Marcelo Justo, BBC Mundo
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Pierre Bourdieu: Educación y cultura…
Se ofrece en este artículo una breve semblanza de la evolución de la carrera profesional P. Bourdieu, sus ideas y obras, centrándose especialmente en las referidas a Sociología de la Educación, en las que ha destacado con su teoría sobre la relación entre educación y clases sociales. Concretamente su teoría de la reproducción; su teoría de las clases sociales en un espacio social, con distintos tipos de capital, su volumen, estructura y trayectoria de clase; el papel de la cultura dominante, las diferentes estrategias de reconversión de las diferentes fracciones de clase, la superproducción y devaluación de los títulos escolares. También las luchas de poder en el campo universitario, su sociología de los gustos. Y muchas otras ideas y temas que aquí no pueden tratarse en orden a la brevedad.
Carlos Sánchez-Redondo Morcillo.
Profesor de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo. UCLM.
En enero de este año 2002 moría a los 71 años de edad Pierre Bourdieu, seguramente el sociólogo actual más importante de Francia y uno de los más importantes del mundo, que ha ejercido notables influencias en otros autores. En él se han unido las figuras de profesor, de investigador, de teórico y, cómo no, de incansable escritor de sus ideas e investigaciones. Dentro del campo de la Sociología ha dedicado una parte de sus esfuerzos a la educación, por lo que es considerado, junto a otras cosas, como sociólogo de la educación, y muy importante. Este es el campo que nos interesa y al que dedicaremos mayor atención aquí.
Había nacido en 1930 en Denguin, tierras de Bearn, en Francia, en un hogar humilde. Tras cursar estudios en la Escuela Normal Superior, en los que destacó, y en la Facultad de Letras, ejerció a los 24 años como profesor de Filosofía en el Liceo de Moulins durante tres años, para después ejercer como profesor ayudante en la Facultad de Letras de Argel otros dos años, hasta 1960. Esta estancia en Argelia le sirvió para escribir acerca de ese país sus primeras obras en los primeros años 60, como veremos después en su bibliografía. En 1960 pasó a enseñar durante dos años en La Sorbone de París y a investigar en el Centre de Sociologie Européenne, que en aquel entonces estaba dirigido por Raymond Aron, en L’École Pratique de Hauts Études de París. Este centro será fundamental en la obra de Bourdieu, como veremos.
A partir de entonces comenzó a ocupar cargos directivos en diferentes centros y a dedicarse a la Sociología de la Educación, como veremos en la bibliografía. En 1962 fue nombrado Vicedecano de Ordenación Académica de la Facultad de Letras de Lille, pasando dos años después a ser el Director de Estudios de L’École Pratique antedicha (Escuela Práctica de Altos Estudios), institución en la que fundó en 1967 el Centre de Sociologie de l’Éducation et de la Culture.
Al año siguiente, 1968, sustituyó a Raymond Aron en la dirección de estudios del Centro de Sociología Europea, cargo que ha seguido ocupando, lo que le ofrecería grandes posibilidades profesionales, especialmente por la disponibilidad de muchas investigaciones realizadas no sólo por él mismo, sino por otros colaboradores de ese centro (entre ellos, Passeron y Chamboredon), por las posibilidades de difusión, y por el renombre de la institución, al que él mismo ha contribuido.
Durante esta década de los 60, especialmente 1964-65, escribió sus primeras obras de sociología de la educación, sobre la relación y comunicación pedagógica, y especialmente acerca de los estudiantes, su cultura y sus estudios. En 1968 una obra muy conocida sobre el oficio de sociólogo. También escribió sobre el arte, la fotografía y los museos, obras menos conocidas entre nosotros.
Los años 70 son cruciales en su obra sobre educación y en darse a conocer a través de las traducciones de sus primeras obras. Aquellos primeros estudios sobre los estudiantes culminarían en 1970 con la publicación, junto a su colaborador del Centro de Sociología Europea Jean Claude Passeron como coautor, de su famosísima obra La reproducción, traducida al español en 1977. En ella plasma su famosa teoría sobre el sistema de enseñanza, que para muchos es tan parecida a la teoría de la reproducción marxista, que es difícil distinguir ambas; si bien considero la de Bourdieu más completa, puesto que considera que el papel del sistema educativo es reproducir no sólo la estructura económica y social, sino también la cultura, e incluso autorreproducir la propia institución escolar.
Fue uno de los autores que se reunieron en Gran Bretaña junto con Michael Young, Basil Bernstein y otros para discutir sobre sus ideas acerca de la educación y dar un nuevo enfoque a la sociología, lo que daría origen al famoso libro compilado por Young (Knowledge and Control, 1971), que a su vez daría nombre a lo que se ha dado en llamar la Nueva Sociología de la Educación, dentro de la cual suele clasificarse a Bourdieu, aunque este asunto de su clasificación es difícil, como más adelante veremos.
En 1975 fundó y dirigió la prestigiosa revista Actes de la Récherche en Sciencies Sociales. Y en 1979 sale su obra La distintion, Critique sociale du jugement, que para mí es su mejor obra, por la multitud de ideas, de aspectos teóricos, de investigaciones empíricas de que echa mano; no sólo considero que aquí muestra sus dotes de sociólogo, sino de psicólogo social, cuando muestra las actitudes y actuaciones características de las diversas clases sociales. Pero dejaremos para más adelante los comentarios sobre esta obra.
Ya en los años 80 es un autor famoso, no sólo en Francia, sino en el mundo occidental al menos, pues sus ideas son conocidas gracias a las traducciones; en estos años (como no podía ser menos) continuará escribiendo. En 1981 empezará a trabajar como asesor sindicalista, por un lado, y como profesor de Sociología en el Colegio de Francia, por otro lado (curiosamente, su discurso inaugural sorprendió a los asistentes al tratar sobre una crítica a los discursos inaugurales). En 1985 el presidente de la República Francesa, François Miterrand, le encarga un estudio sobre el sistema educativo y las previsiones para el futuro, que daría origen a otro libro en el que participan varios autores (ver bibliografía). En 1988 es profesor visitante en la Universidad de Chicago; y al año siguiente funda otra revista, Liber, Revue Européenne des Livres.
Entre sus escritos de esta década destacaría algunas obras de sociología, aunque no de la educación, pero obras muy conocidas, como Le sens pratique, Questions de Sociologie, Leçon sur la leçon, Ce que parler veut dire, Homo academicus y Coses dites.
En 1993 colabora en la creación del Parlamento de los Escritores, de Estrasburgo. Ese mismo año recibe la Medalla de Oro del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, por su obra, considerada como la mayor contribución de un autor francés a la sociología actual. En cuanto a sus escritos de los 90, destacar en 1992 una obra sobre antropología reflexiva (hizo también una contribución con un artículo a un libro, Antropología de la Educación, que ya había editado años antes como Sociología de la Educación, lo que, en mi opinión, es criticable) y otra sobre las reglas del arte en el campo literario; al año siguiente otra obra bastante conocida, La misère du monde; sobre la televisión; una sociología de los usos sociales de las ciencias; y sobre la dominación masculina (ver bibliografía).
Como vemos, Bourdieu ha tocado varios campos de la sociología, especialmente a destacar sobre esta misma ciencia, sobre distintos campos artísticos y sobre educación. Su extensa obra es reconocida en muchos países, entre ellos España, y ha merecido con creces la medalla de oro otorgada en su país en 1993. Su nombre solía aparecer muy a menudo en la prensa francesa, especialmente cuando criticaba la economía de libre mercado, la invasión neoliberal o las restricciones a la inmigración.
Su gran preocupación fue el poder social, pues consideraba que la sociedad es un campo de feroz competencia por la posición social, por la consecución de los distintos capitales de que habla su teoría de las clases sociales; es una especie de lucha de clases por el poder en una sociedad en la que existen diferencias entre grupos y clases sociales. Y en todo esto la cultura y la educación tienen un papel importante para la reproducción de esas diferencias.
En fin, Bourdieu nos ha dejado muchas ideas y conceptos bastante originales y polémicos. A nosotros lo que más nos interesan son sus ideas sobre educación, en las que centraremos nuestros comentarios.
Algunas ideas sobre educación.
Aunque aquí comentaré algunas otras obras de Bourdieu, yo destacaría por un lado las ideas contenidas en su obra La reproducción, y, por otro lado, y sobre todo, en La distinción, si bien ésta última no sólo contiene ideas sobre educación, sino muchas otras, que veremos más adelante.
1. En Los estudiantes y la cultura, un librito fácil de leer, tanto por su poca extensión como por su lenguaje fácil (al lado de otros libros posteriores suyos), comienza a elaborar sus ideas sobre la controversia igualdad-desigualdad en educación. En contra de la teoría funcionalista de la igualdad de oportunidades educativas, y en la línea del funcionalismo crítico de Coleman, Jencks o Boudon, que pusieron sobre el tapete otros factores (aparte de los individuales de la capacidad y del esfuerzo) sociales y familiares de rendimiento escolar, Bourdieu entiende que existe desigualdad, pues el éxito escolar se distribuye según la clase social de que provengan los estudiantes, en gran parte debido al diferente bagaje cultural (de clase social) de cada uno y su relación con la cultura dominante (la de la clase alta). Son los primeros pasos para elaborar posteriormente su teoría de la reproducción
«La ceguera ante las desigualdades sociales obliga y autoriza a explicar todas las desigualdades, especialmente en materia de éxito escolar, como desigualdades naturales, desigualdades de dotes. Semejante actitud está implícita en la lógica de un sistema que, por reposar en un postulado de igualdad formal de todos los alumnos –postulado que es condición previa de su funcionamiento- está incapacitado para reconocer otras desigualdades que las que provienen de las dotes individuales. Tanto en la enseñanza propiamente dicha cuanto en la selección de los que se muestran aptos, el profesor no reconoce más que alumnos iguales en derechos y en deberes» (Bourdieu y Passeron, 1973, 101). Es lógico pensar que los hijos de clase social alta estén en ventaja en el sistema escolar, porque ellos ya están inmersos desde su entrada en él en la cultura dominante; mientras que los hijos de clases dominadas sufren en la escuela una aculturación a una cultura distinta a la suya propia, lo cual les exige un esfuerzo de adaptación y asimilación.»La cultura de la élite está tan cerca de la cultura de la Escuela que el alumno que procede de un medio pequeño-burgués (y a fortiori si procede de un medio campesino u obrero) no puede adquirirla sino a base de un esfuerzo continuado, mientras que a un alumno de clase culta…le vienen dados por su posición social. De modo que para unos, el aprendizaje de la cultura de la élite es una verdadera conquista que se paga a un precio muy alto, mientras que, para otros, constituye una herencia que comporta, al mismo tiempo, la facilidad y las tentaciones de la facilidad (Bourdieu y Passeron, 1973, 51).
«Los estudiantes de clases cultas son los mejor (o los menos mal) preparados para adaptarse a un sistema de exigencias difusas e implícitas, porque poseen, implícitamente, los medios de satisfacerlas…
Hay una evidente afinidad entre la cultura escolar y la cultura de la clase alta» (Bourdieu y Passeron, 1973, 109).
2. Sobre La reproducción, he de decir que al leerlo me produjo una sensación de pesadez, al ver tantos párrafos tan parecidos repetidos varias veces para ir desarrollando sus ideas; lo que hace necesario concentrar mucho la atención para ver las diferencias entre un párrafo y otro y entender las ideas. Y esto a pesar de que él muestre unos gráficos (págs. 42-43) para ayudar al lector a entender cómo se organiza el conjunto de proposiciones que presenta, representando las relaciones lógicas y las correspondencias entre las proposiciones del mismo grado (de una proposición de primer nivel –1,2,3,4, en la que una lleva a la siguiente- se derivan proposiciones de segundo nivel –1.1, 1.2, 2.4, 2.5, etc. que se interrelacionan- y de las cuales se derivan otras proposiciones de tercer nivel –1.1.1, 1.1.2, 3.2.5, 3.2.6, etc. que se interrelacionan-. Para a continuación ir desplegando el conjunto de tales proposiciones en forma de párrafos.
Sin embargo, las ideas conten idas en esta obra son importantísimas, ya que en ellas elabora su teoría, por la que ha sido conocido el autor. Por otro lado, en este libro comienza a verse el lenguaje del autor, con párrafos relativamente largos, frases largas y lenguaje muy específico y poco habitual para neófitos.
Por supuesto, en este punto Bourdieu se muestra contrario a las teorías que entienden que la escuela enseña «la cultura de la sociedad»; por el contrario, lo que enseña es la cultura de un grupo o clase social determinado que ocupa una posición de poder en la estructura social; lo que se reproduce a través de cualquier acción pedagógica es una arbitrariedad cultural.
«Estas teorías que, tal como puede observarse en Durkheim, se limitan a extrapolar a las sociedades divididas en clases la representación de la cultura y de la transmisión cultural más extendida entre los etnólogos, se funda en el postulado tácito de que las diferentes AP (acciones pedagógicas) que se ejercen en una formación social colaboran armoniosamente a la reproducción de un capital cultural concebido como una propiedad indivisa de toda la ‘sociedad’. En realidad, por el hecho de que corresponden a los intereses materiales y simbólicos de grupos o clases distintamente situados en las relaciones de fuerza, estas AP tienden siempre a reproducir la estructura de la distribución del capital cultural entre esos grupos o clases, contribuyendo con ello a la reproducción de la estructura social: en efecto, las leyes del mercado donde se forma el valor económico o simbólico, o sea, el valor como capital cultural, de las arbitrariedades culturales reproducidas por las diferentes AP (individuos educados), constituyen uno de los mecanismos, más o menos determinantes según el tipo de formación social, por los que se halla asegurada la reproducción social, definida como reproducción de la estructura de las relaciones de fuerza entre las clases» (Bourdieu y Passeron, 1977, 51).
Considera, por tanto, no sólo la reproducción socio-económica de la sociedad capitalista, en el sentido marxista, sino la reproducción cultural y la autorreproducción de la institución escolar.»…es necesario producir, por los propios medios de la institución, las condiciones institucionales cuya existencia y persistencia (autorreproducción de la institución) son necesarias tanto para el ejercicio de su función propia de inculcación, como para la realización de su función de reproducción de una arbitrariedad cultural de la que no es el productor (reproducción cultural), y cuya reproducción contribuye a la reproducción de las relaciones entre los grupos o las clases (reproducción social)» (Bourdieu y Passeron, 1977, 95). La escuela, por tanto, cumple una función cultural al inculcar, transmitir y conservar la cultura (por supuesto, la cultura dominante); rutiniza la cultura escolar, codificando, homogeneizando y sistematizando el mensaje escolar y a quien lo transmite. Otra función social, al reproducir la estructura social y sus relaciones de clase. Y una función ideológica, al enmascarar esa función social bajo la apariencia de ser autónoma, independiente y neutral; y cuanto mejor aparente esto la escuela, mejor realiza esas funciones.
Y todo ello se realiza en última instancia, de la mano del agente (seguramente inconsciente) que es el profesor, del cual el sistema escolar se asegura de que ponga todos sus recursos y celo al servicio de su función (de inculcación), al concederle la delegación de la autoridad institucional de la escuela en su autoridad pedagógica.
«El profesor debe estar dotado por la institución de los atributos simbólicos de la autoridad ligada al cargo…La libertad que el sistema de enseñanza deja al profesor es la mejor forma de obtener de él que sirva al sistema…que sirva a la perpetuación de las relaciones establecidas entre las clases»»(Bourdieu y Passeron, 1977, 180-181).
El profesor ejerce sus funciones mediante sus acciones pedagógicas, como vimos en la cita anterior (1977, 51). Pero éstas están controladas por y sometidas a las clases dominantes, puesto que a través de ellas se enseña una arbitrariedad cultural; por ello, son instrumentos de dominación y de reproducción. Así, poder y cultura se alían para reproducirse. Al ser acciones pedagógicas impuestas, toda acción pedagógica se convierte en violencia simbólica.
Lo que se produce en el individuo cuando interioriza los principios de esa arbitrariedad cultural, son habitus, prácticas habituales intelectuales, morales y laborales, que perpetúan el poder social. Los primeros hábitos que adquirimos son los familiares y los de clase social; sobre éstos primeros hábitos sirven de base a cualquier otro adquirido posteriormente. En este sentido, la escuela selecciona y legitima un sistema de hábitos y prácticas sociales impuesto por una determinada clase; presenta unos valores y normas culturales de clase como si fueran universales. Estas cuestiones veremos más adelante que son muy desarrolladas en La distinción.
Finalmente, un aspecto concreto del capital cultural a tener en cuenta en su relación con el rendimiento escolar es el lenguaje utilizado por los estudiantes. Bourdieu trata aquí muy someramente lo que Bernstein desarrollará ampliamente en su teoría de los códigos lingüísticos. Nos dice que los profesores siempre tienen en cuenta el lenguaje que utilizan sus alumnos; que el lenguaje utilizado en la universidad está más o menos alejado del que es familiar ( el lenguaje materno) a los estudiantes provenientes de distintas clases sociales, por lo que su rendimiento está influido por su mayor o menor dominio del código de la lengua universitaria. Por tanto, el capital lingüístico de un individuo tiene mayor o menor valor en el mercado escolar según la distancia entre el dominio simbólico que exige la escuela y el dominio práctico del lenguaje que el estudiante debe a su primera educación de clase. En definitiva, que el lenguaje escolar es una de las mediaciones más ocultas por las que se establece una relación entre el origen social y el éxito escolar.
En definitiva, aparecen ya conceptos originales como «autoridad pedagógica impuesta», «violencia simbólica», «arbitrariedad cultural», «capital cultural», «legitimidad» o «control simbólico», que se han difundido mucho en Sociología de la Educación.
3. En cuanto a La distinción. Una crítica social del gusto, he de decir que, por lo voluminoso, lo denso, y el lenguaje tan complejo que utiliza, es la obra de Bourdieu que más me costó leer y entender; y fue de la mano de Julio Carabaña en un curso de Doctorado. Esos párrafos tan largos, esas frases interminables a veces (de una página completa), tan difíciles de leer, tan cargadas de ideas que necesitan varias relecturas para poder entenderlas, tan necesitadas de reflexión; esas tablas estadísticas (algunas con fallos) y gráficos tan recargados. ¡Cuánto tiempo necesité para entenderlo! Pero cuando lo conseguí llegué a la conclusión de que es para mí, con mucho, la mejor obra de Bourdieu de las que yo he leído. Y así también han pensado muchos otros, puesto que la Asociación Internacional de Sociología incluyó esta obra entre las diez más importantes de Sociología del siglo XX.
En ella reitera muchas de las ideas expuestas en sus anteriores libros sobre educación y sobre clases sociales, y va más allá de ellas continuando con sus teorías. No sólo se trata de una sociología de la educación y de las clases sociales, sino, como dije anteriormente, de psicología social de las clases; no es, pues, solamente un libro sobre sociología de los gustos.
El libro se basa en muchos datos de encuestas (a pesar de los reparos que Bourdieu dice de ellas) realizadas por el Centro de Sociología Europea. La idea básica es que las clases altas siempre intentan distinguirse de las demás en sus gustos, prácticas y usos culturales; en definitiva, por su habitus de clase; mientras que las clases bajas siempre intentan imitar a las altas. Éstas últimas poseen el gusto puro, que es un don natural, y la cultura y la estética legítimas, la nobleza cultural; mientras que las clases bajas poseen el gusto bárbaro, la estética popular, no constituye su habitus, no es un don natural, si acaso es una naturalidad cultivada, es pura imitación que se nota artificial y por la cual las clases altas les consideran advenedizos, y, por ello, despreciados. Existe, pues, una relación entre la clase social y los gustos, prácticas y usos culturales.
Yo distinguiría dos grandes aspectos del libro: uno dedicado a los gustos, usos y prácticas culturales, y otro más concreto, referido a las prácticas de las diferentes fracciones de clase respecto al sistema escolar.
Sobre lo que en general puede decirse «los gustos» (que da subtítulo al libro) dedica gran parte de esta obra, exponiéndonos gustos y costumbres de las diferentes fracciones de clase sobre muchas artes, deportes, medios de comunicación e incluso ideas políticas. De todo ello nos pone numerosos ejemplos, basándose en investigaciones empíricas hechas en Francia, relativos a los diferentes deportes, tipo de música, de teatro, periódicos, comida y bebida, mobiliario y objetos del hogar, ideas políticas, etc., que gustan de practicar, consumir y disfrutar a unos y otros. Los ejemplos son traspasables a España y a cualquier otro país. Esta parte del libro resulta muy del gusto de la mayoría de los lectores, que pueden sentirse identificados con los usos y costumbres de una u otra clase social.
Veamos un párrafo al respecto (que ocupa completo más de una página):
«La aversión por los estilos de vida diferentes es, sin lugar a dudas, una de las barreras más fuertes entre las clases: ahí está la homogamia para testificarlo. Y lo más intolerable para los que se creen poseedores del gusto legítimo es, por encima de todo, la sacrílega reunión de aquellos gustos que el buen gusto ordena separar…no existe ninguna lucha relacionada con el arte que no tenga también por apuesta la imposición de un arte de vivir, es decir, la transmutación de una manera arbitraria de vivir en la manera legítima de existir que arroja a la arbitrariedad cualquiera otra manera de vivir» (Bourdieu, 1989, 54).
Por otro lado, aquí nos presenta una exposición detallada de su teoría del espacio social, su sistema de clases sociales (superiores o altas, medias y populares), o mejor dicho, de fracciones de clase (pequeña burguesía, nueva pequeña burguesía, alta burguesía, élite, fracciones dominantes, etc.) , utilizando para ello un gráfico a doble página en el que se disponen distintas profesiones, e incluso posición jerárquica dentro de una misma profesión, teniendo en cuenta tres dimensiones: volumen de capital, estructura de capital y trayectoria; es decir, cuánto tiene, de qué tipos de capital tiene, y el auge o decaimiento de la profesión en la sociedad y el consiguiente ejercicio de la misma de una generación a otra (envejecimiento o rejuvenecimiento, feminización o masculinización de la profesión).
Pongamos un ejemplo muy cercano, puesto que se refiere a la profesión que ejercemos. La profesión de profesor se divide en varias, según el nivel en que se enseña, con diferencias en cuanto al nivel escolar exigido, el nivel cultural, el status social que se otorga y el nivel económico que se paga; de modo que no ocupan la misma posición en el espacio social un maestro de Primaria que un profesor de Secundaria que un profesor universitario; irán ocupando posiciones cada vez más elevadas respectivamente.
En cuanto al «capital», en La distinción expone los distintos tipos de que ya había hablado en obras anteriores; son los capitales cultural, económico, social y escolar. Los tres primeros pueden ser heredados, pues de padres a hijos puede traspasarse no sólo el capital económico, sino la cultura familiar desde el nacimiento, que es cultura de clase social, y también las relaciones e influencias sociales. Pero el capital escolar es el único que no puede heredarse; los padres no pueden pasar a sus hijos sus títulos escolares (aunque pueden influir, con diferentes estrategias, en que consigan unos u otros). Aún así, existe una relación entre capital escolar y conocimientos y prácticas culturales.
Lo más novedoso para mí, y para las teorías de las clases sociales de muchos autores, es la referencia al capital social, que pasa desapercibido para muchos.
Veamos el siguiente párrafo al respecto:
«Los poseedores de un fuerte capital escolar que han heredado un fuerte capital cultural y tienen a la vez los títulos y los cuarteles de nobleza cultural, la seguridad que de la pertenencia legítima y la naturalidad que asegura la familiaridad, se contraponen no sólo a los que se encuentran desprovistos de capital escolar y del capital cultural heredado…, sino también, por una parte, a aquellos que, con un capital cultural heredado equivalente, han obtenido un capital escolar inferior…, y por otra parte, a aquellos que, dotados de un capital escolar semejante, no disponían, en su origen, de un capital cultural tan importante y que mantienen con la cultura, que deben más a la escuela y menos a su familia, una relación menos familiar, más escolar» (Bourdieu, 1989, 80).
Lo interesante es lo que nos dice Bourdieu sobre lo que ocurría ya en esa época (años 70) en Francia, y que ahora ocurre y está a la vista de todo el mundo (no porque lo dijera él): la superproducción y consiguiente devaluación de títulos escolares. Puesto que la escuela otorga títulos, pero también status social, en principio todas las fracciones de clase utilizan la escuela para mantener o aumentar su posición social y su patrimonio; pero cada una lo hace con diferentes estrategias de reconversión. Así, por ejemplo, la nueva clase media invierte en cultura para mejorar su status, e intenta una orientación profesional de los estudios, marginando los tradicionales estudios humanísticos; la élite cultural intenta conservar su capital cultural y legitimarlo con títulos académicos para no perder su status y mantener su posición de privilegio, orientándose hacia estudios humanísticos, a los que defiende; la fracción de clase alta con buen volumen de capital económico intenta reconvertir parte del mismo en capital cultural, intentan relacionar los estudios universitarios con el mundo de los negocios; aunque quienes han obtenido gran capital económico sin tener ningún capital escolar ni cultural suelen orientar a sus hijos a «seguir el negocio» sin estudiar y a invertir en economía. «De hecho, las fracciones más ricas en capital cultural se inclinan a invertir preferentemente en la educación de sus hijos al mismo tiempo que en las prácticas culturales apropiadas para mantener y acrecentar su particularidad específica; las fracciones más ricas en capital económico relegan las inversiones culturales y educativas en beneficio de las inversiones económicas, mucho más, sin embargo, los patronos industriales y comerciales que la nueva burguesía de los cuadros del sector privado, que manifiesta la misma preocupación por la inversión racional en el terreno económico como en el de la educación» (Bourdieu, 1989, 118).
Sobre este aspecto, veamos lo que escribe Bourdieu sobre el caso concreto de los maestros, que tienden a invertir en capital escolar principalmente: «…aquellos que deben lo esencial de su capital cultural a la Escuela, como los maestros y los profesores originarios de las clases populares y medias, se muestran particularmente sumisos a la definición escolar de la legitimidad y tienden a proporcionar sus inversiones, de manera muy estricta, al valor que la Escuela reconoce en los diferentes dominios» (Bourdieu, 1989, 86).
En definitiva, cada clase social tiene su «ethos» característico, cuyos valores determinan sus actitudes hacia la cultura y hacia la educación; este ethos es decisivo en el ingreso y permanencia en el sistema educativo, ya que determina los estudios del individuo antes de comenzarlos. Pero, al final, prácticamente todas las fracciones de clase orientan a sus hijos hacia los estudios, invierten en capital escolar para conseguir capital económico, cultural y social. Lo cual nos recuerda aquella teoría funcionalista de la igualdad de oportunidades educativas y de la educación como inversión.
A este fenómeno se añade el que unas fracciones de clase están mejor informadas que otras sobre las salidas profesionales de cada carrera, su rentabilidad económica (el sueldo que se gana ejerciendo esa profesión) y el status social que otorga. En este caso, las fracciones de clase alta están mejor informadas, y orientan a sus hijos hacia las carreras más rentables, aunque sean más caras, largas y difíciles de estudiar; mientras que las fracciones de clase baja no suelen tener esa información, y orientan a sus hijos simplemente hacia estudios universitarios (lo cual ya es una gran ventaja sobre los padres, que apenas tienen estudios), dando por supuesto que obtendrán una buena profesión con la que ganarán buen dinero y posición social. De aquí que las distintas fracciones de clase orientan a sus hijos hacia diferentes estudios. Esto es lo que otros autores han denominado «carreras de élite y carreras de aluvión». Así, quienes más rentabilidad obtienen del sistema escolar son las clases altas.
«Entre las informaciones constitutivas del capital cultural heredado, una de las que más valor tienen es el conocimiento práctico o intelectual de las fluctuaciones del mercado de las titulaciones académicas, el sentido de la inversión que permite obtener el mejor rendimiento del capital cultural heredado en el mercado laboral o del capital escolar en el mercado laboral, sabiendo, por ejemplo, abandonar a tiempo las vías o carreras devaluadas para orientarse hacia vías o carreras de porvenir, en lugar de aferrarse a los valores escolares que procuraban los más altos beneficios en un estado anterior del mercado» (Bourdieu, 1989, 140).
De todos modos, la consecuencia de que todos estudien es la superproducción de títulos escolares: salen más titulados de los que la sociedad necesita en su mercado laboral. Es el desajuste de que hablaron los funcionalistas, y es también lo que otros autores han denominado «la universidad, fábrica de parados». Tal superproducción ocasiona una devaluación de los títulos en el mercado laboral, de modo que un titulado tiene cada vez más difícil conseguir el puesto de trabajo correspondiente a este título; cada promoción lo tiene más difícil que la anterior; si en los años 60 un titulado universitario tenía relativamente fácil (nunca lo ha sido) conseguir ese trabajo, en la actualidad es mucho más difícil. Aunque existen diferencias entre unas carreras y otras, pues mientras unas tienen fácil salida profesional por el equilibrio entre oferta y demanda laboral, otras carreras, superpobladas y con pocas salidas profesionales, sufren tal devaluación mucho más.
Pero no acaba aquí el círculo vicioso de las consecuencias, puesto que, porque los títulos valen cada vez menos, los estudiantes que luchan contra esto (especialmente de carreras de aluvión) intentan conseguir aún más títulos y diplomas, embarcándose en más estudios (un segundo título universitario, una segunda especialidad, doctorados, masters, cursos, cursillos, etc.) para superar a los demás en la consecución del puesto de trabajo. Pero es que lo mismo han pensado y hecho otros muchos estudiantes, con lo que la competencia continúa. Entonces continúa la devaluación de títulos y diplomas.
«La entrada en la carrera y en la competencia por la titulación académica de fracciones que hasta entonces han utilizado poco la escuela, ha tenido como efecto obligar a las fracciones de clase cuya reproducción estaba asegurada principal o exclusivamente por la escuela, a intensificar sus inversiones para mantener la particularidad relativa de sus titulaciones y, correlativamente, su posición en la estructura de las clases, llegando a ser así la titulación académica y el sistema escolar que la otorga una de las apuestas privilegiadas de una competencia entre las clases que engendra un aumento general y continuo de la demanda de educación y una inflación de las titulaciones académicas» (Bourdieu, 1989, 130). En nuestro entorno actual (no en contexto en que escribe Bourdieu esta obra) tenemos un ejemplo cercano en los diplomados de Magisterio, obligados a adquirir más títulos y diplomas para conseguir méritos para el concurso-oposición o para pedir interinidad, lo que hace que muchos sigan una segunda especialidad, continúen en una licenciatura, y sigan todo tipo de cursillos.
Pero quizá lo peor de todo esto sea el desengaño general de los estudiantes hacia el sistema escolar, como consecuencia de todo esto. Bourdieu nos ofrece aquí un argumento que puede explicar en parte el actual desinterés por estudiar (en el sentido literal de esta palabra) y, por extensión, la rebeldía hacia cualquier institución social:
«La descualificación estructural que afecta al conjunto de los miembros de esta generación, destinados a obtener de sus titulaciones menos de lo que hubiera obtenido de ellas la generación precedente, se encuentra en la base de una especie de desilusión colectiva que lleva a esta generación engañada y desengañada a hacer extensiva a todas las instituciones la rebeldía unida al resentimiento que le inspira el sistema escolar. Esta especie de carácter anti-institucional…conduce, en última instancia, a una especie de denuncia de unos supuestos tácitamente asumidos en el orden social, a una suspensión práctica de la adhesión a las metas que éste propone, a los valores que profesa, y al rechazo de las inversiones, que constituye la condición sine qua non para su funcionamiento» (Bourdieu, 1989, 145). Pero, en definitiva, a pesar de las diferentes estrategias de reconversión entre las distintas fracciones de clase, todas tienden a utilizar la escuela como sistema de reproducción, y cada vez más.
En fin, son tantas y tantas cosas las que nos dice Bourdieu en esta magnífica obra, que no podemos analizar aquí todas ellas. Nos hemos limitado a las que más interesan en el mundo de la educación. En esta obra cualquier persona, perteneciente a cualquiera de las fracciones de cualquier clase social, puede sentirse identificado con algunas de las ideas que expone sobre sus gustos, usos, prácticas y estrategias educativas. Al menos, eso es lo que me ha pasado a mí; como en los siguientes párrafos:
«El pequeño-burgués realiza los sacrificios más importantes, si no los más patentes, en el orden de la sociabilidad y de las satisfacciones correlativas. Seguro de que no debe su posición más que a su propio mérito…La preocupación por concentrar los esfuerzos y reducir los costes conduce a romper los lazos, incluso los familiares, que constituyen un obstáculo para la ascensión individual» (Bourdieu, 1989, 341).
«Toda la existencia del pequeño-burgués ascendente es anticipación de un porvenir que no podrá vivir, en la mayoría de los casos, más que por procuración, por mediación de sus hijos, sobre los que ‘hace recaer –como suele decirse- sus ambiciones’…Puesto que está condenado a estrategias que necesitan varias generaciones, que se imponen siempre que el plazo de acceso al bien codiciado excede los límites de una vida humana, el pequeño-burgués es el hombre del placer y del presente diferidos, que se tomará más tarde ‘cuando tenga tiempo’, ‘cuando haya terminado de pagar’, ‘cuando se hayan terminado los estudios’, ‘cuando los hijos crezcan’, o ‘cuando se jubile’. Es decir, con la mayor frecuencia, cuando sea demasiado tarde, cuando, habiendo entregado a crédito su vida, ya no habrá tiempo para recuperar sus fondos y será necesario, como suele decirse, ‘rebajar sus pretensiones’ o mejor, ‘desistir de ellas’. No existe reparación para un presente perdido. Sobre todo cuando acaba de manifestarse …la desproporción entre las satisfacciones y los sacrificios» (Bourdieu, 1989, 357).
4. Para terminar con este punto, en Homo academicus trata un tema que hasta entonces había sido soslayado por la sociología, y en particular la de la educación; el mundo del profesorado universitario, que el sociólogo, que está dentro de él, debe intentar objetivar. Bourdieu considera la Universidad (al menos la francesa, a la que se refiere en concreto su estudio) como un campo de enfrentamiento entre varios poderes, relativos a las diferentes trayectorias sociales y académicas y a las producciones de cada uno; constituye un espacio de posiciones y de «especies» del profesor universitario. En este espacio se plasma la estructura de la distribución de diferentes especies de poder.
Ese poder se manifiesta de diversas maneras: en los conflictos y luchas entre Facultades, entre unas ciencias y otras, entre unas y otras disciplinas; en la acaparamiento de más o menos horarios de clases, recursos económicos y personales; en la reproducción del cuerpo de profesores universitarios, en la endogamia del cuerpo, en la separación de los adversarios. El mundo universitario es, en definitiva, un campo de luchas de poder entre individuos que ocupan distintas posiciones en el espacio no sólo académico, sino también social, ya que el tener más o menos poder en la universidad no se debe sólo a la valía y prestigio como profesor o investigador, sino también a las relaciones sociales de poder del individuo en cuestión, que a su vez se deben, en parte, a aquella posición académica.
Los profesores universitarios son, al fin y al cabo, personas que toman una postura intelectual determinada, pero también una postura social y política; y esto ocurre siempre, tanto en períodos de equilibrio como de crisis.
A partir de este estudio, otros autores han escrito sobre las luchas de poder en el mundo del profesorado universitario
A la vista de todo esto, ¿cómo clasificar a Bourdieu?
Es difícil encajar las ideas de Bourdieu en un enfoque sociológico concreto, tanto por las muchas ideas que expresa a lo largo de sus muchos escritos, como por la misma evolución de ellas.
Por un lado, tiene algo de funcionalista, especialmente en su corriente crítica, al resaltar las desigualdades sociales en educación debidas a factores de clase social. Por su propio lenguaje, y por conceptos e ideas sobre la legitimidad, ideología, cultura dominante, reproducción, bien podría ser considerado marxista. Por su centralidad en la cultura de clase y en la dominación puede ser considerado como weberiano. Por sus relaciones con Young, Bernstein y otros, y su participación en el libro que dió origen a la Nueva Sociología de la Educación, y por sus ideas sobre el poder y control en la transmisión del conocimiento escolar, puede ser encuadrado dentro de ésta. Y así podríamos seguir.
Entonces, ¿dónde encuadrarle? Veamos lo que él mismo nos dice en Cosas dichas. Concretamente recibe influencias de Marx, Durkheim y Weber, de los que escribe que «representan puntos de referencia que estructuran nuestro espacio teórico y nuestra percepción de este espacio» (Bourdieu, 1988, 40). Y etiqueta su propio trabajo de «estructuralismo constructivista» o «constructivismo estructuralista», entendiendo estructuralismo o estructuralista en el sentido de que en el mundo social existen estructuras objetivas independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes, que son capaces de orientar o de coaccionar sus prácticas o representaciones; y por constructivismo o constructivista quiere decir que hay una génesis social de una parte de los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción, que constituyen el habitus, y de otra parte, existen estructuras, particularmente campos o grupos, de las clases sociales (Bourdieu, 1988, 127).
Todo ello hace difícilmente clasificable a este autor; aunque, como él mismo opina,
«…la respuesta a la cuestión de saber si un autor es marxista, durkheimiano o weberiano no aporta casi ninguna información sobre este (cualquier) autor…Uno de los obstáculos para el progreso de la investigación es este funcionamiento clasificatorio del pensamiento académico, y político, que a menudo prescribe la invención intelectual impidiendo la superación de las falsas antinomias y las falsas divisiones. La lógica de la etiqueta clasificatoria es exactamente la del racismo, que estigmatiza al encerrar en una esencia negativa. En todo caso, constituye, a mi modo de ver, el principal obstáculo para lo que me parece ser la justa relación con los textos y con los pensadores del pasado…
(tengo con los autores) «…relaciones muy pragmáticas: recurro a ellos como a compañeros en el sentido de la tradición artesanal…a quienes se puede pedir una ayuda momentánea en las situaciones difíciles…Se toma la riqueza allí donde se la encuentra…La función de la cultura es designar a los autores en quienes se tienen posibilidades de encontrar ayuda…Es posible servirse de ella (la cultura) como de una caja de herramientas, más o menos inagotable (Bourdieu, 1988, 38-39).
Párrafo éste que encuentro muy interesante, con el que estoy de acuerdo, pues considero no siempre positivo el afán de clasificar a un autor dentro de una corriente teórica, y más cuando un autor polifacético es difícilmente clasificable. Este afán deriva, sin duda, del mundo académico, que exige, en bien de la mejor docencia, poner en cuadros todo aquello que pueda ser encuadrado, se supone que para un mejor recuerdo y comprensión de quienes están aprendiendo. Pero, ¿por qué empeñarse siempre en ello?
Valoración final de Bourdieu.
Indudablemente, como dijimos al principio, Bourdieu es considerado hoy como uno de los sociólogos actuales más importantes; su obra ha trascendido no sólo su país, sino incluso Europa, y en España tiene fervientes seguidores. Ha escrito muchos artículos y libros sobre temas muy variados de la sociología, especialmente centrándose en ésta misma como ciencia y en el trabajo de sociólogo, en diversas manifestaciones artísticas y en la educación. Si bien, considero que su obra no sólo es sociología, sino a veces psicología social de clases o de grupos sociales, filosofía social y de la educación, e incluso (aunque yo no estoy muy convencido de ello) inicios en la antropología. Debido a esta amplitud literaria del autor aquí sólo nos hemos centrado en algunas de sus obras, especialmente relacionadas con la educación.
