Archive for the ‘CENTRO-IZQUIERDA’ Category
Chile: la Concertación y la Oposición en la vía del suicidio político… E.A.
Eduardo Aquevedo, Sociólogo y Economista
A menos que todo ocurra en el más completo misterio, las fuerzas de la oposición «realmente existente» en Chile siguen cavando su propia tumba.
En un año en que ya los problemas no pueden más esconderse bajo la alfombra ni eludirse responsabilidades de parte de ningún sector, no surge ni parece en vias de construcción una alternativa frente al gobierno de los empresarios y de las transnacionales que nos rige. La educación emergió en el 2011 como un problema central de las preocupaciones ciudadanas, que llegó para instalarse durablemente en la conciencia púbica y con una manifestación social activa y constante. Pero ésta, por importantísima que sea, es sólo la punta del iceberg. Lo que este movimiento cuestiona y desligitima profundamente es el modelo social y económico chileno heredado por la dictadura y remendado superficialmente por la Concertación, digan lo que digan sus mentores. Ello fue evidenciado y constatado con indisimulada preocupación por la «flor y nata» del empresariado chileno reunido en el reciente encuentro de ENADE y en diversos otros foros empresariales y políticos. Por otro lado, las diversas encuestas constatan ese hecho regularmente, como ya lo mencionó en ENADE con datos duros el director de Adimark, Roberto Méndez, amigo personal del Presidente Piñera.
Pues bien, tanta evidencia acerca del problema de fondo que quedó en sólida evidencia durante el año 2011, acicateado por un poderoso movimiento estudiantil y una protesta social que alcanzó las dimensiones del más importante «estallido social» registrado en la post dictadura, no es asumida ni por el Gobierno ni por una heterogénea y débil Oposición. Que el Gobierno no lo asuma no es incomprensible, dadas sus congenitales ataduras con los gestores originarios del modelo neoliberal dominante, los Buchi y demás próceres guardianes del templo mercantil, organizados principalmente en la UDI. Esta es sin duda una barrera infranqueable para soñar en una modificación importante del modelo educacional y socio-económico imperante. De modo que no pidamos «peras al horno».
El Gobierno de Piñera esta maniatado a esa ortodoxia y lo máximo que puede conceder son cambios marginales, secundarios, que no afecten el modelo de mercado. Becas hasta cierto límite (60% máximo para segmentos más precarios), bajas de tasas de interés para los créditos, superintendencia para vigilar a medias el cumplimiento de una ley que proscribe el lucro en la educación superior, y algunas medidas más de tipo cosmético que no rozan los temas de fondo. Por ejemplo, nada de aportes basales que romperían con la lógica brutal del autofinanciamiento de las instituciones, ni aportes extraordinarios para revitalizar el sistema público primario y secundario, ni tampoco crear un segmento público importante en el ámbito de la educación técnica controlada por empresarios privados, etc. Es decir, ni educación pública de calidad, ni gratuidad de acceso al sistema, ni fin al lucro en la educación, esto es, nada con lo esencial de las demandas estudiantiles y ciudadanas. De modo pues que si alguien espera que el gobierno actual pudiera ceder en temas esenciales merced a las protestas sociales y a la pérdida de apoyo público (35% actualmente de respaldo al Gobierno según Adimarx, y apoyo de más del 70% a las demandas estudiantiles), puede quedarse sentado esperando un milagro que nunca llegará.
Pero que la Oposición y la Concertación no construyan aún un acuerdo claro y coherente para enfrentar y responder con una propuesta global, sistémica, de real centro-izquierda, que asuma la profunda demanda social existente, de ruptura con el modelo no sólo educacional (lo que ya pasa a ser lo mínimo y más urgente) sino, simultáneamente, con el modelo social y económico imperante, es total ceguera política o brutal síndrome suicida, que les seguirá distanciando de la reivindicación y apoyo ciudadanos. Ello sólo pavimenta la segura perpetuación en el poder político y socio-económico total a la ultraderecha.
Una Propuesta global, sistémica, implica no sólo una reforma educacional profunda, sino también reforma de la salud, del sistema previsional, del mercado laboral dominado por la precariedad más ignominiosa, política reindustrializadora de segunda generación que supere el modelo primario-exportador existente, con instauración progresiva de un poderoso sector público y de regulaciones estrictas que sirvan de motor de esos cambios indispensables, donde una reforma tributaria progresiva «en serio» (que recaude al menos el 25% respecto al PIB) de sustento sólido a dichos cambios estructurales.
Pero junto con esas reformas socio-económicas, se trata también de generar una nueva institucionalidad política, fin al binominal, sistema plebiscitario para zanjar los grandes desacuerdos entre la ciudadanía y el poder político vigente; en fin, término radical de todos los enclaves autoritarios y antidemocráticos heredados de la dictadura, que implica en definitiva una nueva Constitución. En el fondo se trata de promover una profunda reforma democrática, que avance resueltamente hacia el fin de una sociedad marcada profunda y estructuralmente por la desigualdad y la exclusión en todos los ámbitos.
Como se observa, se trata nada más y nada menos que de reivindicaciones rigurosamente democráticas, pero que suenan «revolucionarias» en el contexto de una sociedad fragmentada, desigual y antidemocrática como la nuestra. Romper con el paradigma neoliberal dominante no tiene pues, necesariamente, nada de «socialista», ni implica tampoco copiar modelos supuestamente de «izquierda» latinoamericanos con dudosas perspectivas, sino asumir un realista y probado paradigma alternativo de «socio-economía mixta» y de democratización efectiva como ya existe en el norte de Europa con innegable éxito (donde, por ejemplo, existe ya desde hace décadas educación pública gratuita y de la más alta calidad a escala internacional, con son los casos de Finlandia, Noruega o Suecia, por citar algunos de ellos).
Si la oposición no es capaz de asumir ese programa democrático básico reivindicado ya por la sociedad, será condenada y barrida por la historia, además de derrotada irremediablemente por una derecha en el poder de la cual teme aún diferenciarse claramente. Temor que no es infundado, dados los importantes compromisos e intereses que atan también a influyentes sectores de la Concertación con el modelo de mercado, especialmente en la DC y otros partidos, tanto en el negocio de la educación, la salud, las AFP, las hidroeléctricas, las Forestales, el transporte privado, etc.
El problema es si las organizaciones políticas opositoras serán capaces de «operarse» de esas influencias «fácticas», económicas e ideológicas, e imponer una gran reforma en sus propios partidos, rompiendo así con el modelo de mercado y edificando en un plazo breve un verdadero programa alternativo, o si deciden de hecho el suicidio político definitivo.
Perú: Humala, candidato de centro-izquierda, enfrentará a K. Fujimori…
EL CANDIDATO DE LA IZQUIERDA PERUANA RATIFICO EN LAS URNAS SU FAVORITISMO; PROMETIO HACER CONCESIONES POR LA UNIDAD NACIONAL
Humala ganó con rival incierto para el ballottage (rival será S. Fujimori)
El conteo rápido de tres encuestadoras otorgó la victoria al candidato nacionalista y ubicaba a Keiko Fujimori como su futura contendiente. Pero el cómputo oficial parcial le daba margen a Pedro Pablo Kuczynski para pelear el segundo lugar.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
Fue el día de Ollanta Humala. El candidato de la izquierda peruana ratificó en las urnas su favoritismo. Ganó las elecciones de ayer, pero todavía debe enfrentar una segunda vuelta en su intento de llegar a la presidencia al no alcanzar el 50 por ciento más uno de los votos que necesitaba para una victoria definitiva. Según las cifras oficiales dadas por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), al 44 por ciento del total de votos, Humala obtuvo el 26,9 por ciento. Sin embargo, el conteo rápido de tres empresas encuestadoras y de la organización de observación electoral Transparencia coincidieron en darle el 31 por ciento. Humala repite su triunfo en primera vuelta del año 2006, pero como entonces deberá ir a un ballottage. En esa ocasión lo perdió con el actual presidente Alan García. En esta ocasión su rival sería Keiko Fujimori, la hija del ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Sin embargo, el economista de la derecha Pedro Pablo Kuczynski, tercero en todos los conteos rápidos al cien por ciento pero segundo en un resultado oficial no resignaba su derrota. De cara a la segunda vuelta, Humala anunció, en sus primeras declaraciones luego de conocida su victoria, que estaba dispuesto a hacer concesiones “por la unidad nacional”.
A pesar que su triunfo estuvo claro desde los resultados a boca de urna divulgados inmediatamente después de cerradas las mesas electorales a las cuatro de la tarde (seis de la tarde hora argentina) que le daban una amplia ventaja, Humala esperó hasta la divulgación, a las ocho de la noche, de los primeros resultados oficiales parciales, para proclamar su victoria. “Hoy día estamos de fiesta. Ha habido un pronunciamiento claro del pueblo peruano que quiere una gran transformación”, inició su discurso de victoria ante la multitud de sus seguidores reunidos frente a su local partidario. Apareció en el estrado levantado para el mitin de celebración junto con su esposa y sus dos candidatos a la vicepresidencia. La multitud se había ido reuniendo desde temprano. Llevaban banderas peruanas y coreaban “Se siente, se siente, Ollanta presidente”.
El júbilo era desbordante. No habló de alianzas para la segunda vuelta. “Nuestro compromiso es con el pueblo peruano, con los más humildes. Queremos hacer una convocatoria a la unidad de todos los que quieren la gran transformación”, dijo y anunció que convocará “a todas las fuerzas sociales y laborales”, pero no habló de las fuerzas políticas. “necesitamos formar una mayoría social”, remató. Terminó pidiendo a sus seguidores que sigan trabajando para lograr el triunfo definitivo en la segunda vuelta. “Se necesita todavía un gran esfuerzo, pido a toda la militancia que se mantenga movilizada, no podemos descansar hasta ganar las elecciones”, exclamó el candidato de la izquierda, que ayer celebró, pero sabe que no fue una celebración definitiva.
Keiko Fujimori también celebró y Pedro Pablo Kuczynski se aferraba al resultado oficial al 44 por ciento (la mayoría de las actas eran de Lima, su bastión) que lo colocaba en segundo lugar para no admitir su derrota. Este resultado le daba a Kuczynski el 23,6 por ciento y a Keiko Fujimori el 21,8 por ciento. Sin embargo, el conteo rápido al cien por ciento de tres empresas encuestadoras que hicieron esta medición y de la organización electoral Transparencia Keiko se ubicaba en segundo con entre 22,5 y 23,3 por ciento, mientras Kuczynski tenía entre 18,7 y 19,7. Alfredo torres director de Ipsos Apoyo, una de las empresas que hizo el conteo rápido fue claro: “El segundo lugar ya está definido (a favor de Keiko Fujimori). Las cifras son irreversibles”.
Con estas cifras, Keiko Fujimori se proclamó como la rival de Humala en el ballottage. Lo hizo en un mitin ante sus partidarios, que celebraban el segundo lugar como una victoria. “El resultado es contundente. Estamos en segunda vuelta”, dijo. Keiko agradeció a su padre, el ex dictador Fujimori que purga condena por crímenes de lesa humanidad y corrupción. La acompañaban los más importantes colaboradores del gobierno autoritario de su padre.
Los partidarios de Kuczynski no se resignaban a la derrota. Cuando salió el resultado parcial de la ONPE celebraron que hubieran ganado. Kuczynski apareció ante sus seguidores para proclamar que iban segundos y el júbilo estalló. Pero inmediatamente pidió a sus seguidores “prudencia” para esperar los resultados. La celebración de los partidarios de Kuczynski hizo recordar al festejo de otra candidata de la derecha, Lourdes Flores, ahora aliada de Kuczynski, que en 2006 celebró por todo lo alto su pase a segunda vuelta y quedó fuera de ella desplazada por el actual presidente Alan García.
El ex presidente Alejandro Toledo, que hasta hace un mes era el gran favorito de esta elección, fue el gran derrotado. Quedó lejos del segundo lugar, con el 15 por ciento. Admitió temprano su derrota, y puso tres condiciones para apoyar a un candidato en la segunda vuelta: respeto a los derechos humanos, respeto a la democracia y la libertad de prensa y mantener el rumbo económico, pero dándole un mayor contenido social. Con esas condiciones y los antecedentes del fujimorismo en derechos humanos, democracia y libertad de prensa, resulta difícil un apoyo de Toledo a Keiko Fujimori. Pero con Humala lo separa el tema económico. El candidato de la izquierda propone cambiar el modelo neoliberal que Toledo defiende. Luis Castañeda, quinto con 10 por ciento, no ocultó su mayor cercanía con Keiko Fujimori. Marisol Pérez Tello, candidata a la vicepresidencia con Kuczynski, anunció que “si se confirma que Keiko pasa a segunda vuelta” apoyaría al fujimorismo, pero aclaró que era una opinión a título personal. Sin embargo, más allá de las decisiones de las dirigencias partidarias, ha quedado demostrado en varios procesos electorales que en Perú los partidos políticos no tienen capacidad de endosar sus votos. La elección también dejó un Congreso sin mayoría. Quien sea el próximo presidente tendrá que hacer alianzas en el Parlamento para gobernar.
Página/12
La pelea en Perú será entre Humala y Fujimori
Los últimos resultados oficiales, así como declaraciones del tercer candidato en liza, indican que la segunda ronda presidencial en Perú, el próximo 5 de junio, será disputada por Ollanta Humala y Keiko Fujimori.
Con el 76,5% de los votos escrutados, el líder nacionalista Humala tiene confirmado el primer lugar con el 29,87%. Le sigue Keiko Fujimori, con el 23,05%
En tercer lugar se ubica el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, con 20,54%. Sin embargo, el propio Kuczynski reconoció que su situación es difícil al declarar: "Mi impresión es que, salvo que el voto extranjero sea muy grande a mi favor, nos estamos acercando a una situación en que es casi evidente que la segunda vuelta es entre Keiko y Ollanta".
Tras una sostenida caída en las últimas semanas, el ex presidente Alejandro Toledo obtenía el 15,12%.
Este resultado sorprende a algunos, pero no deja de confirmar lo que indicaban las encuestas divulgadas la semana previa a los comicios, aunque sí representa un cambio con respecto a la tendencia a lo largo de la campaña.
El ex militar nacionalista se impuso, al igual que lo hiciera en los comicios de 2006, en la primera vuelta.
A menos que se produzca el salto en el voto extranjero, todo indica que Perú deberá elegir entre dos candidatos que tienen el índice de rechazo más alto en la población, pero que debido a diversos motivos lograron encabezar las preferencias.
Los motivos
¿Por qué el país elegirá entre Humala y Fujimori?
El pasado, el presente y el futuro pueden ayudar a entender el resultado. El futuro, porque quienes votaron por Humala, de 48 años, lo hicieron tras creer en la promesa del líder nacionalista de repartir los beneficios del crecimiento económico que goza Perú, pero que no ha llegado a todos por igual.
No es de extrañar que con su discurso de inclusión social, mucho más moderado que en la elección pasada, haya podido capitalizar el descontento de un sector importante de la población, cuyo 34% todavía vive en la pobreza.
El presente, porque si bien Humala era el único de discurso de izquierda y de cuestionamientos al modelo, los distintos candidatos de centro derecha y derecha, no optaron por unificar el mensaje y hacer un frente unido contra el candidato de Gana Perú.
Aunque ganador, casi el 70% del electorado no comulga con sus ideas. La atomización de la oposición a Humala y la fragilidad de los partidos políticos, estiman analistas, jugó a favor del ex teniente coronel.
Y el pasado, porque Keiko Fujimori, de 35 años, hizo campaña con su apellido y el recuerdo de su padre, condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.
Pero en los sectores bajos y rurales, donde se concentra el núcleo duro del fujimorismo, no piden autocrítica –ausentes en el discurso de la candidata de Fuerza 2011–, sino que añoran la época en que el gobierno de su padre los dejaba vivir a costa de la asistencia del Estado y cuando el triunfo sobre el grupo armado Sendero Luminosos fue sinónimo de seguridad.
La historia en 2006
- Ollanta Humala ya sabe lo que es imponerse en una primera vuelta. Lo hizo en la última elección, en 2006, cuando obtuvo el 30,6% de los votos, seis puntos porcentuales más que Alan García.
- El balotaje sería luego para el actual presidente, quien se impuso con el 52,6% frente al 47% de Humala.
Las dudas

La gran duda pasa por saber qué tipo de cambios buscará introducir Humala. Desde su sector se descartan estatizaciones, pero sí se habla de ajustar reglas de juego.
Tendrá la oportunidad en la campaña para explicar su programa de gobierno, calmar ansiedades en sectores empresariales peruanos y en el extranjero y dar señales de estabilidad.
Se lo ha tildado del "nuevo Chávez". Y él ha insistido en desmarcarse del estilo y del modelo del presidente de Venezuela.
Analistas consultados por BBC Mundo ven en Humala un personaje más del estilo del ecuatoriano Rafael Correa, del paraguayo Fernando Lugo, o hasta del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que de un Hugo Chávez.
Pero por ahora todo está en la nebulosa.
La caída de Toledo
- El expresidente Alejandro Toledo, quien gobernó entre 2001 y 2006, lideró cómodamente los sondeos hasta tres semanas antes de los comicios, pero cayó hasta el cuarto lugar. Llegó a tener una intención de voto cercana al 30%.
También la incertidumbre rodea a un eventual gobierno de Keiko Fujimori, quien no ha cuestionado el registro de violaciones a los derechos humanos y de corrupción que marcó el gobierno de su padre entre 1990 y 2000.
"Los dos son potencialmente interpelables en cuanto a qué van a hacer con las libertades", asegura el reconocido periodista César Hildebrandt.
"Me temo que en la segunda vuelta va a haber un uso irracional de la política del miedo. El problema es que Fujimori también suscita miedos", agrega.
Para el analista político Santiago Pedraglio "la gran pelea va a ser quién de los dos gana el voto de la clase media urbana", luego de que ambos se repartieran las adhesiones en los sectores bajos del electorado.
El analista le dice a BBC Mundo que ambos intentarán bajar el perfil a los aspectos que más rechazo puedan generar, pero advierte que ello le será más fácil a Humala que a Fujimori.
En campaña

Fujimori hizo campaña con su apellido y el recuerdo de su padre. A falta de menos de dos meses para el balotaje, se anticipa una campaña intensa y dura. Será una batalla donde todo puede pasar.
Si se toman en cuenta las encuestas previas, donde se planteaban escenarios de segunda vuelta, el choque Humala-Fujimori daba empate.
Pura incógnita de aquí en adelante.
Los peruanos, que desconfían de los frágiles partidos políticos, no creen en el Congreso, y donde sólo el 28% está satisfecho con el funcionamiento de la democracia, se embarcan en una campaña que someterá a examen no sólo a los candidatos y sus propuestas.
Será una definición que también pondrá a prueba al país.
Tags: PERU, ELECCIONES, HUMALA, FUJIMORI, KUCZYNSKI, NACIONALISMO, IZQUIERDA, CENTRO-IZQUIERDA, LULA, NEOLIBERALISMO, PRIMERA VUELTA, SEGUNDA VUELTA, DERECHA PERUANA, UNION DE LA DERECHA
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Humala sigue creciendo en las encuestas, hasta donde?
Los cuatro candidatos de la derecha que compiten con Humala para pasar a la segunda vuelta han comenzado a disparar juntos contra el ex comandante. Ollanta Humala ha trepado desde el cuarto puesto hasta el primero en las últimas tres semanas.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
A una semana de las elecciones del 10 de abril, hay cinco candidatos a la presidencia –de un total de diez– que aspiran pasar a la segunda vuelta, que todos los sondeos indican como inevitable. La arremetida en las encuestas del candidato de la izquierda, el ex comandante Ollanta Humala, que en las últimas tres semanas ha trepado desde al cuarto puesto hasta el primer lugar, ha desatado una ofensiva mediática en su contra. La mayor parte de medios dedica grandes espacios para atacar al candidato a quien llaman “el antisistema” y califican como “un riesgo para la estabilidad del país” por su propuesta de cambiar el modelo económico neoliberal. Los mensajes macartistas intentando desacreditar a Humala dominan la cobertura periodística de estas elecciones.
En esa línea, los cuatro candidatos de la derecha que compiten con Humala para pasar a la segunda vuelta –el ex presidente Alejandro Toledo (2001–2006); Keiko Fujimori, la hija del ex dictador Alberto Fujimori; el ex alcalde de Lima Luis Castañeda y el economista y lobbysta de grandes grupos económicos, Pedro Pablo Kuczynski– han comenzado a disparar juntos contra el ex comandante. Los cuatro coinciden en llamarlo “autoritario” y “estatista”, dos cosas que Humala rechaza, y piden el voto del electorado presentándose cada uno de ellos como la mejor alternativa para derrotarlo en la segunda vuelta. Incluso Keiko Fujimori, que pide el apoyo de la población en el nombre de su padre, quien dio un golpe de Estado y pretendió eternizarse en el poder, lanza discursos acusando a Humala de autoritario.
En esa campaña de miedo contra el candidato progresista, los medios y los rivales de Humala han metido en el proceso electoral el fantasma de Hugo Chávez –una figura muy poco popular en el Perú– para intentar desacreditar al candidato de la izquierda peruana, presentándolo como un supuesto discípulo incondicional del presidente venezolano que de ganar las elecciones buscaría reelegirse indefinidamente, algo que Humala ha negado en todos los tonos. Durante su reciente visita a Uruguay, Chávez dijo en conferencia de prensa que los peruanos debían elegir al candidato que mejor les parezca, pero bastó que diga que conocía a Humala y que lo calificara como “un buen soldado”, para que los medios y los candidatos de la derecha coincidan en decir que esa declaración “confirma que Humala es el candidato de Chávez”.
En los predios humalistas saben bien que la relación con Chávez los perjudica, como ya ocurrió en las elecciones de 2006 cuando el apoyo que Humala recibió de Caracas fue clave para que pierda en la segunda vuelta con el actual presidente Alan García, y salieron rápidamente a desmarcarse del presidente venezolano y a exigirle que no declare sobre las elecciones peruanas. “Quiero ser enfático y claro en decir que nosotros rechazamos el apoyo de cualquier gobierno extranjero. La campaña en el Perú la vamos a resolver los peruanos”, respondió Humala a las declaraciones de Chávez. Pero Humala fue más allá para marcar distancias del presidente venezolano: “El modelo de Venezuela no es aplicable en el Perú. Nosotros no creemos en la reelección indefinida”. Pero esas aclaraciones no pararon la ofensiva en su contra para ligarlo a Hugo Chávez, presentado como sinónimo de autoritarismo. “Nos han dicho de todo para crear miedo, pero este 10 de abril vamos a votar sin miedo y con confianza”, ha respondido Humala a la campaña en su contra.
Todos disparan contra Humala, pero éste sigue subiendo en las encuestas, que coinciden en confirmar su consolidación en el primer lugar. Un sondeo de Ipsos Apoyo conocido ayer –último día permitido para publicar encuestas– le da a Humala el 26 por ciento, seguido por Keiko Fujimori con 18 por ciento, Toledo con 17 por ciento, Kuczynski con 16 por ciento y Castañeda con 11 por ciento. Según esta encuestadora, en una semana Humala sube cinco puntos, mientras Toledo baja tres puntos y la hija de Fujimori pierde un punto. Kuczynski sube un punto y se mete en la pelea, mientras que Castañeda pierde tres y sus posibilidades parecen diluirse.
Al momento del envío de esta nota, los cinco candidatos que buscan pasar a la segunda vuelta iniciaban un esperado debate, que podría resultar decisivo. Con un 10 por ciento de indecisos y aproximadamente el 20 por ciento de electores que dicen que podrían cambiar su voto en la última semana, nada está dicho en las elecciones más disputadas que recuerde el Perú.
Página/12
Tags: PERU, HUMALA, ELECCIONES, IZQUIERDA, CENTRO-IZQUIERDA, NEOLIBERALISMO, TOLEDO, FUJIMORI, CASTAÑEDA, KUCZYNSKI, NACIONALISMO, OFENSIVA DERECHISTA, CHAVEZ, GARCIA
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Las vías violentas de la derecha venezolana…
Manos Blancas buscando atajos
Chevige González Marcó, Patria Grande
Enero comenzó con agenda violenta para la oposición. Tal como ocurrió en el año 2007, la defensa de la ilegalidad del canal de televisión RCTV, sirvió como excusa para una nueva ofensiva contra Venezuela. A través de diversas vías y mecanismos las fuerzas políticas y mediáticas de la reacción se unieron para intentar generar caos y para aparentar ante el mundo un presunto caos.
El 24 de enero, RCTV y otros canales internacionales son retirados de la programación de las empresas de tv por suscripción. El motivo: no entregaron a la Comisión nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) la documentación correspondiente para su clasificación como canales de producción nacional o internacional. Enseguida la maquinaria propagandística imperialista se activó para acentuar su permanente ofensiva destinada a hacer ver a Venezuela como un país sin libertad de ningún tipo.
Entre los canales que no habían entregado su documentación estaba el estatal TV Chile. Los titulares de la prensa reaccionaria decían que el presidente Chávez había sancionado a un canal chileno por no pasar cadenas. En las calles, los grupos de “Manos Blancas” activados en 2007, volvieron a las calles. Directivos de colegios privados de las zonas de clase media de ciudades como Caracas, Maracay o Valencia, http://www.aporrea.org/actualidad/n149795.html , promovieron la salida de liceístas a pelear… por la ilegalidad.
Enseguida, el tema de RCTV y su presunta libertad de expresión, que en realidad es la defensa de funcionar al margen de la legislación venezolana, se unió a las denuncias sobre la supuesta “represión” a la que eran sometidos los grupos de Manos Blancas. En el escenario mediático consolidaban la nueva agresión contra Venezuela, con el uso, nuevamente, de falacias.
Debemos recordar que los experimentos a partir de los grupos de “Manos Blancas” pretenden copiar el esquema de las llamadas “Revoluciones de Colores”. Es decir, los procesos promovidos desde Washington para promover el derrocamiento de gobiernos adversos a sus designios. Estos grupos reciben financiamiento para su organización de parte de organismos yanquis como la USAID: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/02/11/la-usaid-detras-de-las-manos-blancas/
Hasta ahora el mecanismo de los Manos Blancas, copiados del Octpor usado en Serbia, no ha tenido el éxito que esperaban desde el Norte. Y sus acciones deben ser amplificadas por los medios de comunicación al servicio de la vía violenta como única manera de causar repercusión en la opinión pública nacional e internacional.
Semanas antes de que RCTV se colocara, por segunda vez, al margen total legalidad, en un programa de esa estación, el presidente de Fedecámaras, Noel Álvarez había ratificado, en un contexto, que intentaba parecer como jocoso, que la solución para los problemas de Venezuela, era una solución militar. Durante semanas las llamadas redes sociales, en especial Twitter, se inundaron de rumores, que pretendían revivir el fantasma golpista en el país.
El esquema violento, colocaba a los victimarios como víctimas, mientras en el estado Mérida era asesinado un joven militante del PSUV: http://www.psuv.org.ve/?q=node/7322 ,los medios de la reacción, se acusaba al gobierno de utilizar la más violenta represión contra los opositores. Entre tanto, bandas armadas de la oposición aterrorizaban a la ciudad de Mérida, pero el diario El Nazional publicaba un instrumento usado por la Guardia Nacional para retirar cauchos incendiados u otros objetos en llamas, como si fuese un instrumento de tortura medieval: http://www.minci.gob.ve/noticias-minci/1/195631/publicacion_de_el.html
Diversas vías para un mismo esquema repetido año tras años, y donde sólo cambian algunos actores. Desde sectores de la oposición se siguen promoviendo los atajos para tratar de recuperar su perdido poder para explotar a un país y a un pueblo.
REBELION.ORG
Democracia de los acuerdos: un negocio genial para la derecha…
por Rafael Luís Gumucio Rivas (Chile)
jueves, 28 de enero de 2010
La famosa democracia de los acuerdos siempre ha terminado favoreciendo a la derecha: la Ley General de Educación, celebrada en la ridícula ceremonia en que todos se presentaban tomados de la mano, no puede ser más perjudicial al gobierno de Michelle Bachelet; hay que ser muy ingenuo para creer que una ley marco puede ser aceptada cuando a ella se oponen todos los componentes de la comunidad educativa – profesores, estudiantes, padres y apoderados- lo único que salva para la derecha esta Ley es la continuidad de la educación como un negocio.
En la historia constitucional de Chile, el Poder Judicial ha estado siempre supeditado al Ejecutivo: así se plantea en la Constitución de 1833, en la de 1925 y en la de 1980 – siempre está baja la jurisdicción del Ejecutivo en el nombramiento de sus integrantes y de su funcionamiento- posteriormente, se le agregó la participación del Legislativo, a través del Senado que, según el constituyente de 1925 posee facultades judiciales, como actual como jurado en el caso de las acusaciones constitucionales y participar en el nombramiento de los ministros de la Corte Suprema.
En la República Parlamentaria, (1891-1925), se prorrateaban entre los partidos políticos los cargos de la administración pública, la educación y el poder judicial: la primera correspondía a los liberales, la segunda a los radicales y la tercera a los liberales balmacedistas; sólo hay un caso en la historia de Chile en el cual el presidente de la Corte Suprema, Javier Ángel Figueroa, se opuso a las pretensiones dictatoriales del entonces ministro del Interior, Carlos Ibáñez del Campo – posteriormente dictador- demás está decir que duró muy poco en su cargo, a pesar de ser hermano del presidente de la república, Emiliano Figueroa. Es cierto que se concedieron algunos recursos de amparo a los a favor de los desterrados, sin embargo, todos estos fueron inaplicables, pues ya se encontraban fuera del país.
En el gobierno de Salvador Allende el acuerdo de la Corte Suprema sirvió para justificar el golpe militar de 1973: Posteriormente, la Corte se transformó en un testaferro de la dictadura negando la mayor parte de los recursos de amparo, que hubieran salvado muchas vidas. El ministro Hugo Rosende nombró, a su amaño, a todos los ministros de de la Corte Suprema, cuya única condición era ser pinochetista convencido. A diferencia de la Corte de Pétain, en Francia, en Chile los supremos de la época de Pinochet jamás han sido juzgados y, ni siquiera, han pedido perdón.
En muchos artículos anteriores he criticado la actuación política de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, sigo creyendo que dilapidó el 58% de los sufragios obtenidos en la elección presidencial: hizo un gobierno opaco y tecnocrático, en que dejó de lado los casos de derechos humanos, incluso, nunca recibió a los familiares de los detenidos desaparecidos; con su ministro del Interior, José Miguel Inzulsa, salvó al dictador y ladrón, Augusto Pinochet, de terminar sus días en una cárcel española, como bien lo merecía, sosteniendo el absurdo argumento de que la justicia chilena lo condenaría por sus múltiples crímenes de lesa humanidad y peculados.
Al parecer, Eduardo Frei está bastante cambiado – es como para creer en la reencarnación o en las segundas oportunidades, que siempre han sido desastrosas para nuestros presidentes: baste recordar los casos de Arturo Alessandri y de Carlos Ibáñez. El nuevo Eduardo Frei Ruiz-Tagle es un estadista, que expresa ideas del sentido común, un lenguaje bastante popular y oratoria rural
Mientras persistan estos torpes acuerdos, seguirá ganando la derecha y perdiendo prestigio la Concertación, que más que nunca necesita el apoyo popular para no morir por tanto acuerdo con la derecha el pueblo los mando a la oposición.
Aylwin coincide con Piñera y llama a reeditar política de los acuerdos
Después de que el Presidente electo señalara a La Tercera que es indispensable construir una "democracia de los acuerdos de segunda generación", el ex mandatario DC valoró la intención de Piñera de realizar una transición similar a la que él protagonizó en los 90.
por Bernardita Marino e Ivonne Toro
"Me siento halagado", dijo ayer el ex Presidente Patricio Aylwin cuando supo que Sebastián Piñera catalogó su gobierno como el mejor de los cuatro de la Concertación.
En entrevista con Reportajes de La Tercera, el mandatario electo afirmó ayer que "el de Aylwin fue el mejor de los gobiernos de la Concertación. Fue un gobierno fecundo al cual yo le tengo aprecio y respeto".
En esa misma línea, Cristián Larroulet -miembro del equipo de transición- dijo el sábado que "el gobierno de Piñera será muy parecido al de Aylwin".
El nuevo Presidente, además, reiteró lo que fue su discurso de triunfo la noche del 17 de enero, cuando llamó a la Concertación a construir una nueva versión de la "democracia de los acuerdos", que caracterizó la relación entre oficialismo y oposición a inicios de los 90.
Ante este planteamiento, Aylwin dijo que "indudablemente que él quiera hacer un gobierno parecido al mío no puede ser sino halagador. Yo me negaría a mí mismo si estuviera en contra".
Aunque evitó aludir directamente a la Concertación, el otrora gobernante coincidió con Piñera respecto de la necesidad de hacer alianzas para mejorar la calidad de la política. "Si todos vivimos peleándonos unos con otros es más difícil lograr ese bien común, por eso a mí me alegran estos planteamientos de Sebastián", señaló.
En ese contexto, Aylwin aprovechó de hacer un llamado a revivir la política de los acuerdos implementada durante su gestión: "Creo que la política democrática supone competencia entre distintas posiciones, pero todo gobierno tiene que buscar el bien común y el logro del bien común es más fácil si hay acuerdos".
Los dichos de Aylwin fueron valorados por el piñerismo. Rodrigo Hinzpeter -coordinador del traspaso de mando- dijo que "el Presidente Aylwin demuestra una vez más una gran lucidez y grandeza política (…). Para poder alcanzar el desarrollo es imprescindible alcanzar acuerdos transversales y amplios, para lo cual se requiere disposición al diálogo y la negociación".
En la campaña, Piñera encargó a sus asesores indagar el modelo implementado por Aylwin durante la transición a la democracia.
PS cierra la puerta
Pese al férreo respaldo de Aylwin y algunos rostros DC, como los senadores electos Ignacio Walker y Andrés Zaldívar -que se han mostrado abiertos a negociar con la derecha-, el presidente interino del PS, Fulvio Rossi, cerró la puerta a la invitación hecha por el Presidente electo.
"Hablar de gobierno de los acuerdos tiene que ver más bien con una circunstancia política, histórica, que ya se acabó", dijo ayer el senador electo en su debut como timonel socialista.
Rossi agregó que "quisiera recordarle a Sebastián Piñera que no estamos en tiempo de boinazos ni tanquetazos ni ejercicios de enlace. No hay ningún riesgo de regresión autoritaria".
El líder del PS notificó al piñerismo que durante su gestión, el partido tendrá la misión de "transformar al PS como el gran eje articulador de las fuerzas progresistas y opositoras al gobierno de la derecha, porque hemos visto señales que nos preocupan".
Equipo de transición pedirá a contralor dictar clases de administración pública a nuevo gabinete
La última semana de febrero y la primera de marzo y probablemente en el auditorio de RN -con capacidad para 80 personas y con equipamiento tecnológico-, el equipo de transición pretende dictar los cursos de capacitación sobre administración pública a las autoridades nominadas por el Presidente electo, Sebastián Piñera.
El esquema se repetiría en regiones, con el objetivo de que todos los funcionarios de confianza del nuevo gobierno conozcan cómo opera el sistema público y cuáles son las normas legales que los regirán a contar del 11 de marzo.
En este sentido, el equipo compuesto por María Luisa Brahm, Cristián Larroulet y Miguel Flores le solicitará al contralor, Ramiro Mendoza -a quien ya se le pidió una cita para analizar el proceso de instalación-, que colabore personalmente o a través de los expertos que dependen de su institución, en capacitar a quienes se harán cargo del sistema público.
La idea, afirman en el piñerismo, es que Contraloría les explique a las debutantes autoridades qué procedimientos son clave para evitar irregularidades en las reparticiones que tendrán a su cargo.
En términos generales, los cursos se iniciarán con una breve exposición sobre los otros dos poderes del Estado -Legislativo y Judicial- y un capítulo extenso respecto del Poder Ejecutivo, que contiene los principios de la gestión del Estado, las empresas públicas y el control político, administrativo, jurídico y social, además de un largo listado de prohibiciones respecto del uso de información privilegiada, el empleo de dinero, bienes o personal para beneficio propio y el uso del cargo para actividades proselitistas.
PIENSACHILE.COM
Chile: la derrota de la Concertación y el fin de la transición…
Directora de la Corporación Latinobarómetro y de la consultora Mori-Chile.
25 de Enero de 2010
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La Concertación pierde 680 mil votos entre la elección en que obtuvo más votos, que fue la de Eduardo Frei en 1993, y el 17 de Enero del 2010. Al mismo tiempo la derecha gana 463 mil votos respecto del Sí en el Plebiscito de 1988. Ese es el cambio electoral que produce la alternancia en el poder después de veinte años.
La Concertación pierde 363 mil votos respecto de la elección de Michelle Bachelet y la derecha gana 87 mil votos respecto de la primera vuelta de Joaquín Lavín en 1999, que es la elección en que la derecha había obtenido más votos hasta el domingo 17 de Enero del 2010, cuando Piñera gana con 2.582.000 votos, la mayor cantidad de sufragios recibidos por la derecha hasta hoy. La Concertación pierde más votos que los que gana la derecha. Si bien la derecha aumenta su votación, la “ganancia” de votos de la Concertación es limitado. Esto es muy relevante porque implica que el capital de votos disponibles para otros actores es considerable, o eventualmente para la propia derecha en elecciones posteriores.
La derecha fue elegida con Jorge Alessandri con solo el 31% de los votos, así es que esta elección también es una que rompe hitos para la derecha desde ese punto de vista al ser elegida con el 51.6%.
En paralelo, con todos esos records, ésta es la elección presidencial en que han votado válidamente la menor cantidad de chilenos desde 1988 cuando se inicia el nuevo padrón electoral. Votaron apenas 16 mil personas menos (aunque votaron 5 mil personas más que en la primera vuelta) que en la elección de Michelle Bachelet donde ya había un record histórico con la menor cantidad de votos válidos hasta entonces. La diferencia entonces también era pequeña, sin embargo, la tendencia continúa: cada presidente se elige con menos votos.
Este presidente se elige con 3.5 millones, el 29.85% de todos los votantes (12.000.000). Patricio Aylwin fue elegido con 3.8 millones hace veinte años, el 50.9% de todos los votantes de entonces. Es así como hemos ido entrando en la crisis de representación en los 20 años de gobiernos de la Concertación eligiendo al Presidente primero con la mitad y luego con un tercio del electorado. Un país que se ha ocupado del desarrollo, pero no de la política. Sin reforma política, esta tendencia llevará a que una minoría elija al Presidente. En vez de ir aumentando la cantidad de votos que se necesita para ser elegido primer mandatario, va disminuyendo. La política chilena no tiene este tema en la agenda de comunicaciones, ni los partidos se preocupan de ello.
Sin embargo, la candidatura de ME-O refleja esta crisis de representación al menos adentro del segmento del electorado que vota. Afuera de ese segmento no sabemos lo que pasa. Cinco millones de chilenos no votaron en esta elección, del total de doce: 3.8 no están inscritos, y 1.167.000 inscritos se abstuvieron. Es más, 8.4 millones de chilenos no votaron por el nuevo Presidente. ¿Cómo es el mandato de cambio que tiene que hacer este presidente, si la gran mayoría de los votantes se marginan del proceso electoral?
Quizá el mandato de cambio es más fuerte, siendo el primero el cambio de la política para que los ciudadanos se involucren. Quizá el mandato de cambio tiene otras características distintas a las que se cree. En eso consiste la crisis de representación, en no saber a ciencia cierta cual es el mandato.
Hay quienes dicen que esta elección perdió la Concertación, sin embargo es mucho más que eso. La combinación de votos resultante es del todo sorprendente. En primer lugar porque Piñera saca 87 mil votos más que Joaquín Lavin en 1999 y aumenta más de 500 mil votos respecto de la primera vuelta, segundo porque al mismo tiempo Eduardo Frei recupera una cantidad enorme de votos alcanzando más del 48%, cuando todo indicaba que la distancia iba a ser mucho mayor. La imagen de triunfo de Piñera era muy dominante al mismo tiempo que dada la percepción de derrota de Frei, es sorprendente que haya logrado recuperar tantos votos.
Todo lo anterior sucede con un récord de la menor cantidad de votos válidos desde 1988 y un récord de personas que no votaron respecto del electorado total. Un escenario difícil de imaginar.
Pareciera que es efectivo que esta elección la perdió la Concertación, y que le faltó tiempo para alcanzar a Piñera, pero también es efectivo que la derecha ganó claramente votos que nunca habían estado en la derecha. Se podría decir que son pocos, los 87 mil votos más que obtuvo por encima de lo ya obtenido por Lavín, pero sin importar el número, indica que esta elección es el fin de la transición, porque de alguna manera el miedo a la derecha y el cruzar la calle para votar por el otrora adversario, es posible. Más que en número, Piñera muestra que puso fin a la transición. Es difícil que la derecha disminuya ese piso de apoyo que logra en esta elección, lo más probable es que a partir de ella, aumente. Hay mucho de donde aumentar.
La derecha se ganó su luna de miel en que habrá que darle el beneficio de la duda en esta nueva etapa: si acaso será como la vieja derecha que ha conocido la historia o estamos frente a algo inesperado. Puede optar por ser un gobernante como muchos en América Latina, que gobierna para la mayoría, o puede gobernar para una minoría como sospechan tantos que son escépticos de la política. El mayor éxito de un gobierno de derecha sería quitarse el fantasma de ser un conglomerado que trabaja para una minoría. Ahí estaríamos frente a un cambio.
EL MOSTRADOR.CL
Chile: ¿Por qué perdió Eduardo Frei?
Esta explicación de S. Valenzuela, prestigioso sociólogo político, es interesante pero un tanto minimalista, porque no se hace cargo suficientemente de la "calidad" del voto sino sólo de cantidades y circunstancias inmediatas. Por ejemplo, las razones por las cuales mucha gente no se inscribe para votar (más de 3 millones, especialmente jóvenes), o de los que votaron sin ningún entusiasmo o por razones positivas, sino sólo para "parar" a Piñera, o "contra piñera"; o los que desde una cierta izquierda de todos modos votaron nulo o se abstuvieron, para rechazar la alternativa concertacionista por poco creíble; y peor aún, los que ya "despolitizados" en un proceso de varios años en virtud del pragmatismo tecnocrático, clientelista, burocrático y sin perfil programático claramente transformador de la concertación, no vieron diferencias significativas entre ambos candidatos y se "dieron vuelta la chaqueta", etc. Pues bien, todos estos factores más cualitativos o estructurales no se consideran en este ni en la mayoría de los análisis concertacionistas (PS, PPD o DC) de esta derrota… Este es un "temblorcito" electoral según Valenzuela, pero si en realidad lo fue es sólo en el plano cuantitativo, no en su sentido político más profundo ni en sus consecuencias sociales y políticas; en este último sentido, fue sin duda un “terremoto” como lo indica el mismo autor… (E. Aquevedo)
¿Por qué perdió Eduardo Frei?
La elección del 17 de enero fue un terremoto político, sin duda. Pero en términos electorales, apenas alcanza para temblorcito. Si 111.500 de los que votaron válidamente (un 1,61% del total) hubieran preferido a Frei en vez de a Piñera, el senador DC habría ganado por un voto.
por Samuel Valenzuela – 24/01/2010
Entre las cuentas alegres de unos, la decepción y los reproches de otros, no han faltado las respuestas a esta pregunta. Se nos dice que Eduardo Frei perdió, porque la Concertación propició, pero no supo comprender las transformaciones de la sociedad; porque demasiados votos de Marco Enríquez-Ominami se trasvasijaron a Sebastián Piñera; porque la Presidenta Bachelet no prestó suficiente apoyo; porque los presidentes de los partidos concertacionistas fueron rígidos e insensatos, o porque una gran sed de "cambio" embargó al electorado después del "desgaste" de una coalición en el poder por 20 años.
El problema es que estas explicaciones son demasiado grandes, o telúricas, para dar cuenta de lo que sucedió. La elección del 17 de enero fue un terremoto político, sin duda. Pero en términos electorales, apenas alcanza para temblorcito. Si 111.500 de las personas que votaron válidamente (un 1,61% del total) hubieran preferido a Frei en vez de a Piñera, el senador DC habría ganado por un voto.
El electorado chileno es muy constante en su alineamiento con las grandes vertientes políticas que han animado la política nacional desde 1925. Y ahora sabemos que los chilenos se dividen en dos mitades al enfrentar la opción entre un candidato presidencial de centroderecha y uno de centroizquierda. No lo sabíamos antes, porque este tipo de oferta electoral sólo comenzó con la regla del balotaje, aspecto nuevo en el régimen electoral del país.
La victoria de Piñera se produjo en la tercera elección presidencial normal después de recuperada la democracia (las elecciones de 1989 y 1994 no fueron realmente competitivas debido a la transición). Recordemos los resultados finales, en porcentajes, de estas tres elecciones: Lagos 51,31%-Lavín 48,98%; Bachelet 53,5%-Piñera 46,5%, y Piñera 51,6%-Frei 48,39%. ¿Qué gran diferencia hay? La elección del domingo pasado es muy parecida a la de Lagos/Lavín, salvo que esta vez ganó la Coalición por el Cambio. El porqué perdió Frei debe enfocarse, en suma, en tratar de explicar el desplazamiento de un pequeñísimo conjunto de votos.
No todo es constancia en el electorado chileno. Hay quienes oscilan al tener que optar entre dos candidaturas que concitan el apoyo de lados opuestos del espectro político-ideológico. Estas personas son socialmente diversas y su composición depende en parte de las características personales de los candidatos. Pero entre los electores que han preferido a la Concertación, este grupo oscilante está compuesto mayormente de su segmento más conservador por razones ideológicas o religiosas.
En una competencia bipolar, toda campaña de la Concertación tiene que cuidar que este segmento no se vaya hacia el otro lado. La campaña de Frei fue deficiente en este sentido y, ello, más que nada, es la explicación más probable del temblorcito electoral que ocurrió.
¿Y qué de los votos de ME-O? Mirándolos desde la óptica del resultado final, queda claro que muchos de los votantes del diputado eran, desde la primera vuelta, electores de Piñera. Y es por ello que no ganó en diciembre.
¿Tuvo algún efecto ME-O sobre el resultado final? Seguramente muy poco. Pero si él hubiera apoyado claramente desde el 13 de diciembre a Frei, la campaña de la segunda vuelta para la Concertación probablemente hubiera tenido más unidad, más coherencia, más entusiasmo y menos protagonismo desde la izquierda. Y ello posiblemente le hubiera permitido a la Concertación limitar la fuga de su electorado menos comprometido y alineado. No habría existido el temblorcito que generó el terremoto.
La Tercera.com
Puñales
Por Santiago O’Donnell
Es verdad, Chile dio al mundo un ejemplo de transparencia y convivencia política en las elecciones del domingo pasado. Pero cuando se apagaron las cámaras empezó un festival de puñaladas en la espalda entre los líderes de la Concertación. No bien Eduardo Frei había terminado de admitir su derrota, el ex presidente Ricardo Lagos dio inicio a las hostilidades al tomar el micrófono para decir que el pueblo chileno había hablado y había que dar paso a la nueva generación. El discurso no le cayó nada bien a Frei y al eterno presidente del partido socialista, Camilo Escalona, ni a la presidenta Michelle Bachelet, que fue la principal sostenedora de Escalona contra los embates del ex socialista Marco Enríquez-Ominami durante la campaña presidencial. Lagos es el referente del PPD, uno de los partidos chicos de la Concertación, junto con el Partido Radical. Y en las filas del PPD se alistan dos de las principales figuras de la “nueva generación”, la jefa de la campaña Carolina Tohá y el senador Ricardo Lagos Weber, hijo del ex presidente.
Esa noche se sumó a la refriega el presidente del partido demócrata cristiano, Juan Carlos Latorre, el partido de Frei, que culpó por la derrota a su principal socio en la Concertación, el Partido Socialista. Latorre dijo que las candidaturas de los ex socialistas Jorge Arrate por el Partido Comunista y Marco Enríquez-Ominami como independiente, habían dividido el voto de la Concertación en favor del ahora presidente electo Sebastián Piñera, el candidato de la derecha unificada. Como que los socialistas no habían podido contener a sus propios cuadros y disciplinarlos detrás del candidato consensuado por todos los partidos de la Concertación.
La evaluación de Latorre estaba cargada de cinismo. Es cierto, el Partido Socialista no había podido contener a Arrate y a Enríquez-Ominami, justamente por no permitirles presentarse en una elección primaria contra Frei, el candidato demócrata cristiano, para dirimir la candidatura de la Concertación. Y no los dejaron presentarse precisamente para evitar una fractura en la Democracia Cristiana, que venía muy golpeada después de perder dos internas consecutivas contra candidatos socialistas. Si ganaban la interna otra vez los socialistas, el miedo era que la mitad de la Democracia Cristiana se mudara a la coalición de la derecha.
Después saltó a la refriega José Antonio Gómez, ex presidente del Partido Radical, el otro partido chico de la Concertación. Gómez dijo que la culpa la tenían los jefes de la Democracia Cristiana, el socialismo y el PPD porque aceptaron que el candidato se elija a dedo. Los radicales, en cambio, se habían opuesto y habían conseguido una “preprimaria” en la que su candidato había sido fácilmente derrotado. La “autocrítica” de Gómez era no haber luchado lo suficiente por sus ideas. Cuando renunció a la presidencia de su partido en plena campaña de ballottage, con la esperanza de que los demás presidentes lo imitaran para dar paso a la tan reclamada “renovación”, sólo lo siguió Pepe Auth, presidente del PPD. En cambio, los dinosaurios Escalona y Latorre, los de los partidos grandes, los que realmente importaban, se atornillaron a sus sillones y siguieron ahí, como un lastre, durante toda la campaña. Hasta el día de ayer, cuando finalmente renunciaron (a Latorre la DC le rechazó la dimisión)..
A las críticas de Gómez se sumaron las del presidente interino que lo había reemplazado, Fernando Meza, quien le apuntó los cañones directamente a la presidenta Bachelet y su ministro de Economía Andrés Velazco, las figuras políticas con el más alto índice de aprobación de Chile. Según Meza, Bachelet tardó demasiado en alinearse detrás de Frei y Velasco tendría que haberles aumentado el sueldo a los maestros en vez de ahorrar tanto y dejarle a Piñera el aumento servido en bandeja.
Acto seguido el diputado Meza tuvo la delicadeza de pactar un acuerdo parlamentario con la derecha a espaldas de los popes de la Concertación, ganándose el mote de “traidor” de toda la Concertación. El escándalo obligó a Meza a renunciar a su cargo partidario y abortó el acuerdo para rotar la presidencia de la Cámara Baja entre los radicales y los partidos de la coalición de la derecha.
Todos esos reproches y pases de facturas demuestran la dificultad para absorber una derrota que a todas luces fue autoinflingida. Los chilenos estaban más que conformes con las políticas públicas de los gobiernos de la Concertación, con el manejo de la economía. Perdieron porque los cuatro presidentes de los partidos, cuatro iluminados, decidieron elegir el candidato de la Concertación en vez de dejar esa elección en manos de la gente, por temor a que la gente se equivocara. Y se equivocaron ellos porque eligieron un candidato “fome”, como dicen los chilenos, para colmo una figurita repetida. A los chilenos no les gustó el candidato y tampoco la forma en que lo eligieron, y no lo votaron. Encima los excluidos se presentaron por afuera y sus críticas a la Concertación fueron capitalizadas por la derecha en la segunda vuelta. Es cierto lo que dice Atilio Boron que al parecerse tanto Frei a Piñera fue más fácil para los votantes pegar el salto, pero no fue la ideología el causal de la derrota. Es más, los votantes de izquierda, los que más podrían disentir con el perfil socialdemócrata de Frei, fueron sus votantes más fieles. Los que se fueron, liberales, independientes, centristas, lo que sea, se fueron no por ideología sino por desacuerdos con una cultura política que consideran anquilosada y anticuada.
Piñera no tuvo que hacer demasiado, más allá de despegarse del legado de Pinochet, unificar a la tropa detrás de su candidatura, repetir la palabra “cambio” cada vez que abría la boca y hacer la plancha mientras la Concertación se enredaba en sus propias telarañas. Piñera no era un candidato invencible ni mucho menos. Ya había perdido en la elección anterior contra Bachelet por un margen importante. Y encima viene a representar al neoliberalismo en plena crisis del neoliberalismo ante un electorado que venía votando centroizquierda desde que le devolvieron el voto. Su encanto radica en que es el más argentino de los candidatos chilenos. En una sociedad ordenada y estructurada por demás, Piñera es el vivo, el piola, el tipo que se hace millonario con un negocio que no se le ocurrió a nadie, que juega siempre al límite de lo legal, que se come multas por usar información privilegiada en la compraventa de acciones. Un tipo que toda la vida se dedicó a la especulación, tanto política como financiera, y que se vende como emprendedor. Un díscolo, un rebelde entre los políticos de la derecha, que se da el lujo de diferenciarse en temas progre como el matrimonio gay porque es dueño de medio país y tiene plata para armar equipos de campaña y controla medios de comunicación y es el dueño de Colo Colo. Un tipo con algunas cualidades que muchos chilenos admiran, pero al que nadie considera un estadista o una autoridad moral. No lo votaron por sus ideas. Ya intentó meter mano en Codelco, la minera estatal, con una modesta inyección de capital privado, pero se chocó contra una pared. Ya tuvo que prometer que no va a tocar la red social que armó la Concertación. Ya tuvo que reconocer que Bachelet hizo una gestión “excelente” y que él no se va a apartar mucho de esa línea.
Entonces es más difícil digerir la derrota y por eso los puñales están a la orden del día. Todo muy lindo con el traspaso ejemplar. Pero la derrota de la Concertación, cuando tenía todo para ganar, dejó otro mensaje para el mundo y sobre todo para sus vecinos.
Porque el problema no estuvo en la ideología, ni en la economía, ni en la gestión.
Parafraseando a Bill Clinton: es la participación, estúpido.
PAGINA/12
Elecciones en Chile: el continuismo neoliberal, una causa de la derrota concertacionista…
Elecciones en Chile: el original y la copia
Por Atilio A. Boron *
Para la Concertación el triunfo de la derecha (en realidad, de su variante más virulenta: la pinochetista) en las elecciones presidenciales chilenas podría considerarse como un ejemplo más de una “crónica de una muerte anunciada”. La progresiva asimilación del legado ideológico de la dictadura militar por los principales cuadros de la alianza democristiana-socialista hizo que la diferenciación entre la Concertación y los herederos políticos del régimen militar, Renovación Nacional (su ala “moderada”, si es que un “pinochetismo moderado” puede ser otra cosa que un oxímoron) y la Unión Demócrata Independiente, sus batallones más cavernícolas, fuera desvaneciéndose hasta tornarse imperceptibles para el electorado. Fernando Henrique Cardoso gustaba repetirles a sus alumnos que “a la larga, los pueblos siempre van a preferir el original a la copia”. Y tenía razón. En este caso, el original era el pinochetismo y su heredero: Sebastián Piñera; la Concertación y su inverosímil candidato, la copia.
¿Constituye esto una injusta exageración? Para nada. Oigamos lo que decía Alejandro Foxley, uno de los prohombres de la Concertación y ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Michelle Bachelet entre el 2006 y el 2009: “Pinochet … tuvo el mérito de anticiparse al proceso de globalización… Hay que reconocer su capacidad visionaria (para) abrir la economía al mundo, descentralizar, desregular. Además, … terminó cambiando el modo de vida de todos los chilenos para bien, no para mal”. Con dirigencias “progresistas” que sostenían un discurso como éste (que muchos compartían si bien pocos se atrevían a manifestar con tanto descaro), ¿podía la Concertación ser creíble como una alternativa superadora del pinochetismo?
El triunfo de la derecha gravitará y mucho en el escenario sudamericano. Las cosas se pondrán más difíciles para los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba; la ampliación del Mercosur con la plena incorporación de Venezuela sufrirá renovados tropiezos, y con Piñera el bloque derechista controla, con la honrosa excepción del Ecuador, todo el flanco del Pacífico latinoamericano. Además, el “efecto demostración” del desenlace electoral chileno podría llegar a ejercer un negativo influjo sobre las elecciones presidenciales de octubre del 2010 en Brasil y las que tendrán lugar el año siguiente en la Argentina. Por otra parte, la belicista contraofensiva imperial de Estados Unidos (Cuarta Flota, bases militares en Colombia, golpe en Honduras, reconocimiento de las fraudulentas elecciones de ese país, etcétera) contará a partir de marzo con un nuevo aliado, liberado de cualquier compromiso, aunque sea retórico, con el proyecto emancipatorio latinoamericano. Hay que recordar que aun bajo los gobiernos “progres” de la Concertación el papel que éstos desempeñaron fue siempre el de un operador privilegiado de Washington en América del Sur. En la Cumbre de Mar del Plata que culminó con el naufragio del ALCA las voces cantantes a favor de ese acuerdo fueron las de Ricardo Lagos y Vicente Fox, bajo la complacida mirada de George W. Bush. Ahora esa tendencia “aislacionista” –y, en el fondo, antilatinoamericana– se acentuará aún más, revirtiendo una profunda vocación latinoamericana que Chile supo tener y que bajo la presidencia de Salvador Allende llegó a su apogeo. Pero ese país ha cambiado, “para bien” como lo recordaba el ex canciller de la Concertación.
Por eso los necesarios procesos de integración supranacional actualmente en marcha en América latina –desde el Mercosur hasta la Unasur, pasando por el Banco del Sur y otras iniciativas semejantes– no habrán de cobrar nuevos bríos con Piñera en La Moneda. Con Frei las cosas no habrían sido muy diferentes, pero al menos éste tenía un vago compromiso con el electorado que en el caso de su contendor no existe. Lo que hay detrás de Piñera, en cambio, es la rabiosa gritería de sus partidarios celebrando la victoria de su candidato con imágenes y bustos de Pinochet y cánticos exhortando a acabar con los “comunistas” infiltrados en el gobierno de la Concertación. La década no podía haber comenzado peor. Más que nunca en tiempos como éstos adquiere vigencia aquel sabio consejo de Gramsci: “Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”.
Página/12
¿Resucitará la Concertación tras la derrota?
Las recetas que se barajan para resucitar a la Concertación tras la derrota
Pedro Ramírez y Francisca Skoknic, CIPER | 18 de Enero de 2010
Aunque recién comienza a digerirse la derrota en el oficialismo, el debate para salvar a la coalición que gobernó 20 años ya toma fuerza. Sus figuras históricas se aferran al libreto de la unidad para impedir fugas y hacer un tránsito ordenado a la trinchera opositora. Pero ya circulan otras tesis que ponen en peligro la supervivencia del pacto con la Democracia Cristiana. El giro más radical lo propone el senador Girardi, quien incluso ya ha sondeado a Marco Enríquez para su proyecto. Todos aseguran haber escuchado la voz de los electores, pero está claro que no todos la escucharon de la misma forma. El dramático desalojo de La Moneda augura tiempos de duras discusiones sobre la refundación de la Concertación. Y hay quienes creen que no sobrevivirá.
“Esto es sólo un alto en el camino”. Apenas habían transcurrido 35 minutos desde la lectura del primer cómputo de la segunda vuelta y con esa frase Eduardo Frei, al tiempo que reconocía públicamente su derrota, intentaba aminorar el feroz golpe que el electorado había asestado a la Concertación y que ya había congelado las sonrisas en su comando. El silencio en el que se escuchó su mensaje al país, aumentó el tono fúnebre de la escena, pues permitió percibir con nitidez desde los salones del Hotel Plaza San Francisco los bocinazos y gritos de la fiesta piñerista que ya comenzaba a desbordar la Alameda. La derecha, después de 51 años, volvía al poder por la vía de las urnas.
En su breve discurso, Frei no tuvo explicación para los más de 222 mil votos que lo separaron del hombre que se terciará la banda presidencial el 11 de marzo: “Mañana será el momento de analizar lo ocurrido y ver las causas de este resultado, pero hoy quiero mandar un mensaje a las fuerzas de centroizquierda: hay que mantener la unidad y seguir sosteniendo las banderas de la libertad y la justicia social”.
Al reconocer la victoria de su oponente, Frei fue mucho más allá de los tradicionales buenos deseos para la gestión del triunfador. Fijó la pauta de una retirada en que lo primordial es el orden y la unidad y abrió los fuegos del debate que la Concertación está obligada a iniciar en busca de fórmulas que le permitan no sólo sobrevivir, sino también reencontrarse con los ciudadanos que la castigaron. Una discusión que ayer dramáticamente se abrió paso a gritos en el comando, cuando los presidentes de los partidos intentaron hacer una declaración, pero debieron bajar del escenario para permitir que fuera Frei quien hablara primero. Los gritos de un par de asistentes que les enrostraron con dureza la forma en que han conducido a la coalición fue el anuncio de lo que viene.
El debate ya está en marcha. Y aunque todos saben que cada partido deberá asumir los costos de la crisis, lo principal que está en juego es la forma que adoptará la coalición que ya muchos dan por superada. Estructurar una alianza que se declare abiertamente progresista es la postura más controvertida, planteada por un grupo del PPD. Aunque nadie discutió durante la campaña el sello del progresismo, hoy desde el PS y la DC se advierte que adoptar esa definición tendría como efecto empujar a la Democracia Cristiana hacia la derecha.
Frente al desafío que plantea para la Concertación el movimiento en formación de Marco Enríquez Ominami, las opiniones difieren. Los únicos que plantean que desde ahora hay que explorar la forma de incorporarlos, están en el mismo grupo del PPD ya citado. Para el resto, hay coincidencia en que ese movimiento ya no está en la Concertación y que habrá que esperar si logra consolidarse. Pero nadie descarta que en el nuevo escenario en que se instalarán a partir de marzo, desde la oposición, habrá temas comunes en los que podrán sumar fuerzas.
En lo que también hay coincidencia es en la magnitud de la crisis. El abogado Juan Pablo Hermosilla, uno de los voceros de Océanos Azules, el grupo independiente que aportó al programa de Frei, es uno de los que se atreve a señalar que la sobrevivencia de la Concertación no está asegurada. Un peligro latente que gatilló el discurso que hizo Ricardo Lagos después de Frei y que no estaba en el libreto.
REFUNDACIÓN
Poco después de la intervención de Frei, sorpresivamente el ex presidente Ricardo Lagos tomó el micrófono y asumió la derrota. “El pueblo habló”, afirmó. Y su mensaje no dejó dudas respecto de que la renovación de la coalición y sus dirigentes es inevitable y urgente:
-Nos vamos con la frente en alto, escuchando lo que nos han dicho los chilenos, escuchando un reclamo hacia las prácticas políticas que a ratos entre nosotros hemos practicado (…). Termina una etapa histórica y una nueva generación de chilenos jóvenes toma el bastón y la posta de mando. A ellos, en la coalición de centroizquierda, les deseo el mejor de los éxitos. Seamos generosos, abramos paso a las nuevas generaciones.
Lagos no mencionó la palabra refundación. Pero el senador Guido Girardi (PPD) sí asume que el debate sobre el futuro de la Concertación debe adquirir ribetes de “refundación” y espera que no se agote en un cambio “etario”. Y adelanta una definición estratégica:
-No me interesa participar en una coalición que no se defina como progresista. Para mí no tiene sentido ser parte de una coalición que no se diferencia de la derecha y administró el gobierno con un neoliberalismo moderado y existencialista. La Concertación, como la conocimos, llegó a su fin en la elección del 13 de diciembre. Y ahora hay que superarla, generando una coalición más amplia y progresista.
La propuesta de cambio que hace el senador PPD es la más radical que se escucha en las filas concertacionistas. Todo indica que tendrá un aterrizaje polémico en la coalición. Sobre todo cuando el discurso oficial de sus líderes apunta a mantener el orden y la unidad en el tránsito a la trinchera opositora y la tesis de Girardi, que tensiona a algunos sectores DC, hace más ruido en el frente interno del que la mayoría de los dirigentes concertacionistas considera aconsejable en la derrota.
Girardi confirmó a CIPER que ha conversado su plan con personeros de otros partidos, como Gonzalo Martner (PS) y José Antonio Gómez (PRSD). También con Marco Enríquez Ominami y su padre, Carlos Ominami, en quienes –asegura- encontró acogida. Porque el traje 2010 que Girardi quiere diseñar para la Concertación incluye el retorno de los hijos pródigos meístas y crear un espacio a organizaciones gremiales y ciudadanas:
-Estoy pensando en algo como lo que fue la Asamblea de la Civilidad, porque la Concertación debe ser superada por una coalición mucho más amplia, que incluya movimientos ciudadanos, animalistas, bloggeros, redes de consumidores, científicos, artistas, ecologistas. Ya no me interesa ser parte de una coalición que no es más que la suma de cuatro partidos con intereses superados por los ciudadanos.
NO EMPUJEN A LA DC
El entusiasmo que destila Girardi se convierte en cautela entre otros personeros oficialistas. El hasta hace un par de semanas presidente del PPD y ahora diputado electo, Pepe Auth, pone paños fríos:
– La Concertación ha sido una coalición exitosa durante 20 años. Y si bien todos estamos conscientes de que se deben hacer ajustes a las formas de hacer política, debemos ser cuidadosos de no correr a hacer definiciones que alteren su composición de centroizquierda. Una definición puramente progresista puede empujar a la DC hacia la derecha. Y estoy convencido de que quien se quede con el centro tiene más seguridad de contar con la mayoría electoral.
La apuesta de Auth, dicen otros personeros del PPD, es respaldada por las dos figuras mejor evaluadas del partido tras la campaña: Carolina Tohá y Ricardo Lagos Weber. De hecho, Auth todavía no tiene decidido si volverá a competir por el timón de la colectividad, pero ha reconocido a sus cercanos que, de no hacerlo, promoverá a Tohá. La ex ministra y ex diputada incluso ya suena como posible carta presidencial del PPD para el 2014. Este escenario interno con figuras emergentes incomoda a Girardi, quien hasta ahora ostenta el manejo del partido, especialmente de su Consejo General. Por lo mismo, no resulta extraño que el senador quiera llevar las definiciones sobre el futuro de la Concertación a ese consejo:
– Estoy dispuesto a llevar esta discusión al partido y no creo que Carolina Tohá y Ricardo Lagos Weber se opongan. Como Concertación hemos abdicado de representar los intereses ciudadanos frente al poder económico. Creo que la mayor parte de la DC comparte estas ideas. ¿Por qué esto va a interpretarse como una agresión a la DC?
La respuesta se la da el diputado DC Jorge Burgos:
– Este apresuramiento sobre definiciones progresistas no es bueno. La Concertación ha hecho ajustes en distintos momentos y hemos sabido leer muy bien lo que quiere la ciudadanía. Creo que podemos volver a hacerlo. Y debemos hacerlo sin perder de vista que esta coalición es exitosa precisamente porque altera los tres tercios políticos históricos y le da gobernabilidad al país con ideas que representan más democracia y justicia social.
Una respuesta similar es la que formula uno de los hombres fuertes de la DC, Gutenberg Martínez. El integrante del comité estratégico de Frei, indica que la unidad de la centroizquierda no está en riesgo y que ya hay un acuerdo de los partidos para mantener ese eje: “Creo que las autocríticas que tengan que ejercerse en cada uno de nuestros conglomerados no van a afectar eso, que es lo central”. Para Martínez, la tarea más importante es ordenar a la coalición para que pase a jugar el rol de oposición sin traumas:
-Somos una fuerza con mucha capacidad para ejercer esa oposición. Tenemos la mitad de la Cámara, la mayoría en el Senado, la mitad de los municipios y gobiernos regionales. Nuestros partidos son fuertes, tienen ideología.
Ernesto Ottone, miembro del equipo estratégico de Frei y el principal asesor del ex presidente Ricardo Lagos, también pone el acento en que la renovación de la multipartidaria estará acotada por su nuevo rol:
– La Concertación se va a tener que refundar desde la oposición. Eso significa ideas, generaciones y prácticas políticas nuevas para romper con esta dicotomía entre una Concertación capaz de dar buen gobierno, pero teniendo una coalición de partidos que no ha sido capaz de darle confianza a Chile. Hay que terminar con esa brecha.
VACÍO DE PODER
Tras el receso político marcado por las fiestas de fin de año, se sucedieron reuniones entre personeros emblemáticos de la Concertación que anticipándose a la derrota y a la crisis intentan asegurar que el proceso de cambios que requiere la coalición no sea traumático. En torno a Ricardo Lagos, Ricardo Núñez, Enrique Correa y Gutenberg Martínez se congregaron algunas figuras que participaron del origen de la coalición y que hoy quieren asegurar su supervivencia. Si ante la derrota prima la crítica autoflagelante, el cobro de cuentas y la propagación de una tesis refundacional extrema, ese objetivo está en riesgo.
– Este lunes 18 el comando será historia y la política volverá a los partidos. Las mesas deberán organizar un repliegue sin montoneras ni llanterío, que son antesala de los cuchillos largos. Históricamente, el PS es el partido que le da garantías a la DC de que se mantendrán los equilibrios. El problema es que la mesa del PS está en el suelo. Ese vacío de poder es lo que inquieta a Ricardo Lagos -indica un miembro de la Comisión Política del PS.
En privado, algunos dirigentes socialistas reconocen que esta es la situación más delicada por la que ha atravesado el partido desde la dictadura y que no se puede poner en riesgo el matrimonio con la DC. En los últimos 20 años el socialismo ha rondado el 11% como fuerza electoral integrando una coalición fuerte. Si esa alianza se deteriora o extingue, el nicho electoral del partido decaerá. El fantasma de una declinación al estilo de la que vivió el Partido Radical acecha al PS, más ahora que MEO pretende inscribir una colectividad que será competencia directa del eje PS-PPD.
En algunos círculos socialistas se ha barajado convocar a una comisión de ex presidentes del PS que “asesore a la mesa directiva” hasta las elecciones internas de abril. En los hechos, sería una muleta para el apaleado timonel socialista, Camilo Escalona. La idea es que este grupo oriente la discusión sobre los cambios en el partido y la Concertación a la luz de los desastrosos resultados electorales. Ahí participarían Ricardo Núñez, Gonzalo Martner y Germán Correa. Incluso, algunos creen que puede invitarse a Jorge Arrate, también ex timonel, bajo la premisa de escuchar de primera mano sus críticas.
El diputado socialista Marcelo Díaz estima que su partido enfrentará fuertes presiones desde el “Juntos Podemos” y el meísmo, por lo que debe prepararse para evitar el éxodo de sus militantes y electores:
– El PS enfrenta una nueva realidad. El 11 de marzo van a jurar tres diputados comunistas. Marco Enríquez y alguna gente de la Concertación están tratando de construir una suerte de federación progresista. El PS tiene que afirmar su identidad de izquierda progresista y moderna, y a partir de ahí buscar entendimientos con estas fuerzas emergentes, pero también con el centro.
Para el joven dirigente socialista, quien desliza una dura crítica a la conducción de Camilo Escalona, hay formas de evitar una “fuga” masiva de su partido: “Espero que restauremos un clima de fraternidad y deliberación democrática. Si se hacen ajustes profundos en la dinámica interna para dar espacio a la deliberación, a la decisión colectiva y no a un grupo que secuestra la democracia interna, es posible contener migraciones de ese tipo”.
En las distintas tendencias del PS hay consenso en que la tarea más urgente es darle conducción al partido. Y, en segundo término, cautelar la unidad con la DC. Esto, porque apuestan a que los problemas no sólo surgirán por la definición progresista que Girardi exigirá desde el PPD. Los socialistas piensan que los golpes más duros vendrán de La Moneda, pues creen que Piñera lanzará un “ofertón” de proyectos legislativos y políticas públicas tendiente a capturar el apoyo del ala DC más conservadora.
– Yo me voy a jugar a concho por mantener esta coalición. Creo que el ofertón que eventualmente lance Piñera puede resultar más atractivo para otros sectores neopopulistas que hay en la Concertación y no para la DC -apunta el diputado Burgos.
El senador electo Ignacio Walker, a quien distintos sectores identifican como uno de los personeros DC que podría verse tentado a tender puentes hacia la derecha, es una voz que en el PS y PPD quieren escuchar. Pero Walker exhibe sus credenciales concertacionistas:
– La DC seguirá fiel a esta coalición de centroizquierda. Yo, en lo personal, descarto un acercamiento a la derecha. En la DC tenemos la certeza de que de esta matriz han surgido y seguirán surgiendo las reformas que harán un país con más democracia y justicia social. Pero me parece un error lanzar ahora la tesis del polo progresista porque es como que hubiese un polo conservador de la Concertación.
Una de las figuras emergentes de la DC, el alcalde de Maipú Alberto Undurraga, también descarta una “fuga” de su sector hacia la derecha:
– Los ideales de centroizquierda están vigentes: mayor justicia social que se exprese en un país más igualitario (…). La única forma de evitar fugas es trabajar sobre cuáles son nuestras ideas para el futuro y que la Concertación sea un conglomerado que defienda estas ideas como una oposición constructiva, pero férrea frente a proyectos que tiendan a retroceder en lo que hemos hecho.
FORMA Y FONDO
El ex ministro del trabajo y diputado electo Osvaldo Andrade está consciente de los problemas de conducción de su partido y tiene tomada la decisión de postular a la presidencia del PS. Andrade es de los que se oponen a que la Concertación se declare progresista y apunta a no arriesgar el vínculo con la DC:
– Yo no soy progresista, soy de izquierda. Si alguien quiere incorporar a la alianza los temas de los ecologistas, me parece bien. Pero debe quedar claro que ellos quieren resolver problemas sociales de “segunda generación”, cuando en Chile aún tenemos problemas de primerísima generación. Y es la alianza de centro e izquierda, no una alianza progresista, la que me da la posibilidad de ser gobierno para resolver esos problemas. La sociedad con la DC me da la oportunidad de hacer la reforma laboral, la reforma tributaria, la reforma constitucional. El PS no a va perder esa oportunidad histórica.
El senador Girardi responde que muchas iniciativas referidas a los problemas de primera generación han sido abortadas desde el gobierno:
-Cuando discutimos la reforma previsional, no se tocó la estructura de las AFP’s ni se aceptó vincular el cobro de comisión a los resultados de la gestión. Propusimos un mínimo: crear una AFP estatal. El ministro Velasco se comprometió con ese proyecto, pero hizo lo posible para abortarlo. Propusimos la protección del agua como bien nacional de uso público, pero Velasco se opuso. Velasco ahora se jugó para que las concesiones de borde costero para las salmoneras sean hipotecables, es decir que los bancos puedan rematarlas. Eso es una privatización encubierta. Tenemos que sincerarnos. ¿Es esta realmente una coalición de centroizquierda? Entonces, que no actúe con el libreto de la derecha.
Pepe Auth estima que el castigo electoral que sufrió la Concertación tiene dos componentes y que la tesis de Girardi sólo da cuenta de uno. El primero, dice, es un voto de protesta más politizado, que le cobra a la Concertación porque no ha cumplido a cabalidad en temas como la reforma laboral y materias ambientales:
-Pero hay también un voto de protesta, a mi juicio más extendido, de ciudadanos menos politizados que reaccionan contra las formas de hacer política, que acusan nepotismo, cuoteo y mal uso de recursos públicos. Responderles con una definición más o menos progresista está dentro de los códigos políticos que esos ciudadanos no valoran.
Quien tiene propuestas en este ámbito es Ignacio Walker: “Los cambios deben darse en dos áreas relacionadas con las formas de hacer política: Más democracia y más transparencia. Más democracia con el compromiso de escoger mediante primarias a todos los candidatos a cargos de elección popular. Más transparencia con el compromiso de mostrar a la ciudadanía el detalle del financiamiento de los partidos y de la política en general”.
Andrade concuerda: “Si seguimos de espaldas a la gente que anda de a pie en la calle, MEO ya no va a ser un numerito, va a ser una posibilidad real de gobierno. Él o cualquiera que tome esas banderas”.
¿NUEVOS SOCIOS?
La definición a la que Girardi quiere llevar al PPD incluye refundar la coalición y abrir espacios en ella a los sectores que apoyaron a MEO, así como a organizaciones ciudadanas:
– En el PPD estamos desde 1994 en temas como el condón, matrimonio homosexual y economía sustentable, pero han sido ahogados en la Concertación. Ahora los tomó MEO y sacó un 20%. Gran parte del PPD entiende que hay que reconstruir la red ciudadana que le dio vida a la Concertación en los años 80. Lo he discutido con MEO. La Concertación puede ampliarse como coalición hacia el sector de MEO y recomponer su mayoría electoral, pero por sobre todo recomponer la sintonía con los ciudadanos.
Esta apertura hacia el meísmo y las organizaciones ciudadanas es mirada con cautela en el resto de la coalición:
– Me parece que la Concertación debe seguir siendo un bloque de cuatro partidos, con una correlación de tres a uno: tres partidos de centroizquierda y uno de centro. Eso le da garantías al centro. Agregar un cuarto actor progresista inclina mucho la balanza. Pienso que la alianza debe seguir como está, sin perjuicio de actuar con MEO o el PC en temas de interés mutuo -sostiene Auth.
En el PS aseguran que correr a firmar una sociedad con MEO es un error, porque es el ex diputado socialista el que necesita a la Concertación y no al revés. Si el ex candidato presidencial le hizo un guiño al oficialismo al anunciar que votaría por Frei, a sabiendas de que un sector de sus electores se desencantaría, es porque requiere acuerdos con la Concertación, que cuenta con las bancadas parlamentarias, alcaldes y representantes en los gobiernos regionales, que él no tiene.
El diputado PPD Jorge Insunza apuesta a fortalecer liderazgos jóvenes dentro de la misma Concertación, pero cree que debe abrirse el debate a organizaciones que expresen intereses ciudadanos:
– Mi percepción es que emergen liderazgos como el de Carolina Tohá, Lagos Weber y otros, que van a privilegiar un proyecto de centroizquierda que incluya a la DC. Creo que la tentación de Marco va a ir pasando paulatinamente. Una cosa es el diálogo con él y recoger esa fuerza progresista que representó, pero no lo veo aún como proyecto. Imagino algo más parecido a lo que fue la Concertación en sus comienzos. Hoy la Concertación, entendida como cuatro partidos, está cerrando el ciclo. Creo que lo que viene es una coalición mucho más diversa y volviendo a tener expresiones ciudadanas.
En la vereda de la DC la negativa a incorporar nuevos actores a la Concertación suena rotunda:
– No nos parece que deba modificarse la alianza para incluir a nuevos sectores. Podemos tener a futuro coincidencias en temas puntuales y legislar con ellos. En el pasado hemos legislado con sectores de derecha sin dramas. Esos puntos de encuentro, hacia la izquierda o la derecha, los hemos tenido antes y eso no desvirtuó a la coalición -señala Burgos.
Para Ignacio Walker es inadmisible la inclusión de organizaciones ciudadanas: “La Concertación es un pacto de partidos políticos y no me parece que se puedan incorporar organizaciones gremiales o ciudadanas”. Otra cosa, dice, es que la coalición escuche a estas entidades e incluya sus demandas en su programa.
Pero Insunza cree fue esa mayor apertura la que permitió a Frei sumar 18 puntos entre la primera y la segunda vuelta: “Es un hecho que la campaña tomó un nuevo brío y que la segunda vuelta tuvo mucho de eso. Fuimos capaces de generar más apertura, inclusión, un diálogo más real y eso es lo que nos llevó a este 48%. La Concertación tal como está no puede seguir”.
Desde fuera de la Concertación, el abogado Juan Pablo Hermosilla, uno de los líderes visibles de Oceános Azules, afirma que su organización es un “movimiento social” y no le interesa entrar en el debate como una fuerza política. Pero su mirada sobre el futuro de la coalición es mucho más drástica:
– No sé si la Concertación se rearma o no. Nosotros tenemos una aspiración más modesta. Estamos tratando de renovar la política en sus estilos, escuchando a la gente, acercando a la política a la ciudadanía. Tenemos nuestra agenda y lo anticipamos ya hace unos meses: triunfando o perdiendo vamos a seguir con ella. Sobre todo trabajando propuestas progresistas concretas.
Hermosilla tiene dudas de que la Concertación sobreviva, pero aún si lo hace, ellos seguirán con su agenda paralela, “conversando, convocando a todos quienes quieran debatir desde la ciudadanía y no desde la cúpula”.
Que la Concertación murió es una frase que se reitera en varios círculos oficialistas. El diputado del PS Marcelo Díaz lo proclamó en la tarde del domingo 17, cuando la derrota ya era un hecho. Pero al igual que otros dirigentes, el parlamentario está convencido de que la coalición puede resucitar y uno de los factores para conseguirlo es tomar en cuenta las opiniones de las organizaciones ciudadanas:
– Tenemos que abrir la coalición a nuevos actores políticos y ciudadanos, de manera que la Concertación no sea solamente la suma de cuatro partidos, sino también la expresión de una mayoría de ciudadanos que no está en los partidos pero que se organiza para defender temas públicos. Sigo creyendo que para que haya gobiernos de mayorías, la izquierda y el centro tienen que ser socios estratégicos, pero quedó demostrado que ya no basta.
Miembros de la Comisión Política del PS han barajado la posibilidad de que su partido proponga al resto de la Concertación formalizar un proceso de debate sobre el aggiornamento de la multipartidaria: “Lo ideal es que sea participativo y que culmine en un evento público y notorio, como una convención, donde se adopten compromisos de transparencia en la forma de hacer política”, dice uno de ellos.
El ex ministro Andrade cree que, más que una “refundación”, lo que requiere la coalición es comparable a la actualización de un contrato: “Los contratos son bilaterales. Si quiero que sea sólo beneficioso para mí, me quedo sin socios. Todos tenemos que renunciar un poco”. Y considera que el piso mínimo de esta actualización es “recuperar lo que fue el origen de la alianza: profundizar la democracia, pero ahora no sólo en el país, sino en los partidos; más protección social y más equidad”.
-La Concertación -asegura Andrade- cambió el 13 de diciembre cuando se supo que Frei no pasaba del 30%. Lo que queda es formalizar la actualización del contrato, sí o sí. Y tiene que hacerse mirando la foto del pacto parlamentario, que tenía desde Guillermo Tellier (PC) hasta Ximena Rincón (DC). No quiere decir que el PC entre a la alianza, pero sí que consideremos su eventual apoyo. Y también de Marco Enríquez. Pero la actualización debe hacerse entendiendo que la DC es uno de los socios que firma. Si al final del proceso nos quedamos sin el centro, sólo nos quedaría aspirar a ser el mejor tercio político y en embarradas como esa el PS ya tiene experiencia.
Piñera y Frei pelean voto a voto contrarreloj…
El candidato favorito de la derecha no llega tan favorito al ballottage. Su rival oficialista tuvo unos muy buenos tres últimos días antes de la veda. Ganó el debate y recibió el apoyo del independiente Marco Enríquez-Ominami.
Desde Santiago
A tres días de las elecciones en Chile la campaña se puso buena. Eduardo Frei, el candidato de la gobernante Concertación de centroizquierda pelea voto por voto con Sebastián Piñera de la Alianza de centroderecha. Los números duros siguen estando con Piñera, pero la tendencia favorece a Frei. Puede ganar cualquiera.
Según la última encuesta de Mori-Chile, Piñera aventaja a su rival por 1,9 punto porcentual. O sea, para ganar Frei debe sumar unos 140 mil votos de electores que hasta hace tres días se inclinaban por Piñera, o pensaban anular su voto, o no pensaban votar. Contrarreloj, porque hoy empieza la veda electoral. No es poco, ni siquiera para un padrón de siete millones.
Pero pasó lo que tenía que pasar para que las cosas se emparejen: Frei tuvo unos muy buenos tres días entre el lunes y ayer. Ganó el último debate y recibió el apoyo formal del candidato independiente Marco Enríquez-Ominami. A eso hay que sumarle la publicación de la encuesta de Mori, que muestra un repunte importante en su intención de voto.
Mientras tanto, Piñera siguió haciendo la plancha. Aunque el candidato de la Alianza se mostró confiado, incansable y siempre sonriente en campaña, fue mezquino a la hora de innovar y terminó cautivo de la agenda de la Concertación, que martilló incansablemente con el fantasma del pinochetismo.
Piñera se enredó solito con el tema la semana pasada, la peor de su campaña, cuando primero dijo que no tendría ex funcionarios de Pinochet en su gobierno, después dijo que “no es pecado” haber trabajado con el general, después dijo que no tenía pensado incorporar pinochetistas pero no lo descartaba. y después, en el debate, volvió a decir que no lo haría, montado en una dura autocrítica del silencio de su espacio político ante las violaciones de derechos humanos de la dictadura. Sus vacilaciones y contradicciones en este tema crucial confundieron al electorado independiente y pusieron en riesgo el apoyo de los 700.000 votantes con los que aún cuenta el pinochetimo duro, muchos de los cuales podrían quedarse en sus casas y no votar si se sintieron ofendidos. Piñera precisa cada uno de esos votos.
El problema de Frei pasa por otro lado. Necesita una afluencia masiva a las urnas para revertir la diferencia y que no se dispare el porcentaje de votos anulados, que rondaría en el siete por ciento. Se trata de un voto duro, ideológico, antipinochetista, que se fuga por izquierda. “Son personas que sienten que el país avanza más rápido que ellos, que muchos se enriquecen mientras ellos siguen igual”, explica Marta Lagos, directora ejecutiva de Mori-Chile.
Ante este dilema la Concertación optó por relegar la opaca figura de su candidato a un segundo plano para que la popularísima presidenta en ejercicio, Michelle Bachelet, con niveles de aprobación por encima del 80 por ciento, lleve el peso de la campaña. También ocuparon un lugar protagónico la jefa de campaña Carolina Tohá y el vocero de la misma, Claudio Orrego, las figuras jóvenes encargadas de infundir los aires de renovación que tanto reclaman los votantes independientes que decidirán esta elección. La estrategia parece estar dando resultados. El carisma podrá ser intransferible, pero una política astuta en la cresta de la ola puede hacer maravillas para un candidato disciplinado que sabe jugar el papel que le toca.
En la primera vuelta del 17 de diciembre, hace apenas tres semanas y media, Piñera había sacado una ventaja de catorce puntos que a primera vista parecía casi irremontable.
Pero la diferencia se achicó mucho cuando se realinearon para el ballottage las terceras fuerzas que habían sumado casi un tercio del voto en la primera vuelta. Como viene sucediendo desde el retorno de la democracia en 1990, el realineamiento se dio alrededor del eje histórico que determinó el sistema político actual, esto a grandes rasgos, los que habían votado el No es el plebiscito por la continuidad de Pinochet de 1988 se alinearon con el candidato de la Concertación y los que habían votado por el SI en ese plebiscito se inclinaron por el candidato de la derecha.
Según Lagos, de Mori-Chile, el clivaje que marcó la actuación de Pinochet sigue siendo determinante por más que hayan pasado veinte años desde el fin de la dictadura y Piñera haya votado NO en el ’88. La encuesta de Mori indica que apoyan a Frei casi la totalidad de los votos del candidato comunista Jorge Arrate, que sacó el siete por ciento en la primera vuelta. Los votantes del ex socialista Marco Enríquez-Ominami, que sacó el 20 por ciento la primera vuelta, se divide de la siguiente manera: el 44 por ciento apoya a Frei, el 20 a Piñera y el resto no vota o anula.
Entonces esa ventaja aparente de catorce puntos al final de la primera vuelta se convirtió en una ventaja real de cinco puntos al comenzar la campaña del ballottage.
La ventaja de Piñera ya no era holgada pero seguía siendo importante y era la primera vez que la Alianza llegaba como favorita a la segunda vuelta. En el comando de Frei reinaba la confusión.
Al borde de la desesperación, Frei arrancó la campaña para el ballottage haciendo mea culpas y reclamando gestos de grandeza a los principales impulsores de su candidatura. Pero los jefes de los grandes partidos se negaron a dar un paso al costado para dar comienzo a la refundación del espacio político que reclamaba Enríquez Ominami y que prometía el propio Frei.
Mientras tanto Piñera seguía sonriendo y diciendo que él era el cambio y que el cambio está por venir, sin profundizar demasiado, mientras se hacía fotografiar con dirigentes de medio pelo que habían apoyado a de Enríquez Ominami en la primera vuelta y que ahora estaban con él.
Entonces Bachelet se lanzó de lleno a la campaña. Primero impulsó una agenda legislativa de urgencia con la mayor cantidad posible de leyes que promovió Enríquez Ominami durante su campaña. Mandó al Congreso un proyecto de ley federal de aguas para nacionalizar el uso de recursos, otro de reforma política para la inscripción obligatoria de nuevos votantes y la instrumentación del voto voluntario, ley educativa para reforzar el sistema público, creación del Ministerio de Medio Ambiente.
A eso le sumó la inauguración del Museo de la Memoria junto al candidato y los demás ex presidentes de la Concertación la semana pasada, como para que nadie se olvide de Pinochet, y declaraciones políticas que fueron in crescendo hasta culminar ayer con la proclamación de Frei como su heredero (ver nota aparte).
Aunque los candidatos hablan todo el tiempo de salud, seguridad y educación, las encuestas señalan que no son los temas de políticas públicas los que más interesan al electorado, sino más bien los de política pura: la herencia del pinochetismo, la vigencia o no de la Concertación, la conveniencia de mezclar negocios con política.
Según la directora ejecutiva de Mori-Chile, que dio una extensa entrevista en el canal estatal, los electores reconocen que Frei se ubica a la izquierda del millonario empresario Piñera, pero cuando se mide la variable liberal-conservador, las diferencias se diluyen. Esto explicaría la dureza del voto nulo y el escepticismo de aquellos que votaban por la Concertación pero el domingo podrían quedarse en sus lugares de vacaciones en vez de ir a votar. Si Frei y Bachelet no consiguen hacer cambiar de idea a un buen número de ellos de acá al domingo, Piñera será el vencedor.
Pero un país es un estado de ánimo, diría el filósofo César Luis, y en este momento ese ánimo favorece a la Concertación. “Voy a ganar por una nariz”, dice divertido Frei en cada acto de campaña, dando vuelta una cruel sentencia de sus detractores que asegura que lo único que heredó Frei de su padre, el carismático y popular ex presidente Eduardo Frei Montalva, fue justamente su gran nariz.
Esa nariz le permitió olfatear que era posible conquistar a parte de la juventud desencantada sin cambiar mucho, con la vieja y probada fórmula de agitar el fantasma de Pinochet y montarse a caballo de la figura más popular de su espacio político, mostrándose como el continuador natural de una cadena de gestiones juzgadas como exitosas por el electorado.
Entonces un Piñera confiado se tropieza con el pasado y de repente una elección que parecía perdida queda al alcance de la mano para Frei.
Como ninguno de los dos propone o representa algo nuevo, la nariz de lo chilenos definirá el voto del domingo. Y mientras la podredumbre de la dictadura tapa el aroma a dinero fresco que emana el candidato de la derecha, con apenas un lavado de cara y mucho perfume de Bachelet, Frei ya huele mucho mejor.
MICHELLE BACHELET LE DIO EL ULTIMO EMPUJON A SU CANDIDATO
Los peores días del dueño de Lan
El comando de Sebastián Piñera apostó a reforzar la imagen de triunfo que le dio la anterior elección del 13 de diciembre, pero la gente y el ambiente opacado no lo acompañaron como se esperaba en las huestes derechistas.
Por Christian Palma
Desde Santiago
Los dos últimos días han sido los peores para Sebastián Piñera desde que comenzó la campaña presidencial hace más de un año. Es que una relevante encuesta conocida el miércoles y el apoyo que la presidenta Michelle Bachelet y el ex candidato Marco Enríquez-Ominami le dieron públicamente a su contendor de la Concertación, Eduardo Frei, dejó en claro que la carrera no está ganada por más que haya liderado las encuestas durante todo el proceso que culminará el domingo en las urnas. El golpe fue duro para el candidato-empresario. Y quedó de manifiesto ayer en una jornada que lo llevó por diversas ciudades de Chile encabezando los cierres oficiales de su campaña.
Como ha sido la tónica de sus eventos masivos, las convocatorias no lograron reunir a una gran cantidad de gente, quizás –se conversaba en el café– porque la derecha chilena jamás ha logrado aglomerar masas al aire libre y más bien les gusta estar arropaditos, seguros bajo techo (como las quince mil almas que Piñera logró reunir en el Movistar Arena en la primera vuelta) o porque el golpe de la encuesta que lo empata técnicamente con Frei bajó el ánimo de sus adherentes, los mismos que en su gran mayoría derrocaron por la fuerza al presidente Salvador Allende y apoyaron al dictador Augusto Pinochet y, peor aún, no han ganado una elección democráticamente en 50 años.
El recuerdo de las veces en que el pan se les quemó en el horno, fue tema en la íntima de los colaboradores de Piñera, por más que lo quisieron ocultar ayer en Valparaíso, Talca y Concepción.
El multimillonario empresario optó por responder a Bachelet por el explícito respaldo que en la mañana dio al abanderado oficialista. “Como ciudadana (Bachelet) tiene derecho a tener su opinión y su preferencia, pero creo que un Presidente nunca, nunca, ni siquiera a dos o tres días de la elección tiene que olvidarse que es Presidenta de todos los chilenos.”
La crítica pasó por alto que la mandataria cuenta con un 85 por ciento de popularidad y que buena parte de su propuesta se basa en los logros que el actual gobierno exhibe como administración.
Así las cosas, el comando de Sebastián Piñera utilizó todas las mañas posibles para cautivar al electorado indeciso de ME-O, el ex candidato que logró un 20% en la primera vuelta. Apostó además por reforzar la imagen de triunfo que le dio la anterior elección del 13 de diciembre, no obstante, la gente y el ambiente opacado no lo acompañaron como se esperaba en las huestes derechistas.
Otra estrategia fue convocar a personajes de la farándula para atraer simpatizantes. Sin embargo, en este campo tampoco ganó pues Frei en paralelo recibió el apoyo de numerosas figuras del mundo cultural, connotados artistas, escritores y pintores chilenos.
Más tarde en Talca, utilizó los minutos finales de su discurso para insistir en el “desgaste de la Concertación, las cadenas que la unen al pasado y la petición por una oportunidad”. Concepción, la segunda ciudad más grande de Chile cerró la ofensiva del empresario multimillonario con una réplica de sus alocuciones anteriores. Y si logró llevar más gente fue por el show que animaron algunos conjuntos tropicales de segura convocatoria. Según cifras de Carabineros, Piñera logró convocar 5 mil personas, mientras que miembros del comando cifraron la adhesión en 20 mil.
En paralelo, unos dos mil simpatizantes del candidato oficialista comenzaron un recorrido espontáneo por el centro de la ciudad, gritando la consigna “Piñera, entiende, Chile no se vende”. “Yo voto por él porque es una persona honesta, que desde un comienzo, cuando él decidió dedicarse a la vida pública, separó los negocios y resolvió esta tremenda contradicción en su momento y no después de ser electo”, las palabras pertenecen a Michelle Bachelet quien temprano ayer dio un último empujón a Eduardo Frei.
Este, ni corto ni perezoso agradeció el gesto al declarar que “no es solamente un apoyo político, son palabras que me comprometen por lo que ella ha dicho desde el punto de vista personal”.
Con ese respaldo sobrevolando sus actos finales, Frei terminó ayer su campaña con un gran acto –con la vieja mística de la Concertación que derrotó a Pinochet hace 20 años–, en la brava población San Gregorio. La impronta del conglomerado que ha gobernado exitosamente Chile en las últimas dos décadas quedó refrendada cuando diversas caravanas partieron de distintas comunas confluyendo en el lugar definido por el comando del aspirante que aglutina las fuerzas en plaza Italia, el lugar donde los chilenos celebran sus triunfos deportivos en pleno centro de Santiago. Así, las fuerzas progresistas y democráticas chilenas dieron cuenta una vez más de su arraigo popular con una masiva y colorida marcha.
Así está el teatro de operaciones político chileno. Con acusaciones de intervención electoral a Bachelet, un candidato que ya no es el favorito y otro arremetiendo con fuerza. Desde hoy, por ley, no habrá más campaña oficial y los comandos seguirán tratando de sumar votos los que el domingo serán más necesarios que nunca.
PAGINA/12
Enríquez Ominami anuncia voto por Frei en el balotaje…
/ Lanacion.cl
Ex candidato presidencial mantuvo sus críticas a los dos abanderados en competencia, pero valoró el avance de la agenda legislativa y dijo que un “abismo irreconciliable” lo separa de la derecha. Dejó en libertad de acción a sus adherentes.
A 5 días de la segunda vuelta, el ex candidato presidencial independiente Marco Enríquez Ominami anunció que apoyará al abanderado del mundo progresista, Eduardo Frei, este 17 de enero.
Con esta decisión, el diputado que alcanzó un 20, 13% en la primera vuelta, fijó una postura que puede resultar clave para el resultado de la elección, aunque optó por dejar en libertad de acción a sus seguidores.
“Ante esta coyuntura histórica, ante la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro, es de mi responsabilidad contribuir en lo que pueda para que eso no ocurra. Por tanto, declaro formalmente mi decisión de apoyar al candidato de este pueblo, el del 29 por ciento de chilenos”, dijo MEO, en alusión a Frei.
En su declaración, leída en el ex Congreso Nacional,Enríquez Ominami fue duro con la coalición encabezada por Sebastián Piñera, al señalar que lo separa de la derecha un “abismo irreconciliable” y una “distancia infranqueable”.
“Gran parte del sector que apoya a Sebastián Piñera llenó de luto a nuestra patria, son cómplices de los que asesinaron a mi padre y más grave aún lo que hoy no se arrepiente de nada y se enorgullecen de haber asesinado a mi padre”, dijo MEO, exigiendo un mea culpa a la derecha que sustenta al empresario.
CUESTIONAMIENTOS
Pese al apoyo al candidato de la Concertación, MEO mantuvo sus ácidas críticas a Eduardo Frei y Sebastián Piñera, señalando que ésta es la última elección en “clave de los ’90” que enfrenta a dos “líderes de la transición”. Catalogó a los candidatos que estarán en la papeleta este domingo como “demasiado parecidos”, “hijos del pasado” y que además “comparten vicios”.
“No me verán en cargo alguno en el próximo gobierno”, y “no hemos negociado nada”, prometió, anunciando que si bien declaró su voto por Frei, está empeñado en liderar una oposición al futuro gobierno. Dijo que ésta será “constructiva y propositiva”, confiado en que representa la “tercera fuerza política” del país
AGENDA LEGISLATIVA
Clave en este respaldo de MEO fue el avance de la agenda legislativa en el Congreso. En alusión a la tramitación de los proyectos de inscripción automática y voto voluntario, y educación pública, y la reforma constitucional del agua, Marco señaló que “esta elección son nuestras ideas las ganadoras”. De paso, reprochó la actitud de los senadores aliancistas en la Comisión de Agricultura, que ha trabado el proyecto en la instancia.
MARQUISMO
El gesto de Marco Enríquez Ominami viene a sellar el creciente apoyo del marquismo hacia Frei, luego de los respaldos expresados por Carlos Ominami, el diputado ex PPD Esteban Valenzuela, el abogado Ciro Colombara, el economista Luis Eduardo Escobar, y adherentes del diputado ex PS como el ex candidato presidencial Alejandro Navarro, los alcaldes Vladimiro Mimica y Juan Carrasco, y el ex candidato a diputado René Tabilo, y el asesor Max Colodro.
A pocos días del balotaje
Errático y tardío apoyo de ME-O a Eduardo Frei
El ex candidato independiente aseguró que lo separa un “abismo” del sector que sustenta la candidatura de Sebastián Piñera y dejó en libertad de acción a sus adherentes. “Ante esta coyuntura histórica y la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro, es de mi responsabilidad contribuir para que eso no ocurra, por tanto, declaro formalmente mi decisión de apoya al candidato de este pueblo, el del 29% de chilenos que votaron el 13 de diciembre”, sostuvo.
por EL MOSTRADOR
Tal como estaba anunciado, el ex candidato presidencial independiente, Marco Enríquez-Ominami, entregó formalmente su apoyo a la candidatura del presidenciable de la Concertación, Eduardo Frei.
El diputado justificó su decisión señalando que “con la derecha, que es finalmente la base de sustentación de la candidatura de Sebastián Piñera, nos separa un abismo irreconciliable”.
“El sector que apoya a Sebastián Piñera, gran parte de ellos llenaron de luto nuestra patria, son cómplices de quienes asesinaron a mi padre (Miguel Enríquez), los que hoy día no se arrepienten de nada y se sienten orgulloso de haberlo asesinado”, sostuvo.
En esa línea, Enríquez-Ominami emplazó a la derecha a hacer un “mea culpa” de los crímenes cometidos durante la dictadura militar.
Reglón seguido, dijo no arrepentirse de señalar que ambas candidaturas se parecen demasiado, sin embargo indicó que “ante esta coyuntura histórica y ante la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro, es de mi responsabilidad contribuir para que eso no ocurra, por tanto, declaro formalmente mi decisión de apoya al candidato de este pueblo, el del 29% de chilenos que votaron el 13 de diciembre”.
En todo caso, el parlamentario dejó en libertad de acción a sus adherentes. “La libertad de todos ustedes no está puesta en duda al ejercer la mía, ustedes son los únicos jueces de su conciencia en su voto. Ustedes son los mejores jueces sobre su voto y yo respeto sin exclusión alguna su decisión. La libertad de ustedes no está en puesta en duda”.
Gesto de MEO encuentra frío recibimiento en el comando de Frei
Voceros del equipo del candidato presidencial de la Concertación, aseguraron que el respaldo del diputado independiente es tan importante como el de miles de chilenos que han ido sumándose a la candidatura del senador DC. (Terra.cl)
SANTIAGO, enero 13.- Con frialdad y ambigüedad, reaccionaron los voceros del comando del candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, Ricardo Lagos Weber y Carolina Tohá, frente a la decisión del ex abanderado independiente, Marco Enríquez- Ominami, de apoyar la candidatura del senador DC.
A pesar de las insistentes preguntas de los periodistas sobre la importancia de este día, Lagos Weber mantuvo la misma visión.
“El apoyo de Marco se inscribe dentro del apoyo de los miles de chilenos que nos han dado su respaldo desde el 13 de diciembre. Hubo quienes respaldaron inmediatamente a Frei, habrá otros que darán su apoyo el día domingo, y Marco, igual que miles de chilenos, llegó la conclusión de que no da lo mismo quien gobierne”, sentenció Lagos Weber.
En la misma línea fueron las declaraciones del la jefa del comando, Carolina Tohá. “En una elección como esta, donde claramente todo está abierto y cada voto será decisivo, todos los respaldos son bienvenidos y todos son tan importantes”, dijo la vocera.
Marco-Ominami y la segunda vuelta… Entrevista a A. Escobar
Álvaro Escobar, mano derecha de Marco Enríquez-Ominami, revela la dimensión desconocida de la derrota:
"Los ‘marquistas’ quedamos en el peor de los mundos"
El actor y diputado, quien perdió inesperadamente su reelección, revela que el círculo íntimo de ME-O nunca pensó que éste no pasaría a la segunda vuelta. Y que por eso no tenían un plan para ese escenario. Cuenta por qué se retira de la política y se resiste a decir con claridad si votará o no por Eduardo Frei el próximo domingo.
PAMELA ARAVENA BOLÍVAR
Álvaro Escobar (43, casado, una hija, diputado por Estación Central hasta el próximo 11 de marzo) confiesa que, de verdad, nunca imaginó que Marco Enríquez-Ominami perdería en primera vuelta. Él y todos quienes rodeaban al abanderado independiente creían lo mismo. "Sólo teníamos contemplados escenarios para la segunda vuelta", asegura.
También confiaba en que tenía asegurada su reelección, al punto que casi no hizo campaña y se dedicó a apoyar a ME-O recorriendo Chile. Su segundo pronóstico también falló. Hoy acusa que es una más de las "víctimas" del sistema binominal.
-Después de la derrota de Marco y de todos sus candidatos al Parlamento, ¿se reunieron a analizar qué pasó?
Primero lanza una risa algo nerviosa y luego hace una larga pausa:
-…Probablemente no en los términos en que nos habíamos estado reuniendo. Cuando él perdió, el comando presidencial se acabó. Dejamos de juntarnos como lo hacíamos antes, tal vez, porque de una cierta manera sentíamos que la segunda vuelta no era un problema nuestro.
-¿Fue, entonces, una sorpresa la derrota?
-Absolutamente. Siempre pensamos que Marco iba a ganar. Todo lo que dije en primera vuelta, que Marco era el candidato más competitivo para la segunda vuelta, que era el único que iba al alza, que íbamos a pasar… todo eso yo me lo creía. Estaba completamente convencido.
-¿También estaba convencido de que el "marquismo" elegiría parlamentarios, entre ellos, usted?
-Sí, por supuesto. Todas las evidencias, incluso reconocidas por el candidato más competitivo que me enfrentaba, Pepe Auth, apuntaban a que yo saldría electo. Incluso me bromeaban con que iba a almorzar solo en el piso 14° del Congreso. El mismo día de la elección, cuando ya supimos que Marco no había pasado, se bromeaba que yo sería como el cosmonauta ruso que, al caer la Unión Soviética, quedó dando vueltas alrededor del mundo, solo. Yo sería el único ‘marquista’ dando la pelea en el Congreso, después de la derrota de Marco. Y no fue así.
-¿Qué mea culpa hace de su propia derrota?
-Me dediqué más a la campaña presidencial. Los números de las encuestas que yo manejaba eran tan elocuentes, categóricos y groseros a favor mío, que pensé que podía dedicarle más tiempo a Marco, en desmedro de mi campaña. Mi cálculo era que, para perder, tenía que bajar a la mitad de mi votación del año 2005, cuando obtuve sobre 42%. Bajar a la mitad era francamente imposible. Pues, les informo que los imposibles ¡existen!
-¿Qué méritos le reconoce a Pepe Auth?
-Porfiado, tozudo, perseverante. Pero si Pepe ganó no es sólo por culpa mía, sino por mérito de él. En todo caso, respecto de mi culpa, aún pienso que dedicar todo el tiempo a la campaña presidencial era lo que tenía que hacer. Yo estaba apuntando a algo grande: a conquistar el Poder Ejecutivo.
-¿Le molestó que fuera el entonces presidente de su ex partido, el PPD, quien le quitara su escaño en el Congreso?
-No, no me molestó. Por el contrario, me parece coherente con la historia del PPD. Yo renuncié en agosto de 2006, cuando ese partido se negó a aceptar las propuestas de la Comisión Boeninger, que contemplaban rediseñar los distritos para terminar con el sistema binominal. Los parlamentarios rechazaron la propuesta, porque el rediseño de esos distritos afectaba sus intereses personales. Por eso, que el presidente de ese mismo partido, tres años después, me ganara gracias al sistema binominal, me parece de una coherencia maravillosa.
-Pero Pepe Auth explicó que bajo cualquier sistema él le habría ganado, que él no ganó gracias al sistema binominal.
-No quiero ni siquiera seguir el hilo de esa argumentación. En ese tipo de construcciones uno se da cuenta de que lo que viene en la política chilena no es promisorio. Alguien que es capaz de negar lo evidente… Yo fui víctima del sistema binominal.
-Cuando ME-O anunció que crearía un partido político, dijo que figuras como Carlos Ominami, Max Marambio y Álvaro Escobar formarían parte de él. ¿Por qué, en vez de sumarse, usted comunicó que deja la política?
-Sí, eso fue lo que dije: que no me interesaba el partido, que no me interesaba el referente progresista y que me iba a retirar de la política por cuatro años. No voy a ser parte del partido, porque no me parece que el lugar ideal para contribuir en esta pasada sea la política más dura.
-Pero ME-O lo necesitaba. ¿Lo está dejando solo?
-No, por ningún motivo. Además, no hay partido que se precie de tal que no tenga simpatizantes. Yo seré el simpatizante número uno.
-Pero veamos: usted no se une al partido y muchos de los rostros que apoyaron a Marco ya se integraron a las campañas de Frei o Piñera. ¿Por qué el proyecto político que representó ME-O no ha logrado aglutinar a quienes estuvieron a su lado?
-Ha pasado algo que es propio de quienes se sumaron a la opción de Enríquez-Ominami. Aquí tienes un ejemplo de alguien que cree en la libertad de conciencia a la que llamó Marco el 13 de diciembre. ME-O no llamó a votar nulo, sino a algo más complejo, que es distribuir entre todos los electores el peso de tomar una decisión. Pero hay que reconocer que, al perder en primera vuelta, los "marquistas" quedamos en el peor de los mundos.
-¿Por qué?
-Porque ni Frei ni Piñera son parte del comienzo de un nuevo ciclo en la política. A mí me parecen parafernálicos los ritos de cambio que hay en este minuto. Es parte de la política tradicional llamar a rostros para que sumen o poner a un joven con la polera de Marco al lado de uno de los candidatos presidenciales. Es el peor de los mundos, porque ese 20% que obtuvo Marco sería mucho mayor si hubiera existido la inscripción automática y el voto voluntario. Es mucha la gente que ahora tiene que optar por dos candidatos que son del pasado.
Y sin pausa continúa:
-Si queremos creer que es verdad lo que han dicho los líderes de la Concertación (que hay que renovar los rostros, que hay que hacer un profundo cambio, que hay que terminar con los cuoteos), con Marco en segunda vuelta probablemente ninguno de nosotros hubiera estado a la caza de los votos oficialistas, pues la Concertación en bloque se hubiera sumado a esta opción. Y no tendríamos el problema que tenemos. Estaríamos viviendo el vértigo por lo nuevo y no sintiendo náuseas por el pasado. El peor de los mundos significa que estamos en conflicto, que tenemos que decidir cuál es el mal menor o si debemos votar por más de lo mismo.
"Si se culpa a Marco de la derrota de Frei…"
-A su juicio, ¿ME-O ha administrado bien o mal el poder que le dio el 20% de los votos?
-La manera de administrarlo fue dando libertad de conciencia y eso me parece consecuente con lo que dijo en primera vuelta y con su proyecto político, que haber endosado los votos.
-Pero Marco dijo que él también tiene libertad de acción para decir por quién votará. ¿Es muy tarde ya para definirse?
-Me habría parecido curioso si lo hubiese hecho más rápido.
-Algunos advierten que el liderazgo de ME-O hoy está en riesgo, porque se quedó sin parlamentarios y porque muchos de sus colaboradores ya se sumaron a Frei o a Piñera…
-Nunca hemos dejado de estar en riesgo. Lo que a mí me preocuparía es que nos sintiéramos cómodos o seguros. Yo, en todo caso, tiendo a concordar con la ciudadanía en que es el político con más futuro. Para mí, Marco siempre va a ser un líder.
-Pero tiene claro que si Frei pierde, él puede ser usado como chivo expiatorio.
-Si se culpa a Marco de la derrota de Frei, entonces dudaré de la sinceridad de los mea culpa de algunos líderes de la Concertación. Yo creo en la sinceridad de quienes quieren renovar la política en la Concertación y que entienden que la responsabilidad no es de quien creyó desde el principio en la renovación de la política.
-Enríquez-Ominami ha sido claro en decir que Piñera no es su opción. Las alternativas que le van quedando son votar nulo o por Frei. Y ahora se dice que pronto Marco…
-…va a decir que votará por Frei… Sí, eso se dice. No me extrañaría, porque la noche del 13 llamó a cambiar las directivas de la Concertación, y se cumplió a medias. Pero el fondo de esa solicitud, que es asignar responsabilidades políticas, se cumplió de alguna manera. De cierto modo también se ha cumplido, a pesar de la resistencia inicial de Pérez Yoma y Viera-Gallo, con cambiar la agenda legislativa para incluir algunos proyectos esenciales para el programa de gobierno de Marco. Son acuerdos, por lo demás, que aún podemos fiscalizar desde el Congreso. Se cumplen así consideraciones, no condiciones como se las ha llamado, para entender que una opción, asignada como el mal menor, puede ser una alternativa desde la cual se puede construir algo.
-¿Y por quién votará usted en segunda vuelta?
-Habiendo dicho lo anterior, no me siento obligado a responder esa pregunta. La gente es lo suficientemente inteligente para comprender qué haré.
EL MERCURIO.CL
La primera piedra del proyecto político de MEO…
Por Pedro Ramírez, CIPER | 6 de Enero de 2010
Desde su derrota en las elecciones de diciembre, Marco Enríquez-Ominami y su equipo han estado preparando una fórmula que permita capitalizar el 20% de apoyo que recibió en la votación. Sin haber conseguido representantes en el Parlamento y con electores que tienden a la dispersión, decidió no esperar a la segunda vuelta para anunciar la creación de un partido propio que institucionalizará al “meísmo”. Lo seguirán otras iniciativas, como una federación de partidos y una fundación, que buscan consolidar a MEO como una alternativa política de largo plazo.
“Lo de este jueves será como poner la primera piedra “, describe el ex jefe del comando de Marco Enríquez-Ominami, Max Marambio, al confirmar que este 7 de enero el “meísmo” anunciará formalmente la creación de un partido político encabezado por el abanderado presidencial derrotado el 13 de diciembre. Es la primera jugada de alto octanaje que hará MEO tras las elecciones y forma parte de una ambiciosa estrategia que incluye la formación de una federación y una fundación que permitan evitar la dispersión del 20% de electores que lo apoyó en diciembre pasado. El cálculo de su círculo próximo -donde la voz de Marambio marca los ritmos- es que MEO dé una fuerte señal de que sigue con una agenda propia, autónoma de los candidatos que continúan en carrera y significativa para los intereses de los electores que lo respaldaron.
– A partir del 17 de enero lo único que va a importar son las acciones. El tiempo de las declaraciones de campaña habrá pasado. Y esta convocatoria será la acción más potente para provocar un cambio en la forma de hacer política. La creación, inscripción e instalación del partido estará en la agenda varios meses -agrega el ex generalísimo de MEO.
Uno de los objetivos que se busca al abrir el proceso de inscripción del partido será mantener en la calle a los equipos que trabajaron en la campaña, ahora recolectando las firmas necesarias para registrar legalmente a la naciente colectividad. “Queremos mostrar gente común y corriente entusiasmada con un objetivo político. Algo que no se veía hace muchos años, por el desprestigio de las formas de hacer política de la derecha y de la Concertación”, señala un dirigente meísta que prefiere la reserva de su nombre porque no está autorizado a adelantar detalles.
En sintonía con lo anterior, Marambio explica que el proceso se hará en dos tandas:
-Esto es el anuncio de la creación del partido. El acto fundacional se hará más adelante, con unos 300 “NN”, personas desconocidas en la política, verdaderos rostros nuevos, que son los que trabajaron en la campaña. El número 300 es una cifra simbólica, como los espartanos que no aceptaron someterse al poder imperial.
En esta primera etapa, dice Marambio, los mismos que hicieron la campaña van a trabajar apoyados en el padrón de firmas que se recolectaron para inscribir la candidatura, identificando ahora a las personas que acepten fichar por el partido. “Una vez que inscribes el partido en el Servicio Electoral, la ley te da sólo 260 días para recolectar las firmas y queremos tener trabajo avanzado para evitar problemas en el camino, porque el proceso es complejo”, aclara.
En el núcleo cercano a MEO aseguran que aquellos que respaldaron su postulación en la primera vuelta y que ahora trabajan por Frei para la ronda definitiva -como los ex socialistas liderados por Lincoyán Zepeda y Osvaldo Torres-, serán bienvenidos si quieren integrarse al nuevo partido.
MOVIMIENTO Y FUNDACIÓN
Para el anuncio de este jueves estaba previsto que MEO apareciera acompañado por rostros que apoyaron su campaña: los diputados Álvaro Escobar y Esteban Valenzuela, el ex intendente metropolitano Marcelo Trivelli y el propio Marambio. La atención de la prensa probablemente se centrará en si votará o no por Frei y sus cercanos aseguran que no saben cuál será su respuesta, aunque consideran poco probable que “contamine” la noticia de su naciente partido con una definición de ese tipo. “Pero con Marco… nunca se sabe”, dice uno de ellos.
En paralelo a la instalación de la colectividad, se trabajará en otros dos frentes. El primero es crear una federación o movimiento de partidos, que cobije a la nueva colectividad y a otras que ya aportaron a la campaña de MEO, como el Partido Humanista, el Partido Ecologista y el Movimiento Amplio Social (MAS). En términos más ambiciosos, esta federación también podría ser el vehículo para estrechar relaciones con otros referentes dispuestos a suscribir proyectos “progresistas”, como el PPD, el PRSD y el Juntos Podemos. Sin parlamentarios propios, el “meísmo” necesita institucionalizarse y generar redes con otras entidades capaces de influir.
El segundo frente es la puesta en marcha de una fundación, aunque está claro que demorará más debido a los tiempos legales más reposados que requiere la tramitación de la personalidad jurídica de una entidad sin fines de lucro. El objetivo es que la fundación haga investigaciones académicas y legislativas, que genere debate y abra puertas a la colaboración con entidades internacionales, apuntando a que provea insumos para los proyectos de políticas públicas que impulse el meísmo. Este “think tank”, explica Marambio, también jugaría un rol para allegar recursos:
– La idea es conseguir fuentes de financiamiento que aporten para desarrollar investigaciones. Te pongo un ejemplo: si se aprueba ahora el voto voluntario y la inscripción automática, que fue una de nuestras propuestas, quizás haya que hacer la sociología, el perfil de quienes en estos años han rechazado inscribirse. Esa es una investigación académica con impacto en lo legislativo y lo político, que la puede financiar una fuente internacional.
En cuanto a los recursos para poner en marcha el partido, Marambio señala que por ahora sólo cuentan con los aportes que puedan hacer los futuros adherentes: “Todo puede funcionar a partir de la simple decisión de que funcione”, es la premisa del ex generalísimo. No obstante, otros dirigentes cercanos a MEO indican que se iniciará una ronda de acercamiento a empresarios que aportaron a la candidatura y que a futuro esperan concretar relaciones con organismos de la socialdemocracia europea -una meta en la que el senador Carlos Ominami jugaría un rol de peso- y con otras fuerzas similares de América Latina.
La situación de Ominami es particular, pues hasta ahora tiene sus cuarteles en un proyecto ya consolidado que fue impulsado por Ricardo Lagos: la fundación Chile 21. Ambos son presidentes honorarios y tras su derrota en la repostulación senatorial, Ominami tiene en Chile 21 una plataforma para seguir relacionándose con las ligas mayores concertacionistas y habrá que ver -luego del resultado que consiga el oficialismo en la segunda vuelta- si será viable que mantenga una doble militancia en esta fundación y en la que piensa crear su hijo.
Respecto de volver a seducir a los empresarios que donaron a la candidatura presidencial, el meísmo cuenta con un activo no menor: la campaña cerró con las cuentas ordenadas. Aunque falta la revisión del Servicio Electoral, ex dirigentes del comando adelantan que tienen pendiente el pago de créditos bancarios por más de $600 millones y de algunos proveedores que aceptaron postergar sus cobros hasta cuando reciban el reembolso por los votos que obtuvo MEO (fijado por ley en 628 pesos por sufragio, equivalentes a 0,03 UF). “Esperamos recibir sobre 700 millones del Servicio Electoral, con lo que se pagarán los préstamos y los proveedores que faltan. Cerraremos en azul, empatados con los gastos, como estaba previsto”, señala un personero que conoce las cuentas.
PARTIDO “PROGRAMÁTICO” Y POR INTERNET
La definición más importante a que ha arribado el núcleo cercano a MEO en este periodo de instalación de la colectividad, es que el partido será programático y no ideológico:
– Si, por ejemplo, estamos de acuerdo en que tal o cual política es la mejor para fortalecer la educación pública, dará lo mismo que los militantes hayan llegado a esa conclusión por un análisis marxista, socialcristiano o derechamente neoliberal -explica un dirigente que trabajó en el despliegue territorial de la campaña y que ha dialogado con MEO sobre los lineamientos de la nueva colectividad.
El perfil programático del partido puede ser una espada de doble filo, según reconocen algunos dirigentes meístas, toda vez que en la campaña participaron grupos con un amplio historial de fraccionamientos y quiebres políticos: antiguos miristas, ecologistas, ex socialistas, humanistas que se fueron de la Concertación y del Juntos Podemos. “La idea de formar un movimiento donde participen estos grupos, precisamente protege al partido de posibles quiebres”, dice un ex operador de la candidatura de MEO. Un antecedente de este riesgo es que durante la campaña ya circularon correos electrónicos internos en que algunos dirigentes de estos grupos criticaron el “autoritarismo” de Marambio y “resabios neoliberales” en el programa. “No estamos formando el partido para estos grupos, sino para convocar al 20% que apoyó a Marco y que son personas mucho menos politizadas”, agrega la misma fuente.
Otra forma de protegerse de la cultura fragmentaria y outsider de algunos referentes que apoyan a MEO es dotar al partido de fórmulas de debate y votación con un alto nivel de transparencia. Así, si una fracción decide partir lo haría sólo porque no estuvo de acuerdo con la mayoría y tendría escaso margen para acusar “maniobras cupulares”. Una idea que ha tomado vuelo es que Internet sea la plataforma privilegiada de participación directa. A través de esta red cualquier ciudadano tendría acceso a las posturas en debate dentro del partido y los militantes -con una clave- podrían votar por ellas. Incluso, se ha planteado que el soporte tecnológico podría entregarse a una empresa externa que dé garantías de un manejo neutral del sistema.
Argumentando que hay países donde los electores votan leyes y reformas por Internet, el equipo que llevó la campaña de MEO en la Región Metropolitana postula que la colectividad resuelva sus principales debates mediante esta red: “Un partido con menos representantes de los militantes y más votaciones directas”, es su apuesta, enfocada a que las resoluciones no queden entregadas al criterio de consejeros nacionales encerrados en un hotel, campo fértil para el típico “macuqueo” político.
Pero también hay quienes llaman a tomar resguardos para no caer en una suerte de “estado de asamblea permanente”, que inmovilice a la colectividad porque habría que plebiscitarlo todo. Marambio reconoce que estas ideas han estado circulando:
-Vamos a organizar el partido más democrático que se haya visto jamás en Chile -afirma, en un tono que pretende contagiar entusiasmo.
Pero de inmediato el ex generalísimo pone los pies en la tierra y advierte que los partidos políticos funcionan con la “camisa de fuerza” que les impone la ley:
– En primer lugar hay que decir que no nos gusta esa ley, que vamos a tratar de cambiarla. Luego, decimos que vamos a buscar las mejores fórmulas de participación dentro de lo que permita el marco legal. Las posibilidades que da Internet son muy atractivas. Pero nos vamos a asesorar con abogados y especialistas en la ley de partidos que han trabajado en la campaña, para ver hasta dónde podemos llevar los mecanismos de participación.
El partido de MEO hasta el miércoles 6 aún no tenía nombre. Tampoco el movimiento y menos la fundación. En su cuenta de Facebook, el diputado posteó esta semana distintas alternativas para bautizar la colectividad: Nueva Fuerza Progresista, Nueva Fuerza por el Cambio, Partido Progresista Popular y Partido Para Todos. Recibió 650 comentarios de sus seguidores. Incluso, en otro alarde de creatividad democrática, un integrante de su ex comando propuso llamar a concurso entre los casi 65 mil adherentes que pusieron sus firmas para inscribir la candidatura presidencial.
El posneoliberalismo y sus bifurcaciones…
Ana Esther Ceceña, en Rebelión
El neoliberalismo tocó fin definitivamente con la crisis estallada en 2008. No hay vuelta atrás. El mercado, por sí mismo, es autodestructivo. Necesita soportes y contenedores. La sociedad capitalista, arbitrada por el mercado, o bien se depreda, o bien se distiende. No tiene perspectivas de largo plazo.
Después de 30 años de neoliberalismo ocurrieron las dos cosas. La voracidad del mercado llevó a límites extremos la apropiación de la naturaleza y la desposesión de los seres humanos. Los territorios fueron desertificados y las poblaciones expulsadas. Los pueblos se levantaron y la catástrofe ecológica, con un altísimo grado de irreversibilidad, comenzó a manifestarse de manera violenta.
Los pueblos se rebelaron contra el avance del capitalismo bloqueando los caminos que lo llevaban a una mayor apropiación. Levantamientos armados cerraron el paso a las selvas; levantamientos civiles impiden la edificación de represas, la minería intensiva, la construcción de carreteras de uso pesado, la privatización de petróleo y gas y la monopolización del agua. El mercado, solo, no podía vencer a quienes ya estaban fuera de su alcance porque habían sido expulsados y desde ahí, desde el no-mercado, luchaban por la vida humana y natural, por los elementos esenciales, por otra relación con la naturaleza, por detener el saqueo.
El fin del neoliberalismo inicia cuando la medida de la desposesión toca la furia de los pueblos y los obliga a irrumpir en la escena.
Los cambios de fase
La sociedad capitalista contemporánea ha alcanzado un grado de complejidad que la vuelve altamente inestable. De la misma manera que ocurre con los sistemas biológicos (Prigogine, 2006), los sistemas sociales complejos tienen una capacidad infinita y en gran medida impredescible de reacción frente a los estímulos o cambios. El abigarramiento con el que se edificó esta sociedad, producto de la subsunción pero no eliminación de sociedades diferentes, con otras cosmovisiones, costumbres e historias, multiplica los comportamientos sociales y las percepciones y prácticas políticas a lo largo y ancho del mundo y abre con ello un espectro inmenso de sentidos de realidad y posibilidades de organización social.
La potencia cohesionadora del capitalismo ha permitido establecer diferentes momentos de lo que los físicos llaman equilibrio, en los que, a pesar de las profundas contradicciones de este sistema y del enorme abigarramiento que conlleva, disminuyen las tendencias disipadoras. No obstante, su duración es limitada. En el paso del equilibrio a la disipación aparecen constantemente las oportunidades de bifurcación que obligan al capitalismo a encontrar los elementos cohesionadores oportunos para construir un nuevo equilibrio o, en otras palabras, para restablecer las condiciones de valorización del capital. Pero siempre está presente el riesgo de ruptura, que apunta hacia posibles dislocamientos epistemológicos y sistémicos.
Los equilibrios internos del sistema, entendidos como patrones de acumulación en una terminología más económica, son modalidades de articulación social sustentadas en torno a un eje dinamizador u ordenador. Un eje de racionalidad complejo que, de acuerdo con las circunstancias, adopta diferentes figuras: en la fase fordista era claramente la cadena de montaje para la producción en gran escala y el estado en su carácter de organizador social; en el neoliberalismo el mercado; y en el posneoliberalismo es simultáneamente el estado como disciplinador del territorio global, es decir, bajo el comando de su vertiente militar, y las empresas como medio de expresión directa del sistema de poder, subvirtiendo los límites del derecho liberal construido en etapas anteriores del capitalismo.
Los posneoliberalismos y las bifurcaciones
La incertidumbre acerca del futuro lleva a caracterizarlo más como negación de una etapa que está siendo rebasada. Si la modalidad capitalista que emana de la crisis de los años setenta, que significó una profunda transformación del modo de producir y de organizar la producción y el mercado, fue denominada por muchos estudiosos como posfordista; hoy ocurre lo mismo con el tránsito del neoliberalismo a algo diferente, que si bien ya se perfila, todavía deja un amplio margen a la imprevisión.
Posfordismo se enuncia desde la perspectiva de los cambios en el proceso de trabajo y en la modalidad de actuación social del estado; neoliberalismo desde la perspectiva del mercado y del relativo abandono de la función socializadora del estado. En cualquiera de los dos casos no tiene nombre propio, o es un pos, y en ese sentido un campo completamente indefinido, o es un neo, que delimita aunque sin mucha creatividad, que hoy están dando paso a otro pos, mucho más sofisticado, que reúne las dos cualidades: pos-neo-liberalismo. Se trata de una categoría con poca vida propia en el sentido heurístico, aunque a la vez polisémica. Su virtud, quizá, es dejar abiertas todas las posibilidades de alternativa al neoliberalismo –desde elneofascismo hasta la bifurcación civilizatoria–, pero son inciertas e insuficientes su fuerza y cualidades explicativas.
En estas circunstancias, para avanzar en la precisión o modificación del concepto es indispensable detenerse en una caracterización de escenarios, entendiendo que el espectro de posibilidades incluye alternativas de reforzamiento del capitalismo –aunque sea un capitalismo con más dificultades de legitimidad–; de construcción de vías de salida del capitalismo a partir de las propias instituciones capitalistas; y de modos colectivos de concebir y llevar a la práctica organizaciones sociales no-capitalistas. Trabajar todos los niveles de abstracción y de realidad en los que este término ocupa el espacio de una alternativa carente de apelativo propio, o el de alternativas diversas en situación de coexistencia sin hegemonismos, lo que impide que alguna otorgue un contenido específico al proceso superador del neoliberalismo.
El posneoliberalismo del capital
Aun antes del estallido de la crisis actual, ya eran evidentes los límites infranqueables a los que había llegado el neoliberalismo. La bonanza de los años dorados del libre mercado permitió expandir el capitalismo hasta alcanzar, en todos sentidos, la escala planetaria; garantizó enormes ganancias y el fortalecimiento de los grandes capitales, quitó casi todos los diques a la apropiación privada; flexibilizó, precarizó y abarató los mercados de trabajo; y colocó a la naturaleza en situación de indefensión. Pero después de su momento innovador, que impuso nuevos ritmos no sólo a la producción y las comunicaciones sino también a las luchas sociales, empezaron a aparecer sus límites de posibilidad.
Dentro de éstos, es importante destacar por lo menos tres, referidos a las contradicciones inmanentes a la producción capitalista y su expresión específica en este momento de su desarrollo y a las contradicciones correspondientes al proceso de apropiación y a las relaciones sociales que va construyendo:
1. El éxito del neoliberalismo en extender los márgenes de expropiación, lo llevó a corroer los consensos sociales construidos por el llamado estado del bienestar, pero también a acortar los mercados. La baja general en los salarios, o incluso en el costo de reproducción de la fuerza de trabajo en un sentido más amplio, fue expulsándola paulatinamente del consumo más sofisticado que había alcanzado durante el fordismo. La respuesta capitalista consistió en reincorporar al mercado a esta población, cada vez más abundante, a través de la producción de bienes precarios en gran escala. No obstante, esta reincorporación no logra compensar ni de lejos el aumento en las capacidades de producción generadas con las tecnologías actuales, ni retribuir las ganancias esperadas. El grado de apropiación y concentración, el desarrollo tecnológico, la mundialización tanto de la producción como de la comercialización, es decir, el entramado de poder objetivado construido por el capital no se corresponde con las dimensiones y características de los entramados sociales. Es un poder que empieza a tener problemas serios de interlocución.
2. Estas enormes capacidades de transformación de la naturaleza en mercancía, en objeto útil para el capital, y la capacidad acumulada de gestión económica, fortalecida con los cambios de normas de uso del territorio y de concepción de las soberanías, llevaron a una carrera desatada por apropiarse todos los elementos orgánicos e inorgánicos del planeta. Conocer las selvas, doblegarlas, monopolizarlas, aislarlas, separarlas en sus componentes más simples y regresarlas al mundo convertidas en algún tipo de mercancía fue –es– uno de los caminos de afianzamiento de la supremacía económica; la ocupación de territorios para convertirlos en materia de valorización. Paradójicamente, el capitalismo de libre mercado promovió profundos cercamientos y amplias exclusiones. Pero con un peligro: Objetivar la vida es destruirla.
Con la introducción de tecnologías de secuenciación industrial, con el conocimiento detallado de genomas complejos con vistas a su manipulación, con los métodos de nanoexploración y transformación, con la manipulación climática y muchos otros de los desarrollos tecnológicos que se han conocido en los últimos 30 años, se traspasó el umbral de la mayor catástrofe ecológica registrada en el planeta. Esta lucha del capitalismo por dominar a la naturaleza e incluso intentar sustituirla artificialmente, ha terminado por eliminar ya un enorme número de especies, por provocar desequilibrios ecológicos y climáticos mayores y por poner a la propia humanidad, y con ella al capitalismo, en riesgo de extinción.
Pero quizá los límites más evidentes en este sentido se manifiestan en las crisis de escasez de los elementos fundamentales que sostienen el proceso productivo y de generación de valor como el petróleo; o de los que sostienen la producción de la vida, como el agua, en gran medida dilapidada por el mal uso al que ha sido sometida por el propio proceso capitalista. La paradoja, nuevamente, es que para evitar o compensar la escasez, se diseñan estrategias que refuerzan la catástrofe como la transformación de bosques en plantíos de soja o maíz transgénicos para producir biocombustibles, mucho menos rendidores y tan contaminantes y predatorios como el petróleo.
El capitalismo ha demostrado tener una especial habilidad para saltar obstáculos y encontrar nuevos caminos, sin embargo, los niveles de devastación alcanzados y la lógica con que avanza hacia el futuro permiten saber que las soluciones se dirigen hacia un callejón sin salida en el que incluso se van reduciendo las condiciones de valorización del capital.
3. Aunque el neoliberalismo ha sido caracterizado como momento de preponderancia del capital financiero, y eso llevó a hablar de un capitalismo desterritorializado, en verdad el neoliberalismo se caracterizó por una disputa encarnizada por la redefinición del uso y la posesión de los territorios, que ha llevado a redescubrir sociedades ocultas en los refugios de selvas, bosques, desiertos o glaciares que la modernidad no se había interesado en penetrar. La puesta en valor de estos territorios ha provocado una ofensiva de expulsión, desplazamiento o recolonización de estos pueblos, que, evidentemente, se han levantado en contra.
Esto, junto con las protestas y revueltas originadas por las políticas de ajuste estructural o de privatización de recursos, derechos y servicios promovidas por el neoliberalismo, ha marcado la escena política desde los años noventa del siglo pasado. Las condiciones de impunidad en que se generaron los primeros acuerdos de libre comercio, las primeras desregulaciones, los despojos de tierras y tantas otras medidas impulsadas desde la crisis y reorganización capitalista de los años setenta-ochenta, cambiaron a partir de los levantamientos de la década de los noventa en que se produce una inflexión de la dinámica social que empieza a detener las riendas sueltas del neoliberalismo.
No bastaba con darle todas las libertades al mercado. El mercado funge como disciplinador o cohesionador en tanto mantiene la capacidad desarticuladora y mientras las fuerzas sociales se reorganizan en correspondencia con las nuevas formas y contenidos del proceso de dominación. Tampoco podía ser una alternativa de largo plazo, en la medida que la voracidad del mercado lleva a destruir las condiciones de reproducción de la sociedad.
El propio sistema se vio obligado a trascender el neoliberalismo trasladando su eje ordenador desde la libertad individual (y la propiedad privada) promovida por el mercado hacia el control social y territorial, como medio de restablecer su posibilidad de futuro. La divisa ideológica del “libre mercado” fue sustituida por la “seguridad nacional” y una nueva fase capitalista empezó a abrirse paso con caracaterísticas como las siguientes:
1. Si el neoliberalismo coloca al mercado en situación de usar el planeta para los fines del mantenimiento de la hegemonía capitalista, en este caso comandada por Estados Unidos, en esta nueva fase, que se abre junto con la entrada del milenio, la misión queda a cargo de los mandos militares que emprenden un proceso de reordenamiento interno, organizativo y conceptual, y uno de reordenamiento planetario.
El cambio de situación del anteriormente llamado mundo socialista ya había exigido un cambio de visión geopolítica, que se corresponde con un nuevo diseño estratégico de penetración y control de los territorios, recursos y dinámicas sociales de la región centroasiática. El enorme peso de esta región para definir la supremacía económica interna del sistema impidió, desde el inicio, que ésta fuera dejada solamente en las manos de un mercado que, en las circunstancias confusas y desordenadas que siguieron al derrumbe de la Unión Soviética y del Muro de Berlín, podía hacer buenos negocios pero no condiciones de reordenar la región de acuerdo con los criterios de la hegemonía capitalista estadounidense. En esta región se empieza a perfilar lo que después se convertiría en política global: el comando militarizado del proceso de producción, reproducción y espacialización del capitalismo de los albores del siglo XXI.
2. Esta militarización atiende tanto a la potencial amenaza de otras coaliciones hegemónicas que dentro del capitalismo disputen el liderazgo estadounidense como al riesgo sistémico por cuestionamientos y construcción de alternativas de organización social no capitalistas. Sus propósitos son el mantenimiento de las jerarquías del poder, el aseguramiento de las condiciones que sustentan la hegemonía y la contrainsurgencia. Supone mantener una situación de guerra latente muy cercana a los estados de excepción y una persecución permanente de la disidencia.
Estos rasgos nos llevarían a pensar rápidamente en una vuelta del fascismo, si no fuera porque se combinan con otros que lo contradicen y que estarían indicando las pistas para su caracterización más allá de los “neos” y los “pos”.
Las guerras, y la política militar en general, han dejado de ser un asunto público. No solamente porque muchas de las guerras contemporáneas se han enfocado hacia lo que se llama “estados fallidos”, y en ese sentido no son entre “estados” sino de un estado contra la sociedad de otra nación, sino porque aunque sea un estado el que las emprende lo hace a través de una estructura externa que una vez contratada se rige por sus propias reglas y no responde a los criterios de la administración pública.
El outsourcing, que se ha vuelto recurrente en el capitalismo de nuestros días, tiene implicaciones muy profundas en el caso que nos ocupa. No se trata simplemente de privatizar una parte de las actividades del estado sino de romper el sentido mismo del estado. La cesión del ejercicio de la violencia de estado a particulares coloca la justicia en manos privadas y anula el estado de derecho. Ni siquiera es un estado de excepción. Se ha vaciado de autoridad y al romper el monopolio de la violencia la ha instalado en la sociedad.
En el fascismo había un estado fuerte capaz de organizar a la sociedad y de construir consensos. El estado centralizaba y disciplinaba. Hoy apelar al derecho y a las normas establecidas colectivamente ha empezado a ser un disparate y la instancia encargada de asegurar su cumplimiento las viola de cara a la sociedad. Ver, si no, los ejemplos de Guantánamo o de la ocupación de Irak.
Con la reciente crisis las instituciones capitalistas más importantes se han desfondado. El FMI y el Banco Mundial son repudiados hasta por sus constructores. Estamos entrando a un capitalismo sin derecho, a un capitalismo sin normas colectivas, a un capitalismo con un estado abiertamente faccioso. Al capitalismo mercenario.
El posneoliberalismo nacional alternativo
Otra vertiente de superación del neoliberalismo es la que protagonizan hoy varios estados latinoamericanos que se proclaman socialistas o en transición al socialismo y que han empezado a contravenir, e incluso revertir, la política neoliberal impuesta por el FMI y el Banco Mundial. Todas estas experiencias que iniciaron disputando electoralmente la presidencia, aunque distintas entre sí, comparten y construyen en colaboración algunos caminos para distanciarse de la ortodoxia dominante. Bolivia, Ecuador y Venezuela, de diferentes maneras y con ritmos propios, impulsan políticas de recuperación de soberanía y de poder participativo, que se ha plasmado en las nuevas Constituciones elaboradas por sus sociedades1.
La disputa con el FMI y el Banco Mundial ha determinado un alejamiento relativo de sus políticas y de las propias instituciones, al tiempo que se inicia la creación de una institucionalidad distinta, todavía muy incipiente, a través de instancias como el ALBA, el Banco del Sur, Petrocaribe y otras que, sin embargo, no marcan una pauta anticapitalista en sí mismas sino que apuntan, por el momento, a constituir un espacio de mayor independencia con respecto a la economía mundial, que haga propicia la construcción del socialismo. Considerando que, aun sin tener certeza de los resultados, se trata en estos casos por lo menos de un escenario posneoliberal diferente y confrontado con el que desarrollan las potencias dominantes, es conveniente destacar algunos de sus desafíos y paradojas.
1. Para avanzar en procesos de recuperación de soberanía, indispensable en términos de su relación con los grandes poderes mundiales –ya sea que vengan tras facetas estatales o empresariales–, y para emprender proyectos sociales de gran escala bajo una concepción socialista, requieren un fortalecimiento del estado y de su rectoría. Lo paradójico es que este estado es una institución creada por el propio capitalismo para asegurar la propiedad privada y el control social.
2. Los procesos de nacionalización emprendidos o los límites impuestos al capital transnacional, pasándolo de dueño a prestador de servicios, o a accionista minoritario, marca una diferencia sustancial en la capacidad para disponer de los recursos estratégicos de cada nación. La soberanía, en estos casos, es detentada y ejercida por el estado, pero eso todavía no transforma la concepción del modo de uso de estos recursos, al grado de que se estimulan proyectos de minería intensiva, aunque bajo otras normas de propiedad. Para un “cambio de modelo” esto no es suficiente, es un primer paso de continuidad incierta, si bien representa una reivindicación popular histórica.
3. El reforzamiento del interés nacional frente a los poderes globales o transnacionales va acompañado de una centralización estatal que no resulta fácilmente compatible con la plurinacionalidad postulada por las naciones o pueblos originarios, ni con la idea de una democracia participativa que acerque las instancias de deliberación y resolución a los niveles comunitarios.
4. Las Constituyentes han esbozado las líneas de construcción de una nueva sociedad. En Bolivia y Ecuador se propone cambiar los objetivos del “desarrollo” por los del “buen vivir”2, marcando una diferencia fundamental entre la carrera hacia delante del desarrollo con la marcha horizontal e incluso circular del buen vivir, que llamaría a recordar la metáfora zapatista de caminar al paso del más lento. La dislocación epistemológica que implica trasladarse al terreno del buen vivir coloca el proceso ya en el camino de una bifurcación societal y, por tanto, la discusión ya no es neoliberalismo o posneoliberalismo sino eso otro que ya no es capitalista y que recoge las experiencias milenarias de los pueblos pero también la crítica radical al capitalismo. Los apelativos son variados: socialismo comunitario, socialismo del siglo XXI, socialismo en el siglo XXI, o ni siquiera socialismo, sólo buen vivir, autonomía comunitaria u horizontes emancipatorios.
Ahora bien, la construcción de ese otro, que genéricamente podemos llamar el buen vivir, tiene que salirse del capitalismo pero a la vez tiene que transformar al capitalismo, con el riesgo, siempre presente, de quedar atrapado en el intento porque, entre otras razones, esta búsqueda se emprende desde la institucionalidad del estado (todavía capitalista), con toda la carga histórica y política que conlleva.
El posneoliberalismo de los pueblos
Otro proceso de salida del neoliberalismo es el que han emprendido los pueblos que no se han inclinado por la lucha electoral, fundamentalmente porque han decidido de entrada distanciarse de la institucionalidad dominante. En este proceso, con variantes, se han involucrado muchos de los pueblos indios de América, aunque no sólo, y su rechazo a la institucionalidad se sustenta en la combinación de las bifurcaciones con respecto a la dominación colonial que hablan de rebeliones larvadas a lo largo de más de 500 años, con las correspondientes a la dominación capitalista. Las naciones constituidas en el momento de la independencia de España y Portugal en realidad reprodujeron las relaciones de colonialidad interna y por ello no son reconocidas como espacios recuperables.
La resistencia y las rebeliones se levantan a veces admitiendo la nación, más no el estado, como espacio transitorio de resistencia, y a veces saltando esta instancia para lanzarse a una lucha anticapitalista-anticolonial y por la construcción-reconstrucción de formas de organización social simplemente distintas.
Desde esta perspectiva el proceso se realiza en los espacios comunitarios, transformando las redes cotidianas y creando condiciones de autodeterminación y autosustentación, siempre pensadas de manera abierta, en interlocución y en intercambio solidario con otras experiencias similares.
Recuperar y recrear formas de vida propias, humanas, de respeto con todos los otros seres vivos y con el entorno, con una politicidad libre y sin hegemonismos. Democracias descentradas. Este es el otro camino de salida del neoliberalismo, que sería muy empobrecedor llamar posneoliberalismo porque, incluso, es difícil de ubicar dentro del mismo campo semántico. Y todos sabemos que la semántica es también política y que también ahí es preciso subvertir los sentidos para que correspondan a los nuevos aires emancipatorios.
Lo que viene después del neoliberalismo es una abanico abierto con múltiples posibilidades. No estrechemos el horizonte cercándolo con términos que reducen su complejidad y empequeñecen sus capacidades creativas y emancipatorias. El mundo está lleno de muchos mundos con infinitas rutas de bifurcación. A los pueblos en lucha toca ir marcando los caminos.
Bibliografía
Acosta, Alberto 2008 “La compleja tarea de construir democráticamente una sociedad democrática” en Tendencia N° 8 (Quito).
Prigogine, Ilya 2006 (1988) El nacimiento del tiempo (Argentina: Tusquets).
Constitución de la República del Ecuador 2008.
Asamblea Constituyente de Bolivia 2007 Nueva Constitución Política del Estado (documento oficial)
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Frei: estrategia electoral y maniobras políticas necesarias…
El mapa de Frei para la segunda vuelta
Por Pedro Ramírez, Francisca Skoknic y Bastián Fernández, CIPER
Son 102 las comunas en las que el comando de Eduardo Frei concentrará su artillería para intentar acortar los 14 puntos que lo separaron de Sebastián Piñera en la primera vuelta electoral. En unos quince municipios con alta densidad de electores el despliegue será mayor, con dirigentes nacionales en gira y el concurso de rostros locales que inicialmente se alinearon con MEO. La batalla será dura en el norte grande, la región del Bío-Bío y en Valparaíso, donde el oficialismo aspira además a capitalizar el descontento de la UDI tras el fracaso electoral de Lavín. Y aunque un alto número de operadores que hicieron la campaña por los otros candidatos ya se embarcaron con Frei, el presupuesto para movilizar voluntarios podría convertirse en un problema. El desmarque de los partidos políticos explicitado esta semana es uno de los principales argumentos para captar a los votantes de MEO que ahora pretenden marcar nulo.
En la pared ubicada a espaldas de la secretaria del comando de Eduardo Frei cuelga un recorte de prensa cuidadosamente enmarcado. El titular anuncia el regreso de los partidos, de la mano de Frei Montalva y la Falange. Probablemente es de 1964, cuando el padre del actual candidato triunfó en la elección presidencial y puso fin al periodo del independiente de derecha Jorge Alessandri. El mensaje contrasta con el discurso que este martes 29 puso en marcha su hijo, destinado a marcar distancia con las colectividades que sustentan su postulación. El candidato de la Concertación se hizo así cargo de las críticas que han apuntado a los presidentes de los partidos oficialistas y dejó entrever que si llega a La Moneda no gobernará amarrado a ellos:
– Tengo plena conciencia de que el resultado electoral del 13 de diciembre develó un descontento ciudadano con la forma en que se hace política en nuestro país (…) Quiero informarles que les he comunicado a los presidentes de los partidos de la Concertación de mi decisión, de que tanto durante mi campaña como mi futuro gobierno, tomaré con absoluta libertad, autonomía e independencia las determinaciones que me competen-dijo Frei.
Este giro -adoptado con tardanza si se toma en cuenta que las críticas a los presidentes de partido ya llevan en la palestra dos semanas- es uno de los pilares de la estrategia para captar a quienes en la primera vuelta se inclinaron por Enríquez-Ominami y Arrate, además de aquellos que anularon o dejaron en blanco su preferencia. Para eso resultaba clave enviar un mensaje claro de que habrá un cambio en la forma de hacer política y en el comando se analiza incluso la posibilidad de adelantar los nombres de quienes podrían integrarse a un eventual gabinete de Frei. La idea es tratar de mostrar rostros nuevos, que den cuenta de que se privilegiará a las personas sobre los partidos y que la renovación será total. Un desafío a todas luces difícil de cumplir.
Ya el fin de semana pasado comenzó a ejecutarse un nuevo diseño que busca maximizar el rendimiento de la campaña en los poco más de quince días que quedan antes de la votación. Considerando que Sebastián Piñera sólo necesita sumar seis puntos más que en la primera vuelta para instalarse en La Moneda, en el comando saben que lo que se requiere es precisión quirúrgica en el despliegue de una campaña que se montará en el escenario electoral más adverso que ha enfrentado la Concertación.
De acuerdo con el “mapa georreferencial” que diseñó el ex subsecretario de Desarrollo Regional y experto electoral Mahmud Aleuy (PS), son 102 las comunas en que se debe priorizar la campaña. Una tarea que suena cuesta arriba -por más que en el comando se esfuercen por mantener el optimismo-, si se toma en cuenta que es casi un tercio de las 346 comunas que hay en el país. El trabajo de Aleuy, cuyo equipo analizó los escrutinios de la primera vuelta mesa por mesa, concluyó que es en este centenar de municipios donde Frei aún puede crecer.
– Son comunas que se seleccionaron como prioritarias de acuerdo a diversos criterios: una alta cantidad de electores, una fuerte concentración de votos de Enríquez Ominami y Arrate, un número significativo de votos nulos o blancos. Además, se incluyeron sectores populares donde Piñera obtuvo una alta votación -explica el senador Jorge Pizarro (PDC), uno de los encargados territoriales de la campaña de Frei.
GIRAS PARALELAS
El mapa confeccionado por Aleuy será letra muerta si la Concertación no es capaz de desplegar en las 102 comunas a sus voluntarios, los que, además, por primera vez trabajarán con la dificultad extra de que el electorado mayoritariamente percibe al candidato de derecha como el más seguro ganador. En una reunión desarrollada el lunes 28 en el comando, comenzó a gestarse la coordinación para que a partir del lunes 4 el plan esté en marcha:
-Se hará una campaña territorial exhaustiva, con propaganda centrada en demandas locales, con protagonismo de parlamentarios electos y, especialmente, con gente de esas comunas que en la primera vuelta estuvo con Marco Enríquez Ominami. La coordinación de esa tarea estará en manos de Aleuy y Pizarro -explica el diputado Jorge Insunza (PPD), uno de los responsables de las giras que se harán en paralelo a este despliegue para reforzar el mensaje de Frei.
Las giras se iniciarán este mismo fin de semana, cuando aún esté fresca la resaca del Año Nuevo. Coordinadas por Insunza y los senadores electos Ximena Rincón (PDC) y Fulvio Rossi (PS), partirán al mismo tiempo en el extremo norte y en Concepción. Los acompañarán Juan Luis Castro, Felipe Harboe, Carolina Tohá, Carolina Goic, Guido Girardi, Tucapel Jiménez y Sergio Aguiló, entre otros.
– Tenemos diseñado un despliegue territorial paralelo a las giras de Frei. Vamos a tener dos grupos que recorrerán todo Chile hasta el 14 de enero. Partimos el 2 en Iquique y el 3 en Arica. En los mismos días cubriremos la Octava Región. Vamos a contactar a personas relevantes en cada región que hayan trabajado con Marco (Enríquez Ominami), porque es importante sumarlas. Haremos propaganda territorial y actividades comunicacionales. Obviamente, contaremos con gente que ajustará los contenidos de la agenda a las realidades locales -indica Rossi.
La presencia protagónica de los parlamentarios electos se debe a que el pacto Concertación-Juntos Podemos obtuvo el 44% de los votos en la elección del domingo 13. En el plan del oficialismo para la segunda ronda electoral es clave que las personas que votaron por candidatos del pacto lo hagan ahora por Frei, porque eso le daría un piso al candidato oficialista que prácticamente equipararía el resultado de Piñera en la primera vuelta. De hecho, las dos encuestas que se han conocido ya ubican a Frei en torno a esos valores.
Las giras estarán centradas en una quincena de comunas calificadas como “máxima prioridad”. Son aquellas con una alta concentración de electores donde Frei tuvo un rendimiento muy por debajo de lo esperado por su equipo. Se trata de Arica, Iquique, Antofagasta, Chiguayante, Concepción, Valparaíso, Viña del Mar, La Florida, Maipú, San Bernardo, Puente Alto, San Miguel y Pudahuel, entre otras.
En paralelo a las giras, el senador Guillermo Vásquez (PRSD) planifica las actividades del comando con las organizaciones sociales: “Vamos a reunirnos con un universo muy amplio de entidades, desde feriantes hasta organismos universitarios, a contar del lunes 4″. Vásquez indica que si bien la información recopilada por Aleuy está pensada para el despliegue territorial de la campaña, también será un insumo que él utilizará: “Por ejemplo, si queremos tener un encuentro con organizaciones de mineros quizás resulte conveniente hacerlo en Antofagasta, que es una zona donde hay que reforzar la campaña”.
Seis días antes de poner en marcha su plan de encuentros con organizaciones sociales, Vásquez recibió un tardío regalo navideño. El martes 29 los principales dirigentes del Colegio de Profesores entregaron su apoyo a Frei. Un escenario impensado tras el desgastador paro que enfrentó al gremio con el gobierno por el pago de la “deuda histórica”, un gallito que los docentes cerraron con las manos vacías. El presidente del colegio, Jaime Gajardo, es militante comunista, por lo que este respaldo puede analizarse como una vuelta de mano del PC por el apoyo que la Concertación brindó a ese partido para que consiguiera tres escaños en la Cámara de Diputados, después de 36 años fuera del parlamento.
ESTRATEGIA EN REGIONES
En Iquique Frei ya cuenta con el apoyo del caudillo local Jorge Soria, lo que asegura un significativo contingente de voluntarios para hacer su campaña. En Punta Arenas (donde MEO marcó 26,4 y Frei sólo 22,6) el senador Carlos Bianchi y el alcalde Vladimiro Mimica, ambos independientes, han formado un eje que entregará su respaldo a Piñera o Frei dependiendo de cuál de ellos recoja de mejor manera sus demandas locales. En el comando creen que lo más importante es conseguir el respaldo del alcalde y aseguran que las conversaciones con Mimica van bien encaminadas.
El escenario en que quedó la derecha en Valparaíso y Viña tras las elecciones parlamentarias tiene particularidades que el comando oficialista espera aprovechar. Según explica un líder concertacionista, la reñida elección senatorial entre Joaquín Lavín (UDI) y Francisco Chahuán (RN) dejó adherentes de la UDI de zonas populares resentidos con Piñera. La idea es focalizar parte del trabajo en ellos. Al mismo tiempo, esperan reconquistar a los votantes porteños que respaldaron a MEO. El ex diputado socialista prácticamente empató con Frei en Valparaíso (obtuvo un 23,04 frente al 23,9 del candidato oficialista). “El voto MEO es un voto de clase media, ubicado desde la avenida Alemania hacia abajo”, dice el diputado electo y ex alcalde de Valparaíso Aldo Cornejo (PDC), quien tiene claro el mapa del despliegue territorial. Y agrega que la mayoría de los operadores que hicieron la campaña de MEO, casi todos ex socialistas, ya están cuadrados con Frei.
En la Octava Región se espera que el aporte del senador Alejandro Navarro, quien apoyó a MEO en la primera vuelta y que ya endosó su respaldo a Frei, sirva para alinear a los votantes “meístas”. Navarro comenzó a operar en terreno desde el fin de semana pasado con los militantes de su partido, el MAS. En la zona de Lota y Arauco, las esperanzas están cifradas en la campaña que pueda desplegar el PC y el Juntos Podemos, cuyo candidato a diputado, el sindicalista Cristián Cuevas, cosechó un significativo 22,86% de los votos, aunque fue finalmente derrotado.
La izquierda que se alineó con Jorge Arrate en la primera vuelta tenía previsto anunciar este miércoles 30 la conformación de su propio comando por Frei. En el organismo tendrán un rol estelar el propio Arrate y los tres diputados electos del PC: Hugo Gutiérrez, Lautaro Carmona y Guillermo Teillier. En todo caso, el ex jefe político del comando de Arrate, Juan Andrés Lagos (PC), anuncia que el nuevo referente no priorizá los “rostros”:
– No pretendemos crear una gran estructura, porque el tiempo de trabajo es escaso y lo que se requiere es coordinar de la mejor manera el esfuerzo territorial. Tendrán más importancia los líderes territoriales que los dirigentes nacionales.
Lagos indica que hasta el martes 29 no habían recibido información desde el comando de Frei para coordinar el trabajo en terreno: “Obviamente que si Aleuy está haciendo un diseño técnico para focalizar el esfuerzo, tenemos interés en que nos compartan esa información”.
El principal problema para poner manos a la obra a los militantes de los partidos y organizaciones que apoyaron a Arrate es la falta de dinero. “Tenemos la voluntad de apoyar la campaña, pero obviamente en el comando de Frei no pueden esperar que gastemos nuestros recursos para hacer propaganda y movilizar voluntarios”, indica un dirigente del PC.
Un alto dirigente del equipo de Frei explica que están en condiciones de entregar material de propaganda, pero que no tienen dinero para entregar al comando del Juntos Podemos: “Hay una decisión política de estrangular económicamente la candidatura de Frei. Los empresarios no han puesto dinero y con los bancos tampoco ha sido fácil gestionar los préstamos”, indica la misma fuente, quien asume que la “campaña ciudadana” de recolección de fondos no reunirá más de $200 millones.
OBJETIVO PRINCIPAL: NULOS Y DUEÑAS DE CASA
El mensaje que los voluntarios entreguen en las 102 comunas seleccionadas apuntará preferentemente a dos tipos de electores. El primero responde al perfil del votante de centroizquierda que marcó MEO en protesta contra los acuerdos cupulares de la Concertación y que ahora prefiere anular antes que respaldar a Frei. El segundo corresponde a una amplia franja de mujeres del segmento socioeconómico C3 y D que también votaron por MEO. Estas últimas se concentran en comunas metropolitanas como San Bernardo, Maipú y Puente Alto. Aunque nadie se explica muy bien este fenómeno, algunos lo atribuyen al rol que jugó la conductora de TV Karen Doggenweiler en la campaña de su marido. En Maipú, podría ser fruto del impacto de otro “rostro” mediático: el actor y diputado “meísta” Álvaro Escobar.
Frente al voto nulo, los argumentos son: Frei comprendió la protesta expresada en el resultado de la elección del domingo 13 y gobernará no con los partidos, sino con una mayoría democrática y progresista; las principales propuestas de MEO y Arrate ya se incorporaron a su programa, como la reforma tributaria, el fortalecimiento de la educación pública, la ampliación del royalty a la minería y que el Estado defienda a los ciudadanos frente a amenazas como los cobros abusivos y las alzas de las tasas de interés; ya suscribió el compromiso de desarrollar una economía “verde” y ambientalmente sustentable; impulsará la generación de empleo “digno” y mejor remunerado.
Respecto de la oferta para las dueñas de casa, el mensaje será “seguridad total”, un concepto que no se agota en mejorar el resguardo policial frente a la delincuencia, sino en dar a las familias de clase media la certeza de que no serán golpeadas por los vaivenes económicos: “A eso apunta, por ejemplo, el Auge de la Educación Superior, que incluye un seguro para que los jóvenes puedan seguir estudiando si sus padres quedan cesantes o enferman. La idea es que la gente sepa que no van a quedar solos, que si algo les falta van a tener apoyo”, explica el senador Pizarro.
Ante las mujeres también se recurrirá a una batería argumental sobre las realizaciones de los gobiernos de la Concertación que las han beneficiado: ampliación de salas cuna, pensión para las dueñas de casa, protección para la mujer golpeada y agilización del trámite judicial de la pensión alimenticia. Pero, en especial, se insistirá en las políticas que el propio Frei impulsó en su gobierno: asegurar a las alumnas embarazadas y madres lactantes que puedan terminar el colegio, despenalización del adulterio que sólo afectaba a la mujer y el fin de la discriminación legal entre hijos legítimos e ilegítimos.
– Vamos a hacer un puerta a puerta “quirúrgico”. No basta con golpear y entregar volantes. Hay que conversar con la gente. Si te encuentras con un voto por Piñera, hay que pasar a la otra casa altiro. Si te atiende alguien que te hace una crítica porque la Concertación no cumplió sus promesas, ahí hay que quedarse y argumentar -dice una operadora territorial que hizo la campaña de MEO y que ahora está lista para sacar voluntarios a la calle bajo las banderas de Frei.
CIPER CHILE
Chile, los costos de una transición inconclusa
Gonzalo Rovira S. · · · · ·
En Chile, quienes nos consideramos de izquierda, sabíamos que enfrentaríamos una elección presidencial y parlamentaria en condiciones desfavorables. Nada en política es gratuito. A veinte años de haber derrotado a la dictadura, aún nos pesa el no haber sabido culminar adecuadamente esa victoria y, en el marco de la vida republicana que re iniciábamos, haber conducido las organizaciones sociales en la recuperación de sus derechos. En 1988 se impuso una transición pactada con el dictador, la que preservó una constitución hecha a medida para el modelo neoliberal, y un sistema electoral que deja sin representación a quienes no participen de las dos grandes coaliciones. Desde el 89 ha triunfado en las elecciones presidenciales una “Concertación” de partidos de centro izquierda. Si bien estos han marginado a los comunistas y a la izquierda que no participó del pacto, siempre han contado con sus votos para triunfar en segunda vuelta, por el temor del retorno de la derecha al poder.
El próximo 17 de enero enfrentamos la posibilidad cierta de que gane la derecha. La primera vez que irrumpió este riesgo fue en la elección que enfrentó a Lagos y Lavín el 2000, éste se mantuvo en la elección de la Presidenta Bachelet, pero siempre teniendo como reserva electoral la votación de la izquierda para la segunda vuelta. Hoy la elección es diferente.
No es extraño que el candidato de la derecha, Sebastian Piñera, obtuviera un 44,05%, aproximadamente lo mismo que han obtenido en la primera vuelta desde 1989.Tras veinte años de democracia, y con la complicidad de la Concertación, ellos conservan el poder económico y el control prácticamente absoluto sobre los medios de comunicación, herencia que les dejo la dictadura, y gracias al sistema electoral, siendo minoría, han conservado el control del Parlamento por medio de su poder de veto. Con esos recursos han desarrollado un fuerte trabajo clientelista en los mismos sectores poblacionales donde antes era más poderosa la izquierda. Este es uno de los temas de debate de la izquierda chilena, y una de las claves de su futuro político tras la elección.
Entre tanto, los gobiernos de la Concertación lograron importantes avances en las condiciones de vida de los chilenos, reduciendo de manera significativa los índices de pobreza, y ampliando la cobertura de derechos fundamentales como la salud, la educación y la previsión. Por cierto, no han sido lo progresista y republicanos que la izquierda hubiese querido, no han usado todos los recursos a su alcance para terminar con la Constitución y el sistema electoral impuestos por la dictadura, o avanzar más decididamente en ámbitos tan importantes como la misma educación, los derechos laborales, la defensa del medio ambiente o los Derechos Humanos.
El pacto de gobernabilidad con la derecha los ha ido desgastando. La Concertación enfrentó la elección en un estado de crisis interna nunca visto; de hecho los seis precandidatos y los tres candidatos presidenciales del sector fueron parte dela Concertación hasta comienzos de año. La creciente descomposición de los partidos en el poder, provocó un descontento generalizado que llevó a quiebres en todos ellos. Esta situación los forzó a buscar un acuerdo electoral con el Partido Comunista, que aceptó no sin dificultades, y tras veinte años auto marginándose de la vida republicana, por primera vez ha permitido a este partido obtener tres diputados. Es evidente que, en estas condiciones, el descontento al interior de la Concertaciónno podía ser capitalizada ni por los comunistas ni por el Frente Amplio de Izquierda que formaron las restantes fuerzas de Izquierda.
La dinámica de los acontecimientos de la última década ha dado cuenta de que la izquierda tradicional, incluyendo en este concepto una amplia referencia a objetivos, métodos y discursos, no logra ser representativa del “descontento” de los sectores de izquierda de la concertación, y de los jóvenes que no están participando en política. Esto ha sido ratificado por el 6,21% obtenido por Jorge Arrate, el socialista y ex ministro de Allende y de los tres primeros gobiernos de la Concertación, que fue candidato de la izquierda en la primera vuelta. Con él, si bien mejoró la votación histórica del sector, quedo muy lejos aún de ser alternativa de poder.
Los medios de comunicación que son controlados por la derecha, favorecieron el que ese “descontento” fuese capitalizado por otro candidato, Marco Enríquez Ominami. Se trata de un joven diputado que desde su postulación al parlamento se declaró de la izquierda de la Concertación. El hijo del asesinado líder del MIR, Miguel Enríquez, levantó su opción presidencial, tal como lo hicieron otros, intentando representar este evidente “descontento” del pacto. No fue inesperado que los decepcionados de la Concertación junto a sectores de la izquierda se hayan unido en su campaña, intentando resolver el problema de la renovación de la propia izquierda junto con el de dar conducción al propio “descontento” de la política. El 20,13% obtenido da cuenta de la profundidad de la crisis que enfrentaba la concertación, pero también de las limitaciones de la izquierda tradicional para conducir ese descontento.Por cierto, es bueno considerar que ese porcentaje incluye un “descontento” más amplio, y que guarda relación con que la crisis no sólo es de una forma de hacer gobierno, sino que también de hacer política, lo que llevó a que esta candidatura captara votos de una derecha descontenta, pero también de muchos que aunque no son de derecha hoy, en segunda vuelta, no parecen dispuestos tampoco a darle su voto a la Concertación.
Eduardo Frei, un Demócrata Cristiano de centro, obtuvo un 29,6%, lo que significa que debe arrastrar no sólo al 6,21% de la izquierda más tradicional sino que además a lo menos un 15% del electorado que optó por Marco Enríquez en la primera vuelta. La derecha debiera obtener su histórico 48% de las últimas dos elecciones. El acuerdo de parar a la derecha, esta vez formalizado por la Izquierda y el candidato de la concertación, enfrenta un escenario nuevo, ya que en esta ocasión el voto que se requiere para ganar no es el de la izquierda, de la cual una parte importante votará por él, sino de electores de Marco Enríquez y su nuevo partido “progresista”, y del PRI, escindidos de la Democracia Cristiana, los que podrían optar por la abstención, dando así el triunfo a la derecha con la misma votación con que antes ésta perdía.
La prensa en Chile ya da por triunfador a Piñera, aunque obtenga sólo la votación histórica de la derecha. La definición de ese estrecho margen de votos contra la derecha aún es posible. Lo que resulta evidente hoy día, sea cual sea el resultado de la segunda vuelta electoral, es que la política chilena cambiara inevitablemente.
Gonzalo Rovira S. Ex dirigente estudiantil comunista, Licenciado y Magister en literatura, candidato a Doctor en filosofía. Escribe artículos sobre ciencias sociales en el diario La Nación, de Chile. Es dirigente nacional del Frente Amplio de Izquierda.
SINPERMISO.COM
17 de Enero: una batalla política decisiva, pero de incierto desenlace…
Nadie tiene la banda presidencial en sus manos
Por Equipo LND
Entre los votos de Arrate y Enríquez-Ominami hay una oferta de un 26% del electorado que Piñera y Frei se disputan para el balotaje. Con los cálculos en la mesa, lo único cierto es que nadie puede cantar victoria antes de tiempo, menos cuando se pronostica un casi fallo fotográfico. Así lo dicen los expertos.
Bien difícil, pero no imposible. Esa es la consigna en el oficialismo ante la brecha de 14 puntos de ventaja que Sebastián Piñera obtuvo sobre Eduardo Frei el 13 de diciembre. Así, el panorama para el abanderado de la Concertación está bastante complicado y sólo leer que debe remontar la cifra de un millón 400 mil votos hace pensar que su contrincante tendría asegurada la banda presidencial en la segunda vuelta. Sin embargo, los expertos electorales no se atreven a predecir lo que surgirá de las urnas esa noche, porque coinciden en que será un resultado estrecho, voto a voto. Si bien se ha señalado que la forma en que se reparta el 20,13% de Marco Enríquez-Ominami sería la llave maestra para resolver la incógnita de quien será el próximo Presidente, hay otros factores que sumarán la noche del balotaje.
Las mujeres, los evangélicos, los nulos, blancos y abstenciones se añaden como parte de los sectores a los que apuntan las estrategias que afinan en estos días los comandos de Frei y Piñera. No se agrega a esta lista el voto rural, ya que la tendencia electoral -según los expertos- indica que no varía sustancialmente en segunda vuelta.
Hay varios datos a considerar a la hora de hacer cálculos y pronósticos. En las parlamentarias, la Concertación obtuvo 2 millones 900 mil votos aproximadamente (44%) y la Alianza, alrededor de 2 millones 800 mil (43%), por lo tanto -varios expertos electorales- apuntan a que Frei ya tiene un margen de casi 1 millón de votos para crecer, que equivale a la diferencia entre lo obtenido por la coalición oficialista y su propia votación. Eso es lo que las encuestas estarían demostrando por estos días.
En la otra vereda, algunos análisis post primera vuelta apuestan a una suerte de techo de Piñera y dificultades para llegar al 5,95% de los votos que le faltan para cruzar el umbral de La Moneda. El mejor desempeño presidencial de la derecha fue el 48,69% que obtuvo Joaquín Lavín en 1999. En las parlamentarias del 13 de diciembre, la Coalición por el Cambio obtuvo el 43,4% (en 2005 fue 38,7%), quedando así su abanderado con poco margen de crecimiento
Pero Piñera ya olfatea el triunfo. Con un 44% en la mano, por primera vez en ventaja ante el oficialismo y con la tarea de captar sólo un tercio de los votantes de Enríquez-Ominami, las cuentas en el comando del inversionista RN son bastante alegres y la ruta a seguir clara. “Cuando uno va ganando, no es muy significativo hacer cambios. Si las cosas han funcionado bien con ese diseño estratégico, con ese comando y con esa publicidad, lo lógico es tener una línea de continuidad con lo que dio buen resultado. Eso ha estado haciendo el comando, mantener la estrategia, afianzar el voto popular, aumentar el recorrido de terreno con la infantería donde tuvimos menor votación y hubo mayor inclinación por Enríquez-Ominami”, explica Roberto Palumbo, experto electoral de RN. Bastante más cauto es el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, para quien el candidato de la Concertación enfrenta una situación compleja pero no imposible, ya que a medida que se acerca el balotaje, precisa, se irán estrechando los resultados: “Tengo la hipótesis de que esto se va a definir por muy poco, puede que me equivoque, pero estamos hablando de 2% o 1%”.
Desde la Concertación, se consultó a expertos como el PPD René Jofré, el radical Ernesto Velasco y el investigador de UDP-Expansiva Gregory Elacqua, quienes dieron sus pronósticos con cautela. Todo indica, dado que nada es seguro, que el candidato que cometa menos errores y que más se movilice en terreno será el que gane el 17 de enero, ya que, en esta contienda, será relevante también -dicen los expertos- revertir la desafección de una parte del electorado.
► MUJERES Y EVANGÉLICOS A CONQUISTAR
Existen dos grupos con un electorado importante por conquistar: el 57% de mujeres que votó por Marco Enríquez-Ominami y el 15% de población que profesa la religión evangélica. Cada uno de ellos tiene sus propias características, según los analistas.
Las mujeres que votaron por Enríquez-Ominami, según un análisis efectuado por la UDP-Expansiva, son madres entre 30 y 50 años, forman hogares donde la pareja trabaja fuera del hogar y viven en comunas aspiracionales. ¿Van a votar a Piñera? “Depende de la segunda vuelta”, explica Gregory Elacqua. Ello, porque anteriormente sufragaron por Lagos y Bachelet. Por otra parte, Eugenio Guzmán destaca que la candidatura de la Mandataria “logró revertir una tendencia en la cual las mujeres votaban más por los candidatos de derecha. En esta oportunidad (el 13 de diciembre), se volvió a la tendencia histórica”.
El cómo se conquista ese voto marquista femenino tiene dos aristas, según Roberto Palumbo. A su juicio, las pancartas de Frei acompañado por la Presidenta Bachelet “han sido un error (…). Estamos votando por un nuevo Presidente, no por la simpatía de la Presidenta que, como se ha visto, no le ha transmitido ni la mitad de su adhesión”. Agrega que, en el caso de Piñera, las vocerías de Ena von Baer, Lily Pérez y Marcela Sabat apuntan a tener empatía con el electorado femenino y que el candidato de derecha tiene que transmitir “este mensaje de que nosotros no solamente vamos a mantener la red de protección social, que beneficia a los sectores más desposeídos, entre los que se encuentran las jubiladas, sino que además la vamos a acrecentar”, para lograr el voto de las mujeres de la tercera edad.
El otro grupo a conquistar son los evangélicos. Según Elacqua, son un sector que tiende a ser más conservador en temas como la píldora del día después y las uniones homosexuales. Si bien sintonizan con el conservadurismo en temas valóricos con la UDI, lo que ayuda a la campaña del candidato de derecha, acota que sí le podría traer problemas el hecho que se ha mostrado más liberal que sus partidos en este ámbito: “Puede hacer ruido que Piñera apoye estos temas y le podría jugar en contra”, dice.
Y el abanderado de derecha sabe que este electorado no lo puede descuidar. De hecho, en su página web despliega un mensaje diciendo que “van a tener un Presidente amigo del mundo evangélico”. A este guiño, Palumbo agrega otro: la lista parlamentaria de RN llevaba más de un candidato evangélico.
Pero Frei, en cambio, tiene una clara ventaja con ellos. Si bien el candidato es un católico observante, Elacqua señala que los evangélicos valoran la promulgación de la Ley de Cultos durante los gobiernos de la Concertación, como también la red de protección social, dado que los fieles de esta religión están, en general, en los sectores más bajos.
► NULOS, BLANCOS Y ABSTENCIONES: TODO CUENTA
Nadie discute que la segunda vuelta se resolverá por fallo fotográfico. En ese escenario, las variaciones que se registren en los votos nulos y blancos y las abstenciones pueden ser relevantes a la hora del recuento. Los expertos electorales no coinciden en este punto. Mientras unos consideran que no será significativo su aporte, para otros, todo voto cuenta y apuestan a que la intensidad de la contienda entre Eduardo Frei y Sebastián Piñera los reducirá significativamente en relación a la primera vuelta, tal como sucedió hace diez años entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín.
“Debieran bajar los nulos y blancos a la mitad. Este escenario, si bien es distinto, se asemeja mucho más al ’99 que al 2005, por el nivel de competencia”, precisa Eugenio Guzmán. Hace diez años, en primera vuelta hubo 2,2% nulos, 0,8% de blancos y la abstención llegó al 10,1%, pero en el balotaje que le dio el triunfo a Lagos los porcentajes se redujeron a 1,4% de nulos y a 0,6% de blancos. Este 13 de diciembre estas cifras llegaron a 2,76% de nulos y 1,17% de blancos.
En RN no consideran esto un tema relevante. “La gente que votó nulo o se abstuvo permanecerá igual en la segunda vuelta, porque no le acomodaban ni le gustaban los candidatos, con dos alternativas no habrán mayores variaciones”, dice Palumbo.
En la misma línea, Gregory Elacqua ve difícil que haya variaciones significativas en este tipo de voto, no así en las abstenciones, ya que entre “los que no llegaron a votar podría haber uno o dos puntos”.
Para el PRSD Ernesto Velasco el esfuerzo concertacionista no sólo debe apuntar al electorado de Jorge Arrate y Enríquez-Ominami, sino que “también a captar los nulos, blancos y el de las personas que no votaron. No sólo es un tema de contenidos, sino que también de actitud”. Y cuando habla de actitud, no pasa por el convencimiento de que es posible ganar el balotaje, sino al reconocimiento desde el bloque del arco iris a la “apatía” y “cansancio” del sector que se abstiene de sufragar debido a los conflictos permanentes que ha evidenciado la coalición.
Aunque el PPD René Jofré dice que en un balotaje los nulos y blancos disminuyen, “por lo general, en segunda vuelta este tipo de voto se distribuye de manera similar entre los candidatos según su proporción”. Así, según sus cálculos, los nulos bajarán hasta medio punto y los blancos hasta en 0,8%. A la hora de hablar de la abstención, que en los comicios de 2005 llegó al 12,3%, afirma que el escenario es distinto. “Se puede entender como un voto de oposición política. Por lo tanto, ante el peligro de que la derecha llegue al gobierno, una parte de ese electorado puede que termine votando. Dependerá claramente de las señales políticas que se hagan”, añadió.
► FREI: LAS OPCIONES DE CRECER
Para muchos es la pregunta del millón. ¿Qué tiene que hacer Eduardo Frei para capturar el millón 400 mil votos que le faltan en segunda vuelta? Algunos apuestan a propuestas de futuro, marcar diferencias sin polarizar; otros hablan de señales concretas de renovación política, mayor orden. Pero todos coinciden en que es indispensable un fuerte trabajo en terreno. Todo eso, apuntando -como se ha dicho desde el mismo 13 de diciembre- al electorado de Jorge Arrate y al 70% del apoyo que obtuvo Enríquez-Ominami.
“El 43% de los votantes de Marco es más de izquierda o centroizquierda y simpatiza más con la Concertación (…). Frei tiene que asegurarse de no perder el voto de centro -aspiracional e independiente- que representa la otra mitad de los votantes de Marco y probablemente Piñera va a focalizar su campaña sólo en este 57% aspiracional”, explica Gregory Elacqua. Sobre ese sector, añade que la clave para Frei está en “marcar las diferencias con Piñera en torno a los ejes que le interesan a la clase media, donde la Concertación tiene una historia, demostrar que han logrado políticas públicas que han fomentado y mejorado la calidad de vida de los chilenos. Remarcar que son la mejor opción para construir el futuro, más que la derecha”.
Durante esta semana, Frei hizo gestos al electorado marquista, especialmente con la incorporación de la reforma tributaria a su programa. “Un grueso importante de la votación de Marco va a votar por Frei, ¡dejémonos de cosas! El tema es que la discusión se plantea en ciertos márgenes: mientras más desafectadas sean estas personas, es menos probable que voten por Frei, pero tampoco necesariamente van a votar por Piñera”, advierte el investigador de la UDD Eugenio Guzmán.
Si bien las diferencias parecen impactantes, Guzmán asegura que ya se han acortado: “Frei partió con 29% y ya podemos decir, razonablemente, que estaría bordeando el 44%. De todos modos depende, nosotros hicimos una medición en la Región del Biobío y estaba en 45%, es decir, depende de las regiones”.
Más que ingeniería electoral, Ernesto Velasco confía en las opciones de crecimiento de Frei y afirma que hay que imprimir mística y sentido de futuro a la segunda vuelta. “Capturar a la gente que fue de la Concertación y que por distintas razones esta vez no votó por ella. Reencantar a los que en un minuto se sintieron convocados por nosotros”, añadió. Los cálculos apuntan como mínimo a ocho de cada diez votos que obtuvo Arrate y llegar en estos días al 46%.
El PPD René Jofré considera imperativo “dar señales contundentes al electorado de Marco, que es más proclive a opciones progresistas, liberales, menos conservadoras y que esperan señales políticas significativas”.
► EL TECHO DE PIÑERA Y EL PAPEL DE LA UDI
La elección de 1999 es el único referente de la derecha sobre su techo-votación. En esa oportunidad, Joaquín Lavín obtuvo 47,96% en primera vuelta. Sebastián Piñera conquistó el 44,05% el domingo 13 de diciembre. Cuánto más puede crecer Piñera, considerando que el líder gremialista logró el histórico 48,69% en segunda vuelta, es materia que los analistas tratan de dilucidar.
La lectura que da Gregory Elacqua a este punto se da por estratos. “El único sector donde Frei supera a Piñera es el segmento más pobre, que no posee educación básica completa”. Aquí, el aparataje UDI junto con el hoy alicaído Lavín “serían clave para que Piñera pudiera sumar el voto de esos sectores menos decididos”. Eso, suponiendo que éste se repusiera de su frustrada candidatura senatorial en la Quinta Costa y regresara de Argentina a integrarse a la primera línea de la campaña.
Tan relevante es el rol del ex presidenciable, que René Jofré asegura que “así como Frei tiene que conseguir los votos de Enríquez-Ominami, Piñera tiene que conseguir los que le aporta Lavín. En esos dos movimientos está la clave del triunfo para uno u otro”.
Además del líder UDI, a juicio del analista de Expansiva-UDP, los que tienen un rol relevante para el candidato de derecha “son los rostros nuevos, especialmente los parlamentarios más jóvenes que no tienen un vínculos con la dictadura. Ellos podrían ayudar a Piñera a conquistar los votos de los sectores más populares, particularmente fuera de la capital”.
Respecto de la votación de Enríquez-Ominami, Palumbo indica que si el candidato de la Alianza logra conquistar 400 mil votos de ese electorado, “Piñera es Presidente de Chile”. Y al revés, Frei tiene que conquistar casi 900 mil para suplir la diferencia. Aún cuando la candidatura de Enríquez-Ominami es una escisión de la Concertación, “hay un porcentaje no menor de votantes que en el pasado fueron del oficialismo y ahora presentan un sentimiento de repulsa por la corrupción y la dictadura de los presidentes de los partidos por este afán de perpetuarse en el poder. Ahí Marco tiene un discurso que guarda similitud con el de Piñera”, explica Palumbo. Para conquistar a ese electorado, agrega, Piñera elaboró un plan de giras a las regiones de Atacama y Coquimbo, donde el candidato sacó menos votos. La zona también representa un flanco débil para Frei.
Ernesto Velasco discrepa de estos análisis. “Piñera está en un techo electoral, ya que obtuvo lo que siempre logra la derecha en las primeras vueltas y es un voto evidentemente volátil, por lo que ellos deberán buscar la forma de consolidarlo en el mundo popular”, dijo.
¿Qué le resta por hacer a Piñera para crecer? Eugenio Guzmán responde: “No creo que haya mucha capacidad de maniobra. Lo único que tiene que hacer Piñera es no cometer errores y recorrer el país y dar garantías de seguridad de que se harán bien las cosas”.
Votar hasta que duela: Piñera o el nulo, la peor opción…
Manuel Cabieses, Punto Final · · · · ·
“Los ricos están más ricos que nunca, así que no sé cuánto más se van a enriquecer con Piñera”. (Escritora Isabel Allende, 17 de diciembre 2009).
En ningún otro momento del último medio siglo la derecha estuvo tan cerca -como ahora- de apoderarse del gobierno mediante el voto ciudadano. Las elecciones del 13 de diciembre dieron al empresario Sebastián Piñera una ventaja de 14 puntos sobre el senador y ex presidente Eduardo Frei: 44,05% contra 29,60%. Sin embargo, a medida que se acerca la segunda vuelta del 17 de enero, el panorama comienza a cambiar.
Bajo la superficie triunfalista de las encuestas y de los medios de comunicación, asoman de nuevo -en ayuda de la Concertación- las maltratadas reservas de voluntad democrática para enfrentar al poder oligárquico. Se trata de la última línea de defensa de una coalición de gobierno extenuada por sus inconsecuencias, sus querellas internas y la corrupción de muchos de sus funcionarios y representantes.
Sin embargo, a falta de una alternativa popular y democrática, transformadora de la sociedad, que aún no logra emerger, la Concertación de Partidos por la Democracia representa el “mal menor” capaz de contener la voracidad de una oligarquía arrogante e inescrupulosa. Don Dinero pretende administrar el poder total en Chile, enmascarando su dictadura con el voto obtenido a través de la manipulación de las conciencias, tal como soñó el pinochetismo con su Constitución de 1980, todavía vigente.
Un poco de historia
La tentación del gran empresariado por administrar la suma del poder político, social y económico tiene ya su historia, en el Chile moderno. El primer intento -casi exitoso- lo hizo en 1938 el millonario especulador de la Bolsa y ex ministro de Hacienda, Gustavo Ross Santa María. Pero fue derrotado en forma estrecha por el abogado y profesor radical Pedro Aguirre Cerda, candidato del Frente Popular (radicales, socialistas y comunistas) que alcanzó el 50,26% contra 49,33% de Ross.
En 1952, otro empresario -fundador de una de las principales fortunas del país-, Arturo Matte Larraín, trató también de imponer su riqueza para ser elegido presidente de la República. No tuvo éxito, pero consiguió 27,81% de los votos. Fue derrotado en forma contundente por un ex dictador (1927-31), el general (r) Carlos Ibáñez del Campo (46,8%), que también superó al radical Pedro Enrique Alfonso (19,95%) y al socialista Salvador Allende Gossens (5,44%), que hacía su primer intento de llegar a La Moneda.
En 1958, un empresario -con más pergaminos que Piñera- ganó la Presidencia de la República. Jorge Alessandri Rodríguez, presidente de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) y de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio, independiente afín al Partido Liberal, hijo del ex presidente Arturo Alessandri Palma (1920-25 y 1932-38), obtuvo 31,2% de los votos. Superó en forma estrecha al socialista Salvador Allende (28,91%), al democratacristiano Eduardo Frei Montalva (20,75%), al radical Luis Bossay Leiva (15,43%) y al diputado independiente Antonio Zamorano Herrera, ex cura de Catapilco (3,36%). En el Congreso Pleno el Partido Radical -el partido de la Masonería- votó por Alessandri, dándole la espalda al hermano Salvador Allende, ex ministro de Aguirre Cerda.
El gobierno de los gerentes
La receta de Jorge Alessandri fue trasladar al gobierno los métodos de administración de la empresa privada para “gerenciar” la crisis que vivía el país. Por eso su administración fue conocida como el “gobierno de los gerentes”. Desde luego, la gran empresa -nacional y extranjera- fue beneficiada con las medidas de ese gobierno.
Aunque representante de la oligarquía, Alessandri practicaba una forma de vida sobria y mesurada, bien distinta de la ostentosa conducta del actual candidato de la oligarquía. Alessandri vivía en un departamento de la calle Phillips, frente a la Plaza de Armas, y caminaba diariamente hasta La Moneda. Los fines de semana los pasaba en una parcela cerca de Santiago a la que viajaba en su automóvil particular. Aún no llegaba al país el huracán financiero del neoliberalismo que más tarde traería la dictadura militar-empresarial, agudizando la desigualdad y provocando la transnacionalización de la economía.
En el período post dictadura, otro empresario, Francisco Javier Errázuriz, intentaría comprar el sillón de O’Higgins. En 1989 obtuvo poco más de un millón de votos (15,43%), pero fue superado por el heredero de la dictadura, el ex ministro de Hacienda Hernán Büchi (29,40%), y por el democratacristiano Patricio Aylwin Azócar (55,17%), cuya presidencia inició la ronda de gobiernos de la Concertación que se prolonga hasta hoy.
La Concertación en cifras
El sucesor de Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, no tuvo problemas. Fue elegido en 1993 con mayoría absoluta: 57,98% (4 millones 40 mil 497 votos). Pero de nuevo un empresario y candidato de la UDI trató de ganar la Presidencia: Arturo Alessandri Besa (24,41%), sobrino de Jorge Alessandri, ex cónsul de la dictadura en Singapur. Entretanto, José Piñera Echenique, hermano de Sebastián, ex ministro de la dictadura, alcanzó el 6,18%. Este Piñera fue el creador de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que entregaron al capital privado nacional y extranjero los fondos previsionales de los trabajadores chilenos. Parte considerable de esos recursos, unos 50 mil millones de dólares, los han invertido las AFP en el exterior, sobre todo en Estados Unidos.
Además, como ministro de Minería, José Piñera promovió la Ley Minera que abrió las puertas a una inversión extranjera que casi no tributa en el país. Solamente en el año 2006 las compañías extranjeras del cobre ganaron 20 mil millones de dólares. Esas utilidades son colosales si se considera que superan las inversiones brutas en la minería de Chile en los 30 años anteriores. El caso más escandaloso son las ganancias de la minera La Escondida, una empresa australiana. Finalmente, como ministro del Trabajo de la dictadura, José Piñera fue autor del Plan Laboral, un conjunto de normas que hicieron polvo los derechos y conquistas de los trabajadores chilenos, desarticulando la organización sindical.
Pero la situación de la Concertación se hizo difícil a partir de Frei. Su sucesor, Ricardo Lagos Escobar, ex radical, militante part time del Partido por la Democracia (PPD) y del Partido Socialista, no alcanzó la mayoría absoluta en 1999. Llegó sólo al 47,96% (3.383.339 votos). Pisándole los talones estuvo el candidato de la UDI, Joaquín Lavín (47,51% y 3.352.199 votos). La candidata comunista Gladys Marín logró 3,19% y el humanista Tomás Hirsch 0,51%. Aunque la dirección del PC llamó a anular o votar en blanco en la primera experiencia de balotaje, gran parte de su votación apoyó a Lagos, que ganó por nariz (51,31%) a Lavín (48,69%).
Las dificultades concertacionistas se repitieron el 2005, enfrentando a una derecha dividida. La socialista Michelle Bachelet obtuvo 45,96% contra 25,41% de Sebastián Piñera (Renovación Nacional) y 23,23% de Joaquín Lavín (Unión Demócrata Independiente, UDI). La suma de los candidato de la derecha superaba a Bachelet (48,64% contra 45.96%). Pero esta vez el Partido Comunista, que había apoyado al humanista Tomás Hirsch (5,40%), llamó a votar por Bachelet. El PC le presentó algunas “condiciones”, entre ellas la reforma de la Constitución y el cambio del sistema binominal, temas de la legislación laboral y de protección del medioambiente, aceptadas de inmediato por la candidata y su comando. De esa forma -aunque Hirsch llamó a votar nulo- Michelle Bachelet pudo derrotar a Piñera por 53,50% contra 46,50%.
Así llegamos a la sombría situación que hoy encara la Concertación. Sin dudas el peor resultado de uno de sus candidatos presidenciales es el 29,60% que el 13 de diciembre obtuvo Eduardo Frei. Deberá definir en segunda vuelta con un Piñera que se presenta con el 44,05%. Sin embargo, surgen dudas si ese porcentaje es el máximo que puede alcanzar el candidato de la derecha, o si tiene posibilidades de crecer succionando la votación de Enríquez-Ominami, de la cual nunca estuvo muy distante.
Los propios analistas de la derecha, luego de la euforia inicial, han advertido que la fortaleza de Piñera puede ser una ilusión óptica. En efecto, su 44,05% es inferior al porcentaje alcanzado por la derecha en 1989, 1999 y 2005. Asimismo, parte considerable de la votación de Marco Enríquez-Ominami (20,13%), proviene de la Concertación y de sectores de Izquierda que votarían por Frei ante el peligro de una victoria de la derecha. El desplazamiento de votos hacia el candidato de la Concertación ya comenzó con el Juntos Podemos (Partido Comunista, Izquierda Cristiana y Socialistas Allendistas) que el 20 de diciembre oficializó su apoyo a Frei. El candidato presidencial del JP, el socialista Jorge Arrate, aumentó en 60 mil los votos del sector y obtuvo 6,21% (430.824 votos) que reforzarán a Frei.
La erosión ideológica de Chile
No obstante, se mantiene en pie la amenaza de que la derecha gane el 17 de enero. No sólo por la contundencia de su propaganda que incluye los medios de comunicación más influyentes del país. Ellos se encargan de mantener viva la imagen de triunfo irreversible de Piñera. Asimismo, es un hecho que hay una percepción de agotamiento de la Concertación y un deseo de cambio que no se expresa con coherencia programática. Por ahora se orienta a reclamar “caras nuevas”, una demanda poco consistente que ningún sector político atiende hasta hoy. Sin embargo, Piñera y la derecha “enchulada” la han capitalizado y reclaman por el “cambio”, sobre todo después del eclipse de Enríquez-Ominami.
En rigor, una eventual victoria de Piñera sería producto de un largo proceso de erosión ideológica y política, que ha preparado el terreno -después de la terrible experiencia de la dictadura- para que el país asimile un gobierno de derecha. La responsabilidad de ese proceso, destinado a borrar la voluntad democrática del pueblo, se debe al efecto en la conciencia y la cultura chilena de la economía de mercado que implantó la dictadura y que ha perfeccionado la Concertación. Esta suicida política económica y cultural, ha destrozado los cimientos humanistas y solidarios de partidos como el Socialista y el Demócrata Cristiano. A eso hay que añadir la acción desplegada por la propia derecha, orientada a hacer creer que ya no existen ideologías ni tendencias políticas y que hay un solo sistema económico, social y cultural posible: el sistema capitalista.
Esa línea estratégica de la propaganda de la derecha, cultivada por sus medios de comunicación, por sus centros de investigación y universidades, fue asimilada por la Concertación, que la hizo suya. Lo mismo sucedió con el movimiento “díscolo” de Enríquez.Ominami que creyó en el espejismo de un pacto social que superaría las contradicciones de clase y las diferencias ideológicas, dormidas pero más profundas que nunca. Lo de Enríquez-Ominami fue un pastiche en que ricos y pobres, explotadores y explotados, conservadores, liberales y socialistas, cohabitaban en un mismo proyecto.
A la Izquierda también cabe responsabilidad en la indigencia ideológica, política y cultural a que nos arrastraron la dictadura, la Concertación y la derecha. No sólo se ha prolongado (y agravado) el mosaico que fragmenta a las fuerzas populares. Sus sectores más sólidos no han sido capaces siquiera de dedicar esfuerzos serios a la formación política y a la propaganda anticapitalista, prioritarias en este período.
Un tufillo fascistoide brota así de la operación política y mercantil que ha tratado de lavar el cerebro de los chilenos. Su instrumento principal es la UDI, cuyos 40 diputados la convierten en el principal partido de Chile. Su bancada parlamentaria refleja un audaz trabajo desplegado en la base social por la extrema derecha, heredera sin remilgos de la dictadura militar. Ejemplo de aquello es que Piñera recibió el 42,31% de los votos en las diez ciudades con mayor desempleo del país y el 51,02% en las diez comunas con mayor tasa de pobreza, entre ellas las comunas mapuches. (Estudio estadístico de El Mercurio, 15 de diciembre).
Es cierto que en el plano de la economía, salvo terminar de privatizar lo que han dejado la dictadura y la Concertación, un gobierno de Piñera no se diferenciaría mucho de uno de Frei. Pero habría cambios regresivos en otros ámbitos. Por ejemplo, en derechos humanos. Dictaría una amnistía para militares ya condenados o se interrumpirían los procesos de otros criminales y torturadores. En el ámbito sindical se impondrían la flexibilización laboral y otras medidas para debilitar el movimiento de los trabajadores. La represión a la lucha social sería aún más dura. Detrás de una pretendida defensa de la “seguridad ciudadana”, se levantaría un Estado policial.
Piñera se declara admirador del gobierno de Colombia y de sus métodos. Visitó Colombia en julio de 2008 y recorrió ese país en el avión presidencial, acompañando a Alvaro Uribe y al entonces ministro de Defensa, José Manuel Santos, hoy candidato presidencial. En octubre pasado, Santos envió a Chile a tres miembros de su comando, Juan Carlos Echeverry, Tomás González y Santiago Rojas, para estudiar la campaña y el estilo de Piñera. “Los problemas en Chile y Colombia no son tan distintos. A ambos países les preocupa la seguridad ciudadana y el gasto social en salud y educación”, declaró uno de los asesores de Santos.
El gobierno de Uribe ha generado el más delicado problema que hoy enfrenta América Latina al firmar con EE.UU. un convenio que resigna la soberanía colombiana para permitir la instalación de siete bases militares norteamericanas. Si Piñera es elegido presidente, alineará a Chile junto a Colombia y otros países de la región que han arriado la bandera de la dignidad latinoamericana. Peligrosa tendencia que viene tomando fuerza a partir del golpe de Estado en Honduras, y que busca configurar un bloque contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba).
La peligrosa situación interna y regional que se crearía si la derecha gana las elecciones en Chile, legitima la necesidad de cerrar el paso a esta maniobra de la oligarquía. La realidad indica que no hay otro camino que votar por Frei… Y ponerse a trabajar en una alternativa de Izquierda que permita librarse del cepo del “mal menor”.
Manuel Cabieses Donoso, es periodista. Fue director de la revista Punto Final
Editorial de Punto Final, Nº 701, 24 diciembre 2009
Brasil: Partido de Lula, el PT, manifiesta su respaldo a Frei…
El partido al que pertenece el presidente Lula apoya la candidatura de Eduardo Frei
Santiago de Chile, 23 dic (EFE).- El oficialista Partido de los Trabajadores al que pertenece el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó hoy su apoyo a la candidatura presidencial de Eduardo Frei y confía en que el candidato dará continuidad al trabajo de la gobernante chilena, Michelle Bachelet.
En una nota hecha llegar este miércoles a los medios de comunicación, el partido brasileño "espera que su victoria (la de Frei) permita una renovación de la Concertación Democrática y una apertura de ésta para otros segmentos sociales y políticos que mostraron gran vitalidad durante la campaña electoral".
El próximo 17 de enero se celebrará la segunda vuelta presidencial en Chile en la que se enfrentarán el candidato oficialista Eduardo Frei, que en primera vuelta obtuvo un 29,60 por ciento de los votos y el candidato de la derecha opositora, Sebastián Piñera que logró un 44,03 por ciento.
Según la misiva, Chile se enfrenta al dilema de hacer avanzar las conquistas económicas y sociales de la administración Bachelet, especialmente en cuanto a sus esfuerzos por la integración de América del Sur, "o hundirse en un período de incertidumbres bajo el comando de las fuerzas de derecha y extrema derecha".
El colectivo brasileño aclara que en la primera vuelta, cuando varios nombres identificados con la izquierda disputaron la presidencia, el Partido de los Trabajadores se abstuvo de manifestar preferencias "(pero) ahora la situación ha cambiado radicalmente".
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, realizada el pasado 13 de diciembre, Piñera obtuvo el 44,03% de los votos, Frei el 29,60%, el candidato independiente y ex socialista, Marco Enríquez-Ominami, 20,13% y el candidato de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate un 6,21% der los sufragios.
Por Agencia EFE
Chile: un fracaso electoral y la crisis del PS…
El terremoto electoral que empuja al PS hacia la izquierda
Por Pedro Ramírez y Bastián Fernández, CIPER
La primera mujer que llegó a La Moneda es militante socialista, dirigió el gobierno concertacionista de tinte más progresista en 20 años y cerrará su mandato con una popularidad superior al 70%. Pero su partido fue incapaz de capitalizar el prestigio de Michelle Bachelet. Por el contrario, el PS se enfrenta a su momento más duro, con un resultado electoral adverso y responsable de la fuga de militantes que dieron origen a dos candidaturas presidenciales que en conjunto sumaron sólo un poco menos que Eduardo Frei. Mientras arrecian las críticas que exigen la salida de su presidente, Camilo Escalona, el PS encara la campaña de segunda vuelta con un ojo puesto en la posibilidad de convertirse en un partido opositor, ubicándose claramente más a la izquierda en el espectro político.
El partido de la Presidenta Michelle Bachelet cierra el año en medio de un terremoto político. Sus magros resultados en las últimas elecciones le costaron al timonel del PS, Camilo Escalona, enfrentar peticiones de renuncia de sus propios correligionarios, quienes lo culpan de una gestión que favoreció la fuga de militantes que dio origen a las dos candidaturas presidenciales que dejaron al borde del desastre total a la Concertación. Por ahora la cabeza de Escalona permanecerá en su sitio, pues sus detractores postergaron el debate sobre su responsabilidad, pero ya se prepara un cambio de rumbo. El partido dará un fuerte giro a la izquierda, el mejor lugar para posicionarse como opositores en un eventual gobierno de Sebastián Piñera, según dicen los socialistas más pragmáticos. Ese diseño también funcionaría en caso de que Eduardo Frei llegue a La Moneda y el PS se libere de la incondicionalidad que ha demostrado con una Presidenta de sus filas.
El balance electoral indica que el PS no sólo perdió dos senadores y cuatro diputados, sino que la colectividad contribuyó de manera clave para que el oficialismo enfrente hoy la posibilidad cierta del desalojo del gobierno. Porque al margen de los propios errores de Frei y su comando, fue de las filas del PS que salieron los dos candidatos -Marco Enríquez Ominami y Jorge Arrate- que causaron estragos en su votación presidencial. Ambos postulantes abandonaron el partido prácticamente empujados por la mesa directiva de Escalona, cuya principal responsabilidad radicaría en no haber abierto válvulas para canalizar sus críticas al gobierno de Bachelet y la Concertación.
En una paradoja que los dirigentes del PS aún intentan explicarse, el partido vive su momento más duro en los precisos instantes en que dirige el país una de sus militantes, la que con seguridad culminará su período con un índice de popularidad histórico, superior al 70%, y que ha hecho el gobierno concertacionista de tinte más progresista en 20 años. En estos días, la pregunta que ronda en cualquier conversación donde se juntan dos o más socialistas es la misma: ¿Por qué el buen desempeño de la mandataria y la positiva evaluación de su gobierno no fue capitalizada por el PS?
– En esta elección todas las candidaturas, incluida la de Piñera, revalorizaron el rol del Estado y reconocieron la importancia de la red de protección social, que son ideas del PS. Y todo el mundo valoró la gestión de la Presidenta Bachelet, que se identifica claramente con las posiciones progresistas del partido. Pero nosotros no fuimos capaces de convertir eso en un capital electoral ni evitar los quiebres que dieron pie a las candidaturas de Arrate y Enríquez Ominami -reconoce el vicepresidente del PS y alcalde de San Miguel, Julio Palestro.
Palestro, al igual que el resto de los dirigentes del partido, prefiere no hacer ahora una evaluación de los errores que le significaron al PS desaprovechar el buen momento de Bachelet: “La revisión que permita establecer las responsabilidades por la conducción del PS en este período deberá hacerse después de la segunda vuelta, porque el objetivo hoy es ganar esa elección y no desgastarse en discusiones”. Un criterio que quedó a firme en la reunión de la Comisión Política socialista celebrada en la noche del jueves 17.
El peor escenario: la derrota
La posibilidad de la derrota en segunda vuelta ya se instaló en los análisis que hacen los dirigentes del PS. Por lo mismo, tras las elecciones del domingo 13 algunos sostienen que es necesario trabajar con la premisa de que en marzo pueden convertirse en un partido de oposición. Bajo esa tesis, un miembro de la Comisión Política advierte que la principal debilidad del PS radica en que la colectividad ha perdido parte de sus militantes y simpatizantes:
– Con 20 años en el gobierno, la práctica llevó al partido a hacer política desde el aparato público hacia la ciudadanía y no al revés. Hoy el PS tiene pocos militantes activos que no sean funcionarios públicos o municipales. Y en caso de pasar a la oposición la tarea prioritaria será recomponer esa fuerza, porque habrá que volver a hacer política en las poblaciones, sindicatos y federaciones de estudiantes.
Un ex colaborador de Escalona confiesa que aunque el padrón de militantes del PS llegó a empinarse sobre los cien mil adherentes, en la realidad no son más de tres mil los que participan de manera activa:
-La militancia se redujo a los operadores políticos, salvo en comunas emblemáticas, como San Miguel. En la última elección de la Juventud Socialista, que teóricamente es la cantera del partido, participaron sólo 1.500 militantes. Durante años se instaló la idea de que los militantes que no tenían un empleo público eran como una “segunda división” y no se invirtió en formar cuadros para el sector sindical, poblacional o estudiantil.
La fortaleza de la colectividad, en caso de pasar a la vereda opositora en marzo, radica en que cuenta con un capital de alrededor de US$ 13 millones, producto del proceso de devolución de los bienes que le fueron confiscados en dictadura. Ese dinero -recibido a inicios de esta década- es administrado por una “Comisión de Patrimonio” que sólo rinde cuentas ante el Congreso del partido, por lo que la mesa directiva no puede hacer uso del dinero a su antojo. Así, el PS dispone de más de 20 millones de pesos mensuales producto de sus rentas, con lo que financia la operación del partido y “ahorra” para las campañas electorales sin tocar el capital inicial.
– Con ese dinero habrá que potenciar los centros de estudios afines al partido (como el Instituto Igualdad y la Fundación Clodomiro Almeyda), para que allí se hagan propuestas de políticas públicas, tal como funcionan hoy los institutos Libertad (de RN) o Libertad y Desarrollo (UDI) y la Fundación Jaime Guzmán. Ese sería el insumo para que nuestros alcaldes, concejales, parlamentarios y consejeros regionales, levanten proyectos.
Y aún cuando no se convierta en oposición y sea Frei el que suceda a Bachelet, habrá que acostumbrarse a ver un PS cargado a la izquierda. “El partido debe volver a su nicho y eso se facilita en la medida en que el Presidente de la República no es socialista. Tendremos más libertad para presionar, por ejemplo, por la reforma laboral, la reforma tributaria y la ampliación del royalty a la minería, temas que permiten volver a tejer relaciones con Arrate y el Juntos Podemos”, dice un miembro de la mesa directiva socialista. El martes 22, Frei ya avanzaba en la tarea y asumía el compromiso de explorar la reforma tributaria y la ampliación del royalty.
Las resoluciones de la Comisión Política del jueves 17, que analizó el resultado electoral, ya habían transitado por esta vereda. La declaración pública emitida al cierre de esa reunión fue la primera en que un partido oficialista admite que la Concertación por sí sola no da gobernabilidad a Chile y que ya es tiempo de que sea superada por un “amplio arco de fuerzas progresistas”. El PS vuelve a vestirse de rojo.
Los errores de Escalona
Después de las pifias contra los presidentes de los partidos oficialistas que se escucharon en el acto que el comando de Frei organizó en el Court Central del Estadio Nacional, se esperaba que Escalona asumiera un discreto segundo plano durante la campaña. De hecho, en la Comisión Política del PS se había debatido que en adelante los roles protagónicos de la campaña quedaran en manos de Frei y de los miembros de su comando, lo que se interpretó como un elegante intento de relegar a Escalona. No obstante, el presidente socialista volvió a la palestra al concurrir al Comité Central del PC el sábado 17, en el marco de las conversaciones para que ese partido apoye a Frei.
– Fue el PC el que pidió que Camilo asistiera personalmente. Los comunistas son muy cuidadosos en estos temas formales y era importante para ellos que por primera vez en 36 años un presidente del PS hablara en su Comité Central -explicó una fuente del PS.
No obstante, Escalona volvió al ruedo público el martes 22, cuando salió al paso de los rumores acerca de que la voz de los presidentes de partidos ya no pesaría en el comando oficialista: “Privar a la campaña de Frei de los partidos políticos sería privarla de los pies sobre la cual la candidatura camina, lo cual sería una cuestión suicida”, dijo.
Aunque la Comisión Política resolvió que la evaluación de responsabilidades por el bajo rendimiento electoral del partido se haría tras la segunda vuelta, lo que ha permitido a Escalona sortear las críticas que exigían su renuncia, bajo cuerda abundan los cuestionamientos. Un miembro de la misma Comisión Política estima que en el estilo de Escalona radica la clave para comprender por qué el partido no capitalizó la buena gestión de Bachelet:
– Los gobiernos de la Concertación navegan en dos aguas. Se gobierna con símbolos de centroizquierda y se maneja la economía con ideas liberales. Muchos compañeros creyeron que con Bachelet se podía ir más lejos que la instalación de una red de asistencia social, en aspectos como reforma tributaria, reforma laboral y cambio del sistema electoral binominal. Pero Camilo consideró una deslealtad al gobierno todas las críticas y arrinconó a los disidentes. Al final, terminaron yéndose del partido, primero Alejandro Navarro, luego Arrate y Enríquez Ominami. Se llegó a la locura de que hubo un momento en que había cinco candidatos presidenciales de cuño PS: José Miguel Insulza, Ricardo Lagos, Navarro, Arrate y Enríquez Ominami.
La primera alerta ocurrió en el congreso partidario celebrado en Panimávida, en marzo de 2008. “Ahí ya había un ambiente tenso porque muchos pensaban que Camilo había privilegiando en los puestos claves del gobierno a gente de su línea y que era más papista que el Papa con las críticas al gobierno. Navarro hizo sus críticas y salió decidido a fundar el MAS (Movimiento Amplio Social)”, cuenta un miembro de la mesa directiva del PS.
El 6 de noviembre del año pasado, 136 militantes, encabezados por el senador Navarro, se retiraron del partido y constituyeron el MAS. Al anunciar su decisión, Navarro fue claro:
– Dijimos que el partido debía ponerse al lado de los trabajadores y que había que separar la función de ser partido de gobierno del ser gobierno. Lamentablemente, la dirección de este Partido Socialista, encabezada por Camilo Escalona, confundió el ser partido con el ser gobierno.
Si bien el MAS no logró levantar “rostros” del PS, su cercanía con la revolución bolivariana de Hugo Chávez y su proceso de recolección de firmas para constituirse como partido en distintas regiones, abrió un fuerte debate en las bases del PS: “Ellos no se llevaron a personas de la primera línea directiva, pero sí a muchos operadores territoriales, dirigentes intermedios, gente que hacía las campañas electorales. En un primer momento se despreció su salida, pero ahora, con este resultado electoral, se evalúa que hicieron falta”, admite un integrante de la mesa del PS.
De Lagos e Insulza a Frei
El 14 de enero de este año, se produjo la segunda escisión. Esa vez fue Jorge Arrate el que envió su carta de renuncia a Escalona con una profunda crítica al presidente socialista:
-Cuando se es presidente del PS no se puede ser jefe de una corriente o de un lote interno (…). El balance del periodo en que prácticamente Escalona y Ricardo Núñez se han traspasado uno a otro la dirección del partido, no es bueno. Creo que era el momento para que el PS hiciera un llamado a reconstruir un referente popular y democrático -señaló Arrate a La Segunda.
Arrate quería convertir la primera vuelta presidencial en una suerte de primaria a la que se presentara un candidato DC y otro del PS. Este último con un programa más progresista que lo permitido por los cánones de la Concertación, para captar el voto de la izquierda extraparlamentaria. En ese diseño el que pasaba a segunda vuelta debía ser apoyado por el perdedor, como sucedió en la definición derechista de 2005 entre Piñera y Joaquín Lavín.
-El problema de Arrate -cuenta un integrante de la Comisión Política- fue que Escalona ya estaba en otra frecuencia. En esos días se discutía si el candidato del PS sería Lagos o Insulza, que se resistían a las primarias, o mejor reconocer el derecho de la DC, después de dos gobiernos con Presidente socialista, y reclamar después el derecho de un PS en 2014.
Escalona, dice la misma fuente, se inclinó por la última tesis, pensando en llevar nuevamente a Bachelet en 2014, pues las encuestas ya indicaban que cerraría su gobierno con una alta popularidad. Muchos consideran que la jugada del timonel fue poco fina y que terminó desahuciando primero a Lagos y luego a Insulza. Aunque Escalona había sido el primero en proponer al secretario general de la OEA cuando Bachelet aún no cumplía un año en La Moneda -lo que se interpretó como una movida para cerrarle el paso a Lagos-, lo dejó caer en los primeros días de enero de 2009.
Ya en octubre, Escalona le había mostrado los dientes a Lagos, al señalar que si el ex Presidente no se sometía a primarias “tiene que salir definitivamente del escenario para permitir crecer a otros nombres”.
El 6 de enero de este año Insulza se bajó de la competencia. Aunque jamás resolvió el problema de su “doble militancia” como funcionario de la OEA y candidato presidencial, ya era un hecho que la mesa encabezada por Escalona no le había dado piso a su postulación. Sobre las posibilidades del ex ministro, Escalona dijo en público que “iniciamos este esfuerzo con retraso”. Sólo 48 horas después, Escalona inició los contactos con Frei.
Cuando la mesa de Escalona pensaba que ya todo estaba bajo control y que Frei sería el paraguas bajo el que se aglutinaría la centroizquierda, aparecieron dos nubarrones. El primero, y a la postre el más caro, fue la decisión de MEO, adoptada en marzo, de competir por fuera de la Concertación en protesta por el bloqueo a su aspiración de representar en primarias al PS. El diputado culpó directamente a Escalona, denunciando la actitud antidemocrática de las cúpulas oficialistas, y no se cansó de repetirlo durante toda la campaña, lo que le aseguró de manera permanente un lugar en las páginas de la prensa y le reportó un brío impensado a su candidatura.
El segundo fue la perseverancia del precandidato radical, José Antonio Gómez, que insistió en ir a primarias con Frei. El balance de esa elección fue letal para el oficialismo. El diseño de las primarias fue ostensiblemente favorable a Frei y el proceso culminó el 5 de abril de 2009 con el bochornoso incidente en que Escalona insultó a Gómez en el mismo escenario en que Frei era proclamado.
-La protesta de Marco por no dejarlo competir y el forcejeo en las primarias son dos fotos que crearon una imagen pública de Camilo muy negativa. En él se ha querido personalizar todo lo malo de las prácticas políticas. Ha sido una verdadera campaña en la que su nombre se convirtió en sinónimo de acuerdos cupulares. Pero él también ayudó a crear esa imagen odiosa, con su desprecio a Marco, llamándolo “Marquito” -dice un ex colaborador de Escalona.
Presión a Escalona
Una vez conocidos los resultados de la elección del domingo 13, las críticas a la mesa de Escalona arreciaron. El partido sólo perdió un 0,15% de su electorado, pero debido a la plantilla parlamentaria que negoció, el rendimiento de su votación fue muy bajo y cedió dos escaños en el Senado y cuatro en la Cámara.
En la misma noche de la jornada electoral, MEO puso presión al exigir la renuncia de los presidentes de la Concertación. Y aunque el timonel del PPD, Pepe Auth, y los vicepresidentes del PS, Marcelo Schilling y Juan Pablo Letelier, se mostraron dispuestos a barajar sus renuncias si eso posibilitaba un acuerdo con el “meísmo”, Escalona se rehusó a poner su cabeza en una bandeja.
El primero en disparar sobre Escalona fue el diputado socialista Fidel Espinoza, quien obtuvo la primera mayoría nacional en las elecciones de la Cámara. Espinoza se cuadró públicamente con la idea de que el timonel socialista debía dar un paso al costado. Lo propio hizo, aunque más tibiamente, el diputado Marcelo Díaz. Pero el oficio de los viejos dirigentes socialistas evitó que la sangre llegara al río: la mesa directiva del PS se reunió el lunes 14 y de inmediato pospuso hasta el jueves 17 la cita de la Comisión Política donde se evaluaría el desempeño electoral. En esos tres días los operadores políticos hicieron lo suyo y apaciguaron los ánimos.
-Las críticas hay que tomarlas en su justa medida. Fidel Espinoza es de un distrito por donde Escalona también es senador y quizás está pensando en ocupar esa senaturía en el futuro. Y Marcelo Díaz no es secreto que quiere ser presidente del PS -asegura un dirigente socialista que participó en la cita del jueves 17.
Uno de los que critica el manejo del partido en las elecciones es el diputado y senador electo Fulvio Rossi:
– El apoyo a las campañas por parte de la dirección fue muy artesanal. Las tendencias de las campañas pueden cambiar de una semana a otra y no se hizo un seguimiento. Andaban más perdidos que el teniente Bello. Nos dijeron que Jaime Gazmuri ganaba seguro, igual que Jaime Naranjo, y que Isabel Allende estaba a punto de perder. Gastaron mucha plata en algunos candidatos y no sé con qué criterios. Fue una campaña poco profesional. La franja electoral fue pésima, porque en ella los parlamentarios estuvieron ausentes.
El secretario general del PS y diputado reelecto, Marcelo Schilling, cree que un factor que afectó el rendimiento electoral de su partido fue la confección de una plantilla que obligó a competir en varios distritos a candidatos del PS con los del PPD y en otros a privilegiar al Juntos Podemos. “Sin lugar a dudas también nuestro problema surgió de la existencia de candidatos que son ex socialistas que iban al margen de la Concertación”, agregó.
El diputado Marcelo Díaz hace su propio diagnóstico:
-El diseño de la campaña no fue inteligente. No existió de parte del comité electoral una evaluación constante de la evolución de los candidatos. Y la asignación de recursos no estuvo siempre justificada (…). Se rompió el eje PS-PPD y eso permitió que existiera una disolución de la base histórica del partido.
Las críticas apuntan también a que la franja de TV del PS y la campaña “corazón socialista” fueron más funcionales a Frei que a los candidatos del partido, cuyos rostros y nombres prácticamente no aparecieron en pantalla. La responsabilidad de la franja, en todo caso, no era de Escalona, aunque su mesa la visó, sino del vicepresidente del PS y miembro del comando de Frei, Ricardo Solari.
Diversas figuras del partido aún se preguntan por qué la mesa de Escalona aprobó presupuestos extras para algunas candidaturas en desmedro de otras. “Camilo se jugó por darle más recursos a Arturo Barrios porque se obsesionó con que el PS se quedara con el distrito de Marco, pero Barrios no pasó del 10% (marcó 9,4%). Y se jugó por darle más a Isabel Allende, aunque ganó holgadamente (28,1%), y eso se presta para suspicacias porque ella ha criticado su gestión. Y no se entiende, por ejemplo, que no le hayan puesto más plata a Naranjo o Gazmuri, que al final perdieron por poco”, señala un miembro de la Comisión Política.
A la captura del “meísmo”
Aunque Escalona no renuncie ahora, la renovación de la mesa del PS se hará sin su nombre en las plantillas. Por estatutos, los miembros de la mesa no pueden participar en la directiva por más de dos periodos, los que el timonel socialista ya cumplió. El “delfín” de Escalona sería el actual ministro de Salud, Álvaro Erazo, o en su defecto, Osvaldo Andrade. En el partido apuestan a que también Marcelo Díaz e Isabel Allende intentarán competir por la testera.
Aunque después de la Comisión Política del jueves 17 pareciera que el PS ha vuelto a navegar sin sobresaltos, la procesión va por dentro. En otro escenario el octanaje de las críticas habría bajado conforme pasa el tiempo y se enfrían los ánimos. Pero no será el caso. Reservadamente, diversos dirigentes confirman que es casi imposible que Frei remonte la ventaja que le lleva Piñera y consideran que es prácticamente un hecho que deberán pasar por el doloroso trance de abandonar el poder político del país. Y eso augura un debate interno intenso.
– Las cuentas indican que es necesario conquistar tres de cada cuatro votantes de Enríquez Ominami y el 90% de la votación de Arrate. Para cualquier experto electoral, eso es como pedir que se abra el Mar Rojo. Siempre queda la posibilidad de que Piñera sufra un traspié monumental o que Frei haga una jugada magistral, pero en una campaña tan cerrada los márgenes son escasos -explica un dirigente histórico del grupo tercerista del PS.
La apuesta por el milagro comenzó a diluirse el viernes 18, cuando se conoció la primera encuesta electoral con miras a la segunda vuelta y cuyas proyecciones dan 52,7% a Piñera y un 47,3% para Frei. Aunque un 17% de los encuestados manifestó que podría cambiar su voto, el verdadero problema para el oficialismo es que sólo un 9% de los encuestados no manifestó preferencia, por lo que el bolsón de sufragios en disputa es muy pequeño y desde el punto de vista estadístico es altamente probable que se distribuya en los mismos porcentajes que el resto de la población.
En este escenario adverso, el PS ha puesto todo su empeño en hacer un diseño cuidadoso de la campaña en terreno y se instaló en el comando de Frei su más reputado experto electoral: Mahmud Aleuy, quien hasta la semana pasada era el subsecretario de Desarrollo Regional. Para las pretensiones de Frei, la tarea de Aleuy es tan necesaria como el oxígeno. El ex subsecretario revisa minuciosamente los escrutinios para detectar las mesas en que hubo una alta votación de MEO y de candidatos a parlamentarios de la Concertación y el Juntos Podemos. Una vez identificados los distritos donde se da ese cruce -una votación de MEO con perfil izquierdista-, los operadores del PS intentarán sumar a los jefes territoriales de la campaña de Enríquez Ominami en esas zonas.
En esta línea, el apoyo que brindó este lunes 21 el senador Navarro a Frei fue recibido con entusiasmo en el PS. Navarro es la primera figura política del comando de MEO que se suma a la campaña oficialista e implica que los operadores territoriales del MAS se integrarán al trabajo electoral. Además, anunciaron su respaldo a Frei los socialistas que apoyaron a MEO, encabezados por Cecilia Suárez, Osvaldo Torres y Lincoyán Zepeda. Y el grupo de socialistas allendistas que lidera Jorge Arrate también se apuntó en la nómina de adherentes al candidato oficialista. Habrá que ver si la suma alcanza para detener a la derecha.
Frei recibe apoyo del PC y del Juntos Podemos…
/ La Nación Domingo Por Verónica Muñoz L.
Fueron decisivos los aspectos contenidos en el punto uno, en orden a limitar el concepto de “Estado subsidiario” y el restablecimiento del derecho del sector público a constituir empresas en áreas estratégicas para el desarrollo del país…
Faltando 15 minutos para las 10 de la mañana y poco antes de que comenzara el pleno del comité central del PC, en la sede del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, en calle Ricardo Cumming, el timonel Guillermo Teillier recibió la carta con los “12 Compromisos por la Democratización y el Avance Social de Chile”, firmada por la “generalísima” del comando freísta, Carolina Tohá. Así se daba respuesta a la propuesta hecha por la tienda de Recabarren durante la semana que buscaba estampar la “voluntad política” de hacer cambios significativos y concretos en áreas que para la izquierda son fundamentales, como la Constitución y el rol del Estado.
“No se trata de una negociación”, había aclarado el mismo Teillier tras enviar su documento, sino de un “diálogo con el electorado” que permita atraerlo y reencantarlo. Desde el otro lado, el propio Eduardo Frei señalaba que el acuerdo con el Partido Comunista “tiene un sentido de país, no sólo electoral”.
Con este documento en mano, el pleno con sus 75 integrantes comenzó a sesionar a puertas cerradas. Sin embargo, a la hora de almuerzo ya se daba por descontado el respaldo a la opción de Frei y, tras la visita del abanderado del Juntos Podemos-Frente Amplio, Jorge Arrate, el mismo Teillier declaraba a la prensa, a esa hora ya inquieta por saber la postura comunista, que era “partidario de hacer todo lo posible para que la derecha no gane”. Quedaba aún el debate más largo sobre el escenario político, la viabilidad de las propuestas con un Congreso donde será difícil lograr quórum calificado para hacer reformas sustantivas y la forma en que traduciría el PC su apoyo en esta coyuntura manteniendo su espacio en la izquierda. Las alternativas iban desde un llamado público hasta la constitución de un comando de izquierda como lo planteó el mismo Jorge Arrate.
Varios de los puntos expresados en este compromiso ya eran conocidos, como la reforma al sistema binominal, pero fueron decisivos los aspectos contenidos en el punto uno, en orden a limitar el concepto de “Estado subsidiario” y el restablecimiento del derecho del sector público a constituir empresas en áreas estratégicas para el desarrollo del país, pues ambos puntos introducen cambios en el modelo neoliberal. Así mismo, se valoró la defensa de Codelco, el fortalecimiento de la educación pública, la modificación de la Ley Antiterrorista para evitar que se pasen a llevar derechos civiles, tema que ya había planteado Frei antes de la primera vuelta, aunque en la izquierda se echó de menos algo más firme sobre “desmilitarización” en el conflicto mapuche.
Paralelamente, la Izquierda Cristiana también se reunió durante varias horas en otro sector de Santiago. Sus integrantes analizaron también la carta freísta que fue bien acogida en principio. Al término de una extensa discusión sobre los escenarios de cara al balotaje, acordaron respaldar al candidato de la Concertación por el impacto que tendría un gobierno de derecha no sólo para el país, sino en América Latina. “Sentimos que votar nulo es no asumir la responsabilidad en el escenario en que estamos”, se dijo en la IC. Aunque están conscientes, al igual que en el PC, que “no podemos pedir lo imposible porque entendemos que la composición del nuevo Congreso hace difícil reunir los quórums necesarios”, recalcaron la necesidad de poner el acento en al menos tres aspectos que consideran relevantes: insistir en una asamblea constituyente que proponga una reforma profunda a la Constitución y no sólo un “maquillaje”, tomar iniciativas para “desmilitarizar” la Araucanía y el rechazo absoluto a los lobbistas y “operadores políticos” con una mayor fiscalización sobre los actos de corrupción.
Al cierre de esta edición, ambos partidos redactaban su voto político y los dirigentes de la Izquierda Cristiana se dirigían a la sede del ICAL para conformar una posición común.
El acuerdo considera conformar un comando de izquierda para respaldar concretamente la opción Frei, con giras y desplazamientos a lo largo del país de sus principales dirigentes, incluidos ex candidatos y diputados electos.
Para plasmar esta convergencia,los comandos de Eduardo Frei y el Juntos Podemos-Frente Amplio efectuarán hoy, a las 11 horas, una actividad conjunta en la comuna de San Miguel.
Hora de definiciones
El codiciado 20% que logró Marco Enríquez-Ominami en los comicios del domingo pasado estuvo en el centro de la semana post primera vuelta. De ellos depende en gran parte lo que suceda el 17 de enero. Mientras hasta ahora los marquistas mostraron su faceta “transversal”, que no estaba ni con Piñera ni con Frei, porque ambos “representan lo mismo”, admiten que ya llegó la hora de las definiciones.
Mientras el ex asesor económico de Marco, Paul Fontaine, decidió girar a la derecha, un grupo de adherentes del ex diputado PS, reunidos tras la cara visible de Patricio Mery, quien fuera asesor de Carlos Ominami, anunciaba que se cuadraban con Frei, señalando que la primera vuelta había sido una primaria de la centro izquierda y el progresismo, pero ahora Eduardo Frei es la opción. Junto con retiterar sus críticas a los partidos oficialistas, afirmaron que “varias fuerzas políticas, gremiales y sociales del comando de Marco creemos que un gobierno de Sebastián Piñera es nefasto para el pueblo de Chile y se constituye en un retroceso social” y llamaron a construir un nuevo referente que llamaron “Recambio Real”. Seguramente más de algún seguidor de esta corriente estuvo el miércoles en el acto de Frei en el court central del Estadio Nacional, pues se vieron varias banderas marquistas y la pifia a los timoneles de los partidos concertacionistas se hizo notar.
Al día siguiente se produjo la Cumbre del Marriott en la que Marco Enríquez-Ominami y su entorno más cercano -Max Marambio, Álvaro Escobar, Esteban Valenzuela, Camilo Feres- tomaron la decisión de reimpulsar la constitución de una Federación Progresista para evitar la dispersión y mantener la adhesión en el contexto de una segunda vuelta que se prevé polarizada.
Según Valenzuela, se mantienen en la tarea de crear este nuevo referente político -cuya estructura y cargos se darían a conocer la próxima semana y que agruparía también al PH, Partido Ecologista y eventualmente al MAS- y proyectan la recolección de firmas, para marzo eso sí, con el fin de constituirse en partido.
Valenzuela descartó acercamientos con Frei e incluso dijo haber recibido llamadas del senador PS Juan Pablo Letelier que no contestó. Negó acercamientos con Frei y terminó por involucrar incluso a la Presidenta Bachelet, señalando que “ahí están nuestras ideas: la elección de intendentes, reforma tributaria, necesidad de dejar recursos en regiones (…) Llamamos a la Presidenta Bachelet a que le ponga urgencia a estas ideas y veamos si, efectivamente, hay una voluntad política de querer conquistar al electorado de Marco Enríquez-Ominami”.
Por otro lado, Osvaldo Torres, de la Coordinadora de Socialistas por Marco, señaló que su postura es “persuadir a la Concertación, que bajó su votación a menos de un tercio, a que escuche la voz del pueblo y se decida a realizar un llamado a constituir un acuerdo político con las otras dos fuerzas progresistas para ganar el gobierno”. Al mismo tiempo, señaló que desde un comienzo su sector estuvo por constituir un referente federado de la izquierda progresista “pero no prosperó por diferencias con algunos dirigentes del comando”.
Enfrentado a esta disyuntiva, el ex candidato presidencial del MAS, Alejandro Navarro, que se bajó a favor de Marco en la primera vuelta, señaló a LND que “estoy en disposición de votar por Frei” porque “no estoy ni en primera ni en segunda ni en décima vuelta con Piñera”.
“En esto -agregó Navarro- hay una claridad política desde siempre. La derecha nunca ha sido buena para gobernar Chile, menos aún liderada por un gerente y empresario como Piñera”. Sin embargo, aclaró, “no basta con la adhesión de una figura. Aquí la palabra la tiene Frei porque hay un millón 400 mil chilenos que esperan propuestas y una convocatoria, no a sumarse, sino que sus demandas sean escuchadas y acogidas, pero hasta la fecha eso no se ha visto y a esa gente es la que hay que convencer”.
Las fuerzas sociales
El próximo martes, la CUT realizará un consejo para abordar el panorama político que se abre de cara a la segunda vuelta presidencial y cómo afectará a los trabajadores esta situación. El presidente de la multisindical, Arturo Martínez, dijo que la idea es llamar a los dirigentes sindicales a reflexionar sobre el impacto que tendría un eventual gobierno de derecha y a tomar posiciones en esta etapa.
“Tengan claro que la derecha va a poner de inmediato en el Parlamento el tema de la flexibilidad laboral que tanto nos ha costado frenar y van a tener los votos porque hay gente de la Concertación que los va a apoyar”, recalcó. En este sentido, Martínez dijo que “vamos a recorrer las provincias y las comunas, no porque estemos con Frei o porque nos guste la Concertación, lo hacemos porque no queremos que la derecha llegue al poder. Piñera es enemigo de los sindicatos y de la negociación colectiva, habrá un retroceso muy importante en materia laboral y por eso los trabajadores tenemos que evitar que gane”.
Precisó que la multisindical debe estar preparada para enfrentar los desafíos que se vienen porque en un eventual gobierno piñerista habrá intentos por quebrar el movimiento sindical y dividirlo para que se facilite la tarea de imponer normas que beneficien a los empresarios.
Respecto de la posibilidad de integrarse al comando de Frei, recalcó que “los dirigentes no nos perdemos en eso, no buscamos figuración, pero haremos nuestro trabajo”. //LND
Arrate pide un compromiso serio
El ex candidato presidencial del Juntos Podemos, Jorge Arrate, desestimó ayer un eventual pacto con la Concertación y afirmó que no es el momento de construir nuevas coaliciones, durante la visita que efectuó ayer para felicitar a los tres nuevos parlamentarios comunistas.
“La opinión pública no es tonta y se da cuenta de que todas las tentativas en esa dirección están marcadas por una coyuntura electoral (…) Para otros entendimientos, otras coaliciones, en el futuro estamos abiertos, pero no es el momento ahora de sellarlas o construirlas”, aseveró.
Pese a ello, no descartó trabajar por la candidatura de Frei en segunda vuelta: “Nosotros durante la primera vuelta dijimos que siempre íbamos a tener un reflejo, un instinto a estar contra la derecha”, recalcó.
Asimismo, aunque aseguró que no esperan que la Concertación acoja su programa de gobierno, el ex ministro manifestó que “nos gustaría una disposición de compromiso serio, en torno a cuestiones que para nosotros son básicas y que se darán a conocer cuando llegue el momento”.
Marquistas proponen al PC coalición de centroizquierda
Representantes del movimiento “Recambio Social”, grupo que apoyó la candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami, visitaron al PC y le propusieron la formación de una coalición de centroizquierda.
El ex coordinador de la campaña presidencial de Enríquez-Ominami, Patricio Mery, explicó que la intención es “la construcción de un protocolo progresista”, que sea capaz de “aglutinar a todas las fuerzas de centroizquierda que tiene un programa de gobierno y plantear una flexibilidad con respecto al futuro gobierno de la Concertación”.
Pese a esta unión, Mery manifestó que no por ello “dejarán de ser oposición” frente a posibles malas prácticas de un eventual gobierno de Frei.
12 compromisos por la democratización y el avance social de Chile
Mediante esta carta, expresamos nuestra convicción de seguir adelante con la democratización del país y evitar un grave retroceso conservador en la sociedad chilena. Continuaremos con el propósito democratizador que tuvo el pacto instrumental entre la Concertación y el Juntos Podemos, para romper la exclusión, de cuyo éxito y avance nos alegramos todos. En esta segunda vuelta presidencial, los invitamos nos acompañen a derrotar a la derecha apoyando la candidatura presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Expresamos nuestra voluntad política en los siguientes contenidos:
1. Por una nueva Constitución Política del Estado
Constatamos que las fuerzas de centro e izquierda han planteado la necesidad de una nueva Constitución para Chile. Unos han propuesto que esto se haga mediante la convocatoria a una asamblea constituyente, otros por mecanismos ratificados por la soberanía popular y otros mediante un proceso de diálogo social. Sin embargo, nos parece pertinente declarar que lo central es que aspiramos a que la nueva Constitución tenga los siguientes contenidos: garantías sobre la proporcionalidad del sistema electoral que terminen con la exclusión generada por el sistema binominal; garantías sobre el derecho a voto de las chilenas y chilenos en el exterior; posibilidad de los dirigentes sindicales de ser candidatos al Parlamento; reformas al Tribunal Constitucional para evitar que éste ejerza un carácter colegislador indebido; mayores facultades de iniciativa parlamentaria de ley; límites al concepto de Estado subsidiario para que no sea una barrera a la política de desarrollo productivo; restablecimiento del derecho del sector público sobre la constitución de empresas en áreas estratégicas para el desarrollo nacional; reconocimiento del carácter plurinacional y multicultural del Estado de Chile.
2. Por una Codelco fuerte y de todos los chilenos
Creemos necesario que Codelco mantenga su propiedad 100% en manos del Estado, asegurando de este modo, el rol fundamental de esta gran empresa en el financiamiento de la inversión social en salud, educación, vivienda y seguridad social. Pensamos que se debe fortalecer una gestión de excelencia que asegure su eficiencia, competitividad y sustentabilidad económica y ambiental. Sostenemos que debe fortalecerse la alianza estratégica entre los trabajadores y la empresa y de garantizar el pleno cumplimiento de las normas laborales y de seguridad social para los trabajadores contratistas.
3. Por una educación pública de calidad garantizada para todos
Creemos que es indispensable fortalecer la educación pública escolar. Es un imperativo para el desarrollo de Chile, pero también para su avance democrático. Es importante que las reformas que se hagan mejoren la calidad de la educación, pero concordamos que este proceso de reforma debe hacerse escuchando la voz de los estudiantes, padres y profesores, en particular del Colegio de Profesores. Coincidimos en que la educación municipalizada en su estado actual no da para más si no se toman medidas de fondo con un papel más fuerte del Estado, por ende, concordamos avanzar en esa dirección. Es el único modo de igualar las oportunidades entre los que tienen y los que no tienen como pagar sus estudios. Concordamos en la necesidad de establecer un nuevo trato con las instituciones de educación superior estatales; y coincidimos en que este proceso debe hacerse considerando la opinión de la comunidad universitaria y de los rectores de las universidades. Concordamos impulsar, a partir de las universidades del Estado, la creación de una red de centros de formación técnica de carácter público. Y coincidimos en la necesidad de transformar el actual sistema de capacitación en un Sistema de Educación Integrada para los Trabajadores.
4. Por un mejoramiento de la atención en el sistema de salud pública
Tenemos que seguir incrementando la infraestructura hospitalaria y de la salud primaria. Concordamos en la necesidad y asumimos el compromiso de apoyar sostenidamente el incremento en los recursos de salud, hasta lograr una mejora sustantiva en el tratamiento de los pacientes que se atienden en el sistema público. Dichos recursos deben permitir una mejor dotación de especialistas, de equipamiento médico, infraestructura hospitalaria, de insumos y medicamentos. En lo inmediato es necesario contratar durante los cuatro años del gobierno próximo a 1.000 especialistas médicos para operar en los hospitales; crear 50 centros de excelencia clínica de nivel mundial, dotados de las más altas tecnologías en patologías que mayoritariamente no están incluidas en el AUGE; igualar el acceso a ambulancias a través de la creación de una red complementaria de acceso universal; incrementar de manera sustantiva la disponibilidad de medicamentos en los consultorios para que las familias de los sectores más vulnerables no tengan que incurrir en mayores gastos para el cuidado de su salud.
5. Por la ampliación de los derechos de los trabajadores
Nos proponemos respaldar y empujar una agenda de reforma laboral como al propuesta por la Central Unitaria de Trabajadores. Es necesario fortalecer la negociación colectiva, la sindicalización, y el cumplimiento efectivo de la Ley de Subcontratación. También debemos impulsar relaciones laborales más equilibradas; lograr garantías más claras y efectivas a la libertad sindical, así como al derecho a organizarse y a la huelga; generar regulaciones que se hagan cargo de las nuevas realidades laborales como la subcontratación y el trabajo temporal, de las realidades del trabajador agrícola, del temporero y del trabajador subcontratado. Se requiere una puesta al día con los avances del derecho internacional del trabajo; un aumento en las sanciones al abuso patronal; una política de fortalecimiento de los sindicatos; un nuevo régimen de relaciones laborales para los empleados públicos que no discrimine entre trabajadores públicos ni en contra de ellos, pero en diálogo con la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales; una reforma para fortalecer la protección frente al despido; y el establecimiento del defensor laboral. Finalmente, existe la necesidad de fomentar una política salarial que establezca como objetivo el salario ético para todas y todos los chilenos.
6. Por una recuperación del carácter nacional del agua
El agua es de importancia estratégica para el desarrollo de nuestro país y reconocemos las profundas inequidades que se han generado en torno a su acceso y disponibilidad. Reconocemos que el carácter nacional de uso público del agua no se encuentra adecuadamente garantizado en la institucionalidad actual. Por eso se hace necesario elevar a rango constitucional la disposición del Código de Civil que dispone que todas las aguas son bienes nacionales de uso público; disponer que la ley establecerá el procedimiento de constitución, reconocimiento, transferencia, transmisión, renuncia, extinción, caducidad y pérdida de los derechos de los particulares sobre las aguas; reconocer la facultad de reservar caudales de aguas superficiales o subterráneas, cuando así lo exijan los intereses generales de la nación, la seguridad nacional, la salubridad pública y la conservación del patrimonio ambiental; y establecer un sistema de compensaciones hídricas, que significa que todo proyecto que ingrese al sistema de evaluación de impacto ambiental que demande agua, debe compensarlo o mitigarlo.
7. Por la democratización de los medios de comunicación
Es necesario establecer una política de fomento del diálogo democrático, basado en fondos públicos, sistemas de donaciones y subsidios al crédito para el establecimiento de medios de comunicación sin fines de lucro que permitan que la totalidad de los sectores políticos del país dispongan de medios de comunicación. También se debe crear, a partir de Televisión Nacional de Chile, un canal público para asegurar un instrumento público de libre acceso, con contenidos culturales y artísticos que otorgue espacios a todas las formas de pensar y con financiamiento que asegure su funcionamiento. Coincidimos en que una forma para ofrecer mejor programación y de garantizar la diversidad de contenidos y visiones para todos los chilenos y chilenas, es asegurar un mínimo de 50% de producción nacional en su programación. Así también, se debe proveer por parte del Estado un número determinado de frecuencias radioeléctricas, para que organizaciones de base y/o estudiantiles de todo Chile presenten proyectos de radios locales legales y accedan a su implementación y financiamiento a través de los diferentes fondos concursables.
8. Por un país con más equidad y menos discriminación
Debemos dar nuevos pasos para elevar las pensiones de los chilenos eliminando el efecto que tiene en las pensiones más bajas el descuento del 7% . Es necesario establecer una forma de financiamiento para el desarrollo del deporte en las escuelas públicas y en las poblaciones. Deben incrementarse los recursos destinados a las comunas más pobres. Coincidimos en la necesidad de continuar fortaleciendo el pilar solidario del sistema de pensiones. Requerimos legislar y establecer políticas públicas para eliminar las discriminaciones a los minusválidos. Es necesario colocar la calidad de vida de las familias más desposeídas y de clase media como centro de la preocupación de las políticas de defensa ante la delincuencia y la drogadicción. Finalmente hay que avanzar en la implementación del Convenio 169 de la OIT incluyendo la construcción de un Sistema de Consulta Institucionalizada, que contemple participación ciudadana y que recoja las experiencias de organismos internacionales.
9. Por mayor respecto a los derechos humanos
Es necesario avanzar en derechos humanos a través del establecimiento de una adecuada institucionalidad de los temas asociados al respeto de todos los derechos humanos. Se debe anular la Ley de Amnistía impuesta por la dictadura; ratificar todos los tratados internacionales de derechos humanos que Chile ha suscrito y que aún no han sido aprobados por el Parlamento; establecer la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad; circunscribir la competencia de la justicia militar a situaciones de guerra y a delitos cometidos en acto de servicio por los uniformados; fomentar la enseñanza del respeto a los derechos humanos en los establecimientos educacionales del país; y de modificar la Ley Antiterrorista para que no tenga el potencial de pasar a llevar los derechos civiles de los ciudadanos.
10. Por mayor respeto a las mujeres
Hay que fomentar la participación política de las mujeres a través de la aprobación de la Ley de Cuotas que actualmente se tramita en el Congreso Nacional. Debe ser obligatorio que las empresas, especialmente a aquellas como las AFP, donde hay fondos de todos los chilenos, tengan a lo menos un tercio de mujeres en su directorio. Durante el próximo período presidencial se debe cumplir con el mismo criterio en todos los directorios públicos nombrados por el Presidente de la República. También debe ampliarse gradualmente el postnatal para llegar gradualmente a los seis meses y este derecho debe poder ser ejercido de manera compartida entre hombres y mujeres. Hay que fortalecer la fiscalización del correcto pago de las pensiones alimenticias de aquellos padres que viven sin sus hijos. Se debe establecer una política integral y multisectorial para combatir la violencia intrafamiliar que abarque prevención, protección, reparación y atención sicológica, incluyendo justicia eficaz y rehabilitación de víctimas y victimarios. Y tenemos que fortalecer las medidas preventivas respecto de las personas que están con impedimento de acercarse a sus familias o parejas, con el objeto de que no se cometan más femicidios. Finalmente, debemos eliminar las diferencias y discriminaciones que afectan a las mujeres en los planes de salud.
11. Por un país regionalmente integrado y una región en paz
Chile debe profundizar su participación en las instituciones continentales, regionales y subregionales de integración, con un claro contenido democrático, y debe continuar desempeñando el rol articulador entre las distintas realidades y diseños políticos de nuestro continente. Es necesario fortalecer las nuevas instituciones subregionales y regionales, así como la convergencia entre los diferentes procesos subregionales, como Mercosur y la CAN, con el SICA y los estados del Caribe. Además, debemos promover en la Unasur la construcción de un régimen sudamericano de paz y seguridad cooperativa.
12. Por una mayor protección frente a los abusos financieros
Es necesario que el BancoEstado se concentre en el fomento productivo, particularmente hacia las pymes y los emprendedores populares, buscando igualar las tasas de interés a las que acceden estas empresas a las de las grandes empresas. Hay que establecer mayor regulación sobre el sector financiero para evitar los abusos en tasas y cobros del retail y supermercados a los consumidores. También es necesario impulsar la prohibición en todos los sectores económicos de los cambios unilaterales de contratos; hacer una reforma profunda para fortalecer el Sernac, para extender su acción hacia el área financiera e incrementar su presencia en regiones; y fomentar mayores niveles de competencia en el mercado crediticio por la vía de la estandarización regulada de productos.
Esperamos encontrar una positiva acogida a estos planteamientos y que podamos avanzar juntos en hacerlos realidad.
Se despide atentamente en representación del comando presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle,
Carolina Tohá.
/ La Nación Domingo
L. Carmona, Diputado Comunista electo en Chile: Piñera “pondrá en venta a Chile”… Entrevista
LAUTARO CARMONA, DIPUTADO COMUNISTA ELECTO EN CHILE
“Pondrá en venta a Chile”
El actual secretario general del PC chileno señala que un eventual gobierno de Piñera profundizará la política neoliberal. Y que Frei debe proponer “lineamientos claros y novedosos” si quiere ganar el próximo 17 de enero.
Por Christian Palma
Desde Santiago
Lleva la hoz y el martillo en el pecho desde los años ochenta, cuando en plena dictadura de Pinochet participaba en las Juventudes Comunistas y se enfrentaba al tirano desde la clandestinidad. “De otra manera uno desaparecía.” Es Lautaro Carmona, actual secretario general del PC chileno y que el domingo, junto a otros dos “compañeros”, le dobló la mano a la historia tras ser elegido diputado luego de 37 años de sequía comunista en el Congreso.
De profesión cientista político, dedica su triunfo al pueblo, los trabajadores y a dos emblemáticos del color rojo que ya no están: Volodia Teitelboim y Gladys Marín. Como actor privilegiado de los acontecimientos políticos vividos en este país el pasado domingo, el electo diputado dice que es fundamental que la Concertación proponga lineamientos claros y novedosos para reencantar a la ciudadanía si quiere triunfar en el ballottage del 17 de enero. Y tal como lo dijo su candidato, Jorge Arrate, que logró el 6 por ciento en la elección presidencial, se debe lograr un acuerdo amplio de todas las fuerzas progresistas para derrotar a la derecha. Incluyendo, por cierto, a los adherentes de Marco Enríquez-Ominami, por más que este último los dejara en libertad de acción. Con todo, ese 6 por ciento comunista será la niña bonita de la segunda vuelta.
–¿Qué se siente romper primero una historia de 37 años y luego al perverso sistema binominal chileno?
–Una gran satisfacción, pues ganamos una lucha a la exclusión que impedía la representación parlamentaria a una fuerza que tiene clara raigambre en el mundo sindical, los derechos humanos, los pobladores y los estudiantes, pero que para potenciarse necesitaba la representación en el Congreso. Si bien apelamos a un acuerdo político con la Concertación, toda vez que la derecha no quiso reformar el sistema electoral, fue la ciudadanía la que en su voluntad rompió esto. Ahora tenemos una gran responsabilidad porque las expectativas de los trabajadores se sostienen en que la representación del Partido Comunista permita que temas postergados sean de debate parlamentario y que vayan en beneficio de los trabajadores y el pueblo en general.
–¿Cuáles serán los planteamientos fundamentales de esta bancada comunista en la Cámara baja y quiénes serán sus principales socios frente a la derecha?
–Tendremos la independencia propia del PC, que forma parte de la izquierda en el Juntos Podemos. Instalaremos los temas de la izquierda en esta batalla por arrinconar el ganado del neoliberalismo. Todos quienes coincidan en eso serán parte de una actividad común como un sistema laboral que les regrese la capacidad de negociación a los sindicatos, que termine con la legislación arbitraria y proempresarial que ha derivado en una persecución caníbal frente a los dirigentes. Además queremos terminar de democratizar el sistema político, acabando con el sistema binominal y pasando a uno proporcional que tenga representación directa según la incidencia en la sociedad, fomentar el derecho a votar fuera de Chile, la inscripción electoral automática y la revocabilidad de quienes ostentan cargos de elección popular y traicionan las promesas de campaña.
–¿En lo económico qué plantean?
–La defensa de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco, la empresa productora de cobre estatal más grande de cobre del mundo y principal entrada de recursos al Estado chileno) como empresa del Estado y crear condiciones para renacionalizar la minería, una política medioambiental de Estado que incluya el agua como derecho humano en la Constitución, entre otros tópicos.
–¿El pacto contra la exclusión qué significa en concreto para el ballottage?
–No es vinculante. La dirección del Juntos Podemos está tomando en cuenta las opiniones del candidato Jorge Arrate para iniciar un diálogo en la perspectiva de construir un acuerdo para derrotar a la derecha en segunda vuelta. Pero eso debe significar una reacción muy activa del equipo que sostiene la candidatura presidencial de Eduardo Frei, donde se tiene que construir un acuerdo programático mínimo que potencie las posibilidades del pueblo y los trabajadores.
–¿Existen esos puentes?
–La necesidad, desde la perspectiva de la Concertación, es absoluta. Siempre ha existido espacio para conversar. Creemos que llegó la hora de poner en el centro los grandes intereses, que puedan reencantar, justificar y explicar por qué esta gran convergencia contra la derecha más reaccionaria y neoliberal.
–¿Qué le parece que el ex socialista Marco Enríquez-Ominami, que salió tercero en primera vuelta, no convocara a sus electores para votar por Frei, allanando aún más un triunfo de la derecha?
–Para nosotros no es lo mismo quién gobierne Chile. No tanto por nosotros, que tenemos el rigor de 17 años de dictadura, 37 años sin parlamentarios, entre otros puntos, sino que lo medimos por la consecuencias que tendrá para el pueblo. Si hay una fuerza que puede lograr acuerdos que beneficien a los trabajadores, renunciar a eso me parece un ejercicio que puede ser muy complejo y muy cruel con la gente. Puede ser que Frei no cautive a los militantes, pero uno puede orientar, convocar y cada uno votará soberanamente, no sólo hay que pararse en las expectativas de los resultados que se dieron, pues aquí hay más que eso. A mí no me da lo mismo retroceder violentamente en las conquistas de los trabajadores, por eso hacemos este esfuerzo.
–¿Qué significa para usted que Piñera gane la presidencia?
–Se completaría el control total, por la vía de un ejercicio de un poder electo, con los poderes fácticos (mediático, económico) y ciertos espacios internacionales. Se profundizará a niveles exagerados y muy peligrosos la aplicación de una política neoliberal, como en los mejores tiempos de éste y, por tanto, en los peores tiempos del pueblo. Ese es el peligro real, transformar Chile en una gran empresa en venta, bajo los dictámenes norteamericanos como potencia imperial. Oponerse a eso debe ser el compromiso de Frei.
–¿Por qué Piñera ganó entonces la primera vuelta?
–No es ningún secreto que la Concertación como coalición está desgastada. El efecto de Enríquez-Ominami tiene que ver con eso. Pienso que ese desgaste incluso alcanzó al entusiasmo con que se trabajó en la carrera presidencial en primera vuelta. Además, es evidente que con tres candidaturas con juicio crítico a la derecha, sucedería algo parecido a lo que sucedió en 2005 con los candidatos de derecha Joaquín Lavín y Sebastián Piñera respecto de Michelle Bachelet, que finalmente terminó ganando. Pero el tema es más complejo y tiene que ver con el agotamiento que produjo distorsión, fugas y una falta de encantamiento que han sostenido anteriores campañas de la Concertación.
–¿Gana la Concertación en segunda vuelta?
–Dependerá mucho de si la Concertación da un giro profundo y con qué van a reencantar a la ciudadanía. Si es así, compromete nuestro aporte y tendremos que ir a un puerta a puerta casa por casa, como lo hicimos los tres candidatos comunistas que ganamos el domingo.
Página/12
Chile, resultados electorales: Piñera 44,03%, Frei 29,62%, MEO 20,12% y Arrate 6,21%
Datos confirman que la elección presidencial se definirá el próximo 17 de enero, en un balotaje que enfrentará a Sebastián Piñera y a Eduardo Frei.
Con el 98,32% de las mesa escrutadas, el tercer cómputo del ministerio del Interior señala que el candidato de la derecha Sebastián Piñera Echenique llega a un 44,03% de las preferencias (3.018.416 votos), y se medirá en el balotaje ante el abanderado de la Concertación, Eduardo Frei, quien alcanza un 29,62% (2.030.887 votos) .
La votación del progresismo también llega a un 20,12% en el caso de Marco Enríquez Ominami (1.379.219 votos), mientras que el abanderado del Juntos Podemos, Jorge Arrate, sumó un 6,21% (425.879 sufragios).
Estos datos confirman que la elección presidencial se definirá el próximo 17 de enero. Desde ya, Piñera y Frei han hecho llamados a los adherentes de Marco Enríquez Ominami para conquistar sus votos y suceder a Michelle Bachelet en La Moneda.
Pero el senador DC también tendió puentes hacia los electores de Jorge Arrate, a quien aceptó en el cierre de la campaña el acuerdo para impedir que la derecha llegue a La Moneda.
El recuento entregado por el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, contempló un total de 7.135.331 votos. Los válidamente emitidos son 6.854.401. Los nulos alcanzaron 197.610 (2,76%), mientras los blancos llegaron a 83.869 (1,17%).
Marco Enríquez Ominami: “Piñera sería un retroceso histórico”
“Mi domicilio es la “izquierda progresista”, afirmó, aunque dijo que le resulta imposible “endosar” sus votos” a otro candidato en segunda vuelta.
Acompañado por su esposa Karen Doggenweiler y su padre adoptivo, Carlos Ominami, el candidato independiente Marco Enríquez Ominami aseveró que el casi 20 por ciento de las preferencias que obtuvo en los comicios presidenciales significan que “Chile ha cambiado”.
“Los votos no los he ganado yo, los ha ganado Chile”, y “no queremos retroceder”, afirmó, aunque a renglón seguido reconoció su derrota e indicó que “no será desde La Moneda” donde continuará trabajando.
Después de recalcar una a una las ideas que inspiraron su candidatura, Enríquez Ominami orientó su discurso a resolver una de las grandes incógnitas de la noche: ¿Qué pasará con los votos que obtuvo en segunda vuelta?
“Honrando la angustia de los más pobres”, señaló, “yo no soy dueño de sus anhelos, y eso me hace imposible cualquier pretensión de endosar los votos de ustedes”.
Y aunque tuvo palabras críticas para el abanderado de la Concertación, Eduardo Frei, fue entonces cuando dio pistas de su postura: “mi domicilio es la izquierda progresista”, recalcó, y pidió a sus electores que “no se pierdan”.
“Piñera representa a la derecha y a lo más conservador que hay, y sería un retroceso histórico si es que llega a salir. Nos separan diferencias esenciales con él, quiero que ustedes tengan claro que él no es el cambio, es un espejismo. La historia y sus actos lo demuestran, es la continuidad más triste del statu quo y representa lo más cruel del mercado”, recalcó.
Diputados: El PC es el gran ganador de estas elecciones
Comunistas rompen la exclusión del binominal, con la elección de 3 diputados. La Concertación es el bloque más votado, y la UDI se mantiene como el partido mayoritario.
Un día histórico para la democracia será este 13 de diciembre luego del triunfo de los candidatos al PC a la Cámara de Diputados Hugo Gutiérrez (Iquique), Lautaro Carmona (Copiapó) y Guillermo Teillier (San Miguel-Lo Espejo y PAC).
Con este resultado, fruto del pacto entre el Juntos Podemos y la Concertación, los comunistas lograron romper el cerco impuesto por el sistema binominal que ha operado desde el restablecimiento de la democracia después de la dictadura de Augusto Pinochet.
PESO ELECTORAL
El primer recuento entregado por el ministerio del Interior confirmó asimismo que la Concertación sigue siendo la fuerza con mayor votación nacional, pero la UDI es el partido más votado, con un 24.21%, recuperando el sitial de colectividad mayoritaria que en las última elecciones municipales cedieron a manos de sus socios de coalición, Renovación Nacional. El partido de Piñera obtiene un 16.86%, de acuerdo a este escrutinio parcial.
La Concertación obtiene para diputados un 44.63% de los votos contra un 43% de la Coalición por el Cambio. La lista de Marco Enríquez Ominami llegó a un 4,39%, mientras Chile Limpio Vote Feliz, del PRI y el MAS, alcanzaron un 5.83%. Los independientes alcanzaron un 3.12%.
A nivel de partidos, la Democracia Cristiana obtuvo la mayoría de las votaciones de los partidos oficialista con un 14.58%, le sigue el PPD con un 12.62% después los socialistas con un 10.47%, los radicales con un 3.77%.
Los comunistas llegaron a un 1,59%, pero si bien el porcentaje es menor al que obtenían en anteriores elecciones, el acuerdo instrumental les permitió llegar por primera vez al Parlamento.
Las elecciones chilenas en ojos de la prensa mundial
La prensa mundial reaccionó con prontitud y con sorpresa ante los resultados que llevarán a la segunda vuelta al candidato Sebastián Piñera y Eduardo Frei.
Medios del mundo destacan la figura empresarial del candidato de derecha y se refieren con suspicacias ante un eventual retorno de os gobiernos que representan la figura del General Pinochet. FOTO: http://www.CNN.com
La prensa mundial reaccionó con prontitud y con sorpresa ante los resultados que llevarán a la segunda vuelta al candidato Sebastián Piñera y Eduardo Frei. Destacan la figura empresarial del candidato de derecha y se refieren con suspicacias ante un eventual retorno de los gobiernos que representan la figura del General Pinochet.
La versión online el diario español El País destaca que “La derecha gana la primera vuelta en Chile”, y anota que la Concertación asume la derrota tras 20 años de Gobierno y apuesta por un gran frente para la segunda vuelta, reconociendo al candidato de oposición como un conservador que promete tiempos mejores.
También en España, el periódico El Mundo destaca las cifras de Piñera “aunque no logró la mayoría absoluta” y el carácter de empresario del candidato. También se detiene en la “euforia que vive por estos días la derecha al ver la posibilidad de volver al poder, un evento que no sucedía desde la dictadura bajo la columna: “La derecha chilena busca rehabilitarse” y “El millonario tras La Moneda”, dice. La publicación agrega que “la votación de Piñera fue superior a la que mostraron la mayoría de los pronósticos previos, pero fue insuficiente para situarlo en La Moneda".
El diario Clarín de Argentina destaca que “el candidato de la derecha no alcanza el 50% de los votos necesarios para imponerse”
Los diarios italianos La Stampa y La República, dedicaron un breve espacio a los comicios chilenos, pues se centraron por entero en el ataque sufrido por Berlusconi a manos de un enfermo mental. La Stampa anuncia el “ballottaggio presidenziali” que enfrentará a Piñera y Frei el próximo 17 de enero.
La cadena de noticias CNN, habla del “inesperado” resultado del acto eleccionario de este domingo que benefició al “millonario conservador”, tal como Piñera es conocido en la prensa británica y norteamericana. CNN dedica también algunas líneas al mensaje que Marco Enríquez envió a sus votantes respecto a este nuevo escenario.
La cadena Euronews colgó en su sitio un video donde asegura que estas elecciones podrían ser un revival de lo que fue el gobierno del dictador Augusto Pinochet y que la única fuerza que puede detener el avance de la derecha es su más cercano rival Eduardo Frei en la próxima segunda vuelta.
En Reino Unido, el titular de The Times es “Chile: Piñera y Frei a segunda vuelta” refrendando lo que hasta ahora eran solo encuestas. “Tal y como lo habían pronosticado las encuestas, Piñera, un exitoso empresario de 60 años que representa a la Coalición por el Cambio, acaparó la primera preferencia, con un total de 44,23% de los sufragios”, dice el reportaje. Por su parte el diario británico The Guardian habla del “billonario magnate dueño de una aerolínea y una cadena mediática” que necesita el 50% de los votos para acabar con dos décadas de gobierno de izquierda que “han hecho de Chile un país estable y próspero”, señala.
Hace mención del hecho que el "Chilean billionaire" Sebastián Piñera promete traer a la derecha al poder por primera vez desde la caída de la dictadura de Augusto Pinochet, pese a que es visto por los críticos como “demasiado cercano a las figuras militares relacionadas con miles de muertes ocurridas durante el régimen", suscribe la nota.
En Francia, la publicación de Le Monde también se detiene en el necesario second tour en el que deberán enfrentarse los dos candidatos.
En El Universal y el diario La Jornada de México, la cobertura de las elecciones de este domingo dejan ver la comparación que hacen los lectores aztecas del sistema de balotaje chileno al que califican como “envidiable”.
/ Lanacion.cl
La democracia neoliberal en Chile y las elecciones presidenciales…
A propósito de las elecciones presidenciales del domingo
Traducido para Rebelión por Caty R.
El próximo domingo 13 de diciembre tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, país del Cono Sur. Los últimos sondeos muestran que es la indecisión, sobre todo, la que domina en unas elecciones que darán por concluido el mandato de la socialista Michele Bachelet. Pero, ¿cuáles son los auténticos retos después de transcurridos más de 35 años desde el golpe de Estado, y casi 20 años después de la “transición democrática”?
Democracia neoliberal «pactada» y herencias de la dictadura
Cuando en 2006 la socialista Michelle Bachelet sucedió a Ricardo Lagos, fue la primera Presidenta de la historia chilena. Ex ministra de Defensa, pero también víctima del régimen militar, quiso afirmar su voluntad de personificar la unidad nacional «después de las divisiones del pasado», especialmente las de los años de plomo de la dictadura del general Pinochet (1973-90). En un país donde existe un fuerte conservadurismo, el voto masivo a favor de una mujer divorciada, agnóstica y “socialista”, fue analizado por ciertos editorialistas como una auténtica ruptura luego de más de 30 años desde el golpe de Estado contra Salvador Allende. Sin embargo, después de su mandato, lo que anunciaron muchos politólogos críticos se confirmó: su gobierno se inscribe sobre todo en la continuidad de las políticas públicas neoliberales precedentes y en la estela de la excepcional estabilidad de la coalición que gobierna desde 1990: La Concertación (1).
Efectivamente, se puede afirmar que Bachelet es un «producto puro» de esa coalición que articula al centro izquierda social-liberal y la democracia cristiana. Consecuencia directa de la transición chilena «pactada», la sombra de Pinochet sigue planeando sobre el sistema político de ese país, e incluso lo configura, lo moldea. A pesar de las reformas de 1990 ó 2005, los dirigentes políticos renunciaron a cuestionar la Constitución del dictador (de 1980), y también la Ley de Amnistía (1978): ¿Qué pensar, entonces, de una democracia cuya Carta Magna fue redactada por un régimen militar? Los ejemplos que el sociólogo Manuel Garretón denomina «enclaves autoritarios» son numerosos, empezando por el modelo económico; y Felipe Portales concluye que “la democracia” chilena constituye únicamente un mito (2). El modelo de los «Chicago boys» ha aportado crecimiento y modernización neoliberal a la vez que ha asegurado a Chile uno de los primeros puestos en la clasificación de los países más desiguales del mundo y ha convertido a los habitantes en «ciudadanos-tarjetas de crédito» despolitizados (3). En tales condiciones, Bachelet finaliza su mandato con una tasa de popularidad muy elevada (el 78% de aprobación, según el Centro de Estudios Públicos – CEP) (4) por su conducción de una política de asistencia a los más pobres combinada con el mantenimiento de los fundamentos de una economía orientada a las exportaciones y dominada por el capital transnacional, a pesar de las graves consecuencias ecológicas de tal desarrollo.
Los juegos del juego electoral
El cielo electoral aparece nublado para la coalición gubernamental, que vive su mayor crisis desde hace 15 años y sobre la que algunos se preguntan si no es simplemente una agonía terminal. En esta campaña, la derecha está representada por un único candidato, Sebastián Piñera, ex senador y hombre de negocios multimillonario que se enriqueció fraudulentamente durante la dictadura. Este «Berlusconi a la chilena» ya está a la cabeza en los sondeos, con una intención de voto en torno al 36% en la primera vuelta. Frente a él, Eduardo Frei registra dos puntos menos en las intenciones de los electores. Democratacristiano y ex presidente de la República, el apoyo de una poderosa maquinaria electoral e institucional no le permite deshacerse de la imagen de un hombre vinculado, sobre todo, a la vieja nomenclatura política concertacionista y sus redes de clientes. Eso además de que la Concertación es víctima de tensiones internas e incluso de una «fuga de candidatos»: tres de los cuatro candidatos presidenciales proceden de la propia Concertación…
Así, el diputado treintañero Marco Enríquez-Ominami aparece como una nueva figura con un discurso que llama a desempolvar el sistema político y una critica con respecto a los compromisos de la Concertación. Atractiva para parte de los jóvenes y las clases medias urbanas, esta candidatura también es un síntoma de una hegemonía en crisis. Su programa combina un tono progresista con medidas que le sitúan a la derecha de Frei en el plano económico (propuso privatizar una parte de la gran empresa pública del cobre, CODELCO). «MEO», casado con una estrella de la televisión nacional, sobre todo es hijo de los mass media dominantes (más que del histórico revolucionario Miguel Enríquez, su padre biológico…), que le han convertido en su agitador fetiche, poco peligroso para las clases altas. El 19% que podría cosechar le convertiría en árbitro de la segunda vuelta. Finalmente, Jorge Arrate también procede de la Concertación, de la cual fue ministro de una Educación mercantilizada por Pinochet y mantenida como tal por la élite de la “democracia”. En la actualidad, Arrate pretende representar a la izquierda extraparlamentaria reagrupada en torno al Partido Comunista (PC) y ha hecho la apuesta de romper la exclusión institucional de la que es víctima este sector político (especialmente por culpa del sistema electoral binominal elaborado por la dictadura), firmando un «pacto instrumental» con la Concertación. El 5% de este partido de la izquierda iría, pues, a la Concertación en la segunda vuelta, así como probablemente la mayoría de los votos de MEO. Por lo tanto, la derrota de Frei es poco probable, pero en absoluto imposible, lo que significaría la primera victoria electoral de la derecha chilena en una elección nacional libre y abierta desde hace más de medio siglo…
Cuando la democratización podría venir de abajo…
Sea cual sea el resultado, Chile permanecerá frente a sus demonios, y ni Frei ni Piñera parecen dispuestos a hacerles frente. El Estado neoliberal chileno es un Estado «al mínimo» que apenas empezó las reformas sociales necesarias, si es que las empezó. Orientado hacia un «librecambismo» desenfrenado, el país es muy dependiente de la exportación de sus recursos naturales (cobre, madera, pescado, etc.) mientras el capitalismo mundial está al borde del precipicio. Sin embargo, los problemas estructurales son inmensos, empezando por la quiebra del sistema de jubilaciones por capitalización (fondos de pensiones en manos del capital privado); un sistema de salud a dos velocidades, que abandona a los más débiles, y una educación que Pinochet convirtió en un enorme mercado justo antes de marcharse. Otra cuestión esencial: los derechos negados al pueblo indígena Mapuche, que al reivindicar su derecho a la autodeterminación se ha convertido en objeto de represión sistemática y de terrorismo de Estado (5).
Finalmente, las inmensas desigualdades en la repartición de la riqueza (6) y el saqueo del país por grandes transnacionales, ignorados por los principales políticos, y que se encuentran en el centro del malestar social latente. En realidad, para muchos ciudadanos y trabajadores, las apuestas electorales están lejos de sus problemas cotidianos. Igualmente, por esta razón, un sector no despreciable de la izquierda anticapitalista llama a anular el voto, como el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores que reagrupa a varias organizaciones de una izquierda que todavía sigue muy dividida (7). Una parte de la juventud, aunque no vote (8), sí está activa dentro de muchos colectivos en Santiago y en las principales ciudades. Precisamente, el país vivió en 2006 varios meses de una «revolución de los pingüinos» -se llama así a los estudiantes de Secundaria por el color de sus uniformes- que desafió al gobierno, pero sobre todo cuestiona la herencia nefasta de la dictadura. Si se está iniciando un proceso de democratización en el Chile actual, éste surgirá, seguramente, «desde abajo», desde la auto-organización popular en articulación con una izquierda combativa que no renuncia, y también gracias a las movilizaciones de una generación que no conoció la dictadura pero no olvida que el viejo dictador murió sin que le juzgasen y que el sistema que él estableció continúa rigiendo el «país alargado» del poeta Pablo Neruda.
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(1) La «Concertación de los Partidos Políticos para la Democracia» está formada por el Partido Socialista, el Partido para la Democracia (PPD), el Partido Radical Socialdemócrata y el Partido Demócrata-cristiano.
(2) Ver: «Le Chili de Michèle Bachelet: un pays modèle», en F. Gaudichaud (dir.), Le Volcan latino-américain. Gauches, mouvements sociaux et néolibéralisme en Amérique latine, París, Textuel, 2008, pp. 315-336.
(3) Ver T. Moulian, Chile actual. Anatomía de un mito, Lom, Santiago, 2007.
(4) Los sondeos de opinión citados en este artículo proceden del CEP, «Estudio Nacional de Opinión Pública», octubre 2009, www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_4487.html.
(5) Así lo denuncian desde hace años Amnistía Internacional o la Asamblea de Derechos Humanos de la ONU. Ver al respecto los trabajos de Fabien Lebonniec, como: «La criminalisation de la demande territoriale mapuche», 2006, www.alterinfos.org/spip.php?article686. Ver también: www.azkintuwe.org
(6) El quintil más rico se apropia más del 50% del ingreso, mientras el más pobre recibe sólo el 5,38% del PIB – fuente: editorial de Punto Final, www.rebelion.org/noticias/chile/2009/12/despues-de-mi-el-diluvio-96803
(7) Ver: MPT, “Por qué en estas elecciones es un deber votar nulo”, www.rebelion.org/noticia.php?id=95597
(8) Más de un millón de jóvenes se niegan a inscribirse en las listas electorales porque no se sienten representados por el sistema político actual.
Chile: la izquierda y las elecciones. Un poco de historia reciente…
Alexis Meza, Universidad Arcis
Las elecciones presidenciales de este domingo, son sin duda las de más incierto resultado en todo el ciclo postdictatorial chileno. Por primera vez en 20 años, la coalición gobernante no llega como favorita y un potencial triunfo de la derecha no parece descabellado.
Lo anterior, obliga al desarrollo de una perspectiva de análisis que dé cuenta de la citada coyuntura. No sirven de mucho, los análisis tradicionales de comportamiento electoral, cuando se está frente a un hecho político nuevo. Esta elección es distinta. Ese es el punto de partida.
Chile desde 1990 ha estado co-gobernado por la Concertación y la derecha. Basta mirar la composición del Congreso, los directorios de empresas públicas, el Banco Central, TVN y la distribución de publicidad estatal en los medios de alta circulación. Todo se cuotea, en función de los equilibrios macropolíticos y macroeconómicos, los que por cierto, dan la espalda a los intereses de las mayorías. Este duopolio ha dado muestras de solidez e impermeabilidad, promoviendo una visión de Estado que enorgullece a las elites y los poderes fácticos. Esto es, un modelo económico que no se toca y una democracia limitada y excluyente que criminaliza la protesta social y la movilización ciudadana.
Sin embargo, hoy este esquema de gobernabilidad presenta severos requiebres y fisuras. Ha abierto flancos que permiten leer la posibilidad de construir nuevas realidades políticas.
La Concertación da claras muestras de debilitamiento y agonía. Antes quien se iba de la Concertación, estaba condenado a transformarse en cadáver político. Así repetían con soberbia los líderes del oficialismo. Tampoco el contar con un candidato único los llevó a alinearse y ordenarse tras ese liderazgo (como antaño ocurría), subsistiendo las disputas públicas y soterradas, por cuotas de influencia, en torno a un difuso constructo programático y al rol de los partidos. No se logró construir un relato épico que movilizara al llamado ‘pueblo concertacionista’. Si en las 2 últimas elecciones presidenciales, con dificultades lograron derrotar a la derecha, fue porque presentaron alguna novedad (“el primer socialista tras Allende” o “la primera mujer en llegar a La Moneda”). ¿Qué puede ofrecer hoy Frei?
Esta grieta que se expresa en el descontento de las bases concertacionistas y en general de la población, afortunadamente no ha sido capitalizada por la derecha. El candidato-empresario Sebastián Piñera, no logra superar el techo histórico de la votación derechista.
En este contexto, por primera vez en 20 años, una alternativa distinta al duopolio se abre paso con posibilidades de triunfo. La Concertación ha visto desgajarse por la izquierda a parlamentarios, ex ministros y líderes históricos. También evidencia la fuga de muchos militantes de base. Ellos sumados a miles de dirigentes de base social, intelectuales, trabajadores, agentes de la cultura, mujeres, jóvenes, militantes de organizaciones de izquierda y progresistas, han levantado la candidatura de Marco Enríquez – Ominami.
ME-O, ha mostrado una férrea sintonía con las esperanzas de cambio de la sociedad chilena. Sus niveles de adhesión superan todas las previsiones iniciales (aún las más optimistas). Con un discurso libre de dogmas de cualquier especie, crítico, libertario y con vocación transformadora, se ha instalado a pulso (basta recordar su campaña de recolección de firmas) en la escena presidencial, extendiendo más allá de las fronteras clásicas de los ‘convencidos’ las muestras de apoyo. Hoy aparece como el único capaz de derrotar a Piñera en segunda vuelta.
Parar a la derecha es una tarea que empieza hoy. Las demás candidaturas no tienen ninguna posibilidad de lograrlo. Esto porque se mueven entre el continuismo, la consigna y el testimonio. No han comprendido que Chile ya cambió.
El ex Presidente Frei nunca ha tenido una vocación transformadora ni progresista. En su gobierno se trajo de vuelta al dictador desde Londres, se apeló a razones de Estado para no encarar el lío de los pinocheques, se desarrolló una ofensiva privatizadora, se persiguió la protesta social, siendo célebres los asesinatos de los estudiantes Daniel Menco y Claudia López, jamás recibió a la AFDD y promovió mesas de diálogo y estrategias pro-olvido con los militares. Pensar que ahora esto será distinto, es una nueva muestra de ingenuidad, de quienes siguen operando en los códigos del ‘mal menor’.
En tanto la candidatura de Jorge Arrate, de manera bienintencionada, trató de ser el puente entre el electorado de izquierda y los descontentos de la Concertación. Lo mismo buscaron por su parte Alejandro Navarro y ME-O. Los 3 intentos, son un síntoma de la descomposición del establishment político de la postdictadura. Sin embargo, solo ME-O logró transformar esa voluntad disruptora en capital electoral real y no mero testimonio.
La candidatura de Arrate lamentablemente quedó anclada al testimonio. Entró a la batalla presidencial sin ninguna expectativa de triunfo. Su base de apoyo (el Juntos Podemos), quedó atrapado en un diseño político fraguado hace 4 años, cuando en la 2da vuelta entre Bachelet y Piñera, el PC acordó apoyar a la candidata del PS, a cambio de reformar el sistema electoral y terminar con su exclusión del Congreso. Esta estrategia política es legítima y coherente, sin embargo ha dejado atrapado al Juntos Podemos ante el cambio de escenario político electoral.
El pacto parlamentario viene a coronar la voluntad política contra la exclusión que ha encabezado la Presidenta Bachelet, pero es a su vez, la camisa de fuerza que obliga al PC a mirar como espectador esta primera vuelta y apoyar a Frei en la segunda (de resultar exitoso el pacto). Habría que preguntarse por qué ahora después de tantos años, la Concertación se abre a dicho acuerdo. ¿Será otro síntoma de su desesperación?
En síntesis, este pacto que (enhorabuena) podría terminar con la exclusión del PC del Congreso, es a su vez la razón del por qué no ha sido posible (hasta ahora) sumar esfuerzos desde la izquierda (PC y Juntos Podemos incluido), para derrotar al duopolio Concertación – Alianza.
La Concertación cree que podrá una vez más (haciendo gala de su histórica soberbia), alinear tras de si a la votación de izquierda, bajo el clásico chantaje de que es mejor tener a Frei, que ser gobernados por la derecha. Lamentablemente, cuando juntos la Concertación y la derecha alzaron sus manos en La Moneda, para celebrar el acuerdo en torno a la LGE (dando un portazo a la ‘revolución pingüina’), demostraron estar mimetizados. Juntos han construido un sistema político excluyente y antidemocrático.
Por ello creo firmemente que la única posibilidad de derrotar a la derecha y apostar por la construcción de un nuevo orden político social es superando el ciclo concertacionista y votando por ME-O. Es la oportunidad para que la izquierda chilena se acople a la voluntad de cambio que miles de chilenos están hoy expresando. Es el minuto para dejar de lado los debates a puertas cerradas, intelectualizados y consignatarios, que han mantenido a la izquierda en la marginalidad, sin incidencia en la realidad política nacional. Es la hora para ponerse al día, con la dinámica transformadora que recorre América Latina.
Hasta aquí las cúpulas de la izquierda tradicional (no lo digo peyorativamente), miran despectivamente a ME-O. Resaltan que es apoyado por un par de liberales de derecha. Insisten con la perorata (mil y una veces aclarada) de la privatización de CODELCO. Le exigen definiciones más taxativas que las ya declaradas. Creo que tras ello se esconde un temor al cambio. Un miedo a lo nuevo. Un hálito conservador (también hay conservadores de izquierda). Es una manera eufemística de rechazar a quien si ha sido capaz de transformarse en alternativa política al duopolio, y no ser mera comparsa de una fiesta (que sin ME-O) tendría un final ya escrito. Lo ven como una amenaza a su hegemonía del concepto ‘ser de izquierda’. Esa discusión, tiene poco sentido en este minuto.
Prefiero las contradicciones de lo nuevo ante las certezas de la marginalidad política de los ‘convencidos’. Opto por las complejidades de las construcciones pluralistas y libertarias, que rechazan los dogmas de cualquier color, sabor y olor.
Eso es lo que ha convocado a miles de independientes, humanistas, ecologistas, miristas, surdos, militantes del MAS, descolgados de la Concertación, en pro de la construcción de una Nueva Mayoría Ciudadana. Esto es lo que se juega el domingo.
Votar por Frei es votar por el continuismo del duopolio. El representa la cúpula de la Concertación que resistió a las caras nuevas promovidas inicialmente por Bachelet, y que obligó a ‘traer de vuelta’ a los Viera Gallo y los Pérez Yoma. El mismo Frei que hoy se cuelga de la popularidad de la mandataria, dijo que Chile no estaba preparado para ser gobernado por una mujer. Que paradoja.
Chile no puede seguir eligiendo entre ‘dos derechas’, como dijera años atrás el diputado Sergio Aguiló.
Votar por Arrate es cerrar el paso a la vocación transformadora que encarna la candidatura de ME-O. En un escenario electoral tan estrecho para determinar quien enfrentará a Piñera es 2da vuelta, votar por Arrate es perder el voto. Ese ‘gustito’ en la soledad de la urna, puede costar 4 años de gobierno derechista. Echo de menos mayor generosidad de la candidatura arratista (como si la tuvo Navarro), para reconocer que en este minuto, es la candidatura de ME-O la mejor posicionada para defender los intereses de la izquierda progresista.
La izquierda chilena, heterogénea, polifónica, debe definir entre seguir siendo comparsa de un sistema político donde su incidencia es nula, o apostar por la construcción de un nuevo ciclo político, en el que se instalen las banderas más radicales de su historia.
Alexis Meza S., Historiador, Universidad Arcis
Bolivia: ¿Por qué ganó Evo Morales (con un 63%)…?
Por Atilio A. Boron
Una semana atrás celebrábamos el triunfo de Pepe Mujica en Uruguay. Hoy tenemos renovadas –y también más profundas– razones para festejar la notable victoria de Evo Morales. Tal como lo señalara el analista político boliviano Hugo Moldiz Mercado, el rotundo veredicto de las urnas marca al menos tres hitos importantísimos en la historia de Bolivia: (a) es el primer presidente democráticamente reelecto en dos términos sucesivos; (b) es el primero, además, en mejorar el porcentaje de votos con que fue electo la primera vez (53,7 por ciento), y (c) es el primero en obtener una abrumadora representación en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Además, cuando salgan los escrutinios definitivos –no disponibles al momento de escribir estas líneas– tal vez haya concretado la obtención de los dos tercios en el Senado, lo que le permitiría nombrar autoridades judiciales y aplicar la nueva Constitución sin oposición.
Todo esto convierte a Evo Morales, desde el punto de vista institucional, en el presidente más poderoso en la convulsionada historia de Bolivia. Obviamente, esto no le va a impedir al Departamento de Estado reiterar sus conocidas críticas acerca de la “defectuosa calidad institucional” de la democracia boliviana, el “populismo” de Evo y la necesidad de mejorar el funcionamiento político del país para garantizar la voluntad popular, como por ejemplo se hace en Colombia, donde unos 70 parlamentarios del uribismo han sido investigados por la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía por sus supuestos vínculos con los paramilitares, y 30 de ellos enviados a la cárcel con sentencia firme por ese motivo.
El desempeño electoral del líder boliviano es impresionante: triunfo arrollador en la convocatoria de la Asamblea Constituyente, julio del 2006, que sentaría las bases institucionales del futuro Estado Plurinacional; otra aplastante victoria en agosto del 2008 (67 por ciento) en el Referendo Revocatorio forzado por el Senado, controlado por la oposición, con el abierto propósito de derrocarlo; en enero de 2009 el 62 por ciento de los votantes aprobó la nueva Constitución Política del Estado. ¿Qué hay detrás de esta impresionante máquina de ganar elecciones, indestructible pese al desgaste de cuatro años de gestión, los obstáculos interpuestos por la Corte Nacional Electoral, la hostilidad de Estados Unidos, campañas de desabastecimiento, intentonas de golpes de Estado, amenazas separatistas y planes de magnicidio?
Lo que hay es un gobierno que ha cumplido con sus promesas electorales y que, por eso mismo, desarrolló una activa política social: Bono Juancito Pinto, que llega a más de un millón de niños; Renta Dignidad, un programa universal para todos los bolivianos mayores de 60 años que carezcan de otra fuente de ingresos; Bono Juana Azurduy, para las mujeres embarazadas; que erradicó el analfabetismo aplicando la metodología cubana del programa Yo Sí Puedo, que permitió alfabetizar a más de un millón y medio de personas, por lo que el 20 de diciembre de 2008 la Unesco (no los partidarios de Evo) declaró a ese país territorio libre de analfabetismo. El solidario internacionalismo de Cuba y Venezuela también permitió la construcción de numerosos hospitales y centros médicos, a la vez que miles de personas recuperaron la vista gracias a la Operación Milagro.
Importantes avances se registraron también en materia de reforma agraria, la recuperación de las riquezas básicas (hidrocarburos) y el manejo de la macroeconomía, lo que le ha permitido a Bolivia, por primera vez en la historia, contar con importantes reservas estimadas en 10.000 millones de dólares y una situación de bonanza fiscal que, unida a la colaboración de Venezuela en el marco del ALBA, le permitió a Morales realizar numerosas obras de infraestructura en los municipios y financiar su ambiciosa agenda social. Por supuesto, quedan muchas asignaturas pendientes. Pero todo lo anterior sumado a la permanente preocupación de Evo por concientizar, movilizar, organizar a su base social –haciendo a un lado los desprestigiados aparatos burocráticos que, al igual que en la Argentina, no movilizan a nadie– hizo posible su rotundo triunfo. Convendría tomar nota de esta lección.
* Politólogo.
Caló en la clase media
Los barrios del centro de La Paz, como Miraflores, Sopocachi y Obrajes, se han volcado masivamente al gobierno del Movimiento Al Socialismo. El oficialismo consolidó ese voto.
Por Oscar Guisoni
Desde La Paz
En la ciudad de La Paz la diferencia entre ser rico y ser pobre se mide también en grados centígrados. En la acomodada Zona Sur, donde se encuentran los barrios de la clase media alta y la no tan media, no sólo hay autos más elegantes y chalets, spas y grandes tiendas de ropa importada, sino que además hace entre 5 y 7 grados más que en el centro de la ciudad, o en las laderas, donde se apiñan los pobres. En comparación con la vecina ciudad de El Alto, auténtico bastión indígena donde el apoyo a Evo es apabullante, el termómetro amplía su diferencia hasta los 10 o 12 grados de media durante la mayor parte del año. El clima es una de las pocas cosas que el primer gobierno de Evo no pudo cambiar en estos cuatro últimos años.
Tantos cambios, como no podía ser de otro modo, generan resistencias en algunos. “Los indios se han vuelto arrogantes”, se quejan las señoras elegantes del sur, que lamentan la desaparición de “las caseritas”, el nombre entre despectivo y paternalista con el que se dirigían, y aun se dirigen, en los mercados a las mujeres indias que pasan largas horas vendiendo a la intemperie en sus puestos en los que se puede encontrar desde frutas y verduras a películas pirateadas, refrescos, periódicos y alfajores argentinos con la fecha de vencimiento ya muy superada.
“‘¿Qué hace usted con los indios?’, es la crítica que me han hecho desde que decidí aceptar la candidatura” contaba ayer a Página/12 antes de votar la candidata a senadora del MAS por el departamento de La Paz y ex defensora del Pueblo, Ana María Romero del Campero. “El racismo es una reacción lógica a la pérdida de poder”, afirma el filósofo y catedrático de la Universidad paceña Luis Tapia.
En una ciudad como La Paz, donde la burocracia estatal es más importante que la economía privada, todo el mundo en la Zona Sur estaba acostumbrado a que ante cualquier problema recurrían a sus amigos en el poder y éstos se lo resolvían en un abrir y cerrar de ojos. Ahora eso se ha acabado. Los ministerios, el Parlamento y el Palacio Quemado, sede del gobierno, están ocupados por gente que nunca antes había formado parte del Estado y eso causa un gran estrés en el sur de la ciudad.
La política redistributiva expresada en los bonos a sectores históricamente olvidados y el intento de crear un incipiente “Estado de Bienestar” pero sin abandonar el capitalismo es contestado con virulencia por una aristocracia política que gobernó bajo el signo del más puro liberalismo durante el último cuarto de siglo, cerrando ojos y oídos a la extrema pobreza que iba dejando a su paso la aplicación de los planes económicos dictados por los organismos internacionales y la embajada norteamericana.
La clase media paceña, esa que más que media parece baja si se la compara con la de las grandes capitales europeas, y que puebla los barrios del centro de la ciudad, Miraflores, Sopocachi, Obrajes, se ha volcado masivamente con el gobierno. El MAS, para disgusto de los movimientos sociales que son su base electoral dura, ofreció muchas candidaturas a representantes de la clase media para ganarse su favor y, a juzgar por los resultados, logró consolidar la alianza que tanto necesitaba para ganar estas elecciones.
Ese movimiento hacia el centro político le terminó granjeando algunas reacciones de racismo de signo inverso entre los indígenas del campo, aymaras o quechuas de pura cepa, que se quejan del supuesto “entorno blancoide” que rodea al presidente, protestan porque Evo no ha puesto en práctica las leyes que ellos esperaban para apoyar la economía comunitaria y anticapitalista que practican. Sin embargo, estos críticos lo han votado a Evo porque “¡los neoliberales no pueden volver, joven!”. “Este es un presidente digno”, afirman después de haberlo criticado. “Mire usted cómo le ha plantado cara a los Estados Unidos. Nunca antes que él un presidente había mandado a callar al embajador americano como lo hizo el Evo.”
Los contundentes resultados de ayer dejarán probablemente sumidas en el espanto a las señoras de la Zona Sur, contentos a los que viven en las humildes laderas paceñas, eufóricos a los habitantes de El Alto, la ciudad de donde surgió, en octubre de 2003, la revuelta que acabó con el gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ninguno de ellos sabe a ciencia cierta hacia dónde irá Evo con tanta cantidad de votos. Aunque todos perciben que el país en el que viven poco tiene que ver con el que existía antes de 2005, cuando Evo ganó sus primeras elecciones. El clima, no hay ninguna duda, ha cambiado. Aunque los pobres sigan viviendo en las alturas frías y los ricos en el cálido sur.
PAGINA/12
Evo Morales, reelegido presidente de Bolivia con más de 62% de votos…
EVO MORALES CONSIGUIO LA REELECCION CON EL 63 POR CIENTO DE LOS VOTOS Y LOS DOS TERCIOS DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
“Gracias a la conciencia del pueblo cambiamos Bolivia”
En La Paz, Morales ganó con el 77 por ciento, en Chuquisaca con el 54 por ciento y en Cochabamba con el 66 por ciento. Pese a los esfuerzos del gobernante, no pudo ganar en Santa Cruz, Beni ni Pando, tres departamentos autonomistas.
Por Sebastián Ochoa
Desde La Paz
En la plaza Murillo estaban cientos de miles de personas, banderas, globos, hasta un muñeco gigante del reelegido. “Evo de nuevo”, gritaban hasta que apareció el aludido, tranquilo, como si lo hubiera esperado de hace tiempo. Por unos minutos se quedaron quietos para cantar el himno, todos con el puño izquierdo alzado. “Querida Bolivia con dignidad”, los saludó Morales. “Gracias a la conciencia del pueblo es posible cambiar Bolivia en base al voto del pueblo, trabajar por la dignidad y la igualdad de todo el pueblo boliviano.” Morales consiguió el 63 por ciento de los votos, por lo que “ahora tenemos la enorme responsabilidad con Bolivia, con la vida y la humanidad de profundizar este proceso. Más de dos tercios del Congreso me obliga a acelerar este proceso revolucionario”.
“Hermanas y hermanos: mi máximo reconocimiento a los que apostaron por el proceso de transformaciones”, dijo Morales desde el palco del presidencial Palacio Quemado. Y llamó a la conciliación a sus rivales. “Somos un gobierno de la cultura del diálogo.” Con el 90 por ciento de los votos escrutados, Manfred Reyes Villa, candidato por Plan Progreso Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN) quedó segundo con el 28 por ciento de los votos. Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional, quedó tercero con el seis por ciento. Cuarto salió René Joaquino, de Asamblea Social (AS) con el tres por ciento.
La composición de la Asamblea Legislativa Plurinacional será masista en dos tercios. De los 166 legisladores, 110 serán del MAS, 50 de PPBCN, tres de UN y tres de AS. De 36 senadores electos, 25 son del oficialismo y 11 de PPBCN. Por cada departamento corresponden cuatro senadores. El MAS se quedó con los cuatro senadores de La Paz, donde Morales obtuvo el 77 por ciento de los votos. También consiguió los cuatro de Oruro, Potosí y Cochabamba. En Chuquisaca fueron elegidos tres senadores del oficialismo y uno de PPBCN. En Santa Cruz, consiguió dos senadores Morales y dos Reyes Villa. El primero y el segundo también se repartieron dos senadores cada uno en Pando y Beni.
De los 130 diputados electos, 85 pertencen al MAS. En Santa Cruz, el partido de Morales tuvo 11 diputados; PPBCN, 13 y UN sólo uno. En Pando, dos son del MAS y tres de PPBCN. En Beni, tres del MAS y seis de PPBCN. En Tarija consiguió cuatro el MAS, lo mismo que la agrupación de Reyes Villa. Uno fue para AS. En Chuquisaca, siete diputados son masistas y cuatro manfredistas. En Cochabamba, 14 son del MAS y cinco de quien fuera prefecto de ese departamento hasta que lo revocaron por referéndum el año pasado. En La Paz, 24 diputados son del MAS, tres de Reyes Villa y dos de Doria Medina. En Oruro, quedaron ocho para el MAS y uno para PPBCN. En Potosí, el MAS ganó 12 asientos y AS dos.
Pese a los esfuerzos de Morales, no pudo ganar en Santa Cruz, Beni ni Pando, tres departamentos de la Media Luna, así llamada por su forma en el mapa boliviano. En Santa Cruz, el MAS recogió el 42 por ciento de los votos. Reyes Villa, el 50 por ciento. Y UN, el cinco por ciento. Ayer el presidente reelecto lo reconoció. “Todavía no pudimos ganar en todos los departamentos”, dijo ante sus seguidores.
El gobierno de Morales hizo un trabajo electoral largo en Pando, pero no alcanzó. El 48 por ciento eligió a Reyes Villa, mientras el 45 por ciento votó a Morales. Leopoldo Fernández, candidato a la vicepresidencia por PPBCN, era prefecto de este departamento hasta septiembre del año pasado, luego de la matanza de al menos 13 personas en el municipio de El Porvenir. Ayer, tras las rejas en la cárcel de San Pedro, el candidato asumió la derrota antes de que se supieran los resultados a boca de urna.
En Beni, Reyes Villa obtuvo el 55 por ciento de los votos; Morales, el 35 por ciento y UN el nuevo por ciento.
En Tarija, el 49 por ciento votó al actual presidente, el 40 por ciento a Reyes Villa y el ocho por ciento a UN. En Chuquisaca, el 54 por ciento votó a Morales, el 33 por ciento al ex capitán y siete por ciento a Doria Medina. En Cochabamba, el 66 por ciento votó a Morales, el 27 por ciento a Reyes Villa y el cuatro por ciento a UN. En La Paz, Morales ganó con el 77 por ciento. Lo siguieron PPBCN con el 10 por ciento y UN con el nueve. En Oruro, el 78 por ciento eligió al MAS; el 10 por ciento a Reyes Villa y el siete por ciento a UN. En Potosí, el MAS consiguió el 76 por ciento; AS el 14 por ciento y PPBCN el cinco por ciento.
Los cinco departamentos que votaron por la autonomía dieron el Sí. En La Paz, un 72 por ciento la aprobó, mientras el 28 por ciento la rechazó. En Cochabamba, 69 por ciento votó positivo y el 31 por ciento dijo No. En Oruro, el 63 por ciento adhirió al régimen autonómico, mientras el 37 por ciento se negó. En Potosí, el 64 las apoyó y el 36 por ciento votó negativo. En Chuquisaca, el 78 por ciento dijo Sí y el 22 por ciento la reprobó. En la región del Chaco, ubicada en Tarija, el 79,8 por ciento dijo Sí y el 20,2 por ciento optó por el No.
Además, 12 municipios votaron si adoptarán la autonomía indígena. Ayer no había aún resultados sobre esta votación, ya que la mayoría de los territorios son difíciles de llegar.
En los departamentos de la Media Luna (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) no se votó por autonomías, porque lo hicieron –ilegalmente según el gobierno– durante 2008. Página/12 consultó al ministro de Gobierno, Alfredo Rada, sobre el destino de los estatutos autonómicos aprobados en estos departamentos. “Esos estatutos deben ajustarse a la nueva Constitución, deben compatibilizarse. En esos términos será un avance de lo que van a ser las autonomías”, dijo. Una de las primeras tareas de la Asamblea será la aprobación de la ley marco de Autonomías, establecidas en la Carta Magna refrendada en enero de este año.
“A partir de mañana Bolivia pasa a ser un país autónomo, sin que eso ponga en riesgo la unidad nacional. Hasta ahora, la oposición había intentado usar la autonomía para fragmentar territorialmente a Bolivia, como ocurrió en los Balcanes con la ex Yugoslavia. La derecha extrema trató de usar la autonomía para dividir al país. Creo que esa es una de las claves para entender la derrota de la derecha y la ultraderecha en Boliva: no supo entender que la autonomía es una demanda democrática, no una demanda secesionista”, dijo el ministro.
Morales gana la reelección en Bolivia
La mayoría de escaños en la primera Asamblea Plurinacional permitiría al presidente aymara desarrollar una Constitución de sesgo indigenista y reformar las instituciones
FERNANDO GUALDONI | Enviado especial, La Paz 06/12/2009
El presidente Evo Morales logró este domingo su reelección por un periodo de cinco años al frente del Gobierno boliviano. Los sondeos a pie de urna le dieron una enorme ventaja sobre sus rivales, el conservador Manfred Reyes -un ex gobernador de Cochabamba procesado por corrupción- y el empresario Samuel Doria Medina. Morales arrasó en las presidenciales con el 63% de los sufragios de los 5,1 millones de bolivianos habilitados para votar en su país y los 168.000 en el exterior.
El Movimiento al Socialismo (MAS) también va bien por delante en la elección de los miembros de la primera Asamblea Plurinacional (130 diputados y 36 senadores), la llave que necesita el dirigente aymara para crear el nuevo Estado, para desarrollar sin trabas su Constitución de corte indigenista y reconstruir a su medida instituciones democráticas clave como el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema y la Corte Electoral.
Morales nacionalizó en mayo de 2006 el sector de los hidrocarburos y aumentó los impuestos de las petroleras, en plena escalada de los precios internacionales de la energía. Así garantizó al Estado una enorme cantidad de dinero que utilizó para sentar las bases de un nuevo país plurinacional con el fin de acabar con la marginación social y económica de los indígenas, el 62% de la población. Otorgó subvenciones para los niños, las mujeres embarazadas y los pensionistas. También concedió tierras a los indígenas y cerró el capítulo del analfabetismo a escala nacional. Su proyecto de transformación del Estado encontró una gran oposición en el llamado Oriente boliviano, la región criolla rica en gas y petróleo.
Sus cuatro años de mandato estuvieron plagados de denuncias de abuso de poder por parte de la prensa y la oposición. Los escándalos de corrupción, que el dirigente prometió erradicar, tampoco faltaron. Los más sonados fueron los vinculados a la gestión de la petrolera estatal YPFB, la madre de la riqueza boliviana. La empresa pasó por las manos de cinco presidentes y todos dimitieron bajo la sospecha del fraude. El último fue a la cárcel.
La producción de hidrocarburos ha caído drásticamente por la mala gestión y de inversiones, locales y extranjeras. Esta situación, añadida al retroceso de las exportaciones de gas y crudo (casi el 50% del total) y de los precios internacionales, le restarán este año más de mil millones de dólares (670 millones de euros) a las arcas públicas (el 17% del presupuesto). Los problemas en este sector son una de las principales amenazas al futuro de Bolivia.
A pesar del alto crecimiento en el último lustro, la sociedad boliviana sigue echando de menos la creación de empleos estables. No hay datos oficiales de paro desde 2007 y la informalidad de la economía sigue siendo tan grande que hace imposible consolidar la inclusión social y económica de la mayoría de los 10 millones de bolivianos, entre los que el 60% es pobre y más de la mitad de este porcentaje raya la indigencia.
Con una oposición desunida y con escasas ideas, Morales tiene vía libre para profundizar su reforma del Estado y caer en la tentación de buscar la reelección indefinida, una tendencia que ya abarca a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Colombia. Las propuestas del MAS para gobernar hasta 2015 merecen estar en un museo de novedades. Morales ofrece un proyecto que recuerda al capitalismo de Estado, donde el Gobierno profundizará el control de los sectores energético y minero y con los excedentes de esos negocios creará empresas públicas y financiará las ayudas sociales. Otra prioridad se supone que será la constitución de las autonomías indígenas, pero aún no hay una ley que las defina, por lo que no se conoce cómo convivirán con las autoridades regionales, provinciales y municipales ya existentes.
Durante la campaña, Morales cortejó a la clase media ante el temor que aún infunde en este segmento de la población. "Deseo servir cinco años más porque he aprendido a gobernar en los cuatro últimos (…). Algunos compañeros de la clase media dicen: será indio, pero nos hace respetar, nos da dignidad; por eso quiero decir a la clase media: Bienvenidos a este proceso revolucionario".
El respaldo de la clase media fue clave para obtener el mejor resultado posible en la elección de los 36 senadores de la Asamblea, cuatro por cada una de las nueve provincias, incluyendo las cinco del Oriente donde el MAS no tiene tanto arrastre como en las andinas. A pesar de que en los últimos días el dirigente radicalizó su discurso antioligárquico y antiimperialista, el vicepresidente, Álvaro García Linera, se encargó de tender la mano a la oposición para trabajar juntos y tranquilizar al votante criollo ante la previsible hegemonía del Movimiento al Socialismo.
EL PAIS.COM
Bolivia reelige a Evo Morales y le otorga el control del legislativo
(Bolivia.com) El Movimiento al Socialismo (MAS) y su candidato, Evo Morales, obtuvieron el 62.5% de los votos, otorgándole su segundo mandato consecutivo, según los datos de conteo rápido, realizados por las diferentes cadenas de los medios locales.
En segundo lugar quedó el opositor Plan Progreso para Bolivia (PPB), con su candidato Manfred Reyes Villa con el 27% de los votos. Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN) obtuvo el 6% de los votos. Finalmente en el cuarto lugar, quedó Alianza Social (AS) de René Joaquino, con el 3% de los votos.
Según los datos preliminares, el oficialista Movimiento al Socialismo logró por lo menos 24 senadores de un total de 36, con lo que tiene asegurado los dos tercios de la cámara alta. El otro partido con representación en esta cámara es el Plan Progreso para Bolivia con 11 senadores, con la posibilidad de sumar un senador más, algo que se deberá confirmar en el cómputo final del Órgano Electoral plurinacional.
En cuanto a la cámara baja, el MAS habría obtenido 85 diputados, PPB 39, UN 3 y AS 3, datos con los que se confirma que está cámara será de dominio del oficialismo.
Los restantes cuatro candidatos obtuvieron resultados residuales. La independiente Ana María Flores y Alejo Véliz consiguieron sendos puntos porcentuales del global de la votación, mientras que Román Loayza y el ex fiscal Rímer Choquehuanca no llegaron siquiera al punto porcentual de votos.
En lo que se refiere a la votación por departamentos Evo Morales obtuvo la primera mayoría en los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, Tarija y Chuquisaca, en todos ellos el segundo lugar fue para el PPB de Manfred Reyes Villa, quién obtuvo la mayor votación en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, en los que la segunda fuerza política fue el MAS.
Primeros resultados extraoficiales muestran que Evo Morales gobernaría otros cinco años
LA PAZ, BOLIVIA.- El presidente Evo Morales ganó el domingo una histórica reelección en Bolivia, según sondeos a boca de urna, lo que le permitiría gobernar por otros cinco años para consolidar su "revolución" indigenista y profundizar el control del Estado sobre la economía.
El gobernante izquierdista, cuyo ascenso al poder hace cuatro años puso fin a un ciclo de inestables gobiernos neoliberales en el empobrecido país, renovó su mandato con al menos 61 por ciento de los votos válidos, de acuerdo a proyecciones de cadenas de televisión privadas que confirmaron encuestas previas a la votación.
Se espera para dentro de pocas horas que la Corte Nacional Electoral (CNE) divulgue los primeros resultados oficiales.
En La Paz, cientos de seguidores del mandatario tomaron las calles al grito de “Evo, Evo, Evo" ya antes de conocerse las proyecciones de los medios de comunicación, cuyas estimaciones resultaron generalmente acertadas en comicios previos.
No había reacciones inmediatas del líder cocalero ni de su principal rival, el ex militar Manfred Reyes Villa, quien hasta media jornada se había mostrado confiado en ganar por lo menos el derecho a enfrentar a Morales en una segunda ronda.
Morales dijo a media tarde, en el tramo final de la votación que finalizó a las 16:00 hora local (2000 GMT), que estaba "segurísimo" de su victoria en los comicios, a los que llegó como favorito luego de reformar la Constitución para habilitar la reelección presidencial como medida clave de su plan de "refundación" de Bolivia.
Desde que asumió en el 2006, Morales, el primer presidente aborigen en la historia boliviana, llevó a cabo una amplia nacionalización económica que incluyó los enormes yacimientos de gas natural en manos hasta entonces de petroleras extranjeras.
Sus aspiraciones socialistas, sus críticas a Washington y su alianza con el presidente venezolano, Hugo Chávez, le valieron el rechazo de los sectores más ricos de la población, mayormente concentrados en la fértil llanura del norte y el oriente del país.
"Yo estoy segurísimo de que vamos a ganar en los nueve departamentos, por tanto no habrá media luna, será luna llena, a partir de estas elecciones nacionales", dijo Morales, de origen aymara, desde la ciudad central de Cochabamba.
"Media luna" es el nombre que se ha dado a cuatro distritos gobernados por la oposición conservadora, que ha llegado a liderar sangrientas sublevaciones para intentar debilitar al mandatario, y donde Morales centró su campaña electoral.
Victorias en la mayoría de las regiones darían a Morales el control de la Asamblea Plurinacional, como pasará a llamarse el Congreso, para aprobar reformas legales aún pendientes y recomponer los tribunales nacionales de justicia en el marco de la nueva Constitución.
AMPLIA PARTICIPACIÓN
Morales destacó la amplia participación de los 5.1 millones de electores habilitados, en comicios en los que además fueron elegidos vicepresidente y legisladores, y se decidió sobre autonomía en cinco de los nueve departamentos.
Las elecciones, en las que votaron por primera vez bolivianos en el exterior y se estrenó un patrón biométrico de registro, se enmarcaron en una nueva Constitución "plurinacional" y socialista aprobada en enero de este año, que dio mayor poder a los indígenas, permitió un modelo económico regido por el Estado y abrió la posibilidad de autonomías.
Más al norte en el continente, Chávez se adelantó en mandar vivas a su aliado y colega Morales y alabar que "Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización".
La estatización de la economía, que le ha permitido acelerar el crecimiento, y la creación de bonos para estudiantes, madres y ancianos parecen haber sido claves para la reelección de Morales, cuya popularidad es particularmente fuerte entre los pobres que constituyen el 60 por ciento de los bolivianos.
"He votado por Evo porque considero que es el que mejores planes de gobierno tiene para la educación y la salud (…). Soy maestra y veo que los niños van esperanzados a la escuela porque tienen el desayuno escolar y el bono", dijo la educadora Irene Paz, de 36 años, en un colegio en El Alto, una ciudad de escasos recursos en las afueras de La Paz.
En la zona residencial sur de La Paz, Soledad Palomeque, profesora de primaria de 35 años, reclamó que "Evo no piensa en la clase media, sólo piensa en los indígenas", y dijo que por eso había votado en su contra.
Críticos al Gobierno de Morales dicen que se ha concentrado en subsidios sociales, que reconocen le ha dado resultados, pero a costa del descuido de otras áreas como la empresarial.
Argumentan que la nacionalización de hidrocarburos no ha dado el resultado esperado y que ha alejado a la inversión extranjera de megaproyectos mineros, hidroeléctricos y de litio, banderas de su programa para un próximo gobierno.
Morales, quien suele replicar que sin esa nacionalización no habrían sido posibles los bonos, ha dado muestras en las últimas semanas de que está dispuesto a abrir la pequeña economía boliviana a los capitales extranjeros.
Morales, favorito en Bolivia
Valeria Perasso
Enviada especial de BBC Mundo a Bolivia
Unos 5 millones de bolivianos decidirán este domingo, con su voto, si dan el visto bueno para que el presidente Evo Morales lleve adelante su proyecto de "Estado plurinacional y de economía social" por otros cinco años.
En las elecciones presidenciales para el período 2010-2015, el actual mandatario y candidato por el Movimiento al Socialismo (MAS) aparece como favorito y, si se confirman las tendencias de encuestas preelectorales, podría obtener un triunfo abrumador por sobre una oposición dividida y debilitada.
Lo que se juega es el control del Senado, por lo cual el MAS sabe que importa cada voto para definir los senadores departamentales.
Guido Riveros, analista de FBDM
Para ganar en primera vuelta, Morales necesita la mitad más uno de los votos o bien una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Los sondeos confirman que obtendría ambos: le otorgan una intención de voto del 55%, más de 30 puntos porcentuales por delante de su principal contrincante, el ex gobernador del departamento de Cochabamba Manfred Reyes Villa (Plan Progreso para Bolivia, PPB).
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"Este proyecto no es de Evo, no es de Álvaro (García Linera, actual vicepresidente y compañero de fórmula), ni siquiera es de un partido. Es de todo el pueblo boliviano", arengó Morales en su multitudinario acto de cierre.
Después, el silencio: 48 horas antes de los comicios, la veda electoral puso fin a una campaña sucia en la que no hubo debates ni análisis de plataformas partidarias.
Campaña estruendosa
El oficialismo logró instalar un discurso en el que continuidad y cambio se hicieron uno: votar por el MAS, insistió, es elegir una profundización de la "revolución democrática" que Morales puso en marcha.
Evo Morales plantea un modelo de cambio en oposición al esquema neoliberal.
"Evo consiguió instalar en el imaginario popular la idea de que hay dos modelos para gobernar: el suyo, que representa el cambio, y el otro, que es el viejo esquema del neoliberalismo", definió el analista José Luis Galvez, de Equipos Mori, en diálogo con la BBC.
La oposición boliviana, que no logró acuerdos para alinearse detrás de un candidato único, entregará mayormente su voto a dos hombres: Reyes Villa, segundo en las encuestas, convoca a los críticos más radicales al gobierno, mientras que el empresario Samuel Doria Molina presenta una propuesta también conservadora pero más moderada.
Aunque, por cierto, poco hubo de propuestas en los empeños proselitistas que vio Bolivia en los últimos meses. Mucho slogan, en cambio, y todos con rima: que "Bolivia avanza, Evo no se cansa", que "Manfred y Leo, seguridad y empleo"…
clic Lea: Los candidatos que dividen a Bolivia
Más bien, los candidatos se dedicaron a lanzar denuncias y acusaciones. En los últimos días, el repertorio incluyó la aparición televisiva de un hijo de Morales – quien, entre lágrimas, reclamó a su padre por no ayudarlo a salir de la pobreza-, considerada por el oficialismo como una manipulación desesperada de sus rivales para sumar votos.
Por su parte, un ministro de gobierno denunció que Reyes Villa había comprado un boleto de avión para huir del país tras las elecciones, cuando tiene un proceso penal en marcha por presunto mal uso de fondos durante su gestión en Cochabamba. Morales lo tildó de "delincuente" y el PPB rebatió de inmediato: negó los cargos y acusó al gobierno de "amedrentamiento".
Y hay más: un grupo de partidarias de Reyes Villa se declaró en huelga de hambre por presunto fraude electoral orquestado desde el gobierno, Morales acusó a una cadena internacional de noticias de hacer propaganda "para la derecha vendepatria", y Leopoldo Fernández, el candidato a vicepresidente por el PPB, se sumó a la campaña caliente vía celular: está en la cárcel acusado de planear una matanza de campesinos en 2008, cuando se desempeñaba como prefecto de la región de Pando.
Nueva era
Lo cierto es que, cuando el ruido proselitista se acalle, estas elecciones marcarán un punto de partida: es la primera vez que los bolivianos votan bajo la nueva Constitución, propiciada por el actual gobierno y convalidada por referendo popular en enero de 2009.
La mejor opción de la oposición será en el Senado.
La puesta en vigor de la carta magna pone fin a la etapa de debate y reforma política que ocupó la mayor parte de la gestión de Morales.
Fue precisamente la constitución reformada la que habilitó al mandatario a postularse para un segundo mandato. Ésta establece, además, que en los comicios del domingo se elijan 166 representantes para la Asamblea Plurinacional, el flamante órgano legislativo que reemplazará al actual Congreso, aunque con una estructura similar.
Aquí es, según coinciden los analistas, donde se libra la verdadera batalla.
"Lo que se juega es el control del Senado, por lo cual el MAS sabe que importa cada voto para definir los senadores departamentales. Y la oposición hasta último momento trabajó para sacarle votos a Morales en los departamentos donde Reyes Villa tiene más llegada, como Pando, Beni y Santa Cruz", dijo a BBC Mundo el analista Guido Riveros, de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM).
Senado, divino tesoro
Desde 2006, el MAS ha gobernado con el control en la Cámara de Diputados pero ha sufrido las consecuencias de un Senado mayoritariamente opositor.
En ocasiones, Morales no dudó en hacer uso de sus facultades para emitir decretos, evitando así que desde el Congreso se bloquearan algunos proyectos de ley centrales de su gobierno. El mandatario acusa a la Cámara Alta de obstaculizar su mandato, mientras que sus críticos le achacan su incapacidad de establecer pactos y negociar acuerdos.
El MAS ansía que los resultados de las urnas pongan fin a esta dinámica, en un momento clave para Bolivia: si logra los dos tercios de las 36 bancadas de senadores –cuatro por cada uno de los 9 departamentos del país-, el oficialismo tiene asegurado un trámite fácil para un centenar de leyes en carpeta.
Y no son proyectos menores: se trata del paquete de normas con las que se implementará la nueva Constitución, que debería estar aprobado antes de mediados de 2010.
Sobre las posibilidades de lograrlo, las encuestas se han mostrado menos taxativas: ninguna le asegura al oficialismo los 24 asientos necesarios para la mayoría absoluta, y los analistas consultados por BBC Mundo opinaron que difícilmente las cuentas cierren a su favor.
"La oposición tendrá que negociar su posición el día después, si los resultados son los que indican los sondeos. Doria Medina está en mejor posición para acercarse, pero no creo que haya un plan establecido a largo plazo y todo dependerá de cuán fortalecido salga el oficialismo en la elección de legisladores", dijo a BBC Mundo el investigador Mario Galindo Soza, del Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios (Cebem).
Esas serán entonces las matemáticas que deberán hacer Morales y sus colaboradores, cuando, a las 16 hora local, cierren los centros de votación y comience el recuento para definir los próximos cinco años del reparto de poder en Bolivia.
Pascal Allende: "No he cambiado: soy mirista, marxista y sigo creyendo en el socialismo"
Por: Ana María Sanhueza
Pascal Allende es el "tío Andrés" para Marco Enríquez. El fundador del MIR, íntimo de Fidel y admirador de Chávez, integra el comando estratégico del candidato. Para él, ME-O es la encarnación de un nuevo socialismo: "Lo que hoy vivimos en Chile, es el inicio de un proceso de crisis política y de cambio cultural como lo fue, en cierto sentido, el de los años 60". Dice que Arrate se quedó en el pasado y cuenta cómo es su relación con los MEO-piñeristas.
Para Marco Enríquez-Ominami, Andrés Pascal Allende -uno de los fundadores del MIR, amigo de Fidel Castro, formado por el Che Guevara para trabajar en el campo cubano, sobrino de Salvador Allende y admirador de Hugo Chávez-, es "el tío Andrés". Su cercanía viene desde que el actual secretario general de la Universidad Arcis lo visitaba en París, poco después de que su padre, Miguel Enríquez, muriera acribillado en 1974.
El diputado tenía cuatro años cuando lo vio por primera vez. Lo que más le llamó la atención de Pascal Allende era que solía estar rodeado de tres o cuatro hombres que oficiaban de guardaespaldas. La razón, en ese entonces, no era tan simple de explicar a un niño: el tío que acababa de conocer, sucesor de su padre en el MIR, andaba clandestino. Era uno de los hombres más buscados por la DINA.
Poco más de tres décadas después, Andrés Pascal Allende (65) es miembro del comité estratégico del candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (36), donde el ex revolucionario ha colaborado con gente de izquierda y también de derecha, como el empresario Paul Fontaine -socio de Rodrigo Danús- y Jorge González, quien hace un par de meses estaba en los grupos Tantauco de Sebastián Piñera. "Participar en el comando de ME-O ha sido una experiencia importante para mí", dice hoy sentado en un sofá adornado por un cojín que tiene bordada la imagen de Simón Bolívar.
Bolívar no es el único personaje que decora su departamento en Ñuñoa, donde vive con su joven esposa cubana. Sobre una de sus varias bibliotecas, además de una pequeña estatua, también hay una fotografía de Fidel Castro (Pascal ha vivido gran parte de su vida en Cuba), además de decenas de libros que, mirados al azar, son los siguientes: "Che, el camino del fuego", "Marxismo abierto", "Biografía de Camilo Torres Restrepo", "La utopía desarmada", "Crisis y renovación de las izquierdas", "Obras completas de Simón Bolívar", "Breve historia de la Revolución Mexicana", "II Congreso del Partido Comunista de Cuba", además de "Fidel y la religión", entre muchos más.
-¿Sigue siendo marxista?
-Sí. No he cambiado: soy revolucionario, mirista, marxista y sigo creyendo en el socialismo. Es más, hoy me siento más leninista por la capacidad que tuvo Lenin de interpretar la realidad específica de su país. Es decir, en el sentido no de copiar las fórmulas que hubo en la Revolución Bolchevique o la Revolución Cubana, porque estamos en otra época. Ya no vivimos el capitalismo industrial, sino uno posindustrial, con una sociedad que ha tenido cambios tecnológicos profundos y en que las relaciones de dominación no se expresan como hace 20 o 40 años. Eso te obliga a cambiar el disco duro.
-¿Cambió su disco duro con Marco o ya venía en ese proceso?
-Fue desde que llegué a Chile -hace siete años- y tuve la experiencia de lograr nada con la izquierda. Participé en varios colectivos y la sensación que me dejó, es que levantábamos identidades y principios sin hacer una lectura real de lo que ocurría, sin saber cómo pensaba la mayoría de los jóvenes, que no piensan necesariamente entre izquierda y derecha. También, en el ámbito académico, vi que muchos intelectuales, gente que quiero mucho, siguen anclados a los mismos conceptos y miradas del pasado, sin una capacidad mínima de interlocución con esos jóvenes que tienen otra forma de ver las cosas. Pero que sí tienen sentimientos sociales y están descontentos con esta democracia.
-¿Pero ser parte de la elite acaso no le facilita las cosas a ME-O? -Desde luego que sí. Fidel Castro era hijo de un dueño de fundo; Lenin, hijo de un burócrata del gobierno zarista. Correa, en Ecuador, tampoco es un hijo del pueblo… Estos procesos comienzan justamente por una crisis en la elite.
-Y si es de izquierda, ¿por qué no está con Arrate?
-Inicialmente lo apoyé, porque es una excelente persona. Aunque en el pasado tuvimos diferencias políticas importantes, Arrate fue el padre de la renovación socialista. Además, yo nunca fui parte de la Concertación y él fue ministro. Estuve con él cuando tomó la valiente decisión de salirse del Partido Socialista. Eso me creó expectativas. Pero luego, le planteé que creía que esta candidatura iba a ser manejada por el Partido Comunista, y que no había una organización que pudiera hacerle el peso dentro del Juntos Podemos.
-¿Quién es hoy la izquierda: Arrate o ME-0?
-Somos todos. Pero ya pasó eso de que la izquierda está en la marginalidad. Y hoy muchos de la izquierda se han limitado a una política testimonial, que yo no le quito valor, porque sirve, sobre todo para recuperar la memoria histórica. Pero eso no es hacer política. Hacer política es intervenir dentro de la lucha social y generar nuevas bases de poder desde la sociedad. Arrate se ha sumado a la izquierda testimonial y conservadora que levanta programas sin ninguna base ni apoyo social real y que está aprisionada en una votación muy pequeña. Pero ahora, con Marco, por primera vez la izquierda logra superar sus márgenes y atraer a vastos sectores. A estas alturas, a más del 20% de las simpatías de voto en la población.
-Es crítico de la Concertación, y ME-O es hijo de la Concertación.¿No es una contradicción?
-Marco es hijo y fue parte de la Concertación. Pero también es hijo de otras historias, como las que tienen que ver con Miguel Enríquez y de su valoración de una época que no vivió, pero sí toda su familia y sus tíos, que aunque no seamos carnales, somos sus tíos. Marco me dice tío y lo conozco desde niño. Él es de una generación distinta a la nuestra, con otra forma de ver la realidad. