comercio, aun si Mercal y Pdval tienen un papel no despreciable en la distribución de productos de base. Cuando el Estado nacionaliza empresas privadas pertenecientes al capital nacional, es a capitalistas locales a los que paga indemnizaciones de recompra.(22)
En síntesis, el sector capitalista sigue absorbiendo la mayor parte de los gastos que hace el Estado a favor de la población pobre o de ingresos medios.
Según un estudio de Mark Weisbrot y Luis Sandoval (23)cuyo contenido es, por otra parte, muy favorable al gobierno de Chávez, el sector financiero privado ha tenido un crecimiento del 37,9 % en el 2004, del 34,6 % en el 2005 y del 39,2 % en el 2006, mientras que el sector público (todos los sectores juntos) no creció más que el 12,5 % en el 2004, el 4,1 % en el 2005 y el 2,9 % en el 2006.
Como ha escrito Víctor Álvarez: «En el anterior período gubernamental del presidente Chávez (2000-2006), la mayoría de los incentivos financieros, fiscales, cambiarios, compras públicas, asistencia técnica, etc. fueron dirigidos al aparato productivo existente, conformado fundamentalmente por empresas mercantiles, las cuales reproducen el modo de producción capitalista que, paradójicamente, es el que se quiere superar y trascender.»
Estamos muy lejos de las afirmaciones de la prensa dominante, que ve en la gestión de Hugo Chávez una estatización galopante de la economía venezolana.
Un problema adicional, antes mencionado, se debe a una política de sobrevaloración de la moneda venezolana con respecto al dólar. Esto requiere una explicación. Desde el año 2003, las empresas que quieren importar mercaderías y servicios deben comprar los dólares a una administración del Estado llamada CADIVI. Esta medida, tomada para luchar contra la fuga de capitales, es útil. El problema es que el tipo de cambio entre el bolívar y el dólar sobrevalora el primero. En efecto, esto agrava un comportamiento perverso: para un capitalista que dispone de una suma importante de bolívares, es más rentable cambiarlos por dólares, que compra al Estado a bajo precio, y comprar bienes en Estados Unidos o en otra parte, que producirlos en el país. Por lo tanto, la política del bolívar sobrevaluado inhibe la inversión productiva y favorece la actividad comercial volcada a la importación frenética de mercancías (24) ny su venta en las grandes redes privadas de distribución. De hecho, esta importación masiva está subvencionada por el Estado, dado que éste vende al sector privado a bajo precio unos dólares acumulados gracias a la exportación de petróleo. Así mismo, habría que analizar el papel de esta política del bolívar sobrevaluado y del alto nivel de importaciones sobre la tasa de inflación, particularmente alta en estos últimos años. Una inflación que se come los aumentos salariales dispuestos por el gobierno.
Un ejemplo de la naturaleza viciosa de esta política cambiaria y de los regalos que el gobierno hace a los bancos privados. El Estado venezolano compró títulos de la deuda emitidos por Argentina en 2004-2005. El problema es que vendió una parte de estos títulos, denominados en dólares, a los bancos privados. Éstos los pagaron en bolívares al tipo de cambio oficial sobrevaluado. ¿Qué hicieron con ellos algunos (o muchos) compradores? Los vendieron en Estados Unidos o en otra parte en dólares. Esto les permitió eludir el control sobre los movimientos de salida de capitales que ejerce el Estado venezolano. Es decir, oficialmente no exportaron capitales, no hicieron más que sacar del país títulos de la deuda argentina. Otras maniobras astutas de los bancos han podido brindarles jugosos beneficios, sería largo de detallar.
En conclusión, aunque el Estado trata de poner en marcha una política de desarrollo endógeno (esto es, volcado a la satisfacción de la demanda interna mediante la producción cada vez mayor dentro del país), la manera de operar la redistribución de la renta petrolera tiende a reforzar el sector capitalista y su comportamiento importador.
En su intervención en el encuentro de intelectuales organizado por el CIM, el escritor y jurista Luis Britto resumió así la situación: «Vivimos en una sociedad dual y yo digo en una fábula que hice que cuando uno intenta hacer un sistema mixto con gallinas y con zorros en un mismo gallinero, a la semana sólo quedarán zorros y además se comerán al granjero.» (25)
Algunas pistas para avanzar hacia una transición al socialismo del siglo XXI en Venezuela (26)
Una de las soluciones que se pueden poner en marcha a fin de que el Estado pueda recuperar (en lugar del actual sistema bancario privado) una parte sustancial de lo que distribuye (o destina) consiste en transferir al sector público (nacionalizar) la mayor parte o la totalidad del sector bancario capitalista venezolano (27) Recuperando de este modo una parte de lo que distribuye (a partir de la renta petrolera), podrá reinvertirla en la economía en forma de gastos sociales o de inversiones productivas, a fin de crear un círculo virtuoso de acumulación y de desarrollo de un sector público de la economía, así como de otras formas de propiedad que se ha de apoyar y reforzar (pequeña propiedad privada, propiedad cooperativa, formas tradicionales de propiedad de las comunidades indígenas, etc.)
Una segunda medida podría consistir en la estatización del comercio exterior, a fin de evitar que una gran parte de los beneficios del mismo sea desviada hacia la acumulación capitalista o hacia el exterior vía la fuga de capitales. Habría que establecer así mismo una serie de estímulos de diferentes tipos (impuestos, subvenciones, prioridades en las compras del Estado, etc.) a favor del sector no capitalista de la economía (naturalmente, incluida la pequeña propiedad privada). (28)
Pero lo que es absolutamente esencial es establecer unos mecanismos para evitar dos grandes escollos: 1) El monopolio de las decisiones por la burocracia del Estado, y 2) la emergencia de una nueva burguesía desde las entrañas del chavismo, lo que ya se denomina popularmente la «boliburguesía» (de burguesía bolivariana, la parte de los dirigentes chavistas que se benefician de sus funciones acumulando un capital). (29) Entre estos mecanismos citemos: fijación de un límite al abanico de salarios (por ejemplo, entre 1 y 6) reduciendo los más altos y aumentando el mínimo, así como los salarios medios; la obligación de los mandatarios y altos funcionarios de presentar una declaración anual de los ingresos globales (salarios, remuneraciones y otros ingresos) y del patrimonio (pues la acumulación de capital por los burócratas pasa a menudo por cobros bajo mano que aparecen en el patrimonio); la obligación de los ciudadanos de declarar las diferentes cuentas bancarias que tengan en el país y en el exterior (levantamiento del secreto bancario); un fuerte aumento de la progresividad del impuesto sobre los ingresos.
Un remedio indispensable, y ciertamente el más eficaz, es la aplicación de una política de control obrero y de control ciudadano de la contabilidad y la gestión de las empresas y de las instituciones públicas. Esto permite imponer la transparencia de la gestión (a fin de evitar los desvíos, el derroche, e empleo de los recursos de las empresas e instituciones en proyectos que no se justifiquen desde un punto de vista social, ambiental, etc.) mediante una política de auditoría integral, en la cual deben participar activamente los trabajadores y los usuarios de los servicios. Esto implica también la dotación de los organismos de control, y de las personas que forman parte de éstos, de la formación necesaria para pasar del control a la autogestión de las empresas (manteniendo siempre un control externo). Toda esta batalla por el control obrero, por el control ciudadano (control de usuario), por la autogestión forma parte de la construcción de órganos de poder popular. Habría que encontrar la forma adecuada para que el desarrollo de estos órganos no se limite a una visión fragmentada, lo cual plantea el problema de la construcción de una federación nacional de órganos de control y de poder popular.
Por otra parte, es también vital mejorar la formación de los gestores de las empresas públicas. Pues las nacionalizaciones requieren la creación de una reserva de reclutamiento de cuadros de alto nivel técnico y de una sólida formación política y social, que también tengan una formación ética. En efecto, para acelerar el ritmo de las nacionalizaciones, es necesario crear al mismo tiempo una reserva de cuadros y desarrollar, como se ha dicho más arriba, una política de control obrero y ciudadano. En caso contrario, se corre el riesgo de crear empresas públicas ineficaces, cuando no corruptas.
Algunas observaciones suplementarias concernientes a Venezuela
Reducir la dependencia de los hidrocarburos y de Estados Unidos
Uno de los desafíos a los que se enfrentaron varios gobiernos anteriores, así como el de Hugo Chávez, es la diversificación del aparato productivo a fin de salir de una extrema dependencia de los hidrocarburos (demás está decir que esto vale para la mayoría de los grandes exportadores de petróleo). Es por esto por lo que, en los años 60, se creó una empresa como SIDOR. Más tarde, en el curso de los años 80 y 90, los gobiernos neoliberales (30) privatizaron muchas empresas públicas, como SIDOR, y recurrieron a las inversiones extranjeras para diversificar la economía. Fue un fracaso.
En estos últimos años, el gobierno de Hugo Chávez trató a su manera de diversificar el aparato productivo con las siguientes medidas:
1. Desarrollo y refuerzo de un polo siderúrgico y metalúrgico aplicando una política de sustitución de importaciones (por ejemplo, Venezuela producirá los tubos necesarios para sus oleoductos, que hasta ahora son importados; con ayuda de China, ampliará la red y fabricará material rodante);
2. Apoyo a la producción agrícola local para acercarse tanto como se pueda a una situación de soberanía alimentaria, cuando cerca del 90 % de los alimentos consumidos en el país son importados (herencia de décadas de empleo de los recursos petroleros para importar todo lo que Venezuela necesitaba);
3. Desarrollo de la industria petroquímica;
4. Mejora de la producción y de la distribución de electricidad, obtenida en su mayor parte a partir de la energía hidráulica (felizmente, no a partir del petróleo). En este aspecto, al contrario de las intenciones oficiales, hay que evitar lanzarse a la producción de electricidad por centrales nucleares;
5. Nacionalización de la industria cementera a fin de desarrollar la política de construcción de viviendas.
En cuanto a la voluntad de reducir la dependencia del petróleo, Venezuela trata también de disminuir la parte de sus exportaciones destinadas a Estados Unidos, (31) su principal comprador de hidrocarburos, intentando reforzar las ventas a China (según fuentes gubernamentales, se espera que este país compre tanto como Estados Unidos de aquí al 2014, una meta que parece difícil alcanzar).
Política agraria
Se ha llevado a cabo una reforma agraria, (32)las cooperativas y las pequeñas explotaciones agrícolas reciben importantes subvenciones, pero se parte de una situación muy difícil. El peso de la agricultura en el PIB es muy débil (33) y, aparte de excepciones muy importantes (como, por ejemplo, las regiones de grandes huertas de los Andes), (34) Venezuela es uno de los países en los que el campesinado está considerablemente debilitado debido a la aplicación durante décadas del modelo importador.
¿Cómo reconstituir un campesinado que asegure la soberanía alimentaria de una población que llegará a los 30 millones en los próximos años? Hay que reconocer que es muy difícil resolver el problema. Para ello, es necesario que el Estado ponga en marcha una amplia batería de medidas de estímulo, entre las cuales: una mejora sustancial de la calidad de los servicios públicos en zonas rurales para reducir el éxodo rural; el aporte de una ayuda a diferentes niveles a la agricultura familiar y otras formas tradicionales de producción agrícola, sin ejercer una presión exagerada a favor de las cooperativas (35) el desarrollo de una red pública para la comercialización de los productos de los campesinos, que asegure la estabilidad de la salida y precios suficientemente altos para estimularlos y ponerlos fuera del alcance de las garras de las redes privadas, que imponen su precio a los productores, y asegurarles unos márgenes de beneficio mucho más altos. (36)
Michael Lebowitz ha hecho unas propuesta concernientes a la política agrícola en Venezuela que se tendría que poner en práctica para mejorar la situación: «Teniendo en cuenta el contrabando existente debido a un bolívar sobrevaluado y el desvío de mercancía vía mercado negro, no es apropiado subsidiar a través del suministro gratis de insumos, tales como medios de producción o subsidios monetarios directos, a la producción agrícola (excepto en la caso de que se establezcan nuevas instalaciones productivas). ¿Por qué? Porque dadas las circunstancias, no hay ningún control que asegure que los productos se dirijan al lugar apropiado —sobre todo con la falta de mecanismos de seguimiento y vigilancia que involucran costos de transacción muy importantes.
»Por lo tanto, para asegurar que los subsidios resulten en un verdadero incremento de alimentos en el mercado nacional y a precios apropiados, la mejor forma de subsidio es a través de una agencia del Estado que compre los productos a un precio determinado. Esta agencia estatal puede otorgar un precio a los productores que estimule la producción y luego puede hacer que estos artículos sean vendidos a la población en general través de la red de Mercal a precios más bajos que lo que pagó a los productores.» (37)
Política del gobierno venezolano en materia de endeudamiento
El peso de la deuda pública con respecto al PIB ha bajado en el curso de los últimos años, pero hay que señalar que el gobierno de Hugo Chávez sigue sin ordenar la realización de una auditoria integral de la deuda pública a pesar de que se comprometió a hacerlo en varias ocasiones. (38) Una parte de la deuda, que Venezuela sigue pagando, fue heredada del régimen anterior (la IV República) y está muy tachada de fraude. Pero no es necesario atenerse a las deudas contraídas por los gobiernos anteriores a la V República, instituida en 1999. En efecto, es muy importante para el gobierno que demuestre a la ciudadanía que está dispuesto a auditar su propia política de endeudamiento.
Además, no se puede dejar interrogarse sobre la oportunidad de contraer nuevas deudas en un momento en el que el precio del barril de petróleo era elevado y en el que no faltaba liquidez. Sin embargo, PDVSA se endeudó por un monto de 12.000 millones de dólares en el 2006 emitiendo títulos en los mercados financieros internacionales. ¿Cómo justificar esta medida que no fue discutida en la Asamblea nacional? Con un precio del barril en baja desde julio de 2008 (aun si su nivel actual —entre 50 y 70 dólares el barril en el verano del 2009— pone a Venezuela fuera de peligro inmediato), los desembolsos que debe efectuar PDVSA ¿no recargan su presupuesto? ¿No reducen exageradamente su liquidez? ¿Por qué endeudarse y transferir intereses a los mercados financieros privados internacionales (o nacionales), si se dispone de suficiente liquidez para no tener que recurrir al empréstito? Lamentablemente, estas preguntas siguen sin respuesta.
Hay que destacar que Hugo Chávez pone el acento en el desarrollo endógeno del país, que define como «autocentrado, basado en los recursos propios y consubstancial del retorno con fuerza a la escala nacional». Reducir el endeudamiento exterior de PDVSA tendría que constituir una aplicación de esta definición tan interesante.
La defensa de Venezuela frente al peligro de agresión exterior y a la amenaza de los paramilitares colombianos en territorio venezolano
Ante la agresividad de Estados Unidos y de Colombia (las fuerzas armadas colombianas son muy superiores a la venezolanas y es público y notorio que paramilitares colombianos ya están presentes en territorio venezolano, por ejemplo, en el estado de Tachira, al suroeste del país) la población es cada vez más consciente de la necesidad de prepararse para afrontar posibles ataques.
Hay que recordar que, para hacer frente al putsch del 11 de abril de 2002, el pueblo no disponía de armas. Fueron centenares de miles de personas desarmadas las que rodearon los cuarteles, el palacio presidencial, las radios y la TV cómplices del golpe. Muchos militantes no quieren que esta situación se repita, tanto más cuando los enemigos del proceso han aprendido la lección del fracaso del golpe.
El general Alberto Müller Rojas, miembro de la dirección del PSUV, dice en un editorial de A la Izquierda, revista del partido, que hay que imaginar «una agresión armada […] en la cual nuestro pueblo tendría que enfrentar fuerzas no sólo cuantitativamente mayores, sino cualitativamente superiores. Y habría un agravante. Las hostilidades contarían con el apoyo de factores de poder internos…». Más adelante agrega: «Y la respuesta de nuestra organización no puede ser otra que la promoción de un debate sobre el problema en el marco de las organizaciones populares.» (39). Por su parte, Stalin Pérez Borge, dirigente de Marea Socialista y responsable sindical, escribe: «… la única respuesta es el pueblo en armas. Es necesario que nosotros, los trabajadores, nos incorporemos de inmediato a la Milicia Bolivariana para formar lo más pronto posible los batallones obreros.» (40)
Traducido por Raúl Quiroz
Notas
(1) El «no» en el referéndum constitucional promovido por Chávez el 2 de diciembre de 2007 recogió el 51 % de los votos contra el 49 % del «sí». Fue el único fracaso «electoral» de Chávez entre 1998 y 2009. Véase Eric Toussaint, «Transformar el fracaso del 2 de diciembre de 2007 en una potente palanca para impulsar el proceso en curso en la Venezuela de Hugo Chávez», http://www.cadtm.org/Transformar-el-fracaso-del-2-de
(2) Hay que destacar que en Francia no había, hasta julio de 2008, límite para el número de mandatos consecutivos; actualmente este límite es de dos mandatos consecutivos. En España no existe ninguna limitación.
(3) http://voixdusud.blogspot.com/2009/03/lindustrie-alimentaire-dans-la.html
(4) De todos modos, hay que destacar un elemento estructural muy positivo en Venezuela: la electricidad proviene en su casi totalidad de la energía hidráulica. El uso de combustibles fósiles es absolutamente marginal y no hay ninguna central nuclear.
(5) Véase un video muy interesante de la manifestación, con entrevistas a varios dirigentes sindicales en el sitio de Marea Socialista: http://mareasocialista.com/trabajadores-372.html
(6) Para saber más sobre las iniciativas o las tomas de posición en materia de control obrero en Venezuela, léase, en especial, los números 19, 20 y 21 de la revista Marea Socialista, julio-agosto de 2009, que presenta la situación en SIDOR, Corpoelec, Cadafe, las cementeras, Cafeaca, Alcasa, Carbonorca, etc. http://mareasocialista.com/
(7) Este ha sido, en particular, el caso el 21 de mayo de 2009, durante una reunión de Hugo Chávez con los 400 delegados de la industria del acero y del aluminio realizada en el estado de Guayana. Otra reunión para concretar los compromisos asumidos en el curso de esta importante asamblea tuvo lugar el 21 de agosto en el marco del «Plan Guayana socialista 2019». Véase Marea Socialista, nº 22, p. 3.
(8) Todas las intervenciones, que en total llenan más de 300 páginas, son accesibles en español en el sitio www.aporrea.org y han sido publicadas en el número cero de la revista La Comuna, con fecha julio-agosto-septiembre de 2009. Hay que señalar que el sitio www.aporrea.org, creado justo después del fracaso del golpe de Estado de abril del 2002 por un grupo militante en torno a Gonzalo Gómez (por otra parte, fundador del CADTM Venezuela), desempeña un papel muy importante en el plano de la información y de los debates sobre el proceso en curso. Supera el millón de visitas mensuales. Así mismo, varias intervenciones pueden verse en el sitio www.cadtm.org y en www.rebelión.org
(9) Véase la síntesis completa en http://www.cadtm.org/Venezuela-premiere-synthese-de-la
(10) Comisión nacional de telecomunicaciones, instancia independiente de regulación.
(11) Fecha del retorno de Chávez al poder (después del golpe de Estado del 11 de abril de 2002) tras la movilización masiva y espontánea de la población.
(12) http://www.tecnoiuris.com/venezuela/gaceta-oficial/administrativo/ley-de-los-consejos-comunales.html
(13) Véase Martha Harnecker, «De los consejos comunales a las comunas», http://www.rebelion.org/docs/83276.pdf . Este estudio, de 61 páginas, contiene une bibliografía de los 21 trabajos de Harnecker sobre el tema de la participación popular. Véase también, de la misma autora, «Las Comunas, sus problemas y cómo enfrentarlos».
(14) Oficialmente, seis millones de venezolanos estaban afiliados al PSUV en el momento del referéndum del 2 de diciembre de 2007. Pero el «Sí» obtuvo sólo un poco más de cuatro millones de votos, algunos de los cuales evidentemente no provenían de militantes del PSUV, puesto que el PCV (Partido Comunista de Venezuela) y el PPT (Patria Para Todos) también llamaban a votar «Sí». Por lo menos, dos millones de afiliados del PSUV no votaron «Sí». En la fase de lanzamiento del partido, se fijó a los ministerios unas cuotas de inscripciones de nuevos miembros que debían lograr, lo que ha viciado el proceso y abultado el número de partidarios sin que ello correspondiera a la cantidad real de venezolanos que pensaban adherirse al partido.
(15) Intervención de Martha Harnecker en el encuentro «Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura», organizado por el CIM, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88031
(16) Intervención de Gonzalo Gómez en dicho encuentro http://www.aporrea.org/actualidad/n136570.html
(17) La parte de la economía social en el seno del sector privado es muy débil:, por ejemplo, del 0,5 % del producto interior bruto en 1998 pasó al 1,6 % a fines del 2008. Sobre un total de 11.692.071 personas activas a finales del 2008, sólo 201.773 trabajaban en las cooperativas de la economía social. Es decir, apenas el 1,7 %.
(18) Véase Víctor Álvarez, «La transformación del modelo productivo venezolano: balance de diez años de gobierno», Revista La Comuna n° 0, pp. 37 à 55. Víctor Álvarez fue ministro de Industrias de base del gobierno de Chávez, de enero de 2006 a agosto de 2007.
(19) Hay que añadir un matiz importante: hasta el 2002, aunque pública, PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.) había evolucionado hacia una gestión favorable al sector privado. Por lo demás, una gran parte de sus ingresos se declaraban y pagaban impuestos en Estados Unidos. Las medidas tomadas por el gobierno de Chávez a partir del 2002 permitieron recuperar la gestión de la empresa por el Estado, lo que se tradujo en un fuerte aumento de ingresos, que se destinaron a continuación a las políticas sociales.
(20) La Misión Mercal (MERCado de ALimentos) es uno de los programas sociales incentivados por el gobierno venezolano. Creada oficialmente el 24 de abril de 2003, la Misión Mercal está destinada al sector alimentario, dependiente del Ministerio de la Alimentación. El programa consiste en construir y dotar almacenes y supermercados con alimentos y otros productos de primera necesidad a bajos precios para que sean accesibles a la población más necesitada. Los alimentos están subvencionados y llegan a los estantes sin intermediarios, de manera que los precios ofrecidos suelen tener un descuento de entre el 30 y el 45 por ciento de los observados en las otras cadenas de distribución. http://es.wikipedia.org/wiki/Misi%C3%B3n_Mercal
(21) Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval), creada en enero de 2008 http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=117377
(22) Citado por Víctor Álvarez.
(23) Véase Mark Weisbrot y Luis Sandoval, La Economía venezolana en tiempos de Chávez, Center for Economic and Policy Research, Washington, 2007, www.cepr.net
(24) Una anécdota personal: me quedé estupefacto al ver, a finales de noviembre de 2006, en los barrios de clase media de Caracas, puntos de venta de miles de árboles de navidad importados de Canadá. Los comercios también vendían, en gran cantidad, sistemas para esparcir nieve química sobre los pinos. Hay que tener en cuenta que para esas fechas la temperatura media en Caracas es de más de 20 grados. El bolívar sobrevaluado hace absolutamente rentable la importación masiva de los pinos provenientes del gran Norte. Es verdad que Hugo Chávez critica este modelo de importación sistemática, tanto más, —dice—, cuanto que esto corresponde a unos hábitos culturales (por ejemplo, el papá Noel) también importados y adoptados en detrimento de las tradiciones locales.
(25) Véase http://www.cadtm.org/IMG/article_PDF/article_a4492.pdf y Martha Harnecker, «Selección de las opiniones más destacadas de los intelectuales reunidos en el CIM», http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88131, que presenta extractos de diferentes intervenciones realizadas en el curso del encuentro de intelectuales organizado par el CIM a principios de junio de 2009.
(26) Las recomendaciones que siguen son válidas también para Ecuador y Bolivia (cuya evolución reciente se analizará más adelante), aunque la situación en Venezuela es más favorable, desde muchos puntos de vista, para su aplicación.
(27) Ha tomado una primera medida en ese sentido en el 2009 al nacionalizar el Banco de Venezuela.
(28) En este sentido, véanse las propuestas de Víctor Álvarez en la parte final del documento antes citado.
(28) Roberto López, profesor en la universidad de Zulia, critica un proceso «en el cual sectores empresariales privados, que no son necesariamente los que están tratando de derrocar al gobierno, sino los sectores empresariales privados aliados a la burocracia bolivariana, que se han hecho multimillonarios en este período. Habría que hacer un análisis de los grupos empresariales y de la relación con los haberes económicos de muchos dirigentes y próceres del proceso. Pareciera que hay una nueva burguesía bolivariana asociada a sectores empresariales. Por ejemplo, un hecho que conozco casi directamente es el de las empresas contratistas que acaban de ser nacionalizadas, expropiadas en la Costa Oriental del Lago, donde prácticamente en todas esas empresas estaban empresarios que habían participado en el golpe, en el paro petrolero y todos estaban asociados con dirigentes del PSUV, con dirigentes de la revolución, con diputados, gobernadores bolivarianos, etc.» Véase: http://www.aporrea.org/actualidad/n136767.html
(30) Entre ellos, la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, cuando se aplicó en 1989 un plan de ajuste estructural impuesto por el FMI, que provocó la enorme sublevación popular del 27 de febrero de 1989, que fue sangrientamente reprimida. Pérez era por entonces vicepresidente de la Internacional Socialista.
(31) Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 1999 las exportaciones a Estados Unidos representaban el 47,36 % del total y las importaciones provenientes de este país representaban el 40,61 % del total. En el 2007, los porcentajes respectivos pasaron al 52,4% y al 25,8 %.
(32) Se recuperó 2.675.732 hectáreas pertenecientes a los grandes propietarios rurales (latifundistas) y se concedió a los campesinos títulos de propiedad agraria y títulos de adjudicación por un total de 1.862.247 hectáreas a finales del 2008.
(33) El sector agrícola representa apenas el 4,39 % del PIB, mientras que en Colombia llega al 12,1 % del PIB. La media en Latinoamérica es del 6,22 % del PIB.
(34) Véase Alexandra Angelaume y Jean Christian Talet, «Mutation maraîchère et accompagnement institutionnel dans les Andes vénézuéliennes (1950-2007) in Olivier Compagnon, Julien Rebotier y Sandrine Revet (bajo la dirección de), Le Venezuela au-delà du mythe. Chavez, la démocratie, le changement social, Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, París, 2009, segunda parte, cap. 4.
(35) En efecto, el balance de la creación de muy numerosas cooperativas agrícolas (y otras) es particularmente moderada en Venezuela (como había sido el caso en una serie de países que dieron prioridad a las cooperativas con respecto a la explotación individual familiar).
(36) Como se ha visto, no son más que los pequeños productores europeos de leche los que se han enfrentado a este tipo de problema, que ha provocado movimientos de lucha en Francia, Bélgica y Alemania en 2008 y 2009.
(37) Michael Lebowitz, «De los subsidios agrícolas a la soberanía alimentaria», 2 de febrero de 2008,
(38) Hugo Chávez anunció el lanzamiento de una auditoría de la deuda con ocasión de un encuentro con un centenar de delegados de los movimientos sociales del mundo entero, en enero del 2006, al final de la 6ª edición del Foro Social Mundial, realizada de manera descentralizada en Caracas, Bamako y Karachi. El autor estuvo presente en dicha reunión, que por otra parte fue íntegramente transmitida en directo por la televisión pública. También se comprometió a finales del año 2008 en el marco de una reunión del ALBA.
(39) A la Izquierda, nº 19.
(40) Marea Socialista, nº 21, 28 de julio de 2009
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Venezuela, Honduras, Perú, Ecuador: “pequeños” olvidos y “grandes” mentiras…
Conviene tener en cuenta el peligro que constituye la actitud sistemáticamente hostil adoptada por la gran mayoría de los grandes medios periodísticos europeos y norteamericanos (así como la organización Reporteros sin Fronteras) respecto a las experiencias en curso en Ecuador, Bolivia y Venezuela. Esta hostilidad sólo es igual al silencio embarazoso y cómplice con respecto a los golpistas hondureños o a la represión ejercida por el ejército peruano contra los indios de la Amazonia.
Para ilustrar esta afirmación, he aquí algunos hechos recientes:
1.- El 5 de junio de 2009, el ejército peruano asesinó en Bagua a más de 50 indios de la Amazonia que protestaban contra las concesiones de tierras otorgadas por el gobierno de Alan García a unas transnacionales extranjeras, principalmente europeas. Y esto no provocó la reprobación de los grandes grupos de prensa mundiales.[1] En ese momento daban casi en exclusiva la prioridad a las protestas en Irán. No sólo la prensa no reprobó la represión en Perú sino que estos hechos apenas tuvieron eco. Sin embargo, el descontento en Perú era tal que el gobierno tuvo que anunciar la derogación del decreto presidencial contra el que los indios del Amazonas estaban en lucha. Y otra vez más, la cobertura mediática de esa derrota del gobierno peruano fue casi nula. Planteemos la pregunta siguiente: Si una intervención del ejército venezolano o ecuatoriano hubiera provocado la muerte de decenas de indios del Amazonas, ¿cuál hubiera sido la cobertura mediática?
2.- Cuando el presidente constitucional Manuel Zelaya fue destituido por los militares el 28 de junio, la gran mayoría de los media declararon, deformando totalmente la verdad, que los militares habían reaccionado a la voluntad del presidente de modificar la Constitución con el fin de mantenerse en el poder. Muchos medios agregaban que así seguía el ejemplo de Hugo Chávez, presentado como un dirigente populista autoritario. En realidad, Manuel Zelaya sólo proponía a sus conciudadanos pronunciarse a favor de la organización de elecciones generales a una Asamblea Constituyente, que habría representado un verdadero avance democrático en ese país. Lo que es explicado muy bien por Cécile Lamarque y Jérôme Duval, de vuelta de una misión del CADTM a Honduras: «El golpe de Estado tuvo lugar el mismo día en el que Manuel Zelaya organizaba la «consulta», de carácter no vinculante, en la se preguntaba a los hondureños si deseaban, o no, la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, después de las elecciones previstas para el 29 de noviembre de 2009. La pregunta era la siguiente: ¿Está usted de acuerdo con que en las elecciones generales de noviembre 2009 se instale una cuarta urna para decidir sobre la convocatoria a una asamblea nacional constituyente que apruebe una nueva Constitución política?[2] Si esta consulta hubiera recogido una mayoría de «sí», el presidente habría sometido un decreto a la aprobación del Congreso para que, el 29 noviembre, los hondureños se pronunciaran formalmente sobre la convocatoria de una constituyente, en una «cuarta urna» (las tres primeras estaban reservadas para la elección de presidente, de diputados y de alcaldes, respectivamente). Para darle un matiz de legalidad al golpe de Estado, el Congreso y la Corte Suprema, aliadas con el golpe, decidieron que la consulta era ilegal y dictaminaron que el presidente Zelaya había «violado la Constitución» al intentar modificarla «para poder pretender un nuevo mandato», como un «aprendiz de dictador chavista». Sin embargo, Manuel Zelaya no buscaba, por la vía de esta consulta, renovar su mandato presidencial en las próximas elecciones legislativas, ya que éstas se realizarían en el marco de la actual Constitución, que prevé mandatos presidenciales de cuatro años no renovables. Por lo tanto, Zelaya no podía ser candidato a su propia sucesión.»[3]
Mientras que los movimientos populares de oposición al golpe de Estado multiplicaron las huelgas y manifestaciones en julio, agosto y septiembre, los grandes medios periodísticos les dedicaron apenas unas líneas. Las pocas veces que los grandes diarios dedican un artículo de fondo a la situación en Honduras, practican una política denigratoria con respecto al presidente constitucional, en el caso en que no presenten directamente a la acción de los militares como un golpe militar democrático. Por ejemplo, The Wall Street Journal decía en su editorial del 1 de julio de 2009: «el golpe militar ocurrido en Honduras el pasado 28 de junio y que llevó al exilio al presidente de ese país centroamericano, Manuel Zelaya, es extrañamente democrático». El editorial agregaba que «las autoridades legislativas y judiciales permanecieron intactas»[4] tras la acción militar. Por otra parte, y de forma más matizada, el conocidísimo diario francés Le Monde participó también en esta campaña. He aquí un ejemplo: El 12 de septiembre de 2009, Jean-Michel Caroit, su enviado especial en Honduras, citó las palabras de una francesa expatriada en ese país y a continuación agregó la mentira sistemáticamente repetida sobre las malas intenciones atribuidas a Manuel Zelaya. «Para los hondureños el retorno de Zelaya es inaceptable ya que significaría 20 años de dictadura a la [Hugo] Chávez», exclamaba Marianne Cadario, refiriéndose al presidente de Venezuela, quien —como su aliado Manuel Zelaya pretendía hacerlo— modifico la Constitución para poder ser reelegido. Madame Cadario, una francesa instalada en Honduras desde hace 30 años, dice estar «muy asombrada por la reacción de la comunidad internacional», que ha condenado el golpe» (el subrayado es del autor)[5] El tono de diarios como Le Monde y Libération comenzó a cambiar a finales de septiembre, después de que los golpistas subieran algunos grados en la represión. Dicho esto, Libération merece un premio por la utilización de eufemismos. En efecto, el 28 de septiembre de 2009 (justamente tres meses después del golpe), subtitulaba con «Perfume de dictadura» el párrafo en el que se explicaba que el gobierno golpista había decretado: «la prohibición de “toda reunión pública no autorizada”, detención de “cualquier persona que ponga en peligro su vida o la de los demás”, “evacuación” de locales ocupados por manifestantes e interferencias de “la emisión por cualquier medio de los programas que traten de alterar la paz”».[6]
3.- A comienzos de agosto de 2009, la intención de las autoridades venezolanas de cuestionar el derecho de emisión de 34 radios y televisiones encontró un eco importante en la prensa internacional sobre el lema: «es una prueba más de la casi desaparición del derecho de expresión y de crítica en ese país autoritario.» La manera como la gran prensa trata la situación de los medios venezolanos es unilateralmente hostil a las autoridades del país, mientras que el 90 % de estos medios son privados y sostienen en su gran mayoría muy activamente las campañas de desinformación. Globovisión, una de las principales cadenas privadas, participó activamente en el golpe de Estado militar contra Chávez del 11 de abril de 2002. Un reportaje realizado por Globovisión dio la vuelta al mundo el 11 de abril de 2002 y los días siguientes al golpe militar. Se trataba de un montaje que falsificaba la realidad. Se veían civiles presentados como chavistas disparando sus pistolas desde un puente hacia una dirección no identificable. La voz en off del periodista de Globovisión afirmaba que los chavistas estaban a punto de matar a manifestantes de la oposición que desfilaban pacíficamente en la calle que pasa por debajo del puente. La policía venezolana pudo reconstruir el desarrollo exacto de los hechos a partir del análisis de los reportajes y de las diferentes fotos tomadas por particulares el 11 de abril de 2009. En realidad, los militantes chavistas que, según Globovisión tiraban a los manifestantes, respondían a un tiroteo que provenía de un blindado de la policía metropolitana, aliada a los golpistas. Los manifestantes de la oposición ya no estaban en la calle hacia la que tiraban los chavistas en el momento de los hechos. Varias fuentes pudieron demostrar de manera inequívoca que los golpistas habían programado el asesinato de manifestantes antichavistas, para atribuirle esos crímenes a Chávez y justificar el golpe de Estado. El 11 de abril de 2008, los teleespectadores venezolanos pudieron rever las imágenes de la conferencia de prensa dada por los militares golpistas en un momento donde todavía ningún manifestante había sido asesinado. Sin embargo, esos militares afirmaban que tomaban el poder como respuesta a los asesinatos efectuados por los chavistas, lo que corrobora claramente la tesis de que se había planificado deliberadamente esos asesinatos para justificar su acción sediciosa.
Durante los dos días siguientes, el 12 y 13 de abril de 2002, cuando centenares de miles de personas sin armas rodeaban los cuarteles golpistas para reclamar el retorno de Hugo Chávez, que estaba prisionero, Globovisión no difundió ninguna imagen de estas protestas, y explicaba que la calma había vuelto al país y que Hugo Chávez había presentado su dimisión y estaba de camino a Cuba. Durante las últimas horas del golpe, esta cadena se contentaba con difundir dibujos animados y emisiones de variedades[7]. Globovisión fue por lo tanto cómplice de los golpistas en varios momentos clave lo que condujo a asociaciones de padres de víctimas y de supervivientes heridos a exigir una condena para la cadena. Y hasta ahora el gobierno chavista se ha negado a hacerlo para evitar que la campaña internacional desplegada en su contra no se intensifique. Por otro lado, varias asociaciones de defensa de los derechos humanos están descontentas con esta actitud pasiva de las autoridades venezolanas.
Más recientemente, Globovisión manifestó sus simpatías por el golpe de Estado del 28 de junio en Honduras. Desde el mismo momento del golpe, los conductores de los diversos programas de Globovisión lo apoyaron y acusaron a su vez al gobierno de Chávez de injerencia por haber condenado el golpe. En ese sentido, Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión afirmó el 17 de julio que: «El gobierno de Micheletti está ajustado a la Constitución, y nosotros quisiéramos, nos encantaría, que aquí en Venezuela se respetara la Constitución como se está respetando en Honduras», indicando con estas palabras un claro apoyo al gobierno golpista.
Nunca Globovisión fue objeto de ninguna prohibición de emitir. ¿Cuál es el gran medio norteamericano o europeo que menciona este hecho? ¿Qué gran medio europeo o norteamericano informa al público de que la gran mayoría de medios están controlados por el sector privado? Y que representan el 90 % de la audiencia en el nivel de la televisión. Que atacan con extrema violencia al gobierno presentado como una dictadura y que algunos de ellos, a pesar de haber participado activamente en el golpe de Estado contra un presidente constitucional, continúan emitiendo libremente desde hace siete años. ¿Podríamos imaginar que el general De Gaulle no habría tomado medidas represivas respecto a un diario, una radio, o una televisión que hubiera apoyado activamente el golpe de la OAS en el momento de la guerra de Argelia? ¿Encontraríamos normal que el gobierno español no tomase medidas contra los medios que hubieran apoyado activamente, en tiempo real, al coronel Tejero cuando, a la cabeza de un grupo de militares golpistas, amenazó con su arma a los diputados presentes en las Cortes?[8] Si Manuel Zelaya fuera restituido como presidente constitucional, ¿acaso él mismo y su gobierno no tendrían todo el derecho de pedir cuentas y de tomar medidas contra los propietarios de los medios de Honduras que apoyaron en forma sistemática a los golpistas, deformando la realidad y encubriendo las múltiples violaciones de los derechos humanos cometidos por las fuerzas de represión?
4.- Los gastos de armamento: Si leemos la prensa europea o de América del Norte, se tiene la impresión de que Venezuela está por hacer importantes gastos en armamento (en especial con Rusia), lo que constituye una amenaza para la paz en la región. Pero si creemos a la CIA,[9] la situación es totalmente diferente: el presupuesto militar venezolano es el 6º de la región en orden de importancia, y viene después de los de Brasil, Argentina, Chile (mucho menos poblado que Venezuela y considerado un modelo), Colombia y México. En términos relativos, considerando el producto interior bruto de cada país, el presupuesto venezolano sería el noveno de Latinoamérica.
¿Hemos podido leer esta información en la gran prensa? Por el contrario, habremos leído en agosto de 2009 que Suecia le pedía cuentas a Venezuela porque el gobierno colombiano había denunciado a su vecino, una vez más, como proveedor de armas a la guerrilla de las FARC. Suecia había declarado en Colombia que los misiles SAAB encontrados en un campo de las FARC habían sido suministrados a Venezuela. ¿Quién pudo leer la respuesta detallada dada por Hugo Chávez? Los misiles en cuestión habían sido robados en un puerto venezolano en 1995, cuatro años antes de que Chávez accediera a la presidencia de la República…
Conclusión : Es necesario ser concientes de esta asimetría con la que los medios tratan a los acontecimientos y mantener un espíritu muy crítico. El descrédito volcado sobre Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales es de tal magnitud que prepara a la opinión pública internacional a la pasividad para el caso en que una nueva tentativa de golpe de estado se produjera o a la aprobación de medidas agresivas tomadas por un gobierno como el de Estados Unidos. Entre las acusaciones insidiosas sin ningún fundamento, podemos leer en la prensa española (entre ellos El País) que la campaña electoral de Rafael Correa fue financiada por las FARC. También podemos leer que las autoridades venezolanas no combaten el narcotráfico. El descrédito que la prensa otorgó al presidente Zelaya trata de impedir una movilización de la opinión internacional en favor a su restitución como jefe de Estado.
Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz
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[1] Véase: http://www.cadtm.org/El-CADTM-se-solidariza-plenamente y http://www.cadtm.org/Perou-le-massacre-de-Bagua
[2] http://www.elsoca.org/index.php?option=com_content&view=article&id=501:honduras
[3] Cécile Lamarque et Jérome Duval, «Honduras: Pourquoi le coup d’État», 17 septembre 2009, http://www.cadtm.org/Honduras-Pourquoi-le-coup-d-Etat
[4] Citado por Decio Machado « Quiénes apoyan al gobierno ilegítimo de Roberto Micheletti” http://www.cadtm.org/Quienes-apoyan-al-gobierno
[5] Jean-Michel Caroit, « Au Honduras, la campagne électorale s’ouvre dans un climat de haine », Le Monde, p. 8, sábado 12 de septiembre de 2009.
[6] http://www.liberation.fr/monde/0101593847-le-honduras-s-enfonce-dans-la-crise
[7] Es interesante mencionar con respecto a este tema la iniciativa tomada por el gobierno de Hugo Chávez el 11 de abril de 2008, 6 años después del golpe de Estado. El gobierno utilizó su derecho de emisión tanto a través de antenas privadas como públicas, para difundir el reportaje completo realizado por las cadenas privadas antichavistas (Globovisión, RCTV…) de la sesión oficial de entronización del presidente y del gobierno golpista en uno de los salones del palacio presidencial de Miraflores. El programa, al que todos los espectadores venezolanos pudieron asistir el 11 de abril de 2002, fue por lo tanto difundido de nuevo sin ningún corte y sin ningún comentario crítico por parte del gobierno chavista. Éste contó con el espíritu crítico de la sociedad venezolana para que ella misma se hiciera una opinión sobre la complicidad activa de los medios privados con los responsables del golpe, entre los que se podía reconocer las principales autoridades de la Iglesia católica, los jefes militares facciosos, los dirigentes del sindicato amarillo CTV (central de Trabajadores de Venezuela), los dirigentes de empresas privadas y el presidente de la Federación Patronal Venezolana (Fedecámaras), Pedro Carmona. Debemos señalar que este presidente, que ocupó el poder durante sólo cerca de 36 horas, es actualmente apodado «Pepe el breve» (aludiendo al histórico Pepino el breve).
[8] El 23 de febrero de 1981, en el Congreso tuvo lugar una tentativa de golpe de Estado organizado por sectores franquistas. El coronel, que lo encabezaba, amenazó con su arma a los diputados y los tomó de rehenes en el momento de la investidura de un nuevo presidente de gobierno.
[9] Véase http://www.cia.gov/library/publications/the world-factbook/index.html , consultado en marzo de 2009.
Honduras: cómo cambió el escenario…
Desde la izquierda, el diputado Marvin Ponce afirma que Zelaya volvió a causa del desgaste de la dictadura y desde el tradicional Partido Liberal, el legislador Eric Rodríguez exhorta a Micheletti a dialogar.
Manuel Zelaya necesitaba una vuelta de alto impacto tras dos intentos frustrados y tres meses en el exilio. Desde aquellos intentos, Estados Unidos canceló las visas a los golpistas, pero nunca condenó como “golpe” a la asonada militar, lo que habría significado una fuerte sanción económica a la dictadura y el Nobel Oscar Arias se reunió con los candidatos a presidente en una mediación destinada a fracasar. Nada parecía modificar la nueva realidad de los hondureños. Ayer, el escenario cambió radicalmente.
Para el político Marvin Ponce, que forma parte del colectivo Frente Nacional por la Resistencia, Zelaya no se lanzó a la aventura. “Creemos que había avanzado en un acuerdo con los militares. Este acuerdo incluye que el Congreso dé una amnistía a los golpistas y que se negocie un gobierno de reconciliación nacional”, dijo a Página/12 el diputado de la izquierdista Unificación Democrática. Y lo justificó: “El gobierno de Roberto Micheletti está debilitado porque una parte de los militares le retiró el apoyo y los partidos tradicionales han expresado que quieren volver al acuerdo de San José de Costa Rica”. Además, Ponce subrayó la importancia de la última reunión del Nobel con los candidatos hondureños: “Arias planteó que las elecciones debían realizarse con la restauración del orden democrático”.
El mandatario derrocado propone un diálogo con todos los sectores, incluyendo su partido, el Liberal, que en gran parte le dio la espalda. Eric Rodríguez, diputado de esa formación, afirmó a este diario que él apoyaba la vuelta de Zelaya. “Significa la restitución del proceso democrático. Sería importante iniciar un diálogo nacional.” Se le preguntó por qué siguió en funciones de legislador para un gobierno ilegítimo. Y su respuesta no despejó las dudas: “Vigilamos al gobierno de Micheletti y seguimos en contacto con Mel Zelaya. Creíamos que ésa era la mejor posición. ¿Qué esperamos? Bueno, que la OEA y la ONU apoyen al presidente legítimo y que Micheletti dé muestras de querer dialogar”.
Al optar primero por negar la presencia de Zelaya y callar después, los golpistas parecen haber sido tomados por sorpresa. Más tarde, respondieron con un toque de queda. Por eso el gremio de maestros, el más organizado de Honduras, adelantó que comienza hoy un paro indefinido. “La gente está muy entusiasmada –dice, mimetizado con la efervescencia en las calles, Lorenzo Sánchez, del sindicato docente–. La resistencia y el pueblo en general esperamos que se revierta el golpe”, coincidió Berta Oliva, de la comisión de familiares de víctimas de la represión. Ponce sintetizó el momento político que vive Honduras por estas horas: “Falta claridad”.
Página/12
¿EL PRINCIPIO DEL FIN?
Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, burlando las “medidas de seguridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del régimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucintamente se exponen a continuación.
Primero, porque los gorilas hondureños y sus instigadores y protectores en Estados Unidos (principalmente en el Comando Sur y el Departamento de Estado) subestimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad tamaño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contemporánea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos populares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvieron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular inesperada para propios y ajenos.
Segundo: el régimen golpista demostró ser incapaz de romper un doble aislamiento. En el frente interno, quedando cada vez más en evidencia que su base social de sustentación se reducía a la oligarquía y algunos grupos subordinados a su hegemonía, incluyendo los medios de comunicación dominados sin contrapeso por el poder del capital. Además, el paso del tiempo lejos de debilitar la resistencia popular lo que hizo fue acotar cada vez más el apoyo social al régimen. En el flanco internacional el aislamiento de Micheletti y su banda es casi absoluto: salvo poquísimas excepciones toda la América Latina y el Caribe retiró sus embajadores, y lo propio hicieron varios de los países más gravitantes de Europa. La misma OEA adoptó una línea dura en contra del régimen y, a poco andar, el único apoyo externo con que contaba el gobierno provenía de Estados Unidos. Este sin embargo, siguió una trayectoria declinante que se fue acentuando con el paso del tiempo: desde la negación de visados al personal diplomático acreditado en Washington hasta medidas cada vez más exigentes en contra del propio Micheletti y sus colaboradores.
Tercero, porque las ambiguas políticas del gobierno de Estados Unidos -producto de la puja interna dentro de la administración- que facilitaron la perpetración del golpe de estado fueron lentamente definiéndose en una dirección contraria a los intereses de los usurpadores. Si el inicial rechazo al golpe manifestado por Obama fue luego atenuado y entibiado por su antigua (¿y actual?) rival, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el carácter indisimulablemente retrógrado de Micheletti y su entorno así como la interminable sucesión de exabruptos e insultos dirigidos a Obama cada vez que la Casa Blanca expresaba alguna crítica a Tegucigalpa y su manifiesta incapacidad para construir una base social, fueron lentamente inclinando el fiel de la balanza en contra de las posturas amadrinadas por la Secretaria de Estado y creando una atmósfera cada vez más antagónica en relación a los golpistas.
Cuarto y último: el régimen instaurado el 28 de Junio constituye un serio dolor de cabeza para Obama. En primer lugar, porque desmiente enfáticamente sus promesas de fundar una nueva relación entre Estados Unidos y los países del hemisferio. El apoyo inicial al golpe, puesto de manifiesto en la obstinada resistencia de Washington a caracterizarlo como un “golpe de estado”, la tibieza de la respuesta diplomática y la indiferencia ante las gravísimas violaciones a los derechos humanos perpetrada por Tegucigalpa dañó seriamente la imagen que Obama quería establecer en América Latina y el Caribe. La continuidad del régimen golpista haría aparecer a Obama como un político irresponsable y demagógico o, peor aún, como alguien incapaz de controlar lo que hacen y dicen sus subordinados en el Pentágono, el Comando Sur y el Departamento de Estado. Y esto se liga con otro asunto, el segundo, sumamente importante y que excede el marco de la política hemisférica: su credibilidad en la arena internacional. Al demostrar su impotencia para controlar lo que ocurre en su “patio trasero” los gobernantes de otros países –especialmente la China, Rusia y la India- tienen razones para sospechar que tampoco será capaz de controlar a los sectores más belicistas y reaccionarios de Estados Unidos, para quienes sus promesas de alentar el multilateralismo equivalen a una capitulación incondicional ante sus odiados enemigos.
Esto es particularmente grave en momentos en que Obama está negociando con Rusia un nuevo acuerdo para reducir el arsenal nuclear de ambos países, algo que Washington necesita tanto o más que Moscú debido a la hemorragia económica producida por las guerras en Irak y Afganistán y al incontenible déficit fiscal norteamericano. El fracaso de este acuerdo tendría un costo económico enorme sobre el presupuesto público en momentos en que ese dinero se necesita para aventar los riesgos de una profundización de la crisis económica estallada en el 2008. Pero para persuadir a los rusos de que su plan de reducción de armamentos es viable tiene primero que demostrar que está en control de la situación y que sus halcones dentro del Pentágono no le quebrarán la mano. Cada día que permanezca Micheletti en el poder equivale a un mes más de difíciles conversaciones con Medvedev y Putin para convencerlos de que sus promesas se traducirán en hechos. Porque, si no puede controlar a los suyos en Honduras, ¿podrá hacerlo cuando se trate de una cuestión estratégica y vital para la seguridad nacional de Estados Unidos?
Clinton saluda el retorno de Zelaya
El depuesto presidente regresa sorpresivamente a su país y es albergado por la embajada de Brasil, que pide a la Casa Blanca y la OEA ayuda para su seguridad; en tanto, Micheletti exige sea entregado.
Tegucigalpa.- La secretaria de Estado estadunidense Hillary Clinton calificó el regreso clandestino del depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya a Tegucigalpa como “la mejor oportunidad” para terminar con la crisis política en ese país, en declaraciones ayer a la prensa en Nueva York. “Ahora que el presidente Zelaya volvió, sería oportuno devolverle su puesto” y “seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, tener una transición pacífica de presidentes y devolver a Honduras el orden democrático y constitucional”, dijo Clinton tras reunirse con el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mediador en el conflicto surgido tras el golpe de Estado.
Clinton y Arias, premio Nobel de la Paz, coincidieron en que el regreso de Manuel Zelaya, expulsado por el ejército hondureño a Costa Rica la madrugada del 28 de junio, es una oportunidad para terminar con la crisis política. “Pienso que ésta es la mejor oportunidad, el mejor momento, ahora que Zelaya volvió a su país”, declaró Arias a la prensa.
En tanto, el presidente de facto Roberto Micheletti exigió a Brasil que entregue a Zelaya, quien a mediodía de ayer pidió refugio en la embajada brasileña en esta capital, luego de “casi 15 horas de recorrido”, según dijo el depuesto presidente a la cadena Telesur.
Poco después, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó la presencia de Zelaya en Honduras, tras hablar con él por teléfono.
En respuesta a Micheletti, el canciller Celso Amorim, presente también en Nueva York, advirtió de cualquier intento de “violar la sede diplomática” de Brasil en Honduras y confió que su retorno sirva para “una solución rápida, basada en el derecho constitucional”.
El retorno de Zelaya, tras dos intentos fallidos en julio, tomó por sorpresa a Micheletti, quien primero atribuyó los rumores al “terrorismo mediático”. Al confirmarse la noticia con imágenes de Zelaya saludando desde la embajada brasileña, Micheletti impuso el toque de queda, cuando miles de personas se congregaban ante las oficinas de la ONU, donde inicialmente se había dicho que estaba el mandatario depuesto. Estados Unidos, la Unión Europea y los países latinoamericanos han aislado a Micheletti, y siguen considerando a Zelaya como presidente legítimo.
Interrogado por la prensa, Amorim aseguró que su país “no tuvo ninguna participación” en el retorno y sólo le dio permiso para entrar en la sede.
“El presidente dijo que llegó a Honduras por medios propios y pacíficos”, indicó Amorim. También precisó que se había comunicado con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y con el gobierno de EU para que se aseguren de que no haya amenazas contra la seguridad de Zelaya ni contra el personal de la embajada.
En sesión extraordinaria en Washington, los 33 embajadores de la OEA exigieron al gobierno de facto “plenas garantías” para la integridad física de Zelaya y su retorno a la presidencia del país.
En tanto, la embajadora hondureña en Guatemala, Bessy Valenzuela, dijo que Zelaya “está dispuesto a no dormir” hasta resolver la crisis, luego de que Zelaya propusiera en Tegucigalpa “un diálogo nacional e internacional que permita a los hondureños volver por los fueros del respeto a la soberanía del pueblo” e insistió en que “pacíficamente vamos a buscar el diálogo por la democracia”.
Realizó escala en El Salvador: Funes
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que ayer apareció sorpresivamente en Tegucigalpa, hizo una escala técnica en un avión en El Salvador el domingo en la noche antes de ir a su país, dijo el presidente Mauricio Funes.
“A nosotros, él (Zelaya) y su canciller (Patricia Rodas) no nos hicieron ninguna solicitud como gobierno, mas que la de permiso para aterrizar. Eso es lo único que hemos hecho. ¿Por qué no lo hizo? Eso lo tendrá que explicar él”, declaró Funes en una rueda de prensa en la casa de gobierno.
“Yo me enteré que venía (Zelaya) porque claro toda nave que incursiona en espacio aéreo salvadoreño necesita autorización y tiene que informar quiénes son los tripulantes y quiénes son las personas que vienen acompañando la tripulación”, declaró. (San Salvador/Agencias) http://www.milenio.com
Chomsky: América Latina es el lugar más estimulante del mundo…
David Brooks, Hermann Bellinghausen y Luis Hernández
América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo, dice Noam Chomsky. Hay aquí una resistencia real al imperio; no existen muchas regiones de las que pueda afirmarse lo mismo.
Entrevistado por La Jornada, uno de los intelectuales disidentes más relevantes de nuestros tiempos señala que la esperanza en el cambio anunciada por Barack Obama es una ilusión, ya que son las instituciones y no los individuos los que determinan el rumbo de la política. A lo sumo, lo que el mandatario representa es un giro desde la extrema derecha al centro de la política tradicional estadunidense.
Presente en México para celebrar los 25 años de La Jornada, el autor de más cien libros, el lingüista, crítico antimperialista, analista del papel que desempeñan los medios de comunicación en la manufactura
del consenso, explica cómo la guerra a las drogas se inició en Estados Unidos como parte de una ofensiva conservadora contra la revolución cultural y la oposición a la invasión de Vietnam.
A continuación, presentamos la transcripción completa de sus declaraciones.
América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo. Por primera vez en 500 años hay movimientos hacia una verdadera independencia y separación del mundo imperial; se están integrando países que históricamente han estado separados. Esta integración es un prerrequisito para la independencia. Históricamente, Estados Unidos ha derrocado un gobierno tras otro; ahora ya no puede hacerlo.
Brasil es un ejemplo interesante. Hacia principios de los 60, los programas de (Joao) Goulart no eran tan diferentes de los de (Luiz Inacio) Lula. En aquel caso, el gobierno de (John F.) Kennedy organizó un golpe de Estado militar. Así, el Estado de seguridad nacional se propagó por toda la región como una plaga. Hoy día Lula es el muchacho bueno, al que están tratando de cultivar, en reacción a los gobiernos más militantes en la región. En Estados Unidos no publican los comentarios de Lula favorables a (Hugo) Chávez o a Evo Morales. Los silencian porque no son el modelo.
Hay un movimiento hacia la unificación regional: se empiezan a formar instituciones que, aunque no funcionan del todo, comienzan a existir. Es el caso de Mercosur y Unasur.
Otro caso notable en la región es el de Bolivia. Después del referendo hubo una gran victoria, y también una sublevación bastante violenta en las provincias de la Media Luna, donde están los gobernadores tradicionales, blancos. Un par de docenas de personas murieron. Hubo una reunión regional en Santiago de Chile donde se expresó un gran apoyo a Morales y una firme condena a la violencia, y Morales respondió con una declaración importante. Dijo que era la primera vez en la historia de América Latina, desde la conquista europea, en que los pueblos habían tomado el destino de sus países en sus propias manos sin el control de un poder extranjero, o sea Washington. Esa declaración no fue publicada en Estados Unidos.
Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí. Estados Unidos sigue tolerando el golpe militar en Honduras, aunque es significativo que no lo pueda apoyar abiertamente.
Otro cambio, aunque atropellado, es la superación de la patología real en América Latina, probablemente la región más desigual del mundo. Es una región muy rica, siempre gobernada por una pequeña elite europeizada, que no asume ninguna responsabilidad con el resto de sus respectivos países. Se puede ver en cosas muy simples, como el flujo internacional de capital y bienes. En América Latina la fuga de capitales es casi igual a la de la deuda. El contraste con Asia oriental es muy impactante. Aquella región, mucho más pobre, ha tenido mucho más desarrollo económico sustantivo, y los ricos están bajo control. No hay fuga de capitales; en Corea del Sur, por ejemplo, se castiga con la pena de muerte. El desarrollo económico allá es relativamente igualitario.
Control debilitado
Había dos formas tradicionales con las que Estados Unidos controlaba América Latina. Una era el uso de la violencia; la otra, el estrangulamiento económico. Ambas han sido debilitadas.
Los controles económicos son ahora más débiles. Varios países se han liberado del Fondo Monetario Internacional a través de la colaboración. También se han diversificado acciones entre el sur, en lo que la relación de Brasil con Sudáfrica y China ha entrado como factor. Han podido enfrentar algunos problemas internos sin la poderosa intervención de Estados Unidos.
La violencia no ha terminado. Ha habido tres golpes de estado en lo que va de este siglo. El venezolano, abiertamente apoyado por Estados Unidos, fue revertido, y ahora Washington tiene que recurrir a otros medios para subvertir al gobierno, entre ellos ataques mediáticos y apoyo a grupos disidentes. El segundo fue en Haití, donde Francia y Estados Unidos tiraron al gobierno y enviaron al presidente a Sudáfrica. El tercero es el de Honduras, que es un asunto mixto. La Organización de Estados Americanos asumió una postura firme y la Casa Blanca tuvo que seguirla, y proceder muy lentamente. El FMI acaba de otorgar un enorme préstamo a Honduras, que sustituye la reducción de asistencia estadunidense. En el pasado éstos eran asuntos rutinarios. Ahora esas medidas (la violencia y el estrangulamiento económico) se han debilitado.
Estados Unidos está reaccionando y ha dado pasos para remilitarizar la región. La Cuarta Flota, dedicada a América Latina, había sido desmantelada en los 50, pero se está reahabilitando, y las bases militares en Colombia son un tema importante.
La ilusión de Obama
La elección de Barack Obama generó grandes expectativas de cambio hacia América Latina. Pero son sólo ilusiones
Sí hay un cambio, pero el giro es porque el gobierno de Bush se fue tan al extremo del espectro político estadunidense que casi cualquiera se hubiera movido hacia el centro. De hecho el propio Bush en su segundo periodo fue menos extremista. Se deshizo de algunos de sus colaboradores más arrogantes y sus políticas fueron más moderadamente centristas. Y Obama, de manera previsible, continúa con esta tendencia.
Giró hacia la posición tradicional. Pero ¿cuál es esa tradición? Kennedy, por ejemplo, fue uno de los presidentes más violentos de la posguerra. Woodrow Wilson fue el mayor intervencionista del siglo XX. El centro no es pacifista ni tolerante. De hecho Wilson fue quien se apoderó de Venezuela, sacando a los ingleses, porque se había descubierto petróleo. Apoyó a un dictador brutal. Y de allí continuó con Haití y República Dominicana. Mandó a los marines y prácticamente destruyó Haití. En esos países dejó guardias nacionales y dictadores brutales. Kennedy hizo lo mismo. Obama es un regreso al centro.
Es igual con el tema de Cuba, donde durante más de medio siglo Estados Unidos se ha involucrado en una guerra, desde que la isla ganó su independencia. Al principio esta guerra fue bastante violenta, especialmente con Kennedy, cuando hubo terrorismo y estrangulamiento económico, a lo que se opone la mayoría de la población estadunidense. Durante décadas, casi dos tercios de la población han estado en favor de la normalización de las relaciones, pero eso no está en la agenda política.
Las maniobras de Obama se fueron hacia el centro; suspendió algunas de las medidas más extremas del modelo de Bush, y hasta fue apoyado por buena parte de la comunidad cubano-estadunidense. Se movió un poco hacia el centro, pero ha dejado muy claro que no habrá cambios.
Las reformas
de Obama
Lo mismo sucede en la política interna. Los asesores de Obama durante la campaña fueron muy cuidadosos en no dejarlo comprometerse con nada. Las consignas fueron la esperanza
y el cambio, un cambio en el que creer
. Cualquier agencia de publicidad sensata habría hecho que ésas fueran las consignas, pues 80 por ciento del país pensaba que éste marchaba por el carril equivocado. McCain decía cosas parecidas, pero Obama era más agradable, más fácil de vender como producto. Las campañas son sólo asuntos de mercadotecnia, así se entienden a sí mismas. Estaban vendiendo la marca Obama
en oposición a la marca McCain
. Es dramático ver esas ilusiones, tanto fuera como dentro de Estados Unidos.
En Estados Unidos casi todas las promesas hechas en el ámbito de reforma laboral, de salud, de energéticos, han quedado casi anuladas. Por ejemplo, el sistema de salud es una catástrofe. Es probablemente el único país en el mundo en el que no hay una garantía básica de atención médica. Los costos son astronómicos, casi el doble de cualquier otro país industrializado. Cualquier persona que tiene bien puesta la cabeza sabe que es la consecuencia de que se trate de un sistema de salud privado. Las empresas no procuran salud, están para obtener ganancias.
Es un sistema altamente burocratizado, con mucha supervisión, altísimos costos administrativos, donde las compañías de seguros tienen formas sofisticadas de evadir el pago de las pólizas, pero no hay nada en la agenda de Obama para hacer algo al respecto. Hubo algunas propuestas light, como por ejemplo la opción pública
, pero quedó anulada. Si uno lee la prensa de negocios, encuentra que la portada de Business Week reportaba que las aseguradoras celebraban su victoria.
Se realizaron campañas muy exitosas en contra de esta reforma, organizadas por los medios y la industria para movilizar segmentos extremistas de la población. Es un país en el que es fácil movilizar a la gente con el miedo, e inculcarle todo tipo de ideas locas, como que Obama va a matar a la abuela de uno. Así lograron revertir propuestas legislativas ya de por si débiles. Si en verdad hubiera habido un compromiso real en el Congreso y la Casa Blanca, esto no hubiera prosperado, pero los políticos estaban más o menos de acuerdo.
Obama acaba de hacer un acuerdo secreto con las compañías farmacéuticas para asegurarles que no habrá esfuerzos gubernamentales por regular el precio de las medicinas. Estados Unidos es el único país en el mundo occidental que no permite que el gobierno use su poder de compra para negociar el precio de los medicamentos. Un 85 por ciento de la población se opone, pero eso no significa diferencia alguna, hasta que todos vean que no son los únicos que se oponen a estas medidas.
La industria petrolera anunció que va a utilizar las mismas tácticas para derrotar cualquier proyecto legislativo de reforma energética. Si Estados Unidos no implanta controles firmes sobre las emisiones de dióxido de carbono, el calentamiento global destruirá la civilización moderna.
El diario Financial Times señaló con razón que si había una esperanza de que Obama pudiera haber cambiado las cosas, ahora sería sorprendente que sí cumpliera con lo mínimo de sus promesas. La razón es que no quería cambiar tanto las cosas. Es una criatura de quienes financiaron su campaña: las instituciones financieras, las energéticas, las empresas. Tiene la apariencia de buen tipo, sería un buen acompañante de cena, pero eso no permite cambiar la política; la afecta un poco. Sí hay cambio, pero es un poco más suave. La política proviene de las instituciones, no está hecha por individuos. Las instituciones son muy estables y muy poderosas. Por supuesto, encuentran la manera de confrontar lo que sucede.
Más de lo mismo
Los medios están un poco sorprendidos de que se esté regresando adonde siempre se estuvo. Lo reportan, es difícil no hacerlo, pero el hecho es que las instituciones financieras se pavonean de que todo está quedando igual que antes. Ganaron. Goldman Sachs ni siquiera intenta ocultar que después de haber hundido la economía está entregando jugosos bonos a sus ejecutivos. Creo que en el pasado trimestre acaba de reportar las ganancias más altas de su historia. Si fueran un poquito más inteligentes lo intentarían ocultar.
Esto se debe a que Obama está respondiendo a quienes apoyaron su campaña: el sector financiero. Miren nada más a quién escogió para su equipo económico. Su primer asesor fue Robert Rubin, el responsable de la derogación de una ley que regulaba al sector financiero, lo cual benefició mucho a Goldman Sachs; asimismo, se convirtió en directivo de Citigroup, hizo una fortuna y se salió justo a tiempo. Larry Summers, quien fue la principal figura responsable de detener toda regulación de los instrumentos financieros exóticos, ahora es el principal asesor económico de la Casa Blanca. Y Timothy Geithner, quien como presidente de la Reserva Federal de Nueva York supervisaba lo que sucedía, es secretario del Tesoro.
En un reportaje reciente se examinó a algunos de los principales asesores económicos de Obama. Se concluyó que gran parte de ellos no deberían estar en el equipo de asesoría, sino enfrentando demandas legales, porque estuvieron involucrados en malos manejos en la contabilidad y otros asuntos que detonaron la crisis.
¿Por cuánto tiempo se pueden mantener las ilusiones? Los bancos están ahora mejor que antes. Primero recibieron un enorme rescate del gobierno y los contribuyentes, y lo utilizaron para fortalecerse. Son más grandes que nunca; absorbieron a los débiles. O sea, se está sentando la base para la próxima crisis. Los grandes bancos se están beneficiando con una póliza de seguros del gobierno, que se llama demasiado grande para fallar
. Si se es un banco enorme o una casa de inversión importante, es demasiado importante para fracasar. Si se es Goldman Sachs o Citigroup, no puede fracasar porque eso derrumbaría toda la economía. Por eso pueden hacer préstamos riesgosos, para ganar mucho dinero, y si algo falla, el gobierno los rescata.
La guerra contra el narco
La guerra contra la droga, que desgarra a varios países de América Latina entre los que se encuentra México, tiene viejos antecedentes. Revitalizada por Nixon, fue un esfuerzo por superar los efectos de la guerra de Vietnam en Estados Unidos.
La guerra fue un factor que llevó a una importante revolución cultural en los 60, la cual civilizó al país: derechos de la mujer, derechos civiles. O sea, democratizó el territorio, aterrorizando a las elites. La última cosa que deseaban era la democracia, los derechos de la población, etcétera, así que lanzaron una enorme contraofensiva. Parte de ella fue la guerra contra las drogas.
Ésta fue diseñada para trasladar la concepción de la guerra de Vietnam, de lo que nosotros les estábamos haciendo a los vietnamitas, a lo que ellos nos estaban haciendo a nosotros. El gran tema a fines de los 60 en los medios, incluso los liberales, fue que la guerra de Vietnam fue una guerra contra Estados Unidos. Los vietnamitas estaban destruyendo a nuestro país con drogas. Fue un mito fabricado por los medios en las películas y la prensa. Se inventó la historia de un ejército lleno de soldados adictos a las drogas que al regresar se convertirían en delincuentes y aterrorizarían a nuestras ciudades. Sí, había uso de drogas entre los militares, pero no era muy diferente al que existía en otros sectores de la sociedad. Fue un mito fabricado. De eso se trataba la guerra contra las drogas. Así se cambió la concepción de la guerra de Vietnam a una en la que nosotros eramos las víctimas.
Eso encajó muy bien con las campañas en favor de la ley y el orden. Se decía que nuestras ciudades se desgarraban por el movimiento antibélico y los rebeldes culturales, y que por eso teníamos que imponer la ley y el orden. Allí cabía la guerra contra la droga.
Reagan la amplió de manera significativa. En los primeros años de su administración se intensificó la campaña, acusando a los comunistas de promover el consumo de drogas.
A principios de los 80 los funcionarios que tomaban en serio la guerra contra las drogas descubrieron un incremento significativo e inexplicable de fondos en bancos del sur de Florida. Lanzaron una campaña para detenerlo. La Casa Blanca intervino y suspendió la campaña. Quien lo hizo fue George Bush padre, en ese tiempo encargado de la guerra contra las drogas. Fue cuando la tasa de encarcelamiento se incrementó de manera significativa, en gran parte con presos negros. Ahora el número de prisioneros per cápita es el más alto en el mundo. Sin embargo, la tasa de criminalidad es casi igual que en otros países. Es un control sobre parte de la población. Es un asunto de clase.
La guerra contra las drogas, como otras políticas, promovidas tanto por liberales como por conservadores, es un intento por controlar la democratización de fuerzas sociales.
Hace unos días, el Departamento de Estado de Obama emitió su certificación de cooperación en la lucha contra las drogas. Los tres países que fueron descertificados son Myamar, una dictadura militar –no importa, está apoyada por empresas petroleras occidentales–, Venezuela y Bolivia, que son enemigos de Estados Unidos. Ni México, ni Colombia, ni Estados Unidos, en todos los cuales hay narcotráfico.
Un lugar interesante
El elemento central del neoliberalismo es la liberalización de los mercados financieros, lo cual hace vulnerables a los países que tienen inversionistas extranjeros. Si uno no puede controlar su moneda y la fuga de capitales, está bajo control de los inversionistas extranjeros. Pueden destruir una economía si no les gusta lo que este país hace. Ésa es otra forma de controlar pueblos y fuerzas sociales, como los movimientos obreros. Son reacciones naturales de un empresariado muy concentrado, con gran conciencia de clase. Claro que hay resistencia, pero fragmentada y poco organizada, y por ello pueden seguir promoviendo políticas a las que se opone la mayoría de la población. A veces esto llega al extremo.
El sector financiero está igual que antes; las aseguradoras de salud han ganado con la reforma sanitaria, las empresas energéticas ganarán con la reforma energética, los sindicatos han perdido con la reforma laboral y, por supuesto, la población de Estados Unidos y la del mundo pierden porque ya de por sí la destrucción de la economía es grave. Si se destruye el medio ambiente, los que de veras sufrirán son los pobres. Los ricos sobrevivirán a los efectos del calentamiento global.
Por esto América Latina es uno de los lugares verdaderamente interesantes. Es uno de los sitios en los que hay verdadera resistencia a todo esto. ¿Hasta dónde llegará? No se sabe. No me sorprendería que haya un giro a la derecha en las próximas elecciones en América del Sur. Aun así, se ha logrado un avance que sienta las bases para algo más. No hay muchos lugares en el mundo de los que pueda decirse lo mismo.
http://www.jornada.unam.mx/2009/09/21/index.php?section=politica&article=003n1pol
Chomsky: "Los cambios en Sudamérica son inspiradores"…
Redacción, BBC Mundo
"Por primera vez en 500 años los países sudamericanos han comenzado a integrarse en forma significativa".
Noam Chomsky respondió a los lectores de BBC Mundo en una entrevista en la que destacó que lo mejor que le pudo pasar a América Latina fue que la administración de George W. Bush no le prestara demasiada atención.
Lingüista, activista, filósofo, Chomsky ha sido durante cuatro décadas uno de los más feroces críticos de la política exterior de su país.
Chomsky respondió desde la ciudad de Boston, donde enseña desde hace más de medio siglo en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachussetts. La entrevista fue conducida por Dalia Ventura.
Publicaremos esta entrevista en tres partes. Esta segunda reúne sus respuestas a las inquietudes de los lectores sobre los gobiernos de izquierda en Sudamérica y su relación con EE.UU. Puede hacer clic en los títulos abajo si desea ir directamente a los temas de su interés.
LOS CAMBIOS EN BOLIVIA
Usted se ha referido en el pasado en forma muy positiva a algunos cambios en América del Sur. ¿Podría darnos algunos ejemplos?
En Sudamérica se han dado cambios muy interesantes. Por primera vez en 500 años los países sudamericanos han comenzado a integrarse en forma significativa, tras haber estado separados a lo largo de su historia.
También están comenzando a encarar algunos de sus grandes problemas internos y en este sentido pienso que algunos de los cambios que se están dando son inspiradores.
"Las élites de la zona este de Bolivia están tratando de minar el proceso y naturalmente, EE.UU. los está apoyando."
Tomemos, por ejemplo, el caso de Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, donde hay un movimiento popular que ha sido bastante espectacular, si lo comparamos con otros.
Se trata de la población más oprimida del Hemisferio, la población indígena, que ha estado luchando por años sobre asuntos muy importantes.
Hace una década lograron correr de Bolivia a la Corporación Bechtel cuando se trató de privatizar el agua, lo que significó que mucha gente no podía tener acceso a la misma. Fue una victoria sangrienta y grande. Siguieron adelante y finalmente en el 2005 entraron al campo político y eligieron a alguien de sus mismas filas, un campesino pobre, en una elección en la que se habló de temas muy serios sobre los que la gente estaba informada.
No era como en Estados Unidos, donde las campañas se conducen con base en imágenes y brillo, pero se dejan en segundo plano los problemas que hay que resolver.
En Bolivia los temas principales estaban en primer plano y venían del movimiento popular. Eran temas importantes como el control de los recursos, los derechos culturales en una sociedad multiétnica y multilingüe. Eso es democracia verdadera, que puede conducir a algo.
Claro que a las élites de la zona este del país esto no les gusta y por eso están tratando de minar el proceso, y naturalmente, EE.UU. los está apoyando.
El presidente Lula en Brasil es ahora de alguna manera el favorito de Washington, pero esto es así porque casi toda la región se ha movido tanto a la izquierda que Lula es su única esperanza. Y el de Lula es el tipo de gobierno que EE.UU. habría derrocado hace 40 años.
LA INFLUENCIA DE HUGO CHÁVEZ
Muchos lectores apuntan que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, habla mucho sobre usted. ¿Qué piensa usted de él?
Muchos de los programas que ha iniciado me parecen bastante prometedores, como las misiones (programas sociales), los esfuerzos para reducir la pobreza.
Ha impulsado los esfuerzos de integración en Sudamérica, como el Banco del Sur, o Petrocaribe. Todas estas cosas son muy positivas.
En realidad, lo que es importante no es mi opinión. Lo que realmente es importante es la opinión de los venezolanos.
Creo que también hay grandes problemas en el país, como el alto nivel de crimen, enorme corrupción, elementos de caudillismo -la tradicional plaga latinoamericana.
Pero pienso que hay buenas señales de que puede ser una influencia positiva.
En realidad, lo que es importante no es mi opinión. Eso no importa, lo que realmente es importante es la opinión de los venezolanos y sobre eso sabemos bastante, aunque la información no se publique en EE.UU.
Cada año, la consultora chilena Latinobarómetro hace encuestas de opinión en América Latina sobre diferentes asuntos. Y desde que Chávez fue electo, Venezuela siempre ha estado en los primeros lugares junto a países como Uruguay en los temas de apoyo popular a la democracia, optimismo sobre el futuro, etc., y esto es mucho más importante que mi opinión.
OBAMA Y AMÉRICA LATINA
Otro tema que preocupa a los lectores es la relación del presidente Obama con América Latina. Elgui Palomino, de Colombia, pregunta cuál es el futuro de América Latina con Obama en el poder.
Hay un comentario frecuente en los círculos de análisis político de que George Bush no le prestó atención a América Latina y que debemos superar esto para beneficio de Latinoamérica.
Yo siento que una de las mejores cosas que le han pasado a América Latina es justamente que Bush no le prestó demasiada atención.
Yo siento que una de las mejores cosas que le han pasado a América Latina es justamente que Bush no le prestó demasiada atención.
De hecho, esto fue bien formulado por Evo Morales. En septiembre, en el este de su país, hubo un intento bastante violento de socavar la autoridad del gobierno, muchos campesinos murieron, y Unasur, la recién creada unión de repúblicas sudamericanas que es parte de este proceso de integración, celebró una conferencia en Santiago de Chile.
Los participantes emitieron una declaración fuerte en apoyo del gobierno y criticaron la violencia y los levantamientos. Morales respondió agradeciéndoles el apoyo, pero también dijo algo interesante y correcto.
Dijo que por primera vez en 500 años América Latina está tomando el control de sus propios asuntos, sin estar bajo el control de una potencia extranjera. Y al hablar de potencia extranjera pensamos principalmente en Estados Unidos. Esto es muy importante y una señal de su importancia es que no se informó sobre el encuentro en Estados Unidos, se lo consideró una amenaza.
WASHINGTON Y CUBA
Hasta ahora, en relación con Obama, no se puede detectar ninguna posición sobre América Latina. Ha dejado sin efecto algunas de las medidas más extremas de Bush. Por ejemplo, Bush había impuesto restricciones en las relaciones con Cuba que eran muy impopulares incluso entre la comunidad de origen cubano en EE. UU. y Obama relajó esas restricciones.
Pero en cuanto al asunto crucial del embargo, es interesante que en 1962, EE.UU. era lo suficientemente poderoso para torcerle el brazo a los gobiernos de América Latina y forzar a la Organización de Estados Americanos, OEA, a aislar a Cuba. Ahora se da la situación contraria, EE.UU. está aislado dentro de la OEA.
En la última reunión hace unas semanas, EE.UU. apenas logró que se incluyeran algunas condiciones en el llamado relacionado con poner fin al embargo a Cuba.
A inicios de los 60 las administraciones de Kennedy y Lyndon Johnson estaban absolutamente furiosas porque Cuba no estaba sucumbiendo al poder de EE.UU. Esto fue descrito como una especie de insulto.
En EE.UU. por décadas, desde que se han realizado encuestas, la mayoría de la población estadounidense está a favor de la normalización de relaciones con Cuba.
Muchos sectores económicos en EE.UU., en agricultura, industria farmacéutica, energía, también están a favor de esa normalización.
Típicamente, la población está marginalizada y no sorprende que el gobierno no esté de acuerdo con la opinión popular. En general, el gobierno tiende a seguir políticas que sean favorecidas por grandes sectores del sector corporativo, pero en el caso de Cuba esto no se da.
Es uno de los pocos casos en que el poder del Estado, que está en general determinado por las grandes empresas, toma una posición que las contradice.
Hay una especie de interés estatal en castigar a Cuba, que va más allá de los intereses usuales de ganancias y poder. Y es muy claro en qué consiste ese interés estatal. EE.UU. es un país muy libre y tenemos acceso a archivos internos y sabemos que a inicios de los 60 las administraciones de Kennedy y Lyndon Johnson estaban absolutamente furiosas porque Cuba no estaba sucumbiendo al poder de EE.UU. Esto fue descrito como una especie de insulto.
Los servicios de inteligencia identificaron el principal problema de Cuba como "el exitoso desafío a las políticas de EE.UU. durante 150 años", desde la doctrina Monroe, según la cual la intención de EE.UU. era dominar el hemisferio. Y no se podía tolerar un desafío exitoso así que el pueblo cubano "debía ser castigado".
Cuando uno ve el embargo, las medidas económicas y las guerras terroristas de aquel tiempo, estaban dirigidas explícitamente a castigar lo suficientemente al pueblo para que derrocara a su líder si lograba desafiar a EE.UU.
Es algo así como un complejo de la mafia, el Padrino no acepta desobediencia.
LA FIGURA DE CHÁVEZ EN EE.UU.
Algunos lectores como José Ávila se preguntan si debe cambiar la relación con Venezuela. Después de todo, tienen buenas relaciones en lo que más importa a EE.UU. que es el tema comercial.
Hay buenas relaciones comerciales, pero la imagen que se pinta de Chávez en EE.UU. es la de una especie de demonio imposible o monstruo. La imagen que se presenta de Chávez en la prensa es distorsionada y tendenciosa.
Les doy un ejemplo de la ciudad en la que vivo, Boston. El diario The Boston Globe, tal vez el más liberal de EE.UU., publicó la usual batería de ataques contra Chávez pero sí permitieron la publicación de una carta, corta, de un estadounidense que vive en Venezuela, en respuesta a uno de sus editoriales.
"La imagen que se pinta de Chávez en EE.UU. es la de una especie de demonio imposible. La imagen en la prensa es distorsionada y tendenciosa."
La carta decía "yo vivo aquí y las cosas no son como ustedes las describen", así que publicaron la carta, pero al lado colocaron una foto de Chávez en uniforme militar con la mano en el pecho como Mussolini.
¿Por qué hicieron esto? El objetivo es asegurarse de que el público no desvíe su atención y empiece a prestar atención a los hechos. Asegurarse de que el público crea que que Chávez es un demonio que está tratando de destruirnos y al que nosotros tenemos que destruir.
Esto no es inusual, es la forma en que se suele presentar a los enemigos, pero en este caso es un ejemplo un poco extremo. Creo que ello se debe a que, al igual que en el caso de Castro, no logran encontrar la forma para librarse de él.
Después de todo, EE.UU. sí apoyó el golpe que brevemente derrocó al gobierno de Chávez hace siete años, pero esto no funcionó y entonces apoyaron una huelga para socavar a la economía y la industria petrolera. Esto tampoco funcionó, así que están buscando algo diferente.
¿Cree entonces que la relación con Venezuela cambiará o permanecerá igual?
Ciertamente me gustaría ver un cambio, pero no veo muchas señales de esto.
Podría decirse que en cierta forma es mutuamente conveniente para ambas partes mantener la relación como está.
En un sentido, pero no es sano ni bueno para ninguno de los dos países.
América Latina y el fin del "socioliberalismo», por J. Petras
Rebelión, Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll y revisado por Caty R.
La actual recesión mundial y la recuperación potencial de algunos países revelan todas las debilidades del tradicional “mercado de exportación” y el libre comercio: la doctrina de la ventaja comparativa. En ningún lugar esto es más evidente en la actualidad que en América Latina.
A pesar de las recientes revueltas populares y el ascenso de gobiernos de centro izquierda en gran parte de los países de la región, las estructuras, estrategias y políticas económicas perseguidas por sus predecesores perduran, en particular en relación con las prácticas económicas de cara al exterior.
Influidos por la fuerte demanda y el aumento de precios de las materias primas, sobre todo agro-minerales y energéticas, los gobiernos latinoamericanos han desistido de realizar cambios en varias áreas cruciales y se han adaptado a las políticas y herencias económicas de sus predecesores neoliberales. En consecuencia, y con la llegada de la recesión mundial de 2008, se constató un fuerte declive, con graves consecuencias sociales.
La crisis socioeconómica resultante proporciona importantes lecciones y refuerza la idea de que son imprescindibles profundos cambios estructurales en inversiones, comercio y sectores económicos estratégicos para el crecimiento equitativo, sostenido y estable.
El libre mercado y la doctrina del libre comercio en los años 90
Desde mediados de los años 70, con la llegada de regímenes civiles autoritarios y militares pro estadounidenses y bajo la tutela de académicos estadounidenses defensores del libre mercado y de economistas educados en EEUU, América Latina se convirtió en un laboratorio para la aplicación de políticas del libre mercado y comercio.
Las barreras comerciales se rebajaron o eliminaron para que pudieran introducirse sin obstáculos los productos agrícolas europeos y estadounidenses subvencionados, diezmando el número de agricultores que cultivaban sus productos para el consumo local. Bajo la doctrina de la “ventaja comparativa”, las políticas buscaron financiar y promocionar a las grandes empresas agrícolas especializadas en las exportaciones básicas: trigo, soja, azúcar, maíz, ganado, etc., apostando por precios y mercados favorables, precios razonables en productos alimenticios, maquinaria agrícola e importaciones no agrícolas.
La desregulación total de la economía y la privatización de empresas públicas abrieron las compuertas a la inversión extranjera, la toma de posesión de sectores económicos estratégicos y la dependencia, cada vez mayor, de la inversión extranjera para sostener el crecimiento y la balanza de pagos.
La estrategia general de los regímenes fue la dependencia de los mercados exportadores en detrimento de los mercados internos (consumo local popular); una política que se basaba en el abaratamiento de los costes laborales locales y el mantenimiento de altos beneficios de la clase dominante agro-mineral. La presencia de ésta en todos los ministerios económicos importantes de los regímenes aseguraba no sólo que las políticas beneficiasen a esta clase, sino que también se vistieran de una apariencia ideológica sobre la noción de “mercados eficientes racionales”, sin tomar en consideración la historia de inestabilidad intrínseca de los mercados globales.
La crisis de los regímenes neoliberales tradicionales
El sistema financiero desregulado y la recesión mundial de 2000–2001, el pillaje salvaje de la economía y tesorería por los profesionales del libre mercado, la tremenda corrupción y la explotación absoluta de trabajadores, campesinos y empleados públicos, causaron revueltas regionales. Se derrocó y/o derrotó en las elecciones a toda una serie de regímenes apoyados por Estados Unidos. Ecuador, Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay fueron testigos de revueltas populares que terminaron en gobiernos de centro izquierda, especialmente tras las campañas que prometieron “profundos cambios estructurales”, incluidos cambios en la estructura económica del poder y un aumento significativo del gasto social y la redistribución de la tierra.
En la práctica, las derrotas políticas de los partidos de derecha y la élite económica debilitada no sirvieron para realizar transformaciones socioeconómicas a gran escala y que perdurasen en el tiempo. Los nuevos gobiernos persiguieron políticas socioeconómicas que intentaban “reformar” a las élites económicas, forzándolas a encaminar sus esfuerzos hacia la reactivación de la economía y la asistencia a pobres y parados. Las élites políticas fueron relevadas, algunos elementos implicados en represiones masivas llevados a juicio, pero sin un esfuerzo serio para transformar el sistema político de partidos. En otras palabras, las élites neoliberales y sus políticas de libre mercado se quedaron donde estaban, sólo frenadas temporalmente por las políticas de intervención estatal de los gobiernos de centro izquierda.
Políticas de centro izquierda: gestión de la crisis y el boom económico
Los nuevos gobiernos de centro izquierda adoptaron toda una serie de políticas, desde incentivos económicos para los negocios, regulaciones financieras, mayor gasto para luchar contra la pobreza, incrementos salariales generalizados y consultas con dirigentes de organizaciones populares. Repudiaron a sus enemigos políticos y responsables del período anterior, junto con la intervención de algunas empresas privadas en bancarrota. Estas políticas de gran alcance y simbolismo lograron, temporalmente, el apoyo popular del electorado, aislando y dividiendo a los sectores más radicales de los movimientos populares.
No obstante, las demandas de cambios más amplios y profundos seguían en la agenda, mientras los gobiernos de centro izquierda hacían equilibrios entre las demandas radicales que surgían desde abajo y sus compromisos políticos para normalizar y estimular el desarrollo capitalista, incluyendo a todas las élites existentes: multinacionales extranjeras, agro-minerales, financieras, comerciales y de manufactura. El dilema del centro izquierda se resolvió gracias al aumento súbito de los precios de las materias primas, estimulado mayormente por la demanda y el dinámico crecimiento de las economías asiáticas, principalmente China.
Los gobiernos de centro izquierda abandonaron cualquier idea de perseguir los cambios estructurales y se sumaron al “crecimiento exportador” –basado en la exportación de productos básicos-. Al abandonar la crítica de la inversión extranjera y las demandas de “renacionalizar” empresas privadas estratégicas, los gobiernos de centro izquierda abrieron la puerta a la entrada masiva de capital extranjero, suspendiendo la aplicación de algunos de sus controles reguladores.
El boom de las materias primas de 2003–2008 permitió a los gobiernos de centro izquierda (y la derecha) “comprar” a la oposición: los sindicatos consiguieron incrementos salariales sustanciosos, el sector de los negocios recibió incentivos cuantiosos, se acogió con entusiasmo a los inversores extranjeros y se fomentaron las remesas procedentes de trabajadores en el extranjero; todo contribuía a reducir la pobreza.
En una palabra, toda la estructura socioeconómica del alto crecimiento de América Latina orientada a la estrategia exportadora se cimentó en la demanda del mercado mundial y las condiciones económicas de los países imperialistas. Pocos expertos económicos, columnistas financieros y políticos que alaban los “mercados racionales” expresaron sus dudas sobre la sostenibilidad del modelo del “mercado exportador”.
La extraordinaria vulnerabilidad de estas economías, su dependencia de mercados inestables, de un número limitado de productos de exportación, de uno o dos mercados, y de las remesas procedentes de trabajadores en condiciones tremendamente precarias, deberían haber alertado a cualquier economista o responsable de las políticas seguidas a poco que reflexionara. Los carísimos asesores contratados, procedentes de la Harvard Business School, la Penn’s Wharton School y otros prestigiosos centros de educación superior (enamorados de sus ecuaciones matemáticas que demostraban sus premisas), argumentaron que los mercados menos regulados son los que más éxito tienen, y convencieron a sus colegas latinoamericanos, desde el centro izquierda hasta la derecha, de la conveniencia de reducir las barreras comerciales y dejar que corriera el flujo de capitales.
Después de sólo cinco años de crecimiento rápido inducido por el mercado exportador, las economías latinoamericanas se derrumbaron. Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas, en 2009, las exportaciones procedentes de naciones latinoamericanas y caribeñas sufrirán la mayor caída de los últimos 72 años (desde la última depresión mundial), un 11% en volumen, mientras las importaciones caerán un 14%, la mayor caída desde la recesión mundial de 1982.
Las trampas de la dependencia de las exportaciones de materias primas
Las fechas de referencia son indicativas de los compromisos y vulnerabilidades antiguos en la estructura comercial: las recesiones pasadas y presentes tienen un impacto acusado en América Latina porque, tanto en el pasado como en la actualidad, sus economías dependen de las exportaciones agro-minerales a los mercados imperiales, quienes rápidamente trasladan sus crisis internas a sus socios comerciales latinoamericanos. El descenso histórico del comercio inevitablemente duplica, y hasta triplica, la tasa de desempleo entre los trabajadores de los sectores exportadores y tiene un efecto multiplicador en las empresas económicas satélites vinculadas al gasto y consumo generados por el comercio de ultramar. La especialización en exportaciones agro-minerales limita la posibilidad de empleo alternativo, al contrario que una economía más diversificada. La dependencia del Estado de los ingresos procedentes de las exportaciones energéticas y agro-minerales implica recortes automáticos en inversión pública y gasto social.
La crisis comercial de América Latina ha afectado en especial a los países con la configuración más tradicional en exportación de productos agrícolas, minerales y energéticos: Venezuela y Ecuador (petróleo), Colombia (petróleo y carbón), y Bolivia, han sufrido una caída del 33% en 2009, mucho mayor que la media de la región. México, que depende en un 80% de su comercio con Estados Unidos (petróleo, turismo, remesas, automóviles), ha experimentado la mayor caída de todos los países del hemisferio: el 11% del Producto Nacional Bruto.
Aunque todas las economías dependientes de las exportaciones se vieron muy afectadas por la crisis, los países que mantenían un comercio más diversificado (manufacturas, agricultura, servicios) cayeron casi un 20%, mientras que los países especializados en exportaciones petroleras y minerales cayeron más de un 50%.
Las trampas de la dependencia del mercado único
Los países con mayor diversidad de mercados y socios comerciales, en especial los que comerciaron con América Latina y China, experimentaron una caída menor en comparación con países como México, Venezuela y los de América Central, que dependían más de los mercados de Estados Unidos y la Unión Europea, y que cayeron más del 35%.
Pero el comercio sólo fue uno de los cuatro frentes que impactaron negativamente en América Latina: la inversión extranjera directa, las remesas procedentes de los trabajadores emigrados y los precios de las materias primas también contribuyeron a la crisis.
Las trampas de la dependencia de la inversión extranjera
Una de las principales causas de la crisis en América Latina fue dejar la puerta abierta a la inversión extranjera. Los flujos de capital extranjero escalaron en respuesta al crecimiento interno, aprovechándose de los altos beneficios generados por el boom comercial. Con la posterior caída del comercio, los ingresos y los beneficios, la inversión extranjera cesó y repatrió sus beneficios, exacerbando la crisis y haciendo crecer el desempleo. La inversión extranjera sigue las prácticas de fácil entrada y rápido abandono –un elemento tan poco fiable como inestable para el desarrollo-.
Las trampas de la dependencia de las remesas procedentes de los trabajadores emigrados
Los gobiernos latinoamericanos se acostumbraron, en sus políticas y proyecciones económicas, a las multimillonarias transferencias de dólares procedentes de sus trabajadores en el extranjero, sin tener en cuenta las condiciones económicas y legales de sus ciudadanos emigrados. La gran mayoría de éstos se encuentra en situación muy vulnerable: muchos están indocumentados (los llamados “inmigrantes ilegales”) y cuando aparecen las recesiones se les despide repentinamente; trabajan en sectores como la construcción, el turismo, la jardinería y la limpieza, duramente afectados por las recesiones; no tienen antigüedad, o muy poca, y son los últimos a quienes se emplea pero los primeros a quienes se despide; y, por último, muchos no reciben ninguna ayuda económica cuando se quedan sin trabajo y se enfrentan a la deportación si no pueden mantenerse. Los resultados de esta alta vulnerabilidad son visibles en la disminución de las remesas, lo que ha agravado la pobreza y ha desequilibrado la balanza de pagos.
La inestabilidad de los precios de las materias primas
Al poner todos los huevos en la cesta de los altos precios de las materias primas y los mercados de ultramar, los gobiernos de centro izquierda perdieron una gran ocasión para profundizar en los cambios del mercado interno mediante la industrialización, la reforma agraria y las inversiones públicas en infraestructuras, vinculando éstas con los recursos mineros, manufactureros y energéticos, con el fin de proteger la economía nacional ante crisis inducidas desde el exterior.
Los límites del socioliberalismo (“Centro-Izquierda”) y la crisis económica
Durante la primera década del nuevo milenio, los nuevos gobiernos de centro izquierda arremetieron contra el neoliberalismo y se autoproclamaron “socialistas del siglo XXI”. En la práctica, esto significaba aumentar los desembolsos en servicios sociales dentro de las estructuras económicas y políticas comerciales existentes, con pequeños ajustes con los socios comerciales y las empresas conjuntas establecidas con inversores extranjeros. En el transcurso de este período, todos los gobiernos practicaron políticas socioliberales parecidas a las seguidas por los gobiernos socialdemócratas europeos contemporáneos: combinaron el libre comercio y la inversión extranjera con más gasto en programas de lucha contra la pobreza, prestaciones por desempleo y salario mínimo. Por otra parte, se generaron grandes beneficios para las élites agro-minerales y el sector bancario, que financiaron el comercio, el consumo y las refinanciaciones de la deuda externa.
Todo el modelo socioliberal se fundó, sin embargo, sobre los frágiles cimientos de la estrategia exportadora, vulnerable a las crisis, los ingresos comerciales altamente inestables y las remesas de los trabajadores en situación precaria en el extranjero. Cuando los mercados exportadores de América Latina se secaron y cayeron los precios, los ingresos cayeron igualmente y los trabajadores fueron despedidos. El modelo socioliberal se derrumbó, causando el crecimiento negativo y revirtiendo los anteriores avances en empleo y reducción de la pobreza.
Lecciones del desplome del modelo socioliberal
- Los programas sociales positivos no son sostenibles sin cambios estructurales que reduzcan la vulnerabilidad externa.
- La reducción de la vulnerabilidad externa exige la propiedad pública de los sectores económicos estratégicos con el fin de evitar la fuga de capitales, comportamiento típico del capital extranjero.
- La reducción de la vulnerabilidad económica depende de la diversificación de los mercados, desvinculándolos de los centros imperialistas, controlados financieramente y muy susceptibles de padecer las crisis. Una mayor sostenibilidad económica depende de la intensificación del mercado interno, con el incremento del comercio entre regiones y su reorientación hacia las regiones de mayor crecimiento.
- Los subsidios sociales son necesarios para afrontar las urgencias, pero no atacan a la raíz de las rentas bajas y la pobreza. Los programas a largo plazo de distribución de la tierra, vinculados a la financiación del desarrollo a gran escala y la inversión en la producción local de alimentos y las industrias internas de producción agro-mineral disminuirán la dependencia de los mercados exteriores y estabilizarán la economía.
- El control estatal del comercio exterior y las empresas minerales estratégicas permite la consolidación del excedente económico para financiar la diversificación económica y la innovación.
- La integración regional debe pasar de las declaraciones retóricas a su realización práctica. Venezuela -presidida por Hugo Chávez, el mayor defensor de la integración regional y promotor del ALBA (Asociación Bolivariana para América Latina)– todavía depende de los mercados estadounidenses en un 80% de su venta de petróleo, un 70% de sus ingresos gubernamentales en concepto de exportación, y más del 50% de sus importaciones de productos alimentarios de Colombia, cliente militar de Estados Unidos. La integración regional será posible siempre que se base en la planificación de inversiones complementarias y empresas conjuntas de propiedad pública para industrializar los productos minerales, el petróleo y otras materias primas.
- Los pactos de seguridad entre los gobiernos latinoamericanos, destinados a contrarrestar las bases conjuntas de Estados Unidos y Colombia y su estrategia de militarización, también tienen una función económica –la creación de empresas conjuntas para la industria armamentista-, de forma que se reduzcan las compras al exterior.
- La diversificación del comercio hacia Asia y la reducción de la dependencia de Estados Unidos y Europa son necesarias pero insuficientes si la exportación sigue consistiendo principalmente en las materias primas. Cambiar de socios comerciales sin cambiar los modelos “coloniales” no disminuirá la vulnerabilidad. América Latina, y en especial Bolivia, Brasil, Perú y Ecuador, debe insistir en la industrialización de sus productos básicos y su valor añadido antes de la exportación a China, India, Japón y Corea.
En resumen, la actual crisis mundial revela las limitaciones y la insostenibilidad de las políticas y los gobiernos socioliberales. El reconocimiento de las vulnerabilidades y la inestabilidad sentaría las bases para una transformación estructural más profunda basada en cambios en la propiedad de la tierra, los modelos comerciales y la propiedad de las industrias estratégicas. La crisis actual ha desacreditado tanto las recetas neoliberales como las socioliberales, y abre la puerta a una nueva forma de pensar que vincule el gasto social con la propiedad pública.
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Ver el último libro de James Petras: Global Depression and Regional Wars: The United States, Latin America and the Middle East (Depresión global y guerras regionales: Estados Unidos, América Latina y Oriente Próximo)
Chomsky: Obama, Venezuela y América Latina en la tormenta…
Entrevista con Noam Chomsky realizada durante su visita a Venezuela…
"La integración es una condición previa para la independencia"
Eva Golinger, Venezolana de Televisión/Rebelión
Eva Golinger (EG): Existen movimientos populares soberanos en América Latina, algunos identificados como socialistas, como aquí en Venezuela, y ahora tenemos una situación de expansión de presencia militar de EE.UU. como último recurso para retomar el control. Considerando este contexto y el nuevo gobierno de EE.UU., ¿cómo debemos ver y cuáles son los prospectos de la integración latinoamericana en la era Obama?
Noam Chomsky (NC): No veo que la era Obama vaya a ser muy diferente de las anteriores. Es diferente desde el punto de vista retórico. Su presencia personal, buena retórica, y eso vende. Obama es un producto de la industria de relaciones públicas y publicidad. De hecho ganó un premio en 2008 de la industria de la publicidad por la mejor campaña publicitaria de ese año, superando a Apple Computers. Y están muy emocionados al respecto. Hay una nueva táctica de relaciones públicas y va a cambiar el clima de la industria. Y de hecho la industria de la publicidad describe abiertamente lo que hace en el ámbito político. Venden candidatos de la misma forma que venden pasta dental, y son muy francos al respecto, y dicen que este ha sido un gran triunfo, el mayor desde Reagan. Y su actitud hacia el mundo también es diferente. El gobierno de Bush era descarado y arrogante, mostrando desprecio por el mundo, como le dijeron abiertamente a las Naciones Unidas sobre el tema Irak, “si no se nos unen son irrelevantes”. A los europeos no les gusta escuchar eso, les gusta escuchar frases agradables como “los queremos”. De hecho la mejor descripción que conozco de la diferencia entre Bush y Obama se dio en 1962. Ese año, durante la crisis de los misiles, Kennedy tomaba decisiones que amenazaban con una guerra nuclear, que habría acabado con Europa, y EE.UU. habría estado seguro, y no se las informaba a los británicos, con quienes se supone tiene una relación especial. El gobierno de Kennedy no les informaba a los británicos lo que pensaba hacer, algo que quizá destruiría Gran Bretaña. Y un alto asesor de Kennedy, Dean Atchison, definió la relación especial, en secreto, no en público. Dijo que la relación especial entre EE.UU. y Gran Bretaña es que Gran Bretaña es nuestro lugarteniente, el término de moda es “socio”. Esa es la diferencia entre Bush y Obama. Para Bush, Rumsfeld y todos ellos, Europa es su lugarteniente: “cállate y haz lo que yo diga”. Para Obama, Europa es su socio: “te quiero, ahora cállate y yo hago lo que me dé la gana”.
EG: Básicamente lo mismo, con métodos diferentes.
NC: Y a los europeos les gusta, al Medio Oriente le gusta. El triunfo publicitario es impresionante. Por ejemplo, ahora está empezando el mes de Ramadán en el mundo islámico. Se ayuna todo el día y se come un banquete en la noche. Y la manera de romper el ayuno es empezar a comer dátiles. En Egipto los vendedores de dátiles han seleccionado sus mejores dátiles y los llaman los “dátiles Obama”, y Obama está abusando de ellos, pero no importa porque “eres nuestro socio y te queremos”.
EG: ¿Qué tipo de estrategia de resistencia es posible para este tipo de seducción?
NC: Lo primero es entender lo que está ocurriendo. Y lo segundo es ver que lo que está ocurriendo es simplemente una modificación táctica de políticas tradicionales, que a nivel mundial se remontan a los años cuarenta, y en cuanto a la historia de EE.UU. se remontan a los primeros colonos que llegaron al hemisferio. La política es constante pero las circunstancias cambian, por lo que las tácticas cambian. La integración es crucial. De hecho está ocurriendo un proceso doble de integración en Suramérica. Uno es la integración de países individuales. Tradicionalmente, desde la época de la conquista estuvieron separados, había muy poca interacción entre ellos. Las importaciones de artículos de lujo venían de Europa y la exportación de capital iba al país europeo de preferencia, ahora es EE.UU. en vez de Europa. Entonces una forma de integración es unir estos países, y Unasur es un ejemplo, otros ejemplos son el Banco del Sur, Mercosur.
EG: El ALBA.
NC: El ALBA es otro ejemplo. Son esfuerzos iniciales para integrar los países, y esa es una condición previa para la independencia; si están separados los van a atacar uno a uno, pero si están integrados habrá cierto tipo de defensa. La otra forma de integración que me parece más importante es la interna. Todas las estructuras latinoamericanas han sido típicamente pequeñas elites, muy europeizadas, mayormente blancas, que controlan la riqueza del país, la tierra, y no tienen responsabilidad con el resto de la población, empobrecidas, con la peor desigualdad del mundo, y son países ricos. Y el otro proceso de integración es involucrar a las grandes mayorías en la sociedad funcional, romper el yugo de las elites. Ocurrió aquí, ocurrió en Bolivia, y naturalmente hay gran resistencia y por supuesto está apoyada por EE.UU., y Europa también pero EE.UU. tiene mucho más influencia. Y este proceso dual de integración no es tolerable para las elites internas ni para las potencias imperiales extranjeras, por razones obvias. Por supuesto que hay resistencia, y a veces asume formas tradicionales, pero son más débiles, el control militar es más débil, ya no se puede simplemente invadir un país y derrocar el gobierno. A veces sí pueden, como hicieron EE.UU. y Francia, que invadieron Haití en 2004, expulsaron al presidente.
EG : Y lo ha ocupado desde entonces.
NC: Y lo ha ocupado.
EG: Quería hacer unas preguntas más antes de terminar. Para hablar de Venezuela y esa resistencia interna a la agresión del imperio. Hablamos hace un par de años sobre dos temas específicos, la creación de una nueva forma de poder popular, la transferencia de poder del Estado a consejos comunales, que ahora se están desarrollando en especies de comunas que se van a integrar regionalmente en todo el país. Tenemos escuelas de formación en esta área de consejos comunales y poder popular, y paralelo a eso está el tema de la democratización de los medios, porque podemos construir resistencia y estrategias de integración pero siempre existe un componente de guerra psicológica, y el aparato imperial controla casi toda la opinión pública en el mundo. Una pregunta sería ¿cómo ve ese proceso que ocurre en Venezuela, de la transferencia de poder al pueblo y cómo se lograría la democratización de los medios?
NC: Son preguntas interesantes. En Occidente, en EE.UU. y básicamente en el mundo occidental medios democráticos quiere decir que el Estado no controla el contenido, es decir que de Washington no pueden allanar las oficinas de CBS News y decirles lo que tienen que transmitir. Eso no existe, de hecho EE.UU. preserva la libertad de prensa, quizá mejor que nadie en ese sentido. Todas estas son sociedades capitalistas, por lo que hay una alta concentración de poder económico, lo que quiere decir que el poder económico puede apoderarse de los medios y convertirlos en agencias de propaganda del sistema corporativo, que a su vez controla el Estado. Entonces tenemos un sistema de Estado-corporación que está muy bien integrado. El caso de Obama, la razón principal por la que ganó las elecciones es porque tenía el apoyo de las instituciones financieras, a quienes les gustaba más que McCain, por eso financiaron su campaña. Pero estas instituciones estatales-corporativas están bien vinculadas y controlan los medios, que son llamados libres, porque el Estado no manda soldados a sus oficinas editoriales a decirles lo que tienen que publicar, pero es básicamente la misma gente. Entonces es democrático en un sentido y cuasi-totalitario en otro sentido. Y por esa razón el sistema doctrinario es extremadamente cerrado.
EG: ¿En Estados Unidos?
NC: Sí. De hecho en Europa no es muy diferente, con excepción quizá de Inglaterra, donde se puede criticar la guerra en Irak, pero no se puede criticar el bombardeo por parte de EE.UU. y Gran Bretaña sobre Serbia, eso es sagrado. Las decisiones son diferentes pero las estructuras son similares. Tienen diferencias, son países distintos. EE.UU. es el extremo entre los países industrializados, al punto de estar dominado por empresas, desde hace mucho tiempo. El ejemplo de la radio, cuando llegó la radio en los años veinte. La radio es pública y el gobierno controla el espectro radioeléctrico pero es propiedad pública. Cuando la radio llegó a los países europeos, en su mayoría era pública, luego se comercializó. En EE.UU. hubo un debate al respecto. Grupos defensores de derechos civiles, organizaciones eclesiásticas, universidades querían mantener la radio pública, bajo control público, pero perdieron durante el gobierno Roosevelt, que bajo el principio de libertad de expresión dijo que debía ser comercializada, y si uno piensa lo que significa libertad de expresión, es comprensible, libertad de expresión quiere decir que va a ser controlada sin intervención estatal por el poder privado.
EG: Las corporaciones
NC: En EE.UU. se hizo comercial inmediatamente, no había radio pública. Cuando llegó la televisión treinta años después, se hizo privada en gran medida. En EE.UU. ni siquiera estaba en la agenda, ni siquiera hubo un debate al respecto, porque el sistema se había extendido tanto. Existe un nivel mínimo de televisión pública, en su mayoría financiada por corporaciones.
EG: Quiere decir que no se debatió si sería pública, automáticamente se hizo comercial.
NC: No estaba en la agenda. En el caso de la radio, el movimiento sindical estaba desarrollándose en los años treinta, tenía gran influencia, y quería que fuese pública, pero para los años cincuenta el movimiento sindical estaba tan debilitado que no tuvo mucha influencia. El sistema estadounidense es el extremo, es extremadamente libre, se preserva la libertad de expresión mejor que en cualquier otro país.
EG: Pero la gente no tiene acceso a ella. Las corporaciones son las que tienen acceso a ella.
NC: Está controlada por las corporaciones, pero no hay intervención estatal, intervención estatal directa. El Estado no puede impedir que yo por ejemplo incite un golpe de Estado. A veces es extremo. En los años sesenta yo trabajaba en un laboratorio financiado 100% por el Pentágono y ese era el centro académico de resistencia contra la guerra, resistencia real, podíamos haber ido a la cárcel, y ellos no intervenían. Puedes decir lo que quieras…
EG: No en televisión.
NC: No se tenía acceso a la televisión.
EG: Recientemente unas personas en la radio incitaron el asesinato del presidente Obama y fueron detenidos por el servicio secreto.
NC: No se puede incitar al asesinato, o sea que hay ciertos límites, pero en general debemos considerar que es una sociedad extremadamente libre. A veces puedo hablar en televisión y radio y decir lo que estoy diciendo ahora, y no pasaría nada, pero por otro lado la concentración de poder y la coordinación de poder estatal y corporativo logran un control estatal-corporativo. Y la radio fue comprada hace treinta años por grandes sistemas corporativos y ahora es tan derechista que condenan al partido republicano por socialista. Es extrema derecha, y es un fenómeno interesante e importante y puede tener relevancia para el futuro. Llega a una gran audiencia de gente resentida, cuyas vidas están siendo destruidas. Durante el período neoliberal para la mayoría los salarios estuvieron estancados, más horas laborales, menos beneficios y alta concentración de riqueza. Ahora hay más desigualdad que nunca antes en la historia de EE.UU. Esta gente se siente agraviada y es la mayoría de la población, exigen respuestas, “¿qué nos está pasando? ¿Por qué nuestras vidas están destruidas?” Y los únicos que les están dando respuesta es la extrema derecha. Dicen “sus vidas están destruidas porque los liberales ricos son dueños de las corporaciones, controlan el gobierno, los medios y para ellos ustedes no importan. Somos la gente de paso, para los de la costa este y la costa oeste no somos importantes”. La estrategia es conocida, así era la propaganda nazi en sus inicios. Le llegaba al mismo tipo de gente, le daba respuesta a sus quejas, y ya sabemos lo que pasó, y eso podría pasar en EE.UU., así que no son temas triviales.
EG: Claro que no. Ya como conclusión, y para seguir con ese tema del control corporativo de los medios, y para regresar a Venezuela y la situación de recrudecimiento de las agresiones. ¿Qué acciones podemos tomar para romper ese cerco informativo para que la gente en EE.UU. y países europeos puedan conocer la verdad sobre movimientos populares aquí en Venezuela y cómo podemos fortalecer nuestros lazos solidarios y también crear conciencia sobre la agresión contra América Latina por parte del gobierno de Obama?
NC: Hay dos formas. La gente de EE.UU. debe entender la verdad sobre ellos mismos, lo que ellos llaman libertad de expresión. Es muy importante, la libertad de expresión es un logro pero hay que entender lo que significa. La libertad de expresión en la práctica significa control estatal-corporativo y eso hay que entenderlo. Segundo, en Venezuela debe lograrse la democratización de los medios de una manera que asigne una verdadera participación y control públicos del sistema mediático para que sea realmente democrático y auténtico y ello implica librar una lucha constante contra la concepción de libertad de expresión que en realidad es control corporativo. Debe ser en la práctica, debe implementarse, y debe ser ideológico, hacer entender que aunque la libertad de expresión es maravillosa y debe preservarse, tiene un significado específico en la práctica bajo circunstancias socioeconómicas particulares. Cuando todos los medios en EE.UU. son grandes corporaciones, parte de corporaciones más grandes con vínculos al gobierno, pueden ser muy libres, pues nunca van a llegar soldados a las oficinas, pero es una libertad que permite que se escuche una sola voz. Está en el sistema político. EE.UU. es conocido como una democracia estelar, en realidad es una democracia guiada, como en Irán. En Irán los candidatos son censurados por clérigos del gobierno, en EE.UU. son censurados por las corporaciones, no se puede optar por un cargo público si no se tiene un importante financiamiento del sector privado.
EG: ¿En este contexto cómo podemos romper esa barrera?
NC: Organizando activistas. En EE.UU. y el mundo occidental hay que lograr que se entienda en qué sistema estamos. Aquí se debe lograr primero una democratización legítima, sin influencia del gobierno, y transferir los medios a control público y la participación pública, sin importar si le gusta o no al gobierno, eso debe promoverse y desarrollarse. Y también está la constante batalla ideológica, saber que la libertad de expresión es un logro maravilloso, tiene un significado práctico específico dependiendo de la estructura de poder en la sociedad, que es muy difícil de inculcar. Porque parece, y puede ser verdad, que si el gobierno interfiere en los medios está violando la libertad de expresión, pero puede ser falso. Si los medios pasan a control popular es falso, incluso si viola la doctrina que dice que el poder privado debería poder controlar todo.
EG: Se está pasando por ese proceso aquí en Venezuela, así como la transferencia de poder al pueblo, y esperando que en la era Obama, o mejor dicho, el siglo XXI, de alguna forma el mensaje de lo que está pasando en América Latina llegue al pueblo de EE.UU., y si Ud. pudiera dar un mensaje al pueblo de Venezuela.
NC: El mismo gobierno de Obama es un gobierno demócrata típico, pero la campaña le dio ánimo a mucha gente y la mayoría estaba molesta con lo que estaba pasando y la campaña de Obama les dio ánimo, con ilusiones, pero les dio ánimo, y en parte pueden entender los procesos de cambio importantes en otros países, y esa es la base de los movimientos solidarios. Hay algo nuevo, hasta los años ochenta no había nada parecido a movimientos solidarios. En Francia por ejemplo, a nadie se le ocurría ir a Vietnam bajo dominio francés a convivir con la gente que trataba de derrocar el colonialismo francés. En EE.UU. en los años sesenta empezó el movimiento antibélico pero nadie decía que iba a vivir con aldeanos survietnamitas para ayudarlos o protegerlos. Pero en los ochenta sí estaba pasando, en la sociedad promedio conservadora estadounidense, incluso de congregaciones evangélicas, decenas de miles, iban a Centroamérica, y ahora van a todo el mundo. Eso fue un movimiento solidario masivo que puede entender mejor estos temas. Debe haber cooperación internacional en este sentido. La integración no es solo dentro de Suramérica, es Suramérica y el mundo, y estos temas se apoyan mutuamente y debe continuar.
EG: En parte es por eso que estamos muy agradecidos de que nos visite, y aunque nos encantaría seguir hablando por horas sobre estos temas, tenemos que concluir, así que muchas gracias por conceder esta entrevista a Venezolana de Televisión, Noam Chomsky en su primera visita a Venezuela durante este período revolucionario, esperamos ansiosos las conclusiones de su visita en los próximos días. Muchas gracias.
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N. Chomsky: la cuestionada y vigente supremacía estadunidense en América Latina…
Estados Unidos fue fundado como un
imperio infante
en las palabras de George Washington. La conquista del territorio nacional fue una gran aventura imperial. Desde los primeros días, el control del hemisferio fue una meta vital.
América Latina ha conservado su primacía en la planeación global de Estados Unidos. Si Estados Unidos no puede controlar a América Latina, no puede esperar lograr un orden exitoso en otros lugares del mundo
, declaró el Consejo Nacional de Seguridad del presidente Richard M. Nixon en 1971, cuando Washington estaba considerando el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende en Chile.
Recientemente el problema del hemisferio se ha intensificado. América del Sur se ha movido hacia la integración, un prerrequisito para la independencia; ha ampliado sus vínculos internacionales y ha empezado a enfrentar sus desórdenes internos, entre los cuales destaca el tradicional dominio de la minoría europeizada pudiente sobre un océano de miseria y sufrimiento.
El problema se agudizó hace un año en Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, donde, en 2005, la mayoría indígena eligió a un presidente de sus propias filas, Evo Morales.
En agosto de 2008, después de la victoria de Morales en un referendo, la oposición integrada por elites respaldadas por Estados Unidos se tornó violenta, desembocando en la matanza de unos 30 partidarios del gobierno.
En respuesta, la recién formada Unión de Repúblicas Sudamericanas (Unasur) convocó a una reunión cimera. Los participantes –todos los países de América del Sur– declararon su pleno y firme apoyo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue ratificado por una gran mayoría
.
Por primera vez en la historia de América del Sur, los países de nuestra región han decidido cómo resolver nuestros problemas, sin la presencia de Estados Unidos
, observó Morales.
Otra manifestación: el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha prometido poner fin al uso por parte de Estados Unidos de la base militar de Manta, la última instalación de ese tipo de Estados Unidos en América del Sur.
En julio, Estados Unidos y Colombia firmaron un acuerdo secreto para permitir a Estados Unidos la utilización de siete bases militares en Colombia.
El propósito oficial es contrarrestar el narcotráfico y el terrorismo, pero altos oficiales militares y funcionarios civiles de Colombia familiarizados con las negociaciones revelaron a la Associated Press que la idea es hacer de Colombia un centro para las operaciones del Pentágono
.
El acuerdo proporciona a Colombia un acceso privilegiado a abastecimiento militar de Estados Unidos, según informes. Colombia ya es actualmente el mayor recipiente de ayuda militar estadunidense (aparte de Israel-Egipto, una categoría separada).
Colombia ha tenido de lejos el peor historial de derechos humanos en el hemisferio desde las guerras centroamericanas de los años 80. La correlación entre la ayuda de Estados Unidos y las violaciones a los derechos humanos ha sido notada desde hace tiempo por académicos.
La Ap citó también un documento de abril 2009 del Comando de Movilidad Aérea de Estados Unidos, en el que se propone que la base Palanquero en Colombia podría convertirse enlocación de seguridad cooperativa
.
Desde Palanquero, “casi la mitad del continente puede ser cubierta por un (trasporte aéreo) C-17 sin recargar combustible”, señala el documento. Esto podría formar parte de una estrategia global en ruta
que ayude a lograr la estrategia y contribuya a encaminar la movilidad a África
.
El 28 de agosto, la Unasur se reunió en Bariloche, Argentina, para analizar la cuestión de las bases militares en Colombia.
Después de un debate intenso, la declaración final subrayó que Sudamérica debe mantenerse como una tierra de paz
y que fuerzas militares extranjeras no deben amenazar la soberanía e integridad de ninguna nación de la región. E instruyó al Consejo de Defensa Sudamericano que investigue el documento del Comando Aéreo de Movilidad.
El propósito oficial de las bases no escapó a las críticas. Morales dijo haber sido testigo que soldados de Estados Unidos que acompañan a tropas bolivianas dispararon contra miembros del sindicato de cultivadores de coca.
Así que ahora somos narcoterroristas
, continuó. Cuando no pudieron seguir llamándonos comunistas, nos llamaron subversivos, y después traficantes, y terroristas desde los ataques del 11 de septiembre
. Advirtió que la historia de América Latina se repite
.
La responsabilidad final de la violencia en América Latina yace con los consumidores de drogas ilegales en Estados Unidos, dijo Evo Morales. Si la Unasur enviara tropas a Estados Unidos para controlar el consumo, ¿lo aceptarían? Imposible
.
El hecho de que la justificación de Estados Unidos por sus programas antidrogas en el extranjero sea considerada siquiera digna de debate es una ilustración más de la profundidad de la mentalidad imperial.
El pasado febrero, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y democracia emitió su análisis sobre la guerra contra las drogas
de Estados Unidos en las décadas pasadas.
La comisión, encabezada por los ex presidentes latinoamericanos Fernando Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia) llegó a la conclusión de que la guerra contra las drogas había sido un fracaso total y exhortó a un cambio radical de política, alejada de medidas de fuerza en lo interno y en el exterior, y hacia medidas mucho menos costosas y más eficaces de prevención y tratamiento.
El informe de la comisión, como estudios previos y los antecedentes históricos, careció de un impacto detectable. Esta falta de respuesta refuerza la conclusión natural de que la guerra contra las drogas
, como la guerra contra la criminalidad
y la guerra contra el terrorismo
se libran por razones ajenas a las metas anunciadas, que son reveladas por las consecuencias.
Durante el decenio pasado, Estados Unidos ha incrementado la ayuda militar y el adiestramiento de oficiales latinoamericanos en tácticas de infantería ligera para combatir el populismo radical
, un concepto que, en el contexto latinoamericano, envía escalofríos a la espalda.
El adiestramiento militar está siendo desplazado del Departamento de Estado al Pentágono, eliminando previsiones de derechos humanos y democracia antes bajo supervisión congresional, siempre débiles pero al menos un disuasivo para los peores abusos.
La Cuarta Flota de Estados Unidos, desbandada en 1950, fue reactivada en 2008, poco después de la invasión de Colombia a Ecuador, con responsabilidad para el Caribe, Centro y Sudamérica, y las aguas que la rodean.
Sus operaciones diversas
incluyen el combate al tráfico ilícito, cooperación de seguridad en el teatro, interacción de militares a militares y adiestramiento bilateral y multinacional, detalla el anuncio oficial.
La militarización de América del Sur se alinea con designios mucho más amplios. En Irak, la información es virtualmente nula acerca de las bases militares de Estados Unidos allí, así que debe suponerse que permanecen para proyección de fuerza. El costo de la inmensa ciudad-en-una-ciudad que es la embajada en Bagdad se elevará a mil 800 millones de dólares al año, de mil 500 millones que se habían estimado.
El gobierno de Obama también está construyendo megaembajadas en Pakistán y Afganistán.
Estados Unidos y el Reino Unido están exigiendo que la base militar de Diego García sea exenta de de la zona libre de armas nucleares de Africa, como lo están las bases de Estados Unidos en zonas similares en el Pacífico.
En pocas palabras, las acciones de un mundo de paz
no caen en el cambio en el que puedes creer
, para pedir
prestado el eslogan de campaña de Obama.
Chile empata 2-2 con Venezuela: Bielsa reconoce errores en defensa y su objetivo ahora es derrotar a Brasil…
Bielsa reconoció errores en defensa y alabó a Valdivia
El entrenador de la "Roja" dijo el empate pasó por errores propios y dijo que se "sobreestimó" al rival.
Coincidiendo con las declaraciones de los jugadores tras el empate 2-2 de Chile ante Venezuela, Marcelo Bielsa dijo que el resultado del partido pasó por los errores defensivos de la Selección Nacional, más que por aciertos del rival.
"Tuvimos algunas imprecisiones que facilitaron las dos conquistas o el origen de ellas. Dejamos de manejar la pelota y después el rival obtuvo dos goles que no fueron mérito exclusivo de ellos", comenzó diciendo el entrenador de la Selección Chilena.
"La equivocación está dentro de los elementos que el juego contiene. También tenemos que tener seguros y antídotos frente a los errores que cometemos. A veces funciona pero esta vez nos costaron dos goles. Repito que no fueron exclusiva virtud del rival", añadió el rosarino.
"Hubo sobreestimación del rival porque no había motivo para que dejáramos de manejar la pelota. Pasamos de tenerla a que la tuvieran ellos. No creo que haya sido subestimación, si no un abandonar lo que nos estaba dando resultados. En el fútbol a veces sucede eso sin explicaciones claras", prosiguió el DT de la "Roja".
Bielsa tuvo también palabras de elogio para Jorge Valdivia, quien ingresó en los 60′ en remplazo de Humberto Suazo. "Valdivia es un jugador que hace crecer la jugada a través de asociado, que era casi el único recurso que nos quedaba porque el campo estaba muy poblado en la zona central", declaró Bielsa.
"Me pareció que el fútbol se estaba dando en espacios reducidos y que Valdivia le podía dar otra variedad al ataque. De hecho, cuando se acomodó al partido quedó dos veces a punto de convertire hizo algunas habilitaciones que podrían haber cambiado el partido (…) Él siempre es una alternativa que trata de buscarse un espacio en el equipo. Y yo también trato de econtrárselo", remarcó el transandino.
Entre los otros valores del equipo, Bielsa destacó a Rodrigo Millar y Gary Medel.
"Gary fue uno de los más destacados del equipo. Millar le dio otro rasgo a la elaboración del juego y fue también uno de los más altos", cerró el entrenador.
Chile irá a Brasil a ganar
El próximo miércoles, la "Roja" enfrentará a Brasil en Salvador de Bahía. De ganar, Chile igualará a los locales en la tabla de posiciones y podría timbrar su pasaporte para el Mundial, incluso, el sello podría llegar con un empate.
Pero Bielsa está lejos de pensar que la meta del equipo sea rescatar un punto.
"Vamos a intentar atacar más que defender y vamos a tratar de tener la pelota más que correr para recuperarla", dijo el entrenador nacional en la conferencia de prensa tras el empate ante Venezuela.
Y el conjunto chileno recibió, además, buenas noticias sobre su próximo rival, pues cuatro jugadores fueron amonestados en el partido ante Argentina y se perderán el duelo del miércoles.
Una de las bajas será la gran figura del "Scratch", Kaká, jugador que hace funcionar y explotar los circuitos de la Verdeamarelha. Tampoco podrá ser de la partida el goleador de las Clasificatorias, Luis Fabiano. La misma situación corre con Lucio, capitán del cuadro de Dunga, y Ramires.
Y Bielsa subraya su dogma: "Vamos a tratar de jugar en campo rival y tener una posición de búsqueda, lo que no vamos a hacer es buscar una posición especulativa".
CHILE SOLO EMPATA CON VENEZUELA
Chile tenía la opción de oro para dar un paso clave hacia el Mundial de Sudáfrica 2010, pero la desperdició al igualar 2-2 ante Venezuela en el estadio Monumental, resultado que igualmente los deja como escoltas de Brasil en la tabla de las Eliminatorias.
Los adiestrados por Marcelo Bielsa tuvieron un inicio de partido que hacían presagiar lo mejor, puesto que recién a los 11 minutos se ponían en ventaja tras un tiro de esquina de Matías Fernández que Arturo Vidal supo cabecear de gran forma para descolocar completamente al portero Renny Vega.
Pero tras el gol la "Roja" se durmió en el marcador, y dejó que la "Vinotinto" se sacara el esquema que traían preparado en la cabeza y fueran a atacar el arco protegido por Claudio Bravo.
Así llegó el fatal minuto 34′, donde una mala entrega de Isla en la mitad de la cancha termina en un pase profundo de Arango para Jean Carlo Maldonado que batió por entre las piernas al capitán nacional, que con ese tanto debió conformarse con igualar la marca de imbatibilidad con Mario Osben (360 minutos).
Chile acusó el golpe, y cuando parecía que el marcador se iba empatado al entretiempo llegó en los descuentos un zapatazo de José Manuel Rey que con algo de complicidad de Bravo se metió en el primer palo.
La charla del "Loco" tiene que haber sido muy dura, porque el plantel nacional salió a presionar con mucha convicción, actitud que recibió su premio a los 53′, cuando tras un tiro libre de "Matigol" apareció el recién ingresado Rodrigo Millar (46′ por Carmona) para definir con un violento remate tras una serie de rebotes dentro del área.
La "Roja" buscó el tercero que finalmente nunca llegó, aunque hay que destacar que cuando se jugaban los descuentos, Alexis Sánchez recibió una clara falta penal de Granados, que el juez boliviano René Ortubé desestimó.
De esta forma Chile alcanza 27 puntos y se mantiene segundo en la tabla por detrás del ya clasificado y próximo rival, Brasil (30), y aunque tiene los mismos puntos que Paraguay, los dirigidos por Bielsa ostentan mejor diferencia de gol que los guaraníes (+9 vs. +8).
Argentina 1-3 Brasil
Argentina se equivocó demasiado ante Brasil y deberá mejorar para llegar a Sudáfrica
Cometió muchos errores defensivos y perdió 3-1 en el Gigante de Arroyito. Si no consigue un buen resultado el miércoles ante Paraguay en Asunción puede comprometer seriamente sus chances de ir al Mundial. Los goles fueron de Luisao y Luis Fabiano (2) para los visitantes. Dátolo, con un golazo desde afuera del área, había descontado.
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Colombia derrota a Ecuador 2-0
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Perú vence a Uruguay 1-0
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Paraguay derrota a Bolivia 1-0
Colombia derrota a Ecuador y está en la zona de repechaje
Jornada perfecta para los cafeteros: el 2-0 sobre Ecuador -más la derrota de Uruguay- les permite trepar al quinto puesto, con claras opciones de, finalmente, disputar el repechaje.
El Mercurio Online
SANTIAGO.- La presente jornada clasificatoria no pintaba nada de bien para el seleccionado de Colombia.
Ubicada en la séptima posición y especulando con una derrota o un empate ante Ecuador (nada del otro mundo considerando las campañas de uno y otro) y una victoria de Uruguay, esta fecha podía marcar su despedida de Sudáfrica 2010.
Pero no. El equipo de Eduardo Lara hizo la tarea tomando en cuenta que actuaba de local y Perú le dio una mano ganando a los charrúas.
Consecuencia, Colombia trepó al quinto puesto y, hoy, está ni más ni menos que en zona de repechaje.
El estadio Atanasio Girardot, colmado con poco más de 40 mil aficionados, vio -desde un comienzo- a un cuadro anfitrión ofensivo y jugado.
Sin embargo, no fue sino hasta que ingresó Giovanni Hernández, por un opaco Radamel Falcao, cuando cambió la historia.
Así, de hecho, se gestó el primer gol: combinación entre los Giovanni (Moreno y Hernández) y festejo de Jackson Martínez.
A esa altura, Ecuador jugaba con uno menos (fue expulsado Pablo Palacios por simular una falta) de modo que cualquier reacción de los pupilos de Sixto Vizuete era casi un sueño.
En los descuentos -y con Ecuador volcado desesperadamente en búsqueda de la hazaña- Teófilo Gutiérrez dejó la pelota en la red aprovechando una gran jugada del citado Moreno.
Este miércoles, Colombia viaja a Uruguay, en tanto que Ecuador dispone de un futuro un tanto menos complejo: juega nuevamente de visita, pero ante la débil selección de Bolivia.
Chomsky en Venezuela: EE.UU. continúa intervención con pretexto del narcotráfico…
Redacción, BBC Mundo
El ensayista y analista político estadounidense Noam Chomsky criticó este lunes el uso de bases militares colombianas por parte del ejército de Estados Unidos tras entrevistarse con el presidente venezolano, Hugo Chávez, en Caracas.
En 2006 Chávez hizo que uno de los libros de Chomsky se convirtiera en un éxito de ventas.
"La justificación de EE.UU. para la instalación de bases militares en Colombia es la lucha contra el narcotráfico, sin embargo, esta justificación es poco seria", señaló el ensayista y agregó:
"Existe una actitud de intervención bajo el pretexto del narcotráfico".
El presidente Chávez recibió a Chomsky en el palacio de Miraflores donde le dio "la más calurosa bienvenida".
"Ya era hora que nos visitaras y que el pueblo venezolano te viera y oyera directamente", le dijo Chávez al profesor emérito de la Massachusetts Institute of Technology (MIT) a las puertas del palacio presidencial.
Por su parte, Chomsky agradeció a Chávez las palabras de bienvenida, y destacó lo "emocionante es ver como en Venezuela se está creando este otro mundo posible y ver al hombre que ha inspirado este cambio".
"Hablar de la paz y criticar a quienes están en contra de ella es fácil. Lo difícil es crear un mundo nuevo y diferente", manifestó el conocido intelectual de izquierdas.
"Muchos años más"
Tras reunirse con Chávez, Chomsky ofreció una conferencia en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, en la que señaló que "Venezuela sola no puede tener una respuesta ante las bases", por lo que animó a las naciones latinoamericanas a que elaboren en la reunión de Unasur (el próximo 28 de agosto en Bariloche, Argentina) "una declaración fuerte oponiéndose a la militarización del continente y a la presencia estadounidense en las bases militares colombianas".
El escritor también acusó a EE.UU. "exacerbar las tensiones en los países latinoamericanos", según informa la agencia EFE.
"Anteriormente, ayudaba a golpes de Estado o intervenciones militares: esta capacidad ha disminuido, pero no ha desaparecido", señaló Chomsky.
Durante la entrevista en Miraflores, el presidente manifestó que "Chomsky es uno de los intelectuales que más ha abonado en la lucha contra la hegemonía imperial, de la elite que gobierna en los EE.UU.".
"Ojalá vivas muchos años más y sigas produciendo esas ideas maravillosas que son referencia para los que en este mundo luchamos contra la hegemonía imperial, contra el modelo capitalista, que es una verdadera amenaza para la sobrevivencia de la especie humana", le dijo el mandatario al ensayista.
Según la corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Yolanda Valery, el presidente venezolano también recordó cuando en 2006 recomendó a los asistentes a la Asamblea General de la ONU en Nueva York leer "Hegemonía o Supervivencia: El dominio mundial de los Estados Unidos" de Chomsky.
Pocos días después el libro se convirtió en un éxito de ventas en Estados Unidos.
"Una influencia positiva"
Antes de viajar a Venezuela, Noam Chomsky había declarardo en diversas ocasiones su simpatía hacia la figura del presidente Chávez.
Chomsky criticó la decisión de Colombia de permitir que EE.UU. utilice algunas de sus bases militares.
En una entrevista concedida a BBC Mundo el pasado junio, Chomsky aseguró que considera que Chávez puede ser "una influencia positiva" para Latinoamérica.
clicLea: "Los cambios en Sudamérica son inspiradores"
"Muchos de los programas que ha iniciado me parecen bastante prometedores, como las misiones (programas sociales), los esfuerzos para reducir la pobreza", dijo entonces el intelectual estadounidense.
"Ha impulsado los esfuerzos de integración en Sudamérica, como el Banco del Sur, o Petrocaribe. Todas estas cosas son muy positivas", señaló.
"Creo que también hay grandes problemas en el país, como el alto nivel de crimen, enorme corrupción, elementos de caudillismo -la tradicional plaga latinoamericana- (…) Pero pienso que hay buenas señales de que puede ser una influencia positiva", dijo Chomsky en respuesta a las preguntas de varios de los lectores de BBC Mundo.
La relación entre EE.UU. y América Latina : sigue el garrote…
Ver más abajo: La gran traición, John Saxe-Fernández
América Latina: sigue el garrote
Ángel Guerra Cabrera
La instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia es un paso complementario al restablecimiento de la IV Flota y demuestra la prevalencia de la opción militar en su trato con América Latina. Olvídense de la
zanahoria
. Si el golpe de Estado en Honduras –que sin el aliento de Washington no se habría sostenido 24 horas– no fuera suficiente amenaza para el orden constitucional y el progreso social en nuestra América, la instalación de esas bases militares en un área tan sensible estratégicamente hace de aquel un hecho mucho más grave y amenazante. Chávez no exagera un ápice cuando alerta sobre vientos de guerra en la región. Con las de Aruba y Curazao, serán nueve las instalaciones estadunidenses que cercan a Venezuela. Los golpistas de Honduras, mientras tanto, continúan ganando tiempo con la mediación de Arias, concebida para eso por la señora Clinton.
Lo anterior nos lleva a una evaluación preliminar de la política de Obama hacia América Latina a poco más de seis meses de su estreno como presidente de Estados Unidos. Sin poner necesariamente en duda su sinceridad cuando durante la Cumbre de las Américas habló de una nueva época en las relaciones de Washington con sus vecinos, lo sustantivo es en qué medida esa promesa se ha expresado en un cambio de política. Y puede constatarse que salvo en ciertos aspectos de forma, en el fondo la ejecutoria de esta administración hacia América Latina muestra más continuidad que ruptura respecto a la de George W. Bush.
He aquí algunas pinceladas. Han continuado la arremetida mediática y los planes desestabilizadores contra los gobiernos populares y progresistas de la región, con particular énfasis en Venezuela, Bolivia y Ecuador, pero también en Nicaragua, Argentina, Paraguay y Guatemala. No es sólo el presupuesto de guerra el que ha aumentado con Obama, también el dedicado a la
defensa de la democracia
en América Latina, distribuido por fundaciones y ONG fachadas de la CIA e íntegramente consagrado a la subversión.
Aunque ha desechado la retórica gansteril y promovido un ambiente relativamente más distendido hacia Cuba, Obama mantiene intactos el bloqueo y la prohibición de viajar a los estadunidenses y sus funcionarios enarbolan a menudo la exigencia de un cambio del sistema político de la isla. Salvo para impedir la visita de sus esposas, Washington hace como que no existieran los cinco antiterroristas cubanos injustamente presos. Continúan en pie las duras condiciones impuestas en el tramo final de Bush a la venta de alimentos a la isla por una excepción al bloqueo y las multas a las empresas que realizan algún comercio con ella, incluso de equipos médicos.
Más allá de las vagas promesas de siempre, no hay ningún avance tampoco en el trato a los inmigrantes en Estados Unidos pese a la enorme importancia de este tema en la agenda política con América Latina. Continúa el fariseísmo de la potencia en lo concerniente al narcotráfico al eludir su cuota máxima de responsabilidad por constituir el primernarcomercado del mundo, de donde fluyen a raudales el dinero y las armas que alimentan el negocio y desangran a nuestros países, como acontece en México. De la misma manera, obvia otras raíces de este flagelo en la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades para los jóvenes imperantes en las sociedades latinoamericanas, todas consecuencia de sus prácticas de saqueo y explotación, agravadas al extremo por las desastrosas políticas neoliberales. Y es que las llamadas guerras contra el narcotráfico y el terrorismo no son más que pretextos de Washington –como antes lo fue el comunismo– para redoblar el control militar y la represión de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Insulta la inteligencia la explicación de Estados Unidos y Uribe de que van a combatir el narcotráfico y el terrorismo con las nuevas bases. No será, por cierto, el terrorismo del Plan Colombia. La sofisticada tecnología, las aeronaves de combate, portaviones y submarinos nucleares que se desplegarán en Colombia y sus aguas auguran nuevas violaciones a la soberanía territorial de sus vecinos, como ya ocurrió en Ecuador con el ataque al campamento del negociador de las FARC Raúl Reyes. Aquello fue un pequeño ensayo de la guerra a la que Washington empuja a su aliado colombiano contra los movimientos y gobiernos populares, que le garantice también el control de los recursos naturales de la región.
La gran traición
John Saxe-Fernández
Q
uienes quieren implementar bases militares son traidores a sus pueblos, a Latinoamérica, a los países que luchan por su dignidad y soberanía
. Con estas palabras, desestimadas por Barack Obama como mera retórica antiyanqui
, Evo Morales, junto a sus homólogos de Venezuela y Uruguay, rechazó, tajante, la ampliación de las actividades militares del Departamento de Defensa (DdD) en Colombia: el gobierno de Álvaro Uribe ofreció a Washington dos bases navales, tres aéreas y tres terrestres que operan bajo un prototipo de invasión / ocupación militar y paramilitar desarrollado a lo largo de dos décadas. Formalizado en el Plan Colombia (PC) incluye operativos regionales por medio de eventuales guerras transfronterizas
.
Obama está enterado del papel central del PC en la articulación de la política de recomposición hegemónica y de dominio de Estados Unidos, no sólo en el continente americano sino también en puntos claves de Eurasia. Sabe que el pronunciamiento de Evo Morales no es retórico, porque en criterio de la cúpula militar estadunidense, el PC representa un modelo óptimo
para la proyección de poder militar en áreas donde se localizan puntos neurálgicos para el control y explotación de los recursos naturales vitales que van quedando sobre la corteza terrestre: petróleo, gas natural, minerales, agua, biodiversidad. No es casual que con el agotamiento de los hidrocarburos convencionales y de una vasta gama de minerales y metales esenciales y críticos para la economía estadunidense, se incorpore de manera integral tanto a América Latina como al Oriente Medio, África y Asia central y del sur en la brutal geoestrategia de terror oligárquico-imperial desarrollada por Estados Unidos y sus monopolios en Colombia.
Tampoco es fortuito que operativos similares al PC, la Iniciativa Mérida en México, Centroamérica y el Caribe y las guerras transfronterizas
en Afganistán-Pakistán, se posicionen en primer nivel de la agenda diplomilitar
de Obama. Agenda que bajo la doctrina de las fronteras flexibles
de su antecesor en la Casa Blanca, se expresó el primero de marzo de 2008 en un conato de guerra transfronteriza
por el atropello de la soberanía ecuatoriana en Sucumbíos, realizado por el Comando Sur en el marco del PC. Eso sucedió poco antes de la sesión inaugural, en Brasilia, de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), cuya raíz es la defensa de la soberanía territorial de los firmantes.
Un año después, esta vez antes de una junta del dispositivo de seguridad de Unasur, se desplegó un “regime change” en Honduras y otro dispositivo diplomilitar encabezado por el general Jones, asesor de seguridad de Obama, y el general Fraser, sucesor del almirante Stavridis en el Comando Sur. Fraser se reunió en privado con los militares sudamericanos para tratar
el asunto de las bases –manoseando
los equilibrios cívico-militares– que Estados Unidos acompañó con la gira de Uribe para atenuar el rechazo al uso de Colombia como cuña para las guerras transfronterizas
en la región. Así Estados Unidos vetó
que Unasur planteara el tema de las bases.
El uso de Colombia por Estados Unidos en nuestra región y en Eurasia, es pleno. Stavridis, recién nombrado por Obama jefe supremo de la OTAN en Afganistán, dice: En Sudamérica me concentré en operaciones de insurgencia en Colombia, reflejándose en mi papel como comandante en Afganistán
, y reveló a CBS que “Estados Unidos estaba enviando a Afganistán comandos colombianos adiestrados por boinas verdes”. Agregó: entre más se parezca Afganistán a Colombia, mejor
. (Rick Rozoff www.globalresearch.ca)
Los vínculos y la penetración presupuestal del DdD en Colombia son intensos. Según oficiales chilenos en 10 años pasó de 50 millones de dólares (1998) a 5 mil millones de dólares anuales. Y adosaron: “Colombia es más peligrosa que un portaviones con cazas F-16. Tiene acceso a tecnología satelital de Estados Unidos que le permite monitorear y supervisar operaciones en cualquier lugar en tiempo real. Ningún otro país de la región puede hacer eso”(Ibid).