Archive for the ‘POLITICA INTERNACIONAL’ Category
Rebelión en el mundo Arabe: Yemen, tomada por el ejército…
La matanza de ayer, en la que hubo 52 muertos, no ha desmoralizado a los activistas acampados en una plaza de la capital del país
ÁNGELES ESPINOSA (ENVIADA ESPECIAL) – Manama – 19/03/2011
La capital de Yemen ha amanecido tomada por las fuerzas de seguridad, al día siguiente de la muerte de medio centenar de personas en el tiroteo contra una manifestación antigubernamental. La matanza no ha desmoralizado a los activistas acampados en la plaza de la Universidad de Saná que, al contrario, siguen recibiendo refuerzos. La oposición ha prometido no utilizar la violencia, aunque no está claro hasta qué punto controla a los descontentos.
«No nos iremos hasta que se vaya el carnicero», coreaban desafiantes los congregados en la plaza en referencia a Ali Abdalá Saleh. Desde que empezó la protesta a finales de enero, el presidente yemení ha prometido no presentarse a la reelección cuando concluya su mandato en 2013. También ha ofrecido una nueva Constitución y ceder el poder legislativo al Parlamento. Sin embargo, los movilizados (una amalgama de movimientos juveniles, islamistas y sociedad civil a los que en las últimas semanas se han sumado algunos grupos tribales) exigen su dimisión inmediata.
Los partidos de la oposición, que inicialmente aceptaron abrir un diálogo con el Gobierno, se subieron luego al carro de los descontentos y ayer dijeron que no pueden negociar con Saleh tras los muertos del día anterior. La agencia France Presse elevó su número a 52, entre ellos un fotógrafo de un semanario local. En una reunión con los embajadores europeos, los dirigentes opositores pidieron una comisión de investigación internacional. También se comprometieron a no recurrir a la violencia.
«Hay una gran presencia policial y militar; han establecido controles en todos los barrios y casi en cada cruce», cuenta por teléfono Abdelrahman, un residente que por su trabajo cruza la capital yemení varias veces al día. Soldados y agentes de policía trataban de que se cumpliera la prohibición de llevar armas que establece el estado de emergencia decretado el día anterior. Parece una tarea complicada en un país en el que la mayoría de los hombres adultos van armados.
Esa circunstancia hace difícil determinar quiénes fueron los responsables del tiroteo del día anterior. Los coordinarores de la protesta afirman que capturaron a siete francotiradores con carnés de las fuerzas de seguridad, pero el presidente Saleh negó ese extremo. Fuentes de los servicios de información occidentales dicen que los manifestantes tenían armas y repelieron la agresión de quienes les disparaban desde los tejados. Sin embargo, los participantes lo niegan.
«Yo estaba allí y le puedo asegurar que no estaban armados; es imposible pasar armas a la plaza con los controles de seguridad que hay a la entrada. Sólo tenían piedras y palos», asegura D. al A., un desempleado que simpatiza con la protesta y acudió a la manifestación del viernes. El mismo interlocutor cuenta que a pesar de la indignación que ha suscitado el incidente, «la gente no tiene miedo y están viniendo apoyos de tribus de Maareb y Saada», aunque precisa que desarmados.
El elemento tribal añade un factor de incertidumbre. «Entre los detenidos por los manifestantes hay miembros de una tribu parte de la cual respalda la movilización antigubernamental», explica un observador occidental. «Se está comprando a la gente», añade dando a entender que las lealtades en Yemen son cuando menos volátiles. Existe un absoluto desconocimiento de cómo reaccionarán los principales grupos tribales llegado el momento de la verdad.
Por ahora, el régimen hace frente a un goteo de deserciones. Los últimos en anunciar su dimisión han sido el director de la agencia estatal de noticias (Saba), Naser Taha Mustafa, y otro destacado miembro del partido gubernamental, Mohamed Saleh Qaraa. Ambos han calificado de inaceptable la violencia del pasado viernes. Además, la sustitución del general al mando del cuartel de Al Anat, en Adén, ha desatado especulaciones sobre el paso de Abdalá al Tabi al movimiento separatista. En esa ciudad, la policía hirió a siete personas, tres de ellas de bala, al dispersar una sentada.
La inestabilidad ha llevado a las multinacionales a retirar a sus trabajadores extranjeros. La última en hacerlo, la austriaca OMV, después de que uno de los oleoductos que operaba fuera atacado por miembros descontentos de una tribu. También las embajadas recomiendan a sus nacionales no viajar a Yemen o han puesto en marcha planes de evacuación. La treintena de españoles que aún permanecen en ese país se encuentran bien y en contacto con la legación diplomática española, según informa el embajador Javier Hergueta. Algunos incluso han sido alojados de forma temporal en la sede de la Cancillería.
EL PAIS.COM
Tags: YEMEN, MASACRE, DESPOTISMO, DEMOCRACIA, REBELION DEMOCRATICA, DICTADURAS, REPRESION, RESISTENCIA, PETROLEO, LIBERTADES DEMOCRATICAS
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Imágenes de una masacre en el reino de Bahrein
LA VIOLENTA REPRESION MILITAR A LAS PROTESTAS EN EL REINO DEL GOLFO DEJA DECENAS DE MUERTOS EN LA CAPITAL
La insatisfacción llegó a los reinos petroleros y absolutistas, pero la respuesta fue tajante. El ejército de Bahrein tomó las calles y abrió fuego con armas de guerra contra los manifestantes pacíficos. Los sheiks de la región acordaron endurecer sus políticas.
Por Robert Fisk *
Desde Bahrein
“Masacre, es una masacre”, gritaban los médicos. Tres muertos. Cuatro muertos. Un hombre pasó frente a mí en una camilla en la sala de emergencias, la sangre chorreando en el piso de una herida de bala en el muslo. A pocos metros, seis enfermeros estaban luchando por la vida de un hombre pálido, barbudo, con sangre que le manaba del pecho. “Tengo que llevarlo al quirófano ahora”, gritaba un médico. “¡No hay tiempo, se está muriendo!”
Otros estaban todavía más cerca de la muerte. Un pobre joven –18, 19 años quizá– tenía una terrible herida en la cabeza, un agujero de bala en la pierna y sangre en el pecho. El médico a su lado se volvió hacia mí, las lágrimas cayendo sobre la bata manchada de sangre. “Tiene una bala fragmentada en su cerebro y no puedo sacarle los pedazos, los huesos de la izquierda de su cráneo están totalmente destrozados. Sus arterias están todas rotas. No lo puedo ayudar.” La sangre caía como cascada al suelo. Era penoso, vergonzoso e indignante. Estos no eran hombres armados sino los que acompañaban al cortejo y que volvían del funeral. Musulmanes chiítas, por supuesto, muertos por su propio ejército bahreiní en la tarde de ayer.
Un camillero estaba regresando con miles de otros hombres y mujeres del funeral en Daih de uno de los manifestantes muertos en la Plaza Pearl en las primeras horas del jueves. “Decidimos caminar al hospital porque sabíamos que había una manifestación. Algunos de nosotros llevábamos ramas como prendas de paz que les queríamos dar a los soldados cerca de la plaza, y estábamos gritando ‘paz, paz’. No fue una provocación –nada contra el gobierno–. Luego, de pronto, los soldados comenzaron a disparar. Uno estaba disparando una ametralladora desde un vehículo blindado. Había policías, pero se fueron cuando los soldados comenzaron a dispararnos. Pero, sabe, la gente en Bahrein cambió. No querían salir corriendo. Se enfrentaban a las balas con sus cuerpos.”
La manifestación en el hospital ya había atraído a miles de manifestantes chiítas –incluyendo a cientos de médicos y enfermeras de toda Manama, todavía con sus guardapolvos blancos– que exigían la renuncia del ministro de Salud bahreiní, Faisal Mohamed al Homor, por no permitir que las ambulancias buscaran a los muertos y heridos del ataque de la policía el jueves a la mañana sobre los manifestantes de la Plaza Pearl.
Pero su furia se volvió casi histeria ayer, cuando trajeron a los primeros heridos. Hasta cien médicos se aglomeraban en las salas de emergencias, gritando y maldiciendo al rey y al gobierno mientras los paramédicos luchaban por empujar las camillas cargadas con las últimas víctimas a través de la multitud que gritaba. Un hombre tenía un grueso paquete de vendas en el pecho, pero la sangre ya estaba manchando su torso, goteando de la camilla. “Tiene balas de plomo en su pecho y ahora hay aire y sangre en sus pulmones”, me dijo la enfermera a su lado. “Creo que lo perdemos.” Así llegó al centro médico de Sulmaniya la ira del ejército de Bahrein y, me imagino, la ira de la familia Al Khalifa, incluido el rey.
El personal sentía que ellos también eran víctimas. Y tenía razón. Cinco ambulancias enviadas a la calle –las víctimas de ayer recibieron los disparos frente a una estación de bomberos cerca de la Plaza Pearl– fueron detenidas por el ejército. Momentos más tarde, el hospital descubrió que todos sus celulares estaban sin red. Dentro del hospital había un médico, Sadeq al Aberi, malherido por la policía cuando fue a ayudar a los heridos en la mañana del jueves.
Los rumores corrían como reguero de pólvora en Bahrein y el personal médico insistía en que hasta 60 cadáveres habían sido sacados de la Plaza Pearl el jueves a la mañana y que la multitud vio a la policía cargar cuerpos en tres camiones refrigerados. Un hombre me mostró una foto en su celular en la que se podían ver claramente los tres camiones estacionados detrás de varios vehículos blindados del ejército. Según otros manifestantes, los vehículos, que tenían patentes de Arabia Saudita, fueron vistos más tarde en la carretera a Arabia Saudita. Es fácil descartar esas historias macabras, pero encontré a un hombre –otro enfermero en el hospital que trabaja para las Naciones Unidas– que me dijo que un colega estadounidense, que dijo llamarse “Jarrod”, había filmado los cuerpos cuando los cargaban en los camiones, pero luego fue arrestado por la policía y no se lo ha visto desde entonces.
¿Por que la familia real de Bahrein permitió que sus soldados abrieran fuego contra manifestantes pacíficos? Atacar a civiles con armas de fuego a menos de 24 horas de las muertes anteriores parece un acto de locura. Pero la pesada mano de Arabia Saudita puede no estar muy lejos. Los sauditas temen que las manifestaciones en Manama y en las ciudades de Bahrein enciendan fuegos igualmente provocadores en el este de su reino, donde una sustancial minoría chiíta vive alrededor de Dhahran y otras ciudades cerca de la frontera kuwaití. Su deseo de ver a los chiítas de Bahrein aplastados tan rápidamente como sea posible quedó en claro este jueves, en la cumbre del Golfo con todos los sheiks y príncipes de acuerdo en que no debería haber una revolución estilo egipcio en un reino que tiene una mayoría chiíta de quizás un 70 por ciento y una pequeña minoría sunnita que incluye a la familia real.
Sin embargo, la revolución de Egipto está en boca de todos en Bahrein. Fuera del hospital, estaban gritando: “El pueblo quiere derrocar al ministro”, una ligera variación del cántico de los egipcios que se liberaron de Mubarak, “El pueblo quiere derrocar al gobierno”. Y muchos entre la multitud dijeron –como dijeron los egipcios– que habían perdido el temor a las autoridades, a la policía y al ejército.
La policía y los soldados por quienes ahora expresan tal disgusto eran ayer demasiado evidentes en las calles de Manama, mirando con resentimiento desde los vehículos blindados azul noche o subidos a tanques hechos en Estados Unidos. Parecía no haber armas británicas a la vista –aunque éstos son los primeros días y había blindados hechos en Rusia al lado de los tanques M-60–. En el pasado, las pequeñas revueltas chiítas eran cruelmente aplastadas en Bahrein con la ayuda de un torturador jordano y un alto factótum de inteligencia, un ex oficial de la División Especial Británica.
Es mucho lo que está en juego aquí. Esta es la primera insurrección seria en los ricos estados del Golfo, más peligrosa para los sauditas que los islamistas que tomaron el centro de La Meca hace más de 30 años, y la familia de Al Khalifa se da cuenta ahora de qué peligrosos serán los próximos días para ellos. Una fuente que siempre resultó ser confiable durante muchos años me dijo que el miércoles por la noche un miembro de la familia Al Khalifa –que se decía que era el príncipe heredero– mantuvo una serie de conversaciones telefónicas con un prominente clérigo chiíta, el líder del partido Wifaq, Ali Salman, que estaba acampando en la Plaza Pearl. El príncipe aparentemente ofreció una serie de reformas y cambios en el gobierno que él pensó que el clérigo había aprobado. Pero los manifestantes se quedaron en la plaza. Exigían la disolución del Parlamento. Luego vino la policía.
En las primeras horas de la tarde, alrededor de 3000 personas se concentraron en apoyo de los Al Khalifa, y hubo muchas banderas nacionales ondeando desde las ventanillas de los automóviles. Esto puede ser la tapa de la prensa bahreiní hoy, pero no terminará con el levantamiento chiíta. Y el caos de anoche en el hospital más grande de Manama –la sangre cayendo de los heridos, los gritos pidiendo ayuda de aquellos en las camillas, los médicos que nunca había visto tantas heridas de bala, uno de ellos simplemente sacudió su cabeza incrédulamente cuando una mujer tuvo un ataque al lado de un hombre que estaba empapado en sangre– solamente amargó más a los chiítas de esta nación.
Un médico que dijo llamarse Hussein me detuvo cuando salía de la sala de emergencia porque me quería explicar su enojo. “Los israelíes les hacen este tipo de cosas a los palestinos, pero aquí son árabes disparándoles a árabes”, aulló por encima del griterío. “Esto es el gobierno bahreiní haciéndole esto a su propio pueblo. Estuve en Egipto hace dos semanas, trabajando en el hospital Qasr el Aini, pero las cosas aquí están mucho más jodidas.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Wikileaks: secretos, planes y obsesiones de EE UU, y duro golpe a la desinformación dominante…
El primer objetivo es contener a Irán – Putin sigue al mando de Rusia – Berlusconi no es de fiar – Hay que controlar a Sarkozy
VICENTE JIMÉNEZ / ANTONIO CAÑO – Madrid – 29/11/2010
Los 251.287 documentos del Departamento de Estado que ha obtenido Wikileaks y han sido puestos a disposición de EL PAÍS constituyen un instrumento sin precedentes en la historia para conocer detalles ocultos y planes secretos de la política exterior de EE UU. Solo cinco medios -‘The New York Times’, ‘The Guardian’, ‘Der Spiegel’ y ‘Le Monde’, además de EL PAÍS- tienen acceso a esos papeles, lo que ha permitido hacer una selección propia y responsable del material que desde hoy se muestra a los lectores
EL PAÍS, en colaboración con otros diarios de Europa y Estados Unidos, revela a partir de hoy el contenido de la mayor filtración de documentos secretos a la que jamás se haya tenido acceso en toda la historia. Se trata de una colección de más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado de Estados Unidos, obtenidos por la página digital Wikileaks, en los que se descubren episodios inéditos ocurridos en los puntos más conflictivos del mundo, así como otros muchos sucesos y datos de gran relevancia que desnudan por completo la política exterior norteamericana, sacan a la luz sus mecanismos y sus fuentes, dejan en evidencia sus debilidades y obsesiones, y en conjunto facilitan la comprensión por parte de los ciudadanos de las circunstancias en las que se desarrolla el lado oscuro de las relaciones internacionales.
- "Zapatero usa la política exterior para ganar puntos en España"
- Los diplomáticos de EE UU espían a la ONU
- Detener a Irán a cualquier precio
- EE UU vigila de cerca la agenda islamista de Erdogan
- Un nido de espías en Berlín
- Aprendizaje cívico
- Viejos enigmas históricos salen a la luz
- Pajín ve necesario tomar medidas para evitar más filtraciones de Wikileaks
- La ONU es inviolable
- Wikileaks acaba con la diplomacia clásica
- China apuesta por dominar una Corea unificada
Estos documentos recogen comentarios e informes elaborados por funcionarios estadounidenses, con un lenguaje muy franco, sobre personalidades de todo el mundo, desvelan los contenidos de entrevistas del más alto nivel, descubren desconocidas actividades de espionaje y exponen con detalle las opiniones vertidas y datos aportados por diferentes fuentes en conversaciones con embajadores norteamericanos o personal diplomático de esa nación en numerosos países, incluido España.
Queda en evidencia, por ejemplo, la sospecha norteamericana de que la política rusa está en manos de Vladímir Putin, a quien se juzga como un político de corte autoritario cuyo estilo personal machista le permite conectar perfectamente con Silvio Berlusconi. Del primer ministro italiano se detallan sus "fiestas salvajes", se expone la desconfianza profunda que despierta en Washington y se recoge la preocupación de un amigo suyo sobre unos análisis médicos de resultado "desastroso". Tampoco muestra la diplomacia estadounidense un gran aprecio por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien se sigue con gran meticulosidad acerca de cualquier movimiento para obstaculizar la política exterior de Estados Unidos.
Los cables prueban la intensa actividad de ese país para bloquear a Irán, el enorme juego que se desarrolla en torno a China, cuyo predominio en Asia se da casi por aceptado, o los esfuerzos por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez.
En ocasiones, las expresiones usadas en estos documentos son de tal naturaleza que pueden dinamitar las relaciones de Estados Unidos con algunos de sus principales aliados; en otras, pueden ponerse en riesgo algunos proyectos importantes de su política exterior, como el acercamiento a Rusia o el apoyo de ciertos gobiernos árabes.
El alcance de estas revelaciones es de tal calibre que, seguramente, se podrá hablar de un antes y un después en lo que respecta a los hábitos diplomáticos. Esta filtración puede acabar con una era de la política exterior: los métodos tradicionales de comunicación y las prácticas empleadas para la consecución de información quedan en entredicho a partir de ahora.
Todos los servicios diplomáticos del mundo, y especialmente de Estados Unidos, donde esta filtración se suma a anteriores de menor trascendencia con papeles relativos a Irak y Afganistán, tendrán que replantearse desde este momento su modo de operar y, probablemente, modificar profundamente sus prácticas.
Tratando de anticiparse a ese perjuicio, la Administración de Estados Unidos lleva varios días, desde que supo la existencia de esta fuga de documentos, realizando intensas gestiones ante el Congreso norteamericano y los gobiernos de gran parte de las naciones ante los que tiene representación diplomática para informarles sobre el previsible contenido de las filtraciones y sus posibles consecuencias. El Departamento de Estado envió a principio de esta semana un informe a los principales comités de la Cámara de Representantes y del Senado previniéndoles sobre la situación.
La propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha telefoneado en las últimas horas a los Gobiernos de los países más importantes afectados por esta fuga de información, entre otros los de China, Alemania, Francia y Arabia Saudí, para alertarles de lo sucedido y ofrecer algunas justificaciones.
En Reino Unido, Israel, Italia, Australia y Canadá, entre otros socios de Estados Unidos, portavoces de sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores confirmaron que habían recibido información de parte de los embajadores norteamericanos, aunque no revelaron detalles sobre los datos precisos que habían sido puestos en su conocimiento. No ha habido, sin embargo, comunicación directa entre la Embajada en Madrid y el Gobierno español acerca de este asunto.
El portavoz del Departamento de Estado, P. J. Crowley, ha reconocido que no conoce con exactitud las informaciones que aparecerán en los papeles filtrados, aunque ha adelantado que "estas revelaciones son dañinas para los intereses de Estados Unidos". "Van a crear tensiones entre nuestros diplomáticos y nuestros amigos alrededor del mundo", declaró este fin de semana.
El Departamento de Estado, que ha negociado con uno de los periódicos que hoy publican los cables algunos contenidos particularmente lesivos para sus intereses o peligrosos para ciertas personas, está especialmente preocupado por el daño que esto puede hacer en la guerra contra Al Qaeda en algunas regiones en la que la libran de forma encubierta, como Yemen o Pakistán. En Yemen se da a conocer el contenido de una conversión de 2009 entre el general David Petraeus y el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, en la que este le permite a EE UU atacar las células de Al Qaeda a cambio de que el Gobierno de Yemen diga públicamente que lo hacen ellos mismos.
Los documentos -251.287 mensajes que cubren un periodo hasta febrero de 2010 y, en su mayor parte, afectan a los dos últimos años- fueron facilitados por Wikileaks hace varias semanas, además de a EL PAÍS, a los diarios The Guardian, de Reino Unido; The New York Times, de Estados Unidos; Le Monde, de Francia, y al semanario Der Spiegel, de Alemania. Estos medios han trabajado por separado en la valoración y selección del material, y pondrán a disposición de sus lectores aquellas historias que cada uno considere de mayor interés; en algunos casos serán coincidentes, en otros no.
Ese proceso se ha llevado a cabo bajo una exigente condición de no poner en peligro en ningún momento fuentes protegidas de antemano o personas cuya vida podría verse amenazada al desvelarse su identidad. Al mismo tiempo, todos los medios han hecho un esfuerzo supremo por evitar la revelación de episodios que pudieran suponer un riesgo para la seguridad de cualquier país, particularmente de Estados Unidos, el más expuesto por estas revelaciones. Por esa razón, algunos de los documentos que serán puestos a disposición de nuestros lectores a partir de hoy aparecerán parcialmente mutilados.
EL PAÍS no ha estado en el origen de la filtración y, por tanto, desconoce los criterios con los que se ha llevado a cabo la selección del paquete que finalmente ha llegado a manos del diario. Resulta evidente que los papeles analizados no son todos los emitidos en el mundo por el Departamento de Estado en el periodo de tiempo comprendido, pero ignoramos si esos son todos a los que ha tenido acceso Wikileaks.
Pese a eso, el lector comprobará el valor que en sí mismo encierra el conjunto de documentos facilitados, al margen de que puedan existir otros muchos que aún se desconocen. Se trata de un material que aporta novedades relevantes sobre el manejo de asuntos de gran repercusión mundial, como el programa nuclear de Irán, las tensiones en Oriente Próximo, las guerras de Irak y Afganistán y otros conflictos en Asia y África.
También se recogen los movimientos entre EE UU y sus aliados para hacer frente al radicalismo islámico, así como detalles de que las órdenes para el boicot a Google en China provienen del propio Politburó o de los negocios conjuntos de Putin y Berlusconi en el sector del gas. De especial interés son las pruebas que se aportan sobre el alcance de la corrupción a escala planetaria y las permanentes presiones que se ejercen sobre los diferentes gobiernos, desde Brasil a Turquía, para favorecer los intereses comerciales o militares de Estados Unidos.
Entre los primeros documentos que hoy se hacen públicos, se descubre el pánico que los planes armamentísticos de Irán, incluido su programa nuclear, despierta entre los países árabes, hasta el punto de que alguno de sus gobernantes llega a sugerir que es preferible una guerra convencional hoy que un Irán nuclear mañana. Se aprecia la enorme preocupación con la que Estados Unidos observa la evolución de los acontecimientos en Turquía y la estrecha vigilancia a la que se mantiene al primer ministro, Erdogan.
Y, sobre todo, esta primera entrega revela las instrucciones que el Departamento de Estado ha cursado a sus diplomáticos en Naciones Unidas y en algunos países para desarrollar una verdadera labor de espionaje sobre el secretario general de la ONU, sus principales oficinas y sus más delicadas misiones.
Los lectores descubrirán al acceder a las sucesivas crónicas detalles insospechados sobre la personalidad de algunos destacados dirigentes y comprobarán el papel que juegan las más íntimas facetas humanas en las relaciones políticas. Eso resulta particularmente evidente en América Latina, donde se dan a conocer juicios de diplomáticos norteamericanos y de muchos de sus interlocutores sobre el carácter, las aficiones y los pecados de las figuras más controvertidas.
Mañana este diario ofrecerá detalles, por ejemplo, sobre las sospechas que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta en Washington, hasta el punto de que la Secretaría de Estado llega a solicitar información sobre su estado de salud mental. El mismo día se darán a conocer algunas de las gestiones que la diplomacia norteamericana ha realizado para repatriar a los presos de Guantánamo, así como la intensa actividad en Asia para frenar el peligro que representa Corea del Norte.
Entre los cables con los que ha trabajado este periódico se encuentran informes extraordinariamente controvertidos, como los mensajes del embajador norteamericano en Trípoli en los que cuenta que el líder libio, Muamar el Gaddafi, usa botox (producto para eliminar arrugas en el rostro) y es un verdadero hipocondríaco que hace filmar todos sus exámenes médicos para analizarlos posteriormente con sus doctores, y relatos con meticulosas descripciones del paisaje local, como el que hace un diplomático estadounidense invitado a una boda en Daguestán que sirve para ilustrar el grado de corrupción en la zona.
Hay cables de gran valor histórico, como el que revela la apuesta de la diplomacia norteamericana por el derrocamiento del general panameño Manuel Antonio Noriega o el que detalla ciertos movimientos de Estados Unidos durante el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya en Honduras, y cables de enorme interés sobre acontecimientos actuales, como el que precisa la presión ejercida sobre el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, para que contenga los abusos de sus allegados y facilite la gobernabilidad del país.
En lo que respecta a España, estos documentos registran el enorme acceso de la Embajada de Estados Unidos a personalidades destacadas del ámbito político y judicial, y su influencia en algunos acontecimientos que han marcado la actualidad de los últimos años. También se descubre el punto de vista que funcionarios estadounidenses tienen de la clase política española, así como el que algunos políticos expresan sobre sus compañeros y adversarios.
En determinados casos, estas revelaciones tienen el estrictamente el valor que tiene la opinión de una persona de posición influyente. En otros casos, se trata de relatos que aportan pistas sobre acontecimientos importantes pero que son narrados por una sola fuente: el servicio diplomático de Estados Unidos. EL PAÍS no ha podido corroborar todos esos relatos y ha prescindido de algunos que ha considerado de dudosa credibilidad. Pero sí ha certificado otros y ha operado de forma responsable con el país objeto de la filtración con la intención de causar el menor daño posible. Entre otras precauciones, se ha decidido aceptar los compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de determinados documentos.
No todos los papeles obtenidos por Wikileaks han sido utilizados para la elaboración de nuestras informaciones, y solo una parte de ellos serán expuestos públicamente, independientemente de lo que la propia Wikileaks o los demás medios que han recibido el material decidan hacer. Se han seleccionado tan solo aquellos que consideramos imprescindibles para respaldar la información ofrecida.
Las informaciones han sido preparadas y escritas únicamente por redactores de nuestro periódico atendiendo a nuestras particulares exigencias de rigor y calidad. A lo largo de varios días se irán ofreciendo las crónicas que recogen la sustancia de esos documentos, añadiéndoles el contexto y la valoración requeridos, así como sus posibles reacciones y consecuencias.
Algunas de esas reacciones estarán, seguramente, dirigidas a examinar las causas por las que puede haberse producido una fuga de semejante magnitud. El origen de este problema puede remontarse a los días posteriores al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando se detectaron unos fallos de coordinación entre los servicios de inteligencia que recomendaron la necesidad de un modelo de comunicación que permitiera a los diferentes responsables de la seguridad compartir datos extraídos por el Departamento de Estado.
Se extendió, por tanto, a partir de esa fecha el uso de un sistema de Internet del Ejército norteamericano denominado SIPRNET, un acrónimo de Secret Internet Protocol Router Network. Todos los cables que se incluyen en esta filtración fueron enviados por ese medio, como se comprueba por la etiqueta que cada uno de ellos lleva en su cabecera, la palabra SIPDIS, que son las siglas para Secret Internet Protocol Distribution.
Al menos 180 embajadas norteamericanas alrededor del mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación, según informes elaborados por el Congreso norteamericano. Aunque se exigen fuertes medidas de seguridad para el uso de ese sistema, como la de mantenerlo abierto únicamente cuando el usuario está frente a la pantalla, la exigencia de cambiar la clave cada cinco meses o la prohibición de utilizar cualquier clase de CD u otro método de copia de contenidos, el número de personas que ahora acceden a la información ha crecido considerablemente.
A ese crecimiento ha ayudado también la necesidad de ampliar el número de personas trabajando en cuestiones de seguridad y, como consecuencia, la del número de personas a la que se da acceso a documentos clasificados. El Departamento de Estado clasifica sus informes en una escala que va del Top Secret al Confidential. En los documentos facilitados a EL PAÍS no hay ninguno clasificado como Top Secret, aunque sí más de 15.000 situados en la escala inferior, Secret.
Según se puede deducir de datos elaborados por la Oficina de Control del Gobierno, perteneciente al Congreso norteamericano, y otros expuestos recientemente por medios de comunicación de ese país, más de tres millones de estadounidenses están autorizados al acceso a ese material Secret. Eso incluye a decenas de miles de empleados del Departamento de Estado, funcionarios de la CIA, del FBI, de la DEA, de los servicios de inteligencia de las fuerzas armadas y de otros departamentos implicados en la búsqueda de información. En Estados Unidos funcionan 16 agencias con responsabilidades de espionaje.
Será muy costoso, por tanto, para ese país reparar el daño causado por esta filtración, y llevará años poner en pie un nuevo sistema de comunicación con plenas garantías. Lo más importante, sin embargo, es el valor informativo que esos documentos tienen actualmente. Estamos ante una serie de relatos, sin precedentes en el periodismo español, que servirán para una mejor comprensión de algunos conflictos y de personalidades que afectan determinantemente a nuestra vida y que pueden abrir a nuestros lectores a una nueva interpretación de la realidad que les rodea.
EL PAIS.COM
¿Qué es Wikileaks?
La relevancia de la organización y su página web aumentó en julio pasado tras filtrar información sobre 91.000 documentos secretos acerca de la guerra en Afganistán
28.11.10 – 20:17 –
EFE | MADRID
Wikileaks, en español wikifiltración, es una ONG con sede en Suecia que dispone de una página en Internet de igual nombre desde la que denuncian mediante informes filtrados las injusticias de los "regímenes opresores" en Asia, la antigua Unión Soviética, el África Subsahariana y Oriente Medio, sin dejar al margen las "conductas poco éticas" de países de Occidente, según sus promotores.
La relevancia de la organización y su página aumentó el 25 de julio de 2010 a raíz de filtrar a varios medios, antes de subirlo a su propia página, información sobre 91.000 documentos secretos acerca de la guerra en Afganistán, de enero de 2004 a diciembre de 2009. En éstos se revelaban nombres, fuentes de información y operaciones encubiertas, muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente y denunciaban la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán. El presidente estadounidense, Barack Obama, al igual que los Gobiernos británico, alemán y canadiense, con tropas en el país, mostraron su preocupación por su divulgación.
Esta "ciberpágina", creada en diciembre de 2006, guarda ciertas similitudes con la Wikipedia, por su filosofía de contenido democrático y abierto, y tecnológico, al utilizar un motor de búsqueda y un entorno visual muy parecidos, aunque no tienen relación formal. Detrás de Wikileaks se encuentra el colectivo anónimo The Sunshine Press, en el que desde sus inicios participan ciberdisidentes chinos, matemáticos y técnicos informáticos procedentes de Estados Unidos, Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica, y su junta de asesores incluye a expatriados refugiados rusos y tibetanos, periodistas, criptógrafos e, incluso, un antiguo analista de la inteligencia estadounidense.
Importancia mundial
Al ponerse en funcionamiento en Internet, en enero de 2007, ya disponía de más de un millón de documentos elaborados por colectivos de disidentes o de procedencia anónima. Para salvaguardar la identidad y la seguridad de sus autores o remitentes utilizar un protocolo que permite el anonimato. Luego, la veracidad de los documentos es analizada por un grupo de colaboradores, en su mayoría disidentes y expertos regionales y miembros de organizaciones de derechos humanos, y finalmente el sumario de introducción de los documentos es elaborado por regla general por el australiano Julian Assange, uno de sus fundadores.
La importancia mundial o regional de lo colgado en su página se ha visto traducida en su publicación en medios de comunicación tradicionales como el británico The Guardian, el estadounidense The New York Times o el alemán Der Spiegel. Por contra, desde su nacimiento su acceso está bloqueado en China y en febrero de 2008 la página web estuvo temporalmente bloqueada por decisión de un juzgado de San Francisco, aunque siguió operando desde otros servidores situados fuera de Estados Unidos.
Wikileaks no recibe financiación de organismo o institución alguna, aunque permite la recepción de aportaciones voluntarias mediante los mecanismos tradicionales en Internet, recuerdan sus promotores.
Contradicciones en la izquierda latinoamericana…
Agence Globale
Traducido para Rebelión por S. Seguí
América Latina ha sido el ámbito de los mayores logros de la izquierda mundial en la primera década del siglo XXI. Esto es cierto en dos sentidos. El primero, y más evidente, ha sido el hecho de que los partidos de izquierda o centro-izquierda han ganado una importante serie de elecciones durante la pasada década. En conjunto y por primera vez, los gobiernos latinoamericanos han tomado distancias de Estados Unidos, y, en gran medida, América Latina se ha convertido en una fuerza geopolítica relativamente autónoma en la escena mundial.
Pero hay un segundo sentido en el que América Latina ha registrado los mayores éxitos de la izquierda mundial: los movimientos de las poblaciones indígenas de América Latina se han afirmado políticamente en casi todos los países, y han exigido su derecho a organizar su vida política y social de manera autónoma. Este movimiento saltó a las primeras páginas de la prensa de todo el mundo con el espectacular levantamiento neozapatista en el estado mexicano de Chiapas, en 1994. Lo que ha sido menos aparente es la aparición de movimientos similares en toda América Latina y el grado en que se ha ido creando una red interamericana de estructuras organizativas locales.
El problema estriba en que los dos tipos de izquierda -los partidos que han alcanzado el poder en los distintos Estados y los movimientos indigenistas de algunos de ellos- no tienen los mismos objetivos y utilizan un lenguaje ideológico muy distinto.
Los partidos se han puesto como principal objetivo el desarrollo económico, tratando de lograrlo, al menos en parte, mediante un mayor control de sus propios recursos y unos mejores acuerdos con las empresas y los gobiernos extranjeros, y las instituciones intergubernamentales internacionales. Persiguen el crecimiento económico, argumentando que sólo de esta manera mejorará el nivel de vida de sus ciudadanos y lograrán una mayor igualdad.
Los movimientos indigenistas han tratado de conseguir un mayor control sobre sus propios recursos y una mejora de las relaciones no sólo con los actores no nacionales, sino también con sus propios gobiernos nacionales. En general, afirman que su objetivo no es el crecimiento económico, sino llegar a un acuerdo con la Pachamama, o madre tierra. Aseguran que no buscan una mayor utilización de los recursos, sino un uso mucho más sensato que respete el equilibrio ecológico: persiguen el denominado buen vivir.
No es de extrañar que los movimientos indigenistas se hallen firmemente opuestos a los escasos gobiernos conservadores de América Latina, como México, Colombia y Perú. Sin embargo, cada vez más abiertamente, estos movimientos también han entrado en conflicto con los gobiernos de centro-izquierda como Brasil, Venezuela, Ecuador e incluso Bolivia.
Y cito aquí Bolivia porque es el único gobierno que ha elegido a un presidente indígena con el apoyo masivo de la población indígena del país. Y sin embargo, ha habido conflicto. Como en otros lugares, en Bolivia se trata de cómo se desarrollan los recursos naturales, quién toma las decisiones y quién controla los ingresos.
Los partidos de izquierda tienden a acusar a los grupos indigenistas que entran en conflicto con ellos de ser, a sabiendas o no, los peones (si no los agentes) de los partidos de la derecha nacional, y de determinadas fuerzas externas, en particular de Estados Unidos. Los grupos indigenistas que se oponen a los partidos de izquierda insisten en que actúan únicamente en defensa de sus propios intereses y por propia iniciativa, y acusan a los gobiernos de izquierda de actuar como los gobiernos conservadores de antaño, sin tener en cuenta realmente las consecuencias ecológicas de sus actividades en pro del desarrollo.
Algo interesante ha sucedido recientemente en Ecuador. Allí, el gobierno de izquierdas de Rafael Correa, que había alcanzado el poder inicialmente con el apoyo de los movimientos indigenistas, entró luego en agudo conflicto con éstos. El mayor distanciamiento se produjo con las intenciones del gobierno ecuatoriano de explotar campos petrolíferos en una reserva amazónica protegida llamada Yasuní.
Inicialmente, el gobierno hizo caso omiso de las protestas de los habitantes indígenas de la región, pero más tarde, el presidente Correa inventó una alternativa ingeniosa. Propuso a los gobiernos ricos del Norte que, a cambio de que el Ecuador renunciara a cualquier explotación en el Yasuní, estos gobiernos de los países ricos compensasen a Ecuador por esta renuncia, al considerar que se trataba de una contribución a la lucha mundial contra el cambio climático.
Cuando hizo su propuesta por primera vez en la Cumbre del Clima de Copenhague, en 2009, todos la consideraron una fantasía. Pero después de seis largos meses de negociaciones, cinco gobiernos europeos (Alemania, España, Bélgica, Francia y Suecia) han acordado crear un fondo que será administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que financiará a Ecuador por no explotar el Yasuní, con la justificación de que con ello se contribuye a la reducción de las emisiones de carbono. Se habla de inventar un nuevo verbo, yasunizar, para referirse a este tipo de acuerdos.
Pero, ¿cuántos acuerdos de este tipo se pueden cerrar? Hay un problema más fundamental en juego. Es la naturaleza del "otro mundo (es) posible", para utilizar el lema del Foro Social Mundial: ¿sería un mundo basado en un crecimiento económico constante, aún siendo éste “socialista", que pretendiese elevar el ingreso real de las personas en el Sur global?, ¿o sería lo que algunos llaman un cambio de valores de civilización, un mundo de buen vivir?
No será un debate de fácil solución. En la actualidad es un debate que se produce en el seno de las fuerzas de la izquierda latinoamericana. Pero hay situaciones similares en la base de gran parte de las tensiones internas en Asia, África e incluso Europa. Éste puede llegar a ser el gran debate del siglo XXI.
Chomsky: la verdadera amenaza que evidencia la acción israelí es consagrar la división del territorio palestino y legitimar soluciones de fuerza…
La verdadera amenaza a la flotilla de la libertad
Noam Chomsky*
Olfat Qarawi, cuya casa fue destruida durante la ofensiva israelí en Gaza, prepara café en la improvisada vivienda que habita con su familia en un campo para refugiados. Foto Reuters
El violento ataque de Israel contra la Freedom Flotilla (flotilla de la libertad) que transportaba asistencia humanitaria a Gaza escandalizó al mundo. Secuestrar embarcaciones en aguas internacionales y asesinar pasajeros es, por supuesto, un crimen grave.
Pero el crimen no es algo nuevo. Durante décadas, Israel ha estado secuestrando embarcaciones entre Chipre y Líbano y matando y secuestrando pasajeros, a veces reteniéndolos como rehénes en prisiones israelíes.
Israel da por sentado que puede cometer impunemente estos crímenes porque Estados Unidos los tolera y Europa generalmente sigue el ejemplo de Washington.
Como observaron correctamente los editores de The Guardian el 1 de junio: Si un grupo armado de piratas somalíes hubiera abordado ayer seis embarcaciones en altamar, asesinado a cuando menos 10 pasajeros y lesionado a muchos más, una fuerza de trabajo de la OTAN ya estaría encaminada hoy a la costa somalí
.
En este caso, el tratado de la OTAN obliga a sus miembros a acudir a la ayuda de un país miembro de la OTAN –Turquía– atacado en alta mar.
El pretexto de Israel para el ataque fue que la flotilla de la libertad estaba llevando materiales que Hamas podría utilizar para disparar cohetes contra Israel.
El pretexto no es creíble. Una razón suficiente es que Israel puede poner a la amenaza de los cohetes por medios pacíficos.
Los antecedentes son importantes. Hamas fue identificado como una importante amenaza terrorista cuando triunfó en elecciones libres celebradas en febrero de 2006. Estados Unidos e Israel escalaron bruscamente su castigo contra los palestinos, ahora por el crimen de votar en forma equivocada.
El sitio de Gaza, incluyendo un bloqueo naval, fue un resultado. El sitio de Gaza se intensificó marcadamente en 2007, después de que una pequeña guerra civil dejó a Hamas en control total de ese territorio.
Lo que comúnmente ha sido descrito como un golpe militar fue, de hecho, incitado por Estados Unidos e Israel, en un crudo intento de anular las elecciones que llevaron a Hamas al poder.
Esto ha sido del dominio público desde cuando menos abril de 2008, cuando David Rose reportó en Vanity Fair que George W. Bush, la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y su segundo, Elliott Abrams, apoyaron a una fuerza armada bajo las órdenes del hombre fuerte de Fatah, Muhammad Dahlan, encendiendo un cruenta guerra civil en Gaza y dejando a Hamas más fuerte que nunca
.
El terrorismo de Hamas incluyó el lanzamiento de cohetes contra los pueblos israelíes cercanos –algo criminal, sin duda, pero sólo una diminuta fracción de los hímenes rutinarios de Estados Unidos e Israel en Gaza.
En junio de 2008, Israel y Hamas llegaron a un acuerdo de cese el fuego. El gobierno israelí oficialmente reconoce que hasta que Israel violó el acuerdo el 4 de noviembre de ese año al invadir Gaza y matar a media docena de activistas de Hamas, Hamas no disparó un solo cohete.
Hamas ofreció reanudar el cese el fuego. El gabinete israelí analizó la oferta y la rechazó, prefiriendo lanzar su asesina invasión de Gaza el 27 de diciembre.
Como otros estados, Israel tiene el derecho de defenderse. ¿Pero tenía Israel el derecho de emplear la fuerza en Gaza en nombre de la autodefensa?
La ley internacional, incluyendo la Carta de la ONU, es inequivoca: una nación tiene tal derecho sólo si han agotado los medios pacíficos. En este caso, tales medios no fueron siquiera intentados, aunque –o quizá porque– había todas las razones posibles para que tuvieran éxito.
Así, la invasión fue pura agresión criminal, y lo mismo puede decirse de que los israelíes hayan recurrido a la fuerza contra la Flotilla de la Libertad.
El sitio es salvaje, diseñado para mantener apenas vivos a los animales enjaulados, de forma que se reduzcan las protestas internacionales, pero difícilmente más que eso. Es la última etapa de planes israelíes trazados hace tiempo y apoyados por Estados Unidos, para separar a Gaza de la Ribera Occidental (Cisjordania).
La periodista israelí Amira Hass, una destacada especialista sobre Gaza, describe la historia del proceso de separación. “Las restricciones sobre el movimiento palestino que Israel introdujo en enero de 1991 revirtieron un proceso iniciado en junio de 1967.
“En ese entonces, y por vez primera desde 1948, una gran parte del pueblo palestino vivió nuevamente en el territorio abierto de un solo país –uno, por cierto, que estaba ocupado, pero era sin embargo entero…”
Hass concluye: La separación total de la franja de Gaza de Cisjordania es uno de los logros más grandes de la política israelí, cuyo objetivo mayor es impedir una solución basada en decisiones y acuerdos internacionales, y en lugar de eso dictar un acuerdo basado en la superioridad militar de Israel…
La flotilla de la libertad desafió esa política y por tanto debe ser destruida.
Un marco para solucionar el conflicto árabe-israelí ha existido desde 1976, cuando los estados árabes introdujeron una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que planteaba un tratado basado en dos estados en la frontera internacional, incluyendo todas las garantías de seguridad de la resolución 242 de la ONU, adoptada después de la guerra de junio en 1967.
Los principios esenciales cuentan con el apoyo prácticamente de todo el mundo, incluyendo la Liga Árabe, la Organización de Estados Islámicos (incluyendo a Irán) y protagonistas no relevantes, incluso Hamas.
Pero Estados Unidos e Israel han encabezado el rechazo a tal acuerdo durante tres décadas, con una excepción crucial y altamente informativa. En el último mes del presidente Bill Clinton en el cargo, enero de 2001, el mandatario inició negociaciones en Taba, Egipto, que casi alcanzaron un acuerdo, anunciaron los participantes, antes de que Israel pusiera fin a las negociaciones.
Hoy, el cruel legado de una paz fallida persiste.
La ley internacional no puede ser aplicada contra estados poderosos, salvo por sus propios ciudadanos. Eso siempre es tarea difícil, particularmente cuando opiniones bien expresadas declaran que el crimen es legítimo, sea explícitamente o por la adopción tácita de un marco criminal –lo cual es más insidioso, porque hace invisible el crimen.
* El nuevo libro de Noam Chomsky, recientemente publicado, es Hopes and Prospects. Chomsky es profesor emérito de Lingüística y Filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge.
¿Hasta cuándo la impunidad de Israel?
Alain Gresh, Le Monde Diplomatique
El asalto realizado por el ejército israelí en la madrugada del 31 de mayo a la flotilla de buques que transportaba ayuda humanitaria a Gaza habría provocado una veintena de muertos. El ataque se produjo en aguas internacionales y ha suscitado numerosas condenas, incluyendo las de los países europeos y las del gobierno francés. Bernard Kouchner ha declarado que "nada puede justificar el uso de semejante violencia, que condenamos". Varios países, entre ellos Suecia, España, Turquía y Francia, han llamado a consultas al embajador israelí. Grecia ha suspendido unas maniobras aéreas que tenía previsto desarrollar con Israel y ha cancelado una visita del jefe de la Fuerza Aérea Israelí.
Por supuesto, estas condenas son bienvenidas. Sin embargo todavía hay algunas personas que se atreven a buscar justificaciones a la acción israelí. Así, el portavoz de la UMP, el inefable Frédéric Lefebvre ha dicho, según AFP, que su partido "lamenta" los muertos, pero ha denunciado las “provocaciones” de “quienes se llaman amigos de los palestinos”.
La víspera del ataque militar, haciendo gala de una clarividencia que forma parte de sus innumerables cualidades, Bernard-Henri Levy dijo en Tel Aviv: "Nunca he visto un ejército tan democrático y que se plantee tantas cuestiones morales”. (Haaretz.com, 31 de mayo). Es cierto que durante la guerra de Gaza nuestro filósofo, encaramado a lomos de un tanque israelí, entró pavoneándose en territorio gazatí. En respuesta al ataque de hoy, Levy lo ha calificado, según refiere AFP, como "estúpido", porque amenaza con empañar la imagen de Israel. Ni una sola palabra de condena, ni una palabra de condolencia por los muertos…
La única pregunta pertinente ahora es qué precio deberá pagar el gobierno israelí por su crimen. Durante años la ONU ha adoptado decenas de resoluciones ("Resoluciones de la ONU que Israel no ha respetado”, Le Monde diplomatique, febrero de 2009), la Unión Europea ha votado infinidad de textos exhortando a Israel a cumplir el derecho internacional, o simplemente la legislación humanitaria, levantando, por ejemplo, el bloqueo de Gaza. Estos textos no tienen nunca ninguna consecuencia práctica. En lugar de ello, la Unión Europea y los Estados Unidos recompensan a Israel.
Esto quedó demostrado la semana pasada con la admisión de Israel en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y con la visita a Francia del Primer Ministro israelí Netanyahu para asistir a la entronización de su país. Como señaló un comunicado de la Asociación Solidaridad Franco-Palestina (AFPS) del 30 de abril ("¿Israel en la OCDE? Un duro golpe contra la paz!"), esta adhesión equivale a aceptar la inclusión de Cisjordania y los Altos del Golán en el "perímetro" de Israel. El hecho de que a los pocos días Israel se haya permitido atacar a la Flotilla de la Paz confirma que ese Estado interpreta esos gestos de cortesía como una carta blanca para sus acciones.
Ese fue el caso en diciembre de 2008. Entonces fue la Unión Europea la que decidió "aumentar" las relaciones bilaterales con Israel, otorgando a ese Estado privilegios de los que hasta entonces sólo disfrutaban unas pocas grandes potencias. Pocos días después los tanques israelíes se lanzaron al asalto de Gaza y cometieron con total impunidad "crímenes de guerra" y "crímenes contra la humanidad".
Richard Falk, enviado especial de la ONU para los Territorios Ocupados, escribió en Le Monde Diplomatique (marzo 2009) un texto titulado "Hay que llevar al banquillo a los responsables de la agresión contra Gaza". Unos meses más tarde, la Comisión de la ONU presidida por el juez sudafricano Richard Goldstone entregó sus conclusiones. Resultaron devastadoras para Israel, aunque tampoco eximían a Hamás. El texto del informe Goldstone confirma que fue efectivamente el ejército israelí el que rompió el alto el fuego, y arrojó luz sobre los crímenes cometidos. Este texto confirmó muchos de los informes ya publicados por Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
Estos textos no han dado lugar a ninguna sanción contra el Gobierno israelí. Uno de los argumentos esgrimidos para justificar esta inacción es que los hechos denunciados han sido objeto de investigaciones serias por parte de Israel, extremo que desmintió de forma argumentada el abogado Sharon Weill en Le Monde Diplomatique (septiembre 2009, "Desde Gaza a Madrid: el asesinato selectivo de Salah Shehadeh”).
Además se está desarrollando en Israel una ofensiva sin precedentes contra las organizaciones defensoras de los derechos humanos, tanto internacionales como israelíes, consideradas ahora como una amenaza estratégica para el Estado israelí a la que sólo supera en importancia la amenaza de Irán, Hamas e Hizbulá. Una auténtica campaña de deslegitimación de esas organizaciones se está llevando a cabo a través de grupos apoyados por el Gobierno y la extrema derecha israelíes, tales como NGO Monitor (Monitor de ONG). Paralelamente, se está librando una guerra de propaganda para justificar lo injustificable (véase Dominique Vidal, "Cuanto más grande es la mentira…”, Le Monde Diplomatique, febrero de 2009). En semejante contexto apenas sorprende que los soldados israelíes consideren a los militantes que transportan suministros a Gaza como "terroristas" y los traten como a tales.
¿La impunidad continuará, o algunos gobiernos se atreverán a adoptar medidas para sancionar a Israel, para hacer comprender a su Gobierno (y a su gente) que su política tiene un precio, que la represión tiene un precio y que la ocupación tiene un precio?
Dentro de la Unión Europea París podría sugerir a sus socios suspender el Acuerdo de Asociación en virtud del artículo 2, que establece explícitamente que Israel está obligado a garantizar la protección de los derechos humanos (léase Isabelle Avran, "Los retrasos de la UE con respecto a Israel”, La Valija diplomática, 25 de junio de 2009).
Francia podría adoptar tres medidas desde ahora mismo, sin esperar a llegar a un acuerdo con sus socios europeos:
– En primer lugar –y en estricto cumplimiento de la legalidad y de las decisiones de la Unión Europea–, iniciar una campaña para determinar el origen de los productos israelíes exportados a Francia, y prohibir (no sólo gravar) la importación de productos procedentes de los asentamientos;
– En segundo lugar, declarar que la instalación de colonos en los territorios palestinos ocupados es inaceptable y que tales colonos quedarán sujetos a un régimen de visado si desean viajar a Francia, una medida muy fácil de aplicar a partir de las direcciones de las personas que desean visitar nuestro país;
– Por último, decretar que los ciudadanos franceses que hagan su servicio militar en Israel no están autorizados a servir en los territorios ocupados, y que si colaboran con las acciones de un ejército de ocupación pueden sufrir consecuencias penales.
Bernard Kouchner ha anunciado que no hay ningún ciudadano francés entre los muertos de la flotilla humanitaria. Pero ¿sabe acaso si hay ciudadanos franceses entre los responsables de ese crimen?
Traducido para Rebelión por LB
Fuente: http://blog.mondediplo.net/2010-05-31-Israel-l-impunite-jusqu-a-quand
Israel, acusado una vez más de “terrorismo de estado”…
Turquía habla de "terrorismo de Estado inhumano" y avisa a Israel de que asuma las "consecuencias"
La Liga Árabe convoca una reunión de urgencia e Irán califica la acción de "inhumana".- El Consejo de Seguridad se reúne de urgencia por el ataque israelí y Ban Ki-moon habla de "baño de sangre"
AGENCIAS – Ankara – 31/05/2010
La conmoción por el ataque israelí contra el convoy que trasladaba ayuda humanitaria a la franja de Gaza ha sacudido a Estados, ONG y asociaciones y organizaciones internacionales y ha provocado una cadena de reacciones de repulsa y la llamada de varios países a los embajadores israelíes acreditados en su territorio. La Presidencia española de la UE ha declarado que los hechos son "inaceptables" y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado "el baño de sangre" y ha pedido a Tel Aviv "una explicación urgente". Naciones Unidas tiene previsto analizar la crisis hoy mismo, mientras que la OTAN abordará el ataque mañana.
La Administración estadounidense ha lamentado la acción israelí y la UE ha convocado a todos los embajadores del Comité Político y de Seguridad para elaborar una respuesta común. Egipto y Jordania, los dos únicos países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, han convocado a sus respectivos embajadores israelíes, y en España la repulsa de las fuerzas políticas y sociales ha sido unánime.
Tras conocerse los hechos, la reacción más rápida ha sido la de Turquía, que ha manifestado su "enérgica condena" por el ataque "brutal e inhumano". La respuesta turca fue aumentando de intensidad a lo largo del día. En un principio, el Ministerio de Exteriores de ese país expresó en un comunicado que el asalto militar era "inaceptable" y que Israel tenía "que afrontar las consecuencias de ese comportamiento". La nota oficial denunciaba que el Ejército israelí había usado la fuerza contra un grupo de ayuda humanitaria con "ancianos, mujeres y niños", algo "inaceptable".
Posteriormente, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que se encuentra en Chile y ha cancelado su visita a Latinoamérica, acusó a Israel de "terrorismo de Estado". "Es una acción totalmente contraria a los principios del derecho internacional, es un terrorismo de Estado inhumano. Nadie puede pensar que nos quedaremos callados ante esto", ha asegurado.
El barco atacado es turco y entre los integrantes de la expedición humanitaria, que partió de Estambul el pasado 22 de mayo, hay numerosos ciudadanos de esa nacionalidad. Turquía también ha convocado al embajador israelí en Ankara.
Reunión de urgencia
La Liga Árabe se va a reunir de emergencia este martes para analizar la situación creada tras el asalto a la flotilla solidaria, según ha informado el negociador jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat. La reunión ha sido convocada por el secretario general de la Liga Árabe, Amer Musa, a petición del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha precisado Erekat, citado por la edición digital del diario israelí Yediot Ahronoth.. Poco antes, el primer ministro del Gobierno de Hamás en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, había pedido a la Liga Árabe, a la Organización de la Conferencia Islámica y al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúnan de emergencia para estudiar la situación.
Musa ha asegurado en Doha que el asalto es una "clara señal de que Israel no está preparado para la paz". "Estamos todavía ante una gran peligro que amenaza con incidir en la continuación del conflicto árabe-israelí y con prohibir a los palestinos que tengan un Estado independiente con Jerusalén este como capital", ha dicho Musa. "Pedimos que Israel sea como los demás países y que respete las leyes internacionales y sus resoluciones", ha añadido. Además, consideró que "no es verdad" que el Estado israelí quiera levantar el bloqueo impuesto a la franja de Gaza, "porque si fuera verdad, no habría matado a un grupo que sólo quería llevar ayuda" a los palestinos.
Rusia, por su parte, ha expresado su profunda preocupación por estos hechos y ha pedido que se esclarezcan las circunstancias de lo ocurrido. "Es evidente que el uso de las armas contra civiles y la detención de barcos en mar abierto es una violación flagrante (del derecho internacional)", ha subrayado el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Andréi Nesterenko. Alemania, con dos miembros del Bundestag entre las personas que viajaban en una de las embarcaciones, se ha declarado impactada por el ataque israelí contra la flotilla humanitaria. El portavoz del Ejecutivo, Ulrich Wilhelm, ha explicado que aunque todos los Gobiernos de Alemania han apoyado "incondicionalmente" el "derecho de Israel a la autodefensa", en esta ocasión no parece, a primera vista, que se haya respetado "el principio básico" de la proporcionalidad en el ataque.
Ahmadineyad: "Son actos inhumanos"
En Irán, el presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha calificado el ataque israelí como una acción "inhumana" que no muestra "la fortaleza del régimen sionista, sino que pone en evidencia sus debilidades". Ahmadineyad ha asegurado en varias ocasiones que el Estado israelí desaparecerá. Frente a ello, Israel alega que su existencia está amenazada por el programa nuclear iraní, y teme que este dirigido a desarrollar armas nucleares que podrían ser usadas contra su país, algo que Teherán niega.
"Los actos inhumanos del régimen sionista contra los palestinos y que pretende evitar la llegada de ayuda humanitaria al pueblo de Gaza no muestra la Fortaleza del régimen sionista sino que muestra sus debilidades", ha señalado Ahmadineyad a la televisión pública iraní IRIB. "Todas estas acciones indican el fin de ese régimen repulsivo y falso y lo aproximan al final de su existencia", ha añadido.
El Vaticano ha expresado este lunes "preocupación" por el ataque. Según el director de la sala de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, "se trata de un hecho muy doloroso, en particular, por la inútil pérdida de vidas humanas". El portavoz ha subrayado que El Vaticano está siguiendo la situación con gran atención y preocupación".
Amnistía Internacional ha pedido a Israel que ponga en marcha inmediatamente una investigación "independiente y creíble sobre el asesinato". El director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y África del Norte, Malcolm Smart, ha matizado que "está claro que las fuerzas israelíes parecen haber usado una fuerza excesiva". "Israel dice que sus fuerzas actuaron en defensa propia, alegando que habían sido atacados por los manifestantes, pero parece que han actuado fuera de toda proporción con respecto a cualquier amenaza", ha explicado. Por ello, y como primer paso, Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades israelíes que hagan público de inmediato "las reglas de enfrenamientos emitidas a las tropas que llevaron a cabo este ataque letal".
Por su parte, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) ha hecho público un comunicado en el que condena "la brutal y desproporcionada agresión" de Israel.
Amenaza de guerra, según Siria y Líbano
"Siria y el Líbano condenan el crimen atroz cometido por Israel a través del brutal ataque contra civiles desarmados a bordo de la Flotilla de la Libertad", han señalado en una declaración conjunta el presidente sirio, Bashar al Asad, y el primer ministro libanés, Saad Hariri, tras la reunión en Damasco.
A juicio de Beirut y Damasco, las violaciones israelíes de las normas humanitarias básicas y las leyes internacionales amenazan con sumir a Oriente Medio en una guerra que no sólo afectará a la región", han agregado.
EFE
Netanyahu, en Ottawa; Canadá no condena
No ha habido por parte de Canadá condena al ataque. Ottawa se ha limitado a lamentar "profundamente la pérdida de vidas", en un comunicado emitido apenas unos minutos antes de que el primer ministro canadiense, Stephen Harper, se reuniera con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que se encuentra en ese país de visita de trabajo. "Estamos actualmente buscando más información que ofrezca más detalles sobre lo que pasó exactamente", afirmaba la declaración de la Oficina del primer ministro canadiense.
Desde la llegada al poder en el 2006 del Partido Conservador de Harper, Canadá se ha convertido en uno de los más férreos defensores del Estado israelí, rompiendo la tradicional política de neutralidad mantenida por anteriores Gobiernos canadienses.
EFE
Venezuela, Chávez y la realidad política actual…
Entrevista al sociólogo Juan Agulló
"Se habla mucho de Chávez pero poco de Venezuela"
Juan Agulló (Madrid, 1971), licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid (1995). Se doctoró en Sociología por la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, París (EHESS, 2003). Actualmente es Académico a Tiempo Completo de la Universidad Iberoamericana de México. Está preparando un postdoctorado sobre movilización social y cambio político en la Venezuela contemporánea.
Con la periodista Manola Romalo (Frankfurt) habló sobre algunos desafíos y logros del gobierno bolivarianos en los últimos 12 años.
Manola Romalo: Desde su elección en 1998, los medios de comunicación neoliberales suelen calificar al Presidente Hugo Chávez de “dictador” ¿Por qué?
Juan Agulló: Atacar a Chávez, decir que se “informa” sobre lo que ocurre en Venezuela cuando en realidad se desinforma, es una forma de ocultar la realidad. Hasta 1998, Venezuela era uno de los países latinoamericanos sobre los que menos se hablaba en la prensa internacional. Actualmente sigue siendo así: se habla mucho de Chávez, pero poco de Venezuela. Cuando se habla de Chávez “se olvida”, por ejemplo, que en 11 años ha ganado 15 elecciones y ha perdido una. ¿A cuántos dictadores conoce usted que ganen elecciones internacionalmente vigiladas pero, sobre todo, que también las pierdan?
Lo que por otro lado se oculta en la prensa internacional al hablar poco de Venezuela, es que una agenda política y económica heterodoxa, contrapuesta a las recetas monetaristas habituales, no solo es viable sino que –como en el caso de Venezuela- puede transformar positivamente la realidad. Venezuela demuestra que la única alternativa para salir de situaciones económicamente desastrosas, no son planes de ajuste, como el que se le está imponiendo, en la actualidad, a Grecia…
MR: En 1996, en Venezuela, el índice de pobreza era de 70%; en 2009 había disminuido hasta un 23 %, cifras reconocidas por el Banco Mundial. ¿Cuáles son los principales logros?
JA : El principal logro del actual Gobierno venezolano es haber desarticulado una forma de segregación mucho más grave, típica de América Latina: la exclusión.
El caso de Venezuela es peculiar por el petróleo: en los años 70 su PIB llegó a ser similar al de Italia. La pobreza disminuyó. Pero en sólo 20 años, como consecuencia del descenso en los precios del petróleo, de la crisis de la deuda externa y de la aplicación de planes de ajuste estructural , su PIB se emparejó con el de Colombia. La pobreza volvió a dispararse precisamente porque estaba asociada a la exclusión.
De hecho, ése es el auténtico reto: no sólo se trata de luchar contra la pobreza, sino contra la exclusión. ¿Cómo se hace? Pues, en el caso de la Venezuela actual, institucionalizando derechos; llevando las políticas de bienestar hasta zonas a las que antes sólo llegaba la represión; pasando de lo policial a lo político. De gente que no podía acudir a hospitales o a Universidades excluyentes, a módulos sanitarios y misiones educativas en zonas periféricas (a las que los periodistas extranjeros, con la excusa de la “seguridad”, no suelen ir). El Gobierno bolivariano trata de integrar, de incorporar a todo el mundo: el número de estudiantes, en estos años, ha pasado ¡de medio millón a dos millones! Integrar, para el actual Gobierno venezolano es una opción de desarrollo: no se trata de seguir perpetuando un Apartheid sino de que 26 millones de personas piensen, intercambien, consuman, produzcan en un mismo circuito. Fuera de Venezuela poca gente entiende la verdadera filosofía de este proyecto político.
MR: Usted ha investigado en zonas rurales de Venezuela, ¿qué cambió la Revolución bolivariana para los campesinos?
JA: El principal logro del actual Gobierno venezolano en las zonas rurales es tan sencillo que abruma: se ha puesto a producir al campo que, desde el boom petrolero de los años 1960, no estaba produciendo. Prácticamente se importaba todo, ¡a precio de oro!
En la década de los 60 hubo una reforma agraria. Pero corrupción mediante y violando la legalidad, muchas tierras regresaron a sus antiguos propietarios, o a otros nuevos, ligados a la estructura clientelista. ¿Qué hacían los propietarios con esas tierras? Como mucho, dedicarlas a cultivos altamente rentables pero erosivos, como la caña de azúcar. Venezuela tiene uno de los mejores rones del mundo, pero al precio de erosionar tierras muy productivas. Muchos de esos propietarios estaban ligados a mafias importadoras.
Suena increíble pero cuando uno pisa el terreno se da cuenta de que, en ocasiones, poseer tierras era una forma de excluir, de condicionar, de dominar… Cuando dominas el estómago de la gente dominas su cabeza. De hecho es curioso pero, por una parte, La Ley de Tierras de 2001 fue uno de los detonantes del golpe contra Chávez y por la otra, precisamente los Estados más agrícolas, fueron los que más tardaron en apoyar políticamente a Chávez, aunque ahora son los más chavistas.
¿Qué ha ocurrido? Más allá de la reforma agraria, grandes procesos de empoderamiento colectivo. La concentración de tierras en el campo había propiciado grandes flujos migratorios hacia las ciudades. Pero el olvido, todavía, no había sido total: el campo seguía presente en la memoria colectiva, sobre todo de ciudades de provincia en las que vivían muchos de los “nuevos” campesinos (hijos y nietos de viejos agricultores, que en las ciudades se ganaban la vida como taxistas, electricistas, fontaneros, etc.). Ahora, no sólo han tenido que volver a aprender técnicas productivas, por demás orgánicas, sino que están retomando el control de sus propias vidas lejos de un salario, de un patrón, de un horario, de una computadora, etc.
Algo parecido está ocurriendo en las costas con la pesca artesanal. Además, lo mejor es que la reforma no se ha limitado al campo sino que se ha pensado globalmente. En la Venezuela actual, el Estado está haciéndose cargo de la distribución. Hay una cadena estatal de supermercados a precios muy accesibles para la población de productos básicos que, más que eliminar el hambre, lo que está eliminando es la posibilidad de limitar la capacidad de pensar de la gente mediante el control de sus canastas básicas y por ende, de sus estómagos…
MR: El 26 de septiembre se celebrarán elecciones parlamentarias. La misma oposición que promovió un golpe militar entre el 11 y el 13 de abril 2002 llama en sus medios de comunicación, -como en el canal tv Globovisión- a “una solución militar” contra el presidente Chávez. ¿Qué proyecto politico tiene la derecha?
Hay una complejidad ideológica muy grande en la oposición venezolana: gente que viene de la socialdemocracia, de la democracia cristiana, del liberalismo, del conservadurismo e incluso del propio chavismo. La falta de identad política es uno de sus mayores problemas. Además hay otro obstáculo: los proyectos políticos abiertamente neoliberales tienen muy mala fama en el país. Por esa razón, el discurso anti-Chávez, tan fuerte, es lo único que amalgama el universo opositor.
Por otro lado está la cuestión del liderazgo opositor, que en estos 12 años nunca ha sido el mismo. Al principio estuvo formado por la vieja clase política, socialmente "odiadísima". Su fracaso, después de la aprobación de la nueva Constitución (¡por un 71% de los votos!) propició el ascenso del empresariado que había sostenido a la vieja clase política. El empresariado demostró su impericia haciendo gala de un radicalismo muy torpe: promovió el golpe de Estado, el paro petrolero, el sabotaje. No hay que olvidar que el líder golpista, Pedro Carmona Estanga, era presidente de la Fedecamara, la organización patronal. Para los empresarios había que sacar a Chávez del poder como fuera, casi a cualquier precio. Por eso la oposición perdió el favor del pueblo y poco a poco el de sus propias bases. Eso propició la aparición de un tercer liderazgo, que es el actual. Está conformado, sobre todo, por antiguas clases medias: estudiantes, médicos, profesores, comerciantes, etc. Conoce mucho mejor el país y a su gente y por eso, en teoría, es menos radical. Pero tiene un problema: financieramente depende del empresariado y sobre todo del “exilio” de Miami e incluso de agencias extranjeras, con agendas propias, prisas e intereses radicales. Hasta ahora eso ha limitado mucho su independencia y ha lastrado su crecimiento.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
El impredecible final del laberinto cubano. Entrevista al sociólogo cubano Aurelio Alonso…
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Para entender Cuba y el tema actual de la “disidencia” (¿realidad o manipulación?)
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Entrevista también a Pablo Milanés, más abajo…
par Waldo Fernández Cuenca, La Ventana/Casa de las Américas
La Revolución Cubana está próxima a su medio siglo. Teorizar desde cualquier ángulo sobre ella se vuelve un ejercicio difícil pero apasionante. El proyecto político y social cubano, me atrevo a decir que gatea todavía, busca situarse en un mundo áspero y contradictorio. Con enemigos poderosos y grandes amigos en todo el mundo. Cuba sigue su camino. Mas en su andar, importantes pensadores desde las más extremas y moderadas posiciones opinan sobre ella. Aurelio Alonso, actual subdirector de la revista Casa de Las Américas es uno de ellos. Sobre un críptico laberinto hurga en los intersticios de los grandes retos que hoy enfrenta nuestra nación, 50 años después de haber escogido un destino diferente. Este sociólogo y reconocido pensador intenta darnos algunas claves de la Cuba actual.
¿Qué sintió Aurelio Alonso como pensador y persona cuando supo que se derrumbó el campo socialista y la URSS ?
– Para mí – como para casi todo el mundo- fue algo totalmente inesperado y sorpresivo, pero si en algún lugar del mundo ha habido una comprensión racional del derrumbe y no una comprensión por claudicación fue en Cuba, porque nosotros sabemos que en algunos países de ese campo, como Polonia y Hungría, se había desarrollado ya una proyección reformista muy fuerte hacia una economía de mercado.
“En los años 60 el proyecto cubano trató de desarrollarse con una cierta autonomía, lo cual no pudo realizar con éxito, y tuvo que adherirse al CAME y alinearse al sistema soviético. Pero ya el Che Guevara casi había pronosticado el derrumbe del sistema socialista, algo que en general se veía muy difícil y poco probable. Yo pienso incluso hoy que el sistema podía haberse reformado desde adentro sin haberse desestructurado.
“Para nosotros la caída en lo económico fue una catástrofe y en lo político provocó una crisis de paradigma. Se había asumido el criterio que ese sería nuestro modelo de desarrollo, y de repente se desmorona, motivo por el cual muchos pensaron que aquí también iba a caer el socialismo. No obstante, para los dirigentes cubanos se retuvo con claridad la opción de resistir por todos los medios este embate. Que esto era necesario y posible a la vez.”
¿En algún momento usted pensó que aquí también se caería el socialismo ?
– Sí, yo siempre pensé que podía caerse, como pienso que todavía puede caerse. Si algo demostró el campo socialista fue que la irreversibilidad del sistema no era una ley inviolable. Esa falsa idea de que habíamos llegado a una sociedad superior y que no era reversible fue totalmente errónea. Esto lo asume Fidel en el 2005 en un discurso – que resultó alarmante y sorpresivo porque nunca él había reconocido posibilidades al fracaso- cuando habla que nuestro socialismo podíamos destruirlo nosotros mismos, y menciona la corrupción. Yo hablaría de mucho más que de la corrupción, hablaría de burocracia, de inmovilismo y de la rutinización de nuestro sistema.
“Pienso que la destrucción del sistema siempre es posible y hay que salvarlo todos los días, rehacerlo todos los días, perfeccionarlo todos los días, incluso lo que no se haga hoy puede ser un lastre para el mañana. Este ha sido un problema serio del socialismo cubano : que ha estado entrampado desde afuera por un bloqueo externo pero también desde adentro por una cuota de incertidumbre muy alta.”
Usted, en una entrevista para el periódico mexicano La Jornada, habla de reinventar el socialismo. ¿Qué significa para Aurelio Alonso reinventar el socialismo en Cuba ?
– La primera vez que yo usé esta palabra fue en Chile en el año 2003, cuando digo que el futuro del mundo debe ser socialista pero que había que reinventarlo, no solamente en Cuba sino también los proyectos de socialismo que nacen hoy en América Latina en el marco de sociedades que están intentando cambios radicales y revolucionarios, como lo son Venezuela, Bolivia y ahora el caso de Ecuador.
“Estos son países que tienen que reinventar, no pueden asumir ningún esquema anterior, ni el modelo soviético ni el actual modelo chino que es muy controversial debido al alto compromiso alcanzado con el mercado en esa sociedad, lo cual ha generado mucha incertidumbre en determinados sectores, en cuanto al rumbo futuro. Para encauzar esas experiencias socialistas de hoy hay que pensar en reinventar. Se ha vuelto un verbo clave.
“Nuestro socialismo también hay que reinventarlo, mirando críticamente a la experiencia del sistema en el siglo XX. Por ejemplo en el plano económico debemos decir que de una economía que está muy estatizada debemos llegar a una economía más flexible donde el Estado no pierda su poder económico. Es decir, ni el control integral del aparato económico nacional, ni su protagonismo empresario, como inversor principal, en sectores que resulten clave. Pero que deje espacios a otras formas de propiedad, como pueden ser formas de propiedad cooperativa, y también una mayor presencia de la economía familiar. Y ni siquiera excluir la posibilidad de otras en las cuales ni hayamos pensado. Los esquemas atentan contra la imaginación.
“Todo esto debe implementarse con un balance donde ninguna de las formas no socializadas o menos socializadas imponga una norma de mercado a las más socializadas. Buscar una configuración que provea eficiencia, pero no en los términos cuantitativos de la economía de mercado, sino con una concepción nueva de la eficiencia, orientada a hacer sustentable al sistema en su conjunto.
“Ahora, ¿qué camino habría que tomar ? ¿Qué tiempo puede demorar ? ¿Cómo se puede hacer ? Esas son preguntas más concretas que requieren respuestas más concretas. Y respuestas más concretas implican el manejo de muchas variantes que no están a mi alcance. Pero no tengo duda en cuanto a la necesidad de romper la identificación de lo estatal con lo socializado o socialista. Habría mucha más tela por donde cortar, por supuesto.”
¿No hay una idea implícita también en ese término de fracaso ?
– Claro que sí. Hay dos cosas : está el significado del fracaso del modelo anterior y está no perder de vista también los aportes reales de aquel modelo. Empezando por la Unión Soviética, que de un imperio más feudal aun que capitalista, sostenido por el mujik (el campesino), se convirtió en menos de medio siglo en la segunda potencia mundial. No todo fue fracaso en aquella economía, de la cual pueden extraerse experiencias importantes, siempre teniendo en cuenta que el conjunto del modelo no se sostuvo, ni en lo económico ni en lo político. En lo político porque el socialismo, que es el único régimen mundial donde la sustentabilidad depende de la democracia, no ha sido capaz de crearla.
“El capitalismo puede vivir sin democracia, fíjate que donde primero se implanta el modelo neoliberal en América Latina es en el régimen de Pinochet, el capitalismo usa los mecanismos de institucionalización política que le son convenientes y rentables en cada lugar sin ningún escrúpulo. E incluso aplica patrones autoritarios, y a veces de corte fascista, al amparo de esa institucionalidad que llama democrática por sostenerse en regímenes electorales y de alternacia gubernamental.
“Al capitalismo no le interesa crear una verdadera democracia, pero al socialismo sí, y eso fue lo que faltó en Moscú, donde si hubiera habido un verdadero poder popular, el gobierno soviético hubiera podido asumir un esquema de reformas mucho más radical encaminado a sostener el sistema socialista. No radical en renunciar al mismo. Todo eso falló porque no había un poder popular, el pueblo no tenía ningún poder, desde un nivel comunitario hasta los más altos niveles estatales, en la toma de decisiones.”
¿Cuáles son entonces los problemas del proyecto democrático cubano ?
– Creo que debemos partir de reconocer que hemos armado un proyecto demasiado estatizado, muy burocratizado con un nivel muy limitado de participación popular en los sistemas de decisiones de todo orden. Esto puede definir a grandes rasgos el problema, pero que tiene muchas expresiones puntuales e institucionales. Por ejemplo existe un sistema de poder popular donde la Asamblea Nacional – que electoralmente es muy democrática, pero los elegidos tiene un poder muy limitado para tomar cualquier decisión- se reúne solo dos veces al año y vota cosas que ya han sido tramitadas. Esas votaciones unánimes te dan la medida de lo insustancial de su gestión.
¿Habría que refundar entonces la democracia cubana actual ?
– « Refundar » no es la palabra, refundar significa volver a fundar, un diseño distinto, liquidando todo lo anterior. Yo creo que hay que transformarlo críticamente, tener una posición más crítica por parte de los actores políticos, en todos los niveles, de poder hacia la organización del poder. El papel del partido a mi juicio debería ser transformado : el partido no puede dirigir al Estado, es el pueblo el que debe dirigir al Estado. Martí usaba unas palabras que siempre me han impresionado, él hablaba de un partido para formar la república no para dirigir la república, para Martí el partido debe tener un papel más ético, más de vanguardia.
“Esto nos lleva al análisis de que son dos cosas distintas un partido-vanguardia y un partido-poder. Si nos montamos en una estructura de poder ya estamos rebasando el papel de la vanguardia ; y si nuestro propósito es articular la garantía, la reproducción y el perfeccionamiento de la vanguardia dentro del proyecto, nuestra aspiración no puede traducirse en el ejercicio del poder, ya se refiera a administrar con eficiencia, o cualquier dispositivo que releve al pueblo de la responsabilidad de las decisiones.
“No son ideas antagónicas, pero tampoco coincidentes, incluso pueden contraponerse en algunas cosas porque ejercer el poder crea intereses corporativos, entonces quieres estar en el Partido para poder ejercer el poder. Es toda una dinámica de intereses y compromisos de acuerdo al papel que juegan las instituciones.”
¿Cree usted en la superación de una férrea mentalidad de plaza sitiada sin subestimar nunca la inteligencia del enemigo ?
– Eso es muy difícil. Para superar esa mentalidad de plaza en estado de sitio debe dejar de existir el estado de sitio real. Esta mentalidad de plaza sitiada se crea porque somos una verdadera plaza sitiada. Los últimos 15 años son la prueba más clara de ello : cómo los Estados Unidos han cambiado toda su política hacia el antiguo campo socialista excepto hacia Cuba. Y comienzan el hostigamiento hacia esos regímenes latinoamericanos que se aproximan o siguen proyecciones antiimperialistas, afines a las de Cuba.
“La política de cerco existe y el centro principal se está desplazando hacia Venezuela. Este país es, más que Cuba, objeto previsible de una posible invasión, por los intereses norteamericanos allí, puesto que Venezuela es uno de los suministradores más de petróleo a los Estados Unidos, y esta asentada geográficamente sobre las segundas reservas de petróleo más grandes del mundo.”
En varios de sus artículos sobre la sociedad cubana y el impacto de la crisis de los 90 usted dice que Cuba tiene una crisis de inserción debido al mundo al cual se enfrenta. ¿Ha logrado el país insertarse en la dinámica global contemporánea a la vez que protege su modelo ?
– Yo hablo sobre la crisis de inserción que provocó la caída del llamado « campo socialista », porque hasta el año 1989 Cuba no padecía esta crisis debido a su inserción dentro de un sistema internacional. La inserción siempre ha sido un problema para nuestro país, los primeros años de la revolución fueron de ruptura y búsqueda de un camino independiente de inserción en el mercado mundial, el cual no logramos. Ya entonces se pueden identificar los elementos propios de una primera crisis de inserción hasta que Cuba opta por ingresar al CAME y obtiene una asociación internacional articulada, orgánica y estable. También una nueva situación de dependencia.
“Este sistema (el del CAME) no llegó a dominar una porción suficientemente elevada de la economía mundial. Además se montó sobre un equívoco, puesto que no llegó a ser un sistema distinto, en términos de mercado, al sistema capitalista dominante, es decir, al mercado mundial, sino es una forma de integrarse desde una perspectiva colectiva a la economía mundial.
“Cuba vive a partir de ahí un momento económico provechoso, aunque nos volvimos también más azucareros, más dependientes de un mercado cautivo con pocas posibilidades de salirnos de ese sistema. En la época actual hemos ido logrando una inserción policéntrica, ya que no dependemos de ningún centro en particular. Me atrevería a caracterizar la articulación económica internacional a partir de tres contrapartes : Venezuela, China y algunos países desarrollados.”
¿Cómo ve Aurelio Alonso el socialismo del siglo XXI que Chávez nos propone ?
– Esa es una teorización. Confieso que yo también he usado ese término, pero lo cierto es que no se sabe todavía cuál es, o cuales serán los socialismos de este siglo porque solo han pasado siete años. Yo creo que hay una correlación de fuerzas que demuestra condiciones favorables, como nunca hasta nuestros días, para reiniciar una búsqueda del socialismo en América Latina. Por ahí viene el verbo « reinventar », y como todavía habrá mucho que reinventar, le hago un cierto rechazo a que alguien venga a estratificar modelos como si tuvieran la verdad en la mano.
“Nosotros no podemos ponernos a construir modelos en abstracto, tampoco significa que no podamos teorizar pero debemos hacerlo de manera progresiva. Las condiciones de los países que vayan a construir ese socialismo saliendo de profundas complicaciones de dependencia neoliberal como son los países latinoamericanos, deben ser sobre la base de una serie de pasos, de construcciones distintas a una sociedad como la cubana de economía muy estatizada. Quizás los objetivos sean similares pero los puntos de partida, los caminos, las estrategias tienen que ser distintas.
“Incluso nosotros no debiéramos ver, a ultranza, como un pecado capital, privatizar. Venezuela parte, de hecho, de una sociedad hiperprivatizada, y no creo que los procesos nacionalizadores que se hagan necesarios puedan orientarse a la desprivatización masiva. También existen condiciones diferentes para los países que parten con una cantidad enorme de recursos materiales, naturales y los que no. Nunca van a ser iguales tampoco las condiciones en que pueda triunfar un proyecto socialista en un país capitalista desarrollado, necesariamente serán condiciones diferentes. El dilema no está en teorizar o no teorizar, sino en si construimos modelos o no construimos modelos, a partir incluso de experiencias evaluadas como exitosas.”
¿Hasta qué punto le hizo daño a nuestra economía copiar el modelo soviético y adoptar una excesiva centralización ?
– Eso es muy difícil de decir. Habría que preguntarse también hasta que punto la economía hubiera subsistido si no adopta el modelo soviético. No se trataba solamente de acogerse a un modelo sino de adaptarse a las exigencias de un conjunto de países para poder insertarse. La cuestión no era « si no te adaptas al modelo no te ayudamos », era « si no te adaptas no tienes manera de insertarte ».
“Este modelo le hizo daño y le hizo bien al país, porque nos permitió salir de la crisis de principios de los 70 y a partir de ahí obtuvimos una dinámica de desarrollo estable. Uno de los grandes daños fue en el aspecto financiero, pues había que buscar en el resto del mercado fuentes de financiamiento no contempladas en el CAME, y nos acogimos al flujo de la corriente crediticia en eurodólares que ofrecía el mundo desarrollado en esos años. Como es sabido, esto generó un proceso de endeudamiento que desbordó la capacidad de pago del país en divisa convertible.
“También habría que considerar que nuestras políticas de inserción han estado ligadas a instrumentos jurídicos y no a una dinámica mercantil. Se montaban fábricas que después no funcionaban o funcionaban a muy baja capacidad por no hacerse las previsiones pertinentes. Fíjate que la crisis de la economía cubana no empieza en realidad con la caída del campo socialista, empieza con la carencia de recursos financieros para saldar los cumplimientos de la deuda externa en divisa convertible en los primeros años de los 80.
“En el año 1985, Cuba tiene que decirle a los acreedores occidentales capitalistas que no puede pagar y para poder acceder a nuevos préstamos los acreedores le exigen al país una fuerte reducción del gasto público y un programa de privatización que priorizara la eficiencia económica por encima de los gastos sociales. Una versión de las « políticas de ajuste » del FMI y el Banco Mundial, características de las ataduras de la dependencia neoliberal. Cuba no acepta y declara la moratoria de la deuda.
“Los créditos capitalistas significaban alrededor del 16% de la entrada de divisas al país, pero ese 16% afectaba al 35% de la economía cubana. Los convenios con los países del CAME se basaban en lo que esos países te podían dar, que no coincidía siempre con lo que se necesitaba ; en tanto, los créditos capitalistas significaban la entrada de divisas al país para buscar ofertas de acuerdo con tus necesidades. La moratoria de la deuda con los acreedores occidentales trajo como consecuencia que el nivel de dependencia de Cuba al CAME se elevara de aproximadamente un 65% hasta cerca de un 90% en 1989.”
¿Qué cambios estructurales más urgentes necesita la economía cubana para un despegue de sus fuerzas productivas ?
– En primer lugar debemos enrumbar la mirada hacia la subsistencia. Siempre hemos rechazado aplicar un modelo de subsistencia, pero los principales gastos del país siguen siendo los combustibles y los alimentos. Nunca se podrá llegar a la total suficiencia, pero no se puede depender en 50 o 60% de importaciones en esos rubros. En este país hay mucha tierra sin cultivar. Está la famosa anécdota de Raúl de que solo veía marabú en su viaje a Camaguey. Evidentemente hay un problema estructural que requiere un cambio estructural.
“Hay un 30% de los productores agrícolas que hoy garantizan más del 60% de la producción de alimentos, y estos son los productores privados y las cooperativas con mayor autonomía en sus decisiones. Son los menos atenazados por los suministros del Estado, por el compromiso de entrega al Estado, por la elección de sus cultivos por parte del Estado, por los precios que impone el Estado. Yo no soy un experto en esos temas pero sí hay mucha gente que ha escrito sobre eso y tiene sus puntos de vista.
“Creo que habría que ponerle un poco más de atención a los críticas. Hay que generar cambios en la agricultura que garanticen un mayor autoabastecimiento. Yo pienso que el socialismo del siglo XX fue tan estatista de vocación en todas partes, que hoy nos cuesta adoptar otras formas de propiedad como la cooperada y la privada.”
¿Considera la negación del mercado como la negación del desarrollo ?
– Mira, el mercado no es el capital pero el capital sí hizo al mercado. Las economías de mercado avanzan hasta que el capital se cae. Debe buscarse la desconexión entre mercado y capital y a su vez el mecanismo de reducción del peso específico del mercado como dispositivo de conducción de la economía. Yo no creo en el « socialismo de mercado ». Tú no puedes dirigir la economía socialista mediante el mercado. La economía socialista debe estar dirigida de manera global por una institucionalidad social representativa de los intereses de la población y que domine al mercado.
“Al mercado hay que acudir para armar una lógica de eficiencia sin comprometer el proyecto social. Una eficiencia no dictaminada por las leyes del mercado sino por una lógica montada en los intereses superiores de la sociedad, dentro de la cual el mercado provea también, con sus mecanismos, aseguramientos armónicos con el interés global del proyecto. El mercado de que hablo no puede convertirse en una concesión al interés privado en detrimento del interés social, sino subordinarse a él.”
Desde que Raúl asumió la presidencia del país se habla de cambios, básicamente ¿cómo pudiéramos diferenciar la personalidad de Raúl con la de Fidel ?
– Fidel es el estadista más brillante del siglo XX. Ha sido el jefe de estado que ha demostrado la mayor capacidad para resolver la subsistencia social en las condiciones más adversas posibles y mantener un consenso para el sistema. Las revoluciones generan personalidades : ahora mismo, en Ecuador nadie sabía quien era Correa hasta hace dos años y este ha adquirido una talla de estadista impresionante. Raúl no es Fidel. Creo que Raúl tiene condición de estadista, como la tuvo el Che, y Dorticós y Carlos Rafael Rodríguez. Es una opinión muy personal. Diría incluso que Raúl aventaja en algunos aspectos a Fidel, yo creo que Raúl es mejor administrador, y mucha gente lo cree en Cuba. Él tuvo un peso decisivo en muchas de las reformas que se implementaron en los años 90 y que sirvieron para contener el desplome de la economía cubana.
¿Cuán cerca o cuán lejos está el final del laberinto cubano tras la caída del Muro ?
– No se sabe dónde está el final del laberinto, ni siquiera la salida del laberinto está todavía clara. La salida ha tenido un proceso de reinserción que le debe mucho a la política de resistencia, pero también a los cambios que se están produciendo en América Latina y a la crisis del sistema imperialista. Estamos en una época de grandes incertidumbres, no podríamos precisar aun los caminos de esos proyectos y cómo van a enfrentarse al imperialismo. Un imperialismo que nos gusta calificar de agonizante pero que, incluso en su agonía, no se quedará de brazos cruzados. Seguramente van a repetirse las agresiones armadas, las cruzadas, las invasiones.
“Por lo tanto el principal aliado que van a tener los pueblos de la América Latina será la resistencia de los invadidos. En cuanto a Cuba debemos pensar que la situación de plaza sitiada puede durar 100 años más. El sitio es un componente real de nuestro laberinto.”
La Ventana/Casa de las Americas
5 janvier 2009
ENTREVISTA CON PABLO MILANÉS
« El socialismo cubano se ha estancado »
par Carlos Fuentes
publié : le 5 janvier 2009
Calentando motores para una gira que arranca el 16 de febrero en Madrid, el artista señala que « este socialismo dio todo lo que iba a dar, estamos paralizados y tenemos que hacer reformas »
Es hora de siesta, pero Pablo Milanés (Bayamo, 1943) responde con brío desde Vigo. Está de nuevo en España, ahora a la espera de ser papá de gemelos (y ya tiene seis hijos) y calentando motores para una gira que arranca el 16 de febrero en Madrid. Responde resuelto, habla sin tapujos de Cuba, del momento histórico que se avecina. Y considera agotada la etapa de los hermanos Castro. "Este socialismo dio todo lo que iba a dar, estamos paralizados y tenemos que hacer reformas".
¿Cómo lleva vivir sin La Habana ?
Terrible, la verdad. Ya llevo un mes aquí y nunca me había separado más de veinte días de La Habana. En cuarenta años de oficio no recuerdo haber estado un mes fuera. Y me siento muy extraño, tengo mucha nostalgia, voy aquí a la playa de Samil, pero no es lo mismo que el malecón de La Habana.
¿Ha sido la nostalgia una fuente de alimentación para su canción ?
Sí, esa nostalgia está perenne en mi obra y se manifiesta a veces de forma indirecta, pero siempre se manifiesta. Es una característica del isleño.
Ya lo cantó : "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos".
Y amo a esta isla, soy del Caribe esas características no se pueden obviar ni al hablar, ni al reír, ni al disfrutar ; ni siquiera cuando sufres o eres pasional. Todo tiene que ver con lo isleño.
La parálisis dirigente
Hábleme de su isla, ¿cómo ha dejado Cuba ?
Bastante mal. Después de tres ciclones, una crisis que no se acaba de solucionar y unos dirigentes que no hacen nada por sacar adelante el país nuevamente en medio de esta parálisis. Si a esto se agrega la crisis mundial, pues estamos bien arreglados.
¿No confía en que Raúl Castro dé un paso hacia delante ?
Yo no confío ya en ningún dirigente cubano que tenga más de 75 años porque todos, en mi criterio, pasaron sus momentos de gloria, que fueron muchos, pero que ya están listos para ser retirados. Hay que pasar el testigo a las nuevas generaciones para que hagan otro socialismo, porque este socialismo ya se estancó. Ya dio todo lo que podía dar, momentos de gloria, cosas imperecederas que aún perviven en la memoria y en los hechos cotidianos del cubano, pero tenemos que hacer reformas en muchísimos frentes de la Revolución, porque nuestros dirigente ya no son capaces. Sus ideas revolucionarias de antaño se han vuelto reaccionarias y esa reacción no deja continuar, no deja avanzar a la nueva generación que viene implantando un nuevo socialismo, una nueva revolución que hay que hacer en Cuba.
Y a esos viejos revolucionarios, ¿la historia los absolverá ?
Sí, creo que sí. Simplemente deben retirarse, pero no creo que haya que juzgarlos por nada. Hicieron lo que tenían que hacer en su tiempo. Simplemente, ahora no están haciendo lo que deben hacer.
¿Qué es lo más triste que contempla usted ?
Es tal la situación que está viviendo el cubano que ya no puede vivir más de promesas. Las conquistas antiguas están ahí. Hay que ir hacia nuevas conquistas. Se logran con nuevos pensamientos y una dinámica nueva que [los dirigentes] no son capaces de ejercer . Estamos paralizados en todos los sentidos, hacemos planes para un futuro que nunca acaba de llegar.
Nueva conquistas
Lo que causa resignación y desasosiego en las nuevas generaciones
No solamente el desasosiego. Los jóvenes cubanos se forman de un modo muy hermoso, pero luego tienen que emigrar para proyectar lo que estudian. Es muy triste porque ni siquiera un exilio político, sino un exilio económico por las pocas condiciones que hay en nuestro país. Que se divida la familia, que se cercene esa relación filial es absolutamente inadmisible en estos momentos.
Hace días, Wendy Guerra escribió sobre la caída de estereotipos ; ya es políticamente correcto tener amigos gays, ya no hay represión brutal como en los primeros años de la Revolución
No es tan brutal, pero tampoco es tan abierta. Hace quince años deciqué la canción Pecado original a mi director artístico, que es gay. En esencia esa realidad no ha cambiado todavía. Hay que ir más allá, pasar de las palabras a los hechos. Todavía hay mucho prejuicio contra los homosexuales en Cuba.
También con el turismo sexual, en el que los españoles son campeones
Turismo sexual hay en todas partes del mundo. Cuba destacó por una imagen inmaculada ante los ojos del mundo y cuando empezó a ser un país normal, como todos, parecía que se caía el mundo. Prostitución hay en todas partes, y mucho más corrupta que la que existe en Cuba. Simplemente, la imagen de Cuba se ensució, entre comillas, ante la imagen que daban admiradores, entre comillas, de la Revolución.
Canción y Régimen
¿Qué influencia tiene esta trayectoria política en la poética cubana ?
Puedo hablar por mí : en Regalo, mí último disco, manifiesto todo mi pensamiento actual sobre la situación cubana e internacional. No es que el artista deba expresarse siempre en estos términos, pero si sus canciones tienen un ápice de realismo y dignidad hay que retratar el momento en el que vive. Así como expresamos la gloria que vivimos en un momento, también debemos expresar lo que estamos sufriendo ahora. Pero hay que tener valor, en primer lugar, y hay que tener dignidad y entereza para poder afrontar la situación que atraviesa Cuba ahora. Mucha gente tiene miedo a hablar porque hay un sistema detrás de censura, de represión callada y oculta que no te permite hablar libremente y que hay que echar abajo ya, cuestionarlo de un modo radical. Son cosas que se han venido planteando anteriormente, inclusive por la dirigencia cubana, pero no se han llevado a cabo.
¿Es necesario un dictador para que haya canción de autor ?
No, hombre, no. Eso es una barbaridad. Esa pregunta que usted me ha hecho es una barbaridad. No hacen falta dictadores en ningún lugar para nada.
Buena Vista Social Club
Política aparte, Cuba sigue de moda. Ha vuelto el bolero…
En Cuba tenemos un defecto : olvidamos las expresiones que nos han antecedido. Y dos de ellas han sido el filin y la canción tradicional. En 1981 empecé a recuperar el bolero filin y en 1982 inicié la serie Años, que ya tiene seis discos. En aquel momento, esa música estaba completamente olvidada. No quiero decir que todo sea gracias a mí porque sería demasiado pretencioso, pero no hay duda de que fui el primero en tratar de reconquistar esos valores que se habían perdido y que estaban olvidados.
Tuvieron que ir un guitarrista norteamericano y un productor inglés a grabar Buena Vista Social Club. ¿Cómo le sentó ?
Indudablemente muy mal, porque yo estaba haciendo pobremente, de manera muy artesanal, todo ese trabajo que anteriormente no había sido reconocido. De hecho, al día de hoy aún no ha sido reconocido.
Al menos, Buena Vista permitió una vejez cómoda a muchas leyendas
Sí, la vejez que siempre debieron haber tenido.
Que era imposible en Cuba
Fueron completamente olvidados.
EEUU
¿Alberga esperanzas en la presidencia de Barck Obama ?
Sí, cómo no. Soy un ciudadano negro y que Estados Unidos haya tenido una ley de derechos civiles conquistada en los años 60 y que, menos de 40 años después, ya tenga un negro presidente es tanto o más que lo que hemos logrado nosotros en Cuba, donde los negros aún no tienen ni poder real ni verdaderas oportunidades. Es una vergüenza que en Estados Unidos haya un presidente mestizo no hayan ejercido el poder en estos cincuenta años.
Medio siglo también tiene el bloqueo, muchas veces utilizado como mera excusa
El bloqueo tiene dos caras : realmente nos ha afectado durante 50 años, pero está la otra cara, el auto-bloqueo, que hemos utilizado como una emergencia para defendernos de nuestros errores en determinados momentos.
Epílogo
En una de sus últimas canciones
Quisiera que me preguntaras por algo artístico, parezco un ministro en lugar de un cantante.
En Suicidio esboza a un creador que está en el ocaso
No es que esté en el ocaso, más bien está decepcionado por todo lo que ocurre a su alrededor.
¿Es una canción autobiográfica ?
Sí, totalmente autobiográfica.
¿Y siente Pablo Milanés que le quedan pocas cosas por contar ?
No, me quedan muchas por contar. Cuando canto cosas negativas parece que voy a morir, pero no, estoy vivo todavía.
Las vías violentas de la derecha venezolana…
Manos Blancas buscando atajos
Chevige González Marcó, Patria Grande
Enero comenzó con agenda violenta para la oposición. Tal como ocurrió en el año 2007, la defensa de la ilegalidad del canal de televisión RCTV, sirvió como excusa para una nueva ofensiva contra Venezuela. A través de diversas vías y mecanismos las fuerzas políticas y mediáticas de la reacción se unieron para intentar generar caos y para aparentar ante el mundo un presunto caos.
El 24 de enero, RCTV y otros canales internacionales son retirados de la programación de las empresas de tv por suscripción. El motivo: no entregaron a la Comisión nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) la documentación correspondiente para su clasificación como canales de producción nacional o internacional. Enseguida la maquinaria propagandística imperialista se activó para acentuar su permanente ofensiva destinada a hacer ver a Venezuela como un país sin libertad de ningún tipo.
Entre los canales que no habían entregado su documentación estaba el estatal TV Chile. Los titulares de la prensa reaccionaria decían que el presidente Chávez había sancionado a un canal chileno por no pasar cadenas. En las calles, los grupos de “Manos Blancas” activados en 2007, volvieron a las calles. Directivos de colegios privados de las zonas de clase media de ciudades como Caracas, Maracay o Valencia, http://www.aporrea.org/actualidad/n149795.html , promovieron la salida de liceístas a pelear… por la ilegalidad.
Enseguida, el tema de RCTV y su presunta libertad de expresión, que en realidad es la defensa de funcionar al margen de la legislación venezolana, se unió a las denuncias sobre la supuesta “represión” a la que eran sometidos los grupos de Manos Blancas. En el escenario mediático consolidaban la nueva agresión contra Venezuela, con el uso, nuevamente, de falacias.
Debemos recordar que los experimentos a partir de los grupos de “Manos Blancas” pretenden copiar el esquema de las llamadas “Revoluciones de Colores”. Es decir, los procesos promovidos desde Washington para promover el derrocamiento de gobiernos adversos a sus designios. Estos grupos reciben financiamiento para su organización de parte de organismos yanquis como la USAID: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/02/11/la-usaid-detras-de-las-manos-blancas/
Hasta ahora el mecanismo de los Manos Blancas, copiados del Octpor usado en Serbia, no ha tenido el éxito que esperaban desde el Norte. Y sus acciones deben ser amplificadas por los medios de comunicación al servicio de la vía violenta como única manera de causar repercusión en la opinión pública nacional e internacional.
Semanas antes de que RCTV se colocara, por segunda vez, al margen total legalidad, en un programa de esa estación, el presidente de Fedecámaras, Noel Álvarez había ratificado, en un contexto, que intentaba parecer como jocoso, que la solución para los problemas de Venezuela, era una solución militar. Durante semanas las llamadas redes sociales, en especial Twitter, se inundaron de rumores, que pretendían revivir el fantasma golpista en el país.
El esquema violento, colocaba a los victimarios como víctimas, mientras en el estado Mérida era asesinado un joven militante del PSUV: http://www.psuv.org.ve/?q=node/7322 ,los medios de la reacción, se acusaba al gobierno de utilizar la más violenta represión contra los opositores. Entre tanto, bandas armadas de la oposición aterrorizaban a la ciudad de Mérida, pero el diario El Nazional publicaba un instrumento usado por la Guardia Nacional para retirar cauchos incendiados u otros objetos en llamas, como si fuese un instrumento de tortura medieval: http://www.minci.gob.ve/noticias-minci/1/195631/publicacion_de_el.html
Diversas vías para un mismo esquema repetido año tras años, y donde sólo cambian algunos actores. Desde sectores de la oposición se siguen promoviendo los atajos para tratar de recuperar su perdido poder para explotar a un país y a un pueblo.
REBELION.ORG
León Troski según el escritor cubano L. Padura…
El asesinato de Trotski según Leonardo Padura
El escritor cubano publica una prodigiosa novela que recrea el crimen del dirigente bolchevique a manos de un sicario (R. Mercader)
por Marcelo Soto – 12/02/2010
Quien haya conocido el miedo alguna vez, ese miedo profundo y verdadero que se queda en nosotros para siempre, sabrá que el horror no es tanto el mal sino su posibilidad, su presencia latente, agazapada a la vuelta de la esquina y siempre dispuesta a salir de las sombras. Ese sentimiento es el que persigue a los protagonistas de El hombre que amaba a los perros, la maciza novela del cubano Leonardo Padura sobre el asesinato de Trotski, uno de los crímenes más ruines, crueles e inútiles de la historia moderna.
Llevado al cine varias veces (desde la versión de Joseph Losey con Alain Delon y Richard Burton hasta la edulcorada Frida de Salma Hayek), este homicidio ha sido objeto de numerosos libros, pero probablemente nunca había sido tratado con la contundencia y el poder sugestivo con el que lo relata Padura. Si dicen que cada episodio histórico necesita un autor capaz de desentrañarlo, el crimen de Trotski ha encontrado, por fin, el suyo.
Luego de leer las casi 600 páginas de esta novela abigarrada, la sensación que queda es de asco, una sensación inconfortable y pegadiza como el hedor de un animal muerto. El cadáver maloliente no es, sin embargo, el del viejo revolucionario asesinado en México, sino el del socialismo burocrático de Moscú, una de cuyas ramas llega hasta Cuba, aunque Padura, quizá por un asunto generacional o por simple temor, se resiste a aceptarlo de buenas a primeras.
El hombre que amaba los perros se compone de varias voces: la de Iván, un escritor cubano sumido en la derrota que tiene algo del propio Padura; la de Trotski (basada en sus escritos luego de ser expulsado de la URSS por Stalin en 1929) y la de Ramón Mercader, su victimario. Durante uno de sus vagabundeos, Iván se topa en una playa de La Habana con un misterioso español que dice haber conocido a Mercader. Es el año 1977 y Cuba está inmersa en el autoritarismo. La sospecha y el miedo arrecian.
Ajeno a las penurias de la isla, el europeo pasea por la playa acompañado de un par de canes de raza rusa, además de un guardaespaldas negro, y como llevado por un deseo vergonzoso, comienza a contarle al narrador la historia del asesino de Trotski: un comunista catalán que luchó en la Guerra Civil española y que luego fue captado por la inteligencia soviética.
Intercalado por la historia del exilio de Trotski y los encuentros de Iván con "el hombre que amaba los perros" se va formando el retrato de Mercader: hijo de una comunista recalcitrante y de un burgués en bancarrota, Ramón pelea en las filas republicanas, donde trotskistas y estalinistas parecen más preocupados de eliminarse entre sí que de ganar el conflicto.
Para los soviéticos, que ya controlan buena parte de las huestes antifascistas, es más importante acabar con Trotski que con Franco y sólo apoyan la causa republicana a cambio del oro español, que queda a buen resguardo en Moscú. Una vez que Stalin pacta con Hitler la repartición de Europa, España es abandonada a su suerte.
Trotski, entretanto, pasa su exilio en Turquía, Noruega y finalmente en México (donde llega invitado por el pintor Diego Rivera y su esposa Frida Kahlo, con quien el ex bolchevique tendrá un affaire) y se convierte en la principal voz que denuncia los crímenes del estalinismo. Como fieles ovejas, los comunistas del orbe obedecen la orden soviética de luchar contra el trotskismo y así se explica la postura, entre otros, de Neruda, quien escribió loas a Stalin y ayudó al pintor Siqueiros a salir de México luego de que éste intentara, sin éxito, un primer atentado contra Trotski en 1940.
En ese ambiente extremo y plagado de dobleces, Mercader acepta convertirse en sicario de la revolución. Toma el alias de Jacques Mornard y seduce a una muchacha trotskista, Sylvia Ageloff, para acercarse al círculo íntimo del ex jerarca soviético, radicado -tras dejar el hogar de los Rivera, luego de varias disputas con el muralista- en una casa de la calle Viena, en el barrio de Coyoacán, en Ciudad de México. De ese modo, Mornard/Mercader se hace pasar por un despreocupado dandy belga, repentinamente interesado en la política y atraído por el carisma del antiguo camarada Lenin. Luego de conocerlo, ofrece publicar un artículo periodístico en su defensa. Se cita a solas con el legendario dirigente y le muestra unos párrafos escritos con más sudor que inteligencia. Es el 20 de agosto de 1940: "Esto es basura", le dice el ruso, tachando groseramente el texto mecanografiado por su supuesto admirador.
"En ese instante Ramón Mercader sintió que su víctima le había dado la orden", escribe Padura. "Levantó el brazo derecho, lo llevó hasta más atrás de su cabeza, apretó con fuerza el mango recortado y cerró los ojos. No pudo ver, en el último momento, que el condenado, con las cuartillas tachadas en la mano, volvía la cabeza y tenía el tiempo justo de descubrir a Jacques Mornard mientras éste bajaba con todas sus fuerzas su piolet (una especie de hacha en forma de martillo que usan los montañistas) que buscaba el centro de su cráneo. El grito de espanto y dolor removió los cimientos de la fortaleza inútil de la avenida Viena".
Aquel grito perseguiría al pobre Mornard por el resto de su vida. Trotski, pese a la brutalidad del golpe, sobrevivió varias horas y de hecho impidió que sus guardias mataran al asesino: "Tiene que contar su historia", advirtió el anciano agonizante. Mornard pasó 20 años en la cárcel de México sin reconocer su conexión con la inteligencia soviética. Debido a su penosa lealtad, fue condecorado en 1961 como un héroe por la KGB. Murió en Cuba en 1978.
LA GRAN ESTAFA
Aparte de recrear de manera certera el crimen de Trotski, la novela de Padura se hace perdurable por la manera en que dibuja a una generación que se dejó engañar por las falsas promesas del comunismo. "Eramos la generación de los crédulos, la de los que románticamente aceptamos y justificamos todo con la vista puesta en el futuro", dice el autor.
Algunas de las páginas más logradas se encuentran al final, cuando Mercader se reúne en 1968 con su viejo mentor de la policía secreta, el temible Nahum Eitingon. Son dos viejos caídos en desgracia, derrotados por la historia, que recuerdan patéticamente sus días de gloria, mientras nieva en Moscú y el socialismo real parece una mala broma. "La verdad, no sé quién estaba más enfermo, si Stalin o la sociedad que lo permitió crecer", concluye un cínico Eitingon.
Fuera de eso, y del asco, queda la sensación de futilidad, de cuan inútiles y vanos fueron los esfuerzos de los jóvenes cubanos que, como Padura, creyeron en el sueño comunista. "Habíamos vivido bajo el lema de que el futuro de la humanidad pertenecía por completo al socialismo, a aquel socialismo que, si acaso, solo nos había parecido un poco feo e incapaz de crear, digamos, una canción la mitad de buena que Rocket man", escribe el narrador, quien, al observar el derrumbe del imperio soviético, gracias al acceso a información y a la pérdida del miedo, comenta: "El gigante tenía pies de barro y sólo se había sostenido por el terror y la mentira". Tal como lo predijo Trotski.
LA TERCERA.CL
Venezuela: detrás de la “guerra” de RCTV y Chávez…
Por Modesto Emilio Guerrero *
De lo que no cabe duda, es de que en la Venezuela bolivariana hay una batalla (también podría llamarse sin remilgos “guerra”) entre Radio Caracas Televisión (RCTV) y el gobierno de Hugo Chávez. No es la única, pues el gobierno ha ingresado en una zona de turbulencias en lo económico, social, político e internacional. Pero ésa es clave. El asunto es por qué: qué la motiva, cuáles sus fuerzas motrices, quiénes son los protagonistas, por qué RCTV es el hilo conductor de esta “guerra”.
El solo hecho de que esta empresa televisiva desaparezca y reaparezca multiplicada por otros canales, y que el gobierno le pise los talones desde 2002, no sólo cierra la discusión sobre su libertad de expresión (mayor mientras más desaparece), también obliga a pensar sobre dos derechos iguales, el de RCTV a atacar con métodos conspirativos al gobierno de Chávez y el de derecho de éste a defenderse.
Vista la cosa en estos términos, no habría nada de que sorprenderse cuando se registra en la prensa mundial que el canal salió del aire por segunda vez desde 2007. Ya había salido cuatro veces entre 1976 y 1984 por violar cinco leyes y dos reglamentos. (Libro Blanco sobre RCTV, pág. 11, Ccs. 2007.)
Esta vez fue igual, y su presidente, Marcel Granier, respondió como jefe político: “Buscan callar la voz de protesta del pueblo venezolano ante el fracaso de la gestión gubernamental, no nos vamos a someter a una tiranía”. (http://notidiariooscar.blogspot.com)
Entonces, el asunto no es jurídico ni mediático. RCTV cumple la ley y ejerce sus derechos cuando quiere y no lo hace cuando no quiere. Acudió a la ley en 2008 para legalizarse como canal internacional, y dejó de hacerlo este año para ser bandera y consigna de la oposición con dos fechas a la vista: elecciones legislativas 2010 y presidenciales 2012. El canal es funcional e instrumental al objetivo político de sus dueños, de la misma manera que los diarios partidarios lo son respecto a sus jefaturas o Comités Centrales.
El secreto hay que buscarlo en el desplazamiento tectónico vivido por los dueños del canal. RCTV y Venevisión controlaron desde 1958 hasta 1998 los ministerios de Comunicaciones, de Turismo y Departamentos del Ministerio de Educación, Conatel, la Corporación Venezolana de Fomento, además del Instituto Nacional de Hipódromos de Venezuela. Allí nacía el 74 por ciento de la facturación publicitaria de ambos (Fuentes: revistas Resumen y Dinero, Libro Blanco sobre RCTV, 2007; Prof. Franz J. Lee, Investigación, Universidad de los Andes; Tomás Eloy Martínez, Radio, prensa y TV, entre el desequilibrio y el estancamiento, en el libro: Venezuela una Ilusión de Armonía, Cedice Ccs. 1982).
Detrás de RCTV están tres familias de la burguesía venezolana y un grupo político clave, los Phelps, Granier/Sapene y Arria, tres sectores muy favorecidos por cuatro de los seis gobiernos de AD desde 1958. Carlos Andrés Pérez fue (y es) el presidente más asociado económica y políticamente al canal de Granier. El golpe de 2002 sirvió para verlos juntos en Miraflores y en la pantalla.
Desde el punto de vista comunicacional, RCTV es el partido político de derecha más beligerante del país, y quizá el más fuerte. Alta audiencia hasta 2007, el primero entre los de cable hasta enero de 2010. Mantiene motivada a la mayoría de la base social opositora. Se ve en las calles. Este canal es un hilo conductor de la vida política y mediática venezolana desde su nacimiento, pero desde 2002 es otra cosa.
Ocupa, de facto, junto a otros medios, el lugar protagonista que Acción Democrática y Copey tuvieron desde 1958. AD no convoca a más del 5,6 por ciento y Copey ya es un dato histórico (Encuesta IVAD, Caracas, 6 de febrero de 2010).
El joven Marx, que no podía conocer a Chávez ni a Granier, descubrió un detalle que los invoca, en sus estudios sobre el Derecho en la historia: “Entre dos derechos iguales, la única solución es la guerra”. En Venezuela, uno de los dos bandos actúa bajo un nombre: RCTV.
*Periodista y escritor venezolano de Quién inventó a Chávez; Venezuela 10 años después, Tres sistemas de medios en la Venezuela Bolivariana, entre otros.
Las empresas toman el control de la democracia de EEUU…
El 21 de enero de 2010 quedará registrado como un día oscuro en la historia de la democracia de Estados Unidos y su declive. Ese día, la Corte Suprema dictaminó que el Gobierno no puede prohibir que las compañías hagan aportaciones económicas en las elecciones.
La decisión afecta profundamente a la política gubernamental, tanto en el plano interno como en el internacional, y anuncia incluso mayores conquistas de las corporaciones sobre el sistema político de EEUU. Para los editores de The New York Times, el fallo "golpea el corazón mismo de la democracia" al haber "facilitado el camino para que las corporaciones empleen sus vastos tesoros para inundar [con dinero] las elecciones e intimidar a los funcionarios elegidos para que obedezcan sus dictados".
La Corte estuvo dividida, cinco contra cuatro. A los cuatro jueces reaccionarios (engañosamente llamados conservadores), se les sumó el magistrado Anthony M. Kennedy. El magistrado presidente, John G. Roberts Jr., tomó un caso que se podía haber resuelto fácilmente sobre bases más limitadas y maniobró en la Corte con el fin de hacer aprobar un dictamen de gran alcance que revierte un siglo de restricciones a las contribuciones de las empresas en las campañas federales.
Ahora, los gerentes de las compañías podrán, de hecho, comprar directamente comicios, eludiendo vías indirectas más complejas. Es bien sabido que las contribuciones empresariales, en ocasiones envueltas en paquetes complejos, pueden inclinar la balanza en las elecciones y, así, dirigir la política. La Corte acaba de entregar mucho más poder a ese pequeño sector de la población que domina la economía.
La Teoría de inversiones de política, del economista político Thomas Ferguson, ha constituido durante mucho tiempo un exitoso pronóstico de la política gubernamental. La teoría interpreta las elecciones como ocasiones en las que segmentos del poder del sector privado se unen para invertir en el control del Estado. La decisión del 21 de enero refuerza los medios para socavar la democracia funcional.
El trasfondo es revelador. En su disensión, el juez John Paul Stevens admitió que "desde hace tiempo se ha sostenido que las corporaciones están amparadas por la Primera Enmienda [la garantía constitucional de la libertad de expresión, que incluye el derecho a apoyar a candidatos políticos]".
A principios del siglo XX, teóricos legales y tribunales implementaron un fallo de la Corte de 1886 mediante el cual las corporaciones -esas "entidades colectivistas legales"- debían tener los mismos derechos que las personas de carne y hueso. Este ataque al liberalismo clásico fue condenado con rotundidad por la especie en extinción de los conservadores. Christopher G. Tiedeman describió el principio como "una amenaza a la libertad del individuo y a la estabilidad de los estados americanos como gobiernos populares".
En su trabajo de historia sobre la ley, Morton Horwitz escribe que el concepto de personalidad corporativa evolucionó a la par que el desplazamiento del poder de los accionistas hacia los gerentes y, finalmente, condujo a la doctrina de que "los poderes de la mesa directiva son idénticos a los poderes de la corporación". En años posteriores, los derechos corporativos se expandieron mucho más allá que los de las personas, particularmente mediante los mal llamados "acuerdos de libre comercio". Bajo esos acuerdos, por ejemplo, si General Motors establece una planta en México, puede exigir ser tratada igual que una empresa mexicana (trato nacional), a diferencia de un mexicano de carne y hueso que pretendiera en Nueva York un trato nacional o, incluso, los mínimos derechos humanos.
Rivales del Gobierno
Hace un siglo, Woodrow Wilson, en aquel entonces un académico, describió un Estados Unidos en el que "grupos comparativamente pequeños de hombres", gerentes corporativos, "ejercen un poder y control sobre la riqueza y las operaciones de negocios del país", convirtiéndose en "rivales del propio Gobierno". En realidad, esos grupos pequeños se han convertido cada vez más en los amos del Gobierno. La Corte Suprema les da ahora un alcance aún mayor.
El fallo de 21 de enero llegó tres días después de otra victoria para la riqueza y el poder: la elección del candidato republicano Scott Brown para reemplazar al finado senador Edward M. Kennedy, el león liberal de Massachusetts.
La elección de Brown fue presentada como una "rebelión populista" contra los elitistas liberales que manejan el Gobierno. Los datos de la votación revelan una historia diferente. Una asistencia alta de votantes de los suburbios ricos y baja en las áreas urbanas demócratas contribuyeron a la victoria de Brown. "Un 55% de los votantes republicanos dijo estar muy interesado en la elección, en comparación con un 38% de los demócratas", según la encuesta de The Wall Street Journal/NBC. De manera que los resultados fueron, en realidad, una revuelta contra las políticas del presidente Obama: para los ricos, no estaba haciendo lo suficiente para enriquecerlos aún más, en tanto que para los sectores pobres estaba haciendo demasiado en favor de los poderosos.
La ira popular es perfectamente comprensible, dado que los bancos están prosperando gracias a los rescates, mientras que el desempleo se ha elevado al 10%. En el sector de la manufactura, uno de cada seis está sin trabajo: un desempleo en el nivel de la Gran Depresión. Con la financialización creciente de la economía y el desplome en la industria productiva, las perspectivas de recuperar los tipos de empleo que se perdieron son sombrías.
La salud pública
Brown se presentó como el voto 41 contra el programa de salud pública; esto es, el voto que podría socavar el dominio demócrata en el Senado de EEUU.
El programa de atención médica de Obama fue, en efecto, un factor en la elección de Massachusetts. Los titulares están en lo correcto cuando informan de que el público se está volviendo contra el programa. Las cifras de la encuesta explican por qué: porque la iniciativa no llega lo suficientemente lejos. El sondeo de The Wall Street Journal/NBC reveló que la mayoría de los votantes desaprueba el manejo del sistema de salud tanto por los republicanos como por Obama.
Estas cifras están en la línea de otras encuestas nacionales recientes. La opción pública de la salud es apoyada por el 56% de los encuestados y el acceso a Medicare a los 55 años de edad, por el 64%; pero ambas iniciativas fueron abandonadas. Un 85% opina que el Gobierno debería tener el derecho de negociar los precios de los medicamentos, como en otros países; sin embargo, Obama garantizó a las grandes industrias farmacéuticas que no elegirá esa opción.
Amplias mayorías de ciudadanos están a favor del recorte de costes, lo que tiene sentido: el coste per cápita en EEUU por atención médica es aproximadamente el doble que en otros países industrializados y los resultados en términos de salud están en el extremo inferior.
Pero el recorte no puede ser emprendido seriamente cuando se trata con gran generosidad a las compañías farmacéuticas y el sistema de salud está en manos de aseguradores privados prácticamente sin regulación -un sistema costoso, peculiar de EEUU-.
El fallo del 21 de enero eleva nuevas e importantes barreras para superar la grave crisis del cuidado de la salud o para afrontar asuntos tan críticos como las inminentes crisis ambiental y energética. La brecha entre la opinión pública y la política pública es cada vez mayor. Y el daño a la democracia estadounidense es tan grande que difícilmente se puede exagerar.
Fuente: http://www.publico.es/internacional/292370/empresas/toman/democracia/eeuu
Elecciones en Chile: el continuismo neoliberal, una causa de la derrota concertacionista…
Elecciones en Chile: el original y la copia
Por Atilio A. Boron *
Para la Concertación el triunfo de la derecha (en realidad, de su variante más virulenta: la pinochetista) en las elecciones presidenciales chilenas podría considerarse como un ejemplo más de una “crónica de una muerte anunciada”. La progresiva asimilación del legado ideológico de la dictadura militar por los principales cuadros de la alianza democristiana-socialista hizo que la diferenciación entre la Concertación y los herederos políticos del régimen militar, Renovación Nacional (su ala “moderada”, si es que un “pinochetismo moderado” puede ser otra cosa que un oxímoron) y la Unión Demócrata Independiente, sus batallones más cavernícolas, fuera desvaneciéndose hasta tornarse imperceptibles para el electorado. Fernando Henrique Cardoso gustaba repetirles a sus alumnos que “a la larga, los pueblos siempre van a preferir el original a la copia”. Y tenía razón. En este caso, el original era el pinochetismo y su heredero: Sebastián Piñera; la Concertación y su inverosímil candidato, la copia.
¿Constituye esto una injusta exageración? Para nada. Oigamos lo que decía Alejandro Foxley, uno de los prohombres de la Concertación y ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Michelle Bachelet entre el 2006 y el 2009: “Pinochet … tuvo el mérito de anticiparse al proceso de globalización… Hay que reconocer su capacidad visionaria (para) abrir la economía al mundo, descentralizar, desregular. Además, … terminó cambiando el modo de vida de todos los chilenos para bien, no para mal”. Con dirigencias “progresistas” que sostenían un discurso como éste (que muchos compartían si bien pocos se atrevían a manifestar con tanto descaro), ¿podía la Concertación ser creíble como una alternativa superadora del pinochetismo?
El triunfo de la derecha gravitará y mucho en el escenario sudamericano. Las cosas se pondrán más difíciles para los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba; la ampliación del Mercosur con la plena incorporación de Venezuela sufrirá renovados tropiezos, y con Piñera el bloque derechista controla, con la honrosa excepción del Ecuador, todo el flanco del Pacífico latinoamericano. Además, el “efecto demostración” del desenlace electoral chileno podría llegar a ejercer un negativo influjo sobre las elecciones presidenciales de octubre del 2010 en Brasil y las que tendrán lugar el año siguiente en la Argentina. Por otra parte, la belicista contraofensiva imperial de Estados Unidos (Cuarta Flota, bases militares en Colombia, golpe en Honduras, reconocimiento de las fraudulentas elecciones de ese país, etcétera) contará a partir de marzo con un nuevo aliado, liberado de cualquier compromiso, aunque sea retórico, con el proyecto emancipatorio latinoamericano. Hay que recordar que aun bajo los gobiernos “progres” de la Concertación el papel que éstos desempeñaron fue siempre el de un operador privilegiado de Washington en América del Sur. En la Cumbre de Mar del Plata que culminó con el naufragio del ALCA las voces cantantes a favor de ese acuerdo fueron las de Ricardo Lagos y Vicente Fox, bajo la complacida mirada de George W. Bush. Ahora esa tendencia “aislacionista” –y, en el fondo, antilatinoamericana– se acentuará aún más, revirtiendo una profunda vocación latinoamericana que Chile supo tener y que bajo la presidencia de Salvador Allende llegó a su apogeo. Pero ese país ha cambiado, “para bien” como lo recordaba el ex canciller de la Concertación.
Por eso los necesarios procesos de integración supranacional actualmente en marcha en América latina –desde el Mercosur hasta la Unasur, pasando por el Banco del Sur y otras iniciativas semejantes– no habrán de cobrar nuevos bríos con Piñera en La Moneda. Con Frei las cosas no habrían sido muy diferentes, pero al menos éste tenía un vago compromiso con el electorado que en el caso de su contendor no existe. Lo que hay detrás de Piñera, en cambio, es la rabiosa gritería de sus partidarios celebrando la victoria de su candidato con imágenes y bustos de Pinochet y cánticos exhortando a acabar con los “comunistas” infiltrados en el gobierno de la Concertación. La década no podía haber comenzado peor. Más que nunca en tiempos como éstos adquiere vigencia aquel sabio consejo de Gramsci: “Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”.
Página/12
El posneoliberalismo y sus bifurcaciones…
Ana Esther Ceceña, en Rebelión
El neoliberalismo tocó fin definitivamente con la crisis estallada en 2008. No hay vuelta atrás. El mercado, por sí mismo, es autodestructivo. Necesita soportes y contenedores. La sociedad capitalista, arbitrada por el mercado, o bien se depreda, o bien se distiende. No tiene perspectivas de largo plazo.
Después de 30 años de neoliberalismo ocurrieron las dos cosas. La voracidad del mercado llevó a límites extremos la apropiación de la naturaleza y la desposesión de los seres humanos. Los territorios fueron desertificados y las poblaciones expulsadas. Los pueblos se levantaron y la catástrofe ecológica, con un altísimo grado de irreversibilidad, comenzó a manifestarse de manera violenta.
Los pueblos se rebelaron contra el avance del capitalismo bloqueando los caminos que lo llevaban a una mayor apropiación. Levantamientos armados cerraron el paso a las selvas; levantamientos civiles impiden la edificación de represas, la minería intensiva, la construcción de carreteras de uso pesado, la privatización de petróleo y gas y la monopolización del agua. El mercado, solo, no podía vencer a quienes ya estaban fuera de su alcance porque habían sido expulsados y desde ahí, desde el no-mercado, luchaban por la vida humana y natural, por los elementos esenciales, por otra relación con la naturaleza, por detener el saqueo.
El fin del neoliberalismo inicia cuando la medida de la desposesión toca la furia de los pueblos y los obliga a irrumpir en la escena.
Los cambios de fase
La sociedad capitalista contemporánea ha alcanzado un grado de complejidad que la vuelve altamente inestable. De la misma manera que ocurre con los sistemas biológicos (Prigogine, 2006), los sistemas sociales complejos tienen una capacidad infinita y en gran medida impredescible de reacción frente a los estímulos o cambios. El abigarramiento con el que se edificó esta sociedad, producto de la subsunción pero no eliminación de sociedades diferentes, con otras cosmovisiones, costumbres e historias, multiplica los comportamientos sociales y las percepciones y prácticas políticas a lo largo y ancho del mundo y abre con ello un espectro inmenso de sentidos de realidad y posibilidades de organización social.
La potencia cohesionadora del capitalismo ha permitido establecer diferentes momentos de lo que los físicos llaman equilibrio, en los que, a pesar de las profundas contradicciones de este sistema y del enorme abigarramiento que conlleva, disminuyen las tendencias disipadoras. No obstante, su duración es limitada. En el paso del equilibrio a la disipación aparecen constantemente las oportunidades de bifurcación que obligan al capitalismo a encontrar los elementos cohesionadores oportunos para construir un nuevo equilibrio o, en otras palabras, para restablecer las condiciones de valorización del capital. Pero siempre está presente el riesgo de ruptura, que apunta hacia posibles dislocamientos epistemológicos y sistémicos.
Los equilibrios internos del sistema, entendidos como patrones de acumulación en una terminología más económica, son modalidades de articulación social sustentadas en torno a un eje dinamizador u ordenador. Un eje de racionalidad complejo que, de acuerdo con las circunstancias, adopta diferentes figuras: en la fase fordista era claramente la cadena de montaje para la producción en gran escala y el estado en su carácter de organizador social; en el neoliberalismo el mercado; y en el posneoliberalismo es simultáneamente el estado como disciplinador del territorio global, es decir, bajo el comando de su vertiente militar, y las empresas como medio de expresión directa del sistema de poder, subvirtiendo los límites del derecho liberal construido en etapas anteriores del capitalismo.
Los posneoliberalismos y las bifurcaciones
La incertidumbre acerca del futuro lleva a caracterizarlo más como negación de una etapa que está siendo rebasada. Si la modalidad capitalista que emana de la crisis de los años setenta, que significó una profunda transformación del modo de producir y de organizar la producción y el mercado, fue denominada por muchos estudiosos como posfordista; hoy ocurre lo mismo con el tránsito del neoliberalismo a algo diferente, que si bien ya se perfila, todavía deja un amplio margen a la imprevisión.
Posfordismo se enuncia desde la perspectiva de los cambios en el proceso de trabajo y en la modalidad de actuación social del estado; neoliberalismo desde la perspectiva del mercado y del relativo abandono de la función socializadora del estado. En cualquiera de los dos casos no tiene nombre propio, o es un pos, y en ese sentido un campo completamente indefinido, o es un neo, que delimita aunque sin mucha creatividad, que hoy están dando paso a otro pos, mucho más sofisticado, que reúne las dos cualidades: pos-neo-liberalismo. Se trata de una categoría con poca vida propia en el sentido heurístico, aunque a la vez polisémica. Su virtud, quizá, es dejar abiertas todas las posibilidades de alternativa al neoliberalismo –desde elneofascismo hasta la bifurcación civilizatoria–, pero son inciertas e insuficientes su fuerza y cualidades explicativas.
En estas circunstancias, para avanzar en la precisión o modificación del concepto es indispensable detenerse en una caracterización de escenarios, entendiendo que el espectro de posibilidades incluye alternativas de reforzamiento del capitalismo –aunque sea un capitalismo con más dificultades de legitimidad–; de construcción de vías de salida del capitalismo a partir de las propias instituciones capitalistas; y de modos colectivos de concebir y llevar a la práctica organizaciones sociales no-capitalistas. Trabajar todos los niveles de abstracción y de realidad en los que este término ocupa el espacio de una alternativa carente de apelativo propio, o el de alternativas diversas en situación de coexistencia sin hegemonismos, lo que impide que alguna otorgue un contenido específico al proceso superador del neoliberalismo.
El posneoliberalismo del capital
Aun antes del estallido de la crisis actual, ya eran evidentes los límites infranqueables a los que había llegado el neoliberalismo. La bonanza de los años dorados del libre mercado permitió expandir el capitalismo hasta alcanzar, en todos sentidos, la escala planetaria; garantizó enormes ganancias y el fortalecimiento de los grandes capitales, quitó casi todos los diques a la apropiación privada; flexibilizó, precarizó y abarató los mercados de trabajo; y colocó a la naturaleza en situación de indefensión. Pero después de su momento innovador, que impuso nuevos ritmos no sólo a la producción y las comunicaciones sino también a las luchas sociales, empezaron a aparecer sus límites de posibilidad.
Dentro de éstos, es importante destacar por lo menos tres, referidos a las contradicciones inmanentes a la producción capitalista y su expresión específica en este momento de su desarrollo y a las contradicciones correspondientes al proceso de apropiación y a las relaciones sociales que va construyendo:
1. El éxito del neoliberalismo en extender los márgenes de expropiación, lo llevó a corroer los consensos sociales construidos por el llamado estado del bienestar, pero también a acortar los mercados. La baja general en los salarios, o incluso en el costo de reproducción de la fuerza de trabajo en un sentido más amplio, fue expulsándola paulatinamente del consumo más sofisticado que había alcanzado durante el fordismo. La respuesta capitalista consistió en reincorporar al mercado a esta población, cada vez más abundante, a través de la producción de bienes precarios en gran escala. No obstante, esta reincorporación no logra compensar ni de lejos el aumento en las capacidades de producción generadas con las tecnologías actuales, ni retribuir las ganancias esperadas. El grado de apropiación y concentración, el desarrollo tecnológico, la mundialización tanto de la producción como de la comercialización, es decir, el entramado de poder objetivado construido por el capital no se corresponde con las dimensiones y características de los entramados sociales. Es un poder que empieza a tener problemas serios de interlocución.
2. Estas enormes capacidades de transformación de la naturaleza en mercancía, en objeto útil para el capital, y la capacidad acumulada de gestión económica, fortalecida con los cambios de normas de uso del territorio y de concepción de las soberanías, llevaron a una carrera desatada por apropiarse todos los elementos orgánicos e inorgánicos del planeta. Conocer las selvas, doblegarlas, monopolizarlas, aislarlas, separarlas en sus componentes más simples y regresarlas al mundo convertidas en algún tipo de mercancía fue –es– uno de los caminos de afianzamiento de la supremacía económica; la ocupación de territorios para convertirlos en materia de valorización. Paradójicamente, el capitalismo de libre mercado promovió profundos cercamientos y amplias exclusiones. Pero con un peligro: Objetivar la vida es destruirla.
Con la introducción de tecnologías de secuenciación industrial, con el conocimiento detallado de genomas complejos con vistas a su manipulación, con los métodos de nanoexploración y transformación, con la manipulación climática y muchos otros de los desarrollos tecnológicos que se han conocido en los últimos 30 años, se traspasó el umbral de la mayor catástrofe ecológica registrada en el planeta. Esta lucha del capitalismo por dominar a la naturaleza e incluso intentar sustituirla artificialmente, ha terminado por eliminar ya un enorme número de especies, por provocar desequilibrios ecológicos y climáticos mayores y por poner a la propia humanidad, y con ella al capitalismo, en riesgo de extinción.
Pero quizá los límites más evidentes en este sentido se manifiestan en las crisis de escasez de los elementos fundamentales que sostienen el proceso productivo y de generación de valor como el petróleo; o de los que sostienen la producción de la vida, como el agua, en gran medida dilapidada por el mal uso al que ha sido sometida por el propio proceso capitalista. La paradoja, nuevamente, es que para evitar o compensar la escasez, se diseñan estrategias que refuerzan la catástrofe como la transformación de bosques en plantíos de soja o maíz transgénicos para producir biocombustibles, mucho menos rendidores y tan contaminantes y predatorios como el petróleo.
El capitalismo ha demostrado tener una especial habilidad para saltar obstáculos y encontrar nuevos caminos, sin embargo, los niveles de devastación alcanzados y la lógica con que avanza hacia el futuro permiten saber que las soluciones se dirigen hacia un callejón sin salida en el que incluso se van reduciendo las condiciones de valorización del capital.
3. Aunque el neoliberalismo ha sido caracterizado como momento de preponderancia del capital financiero, y eso llevó a hablar de un capitalismo desterritorializado, en verdad el neoliberalismo se caracterizó por una disputa encarnizada por la redefinición del uso y la posesión de los territorios, que ha llevado a redescubrir sociedades ocultas en los refugios de selvas, bosques, desiertos o glaciares que la modernidad no se había interesado en penetrar. La puesta en valor de estos territorios ha provocado una ofensiva de expulsión, desplazamiento o recolonización de estos pueblos, que, evidentemente, se han levantado en contra.
Esto, junto con las protestas y revueltas originadas por las políticas de ajuste estructural o de privatización de recursos, derechos y servicios promovidas por el neoliberalismo, ha marcado la escena política desde los años noventa del siglo pasado. Las condiciones de impunidad en que se generaron los primeros acuerdos de libre comercio, las primeras desregulaciones, los despojos de tierras y tantas otras medidas impulsadas desde la crisis y reorganización capitalista de los años setenta-ochenta, cambiaron a partir de los levantamientos de la década de los noventa en que se produce una inflexión de la dinámica social que empieza a detener las riendas sueltas del neoliberalismo.
No bastaba con darle todas las libertades al mercado. El mercado funge como disciplinador o cohesionador en tanto mantiene la capacidad desarticuladora y mientras las fuerzas sociales se reorganizan en correspondencia con las nuevas formas y contenidos del proceso de dominación. Tampoco podía ser una alternativa de largo plazo, en la medida que la voracidad del mercado lleva a destruir las condiciones de reproducción de la sociedad.
El propio sistema se vio obligado a trascender el neoliberalismo trasladando su eje ordenador desde la libertad individual (y la propiedad privada) promovida por el mercado hacia el control social y territorial, como medio de restablecer su posibilidad de futuro. La divisa ideológica del “libre mercado” fue sustituida por la “seguridad nacional” y una nueva fase capitalista empezó a abrirse paso con caracaterísticas como las siguientes:
1. Si el neoliberalismo coloca al mercado en situación de usar el planeta para los fines del mantenimiento de la hegemonía capitalista, en este caso comandada por Estados Unidos, en esta nueva fase, que se abre junto con la entrada del milenio, la misión queda a cargo de los mandos militares que emprenden un proceso de reordenamiento interno, organizativo y conceptual, y uno de reordenamiento planetario.
El cambio de situación del anteriormente llamado mundo socialista ya había exigido un cambio de visión geopolítica, que se corresponde con un nuevo diseño estratégico de penetración y control de los territorios, recursos y dinámicas sociales de la región centroasiática. El enorme peso de esta región para definir la supremacía económica interna del sistema impidió, desde el inicio, que ésta fuera dejada solamente en las manos de un mercado que, en las circunstancias confusas y desordenadas que siguieron al derrumbe de la Unión Soviética y del Muro de Berlín, podía hacer buenos negocios pero no condiciones de reordenar la región de acuerdo con los criterios de la hegemonía capitalista estadounidense. En esta región se empieza a perfilar lo que después se convertiría en política global: el comando militarizado del proceso de producción, reproducción y espacialización del capitalismo de los albores del siglo XXI.
2. Esta militarización atiende tanto a la potencial amenaza de otras coaliciones hegemónicas que dentro del capitalismo disputen el liderazgo estadounidense como al riesgo sistémico por cuestionamientos y construcción de alternativas de organización social no capitalistas. Sus propósitos son el mantenimiento de las jerarquías del poder, el aseguramiento de las condiciones que sustentan la hegemonía y la contrainsurgencia. Supone mantener una situación de guerra latente muy cercana a los estados de excepción y una persecución permanente de la disidencia.
Estos rasgos nos llevarían a pensar rápidamente en una vuelta del fascismo, si no fuera porque se combinan con otros que lo contradicen y que estarían indicando las pistas para su caracterización más allá de los “neos” y los “pos”.
Las guerras, y la política militar en general, han dejado de ser un asunto público. No solamente porque muchas de las guerras contemporáneas se han enfocado hacia lo que se llama “estados fallidos”, y en ese sentido no son entre “estados” sino de un estado contra la sociedad de otra nación, sino porque aunque sea un estado el que las emprende lo hace a través de una estructura externa que una vez contratada se rige por sus propias reglas y no responde a los criterios de la administración pública.
El outsourcing, que se ha vuelto recurrente en el capitalismo de nuestros días, tiene implicaciones muy profundas en el caso que nos ocupa. No se trata simplemente de privatizar una parte de las actividades del estado sino de romper el sentido mismo del estado. La cesión del ejercicio de la violencia de estado a particulares coloca la justicia en manos privadas y anula el estado de derecho. Ni siquiera es un estado de excepción. Se ha vaciado de autoridad y al romper el monopolio de la violencia la ha instalado en la sociedad.
En el fascismo había un estado fuerte capaz de organizar a la sociedad y de construir consensos. El estado centralizaba y disciplinaba. Hoy apelar al derecho y a las normas establecidas colectivamente ha empezado a ser un disparate y la instancia encargada de asegurar su cumplimiento las viola de cara a la sociedad. Ver, si no, los ejemplos de Guantánamo o de la ocupación de Irak.
Con la reciente crisis las instituciones capitalistas más importantes se han desfondado. El FMI y el Banco Mundial son repudiados hasta por sus constructores. Estamos entrando a un capitalismo sin derecho, a un capitalismo sin normas colectivas, a un capitalismo con un estado abiertamente faccioso. Al capitalismo mercenario.
El posneoliberalismo nacional alternativo
Otra vertiente de superación del neoliberalismo es la que protagonizan hoy varios estados latinoamericanos que se proclaman socialistas o en transición al socialismo y que han empezado a contravenir, e incluso revertir, la política neoliberal impuesta por el FMI y el Banco Mundial. Todas estas experiencias que iniciaron disputando electoralmente la presidencia, aunque distintas entre sí, comparten y construyen en colaboración algunos caminos para distanciarse de la ortodoxia dominante. Bolivia, Ecuador y Venezuela, de diferentes maneras y con ritmos propios, impulsan políticas de recuperación de soberanía y de poder participativo, que se ha plasmado en las nuevas Constituciones elaboradas por sus sociedades1.
La disputa con el FMI y el Banco Mundial ha determinado un alejamiento relativo de sus políticas y de las propias instituciones, al tiempo que se inicia la creación de una institucionalidad distinta, todavía muy incipiente, a través de instancias como el ALBA, el Banco del Sur, Petrocaribe y otras que, sin embargo, no marcan una pauta anticapitalista en sí mismas sino que apuntan, por el momento, a constituir un espacio de mayor independencia con respecto a la economía mundial, que haga propicia la construcción del socialismo. Considerando que, aun sin tener certeza de los resultados, se trata en estos casos por lo menos de un escenario posneoliberal diferente y confrontado con el que desarrollan las potencias dominantes, es conveniente destacar algunos de sus desafíos y paradojas.
1. Para avanzar en procesos de recuperación de soberanía, indispensable en términos de su relación con los grandes poderes mundiales –ya sea que vengan tras facetas estatales o empresariales–, y para emprender proyectos sociales de gran escala bajo una concepción socialista, requieren un fortalecimiento del estado y de su rectoría. Lo paradójico es que este estado es una institución creada por el propio capitalismo para asegurar la propiedad privada y el control social.
2. Los procesos de nacionalización emprendidos o los límites impuestos al capital transnacional, pasándolo de dueño a prestador de servicios, o a accionista minoritario, marca una diferencia sustancial en la capacidad para disponer de los recursos estratégicos de cada nación. La soberanía, en estos casos, es detentada y ejercida por el estado, pero eso todavía no transforma la concepción del modo de uso de estos recursos, al grado de que se estimulan proyectos de minería intensiva, aunque bajo otras normas de propiedad. Para un “cambio de modelo” esto no es suficiente, es un primer paso de continuidad incierta, si bien representa una reivindicación popular histórica.
3. El reforzamiento del interés nacional frente a los poderes globales o transnacionales va acompañado de una centralización estatal que no resulta fácilmente compatible con la plurinacionalidad postulada por las naciones o pueblos originarios, ni con la idea de una democracia participativa que acerque las instancias de deliberación y resolución a los niveles comunitarios.
4. Las Constituyentes han esbozado las líneas de construcción de una nueva sociedad. En Bolivia y Ecuador se propone cambiar los objetivos del “desarrollo” por los del “buen vivir”2, marcando una diferencia fundamental entre la carrera hacia delante del desarrollo con la marcha horizontal e incluso circular del buen vivir, que llamaría a recordar la metáfora zapatista de caminar al paso del más lento. La dislocación epistemológica que implica trasladarse al terreno del buen vivir coloca el proceso ya en el camino de una bifurcación societal y, por tanto, la discusión ya no es neoliberalismo o posneoliberalismo sino eso otro que ya no es capitalista y que recoge las experiencias milenarias de los pueblos pero también la crítica radical al capitalismo. Los apelativos son variados: socialismo comunitario, socialismo del siglo XXI, socialismo en el siglo XXI, o ni siquiera socialismo, sólo buen vivir, autonomía comunitaria u horizontes emancipatorios.
Ahora bien, la construcción de ese otro, que genéricamente podemos llamar el buen vivir, tiene que salirse del capitalismo pero a la vez tiene que transformar al capitalismo, con el riesgo, siempre presente, de quedar atrapado en el intento porque, entre otras razones, esta búsqueda se emprende desde la institucionalidad del estado (todavía capitalista), con toda la carga histórica y política que conlleva.
El posneoliberalismo de los pueblos
Otro proceso de salida del neoliberalismo es el que han emprendido los pueblos que no se han inclinado por la lucha electoral, fundamentalmente porque han decidido de entrada distanciarse de la institucionalidad dominante. En este proceso, con variantes, se han involucrado muchos de los pueblos indios de América, aunque no sólo, y su rechazo a la institucionalidad se sustenta en la combinación de las bifurcaciones con respecto a la dominación colonial que hablan de rebeliones larvadas a lo largo de más de 500 años, con las correspondientes a la dominación capitalista. Las naciones constituidas en el momento de la independencia de España y Portugal en realidad reprodujeron las relaciones de colonialidad interna y por ello no son reconocidas como espacios recuperables.
La resistencia y las rebeliones se levantan a veces admitiendo la nación, más no el estado, como espacio transitorio de resistencia, y a veces saltando esta instancia para lanzarse a una lucha anticapitalista-anticolonial y por la construcción-reconstrucción de formas de organización social simplemente distintas.
Desde esta perspectiva el proceso se realiza en los espacios comunitarios, transformando las redes cotidianas y creando condiciones de autodeterminación y autosustentación, siempre pensadas de manera abierta, en interlocución y en intercambio solidario con otras experiencias similares.
Recuperar y recrear formas de vida propias, humanas, de respeto con todos los otros seres vivos y con el entorno, con una politicidad libre y sin hegemonismos. Democracias descentradas. Este es el otro camino de salida del neoliberalismo, que sería muy empobrecedor llamar posneoliberalismo porque, incluso, es difícil de ubicar dentro del mismo campo semántico. Y todos sabemos que la semántica es también política y que también ahí es preciso subvertir los sentidos para que correspondan a los nuevos aires emancipatorios.
Lo que viene después del neoliberalismo es una abanico abierto con múltiples posibilidades. No estrechemos el horizonte cercándolo con términos que reducen su complejidad y empequeñecen sus capacidades creativas y emancipatorias. El mundo está lleno de muchos mundos con infinitas rutas de bifurcación. A los pueblos en lucha toca ir marcando los caminos.
Bibliografía
Acosta, Alberto 2008 “La compleja tarea de construir democráticamente una sociedad democrática” en Tendencia N° 8 (Quito).
Prigogine, Ilya 2006 (1988) El nacimiento del tiempo (Argentina: Tusquets).
Constitución de la República del Ecuador 2008.
Asamblea Constituyente de Bolivia 2007 Nueva Constitución Política del Estado (documento oficial)
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Brasil: Partido de Lula, el PT, manifiesta su respaldo a Frei…
El partido al que pertenece el presidente Lula apoya la candidatura de Eduardo Frei
Santiago de Chile, 23 dic (EFE).- El oficialista Partido de los Trabajadores al que pertenece el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó hoy su apoyo a la candidatura presidencial de Eduardo Frei y confía en que el candidato dará continuidad al trabajo de la gobernante chilena, Michelle Bachelet.
En una nota hecha llegar este miércoles a los medios de comunicación, el partido brasileño "espera que su victoria (la de Frei) permita una renovación de la Concertación Democrática y una apertura de ésta para otros segmentos sociales y políticos que mostraron gran vitalidad durante la campaña electoral".
El próximo 17 de enero se celebrará la segunda vuelta presidencial en Chile en la que se enfrentarán el candidato oficialista Eduardo Frei, que en primera vuelta obtuvo un 29,60 por ciento de los votos y el candidato de la derecha opositora, Sebastián Piñera que logró un 44,03 por ciento.
Según la misiva, Chile se enfrenta al dilema de hacer avanzar las conquistas económicas y sociales de la administración Bachelet, especialmente en cuanto a sus esfuerzos por la integración de América del Sur, "o hundirse en un período de incertidumbres bajo el comando de las fuerzas de derecha y extrema derecha".
El colectivo brasileño aclara que en la primera vuelta, cuando varios nombres identificados con la izquierda disputaron la presidencia, el Partido de los Trabajadores se abstuvo de manifestar preferencias "(pero) ahora la situación ha cambiado radicalmente".
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, realizada el pasado 13 de diciembre, Piñera obtuvo el 44,03% de los votos, Frei el 29,60%, el candidato independiente y ex socialista, Marco Enríquez-Ominami, 20,13% y el candidato de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate un 6,21% der los sufragios.
Por Agencia EFE
La democracia neoliberal en Chile y las elecciones presidenciales…
A propósito de las elecciones presidenciales del domingo
Traducido para Rebelión por Caty R.
El próximo domingo 13 de diciembre tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, país del Cono Sur. Los últimos sondeos muestran que es la indecisión, sobre todo, la que domina en unas elecciones que darán por concluido el mandato de la socialista Michele Bachelet. Pero, ¿cuáles son los auténticos retos después de transcurridos más de 35 años desde el golpe de Estado, y casi 20 años después de la “transición democrática”?
Democracia neoliberal «pactada» y herencias de la dictadura
Cuando en 2006 la socialista Michelle Bachelet sucedió a Ricardo Lagos, fue la primera Presidenta de la historia chilena. Ex ministra de Defensa, pero también víctima del régimen militar, quiso afirmar su voluntad de personificar la unidad nacional «después de las divisiones del pasado», especialmente las de los años de plomo de la dictadura del general Pinochet (1973-90). En un país donde existe un fuerte conservadurismo, el voto masivo a favor de una mujer divorciada, agnóstica y “socialista”, fue analizado por ciertos editorialistas como una auténtica ruptura luego de más de 30 años desde el golpe de Estado contra Salvador Allende. Sin embargo, después de su mandato, lo que anunciaron muchos politólogos críticos se confirmó: su gobierno se inscribe sobre todo en la continuidad de las políticas públicas neoliberales precedentes y en la estela de la excepcional estabilidad de la coalición que gobierna desde 1990: La Concertación (1).
Efectivamente, se puede afirmar que Bachelet es un «producto puro» de esa coalición que articula al centro izquierda social-liberal y la democracia cristiana. Consecuencia directa de la transición chilena «pactada», la sombra de Pinochet sigue planeando sobre el sistema político de ese país, e incluso lo configura, lo moldea. A pesar de las reformas de 1990 ó 2005, los dirigentes políticos renunciaron a cuestionar la Constitución del dictador (de 1980), y también la Ley de Amnistía (1978): ¿Qué pensar, entonces, de una democracia cuya Carta Magna fue redactada por un régimen militar? Los ejemplos que el sociólogo Manuel Garretón denomina «enclaves autoritarios» son numerosos, empezando por el modelo económico; y Felipe Portales concluye que “la democracia” chilena constituye únicamente un mito (2). El modelo de los «Chicago boys» ha aportado crecimiento y modernización neoliberal a la vez que ha asegurado a Chile uno de los primeros puestos en la clasificación de los países más desiguales del mundo y ha convertido a los habitantes en «ciudadanos-tarjetas de crédito» despolitizados (3). En tales condiciones, Bachelet finaliza su mandato con una tasa de popularidad muy elevada (el 78% de aprobación, según el Centro de Estudios Públicos – CEP) (4) por su conducción de una política de asistencia a los más pobres combinada con el mantenimiento de los fundamentos de una economía orientada a las exportaciones y dominada por el capital transnacional, a pesar de las graves consecuencias ecológicas de tal desarrollo.
Los juegos del juego electoral
El cielo electoral aparece nublado para la coalición gubernamental, que vive su mayor crisis desde hace 15 años y sobre la que algunos se preguntan si no es simplemente una agonía terminal. En esta campaña, la derecha está representada por un único candidato, Sebastián Piñera, ex senador y hombre de negocios multimillonario que se enriqueció fraudulentamente durante la dictadura. Este «Berlusconi a la chilena» ya está a la cabeza en los sondeos, con una intención de voto en torno al 36% en la primera vuelta. Frente a él, Eduardo Frei registra dos puntos menos en las intenciones de los electores. Democratacristiano y ex presidente de la República, el apoyo de una poderosa maquinaria electoral e institucional no le permite deshacerse de la imagen de un hombre vinculado, sobre todo, a la vieja nomenclatura política concertacionista y sus redes de clientes. Eso además de que la Concertación es víctima de tensiones internas e incluso de una «fuga de candidatos»: tres de los cuatro candidatos presidenciales proceden de la propia Concertación…
Así, el diputado treintañero Marco Enríquez-Ominami aparece como una nueva figura con un discurso que llama a desempolvar el sistema político y una critica con respecto a los compromisos de la Concertación. Atractiva para parte de los jóvenes y las clases medias urbanas, esta candidatura también es un síntoma de una hegemonía en crisis. Su programa combina un tono progresista con medidas que le sitúan a la derecha de Frei en el plano económico (propuso privatizar una parte de la gran empresa pública del cobre, CODELCO). «MEO», casado con una estrella de la televisión nacional, sobre todo es hijo de los mass media dominantes (más que del histórico revolucionario Miguel Enríquez, su padre biológico…), que le han convertido en su agitador fetiche, poco peligroso para las clases altas. El 19% que podría cosechar le convertiría en árbitro de la segunda vuelta. Finalmente, Jorge Arrate también procede de la Concertación, de la cual fue ministro de una Educación mercantilizada por Pinochet y mantenida como tal por la élite de la “democracia”. En la actualidad, Arrate pretende representar a la izquierda extraparlamentaria reagrupada en torno al Partido Comunista (PC) y ha hecho la apuesta de romper la exclusión institucional de la que es víctima este sector político (especialmente por culpa del sistema electoral binominal elaborado por la dictadura), firmando un «pacto instrumental» con la Concertación. El 5% de este partido de la izquierda iría, pues, a la Concertación en la segunda vuelta, así como probablemente la mayoría de los votos de MEO. Por lo tanto, la derrota de Frei es poco probable, pero en absoluto imposible, lo que significaría la primera victoria electoral de la derecha chilena en una elección nacional libre y abierta desde hace más de medio siglo…
Cuando la democratización podría venir de abajo…
Sea cual sea el resultado, Chile permanecerá frente a sus demonios, y ni Frei ni Piñera parecen dispuestos a hacerles frente. El Estado neoliberal chileno es un Estado «al mínimo» que apenas empezó las reformas sociales necesarias, si es que las empezó. Orientado hacia un «librecambismo» desenfrenado, el país es muy dependiente de la exportación de sus recursos naturales (cobre, madera, pescado, etc.) mientras el capitalismo mundial está al borde del precipicio. Sin embargo, los problemas estructurales son inmensos, empezando por la quiebra del sistema de jubilaciones por capitalización (fondos de pensiones en manos del capital privado); un sistema de salud a dos velocidades, que abandona a los más débiles, y una educación que Pinochet convirtió en un enorme mercado justo antes de marcharse. Otra cuestión esencial: los derechos negados al pueblo indígena Mapuche, que al reivindicar su derecho a la autodeterminación se ha convertido en objeto de represión sistemática y de terrorismo de Estado (5).
Finalmente, las inmensas desigualdades en la repartición de la riqueza (6) y el saqueo del país por grandes transnacionales, ignorados por los principales políticos, y que se encuentran en el centro del malestar social latente. En realidad, para muchos ciudadanos y trabajadores, las apuestas electorales están lejos de sus problemas cotidianos. Igualmente, por esta razón, un sector no despreciable de la izquierda anticapitalista llama a anular el voto, como el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores que reagrupa a varias organizaciones de una izquierda que todavía sigue muy dividida (7). Una parte de la juventud, aunque no vote (8), sí está activa dentro de muchos colectivos en Santiago y en las principales ciudades. Precisamente, el país vivió en 2006 varios meses de una «revolución de los pingüinos» -se llama así a los estudiantes de Secundaria por el color de sus uniformes- que desafió al gobierno, pero sobre todo cuestiona la herencia nefasta de la dictadura. Si se está iniciando un proceso de democratización en el Chile actual, éste surgirá, seguramente, «desde abajo», desde la auto-organización popular en articulación con una izquierda combativa que no renuncia, y también gracias a las movilizaciones de una generación que no conoció la dictadura pero no olvida que el viejo dictador murió sin que le juzgasen y que el sistema que él estableció continúa rigiendo el «país alargado» del poeta Pablo Neruda.
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(1) La «Concertación de los Partidos Políticos para la Democracia» está formada por el Partido Socialista, el Partido para la Democracia (PPD), el Partido Radical Socialdemócrata y el Partido Demócrata-cristiano.
(2) Ver: «Le Chili de Michèle Bachelet: un pays modèle», en F. Gaudichaud (dir.), Le Volcan latino-américain. Gauches, mouvements sociaux et néolibéralisme en Amérique latine, París, Textuel, 2008, pp. 315-336.
(3) Ver T. Moulian, Chile actual. Anatomía de un mito, Lom, Santiago, 2007.
(4) Los sondeos de opinión citados en este artículo proceden del CEP, «Estudio Nacional de Opinión Pública», octubre 2009, www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_4487.html.
(5) Así lo denuncian desde hace años Amnistía Internacional o la Asamblea de Derechos Humanos de la ONU. Ver al respecto los trabajos de Fabien Lebonniec, como: «La criminalisation de la demande territoriale mapuche», 2006, www.alterinfos.org/spip.php?article686. Ver también: www.azkintuwe.org
(6) El quintil más rico se apropia más del 50% del ingreso, mientras el más pobre recibe sólo el 5,38% del PIB – fuente: editorial de Punto Final, www.rebelion.org/noticias/chile/2009/12/despues-de-mi-el-diluvio-96803
(7) Ver: MPT, “Por qué en estas elecciones es un deber votar nulo”, www.rebelion.org/noticia.php?id=95597
(8) Más de un millón de jóvenes se niegan a inscribirse en las listas electorales porque no se sienten representados por el sistema político actual.
Bolivia: ¿Por qué ganó Evo Morales (con un 63%)…?
Por Atilio A. Boron
Una semana atrás celebrábamos el triunfo de Pepe Mujica en Uruguay. Hoy tenemos renovadas –y también más profundas– razones para festejar la notable victoria de Evo Morales. Tal como lo señalara el analista político boliviano Hugo Moldiz Mercado, el rotundo veredicto de las urnas marca al menos tres hitos importantísimos en la historia de Bolivia: (a) es el primer presidente democráticamente reelecto en dos términos sucesivos; (b) es el primero, además, en mejorar el porcentaje de votos con que fue electo la primera vez (53,7 por ciento), y (c) es el primero en obtener una abrumadora representación en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Además, cuando salgan los escrutinios definitivos –no disponibles al momento de escribir estas líneas– tal vez haya concretado la obtención de los dos tercios en el Senado, lo que le permitiría nombrar autoridades judiciales y aplicar la nueva Constitución sin oposición.
Todo esto convierte a Evo Morales, desde el punto de vista institucional, en el presidente más poderoso en la convulsionada historia de Bolivia. Obviamente, esto no le va a impedir al Departamento de Estado reiterar sus conocidas críticas acerca de la “defectuosa calidad institucional” de la democracia boliviana, el “populismo” de Evo y la necesidad de mejorar el funcionamiento político del país para garantizar la voluntad popular, como por ejemplo se hace en Colombia, donde unos 70 parlamentarios del uribismo han sido investigados por la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía por sus supuestos vínculos con los paramilitares, y 30 de ellos enviados a la cárcel con sentencia firme por ese motivo.
El desempeño electoral del líder boliviano es impresionante: triunfo arrollador en la convocatoria de la Asamblea Constituyente, julio del 2006, que sentaría las bases institucionales del futuro Estado Plurinacional; otra aplastante victoria en agosto del 2008 (67 por ciento) en el Referendo Revocatorio forzado por el Senado, controlado por la oposición, con el abierto propósito de derrocarlo; en enero de 2009 el 62 por ciento de los votantes aprobó la nueva Constitución Política del Estado. ¿Qué hay detrás de esta impresionante máquina de ganar elecciones, indestructible pese al desgaste de cuatro años de gestión, los obstáculos interpuestos por la Corte Nacional Electoral, la hostilidad de Estados Unidos, campañas de desabastecimiento, intentonas de golpes de Estado, amenazas separatistas y planes de magnicidio?
Lo que hay es un gobierno que ha cumplido con sus promesas electorales y que, por eso mismo, desarrolló una activa política social: Bono Juancito Pinto, que llega a más de un millón de niños; Renta Dignidad, un programa universal para todos los bolivianos mayores de 60 años que carezcan de otra fuente de ingresos; Bono Juana Azurduy, para las mujeres embarazadas; que erradicó el analfabetismo aplicando la metodología cubana del programa Yo Sí Puedo, que permitió alfabetizar a más de un millón y medio de personas, por lo que el 20 de diciembre de 2008 la Unesco (no los partidarios de Evo) declaró a ese país territorio libre de analfabetismo. El solidario internacionalismo de Cuba y Venezuela también permitió la construcción de numerosos hospitales y centros médicos, a la vez que miles de personas recuperaron la vista gracias a la Operación Milagro.
Importantes avances se registraron también en materia de reforma agraria, la recuperación de las riquezas básicas (hidrocarburos) y el manejo de la macroeconomía, lo que le ha permitido a Bolivia, por primera vez en la historia, contar con importantes reservas estimadas en 10.000 millones de dólares y una situación de bonanza fiscal que, unida a la colaboración de Venezuela en el marco del ALBA, le permitió a Morales realizar numerosas obras de infraestructura en los municipios y financiar su ambiciosa agenda social. Por supuesto, quedan muchas asignaturas pendientes. Pero todo lo anterior sumado a la permanente preocupación de Evo por concientizar, movilizar, organizar a su base social –haciendo a un lado los desprestigiados aparatos burocráticos que, al igual que en la Argentina, no movilizan a nadie– hizo posible su rotundo triunfo. Convendría tomar nota de esta lección.
* Politólogo.
Caló en la clase media
Los barrios del centro de La Paz, como Miraflores, Sopocachi y Obrajes, se han volcado masivamente al gobierno del Movimiento Al Socialismo. El oficialismo consolidó ese voto.
Por Oscar Guisoni
Desde La Paz
En la ciudad de La Paz la diferencia entre ser rico y ser pobre se mide también en grados centígrados. En la acomodada Zona Sur, donde se encuentran los barrios de la clase media alta y la no tan media, no sólo hay autos más elegantes y chalets, spas y grandes tiendas de ropa importada, sino que además hace entre 5 y 7 grados más que en el centro de la ciudad, o en las laderas, donde se apiñan los pobres. En comparación con la vecina ciudad de El Alto, auténtico bastión indígena donde el apoyo a Evo es apabullante, el termómetro amplía su diferencia hasta los 10 o 12 grados de media durante la mayor parte del año. El clima es una de las pocas cosas que el primer gobierno de Evo no pudo cambiar en estos cuatro últimos años.
Tantos cambios, como no podía ser de otro modo, generan resistencias en algunos. “Los indios se han vuelto arrogantes”, se quejan las señoras elegantes del sur, que lamentan la desaparición de “las caseritas”, el nombre entre despectivo y paternalista con el que se dirigían, y aun se dirigen, en los mercados a las mujeres indias que pasan largas horas vendiendo a la intemperie en sus puestos en los que se puede encontrar desde frutas y verduras a películas pirateadas, refrescos, periódicos y alfajores argentinos con la fecha de vencimiento ya muy superada.
“‘¿Qué hace usted con los indios?’, es la crítica que me han hecho desde que decidí aceptar la candidatura” contaba ayer a Página/12 antes de votar la candidata a senadora del MAS por el departamento de La Paz y ex defensora del Pueblo, Ana María Romero del Campero. “El racismo es una reacción lógica a la pérdida de poder”, afirma el filósofo y catedrático de la Universidad paceña Luis Tapia.
En una ciudad como La Paz, donde la burocracia estatal es más importante que la economía privada, todo el mundo en la Zona Sur estaba acostumbrado a que ante cualquier problema recurrían a sus amigos en el poder y éstos se lo resolvían en un abrir y cerrar de ojos. Ahora eso se ha acabado. Los ministerios, el Parlamento y el Palacio Quemado, sede del gobierno, están ocupados por gente que nunca antes había formado parte del Estado y eso causa un gran estrés en el sur de la ciudad.
La política redistributiva expresada en los bonos a sectores históricamente olvidados y el intento de crear un incipiente “Estado de Bienestar” pero sin abandonar el capitalismo es contestado con virulencia por una aristocracia política que gobernó bajo el signo del más puro liberalismo durante el último cuarto de siglo, cerrando ojos y oídos a la extrema pobreza que iba dejando a su paso la aplicación de los planes económicos dictados por los organismos internacionales y la embajada norteamericana.
La clase media paceña, esa que más que media parece baja si se la compara con la de las grandes capitales europeas, y que puebla los barrios del centro de la ciudad, Miraflores, Sopocachi, Obrajes, se ha volcado masivamente con el gobierno. El MAS, para disgusto de los movimientos sociales que son su base electoral dura, ofreció muchas candidaturas a representantes de la clase media para ganarse su favor y, a juzgar por los resultados, logró consolidar la alianza que tanto necesitaba para ganar estas elecciones.
Ese movimiento hacia el centro político le terminó granjeando algunas reacciones de racismo de signo inverso entre los indígenas del campo, aymaras o quechuas de pura cepa, que se quejan del supuesto “entorno blancoide” que rodea al presidente, protestan porque Evo no ha puesto en práctica las leyes que ellos esperaban para apoyar la economía comunitaria y anticapitalista que practican. Sin embargo, estos críticos lo han votado a Evo porque “¡los neoliberales no pueden volver, joven!”. “Este es un presidente digno”, afirman después de haberlo criticado. “Mire usted cómo le ha plantado cara a los Estados Unidos. Nunca antes que él un presidente había mandado a callar al embajador americano como lo hizo el Evo.”
Los contundentes resultados de ayer dejarán probablemente sumidas en el espanto a las señoras de la Zona Sur, contentos a los que viven en las humildes laderas paceñas, eufóricos a los habitantes de El Alto, la ciudad de donde surgió, en octubre de 2003, la revuelta que acabó con el gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ninguno de ellos sabe a ciencia cierta hacia dónde irá Evo con tanta cantidad de votos. Aunque todos perciben que el país en el que viven poco tiene que ver con el que existía antes de 2005, cuando Evo ganó sus primeras elecciones. El clima, no hay ninguna duda, ha cambiado. Aunque los pobres sigan viviendo en las alturas frías y los ricos en el cálido sur.
PAGINA/12
Evo Morales, reelegido presidente de Bolivia con más de 62% de votos…
EVO MORALES CONSIGUIO LA REELECCION CON EL 63 POR CIENTO DE LOS VOTOS Y LOS DOS TERCIOS DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
“Gracias a la conciencia del pueblo cambiamos Bolivia”
En La Paz, Morales ganó con el 77 por ciento, en Chuquisaca con el 54 por ciento y en Cochabamba con el 66 por ciento. Pese a los esfuerzos del gobernante, no pudo ganar en Santa Cruz, Beni ni Pando, tres departamentos autonomistas.
Por Sebastián Ochoa
Desde La Paz
En la plaza Murillo estaban cientos de miles de personas, banderas, globos, hasta un muñeco gigante del reelegido. “Evo de nuevo”, gritaban hasta que apareció el aludido, tranquilo, como si lo hubiera esperado de hace tiempo. Por unos minutos se quedaron quietos para cantar el himno, todos con el puño izquierdo alzado. “Querida Bolivia con dignidad”, los saludó Morales. “Gracias a la conciencia del pueblo es posible cambiar Bolivia en base al voto del pueblo, trabajar por la dignidad y la igualdad de todo el pueblo boliviano.” Morales consiguió el 63 por ciento de los votos, por lo que “ahora tenemos la enorme responsabilidad con Bolivia, con la vida y la humanidad de profundizar este proceso. Más de dos tercios del Congreso me obliga a acelerar este proceso revolucionario”.
“Hermanas y hermanos: mi máximo reconocimiento a los que apostaron por el proceso de transformaciones”, dijo Morales desde el palco del presidencial Palacio Quemado. Y llamó a la conciliación a sus rivales. “Somos un gobierno de la cultura del diálogo.” Con el 90 por ciento de los votos escrutados, Manfred Reyes Villa, candidato por Plan Progreso Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN) quedó segundo con el 28 por ciento de los votos. Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional, quedó tercero con el seis por ciento. Cuarto salió René Joaquino, de Asamblea Social (AS) con el tres por ciento.
La composición de la Asamblea Legislativa Plurinacional será masista en dos tercios. De los 166 legisladores, 110 serán del MAS, 50 de PPBCN, tres de UN y tres de AS. De 36 senadores electos, 25 son del oficialismo y 11 de PPBCN. Por cada departamento corresponden cuatro senadores. El MAS se quedó con los cuatro senadores de La Paz, donde Morales obtuvo el 77 por ciento de los votos. También consiguió los cuatro de Oruro, Potosí y Cochabamba. En Chuquisaca fueron elegidos tres senadores del oficialismo y uno de PPBCN. En Santa Cruz, consiguió dos senadores Morales y dos Reyes Villa. El primero y el segundo también se repartieron dos senadores cada uno en Pando y Beni.
De los 130 diputados electos, 85 pertencen al MAS. En Santa Cruz, el partido de Morales tuvo 11 diputados; PPBCN, 13 y UN sólo uno. En Pando, dos son del MAS y tres de PPBCN. En Beni, tres del MAS y seis de PPBCN. En Tarija consiguió cuatro el MAS, lo mismo que la agrupación de Reyes Villa. Uno fue para AS. En Chuquisaca, siete diputados son masistas y cuatro manfredistas. En Cochabamba, 14 son del MAS y cinco de quien fuera prefecto de ese departamento hasta que lo revocaron por referéndum el año pasado. En La Paz, 24 diputados son del MAS, tres de Reyes Villa y dos de Doria Medina. En Oruro, quedaron ocho para el MAS y uno para PPBCN. En Potosí, el MAS ganó 12 asientos y AS dos.
Pese a los esfuerzos de Morales, no pudo ganar en Santa Cruz, Beni ni Pando, tres departamentos de la Media Luna, así llamada por su forma en el mapa boliviano. En Santa Cruz, el MAS recogió el 42 por ciento de los votos. Reyes Villa, el 50 por ciento. Y UN, el cinco por ciento. Ayer el presidente reelecto lo reconoció. “Todavía no pudimos ganar en todos los departamentos”, dijo ante sus seguidores.
El gobierno de Morales hizo un trabajo electoral largo en Pando, pero no alcanzó. El 48 por ciento eligió a Reyes Villa, mientras el 45 por ciento votó a Morales. Leopoldo Fernández, candidato a la vicepresidencia por PPBCN, era prefecto de este departamento hasta septiembre del año pasado, luego de la matanza de al menos 13 personas en el municipio de El Porvenir. Ayer, tras las rejas en la cárcel de San Pedro, el candidato asumió la derrota antes de que se supieran los resultados a boca de urna.
En Beni, Reyes Villa obtuvo el 55 por ciento de los votos; Morales, el 35 por ciento y UN el nuevo por ciento.
En Tarija, el 49 por ciento votó al actual presidente, el 40 por ciento a Reyes Villa y el ocho por ciento a UN. En Chuquisaca, el 54 por ciento votó a Morales, el 33 por ciento al ex capitán y siete por ciento a Doria Medina. En Cochabamba, el 66 por ciento votó a Morales, el 27 por ciento a Reyes Villa y el cuatro por ciento a UN. En La Paz, Morales ganó con el 77 por ciento. Lo siguieron PPBCN con el 10 por ciento y UN con el nueve. En Oruro, el 78 por ciento eligió al MAS; el 10 por ciento a Reyes Villa y el siete por ciento a UN. En Potosí, el MAS consiguió el 76 por ciento; AS el 14 por ciento y PPBCN el cinco por ciento.
Los cinco departamentos que votaron por la autonomía dieron el Sí. En La Paz, un 72 por ciento la aprobó, mientras el 28 por ciento la rechazó. En Cochabamba, 69 por ciento votó positivo y el 31 por ciento dijo No. En Oruro, el 63 por ciento adhirió al régimen autonómico, mientras el 37 por ciento se negó. En Potosí, el 64 las apoyó y el 36 por ciento votó negativo. En Chuquisaca, el 78 por ciento dijo Sí y el 22 por ciento la reprobó. En la región del Chaco, ubicada en Tarija, el 79,8 por ciento dijo Sí y el 20,2 por ciento optó por el No.
Además, 12 municipios votaron si adoptarán la autonomía indígena. Ayer no había aún resultados sobre esta votación, ya que la mayoría de los territorios son difíciles de llegar.
En los departamentos de la Media Luna (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) no se votó por autonomías, porque lo hicieron –ilegalmente según el gobierno– durante 2008. Página/12 consultó al ministro de Gobierno, Alfredo Rada, sobre el destino de los estatutos autonómicos aprobados en estos departamentos. “Esos estatutos deben ajustarse a la nueva Constitución, deben compatibilizarse. En esos términos será un avance de lo que van a ser las autonomías”, dijo. Una de las primeras tareas de la Asamblea será la aprobación de la ley marco de Autonomías, establecidas en la Carta Magna refrendada en enero de este año.
“A partir de mañana Bolivia pasa a ser un país autónomo, sin que eso ponga en riesgo la unidad nacional. Hasta ahora, la oposición había intentado usar la autonomía para fragmentar territorialmente a Bolivia, como ocurrió en los Balcanes con la ex Yugoslavia. La derecha extrema trató de usar la autonomía para dividir al país. Creo que esa es una de las claves para entender la derrota de la derecha y la ultraderecha en Boliva: no supo entender que la autonomía es una demanda democrática, no una demanda secesionista”, dijo el ministro.
Morales gana la reelección en Bolivia
La mayoría de escaños en la primera Asamblea Plurinacional permitiría al presidente aymara desarrollar una Constitución de sesgo indigenista y reformar las instituciones
FERNANDO GUALDONI | Enviado especial, La Paz 06/12/2009
El presidente Evo Morales logró este domingo su reelección por un periodo de cinco años al frente del Gobierno boliviano. Los sondeos a pie de urna le dieron una enorme ventaja sobre sus rivales, el conservador Manfred Reyes -un ex gobernador de Cochabamba procesado por corrupción- y el empresario Samuel Doria Medina. Morales arrasó en las presidenciales con el 63% de los sufragios de los 5,1 millones de bolivianos habilitados para votar en su país y los 168.000 en el exterior.
El Movimiento al Socialismo (MAS) también va bien por delante en la elección de los miembros de la primera Asamblea Plurinacional (130 diputados y 36 senadores), la llave que necesita el dirigente aymara para crear el nuevo Estado, para desarrollar sin trabas su Constitución de corte indigenista y reconstruir a su medida instituciones democráticas clave como el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema y la Corte Electoral.
Morales nacionalizó en mayo de 2006 el sector de los hidrocarburos y aumentó los impuestos de las petroleras, en plena escalada de los precios internacionales de la energía. Así garantizó al Estado una enorme cantidad de dinero que utilizó para sentar las bases de un nuevo país plurinacional con el fin de acabar con la marginación social y económica de los indígenas, el 62% de la población. Otorgó subvenciones para los niños, las mujeres embarazadas y los pensionistas. También concedió tierras a los indígenas y cerró el capítulo del analfabetismo a escala nacional. Su proyecto de transformación del Estado encontró una gran oposición en el llamado Oriente boliviano, la región criolla rica en gas y petróleo.
Sus cuatro años de mandato estuvieron plagados de denuncias de abuso de poder por parte de la prensa y la oposición. Los escándalos de corrupción, que el dirigente prometió erradicar, tampoco faltaron. Los más sonados fueron los vinculados a la gestión de la petrolera estatal YPFB, la madre de la riqueza boliviana. La empresa pasó por las manos de cinco presidentes y todos dimitieron bajo la sospecha del fraude. El último fue a la cárcel.
La producción de hidrocarburos ha caído drásticamente por la mala gestión y de inversiones, locales y extranjeras. Esta situación, añadida al retroceso de las exportaciones de gas y crudo (casi el 50% del total) y de los precios internacionales, le restarán este año más de mil millones de dólares (670 millones de euros) a las arcas públicas (el 17% del presupuesto). Los problemas en este sector son una de las principales amenazas al futuro de Bolivia.
A pesar del alto crecimiento en el último lustro, la sociedad boliviana sigue echando de menos la creación de empleos estables. No hay datos oficiales de paro desde 2007 y la informalidad de la economía sigue siendo tan grande que hace imposible consolidar la inclusión social y económica de la mayoría de los 10 millones de bolivianos, entre los que el 60% es pobre y más de la mitad de este porcentaje raya la indigencia.
Con una oposición desunida y con escasas ideas, Morales tiene vía libre para profundizar su reforma del Estado y caer en la tentación de buscar la reelección indefinida, una tendencia que ya abarca a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Colombia. Las propuestas del MAS para gobernar hasta 2015 merecen estar en un museo de novedades. Morales ofrece un proyecto que recuerda al capitalismo de Estado, donde el Gobierno profundizará el control de los sectores energético y minero y con los excedentes de esos negocios creará empresas públicas y financiará las ayudas sociales. Otra prioridad se supone que será la constitución de las autonomías indígenas, pero aún no hay una ley que las defina, por lo que no se conoce cómo convivirán con las autoridades regionales, provinciales y municipales ya existentes.
Durante la campaña, Morales cortejó a la clase media ante el temor que aún infunde en este segmento de la población. "Deseo servir cinco años más porque he aprendido a gobernar en los cuatro últimos (…). Algunos compañeros de la clase media dicen: será indio, pero nos hace respetar, nos da dignidad; por eso quiero decir a la clase media: Bienvenidos a este proceso revolucionario".
El respaldo de la clase media fue clave para obtener el mejor resultado posible en la elección de los 36 senadores de la Asamblea, cuatro por cada una de las nueve provincias, incluyendo las cinco del Oriente donde el MAS no tiene tanto arrastre como en las andinas. A pesar de que en los últimos días el dirigente radicalizó su discurso antioligárquico y antiimperialista, el vicepresidente, Álvaro García Linera, se encargó de tender la mano a la oposición para trabajar juntos y tranquilizar al votante criollo ante la previsible hegemonía del Movimiento al Socialismo.
EL PAIS.COM
Bolivia reelige a Evo Morales y le otorga el control del legislativo
(Bolivia.com) El Movimiento al Socialismo (MAS) y su candidato, Evo Morales, obtuvieron el 62.5% de los votos, otorgándole su segundo mandato consecutivo, según los datos de conteo rápido, realizados por las diferentes cadenas de los medios locales.
En segundo lugar quedó el opositor Plan Progreso para Bolivia (PPB), con su candidato Manfred Reyes Villa con el 27% de los votos. Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN) obtuvo el 6% de los votos. Finalmente en el cuarto lugar, quedó Alianza Social (AS) de René Joaquino, con el 3% de los votos.
Según los datos preliminares, el oficialista Movimiento al Socialismo logró por lo menos 24 senadores de un total de 36, con lo que tiene asegurado los dos tercios de la cámara alta. El otro partido con representación en esta cámara es el Plan Progreso para Bolivia con 11 senadores, con la posibilidad de sumar un senador más, algo que se deberá confirmar en el cómputo final del Órgano Electoral plurinacional.
En cuanto a la cámara baja, el MAS habría obtenido 85 diputados, PPB 39, UN 3 y AS 3, datos con los que se confirma que está cámara será de dominio del oficialismo.
Los restantes cuatro candidatos obtuvieron resultados residuales. La independiente Ana María Flores y Alejo Véliz consiguieron sendos puntos porcentuales del global de la votación, mientras que Román Loayza y el ex fiscal Rímer Choquehuanca no llegaron siquiera al punto porcentual de votos.
En lo que se refiere a la votación por departamentos Evo Morales obtuvo la primera mayoría en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Tarija y Chuquisaca, en todos ellos el segundo lugar fue para el PPB de Manfred Reyes Villa, quién obtuvo la mayor votación en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, en los que la segunda fuerza política fue el MAS.
Primeros resultados extraoficiales muestran que Evo Morales gobernaría otros cinco años
LA PAZ, BOLIVIA.- El presidente Evo Morales ganó el domingo una histórica reelección en Bolivia, según sondeos a boca de urna, lo que le permitiría gobernar por otros cinco años para consolidar su "revolución" indigenista y profundizar el control del Estado sobre la economía.
El gobernante izquierdista, cuyo ascenso al poder hace cuatro años puso fin a un ciclo de inestables gobiernos neoliberales en el empobrecido país, renovó su mandato con al menos 61 por ciento de los votos válidos, de acuerdo a proyecciones de cadenas de televisión privadas que confirmaron encuestas previas a la votación.
Se espera para dentro de pocas horas que la Corte Nacional Electoral (CNE) divulgue los primeros resultados oficiales.
En La Paz, cientos de seguidores del mandatario tomaron las calles al grito de “Evo, Evo, Evo" ya antes de conocerse las proyecciones de los medios de comunicación, cuyas estimaciones resultaron generalmente acertadas en comicios previos.
No había reacciones inmediatas del líder cocalero ni de su principal rival, el ex militar Manfred Reyes Villa, quien hasta media jornada se había mostrado confiado en ganar por lo menos el derecho a enfrentar a Morales en una segunda ronda.
Morales dijo a media tarde, en el tramo final de la votación que finalizó a las 16:00 hora local (2000 GMT), que estaba "segurísimo" de su victoria en los comicios, a los que llegó como favorito luego de reformar la Constitución para habilitar la reelección presidencial como medida clave de su plan de "refundación" de Bolivia.
Desde que asumió en el 2006, Morales, el primer presidente aborigen en la historia boliviana, llevó a cabo una amplia nacionalización económica que incluyó los enormes yacimientos de gas natural en manos hasta entonces de petroleras extranjeras.
Sus aspiraciones socialistas, sus críticas a Washington y su alianza con el presidente venezolano, Hugo Chávez, le valieron el rechazo de los sectores más ricos de la población, mayormente concentrados en la fértil llanura del norte y el oriente del país.
"Yo estoy segurísimo de que vamos a ganar en los nueve departamentos, por tanto no habrá media luna, será luna llena, a partir de estas elecciones nacionales", dijo Morales, de origen aymara, desde la ciudad central de Cochabamba.
"Media luna" es el nombre que se ha dado a cuatro distritos gobernados por la oposición conservadora, que ha llegado a liderar sangrientas sublevaciones para intentar debilitar al mandatario, y donde Morales centró su campaña electoral.
Victorias en la mayoría de las regiones darían a Morales el control de la Asamblea Plurinacional, como pasará a llamarse el Congreso, para aprobar reformas legales aún pendientes y recomponer los tribunales nacionales de justicia en el marco de la nueva Constitución.
AMPLIA PARTICIPACIÓN
Morales destacó la amplia participación de los 5.1 millones de electores habilitados, en comicios en los que además fueron elegidos vicepresidente y legisladores, y se decidió sobre autonomía en cinco de los nueve departamentos.
Las elecciones, en las que votaron por primera vez bolivianos en el exterior y se estrenó un patrón biométrico de registro, se enmarcaron en una nueva Constitución "plurinacional" y socialista aprobada en enero de este año, que dio mayor poder a los indígenas, permitió un modelo económico regido por el Estado y abrió la posibilidad de autonomías.
Más al norte en el continente, Chávez se adelantó en mandar vivas a su aliado y colega Morales y alabar que "Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización".
La estatización de la economía, que le ha permitido acelerar el crecimiento, y la creación de bonos para estudiantes, madres y ancianos parecen haber sido claves para la reelección de Morales, cuya popularidad es particularmente fuerte entre los pobres que constituyen el 60 por ciento de los bolivianos.
"He votado por Evo porque considero que es el que mejores planes de gobierno tiene para la educación y la salud (…). Soy maestra y veo que los niños van esperanzados a la escuela porque tienen el desayuno escolar y el bono", dijo la educadora Irene Paz, de 36 años, en un colegio en El Alto, una ciudad de escasos recursos en las afueras de La Paz.
En la zona residencial sur de La Paz, Soledad Palomeque, profesora de primaria de 35 años, reclamó que "Evo no piensa en la clase media, sólo piensa en los indígenas", y dijo que por eso había votado en su contra.
Críticos al Gobierno de Morales dicen que se ha concentrado en subsidios sociales, que reconocen le ha dado resultados, pero a costa del descuido de otras áreas como la empresarial.
Argumentan que la nacionalización de hidrocarburos no ha dado el resultado esperado y que ha alejado a la inversión extranjera de megaproyectos mineros, hidroeléctricos y de litio, banderas de su programa para un próximo gobierno.
Morales, quien suele replicar que sin esa nacionalización no habrían sido posibles los bonos, ha dado muestras en las últimas semanas de que está dispuesto a abrir la pequeña economía boliviana a los capitales extranjeros.
Morales, favorito en Bolivia
Valeria Perasso
Enviada especial de BBC Mundo a Bolivia
Unos 5 millones de bolivianos decidirán este domingo, con su voto, si dan el visto bueno para que el presidente Evo Morales lleve adelante su proyecto de "Estado plurinacional y de economía social" por otros cinco años.
En las elecciones presidenciales para el período 2010-2015, el actual mandatario y candidato por el Movimiento al Socialismo (MAS) aparece como favorito y, si se confirman las tendencias de encuestas preelectorales, podría obtener un triunfo abrumador por sobre una oposición dividida y debilitada.
Lo que se juega es el control del Senado, por lo cual el MAS sabe que importa cada voto para definir los senadores departamentales.
Guido Riveros, analista de FBDM
Para ganar en primera vuelta, Morales necesita la mitad más uno de los votos o bien una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Los sondeos confirman que obtendría ambos: le otorgan una intención de voto del 55%, más de 30 puntos porcentuales por delante de su principal contrincante, el ex gobernador del departamento de Cochabamba Manfred Reyes Villa (Plan Progreso para Bolivia, PPB).
clic En imágenes: Bolivia vota
"Este proyecto no es de Evo, no es de Álvaro (García Linera, actual vicepresidente y compañero de fórmula), ni siquiera es de un partido. Es de todo el pueblo boliviano", arengó Morales en su multitudinario acto de cierre.
Después, el silencio: 48 horas antes de los comicios, la veda electoral puso fin a una campaña sucia en la que no hubo debates ni análisis de plataformas partidarias.
Campaña estruendosa
El oficialismo logró instalar un discurso en el que continuidad y cambio se hicieron uno: votar por el MAS, insistió, es elegir una profundización de la "revolución democrática" que Morales puso en marcha.
Evo Morales plantea un modelo de cambio en oposición al esquema neoliberal.
"Evo consiguió instalar en el imaginario popular la idea de que hay dos modelos para gobernar: el suyo, que representa el cambio, y el otro, que es el viejo esquema del neoliberalismo", definió el analista José Luis Galvez, de Equipos Mori, en diálogo con la BBC.
La oposición boliviana, que no logró acuerdos para alinearse detrás de un candidato único, entregará mayormente su voto a dos hombres: Reyes Villa, segundo en las encuestas, convoca a los críticos más radicales al gobierno, mientras que el empresario Samuel Doria Molina presenta una propuesta también conservadora pero más moderada.
Aunque, por cierto, poco hubo de propuestas en los empeños proselitistas que vio Bolivia en los últimos meses. Mucho slogan, en cambio, y todos con rima: que "Bolivia avanza, Evo no se cansa", que "Manfred y Leo, seguridad y empleo"…
clic Lea: Los candidatos que dividen a Bolivia
Más bien, los candidatos se dedicaron a lanzar denuncias y acusaciones. En los últimos días, el repertorio incluyó la aparición televisiva de un hijo de Morales – quien, entre lágrimas, reclamó a su padre por no ayudarlo a salir de la pobreza-, considerada por el oficialismo como una manipulación desesperada de sus rivales para sumar votos.
Por su parte, un ministro de gobierno denunció que Reyes Villa había comprado un boleto de avión para huir del país tras las elecciones, cuando tiene un proceso penal en marcha por presunto mal uso de fondos durante su gestión en Cochabamba. Morales lo tildó de "delincuente" y el PPB rebatió de inmediato: negó los cargos y acusó al gobierno de "amedrentamiento".
Y hay más: un grupo de partidarias de Reyes Villa se declaró en huelga de hambre por presunto fraude electoral orquestado desde el gobierno, Morales acusó a una cadena internacional de noticias de hacer propaganda "para la derecha vendepatria", y Leopoldo Fernández, el candidato a vicepresidente por el PPB, se sumó a la campaña caliente vía celular: está en la cárcel acusado de planear una matanza de campesinos en 2008, cuando se desempeñaba como prefecto de la región de Pando.
Nueva era
Lo cierto es que, cuando el ruido proselitista se acalle, estas elecciones marcarán un punto de partida: es la primera vez que los bolivianos votan bajo la nueva Constitución, propiciada por el actual gobierno y convalidada por referendo popular en enero de 2009.
La mejor opción de la oposición será en el Senado.
La puesta en vigor de la carta magna pone fin a la etapa de debate y reforma política que ocupó la mayor parte de la gestión de Morales.
Fue precisamente la constitución reformada la que habilitó al mandatario a postularse para un segundo mandato. Ésta establece, además, que en los comicios del domingo se elijan 166 representantes para la Asamblea Plurinacional, el flamante órgano legislativo que reemplazará al actual Congreso, aunque con una estructura similar.
Aquí es, según coinciden los analistas, donde se libra la verdadera batalla.
"Lo que se juega es el control del Senado, por lo cual el MAS sabe que importa cada voto para definir los senadores departamentales. Y la oposición hasta último momento trabajó para sacarle votos a Morales en los departamentos donde Reyes Villa tiene más llegada, como Pando, Beni y Santa Cruz", dijo a BBC Mundo el analista Guido Riveros, de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM).
Senado, divino tesoro
Desde 2006, el MAS ha gobernado con el control en la Cámara de Diputados pero ha sufrido las consecuencias de un Senado mayoritariamente opositor.
En ocasiones, Morales no dudó en hacer uso de sus facultades para emitir decretos, evitando así que desde el Congreso se bloquearan algunos proyectos de ley centrales de su gobierno. El mandatario acusa a la Cámara Alta de obstaculizar su mandato, mientras que sus críticos le achacan su incapacidad de establecer pactos y negociar acuerdos.
El MAS ansía que los resultados de las urnas pongan fin a esta dinámica, en un momento clave para Bolivia: si logra los dos tercios de las 36 bancadas de senadores –cuatro por cada uno de los 9 departamentos del país-, el oficialismo tiene asegurado un trámite fácil para un centenar de leyes en carpeta.
Y no son proyectos menores: se trata del paquete de normas con las que se implementará la nueva Constitución, que debería estar aprobado antes de mediados de 2010.
Sobre las posibilidades de lograrlo, las encuestas se han mostrado menos taxativas: ninguna le asegura al oficialismo los 24 asientos necesarios para la mayoría absoluta, y los analistas consultados por BBC Mundo opinaron que difícilmente las cuentas cierren a su favor.
"La oposición tendrá que negociar su posición el día después, si los resultados son los que indican los sondeos. Doria Medina está en mejor posición para acercarse, pero no creo que haya un plan establecido a largo plazo y todo dependerá de cuán fortalecido salga el oficialismo en la elección de legisladores", dijo a BBC Mundo el investigador Mario Galindo Soza, del Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios (Cebem).
Esas serán entonces las matemáticas que deberán hacer Morales y sus colaboradores, cuando, a las 16 hora local, cierren los centros de votación y comience el recuento para definir los próximos cinco años del reparto de poder en Bolivia.
Afganistán, vieja estrategia fallida
Robert Fisk
“Le tiran a los rusos”, me dijo un joven paracaidista. Hacía frío. Nos acabábamos de topar con su unidad, la División Soviética 105 aerotransportada, cerca de Charikar, al norte de Kabul, y me mostraba su mano vendada. La sangre aún le chorreaba y manchaba la manga de su uniforme. Era un adolescente de cabello rubio y ojos azules. Junto a nosotros estaba un camión de carga soviético cuya parte posterior había sido volada en pedazos por una mina, sí, esas que se llaman
artefactos explosivos improvisados
. No era así como nosotros las conocíamos, pero aún así el vehículo quedó con las llantas hacia arriba en una zanja. Con dolor evidente, el joven levantó la mano hacia las cimas de las montañas que eran patrulladas por un helicóptero soviético. ¿Podía haberme imaginado entonces que los señores Bush y Blair nos iban a llevar al mismo sepulcro de ejércitos, casi tres décadas más tarde? ¿O que un joven presidente estadunidense haría exactamente lo que los rusos intentaron tantos años antes?
En el transcurso de las semanas veríamos a Kabul siendo tomada por el ejército soviético y las más grandes áreas de Afganistán abandonar las vastas áreas montañosas y desérticas para dejárselas a los terroristas
, al tiempo que insistían en que podían erigir un gobierno laico sin corrupción en la capital y dar seguridad a sus habitantes. En la primavera de 1980 presencié el incremento
militar enviado por los soviéticos. ¿Suena familiar? Los rusos anunciaron que darían entrenamiento al ejército afgano. ¿Les suena familiar? Sólo 60 por ciento de las fuerzas afganas acataban órdenes en ese momento. Sí, suena familiar.
Victor Sebestyen, quien ha investigado exhaustivamente para un libro sobre la caída del imperio soviético, ha escrito ampliamente sobre esos días congelados en que los rusos atacaron Afganistán justo después de la Navidad de 1979. Cita al general Sergei Akhromeyev, comandante de las fuerzas armadas soviéticas quien reportaba el Politburo soviético, en 1986. No existe porción de la tierra de Afganistán que no esté siendo ocupada, en un momento u otro, por nuestros soldados. Sin embargo, mucho del territorio está en manos de terroristas. Controlamos los centros provinciales, pero no logramos conservar el poder político sobre el terreno que logramos conquistar
.
Como señala Sebestyen, el general Akhromeyev aseguró que si no le enviaban tropas adicionales, la guerra en Afganistán continuaría por un muy, muy largo tiempo
. ¿Qué tal si ahora citamos, no sé… por ejemplo a algún comandante británico o estadunidense en el Helmand de hoy? Nuestros soldados no tienen la culpa. Han luchado con increíble valentía en condiciones adversas. Pero ocupar localidades y poblados durante un corto tiempo no vale nada en una tierra tan vasta en la que los insurgentes se ocultan con facilidad por las montañas
. Esto, claro, lo dijo Akhromeyev, en 1986.
Yo vi esa tragedia desenvolverse en los lúgubres primeros meses de 1980. En Kandahar la gente exclamaba desde los tejados Alá Akbar
y en los caminos en las afueras de la ciudad. Conocí a los insurgentes, equivalentes a los actuales talibán, que bombardeaban formaciones militares soviéticas.
Al norte de Jalalabad detuvieron el autobús en que yo viajaba y llevaban rosas rojas metidas en los cañones de sus rifles Kalashnikov. Bajaron del vehículo a los estudiantes comunistas que había a bordo del vehículo y no me ocupé por saber qué les pasó. Supongo que no fue nada distinto de lo que le ocurre actualmente a estudiantes que apoyan al gobierno afgano y que caen en manos del talibán.
En las afueras de Jalalabad me entré que los mujaidin, los luchadores por la libertad
favoritos del presidente Ronald Reagan, habían destruido una escuela porque aceptaba a niñas como alumnas. Muy cierto. Tanto, que el director del colegio y su esposa fueron quemados y colgados de un árbol.
Los afganos nos contaban historias extrañas sobre prisioneros políticos que eran sacados del país y torturados dentro de la Unión Soviética, en secreto.
En Kandahar, el propietario de una tienda, un hombre de más de 50 años, usaba al mismo tiempo un suéter europeo y un turbante, y se me acercó un día en la calle. Aún tengo las notas de mi entrevista.
A diario el gobierno dice que los precios de los alimentos bajarán
, dijo. A diario nos dicen que las cosas mejoran gracias a la cooperación de la Unión Soviética. Pero no es verdad. ¿Se da usted cuenta de que el gobierno no controla ni siquiera los caminos? Al diablo con ellos. Se limitan a aferrarse a las ciudades
.
Los mujaidin infestaban la provincia de Helmand y cruzaban una y otra vez la frontera paquistaní, tal como hoy lo hacen los talibanes. Un avión bombardero soviético Mig incluso cruzó la frontera a principios de 1980 para atacar a los guerrilleros.
El gobierno de Pakistán y el de Estados Unidos, por supuesto, han condenado la flagrante violación de la soberanía paquistaní. Bueno, díganle eso a los jóvenes estadunidenses que controlan los aviones sin piloto Predator que con tanta frecuencia cruzan la frontera Pakistán-Afganistán para atacar al talibán.
En Moscú, casi un cuarto de siglo más tarde, me reuní con algunos de los antiguos ocupantes rusos de Afganistán. Algunos son ahora adictos a las drogas, otros padecen de lo que se conoce como desorden de estrés postraumático.
Pero en este día histórico en que Barack Obama se hunde a plomo en el caos, recordemos también la retirada británica de Kabul y la destrucción que sufrió esta ciudad, en 1842.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
Afganistán
La guerra de Obama
GAIN/Rebelión
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha centrado su política exterior en Afganistán y por extensión en Pakistán. Al envío de 30.000 soldados se le une el anuncio de la retirada de las tropas, fijada para 2011. Para muchos, su estrategia se asemeja a la que podían haber diseñado John McCain y Sarah Palin de haber ganado.
El reciente anuncio, televisado en hora de máxima audiencia para todo el país, de ampliar el número de tropas estadounidenses y aliadas en suelo afgano, al tiempo que señalaba tres años más de ocupación, podría situarse en la línea argumental de sus predecesores. Incluso, como ha señalado algún analista, podría ser «el mismo guión que se podía esperar de John McCain y Sarah Palin si éstos hubieran ganado las elecciones de 2008».
Ya en marzo pasado, el presidente Obama presentó los pilares de lo que iba a ser su estrategia hacia Afganistán. Entonces, «lo que en realidad era una estrategia contrainsurgente, se vendió al público norteamericano como una táctica antiterrorista». El discurso oficial, tanto antes como ahora, ha estado adornado de supuestos objetivos centrales: «La instauración de la democracia, combatir a Al Qaeda y construir un Estado afgano estable y duradero».
Sin embargo la realidad se muestra de una manera totalmente opuesta. Lo que realmente prima en la estrategia de la Casa Blanca es una evidente militarización de la ocupación. Esta política va a suponer un alto coste político y humano, y sus consecuencias se han venido mostrando desde hace meses. Cada día que pasa es más que evidente la supremacía del poder militar, que, como en la era de Bush, sigue siendo clave y decisivo para marcar las líneas centrales de la política exterior. Parece que el discurso neocon se ha vuelto a imponer, ya que en su día tan sólo éstos y los militares seguían defendiendo la posibilidad de «una victoria militar» en Afganistán.
Seguir afirmando que la defensa de la democracia en Afganistán es uno de los pilares estratégicos suena a burla, sobre todo si hacemos un breve repaso a las recientes elecciones presidenciales en aquel país. La cita electoral estuvo marcada por la inseguridad, el auge de la resistencia y un fraude sistemático. La retirada de Abdullah Abdullah permitió la reelección automática de Hamid Karzai, que a lo largo de todo el proceso supo manejar a su favor el aparato institucional y las fuerzas de seguridad a su favor en todo el proceso. También recibió un trato privilegiado de los medios de comunicación locales y fue capaz de colocar «hábilmente» a sus seguidores en la llamada Comisión Electoral Independiente.
Mientras que EEUU y sus aliados desencadenaban una campaña contra Karzai, en busca de un cambio en la presidencia, Karzai se fue rodeando de importantes aliados regionales, muchos de ellos antiguos señores de la guerra, lo que unido a los abusos electorales le ha permitido repetir en el cargo.
Todos esos acontecimientos no han pasado desapercibidos para la población local. La participación real podría situarse en torno al 20 ó 25%, con un apoyo para Karzai en torno al 10 ó 15%. Por todo ello, buena parte de la población piensa que ese sistema «democrático» es una verdadera tomadura de pelo.
La excusa de Al Qaeda tampoco parece que funcione. Cada vez son más las voces que señalan que la interrelación entre esa organización yihadista y la resistencia afgana es muy pequeña. También son muchos los que apuntan a que la militancia de ese grupo no se nutre de afganos, sino de ciudadanos egipcios o saudís, poniendo sobre la mesa una evidente contradicción entre lo que se dice o justifica en Washington y la realidad. Cayendo además en el error de ocultar las evidentes diferencias ideológicas y estratégicas entre el movimiento yihadista transnacional y la resistencia afgana, que busca la instauración de un emirato islámico en Afganistán.
Tampoco se puede defender la idea de construir un Estado estable y duradero, sobre todo si observamos que buena parte del país está en manos de la resistencia y que la labor del Gobierno y de las instituciones impulsadas por la ocupación apenas tiene incidencia en algunas partes de la capital. Un próximo revés para los defensores de esas teorías lo podremos encontrar cuando Karzai deba «pagar los favores y apoyos recibidos en la campaña electoral, algunos de los cuales ya se han visualizado de una u otra manera.
Algunos analistas señalan que, tras la ofensiva militar, la Casa Blanca estaría buscando un nuevo escenario, donde una parte de la resistencia debilitada por las acciones de los ocupantes estaría dispuesta a buscar un acuerdo, poniendo en marcha una división entre sus filas. Algunos esperan que personajes como Hekmatyar apuesten por esa vía, y acaben enfrentándose a los elementos «más intransigentes», que serían los que se sitúan en torno al consejo de Quetta y a los militantes de Haqqani.
La militarización se ha convertido en el eje central de la estrategia de EEUU. Esa apuesta de Obama está generando un importante coste económico y político. La sociedad norteamericana, castigada por la crisis, deberá hacer frente a importantes gastos para mantener la apuesta ocupante, con el añadido de un aumento del número de muertos en sus propias filas. Todo ello puede acabar pasando factura a la Administración. Dentro de las filas demócratas se han comenzado a escuchar voces contra esa medida.
Tampoco van a salir muy bien paradas las relaciones con sus aliados. Muchos analistas coinciden en que la supuesta cooperación es mínima y si en el pasado el papel de la ONU quedó muy dañado, en estos meses puede acabar ocurriendo algo similar con la propia OTAN.
El escenario afgano se presenta lleno de dificultades. La corrupción del Gobierno de Karzai seguirá campando a sus anchas, la ineficacia de las fuerzas policiales y militares también aumentará, con divisiones étnicas y deserciones masivas.
No se puede olvidar el papel de Pakistán. Los elementos del ISI y del complejo militar siguen maniobrando en torno al país vecino, deseosos de recuperar su influencia y preocupados por la nueva estrategia norteamericana, que podría dejarles en un lugar delicado.
El control de las principales ciudades, los bombardeos indiscriminados en las zonas rurales y la intensificación de la contra-insurgencia se presentan como la opción elegida por Obama.
Afganistán se está convirtiendo en la guerra de Obama. No son pocos los que buscan paralelismos con Vietnam. Los estrategas norteamericanos pueden estar recogiendo los frutos de sus maniobras y conspiraciones en Afganistán, cuando, en plena guerra fría, impulsaron la desestabilización del país y el auge de los movimientos islamistas y yihadistas contra el régimen del PDPA y de sus aliados soviéticos. Los asesores de la Casa Blanca no deben olvidar que el pueblo afgano es «muy paciente». Supo esperar «90 años para convencer a los británicos que cualquier intento de ocupación estaba condenado al fracaso, y lo mismo hicieron durante una década con los soviéticos».
Tras ocho años de ocupación, y con el anuncio de un mínimo de otros dieciocho meses más, EEUU y sus aliados deberían aprender un poco más de la historia de Afganistán.
Txente Rekondo. Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)
Rebelión ha publicado este artículo con autorización del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
El retorno de la derecha latinoamericana…
Por Immanuel Wallerstein
Algo extraño está ocurriendo en América latina. Las fuerzas de derecha en la región están emplazadas de tal modo que pueden desempeñarse mejor durante la presidencia de Barack Obama que durante los ocho años de George W. Bush. Este encabezaba un régimen de extrema derecha que no tenía ninguna simpatía por las fuerzas populares en América latina. Por el contrario, Obama encabeza un régimen centrista que intenta replicar la “política del buen vecino” que proclamara Franklin Roosevelt como forma de anunciar el fin de la intervención militar directa de Estados Unidos en América latina.
Durante la presidencia de Bush, el único intento serio de golpe de Estado con respaldo de Estados Unidos ocurrió en 2002 contra Hugo Chávez en Venezuela y tal asonada falló. Fue seguida de una serie de elecciones por toda América latina y el Caribe, donde los candidatos de centroizquierda ganaron en casi todos los casos. La culminación fue una reunión en 2008 en Brasil –a la que Estados Unidos no fue invitado y donde el presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió trato de héroe virtual—.
Desde que Obama asumió la presidencia, se ha logrado perpetrar un golpe de Estado: en Honduras. Pese a la condena que expresó el mandatario, la política estadounidense ha sido ambigua y los líderes del golpe ganaron su apuesta de mantenerse en el poder hasta las próximas elecciones para presidente. Hace apenas muy poco, en Paraguay, el presidente católico de izquierda Fernando Lugo pudo evitar un golpe militar. Pero su vicepresidente, Federico Franco, de derecha, está maniobrando para obtener de un Parlamento nacional hostil a Lugo un golpe de Estado que asume la forma de un enjuiciamiento. Y los dientes militares se afilan en una serie de otros países.
Para entender esta aparente anomalía debemos mirar la política interna de Estados Unidos, y cómo afecta a su política exterior. El Partido Demócrata es la misma coalición amplia que siempre ha sido, pero el Partido Republicano se ha desplazado más a la derecha. Esto significa que los republicanos tienen una base menor. Lo lógico sería que esto significara bastantes problemas electorales. Pero, como lo estamos viendo, esto no funciona exactamente de ese modo.
Las fuerzas de la extrema derecha que dominan el Partido Republicano están muy motivadas y son bastante agresivas. Buscan purgar a todos y cada uno de los políticos republicanos a quienes consideren demasiado “moderados” e intentan forzar a los republicanos en el Congreso a una actitud negativa uniforme hacia todas y cada una de las cosas que proponga el Partido Demócrata y en particular el presidente Obama. Los arreglos políticos de compromiso ya no son vistos como políticamente deseables. Por el contrario. A los republicanos se los presiona para marchar al ritmo de un solo tamborilero.
Entretanto, el Partido Demócrata opera como siempre ha operado. Su amplia coalición va de la izquierda a una cierta derecha del centro. Los demócratas en el Congreso invierten casi toda su energía política en negociar unos con otros. Esto implica que es muy difícil aprobar legislaciones significativas, como lo vemos actualmente con el intento de reformar las estructuras de salud estadounidenses.
Entonces, ¿qué significa esto para América latina (y de hecho para otras partes del mundo)? Obama tiene una base diversa y una agenda ambigua. Su postura pública se bambolea entre una firme posición centrista y unos moderados gestos de centroizquierda. Esto vuelve su posición política esencialmente débil. Obama desilusiona a los votantes de izquierda y la realidad de una depresión mundial hace que algunos de sus votantes centristas se aparten de él por miedo a una deuda nacional creciente.
Para Obama, al igual que para Bush, América latina no está en la cúspide de las prioridades. Está muy preocupado por las elecciones de 2010 y 2012. Y esto no es algo insensato. Lo que la derecha latinoamericana hace es sacarles ventaja a las dificultades políticas internas de Obama para forzarle la mano. Se percatan de que no cuenta con la energía política disponible para atajarlos. Además, la situación económica mundial tiende a redundar en contra de los regímenes en el cargo. Y en la América latina de hoy son los partidos de centroizquierda los que están en el cargo. Si Obama lograra triunfos políticos importantes en los próximos dos años, esto mellaría, de hecho, el retorno de la derecha latinoamericana. ¿Pero logrará tales triunfos?
Traducción: Ramón Vera Herrera.
Página/12
EE.UU en Honduras: la forma de blanquear el regreso del golpismo…
Desde París
Nadie puede dudar de que Estados Unidos sea un irreductible promotor de la democracia en el mundo. En los últimos ocho años la impuso con bombas y una ocupación en Irak, la forzó con más bombas y otra invasión en Afganistán y acaba de recomponerla con camisa de fuerza y a su medida en Honduras mediante el inédito y payasesco blanqueo de un golpe de Estado que dejó al país con tres presidentes simultáneos: el depuesto Manuel Zelaya, el de facto Roberto Micheletti y el electo Porfirio Lobo. El imperio ha cambiado de dirigentes, pero sigue guardando en su corazón la iconografía de los santos redentores de la democracia y el bien, cuyos principios devastaron las democracias latinoamericanas a lo largo del siglo XX: no importa quién venga después, ni cuántas personas mueran, ni cuánto se degrade la institucionalidad o la dignidad, el derecho y la constitución.
Barack Obama le ha ofrecido a América latina el peor perfil de las administraciones norteamericanas: el apoyo al golpismo, el respaldo a la violación de todos los derechos. “No vine a discutir del pasado, vine a pensar en el futuro”, dijo Obama en la Cumbre de las Américas de abril en Trinidad y Tobago. Hoy podemos constatar que esa alianza es un pacto con el futuro apoyado en la reiteración obsesiva del pasado. Washington no ha cambiado. Durante los juicios a los represores latinoamericanos, en las entrevistas concedidas por los ex generales, a la pregunta “¿por qué tanto horror?” la respuesta fue invariable: “Porque eran comunistas, porque eran terroristas”. En los argumentos de los halcones de Bush la misma frase se repitió a lo largo de años. ¿Cómo una democracia como la norteamericana podía secuestrar, trasladar en secreto, encarcelar y torturar a miles de individuos en el mundo? “Porque eran terroristas islámicos.” La guerra contra el terror siguió los mismos pasos que la guerra contra el socialismo, el comunismo y los movimientos insurgentes en América latina.
El reconocimiento del proceso electoral hondureño responde a la misma abyección. La amenaza de un brazo de contornos chavistas en América Central justificó la invención de un golpe de Estado de nuevo tipo y su posterior legitimización: el golpe horizontal. Violencia presente pero gradual, asfixia paulatina de los actores políticos, desgaste de las discusiones, tenaza en cámara lenta sobre los pulmones de la sociedad. La debilidad del sistema multilateral latinoamericano contrasta con las valientes posiciones tomadas en los años ‘80 por los países que, en plena confrontación entre Estados Unidos y la Unión Soviética, osaron levantarse para frenar un conflicto armado generalizado en América Central. En enero de 1983, cuando los países de América Central estaban estrangulados por sus conflictos armados internos y se encaminaban al abismo de la guerra externa, los cancilleres de Colombia, México, Panamá y Venezuela se reunieron en la isla de Contadora con la meta de proponer una iniciativa de paz al conflicto centroamericano.
Así nació el grupo de Contadora. Dos años más tarde, con la legitimidad de las urnas, Argentina, Uruguay, Brasil y Perú se unieron a Contadora para conformar el Grupo de Apoyo. Esos ocho países no sólo consiguieron evitar una guerra sino que pusieron en marcha uno de los procesos de pacificación regional más ambiciosos y complejos que hay en la historia, mientras Washington y Moscú dirimían sus diferendos y sus conquistas con la sangre derramada por inocentes de la periferia, entre ellas América Central. El actual presidente de Costa Rica, Oscar Arias, es un heredero del grupo de Contadora. Los acuerdos de Esquipulas I y Esquipulas II –por los cuales Arias recibió el Nobel de la Paz en 1987– no habrían nunca existido sin la fuerza concentrada de Contadora. Veinticinco años después no se puede sino constatar la ausencia de un multilateralismo eficaz y, más triste aún, la paradoja hiriente de ver a quienes fueron actores destacados de Contadora, a imagen y semejanza de Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica y El Salvador, convertidos en obedientes reconocedores de las elecciones hondureñas.
Alan García era presidente de Perú cuando, con acentos de una combatividad juvenil, su país se sumó al grupo de Contadora. Oscar Arias fue el portador del montaje que salió del corazón de Contadora para pacificar América Central. El actual presidente de El Salvador, Mauricio Funes, pertenece al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, el FMLN, el partido que, en los años de Contadora, era una guerrilla proscrita. Washington, estos tres actores y Colombia fueron ahora los primeros en darles un sello de legitimidad a las urnas hondureñas. ¡Qué oprobio para los demócratas y los descendientes de las decenas y decenas de miles de víctimas que dejaron los conflictos armados en Centroamérica! Un pozo negro nos acecha, y no sólo porque Washington no ha cambiado.
Los adversarios de Washington también son prisioneros de lógicas del pasado. Cuando Hugo Chávez trata de “gladiador del antiimperialismo” al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, o cuando elogia en público a un dictador con las manos y la sombra llenas de sangre como el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, incurre en la misma tentación. Ahmadinejad fue reelecto con un fraude tan masivo como la improbable tasa de participación de las elecciones hondureñas. Robert Mugabe, el héroe de la independencia de Zimbabwe, transformó su mandato liberador en una vertiginosa autocracia que dejó decenas de miles de muertos. Las mismas conductas prevalecen en uno y otro lado de la frontera. No todos los enemigos del imperio son amigos nuestros, ni todos los adversarios de mis enemigos son aliados en el juego tramposo de una democracia renovada al compás de botas y fusiles.
Página/12
Uruguay: gran triunfo de la izquierda con J. Mujica…
Ganó Mujica y delira la rambla
Al conocerse las proyecciones del triunfo del candidato del Frente Amplio (FA), millones de uruguayos salieron a las calles a festejar. Según las bocas de urna, Mujica obtenía el 51 por ciento de los votos contra un 44 por ciento de Lacalle.
Por Mercedes López San Miguel
Desde Montevideo
Una suerte de delirio rojo, blanco y azul cruzó por la capital uruguaya. En cada casa de Montevideo, con sus plazas, sus calles y sobre todo en su rambla había alegría. Por primera vez en la historia política de Uruguay llegó a la presidencia un veterano dirigente guerrillero. En una segunda vuelta que tuvo en vilo al país, el candidato del Frente Amplio (FA) José “Pepe” Mujica ganó anoche al derrotar a Luis Alberto “Cuqui” Lacalle, del Partido Nacional (Blanco). Según las proyecciones de todas las consultoras, Mujica obtenía el 51 por ciento de los votos mientras Lacalle recibía un 44 por ciento de los sufragios.
Bajo una lluvia que por momentos se hacía copiosa, la rambla se llenó de gente en los alrededores del hotel NH Columbia, convertido en el cuartel de los frenteamplistas. Apareció un Mujica emocionado, junto a su compañero de fórmula Danilo Astori y el presidente actual, Tabaré Vázquez. Primero habló Astori: “Sólo una palabra puede representar nuestro sentimiento hoy: ¡gracias!. No los vamos a defraudar”.
Cantitos: “Y ya lo ve, ya lo ve, es para el Cuqui que lo mira por TV”.
Siguió Astori. “Con esta formidable plataforma que fue el gobierno de Tabaré avanzaremos en un gobierno. Ahora los dejo con el presidente electo de la República del Uruguay.” Gritos y aplausos.
Desde el escenario, Mujica manifestó con su estilo directo el agradecimiento a los seguidores: “Compañeros, compañeros. Sabés una cosa pueblo, es el mundo al revés. En el estrado tendrías que estar vos y yo allá. Esta batalla la mantuvieron encendida ustedes. Recordemos que en una noche de alegría hay compatriotas que tienen tristeza. Ni vencidos ni vencedores, apenas elegimos un gobierno. Vaya mi reconocimiento a los hombres que representaron al Partido Nacional y Colorado” (silbidos).
Y siguió: “Si tú tienes alegría no ofendas a los otros que optaron distinto. Se los pide y se los ruega un viejo luchador que te precisa. Gracias Tabaré, porque hemos ganau por la obra de este gobierno, por la continuidad de este gobierno”.
Después habló sobre la región, un candidato cuyo discurso ha apuntado a la integración: “Los hermanos, los de América latina, los que representan las esperanzas frustradas, los hermanos argentinos, chilenos, venezolanos, todos nos han llamado para darnos un abrazo”. Y tocándose el pecho mostró un gesto conciliador. “Mi reconocimiento a Lacalle, a Larrañaga, mi reconocimiento y si mi lengua fue demasiado lejos pido perdón por la ofensa. Mañana andaremos juntos. Ya conversaremos tratando de lograr una unidad para el futuro.” Más silbidos.
Mujica, visiblemente conmovido, concluyó: “No es hora para discursos programáticos. Estás mojado, me estoy mojando. Viva la alegría, viva el compromiso. Recuerda, pasará el tiempo y es tiempo de compromiso. Lo permanente sos vos. El poder está en el corazón de las grandes masas, me costó una vida aprenderlo. Gracias y hasta siempre. Te quiero decir nos vamos a equivocar y no les vamos a dar la espalda a los problemas”.
El electo presidente no sólo obtuvo la mayoría parlamentaria el 25 de octubre, ayer su liderazgo fue legitimado con holgura al superar el 50 por ciento de los votos. Según la consultora Factum, Mujica obtenía el 51,7 por ciento de los sufragios y Lacalle el 44 por ciento. Para la consultora Equipos Mori el frenteamplista recibía el 51,9 por ciento y su rival el 44,4 por ciento de los votos.
“Soy del Pepe, del Frente yo soy”, gritaba un chico en la rambla con una bandera roja del MPP acompañado de un grupo de amigos. “¡Vamos el Frente, vamos!. Viva el Frente, Viva”, cantaron a coro.
Una mujer con su hija miraba con los ojos brillantes. A Elva Rama, de 56 años, le pasó en un instante su historia como una película en cámara rápida.
“A Mujica lo voté porque lo veo comprometido. En el ’75 viví en Argentina, yo militaba en la izquierda, en el Partido por la Victoria del Pueblo. Luego volví y estuve presa en Orletti. Me inventaron causas penales. Pasé años en prisión.”
Fuegos artificiales. Bocinazos. Nubes cargadas de agua sobre la ciudad.
En otra parte de Montevideo, en la sede de los blancos, el primero que habló de la oposición fue Jorge Larrañaga, compañero de fórmula de Lacalle. Fue escueto: “El país está dividido casi prácticamente en mitades. Como integrantes del Partido Nacional agradecemos a los compañeros en todo el país. Usó la frase de Perón: ‘Desensillar hasta que aclare’”. Minutos después apareció Lacalle con cara de funebrero ante sus seguidores. “Hoy han visto el retrato auténtico de la soberanía nacional. El presidente de la República, Tabaré Vázquez, nos ha llamado. El doctor al saludarnos ha robustecido su calidad de presidente, como lo será José Mujica a partir de marzo. Pesada carga para cualquiera de nosotros, tenemos que aceptarlo.” Pidió que se mejoren los problemas que a su parecer son la salud y la inseguridad, entre otros. “Esta es la novena elección que participo, las más veces sin éxito. También recibimos la caricia de la opinión pública.” Se bajó el telón blanco.
De mañana, en la feria ubicada entre la 18 de Julio y Tristán Narvaja comenzaba a percibirse en el ambiente que sería un día especial. Un linyera pasó cantando: “Vamo, Pepe, Pepe el Uruguay”. Sonaban bocinas, pasaban autos con banderitas del FA. Se veían algunos turistas comprando ajenos al clima electoral y la amenaza de lluvia.
Comida para perro, cachorros, flores, víboras, ¡sí, se vendían víboras pitón y californianas!, libros usados, patos, gallos, verduras, panes, discos de vinilo, conejos, stickers, licuadoras, espejos para baño. Exceptuando artesanías, se encontraba de todo. “Acá pasa algo, gana Mujica”, dijo Adolfo, que vendía yerbas y hierbas. Al lado de su puesto se vendían banderas del Frente Amplio a 50 pesos (10 pesos argentinos). A unos metros, Darío Cidán estaba acomodando los mates en el stand. “Voy a votar a Mujica porque me parece mejor que Lacalle. Tuvimos un gobierno excelente en el tema de la salud y los impuestos.”
Un señor mayor dijo bajito que ya votó. “Voté a Pepe. Soy de izquierda desde hace mil años.” Hugo Alonso, de 64 años, continuó: “Soy del Frente Amplio desde que se fundó, el 5 de febrero de 1971. Mujica tiene sensibilidad por los pobres, no pone por encima sus intereses personales, yo creo que va a hacer un buen gobierno. Y hay más posibilidades de acceder a él, uno va a patearle las canillas y el Pepe atiende.”
En eso el tránsito en la feria se aceleró, sobre todo porque el cielo estaba muy nublado y se podía oler la lluvia. Una señora pasó vestida con un suéter rojo, una remera blanca y un pantalón azul, porque se vistió para la ocasión. Claudia Palavecino dijo para empezar: “Los blancos no son blancos, son rosados, ¿sabés tú por qué? Porque están con los colorados. Ese, el hijo del dictador (en alusión a Pedro Bordaberry), no esperó ni un día para apoyar a Lacalle. Dicen en mi barrio, barrio Sur ‘a la canallada rosada dele de frente’” y se rió. Palavecino no olvidó su sur y al atender su celular dijo bromeando: “Hola, Pepe”. Dos muchachos que llevaban bolsas se mostraban animados. Uno de ellos tenía cubierta la espalda con la bandera tricolor. Marcelo León, de 35 años, dijo que junto a su hermano Wilson viajaron desde el interior del país, de Río Branco. “La izquierda piensa por el de abajo, quiere alimentar las cabecitas. Ya ganamos”. Se fue con una sonrisa esperanzada. Después vendrían el festejo y el diluvio.
Qué esperar de un gobierno de Mujica
Verónica Psetizki, BBC
Montevideo
Mujica obtuvo el 53% de los votos.
Continuidad en la línea de gobierno y algunos cambios de estilo. Esto es lo que, según analistas, puede esperarse cuando el próximo 1º de marzo José Mujica asuma la Presidencia de Uruguay.
En la llegada de Mujica al poder incidieron los logros alcanzados por el primer gobierno de izquierda en la historia del país.
El mandatario electo así lo reconoció durante su discurso, poco después de conocerse los resultados, cuando agradeció al presidente Tabaré Vázquez, que lo acompañaba en el estrado.
Vázquez está terminando su mandato con una aprobación que supera el 70%, lo que indica que su figura es apreciada por muchos de aquellos que no simpatizan con la izquierda. Mujica llegó a la Presidencia con el 53% de los votos.
Cambio de imagen
En el próximo período habrá una innovación en el estilo de liderazgo, aseguró a BBC Mundo el politólogo Jaime Yaffé, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de la República.
"Va a ser un cambio, fundamentalmente de imagen. Mujica es muy distinto a Vázquez y los uruguayos notarán cambios no sólo en la figura presidencial, sino en la forma de ejercer el liderazgo, en la forma de comunicarse", indicó.
clic clic Lea: De guerrillero a presidente
El analista señaló que otro aspecto en el que puede haber cambios es en las relaciones con la oposición.
Va a ser un cambio, fundamentalmente de imagen. Mujica es muy distinto a Vázquez y los uruguayos notarán cambios no sólo en la figura presidencial, sino en la forma de ejercer el liderazgo, en la forma de comunicarse
Jaime Yaffé, Universidad de la República
"El gobierno de Vázquez se caracterizó por ser un gobierno donde las relaciones con la oposición fueron prácticamente nulas y hasta malas. Mujica ya ha anunciado su intención de tener un mejor relacionamiento y es probable que intente involucrar a la oposición en algunos ámbitos de la administración pública, en las empresas públicas y quizás hasta en el gabinete de ministros", señaló.
De hecho, en su discurso en la noche del domingo, Mujica agradeció explícitamente a sus contrincantes e incluso se disculpó por hechos sucedidos durante la campaña electoral.
"Si en algún momento mi temperamento de combatiente me hizo llevar la lengua demasiado lejos, pido perdón por la ofensa", dijo.
Buscar acuerdos
Por su parte, el vicepresidente electo, Danilo Astori, destacó que en el futuro gobierno "habrá espíritu de colaboración para resolver los grandes temas nacionales" y que "los roces" que hubo durante la campaña no influirán en los posibles acuerdos.
La fórmula presidencial hizo hincapié durante el último tramo de la campaña en la necesidad de sellar acuerdos con los otros partidos en temas como educación, medio ambiente, política energética y seguridad, para garantizar una continuidad más allá del signo político del gobierno.
Según el analista político Adolfo Garcé, esto obedece a un reclamo de la ciudadanía. "El país puede funcionar perfectamente así, con una mitad gobernando y la otra en la oposición. Sin embargo en Uruguay, a una alta proporción de la ciudadanía le gustaría ver acuerdos entre el gobierno y la oposición. ¿Serán capaces de lograrlo? No lo sabemos", dijo a BBC Mundo.
Está previsto que el próximo jueves Mujica se reúna con líderes del Partido Nacional para iniciar el diálogo post electoral.
El papel de Astori
Otra innovación del gobierno de Mujica, según el politólogo Yaffé, es el rol que tendrá Danilo Astori como vicepresidente. "Va a tener un papel mucho más importante del que cumplió cualquiera de los vicepresidentes desde el ’85 (año en el que el país regresó a la democracia)", aseguró.
"Además de que va a ser el referente del equipo económico, Mujica ha planteado que va a haber casi una presidencia compartida, un reparto del poder en el seno de la Presidencia de la República que encarnarán las dos figuras, algo que jamás ha sucedido", aseguró Yaffé.
Mujica y Astori reiteraron una y otra vez durante la campaña su intención de continuar con las políticas del actual gobierno, especialmente en materia económica y social. Astori, que se desempeñó como ministro de Economía durante cuatro años en este gobierno, será quien tendrá más injerencia en la materia.
¿Qué hará Vázquez durante el próximo período? El mandatario ha dicho que se tomará un período sabático para volver a dedicarse de lleno a su profesión de médico, y no descartó regresar a la política para las elecciones de 2014.
Además, trabajará a nivel político internacional, integrando una terna de ex presidentes, junto a Fernando Henrique Cardoso de Brasil y Ricardo Lagos de Chile, para analizar temas de gobernabilidad y políticas sociales en América Latina, a instancias del Banco Mundial.
Obama, Bush y los golpes de Estado latinoamericanos…
Algo extraño está ocurriendo en América Latina. Las fuerzas de derecha en la región están emplazadas de tal modo que pueden desempeñarse mejor durante la presidencia estadunidense de Barack Obama que durante los ocho años de George W. Bush. Éste encabezaba un régimen de extrema derecha que no tenía ninguna simpatía para las fuerzas populares en América Latina. Por el contrario, Obama encabeza un régimen centrista que intenta replicar la
política del buen vecino
que proclamara Franklin Roosevelt como forma de anunciar el fin de la intervención militar directa de Estados Unidos en América Latina.
Durante la presidencia de Bush, el único intento serio de golpe de Estado con respaldo de Estados Unidos ocurrió en 2002 contra Hugo Chávez en Venezuela y tal asonada falló. Fue seguida de una serie de elecciones por toda América Latina y el Caribe, donde los candidatos de centro-izquierda ganaron en casi todos los casos. La culminación fue una reunión en 2008 en Brasil –a la que Estados Unidos no fue invitado y donde el presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió trato de héroe virtual.
Desde que Obama asumió la presidencia, se ha logrado perpetrar un golpe de Estado: en Honduras. Pese a la condena que expresó el mandatario, la política estadunidense ha sido ambigua y los líderes del golpe están ganando su apuesta de mantenerse en el poder hasta las próximas elecciones para presidente. Hace apenas muy poco, en Paraguay, el presidente católico de izquierda Fernando Lugo pudo evitar un golpe militar. Pero su vicepresidente, Federico Franco, de derecha, está maniobrando para obtener de un Parlamento nacional hostil a Lugo un golpe de Estado que asume la forma de un enjuiciamiento. Y los dientes militares se afilan en una serie de otros países.
Para entender esta aparente anomalía debemos mirar la política interna de Estados Unidos, y cómo afecta la política exterior estadunidense. De vez en cuando, y no hace tanto tiempo, los dos partidos principales representaban a coaliciones de fuerzas sociales que se traslapaban, y en los que el balance interno de cada uno iba de una derecha, corrida del centro, en el caso del Partido Republicano, a una cierta izquierda, corrida del centro, para el Partido Demócrata.
Debido a que los dos partidos se traslapaban, las elecciones tendían a forzar a los candidatos presidenciales de ambos partidos más o menos hacia el centro, de modo de ganaban sobre la fracción relativamente pequeña de votantes que eran los independientes
, situados en el centro.
Éste ya no es el caso. El Partido Demócrata es la misma coalición amplia que siempre ha sido, pero el Partido Republicano se ha desplazado más a la derecha. Esto significa que los republicanos tienen una base menor. Lo lógico es que esto significara bastantes problemas electorales. Pero, como estamos viendo, no funciona exactamente de ese modo.
Las fuerzas de la extrema derecha que dominan el Partido Republicano están muy motivadas y son bastante agresivas. Buscan purgar a todos y cada uno de los políticos republicanos a quienes consideren demasiado moderados
e intentan forzar a los republicanos en el Congreso a una actitud negativa uniforme hacia todas y cada una de las cosas que proponga el Partido Demócrata y en particular el presidente Obama. Los arreglos políticos de compromiso ya no se ven como políticamente deseables. Por el contrario. A los republicanos se les presiona para marchar al ritmo de un solo tamborilero.
Entretanto, el Partido Demócrata opera como siempre ha operado. Su amplia coalición va de la izquierda a una cierta derecha del centro. Los demócratas en el Congreso invierten casi toda su energía política en negociar unos con otros. Esto implica que es muy difícil aprobar legislaciones significativas, como vemos actualmente con el intento de reformar las estructuras de salud estadunidenses.
Entonces, ¿qué significa esto para América Latina (y de hecho para otras partes del mundo)? Bush podía conseguir casi todo lo que quería de los republicanos en el Congreso, en el cual tuvo una clara mayoría durante los primeros seis años de su régimen. Los debates reales ocurrían en el círculo ejecutivo interno de Bush, dominado básicamente por el vicepresidente Cheney durante los primeros seis años. Cuando Bush perdió las votaciones para elegir congresistas en 2006, la influencia de Cheney declinó y las políticas públicas cambiaron ligeramente.
La era de Bush estuvo marcada por una obsesión con Iraq y en menor medida con el resto de Medio Oriente. Algo de energía quedaba para lidiar con China y Europa occidental. Desde la perspectiva del régimen de Bush, Latinoamérica se desvanecía poco a poco hacia el fondo. Para su frustración, la derecha latinoamericana no obtuvo el tipo común de involucramiento en su favor que esperaban y deseaban por parte del gobierno estadunidense.
Obama se enfrenta a una situación totalmente diferente. Tiene una base diversa y una agenda ambigua. Su postura pública se bambolea entre una firme posición centrista y unos moderados gestos de centroizquierda. Esto vuelve su posición política esencialmente débil. Obama desilusiona a los votantes de izquierda que movilizó durante las elecciones, y que en muchos caso se retiran de lo político. La realidad de una depresión mundial hace que algunos de sus votantes centristas se aparten de él por miedo a una deuda nacional creciente.
Para Obama, igual que para Bush, América Latina no está en la cúspide de sus prioridades. Sin embargo, Obama (a diferencia de Bush) está luchando duro por mantener la cabeza arriba del agua política. Está muy preocupado por las elecciones de 2010 y 2012. Y esto no es algo insensato. Entonces su política exterior está influida considerablemente por el impacto potencial que tenga ésta en dichas elecciones.
Lo que la derecha latinoamericana hace es sacarle ventaja a las dificultades políticas internas de Obama para forzarle la mano. Se percatan de que no cuenta con la energía política disponible para atajarlos. Además, la situación económica mundial tiende a redundar en contra de los regímenes en el cargo. Y en la América Latina de hoy son los partidos de centroizquierda los que están en el cargo. Si Obama lograra triunfos políticos importantes en los próximos dos años (una ley de salud decente, una auténtica retirada de Iraq, una reducción del desempleo), esto mellaría, de hecho, el retorno de la derecha latinoamericana. ¿Pero logrará tales triunfos?
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/11/28/index.php?section=opinion&article=018a1mun
Obama y Lula colisionan por la crisis de Honduras: EE.UU del lado de la dictadura…
La crisis hondureña
EE UU y Brasil discrepan sobre la validez de las elecciones en Tegucigalpa
JUAN ARIAS – Río de Janeiro – 26/11/2009
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido claro y explícito en una larga carta enviada a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva: Washington ha decidido cerrar la crisis hondureña aceptando el resultado de las elecciones del próximo domingo, aunque el depuesto Manuel Zelaya no haya vuelto a la presidencia. Lula ha sido igualmente explícito y claro: Brasil no aceptará el resultado de las elecciones e insiste en que Zelaya tiene que ser restituido, por considerar que su expulsión, el pasado junio, fue un golpe de Estado.
Según el asesor de Asuntos Internacionales de Lula, Marco Aurelio García, que fue quien informó de la carta de Obama, Estados Unidos presiona a los países latinoamericanos para que reconozcan las elecciones como un acto institucional que serviría para "empezar desde cero" en el país centroamericano. García dijo que la decisión de EE UU es un regalo a los golpistas de Honduras y aseguró que, para Brasil, la presencia de Zelaya en su Embajada de Tegucigalpa no supone ningún engorro diplomático.
Honduras no es el único punto de fricción: Irán también suscita diferencias entre Washington y Brasilia. La Casa Blanca envió la carta el pasado domingo, víspera de la visita del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a Brasil. Obama le recordaba a Lula su posición respecto al programa nuclear iraní y le pedía que expresara su apoyo a los esfuerzos occidentales para lograr un compromiso con Teherán. Lula respaldó el lunes el derecho de Irán a desarrollar "la energía nuclear con fines pacíficos" y pidió a Ahmadineyad que dialogara con la comunidad internacional.
Es la primera vez que Obama y Lula se enfrentan públicamente. Los dos líderes mundiales con mayor peso popular (de Lula dijo el mismo Obama que era el político por antonomasia) se encuentran en posiciones difíciles de conciliar. La sangre no llegará al río, pero, según los analistas, ésta puede ser la primera vez que Lula se vea contra las cuerdas en un conflicto internacional, él, que ha sido considerado un gran conciliador.
Brasil se encontró con la papeleta de la entrada de Zelaya en su Embajada de Tegucigalpa sin haberla buscado. Quizás nunca se sabrá si Lula quiso jugar esa baza para conseguir ser el mediador en el conflicto, desbancando al costarricense Óscar Arias, o si cerró los ojos para no contrariar a su amigo el presidente Hugo Chávez, que según los expertos fue quien organizó el enredo. Lo cierto es que Brasil acabó asumiendo los riesgos y se ha mantenido firme en su apoyo a Zelaya.
Es verdad, como ha confiado a este diario un buen conocedor de Lula, que las cosas se han ido complicando y el presidente brasileño, que tiene un gran olfato político, preferiría no verse de protagonista en la trama, sobre todo cuando la intransigencia y el histrionismo de Zelaya, abusando de su acogida en la Embajada brasileña, han dificultado la situación.
Brasil, sin embargo, difícilmente podrá dar marcha atrás. Tanto el ministro de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, como el poderoso asesor García son hombres de la izquierda del Partido de los Trabajadores y mantienen una postura inflexible. "Un golpe es un golpe y todo lo demás es jugar con la legalidad democrática", habría dicho García, y a ese principio se ha acogido siempre Lula.
Los expertos en derecho internacional, sin embargo, discuten si en realidad se ha tratado de un verdadero golpe, dado que la Constitución de Honduras permite la destitución del presidente que intente violarla, algo que habría hecho Zelaya. Lo discutible, en todo caso, fue la forma en la que Zelaya fue retirado del cargo (por la fuerza y sin proceso legal).
Ahora que Obama ha tomado una decisión definitiva y se la ha comunicado a Lula, el presidente brasileño va a necesitar de toda su intuición para salir del atolladero sin enfrentarse con Washington. La solución sólo se la podría brindar Zelaya, aceptando salir de escena en un gesto de generosidad, para contribuir a devolver la paz al país. La duda es si Lula será capaz de convencerle. Zelaya ha declarado que la posición de EE UU divide a América y sienta un peligroso precedente.
En Honduras, mientras, continúan los preparativos para la elección presidencial del día 29. El mandatario interino, Roberto Micheletti, se retiró ayer del cargo hasta el 2 de diciembre, día en que el Congreso se pronunciará sobre la restitución de Zelaya. Hasta entonces, informa France Presse, el país estará dirigido por el Consejo de Ministros.
EL PAIS.COM
Lula responde a Obama que no aceptará el resultado de las urnas en Honduras
El presidente brasileño insiste en que no puede avalar un golpe de Estado
JUAN ARIAS – Río de Janeiro – 28/11/2009
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha respondido a la carta que le había enviado el presidente estadounidense, Barack Obama, en la que éste le anunciaba que Estados Unidos está dispuesto a aceptar el resultado de las elecciones hondureñas del próximo domingo. Según el ministro de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, Lula ha respondido que Brasil no va a aceptar el resultado de las urnas, porque no puede avalar un golpe de Estado.
Según Amorim, el tono de la carta de Lula a Obama, en la que tocó otros temas de conflicto entre Brasilia y Washington, fue "amistoso". La carta fue precedida por una conversación de más de una hora entre el ministro Amorim y la secretaria de Estados de EE UU, Hillary Clinton. Según informaciones del diario O Globo, la conversación del ministro con Clinton tuvo como finalidad que se agudizasen las divergencias entre ambos paises".
Según Amorim, en la conversación con Clinton "se discutió educadamente". Afirmó que ambos sostuvieron posturas divergentes y que "ahora hay que esperar a ver cómo se desarrollan las cosas".
Brasil se mantiene, a pesar de la carta de Obama a Lula, firme y compacto en su decisión de no aceptar al presidente que salga elegido de las urnas el domingo en Honduras. Para el asesor de la Presidencia de la República para asuntos internacionales Marco Aurelio García, ello favorecería que hubiera otros intentos de golpes de Estado en América Latina si los golpistas saben que, al final, acabarán siendo asimilados por la comunidad internacional.
"Divergencias" con EE UU
Para García y Amorim no existe un conflicto entre Brasil y Estados Unidos. Existen sólo "divergencias y diferentes puntos de vista". El ministro de Exteriores ironizó ayer al afirmar que "Brasil tiene obsesión. Si no concuerda en algo con los Estados Unidos es como si un rayo fuese a caer sobre nuestra cabeza. No es así".
Para García, a quien Lula escucha siempre con mucha atención, "si la comunidad internacional y Honduras quieren legitimizar estas elecciones, van a ser responsables, como mínimo, de lo que pase en aquel país. Vamos a tener un periodo de larga inestabilidad en un país que estaba tranquilo", dijo ayer. Según García, no hay posibilidades, por el momento, de que Brasil armonice sus posiciones con Washington. "El tiempo está contra nosotros", confesó, con tono de cierta resignación.
Colombia, Costa Rica y Perú comparten con EE UU la decisión de aceptar los resultados electorales en Honduras. Venezuela, Bolivia, Argentina, Chile, Ecuador y Nicaragua están, de momento, con Brasil.
Preguntado ayer Lula sobre si Brasil estaría dispuesto a reconocer bajo alguna circunstancia el resultado electoral, respondió que, "del modo en que se están desarrollando las cosas, Brasil no reconocerá el resultado de las elecciones y seguirá sin mantener relaciones con Honduras".
Lula afirmó también que no se trata de que Brasil sea "más radical, más guapo o más feo que los otros países", sino que, al haber vivido 21 años de dictadura militar, "sabe muy bien lo que es un régimen autoritario" y que por eso sigue defendiendo al depuesto Manuel Zelaya, elegido en las urnas, como presidente legítimo de Honduras.
Por su parte, el presidente de Costa Rica y ex mediador del conflicto hondureño, Óscar Arias, llamó a la comunidad internacional a la "cordura" y la instó a reconocer los resultados de las elecciones "si todo transcurre bien", informa Efe. En una entrevista con la cadena de televisión CNN desde Israel, donde se encuentra en visita oficial, Arias manifestó que desconocer al ganador de los comicios sería aun más dañino para Honduras. "¿Por qué los vamos a castigar con un segundo huracán Mitch, que es [lo que significaría] no reconocer al nuevo Gobierno, aislarlo, quitarle la cooperación?", cuestionó el mandatario costarricense y Premio Nobel de la Paz 1987.
EL PAIS.COM
"Brasil no reconocerá las elecciones"
Paulo Cabral, BBC, Manaos
Amorim aseguró que un golpe de Estado no puede ser legitimado.
El canciller de Brasil, Celso Amorim, aseguró este jueves que su país no va a reconocer los comicios presidenciales que se celebrarán en Honduras el próximo domingo.
"Un golpe de Estado no puede ser legitimado", dijo Amorim, refiriéndose a la realización de los comicios sin que el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, haya sido repuesto en su cargo.
El ministro de Relaciones Exteriores brasileño aseguró que aunque la posición de su país sea contraria a la de Estados Unidos, no existe confrontación entre los dos países.
Washington defiende que el reconocimiento de los comicios del 29 de noviembre puede ayudar a poner fin a la crisis política que estalló en la nación centroamericana con el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
"Es cierto que en principio los estadounidenses condenaron el golpe, pero quizás por haber sufrido tantos (en América Latina), sea diferente", señaló Amorim.
"Blanqueamiento" de un golpe
Según el asesor presidencial en las actuales condiciones Brasil no va a reconocer los comicios en Honduras.
Por su parte, el asesor especial para asuntos internacionales de la presidencia brasileña, Marco Aurélio García, aseguró que la solución defendida por EE.UU. para poner fin a la crisis hondureña –el reconocimiento de los comicios- supone el "blanqueamiento" de un golpe de Estado preventivo.
"No deberían reconocerlas como legítimas (las elecciones del domingo) porque eso sería una tentativa de blanqueamiento de un golpe de Estado. Para nosotros eso es extremadamente grave, sobre todo si viene acompañado de la idea de un golpe preventivo", aseguró Garcia.
Según el asesor presidencial en "estas condiciones" Brasil no va a reconocer los comicios del domingo.
"Brasil no va a legitimar el blanqueamiento de un golpe", dijo.
"Periodo de inestabilidad"
Si la comunidad internacional y Honduras quieren legitimar estas elecciones van a ser responsabilizados, como mínimo, de lo que acontezca en el país. Podemos tener un largo periodo de inestabilidad en un Estado que era tranquilo
Marco Aurélio García, asesor de la presidencia brasileña
"Si la comunidad internacional y Honduras quieren legitimar estas elecciones van a ser responsabilizados, como mínimo, de lo que acontezca en el país. Podemos tener un largo periodo de inestabilidad en un Estado que era tranquilo", aseguró.
Pese a las divergencias con EE.UU., García también negó que haya una "crisis" o "confrontación" entre los gobiernos de Washington y Brasilia.
"Lo que hay son divergencias en algunos puntos, como en la cuestión de Honduras", señaló.
clic Lea: Honduras entre realidades polarizada
García no cree que haya muchas posibilidades de que Brasil y EE.UU. acerquen sus posiciones en relación a lo que acontece en la nación centroamericana.
"El tiempo ahora está contra nosotros", aseguró el asesor presidencial.
Amorim y García realizaron estas declaraciones desde la ciudad brasileña de Manaos, donde se encuentra para asistir a una cumbre de los países amazónicos, en la que debían discutir una posición común de cara a la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático, que comenzará a principios de diciembre en Copenhague, Dinamarca.
BBC MUNDO
EU rompe el consenso de AL, abandona a Zelaya y apuesta por la legitimidad de comicios
Obama justifica el giro de postura; tras la elección, Honduras partirá de cero
, afirma
David Brooks Corresponsal
Periódico La Jornada
Nueva York, 25 de noviembre. El gobierno de Barack Obama ha decidido abandonar al presidente constitucional Manuel Zelaya y apostar a la legitimidad de las elecciones en Honduras realizadas bajo el gobierno golpista, rompiendo así con el consenso de la mayoría de los países de América Latina, incluso con aliados como Brasil.
Inicialmente, Obama había declarado ilegal
el golpe de Estado
, y junto con la Organización de Estados Americanos había rechazado, entre titubeos y señales contradictorias, la legitimidad del gobierno de facto y exigió la restitución del gobierno constitucional. Al frustrarse las negociaciones mediadas por Óscar Arias, Estados Unidos amenazó, a la par del resto del hemisferio, con no reconocer los resultados de las elecciones del 29 de noviembre.
Pero esta posición cambió a partir del 30 de octubre, cuando después de intensas negociaciones con enviados del Departamento de Estado, se proclamó un acuerdo entre el gobierno de facto de Roberto Micheletti y el presidente constitucional Manuel Zelaya. A pesar de que el gobierno golpista no cumplió el acuerdo, pocos días después el gobierno de Obama declaró que reconocería los resultados de las elecciones si éstas son calificadas de imparciales
, aun sin la reinstalación de Zelaya.
Ayer, Obama reiteró la nueva postura estadunidense en una carta enviada al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en la cual justificó el apoyo estadunidense a la elección en Honduras, ya que con eso la situación después de los comicios partiría de cero
, según filtró un funcionario brasileño. O sea, algo así como borrón y cuenta nueva.
La actual postura estadunidense fue expresada esta semana por el recién instalado secretario adjunto de Estado, Arturo Valenzuela, en una sesión a puerta cerrada del Consejo Permanente de la OEA. Aunque recordó que “Estados Unidos, junto con el resto de los estados miembros, emitió un veredicto unánime al considerar que el presidente debidamente elegido en Honduras… fue derrocado de su cargo en un golpe de Estado”, afirmó que la solución a la crisis, bajo lo estipulado por el acuerdo del 30 de octubre, es proceder con las elecciones.
Sin embargo, Valenzuela condicionó la realización del proceso al aclarar que si bien una elección realizada de manera compatible con las normas internacionales es una condición necesaria para que Honduras vuelva a ser miembro de la OEA, no es una condición suficiente… Para que eso ocurra, las partes en Honduras deben aplicar plenamente los acuerdos de Tegucigalpa y San José. Esto significa que se ha de constituir un gobierno de unidad nacional que represente a todos los sectores de la sociedad y del Congreso. A su vez, el Legislativo debe votar con toda prontitud la restitución del presidente Zelaya
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Valenzuela justificó el proceso electoral como mecanismo legítimo que se atiene al calendario electoral normal que estipula la Constitución hondureña, y había estado en camino varios meses antes del golpe
. Subrayó que “ésta no es una elección inventada por un gobierno de facto en busca de una estrategia de salida, ni una manera de esconder un golpe de Estado”, sino un proceso que permite que el pueblo hondureño ejerza su voluntad soberana
.
A la vez, reconoció que nos preocupan los informes de violaciones de derechos humanos y esfuerzos deliberados de incitar a la violencia y el enfrentamiento en ambos lados políticos de Honduras y que podrían afectar el proceso electoral
. Por lo tanto, afirmó que recurriremos a los observadores internacionales de la sociedad civil y a nuestros propios observadores para determinar si las elecciones han cumplido con las normas internacionales
.
El Departamento de Estado está financiando misiones de observación electoral del Instituto Republicano Internacional (IRI) y por su contraparte el Instituto Democrático Nacional, ambas vinculadas al Fondo Nacional para la Democracia. Algunos críticos acusan que el IRI en particular fue inmiscuido en el golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela.
Por otra parte, este miércoles unas 175 mujeres defensoras de derechos humanos y feministas, incluidas tres premios Nobel de la Paz, enviaron una carta abierta a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, instándole a condenar las violaciones de derechos humanos en Honduras. Con base en lo documentado por organizaciones de derechos humanos, escriben que “el régimen de facto ha participado en una campaña sistemática de intimidación, abuso físico y sexual, además de tortura. Cada vez más, las mujeres han sido el blanco de esta campaña. Le instamos a condenar la violencia desatada contra la gente de Honduras, y en particular contra las mujeres hondureñas”.
Agregan que “fue la ruptura del orden democrático en el país lo que dio lugar a la crisis actual en derechos humanos de las mujeres en Honduras. Por lo tanto, solamente el retorno del gobierno constitucional puede parar el rápido deterioro de los derechos de la mujer. Unas elecciones precipitadas e improvisadas –sin la participación completa de la sociedad hondureña, el reconocimiento internacional o el restablecimiento del presidente constitucional– no pueden ser consideradas libres ni justas, y no garantizan una vuelta al Estado de derecho”.
LA POSICION OFICIAL DEL GOBIERNO DE OBAMA:
Secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental
Arturo Valenzuela dice que la OEA se juega su credibilidad en Honduras
"Lo que nos jugamos en Honduras es nada menos que la credibilidad de la OEA y de sus miembros en cuanto a mantenerse fieles al llamamiento a la defensa colectiva de la democracia consagrado en la Carta", dijo en su discurso ante la OEA.
SANTIAGO, 25 de noviembre.-A cuatro días de las elecciones presidenciales que se realizarán en Honduras, en la página web de la Embajada de Estados Unidos en Chile se publica hoy una traducción del discurso de Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, tal como fue pronunciado ante una reunión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos, el 23 de noviembre de 2009:
Es un verdadero honor para mí presentarme hoy ante el Consejo Permanente como secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos para hablar en nombre de mi gobierno sobre la situación en Honduras. Si sus excelencias me lo permiten, me gustaría mencionar dos amplios puntos antes de dar comienzo a mi discurso. Les agradezco al presidente Barack Obama y a la secretaria de Estado Hillary Clinton la confianza que han depositado en mí. Mi vocación de por vida ha sido el mundo académico. Cuando comencé casi por accidente en el Departamento de Estado en la primera administración de Clinton, lo hice porque la Guerra Fría había terminado; nos encontrábamos ante un mundo nuevo y más prometedor en el que esperábamos que las grandes divisiones del pasado se pusieran de lado en favor de un proyecto de mayor colaboración, que cruzara las fronteras nacionales para crear un mundo más justo y mejor.
Regreso a prestar servicio en esta administración porque tengo fe en que ese continúe siendo nuestro objetivo cardinal, a pesar de los problemáticos desafíos del siglo XXI. Como el presidente Obama dejó claro en Trinidad y Tobago, Estados Unidos intenta forjar una nueva y genuina alianza con todos los países de las Américas basada en nuestras historias y valores en común. Una alianza basada en el respeto y la confianza mutuos y en la consulta verdadera cuyo propósito es buscar maneras de crear un futuro mejor y mejorar las condiciones para los pueblos de las Américas.
En las últimas dos décadas desde que finalizó el amargo capítulo de regímenes autoritarios y conflictos civiles abiertos en varios países, se ha hecho mucho progreso en las Américas. Sin embargo, todavía hay grandes desafíos. Nuestro diálogo y compromiso para trabajar juntos deben estar fundamentados en el hecho de que nos enfrentamos a desafíos comunes: superar la pobreza y la desigualdad, fortalecer las instituciones de gobierno, proporcionar protección y seguridad a nuestros pueblos, aumentar la competitividad de nuestras sociedades en un mundo en constante evolución, y fortalecer nuestras instituciones multilaterales, incluyendo los mecanismos de defensa colectiva de la democracia que se contemplan en la Carta democrática de esta organización.
Quisiera subrayar que entiendo muy bien que este diálogo y esta tupida agenda que tenemos por delante no pueden estar exentos de un reconocimiento de las a veces difíciles relaciones históricas entre los Estados Unidos y muchos países del continente americano. Entendemos que en otras épocas a menudo la política exterior del país se guiaba en función de grandes intereses económicos. O que durante la guerra fría el imperativo de seguridad nacional conllevó a que la política exterior estadounidense privilegiara el orden y la seguridad por encima de la consolidación de democracias más justas y representativas. No se puede tener un diálogo genuino si no asumimos nuestras historias.
Es un honor para mí, Señor Presidente, estar aquí en este salón histórico. Al celebrar el centenario de la fundación de la Unión Panamericana debemos enorgullecernos de este logro. Las repúblicas de las Américas crearon la primera organización regional del mundo, sentando así un precedente para las futuras asociaciones internacionales y contribuyendo a la evolución del derecho internacional. Esta iniciativa fue el fruto de una empresa colectiva. Cuando se crearon las Naciones Unidas, los países miembros de América Latina insistieron en que la OEA fuera reconocida como una organización regional propiamente constituida bajo la Carta de las Naciones Unidas.
La historia de la OEA ha tenido sus momentos tristes, pero también sus momentos de grandeza. Algunas de sus instituciones, como la Comisión de Derechos Humanos, han demostrado ser instrumentos eficaces para fomentar y proteger valores esenciales. En fechas más recientes, la adopción de la Carta Democrática Interamericana como manifestación del compromiso de los países del hemisferio para afirmar y defender la democracia ha sido uno de los logros más significativos de la OEA. El origen de la Carta Democrática Interamericana radica en la resolución 1080 adoptada en Santiago, Chile, en 1991 y el documento surgió del consenso firme respecto a que las frecuentes interrupciones de los procedimientos democráticos constitucionales de los países tenían que convertirse en cosa del pasado.
Lo que nos jugamos en Honduras es nada menos que la credibilidad de la OEA y de sus miembros en cuanto a mantenerse fieles al llamamiento a la defensa colectiva de la democracia consagrado en la Carta. Estados Unidos, junto con el resto de los estados miembros, emitió un veredicto unánime al considerar que el presidente debidamente elegido en Honduras, que se encontraba al final de su mandato, fue derrocado de su cargo en un golpe de estado. No hay otra palabra que describa el abrupto y forzado exilio de un jefe de Estado. Lo que es más, si se alega que cualquier ciudadano, incluyendo a un jefe de Estado, ha transgredido la ley, el exilio forzado sin el proceso de derecho debido es una violación de uno de los principios fundamentales de la gobernabilidad democrática cuyos orígenes llegaron hasta nosotros desde la Carta Magna de 1215. Cuando el gobierno de facto se negó a retornar al presidente Zelaya a su cargo, Estados Unidos formó parte de la determinación unánime de que Honduras debía ser suspendido como miembro de la Organización de los Estados Americanos, de conformidad con lo que estipula la Carta Democrática Interamericana.
Esta acción refleja la convicción de todos los estados miembros de que un golpe de Estado o una seria perturbación del orden democrático en un estado miembro podría sentar un precedente perjudicial que correría el riesgo de retornar un modelo político pretoriano que ha probado ser tan dañino para la consolidación de las instituciones democráticas de las Américas.
La Organización de los Estados Americanos y los gobiernos individuales han trabajado arduamente para asistir a Honduras a que encuentre una vía para la reconciliación nacional y el restablecimiento del orden democrático y constitucional, incluyendo la restitución del presidente Zelaya. Este ha sido un proceso continuo en el que ha habido diferentes iniciativas, notablemente las contribuciones extraordinarias del presidente de Costa Rica Oscar Arias, que al trabajar junto con los funcionarios de la Organización de los Estados Americanos propuso el Acuerdo de San José que inicialmente ambas partes aceptaron. Lamentamos que las autoridades de facto en Honduras no estuvieran dispuestas a firmar el acuerdo, lo que ofreció la apariencia de que estaban interesadas en ganar tiempo.
El acuerdo que se firmó finalmente el 30 de octubre en Tegucigalpa, y al que se dio el nuevo nombre de Acuerdos de Tegucigalpa y San José para reconocer el trabajo y los esfuerzos de Arias y la OEA, es un logro significativo del que podemos estar orgullosos. Establece un marco para la resolución de la crisis con cuatro elementos clave: la formación bajo los auspicios de la OEA de una Comisión Internacional de Verificación, la creación de un gobierno interino de unidad nacional, la creación de una Comisión de la Verdad y la votación del congreso hondureño en cuanto a si el presidente Zelaya debe o no reincorporarse al cargo antes de que finalice su mandato constitucional. Es indispensable destacar que ambas partes, tanto las autoridades de facto como el presidente Zelaya, se comprometieron a estas condiciones como la mejor manera de resolver la crisis. Aunque lamentamos el retraso en la formación del gobierno de unidad nacional, quiero felicitar a la OEA y a la Comisión de Verificación por su trabajo incansable en continuar intentando que los acuerdos se apliquen.
Nos complace que Roberto Micheletti haya abierto un espacio prometedor para el compromiso, al declarar que piensa retirarse como líder del gobierno de facto, tomando licencia para facilitar lo que él mismo caracterizó de “un período de reflexión nacional”. Acogemos con beneplácito ese paso e instamos a que facilite la formación expedita de una autoridad de gobierno de “unidad nacional” tal como lo estipula el acuerdo del 30 de octubre, una autoridad que pueda inspirar confianza en todos los sectores de la sociedad hondureña.
Permítame que comente acerca de las elecciones por realizarse en Honduras. Es importante considerar esta elección en su contexto apropiado. Éste es un proceso electoral que se atiene al calendario electoral normal que estipula la Constitución hondureña, y había estado en camino varios meses antes del golpe. Las primarias se efectuaron con altos niveles de participación de votantes, los candidatos renunciaron de otros puestos de acuerdo con la ley hondureña para postularse para la presidencia, y las autoridades electorales del país emprendieron preparativos extensos, entre ellos comisionar la observación internacional. A pesar de las difíciles circunstancias, candidatos de todo el amplio espectro ideológico y político de Honduras –Felícito Ávila, César Ham, Pepe Lobo, Bernard Martínez y Elvin Santos– han participado en una enérgica campaña para ser el próximo presidente de Honduras. Sus campañas han de concluir mañana.
A pesar de la crisis profunda que interrumpió las bases legales del orden democrático en Honduras, ese orden podrá ser mejor restaurado en Honduras cuando todos los principales actores políticos convengan en un principio fundamental. Ese principio es que ninguna autoridad del gobierno puede considerarse legítima si el pueblo soberano no le ha otorgado el derecho de gobernar. Sin embargo, el pueblo soberano sólo puede manifestar su voluntad si las elecciones son libres, justas, pacíficas y fidedignas.
Quiero subrayar que ésta no fue una elección inventada por un gobierno de facto en busca de una estrategia de salida, ni como medio de esconder un golpe de estado. Al contrario, es una elección acorde con la renovación constitucionalmente dispuesta de los mandatos congresional y presidencial que permite que el pueblo hondureño ejerza su voluntad soberana.
No obstante, sí nos preocupan los informes de violaciones de derechos humanos y esfuerzos deliberados de incitar a la violencia y el enfrentamiento en ambos lados políticos de Honduras y que podrían afectar el proceso electoral. Para que la voluntad popular se pueda expresar claramente, las elecciones deben realizarse en un entorno que permita a los candidatos –a todos– hacer campaña en un ambiente de paz y seguridad. Deben poder presentar sus puntos de vista libremente. Y el día de las elecciones, los votantes deben poder emitir su voto en un ambiente de orden y sin intimidación, con la certeza plena de que sus votos serán contados imparcialmente. Recurriremos a los observadores internacionales de la sociedad civil y a nuestros propios observadores para determinar si las elecciones han cumplido con las normas internacionales.
Permítanme ser muy claro, sin embargo, que si bien una elección realizada de manera compatible con las normas internacionales es una condición necesaria para que Honduras vuelva a ser miembro de la Organización de los Estados Americanos, no es una condición suficiente. Es una condición necesaria, pero no suficiente. Para que eso ocurra, las partes en Honduras deben aplicar plenamente los Acuerdos de Tegucigalpa y San José. Esto significa que se ha de constituir un gobierno de unidad nacional que represente a todos los sectores de la sociedad y del Congreso. A su vez, el Congreso hondureño debe votar con toda prontitud en cuanto a la cuestión de la restitución del presidente Zelaya.
El acuerdo contempla también otros elementos cruciales. La OEA debe reforzar la Comisión de Verificación para darle las herramientas necesarias para que informe cabalmente a este organismo en lo que respecta a hasta qué grado las partes en Honduras ha cumplido con sus compromisos. Al mismo tiempo, el acuerdo propone el establecimiento de una Comisión de la Verdad para investigar las circunstancias que derivaron en la disolución del orden institucional en Honduras y proporcionar ayuda en lo que los líderes del país deben hacer para fortalecer las instituciones, reglas y procedimientos democráticos y las prácticas constitucionales.
Este ha sido un momento difícil para el pueblo de Honduras. Confiamos en que los líderes del país se apresten a enfrentar los desafíos que este momento crítico en la historia ha colocado sobre sus hombros. Es hora de que dejen de lado las disputas amargas y se unan en la necesidad de recrear el orden democrático del país y establecer las bases del civismo, a la vez que emprenden la tarea de atender los graves desafíos sociales y económicos que el pueblo de Honduras enfrenta.
Espero con interés trabajar con todos ustedes y con los países de las Américas para ayudar a Honduras a resolver esta crisis de manera tal que el pueblo hondureño pueda recorrer un camino llano, pacífico y oportuno, a la vez que se deja bien sentado, sin vacilaciones, que la interrupción del orden democrático y constitucional en un país miembro es inaceptable a la luz de nuestros valores comunes como los expresa la Carta Democrática. Por último, espero trabajar con todos ustedes en este recinto y con los países que ustedes representan para avanzar nuestra agenda común en lo que espero que sea una nueva era de cooperación con respeto mutuo.
Honduras, EE.UU y A. Latina: escenarios…
Escenarios
Por Santiago O’Donnell
La crisis de Honduras sigue sin resolverse, pero con la campaña electoral en marcha ya se vislumbran algunos posibles escenarios. Desde la perspectiva de Washington, la solución multilateral que ellos preferían fue intentada y fracasó cuando se cayó el llamado Acuerdo de San José-Tegucigalpa.
Por supuesto que Estados Unidos no fue ajeno a ese proceso multilateral desde el mismo momento en que impulsó como negociador a Oscar Arias, cosa que los demás países de la región aceptaron. Y más allá de si apoyó, consintió, o no hizo suficiente cuando el avión que llevaba al exilio al presidente legítimo hizo escala en la base de Palmerola, a la hora de negociar el gobierno de Obama aceptó que la vuelta de Zelaya al poder era una condición imprescindible para llegar a un acuerdo, y entendió que el dictador Micheletti sólo aceptaría dicha solución bajo presión de la comunidad internacional. Entonces canceló las visas de los golpistas, expulsó a sus diplomáticos, congeló su crédito internacional, y los denunció en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Y quizá algo más. Este cronista no lo pudo confirmar, pero una fuente diplomática europea le deslizó que el regreso de Zelaya a su país también se produjo a través de la base de Palmerola. La ruta del regreso es tema tabú entre los zelayistas, y en todo caso el gobierno de Estados Unidos fue el primero en darle la bienvenida y llevarle comida cuando Zelaya se refugió en la embajada brasileña de Tegucigalpa. Makes sense.
Pero según contó una fuente cercana al gobierno de Obama, cuando el acuerdo se cayó hace dos semanas los zelayistas y los gobiernos latinoamericanos le dijeron a Estados Unidos que resolviera el problema. Entonces Shannon viajó a Tegucigalpa y negoció un acuerdo, que decía que el Congreso debe decidir la restitución de Zelaya, “en el espíritu del acuerdo de San José de Costa Rica”. O sea, el Congreso debe resolver, pero con la idea de que Zelaya debe ser restituido.
Claro que en términos legales “espíritu” es una palabra difícil de sopesar. Cuando Zelaya no fue restituido por el Congreso dentro de los plazos que se conversaron en la negociación, con toda razón se dio por engañado y dio por terminado el acuerdo. Pero el miércoles pasado Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado, dijo que el acuerdo sigue vigente porque no establecía plazos para la restitución de Zelaya. Y anteayer el dictador anunció que para facilitar la transición piensa “alejarse del poder” mientras se celebran las elecciones, el próximo domingo. El mandato del futuro presidente empezaría a fines de enero.
Desde la perspectiva de Washington, las cosas están encaminadas. El escenario ideal es convencer a Zelaya de que reasuma aunque sea en el último día de su mandato para legitimar al próximo gobierno. Calculan que la dictadura no tendría problema en que asumiera Zelaya pocas horas o algunos días antes de que termine su mandato constitucional, y que todavía podrían negociar algunas cosas con Zelaya, para que cambie de idea. Desde que se cayó el acuerdo, Zelaya viene diciendo que la elecciones del 29 de noviembre serán un fraude y una farsa y que no será funcional a las maniobras para legitimarlas.
“¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que haya elecciones razonablemente libres, aunque Zelaya no las apoye, y que se elija un nuevo gobierno? Claro que no es la solución ideal, pero las demás opciones son peores”, argumenta una fuente estadounidense.
Entonces, desde la perspectiva de Washington, a Zelaya ahora le queda la opción de aceptar un regreso simbólico para legitimar las elecciones, o exponer al próximo gobierno de Honduras a cuatro años más de aislamiento diplomático, porque la Organización de Estados Americanos (OEA) ya ha dicho que sin restitución de Zelaya no reconocerá al ganador de los comicios.
El primero sería el escenario ideal para los estadounidenses; el segundo sería un escenario alternativo pero igualmente aceptable. El aislamiento de Honduras sería sólo parcial. Para empezar, la Unión Europea dice que recién se pronunciará al respecto después de las elecciones. La mayoría de los países de la región y el propio organismo mantendrían su posición de no reconocer las elecciones del 29 de noviembre. Pero en la OEA evalúan que Panamá, Colombia, Canadá y quizá Perú acompañarían a Estados Unidos en el reconocimiento del nuevo gobierno.
Siempre tan prácticos estos norteamericanos. Típica solución de su manual de “nation building”, ese que está lleno de promesas, pero que ya cuenta con demasiados fracasos, siendo el último el vergonzoso acto eleccionario en Afganistán el 20 de agosto. No existe el almuerzo gratis. En América latina costó demasiada sangre entender que los pueblos no toleran líderes proscriptos, ni aguantan la pesada herencia de un golpe impune.
Lamentablemente, a la hora de elegir muchas ex colonias siguen comportándose como colonias, casi por inercia, sobre todo a la hora de repartir culpas. Los verdaderos dueños de las llaves para destrabar el conflicto son los políticos hondureños. Si los principales candidatos se bajaran de estas elecciones ilegítimas, forzarían la restitución de Zelaya y desbaratarían la estrategia estadounidense de mantener el statu quo.
Ese escenario haría posible una verdadera refundación de Honduras. El punto de partida sería una discusión sobre la principal herramienta de control de los sectores conservadores y proestadounidenses que forzaron la salida de Zelaya.
Esa herramienta de dominación es la Constitución hondureña. Fue sancionada en 1982, en plena guerra de contrainsurgencia, cuando ese país era la plataforma de lanzamiento de las operaciones militares y de inteligencia del gobierno de Ronald Reagan para desestabilizar al gobierno sandinista y combatir la guerrilla en El Salvador y Guatemala.
Una Constitución tan rígida que hasta prohíbe cualquier intento por reformarla, y a la vez tan perfectible que ni siquiera contempla un proceso de juicio político para un presidente acusado de violarla. Podría decirse que esa es la contradicción que dio origen a la crisis política hondureña. Los errores de cálculo de Zelaya y sobre todo la ambición de poder de la derecha golpista local e internacional hicieron el resto.
La crisis encuentra a la región en un estado de ebullición, sin grandes dramas pero con varios escenarios potencialmente explosivos. La pelea entre Perú y Chile por un caso de espionaje, las tensiones crecientes en la frontera entre Colombia y Venezuela, la amenaza golpista que jaquea al presidente paraguayo, el enfrentamiento entre gobierno y empresarios en Guatemala son nubes que se acumulan en el horizonte. Nubes que parecen augurar un cambio de época.
Antes, bajo la tutela de Washington, muchos de estos conflictos ya estarían resueltos o encaminados hacia un desenlace previsible. Los escenarios que hoy se pueden vislumbrar para Honduras y la región no serán alentadores, pero tampoco son tan catastróficos como cuando todo se solucionaba con el garrote de los Marines y la chequera del FMI.
Las huellas que va dejando el repliegue estadounidense –repliegue táctico, estratégico, temporario, permanente, cínico, sincero, oportunista, inevitable: el tiempo dirá– son huellas que conducen a un escenario denso, fragmentado, fluido e imprevisible.
Un escenario sin divas ni finales cantados, que invita a la construcción colectiva. O sea, a la emergencia de nuevos liderazgos, a la creación y afinación de instrumentos regionales, a la convergencia económica, política y cultural, al pago de deudas internas.
Nuevos actores, nuevo guión, un público que se renueva. El escenario cambió. No del todo, pero cambió bastante. Y bastante costó cambiarlo como para pensar que sólo cambió el decorado.
Espionaje y errores chilenos…
Gobierno descuidó el ámbito disuasivo
Analista aseguró que Perú busca crear una imagen beligerante de Chile
El analista internacional José Rodríguez Elizondo expresó que la acusación de presunto espionaje en contra de Chile es sólo un capítulo más en la estrategia de Perú para imponerse en el Tribunal de La Haya.
"Estamos en una escalada más en una carrera que empezó a verse conflictiva en el momento que Alan García presentó la demanda ante La Haya", indicó a Cooperativa.
"Las piezas en los últimos meses han sido acusación de pacto bajo la mesa con Bolivia, descalificación de la hipótesis de trabajo de la Operación Salitre, anuncio de compra de misiles y detección de un espía que estaba detenido desde hace 15 días, lo cual genera un cuadro que dice que Chile va a perder ante La Haya y no acatará el fallo", agregó.
Rodríguez Elizondo explicó que la animosidad hacia intereses nacionales en el país vecino guarda relación con los fuertes sentimientos de nacionalismo en Perú.
"En Perú existen diversos tipos de nacionalistas, desde un nacionalismo anti-chileno como los Humala, un nacionalismo pragmático como Fujimori, que tuvo una buena relación con Chile, y nacionalismo de sectores medios que parte de la base que hay que ganarle a Chile y lavar el supuesto honor mancillado en una derrota bélica", expresó el ex embajador en Lima.
"Chile descuidó la estrategia de disuasión"
"Estos sectores predican que el auge de la inversión chilena es un peligro, porque detrás de ello esta llegando la amenaza de la intervención militar y no dejan una salida racional posible", expuso.
José Rodríguez Elizondo sostuvo que Chile ha respondido a todos los temas de conflicto desde el punto de vista jurídico, descuidando una estrategia de disuasión.
"No se imaginó en Chile adonde iba a derivar todo esto, cuando en 1986 la falta de respuesta del Gobierno de Pinochet a la pretensión peruana manifestada formalmente fue interpretado como que el caso estaba pendiente. De ahí para adelante, Chile ha respondido desde el punto de vista jurídico y no tuvimos una estrategia de disuasión", puntualizó.
REVUELO EN PERU, SILENCIO EN CHILE
Los mails del espía
Por Carlos Noriega
Desde Lima, Página/12
Mientras el Perú espera la respuesta del gobierno de Chile a su exigencia de que se investigue el caso de espionaje chileno y que ese país sancione a los funcionarios responsables, se ha comenzado a conocer la información secreta que el espía peruano Víctor Ariza, suboficial de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), envió a Santiago durante por lo menos cinco años. Los correos electrónicos encontrados en la computadora de Ariza revelan que el espía envió a sus contactos chilenos información sobre la situación operativa de los aviones de combate peruanos y su ubicación en las distintas bases aéreas; los planes para adquirir armamento; los programas de entrenamiento de los pilotos de guerra, del personal asignado a la defensa antiaérea y de la Dirección de Operaciones Especiales de la FAP; el plan de la estructura operativa de la FAP; información sobre el funcionamiento de la base aérea de la Joya, la más importante del sur del país, ubicada a unos 400 kilómetros de la frontera con Chile.
Las instrucciones que recibía Ariza de sus contactos chilenos sobre la información militar que debía conseguir eran muy precisas. En un correo firmado por Víctor V. se le pide al espía peruano información sobre el tipo y cantidad de misiles antiaéreos que tiene el Perú. En otro correo le preguntan: “¿Cuántos (aviones) MIG 29 van a ser sometidos a upgrade para alcanzar la condición MIG 29 SMT?”. Otra pregunta muy específica que le piden responder es: “¿Cuál es el grado de rechazo que poseen los misiles Matra Magic-2 a las diferentes gamas de frecuencias I.R?”.
El espía peruano, que firmaba los correos electrónicos que enviaba como Oscar Díaz Novoa, ha identificado a sus contactos chilenos como Víctor Vergara Rojas y Daniel Márquez Torrealba, quienes, dijo, son miembros de Inteligencia de la fuerza aérea de Chile. El canciller chileno, Mariano Fernández, ha señalado que no existe personal militar de ese país que responda a esos nombres. En su declaración judicial, Ariza aclara que los nombres que él tiene de sus dos contactos chilenos serían falsos. También ha revelado que además de sus comunicaciones a través del correo electrónico, se reunió en varias ocasiones personalmente con ellos, encuentros que ocurrieron en Santiago y Montevideo.
Pero Ariza no era el único militar peruano que espiaba para Chile. Uno de sus cómplices era el técnico de la FAP, Justo Ríos, quien viajó a Costa Rica el 5 de noviembre, días después de la captura de Ariza. Actualmente, se encontraría en Estados Unidos. Otros dos suboficiales de la FAP también están siendo investigados como sospechosos y la red de espías podría involucrar, según fuentes cercanas a la investigación del caso, también a oficiales de la FAP. En sus declaraciones judiciales, Ariza ha señalado que sus contactos chilenos le aseguraron que había otros militares peruanos que también trabajaban para ellos. El espía peruano, quien trabajó para Inteligencia de la FAP, asegura que decidió vender información a Chile no solamente por dinero –recibía tres mil dólares mensuales y pagos extraordinarios según la información que entregaba–, sino también porque señala haber sufrido “maltratos psicológicos” por parte de su institución.
El gobierno peruano envió el pasado miércoles a su similar chileno un legajo de 400 páginas con la información de esta investigación, que, según el canciller peruano José Antonio García Belaunde, confirma la existencia del espionaje y que la información militar secreta sustraída por Ariza fue entregada a Chile, país que ha negado cualquier vinculación con el espía peruano. García Belaunde señaló que espera que al contar con esta información, el gobierno chileno no insista en negar la existencia de este caso de espionaje e inicie una investigación. “No sólo queremos una investigación, sino también sanción a los responsables”, aclaró el canciller peruano, quien afirmó que si la respuesta de Chile no es satisfactoria se “revaluarán” las relaciones con ese país, aunque descartó una ruptura de relaciones diplomáticas, como exige el líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala. García Belaunde precisó que la magnitud de este caso de espionaje revela que los responsables chilenos no serían mandos medios militares, aunque se cuidó en aclarar que el gobierno peruano no acusa a la presidenta Bachelet. Su par chileno, Mariano Fernández, respondió que su gobierno examinará la documentación entregada por el Perú y responderá a la nota de protesta de la cancillería peruana que acompañó ese documento. Ha trascendido que la respuesta chilena podría darse antes del 30 de noviembre, cuando los presidentes García y Bachelet coincidan en Estoril, Portugal, durante la Cumbre Iberoamericana. La revelación de este caso de espionaje ha puesto las relaciones entre Perú y Chile, que mantienen una disputa limítrofe marítima que se encuentra en la Corte de La Haya, en su nivel más bajo en los últimos treinta años.
Casos de espionaje convulsionan a América Latina
Foto: Efe
Indignación ha causado el caso en Perú; en Chile atribuyen a litigio en La Haya por límites marítimos.
Las denuncias de Perú contra Chile, de Venezuela contra Colombia y, a nivel interno, en Argentina, evidencian las tensas relaciones de la región. Esta situación revive, en su medida, escenarios de la Guerra Fría, con distintos actores.
La ya deteriorada relación entre Lima y Santiago se ha calentado aún más en la última semana a raíz de la detención en Perú de un suboficial de la fuerza aérea de ese país , acusado de entregar a Chile secretos de Estado sobre adquisiciones militares.
El caso motivó que el presidente peruano, Alan García, exigiera el lunes explicaciones al Gobierno chileno.
Si bien el mandatario desvinculó del escándalo a su homóloga Michelle Bachelet y lo relacionó con "algunos sectores" vinculados a lo que llamó " pinochetismo" dentro de las FF.AA, calificó como "acto repulsivo" ese supuesto espionaje y definió a Chile como una "republiqueta" .
A lo que Bachelet respondió: "Quiero referirme a una situación que sin duda nos preocupa: las expresiones que llamaría ofensivas y altisonantes que hemos conocido en el día de ayer y que en nada contribuyen a la integración y a la cooperación que deben animarnos entre países vecinos " .
Con agentes del DAS
Algo similar ocurrió entre las todavía más enfrentadas Venezuela y Colombia tras la detención el pasado 27 de octubre de dos supuestos agentes del servicio de inteligencia de éste último país (DAS) , a los que, según Caracas, se les incautaron documentos relacionados con operaciones de "espionaje y desestabilización" en Venezuela, Ecuador y Cuba.
El ministro de Interior venezolano, Tarek el Aissami, ha acusado no sólo al DAS, sino también a la CIA estadounidense, a la que acusó de financia r estas operaciones .
Pero la propia Caracas no es inmune a las acusaciones de espionaje, pues en los últimos días se ha suscitado una controversia en Paraguay por la llegada de un avión militar venezolano de un número aún no determinado de militares de este país con fines que no han quedado claros.
El canciller paraguayo, Héctor Lacognata, dijo que se trató de una escala técnica en un vuelo que, según la Fuerza Aérea, iba camino a Buenos Aires . Según medios de prensa local es , la aeronave dejó dos agentes de incógnito en el país y nadie sabe para qué .
Otro caso de espionaje internacional se destapó en febrero en el Cono Sur con la detención en Uruguay de un ex agente de inteligencia argentina acusado de espiar a políticos, funcionarios y diplomáticos de Argentina, Chile, España y Uruguay. Iván Velázquez, ex miembro de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) argentino y experto en informática y en terrorismo islámico, se dedicaba principalmente a interceptar correos electrónicos.
Pero el floreciente espionaje suramericano no se produce sólo entre países. También se han destapado casos polémicos en e l interior de las naciones con motivaciones aparentemente políticas.
El más reciente ha convulsionado la clase política argentina , tras conocerse en octubre que el entonces jefe de la Policía Metropolitana, Jorge Palacios, realizó escuchas ilegales a políticos, periodistas y familiares de las víctimas del atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA en Buenos Aires.
El escándalo se agravó este martes, cuando el juez encargado del caso apuntó que las escuchas podrían haber alcanzado también a la presidenta, Cristina Fernández, y a su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
A esto se suma el famoso caso de las ‘chuzadas’ ilegales del DAS a jueces, políticos de oposición, periodistas y miembros de ONG. Y u n caso similar fue descubierto el año pasado en Brasil, cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se vio obligado a apartar provisionalmente a la cúpula de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) por unas escuchas ilegales contra congresistas, el presidente del Supremo, Gilmar Mendes, y la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, entre otros.
BOGOTÁ (Efe)
11 de septiembre en USA: cinturón de mentiras…
Para olvidar las Torres Gemela
Alejandro Nadal
Hace cuatro días el presidente Obama aceptó la renuncia de Van Jones, asesor en materia ambiental y recuperación económica. Este funcionario no es hechura de la burocracia en Washington. Todo lo contrario: Jones ha sido un inteligente analista, organizador y activista independiente dedicado a combatir la discriminación y la injusticia en todas sus formas.
Era uno de los más respetados miembros del equipo en la Casa Blanca. ¿Por qué lo dejó ir Obama? Porque en alguna ocasión puso en tela de juicio la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre. El establishment en Washington nunca se lo perdonó. Eso es inaceptable para los que aprobaron la narrativa oficial sin preguntas y votaron los poderes de guerra para Bush.
Lo cierto es que ya nadie quiere oír hablar de los tres edificios del World Trade Center (WTC 1, WTC 2 y WTC 7) y de su espectacular derrumbe. Aunque la administración Bush es la más infame y mentirosa en la historia de Estados Unidos, parece que es preferible creer su versión que tiene una ventaja propagandística crucial: la sencillez. En efecto, el relato es fácil: el impacto de los aviones y el incendio debilitaron los pisos afectados, por lo cual el segmento superior se desplomó y destruyó toda la sección inferior.
Sólo que esa historieta tiene muchos problemas. Primero, el desplome de los tres edificios ocurrió a una velocidad de caída libre. Eso significa que el segmento superior no encontró resistencia al desplomarse. Pero si la parte inferior de la estructura no estaba dañada, debió frenar la caída. Aunque no se hubieran respetado las normas técnicas vigentes, la masa de concreto y la estructura de acero de los pisos inferiores habrían sido un obstáculo a la caída libre. Ni la velocidad ni la simetría del desplome hubieran sido lo que fueron.
Segundo: la pulverización de las torres queda sin explicación. Aun siguiendo la explicación oficial, el desplome habría dejado atrás una pila de pisos amontonados. En los escombros de los tres edificios, casi no hay evidencia de restos macroscópicos de las losas de concreto. ¿De dónde salió la energía para convertir en polvo medio millón de toneladas de concreto?
Tercero: aunque no fue impactado por los aviones, el WTC 7 fue el tercer edificio en derrumbarse ese día. Era una estructura de 47 pisos de altura y 90 metros de largo en la fachada principal. También se desplomó a velocidad de caída libre, a las 4:30 pm y también se pulverizó. ¿La versión oficial? Fue alcanzado por fragmentos del WTC 1, lo que incendió sus depósitos de combustible y provocó el derrumbe. Velocidad de caída libre, simetría perfecta y pulverización: temas sin respuesta. Es la primera vez en la historia que un edificio con estructura de acero se derrumba por un incendio.
Ya sé que todo esto es muy polémico. Pero es claro que la versión oficial sale mal parada de todas estas preguntas. Y las mencionadas aquí no son las únicas. Por ejemplo, la misma versión oficial admite que la temperatura en los pisos afectados nunca alcanzó el nivel necesario para fundir el acero. No obstante, varios focos de altas temperaturas duraron semanas entre los restos de las dos Torres Gemelas.
Varias investigaciones independientes han encontrado rastros de explosivos en muestras de polvo recogidas en Manhattan el 9/11. Esos rastros podrían provenir de explosivos como la llamada termita y la supertermita (véanse los estudios del físico Stephen Jones y otros en www.stj911.org y www.ae911truth.org).
Quizás a estas alturas el tema del WTC 9/11 es irrelevante. Paradójicamente es un tema que irrita a la izquierda estadunidense. Siente que es un tema estorboso y que distrae la atención del trabajo político prioritario. Por ejemplo, en su análisis sobre la decadencia de la izquierda en Estados Unidos, Alexander Cockburn dice que “el conspiracionismo del 9/11” ha invadido este movimiento, adormeciendo al público y alejándolo de sus filas. Eso es darle mucho crédito a los que cuestionan la versión oficial sobre el 9/11.
Hay que partir de bases distintas: la gente no es público
y el análisis político no puede evadir temas porque parezcan un fastidio. En materia de liderazgo político, lo que importa es la certeza del análisis, no el récord en taquilla.
Ésta es la realidad: a pesar del fracaso de la guerra imperial en Afganistán, el clamor de venganza
por los atentados del 9/11 es fuerte entre las clases más lastimadas por la crisis económica y financiera. En eso coinciden ciegamente con la élite en Washington, envuelta en despliegues patrioteros mientras aplica el rescate de Wall Street. ¿Dónde está la verdadera distracción? Es difícil comprender cómo puede desecharse el reclamo de un análisis riguroso sobre un acontecimiento que desató dos guerras regionales y mantiene su peligrosa resonancia en una de las zonas más volátiles del planeta. Sólo después de este análisis podremos olvidar las Torres Gemelas.
UN CINTURON DE MENTIRAS
En tiempos de guerra la verdad es tan importante que debe estar protegida por un cinturón de mentiras, dijo Winston Churchill. Hoy esta frase se aplica con más precisión que nunca a la “guerra contra el terror” emprendida por Washington.
Los medios en Estados Unidos han seguido calificando los atentados del 9/11 como el peor crimen en la historia de ese país. Lo extraño es que nunca hubo una investigación criminal y los tres estudios del gobierno federal para “aclarar” lo acontecido se llevaron a cabo por instancias que no dependen del Poder Judicial: la Agencia Federal para Emergencias (FEMA), el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (NIST) y la Comisión Nacional para Investigar el 9/11 (CN911).
Ninguna de estas instituciones tenía atribuciones para realizar una investigación de índole criminal o penal. Así, de entrada, el rigor de la investigación forense fue reemplazado por un proceso que ya tenía el resultado, antes de comenzar a trabajar. Lo único que se necesitaba era describir los hechos para hacerlos aparecer como compatibles con las conclusiones prefabricadas.
En contraste, una parte de la comunidad científica en Estados Unidos ha seguido su propio camino, realizando investigaciones cada vez más rigurosas con un punto de partida distinto. Estas investigaciones confrontan la versión oficial con datos como la composición química de muestras de polvo y metal, experimentos sobre el comportamiento de los componentes estructurales, registros sismográficos, grabaciones sonoras, imágenes de los derrumbes y testimonios. Los resultados revelan que la versión oficial no sirve para explicar lo que sucedió ese día. Y cuando una teoría no sirve para explicar un evento, debe ser modificada o desechada.
¿Qué dicen los tres estudios oficiales? El estudio más deficiente es el de la Comisión Nacional para el 9/11, que ni menciona el colapso del WTC 7, una construcción de 47 pisos situada a cien metros de la torre norte. El WTC 7 no recibió el impacto de un avión, pero se colapsó (y se hizo polvo) a las 5:30 pm de ese fatídico día. En otros aspectos, la CN911 reenvía a los estudios del NIST y FEMA. Este último estudio adolece de muchos otros defectos. El más importante es afirmar que el núcleo de las torres gemelas era un cubo vacío en el que se localizaban los elevadores.
El estudio más detallado es el de NIST. Su tesis central es que los amarres de las lozas de concreto a las 47 columnas de acero de la estructura medular fallaron (en los pisos impactados) y al ceder precipitaron el desplome. Pero esta conjetura es contradicha por experimentos independientes. Lo más grave es que NIST sólo cubre los acontecimientos hasta “el punto en que las torres gemelas estaban listas para su colapso”. Toda la evidencia relacionada con la dinámica desplegada en el momento de los derrumbes (velocidad del desplome, composición de residuos y escombros, temperaturas) es ignorada por NIST. Esa es una laguna extraordinaria.
¿Qué dicen las investigaciones independientes? Primero, los componentes estructurales no pudieron fundirse o debilitarse por los impactos e incendios, porque las temperaturas alcanzadas en el siniestro nunca llegaron al rango necesario para fundir o debilitar la estructura de acero. Segundo, la velocidad de los derrumbes se aproxima al de una caída libre. Eso quiere decir que las miles de toneladas de acero y concreto por debajo de los pisos dañados no ofrecieron ninguna resistencia a los pisos de arriba, algo nunca observado fuera de eventos de demolición controlada.
Tercero, las imágenes de la torre sur (WTC 2) muestran un flujo de metal fundido, color amarillo y anaranjado, saliendo de una ventana en el piso ochenta. Algunos medios lo atribuyeron al “acero fundido” en el incendio. Pero el estudio de NIST reconoce que el incendio no pudo fundir la estructura de acero y atribuye el material incandescente al aluminio fundido del avión. Experimentos independientes revelan que el color del aluminio fundido es plateado, no amarillo o anaranjado como el de las imágenes. NIST acepta esa crítica y acepta que “debe haber otra explicación para ese metal fundido”.
Experimentos de científicos independientes, así como las imágenes de los edificios, apuntan hacia una hipótesis diferente: en el WTC se utilizó un explosivo llamado termita con base en polvo de aluminio y algún oxidante (si se añade azufre esta mezcla puede cortar acero como mantequilla en segundos). Esta hipótesis está apoyada por el análisis de muestras de concreto y de metales encontrados en departamentos cercanos a las torres gemelas. El uso de estos explosivos puede explicar la velocidad de caída de los edificios, el flujo de metal fundido (la termita tiene los colores de las imágenes del WTC 2), la pulverización del concreto y las altas temperaturas y presencia de material incandescente en los escombros durante tres semanas después del 9/11 (la termita contiene su propio oxidante). Sin duda, el empleo de termita es una hipótesis mucho más robusta que las conjeturas oficiales repetidas incansablemente por los medios, pero nunca verificadas con experimentos o análisis de muestras.
El indicio más claro de que la verdadera conspiración del 11 de septiembre está más cerca de la Casa Blanca y del Pentágono reside en la desaparición de las evidencias que debieron ser usadas en una investigación forense. En Estados Unidos es un delito federal manipular evidencia de la escena de un crimen. Pero en el caso del peor crimen en la historia de ese país casi toda la evidencia relevante fue retirada y destruida por las mismas autoridades.
Así llegamos a un hecho extraordinario e incontrovertible: nunca hubo una investigación forense en el caso del colapso del World Trade Center. Alguien está pudriéndose en sus mentiras.
EE.UU reitera apoyo a dictadura en Honduras…
En más de 30 años como diputado, Micheletti aprendió el autoritarismo que exhibe: analista
Reitera el Departamento de Estado respaldo a las elecciones en Honduras
Arturo Cano
Enviado, Periódico La Jornada
Tegucigalpa, 18 de noviembre. Estados Unidos manda a su hombre no para sacar a José Manuel Zelaya de la mitad del río
, sino para alejarlo más de cualquier orilla. Parte importante de la solución para avanzar hacia el futuro son las elecciones hondureñas
, dice el subsecretario de Estado adjunto para América Latina, Craig Kelly, ya asiduo visitante de este país.
Con la declaración se cierra toda posibilidad, si quedaba alguna, de que Honduras vaya a elecciones con su presidente legítimo. Kelly no necesita los cinco minutos
que según Zelaya le tomaría a Estados Unidos reinstalarlo, sino menos de uno, para afirmar que nadie tiene derecho de quitar al pueblo hondureño el derecho de votar y de elegir a sus líderes
.
Da igual. El Congreso hondureño ya había anunciado que la sesión en que decidirá sobre la restitución del presidente Zelaya se realizará después de los comicios, y entonces Honduras tendrá tres presidentes: uno electo, otro de facto y uno más refugiado en la embajada de Brasil, país que, con Argentina, hace saber que no reconocerá al gobierno surgido de los comicios del 29 de noviembre, ya declarados fraudulentos
por Zelaya y la resistencia que le acompaña.
Richard Lugar, el republicano más pesado en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense, elogia la decisión del Congreso hondureño y pide que su país reconozca la elección si reúne las normas internacionales de justicia y transparencia
.
¿Cuáles observadores y con cuáles credenciales técnicas y democráticas calificarán si se cumplen las normas? A saber, porque hasta ahora, los únicos que han anunciado que vendrán son los amigos de ultraderecha y derecha simple del régimen golpista. Ni los legisladores republicanos de Estados Unidos pueden venir porque no hay demócrata que los acompañe.
Igual, Lugar pide a los países de la región, y especialmente a Brasil
, que admitan que la única vía para superar la crisis es el reconocimiento de los comicios.
Y como eso es lo más importante, los diputados que buscan la relección podrán terminar sus campañas sin distracciones y luego concentrarse en el silencio electoral
de cinco días que la ley impone.
El Congreso hondureño, escuela de dictadores
El 2 de diciembre, ya confirmados en sus cargos, retornarán a sus curules, en un espantoso edificio en el centro de esta ciudad, donde el patio ha sido utilizado como prisión temporal para los zelayistas rijosos, quienes han rebautizado la plaza frente a la sede del congreso como plaza de los diputíteres
.
Ahí, lo más probable es que buena parte de los 128 diputados cumplan, una vez más, con una de las reglas de oro del sistema político hondureño: Que cualquier reforma sea seguida de inmediato por una contrarreforma
, como frasea el analista Manuel Torres. En este caso, la reforma
es el acuerdo de Tegucigalpa-San José, tan celebrado e inmediatamente cachado por el Congreso hondureño para hacerlo trizas a fuerza de demoras.
El Congreso hondureño tiene, de verdad, sus peculiaridades. Torres, periodista de larga experiencia y acucioso observador de la realidad de su país, sostiene que una de las claves de la crisis estructural
que atraviesa Honduras es el enorme peso que tiene el Poder Legislativo
.
Roberto Micheletti, afirma, no aprendió el autoritarismo que exhibe en los cinco meses que lleva en el poder, sino en sus más de 30 años como diputado en el Congreso Nacional, una escuela de dictadores
.
La clave es el reglamento interior del órgano legislativo, aprobado en la Constituyente de 1982 que dio fin a los regímenes militares, y hace de este congreso el más antidemocrático de toda América Latina
.
Tal reglamento otorga al presidente del Congreso un control absoluto de las decisiones y los dineros, y tal fue el cargo que tuvo Micheletti durante los últimos años.
El enorme poder
del Legislativo ha llegado a extremos patéticos. En 2004, por ejemplo, el Congreso se arrogó la facultad de interpretar la Constitución. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos declaró inconstitucional la medida y más tarde la Suprema Corte hizo lo propio, en virtud de que según la propia Constitución, sólo el Poder Judicial puede interpretar la ley suprema. El decreto nunca llegó a publicarse, de tal manera que, desde entonces, el Congreso tiene la facultad de ajustar a su conveniencia la carta máxima del país.
Dictadura perfecta a lo catracho
Los dos partidos tradicionales tienen 117 de los 128 miembros del Congreso unicamaral. El Partido Liberal (PL) cuenta con 62 diputados y el Nacional (PN) 55. El resto se reparte entre tres pequeñas formaciones políticas, dos de las cuales se inclinan siempre hacia el mejor postor.
Gracias a su enorme peso en el escenario nacional, el presidente del Congreso, José Alfredo Saavedra, no se ha cansado de repetir acerca de la sesión para decidir el futuro de Zelaya: Nadie nos puede imponer plazos
.
El alarde de autonomía no es compartido por buena parte de los hondureños, que desde hace mucho sabe que los diputados llegan a sus cargos no por el apoyo de sus electores, sino por el respaldo de las diez o 15 familias más poderosas del país.
¿Cuántos de los 128 diputados tienen dueño
? Quizá con excepción de los seis de Unificación Democrática, todos
, dice un veterano reportero de temas legislativos.
“Los industriales tienen a sus propios representantes de facto en el Congreso, de igual forma que los tienen los banqueros, los comerciantes importadores, los empresarios del turismo, la construcción o las telecomunicaciones… Es el sistema de lobby estilo Honduras, la red de influencias con la impronta nativa, el estilo criollo, la picardía aborigen”, describe Víctor Meza, ministro de Gobernación de Zelaya, en su texto Los grupos fácticos y la transición a la democracia, escrito antes de que ocupara su cargo.
El Congreso decide los nombramientos de los magistrados electorales, de las cabezas del Tribunal Superior de Cuentas y muchos otros órganos del Estado. Aunque el proceso es relativamente más transparente en el caso de la Suprema Corte de Justicia, puesto que hay nominaciones, a final de cuentas el pastel se reparte así: ocho magistrados para los liberales y siete para los nacionalistas. Cada cuatro años, la ecuación se invierte.
Ese congreso donde liberales (ahora divididos) y nacionalistas se reparten el queso, decidirá después de las elecciones, con la bendición de Estados Unidos: Celebrar la votación el 2 de diciembre no es necesariamente incoherente con el acuerdo
, afirma Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado, desde Washington.
Kelly dice que Zelaya debe ser restituido antes de que termine su mandato, y nada más.
¿Le parecería bien al Departamento de Estado el 26 de enero?
Espero que con la llegada de Arturo Valenzuela (como nuevo subsecretario para asuntos de la región) haya algún cambio, pero tal vez ya sea demasiado tarde
, dice Vicki Gass, analista de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), cuyas palabras resumen el desencanto de quienes están contra la legalización
del golpe de Estado por la vía electoral.
Micheletti sonríe con el enviado de Washington, que se regresa hoy mismo, mientras en las calles crece el rumor de que si Zelaya sale de la embajada será rumbo al exilio.
Manuel Torres, con Zelaya en el rechazo a un proceso electoral en estas condiciones, lo ve como una posibilidad: Sí, creo que él está buscando proteger a su familia y a su círculo cercano, y después podría irse exiliado
.
Sería la confirmación de una frase que a Torres le gusta repetir: La dictadura perfecta no era la del PRI, es la del bipartidismo hondureño
.
Carta del presidente Zelaya a Barack Obama
Tribuna Popular
PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Tegucigalpa, 14 de Noviembre de 2009
S. E.
BARACK OBAMA
PRESIDENTE EEUU
Washington D. C.
Estimado Presidente Obama:
Cuando nos reunimos por primera vez el 8 de julio con la Secretaria de Estado Clinton después del Golpe de Estado se dejo claro ante mi y ante el mundo la posición de la administración Obama de condenar el Golpe de Estado, desconocer sus autoridades y exigir el retorno del estado de derecho con la restitución, al cargo de Presidente electo por el pueblo .
La posición oficial de su gobierno y sus representantes que patrocinaron y firmaron las resoluciones de la ONU, OEA. En el que el tercer punto exige mi restitución inmediata y segura.
A partir del 28 de junio de 2009 mi secuestro por los militares y destierro a Costa Rica.
El Congreso de la República emitió un decreto ilegal donde ordena "Separar al ciudadano José Manuel Zelaya del cargo de Presidente Constitucional de la República" sin facultades constitucionales para hacerlo, y sin el debido procesos sin ser citado a ningún juicio.
Desde la primera reunión con la secretaria Hillary Clinton me propusieron la mediación del Presidente de Costa Rica Óscar Arias a pesar de que considero que es contraproducente dialogar con personas que tienen un arma en sus manos, acepté considerando el auspicio de EE.UU y de la comunidad internacional.
En un comunicado de fecha 04 de septiembre del presente año la Secretaria de Estado Hillary Clinton expresaba a lo siguiente: »La conclusión positiva del proceso iniciado por Arias sería la base adecuada para proceder con una elección legítima»
De todos es conocido que el Régimen de Facto sin la visita a Honduras del sub. Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, Daniel Restrepo y Craig Kelly no hubieran firmado el Acuerdo. Todos sabemos por qué se rompió el acuerdo, Tegucigalpa – San José.
El propio Presidente Óscar Arias en aras de la verdad declaró que:
"Micheletti nunca tuvo voluntad de colaborar y que por el contrario se estaba burlando de la comunidad internacional y sólo buscaba dilatar el tiempo para nunca entregar el poder a quien corresponde" .
El Ex Presidente Ricardo Lagos, miembro prominente de la Comisión Internacional de Verificación en sus declaraciones confirmó esto, al manifestar: "El Señor Micheletti lo rompió", » Micheletti hizo cosas que no debía haber hecho como decir ‘yo formaré un gobierno de unidad sin Zelaya" lo que hizo fracasar este acuerdo negociado.
El propio día en que se instalaba en Tegucigalpa la Comisión de Verificación del acuerdo, sorprendieron las declaraciones de funcionarios del Departamento de Estado donde modifican su posición e interpretan el acuerdo unilateralmente con las declaraciones siguientes "… las elecciones serían reconocidas por Estados Unidos con o sin restitución …"; El régimen de facto celebró este cambio y utilizaron estas declaraciones para sus objetivos, e inmediatamente terminaron por incumplir y violar el Acuerdo
Por lo anteriormente expuesto nos manifestamos de la siguiente manera :
Que el Acuerdo Tegucigalpa-San José queda sin valor ni efecto por incumplimiento unilateral del gobierno de facto. Este fue concebido para implementarse en forma integral y simultánea; pues no se contemplaron como doce acuerdos separados, fue un solo acuerdo con doce puntos el cual tenía un solo propósito, restaurar el orden democrático y la paz social, y con esto se revirtiera el golpe de estado, lo que implica el seguro retorno del Presidente de República elegido legítimamente por voto popular. Y con esto, propiciar un clima de reconciliación nacional y un siguiente proceso electoral constitucional, limpio, con garantías de participación igualitaria y libre para todos los ciudadanos de Honduras
Que las próximas elecciones se debían desarrollar en un marco de legalidad y respaldo internacional especialmente de la OEA y NNUU, y que fuera de esas condiciones políticas y de derechos ciudadanos mínimos para garantizar un resultado apegado a la libertad y a la transparencia.
En esto, quiero anotar que la nueva posición de los funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos esquiva el objetivo inicial del diálogo de San José, relegando un acuerdo con el Gobierno legítimamente reconocido hacia un segundo plano, y tratando de trasladar este acuerdo hacia un nuevo proceso electoral sin importar las condiciones en que se desarrolle. Entre otras, con recursos públicos están siendo autorizados por funcionarios públicos no reconocidos legalmente e imputados a un documento de Presupuesto que no ha sido autorizado por Presidente legítimamente reconocido.
En estas condiciones, este proceso, y por lo tanto sus resultados serán sujetos de impugnación y no reconocimiento; lo cual pone en grave riesgo la estabilidad futura de las relaciones entre Honduras y el resto de naciones que reconozcan sus resultados.
Como lo ha señalado el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, no existe un ambiente político, para elecciones, como lo ha observado y apuntado la Congresista Norteamericana Jane Sharkorky en su visita a Honduras, se observa un ambiente comprobado de violación a los derechos humanos en Honduras.
El 6 de noviembre pasado, hemos comunicado nuestra negativa a continuar con el dialogo falso, y por lo tanto al expirarse el plazo el texto constituye letra muerta que pierde vigencia, porque un acuerdo se cumple en tiempo y forma, la violación de este por el régimen de facto es para nosotros la condición que determina que el acuerdo dejo de existir.
Indudablemente se perdió tiempo precioso en este intento fallido.
La elección presidencial esta actualmente prevista para la última semana de noviembre. En este caso, como Presidente Constitucional de Honduras, y como ciudadano que representa y fue elegido por voto democrático del pueblo de Honduras, me veo en la obligación de informar que bajo estas condiciones no podemos respaldarla y procederemos a impugnarlo legalmente en nombre de millares de hondureños y de cientos de candidatos que sienten que esta competencia es desigual y no se presentan las condiciones de participación en libertad.
En Honduras por la represión a que hoy está sometido el pueblo Hondureño, donde no se respeta ni la mas alta autoridad el Presidente de la república donde no se ha considerado que en tres años logré los mejores indicadores económicos y la más grande reducción de la pobreza de los 28 años de vida democrática, donde fui derrocado por la fuerza de las armas, nunca fui sometido a un juicio ni al proceso debido y tengo hoy 24 acusaciones y órdenes de captura por narcotráfico corrupción y terrorismo, entre otros, y donde la mayor parte de los Ministros de mi gabinete son objeto de persecución política y se encuentran huyendo del régimen en diferentes partes de América.
3500 personas detenidas en cien días, mas de 600 personas heridas y golpeadas en los hospitales, más de un centenar de asesinatos y una incontable cantidad de personas sometidas a torturas cometidas contra ciudadanos que se atreven a oponerse y manifestar sus ideas de libertad y justicia, en manifestaciones pacíficas, todo esto convierten las elecciones de noviembre en un ejercicio anti-democrático, por estado de ilegitimidad, por la incertidumbre y la intimidación militar, para grandes sectores de nuestro pueblo.
Realizar elecciones, en las que el Presidente electo por el pueblo de Honduras, a quien reconoce su Gobierno y la Comunidad Internacional, está prisionero, rodeado por militares en la sede diplomática de Brasil, y un Presidente de Facto, que impusieron los militares, rodeado por los poderosos en el palacio de gobierno, será una vergüenza histórica para Honduras y una infamia para los pueblos Democráticos de América.
Este proceso electoral es ilegal porque oculta el golpe de estado militar, y el estado de facto en que vive Honduras no brinda garantías de igualdad y libertad en la participación ciudadana, a todos los Hondureños, es una maniobra electoral antidemocrática repudiada por grandes sectores del pueblo para encubrir los autores materiales e intelectuales del Golpe de Estado.
Las Elecciones son un proceso no son sólo un día donde se va elegir, es un debate, es exposición de ideas es igualdad de oportunidades.
En mi condición de Presidente electo por el pueblo Hondureño, reafirmo mi decisión que a partir de esta fecha cualquiera que fuera el caso, YO NO ACEPTO, ningún acuerdo de retorno a la presidencia, para encubrir el golpe de estado, que sabemos que tiene un impacto directo por la represión militar sobre los derechos humanos de las habitantes de nuestro país.
Sr. Presidente.
En la Cumbre de Países del Continente Americano celebrada en Trinidad y Tobago a principios de este año, donde estuve presente Usted manifestó
"Que dejáramos de acusar a Estados Unidos por lo que hizo en el pasado en el continente y que viéramos hacia el futuro". El futuro que hoy nos muestran al alterar su posición en el caso de Honduras y favorecer así la intervención abusiva de las castas militares en la vida cívica de nuestro Estado, (causa histórica del atraso y estancamiento de nuestros países en el siglo XX) no es más que el ocaso de la libertad y un desprecio a la dignidad humana, es una nueva guerra contra los procesos de reformas sociales y democráticas tan necesarios en Honduras.
Presidente Obama.
Cada vez que se derroca un Gobierno legítimamente electo en América la violencia y el terrorismo nos gana una batalla y la Democracia sufre una derrota.
Todavía nos resistimos a creer que este golpe de estado militar en ejecución en Honduras, es ya el nuevo terrorismo de estado del siglo XXI. Y será el futuro para América Latina que nos habló en Trinidad y Tobag.
Estamos firmes decididos a luchar por nuestra democracia sin ocultar la verdad y cuando un pueblo se decide a luchar pacíficamente por sus ideas, no hay arma, no hay ejército ni maniobra capaz de detenerlo.
En espera de su pronta respuesta, le reitero mi más alta consideración,
JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES
Presidente de Honduras
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Fuente: http://www.pcv-venezuela.org/index.php?option=com_content&task=view&id=6007&Itemid=1
Honduras: las maniobras que arruinaron el crédito de Obama en América Latina… Entrevista a M. Zelaya
EU fortaleció la dictadura en Honduras al cambiar de postura: Manuel Zelaya
, sostiene el mandatario en entrevista con La Jornada No acepto acuerdos para legitimar el golpe
Arturo Cano, Enviado Periódico La Jornada
Tegucigalpa, 16 de noviembre. ¿Cuánto tiempo le da usted al próximo presidente de Honduras? ¿No le parece una burla que llamen a elecciones para que las fuerzas armadas lo quiten cuando quieran, como hicieron con el anterior?
Habla así el presidente José Manuel Zelaya, en entrevista con La Jornada, en su día número 57 como huésped
de la embajada de Brasil.
Desde ahí pide que le sean leídos los comentarios de Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien poco antes ha afirmado, en Washington: No hemos cambiado nuestra política
.
Se ríe Zelaya y pregunta: ¿Fue todo lo que dijo de Honduras?
“Tenemos a altos responsables aún involucrados, intentando, no que ambas partes se pongan de acuerdo, sino que implementen lo que ya se acordó.
Aún se pueden hacer cosas
, se completa la lectura del despacho con las declaraciones de Kelly, respuesta provisional a la carta que el sábado Zelaya envió al presidente Barack Obama para reprochar a Estados Unidos haberlo dejado a mitad del río
.
–¿Dijo no hemos cambiado nuestra política
?
–Eso dijo.
La risa de Zelaya es un asomo de humor luego de la lúgubre respuesta que sigue a ¿Cómo está, presidente? No tan bien como usted, que está en libertad
.
Nos dejaron a la mitad del camino
Y le responde a Kelly: Qué contesta a la realidad entonces, porque habíamos hecho un acuerdo de que las elecciones se iban a dar en forma pacífica, en forma concertada, con un acuerdo político, que se implementara y que se ejecutara. No se ha implementado el acuerdo, que venció el 5 de noviembre, que se venció porque ellos cambiaron su posición; ellos empezaron a expresar que se podían hacer elecciones sin mi restitución
.
–La multicitada declaración del subsecretario Thomas Shannon.
–El senador (James) De Mint (republicano) dijo que habían hecho un trato, republicanos y demócratas, para reconocer las elecciones, con o sin mi restitución. Después la administración Obama repitió lo mismo. Nos dejaron a la mitad del camino, en medio de la corriente, han debilitado, han dividido la opinión pública internacional. Además, desacataron las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA)y la Organización de Naciones Unidas (ONU), y desconocieron el espíritu del acuerdo que se firmó.
El acuerdo, sigue Zelaya, tiene “12 puntos, pero es uno solo, integral y global: si uno de los puntos no se cumple el acuerdo no tiene validez, porque no hemos firmado 12 acuerdos.
Ellos (Estados Unidos) cambiaron la política y además tienen que responder ante el derecho internacional, porque yo soy el presidente de los hondureños que ellos reconocen y estoy expresando que apoyar una actividad (las elecciones del 29 de noviembre) de un gobierno ilegal, como ellos lo tratan; apoyar una actividad de un gobierno ilícito que dio un golpe de Estado, es violentar el acuerdo.
–Muchos medios interpretaron la parte sustancial de su carta al presidente Obama como una renuncia a toda posibilidad de restitución. ¿Es así?
–Las personas que saben leer no pueden expresarse así. Fui totalmente claro y enfático: yo no acepto acuerdos para legitimar golpes de Estado. El acuerdo que me están proponiendo es que (Roberto) Micheletti dirija el gobierno de unidad; eso es un golpe de Estado más. Y es lo que he dicho en la carta. Ahí nadie habla de renuncia, nadie habla de restitución, sino lo que dije fue que no acepto el acuerdo de retorno a la Presidencia para legitimar un golpe de Estado.
–Líderes de la resistencia se preguntan en voz alta: ¿por qué se firmó un acuerdo que permitió tantas escapatorias al gobierno de facto? ¿Había un compromiso no escrito de que usted sería restituido y por eso firmó?
–El que diga eso no entiende la conflictividad en que estábamos negociando. Si yo en ese documento pusiera todo lo que quiero decir del gobierno de facto, de los golpistas, o ellos todo lo que tienen que decir, el documento no se firma. Es un documento que habla de propósitos, de objetivos, y sólo para introducir un párrafo vino Thomas Shannon, sólo para introducir un párrafo que dice dentro del espíritu del plan Arias
. Y el espíritu era el restablecimiento del orden democrático, es decir, mi restitución.
Zelaya se refiere a la letra del acuerdo firmado por sus representantes y los de Roberto Micheletti el 30 de octubre, específicamente al punto cinco, donde se establece dejar la decisión al Congreso nacional para que resuelva en el espíritu del acuerdo de San José
, el cual, efectivamente, preveía su restitución. El texto plantea que el Congreso “resuelva en lo procedente respecto ‘a retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio’” y también que su decisión deberá sentar las bases para alcanzar la paz social, la tranquilidad política y gobernabilidad democrática
.
Sigue Zelaya: “(el acuerdo dice que) el Congreso debe resolver, no dice que debe complicar, atrasar o confundir. Entonces a quién le caben dudas. La maquinaria de los que apoyan a Micheletti a nivel internacional empezó a decir que el documento no decía que había que restituirme, y eso es falso: el documento dice que hay que solucionar con la restitución y el espíritu del plan Arias. Es un documento para la reconciliación. ¿Podrá haber reconciliación si sólo una de las partes ejerce su voluntad? El documento está bien hecho, totalmente, eso es claro. Como es claro que Estados Unidos cambió su postura a la mitad del camino y fortaleció la dictadura.
–¿Espera todavía un cambio de postura de Estados Unidos?
–Reclamo el incumplimiento de la palabra y el desacato a todas las resoluciones que ellos mismos habían firmado en la OEA y en la ONU, igual que la violación al derecho internacional al venir a reconocer una actividad de un gobierno que ellos mismos llaman ilegítimo.
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, captado hace unos días en la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde se encuentra en calidad de huésped desde el 21 de septiembreFoto Ap
He expresado claramente que se han alejado del discurso del presidente Obama en Trinidad y Tobago, cuando dijo que en Estados Unidos iba a venir una nueva época. Pensé que era una época de paz y de democracia, no que era una época de golpes de Estado, ni de triquiñuelas. Se han alejado de los principios de la democracia estadunidense. Abraham Lincoln detuvo la guerra cuatro meses y firmó un acuerdo de paz para hacer elecciones. Y éstos quieren hacer elecciones tipo Afganistán, sin acuerdo político. No son herederos de Lincoln si aquí promueven unas elecciones con represión, con persecuciones, con censura mediática, con intimidación de los militares para los grupos de la resistencia, los grupos que me apoyan a mí. La intromisión de los militares en la vida política del país es un atentado en contra de la paz, y lo que está fomentando es el terrorismo de Estado. Ése es mi reclamo.
Desde el diálogo de San José, dice Zelaya, aceptó sentarse a negociar con los golpistas porque Estados Unidos estaba detrás. Pensé que iban a mantenerse firmes hasta el final, y a mitad del camino me dejaron en la corriente
.
Micheletti va al cine y se asusta
–¿Tiene espacio para dar la batalla dentro del Partido Liberal (PL) o se plantea una tercera fuerza política para romper el bipartidismo?
–El liberalismo hondureño tiene 117 años y siempre nos hemos opuesto a la intervención de las fuerzas militares en la vida cívica. Nunca hemos tenido un acto tan vergonzoso como el que protagonizaron Micheletti y Elvin Santos (candidato a la presidencia del PL), de promover un golpe de Estado, derrocando un presidente legítimamente electo por el pueblo. Es una vergüenza internacional y lógicamente no habla bien de los dirigentes de ahora. La historia tendrá que juzgar los actos.
–¿Seguirá en el Partido Liberal?
–Yo soy liberal porque creo en su historia, creo en la doctrina. El partido me llevó a la Presidencia de la República y sigo respetando su idiosincrasia. Quien se ha alejado del liberalismo es el señor Micheletti, que de liberal no tiene absolutamente nada, más que los recuerdos tristes que le deja a este país.
Esta mañana, Roberto Micheletti celebra todavía su nombramiento como vicepresidente de la Internacional Liberal, dado a conocer el fin de semana por el holandés Hans Van Baalen, quien vino a tirarle golpes al presidente nicaragüense Daniel Ortega y a llamar al presidente de facto libertador de las Américas
.
En un programa de televisión habla Christian Luth, director para Centroamérica de la fundación Naumann, órgano de los liberales alemanes que asesora al candidato Elvin Santos. Lo hace al lado de la viceministra de Relaciones Exteriores de Micheletti, Martha Lorena Alvarado, quien celebra cuando Luth dice que un día
que Zelaya regrese al poder basta para que convierta a Honduras en una nueva Cuba
.
Micheletti llama para agradecer las flores que le echan en el programa y aprovecha para contar su día domingo. Estuvo en Intibucá, que se supone que es reducto de la izquierda
, pero donde le ofrendaron un recibimiento apoteósico
. Luego fue a su tierra, Yoro, donde se reunió con sus socios de una empresa de transportes. Por la noche, con su esposa, “fuimos al mall, a ver (la película) 2012, que nos asusta mucho pero ojalá no pase nada”. Gran día para el libertador de las Américas
.
Palo, plomo y plata
–¿Va a insistir en que los candidatos que han estado contra el golpe se retiren del proceso electoral? –se pregunta a Zelaya.
–He instado a impugnar este proceso por ilegal, y por el futuro de nuestros hijos. Cuando aceptan un yugo, simplemente por el uso de la fuerza o por intereses materiales, están alejándose de los principios democráticos.
–¿Llamará a César Ham, de Unificación Democrática, a retirar su candidatura presidencial?
–Estoy tratando de que la conciencia del pueblo no se preste a legitimar un golpe de Estado. Las elecciones son para elegir presidente. ¿Los elige el pueblo o las fuerzas armadas? ¿Para qué quieren elegir un presidente para que lo quiten las fuerzas armadas? ¿Cuánto tiempo le da usted al próximo presidente? ¿No le parece una burla? Llamar a elecciones para que lo quiten las fuerzas armadas, si al anterior lo quitaron cuando se les ocurrió. Claro, las fuerzas armadas fueron el instrumento, no planificaron ni financiaron el golpe. Revertir el golpe antes de las elecciones era para garantizar el respeto a la soberanía popular. ¿Qué sentido tiene llamar al pueblo para que decida si ellos son los que deciden? Es una burla. El que participe en una farsa como esta, significa que es un instrumento, para prestarse a que este país siga siendo manoseado por quien quiera. Y yo no participo en farsas ni en fraudes de esta naturaleza.
Insiste Zelaya en que quería su retorno al poder para llegar a elecciones en democracia, libertad, con igualdad de participación. Y remata: “Pero aquí se aplica la política de las ‘tres pes’, que es muy conocida en la historia de los golpes de Estado: palo y plomo para los enemigos y plata para los amigos”.
Este viernes, Zelaya cumple dos meses en la embajada de Brasil. Hoy lo deja el sacerdote Andrés Tamayo, de origen salvadoreño, a quien el gobierno de facto ha amenazado un día sí y otro también por sus declaraciones contra el fraude electoral
. Tamayo sale bajo la protección del cónsul de El Salvador, para abandonar también el país donde ha encabezado luchas en defensa de los bosques durante veinte años. El domingo Zelaya ya no tendrá quien le diga misa.
Nuestro hombre en Arequipa…
DETUVIERON A UN SUBOFICIAL PERUANO QUE ESPIABA PARA CHILE
La detención causó una crisis diplomática y la cancelación de una reunión pactada entre los presidentes de los dos países. El espía suministró documentos, planos y fotografías de una base militar cercana a la frontera con Chile.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
La captura en Lima de un suboficial de la Fuerza Aérea del Perú acusado de espiar para Chile ha tensado las complicadas relaciones entre ambos países y generado una crisis diplomática entre Lima y Santiago. Ayer el caso de espionaje militar produjo la cancelación de la reunión que tenían prevista los presidentes García y Bachelet, que coinciden en Singapur para una cumbre presidencial del Foro Económico Asia-Pacífico. En Lima, la cancillería peruana llamó a consulta a su embajador en Santiago. El gobierno peruano acusó a Chile de espiar a las fuerzas armadas peruanas, lo que calificó como un acto “ofensivo” e “inamistoso”. Desde Santiago, las autoridades chilenas respondieron negando tener vinculación con el espía peruano y acusaron al gobierno de Lima de haber actuado “precipitadamente” al cancelar la cita pactada entre García y Bachelet y llamar en consulta a su embajador en Chile. El presidente peruano anunció que ante la crisis diplomática causada por el caso de espionaje había decidido adelantar su regreso a Lima, adonde debe llegar el lunes.
Esta denuncia de espionaje militar se produce en momentos en que Lima ha acusado a Santiago de estar embarcado en una carrera armamentista, y que ambos países mantienen una disputa fronteriza por un área marítima de 37.900 kilómetros cuadrados que es una herencia de la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Perú y Chile en 1879. Perú ha llevado, en marzo de 2009, esta disputa limítrofe ante la Corte Internacional de La Haya, lo que distanció las relaciones entre ambos países.
El caso de espionaje estalló el jueves último, cuando fue capturado el suboficial de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) Víctor Ariza, acusado de vender secretos militares peruanos a Chile. Según fuentes judiciales, Ariza ha admitido sus actividades de espionaje en su primera declaración ante el juez Luis Alberto Garzón, que lleva la causa. El juzgado informó que también han sido incluidos en el proceso judicial un segundo miembro de la FAP cuyo nombre no se ha revelado y dos supuestos militares chilenos, identificados como Víctor Vergara y Daniel Márquez, quienes serían los presuntos contactos del espía peruano.
El suboficial Ariza, de 45 años, quien trabajaba en el área de inteligencia y tenía acceso a información secreta, habría entregado a Chile información sobre el equipamiento militar de la FAP; los detalles de un plan de modernización de los aviones de guerra hasta el año 2021; fotografías de bases aéreas militares, como la estratégica base de La Joya, en Arequipa, la más importante del sur del país, ubicada a unos 400 kilómetros de la frontera con Chile; los códigos de los teléfonos y faxes encriptados de la embajada peruana en Santiago; la identidad de personal de inteligencia militar del Perú, entre otra información. El militar peruano, que operaría para la Inteligencia chilena desde hace varios años, fue capturado por efectivos de contrainteligencia de la fuerza aérea. Ariza habría sido captado por la Inteligencia chilena en el año 2002, cuando trabajó en la embajada peruana en Santiago como asistente de la agregaduría militar. El militar regresó al Perú en enero de 2003.
El último caso de un militar peruano acusado de espiar a favor de Chile ocurrió en 1979. En esa ocasión, el también suboficial de la Fuerza Aérea, Julio Vargas, fue fusilado por el gobierno militar de entonces, que encabezaba el general Francisco Morales Bermúdez. Ahora la pena de muerte solamente puede aplicarse en caso de traición a la patria durante un conflicto armado, por lo que Ariza, quien se encuentra detenido, no correrá la misma suerte de Vargas.
El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, calificó el caso de espionaje como “trágico, lamentable y repudiable” y exigió al gobierno chileno que investigara lo ocurrido y “sancione a los responsables de este hecho, que a juicio del gobierno peruano es ofensivo al Perú y un acto inamistoso”. El ex comandante nacionalista Ollanta Humala, quien compitiera con García en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2006, señaló que el gobierno debe retirar a su embajador en Santiago, y no limitarse con llamarlo a consulta. También exigió que se anulara el Tratado de Libre Comercio con Chile firmado en marzo de 2009.
Desde Santiago, se negó validez a la acusación peruana. “Chile no espía; es un país serio en sus relaciones internacionales”, señaló Carolina Tohá, ministra vocera del gobierno de Chile, en respuesta a las acusaciones peruanas. Tohá criticó la reacción peruana ante este caso de espionaje: “Cuando hay denuncias como ésta, los gobiernos debemos ser prudentes y serios, no corresponde que haya reacciones precipitadas ante antecedentes que no tienen como fundamento una investigación que sea válida”.
PAGINA/12
Bachelet conversó con García en Apec en medio de impasse por supuesto espionaje
Canciller se refirió respecto a que Perú hiciera pública la denuncia en medio de la cumbre internacional. "A veces demasiadas coincidencias no nos permiten ver las cosas como hechos casuales", sostuvo el ministro.
por latercera.com – 15/11/2009 – 02:43
Luego que se desatara la molestia del Gobierno de Perú por el caso de un supuesto espionaje realizado por un suboficial de la Fuerza Aérea de ese país en favor de Chile, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ya habría manifestado su impresión a Alan García por el impasse.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, dijo que "lo que puedo confirmar es que la Presidenta conversó con el Presidente Alan García, que además a la hora de cenar volvieron a saludarse, como ocurrió con otros jefes de Estado. Pero no estoy en condiciones de confirmar los dichos de la Presidenta".
Consultado sobre la molestia del gobierno de Chile con el de Perú, respecto a que la información sobre la detención de Víctor Ariza Mendoza se haya producido el 30 de octubre, y que la denuncia se haya hecho durante la cumbre del Apec, Fernández sostuvo que "hay algunas expresiones como las del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, que habla de que a veces demasiadas coincidencias no nos permiten ver las cosas como hechos casuales. (…) Chile no practica el espionaje. Nosotros tenemos una institucionalidad importante en materia de Defensa y de Seguridad, por lo tanto no aceptamos imputaciones que se hagan a Chile en materia de espionaje".
Fernández agregó que "tenemos una posición bastante clara y sólida en todas estas cosas. Lo que sucede es que no andamos haciendo alarde ni vamos a practicar el matonaje verbal ni vamos a utilizar un lenguaje descontrolado".
"Las cosas sustantivas que estamos haciendo en Apec no pueden ser opacadas por un incidente que haya ocurrido y que tiene que resolver el Perú, que tiene preso a un señor, que está acusado de espionaje y los tribunales peruanos están examinando eso", sostuvo el Canciller, agregando que "no aceptamos imputaciones sobre actividades que no realizamos, porque Chile no realiza actividad ilegal y menos con sus vecinos".
Bachelet, tal como durante la jornada lo hicieron la ministra secretaria general de Gobierno, Carolina Tohá, y el propio Fernández, habría descartado de plano a García que Chile practicara espionaje en Perú.
La denuncia en ese país dice relación con que Ariza Mendoza habría entregado a Chile la lista de compras de la Fuerza Aérea de Perú proyectada hasta el año 2012, y las claves de acceso al plan estratégico militar de Lima.
La molestia de Lima llega en el contexto de la revelación del Pentágono sobre el interés de La Moneda por adquirir misiles aire-aire.
Cabe recordar que el presidente García decidió cancelar una cita programada con la Mandataria chilena en Singapur. Por su parte, el canciller peruano, José Antonio García Belaunde, no dio luces sobre la fecha en que se produciría el viaje del embajador peruano en Chile, Carlos Pareja, quien fue llamado a consultas por el jefe de Estado.
RELACIONES CON PERÚ
En tanto, la Presidenta de la República sostuvo que cuando fue electa, su intención "era tener la mejor relación con todos los países vecinos", y puso el caso de Bolivia y Argentina. "Me hubiera gustado poder tener una situación de esa naturaleza con Perú", dijo la Mandataria en entrevista con TVN.
Manuel Zelaya lidera el boicot, después del fracaso…
FRUSTRADAS LAS NEGOCIACIONES PARA SU RESTITUCION, AVANZA LA CAMPAÑA ELECTORAL
En las últimas horas ya no se habla de negociaciones, plazos o acuerdos. La dictadura parece atornillada al poder y las elecciones son un hecho. Los candidatos progolpe se lanzaron a aprovechar las últimas dos semanas de campaña.
Por María Laura Carpineta
Faltan exactamente dos semanas para las elecciones hondureñas y la dictadura no sólo consiguió dividir a la comunidad internacional, sino también a los zelayistas y sus aliados. Perdido el apoyo del gobierno de Barack Obama, las fuerzas democráticas del pequeño país centroamericano tienen que decidir entre boicotear los comicios del 29 de noviembre y hacer una declaración política ante el mundo –que en su mayoría sigue apoyándolos– o participar en la elección e intentar mantener aunque sea algunos espacios de poder los próximos cuatro años. El Frente de Resistencia Popular y el presidente derrocado Manuel Zelaya llamaron a retirar las candidaturas y no votar, pero no todos están seguros. “La lucha no termina el 29 de noviembre. Si les entregamos todos los cargos va a ser mucho más difícil recuperar nuestra democracia”, se justificó el candidato del principal partido progresista, Carlos Ham.
En las últimas horas ya no se habla de negociaciones, plazos o acuerdos en las calles hondureñas; toda esa adrenalina quedó atrás. La dictadura parece atornillada al poder y las elecciones son un hecho. “El presidente Zelaya no va a aceptar ser restituido si es para legitimar un fraude electoral”, garantizó Rasel Tomé, uno de los asesores de confianza del presidente legítimo. En diálogo telefónico con Página/12, advirtió que ya es muy tarde para esperar una votación del Congreso, que según el acuerdo firmado por zelayistas y golpistas hace dos semanas, es el encargado de aprobar la restitución del presidente derrocado el 28 de junio pasado. “Las elecciones no serán una salida a la crisis, más bien van a ahondarla”, pronosticó.
Hasta ahora la campaña había quedado sepultada por la crisis política, las manifestaciones diarias, la represión descarnada de los golpistas y las constantes visitas de misiones de negociadores y diplomáticos extranjeros. Pero gracias al apoyo de la Casa Blanca, los candidatos pro-golpe se lanzaron, sin miedo, a aprovechar las últimas dos semanas de campaña. Tegucigalpa, la capital, está empapelada con propaganda de los dos principales partidos, el Liberal de Micheletti y el Nacional del favorito para quedarse con la Presidencia, Porfirio Lobo.
Según las encuestas, nada puede evitar que se repartan el poder. Lobo será el próximo presidente y los hombres de Micheletti aspiran a arrebatarle la mayoría en el Congreso y garantizar un buen número de alcaldes. La única carta que le queda por jugar a Zelaya es el boicot. “El 60 por ciento de los hondureños está en contra del golpe y no quiere legitimar un fraude electoral”, sentenció, convencido, Tomé. Pero para un país con un nivel histórico de abstencionismo de cerca del 50 por ciento, la idea de un boicot masivo no es sinónimo de triunfo asegurado.
Desde que se rompió el acuerdo, hace casi diez días, dos reconocidos líderes se retiraron de la contienda electoral. Primero el candidato presidencial independiente Carlos Reyes, y esta semana el actual alcalde de la segunda ciudad más importante del país, San Pedro Sula, el liberal pro-zelayista, Rodolfo Padilla. “La gente del presidente Zelaya está llamando a sus aliados para que se retiren”, confió a este diario una fuente zelayista. “Pero hay muchos que no estamos de acuerdo. ¿Qué vamos a conseguir? ¿Impresionar a Estados Unidos? No, simplemente regalarles el poco poder que nos queda”, agregó.
El candidato presidencial de Unión Democrática, la principal fuerza política progresista de Honduras, piensa igual. “Honestamente no hay capacidad de boicot de las elecciones. Si no se participa, hay miedo de que los que legitiman el golpe acaparen todos los espacios de poder y entonces, ¿qué hacemos en los próximos cuatro años?”, se quejó el líder que mantuvo una férrea alianza con Zelaya desde el golpe. Su partido aún no decidió qué harán. La semana que viene se reúnen para discutirlo.
Actualmente cuentan con seis diputados. No es mucho, reconoce, pero sumado a los 20 diputados liberales que apoyan a Zelaya podrían armar una bancada antigolpista en el próximo Congreso Nacional. El argumento del respetado dirigente no convence a sus compañeros en la dirección de la resistencia. “En primer lugar, ¿qué cuota de poder es para no-sotros 10 o 20 diputados de los 128? Si realmente fuera una cuota de poder ya hubiéramos revertido el golpe en el Congreso”, cuestionó el líder sindical y referente de la resistencia, Juan Barahona. “En segundo lugar, las condiciones que hay para ganar cuotas de poder son adversas. El Tribunal Supremo Electoral juega para los golpistas, los medios juegan para los golpistas y los militares que resguardan las urnas juegan para los golpistas”, agregó.
Ham acepta todos los cuestionamientos, pero no ve otra salida, al menos no dos semanas antes de las elecciones. “No logramos aprovechar la oportunidad histórica que tuvimos. Construir desde la resistencia una candidatura única de centroizquierda que nos permitiera derrotar a los golpistas y avanzar hacia un verdadero proyecto progresista. Era el mejor camino para revertir el golpe desde adentro. Le planteamos a Zelaya la idea, pero él siempre quiso esperar. Ahora ya es muy tarde”, se lamentó el dirigente.
Zelaya acusa a EE.UU de apoyar golpismo en Honduras… Entrevista.
Entrevista a Manuel Zelaya, presidente constitucional de Honduras
"El cambio de moral del gobierno estadounidense está afectando la democracia y el espíritu de los pueblos de Latinoamérica"
Neues Deutschland
Señor Presidente, ¿cómo aprecia usted este segundo golpe a la democracia que está dando el régimen de facto encabezado por Roberto Micheletti?
Ellos se han burlado de la sociedad hondureña desde el 28 de junio. Ahora están burlándose de la comunidad internacional: estoy derrocado desde hace 4 meses. Se trata de revertir el golpe de estado que rompió el orden constitucional. Lo que podemos sacar como lección, es que la solicitud que hizo la secretaria Hillary Clinton, lo único que ha conseguido es fortalecer el régimen de facto y la dictadura. Se ha demostrado que la comunidad internacional, y el propio Estados Unidos, son inofensivos para la dictadura que se ha establecido en Honduras.
Además de las medidas sociales para la población de bajos recursos económicos, usted bloqueó la privatización de compañías de telecomunicaciones, promovió una legislación para preservar los bosques depredados y revocó concesiones de compañías mineras que dañaban el medio ambiente. Las última medidas incomodaron tanto a las empresas hondureñas como a las multinacionales del petróleo.
Nosotros ordenamos una exploración petrolera del Caribe hondureño que ya se estaba realizando. Nuestro único interés era tomar el control de las posibles, digo posibles, reservas petroleras del Caribe, donde estaban interesadas las compañías petroleras internacionales. Ésta es una de las razones del conflicto. La otra razón es que ellos querían retomar la fórmula del combustible que yo cambié con el fin de darle transparencia a la comercialización internacional del petróleo.
¿Cómo es la situación ahora en Honduras?
Han retornado las castas militares que atrasaron todo el desarrollo de América Latina, se están disfrazando otra vez a través de un Terrorismo de Estado, cuyos factores más preponderantes son el retorno de los Escuadrones de la Muerte, los fraudes electorales, la captura de los medios de comunicación, persecución política contra los opositores y violaciones de todos los derechos humanos.
Nos preocupa que el gobierno de Estado Unidos se aleje de los valores democráticos al cambiar de posición con respecto a la estrategia inicial y las maniobras de la dictadura de llevarnos a unas elecciones tipo Afganistán. Esto nos preocupa porque el cambio de moral del gobierno estadounidense está afectando la democracia y el espíritu de los pueblos de Latinoamérica.
“¡Urge Mel!”, clama la Resistencia desde el principio del robo de la democracia en Honduras, durante sus largas marchas de protesta. Usted ha juntado siempre su voz a la del pueblo …
Levanto la voz en nombre de la verdad, en nombre de aquello que estaba supuestamente oculto, como si las elecciones fueran una manifestación democrática. Pero eso no es verdad, sino que las elecciones serán simplemente como una máscara que se está colocando a estos poderes fácticos que tienen todo el control del poder.
Todo régimen golpista es antidemocrático, no se puede dialogar con ellos, si no, no se empeñarían en volver al poder. Por eso dan golpes, para quedarse en el poder. Por lo tanto, es difícil para un Presidente dialogar con la mentira y no con la verdad, dialogar con la guerra y no con la paz. No se puede. Jamás voy a doblegarme ante alguien que quiere quitar el derecho que me dio el pueblo. Prefiero ser detenido, ser encarcelado o morir.
Las elecciones, con esta constitución, son como una trampa del gobierno, una trampa política del gobierno al que no le interesa el pueblo sino que defiende los intereses de la oligarquía. Esa verdad que descubrí, que desenmascaré, me llevó a buscar una forma democrática, una nueva forma de preguntar al pueblo: “¿Está de acuerdo usted con una Constitución?”. Solamente ese fue el “delito”, eso fue todo. Estaba entregando al pueblo lo que le corresponde: dignidad, justicia y democracia. Ellos no lo aceptaron y dieron el Golpe de Estado.
Entrevista publicada en el diario Neues Deutschland, Berlin (Alemania) ,
Afganistán: cara, pierdes; cruz, también pierdes, por I. Wallerstein…
Immanuel Wallerstein, in La Jornada
La guerra en Afganistán es una guerra en la que tanto Estados Unidos como Obama perderán sin importar lo que hagan ahora Estados Unidos o el presidente Obama. El país y su presidente están en una situación de trabazón total.
Consideren la situación básica. El gobierno afgano en Kabul no tiene legitimidad alguna para la mayoría de la población. Tampoco tiene un ejército digno de su nombre. No tiene tampoco una base financiera. No hay casi seguridad militar ni personal por ninguna parte. Se enfrenta con la oposición de una guerrilla, los talibanes, que controlan la mitad del país y que de un modo constante se han fortalecido desde que el gobierno talibán fuera derrocado en 2001 por una invasión extranjera (en gran medida estadunidense). El New York Times informa de que los talibanes dirigen una sofisticada red financiera para pagar sus operaciones insurgentes
, algo que los funcionarios estadunidenses intentan, infructuosamente, cortar.
Hace poco, el presidente Hamid Karzai fue reelegido en una votación manifiestamente falsificada. El gobierno estadunidense aceptó tragarse esto porque Karzai es el único político importante pastún, el grupo étnico que es la base del apoyo de los talibanes. Por tanto es el único que puede tener la esperanza de llegar a algún arreglo político con algunos o todos los talibanes. Estados Unidos tuvo que pasar la vergüenza pública de reconocer el fraude electoral y recibió presiones para ponerle presión a Karzai para que aceptara unas elecciones extemporáneas de segunda vuelta. No hay duda de que Karzai ganaría esta segunda vuelta. Tras las elecciones, su posición política será muy débil.
El principal aliado político de Estados Unidos en la región, Pakistán, está claramente coludido con los talibanes –en gran parte para garantizar su propia supervivencia interna-. El comandante militar estadunidense, el general Stanley McChrystal, insiste en que necesita de inmediato 40.000 soldados más, o será demasiado tarde para ganar la guerra en Afganistán. Parece poco probable que obtenga la cifra completa de estas tropas, o con la celeridad suficiente, para cumplir con el plazo implícito. Hay muchas figuras militares que dudan de que tenga razón al argumentar que con sus 40.000 soldados más, si le llegaran de inmediato, pudiera cabiar la situación.
No es muy arriesgado sugerir que Estados Unidos tendrá que retirarse de Afganistán en algún momento. Quién llegará al poder en Afganistán en ese momento, es una cuestión demasiado abierta. Puede muy bien haber una guerra civil prolongada.
Dentro de de Estados Unidos, la opinión acerca de la guerra perdida
se dividirá en extremo. Parece claro que la derecha republicana se prepara para acusar de traición entreguista a los demócratas en general y a Obama en particular. El general McChrystal puede muy bien ser su candidato a la presidencia, si no en 2012, entonces en 2016.
Obama no obtendrá crédito por nada de lo que haga. Si brinda respaldo pleno e inmediato a las peticiones de McChrystal, será de todos modos acusado por los republicanos de haberlo hecho demasiado tarde. Al mismo tiempo, habrá generado una ira profunda entre por lo menos la mitad, si no más, de quienes votaron por él en 2008.
La guerra en Afganistán se habrá convertido en la guerra de Obama. Cuando Estados Unidos pierda
esa guerra, será Obama quien será acusado de haberla perdido
. Aun si logra que se apruebe algún tipo de legislación sanitaria (lo cual es posible), y aun cuando la situación económica de Estados Unidos y del mundo mejore en los próximos años (lo cual es dudoso), la guerra en Afganistán seguirá siendo la sombra más grande y será, por sí sola, el elemento más importante para juzgar su presidencia.
¿Puede Obama revertir esta situación moviéndose dramáticamente en otra dirección –hacia un rápido acuerdo político con los talibanes y hacia una retirada completa?- Aparte del hecho de que no haya evidencia pública de con qué seriedad está Obama contemplando esto, no hay todavía el nivel de respaldo público en Estados Unidos como para que sea una opción política posible para él. Aún no cuenta con el grado de respaldo necesario dentro de su propio gobierno para un viraje dramático.
Así que Estados Unidos y Obama se tropezarán con el asunto, por uno o dos años, mientras la situación política y militar se deteriora. Para Estados Unidos y para Obama, si sale cara pierden, si sale cruz, también pierden.
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/11/07/index.php?section=opinion&article=022a1mun
Honduras: conclusiones sobre la crisis actual y lo que sigue…
Por Santiago O’Donnell
Aunque la crisis hondureña está lejos de resolverse, no es demasiado pronto para sacar algunas conclusiones.La situación es más o menos así: el martes pasado los representantes de la OEA habían tirado la toalla porque no conseguían que el dictador Micheletti diera un paso al costado. Al día siguiente llegó una comitiva estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado Thomas Shannon y en menos de un día logró un acuerdo casi milagroso que todo el mundo festejó. Según el acuerdo, el Congreso debía “decidir” la restitución del presidente legítimo, Manuel Zelaya, que sigue exiliado en la embajada brasileña en Tegucigalpa. Claro, ningún acuerdo puede ordenarle a un Congreso soberano lo que tiene que votar. Por eso, en lo formal, la decisión quedaba en manos del Congreso. Era obvio que si el Congreso no votaba la restitución, el acuerdo se caía. Eso fue lo que pasó. Zelaya no consiguió los votos necesarios, algo previsible, dado que ese mismo Congreso había avalado el golpe hace menos de cuatro meses.
En lo formal, en el cuidado lenguaje diplomático que se había utilizado para no ofender a los usurpadores, el acuerdo sólo exigía la formación de un gobierno de “unidad nacional”. Entonces el dictador Roberto Micheletti se agrandó y anteayer anunció su nuevo gabinete de “unidad nacional” sin la participación de los zelayistas. Mientras tanto, el presidente daba por muerto el diálogo, Brasil movilizaba la enésima condena regional al golpe y llamada a la restitución de Zelaya, esta vez en el ámbito del Grupo Río, y Estados Unidos daba señales de “hasta acá llegué” y se mostraba dispuesto a aceptar el resultado de las elecciones programadas para dentro de tres semanas, con lo cual terminaría de legitimar el golpe. Descartada la ingenuidad de Shannon, es dable pensar que Clinton engañó a Zelaya, no tanto porque quisiera perjudicarlo, sino porque quería terminar la crisis de la manera más rápida y menos costosa.
¿Qué sacamos en limpio de todo esto? Primero resulta evidente que durante la presidencia de Bush se ha producido una notoria pérdida de poder e influencia de Estados Unidos en Latinoamérica. Está claro que el gobierno de Obama no promovió ni apoyó el golpe. Por el contrario, desconoció y sancionó al gobierno golpista y acompañó todas las condenas y pedidos de restitución que surgieron de los foros internacionales. Es la primera vez que Washington no apoya un golpe de la derecha en la región, y más allá de cierta tibieza y ambigüedad en su respuesta, es difícil negar que hubo un cambio de actitud.
Durante más de 30 años la política de Estados Unidos hacia la región estuvo signada por la lógica de la Guerra Fría y centrada en el enfrentamiento con Cuba y los conflictos en Centroamérica, lo cual dio lugar a la generación de una burocracia reaccionaria y conservadora en las oficinas regionales del Pentágono y el Departamento de Estado, ni hablar de la CIA y otras bellezas. Entonces por más que Obama piense diferente, la región está llena de esos burócratas siempre dispuestos a alentar y cobijar golpistas como Micheletti. Pasado el primer año de gobierno de Obama, esos sectores conservadores no exentos de racismo están haciendo sentir su presión en varios frentes.
En ese contexto, Honduras se ha convertido en un dolor de cabeza para el presidente norteamericano, que no obstante apostó fuerte al mandar a la gremialista combativa Hilda Solis, el miembro más progresista de su gabinete, a hacer cumplir el acuerdo de Tegucigalpa. Pero el acuerdo se cayó igual por la intransigencia del dictador, la complicidad tácita del Departamento de Estado y la falta de apoyo en el Congreso para la restitución de presidente legítimo.
Dada la pérdida de poder de Washington y el surgimiento de nuevos actores, como el bloque Unasur, la OEA de Insulza o el mismo Brasil, potencia emergente, Obama decidió que ahora son los latinoamericanos quienes deben resolver sus propios problemas y apoyó la política de Clinton de lavarse las manos.
Entonces, una primera conclusión podría ser que así como el apoyo de una potencia hegemónica es fundamental para el éxito de un golpe de Estado, en la ausencia de una potencia hegemónica es muy difícil revertir un golpe, por más que suceda en un país supuestamente débil. El gobierno de Obama podrá estar a favor de la vuelta de Zelaya más allá de la desconfianza que le genere su alineamiento con el chavismo –de hecho, el viernes el Departamento de Estado emitió un comunicado que dice “creemos que Zelaya debe ser restituido”–, pero Washington ya no tiene ni el poder ni la voluntad de imponer sus políticas unilateralmente en la región.
Otra conclusión podría ser que, a la hora de la verdad, organismos multilaterales como la OEA, el Grupo Río y la Unasur parecen estar dibujados. Así como existe un organismo con poder coercitivo para tratar problemas de seguridad, que es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, no existe un organismo semejante para la defensa de la democracia. Lo más parecido es la Carta Democrática de la OEA, que como máxima sanción sugiere un rompimiento de relaciones diplomáticas, instrumento que ha demostrado ser insuficiente aun en el caso de un país pequeño y dependiente como es Honduras.
Una tercera conclusión podría ser que en Honduras se ha estrenado con éxito evidente una nueva modalidad de golpe de Estado, la del golpe correctivo. Esto es, un golpe a plazo fijo para encarrilar un proceso político que derive en elecciones. O sea, el dictador ya no aspira a entronizarse en el poder, sino simplemente a despojar de sus atributos al enemigo político que ocupa la presidencia y a dictar las reglas de juego para una salida a través de un proceso electoral, con el nivel de exclusión necesario para evitar el retorno del presidente derrocado. Se trata de un modalidad peligrosa por la pátina de “continuidad constitucional” con que lo disfraza y porque los tiempos juegan en contra del presidente derrocado, haciendo más difícil su vuelta. Así, a medida que avanza el proceso, los potenciales participantes en las elecciones, movidos por sus ambiciones políticas, terminan sirviendo de agentes legitimadores de lo actuado por la dictadura.
Una cuarta conclusión podría ser que Brasil ha emergido de esta crisis como una actor regional de indudable peso, pero sus movimientos tácticos han sido confusos, por lo que nadie sabe bien a qué juega. Desde hace un tiempo a esta parte, y especialmente desde la asunción de Obama, la actitud de Brasilia es oscilante. Hay momentos en que se constituye en polo alternativo a Washington, en otros se constituye en polo complementario para ayudar a gestionar los intereses de Estados Unidos en la región. Un día apoya a Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio, rompiendo el bloque de países desarrollados, otro día recibe al presidente iraní con todos los honores. Un día les compra armas a los franceses para defender la Amazonia de la presencia militar norteamericana en Colombia, otro día se reparte con Washington el mercado mundial de biocombustibles. “No queda claro si son autonomistas o complementarios”, apunta un veterano diplomático latinoamericano con asiento en Washington.
Una quinta conclusión podría ser que, en la coyuntura actual, los principales actores del conflicto han llegado a la conclusión de que convalidar el golpe es el mal menor. Estados Unidos parece haber decidido que no le conviene que el conflicto se estire indefinidamente, desnudando su debilidad. Los países latinoamericanos parecen haber decidido que no les conviene romper lanzas con Obama para salvar a Honduras porque estarían fortaleciendo a los sectores de derecha que hoy acosan al presidente negro. Esto incluye a los gobiernos moderados, pero también al denominado bloque bolivariano. La clase política hondureña parece haber decidido que no le conviene que Honduras sea el campo de batalla de un conflicto internacional y también apuesta a una salida rápida por la vía de las elecciones. Y Zelaya parece haber decidido que no le conviene asumir el rol de líder revolucionario que no siente y se muestra dispuesto a aceptar todos los condicionamientos que le imponen con tal de recuperar parte del poder que le usurparon, aunque éste se haya reducido a un reconocimiento simbólico de la comunidad internacional.
Una última conclusión, quizá la más preocupante, podría ser que los efectos del golpe hondureño ya se hacen sentir en la región. La situación en Paraguay es por lo menos preocupante. El gobierno de Fernando Lugo se ha visto jaqueado en los últimos días por una confabulación de militares desleales, guerrilleros truchos, un vice que imita a Cobos y una constelación de corporaciones económicas y mediáticas que se salen de la vaina por frenar en seco la expansión del modelo populista-progresista en la región. Con un vice traidor como Yoyo Franco, que garantizaría la “continuidad constitucional” con un pronto llamado a elecciones ante la eventual remoción de Lugo, el modelo de golpe correctivo made in Honduras encaja a la perfección con las aspiraciones de la derecha golpista, que ya no se esconde, sino que recorre la región con simposios y seminarios, en busca de nuevas oportunidades.
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