Hemos visto como, tanto a la vista de sus obras como de sus propias confesiones ha sido influido por varios autores, entre los que destacan Marx, Durkheim y Weber; si bien, yo destacaría las influencias del primero y del último, visibles tanto en sus ideas como en su lenguaje. Pero esto no acota la clasificación del autor dentro de una corriente teórica, pues se ha dicho de él que es, aparte de marxista o weberiano, estructuralista, de la Nueva Sociología de la Educación británica (aunque él no sea británico, pero colaboró en su fundación). Pero para mí como para el propio Bourdieu, ¿por qué empeñarse en clasificar a un autor? ¡Estúdiense sus ideas!
Autor que ha gustado de exhibir en muchas de sus obras unas ideas y un lenguaje que creen polémica, un lenguaje incluso cáustico a veces, enrevesado parece que a propósito; lo que hace la lectura de algunas obras algo difícil. Ha elaborado conceptos originales e ideas que han tenido influencia sobre otros autores.
En el terreno de la Sociología de la Educación, Bourdieu ha destacado por llamar la atención, en la línea del funcionalismo crítico, sobre los factores sociales y familiares de la trayectoria escolar de estudiantes de diferentes clases sociales, sobre el papel de la escuela en la reproducción cultural, y de ahí la social y económica, la función de los profesores, de los exámenes, el lenguaje escolar, sobre las luchas de poder en la universidad, sobre las distintas estrategias de reconversión de diferentes clases sociales respecto del sistema escolar, sobre la sobreproducción y devaluación de los títulos escolares en el mercado laboral, y un largo etcétera, por no hacer una lista interminable.
De él (y de su colaborador Passeron) escribió Lerena (¿por qué tengo la impresión de que Bourdieu y Lerena se parecen en muchas cosas?), que sólo pudo leer algunas de sus obras, hasta las de los años 80, debido a su temprana muerte:
«…el desarrollo más significativo de la Sociología de la Educación…un brillante esfuerzo de formalizar una teoría que antes y después de esta obra es objeto de múltiples investigaciones…Esta orientación representa, en mi criterio, el punto más alto de la actual sociología de la educación, tanto por su valor teórico como por su rigor empírico…representa la mejor tradición sociológica –Durkheim, Weber y Marx- al servicio de la nueva sociología…Bourdieu trata de incorporar el mundo de la educación y de la cultura a la reflexión sociológica en profundidad, de tal modo que la consideración de ese mundo se constituya en uno de los ejes centrales de la sociología a secas» (Lerena, 1985, 213-214).
Pero ¿es que todo en él es bueno?, ¿no puede criticársele nada? ¡Claro que sí! Se le ha criticado la excesiva abstracción de su sistema teórico; su relativismo cultural, pues junto a la cultura dominante existen otras, como la popular y entre ambas se dan contradicciones; el olvido de las resistencias y problemas que encuentra la transmisión de la cultura burguesa a los hijos de las clases populares; el que los dominados pueden aprovechar la experiencia de la escuela, controlada por las clases altas, para reforzar sus posiciones de lucha social. Se ha dicho de él que su obra parece un «funcionalismo de lo peor» o un «hiperfuncionalismo del revés».
También se le ha criticado los conceptos de violencia simbólica y de acción pedagógica impuesta, crítica a la que me sumo: Todo en la vida del ser humano consiste en socialización de unos a otros, especialmente –como dijo Durkhjeim- de los adultos hacia los niños y jóvenes, intentando eliminar la parte animal que tenemos y haciéndonos sociales. Así se nos enseñan muchas actitudes, conductas y conocimientos. ¿Es una imposición?, ¿se ejerce una violencia sobre el socializado o sobre el estudiante cuando se le enseña? Entonces habría que decir que se le violenta o impone cuando se le enseña a comer con cuchara y tenedor, a asearse, a hacer sus necesidades en determinado sitio y momento, a leer y escribir, y así un largo etcétera. Pero es que esta es la forma de transmitir unas cosas a otros.
Algunos dicen de él que fue un hipócrita por criticar el sistema escolar y la vida intelectual y universitaria de Francia (quizá por haber sido en un principio rechazado por los círculos intelectuales de París), cuando él mismo, de origen social humilde, fue formado en ese sistema y ha sido uno de los intelectuales universitarios con más éxito.
Por mi parte, yo le criticaría también el haber editado un artículo que había catalogado como sociología de la educación, como antropología de la educación años después.
Sea como sea, el magnífico y polémico Bourdieu ha muerto. Esperamos que su obra continúe fomentando el interés por la sociología y por la educación en asuntos tan discutidos como los que él ha tratado, y sea estudiado y continuado por otros autores. Descanse en paz.
Bibliografía de Bourdieu (sólo libros).
Sociologie de l’Algérie. Presses Universitaires de France (P.U.F.), Paris, 1961.
Travail et travailleurs en algérie. Mouton, Paris-La Haye, 1963.
Le deracinement. La crise de l’agriculture traditionelle en Algérie. Minuit, Paris, 1964.
Les héritiers. Les étudiants et la culture. Minuit, Paris, 1964.
Los estudiantes y la cultura. Labor, Buenos Aires, 1973.
Rapport pédagogique et communication. Mouton, Paris, 1965.
Un art moyen. Essai sur les usages sociaux de la photographie. Minuit, Paris, 1966.
L’amour de l’art. Les musées d’art et leur public. Minuit, Paris, 1966.
Le metier de sociologue. Mouton-Bordads, Paris, 1968.
El oficio de sociólogo. Siglo XXI, Madrid, 1976.
La reproduction. Eléments pour une théorie du système d’enseignement. Minuit, Paris, 1970.
La reproducción .Elementos para una teoría de la enseñanza. Laia, Barcelona, 1977.
Mitosociología. Fontanella, Barcelona, 1975.
Esquisse d’une théorie de la pratique, precedé de tríos études e’ethnologie kabyle. Droz, Génève, 1972.
Algérie 60. Structures économiques et structures temporelles. Minuit, Paris, 1977.
La distintion. Critique sociale du jugement. Minuit, paris, 1979.
La distinción. Taurus, Madrid, 1089.
Le sens pratique. Minuit, Paris, 1980.
El sentido práctico. Taurus, Madrid, 1990.
Questions de sociologie. Minuit, Paris, 1980.
Travaux et projects. Centre de Sociologie Européenne, Paris, 1980.
Leçon sur la leçon. Minuit, Paris, 1982.
Ce que parler veut dire. L’économie des échanges linguistiques. Fayard, Paris, 1982.
Campo de poder y campo intelectual. Folios, Buenos Aires, 1983.
Homo academicus. Minuit, Paris, 1984.
Coses dites. Minuit, Paris, 1987.
Cosas dichas. Gedisa, Barcelona, 1988.
La noblesse d’État. Grandes écoles et esprit de corps. Minuit, Paris, 1989.
Réponses. Pour une anthropologie reflexive .Du Seuil, Paris, 1992.
Les regles de l’art. Génèsse et structure du champ litéraire. Seuil, Paris, 1992.
La misère du monde. Seuil, paris, 1993.
Libre-échange. Seuil, Paris, 1994.
Raisons pratiques. Sur la théorie de l’action. Seuil, Paris, 1994.
Sur la televisión. Liber-Raisons d’Agir, Paris, 1996.
Méditations pascaliennes. Seuil, paris, 1997.
Les usages sociaux de les sciences. Pour une sociologie clinique du champ scientifique. INRA, Paris, 1997.
Conte-feux: Propos pour servir à la resístanse contre l’invasion néoliberale. Liber-Raisons d’Agir, Paris, 1998.
La domination masculine. Seuil, Paris, 1998.
Referencias bibliográficas.
ALONSO HINOJAL, I. (1980): Educación y sociedad. Las sociologías de la educación. C.I.S., Madrid.
FORQUIN, J.C. (1985): «·El enfoque sociológico del éxito y el fracaso escolares: Desigualdades de éxito escolar y origen social». Educación y Sociedad, nº 3, pp. 203-205.
LERENA, C. (1985): Materiales de sociología de la educación y de la cultura. Zero, Madrid.
YOUNG, M.F.D. (1971): Knowledge and Control. New Directions for the Sociology of Education. Collier-McMillan, London.
Umberto Eco: niños y jóvenes, una generación de extraños…
Umberto Eco
El pensamiento de los niños ha sido formado por medios de comunicación que reducen la permanencia de un suceso a una breve frase e imágenes fugaces.
Creo que la de Michel Serres es la mejor mente filosófica que existe en Francia hoy en día. Y como cualquier buen filósofo, Serres es capaz de reflexionar sobre los asuntos actuales tan bien como sobre los sucesos históricos. Desvergonzadamente, voy a basar esta columna en el ensayo espléndido que Serres escribió el mes pasado para Le Monde, en el que nos recuerda acerca de asuntos que conciernen a la juventud actual: los hijos de mis lectores jóvenes y los nietos de nosotros, los viejos.
Para empezar, la mayoría de estos niños o nietos nunca han visto un cerdo, una vaca o un pollo, una observación que me recuerda una encuesta realizada aproximadamente hace 30 años en Estados Unidos. Reveló que la mayoría de los niños en Nueva York creían que la leche, que ellos veían que se vendía en recipientes en el supermercado, era un producto hecho por el hombre, como la Coca-Cola. Los seres humanos modernos ya no están acostumbrados a vivir en la Naturaleza; sólo conocen la ciudad. También me gustaría señalar que al salir de vacaciones, la mayoría de ellos se aloja en lo que el antropólogo Marc Augé ha definido como “no lugares”: “espacios de circulación, consumo y comunicación” homogenizados. Las villas de los hoteles de lujo o “resorts” es notablemente similar a, digamos, el aeropuerto de Singapur, cada uno de ellos dotado de una naturaleza perfectamente ordenada y limpia, arcadiana, totalmente artificial. Estamos en medio de una de las mayores revoluciones antropológicas desde la Era Neolítica. Los niños de hoy viven en un mundo sobrepoblado, con una expectativa de vida cercana a los 80 años. Y dada la creciente longevidad de las generaciones de sus padres y abuelos, tienen menos probabilidades de recibir sus herencias antes de que estén al borde de la vejez.
Una persona nacida en Europa durante los 60 años pasados no ha conocido la guerra. Y, habiéndose beneficiado de los progresos de la medicina, no ha sufrido tanto como sus antepasados. La generación de sus padres tuvo hijos más tarde en su vida que lo usual en la generación de sus padres, y sus padres muy posiblemente estén divorciados. En la escuela, estudió al lado de niños de otros colores, religiones y costumbres; esto lleva a Serres a preguntarse cuánto tiempo más los escolares en Francia cantarán La Marsellesa, que contiene una referencia a la “sangre impura” de los extranjeros. ¿Qué obras literarias puede todavía disfrutar y con cuáles establecer una conexión, dado que nunca ha conocido la vida rústica, la vendimia de uvas, las invasiones militares, los monumentos a los caídos, los estandartes perforados por balas enemigas, o la urgencia vital de la moralidad?
Su pensamiento ha sido formado por medios de comunicación que reducen la permanencia de un suceso a una breve frase e imágenes fugaces, fieles a la sabiduría convencional de los lapsos de atención de siete segundos y las respuestas de los programas de concurso con respuestas que se deben dar en 15 segundos. Y esos medios de comunicación le muestran cosas que no vería en su vida cotidiana: cadáveres ensangrentados, ruinas, devastación. “Al llegar a los 12 años de edad, los adultos ya han forzado (a los niños) a ser testigos de 20.000 asesinatos”, escribe Serres.
Los niños actuales son criados con anuncios llenos de abreviaciones y palabras extranjeras que les hacen perder contacto con su lengua madre. La escuela ya no es un lugar de aprendizaje y, acostumbrados a las computadoras, esos niños viven una buena parte de su existencia en el mundo virtual. Al escribir en el teclado usan sus dedos índices o pulgares en lugar de toda la mano (y, lo que es más, están totalmente consumidos por el afán de desarrollar varias tareas al mismo tiempo). Se sientan, hipnotizados por Facebook y Wikipedia que, según Ferres, “no excitan las mismas neuronas o las mismas zonas de la corteza (cerebral)” que si estuvieran leyendo un libro. Los seres humanos antes vivían en un mundo percibible, tangible. Esta generación existe en un espacio virtual que no establece distinción entre cercanía y distancia.
No escribiré de las reflexiones de Serres acerca de cómo manejar los nuevos requerimientos de educación. Pero su observación general del tema abarca un período de disturbio total no menos pivotal que las eras que llevaron a la invención de la escritura y siglos después, de la prensa de impresión. El problema es que la tecnología moderna cambia a una velocidad inaudita, escribe Serres, y “al mismo tiempo el cuerpo es transfigurado, el nacimiento y la muerte cambian, como lo hacen el sufrimiento y la sanación, las vocaciones, el espacio, el medio ambiente, y el estar en el mundo”. ¿Por qué no estuvimos listos para esta transformación? Serres llega a la conclusión de que quizá parte de la culpa debe atribuirse a los filósofos, quienes, por la naturaleza de su profesión, deberían prever cambios en el conocimiento y la práctica. Y no han hecho suficiente en este sentido porque, dado que están involucrados en la política día tras día, no sintieron la aproximación de la contemporaneidad’’.
No sé si Serres esté completamente acertado, pero ciertamente no está totalmente equivocado.
La Nación.cl
Tags: UMBERTO ECO, SERRES, MICHEL SERRES, FILOSOFIA, SOCIOLOGIA, NIÑOS, JOVENES DE HOY, GENERACIÓN, NUEVA GENERACION, NUEVA CULTURA, POSTMODERNIDAD, SOCIEDAD, NATURALEZA, MENTALIDAD, CULTURA URBANA, COMUNICACION, CULTURA LIQUIDA, CULTURA EFIMERA
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Actualidad y persistencia histórica del patriarcado…
Por Boaventura de Sousa Santos *
Página/12
No hay naturaleza humana asexuada; hay hombres y mujeres y, para algunos, otros sexos. Hablar de naturaleza humana sin hablar de la diferencia sexual es ocultar que la “mitad” de la humanidad integrada por las mujeres vale menos que la de los hombres. Bajo formas cambiantes según tiempo y lugar, las mujeres han sido consideradas seres cuya humanidad es problemática (más peligrosa o menos capaz) en comparación con la de los hombres. A la dominación sexual que este prejuicio genera la llamamos patriarcado y al sentido común que lo alimenta y reproduce, cultura patriarcal.
La persistencia histórica de esta cultura es tan fuerte que, incluso en las regiones del mundo en las que ha sido oficialmente superada por la consagración constitucional de la igualdad sexual, las prácticas cotidianas de las instituciones y las relaciones sociales continúan reproduciendo el prejuicio y la desigualdad. Ser feminista hoy significa reconocer que esta discriminación existe y que es injusta, y desear activamente que sea erradicada. En las actuales condiciones históricas, hablar de naturaleza humana como si fuese sexualmente indiferente, sea en el plano filosófico o en el político, es pactar con el patriarcado.
La cultura patriarcal viene de lejos y atraviesa tanto a la cultura occidental como a las culturas africanas, indígenas e islámicas. Para Aristóteles, la mujer es un hombre mutilado y, para Santo Tomás de Aquino, siendo el hombre el elemento activo de la procreación, el nacimiento de una mujer es una señal de debilidad del procreador. A veces anclada en textos sagrados (la Biblia y el Corán), esta cultura ha estado siempre al servicio de la economía política dominante que, en los tiempos modernos, han sido el capitalismo y el colonialismo. En Tres Guineas (1938), en respuesta a un pedido de apoyo financiero para la guerra, Virginia Woolf se niega y, recordando la marginación de las mujeres en la nación, afirma provocativamente: “Como mujer, no tengo país. Como mujer, no quiero tener país. Como mujer, mi país es el mundo entero”. Durante la dictadura en Portugal, las Nuevas cartas portuguesas, publicadas en 1972 por Maria Isabel Barreno, Maria Teresa Horta y Maria Velho da Costa, denunciaban al patriarcado como parte de la estructura fascista que sostenía la guerra colonial en Africa. “Angola es nuestra” era el correlato de “las mujeres son nuestras” (de nosotros, los hombres), y con el sexo de ellas se defendía la honra de ellos. El libro fue incautado de inmediato porque justamente fue percibido como un libelo contra la guerra colonial, y sus autoras no fueron juzgadas sólo porque entretanto estalló la Revolución de los Claveles, el 25 de abril de 1974.
La violencia que la opresión sexual implica se produce bajo dos formas, hardcore y softcore. La versión hardcore es el catálogo de la vergüenza y el horror del mundo. En Portugal, en 2010 murieron 43 mujeres víctimas de la violencia doméstica. En Ciudad Juárez (México), en los últimos años fueron asesinadas 427 mujeres, todas jóvenes y pobres, trabajadoras de las fábricas del capitalismo salvaje, las maquiladoras, un crimen organizado conocido como femicidio. En varios países de Africa se sigue practicando la mutilación genital. En Arabia Saudita, hasta hace poco las mujeres ni siquiera tenían partida de nacimiento. En Irán, la vida de una mujer vale la mitad que la de un hombre en un accidente de tránsito; en un tribunal judicial, el testimonio de un hombre vale tanto como el de dos mujeres; en caso de adulterio la mujer puede ser lapidada hasta morir, una práctica que, por otro lado, está prohibida en la mayoría de los países de cultura islámica.
La versión softcore es insidiosa y silenciosa, se produce en el seno de las familias, las instituciones y las comunidades, no porque las mujeres sean inferiores sino, por el contrario, porque son consideradas superiores en su espíritu de abnegación y en su disponibilidad para ayudar en tiempos difíciles. Como es una disposición natural, no hace falta siquiera preguntarles si aceptan los encargos ni bajo qué condiciones. En Portugal, por ejemplo, los actuales recortes del gasto social del Estado victimizan en particular a las mujeres. Las mujeres son las principales proveedoras de cuidado a las personas dependientes (niños, ancianos, enfermos, personas con discapacidad). Si con la clausura de hospitales psiquiátricos y la ausencia de soluciones alternativas los enfermos mentales son devueltos a sus familias, el cuidado queda a cargo de las mujeres. La imposibilidad de conciliar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico hace que Portugal tenga una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo. Cuidar de los vivos se torna incompatible con desear más personas vivas. Y esto es apenas una expresión extrema de algo que está pasando un poco por todas partes.
Pero la cultura patriarcal tiene, en ciertos contextos, otra dimensión particularmente perversa: la de crear en la opinión pública la idea de que las mujeres son oprimidas y, como tales, víctimas indefensas y silenciosas. Este estereotipo hace posible ignorar o desvalorizar las luchas de resistencia y la capacidad de innovación política de las mujeres.
Es así como se ignora el papel fundamental de las mujeres en la revolución de Egipto o en la lucha contra el saqueo de tierras en la India; la acción política de las mujeres que lideran municipios en tantas pequeñas ciudades africanas y su lucha contra el machismo de los líderes partidarios que bloquean el acceso femenino al poder político nacional; la lucha incesante y plena de riesgos por la punición de los criminales llevada a cabo por las madres de las jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez; las conquistas de las mujeres indígenas e islámicas en su lucha por la igualdad y el respeto de la diferencia, transformando desde adentro las culturas a las que pertenecen; las prácticas innovadoras en defensa de la agricultura familiar y las semillas tradicionales de las mujeres de Kenia y de tantos otros países de Africa; la presencia de mujeres en los movimientos antimineros (recordemos la muerte de Betty Cariño Trujillo en Oaxaca) y en todos los que pelean por el reconocimiento de la naturaleza como “bienes comunes”, tal como ocurre en estos días en la Argentina; la palabra de las mujeres palestinas que, cuando son interrogadas por autoconvencidas feministas europeas sobre el uso de anticonceptivos, responden: “En Palestina, tener hijos es luchar contra la limpieza étnica que Israel impone a nuestro pueblo”.
* Doctor en Sociología del Derecho; profesor de las universidades de Coimbra (Portugal) y de Wisconsin (EE.UU.). Traducción: Javier Lorca.
Tags: PATRIARCADO, GENERO, SEXUALIDAD, MACHISMO, SOMETIMIENTO, OPRESION DE LA MUJER, CULTURA PATRIARCAL, IDEOLOGIA PATRIARCAL, DOMINACION MASCULINA
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Examen a la revolución islandesa…
El país nórdico vota en referéndum una ley para devolver a Reino Unido y Holanda 4.000 millones por la quiebra de uno de sus bancos
CLAUDI PÉREZ – Madrid – 09/04/2011
¿Qué haría usted si uno de los grandes bancos españoles hubiera quebrado en Reino Unido y el Gobierno británico exigiera a España un pago de 50.000 euros por familia para saldar esa deuda? Islandia, que ya se ha negado en una ocasión a pagar esa factura, se ha enfrentado este sábado a un segundo referéndum sobre si aprueba -o no- devolver a Reino Unido y Holanda 4.000 millones de euros por la bancarrota de una de sus entidades financieras. Aunque tal vez el examen vaya un poco más allá. El no reforzaría la vía islandesa de salida de la crisis financiera, la denominada revolución de las cacerolas: dejar caer los bancos y organizar movilizaciones sociales que provocaron un cambio de Gobierno, una reforma de la Constitución y han alentado una investigación para enjaular a los banqueros. Pero un sí podría empañar el ejemplo islandés, al que se agarra cada vez más gente en la periferia de Europa, por la irritación que provoca el empeño de Bruselas y el BCE en defender a los bancos aun a costa de una oleada de austeridad y recortes draconianos.
"Es una decisión difícil. Probablemente lo mejor sea votar no, pero eso va a acarrear enormes problemas a corto y medio plazo". Interrogado por el referéndum, el economista Magnus Skulasson no tenía aún nada claro, a media tarde de este sábado, el sentido de su voto. Las encuestas tampoco dan un ganador con seguridad: el sí – es decir, pagar por los desmanes de la banca- parecía claro ganador hace dos meses, pero los sondeos se han dado la vuelta en los últimos días.
El referéndum fue convocado hace dos meses por el presidente islandés, Oláfur Ragnar Grímsson, que se negó a firmar una ley del Parlamento que estipulaba las condiciones del acuerdo: un pago con intereses del 3% a 37 años. Grímsson es reincidente: en diciembre de 2009 ya forzó una consulta similar, cuando contra todo pronóstico se negó a firmar una ley que obligaba a pagar con intereses del 5,5% en 15 años. El no ganó entonces de forma arrolladora. "Las antiguas condiciones de pago eran muy injustas: las nuevas son mejores, pero si los islandeses van a tener que cargar con una deuda de sus bancos deben tener derecho a decidir. Islandia es una democracia, no un sistema financiero", declaró Grímsson a este diario hace unos días.
La disputa viene de lejos. A mediados de la pasada década, uno de los grandes bancos islandeses, Landsbanki, abrió una filial por Internet en Reino Unido, Holanda y Alemania que tuvo un éxito fulgurante por los altos intereses que pagaba en una cuenta llamada Icesave. A principios de octubre de 2008, apenas 15 días después de la quiebra de Lehman Brothers, el Reino Unido detectó que los bancos islandeses estaban traspasando dinero de las cuentas británicas a Reikiavik y les aplicó la ley antiterrorista: congeló todos sus fondos. Los bancos estaban sobreendeudados (sus activos suponían 12 veces el PIB), y esa decisión, junto a la crisis internacional, les llevó a la bancarrota. El Estado no los rescató. Los dejó caer, y posteriormente los nacionalizó e inyectó dinero para que siguieran operando, pero solo en Islandia. Londres y Ámsterdam pagaron a los depositantes de Icesave (unas 300.000 personas) el 100% de los depósitos y desde entonces reclaman ese dinero. Eso suma 4.000 millones: tal vez no parezca una cifra desorbitada, pero es un tercio del PIB islandés.
El caso está repleto de incertidumbres. El Gobierno defiende el sí en el referéndum y aduce que los activos del banco quebrado, cuando se liquiden, permitirán pagar la mayoría de la deuda. Los partidarios del no argumentan que la gente no debería pagar por las locuras de sus bancos, y aducen que la legislación internacional -llena de sombras- no obliga a ningún país a asumir deudas astronómicas que sobrepasan con mucho el importe acumulado en los fondos de garantía.
Frágil recuperación
Islandia sigue sumida en una profunda crisis, tras los acontecimientos que acabaron en la quiebra del sistema bancario y que obligaron al país a acudir al FMI. Entonces la Bolsa se desplomó, la corona islandesa perdió el 80% de su valor y la caída del PIB ha sido del 15%. El paro ha pasado del 1% al 8%, hay controles de capital -corralito-, ha habido fuertes subidas de impuestos y recortes del gasto público. La incipiente recuperación es aún muy frágil. Y esa fragilidad puede aumentar en caso de que el no salga vencedor: el Ejecutivo ha avisado a la población de que un hipotético rechazo llevaría el caso a los tribunales, donde la factura puede llegar a ser mucho mayor. Además, si los activos del banco quebrado son menores de lo esperado y la corona vuelve a caer, las cifras se dispararían.
La consulta tendrá también efectos colaterales en el ámbito político. Una negativa dejaría en una difícil posición al Gobierno de coalición entre socialdemócratas y rojiverdes, y complicaría el acceso de Islandia a la UE y los créditos con el FMI y otros países nórdicos. Los islandeses saben todo eso, y aun así en los últimos días el no ha ganado fuerza. "Tenemos la opción de acabar con este desafortunado asunto con dignidad, o embarcarnos de nueva en un periodo de incertidumbre", avisó ayer el ministro de Finanzas, Steingrimur Sigfusson. "De acuerdo: pero la crisis ya está siendo lo suficientemente dura. No quiero pagar más", terció el director de cine Arni Sveinsson.
El ejemplo es Islandia
GASPAR GARCÍA – Madrid – 02/04/2011
A mediados de diciembre pasado, el gobernador del Banco de España dijo algo tan obvio como que los mercados "son personas". Mas no era deducible de sus palabras crítica o denuncia alguna a esas personas que generaron la crisis, que se la endosan a los contribuyentes con anuencia de los Gobiernos y que siguen percibiendo con toda impunidad descomunales beneficios mientras el paro y la pobreza crecen pertinazmente.
Las profesoras Lourdes Benería y Carmen Sarasúa ponen por escrito un bálsamo de sentido común al respecto en el aguijador y diáfano análisis de su artículo Crímenes económicos contra la humanidad, publicado en EL PAÍS del 29 de marzo de 2011. No tiene desperdicio. Veamos una cita: "Islandia ofrece un ejemplo muy interesante. En vez de rescatar a los banqueros que arruinaron al país en 2008, la fiscalía abrió una investigación penal contra los responsables. En 2009, el Gobierno entero tuvo que dimitir y el pago de la deuda de la banca quedó bloqueado. Islandia no ha socializado las pérdidas como están haciendo muchos países, incluida España, sino que ha aceptado que los responsables fueran castigados y que sus bancos se hundieran". ¿Quién no querría ser islandés? Pues esas personas del mercado que evitan que cunda el ejemplo.
ENTREVISTA: Primer plano ÓLAFUR RAGNAR GRÍMSSON Presidente de Islandia
"La gente no tiene que pagar por las locuras de los bancos"
CLAUDI PÉREZ 03/04/2011
Persona es un viejo vocablo que significa máscara. Las distintas máscaras de este hombre alto y rotundo que es Ólafur Ragnar Grímsson (Isafjodur, 1943) no dejan indiferente a nadie: el presidente de Islandia despierta grandes adhesiones (lleva 15 años en el cargo), pero también el rechazo cerrado de una parte de los islandeses. Grímsson, que fue politólogo, líder socialista y hasta editor de periódicos, ha desempeñado un papel estelar durante la crisis. Pese a que se le suponía una figura decorativa, se ha negado dos veces a sancionar una ley que obliga a los islandeses a pagar a Reino Unido y Holanda por la quiebra de uno de sus bancos, en el denominado caso Icesave.
"Grímsson ha sido capital para evitar que Icesave sea una condena para al menos una generación de islandeses", asegura el economista Jon Danielsson. Pero este es un lugar extremo, como sus gentes: Guderburg Bergsson, uno de los gigantes de la literatura islandesa, le atribuye "gran parte de la culpa" de la pesadilla de los últimos años por algunas de esas máscaras. "Grímsson ha cambiado varias veces de camisa, la ha perdido y ha conseguido otra que ha vuelto a perder por oportunista. Y enseguida consigue una más: sus años en la presidencia son el reflejo de una nación parecida a él, confusa y aislada", ataca.
Grímsson recibe a EL PAÍS en su residencia, en una biblioteca luminosa -tal vez por los enormes ventanales, tal vez por los muchos libros de poesía que se agolpan en las baldas-, y antes de poner la grabadora a trabajar se interesa por España y Portugal, a cuyo primer ministro, José Sócrates, algunos tildan de "socialista neoliberal". El presidente se arranca con una sentencia que repetirá un par de veces con ligeras variaciones durante la entrevista: "Europa no afronta solo una crisis económica: esta es una crisis política. Los Gobiernos no pueden seguir arrastrándose tras los mercados".
Pregunta. No parece dispuesto a dar su brazo a torcer con Icesave. ¿No está asumiendo un rol que no le corresponde?
Respuesta. Hasta ahora no se había usado esa prerrogativa, pero vivimos tiempos de grandes desafíos. Lo fundamental es que Islandia es una democracia, no un sistema financiero, y que esta no es solamente una crisis económica: es una crisis política. Una de las razones por las que Islandia se está recuperando con rapidez es que el país está dándole una respuesta democrática formidable, no solo financiera. Los islandeses provocaron un cambio de Gobierno, activaron una investigación y van a cambiar la Constitución. Los referéndums se inscriben en esa onda. Las antiguas condiciones de pago eran muy injustas: las nuevas son mejores, pero si los islandeses van a tener que cargar con una deuda de sus bancos deben tener derecho a decidir.
P. Hace dos años el euro parecía un paraíso para divisas pequeñas como la corona. Ahora el viento ha cambiado y aun así el Gobierno quiere que Islandia entre en la UE. ¿Y usted?
R. Los recursos energéticos, la pesca, el turismo, todo eso ha sido clave para salir de la crisis; también la divisa lo ha sido. La fuerte depreciación es una paradoja: por un lado somos más pobres, pero por otro se eleva la competitividad de la industria.
P. Con el euro desaparecería esa ventaja.
R. Es evidente que la moneda ha sido parte de la solución y que Grecia e Irlanda no han tenido ese resorte. Pero la conveniencia o no del ingreso en la UE dependerá de la negociación. Hay una contradicción interesante: las encuestas muestran que una mayoría quiere que se siga negociando. Y una mayoría aún mayor está en contra de la entrada.
P. Islandia ha dejado caer a sus bancos y persigue a los banqueros. ¿Ve ahí un modelo islandés de salida de la crisis?
R. Tal vez no hubiera más opción que esa: los bancos eran tan grandes que no había forma de rescatarlos. Pero no importa si había o no había opciones: Islandia no acepta la idea de que la gente de la calle tenga que pagar toda la factura por las locuras de los bancos, como ha ocurrido con esas nacionalizaciones por la puerta de atrás en otros lugares. Vuelvo al argumento inicial: la solución a la crisis no es simplemente económica.
P. Se han establecido controles de capital, han subido los impuestos y el recorte en gastos sociales ha desatado el descontento popular. ¿Ese enfado va contra los bancos o contra los políticos?
R. Es difícil decirlo. Pese a los controles, el país sigue funcionando bien, y el impacto fiscal es innegable, pero era necesario y se está haciendo razonablemente bien. Las crisis son dolorosas.
P. ¿Alguien va a ir a la cárcel?
R. No soy quien debe decirlo.
P. Hace años usted hablaba del "capitalismo vikingo", de un grupo de jóvenes banqueros "listos para conquistar el mundo". ¿Ha cambiado su punto de vista?
R. Tal vez todo sucedió demasiado rápido y no supimos ver los riesgos: tampoco supieron verlos las agencias de calificación ni las autoridades europeas. Hubo voces críticas; como otros muchos, no supe escucharlas. Pero hay que aprender de todo esto. –
Tags: ISLANDIA, REVOLUCION ISLANDESA, CRISIS FINANCIERA, QUIEBRA DE BANCOS, BANQUEROS A LA CARCEL, REFERENDUM, DEMOCRACIA REAL, PROTAGONISMO CIUDADANO, MODELO ISLANDES
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Movimiento estudiantil de Mayo del 68: conversación entre J.P. Sartre y D. Cohn Bendit.
Jean-Paul Sartre:
En pocos días (en Mayo de 1968), sin que ninguna orden de huelga general fuera lanzada, Francia se encontró paralizada por los paros y las ocupaciones de fábricas. Todo a consecuencia de que los estudiantes se hicieron dueños de la calle en el Barrio Latino. ¿Qué impresión tienen ustedes del movimiento que han desencadenado? ¿Hasta dónde puede llegar?
Daniel Cohn-Bendit:
Ha alcanzado una extensión que nosotros no podíamos prever al comienzo. En este momento, el objetivo es derribar el régimen. Pero no depende de nosotros que este objetivo llegue o no a lograrse. Si fuera realmente el del partido comunista, el de la CGT y de las otras centrales sindicales, no habría problema: el régimen caería en quince días, pues no hay modo de oponerse a una manifestación de fuerza que comprometa a todo el movimiento obrero.
JPS:
Por ahora hay una evidente desproporción entre el carácter masivo del movimiento de huelga, que permite, en efecto, un enfrentamiento directo al régimen, y las reivindicaciones, con todo limitadas (salarios, organización del trabajo, jubilaciones, etc.), presentadas por los sindicatos.
DC-B:
Hubo siempre un desnivel, en las luchas obreras, entre el vigor de la acción y las reivindicaciones iniciales. Pero puede suceder que el éxito de la acción, el dinamismo del movimiento, llegue a modificar en la marcha la naturaleza de las reivindicaciones. Una huelga desencadenada para lograr conquistas parciales puede transformarse en un movimiento insurreccional.
Sentado esto, algunas reivindicaciones presentadas en estos momentos por los trabajadores, van muy lejos: la semana de 40 horas reales, por ejemplo, y, en la fábrica Renault, el salario mínimo de 1.000 francos por mes. El poder “degaullista” no puede aceptarlas sin quedar en una posición totalmente desairada, y si se mantiene firme va al enfrentamiento. Supongamos que los obreros también se mantengan firmes, y que el régimen caiga. ¿Qué sucede? La izquierda toma el poder. Todo dependerá entonces de lo que haga. Si realmente cambia el sistema –confieso que lo dudo- tendrá aceptación y todo marchará bien. Pero si tenemos –con los comunistas o sin ellos- un gobierno tipo Wilson, que proponga sólo reformas y reajustes menores, la extrema izquierda se verá reforzada y habrá que continuar presentando los verdaderos problemas de organización de la sociedad, de poder obrero, etc.
Pero no estamos todavía en eso, ni siquiera es seguro que el régimen caiga.
JPS:
Hay casos, cuando la situación es revolucionaria, en que un movimiento como el vuestro no se detiene, pero también suele suceder que el impulso declina. En este caso, es preciso tratar de ir lo más lejos posible antes de su detención. ¿Cuál es en su opinión la parte irreversible en el movimiento actual, suponiendo que acabe enseguida?
DC-B:
Los obreros lograrán el cumplimiento de cierto número de reivindicaciones materiales, al mismo tiempo que importantes reformas tendrán lugar en la Universidad por obrar de las tendencias moderadas del movimiento estudiantil y de los profesores. No serán reformas radicales a las que aspiramos, pero de todos modos tendremos cierto peso: presentaremos propuestas precisas, y sin duda algunas serán aceptadas porque no se atreverán a negarnos todo. De seguro será un progreso, pero nada fundamental habrá cambiado, por lo que continuaremos a cuestionar el sistema en su conjunto.
De 1848 a 1968
De todas maneras no creo que la revolución sea posible de un día para otro. Creo que sólo será posible obtener mejoras sucesivas, más o menos importantes, pero estas mejoras no podrán ser impuestas sino por acciones revolucionarias. Por esta razón, el movimiento estudiantil, que habrá alcanzado, pese a todo, una reforma importante en la Universidad , aunque transitoriamente pierda energía, toma un valor de ejemplo para muchos jóvenes trabajadores. Utilizando los medios de acción tradicionales del movimiento obrero –la huelga, la ocupación de la calle y de los lugares de trabajo-, hemos derribado el primer obstáculo: el mito por el cual “nada puede hacerse contra el régimen”. Hemos probado que eso no era verdad. Y los obreros se han lanzado por la brecha. Puede ser que esta vez no sigan hasta el final. Pero habrá otras explosiones más tarde. Lo importante es que se ha demostrado la eficacia de los métodos revolucionarios.
La unión de estudiantes y obreros sólo puede hacerse en la dinámica de la acción si el movimiento de los estudiantes y el delos obreros conservan cada uno su impulso y convergen hacia un mismo objetivo. Por el momento existe una desconfianza natural y comprensible de los obreros.
JPS:
Esta desconfianza no es natural sino adquirida. No existía a comienzos del siglo XIX y sólo apareció después de las masacres de junio de 1848. Antes, los republicanos –que eran intelectuales y pequeños burgueses- y los obreros marchaban juntos. Después, no hubo ya perspectivas de unión, ni siquiera en el partido comunista, que siempre ha separado cuidadosamente a los obreros de los intelectuales.
DC-B:
De todos modos algo ha sucedido en el curso de esta crisis. En Billancourt, los obreros no han dejado entrar en la fábrica a los estudiantes. Pero el hecho mismo de que los estudiantes hayan ido a Billancourt constituye algo nuevo e importante. Ha habido, en realidad, tres etapas. Primero la desconfianza franca, no sólo de la prensa obrera sino del medio obrero. Decían: “¿Qué quieren esos nenes de papá que vienen a fastidiarnos?” Y más tarde, después de los combates en la calle, después de la lucha de los estudiantes contra los policías, ese sentimiento ha desaparecido y la solidaridad se vuelve efectiva.
En este momento estamos en un tercer estadio: los obreros y los campesinos han entrado a su vez en lucha pero nos dicen: “Esperen un poco, queremos manejar nosotros mismos nuestro combate”. Es normal. La unión sólo podrá realizarse más tarde si los dos movimientos, el de los estudiantes y el de los obreros, conservan su impulso. Después de cincuenta años de desconfianza, no creo que lo que se denomina “diálogo” sea posible. No se trata solamente de hablar. Es natural que los obreros no nos reciban con los brazos abiertos. El contacto sólo se establecerá si combatimos juntos. Se puede, por ejemplo, crear grupos conjuntos de acción revolucionaria, en los que obreros y estudiantes planteen juntos los problemas y actúen juntos. Habrá lugares en los que eso funcione y otros en los que no funcione.
JPS:
El problema sigue siendo el mismo: mejoras o revolución. Como usted dice, todo lo que ustedes hacen a través de la violencia es recuperado por los reformistas de una manera positiva. La Universidad , gracias a lo que ustedes han hecho, se verá mejorada, pero siempre dentro del marco de la sociedad burguesa.
DC-B:
Es evidente; pero creo que no hay otro modo de avanzar. Tomemos el ejemplo de los exámenes. No se discute que se seguirá con ellos. Pero seguramente no se desarrollarán como antes. Se encontrará una fórmula nueva. Y si una sola vez se efectúan de un modo desacostumbrado, un proceso de reforma se pondrá en marcha de modo irreversible. No sé hasta qué punto llegará, lo que sé es que se hará lentamente; pero es la única estrategia posible.
Para mí, no se trata de hacer metafísica, ni de indagar cómo habrá que realizar la revolución. Ya he dicho que creo que vamos más bien hacia un cambio perpetuo de la sociedad, provocado, en cada etapa, por acciones revolucionarias. El cambio radical de las estructuras de nuestra sociedad sólo sería posible si se produjera de golpe la coincidencia de una crisis económica grave, con la acción de un potente movimiento obrero y de un fuerte movimiento estudiantil. Hoy estas condiciones no están reunidas. Como máximo puede pretenderse la caída del gobierno. Pero no puede soñarse en hacer estallar la sociedad burguesa. Lo que no quiere decir que no haya que hacer nada: todo lo contrario, es necesario luchar paso a paso a partir de un cuestionamiento global.
La cuestión de saber si puede haber todavía revoluciones en las sociedades capitalistas evolucionadas y de lo que hay que hacer para provocarlas realmente no me interesa.
Cada cual con su teoría; unos dicen: las revoluciones del tercer mundo son las que provocarán el derrumbe del mundo capitalista. Otros: sólo gracias a la revolución en el mundo capitalista podrá haber desarrollo del tercer mundo. Todos los análisis están más o menos fundados, pero en mi opinión, eso no tiene mayor importancia.
Observemos lo que acaba de pasar. Desde hace mucho tiempo hay gente que busca el mejor modo de provocar una explosión en el medio estudiantil. Nadie lo ha encontrado y finalmente ha sido una situación objetiva la que ha provocado la explosión. Influyó sin duda el manotón del poder –la ocupación de la Sorbona por la policía-, pero es evidente que esta “gaffe” monumental no es el único origen del movimiento. La policía ya había entrado en Nanterre, algunos meses atrás, y eso no había despertado ninguna reacción en cadena. Esta vez se despertó una que no fue posible detener, lo que permite examinar el papel que puede desempeñar una minoría activa.
Lo que ha sucedido desde hace dos semanas constituye, a mi entender, una refutación de la famosa teoría de “las vanguardias revolucionarias” consideradas como las fuerzas dirigentes de un movimiento popular. En Nanterre y París ha habido simplemente una situación objetiva, derivada de lo que se llama de un modo vago “el malestar estudiantil” y de la voluntad de acción de una parte de la juventud, decepcionada por la inacción de las clases que ejercen el poder. La minoría activa pudo, por el hecho de ser teóricamente más consciente y estar mejor preparada, encender el detonador y penetrar por la brecha. Pero eso es todo. Los otros podían seguir o no seguir. Sucede que han seguido. Pero después, ninguna vanguardia, sea la UEC , la JCR o los “marxistas-leninistas”, ha podido tomar la dirección del movimiento. Sus militantes pudieron participar en las acciones de un modo decidido pero desaparecieron absorbidos por el movimiento. Se los encuentra en los comités de coordinación, donde su papel es importante, pero en ningún momento hubo oportunidad de que estas vanguardias desempeñaran un papel directivo.
No más vanguardias
Es el punto esencial. Sirve para destacar que es necesario abandonar la teoría de “la vanguardia dirigente” para adoptar aquella –más simple y más honrada- de “la minoría activa” que desempeña el papel de un fermento permanente, impulsando a la acción sin pretender la dirección. En efecto, aunque nadie quiera admitirlo, el partido bolchevique no dirigió la revolución rusa. Fue empujado por las masas. Pudo elaborar su teoría en la marcha, dar ciertos impulsos hacia un lado o hacia otro, pero no desencadenó, solo, un movimiento que fue en su mayor parte espontáneo. En determinadas situaciones objetivas –con la ayuda de una minoría activa- la espontaneidad retoma su lugar en el movimiento social. Es ella la que promueve el avance, y no las órdenes de un grupo dirigente.
JPS:
Lo que mucha gente no comprende, es que ustedes no buscan elaborar un programa, ni dar una estructura al movimiento. Les reprochan querer “destruirlo todo” sin saber –en todo caso sin decir- lo que ustedes quieren colocar en lugar de lo que derrumban.
DC-B:
¡Claro! Todo el mundo se tranquilizaría –Pompidou en primer lugar- si fundáramos un partido anunciando: “Toda esta gente está con nosotros. Aquí están nuestros objetivos y el modo cómo pensamos lograrlos…” Se sabría a que atenerse y por lo tanto la forma de anularnos. Ya no se estaría frente a “la anarquía”, el “desorden”, la “efervescencia incontrolable”.
La fuerza de nuestro movimiento reside precisamente en que se apoya en una espontaneidad “incontrolable”, que da el impulso sin pretender canalizar o sacar provecho de la acción que ha desencadenado. Para nosotros existen hoy dos soluciones evidentes. La primera consiste en reunir cinco personas de buena formación política y pedirles que redacten un programa, que formulen reivindicaciones inmediatas de aspecto sólido y digan: “Esta es la posición del movimiento estudiantil, hagan según eso lo que quieran”. Es la mala solución. La segunda consiste en tratar de hacer comprender la situación, no a la totalidad de los estudiantes ni siquiera a la totalidad de los manifestantes, pero a un gran número de entre ellos. Para eso, es preciso evitar la creación inmediata de una organización o definir un programa que serían inevitablemente paralizantes. La única oportunidad del movimiento es justamente ese desorden que permite a las gentes hablar libremente y que puede desembocar, por fin, en cierta forma de autoorganización. Por ejemplo, es necesario ahora renunciar a las reuniones de gran espectáculo y llegar a formar grupos de trabajo y de acción. Fue lo que tratamos de hacer en Nanterre.
Ante la repentina libertad de palabra en París, se hace preciso que en primer término la gente se exprese. Dicen cosas confusas, vagas, a menudo sin interés, porque se las han dicho cien veces, pero eso les permite, después de haber dicho todo eso, de plantearse la siguiente pregunta: “¿Y ahora?” Eso es lo más importante, y lo que la mayor parte de los estudiantes se preguntan: “¿Y ahora?” Sólo después podrá hablarse de programa o de estructuración. Si nos planteáramos desde el comienzo el tema: “¿Qué harán con los exámenes?” Significaría asfixiar las posibilidades, sabotear el movimiento, interrumpir la dinámica. Los exámenes tendrán lugar y nosotros presentaremos propuestas, pero que nos den tiempo. Primero hay que hablar, reflexionar, buscar fórmulas nuevas. Las encontraremos. Pero no hoy.
Una reiniciación de clases catastrófica
JPS:
El movimiento estudiantil como usted ha dicho, está ahora en la cresta de la ola. Pero están por llegar las vacaciones, una pausa, seguramente un retroceso. El gobierno aprovechará para realizar reformas. Invitará a estudiantes a participar en ellas, y muchos aceptarán diciendo: “Nosotros sólo pretendemos reformas”, o si no: “Son sólo reformas, pero es mejor que nada y las hemos obtenido por la fuerza”. Tendrán una Universidad transformada, pero los cambios pueden muy bien ser sólo superficiales, limitarse al progreso de los equipos materiales, de los locales, de los restaurantes universitarios. Todo eso no cambiará la esencia del sistema. Son reivindicaciones que el poder puede satisfacer sin que sea cuestionado el régimen. ¿Creen ustedes poder obtener “mejoras” que introduzcan realmente elementos revolucionarios en la Universidad burguesa; que hagan, por ejemplo, que la enseñanza impartida en la Universidad esté en contradicción con la función principal de la Universidad en el régimen actual: formar cuadros bien integrados en el sistema?
DC-B:
En primer término, las reivindicaciones puramente materiales pueden tener un contenido revolucionario. Con respecto a los restaurantes universitarios tenemos una reivindicación de fondo. Pedimos su supresión en cuanto a su carácter de restaurantes “universitarios”. Es necesario que se transformen en restaurantes “de la juventud”, en los que todos los jóvenes, estudiantes o no, puedan comer por 1,40 francos. Y nadie puede estar en contra: si los trabajadores jóvenes trabajan todo el día, no se justifica el que de noche no puedan comer por 1.40 F . Igual cosa en lo que respecta a las ciudades universitarias: pedimos que se conviertan en ciudades para la juventud. Hay muchos obreros jóvenes, muchos aprendices que desean independizarse de sus padres pero que no pueden arrendar un cuarto porque cuesta 30.000 francos viejos por mes; queremos que se los acoja en las ciudades donde el alquiler es de 9.000 o 10.000 francos viejos. Los hijos de familias acomodadas que estudian derecho o ciencias políticas pueden ir a otra parte.
En el fondo, no pienso que las reformas que podrá hacer el gobierno sean las suficientes para desmovilizar a los estudiantes. Las vacaciones señalarán indudablemente un retroceso, pero no quebrarán el movimiento. Algunos dirán: “Nuestro golpe ha fracasado”, sin tratar de explicarse lo que sucedió. Otros dirán: “La situación no estaba madura”. Pero muchos militantes comprenderán que hay que capitalizar lo que acaba de pasar, analizarlo teóricamente y prepararse para una nueva acción en la reapertura. Porque la reapertura de cursos será catastrófica, sean las que fueren las reformas gubernamentales. Y la experiencia de la acción desordenada, imprevista, provocada por el poder, que acabamos de conducir, nos permitirá volver más eficaz la acción que podría desencadenarse en otoño. Las vacaciones permitirán a los estudiantes esclarecer su propio desconcierto, que se manifestó en estos quince días de crisis, y a reflexionar sobre lo que quieren y pueden hacer.
En cuanto a la posibilidad de lograr que la enseñanza impartida en la Universidad se vulva una “contra-enseñanza” que forme, no cuadros bien integrados sino revolucionarios, es una esperanza que me parece un poco idealista. La enseñanza burguesa, aún reformada, producirá cuadros burgueses. La gente será aprisionada en el engranaje del sistema. En el mejor de los casos, se volverán miembros de una izquierda benévola pero seguirán siendo, objetivamente, engranajes que aseguren el funcionamiento de la sociedad.
Nuestro objetivo es lograr poner en marcha una “enseñanza paralela” tanto técnica como ideológica. Se trata de que nosotros mismos volvamos a poner en marcha la Universidad sobre bases completamente nuevas, aunque esto no dure más que unas pocas semanas. Acudiremos a los profesores de izquierda y de extrema izquierda que estén dispuestos a trabajar con nosotros en los seminarios y a apoyarnos con sus conocimientos –renunciando a su condición de profesores- en la experiencia que emprenderíamos.
Podríamos inaugurar seminarios en todas las facultades –por supuesto nada de clases magistrales- sobre los problemas del movimiento obrero, sobre la utilización de la técnica al servicio del hombre, sobre las posibilidades que ofrece la automación. Y todo esto no simplemente desde un punto de vista teórico (no hay un solo libro de sociología que no comience con la frase: “Hay que poner la técnica al servicio del hombre”) sino planteando problemas concretos. Esta enseñanza tendría inevitablemente una orientación contraria a la del sistema en uso, por lo que la experiencia no podría durar mucho tiempo: el sistema reaccionaría inmediatamente y el movimiento sucumbiría. Pero lo importante no es elaborar una reforma de la sociedad capitalista sino lanzar una experiencia de ruptura completa con esta sociedad; una experiencia que no dure pero que deje entrever una posibilidad: se percibe algo, fugitivamente, que luego se extingue. Pero basta para probar que ese algo puede existir.
No esperamos construir una universidad de tipo socialista en nuestra sociedad, porque sabemos que la función de la Universidad seguirá siendo la misma en tanto que no cambie la totalidad del sistema. Pero creemos que puede haber momentos de ruptura en la cohesión del sistema y que se puede aprovecharlos para abrir brechas.
JPS:
Eso supone la existencia permanente de un movimiento “anti-institucional” que impida a las fuerzas estudiantiles estancarse. Lo que ustedes pueden reprochar a UNEF, en efecto, es de ser un sindicato, es decir una institución forzosamente esclerosada.
DC-B:
Le reprochamos ser, sobre todo en sus formas de organización, incapaz de lanzar una reivindicación. La defensa de los intereses de los estudiantes resulta, de todos modos, una cosa problemática. ¿Cuáles son esos intereses? Los estudiantes no constituyen una clase. Los trabajadores, los campesinos, forman una clase social y tienen intereses objetivos. Sus reivindicaciones son claras y van dirigidas a los patrones, a los representantes de la burguesía. ¿Pero los estudiantes? ¿Quiénes son sus opresores, salvo el sistema?
Nuevos medios
JPS:
En efecto, los estudiantes no constituyen una clase. Ellos se definen por la edad y por una relación con el conocimiento. El estudiante es alguien que, por definición, un día dejará de ser estudiante, en no importa cuál sociedad, incluso en aquella en la que soñamos.
DC-B:
Eso es lo que justamente hay que cambiar. En el sistema actual se dice: existen los que trabajan y los que estudian. Y todo queda en una división, aunque sea sensata, del trabajo social. Pero es posible imaginar otro sistema en el cual todo el mundo toma parte en las tareas de producción –reducidas al máximo gracias a los progresos de la técnica- y en el cual todos tengan la posibilidad de proseguir paralelamente estudios continuos. Es el sistema del trabajo productivo y del estudio concomitante.
Evidentemente habrá casos especiales: no se puede dedicarse a las matemáticas avanzadas, o a la medicina y ejercer otra actividad al mismo tiempo. No se trata de instituir reglas uniformes. Pero es el principio de base el que ha de ser cambiado. Es preciso rechazar, desde un comienzo, la distinción entre estudiante y trabajador.
Por supuesto, nada de esto tendrá lugar mañana mismo, pero algo hay que se ha puesto en marcha y que proseguirá ineludiblemente.
JPS:
Lo interesante de la acción que ustedes desarrollan es que lleva a la imaginación al poder. Ustedes poseen una imaginación limitada como todo el mundo, pero tienen muchas más ideas que sus mayores. Nosotros estamos formados de un modo tal que tenemos ideas precisas sobre lo que es posible y lo que no lo es. Un profesor dirá: “¿Suprimir los exámenes? Jamás. Se puede perfeccionarlos, pero no suprimirlos”. ¿Por qué esto? Porque ha pasado por los exámenes durante la mitad de su vida.
La clase obrera ha imaginado a menudo nuevos métodos de lucha, pero siempre en función de la situación precisa en la que se encontraba. En 1936 inventó la ocupación de las fábricas, porque era la única arma que tenía para consolidar y sacar provecho de una victoria electoral. Ustedes tienen una imaginación mucho más rica y las frases que se leen en los muros de la Sorbona lo prueban. Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible . No renuncien a eso.
El dudoso futuro de la industria nuclear…
Fukushima: una tragedia que puede replantear las cosas.
Las explosiones en la planta nuclear de Fukushima, 250 kilómetros al norte de Tokio, han puesto en entredicho a la industria nuclear.
La canciller alemana Angela Merkel aplazó por tres meses la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares del país, Austria impulsa pruebas de resistencia nuclear de la Unión Europea (UE), y en EE.UU., líder mundial en reactores nucleares, el congresista demócrata Ed Markey llamó a una moratoria en zonas de actividad sísmica, amenazando el consenso bipartidista existente.
Según críticos de la energía nuclear, como Greenpeace, la tragedia es portadora de un mensaje categórico.
"Las centrales nucleares son una fuente de energía sucia y peligrosa y siempre serán vulnerables a la combinación potencialmente mortal de un error humano, fallos de diseño y desastres", señaló a BBC Mundo Conrado García del Vado, miembro de Greenpeace en España.
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Según sus defensores, es la única estrategia viable en el mundo moderno.
"Es la forma de energía más económica y ambientalmente más segura", aseguró a BBC Mundo Ian Hoie-Lacy, jefe de comunicación de la World Nuclear Association
Renacimiento y crisis
America Latina
- Argentina tiene dos reactores operativos, está construyendo uno y tiene proyectado otro.
- Brasil tiene dos en funcionamiento y uno en construcción.
- México tiene dos.
- Chile proyecta un acuerdo con EEUU al respecto.
- Venezuela firmó con Rusia en 2010 un contrato para construir una central nuclear.
La energía nuclear, que tuvo un momento de máxima expansión hace 40 años, está viviendo un nuevo renacimiento luego de la cautela y repliegue que siguieron a desastres como el de Chernobyl, hace 25 años, y el de Three Mile Island en EE.UU. en 1979.
Según la World Nuclear Association se están construyendo unos 60 nuevos reactores, se planean otros 150 en los próximos diez años y 200 más para la década 2020-2030.
Países como Francia, segundo después de EE.UU. en producción de energía nuclear, dependen casi enteramente de esta fuente energética: el 75% de su electricidad proviene de sus 58 reactores nucleares.
China ha completado la construcción de 10 reactores y tiene 30 bajo construcción. India planea construir 20 durante esta década y Rusia quiere duplicar su capacidad en estos 10 años.
En América Latina funcionan seis de los más de 430 reactores nucleares que hay en el mundo. Argentina y Brasil son líderes regionales, seguidos por México y Chile.
Pero el acuerdo que iba a firmar este marzo el presidente Sebastián Piñera con Barack Obama en Santiago para la construcción de un reactor, ha quedado envuelto en la polémica a raíz de Fukushima.
La polémica refleja los problemas de la industria. Chile es un país sísmico con serios problemas de suministro energético.
La energía nuclear también está penetrando a países de ingresos bajos y medios como Vietnam, Bangladesh y Nigeria, que buscan construir sus primeros reactores atómicos.
El fantasma del día después

Angela Merkel: ¿marcha atrás con la política nuclear?
Los intereses creados – inversiones multimillonarias, necesidades económicas, apuestas políticas – tendrán un fuerte peso a la hora de decidir el futuro.
Pero a diferencia de otros temas, el nuclear despierta fantasmas de supervivencia colectiva, como reconoció después del desastre de Fukushima un asesor del presidente Barack Obama, Jason Grumet.
"Este accidente disminuye el consenso que se había generado entre grupos medioambientalistas para apoyar la energía nuclear como un modo de combatir el calentamiento global", señaló Grumet al diario The New York Times.
Grupos medioambientalistas señalaron que una gran parte de las centrales nucleares están construidas en lugares que tienen una actividad sísmica "significativa".
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el 20% de las plantas nucleares están construidas en estas zonas.
Este sábado una manifestación convocada previamente contra los planes nucleares del gobierno de Merkel se convirtió en un hecho multitudinario debido a la tragedia en Japón.
La moratoria declarada por Merkel responde a esta presión política. Fukushima hizo virar su estrategia marcadamente pronuclear hacia la cautela.
¿Y la luz?

Sin electricidad a ninguna parte.
El impacto sobre la industria nuclear se ha hecho sentir en los mercados: sus acciones cayeron mientras que los de los valores de energía solar y eólica se dispararon esta semana.
Pero ¿pueden las energías renovables suministrar toda la energía que necesita el mundo moderno?
El problema de energías como la eólica (dependiente del viento) es que el suministro es más difícil de garantizar.
Los defensores de la energía nuclear dicen que una vez pasado el revuelo se pensará todo con más calma.
"Las alternativas son claras: carbón, gas o energía nuclear. La energía nuclear es la única que se puede usar masivamente para las necesidades del mundo moderno sin un efecto contaminante", señaló a BBC Mundo Ian Hoie-Lacy.
En algunos países como China e India, que tienen crecientes necesidades energéticas, la construcción de reactores nucleares seguirá adelante.
Pero Fukushima ha replanteado el debate.
Poco después de la tragedia de Chernobyl el OIEA ajustó los controles regulatorios de la industria.
Pero a más de dos décadas, esos controles siguen siendo voluntarios.
Esto podría cambiar a la luz de lo ocurrido.
Catástrofe en el Pacífico
El comisario de Energía da al razón a quienes hablan de apocalipsis en Japón
Los países de la UE deciden someter a sus centrales nucleares a test voluntarios de resistencia tras una reunión convocada por el comisario europeo de Energía, Günther Öttinger
RICARDO MARTÍNEZ DE RITUERTO | Bruselas 15/03/2011
Günther Öttinger, comisario de Energía de la Unión Europea, ha recurrido esta tarde a Dios y a la Biblia para describir la crisis nuclear japonesa. "Hay quienes hablan de apocalipsis y la palabra me parece muy apropiada", ha declarado el comisario en el Parlamento Europeo. "Todo está prácticamente fuera de control", agregó. "No excluyo lo peor en horas y días venideros", insistió. Antes se había encomendado al Cielo: "Espero que con la gracia de Dios se puede evitar lo peor". El comisario ha comparecido en la Eurocámara tras acordarse que la Unión Europea realizará este año pruebas voluntarias de resistencia en sus centrales nucleares para garantizar su seguridad ante cualquier eventualidad. Bruselas desea que en el programa participen también los vecinos de la UE y hasta que sea adoptado globalmente.
La voluntariedad fue adoptada por los participantes en una primera reunión con responsables políticos, técnicos y gigantes de la energía europea, convocada por Öttinger en respuesta a la grave crisis nuclear japonesa. El comisario ha explicado en conferencia de prensa los acuerdos alcanzados, sin caer en el dramatismo a que luego recurrió ante la comisión de Industria y Energía de la Eurocámara.
En presencia de los interesados del sector y ante la prensa ya confiaba en el Todopoderoso para evitar lo peor en Japón y respondía con cautela a la pregunta de si Francia tenía razón al considerar que la situación era más grave de lo manifestado por las autoridades niponas. El grado de gravedad del incidente se había incrementado de 4 a 6 en una escala de siete, ha dicho Ottinger antes de añadir: "No descarto movimientos en cualquier dirección en función de la evolución de los acontecimientos".
Pero ha sido en cámara parlamentaria cuando ha dado la razón a quienes se sienten testigos casi del fin del mundo. "Hay quienes hablan de apocalipsis y la palabra me parece muy apropiada", ha sorprendido a sus euroseñorías. "Todo está prácticamente fuera de control. No excluyo lo peor en horas y días venideros". Ese discurso de altísimo impacto emocional traiciona todas las llamadas a favor de mantener la cabeza fría que se han oído en las últimas jornadas en Bruselas y en otras capitales europeas. Precisamente, con ánimo de distanciamiento profesional, se había acordado en Bruselas poner en marcha el plan reclamado por Austria de realizar pruebas de resistencia a la centrales, programa que debe ser ratificado oficialmente por los ministros de Energía y que muy probablemente sancionarán también los líderes de la UE en el Consejo Europeo de los próximos días 24 y 25. "Se van a reevaluar todos los potenciales problemas", ha señalado Öttinger en la fase fría de su doble comparecencia pública, la realizada ante al prensa. También ha adelantado que Nicolas Sarkzoy, como presidente de turno del G-20, se encargará de ofrecer la idea a ese grupo, además de que la UE le pedirá que lo asuma como estrategia propia al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Viena.
El comisario ha asegurado que la medida tuvo en la reunión un gran apoyo -"nadie habló en contra", enfatizó- lo que planteaba inmediatamente la cuestión de, en ese caso, por qué no hacerlo obligatorio desde el principio. Según él, el hecho de que sea voluntario ya es un gran avance, dado que esta misma mañana nadie podía asegurar que la idea fuera a tener aceptación. Para hacerlo obligatorio habría que reformar la directiva sobre seguridad nuclear que atribuye a los Estados la exclusividad sobre su política energética y a las compañías la responsabilidad de la seguridad de su plantas. No hay tiempo para semejante reforma.
Para convertir la voluntariedad en cuasi obligación, Öttinger ha hablado de dar a las pruebas la máxima autoridad de modo que quienes no las acepten deban atenerse a consecuencias no deseables.
Los criterios de seguridad a evaluar, procedimientos a seguir e incluso expertos independientes que debe aplicarlos; serán fijados en una próxima reunión de alto nivel en Bruselas. El comisario ha indicado que se analizarán los que se emplean en los distintos países y se adoptarán los más estrictos. "Los vamos a europeizar", ha dicho, mientras adelantaba que los estándares variarán en función de las circunstancias (una central nuclear en la costa tiene distintas exigencias que una tierra adentro; una central vieja será sometida a análisis diferentes que una de última generación).
"Queremos que los socios y vecinos estén implicados", ha inisitido Öttinger, con alusiones expresas a Suiza, Turquía y Rusia, a quienes invita a colaborar en la definición de los criterios y en la elección de los inspectores. "Queremos crear una base europea de seguridad nuclear" resume.
EL PAIS.COM
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Steve Jobs, un líder excepcional en la revolución tecnológica en curso…
Se marcha el mago?
Steve Jobs, el hombre que revolucionó el ordenador personal con los Mac, el cine de animación con Pixar, la música con el iPod, los móviles con el iPhone, y pretende cambiar los medios de comunicación con el iPad, se retira forzado por una grave enfermedad
LOLA GALÁN 23/01/2011
Desde el lugar desconocido donde cuida de su maltrecha salud, Steve Jobs, co-fundador de Apple en 1976, habrá visto con alivio cómo ha soportado la empresa el terremoto de su partida y su sustitución temporal por su lugarteniente Tim Cook. Las cosas, de momento, van viento en popa para Apple, que en abril pasado superó a su eterno rival, Microsoft, y se colocó como la segunda compañía del mundo por capitalización bursátil, con un valor de 232.000 millones de euros, solo por detrás del gigante petrolero Exxon. Y todo gracias a Jobs. Expulsado de la que era su casa en 1985 y repescado en 1997, en poco más de diez años ha conseguido el milagro: colocar a Apple en la cima y hacer de ella una de las empresas punteras del mundo en innovación. Un logro más de esta especie de rey Midas moderno que solo cobra un dólar simbólico al año, y ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado.
Jobs tiene el don de anticiparse a los deseos de los consumidores. Lo ha conseguido con los ordenadores iMac, con el iPod, con el iPhone, con el iPad, productos que han conformado la fisonomía de nuestro mundo. La gente, cree, no está en condiciones de saber cuál será el siguiente producto estrella. Por eso le gusta la frase de Henry Ford, el hombre que hizo del automóvil un producto de consumo masivo: "Si les hubiera preguntado a mis clientes lo que querían, me habrían dicho: ‘un caballo más rápido".
Budista, vegetariano -aunque come también pescado-, con fama de autoritario e intratable, casado y padre de cuatro hijos – a la mayor, fruto de una relación juvenil tardó meses en reconocerla-, Jobs ha estado marcado desde el principio por un destino especial. Nacido en San Francisco, en febrero de 1955, sus padres, dos jóvenes licenciados de la Universidad de Wisconsin, decidieron darle en adopción. Su madre, según contaría el propio Jobs muchos años después, había localizado a un matrimonio de abogados de buena posición para entregarles a la criatura, pero a última hora lo rechazaron porque querían una niña. Se abrió pasó entonces una solución de urgencia, la de los Jobs, los segundos en la lista de aspirantes al bebé, un matrimonio de Mountain View, una pequeña ciudad en el área de la bahía de San Francisco (California). No puede decirse que fuera la mejor manera de llegar al mundo, pero el pequeño Steve Paul Jobs tardó en enterarse de estos detalles.
En algún momento de su vida, sin embargo, el asunto debió de obsesionarle lo suficiente como para contratar a un detective privado para que localizara a su madre biológica. Resultó ser Joanne Simpson, especialista en terapia del lenguaje que finalmente se había casado con el padre de Steve, Abdulfattah Jandali, sirio de religión musulmana, poco después de entregarle a él en adopción. La pareja duró apenas cuatro años, tiempo en el que nació una hija, Monna Simpson, una escritora famosa en Estados Unidos. Todo un culebrón que contribuyó seguramente a construir la personalidad hermética y exigente del jefe de Apple.
¿Vivió Jobs el episodio como el primer rechazo de su vida? Es imposible saberlo. En Estados Unidos no son infrecuentes los vientres de alquiler, ni este tipo de acuerdos para evitar el recurso al aborto en casos de embarazos indeseados. Pero no era lo más frecuente en los años cincuenta. Lo único claro es que las relaciones de la señora Simpson con su hijo se reanudaron, ya que fue invitada a la boda de Steve, oficiada por su gurú budista, en 1991. El padre, en cambio, ha sido borrado de la memoria del patrón Apple. Los Jobs, la pareja que le crió, eran gente normal de clase obrera, con pocos estudios, que prometieron gastar sus ahorros en dar al niño una buena educación. Después de asistir a la escuela de Cupertino (California), pasó al Reed College de Portland (Oregón).
Inconformista y autodidacta por naturaleza, dejó los estudios a los seis meses de iniciarlos, pero siguió yendo a algunas clases. No faltaba a las de caligrafía, mientras malvivía recuperando latas vacías de Coca- Cola y disfrutando de la caridad de los comedores de los Hare Krishna. Jobs pertenece a una generación que se entregó a los ídolos de sus hermanos mayores: devoto de Bob Dylan y de los Beatles, tuvo, años después, una relación con la cantante Joan Baez. A mediados de los setenta viajó a la India en busca de la paz interior. Experimentó con el LSD y volvió convertido al budismo. Sin haber perdido un ápice del talento y el sentido práctico que le llevarían a crear Apple, con la ayuda de su amigo Steve Wozniak, en el garaje de su casa, en 1976.
El éxito temprano, y los tremendos enfrentamientos después en el seno de Apple, las dificultades para competir con los sistemas operativos de Microsoft, que les ganó inicialmente la partida, forjaron el carácter de Jobs. Un tipo trabajador, entregado con pasión a su empresa, acostumbrado a controlar todas las variables de su vida. Buscar el propio camino, seguir los propios criterios, vivir de acuerdo con lo que uno realmente piensa de las cosas, ese es su ideario. En junio de 2005 aconsejó a los estudiantes de Stanford recién licenciados: "No os dejéis atrapar por los dogmas, que es vivir con el resultado del razonamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones ajenas ahogue vuestra voz interior, Y, lo más importante, tened el coraje de seguir vuestros impulsos y vuestra intuición. Porque de alguna manera son los que saben lo que queréis ser. Lo demás es secundario".
El consejo no parece fácil de seguir, pero a Jobs le ha llevado a la cima y le ha convertido en una de las personas más reverenciadas y temidas de Silicon Valley. Como ha explicado Jean-Louis Gasse, ejecutivo que trabajó un tiempo a sus órdenes, "las democracias no crean productos estupendos, se necesita un tirano competente para eso". Y los productos de Apple lo son. La firma de la manzana ha conquistado no solo un mercado, sino una legión de admiradores. En noviembre pasado, Christie’s subastó el primer ordenador -el Apple I- salido del garaje de la casa de Jobs, en 1976. Lo compró un italiano, por casi 160.000 euros, para incorporarlo a un museo de Apple.
Es verdad que el mito estuvo a punto de perecer en los años noventa, tras una serie de fracasos de la firma de Cupertino, con productos lanzados al mercado que no obtuvieron éxito. Pero entonces llegó la salvación. Appel compró Next, una empresa de ordenadores puntera creada por Jobs en los años de exilio aunque no especialmente rentable, y con ella regresó el antiguo jefe. La noticia no fue celebrada por todos. Muchos empleados se echaron a temblar. La leyenda dice que coincidir con Jobs un mal día en el ascensor puede significar un despido fulminante. Él no lo niega del todo. En unas declaraciones a la revista Fortune, hace casi tres años, explicaba: "Mi trabajo no es ser un tipo fácil con la gente, sino procurar que mejoren. Mi tarea es unir las diferentes piezas de la compañía, despejar los obstáculos del camino y conseguir el dinero para los proyectos clave". No todas las ideas geniales salen de su cabeza, pero Jobs es el que escoge qué proyectos desarrollar y el que da forma definitiva al producto resultante. Su criterio, aseguran empleados y ex empleados, es vital.
Otra cosa es lidiar a diario con un tipo de sus características, que vive por y para Apple, según confesión propia. "Solo le pido a la gente que se enamore de la empresa", ha dicho más de una vez. Él es el primer enamorado de su criatura, sobre la que ejerce un férreo control.
Dicen que Jobs no se siente un mero genio, un gurú cultural, sino un verdadero artista. Su nombre figura en más de un centenar de patentes de la firma, y la estética es una de sus mayores preocupaciones. En tiempos criticó a Microsoft duramente, no tanto por la calidad de sus productos como por "su fealdad". En Apple, la belleza ha sido siempre una parte del todo. Desde el Macintosh, uno de los primeros ordenadores personales que llegó a los consumidores, en 1984, hasta el más moderno iMac, un ordenador de mesa que solo consta de teclado y pantalla. "El sistema operativo tiene sus dificultades, pero se entiende admirablemente con cualquier aparato que le conectes, cámara de fotos, de vídeo, iPod", dice una usuaria que compró un iMac hace un par de años al precio, ciertamente no económico, de 1.000 euros. Estética y funcionalidad se conjugan también en el iPod, el iPad y en el exitosísimo iPhone. ¿Por qué entró Appel en el terreno de la telefonía móvil? "Todos detestábamos nuestros teléfonos móviles, todos teníamos quejas", dijo Jobs por toda respuesta.
Steve Jobs es un hombre directo, acostumbrado a mandar, sin pelos en la lengua ni tiempo para complacencias. Cuando en octubre de 2003, durante un chequeo rutinario, los médicos le descubrieron un tumor en el páncreas, decidió tomar el tema bajo su control. Inicialmente, un tumor de páncreas es algo bastante serio, pero una biopsia reveló que el suyo era de un tipo mucho menos agresivo y perfectamente operable. Pero Job dijo no. No se operaría y buscaría otra alternativa, quizá de medicina holística. Mientras decidía qué hacer mantuvo una dieta especial. Pero las cosas no funcionaron, y nueve meses después, un tiempo enormemente largo para este tipo de dolencias, se operó en el hospital universitario de Stanford, en San Francisco.
Aunque la intervención fue un éxito, y Jobs reapareció en público aparentemente recuperado, la enfermedad no estaba vencida. Su aspecto empeoró alarmantemente a finales de 2008. En enero de 2009 fue sometido a un trasplante de hígado en un hospital de Tennessee. De nuevo empleó solo unos meses en recuperarse, pero su salud volvió a deteriorarse a mediados del año pasado. Jobs se había convertido en una figura esquelética, con el rostro completamente consumido. Finalmente, el lunes 17 de enero se hizo público su mensaje electrónico enviado a los empleados de Apple donde, en unos pocos párrafos, anunciaba una nueva baja médica, sin fecha de regreso.
La enfermedad, al contrario que su trabajo, escapa a su control. Aunque nadie hable del tema y el propio Jobs subraye su derecho a la privacidad, inversores y periodistas se han lanzado a hacer toda clase de especulaciones. Hace unos tres años, preguntado por la sucesión, Jobs respondió con sensatez. "Si algo me ocurre, no será una fiesta, pero hay mucha gente capaz en Apple para sucederme". A corto y medio plazo puede que sí. Las dudas se plantean más a largo plazo.
La identificación de Jobs con Apple es tal que, según las malas lenguas, controla desde el diseño de las sillas hasta la empresa que se contrata para llevar la cafetería.
Él hace las reglas. También en su vida privada. Conduce un Mercedes sin placas y, según Fortune, a veces aparca en los espacios para minusválidos. Vive en una gran mansión, pero no profesa especial amor a los objetos, salvo a los juguetes informáticos que crea su compañía. Hace años adoptó un uniforme que se adapta a sus gustos y su estética. Una camiseta de manga larga y cuello alto, invariablemente negra, jeans azules y zapatillas deportivas. Tras las gafas de montura ligera brillan unos ojos intensos y dominantes. Jobs es uno de los mitos vivientes de Silicon Valley, un lugar donde crecían árboles frutales hace unas décadas, y donde despuntan ahora las primeras compañías de Internet del mundo, empresas punteras como Google o Facebook.
Es legendaria su rivalidad con Bill Gates, fundador de Microsoft, una especie de personalización de la batalla entre las dos empresas. Prácticamente coetáneos (Jobs nació en febrero de 1955, y Gates, en octubre de ese año), sus orígenes y su vida no pueden divergir más. Gates nació en un hogar acomodado de Seattle, estudió en la Universidad de Harvard (aunque nunca terminó sus estudios) y ha desarrollado una segunda personalidad como gran filántropo. Jobs creció en un hogar trabajador en California, fue al Reed College de Portland, dejó los estudios a los seis meses, y cortó el grifo a las donaciones caritativas nada más regresar a Apple. Ambos son grandes triunfadores, pero solo Jobs ha sido elevado a la categoría de semidiós, con su culto y sus adoradores, por sus dotes de visionario y los conocimientos tecnológicos que ha demostrado. Y, al contrario que la de Gates, su carrera ha registrado inusuales retrocesos. Tras el éxito inicial de Apple, a los 26 años era millonario y portada de la revista Times. Pero a los 30 años, Jobs se vio de patitas en la calle por incompatibilidad manifiesta con la persona que él mismo había contratado para guiar los destinos de Apple, el antiguo jefe de Pepsi Cola John Sculley. ¿Por qué? Diferencias de criterio. En su libro de memorias, Sculley le compara con una especie de Trotski. Un tipo mesiánico, un purista que persigue la perfección más allá de los límites razonables. Pero Sculley cayó, y Jobs volvió al puesto de mando cargado de ideas.
Años después reconocería que, pese a la amargura del momento, aquel despido fue crucial en su carrera. "Dio paso a la etapa más creativa de mi vida". Una etapa en la que fundó la empresa Next, se casó con Laurene Powell y dio vida a Pixar, su incursión en el mundo del cine de animación por ordenador, que cosechó éxitos clamorosos con Toy story o Buscando a Nemo y que fue, finalmente, adquirida por Disney.
La enfermedad ha truncado, de momento, esa espectacular carrera. Para alguien acostumbrado a decidir y a llevar el timón de una gran empresa debe de ser muy duro rendirse a la evidencia de que lo más importante, su salud, es un tema incontrolable, que se escapa a sus dotes de intuición, a sus firmes creencias budistas. A todo. Y devuelve a esta deidad de Silicon Valley a la contingente y frágil condición de mortal.
El País.com
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Cuba y el reto cubano: más allá de la economía, la economía… (dos textos)
- Más allá de la economía, la economía
- Socialismo en el Siglo XXI
Aurelio Alonso, Sociólogo cubano, en La Ventana
Sigue pendiente un debate en torno a la interpretación histórica de la adopción del rumbo socialista en Cuba después de la victoria revolucionaria de 1959. Tal vez siga pendiente por muchos años, pero más importante incluso que encontrar de una vez respuesta es que no se cierre el debate. No tengo la intención de extenderme en este problema, para lo cual están mejor dotados los historiadores. Pero creo que allí descubriríamos algunas de las claves que pueden explicar los rasgos del curso ulterior seguido por el proceso cubano de socialización. Y, en consecuencia, algunos de nuestros dilemas del presente.
El Programa del Moncada quedó adjetivado con el calificativo de «programa mínimo» a partir la celeridad de la concentración de la propiedad estatal en que desembocó la generalización del proceso expropiador, y la asimilación de un estadocentrismo sin fronteras en la gestión económica entre 1960 y 1963. En aquel momento se volvió inevitable, para el imaginario político, identificar socialismo con propiedad estatal sobre los medios de producción. Volver la vista desprejuiciadamente al Programa del Moncada quizá pudiera mostrarnos que aquel programa no era en realidad tan «mínimo». Que fue rebasado entonces por una impronta forzada por la confrontación con que la política del imperio, desde el corte de la cuota azucarera y del suministro de petróleo, comenzó a desbordar claramente el ámbito del discurso, y obligó a Cuba a imponer su soberanía, como nación, con acciones de resistencia que se correspondieran con la intensidad de las medidas represivas de que era objeto.
«Nacionalizar», convertir en propiedad de la nación, que equivalía a decir del Estado, se hacía la única variable plausible en términos de la propiedad sobre los medios de producción, en tanto se volvió el signo de resistencia. Fidel siempre previó que Washington no se cruzaría de brazos ante el desplante de soberanía que le llegaba desde un Estado que creyó políticamente insignificante y manejable. Muchas veces he pensado, sin embargo, que difícilmente haya podido prever que un plan sostenido y complejo de asfixia sine die, tan erosionante como el que se fue formando en aquella escalada de medidas (y que los cubanos tenemos motivos para negarnos a llamar de otra manera que «bloqueo»), sería la respuesta del imperio.
Pido disculpas si reitero consideraciones que todo el mundo conoce, pero es muy difícil aventurar lecturas que creemos nuevas, o al menos distintas, si no se parte de otras bien conocidas. Lo que quiero subrayar ahora es que probablemente la intensidad de la confrontación llevó al proyecto cubano a una radicalidad diferente de la que contenía su enunciado inicial. Digo «diferente» y no «mayor», pues el hecho es que la transformación que proclamaba el proyecto revolucionario fue, también desde el Moncada, una transformación radical. Pero la postura radical se puede adoptar en tonos distintos y de maneras diversas, lo cual implica la posibilidad de plantearse patrones diferentes de radicalidad en los procesos de socialización de la economía. Para decirlo con pocas palabras, pienso que la idea de que más estatal quiere decir más socialista y más radical, no deja de ser también dogmática y equivocada.
En suma, que valdría la pena volver la vista al Programa del Moncada, no como un texto preliminar u omiso, con intención o sin ella, en cuanto a la definición socialista. Lo ha argumentado así con seriedad el politólogo Pedro Campos en un artículo titulado «El Programa del Moncada era socialista y está inconcluso»[1], donde descarta verlo como una propuesta superada, en sentido hegeliano. Lo verdaderamente importante de esta perspectiva es que nos sugiere el desacuerdo con su reducción a un programa mínimo, para retomarlo como punto de partida e inspiración no solo del despegue socialista cubano que tuvo lugar en sentido histórico, sino también de correcciones sustantivas que requiere nuestro tiempo.
En los cincuenta años vividos, el proyecto cubano, definido socialista por su orientación y por la estructura de la propiedad, ha atravesado etapas que se distinguen con claridad ante una mirada retrospectiva, y admite muchas periodizaciones. Hace rato que la experiencia cubana no puede ser analizada solo desde las presiones del hecho presente, sino que exige una mirada que hurgue de manera polémica en los entresijos de la perspectiva histórica. Mesa Lago registra hasta hoy, por ejemplo, nueve cambios de dirección en la política económica cubana[2]. Omar Everleny toma como punto de partida la distinción de cinco etapas[3]. No quiero atenerme aquí a una periodización más minuciosa que la que necesito, y recuerdo de paso que las periodizaciones son, como las tipologías, convenciones del proceso cognoscitivo.
Prefiero dividir ahora el proceso cubano de transformación socioeconómica en tres grandes etapas, y diría que la primera estuvo signada por la convicción de que se podría armar un proyecto socialista autóctono y lograr una inserción independiente en el sistema mundial, al margen de las tensiones impuestas desde Washington. El intento fracasó por la confluencia de diversos factores, entre los cuales el bloqueo jugó, como puede suponerse, un papel decisivo. Etapa inicial marcada por la confrontación, dentro y fuera del régimen; por la diversidad de variables en juego; por los primeros logros en justicia social; por la esperanza de que la promesa de otro mundo posible de que nos sentíamos portadores germinaría más temprano en otros entornos periféricos; y, por supuesto, por los errores de inexperiencia y los primeros reveses económicos a escala nacional, que hicieron insostenible la propuesta.
El socialismo cubano no hizo eclosión, sin embargo: ni sufrió desplazamientos de liderazgo político, ni renuncia al nivel de resistencia alcanzado; la economía preservó la estructura estatal generalizada, se mantuvo la orientación socialista radical y, en consecuencia, las prioridades hacia las realizaciones de justicia social y equidad con el énfasis en la búsqueda de respuesta a las necesidades de la salud y la educación. Estas se volvieron emblemáticas desde la alfabetización en 1961, verdadera proeza y monumento del cambio cultural, y la adopción de la medicina como derecho del pueblo desde 1965.
El cambio que sobrevino en los 70 sería, en medida principal, el requerido por la opción de articular el proyecto cubano al sistema soviético, con un obligado expediente de identidad que no dejaba espacio a los disensos en el diseño: se aceptaba un solo socialismo, el que Moscú había bautizado como «real». Se creó a partir de entonces un nuevo patrón de dependencia económica exterior. Aquel acoplamiento al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) proporcionó crecimiento económico sostenido durante casi dos décadas y un nivel de satisfacción muy equitativo de las necesidades de la población, aunque esta prueba de estabilidad tampoco sirviera para mitigar los rigores de la hostilidad norteamericana. La coartada para juzgar a Cuba como un Estado alineado al enemigo dentro de un mundo bipolar, ante un imaginario formado en la abominación del comunismo, se consolidaba.
No me detengo en la discusión de nada de esto, pues solo lo aludo para recordar aquí que lo que siguió a la desintegración del socialismo soviético —objeto de las páginas que siguen— abarca para los cubanos las dos décadas de la historia más reciente: es decir, que de este medio siglo Cuba ha vivido veinte años —casi un cuarto de siglo— en las coordenadas creadas a partir del derrumbe soviético y el fin del bipolarismo en el mapa mundial.
Considero este ultimo dato, el dato del tiempo, como fundamental: el tiempo histórico no es un conteo de años, es existencia transcurrida, que responde por todo el paisaje económico, político, social, cultural que se despliega hoy ante nuestra mirada. Que conforma además el punto de partida obligado tanto para búsquedas de soluciones a los problemas concretos, como para el trazado de caminos.
El dramático reto de volver a empezar
Fidel Castro bautizó como «período especial de tiempo de paz» lo que previó que se produciría en el proyecto socialista cubano de desintegrarse el sistema soviético. Pensaba en la economía y el nuevo efecto de desconexión internacional, y pensaba en la integridad de la nación, y también en el impacto sobre las condiciones de vida del pueblo. No hay país inviable, escuché argumentar a Abel Pose polemizando con Manuel A. Garretón en un en un coloquio hace casi diez años[4]. Pero la pregunta que quedaba a flote era: ¿hay sistema inviable?, ¿podría afirmarse después de 1991 que el socialismo se había probado inviable? Y si acordamos que la inviabilidad no expresa una magnitud sistémica, sino que se debe al fracaso de un experimento histórico, comienza el dilema de encontrar el camino del socialismo viable.
Fidel escogió un término logístico, el de «período especial», que no dejara duda acerca de la profundidad de la crisis que se avecinaba para Cuba después del derrumbe. Aún no había sucedido la catástrofe cuando acuñó la frase, pero si un líder socialista la veía posible era él, que desde los años 60 compartía una prevención que el Che Guevara no dudó en vaticinar de manera más explícita. No creo necesario citar al respecto, pues todo el pensamiento económico apunta críticamente a la búsqueda de una alternativa.
Lo que aconteció a partir de 1990 puede ser caracterizado como la crisis económica más aguda afrontada por el proyecto socialista aplicado en Cuba. Las crisis económicas atravesadas por el socialismo cubano no se corresponden exactamente con las crisis mundiales, de carácter capitalista, cuyo epicentro en el sistema financiero en los Estados Unidos, como eje del capitalismo mundial, las hace irradiar irremediablemente hacia el resto del Planeta. Ha sucedido incluso, como he escuchado recordar a Juan Triana, que la economía cubana ni siquiera sintió la crisis de 1974-1975, vinculada a boom de los precios del petróleo, porque la inserción soviética nos aseguraba el crudo en abundancia. Pero no hay que hacerse ilusiones a partir de circunstancias excepcionales, como esta. Esas crisis también nos llegan.
Lo cierto es que la generación de nuestras crisis y las del sistema capitalista no son explicables exactamente por las mismas causas, aunque las segundas no dejen de afectar la economía local de una u otra forma y con intensidad variable. El estremecimiento y desplome económico que sufrió el sistema cubano en los 90 fue el más agudo dentro de los países que dependían del mundo que se vino abajo, aunque, a diferencia de Europa del Este, en la Isla no removió la estructura de poder. Sin embargo, los inevitables efectos sociales —que me atrevería a centrar principalmente en la desvalorización del salario, la depauperación de las condiciones de vida y la ruptura de los patrones de igualdad— fueron sumamente severos, y acentuaron las condiciones de austeridad para la población.
Indicadores sustantivos de pobreza, como el declive brusco en los de nutrición, se hicieron intensos en los cuatro años que siguieron al derrumbe, a tono con la caída del PIB y el desvanecimiento del poder adquisitivo de la economía del país. No me toca aquí exponer el contorno de la crisis cubana que se inició a principios de los noventa, sino subrayar como, de una superación con equidad de la pobreza, en la cual se había comenzado a avanzar en las décadas precedentes, la sociedad cubana se vio sumida en una repauperización bastante generalizada.
Fue gracias a los estudios en que tuve oportunidad de participar desde finales de los noventa que percibí las diferencias y la relación entre los conceptos de pobreza y desamparo[5]; diferencias indispensables como instrumental para comprender la gravedad de la realidad cubana y a la vez los méritos y la prioridad de las políticas sociales. Lo consigno como referencia igualmente válida para el diseño de respuesta en otros escenarios del mundo periférico.
Con esta distinción entre desamparo y pobreza me refiero al significado de la existencia de una institucionalidad, tanto política como civil, que asocie explícita o implícitamente dispositivos que garanticen protección a la subsistencia, y en general a la vulnerabilidad comunitaria, sin permitir que esta quede sujeta al entramado mercantil, o a dinámicas económicas centradas en la acumulación, aun cuando se manifiesten ajenas al mercado. Dicho sea de otro modo, que impidan que el desamparo domine la situación social, convirtiendo la anomalía en regla. No hay que olvidar que vivimos en un mundo con la mitad de la población en la pobreza y que no ha sido capaz de dar solución a la desnutrición (hambre) de ochocientos millones, a pesar de haber rebasado la capacidad productiva para hacerlo.
Ante la sacudida que siguió al derrumbe socialista en Cuba, se adoptaron reformas que introdujeron elementos de mercado temprano en los 90 (con frecuencia se citan como las reformas del 93[6], aunque las medidas que flexibilizaban el sistema comenzaron en realidad al final de los 80, y siguieron generándose hasta el 94 o el 95), coyunturales unas, y otras que tocaban estructuras. Este proceso reformador no mostró ser parte de un plan articulado, cada reforma se mostraba más bien orientada a mitigar un problema concreto, y se asumió además con muchas reticencias, o con la evidente aspiración política de revertirlas, aun si sirvieron para contener la caída brutal de la economía hacia mediados de la década.
Hubo desde entonces señales de reanimación. No obstante, no sería posible hablar en rigor de una recuperación económica hasta que se iniciaron cambios en el escenario latinoamericano que propiciarían para Cuba una nueva perspectiva de integración. Aquellas reformas, que pararon la caída, no eran suficientes para aportar una reanimación económica sostenida, en tanto contribuyeron a provocar, sin embargo, una ruptura del patrón de igualdad que había mantenido al mínimo las diferencias de ingresos familiares en las décadas anteriores.
En los 80 la proporción de lo percibido por el decil de más altos ingresos superaba en sólo 4.5 veces lo percibido por el de menores ingresos[7]; con la explosión del ingreso extrasalarial y la entrada de remesas se estima que esa proporción se desbalanceó de manera apreciable[8]. De modo que las distorsiones que vemos hoy en el escenario socioeconómico cubano resumen los efectos combinados, a veces caotizantes, de la desconexión y el derrumbe de la economía, de una parte, y de otra de las medidas aplicadas para contener la caída. Sin pasar por alto los viejos efectos combinados de las limitaciones impuestas por el bloqueo y las generadas por estrategias frustradas o erráticas: los viejos efectos dan un escenario a los nuevos, y se mantienen los unos y los otros determinando contornos. Ahora, además, habrá que contabilizar los efectos, directos e indirectos, de la nueva crisis mundial que acaba de desencadenarse en el sistema financiero y que ya vemos transferirse a la economía real.
El debate sobre una transición cubana
Otra vez en Cuba nos hemos visto obligados a repensar nuestra transición socialista. La tuvimos que repensar a principios de los setenta cuando se demostró que el alcance del poderío estadounidense estaba en condiciones de arruinar económicamente a un vecino tan frágil con sólo privarlo de escenario de inserción. Fue entonces que la dirigencia política optó por adscribir el proceso al bloque soviético. Esa decisión aseguró, como señalé al principio, un crecimiento económico decoroso y los recursos para costear los patrones de justicia social y equidad, aun en condiciones sociales de austeridad, pero no pudo propiciar la construcción de una estructura productiva sostenible. Tampoco fue un simple giro de bienestar realizado sin traumas y sin costos dentro del entramado complejo de la espiritualidad.
El tercer momento de la transición cubana va a tener otro carácter: se nos planteaba ahora como una disyuntiva. O una durísima, difícil ruta de preservación y cambios en el proyecto socialista, en un contexto mundial de dependencia neoliberal, de mercadocracia generalizada, sin escenarios de inserción alternativos; o, por el contrario, renunciar a la propuesta socialista e iniciar la transición inversa, en las coordenadas de la que se desencadenó en el Este, marcada por la economía de la privatización y el mercado, la política del pluripartidismo electoral asociado a las presiones del capital, y la ideología del individualismo, de la exaltación de la competencia y la desigualdad y la insensibilización hacia la pobreza: en una palabra, optar por la ley de la selva, la cual se asoma ya en Cuba.
Se asoma tras los conductos de la economía informal, pero tuvo su germen en un patrón individualista fertilizado en la etapa precedente por el espejismo del socialismo de mercado: el insaciable deseo de «tener más». Ese que, para sorpresa y admiración de la izquierda que se renueva, la sabiduría andina rechaza al oponerle el principio de «bien vivir».
El dilema se definía desde los mismos años 90 entre la transición de un socialismo fracasado hacia un socialismo viable, o la transición hacia un capitalismo que amablemente se nos aconsejaba realizable con «rostro humano». Se sabe que en Cuba prevaleció claramente la primera opción, pero que no se piense que no hubo motivación hacia el «rostro humano» del capital, ni que se trate de una idea pasada de moda del todo en el país. Ni en los 90 ni ahora. Porque con el socialismo viable sucede lo que con la democracia participativa: carece de referente concreto; de modo que todos o casi todos lo queremos pero no sabemos cómo será ni por dónde entrarle, aunque nos cansemos de asegurar lo contrario.
Hasta ahora tenemos más claridad en lo que le ha faltado al experimento socialista que en las propuestas idóneas para rehacerlo. Incluso el concepto de «transición», como una tarea en la agenda cubana, es rechazado por el lenguaje político oficial, y constituye uno de los temas más polémicos en Cuba[9]. No se trataría de rescatar con retoques el socialismo que tuvimos. Y que, en realidad, tenemos o creemos tener aún. Pero también pienso que, en cualquier caso, el futuro con «rostro humano» solo se podrá hacer socialista, porque la lógica del capital va a terminar siempre por tragarse cualquier empeño sostenido de justicia social, de amparo frente a la pobreza, de fórmula global equitativa, de esfuerzo por embridar el mercado, y hasta de soberanía económica.
No veo motivo para asumirlo como un rechazo intuitivo del experimento socialista conocido, lo cual llevaría a perder muchas cosas, sino de contabilizar con rigor las deficiencias probadas del modelo. Hablo ahora de deformaciones propias del modelo, no de las deficiencias que las coyunturas nos han impuesto sobre las del modelo, y que completan la amalgama generadora del caos actual. Clasificaría estas deformaciones en tres conjuntos.
En primer lugar, las económicas, estructurales, centradas en la confusión de socialización con estatización, la falta de ingenio, y de confianza, para la experimentación de formas diversificadas de socialización de la propiedad; la reticencia a buscar un patrón de eficiencia socialista que asegure la complementación de justicia y desarrollo, puesto que un proyecto de justicia social sólo será sostenible, y podrá reproducirse de manera ampliada, a partir de que cuente también con un soporte económico seguro; la demolición indiscriminada de todas las estructuras del capitalismo antes de tener con que reemplazarlas; la confusión de la necesidad de revertir el sometimiento al mercado con la ilusión de que el mercado se podía abolir por un acto de voluntad política.
«Una sociedad capitalista no lo es porque todas las relaciones económicas y sociales sean capitalistas, sino porque estas determinan el funcionamiento de todas las otras relaciones económicas y sociales existentes en la sociedad. Inversamente, una sociedad socialista no es socialista porque todas las relaciones sociales y económicas sean socialistas, sino porque estas determinan el funcionamiento de todas las otras relaciones existentes en la sociedad»[10]. De hecho, intentarlo de otro modo sería un absurdo, en el cual el socialismo, cuando ha sido creado, como hasta hoy, sin mecanismos económicos de corrección, es susceptible a sufrir la ilusión de que puede moldear la economía a voluntad. De tal modo, crea él mismo las deformaciones que obstruyen su viabilidad.
En el plano político, el modelo socialista generalizado en el siglo XX ha sido predominantemente autocrático, incapaz de articular íntegramente la institucionalidad que asegure el ejercicio de un verdadero poder popular: una democracia efectivamente participativa. El derrumbe soviético demostró que el socialismo no podrá existir sin democracia, si asumimos que democracia significa poder «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», como afirmó Abraham Lincoln.
La salvedad radica en que se hace necesario definir previamente el demos. En la república griega aludía una minoría esclavista, en la sociedad moderna capitalista se estratifica por el poder que aseguran las ganancias. Para que el demos devenga el pueblo, poco y mal puede hacerse si no se frena el poder del capital. Democracia no significa pluripartidismo electoral (se vuelve un negocio más) ni tampoco partidocracia movilizadora (que distorsiona el sentido del «partido vanguardia»). Coincido con Boaventura de Sousa Santos cuando afirma, en el texto citado, que «socialismo es democracia sin fin»[11]. Creo que es necesario que el partido que se proyecte portador del programa de la sociedad de justicia y equidad, si pretende legitimar su papel en «formar la república», como lo veía José Martí en su ideal del partido revolucionario, también debe vivir, en sistemas como el nuestro, una transición que lo consolide más como vanguardia, como potencia moral que preserve de los valores esenciales, y menos como poder institucional directo.
Un tercer plano estaría dado por los factores subjetivos, sobre lo cual existe en la Historia un arsenal de enunciados de valores irrealizados desde la antigüedad (desde el decálogo de la Ley mosaica, por ejemplo) y no sólo como propósitos incumplidos de los socialismos y de todas las sociedades existentes hasta nuestros días. Una sociedad en la cual la salida de las condiciones de pobreza se siga viendo hoy como la sumatoria de las soluciones familiares o individuales nunca saldrá por completo de la pobreza porque no saldrá de la enajenación. Sería siempre una sociedad centrada en la reproducción del individualismo. En la sociedad cubana el sentido de la solidaridad se ha logrado retener como un valor esencial, y es en este plano en el que se pudo distanciar del deterioro ético que se filtró en el bloque del Este. Sin embargo, no me atrevería a asegurar que se ha universalizado y se hace evidente que también dentro de la sociedad cubana, la crisis de paradigma sufrida a partir del derrumbe y las complejidades de los 90 han distorsionado sensiblemente valores que se creían con mayor grado de consolidación.
Me he detenido en esta formulación genérica para expresar donde veo los grandes desafíos que tenemos por delante los cubanos en el siglo XXI, al mantener y fortalecer la opción por el socialismo. Distinguía, al abordarlos, el modelo de la coyuntura, donde los problemas se traducen en una sociedad en la cual predomina una dislocación entre ingresos y poder adquisitivo, la economía informal se ha superpuesto a la formal, el salario del empleado de limpieza de un hospital puede ser superior al de los especialistas mejor pagados, y de no pagarse esos sueldos nadie haría la limpieza en los hospitales. Más allá de las reformas salariales se requiere llegar a las causas mismas del problema, que radican en el modelo.
Tampoco quisiera pasar por alto los significados que podríamos extraer de comparaciones entre el peso de lo modélico y el de lo coyuntural. Los altibajos de la inserción económica internacional se explican por respuestas coyunturales y, sin embargo, pueden mostrarse muy relevantes, decisivos. Cuando son de signo positivo, con el riesgo de que la clase política tienda a descuidar incluso los requerimientos de transformación del paradigma, espejismo en el cual se incurre con frecuencia. Y cuando son negativas, como es el caso del bloqueo económico de los Estados Unidos en la referencia puntual del sistema cubano, se hacen tan lesivos como para volverse objetivamente centrales en la provocación de situaciones críticas sostenidas que desvirtúan la totalidad del entorno nacional.
Lo que nos dice el IDH
Como es sabido, las insuficiencias propias del indicador de «pobreza de ingresos», motivó hace años la búsqueda de otro que englobara aspectos que quedaban fuera de consideración y, aunque sigue siendo el más funcional para comparaciones cuantitativas, se creó, y se adoptó de manera complementaria, el «índice de desarrollo humano» (IDH). En 1990 el IDH colocaba a Cuba en el lugar 39 dentro de un total de 130 países. La posición de Cuba en este índice se deterioró en los años sucesivos, según caían en el país los indicadores económicos y se deprimían las condiciones de vida de los cubanos. Su comportamiento más crítico lo tuvo en el año 1994, en que nos colocó en la posición 89 entre 173 países. Este indicador mostró, a lo largo de los noventa, el deterioro de la situación en que había quedado la población cubana, aunque hacia 1999 también comenzó a dar cuenta de una tendencia progresiva de recuperación.
El más reciente Informe de Desarrollo Humano del PNUD[12] muestra una recuperación importante de este índice en 2005, en que Cuba queda en el lugar 51. El índice de desarrollo humano de ese año, 0.838, es inferior al mostrado en 1990, que fue 0.877, y colocaba a Cuba en el sexto lugar en el conjunto de la América Latina y el Caribe. En este último Informe…, como en los anteriores, también se constata que la clasificación de Cuba como país de desarrollo humano alto se debe a los indicadores de calidad de vida, en tanto los económicos progresan muy lentamente.
Un posicionamiento realizado exclusivamente a partir de los ingresos (PIB per capita) movería bruscamente a la Isla al lugar 94 en los cálculos del año 2005. Esta paradoja muestra nuestras fuerzas y nuestra debilidad: la capacidad del sistema cubano de retener niveles de amparo a la ciudadanía que serían inimaginables, en una situación de crisis, dentro de una economía de mercado, por una parte; y la insuficiencia de la economía cubana para hacer sostenible el sistema, cuando es evidente que los logros en el terreno de la justicia social y la equidad tienen que descansar sobre un carril de desarrollo productivo no sujeto a la lógica de la ganancia sino a la del crecimiento del bien común de la sociedad.
Hasta aquí la estadística. Paso ahora a otros comentarios. El primero es que las cifras muestran: 1) que a pesar de la caída económica y del régimen de castigo desde los centros de poder imperialista, acrecentado a lo largo de los 90 y hasta los años finales de esta década, la economía cubana muestra capacidad de revitalizarse cuando vuelve a encontrar escenarios de inserción, sin hacer concesiones al imperativo neoliberal, ni a ningún compromiso que pueda traducirse en lazos de dependencia; 2) que el punto débil visible del sistema cubano termina siempre en el comportamiento de la economía, en el cual nunca se ha pasado de medidas aisladas, de mayor o menor alcance, que no aparecen articuladas a un cambio estructural orientado a introducir un nuevo patrón de eficiencia. Las urgencias del corto plazo interfieren con la materialización de cualquier proyección estratégica.
La recuperación económica de comienzo de la década presente, que tuvo su manifestación más elevada en el crecimiento del PIB del 12.5% en 2006, quedó todavía corta de cara a la mayoría de los indicadores de 1989. Además, el crecimiento volvió a desacelerarse con rapidez, cayendo a 7.3% en 2007 y 4.3% en 2008. Para 2009 se ha ajustado la cifra propuesta al 2.5%, aunque rigurosos estudios econométricos consideran esta como una variante óptima y menos probable que una cifra próxima al 1%. Y aun peor, si no encuentran solución los problemas que traban el sistema de pagos (al parecer el de mayor incidencia inmediata), no se descarta un comportamiento en el rojo, de alrededor de –0.5%[13]. Por primera vez bajo cero en dieciséis años.
De manera que, como a principios de los noventa, terminamos la primera década del siglo XXI con una caída significativa. Lo cual no hace más que ratificar, a mi juicio, que incluso cuando miramos más allá de la economía, descubrimos que el reto más inmediato y definitorio del socialismo cubano se localiza otra vez en la economía.
La economía cubana —cargada de malformaciones— está urgida de cirugía. Pero de cirugía socialista. Igualmente si es bajo el bloqueo sostenido, como si este quedara aligerado por motivaciones humanitarias, o si fuese progresivamente desmontado. Frente a cualquier variable la economía socialista cubana no tiene otra opción que encontrar una armazón eficiente. Rediseñada sobre una noción de desarrollo distinta: desde las fuerzas que el país ha creado (en primer lugar con el capital profesional, que sigue subutilizado), con el peso de sus carencias, y sobre las incertidumbres de cada coyuntura. En primer lugar para garantizar subsistencia a nuestra población y recuperación al medio natural del cual nos nutrimos: algo que no se ha logrado plenamente en los cincuenta años transcurridos.
No puede Cuba aspirar a convertirse en otra Suiza (ilusiones sin base que he escuchado a veces) y de hecho, ni siquiera me parece sano soñar con que exista otra Suiza. Las estadísticas económicas tienen más de un significado. Del lado negativo, los altos índices de comportamiento económico también suelen ser indicativos de altos niveles de consumo, contaminación de la atmósfera, y depredación del ambiente en más de un sentido. Se ha dicho que si la norma de consumo de combustible norteamericana se universalizara el agotamiento de las fuentes se haría casi inmediato. No podrá haber autos para todos en el mundo.
Mathis Wrackernagel, investigador del Global Footprint Network de California, calculó, para noventa y tres países, la cantidad de planetas Tierra que serían necesarios en el caso de generalizarse el nivel de consumo de cada uno de ellos. Los países europeos occidentales están en la media de tres planetas, y los orientales de dos. En tanto los Estados Unidos necesitarían cinco planetas. Los países de la América Latina estarían sobre la media de un planeta, y los de África bastante por debajo. En esta correlación la línea del desarrollo sustentable estaría en un índice de desarrollo humano de 0.8, y el nivel de la huella ecológica en 1 planeta. Cuba parece ser, al momento, uno de los países que más claramente se acerca a esta correspondencia[14].
No lo digo como insinuación de complacencia. En definitiva, son estadísticas, solo estadísticas. La complacencia es hija del conformismo y contra el conformismo se rebela el imperativo de redimensionar la economía con reformas que alcancen las estructuras donde quiera que la búsqueda de una eficiencia socialista lo reclame. Se rebela también la necesidad de restaurar un régimen laboral y de participación efectiva que incentive el trabajo. Se rebela la necesidad de posibilitar mejor vida sin más gasto. Se rebela la urgencia de dar un carácter más orgánico al rescate y la protección del ambiente. Se rebela la tarea inaplazable de hacer nacer al fin la democracia.
Y, sin embargo, este dato nos dice, a mi juicio, al margen de consideraciones ideológicas, que el escenario más idóneo para los proyectos de transformación sustentable se encuentra ahora en la América Latina, donde se ha iniciado —solo se ha iniciado— una significativa modificación del mapa político. Y que Cuba presenta, de algún modo, una posición de punta, por ser el país portador experimentado de un paradigma antisistémico de referencia con validez periférica continental.
Es obvio que la realidad presente muestra una compleja panoplia de necesidades de cambio en la transición cubana. Pero es así precisamente porque la opción es la del camino socialista. La otra transición hubiera sido más sencilla, al ponerlo todo en manos del mercado. Y también terrible, porque la lógica del capital no perdona: consolida desigualdades, agudiza y extiende la pobreza, empeña soberanías, compromete futuros. Habríamos perdido en Cuba medio siglo de sacrificios.
Es la transición socialista la que requiere a cada paso la inteligencia del cambio, la evaluación de cada resultado, combinar la mirada puesta en el horizonte con la del día a día, la del gran panorama con la de la calle. También confrontar críticamente nuestros disensos. Y permitir que el pueblo asuma cada vez más un protagonismo en lo que se construye. Que algún día las masas se pongan en condiciones de participar cada vez más —como diría Ernesto Che Guevara— en la decisión de qué parte de los ingresos de la sociedad va al consumo y qué parte a la acumulación[15].
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Notas:
Sociólogo y ensayista cubano.
1.- Véase http://www.kaosenlared.net/noticia/programa-moncada-era-socialista-esta-inconcluso, 3 de febrero de 2009.
2.- Véase «Estoy disponible para servir a mi Patria», entrevista de Carmelo Mesa Lago concedida a Roberto Veiga para Espacio Laical, no. 61, marzo de 2009, La Habana.
3.- Véase Omar Everleny Pérez Villanueva, «La estrategia económica cubana: medio siglo de socialismo», ponencia presentada en el Seminario sobre Economía Cubana y Gerencia Empresarial, 27-29 de mayo de 2009, La Habana.
4.- Coloquio internacional celebrado en La Habana en febrero de 2000, convocado por la Oficina Regional para América Latina de la UNESCO, bajo el título «Repensar a América Latina».
5.- Véase Aurelio Alonso, «Estrategias de amparo frente a las dinámicas de empobrecimiento», ponencia al XXVII Congreso de LASA, Montreal, 2007.
6.- Véase Aurelio Alonso, «Las reformas cubanas y la introducción de la lógica de mercado en el sistema económico: apuntes sobre los efectos sociales», Alternatives Sud, vol. 1, no. 2, 1994, Paris.
7.- CIEM-PNUD: Investigación sobre derechos humanos y equidad en Cuba, editorial Caguayo, S.A., La Habana, 2000.
8.- Estimados oficiales aluden recientemente a una correlación 7-1 pero varios estudios por muestreo indican que el desbalance puede haber alcanzado una proporción superior a 15-1. Vease Mayra Espina Prieto: Efectos sociales del reajuste económico: igualdad, desigualdad, procesos de complejización de la sociedad cubana, ponencia presentada en el Congreso de Latin American Studies Association (LASA), Dallas, marzo de 2003.
9.- La revista Temas dedicó su número 50-51, de abril-septiembre 2007, al tema de las transiciones. En el mismo el debate cubano ocupa un espacio relevante, a través de una encuesta aplicada por Rafael Hernández y Daybel Panellas, bajo el título «Sobre la transición socialista en Cuba: un simposio», a trece «personas que se distinguen en el campo de las ideas y el conocimiento, en la práctica social y política, pertenecientes a diferentes profesiones y generaciones».
10.- Boaventura de Sousa Santos, «¿Por qué Cuba se ha vuelto un problema difícil para la izquierda?», en la lista Other News de Roberto Savio en IPS, 6 abril de 2009.
11.- Ibidem.
12.- Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008. La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido, publicado por el PNUD, México, 2007.
13.- Véase Pavel Vidal, «El PIB cubano en 2009 y la crisis global», en IPS – Economic Press Service, 09/ 15 de mayo de 2009.
14.- Véase Carlos Fernández Liria, «Un siglo de pereza y de comunismo», en Casa de las Américas, no. 254. enero-marzo de 2009, año XLVIII, La Habana.
15.- Ernesto Che Guevara: Apuntes críticos a la Economía Política, pag. 147, Ocean Sur, La Habana, 2006.
Socialismo en el siglo XXI
Enviado el Miércoles, 16 de Septiembre del 2009 (15:33:46)
Intervención de Aurelio Alonso en el VIII Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios: “Debemos realizar una especie de auditoría perenne sobre el curso que nuestras decisiones provoquen en la sociedad, para no tener que volver a percatarnos de que salimos hacia el socialismo y llegamos a otro lugar”
por Aurelio Alonso
Me voy a concentrar en cuatro puntos. El primero se refiere a la razón del planteo. No podemos pasar por alto que el uso de la preposición “en” o “de” se empieza a convertir en un dilema con carga definitoria, o al menos distintiva de posturas. Creo que se puede perder tiempo y energías tratando de delimitar si el subrayado sustantivo debe destacar, con “en”, la continuidad del socialismo, previsto que no es válido reducir “el socialismo” al experimento fallido del siglo XX. O si lo que merece subrayarse, si se escoge “de”, es la convicción, desde un proceso de superación crítica de los errores, anomalías y desatinos, de que no se trata de repetir con más cuidado el camino andado, sino de enfrentarlo con una carga de apertura en la cual prevalezca la creatividad.
Sinceramente, en mi caso personal me he habituado al “de”, porque me pareció, desde un inicio, que el primer fantasma a despejar entre los que no hemos claudicado del ideal socialista, es el de los lastres que nos presionan desde el proyecto fallido. Con lo cual tampoco creo profesar menosprecio alguno hacia el proyecto fallido; al contrario, me parece indispensable que la crítica recupere todo lo de positivo que vimos y vivimos en él, que ha sido mucho.
A pesar de que se han escrito millones de páginas, no creo que la crítica del experimento socialista del siglo XXI haya sido agotada. En realidad, la necesidad de repensarlo es tal, que nunca va a ser agotada. Incluida una evaluación ponderada del liderazgo de Stalin, que tampoco puede hacerse en blanco y negro. Me ahorro el conteo de barbaridades y la insistencia acerca de su responsabilidad en la deformación y el fracaso socialista soviético. Pero recordemos la conducción de la resistencia a la agresión mundial del nazismo y la conversión de la desolación en ofensiva, y recordemos también que en los momentos más críticos de la contienda, no detuvo la construcción del metro de Moscú, lo cual da cuenta de un profundo compromiso con la consumación de su proyecto socioeconómico. Del suyo, en el cual creía.
Pero ningún reconocimiento parcial sería suficiente para no entender que el modelo nacido de la victoriosa revolución bolchevique se mostró, a la larga, incapaz de sostenerse, y esas incapacidades tienen que ser totalmente erradicadas en la construcción de un modelo viable. Estamos obligados, como ninguna otra generación lo estuvo, a asumir la historia sin maniqueísmo.
Concluyo el punto expresando que para mí es más importante el enfoque efectivo detrás del enunciado que la precisión semántica de la preposición que escojamos. No lo convirtamos en un debate típico del medioevo. Por eso, trato de evitar que esto devenga para mí un tema polémico. En definitiva, del siglo XXI estamos llegando solo al final de la primera década y quedan noventa años para que los experimentos socialistas en que nos empeñemos muestren su viabilidad o no. Para no repetir los viejos errores y para corregir los nuevos que cometamos. Es decir, si es que no perecemos antes de hambre o de sed, o cocinados por el calentamiento global, o de cualquier otra catástrofe que se vincule a la destrucción desenfrenada del ambiente humano en la cual estamos atrapados.
El segundo punto se refiere a los dilemas de hoy. Cuando hablamos de dilemas no es posible eludir que la historia nos los impone siempre a través una solución de continuidad y ruptura que, en la práctica, solo puede ser afrontada de manera concreta y diferenciada. Y las soluciones de los dilemas siempre tienen que salir de las generaciones que los viven (mejor decir, que los vivimos). Ninguna referencia precedente, por sensata que sea, nos puede dar respuesta a los que tenemos que resolver hoy. Nos ayudarán a pensarlos, pero la solución la tenemos que elaborar ante la realidad que vivimos, los mismos que la vivimos.
El dilema principal, planteado en el nivel más alto de abstracción, sería el que nos cuestiona hacia dónde nos dirigimos. Vuelve a expresarse, en el plano sistémico, en la disyuntiva entre capitalismo o socialismo. Quienes consideren exhausto el proyecto socialista, lo asumen como un dilema entre capitalismo con “rostro humano” y cualquier otra opción. Su desventaja es que los referentes históricos capitalistas a los cuales se podría atribuir “rostro humano” son muy discutibles y, en todo caso, poco generalizables el modelo sueco, por ejemplo), para no decir irrepetibles.
Una visión más realista nos lleva a replantear hoy este dilema central en términos de “socialismo o barbarie”, como lo hizo Rosa Luxemburgo a comienzos del siglo XX, y lo vuelve a hacer hoy Istvan Mészáros, ahora ante un nivel de agravamiento en las relaciones socioeconómicas y políticas a escala mundial, que puede extremarlo a “socialismo o devastación”.
“Barbarie —afirma Mézáros— si es que tenemos suerte, en el sentido de que el exterminio de la humanidad sería el resultado final del destructivo curso del desarrollo del capital”.
De manera que el futuro de la humanidad tendrá que enrumbarse progresivamente a través de un proceso de socialización (contradictorio, a menudo convulso, con giros inesperados, con avances y retrocesos, con confrontaciones violentas, con la exigencia constante de reciclajes que preserven la lucidez de liderazgo, en tanto profundizan la democracia), o no habrá futuro, del todo, para la humanidad. La tragedia consiste en que el tiempo histórico para que la humanidad se percate de la urgencia del cambio radical, y oriente sus pasos en la búsqueda efectiva de solución, se reduce también radicalmente.
No me gusta ser apocalíptico; ni siquiera me quiero sentir, en el fondo, pesimista. En una ocasión oí decir a Boaventura de Sousa Santos, después de describir la tétrica situación de la realidad contemporánea, que él se consideraba un optimista, aunque un optimista trágico.
Un tercer punto al cual me he sentido motivado se vincula a la reflexión en torno a los paradigmas. Este es un problema que presenta, a mi juicio, dos perspectivas metodológicas: una es la necesidad de definir qué contenidos se nos presentan, por su naturaleza misma, paradigmáticos para nuestra proyección; la otra sería cómo aproximarnos críticamente, revisar, constatar concreciones parciales, controlar y rectificar nuestros planteos paradigmáticos. Una especie de auditoría perenne sobre el curso real que nuestras decisiones provoquen en la sociedad. Para no tener que volver a percatarnos de que salimos hacia el socialismo y llegamos a otro lugar.
En términos de paradigmas, hoy podemos afirmar que la salvación de la humanidad descansa en la construcción o reconstrucción soberana de sociedades que se sostengan en proyectos de justicia y equidad, con propuestas de desarrollo económico orientadas a sostener dichos proyectos, a la par que reproducen el producto social; que se orienten en la práctica a la eliminación de la explotación del trabajo que el capitalismo convirtió en mercancía; con esquemas de participación en el sistema de decisiones, desde la comunidad hasta el Estado central, capaces de imponer una institucionalidad democrática sin precedentes (“el socialismo es democracia sin fin” ha dicho de Sousa Santos con razón).
Y lo más importante, debido a la inminencia del peligro de sucumbir, que cambie radicalmente la actitud del hombre hacia la naturaleza, en el sentido de preservación, restauración, comunicación y asimilación, en unidad con el medio ambiente, del cual hace parte. Y el cambio de la conciencia humana, que si miramos hacia los sacrificios solidarios parece que ha sido mucho, pero si miramos a la expansión de conductas individualistas lesivas al bienestar común, deja mucho que desear. El ideal del hombre nuevo es también un componente paradigmático universal, pero no me canso de repetir que no podremos hablar del hombre nuevo hasta que no se haga salir de la cabeza humana el deseo del automóvil.
Dicho sea rápidamente y sin ser todo lo acucioso que merece el punto, para mí estos resultan enunciados paradigmáticos perfectamente generalizables. No diría yo que para caracterizar el socialismo del siglo XXI, sino para esbozar el horizonte de su construcción. Y si pensamos en ellos de manera despejada, sin querer encontrar coartadas para complacencias, veremos que es poco, a veces demasiado poco, lo que podríamos contabilizar ya como realización en los esfuerzos en que hasta ahora nos hemos empeñado.
En qué medida se asemejan o divergen entre una y otra realidad nacional la correlación de clases sociales y cómo hacerle frente en la responsabilidad práctica de construcción social. Cómo se definiría, en términos de diseño, la institucionalidad política y jurídica que responda a los intereses del pueblo. Cuáles serían, aquí y allá, las proporciones idóneas de la propiedad sobre los medios económicos desde el sector estatal hasta el privado.
Estos son, junto a otros, temas dilemáticos puntuales, que requerirán de concreciones distintas en las respuestas que implementemos. No confundir los paradigmas con las decisiones coyunturales, los méritos del corto plazo con los del largo, la movilización con la participación, lo necesario de la espontaneidad y el ingenio creativo con rechazo del liderazgo (ni al revés). Estos y otros serán siempre (o al menos por uno o dos siglos, con buen tiempo) desafíos para lograr la irreversibilidad socialista.
Si el socialismo que construyamos no se hace definible como democracia, no será socialismo; pero si no se vuelve por naturaleza irreversible tampoco será socialismo. Corro el riesgo de ser acusado de veleidades dogmáticas. Acepto el riesgo. Pero no he abandonado la idea de la irreversibilidad. Aunque de ningún modo crea que la hemos conseguido al votar su inclusión en el texto constitucional: votamos la aspiración, pero solo el curso de la historia podrá decir si el socialismo que construimos resultará irreversible o si también cederá ante las presiones del mercado. Y, sobre todo, ante la inmensa deformación hegemónica que el dominio de los medios masivos de información ha impuesto al pensamiento. Vuelvo a recordar el deseo del automóvil como síndrome erosionante de nuestro tiempo. Creo, sin embargo, que la irreversibilidad, cuando tengamos modo de comprobar que ha sido lograda, será definitoria.
No puedo terminar sin detenerme un instante en el mapa latinoamericano de hoy. Tan sólo un instante —no hay tiempo para más ahora— para recordar que no estamos debatiendo en un plano estrictamente teórico. Estos temas han sido puestos al día por las exigencias, los desafíos y las esperanzas que nos plantea el cambio que las masas han impuesto en el escenario latinoamericano. Para recordar que frente al avance devastador del modelo neoliberal se ha impuesto una ola de resistencia y transformaciones que ha cambiado el mapa político, social y económico de la América Latina.
El cambio latinoamericano que se inició con la revolución bolivariana en Venezuela, y que se ha generado una onda expansiva, convierte al continente el laboratorio sociopolítico y económico por excelencia del mundo periférico hacia la transformación del ordenamiento mundial y hacia la subsistencia del planeta. Hacia el rescate de los paradigmas y la asunción de la posibilidad —difícil y escabrosa pero real— de que el dilema “socialismo o devastación” no se resuelva por la vía de la tragedia. Por supuesto que este punto merece más precisiones, pero sería imposible ahora ir más lejos.
La Habana, 5 de septiembre de 2009
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Intervención de Aurelio Alonso en la mesa Socialismo en el siglo XXI que sesionó en el VIII Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios, realizado en La Habana del 2 al 5 de septiembre de 2009
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Matrimonio para gays y lesbianas en Argentina, un gran avance de la igualdad de derechos…
Discursos de la época del medievo en debate sobre uniones gays en Argentina
Stella Calloni, Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de julio de 2010, p. 37
Buenos Aires, 14 de julio. El Senado de Argentina debatía esta noche el proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, en un enfrentamiento en el que algunos discursos parecían surgir del medievo, mientras en las calles se cruzaban las manifestaciones de uno y otro lado.
Algunas mujeres permanecían rezando ante el Congreso de la nación, convencidas de que se trata de una guerra de Dios
contra el demonio y en defensa de la familia
, y otros haciendo sonar vuvuzelas –un nuevo elemento que se introdujo en las manifestaciones locales después del Mundial de Futbol en Sudáfrica– manifestaban su apoyo en defensa de los derechos de las minorías
.
Al cierre de esta edición continuaba el intenso debate y se esperaba una reñida votación en las próximas horas.
Anoche en una de las manifestaciones en contra de la ley de matrimonios gays, se escucharon incluso voces que pedían el retorno del 76, es decir, de una dictadura militar, ante la amenaza a la integridad de la familia
y otros conceptos tan conocidos para los que vivieron los regímenes autoritarios que padeció el país.
Aunque este proyecto de ley fue introducido por legisladores no oficialistas, la oposición más dura es contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, alentada por la cúpula eclesiástica, lo que ha transformado esta situación en un nuevo esquema de enfrentamiento.
En esta cruzada hay una particularidad, y es que el tema dividió las aguas en todos los bloques del Congreso.
Una comisión senatorial intentó cambiar lo aprobado en la Cámara de Diputados por otra propuesta de unión civil
, lo que fue considerado anticonstitucional, porque ya no era un debate sobre lo consensuado en la cámara baja, y porque tenía graves contenidos que fueron calificados como discriminatorios
, lo que provocó una oleada de protestas de los promotores de esta legislación.
El bloque oficialista sostenía que se había violado la Constitución, en su artículo 81, al cambiar intencionalmente los giros a comisión y violentar el reglamento y la historia
.
El dictamen de minoría que avala el proyecto sancionado por los diputados cuenta con el apoyo del oficialismo y de parte de la opositora Unión Cívica Radical.
En las calles, con el frío inclemente, las discusiones tienen otro tono. Militantes de organizaciones sociales, estudiantes, legisladores, sindicalistas, siguen los debates y corean consignas. Y hay algunos encontronazos discursivos con los remanentes de los que ayer marcharon convocados por la cúpula de la Iglesia en la
guerra de Dios
.
El ministro de Economía Amado Boudou, citado por la agencia oficial Télam, sostuvo por su parte que la ley es un avance de la sociedad que tiene que ver con el acceso a derechos civiles
y que las distintas marchas no tienen demasiada importancia: lo importante es ver a una sociedad que avanza en la igualdad de derechos
.
Por otra parte, César Cigliutti, de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), destacó que esta organización logró dar un debate esencial en la sociedad alrededor de la familia, porque nuestra campaña afirma que somos familias
, y agradeció la respuesta de la sociedad que acompaña esta demanda y a los medios de comunicación.
También mencionó con emoción los discursos hermosos
de senadores heterosexuales y padres de familia, en favor de nuestros derechos
, y sostuvo que respetaban las posiciones contrarias, pero a lo que nos oponemos es a la imposición de ese dogma a toda la nación, porque estamos hablando de leyes civiles en una sociedad diversa
.
Otro tema que salió a luz en estos días es el apoyo de autoridades de la Iglesia a la pasada dictadura militar y a la participación de sacerdotes junto con represores en crímenes de lesa humanidad, dejando solos a los religiosos que se enfrentaban a estos crímenes. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuestionó a la Iglesia, porque nunca se pronunció por los 500 niños que nos robó la dictadura y tampoco ha condenado este delito probado del padre Jullio Grassi
, que fue encontrado por la justicia responsable de abusos hacia menores.
"Argentina es referente"
El secretario de Movimientos Sociales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Zerolo, felicitó "al pueblo y los legisladores" argentinos por la aprobación en el Senado de la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, que, aseguró, convierte a Argentina en un ejemplo para América Latina. El dirigente asistió al debate de la norma en Buenos Aires, de cuya elaboración participó como experto.
"Argentina se convierte hoy en un referente para América latina al reconocer la igualdad legal para lesbianas y gays", señaló Zerolo tras abandonar Buenos Aires hacia donde viajó para asistir al debate de la Ley que, según opinó, tiene como modelo la legislación española al respecto.
"Al cumplirse cinco años de la aprobación de nuestra ley, volvemos a vivir un día histórico para América latina que pone de manifiesto que el camino hacia la igualdad que iniciamos en España es imparable, a pesar de los de siempre", opinó.
Zerolo, que participó como experto en la elaboración de esta Ley en el Congreso argentino, reconoció la labor de las organizaciones argentinas que llevan "muchos años trabajando de forma incansable para concienciar a la sociedad y a los partidos políticos argentinos de la necesidad de reconocer la igualdad jurídica para las parejas de lesbianas y gays".
El responsable de Movimientos Sociales del PSOE calificó, asimismo, de "valiente" la actitud y el compromiso del Gobierno argentino y de su presidenta, Cristina Fernandez, con la aprobación de este texto legislativo.
CHA: "Se trata de igualdad y de igualdad ante la ley”
César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina manifestó sentir “mucha emoción” por la reciente aprobación de la ley que habilita el matrimonio homosexual y cuestionó nuevamente las declaraciones del Obispo Bergoglio: “Fue muy violento para nuestra comunidad y para sus propios feligreses", subrayó.
“Si de algo se trata es de igualdad y de igualdad ante la ley", manifestó Cigliutti en declaraciones radiales horas después de que el Senado haya convertido en ley la iniciativa que ya contaba con media sanción de la Cámara de Diputados.
“Con respecto a este concepto en los discursos que hubo en contra del proyecto, hubo muchas apreciaciones tan denigratorias en cuanto a la diferencia, que nos parece lamentable que en un Senado se confundan los conceptos y se cambie por fundamentalismos y dogmas religiosos”, explicó el representante de la CHA.
“De los argumentos en contra, lo que para nosotros fue el peor discurso sostenido fue el de la senadora Liliana Negre de Alonso por lo que viene diciendo en todos los medios”, indicó.
En cuanto a las declaraciones del Cardenal Bergoglio, Cigliutti dijo que le parecieron “dolorosas”. “No puedo creer que un obispo esté hablando de guerra, del demonio, puede estar en la injusticia pero no referido a la modificación de una ley civil. Creo que fue muy violento para nuestra comunidad y para sus propios feligreses”, advirtió.
“A muchos no les gustó lo que dijo porque fue muy violento y, con respecto a este resultado, se ve que fue una mala estrategia”, agregó.
Al ser consultado sobre si hubo incidentes en la Plaza de los Dos Congresos, dijo que había mucha gente en apoyo a la ley y 20 personas que estaban rezando frente al Congreso con un cartel en una reja donde nadie puede colgar un cartel. “Hubo una discusión entre 20 personas y otras 15 del otro lado. Fue un incidente menor”, concluyó.
Página/12
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Lapidación en Irán y otros lugares: una lacra cultural criminal y medieval…
¿Quién tira la primera piedra?
El proceso de lapidación está descrito, con toda la frialdad de los textos legales, en los artículos del Código Penal iraní.- Las condenadas deben ser enterradas "hasta por encima de los senos"
ÁNGELES ESPINOSA | Teherán 09/07/2010
Debe de ser una de las muertes más horribles que se pueda imaginar. Una a una, las piedras van golpeando la parte superior del cuerpo, magullándolo, lacerándolo, hasta que la acumulación de heridas acaba con la vida del reo. Despacio. Sin piedad. El proceso está descrito, con toda la frialdad de los textos legales, en los artículos 98 al 107 del Código Penal iraní, que incluso establece quién debe tirar la primera piedra.
En primer lugar, se entierra en un agujero al condenado, "hasta la cintura" si es un hombre y "hasta por encima de los senos" en el caso de las mujeres, según estipula el artículo 102. Parece evidente que es más fácil escapar del agujero en el primer caso, extremo que garantiza el perdón si no hubiera testigos (artículo 103). También se determina (artículo 104) que "las piedras no pueden ser tan grandes como para que maten a la víctima al primer o segundo golpe, pero tampoco tan pequeñas que no puedan ser llamadas piedras".
En el caso de que la condena haya sido fruto de la confesión, como se pretende en el caso de Sakineh Ashtiani, el juez tiene la responsabilidad de arrojar la primera piedra. Si hubiera habido testigos, serían estos quienes tendrían el dudoso honor; a continuación, vendría el juez y el resto de los presentes en la ejecución que por ley no pueden ser menos de tres.
Dado que las lapidaciones son muy polémicas, suelen celebrarse a puerta cerrada y es por tanto difícil saber qué tipo de personas acceden a participar en un castigo tan cruel. Hay que tener mucho estómago para aguantar la lenta agonía que garantiza el goteo de piedras hasta qué las hemorragias o la fractura del cráneo causan la muerte. La película La Lapidación de Soraya M., basada en el libro del mismo título de Freidoune Sahebjam, permite acercarse a ese horror.
Lapidación en Irán
El destino de la mujer condenada a ser lapidada en Irán sigue en el aire
Fuentes de las autoridades iraníes aseguran que suspenden la lapidación por la presión internacional pero sigue la condena a muerte.- El abogado de Ahstiani dice no saber nada
ÁNGELES ESPINOSA / EL PAÍS | Teherán / Madrid 09/07/2010
La mujer condenada a muerte por adulterio en Irán no será lapidada, según han anunciado las autoridades iraníes. Sin embargo, el abogado de de la víctima asegura que no tiene constancia de ningún tipo de decisión por parte de las autoridades iraníes.
De cumplirse lo dicho por las fuentes iraníes, el régimen de Teherán cede en principio a la presión internacional, pero sólo en parte, ya que sigue condenada a muerte. Amnistía Internacional (AI), que lleva a cabo una campaña de firmas para salvarla, asegura que en el comunicado del Gobierno iraní sólo se dice que no va a ser lapidada pero no menciona que vaya a conmutarse su pena de muerte, por lo que puede ser ejecutada "en cualquier momento". El método de ejecución más usual en Irán es "el ahorcamiento", añade AI.
La sentencia a muerte por lapidación para Ahstiani, de 43 años y madre de dos hijos, implicaba ser enterrada hasta el pecho y golpeada hasta la muerte con piedras que no sean tan grandes como para matarla de forma instantánea ni tan pequeñas que no le causen daño, tal como establece el código penal de la República Islámica.
"No hay pruebas en su caso que justifiquen esta sentencia inhumana", denunció la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, la primera en dar la voz de alarma. La campaña respondía al llamamiento del abogado de Ashtiani, Mohammad Mostafaeí, quien, agotadas todas las instancias, difundió el caso en su blog. Desde entonces, Amnistía y Human Rights Watch, entre otras, se han sumado a la movilización internacional pidiendo su perdón.
El código penal vigente en Irán desde la revolución islámica de 1979 establece la lapidación para los adúlteros, pero de acuerdo con esa polémica interpretación de la sharía (ley islámica), el delito debe probarse por la confesión repetida del acusado o el testimonio de cuatro testigos varones (o de tres hombres y dos mujeres). El ayatolá Mohammad Ebrahim Yannati asegura que no hay base religiosa para ese castigo.
Ashtiani había sido condenada con anterioridad a 99 latigazos por "relación ilícita" con el presunto asesino de su marido. Sin embargo, otro tribunal reabrió el caso y decidió que dicha relación se había producido en vida del finado, por lo que constituía "adulterio", a pesar de carecer de testigos. En el juicio, la mujer se retractó de la confesión que hizo durante el interrogatorio porque dijo que había sido coaccionada. Desde entonces ha negado la acusación y pedido clemencia. Además, según su abogado, tiene dificultades para entender el persa, porque pertenece a la minoría azerí que habla un dialecto turco.
Según Amnistía, "las circunstancias que rodean el caso de Ashtiani no son la excepción, sino la regla en Irán", donde al menos otras ocho mujeres y tres hombres corren el riesgo de ser lapidados. Como resultado del diálogo con la UE, el poder judicial decretó una moratoria de esa pena en diciembre de 2002. Igual que otros avances conseguidos durante el mandato del reformista Mohamed Jatamí, no se convirtió en ley. Así que se han seguido pronunciando veredictos de lapidación y los jueces más conservadores las han ejecutado. El último caso conocido se produjo en enero del año pasado en la ciudad de Mashhad.
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Holanda y el “fútbol total”: una visión estratégica que ganará el título…?
Holanda es peor enemigo que Alemania
Los jugadores españoles destacan la verticalidad y la rapidez de ejecución de la jugada de su adversario en la final
RAMON BESA – Potchefstroom – 10/07/2010
Nada más ser nombrado seleccionador de Holanda, en agosto de 2008, Bert Van Marwijk, proclamó: "Marco Van Basten me deja un equipo que sabe atacar muy bien, como se ha visto en la pasada Eurocopa. Mi reto es conseguir que también sepa defender y si conseguimos el equilibrio, podemos ser campeones". El anuncio del técnico holandés, especialmente conocido en el Feyenoord y en el Borussia Dortmund, provocó una cierta sorna, más que nada porque la oranje siempre penó por las concesiones en su área hasta que Holanda eliminó a Brasil de la Copa del Mundo. "Espero que a partir de ahora nos tomen en serio", respondió Van Marwijk, que ha mantenido el mismo dibujo y bloque del equipo nacido hace seis años: el 4-2-3-1. Ayer, en la sede de la concentración española, los muchachos de Vicente Del Bosque visionaron un vídeo de Holanda y llegaron a la misma conclusión: "Los holandeses serán más peligrosos que los alemanes en la semifinal. El partido pinta muy duro".
A los internacionales españoles les impresionó la verticalidad con la que juega Holanda. "Es un equipo muy directo y, sobre todo, que piensa muy rápido", argumenta Xavi. "Procesan las jugadas dos segundos antes que Alemania. "Sneijder va como un tiro, a la que te descuidas se ha puesto un pase de gol o ha engatillado un tiro difícil para el portero", reitera el medio español. "El reto es que Sneijder no tenga tiempo para pensar", añade Busquets. "A la que se da la vuelta y toma la pelota, Robben ya está corriendo hacia el área contraria", matiza Xavi. "Sneijder, Van Persie, Robben y Kuyt, los cuatro jugadores de arriba, son muy rápidos". La sorpresa para muchos es el papel de Kuyt, al que Johan Cruyff define como "el jugador que resuelve todos los problemas: aguanta el balón, asiste, marca goles y trabaja para el equipo". El viento del norte le convirtió en una fuerza de la naturaleza. "Hay que tenerle muy en cuenta", coincide Xavi con Xabi Alonso, buen conocedor de Kuyt.
Xavi aspira a convertirse en el jugador que más toques ha dado al balón en una fase final de un Mundial desde 1970. Únicamente le faltan 10. "Los retos individuales no me interesan. ¿Balón de Oro? Yo lo que quiero es que el equipo gane la Copa del Mundo. Hay que pensar en el bien común y no ser egoísta; si somos un equipo, podemos ganar a Holanda". El punto neurálgico del partido estará nuevamente en la divisoria. A España le interesa que los delanteros holandeses no reciban la pelota y forzar sobretodo llegadas al área de Stekelenburg. Holanda no tiene buenos zagueros, pero se defiende bien porque cuenta con un muro de contención en la divisoria con el doble pivote que forman Van Bommel y De Jong. "Son dos futbolistas tremendos por su despliegue físico", coinciden de nuevo Xavi y Xabi Alonso. "A Van Bommel se le conoce más porque ha jugado en grandes equipos", interviene Alonso. "Pero De Jong es terrible. Ambos son fuertes y pícaros, duros. Pegan".
El poder de intimidación de la pareja de medios holandeses dependerá parcialmente de la intervención arbitral y, sobre todo, de la manera que administre las tarjetas. Holanda comete muchas más faltas que España. También es un equipo con mayor poder ofensivo (12 goles frente a 7) y que selecciona mucho mejor los remates a portería: de los 80 tiros contabilizados, 41 han ido a portería, mientras que España ha disparado 103 veces, 40 entre los tres palos. "Hay que tener de nuevo la pelota y tocar sin parar", concluye Xavi. "La posesión volverá a ser decisiva". Los jugadores españoles entienden que los holandeses no les respetarán tanto como los alemanes.
Joachim Löw estuvo especialmente cordial con más de un futbolista español el día del partido de semifinales y hasta el calentamiento del equipo fue seguido con una especia atención por los técnicos alemanes, enamorados del juego español. Holanda ha competido con tal determinación que no está para cortesías.
A Van Marwijk se le puso en la cabeza que Holanda, finalista en 1974 y 1978, tenía que ganar la Copa del Mundo de una vez y no piensa parar (el equipo suma 14 victorias consecutivas) hasta que lo consiga por más que los genuinos defensores de la naranja mecánica consideren que jugar con un doble pivote sea una traición al juego de extremos de toda la vida. Sneijder le da la razón. No es Cruyff ni Van Basten, pero aspira a convertirse en Pelé y ganar en una temporada la Champions, la Liga, la Copa -los tres torneos con el Inter- y el Mundial con la selección, igual que O Rey en 1962. Voraz como ninguno, Sneijder pretende competir incluso con Villa por el Pichichi (5 tantos cada uno) y con Xavi por el Balón de Oro.
El milagro holandés
Un país con la extensión de Extremadura jugará mañana su tercera final, fascinante para el gran vivero futbolístico de Europa – La generación actual no seduce como otras, pero compite muy bien
JOSÉ SÁMANO – Johanesburgo – 10/07/2010
En la historia del fútbol, pocas aventuras han sido más fascinantes que la de Holanda, un país con 16 millones de habitantes y la extensión de Extremadura. Un milagro. Un país donde el fútbol era un asunto de marcianos hace medio siglo y mañana afronta su tercera final de un campeonato del mundo. No solo el Mundial está en deuda con la ilusionista Holanda, sino todo el fútbol.
A finales de los sesenta, cuando el gran Real Madrid se había quedado sin depósito, este deporte languidecía entre las trincheras dominantes del calcio y las violentas guerrillas de algunos clubes argentinos. Entonces, de la nada, en una nación donde el fútbol era inexistente, subyugado por el ciclismo y el patinaje, en las calles de Ámsterdam la pelota recobró la sonrisa, surgió de forma espontánea un fenómeno contracultural. Desde aquella época su catálogo de estrellas ha convertido a Holanda en el primer vivero de Europa, en el Brasil continental.
Todo empezó en el estadio De Meer, en Amsterdam, donde Petronella Bernarda Draaijier, la mujer encargada del servicio de limpieza de un club llamado Ajax, se empeñó en que su hijo Johan fuera alistado con 10 años en las categorías inferiores. Aquel delgaducho chiquillo, que dos años después perdió a su padre, frutero, abrió la espoleta. Cruyff, Johan, nacido en 1947, siempre fue un transgresor, nunca aceptó una orden. Ya en 1964, el propio Johan y Piet Keizer, un gran delantero del Ajax cuatro años mayor que el hijo de Petronella, se convirtieron en los primeros jugadores profesionales de Holanda. Junto a ellos, un grupo de futbolistas melenudos y de patillas infinitas acunados en los tiempos rebeldes de la beatlemanía fueron refractarios a aquel fútbol declinante que entonces imperaba. Fue la semilla de la popularizada después como naranja mecánica, en referencia de la exultante Holanda de 1974. En realidad no era tan mecánica, más bien, como alguien subrayó en la época, era la desorganización más organizada que se haya conocido. La Holanda de Cruyff, Neeskens, Rep, Krol, Haan y tantos ilustres, se convirtió en el subcampeón más seductor que se recuerde. Perdió con Alemania en Múnich, y cuatro años después caería de nuevo ante el anfitrión, Argentina, pero ya sin Johan Cruyff al frente, enfrentado con los directivos. Antes de aquella final perdida ante los germanos, el fútbol holandés ya sumaba cuatro Copas de Europa: una el Feyenoord de Israel y Van Hanegem -sus dos islotes en la selección que gobernaba con puño de hierro el Ajax- y tres el equipo de Ámsterdam, que repetiría en 1995. En 1988 también hizo bingo el PSV, que frustró al gran Real Madrid de un buitre y su quinta.
De la escuela holandesa no solo se han exportado jugadores, sino un método, un dictado que ha servido de andamiaje para algunos equipos de leyenda: el Milan de Arrigo Sacchi que abrazaban Van Basten, Rijkaard y Gullit, el Barça de ensueño de Cruyff y Ronald Koeman o la actual selección española. Esta ha metabolizado el guión holandés con el equipo azulgrana de cordón umbilical, primero en los tiempos de Van Gaal y luego en la obra perfeccionada por Rijkaard y rubricada hasta lo sublime por Pep Guardiola.
La generación actual, la que mañana se medirá a España, no es la de mayor fantasía, ni mucho menos. Es naranja, pero ya no tiene aquel encanto revolucionario de los setenta, ni la maravillosa versatilidad del equipo de los noventa que lideraba un bailarín del Bolshoi como Van Basten, ni la más tecnocrática de Kluivert, Bergkamp y Overmars. Todas ellas tuvieron algún cortocircuito, bien porque se cruzaron con equipos campeones, o bien porque alguien tiró una cerilla en su concentración. Desde los tiempos de Cruyff, no han sido pocos los conflictos internos, incluidas las sospechas entre las nomenclaturas del Ajax, el Feyenoord y el PSV. En África, la selección ha vivido en armonía. Sin el talento de sus antepasados, el grupo de Bert van Marwijk ha sabido cohesionarse. En cuanto a tensión competitiva nada tiene que envidiar a los equipos de sus conspicuos predecesores. Esta selección triunfó en sus ocho partidos de la fase de clasificación (ante Noruega, Escocia, Macedonia e Islandia) y lleva otras seis victorias en Sudáfrica. Desde el deslumbrante Brasil de 1970 ningún equipo ha encadenado racha semejante. No es la mejor Holanda, pero no es una selección cualquiera y el fútbol hace tiempo que la espera en el trono. También la espera España, a la que jamás se ha enfrentado en una Eurocopa o un Mundial. Los amistosos sí que han resultado útiles: en 1957, Di Stéfano debutó con España ante Holanda, lo mismo que Xavi y Puyol el 15 de noviembre de 2000. Cómo han cambiado las cosas desde entonces: más cautivadora esta España; más competitiva esta Holanda donde los milagros no tienen fin.
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Mundial de futbol: Holanda-España, la final de Johan Cruyff…
El legendario holandés se siente más cercano a La Roja, que simboliza la evolución del juego que abanderó en los años setenta y en el Barça, mientras que la ‘oranje’ señala más su recesión
RAMON BESA – Johanesburgo – 09/07/2010
Johan Cruyff comenzó la Copa del Mundo con la esperanza de que España triunfara futbolísticamente y el deseo de que las cosas le fueran bien a Holanda. Ambos deseos se han cumplido, para mayor gloria de El Profeta, y a mitad de camino, a caballo de Sudáfrica y su residencia de El Montanyà, ha tenido tiempo incluso de devolver la insignia de presidente de honor del Barcelona. No necesita ninguna distinción, ni siquiera acreditación, para ser reconocido como uno de los personajes más fascinantes del fútbol. Ni siquiera ha precisado ganar el Mundial para ser considerado uno de los mejores campeones de la historia porque la grandeza no se mide necesariamente por los trofeos obtenidos, sino también por la influencia que provocan determinadas maneras de entender el juego. Más que la final de Cruyff, que también, el partido del domingo en Johanesburgo supone sobre todo el triunfo del cruyffismo como religión universal.
"¿Con quién voy?, se pregunta Cruyff en su articulo de El Periódico. "Soy holandés, pero defiendo el fútbol que juega España", se responde. La misma afirmación que transmitió a EL PAÍS nada más comenzar el torneo. El drama de Cruyff es que se siente más cercano a la selección española que a la holandesa porque La Roja simboliza la evolución del juego que abanderó en la década de los setenta, regularmente reflejado en el Barça, mientras que la oranje señala más su recesión. El punto de partida continúa siendo la Holanda de 1974. Nunca levantó el trofeo, como tampoco la Hungría de 1954. Sin embargo, ambas se ganaron la credibilidad que nunca tuvieron selecciones coronadas, seguramente con la excepción de Brasil. Juegue quien juegue, la canarinha siempre será esclava del impacto que provocó su artística actuación en el Mundial de México 1970, cuando llegó a formar con cinco dieces en la delantera: Jairzinho, Gerson, Tostão, Pelé y Rivelino.
A Cruyff le da igual que el fútbol le deba una Copa a Holanda. A veces son los equipos pequeños los que se cobran las grandes deudas. La Quinta del Buitre nunca ganó la Copa de Europa y, sin embargo, su huella futbolística fue especialmente benigna para el fútbol español. Más trascendente fue todavía la onda expansiva del dream team de Cruyff. El éxito actual del fútbol español, y también el de La Roja, se explica precisamente por fenómenos como los vividos durante los ochenta en el Madrid y los noventa en el Barça. Nunca fueron éxitos nominales sino colectivos. Jamás se les conocerá por el nombre de un futbolista o un entrenador determinado, o por un cheque al portador, sino que han pasado a la posteridad por su espíritu asociativo, solidario, total, respetuoso con las leyes del fútbol, deporte de equipo por excelencia, nunca una competición individual. Ahí está la diferencia entre Diego Armando Maradona y Cruyff. Ambos han trascendido de manera muy diferente.
La Roja está impregnada del espíritu de Cruyff y de la estética del Barça, de la misma manera que tiene los rasgos reconocibles del gen competitivo del Madrid, la épica española de toda la vida, y se mantiene permeable a las influencias propias del momento futbolístico. El toque de Xavi, la garra de Ramos, el gol de Villa, el despliegue de Xabi Alonso o la naturalidad de Capdevila se complementan extraordinariamente en un equipo plurinacional que juega con la pelota del Barça. El fútbol pertenece al equipo azulgrana, la administración y gestión la llevan figuras del madridismo y el presidente es un vasco. Y la mayoría de los aficionados sienten suya la selección porque el debate de los clubes ha sido sustituido por el sentido de la identificación y pertenencia al juego. Ya no se trata de defender la furia, sino de presumir de una forma de atacar, sin complejos, provocando la admiración de los rivales, resaltando una serie de valores.
España no admite personalismos de ningún tipo ni permite el culto al egoísmo. La prensa argentina subrayaba al inicio del torneo: "A España le falta Messi". A día de hoy, a punto de finalizar el campeonato, se oye: "A Argentina le falta Xavi". Los triunfos no tienen propietario ni llevan la firma de un entrenador. Vicente del Bosque no quiere ni ser ni parecerse a José Mourinho y esquiva cualquier polémica con Luis Aragonés. "Las cosas de Luis" han pasado a mejor vida.
Imposible practicar el individualismo en La Roja. Las figuras están mal vistas en la cancha, en los despachos y en las salas de prensa. El sentido común y la discreción se impone al periodismo a distancia o de despacho y a la banalización. Casillas es noticia por sus paradas y no por su noviazgo con Sara Carbonero. También el politiqueo interesado está mal visto y ya no se pregunta por el color de las medias de los jugadores que son catalanes o vascos ni se mira qué jugadores se ponen más o menos trascendentes cuando suena el himno.
Tampoco se mercadea. No se compra ni se vende, sino que se juega. El valor del fútbol es un intangible al que ha contribuido mucha gente, sobre todo los discípulos de Cruyff y de La Naranja Mecánica. Louis van Gaal, por ejemplo, presente también en selecciones como la alemana o la holandesa además de la española. Y muy especialmente Pep Guardiola, un cruyffista radical, el mejor a la hora de desarrollar el juego del holandés. Ahí están Busquets y Pedro, dos futbolistas que hace dos temporadas militaban en la Tercera División al igual que el alemán Müller.
Los españoles juegan de memoria, tienen los automatismos muy aprendidos y su repertorio es tan importante que son muy capaces de resolver el mejor de los partidos con un córner. No desprecian ninguna de las suertes del fútbol. Únicamente se imponen tener la pelota y jugar en el campo del contrario, circunstancia que convierte el trabajo defensivo en un exigente ejercicio de tensión y concentración, tan imprescindible como la fluidez y la velocidad de circulación en el juego de los medios y la versatilidad, profundidad y dinamismo de los delanteros.
Posesión, presión y precisión. Al adversario no le queda más remedio que correr detrás del balón y de los españoles. La furia pasó a mejor vida y Cruyff siente hoy que La Roja está más cerca de la selección holandesa que perdió el Mundial de 1974 que de la que disputará el título en Johanesburgo. "España es la copia del Barça", escribe Cruyff, entusiasmado con Guardiola y más receloso con Bert van Marwijk, y sus ayudantes, Frank de Boer y Cocu, que ya pertenecen a una generación distinta de la que tuvo en el Barça, más cercana a Van Gaal.
Ahí está el éxito de Cruyff por encima de cualquier Copa. El fútbol que propagó perdurará siempre a partir de equipos como La Roja. Hoy, todos los equipos quieren ser España, gane o no el título, de la misma manera que antes la mayoría quería parecerse a Holanda por sus finales de 1974 y 1978. Difícilmente puede haber una mejor victoria y un mayor honor.
Cruyff se sentirá orgulloso el domingo de la final. A un lado, Holanda, una selección que, en palabras del periodista Simon Kuper, refleja "la inteligencia nacional del fútbol más que la calidad individual de los jugadores". Y al otro, España, la versión más modernizada de La Naranja Mecánica, sin grandilocuencia, a la española si se quiere, heredera del fútbol más revolucionario, aquel en que el espíritu colectivo prima sobre la mayor de las individualidades. Nadie la retrata mejor que Del Bosque y su jugador preferido, Busquets.
El Mundial de los centrocampistas
Los medios de España y Holanda, los mejores del torneo, han silenciado a cuantos delanteros se han cruzado en su camino
RAMON BESA – Johanesburgo – 09/07/2010
Cristiano Ronaldo se largó del Mundial con un escupitajo a la prensa deportiva y, para evitar que la del corazón siguiera sus pasos, anunció que había sido padre. A Messi se le vio llorar dentro del campo y fuera de él por la eliminación de Argentina. A Rooney ni siquiera le quedaron palabras para explicar el fracaso inglés. Tampoco Eto’o y Drogba tuvieron nada que decir pese a jugar en África. Los delanteros armaron mucho ruido a su llegada y se fueron de mala manera, silenciados por el juego de los mejores centrocampistas, como Xavi o Sneijder. Únicamente Villa, junto al alemán desterrado Klose, aguanta el tirón y compite por ser pichichi.
Joachim Löw anunció que la semifinal entre Alemania y España se decidiría en el centro del campo: "Nuestro problema número uno se llama Xavi; el dos, Iniesta". La tesis del seleccionador germano se cumplió sin que encontrara una solución al cuestionario. Alemania goleó a Inglaterra y Argentina a partir de su hegemonía en la divisoria, con futbolistas del calibre de Schweinsteiger, Khedira, Müller y Özil. Pero la ausencia de Müller resultó capital para que Löw no diera con la manera de responder al juego de Xavi, Iniesta, Alonso y Busquets. Vicente del Bosque ni siquiera tuvo que recurrir al renqueante Cesc y aprovechó para refrescar un ratito a Silva.
Alrededor de Xavi, el mejor jugador de la pasada Eurocopa y aspirante a ser elegido el número uno del Mundial, la selección completó, por fin, una actuación de mérito contra el equipo que más y mejor venía actuando en África, Alemania. El seleccionador español consiguió que Busquets y Xabi Alonso mezclaran tan bien como Xavi e Iniesta sin que se debatiera sobre el doble pivote con la misma vehemencia que antes se discutía sobe los carrileros. Al igual que en el Barça, los especialistas se imponen a los polivalentes en una tarea en la que el apoyo de los zagueros resulta capital a fin de que el campo resulte corto y ancho, a gusto de los medios más técnicos.
Puyol y Piqué están acostumbrados a defender desde posiciones avanzadas en el Barça. Prefieren jugar con tensión psicológica y concentración a despejar el balón desde el área de Casillas. Ayudan a los volantes a superar la divisoria con su empuje y, por otra parte, invitan a los delanteros a trabajar como medios en la presión. Pedro se cansó de hacer la goma en el partido contra Alemania. Aunque la Mannschaft no se partió, sus medios quedaron en inferioridad, superados por el juego de entrelíneas de España. Trochowski y Özil acompañaron mucho menos de lo que lo hizo al final Kroos. A los alemanes siempre les faltó un medio para aplicar el plan de Löw. El seleccionador alemán pretendía imitar a Mourinho para que el Alemania-España fuera una repetición del Inter-Barça. No le salió porque, habitualmente, la victoria siempre cae del lado del equipo que más se arriesga con la pelota.
Ahora, el reto de La Roja es superar a la oranje, que presume igualmente de tener una buena línea divisoria. Van Bommel y De Jong se combinan bien con Sneijder y, si es necesario, con Van der Vaart mientras Kuyt ayuda como lo hace Pedro.
"Va a ser un partido muy táctico y tenso", aventuró ayer Bert van Marwijk, el seleccionador holandés, sorprendido porque los españoles "apenas dejaron jugar a los alemanes". Del Bosque, mientras tanto, mantenía la serenidad y la naturalidad de los partidos anteriores. A buen seguro que se guarda una carta táctica porque, a veces, sorprende desde la alineación, como pasó contra Alemania al poner a Pedro, y en otras aprovecha la profundidad de banquillo para cambiar el tono del duelo. Los medios, sin embargo, siempre han sido fijos: Busquets, Xabi Alonso, Xavi e Iniesta, que solo se perdió el partido frente a Honduras. La incógnita está en el delantero que acompañe a Villa.
Holanda-España, Xavi contra Sneijder, los medios al poder, con Villa y Robben como agitadores ofensivos, el uno como punto y final de La Roja y el otro como vedette de los oranje. África, finalmente, le ha venido bien a Europa cuando la Copa pintaba muy cercana a América. Los medios han cambiado el pronóstico.
EL PAIS.COM
Uruguay excelente derrota a Ghana, y es único sudamericano en semifinales…
Uruguay se reconcilia con la historia
Abreu confirmó su locura al lanzar el penalti decisivo a lo Panenka
IGNACIO TYLKO / JOHANNESBURGO
Día 03/07/2010 – 00.13h
Definitivamente, Abreu es uno de los tipos más ‘locos’ del mundo. El veterano delantero que todavía hace sus pinitos en el Botafogo, salió, lanzó el penalti decisivo y lo marcó a lo Panenka. Resolvió un duelo agónico en el que Ghana puso el corazón en un puño de África cuando Gyan, el héroe ante Estados Unidos, erró una pena máxima en el último segundo de la prórroga. Rotos por la adversidad, los africanos fallaron otros dos en la tanda decisiva. Los rechazó Muslera, el nuevo ídolo charrúa.
Abreu lanzó el último penalti a lo Panenka
El ejército de Forlán impuso el peso del escudo, de la tradición. Sus soldados sudaron sangre hasta reconciliarse con la historia. Uruguay vuelve a semifinales después de 40 años. Elegidos para la gloria por un país minúsculo, con apenas tres millones y medio de habitantes pero con un respeto reverencial al fútbol, a la mitología Celeste. Con estilo, con sudor infinito, con el espíritu del ‘maracanazo’ que, como dice el ‘Maestro’ Tabárez, se transmite de generación en generación desde Salto a Punta del Este. Schiaffino y Odulio Valera ya tienen sucesores.
Las ‘Estrellas Negras’ no pudieron mantener vivo el sueño de un continente. Sólo la mala suerte y los nervios de Gyan les impidieron ser el primer país de África que alcanza las semifinales de una Copa del Mundo. Y el duelo del 6 de julio contra Holanda, en Ciudad del Cabo, asomaba muy abierto en el horizonte, igual que con Uruguay como protagonista.
Hace un mes, Ghana aparecía, minúscula, en el inmenso mapa de África. Hoy, como recordaba el dibujante del diario ‘Sowetan’, todo el continente se iluminaba con la bandera roja, amarilla y verde. La estrella negra de cinco puntas, lucía en el mundo.
Los rostros en el túnel de vestuarios ya reflejaban el peso de la historia. Miradas perdidas, ojos humedecidos, concentración máxima. Los uruguayos cantaron su himno como si les fuera la vida, como un ejército de patriotas prestos para la batalla. Y los ghaneses se palparon sus corazones, que bombeaban rápido la fresca sangre africana. Buscaban un impulso del alma.
Hubo un montón de gestos y acciones que pusieron los pelos de punta. La pelea constante entre Luis Suárez y Vorsah, dos gladiadores en el aérea. El cabezazo de rabia de Boateng al banderín de córner. La brutal caída de Fucile tras un salto con Inkoom. El lateral zurdo del Oporto se fue al suelo como un saco y se quedó inmóvil. Segundos de zozobra en el mundo entero. Salió indemne de milagro. Las lágrimas de Luis Suárez al cometer el penalti, las de Gyan al estrellarlo contra la madera…Las de los ganadores y, sobre todo, las de los perdedores.
Los uruguayos salieron como motos. En apenas media hora, los sudamericanos lanzaron media docena de saques de esquina. Siempre Forlán, que golpea en el córner como si ejecutase un golpe franco. Líder natural de esta selección, el ariete del Atlético volvió a echarse el equipo encima. Muestra una personalidad arrolladora, aunque a veces le pierda el exceso de egoísmo de un ‘Bota de Oro’. Todo lo quiere, faltas cercanas al área, lejanas, laterales, saques de esquina… Comienza las jugadas, las continúa y las acaba. Recién iniciado el choque, ya resopla. No para de correr.
Kingson tuvo que lucirse para desviar un tiro de Suárez, el ‘matador’ del Ajax, y para sacar una mano de balonmano tras un rechace que estuvo a punto de convertirse en gol en propia meta. Los ghaneses parecían cohibidos, presos de la ansiedad, de la responsabilidad, del saber que tenían a 900 millones de personas pendientes. Superado el susto inicial, empero, comenzaron a desperezarse, a lanzar esos zarpazos que les caracterizan. Esperan atrás y cuando recuperan salen como bestias. Son un equipo bien estructurado por el serbio Rajevac.
El Soccer City tembló con el resoplar de las vuvuzelas, que ‘tronaban’ cada vez que los ghaneses se acercaban a Muslera, el portero del Lazio. El último cuarto de hora del primer período fue un monólogo africano. Un cabezazo fuera de Muntari y una plástica chilena de Kevin Prince Boateng, el medio alemán, avisaron de su peligro. Ya en el segundo minuto de descuento, los celestes se distrajeron y permitieron a Muntari, el díscolo medio del Inter que llegó a ser expulsado de la selección olímpica por perturbar el ambiente, armar su pierna izquierda y sorprender a todos.
Lejos de deprimirse, los uruguayos salieron a muerte en la reanudación. Como les ocurrió ante Corea del Sur, el gol encajado les espoleó. Les llamaba la memoria, la posibilidad de reverdecer viejos laureles. Era una oportunidad pintiparada, la mejor en casi medio siglo. Y otra vez entró en juego Forlán. En un falta algo escorada a la izquierda, descerrajó un disparo que dejó flotando el Jabulani. Demasiadas trayectorias para Kingson, soberbio después para desviar un remate de Suárez, con el arma no tan bien calibrada como ante los asiáticos.
Tabárez quería más. Movió pronto el banquillo. Tuvo que retirar pronto a Lugani, por lesión, y luego arriesgó con Lodeiro, el medio del Ajax, y sobre todo con Abreu. Pensó que era un día señalado para el ‘Loco’, que todavía hace sus pinitos por el Botafogo. Rajevac fue más cerebral, más serbio, más ajedrecista. Hasta el minuto 87’, sólo había hecho un cambio. Pensaba en la prórroga, a la que sus hombres llegaron más frescos. Panteras negras. La persiguieron y la tuvieron en el último suspiro del tiempo extra. Penalti claro por mano de Luis Suárez en la misma raya. Y expulsión. Pero Gyan rompió el Jabulani contra el larguero. La tragedia africana se veía venir. Gyan tuvo la osadía de lanzar el primero de la tanda, igual que Forlán. Y lo marcó. Pero Mensah y Adiyiah encumbraron a Muslera.
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En Sudáfrica, ¿tiembla el fútbol-negocio?
Aram Aharonian, Question digital
Quienes disfrutamos y los que sufren con el fútbol, por igual, coinciden que este deporte-espectáculo es un fenómeno político y social que entre otras funciones opera como un mecanismo de identidad nacional. Tampoco hay dudas sobre el hecho de que el fútbol-espectáculo posibilita la manipulación de la sociedad en pos de afianzar el modelo político-económico y el statu quo, disuadiendo el cambio social y, a la vez, abriendo las puertas a las enormes ganancias de pocas empresas trasnacionales.
Ciao Italia, ciao
Al fútbol se le considera el deporte más popular del mundo, ya que unos 300 millones de personas lo practican a lo largo y ancho del orbe, desde Corea del Norte hasta Estados Unidos, desde Palestina a la caribeña Turcos y Caicos.
Es entretenimiento, diversión y pasión, pero también es una actividad muy lucrativa tanto para las federaciones nacionales, para la Federación Internacional de fútbol Asociación (FIFA) y para las empresas trasnacionales, socias de esta institución en la organización de los torneos locales, regionales, intrarregionales, interregionales e, incluso, las copas mundiales.
Hace ya 24 años, cuando el Mundial e México, escribíamos una nota-ficción junto a Víctor Ego en la que especulábamos que quizá en el futuro los mundiales se jugarían entre los contratados por Nike contra los de Adidas, los de Coca Cola contra Gatorade… Ni tan lejos estábamos: Internacionales de Milán, campeón de Italia y de Europa, es supuestamente un equipo italiano donde generalmente no se alinea a ningún italiano.
Sin dudas, el fútbol tiene implicaciones políticas, sociales y culturales muy amplias, y dentro de esta teoría neoliberal de dejar todo librado al mercado, el Mundial sirve para que, a través de los medios cartelizados de comunicación, estas grandes empresas trasnacionales garanticen nuevos mercados para sus productos.
Hay jugadores que ganan más por ser “modelos” de estas empresas trasnacionales, que por su labor profesional. Las empresas pelean el mercado para que los mejores jugadores usen tal o cual calzado o ropa deportiva, se afeiten o no, tomen este refresco o la otra bebida energizante, usen este reloj, aquel automóvil. Son los mejores referentes para el consumismo: Fulanito triunfó porque usó esta marca y tú también puedes (si usas la misma marca, claro).
Hay más selecciones nacionales (199) en la Federación Internacional que países reconocidos en las Naciones Unidas (186). La FIFA reconoce a Escocia, Gales, Irlanda del Norte y hasta ha admitido a Palestina. Parafraseando al estratega prusiano Karl von Clausewitz, se podría concluir que “el fútbol es la continuación de la guerra con otros métodos”.
Y no sería la primera vez que este mecanismo de identidad nacional tenga derivaciones bélicas (o sirva de excusa para ello), como ocurriera en 1969 en la tragedia armada vivida por Honduras y El Salvador.
La crisis del capitalismo europeo
Por eso, ¿permitirá la FIFA y sus socios que un pequeño país –y, a la vez pequeño mercado- se apodere de la Copa del Mundo? ¿A quién le venderán, entonces, los cientos de millones de camisetas, de zapatillas, cervezas, refrescos, electrodométicos, automóviles, televisores, etcéteras, etcéteras… y hasta vuvuzelas? ¿Lo permitirán árbitros que muchas veces han inclinado la balanza en favor de los más poderosos? (Basta recordar la clasificación de Francia con el manotón de Thierry Henry.)
La crisis capitalista en Europa trajo aparejada la debacle de los dos últimos finalistas del Mundial: Francia e Italia. También se fueron Grecia, Serbia y Dinamarca. De Inglaterra y Alemania sobrevivirá apenas uno hasta cuartos de final. Desaparecieron grandes mercados para colocar los productos y entre los africanos (presuntos mercados emergentes) apenas clasificó Ghana. Hay preocupación en la FIFA.
Quedan varios mercados emergentes de países subdesarrollados, como los latinoamericanos, que metieron a Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y México entre los 16 mejores. Si es por mercados potenciales, Brasil, Argentina y México son los más rescatables, y, además, en los dos primeros la crisis del capitalismo ha sido contenida con medidas oportunas. Y, junto a ellos, aparecen los outsiders asiáticos, Japón y Corea del Sur.
En su desesperación por sobrevivir deportivamente, aquellos orgullosos equipos blancos europeos debieron abrir sus puertas a los inmigrantes e hijos de inmigrantes: Francia salió campeona del mundo con muchos jugadores nacidos o hijos de nativos de sus ex colonias. En la selección holandesa de los años 1980-90 había varios nacidos en Surinam, por ejemplo. Después de muchos años, hay negros, polacos y turcos jugando en la selección alemana (y hasta un brasileño), olvidando aquello de la raza aria… Aparecen brasileños incorporados a la selección portuguesa, un argentino en la italiana.
En 1924, Uruguay, un país –entonces- de casi dos millones de habitantes, entró a puntapiés en la geografía mundial, al clasificarse Campeón Olímpico, hazaña que repitió cuatro años más tarde. Y en 1930, esos blancos, mulatos, zambos y negros de un “paisito” que casi se cae del mapa, que se divertían jugando al fútbol, fueron los primeros campeones mundiales, proeza que repetirían en Brasil 20 años después.
Pero Uruguay no es el único ejemplo, aunque sí, quizá, el primero. Ahí estuvo Costa Rica con sus tres millones de habitantes llegando a cuartos de final en 1990, y la Bolivia aymara en la Copa estadounidense de 1994. O la presencia de Eslovenia, con apenas dos millones de habitantes, y Eslovaquia, con 5,4 millones, en el mundial de Sudáfrica. Eslovenia casi clasifica a octavos de final y Eslovaquia, parte de la antigua Checoslovaquia, lo logró y nada menos que ante Italia, el último campeón.
El fútbol debiera servir para integrar símbolos nacionales, como estilos, ritmo, movimientos, dinámica, que tengan que ver con la propia historia e idiosincrasia de los pueblos y las naciones. Decía el argentino Dante Panzeri que el fútbol es la dinámica de lo impensado. Claro, Panzeri se refería al deporte y a sus cultores, y no al espectáculo profesional –y el circo asociados- auspiciado por las grandes trasnacionales.
Pero cuando vemos hoy, en Sudáfrica, que las selecciones africanas, en su mayoría, son dirigidas por “mercenarios” entrenadores europeos, observamos cómo se les quiere amputar esa identidad en pos de un supuesto “juego moderno y competitivo”. Cuando se salen de los rígidos esquemas de entrenadores que vienen del frío, es cuando renace la alegría del juego africano, cuando se oyen de fondo los tambores de la selva, y no solo las vuvuzelas.
¿Se juega como se piensa? Esa es una buena pregunta. Porque lo que quedó demostrado en Sudáfrica es el aburguesamiento del profesional europeo, que parece haber perdido (salvo honrosísimas excepciones) la alegría de jugar, para calcular cada paso que da en la cancha y sus alrededores. Los han vuelto metrosexuales, modelos de otras mercancías (y no de su arte, que es el jugar al fútbol) y de consumismo, alejados de sus gentes, de su idiosincrasia, su historia. Hoy se juega más de acuerdo a los cálculos que haga la federación de cada país y las ideas o esquemas que tenga el entrenador (y si es foráneo, peor).
El negocio
¿Quiénes manejan la FIFA? Hasta el 1974 fueron los europeos, pero era otra época más romántica del fútbol (obviamente dejando de lado los campeonatos mundiales ganados por Italia en plena dictadura de Mussolini). El brasileño Joao Havelange rompió esa hegemonía europea hasta que nuevamente la tomó el suizo Joseph Blatter, quien está ahora al frente de las decisiones del organismo.
Dicen que fue Havelange y su visión empresarial la que globalizó y el fútbol y lo convirtió en mercancía, generando ingresos millonarios para ciertos consorcios trasnacionales. En 1994 llevó al Mundial a un país donde el fútbol era muy poco popular. Ahí hizo caso de las influencias de las empresas trasnacionales, asociadas ya a la FIFA en el negocio. Lo mismo pasó con las Olimpíadas, cuando Delta Airlines y Coca Cola lograron imponer la sede de Atlanta.
Y hoy llegaron a Sudáfrica, a África por primera vez, buscando nuevos mercados para los mismos productos, cuyas ventas bajaron sensiblemente en el último año en Europa y Estados Unidos, gracias a la crisis de modelo económico y político. En Sudáfrica, la mayoría negra se contagió de la fiebre mundialista, mientras los blancos estaban más interesados en el partido de rugby que jugaron los Sprinboks con Francia.
Obviamente, la FIFA olvidó a quienes generan al negocio, a las futbolistas, la mayoría de los cuales (exceptuando los pocos cientos de privilegiados) sufren situación de servilismo por parte de los clubes (e intermediarios) que trafican sus fichas y sus futuros.
La página web de la FIFA señala que las Copas del Mundo “generan ingresos sustanciales (…) a través de la venta de boletos, los derechos de transmisión, los patrocinadores y la mercancía alusiva.” También señalan que “los beneficios fluyen a los equipos finalistas, mientras que la FIFA retiene únicamente los fondos que necesita para financiar sus costos administrativos y las actividades centrales para el siguiente período de cuatro años”.
Suena demasiado altruista, ¿no?, sobre todo cuando se sabe que las ganancias de la institución superaron los 400 millones de dólares en el mundial anterior, cifra exponencialmente superior a los gastos administrativos que pueda tener.
¿Habrá posibilidad para que un país “chico” se alce con la Copa? Claro, sería un muy mal negocio para los mercaderes, pero ¡que bueno sería para el fútbol!
Fuente: http://questiondigital.com/?p=5174
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Mundial de Sudáfrica: España aguanta una tortura… y Chile clasifica a octavos…
CHILE 1 – ESPAÑA 2
España aguanta una tortura
La selección jugará el martes contra Portugal los octavos de final tras un ejercicio de sufrimiento ante el rival más incómodo posible.- Chile es un equipo de autor, pura obra del estilo Bielsa
JOSÉ SÁMANO – Pretoria – 25/06/2010/ El País.com
Una noche en vilo dejó a la selección española en los octavos de final tras un partido torturador, un desvelo constante para el campeón de Europa. No se encuentra España, ni la de Viena ni la de hace una estación , y Chile confirmó todas las sospechas. En tiempos de zozobra no es el mejor rival posible, es un sacamuelas, un equipo que te deja en los huesos. Para el conjunto de Del Bosque fue un tormento, un encuentro áspero, tensado hasta la extenuación, con las virtudes que se le suponen al equipo laminadas por los celadores chilenos, a destajo en todos los rincones. A España le costó coger aire, dar continuidad al juego. No tuvo hilo y, esta vez, las circunstancias le auparon hasta el reto del martes ante Portugal. Allí llegará tras un martirio que no esperaba. Una lección: ya sabe que en este juego no todo son alfombras, que los Mundiales son un planeta aparte y lo que se ve por el retrovisor no cuenta.
Chile es un equipo de autor, con el guión de Marcelo Bielsa, un ajedrecista del fútbol. Un técnico tan apasionado como sus jugadores, que parecen vietnamitas, ocupan los espacios como titanes, a la orden, tal que mosqueteros, siempre de forma gremial. No dejan un trozo de moqueta libre. No hay equipo de Bielsa que dé carrete al rival. El argentino concibe el campo como un tablero, cada pieza en su sitio. Desde la pizarra, Chile es impecable, pero le falta lo que distingue a la aristocracia del fútbol. El oficio es una cosa, el talento no se entrena, llega concebido desde la cuna y en Chile abundan admirables subalternos.
A falta de ingenio, la liturgia chilena fue un engorro para España, desnaturalizada por el campo de minas sembrado por su adversario. El equipo de Del Bosque no encontraba salidas, cada chileno le discutía la pelota, cada chileno apretaba las correas a su presa. Xavi, encadenado por Estrada; Iniesta, rehén de Vidal; y Fernando Torres víctima de sí mismo, desnortado, aún paciente de un menisco extirpado. Chile lograba que a cada instante fuera subastada la pelota. El partido requería el martillo, el de Piqué, Puyol, Alonso y Busquets, sostenes desde el arranque de España, incapaz de dar una puntada hasta que Bravo entregó la cuchara.
Villa tiene una costumbre: marca goles. Estos carpantas del gol no necesitan un partido a favor, con ellos el gol va por su cuenta. Bien lo sabe este asturiano salido de los socavones de carbón de Tuilla. Ante tipos como Villa, cualquier desliz es una condena, máxime si el borrón del rival es considerable. Bravo, el meta de la Real Sociedad, capitán chileno, ya curtido, se saltó el manual. A un pase largo de Xabi Alonso a Torres, muy lejos del área, inclinado a la orilla izquierda, respondió el portero con una precipitada salida. Y aún peor, con un despeje hacia el interior del campo. Un disparate mayúsculo, una ganga para Villa, por mucho que éste estuviera a varias lunas de la portería. Para gente como él, el gol nunca está lejos. Su zurdazo dio comba a la pelota, que embocó en la red desnuda.
Aliviada por Bravo, España tuvo un respiro. En lo anímico, no en lo físico, exigida hasta la extenuación por Chile, que juega con herraduras en las botas, con los tacos bien afilados, un equipo de mucha lija. Golpe a golpe desgasta, intimida y suspende el juego las veces que haga falta. Estrada, el escolta de Xavi, bien pudo ser expulsado mucho antes, como Ponce, que dio una cuchillada a Torres desde el suelo. El encuentro era un suplicio para el grupo de Del Bosque, hasta que por una vez cogió el hilo. Una trenza entre Iniesta, Torres, de nuevo Iniesta y luego Villa derivó en un tanto del azulgrana. Por el camino, Estrada atropelló sin voluntad alguna a Torres. Disculpado en la dureza, una levedad le exilió del partido. Así son los árbitros, de imprevisible rasero.
Ni con todo de cara fue capaz España de coger vuelo, el mal trago se perpetuó toda la noche. La mayor virtud de este equipo es el destino de la pelota, pero Chile fue interruptor constante. Xavi e Iniesta no lograban tener peso en el juego, no había contemplaciones. La selección jugaba atormentada, sin un patrón. Y mucho más desde el tanto de Millar, un remate dislocado por la rodilla de Piqué. A la cara de Bielsa no hay rendición posible, ese voluntarismo castrense que inculca es innegociable, nadie está eximido. Desteñida España, Del Bosque metió tralla con Javi Martínez, relevo de Alonso, cazado en el tobillo izquierdo en el primer acto. Convaleciente Torres, el seleccionador buscó el gol de Cesc, el único centrocampista de la plantilla que tiene vocación de ariete. Pero el encuentro se anestesió definitivamente con una mirada entre unos y otros al marcador de Suiza. El empate sin goles entre helvéticos y hondureños clasificaba a los dos. Un tanto de Suiza y otro de España hubiera hecho descarrilar al grupo de Bielsa. Por ello hubo paz en los últimos minutos, ni un rasguño. Por fin resopló la selección española, rumbo a Ciudad el Cabo para tomar el pulso a Cristiano Ronaldo. El calvario de la primera fase, superado. Enderezado el rumbo tras la penitencia por el batacazo ante Suiza, es hora de que España vuelva a ser España.
El milagro de América
Siete de las ocho selecciones del continente han alcanzado los octavos
EDUARDO RODRIGÁLVAREZ 26/06/2010
El Mundial de África se ha convertido en el milagro de América. La desolación del continente africano, con un único representante, Ghana, de los seis que partieron el 11 de junio, se convierte en el milagro americano con siete clasificados en octavos de final de los ocho participantes (el 87,5%). Solo Honduras se ha quedado fuera para hacer un pleno que hubiera sido increíble. Europa ha incluido al 46%, Asia al 66% y África al 16%. Es el mejor resultado para América desde 1986, cuando se instaló el sistema de octavos de final y se amplió el número de participantes. Nunca América, desde entonces, había colocado más de cinco países en octavos.
Hay excusas que no sirven. La importancia de las Ligas americanas es seguramente menor a la dureza de las Ligas europeas. Pero eso no explica los fracasos de selecciones como Francia o Italia y la segura caída en octavos de Alemania o Inglaterra. La mayoría de los jugadores americanos juegan en Ligas europeas y por lo tanto han sufrido los rigores del viejo continente.
La hiperprofesionalización del fútbol ha afectado en menor medida al sentimiento nacional de las selecciones americanas, muy identificadas con la defensa de sus respectivos países. La rutina dice que, por ejemplo, los futbolistas brasileños se reservan para las citas de su selección en cada Mundial y concluyen las Ligas de sus equipos a un nivel inferior a su promedio. Todo es discutible y seguramente nada es explicable al cien por cien.
Hay puntos de vista para todo. América ha apostado fuerte por sus selecciones, empezando por los entrenadores. El efecto Maradona, más que una apuesta táctica, trataba de impulsar la autoestima y la comunión más absoluta con un país que adora a El Pelusa. Brasil sigue la línea de la mano dura con Dunga, a sabiendas de que la genética de sus futbolistas siempre dejará libre el ramalazo del arte cuando haga falta. Chile ha apostado por Bielsa, un autor futbolístico con guión propio. México ha vuelto a confiar en Aguirre tras el fracaso de Hugo Sánchez. Y así sucesivamente. Sabida es la productividad histórica de futbolistas del continente americano, diseminados por todo el mundo. La fábrica no para. Y encima Argentina, un tanto avejentada, ha encontrado a Messi, sobre todo, a Agüero, a Higuaín para meter mucho más que miedo. Uruguay, de la mano de Forlán y Tabárez, no ha vuelto a ser lo que fue, pero ha recuperado la autoestima y Paraguay, con Martino, construye un fútbol interesante. EE UU se distingue sobre todo por su perseverancia y ya es un equipo temible. No es un milagro casual. Tampoco el de Asia.
Chile vs. España: «¡Ni un solo paso atrás!»
El ataque insoportable
Los jugadores de Chile, el equipo más dinámico del Mundial, se amotinaron ante la carga de obligaciones tácticas que les impuso Bielsa
DIEGO TORRES – Pretoria – 25/06/2010 /El Pais.com
Mauricio Isla estalló el 30 de marzo de 2008. "Me gritó mucho", dijo el defensa de Chile para comenzar a explicar que abandonaba la selección porque no podía soportar las exigencias tácticas de Marcelo Bielsa. "Sinceramente, no me deja jugar tranquilo", prosiguió. "Tengo claro que no debo seguir en este proceso. No soy el jugador que Bielsa quiere. En el Udinese, el técnico Pasquale Marino me dice que no suba tanto y Bielsa quiere que suba y baje a cada rato. Uno tiene que ser atleta para hacer esas cosas y por eso prefiero quedarme en el Udinese que es donde soy feliz jugando. Para la selección no voy a jugar. Yo solamente quiero ser feliz".
Isla, que solo quería ejercer de lateral derecho, continuó en su selección a pesar de la devastadora entrevista que concedió a El Mercurio. "Bielsa me llamó y me dijo que le había hecho daño pero me perdonaba y que si me gritaba era porque creía que yo podía hacer esas cosas", dijo. Ayer, durante el último entrenamiento a puerta cerrada para preparar el partido contra España, Isla se ejercitó como volante ofensivo por la derecha, acompañando en la misma línea a Estrada y Beausejour en un esquema de 4-3-3. Lo más probable es que hoy Casillas acabe teniendo que cuidarse de los disparos de Isla, que entrará desde atrás, acompañando los ataques masivos de su equipo. Su ejemplo sirve para definir la versatilidad de un equipo que bulle atacando y defendiendo.
Los jugadores chilenos pasaron del pánico a la serenidad. "Estamos tranquilos", repiten estos días. Durante los últimos años Bielsa combatió el temor escénico con la mecanización y logró conformar un equipo en el que los relevos, las coberturas, la presión y las maniobras ofensivas, ofrecen un abanico único en la Copa del Mundo. Si Chile carece del talento de otras selecciones lo compensa con una riqueza táctica que durante una época sus ejecutantes juzgaron insufrible. "Yo soy un obsesivo del ataque", dijo Bielsa cuando comenzó a entrenar en Primera, en Newell’s, en 1990. "El trabajo de destrucción tiene cinco pautas y adiós. Se llega al límite. El fútbol ofensivo es infinito, incalculable. Por eso es más fácil defender que crear".
Para ajustar mecanismos ofensivos, Bielsa obliga a sus jugadores a cambiar de mentalidad cuando les impone funciones a las que no estaban habituados. Cuando entrenaba a la selección argentina le pidió a Kily González y a Santiago Solari lo mismo que ahora le pide a su lateral zurdo, Gonzalo Jara: que ataque como un extremo, centrando un mínimo de diez veces por partido, y que defienda como un lateral. "Esto es físicamente imposible porque llegaría tan cansado arriba que no podría centrar bien", le dijo Solari. El técnico le respondió presentándose en su habitación con un vídeo: "No diga que no lo puede hacer porque aquí se demuestra que lo ha hecho con el l Madrid".
Bielsa, que se inspiró en Michels, Sacchi y Van Gaal, agita a los jugadores reclamándoles lo inaudito. A Helguera, cuando era medio centro en el Espanyol, lo obligó a jugar de central. Lo mismo hizo con Estrada en Chile. Lo colocó de central en un amistoso ante Zambia, y al ver que el jugador se desorientaba y perdía la pelota en un regate imprudente, Bielsa saltó en la banda y gritó: "¡Estrada! ¿Qué carajo estás haciendo?". Hoy Estrada jugará de pivote.
Contra España no habrá tregua. Chile buscará el modo de perforar la portería implicando a todos sus jugadores. Centrales, laterales, volantes, extremos y delanteros. "No cambiaré de estrategia" dijo ayer Bielsa, ante las especulaciones de que buscará el empate, "porque es más fácil intentar ganar que hacer un proyecto para no perder. Hace tiempo que jugamos a lo mismo. Lo que unifica el modo de jugar no son los planteamientos posicionales sino la intención de superar al rival por los caminos más comunes, e intentar atacar lo más posible y defender lo menos posible".
«¡Ni un solo paso atrás!»
Los chilenos insisten en la necesidad de jugar al ataque a pesar de que el empate les basta para clasificarse
JOSÉ MANUEL CUÉLLAR / JOHANNESBURGO-www.abc.es
Día 25/06/2010 – 02.35h
A Chile le llaman la Rojita, y de siempre fue así. No es porque sea menos que España y ahora a la nuestra se le llame la Roja. Es que siempre fue la Rojita para ellos y se muestran orgullosos del apodo. No es de extrañar que en este Mundial lo estén aún más. Por fin han consolidado un equipo de fiar, pues es de lo mejorcito de este evento. Rápidos, ofensivos, con ambición, muy agresivos en el robo de balón y con una convicción permanente en lo que hacen.
Marcelo Bielsa les ha motivado muy bien y potenciado sus puntos fuertes, aunque también tienen sus lagunas. Atrás, sus centrales sacan bien el balón, nada de pelotazos. Además, tienen técnica y potencial para hacerlo. Por los costados son más débiles y cuando no tienen a Carmona para hacer las coberturas lo pasan mal con los balones a sus espaldas. Si se ven presionados, se meten demasiado atrás y eso les crea problemas.
En el mediocampo son fuertes porque su agresividad les permite robar para hacerse con el balón y controlar los partidos, pues luego son muy directos en el pase. Elaboran menos que España, pero al robar tanto propician un buen número de ocasiones.
Arriba tienen problemas cuando no está Suazo porque les falta gol. Estando el «Chupete» completan un bloque muy sólido y competitivo. Será un partido complicado.
Es la enseñanza de Bielsa y a ella se aplican los chilenos como si fuera el catecismo: jugar como siempre, mantener el mismo estilo. Con el empate basta, pero no hay que pensar en él sino salir a por todas, agresivos y no dar un paso atrás.
El capitán que los manda, el portero Claudio Bravo conversó con ABC e hizo hincapié en este aspecto: «El objetivo es no especular. Ir a ganar y no dar un solo paso atrás. Es lo que hemos estado ensayando durante toda la semana porque sería ilógico salir a empatar el encuentro. No entra dentro de nuestra filosofía hacer eso. Jugaremos de la misma forma sea cual sea el resultado que necesitemos, esté quien esté delante. Vamos a morir con nuestra idea».
El central Ponce abundaba en la misma idea: «Afrontamos todos los partidos de la misma forma, tenemos un estilo que nos ha traído hasta aquí y qué mejor forma de refrendarlo que ante un gran equipo como el español». Ponce desveló una de las claves del éxito de Chile, una operación de desgaste que debe seguir en el partido ante España: «La fortaleza de nuestra defensa es porque los primeros zagueros son nuestros delanteros, que hacen una labor de presión tan buena que logra que los rivales lleguen cansados a nuestras últimas filas de retaguardia».
Mark González es, de los jugadores chilenos, el que probablemente mejor conozca a los españoles, pues al igual que Bravo ha jugado en nuestra Liga. De ahí el halago que hizo de los hombres de Vicente del Bosque: «Francamente, a pesar del resultado de Suiza, me sigue pareciendo el equipo más peligroso del Mundial. Les conocemos bien, son los mismos jugadores de la Eurocopa. Sabemos de la calidad que tienen y de sus individualidades. Son capaces de complicar la vida a cualquiera. No nos llevamos a engaño respecto a ellos».
Alexis Sánchez, el habilidoso extremo chileno, reitera la idea: «Hay que salir al ataque y sin complejos. No nos queda otra ante un equipo como el español».
Un estilo para ganar
España se juega ante la seductora y compleja selección chilena su futuro en el Mundial de Sudáfrica – Es previsible que Iniesta y Arbeloa sustituyan a Navas y Capdevila
JOSÉ SÁMANO – Johanesburgo – 25/06/2010 / EL PAIS.COM
Desde el fuero interno de la selección española se emiten una y otra vez las mismas señales de humo: el estilo no se negocia. Elocuente, sí, pero España no se juega hoy un concurso de belleza, sino el pase a los octavos de un Mundial. A partir de su guión de los dos últimos años, es muy probable que el éxito esté a su alcance; si llega por otra vía, ante las eliminatorias siguientes, el equipo se soltará las cadenas que de forma imprevista le pusieron los suizos. A excepción de Holanda, no hay equipo europeo que haya tenido garantizado el pase antes de la tercera jornada. Algunos, como Francia e Italia, se despeñaron. Otras de abolengo, como Alemania e Inglaterra, han estado al borde del abismo.
Ninguno de los dos caminos, al toque o a lo que sea, le resultará fácil a España. Chile es una selección sin fisuras, que se mueve por toda la cancha como un acordeón, al toque de tambor de ese loco maravillosamente cuerdo que es Marcelo Bielsa, un asceta del fútbol, sabio, meticuloso hasta la enfermedad. "Los entrenadores podemos cometer dos pecados: hacer caminar a jugadores que vuelan o hacer volar a jugadores que caminan. La capacidad de pensar es la única que no puede perder un entrenador", suele sostener este argentino de Rosario. Tan obsesivo que cuando era un adolescente de las categorías inferiores de Newell’s dormía en una pensión abrazado a una moto.
A Chile le bastaría un empate para sellar su clasificación matemática. Pero no entra en sus cálculos. "Es más difícil apostar por un empate que por una victoria", manifestó ayer Marcelo Bielsa. El técnico apuntó que su equipo, "como siempre", intentará "ser protagonista" y para ello "buscará el balón y atacará". En la delantera, Suazo, el chico que esta temporada ha jugado en el Zaragoza, no sabrá si puede alinearse hasta el último instante a causa de las molestias físicas que sufre.
Para contrarrestar el armónico sistema chileno, al que, de momento, como a España, solo le ha fallado la puntería, es previsible que Del Bosque altere la alineación presentada ante Honduras e Iniesta releve a Navas y, quizás Arbeloa a Capdevila. En este caso, España cerraría mejor la banda por la que percute con el turbo Alexis Sánchez, uno de los mayores peligros chilenos. El lateral madridista es mejor defensor y se le ve con más chispa que a su compañero del Villarreal, que en los dos partidos anteriores ha estado un tanto retraído tanto en el ataque como en la defensa.
Del Bosque se mostró ayer sereno a su llegada a Pretoria. "No siento vértigo", subrayó el seleccionador, que se mostró confiado en que el de hoy no sea el partido más importante de su vida. El salmantino volvió a enfatizar el poder del equipo chileno y dejó caer de nuevo: "Nunca dijimos que fuéramos favoritos. Hasta la fecha, hemos sido muy dignos en las victorias y también en las derrotas". Sobre el rival señaló que se trata de "un equipo difícil para cualquiera y tiene dos armas fundamentales como la presión y la salida al ataque. Lo hacen estupendamente", dijo.
Más conciso aún estuvo Xavi, el eje del juego español; de alguna forma, el guardián de un estilo que ha entronizado a España. Xavi, que se siente feliz en este Mundial pese al contratiempo frente a Suiza, fue rotundo: "Pase lo que pase, vamos a morir con nuestras ideas. El estilo no ha cambiado, solo hay algunas variantes".
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Chile vs. España: los 10 mandamientos de Bielsa…
Marcelo Bielsa, selecionador de Chile. (AP)
Circulan miles de anécdotas sobre el particular carácter de Marcelo Bielsa, técnico de Chile, el gran rival de España para alcanzar los octavos del Mundial. Una de las más curiosas se remite a su indiferencia por el dinero y a los meses que vivió sin recibir su sueldo (casi un millón de euros anuales) por pura dejadez. Criado en una noble familia de Rosario, nieto de jurista y hermano de ministro, El Loco se volcó en el fútbol y a él dedicó toda su pasión.
Con Chile entrena mañana y tarde en el Ingwenyama Resort, a pocos kilómetros del Parque Kruger, la mayor reserva nacional de Sudáfrica, con más de dos millones de hectáreas para esparcimiento de elefantes, leones o hipopótamos. En ese entorno salvaje prepara el partido ante la campeona de Europa, una selección con la que comparte ideario ofensivo. Estos son los 10 pilares sobre los que se fundamenta el fútbol de la otra Roja.
1. Siempre ataca
Se llenaron demasiadas páginas de periódico y horas de radio con el laboratorio de Bielsa. Pero todas las cifras y esquemas pueden resumirse en un concepto muy sencillo: tener la pelota y buscar continuamente el gol. Durante su etapa al frente de Argentina, quizá se obsesionó demasiado con el ‘sistema’ y la mecanización terminó devorando la creatividad. Pero ahora ha sabido encontrar el equilibrio con un grupo aún joven, que ofrecerá lo mejor de sus posibilidades dentro de cuatro años en Brasil.
2. Elección de los más técnicos y ofensivos
Desde el portero hasta los puntas, Bielsa apuesta siempre por la clase en lugar del puro músculo. Medel, volante en Boca Juniors, juega aquí de defensa central. Carmona, futbolista de toque en la Regina, se encarga de recuperar balones. Sólo Ponce y Jara, otros habituales en el equipo titular, desempeñan el idéntico rol defensivo que ofrecen en sus respectivos clubes.
3. Números y repeticiones
Repetir y repetir hasta que todo salga perfecto. Ése es el lema de Bielsa, que siempre ha enumerado todas las jugadas y movimientos, Desde los saques de esquina a media altura (propicios para cabeceadores que nunca la podrían ganar por altura) hasta las llegadas de Alexis Sánchez por la derecha y sus centro hacia atrás o al segundo palo.
4. Cerca de la portería rival
Se vio claramente ante Honduras, un rival que si sabe jugar a algo es sólo por bajo. Chile fue a presionar a campo rival para impedir la circulación y forzar el pelotazo del portero. Ante España, intentará algo parecido, adelantar la defensa y dejar muchos metos a la espalda. Probablemente este capítulo será clave el viernes en Durban.
5. Duelos individuales por fuera
Bielsa pasó muchas horas de vídeo para extraer su estadística favorita. El 70% de los goles marcados en todas las competiciones llegan por las bandas, ya sea en jugada o en balón parado. Por eso da tanta importancia a los flancos. Por la derecha, Isla y Alexis Sánchez. Por la izquierda, Beausejour y Vidal, con las ayudas Mark González. Todo un desafío para el puesto con menos recursos en el grupo de Del Bosque.
6. Muchos riesgos, muchas tarjetas
No es casualidad que Carmona y Mati Fernández no puedan jugar ante España por acumulación de amarillas. Chile no destaca por su excesiva dureza (40 faltas, octava más deportiva del torneo), pero sus infracciones se producen en lugares comprometidos. De hecho, es la selección más amonestada (ocho tarjetas, igual que México, con un partido menos). Curiosamente, España todavía no vio ninguna amarilla.
7. Llegar con todo
Parece exagerado, pero el ideal de la otra Roja es tener siempre a cuatro futbolistas en el área contraria, con capacidad para el remate decisivo. Así sucedió en la segunda parte ante los suizos, aunque sólo uno de ellos era delantero puro (Paredes). Para alcanzar esta meta no duda en arriesgar atrás. Si el rival apuesta por un único delantero, como sucedió con Nkufo, la zaga se conforma con sólo dos efectivos.
8. Alergia al contacto externo
Las cámaras y los micrófonos son elementos distorsionadores en la expedición chilena. Bielsa elige con mimo cada palabra para no dar ni una pista al rival, ni un titular a los periodistas. De hecho, en las últimas horas, la obsesión del técnico rosarino es ofrecer la última rueda de prensa en Nelspruit en lugar de hacerlo en Pretoria, la ciudad del partido, como obliga la organización.
9. Entrenamientos en doble jornada
En las dos últimas semanas, a orillas del río Cocodrilo, en las afueras de Nelspruit, Bielsa ha machacado a sus hombres con dos sesiones diarias. Trabajo táctico y físico a puerta cerrada y carreritas y rondos en los escasos minutos abiertos a la prensa. El técnico exige máximo compromiso y nunca decide por nombres. Humberto Suazo, que venía de dos lesiones largas, sólo ha jugado 45 minutos en dos jornadas.
10. Jugar para ganar
En las 18 jornadas de la clasificación sudamericana, Chile empató sólo tres veces y marcó 32 goles, únicamente superado por Brasil, con uno más. Este equipo se ha acostumbrado a ganar, aunque a veces el atrevimiento se traduzca en derrota. Ante Honduras y Suiza tampoco especuló con sus posibilidades. Los dos triunfos habrían sido mucho más holgados con un delantero centro de garantías.
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Waissbluth: las obscenidades de la educación chilena…
Mario Waissbluth y el discurso presidencial: Las obscenidades de la educación chilena
POR PABLO VERGARA, The Clinic
Al ingeniero Mario Waissbluth, coordinador del movimiento ciudadano Educación 2020, el discurso del 21 de mayo lo sorprendió. “No esperaba que se cumpliera con tanta profundidad mi vaticinio”, dice.
-Hace tiempo que tenía ganas de escribir una columna que se llamara “La inevitabilidad social democrática en Chile”. O sea, el que este país marche hacia un modelo económico social-democrático, por ponerle algún nombre, para mí es casi una inevitabilidad”– explica cuando se le pregunta por ese vaticinio.
¿Incluso con un gobierno de derecha?
-Salvo una derecha así como militar, pero en un escenario de una derecha democrática no había ninguna posibilidad que el Presidente electo, fuera quien fuera, no anunciara la continuación de la protección social. Si uno hubiera escuchado este discurso cayendo de otro planeta, así sin entender bien de qué se trata, si lo hubiera estado viendo alguien en España, habría dicho: “coño, este es un demócrata cristiano europeo”. La única duda para mi gusto es si le va a alcanzar o no la carga tributaria.
Conversar con ingenieros en estos tiempos siempre es un gusto. Waissbluth, profesor de la Universidad de Chile y con una intensa vida en la facultad de Beauchef, es, como todo buen ingeniero, ordenado. Sistematiza las cosas, les da viabilidad. Y escribe columnas. Por una de esas es que hoy es el rostro de Educación2020, un movimiento que nació luego que escribiera una sobre educación en la revista Qué Pasa y que a los pocos días prendió el pasto seco que se había instalado en la casi eterna crisis de la educación nacional.
Lo que ocurrió, cuenta Waissbluth, fue que algunos de los lectores más entusiastas de la columna fueron los estudiantes de Ingeniería de la U, muchos de ellos ex pingüinos. Y lo discutieron en la intranet de la facultad y a la semana se le acercaron al autor con una pregunta: “ya, ¿qué vamos a hacer?”.
-Dije: “¿queremos action?”. Y eso consistió en ir a Tolerancia Cero con una polera verde, poner un sitio web que armamos con cien lucas en tres días, poner un manifiesto y pedir que la gente se inscribiera. Y el plan era que esto empezaba el 8 de septiembre y terminaba el 18: grabábamos los ruts que hubiéramos recogido en unos CD y se los íbamos a dejar al carabinero de la puerta del Congreso, de La Moneda y nos tomábamos una foto con ellos.
Eran 10 días, pero al cuarto los invitaron a exponer a la Comisión de Educación de la Cámara. Y los 11 diputados le dijeron a Waissbluth que adherían al manifiesto, pero uno de ellos le dijo: “si usted cree que porque aprobamos el manifiesto va a pasar algo, está muy equivocado; si ustedes no siguen creciendo y gritando, acá no va a pasar nada, porque las cosas se trancan al momento de legislar, aprobar proyectos, presupuestos y programas, así que tienen que seguir creciendo y gritando”. El mismo recado le dieron en el Ministerio de Educación durante un almuerzo con la entonces ministra Mónica Jiménez.
-Fue novelesco. En menos de 15 días, el Poder Ejecutivo y el Legislativo de un país le piden a un movimiento ciudadano que crezca y grite, que pautee la agenda… En el fondo lo que te estaban diciendo que en esta especie de bloqueo un nuevo actor desarmara un poquito el tablero. ¿Te das cuenta el encadenamiento exótico que lleva esta cuestión?
EL DISCURSO
Si es tan inevitable el modelo social-democrático, ¿por qué ganó la derecha?
-Por el deterioro de la Concertación.
Perdió la Concertación. No ganó la derecha.
-Sí, para mí ese es el modo de ver las cosas.
¿La Concertación se lo merecía entonces?
-A mi juicio, sí.
Por eso es que la mirada de Waissbluth y de Educación2020 sobre el reciente mensaje presidencial es buena. Nunca, dicen, habían visto un énfasis y un tono de denuncia así en un discurso presidencial. “Cuando nosotros partimos y salimos a denunciarlo con todos los tonos y poniendo videos terroríficos, nos dijeron fascistas, populistas, terroristas. Todos los miembros del establishment. Y ahora resulta que el terrorista es el Presidente Piñera. Lo otro que nos gustó es que fue muy nítido en la defensa de la educación municipal”.
-Nadie grita por los cabros que están saliendo del colegio, un millón y medio, que no entienden bien lo que leen. La indiferencia con que la elite de este país ha visto este tema en los últimos 40 años es feroz. Claro, tenemos observaciones al discurso, cuestiones que no se mencionaron, cosas que no nos emocionan para nada, como los liceos de excelencia, que no van a dañar ni mejorar la educación…
Usted habla de 40 años. De esos, 20 son Concertación. ¿Por qué no hicieron la pega en esto?
-Si yo acumulara el catálogo de errores cometidos por Frei padre, los militares y la Concertación… La lista de cagadas de políticas públicas cometidas en educación es feroz.
¿Pero por qué la Concertación no hizo la pega?
-Por un problema de economía política, más bien. El drama de la educación en toda América Latina, no sólo en Chile, es que los costos políticos y financieros son de corto plazo y las ganancias de largo. Entonces siempre la tentación es que el próximo se haga cargo de este cachito. Cortar cintas de hospitales, carreteras, abrir consultorios, es políticamente rentable en el corto plazo. Agarrarse a combos con los gremios, cortarle las alas a las universidades truchas es ficción política y eso… El segundo elemento de la economía política del asunto, es que éste ha sido… Hay un problema muy de fondo. Si ves las encuestas, en la última salida hace poco, el 15% de la gente expresaba una preocupación por la calidad de la educación y yo te aseguro que ese 15% era ABC1. ¿Qué quieres decir con esto? Que la señora Juanita, en La Legua, que llegó a 3º básico, que tiene a los cabros en 6º básico, que se los tienen guardados hasta después del mediodía en un colegio, que más encima gozan de un almuerzo espectacular -porque la verdad es que lo que ha hecho la Junaeb en Chile es espectacular- no quiere más guerra: que el cabro no entienda bien lo que lee ya es una cuestión que palidece un poco en su urgencia, frente a sus problemas de delincuencia, empleo, ingreso, vivienda, salud. Entonces la gente no se anda colgando de los candidatos a diputados pidiéndoles más calidad en la educación.
¿Qué es la cosa más terrible que ha visto usted en los colegios?
-Es que dan ganas de llorar, compadre. Los cabros del movimiento están más en terreno que yo y me dicen que llegan ferozmente choqueados por el ambiente de desesperanza que se respira en las escuelas vulneradas, en los profesores y alumnos. Nadie está ni ahí. Desde eso hasta situaciones de convivencia escolar feroz. Y lo más específico y concreto que es que la gente no lo cacha. A ver, dime la dura, ¿te dice algo que el promedio nacional del Simce sea 250 puntos? ¿Qué te dice? Le preguntas al 95% de la gente… Sales a la calle y lo preguntas. Yo cuando aterricé en esto lo pregunté a nuestras expertas y me lo explicaron: muy simple, 250 puntos en el Simce significa que si ya estás en 8º básico no puedes utilizar el lenguaje para aprender nada. O sea, puedes leer, pero la conexión semántica de que estás leyendo algo y que eso lo puedes usar para aprender historia, física o las instrucciones laborales que te van a dar no funciona. Y además te digo, cuando ya lo sacó en octavo, de ahí pa delante la carrera ya está lista, ese cabro no va a poder leer en su vida un instructivo en una fábrica y cachar lo que dice.
Esto es una película de terror.
-Sí. Y la indiferencia nacional. ¿Sabes lo que significa sacarse 500 puntos en la PSU, que es la media, es decir que un 50% sacó menos que eso? Es haberse sacado un uno. ¿Qué nota te sacas en una prueba si de 70 preguntas contestaste 10? Bueno, la mitad de los cabros en Chile saca un uno o menos en la PSU. En la PSU de La Pintana la nota fue negativa, compadre, negativa… Superaron las respuestas incorrectas en cuatro veces las respuestas correctas en La Pintana. Esto es una obscenidad, que la elite de Chile ha tenido instalada por 500 años.
Esto ya está. ¿Qué va a pasar con esa generación?
-Es peor todavía. Es más feroz porque el 80% de los cabros que están estudiando Pedagogía, compadre, entraron con 500 puntos. Cáchate el efecto cronológico. Vas a tener que muchos de esos cabros van a entrar al sistema escolar sin entender lo que leen para hacer clases los próximos 30 años. Esta cuestión, aunque la arreglaras con una varita mágica, aunque fueras Pinochet con un lanzallamas, no va a comenzar a mejorar la calidad de la educación en menos de 10 años.
¿Y qué hacemos con las universidades que hoy están haciendo estas pedagogías?
-Si hay algo que me sorprendió del anuncio de Piñera, y que era una de nuestras propuestas, no fue que aumentara la subvención preferencial, porque eso incluso lo había anunciado, sino que la prueba INICIA será obligatoria y de resultados públicos, que es uno de nuestros reclamos desde el año pasado. El día en que se publique en un diario lo que realmente saben los alumnos de las universidades X, Y y Z y del instituto trucho J y de la universidad charcha W, el escándalo nacional va a ser de enorme envergadura… Otro de los anuncios que nos dejó complacidos es que se le va a meter plata de inmediato a las carreras de pedagogía más promisorias, porque si hay algo en lo que el país tiene que gastar, y es comparativamente barato, es en tener escuelas de pedagogía de clase mundial.
¿Por qué están teniendo tanta coincidencia con este gobierno y con los anteriores no?
-Nosotros no inventamos las propuestas, ya estaban dichas por la Comisión Presidencial de Educación, por informes. Lo que hicimos fue empaquetarlas, darles un ordenamiento sistémico muy propio de una escuela de Ingeniería. No te voy a decir que la gente de la Concertación estuviera en desacuerdo con nuestra política, sino que el grado de achanchamiento e indiferencia al que llegó la Concertación después de 20 años de gobierno…
Es patético.
-Es patético. Cuando nosotros salimos al aire, el establishment educativo de la Concertación reaccionó con virulencia porque en el fondo era como aceptar que lo habían hecho mal. Y eso es políticamente muy complicado. Pero al haber un cambio de gobierno, del signo que sea, la coalición que llega se siente con la libertad de hacer y decir lo que una coalición que llevaba 20 años, no.
¿El problema de la educación es político?
Más que político. Histórico. En un sentido largo, de centurias. Es un problema de una elite a la cual le ha ido bien, que desarrolló un continente estratificado, elitario. Somos herederos de 500 años de racismo, clasismo, elitismo y explotación.
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Simce 2010: se confirma mala calidad de educación chilena…
2 DE JUNIO DE 2010, Prueba Simce 2010
La mala educación: 62% de los alumnos de octavo básico van dos años atrasados en Matemáticas
Nuevamente los resultados del Sistema de Medición de Calidad de la Educación fueron malos, evidenciando que la brecha crece cada año. Al respecto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, sostuvo: "Necesitamos un punto de inflexión que marque una nueva era (…) si seguimos a así nos vamos a demorar 100 años en lograr el aprendizaje esperado”.
por EL MOSTRADOR
Este miércoles fueron entregados los resultados de la prueba Simce (Sistema de Medición de Calidad de la Educación) realizada a los cuartos y octavos básicos en noviembre de 2009.
El test evidenció falencias en el área de Matemáticas en los niveles de 8º Básico, donde un 62 por ciento no sabe la materia y maneja conocimiento relativo a sexto básico, evidenciando un retraso de dos o más años.
Las diferencias son acentuadas se mide en sectores socioeconómicos, tanto así que en un sector bajo, sólo un 3% de los niños “sabe lo que tiene que saber” en matemáticas en octavo básico. Es decir, la brecha en educación crece en los sectores socioeconómico alto y bajo.
En tanto, el promedio nacional en 4º Básico en Lectura fue de 262 puntos. En Matemática fue de 253 -seis puntos más que la medición 2008-, y en Comprensión de Medio Natural fue de 256, con la misma alza.
En lectura, un 39 por ciento de los estudiantes obtiene un nivel avanzado, un 27 por ciento uno intermedio y 34 por ciento básico: en matemática los números son similares, ya que un 29 por ciento tiene conocimientos avanzados, un 34 intermedios y 27 por ciento inicial.
Al respecto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, sostuvo: “Necesitamos un punto de inflexión que marque una nueva era (…) si seguimos a así nos vamos a demorar 100 años en lograr el aprendizaje esperado”.
El secretario de Estado informó que los padres recibirán una carta con resultados detallados por colegio, premios a los 128 colegios con mejores resultados y además aumentos en las subvenciones de éstos.
El test se aplicó para los cuartos básicos el 17 y 18 de noviembre del 2009, donde unos 231.455 estudiantes, (un 93 por ciento del total de matriculados) en 7.922 establecimientos dieron el Simce; para los octavos se tomó el 10 y 11 del mismo mes, a 239.745 estudiantes, (un 92 por ciento del total) en 5.814 colegios.
Simce: Un 62% de los alumnos de 8vo no tiene los conocimientos de un niño de sexto básico
Los resultados del Simce 2009 lo dio a conocer hoy el Ministro de Educación Joaquín Lavín.POR
LATERCERA.COM – 02/06/2010
El promedio nacional de octavo básico en la prueba de Lenguaje fue de 252 puntos, en Matemáticas los alumnos obtuvieron 260, Estudios y comprensión de la Sociedad registró 251 y en Estudios y comprensión de la Naturaleza 259 puntos.
En Matemática sólo un 13% de los estudiantes de 8vo básico obtuvo un nivel avanzado en la prueba y por detrás un 62% de los alumnos alcanzó el puntaje menor – inicial. Es decir, más de la mitad de los escolares tiene conocimientos matemáticos de un niño de sexto básico.
Asimismo, en lectura un 38% de los alumnos no sabe la materia de séptimo; y un 34% sólo alcanza el nivel de comprensión de tercero básico.
En lectura, entre 2000 y 2009, hubo un leve aumento de dos puntos. En tanto, en Matemáticas, el aumento fue de diez puntos, de 250 a 260 puntos. Sin embargo, el nivel esperado es de 320 puntos (por sobre el nivel avanzado).
En octavo básico, el promedio en la prueba de Lectura fue de 252, un punto menos que en 2007 y en Matemática subió 4 puntos (260); en Sociedad y Naturaleza subió 1 puntos, alcanzando 251 y 259 puntos respectivamente.
En cuarto básico, Lenguaje subió 2 puntos logrando los 262. En cambio, Matemática y Naturaleza aumentaron en 6 puntos, registrando 252 y 256 puntos respectivamente.
Ante los resultados, el ministro de educación, Joaquín Lavín, señaló que "necesitamos un punto de inflexión que marque una nueva era", ya que según sus cifras de la década, el Simce sólo ha subido tres puntos, y si seguimos a así "nos vamos a demorar 100 años en lograr el aprendizaje esperado", y esas curvas "no van a cambiar nunca", consignó el medio.
Profesores, disciplina y asistencia, los factores clave para mejorar resultados del Simce
En esta edición del test que se aplicó a 4° y 8° básico se midieron también cuáles son las variables comunes de los colegios que concentran los mejores puntajes.
Por Bárbara Covarrubias, Emol
Miércoles 2 de Junio de 2010 12:17
El Ministerio de Educación instruirá a los colegios para que realicen programas de nivelación para ayudar a los niños que presentan mayores dificultades.
Foto: El Mercurio
SANTIAGO.- Al entregar los resultados de la prueba Simce 2009 aplicada a los alumnos de 4° y 8° Básico, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, destacó que en esta oportunidad se midieron los factores comunes en los colegios que presentan los mayores puntajes en la prueba que evalúa los conocimientos relevantes de Lenguaje y Comunicación y Matématica.
Según explicó la autoridad, entre las características comunes de los colegios en los que se concentran los alumnos que manejan de buena manera los aprendizajes esperados para su nivel están la calidad de los profesores, la disciplina y orden en la sala; además del nivel de asistencia de los alumnos.
"Los buenos profesores son clave y eso se determina comparando los resultados del Simce con los de la Evaluación Docente de los colegios municipales. La medición indica que hay una correlación positiva y significativa", puntualizó el secretario de Estado, dejando el rol que cumple también en el mejoramiento de la calidad de Educación, la preparación de quienes enseñan.
En cuanto a la medición de la disciplina en clases, ésta se hizo a través de una encuesta a los alumnos para establecer cuánto se demora un profesor en iniciar la clase y cuánto rato perdura el orden. "La correlación establecida es que mientras más orden en la clase, mejores son los resultados del Simce", dijo Lavín.
La asistencia a clase también se vuelve fundamental a la hora de obtener buenos resultados en esta prueba, ante lo cual el ministro indicó que "aunque parezcan cosas obvias, son importantes y se deben tratar con mucha atención".
Recomendaciones para los colegios
El ministro además entregó una serie de recomendaciones a los colegios para revertir cuanto antes los malos resultados que presentaron la mayoría de los establecimientos educacionales del país, incluso en los estratos socioeconómicos altos, donde la escolaridad mensual puede superar los 300 mil pesos.
"Se debe incentivar la asistencia a clases, incluso hay colegios municipales que están premiando la asistencia a clases. A ello se suma mantener un ambiente ordenado de trabajo, con mucha disciplina y respeto", señaló.
Asimismo, el ministerio recomienda el aumento de las horas lectivas de Matemática y Lenguaje, sin aumentar la jornada escolar, sino haciendo uso de las horas de libre disposición que tienen los establecimientos para programar su currículum.
La implementación de programas de nivelación, con horas de clase extra, para los alumnos que estás más retrasado es otra de las medidas que ayudarían a superar la brecha entre los resultados obtenidos y piso base de conocimientos que deben manejar los niños en los cursos en los cuales son medidos.
"En muchos cursos hay un alto porcentaje de alumnos que va atrasado respecto a sus compañeros y hay que preocuparse de ellos, para lo que también hay que aprovechar al máximo los textos escolares y las bibliotecas", aseveró Lavín.
27 DE ENERO DE 2010
OCDE: “Chile debe mejorar la calidad de su educación”
"Mejorar la calidad del capital humano es importante para Chile para aumentar su productividad, aumentar el empleo y los ingresos y junto con ello disminuir las desigualdades de ingresos entre los ciudadanos", sostiene un informe elaborado por la entidad.
por EL MOSTRADOR
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) aseguró que uno de los grandes desafíos que debe enfrentar Chile es mejorar la calidad de su educación pública.
En su informe “Revisión económica: Chile 2010″, la organización aseguar que si bien la economía nacional ha logrado importantes logros en esta materia, aún existe un déficit respecto a los estándares que exige la OCDE.
“Mejorar la calidad del capital humano es importante para Chile para aumentar su productividad, aumentar el empleo y los ingresos y junto con ello disminuir las desigualdades de ingresos entre los ciudadanos”, sostiene el documento.
Para revertir la situación, la entidad aconseja a Chile a contar con mejores profesores.
“Chile debe aspirar a atraer a personas calificadas a la profesión e impulsar iniciativas para mejorar la formación inicial del profesorado”, explica la OCDE.
En esa línea, señala que “los profesores son el insumo más importante en la educación. Incluso está demostrado que nivel de los docentes está íntimamente ligado con el desempeño de los estudiantes”.
De igual modo, asegura que Chile tendrá que poner especial énfasis en los estudiantes de menos ingresos, antes que intentar subir el promedio de todo el sistema.
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Legionarios de Cristo: una multinacional ultraconservadora en plena descomposición…
Los Legionarios se tambalean
Los 80.000 miembros de la orden esperan divididos la actuación del Vaticano – El Papa afronta la renovación tras destapar los "gravísimos delitos" de Maciel
MIGUEL MORA – Roma – 09/05/2010
"Antes creíamos que el padre Maciel era un santo. Ahora muchos sabemos que era solo un delincuente que utilizó esa imagen de santidad para embaucar y delinquir impunemente toda la vida. Pero lo peor es que la actual cúpula del movimiento lo sabía. Lo ha dicho el Papa, y más claro no lo podía decir". La reflexión, pronunciada con una sonrisa de amargura, la hace en Roma un ex miembro español de los Legionarios de Cristo.
Este laico abandonó hace unos años la congregación fundada por Marcial Maciel en 1941. Conoció personalmente al santo embaucador, y todavía mantiene amigos en la Legión. Aunque pide mantener el anonimato por miedo a "las represalias", ha conocido las entrañas del monstruo y las resume: "Terror, mística, disciplina, engaño, explotación".
El golpe asestado a la reaccionaria multinacional de élite por el Papa el 1 de mayo pasado, cuando censuró sin ambages la vida y el carisma del padre Marcial Maciel Degollado (México, 1920-Estados Unidos, 2008) por "sus gravísimos delitos" y "su vida carente de escrúpulos y sentimiento religioso", ha despertado del sueño de los justos a los cerca de 80.000 miembros que la Legión y el Regnum Christi (el ala laica) tienen hoy en 38 países de cuatro continentes.
El movimiento se mueve hoy entre la esperanza de muchos ante la toma de control del Papa Benedicto XVI y el pavor de otros a perder una impunidad que duró décadas. "El clima es de profunda división, miedo y desconfianza", explica Juan (nombre supuesto). "El cisma de algunos iluminados parece posible; la disolución, si fracasa la refundación, no es improbable. Algunos curas no se fían de sus superiores y han rogado al Vaticano que los echen; muchos otros siguen agarrados al fanatismo y al carisma de Maciel. Los laicos darán problemas bestiales porque no reconocen el sistema jurídico de la Iglesia. El comisario del Papa ordenará una auditoría y probablemente una comisión interna para depurar responsabilidades. Puede pasar de todo".
Como otros hermanos de "Nuestro Padre", Juan creyó ciegamente en Maciel. Ahora se siente estafado, timado. Y traumatizado. "Era un pirata como una casa, un vendebiblias con pretensiones globales, un estafador portentoso", espeta, a medio camino entre el rencor y el aturdimiento, mientras glosa la meteórica carrera de Maciel, "su empuje para abrir las primeras casas en España y Roma antes de haber cumplido 30 años, los vídeos en los que aparecía con Juan Pablo II y se notaba que Wojtyla alucinaba con él".
El Vaticano ha decidido no hacer públicos los detalles de la investigación realizada por los cinco obispos visitadores en los últimos diez meses. Pero poco a poco van saliendo detalles. Los arrepentidos tienen ganas de hablar y de ser escuchados. Pero gracias a la pervivencia de la férrea disciplina (pleitesía, castigos, delaciones, silencio) que impuso Maciel, miles de legionarios de base siguen en la ignorancia más completa sobre sus atrocidades.
En las casas donde viven las esclavas consagradas por Maciel a espaldas del Vaticano, las noticias sobre las fechorías del fundador ni se conocen, como ha explicado esta semana una mujer mexicana que abandonó el Regnum Christi: "Si alguna se enteró en el exterior, se le prohibió hablar. Las directoras se limitaban a decir que era una campaña contra los Legionarios. Viven en una negación constante de lo que escuchan en los medios", ha dicho al diario mexicano Milenio.
"Cuando en 2008 me dijeron que Maciel tenía al menos una mujer y una hija, no podía creérmelo", afirma Juan. "Luego supe que Luis Garza, el vicario general, lo supo tiempo atrás porque arrancó un pelo a la muchacha para hacerle la prueba del ADN. Ahí entendí que la cúpula también está impregnada de la doble personalidad del líder".
En Roma se espera que el Papa dé a conocer en unos días el nombre del comisario que renovará la orden. "Le costará porque no hay voluntarios", bromea el vaticanista Sandro Magister, del sitio digital Chiesa. "Pero la idea del Papa es clara: la cúpula dirigente conocía los secretos de Maciel, y pagará por ello".
Las culpas atribuidas al actual grupo dirigente, en su mayoría mexicanos y españoles, forman un sabroso surtido. En México no han pedido siquiera perdón a las víctimas de los abusos sexuales. Además, han purgado a los críticos, mentido a sabiendas y colaborado necesariamente en algunas de las múltiples barbaridades de Maciel: morfina, amantes, sexo, pederastia, gastos de hasta 50.000 euros diarios, viajes en Concorde a Nueva York para hacerse limpiezas de boca, pasaportes falsos, sobres a la curia, campañas contra los jesuitas y la Teología de la Liberación en alianza con el PRI…
"El sistema de poder está basado en la obediencia ciega. Si no cumples las órdenes, te expulsan. Los actuales dirigentes han concebido ese sistema y lo siguen aplicando", afirma Juan. Esta misma semana, los altos directivos han enviado a sus 850 curas y 2.600 seminaristas una nota interna en la que afirman: hay un solo culpable, el fundador. Para salvarse, el grupo liderado por Álvaro Corcuera (director general) y Luis Garza (vicario general y gerente) no ha dudado en manipular incluso a Ratzinger. Afirman que los periodistas han engañado a la gente, que el Papa no desea refundar el movimiento, que ellos jamás conocieron esos crímenes.
El mecanismo recuerda al que empleaba el fundador con sus primeras víctimas: les convencía de que al masturbarle estaban haciendo una buena obra porque él tenía "permiso especial de Pío XII". Pero la gota va calando. De los 850 sacerdotes de la Legión son solo unos 100 los que creen en el camino de profunda revisión, opina Magister: "Los jerarcas, nombrados en el capítulo general de 1992, siguen fidelísimos al fundador, a Garza y a Corcuera. Mientras la nomenclatura no desaparezca, la renovación será imposible. En estos meses de interregno, están haciendo de todo para consolidar su poder y conquistar apoyos internos".
El Papa, de 83 años, no es precisamente un revolucionario. Pero sabe que se juega su credibilidad en este envite. Renovar la milicia diseñada por Maciel, nacido en Cotija (Michoacán, México) y protegido por cuatro papas distintos y sobre todo por su antecesor, será todo menos fácil. Según ha trascendido, los abusos confirmados por la inspección son de todo tipo: sexuales, religiosos, económicos, sociales… "El Vaticano no sabe ni por dónde empezar. Hay trabajo para 20 obispos y 20 años", resume el ex legionario.
Los Legionarios son un imperio, y el emperador actual es el padre Luis Garza, 53 años, economista de prestigio, miembro de una familia de rancio abolengo mexicano. El vicario general es además jefe de la Legión en Italia, y sobre todo máximo ejecutivo de Integer, caja fuerte de las obras de la Legión en el mundo: paga nóminas a 22.000 personas y su patrimonio estimado es de 25.000 millones de euros.
A través de Integer, Garza domina a su antojo un señorío global: 15 universidades, 50 institutos de educación superior, 176 colegios, 132.300 alumnos, 75.000 miembros del Regnum Christi, 1.064 laicos consagrados, casas en 22 países.
Solo en España, un tesoro. Maciel llegó a Comillas en 1946 con 32 adolescentes dispuesto a iniciar su expansión internacional, que acabaría llegando hasta Nueva Zelanda, Filipinas, Líbano, Israel. Hoy, la Legión española tiene siete colegios (en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia), una universidad, tres seminarios y varios clubes juveniles y casas laicas.
La arrogancia y la sensación de impunidad de la Legión están justificadas. En la sección española de la organización religiosa pululan algunos de los más ricos y poderosos personajes del país. Maciel siempre apuntó muy arriba: de ahí venían las donaciones sabrosas y el glamour. Koplowitz, Oriol, Ruiz-Mateos, las hermanas de Ana Botella, Ángel Acebes, Gustavo Villapalos… Todos pertenecen o han pertenecido al Regnum Christi. Quizá algunos de ellos renieguen ahora.
Ratzinger ha enviado a la Legión un mensaje inequívoco: vuestro amado líder era un delincuente, y la impunidad en la que os habéis movido se acabó. Lo decía un legionario en un blog religioso el 1 de mayo: "Interpretando lo que dice el comunicado: nos han pillado. Se nos cayó el teatrito. Game over".
Pero el futuro presenta más dudas que certezas. El filósofo Paolo Flores D’Arcais se pregunta: "¿Podrá la jerarquía que ha tapado y tolerado durante décadas los crímenes de Maciel limpiar esta orden multimillonaria y hermética? ¿Podrá hacerlo sin herirse a sí misma en el camino?". Y se responde: "La única forma de demostrar que el Papa va de verdad en serio es abrir los archivos y poner a disposición de la justicia civil los delitos e indicios que ha descubierto su investigación".
El proceso de purificación parece inexorable. Pero, en el fondo, suena a misión imposible. Porque, como dice Flores D’Arcais, "no se trata tanto de refundar una orden como de reescribir entera la historia del catolicismo del siglo XX".
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Legionarios de Cristo: las 900 esclavas de Maciel…
Los Legionarios crearon una orden de mujeres sin aval de Roma – Tenían que entregar su dinero y vivir aisladas
MIGUEL MORA – Roma – 07/05/2010
Tras la condena vaticana a Marcial Maciel y el anuncio de refundación y la toma de control por parte del papa Benedicto XVI de los Legionarios de Cristo, empiezan a trascender detalles de la investigación realizada en los últimos 10 meses por los cinco enviados pontificios. Según ha publicado el diario mexicano Milenio, durante la investigación en México, el Vaticano descubrió que Maciel -polígamo y pederasta, fallecido en 2008- había creado una congregación femenina sin el aval de Roma, compuesta por 900 jóvenes que vivían en condiciones de "virtual esclavitud".
El rotativo afirma que las "religiosas" eran aisladas al ingresar y sólo podían visitar a sus familias 15 días cada siete años y recibir una llamada telefónica al mes; sus padres podían visitarlas una vez al año. Las mujeres, que pertenecían a la rama laica de la orden, Regnum Christi, eran reclutadas entre familias adineradas de España, México, EE UU, Francia, Italia, Alemania y Nueva Zelanda.
Las consagradas debían ser "mujeres sonrientes, con buenos modales, de buena presencia y escasa formación cultural y religiosa", afirmó el periódico. Entre sus obligaciones estaban las de "no criticar" jamás los actos de los directivos de la orden y delatar a quien lo hiciera.
Según Milenio, a los 15 años de haber sido consagradas con los votos tradicionales -castidad, obediencia y pobreza- se les exigía entregar la mitad de sus bienes y a los 25 años, la totalidad. Además, afirma el diario, "para el cumpleaños de Maciel, cada 10 de marzo, se les solicitaba un regalo económico, que consistía en un cheque de unos 250.000 dólares".
La investigación ha destapado otros terribles episodios dentro de la orden. El obispo mexicano de Tepic, Ricardo Watty, uno de los cinco prelados que han investigado a la Legión, ha revelado que entregó al Papa documentación de un grupo de legionarios que sufrieron abusos sexuales por parte del fundador de la Legión, y ha dicho que probablemente Benedicto XVI se encontrará con las víctimas. Watty dijo a Televisa: "Hay muchos elementos de la personalidad del padre Marcial que sí impregnó [a los sacerdotes y miembros del movimiento}. De todo eso hay que liberar a la Legión. Son personas buenas, pero en una cubierta muy dañada, mala".
El escándalo de los abusos no deja de dar titulares en todo el mundo. Ratzinger aceptó ayer la renuncia del obispo irlandés Joseph Duffy, culpable de haber encubierto abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes, informó el Vaticano. La dimisión se produce oficialmente por motivos de edad, pues Duffy cumplió 76 años. El Papa tiene la facultad de aceptar o no una renuncia a esa edad.
Ya son cuatro los obispos irlandeses destituidos en los últimos meses tras conocerse los dos informes oficiales -el Informe Ryan y el Informe Murphy- que desvelaron que durante 70 años centenares de niños de Irlanda sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes.
Maciel consagró a 900 mujeres… para explotarlas
Los obispos visitadores se sorprendieron al conocer la existencia de consagradas en el Regnum Christi y de la rigurosa normatividad en la que viven, la cual no aceptaría la Iglesia católica en la actualidad.
Lun, 03/05/2010 – 05:02
Para el fundador de Legionarios de Cristo era importante la participación femenina, pero sólo para conseguir donativos. Archivo
México.- Mujeres sonrientes, con buenos modales, de buena presencia y escasa formación cultural y religiosa, que decidieron consagrar su vida al Regnum Christi de los Legionarios de Cristo, viven sometidas en los centros de la congregación en una esclavitud voluntaria que les impide opinar, tener amistades y cercanía con su familia. Bajo un régimen de control total se les ha utilizado por décadas para obtener recursos y vocaciones. Y todo en nombre de Dios.
A cuarenta años de haberse integrado el primer grupo de consagradas, creado por Marcial Maciel, se descubrió que no están reconocidas por la Santa Sede, incluso los visitadores apostólicos se sorprendieron al conocer de su existencia y de la rigurosa normatividad en la que viven, la cual no aceptaría la Iglesia católica en la actualidad.
Actualmente son cerca de 900, provenientes de España, México, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Nueva Zelanda, principalmente. En el país son aproximadamente 300 en sus centros instalados en Monterrey (hay dos casas, una con 50 y otra con 150 jóvenes recién consagradas), Distrito Federal (cinco casas), Puebla, León, Saltillo, Mérida, Guadalajara y Cotija.
Perdidas en el laberinto de esa normatividad, han creado una figura “híbrida” que fue aprovechada por su fundador, que las convirtió en su ejército femenil. Tan sólo para el cumpleaños de éste, cada 10 de marzo se les solicitaba un “regalo económico”, un cheque aproximado de 250 mil dólares, cantidad que cada año se intentaba superar.
Según los Estatutos del Regnum Christi (RC), en el capítulo dedicado al tercer grado, de los que tiene copia MILENIO Diario, se establece un total sometimiento de juicio y se les exige que a los 15 años de haber sido consagradas entreguen la mitad de sus bienes patrimoniales presentes y futuros a la Legión y a los 25 años el total de éste, de los cuales no se dispondrá en vida de la donante, sólo de su usufructo.
Además, se indica que si cuentan con bienes al integrarse al RC los podrán conservar, y adquirir más, pero no administrar. Y podrán disponer del usufructo de éstos, pero sólo para obras de caridad y de ayuda al movimiento legionario.
A estas jóvenes diseñadas para ser sometidas se les recluta en sus colegios, entre los grupos de colaboradores y las secciones de jóvenes, las consagran desde los 17 años de edad y se les solicita a sus padres, si pueden pagar, 7 mil dólares anuales para su mantenimiento; en México durante varios años se les pedía una mensualidad aproximada de dos mil a tres mil pesos, para cubrir los gastos de la casa en donde vivían.
Son aisladas desde el primer momento en que ingresan, las normas son claras: con sus familiares pueden estar 15 días cada 7 años y una vez al año las pueden ver sus padres, en las ciudades en donde éstas se encuentren. También, tienen derecho a una llamada mensual que realiza la familia. Pero esta regla se puede romper si requieren conseguir recursos para los centros.
Para estas mujeres laicas, que no están consagradas como las religiosas de otras congregaciones, hay permisos especiales para salir del centro e ir con sus familias, los cuales se otorgan en caso de que su padre o madre se encuentren enfermos de muerte, sólo son ocho días, si en ese lapso no fallece, se regresan y es algo extraordinario conseguir otro pase.
Al interior del centro tienen prohibido hablar de lo personal entre ellas. Ahí debe reinar siempre el silencio, excepto en la media hora destinada para la comida y los 10 minutos que se les concede al final del día para charlar. No pueden ayudarse unas a otras en nada sin el permiso de su directora. Todo es controlado, incluso el ir al baño, lo cual tiene que autorizarlo su directora si están en tiempos de convivencia comunitaria.
La inflexible normatividad en la que viven las consagradas las obliga a hablar con su directora cada 15 días de manera confidencial; sin embargo, este diálogo es revelado a sus superiores. Situación que va en contra del derecho canónico (CIC 240,2), la Iglesia no permite que ni siquiera para la ordenación sacerdotal se revelen los contenidos de la dirección espiritual.
También se les asigna uno o dos confesores sacerdotes legionarios, únicos permitidos para confesarse cada semana. Y se les somete a una aplicación de un cuestionario semanal de 45 minutos que las hace sentir culpables y pecadoras, con preguntas como: “¿Soy irresponsable en el empleo del tiempo. Considero la pérdida del tiempo como una falta formal a la pobreza?
Para Marcial Maciel era importante la participación de las mujeres, pero sólo para conseguir donativos y captar vocaciones, porque siempre se opuso a que las consagradas estudiaran. A diferencia de los hombres que ingresan y se integran a las filas de las universidades.
Algunas ex consagradas confiaron a MILENIO Diario que a ellas, desde su adhesión, se les dijo que no era necesario que concluyeran carreras universitarias, algunas por seguir a Cristo abandonaron sus estudios; otras los continúan, pero asesoradas de manera individual por profesoras y aisladas de los centros universitarios.
La mayoría de las profesoras que les imparten los cursos pertenecen a la Legión, tienen poca capacitación y no se han titulado. Estas mujeres pueden estudiar publicidad, técnicas de comunicación humana y pedagogía, entre otras, pero “no la medicina”.
Pese a que el derecho canónico en el número 822 recomienda que se usen los medios de comunicación, pero con prudencia para cuidar la castidad, ellas no tienen acceso a prensa, televisión, radio e internet libre.
Bajo este régimen, un número importante de ellas se enferma y de acuerdo a testimonios de médicos y siquiatras que las atienden, acreditan que son mujeres sanas, pero antes de cumplir 30 años de edad tienen síntomas serios de “fibromialgia, neurosis, colitis, gastritis, transtornos del sueño y depresión”.
Las normas estrictas y los horarios a los que están sometidas les generan ansiedad, “obsesión y perfeccionismo, así como despersonalización, con actitudes regresivas.
En su vida cotidiana “no hay libertad por la opción personal, básica para una vida adulta plena y feliz, por lo que caen fácilmente en desesperación, desánimo y crisis emocionales.
Por eso muchas de ellas no rebasan los 40 años en ese estilo de vida, algunas se van enfermas y afectadas. Pero en una indefensión total, porque de acuerdo con su normatividad, si se enferma síquicamente se le envía de regreso a su casa.
– Claves
Reclutadas
• En sus promesas, además de castidad, pobreza y obediencia, tienen que cumplir otras tres: nunca desear… ni intrigar para alcanzar o conservar cargos o dignidades en el movimiento.
• No criticar jamás externamente, con palabras, escritos o de cualquier otro modo, ningún acto de gobierno, ni la persona de ningún director del movimiento y avisar de inmediato al director quién es el que critica. Evitar la crítica, la murmuración, los particularismos y la intriga, creando un ambiente de estima.
• De las consagradas el 8 de diciembre de 1969 sólo quedan 4, dos hermanas de apellido Magaña; Patricia Bannon (hermana de quien fue director territorial de la Legión en Estados Unidos) y Margarita Estrada.
Eugenia Jiménez
Milenio.mx
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Hans Küng, el más importante teólogo católico, llama a la rebelión contra el Papa…
Carta abierta a los obispos católicos de todo el mundo
HANS KÜNG 15/04/2010
El teólogo Hans Küng juzga el pontificado de Benedicto XVI como el de las oportunidades perdidas. En el quinto aniversario de su llegada al Vaticano, pide al clero que reaccione ante la crisis de la Iglesia, agudizada por los abusos a menores
Estimados obispos,
Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, y yo fuimos entre 1962 1965 los dos teólogos más jóvenes del concilio. Ahora, ambos somos los más ancianos y los únicos que siguen plenamente en activo. Yo siempre he entendido también mi labor teológica como un servicio a la Iglesia. Por eso, preocupado por esta nuestra Iglesia, sumida en la crisis de confianza más profunda desde la Reforma, os dirijo una carta abierta en el quinto aniversario del acceso al pontificado de Benedicto XVI. No tengo otra posibilidad de llegar a vosotros.
Aprecié mucho que el papa Benedicto, al poco de su elección, me invitara a mí, su crítico, a una conversación de cuatro horas, que discurrió amistosamente. En aquel momento, eso me hizo concebir la esperanza de que Joseph Ratzinger, mi antiguo colega en la Universidad de Tubinga, encontrara a pesar de todo el camino hacia una mayor renovación de la Iglesia y el entendimiento ecuménico en el espíritu del Concilio Vaticano II.
Mis esperanzas, y las de tantos católicos y católicas comprometidos, desgraciadamente no se han cumplido, cosa que he hecho saber al papa Benedicto de diversas formas en nuestra correspondencia. Sin duda, ha cumplido concienzudamente sus cotidianas obligaciones papales y nos ha obsequiado con tres útiles encíclicas sobre la fe, la esperanza y el amor. Pero en lo tocante a los grandes desafíos de nuestro tiempo, su pontificado se presenta cada vez más como el de las oportunidades desperdiciadas, no como el de las ocasiones aprovechadas:
– Se ha desperdiciado la oportunidad de un entendimiento perdurable con los judíos: el Papa reintroduce la plegaria preconciliar en la que se pide por la iluminación de los judíos y readmite en la Iglesia a obispos cismáticos notoriamente antisemitas, impulsa la beatificación de Pío XII y sólo se toma en serio al judaísmo como raíz histórica del cristianismo, no como una comunidad de fe que perdura y que tiene un camino propio hacia la salvación. Los judíos de todo el mundo se han indignado con el predicador pontificio en la liturgia papal del Viernes Santo, en la que comparó las críticas al Papa con la persecución antisemita.
– Se ha desperdiciado la oportunidad de un diálogo en confianza con los musulmanes; es sintomático el discurso de Benedicto en Ratisbona, en el que, mal aconsejado, caricaturizó al islam como la religión de la violencia y la inhumanidad, atrayéndose así la duradera desconfianza de los musulmanes.
– Se ha desperdiciado la oportunidad de la reconciliación con los pueblos nativos colonizados de Latinoamérica: el Papa afirma con toda seriedad que estos "anhelaban" la religión de sus conquistadores europeos.
– Se ha desperdiciado la oportunidad de ayudar a los pueblos africanos en la lucha contra la superpoblación, aprobando los métodos anticonceptivos, y en la lucha contra el sida, admitiendo el uso de preservativos.
– Se ha desperdiciado la oportunidad de concluir la paz con las ciencias modernas: reconociendo inequívocamente la teoría de la evolución y aprobando de forma diferenciada nuevos ámbitos de investigación, como el de las células madre.
– Se ha desperdiciado la oportunidad de que también el Vaticano haga, finalmente, del espíritu del Concilio Vaticano II la brújula de la Iglesia católica, impulsando sus reformas.
Este último punto, estimados obispos, es especialmente grave. Una y otra vez, este Papa relativiza los textos conciliares y los interpreta de forma retrógrada contra el espíritu de los padres del concilio. Incluso se sitúa expresamente contra el concilio ecuménico, que según el derecho canónico representa la autoridad suprema de la Iglesia católica:
– Ha readmitido sin condiciones en la Iglesia a los obispos de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, ordenados ilegalmente fuera de la Iglesia católica y que rechazan el concilio en aspectos centrales.
– Apoya con todos los medios la misa medieval tridentina y él mismo celebra ocasionalmente la eucaristía en latín y de espaldas a los fieles.
– No lleva a efecto el entendimiento con la Iglesia anglicana, firmado en documentos ecuménicos oficiales (ARCIC), sino que intenta atraer a la Iglesia católico-romana a sacerdotes anglicanos casados renunciando a aplicarles el voto de celibato.
– Ha reforzado los poderes eclesiales contrarios al concilio con el nombramiento de altos cargos anticonciliares (en la Secretaría de Estado y en la Congregación para la Liturgia, entre otros) y obispos reaccionarios en todo el mundo.
El Papa Benedicto XVI parece alejarse cada vez más de la gran mayoría del pueblo de la Iglesia, que de todas formas se ocupa cada vez menos de Roma y que, en el mejor de los casos, aún se identifica con su parroquia y sus obispos locales.
Sé que algunos de vosotros padecéis por el hecho de que el Papa se vea plenamente respaldado por la curia romana en su política anticonciliar. Esta intenta sofocar la crítica en el episcopado y en la Iglesia y desacreditar por todos los medios a los críticos. Con una renovada exhibición de pompa barroca y manifestaciones efectistas cara a los medios de comunicación, Roma trata de exhibir una Iglesia fuerte con un "representante de Cristo" absolutista, que reúne en su mano los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Sin embargo, la política de restauración de Benedicto ha fracasado. Todas sus apariciones públicas, viajes y documentos no son capaces de modificar en el sentido de la doctrina romana la postura de la mayoría de los católicos en cuestiones controvertidas, especialmente en materia de moral sexual. Ni siquiera los encuentros papales con la juventud, a los que asisten sobre todo agrupaciones conservadoras carismáticas, pueden frenar los abandonos de la Iglesia ni despertar más vocaciones sacerdotales.
Precisamente vosotros, como obispos, lo lamentaréis en lo más profundo: desde el concilio, decenas de miles de obispos han abandonado su vocación, sobre todo debido a la ley del celibato. La renovación sacerdotal, aunque también la de miembros de las órdenes, de hermanas y hermanos laicos, ha caído tanto cuantitativa como cualitativamente. La resignación y la frustración se extienden en el clero, precisamente entre los miembros más activos de la Iglesia. Muchos se sienten abandonados en sus necesidades y sufren por la Iglesia. Puede que ese sea el caso en muchas de vuestras diócesis: cada vez más iglesias, seminarios y parroquias vacíos. En algunos países, debido a la carencia de sacerdotes, se finge una reforma eclesial y las parroquias se refunden, a menudo en contra de su voluntad, constituyendo gigantescas "unidades pastorales" en las que los escasos sacerdotes están completamente desbordados.
Y ahora, a las muchas tendencias de crisis todavía se añaden escándalos que claman al cielo: sobre todo el abuso de miles de niños y jóvenes por clérigos -en Estados Unidos, Irlanda, Alemania y otros países- ligado todo ello a una crisis de liderazgo y confianza sin precedentes. No puede silenciarse que el sistema de ocultamiento puesto en vigor en todo el mundo ante los delitos sexuales de los clérigos fue dirigido por la Congregación para la Fe romana del cardenal Ratzinger (1981-2005), en la que ya bajo Juan Pablo II se recopilaron los casos bajo el más estricto secreto. Todavía el 18 de mayo de 2001, Ratzinger enviaba un escrito solemne sobre los delitos más graves (Epistula de delitos gravioribus) a todos los obispos. En ella, los casos de abusos se situaban bajo el secretum pontificium, cuya vulneración puede atraer severas penas canónicas. Con razón, pues, son muchos los que exigen al entonces prefecto y ahora Papa un mea culpa personal. Sin embargo, en Semana Santa ha perdido la ocasión de hacerlo. En vez de ello, el Domingo de Ramos movió al decano del colegio cardenalicio a levantar urbi et orbe testimonio de su inocencia.
Las consecuencias de todos estos escándalos para la reputación de la Iglesia católica son devastadoras. Esto es algo que también confirman ya dignatarios de alto rango. Innumerables curas y educadores de jóvenes sin tacha y sumamente comprometidos padecen bajo una sospecha general. Vosotros, estimados obispos, debéis plantearos la pregunta de cómo habrán de ser en el futuro las cosas en nuestra Iglesia y en vuestras diócesis. Sin embargo, no querría bosquejaros un programa de reforma; eso ya lo he hecho en repetidas ocasiones, antes y después del concilio. Sólo querría plantearos seis propuestas que, es mi convicción, serán respaldadas por millones de católicos que carecen de voz.
1. No callar: en vista de tantas y tan graves irregularidades, el silencio os hace cómplices. Allí donde consideréis que determinadas leyes, disposiciones y medidas son contraproducentes, deberíais, por el contrario, expresarlo con la mayor franqueza. ¡No enviéis a Roma declaraciones de sumisión, sino demandas de reforma!
2. Acometer reformas: en la Iglesia y en el episcopado son muchos los que se quejan de Roma, sin que ellos mismos hagan algo. Pero hoy, cuando en una diócesis o parroquia no se acude a misa, la labor pastoral es ineficaz, la apertura a las necesidades del mundo limitada, o la cooperación mínima, la culpa no puede descargarse sin más sobre Roma. Obispo, sacerdote o laico, todos y cada uno han de hacer algo para la renovación de la Iglesia en su ámbito vital, sea mayor o menor. Muchas grandes cosas en las parroquias y en la Iglesia entera se han puesto en marcha gracias a la iniciativa de individuos o de grupos pequeños. Como obispos, debéis apoyar y alentar tales iniciativas y atender, ahora mismo, las quejas justificadas de los fieles.
3. Actuar colegiadamente: tras un vivo debate y contra la sostenida oposición de la curia, el concilio decretó la colegialidad del Papa y los obispos en el sentido de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro tampoco actuaba sin el colegio apostólico. Sin embargo, en la época posconciliar los papas y la curia han ignorado esta decisión central del concilio. Desde que el papa Pablo VI, ya a los dos años del concilio, publicara una encíclica para la defensa de la discutida ley del celibato, volvió a ejercerse la doctrina y la política papal al antiguo estilo, no colegiado. Incluso hasta en la liturgia se presenta el Papa como autócrata, frente al que los obispos, de los que gusta rodearse, aparecen como comparsas sin voz ni voto. Por tanto, no deberíais, estimados obispos, actuar solo como individuos, sino en comunidad con los demás obispos, con los sacerdotes y con el pueblo de la Iglesia, hombres y mujeres.
4. La obediencia ilimitada sólo se debe a Dios: todos vosotros, en la solemne consagración episcopal, habéis prestado ante el Papa un voto de obediencia ilimitada. Pero sabéis igualmente que jamás se debe obediencia ilimitada a una autoridad humana, solo a Dios. Por tanto, vuestro voto no os impide decir la verdad sobre la actual crisis de la Iglesia, de vuestra diócesis y de vuestros países. ¡Siguiendo en todo el ejemplo del apóstol Pablo, que se enfrentó a Pedro y tuvo que "decirle en la cara que actuaba de forma condenable" (Gal 2, 11)! Una presión sobre las autoridades romanas en el espíritu de la hermandad cristiana puede ser legítima cuando estas no concuerden con el espíritu del Evangelio y su mensaje. La utilización del lenguaje vernáculo en la liturgia, la modificación de las disposiciones sobre los matrimonios mixtos, la afirmación de la tolerancia, la democracia, los derechos humanos, el entendimiento ecuménico y tantas otras cosas sólo se han alcanzado por la tenaz presión desde abajo.
5. Aspirar a soluciones regionales: es frecuente que el Vaticano haga oídos sordos a demandas justificadas del episcopado, de los sacerdotes y de los laicos. Con tanta mayor razón se debe aspirar a conseguir de forma inteligente soluciones regionales. Un problema especialmente espinoso, como sabéis, es la ley del celibato, proveniente de la Edad Media y que se está cuestionando con razón en todo el mundo precisamente en el contexto de los escándalos por abusos sexuales. Una modificación en contra de la voluntad de Roma parece prácticamente imposible. Sin embargo, esto no nos condena a la pasividad: un sacerdote que tras madura reflexión piense en casarse no tiene que renunciar automáticamente a su estado si el obispo y la comunidad le apoyan. Algunas conferencias episcopales podrían proceder con una solución regional, aunque sería mejor aspirar a una solución para la Iglesia en su conjunto. Por tanto:
6. Exigir un concilio: así como se requirió un concilio ecuménico para la realización de la reforma litúrgica, la libertad de religión, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, lo mismo ocurre en cuanto a solucionar el problema de la reforma, que ha irrumpido ahora de forma dramática. El concilio reformista de Constanza en el siglo previo a la Reforma acordó la celebración de concilios cada cinco años, disposición que, sin embargo, burló la curia romana. Sin duda, esta hará ahora cuanto pueda para impedir un concilio del que debe temer una limitación de su poder. En todos vosotros está la responsabilidad de imponer un concilio o al menos un sínodo episcopal representativo.
La apelación que os dirijo en vista de esta Iglesia en crisis, estimados obispos, es que pongáis en la balanza la autoridad episcopal, revalorizada por el concilio. En esta situación de necesidad, los ojos del mundo están puestos en vosotros. Innúmeras personas han perdido la confianza en la Iglesia católica. Para recuperarla sólo valdrá abordar de forma franca y honrada los problemas y las reformas consecuentes. Os pido, con todo el respeto, que contribuyáis con lo que os corresponda, cuando sea posible en cooperación con el resto de los obispos; pero, si es necesario, también en solitario, con "valentía" apostólica (Hechos 4, 29-31). Dad a vuestros fieles signos de esperanza y aliento y a nuestra iglesia una perspectiva.
Os saluda, en la comunión de la fe cristiana, Hans Küng.
Traducción: Jesús Alborés Rey
Hans Küng es catedrático emérito de Teología Ecuménica en la Universidad de Tubinga (Alemania) y presidente de Global Ethic.
EL PAIS.COM
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Una respuesta al Papa: “una versión brutal del catolicismo”, por Sinead O’Connor…
El Vaticano actúa como si no creyera en un Dios que todo lo ve
Sinead O´Connor
Para LA NACION
Martes 13 de abril de 2010
DUBLIN.- Cuando era niña, Irlanda era una teocracia católica. Si se acercaba un obispo por la calle, la gente se apartaba para dejarle paso. Si asistía a un acontecimiento deportivo, el equipo se aproximaba a arrodillarse y besarle el anillo. Si alguien cometía un error, en vez de decir "nadie es perfecto", decíamos: "Podría pasarle hasta a un obispo".
Esta última frase era más certera de lo que imaginábamos. Hace unos días, el papa Benedicto XVI escribió una carta personal en la que pedía perdón -por decir algo- a Irlanda por los decenios de abusos sexuales a menores que cometieron unos sacerdotes en los que se suponía que debían confiar esos niños. Para muchos irlandeses, esa carta del Papa es un insulto no sólo a nuestra inteligencia, sino a nuestra fe y a nuestro país. Para entender por qué, hay que tener en cuenta que los irlandeses hemos sufrido una variante brutal del catolicismo, basada en la humillación de los niños.
Yo lo viví en persona. Cuando era niña, mi madre -una madre maltratadora y todo lo contrario de lo que debe ser una buena madre- me animaba a que robara en las tiendas. En una ocasión me atraparon y pasé 18 meses en el Centro de Formación An Grianan, una institución para niñas con problemas de conducta en Dublín, por recomendación de una trabajadora social. An Grianan era una de las hoy tristemente famosas "lavanderías de las Magdalenas", patrocinadas por la Iglesia, que albergaban a adolescentes embarazadas y a jóvenes poco dóciles. Trabajábamos en el sótano, lavando la ropa de los curas en fregaderos con agua fría y pastillas de jabón. Estudiábamos matemáticas y mecanografía. Teníamos poco contacto con nuestras familias. No cobrábamos ningún sueldo. En mi caso, por lo menos, una de las monjas fue buena conmigo y me regaló mi primera guitarra.
An Grianan era un producto de la relación del gobierno irlandés con el Vaticano; la Iglesia gozó de una posición especial, reconocida en nuestra Constitución hasta 1972. Todavía en 2007, el 98% de los colegios irlandeses estaba en manos de la Iglesia Católica. Pero los colegios para niños difíciles han estado siempre plagados de castigos corporales salvajes, maltratos psicológicos y abusos sexuales. En octubre de 2005, un informe encargado por el Gobierno identificó más de cien acusaciones de abusos sexuales cometidos por sacerdotes entre 1962 y 2002 en Ferns, un pueblo a unos cien kilómetros al sur de Dublín. La policía no investigó a los sacerdotes acusados; se dijo que padecían un "problema moral". En 2009, un informe similar involucró a los arzobispos de Dublín en la ocultación de varios escándalos de abusos sexuales entre 1975 y 2004.
¿Por qué se toleraba esa conducta criminal? Según el informe de 2009, el "importantísimo papel que ha desempeñado la Iglesia en la vida irlandesa es el motivo por el que se consintió que no se pusiera fin a los abusos cometidos por una minoría de sus miembros".
A pesar de la larga relación de la Iglesia con el gobierno irlandés, la carta en la que el papa Benedicto pide, teóricamente, perdón no asume ninguna responsabilidad por las infracciones de los curas irlandeses. Dice que "antes, la Iglesia en Irlanda debe reconocer ante el Señor y ante los otros los graves pecados cometidos contra unos niños indefensos". ¿Qué hay de la complicidad del Vaticano en esos pecados?
En su texto, Benedicto da la impresión de que se ha enterado hace poco de los abusos. Se presenta como una víctima más: "No tengo más remedio que compartir la desolación y la sensación de traición que habéis experimentado tantos de vosotros al saber de estos actos pecaminosos y criminales y de cómo se ocuparon de ellos las autoridades eclesiásticas en Irlanda". Sin embargo, la carta de infausta memoria que envió Benedicto en 2001 a los obispos de todo el mundo les ordenaba guardar secreto sobre las acusaciones de abusos sexuales so pena de excomunión. Es decir: actualizaba una perniciosa política de la Iglesia, expresada en un documento de 1962, que establecía que tanto los sacerdotes acusados de delitos sexuales como sus víctimas debían "observar el más estricto secreto" y "atenerse a un silencio eterno".
Benedicto, entonces Joseph Ratzinger, era cardenal cuando escribió esa carta. Hoy, cuando ocupa el sillón de San Pedro, ¿vamos a creer que su opinión ha cambiado? ¿Y vamos a conformarnos ante las recientes revelaciones de que en 1996 se negó a destituir a un sacerdote acusado de haber abusado de hasta 200 niños sordos en el Estado norteamericano de Wisconsin?
La carta de Benedicto afirma que su preocupación es "sobre todo, ayudar a sanar a las víctimas". Sin embargo, les niega lo que podría sanarlas: una confesión inequívoca del Vaticano de que ocultó los abusos y de que ahora está tratando de ocultar el ocultamiento. Asombrosamente, el Papa invita a los católicos a "ofrecer vuestro ayuno, vuestras oraciones, vuestra lectura de las Escrituras y vuestras obras de misericordia para obtener la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia de Irlanda". Y sugiere, cosa aún más asombrosa, que las víctimas irlandesas pueden sanar acercándose más a la Iglesia, la misma Iglesia que exigía votos de silencio a los niños víctimas de los abusos, como ocurrió en 1975, en el caso del padre Brendan Smyth, un sacerdote irlandés que más tarde acabó en la cárcel por delitos sexuales repetidos. Muchos irlandeses, cuando se nos pasó la risa, nos dijimos que la idea de que necesitamos la Iglesia para aproximarnos a Jesús es una blasfemia.
Para los católicos irlandeses, lo que insinúa Benedicto -que los abusos sexuales en Irlanda son un problema irlandés- es arrogante y blasfemo. El Vaticano está actuando como si no creyera en un Dios que todo lo ve. Quienes dicen ser los guardianes del Espíritu Santo se dedican a aplastar todo lo que el Espíritu Santo representa. Benedicto es culpable de dar una imagen falsa del Dios al que adoramos. Todos sabemos, en el fondo de nuestro corazón, que el Espíritu Santo es la verdad. Por eso sabemos que Cristo no está con esos que lo invocan con tanta frecuencia.
Los católicos irlandeses tienen una relación disfuncional con una organización que comete abusos. El Papa debe hacerse responsable de las acciones de sus subordinados. Si hay sacerdotes católicos que abusan de los niños, es Roma, y no Dublín, la que debe responder por ello, con una confesión inequívoca y sometiéndose a una investigación criminal. Mientras no lo haga, todos los buenos católicos -incluidas las ancianitas que van a misa todos los domingos, no sólo los cantantes de protesta como yo, a quienes el Vaticano puede ignorar sin problema- deberían dejar de acudir al templo. Ha llegado la hora de que en Irlanda separemos a nuestro Dios de nuestra religión y nuestra fe de sus supuestos dirigentes.
Hace casi 18 años, rompí una fotografía del papa Juan Pablo II en un episodio de Saturday Night Live . Muchos no entendieron la protesta. La semana siguiente, el presentador invitado del programa, el actor Joe Pesci, dijo que, si hubiera estado presente, me hubiera dado una bofetada. Yo sabía que mi acción iba a causar problemas, pero quería provocar un debate necesario; ése es uno de los ingredientes de ser artista. Lo único que lamenté fue que la gente pensara que no creía en Dios. No es verdad, en absoluto. Soy católica de nacimiento y cultura, y sería la primera en presentarme a la puerta de la iglesia si el Vaticano ofreciera una reconciliación sincera.
Mientras Irlanda soporta la ofensiva carta con la que Roma pide perdón y un obispo irlandés dimite, pido a los estadounidenses que comprendan por qué una mujer católica irlandesa que sobrevivió a los malos tratos de niña pudo querer romper la foto del Papa. Y que piensen si a los católicos irlandeses, por no atrevernos a decir que nos merecemos algo mejor, se nos debe tratar como si mereciéramos algo peor.
© Sinead O´Connor y LA NACION.AR
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Iglesia Católica y abusos sexuales: la carta del Papa, una nueva cortina de humo…
El Papa abrirá una investigación en las diócesis irlandesas con casos de pederastia
"Es lógico que encontréis difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia y en su nombre expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que todos sentimos", dice a las víctimas
MÓNICA ANDRADE – Roma – 20/03/2010
Benedicto XVI ha anunciado que va a iniciar una inspección en "algunas diócesis de Irlanda, así como en los seminarios y congregaciones religiosas" donde se han producido casos de pederastia con objeto de "ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación". En su carta pastoral dirigida a la Iglesia irlandesa, y dada hoy a conocer, el Papa acusa a los sacerdotes y religiosos que han cometido abusos de "traicionar la confianza" depositada por "jóvenes inocentes" y advierte de que deberán responder por ello "ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos".
Carta pastoral del Papa a los católicos de Irlanda
DOCUMENTO (PDF – 59Kb) – 20-03-2010
Texto íntegro de la Carta enviada por Benedicto XVI a los católicos irlandeses sobre los casos de abusos a menores
En su carta, el Papa comparte la "desazón y el sentimiento de traición" que muchos han experimentado al enterarse de esos "actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda" y explica que decidió escribirla por la "gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada" que han recibido por parte de las autoridades eclesiásticas irlandesas y para expresar su "cercanía" y proponer un camino de "curación, renovación y reparación".
La carta es un llamamiento para frenar la crisis abierta no sólo en Irlanda sino en toda Europa a raíz de los acontecimientos que día tras día se van conociendo en Holanda, Suiza, Alemania, Austria, Italia y ahora también en España. En ella, Benedicto XVI se dirige tanto a obispos, sacerdotes y religiosos como a los jóvenes que han sufrido los abusos, a sus padres y a todos los feligreses en general. A cada uno de estos grupos, les dedica un punto de los 14 que la componen.
El Papa se muestra especialmente duro con los obispos al decirles que algunos "han fracasado, a veces lamentablemente, a la hora de aplicar las normas del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños" y de haber cometido "graves errores en respuesta a las acusaciones". Ahora, les exhorta a cooperar con las autoridades y alienta a los laicos para que desempeñen el papel que le corresponde dentro de la Iglesia.
A los sacerdotes y religiosos que han abusado de menores, les responsabiliza de haber causado un "inmenso daño a las víctimas, a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa" y de de arrojar "vergüenza y deshonor" sobre sus semejantes. Les pide que examinen su conciencia, asuman su responsabilidad y expresen su pesar con humildad.
Antes, el Pontífice dirige palabras de afecto para las víctimas que nunca podrán borrar el mal que han sufrido. "Habéis sufrido inmensamente y me apesadumbra tanto", escribe. "Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad", añade al mismo tiempo que confía en que no pierdan la esperanza y que recuerden a Jesucristo, víctima también de "la injusticia y el pecado".
La carta traza un recorrido histórico de la Iglesia irlandesa, en el que reconoce su importancia, y en la que detecta una crisis en las últimas décadas debida a la transformación y secularización que ha sufrido la sociedad. Un cambio demasiado veloz que ha llevado incluso a "sacerdotes y religiosos a adoptar formas de pensamiento y de juicio de la realidad secular sin referencia suficiente al Evangelio" y en algunas ocasiones a "entender mal el programa de renovación propuesto por el Concilio Vaticano II". El Papa se refiere en concreto a la tendencia de "evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares".
Además señala los factores negativos que han conducido a esa crisis. Entre ellos, los procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, la insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados, la tendencia de la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos cuyo resultado fue la falta de aplicación de las penas canónicas en vigor y de la salvaguardia de la dignidad de cada persona.
Poco después de hacerse pública la pastoral, One in Four, una de las asociaciones que agrupa a jóvenes que han sufrido abusos emitía un comunicado donde dice sentirse "profundamente decepcionada" porque creen que la carta "está muy lejos de responder a las preocupaciones" de las víctimas. Se lamentan de que esté excesivamente centrada en los sacerdotes irlandeses y olvide "la responsabilidad del Vaticano".
Asociaciones irlandesas de víctimas se sienten "decepcionadas" por la misiva del Papa
Se quejan de que obvia la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales a menores
AGENCIAS – Dublín – 20/03/2010
Los grupos de víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes pederastas en Irlanda se han declarado decepcionados por el contenido de la Carta pastoral en la que el Papa Benedicto XVI abordó hoy este asunto. "Sentimos que la carta se queda corta a la hora de tratar las preocupaciones de la víctimas", ha dicho Maeve Lewis, de la asociación One in Four.
En opinión de Lewis, el Papa dirige sus críticas principalmente hacia los curas irlandeses de bajo rango, al tiempo que se olvida de la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales de menores, no sólo en Irlanda, sino en todo el mundo. Así mismo, se queja de que la misiva del Papa no pida la dimisión del primado de la Iglesia Católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, como han pedido las víctimas.
Otra víctima de los abusos sexuales, Andrew Madden, ha publicado hoy un comunicado en el que dice que la misiva "no aborda este asunto con total seriedad". "El contexto es, por supuesto, inapropiado, ya que por definición, una Carta pastoral está dirigida sólo a los católicos practicantes y, por tanto, hace caso omiso de mucha otra gente que se ha visto afectada por esta cuestión".
Los escándalos sexuales de la Iglesia: Papa acusado de complicidad…
Cerco a Ratzinger en Alemania
LAURA LUCCHINI – Berlín – 21/03/2010
La pastoral del Pontífice no hace mención alguna a los escándalos en el seno de la Iglesia alemana, mientras el país está que arde. Las últimas informaciones en la prensa nacional disparan directamente contra el propio Ratzinger. El semanario Der Spiegel publicaba ayer nuevos detalles sobre el sacerdote pedófilo Peter Hullermann, que fue ocultado en Baviera, cuando Joseph Ratzinger era obispo en Múnich, en 1980. Según la citada investigación periodística, el Papa era "más consciente de lo que se ha contado hasta ahora" de que aquel sacerdote de Essen era un abusador.
En una carta enviada entonces desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich de los abusos que Hullermann había cometido. Asimosmo, en una entrevista en la cabecera alemanaTagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, confirma que alertó a los colegas de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además "no manifestaba intención de cambiar". La Iglesia católica, sin embargo, no escuchó estos avisos.
En consecuencia, Joseph Ratzinger, cuando era obispo en Múnich y responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas, habría ocultado "conscientemente" al pederasta, lo que le permitió volver a delinquir y por lo que después fue condenado. Hullermann fue trasladado a Baviera con la directa aprobación del actual Papa.
Hullermann debería haber hecho en Múnich una "psicoterapia" y, sin embargo, volvió a trabajar en seguida, también con niños. Cuando el sacerdote volvió a abusar de un menor, en 1986, Ratzinger ya estaba en Roma. Según argumentó el Obispado de Múnich, el actual Papa no había sido informado de que el sacerdote volvió a trabajar sin interrupciones.
Las constantes informaciones sobre la corrupción sexual en la Iglesia alemana tienen conmocionado al país. El último caso ha salpicado también al presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, quien supuestamente habría encubierto a un pederasta en 1991, sin denunciar los hechos a la fiscalía. Zollitsch era responsable de recursos humanos en la diócesis de Friburgo, desde donde ordenó la jubilación anticipada del párroco Franz B., que entre 1968 y 1991 había abusado de, al menos, 17 niños y adolescentes. La historia ha sido recopilada por la televisión ARD, y el diario Badische Zeitung.
En el programa de televisión citado una víctima relató los abusos que sufrió desde los 11 hasta los 17 años. Al principio fueron besos y caricias pero, con el paso del tiempo, se convirtieron, en ocasiones, en "sexo duro", dijo.
En 1991, Zollitsch interrogó al párroco Franz B. sobre el caso, pero éste lo negó todo. Pese a ello, ordenó su jubilación anticipada con la orden explícita de que se mantuviera alejado de niños y adolescentes. Durante cuatro años más, el caso se mantuvo oculto dentro de la comunidad en la que trabajaba el párroco hasta que, en 1995, a raíz de una nueva denuncia, el sacerdote se suicidó, y la comunidad se enteró de la historia.
Según la reconstrucción de Zollitsch, publicada en un comunicado en la web del obispado de Friburgo, en 1991 las acusaciones no tenían "nombres de víctimas o testigos", por lo se decidió por la jubilación. Los casos concretos salieron a la luz después del suicidio, y entonces la jerarquía católica informó a la fiscalía.
Frente a estos nuevos detalles, algunos de los principales diarios alemanes denunciaron ayer "el silencio" del Papa con respecto a los casos de Alemania, su país natal, aunque el mismo Zollitsch, en otro comunicado, leyó la carta pastoral de ayer como "una advertencia para Alemania".
EL PAIS.COM
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El sexo en la India, un problema para mojigatos…
Acróbatas del sexo
La búsqueda de la trascendencia a través del erotismo encuentra su meta en los templos indios de Khajuraho
Hallé entre las ruinas de Khajuraho siete grandes templos hindúes bella y exquisitamente tallados, pero el escultor a veces se había dejado llevar por el calor de sus temas más lejos de lo que era necesario para su realización; desde luego, algunas de estas esculturas eran extremadamente indecentes y ofensivas, por lo que me sorprendió mucho al principio hallarlas en templos…". Con estas palabras, cargadas de perplejidad y mojigatería, describía el capitán e ingeniero británico T. S. Burns las primeras sensaciones que le produjo la profusa y voluptuosa decoración que exhibían los santuarios que, ocultos en la jungla, acababa de descubrir en un lugar apartado del corazón de la India en 1838. No es de extrañar que la conciencia puritana del oficial victoriano se viera zaherida y ofuscada por la profusión de mujeres desnudas y escenas explícitas de sexo talladas en las rojizas paredes de piedra arenisca, si se tiene en cuenta que ese mismo magnetismo erótico arrastra en la actualidad a masas de viajeros hacia el pequeño pueblo de Khajuraho, en el Estado de Madya Pradesh.
Los pasos se detienen
La curiosidad y el morbo proporcionan a estos templos el raro honor de figurar entre los pocos del mundo que se visitan más por fuera que por dentro. Y es que los múltiples grupos de figuras entretenidas en complicadas y casi acrobáticas formas de unión sexual que decoran los muros exteriores secuestran las miradas, detienen los pasos y, junto a fantasías desenfrenadas o reparos morales, hacen aflorar especulaciones de todo tipo sobre las razones que llevaron a los artistas a esculpir estas obras, cuyo significado último sigue siendo un misterio para los expertos.
Igualmente enigmático resulta su emplazamiento, apartado de cualquier lugar; aunque acaso ese aislamiento, esa lejanía de las rutas que siguieron los invasores musulmanes, los mogoles, evitó que fueran destruidos por su furia iconoclasta, permitió que al menos una veintena de las más de 80 edificaciones religiosas que los rajput chandella levantaron en tan insólito lugar en apenas un siglo, entre los años 950 y 1050, llegara hasta nuestros días.
Distribuidos en tres grupos, oeste, este y sur, sobre una superficie de unos seis kilómetros cuadrados, los templos hinduistas y jainíes de Khajuraho disimulan sus modestas proporciones individuales, según los cánones de monumentalidad de la arquitectura india, al encontrarse emplazados sobre terrazas elevadas unos cinco metros sobre el suelo, orientadas de este a oeste, y estar coronados por torres con forma de mazorca de maíz o sikharas, secundadas por otras más pequeñas, que compiten entre sí por ser las más altas, destacando sobre todas ellas la del santuario de Kandariya, de 30,5 metros de altura.
Vistos en perspectiva, transmiten una sensación de verticalidad, como si el horizonte estuviera limitado por un cordón de pequeñas colinas. No en vano esas estructuras ojivales que cubren la celda sagrada o garbhagriha representan al monte Kailasha, la montaña cósmica situada en el centro del universo, morada del dios destructor Shiva y su esposa, Parvati. La profusión decorativa transforma cada templo en una obra esculpida, síntesis de arquitectura y escultura, donde el más mínimo espacio, ya sea en los pórticos, las salas de columnas, los deambulatorios de paredes desplegadas como un fuelle en las que se abren balcones o las falsas cúpulas realizadas pasando del cuadrado al octógono y al círculo, está ocupado por tallas con procesiones festivas, paradas militares, grupos de ascetas y guerreros, dioses y asistentes, parejas o grupos de amantes, ninfas celestes, danzantes, personas ocupadas en sus quehaceres cotidianos, animales reales y míticos, entrelazamientos vegetales y símbolos geométricos. Una maraña armónica, un colosal retablo barroco, realzado por el juego de luces y sombras proyectado sobre los entrantes y salientes de los muros.
Pero lo que concita el verdadero interés de los visitantes son las tallas eróticas, con independencia de que no sean las más abundantes de todo el complejo, una de las mayores joyas de la arquitectura indoaria de todo el subcontinente, concentradas en algunos santuarios, como Lakshmana, Jagadambi, Vishvanatha o Kandariya, la obra cumbre de los chandella, con cerca de 900 estatuas diferentes. Con todo, su abundancia y su descarnado realismo abruman. Resulta difícil asimilar tanta sensualidad en un lugar religioso, sobre todo si se compara la osadía y belleza plástica que fueron capaces de desarrollar los artistas indios en sus obras, esa sublimación de la sexualidad, con las de sus colegas europeos de la época, uncidos a la austeridad del estilo románico, cuya decoración se limitaba a frescos y estatuas rígidas y canónicas, una pauta que solamente algunos canteros osaron transgredir, dejando tallados para la posteridad pequeños canecillos lujuriosos en unos pocos templos alejados de las grandes rutas culturales y espirituales de la cristiandad, como se puede apreciar, por ejemplo, en la colegiata de San Pedro de Cervatos, en Cantabria.
Caderas redondas
Frente a las máscaras hieráticas románicas, las estatuas femeninas de los maestros chandella encarnan el ideal de la belleza: senos rotundos y caderas redondas. La expresión de sus rostros inmóviles, atrapados en la piedra por siglos, reflejan un embeleso y una lánguida voluptuosidad. Se muestran terriblemente seductoras cuando se retuercen para mirarse en el espejo, describen una espiral en el aire con el brazo para ponerse la tilaka, el punto rojo sobre la frente, o flexionan el cuerpo de forma concupiscente para quitarse una espina del pie.
Y dominando las paredes exteriores de los templos más importantes, se despliegan en tres niveles superpuestos, encajadas en pequeñas hornacinas, como si fueran viñetas de un cómic, escenas variadas de sexo donde tienen cabida manifestaciones heterosexuales, homosexuales, actos en grupo o de zoofilia. Precisamente estas uniones con animales son las que han llevado a los expertos a descartar que la decoración de los templos de Khajuraho reproduzca las sugerencias del Kamasutra, ya que la obra no contempla, e incluso critica, ese tipo de uniones orgiásticas. Para algunos, la explicación de esta peculiar decoración, que no es exclusiva, ya que aparece en muchos otros templos de la India, aunque con menos prodigalidad, es que el goce erótico, el kama, representa una de las finalidades fundamentales de la existencia. Para otros, la unión sexual era la metáfora empleada para expresar la verdadera unión entre el alma humana y Dios. Para los profanos es, simplemente, puro deleite de los sentidos.
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Encuesta Adimark (noviembre, 2009): Bachelet marca 80% de aprobación y Gobierno, 69%…
/ Lanacion.cl
Un récord de respaldo alcanzó la Presidenta en la medición que el mismo mes del año pasado le dio 42% de apoyo. El gobierno en general marca 69% de aprobación, mientras que el ministro mejor evaluado es Andrés Velasco.
El alza sostenida de respaldo a la Presidenta Michelle Bachelet alcaza su peack en la última encuesta Adimark, marcado un récord de 80 por ciento de aprobación a su gestión durante octubre.
De acuerdo al sondo, el último año de gobierno está siendo también el más exitoso en términos de aprobación ciudadana, ya que en octubre del año pasado Bachelet obtenía 42% de aprobación.
Bachelet se ha transformado en uno de los mandatarios mejor evaluados de la región, siendo su aprobación muy alta en todos los segmentos de la población, pero aún mayor entre las mujeres (85%) que entre los hombres (76%), y entre las personas relativamente más pobres (segmento DE, 83%).
“Estamos en presencia de un fenómeno de opinión pública respecto al cual no existen antecedentes comparables. Nunca un presidente chileno había logrado estos niveles de aprobación, al menos desde que se realiza este tipo de mediciones”, señalaron los encargados del estudio.
Bachelet es "querida" por un 95 por ciento de los entrevistados, en tanto un 94 por ciento la considera "respetada", mientras que un 82% destacó su capacidad de "liderazgo”.
El sondeo se hizo vía telefónica a 1.109 personas en sus hogares en todo el país. El margen de error se estima en aproxmadamente 3 %, con un 95% de confianza.
Gobierno
La gestión del Gobierno obtuvo un respaldo de 69 puntos, donde destaca el manejo de la economía con la mayor aprobación (74%), seguido por la conducción de las Relaciones Internacionales (70%).
Al medir la gestión en Educación, sólo se logra 37% de respaldo, mientras Salud marca 36%. Transantiago tiene 33% de aprobación, lo que es bastante comparado con el 9% que marcaba en octubre de 2008.
El control de la corrupción en organismos del Estado apenas es bien evaluado por 21%, mientras que la delincuencia es el ítem peor evaluado, con 12%.
Ministros
Lejos, el mejor evaluado es el titular de Hacienda Andrés Velasco, que marca 71 % de respaldo.Le siguen la ministra vocera de La Moneda Carolina Tohá, con 54% ; y el ministro de Defensa Francisco Vidal (53%).
La peor evaluada es la ministra de Educación Mónica Jiménez, que obtiene sólo 33% de apoyo, en tanto que también el titular de Salud Álvaro Erazo está con baja aprobación (37%).
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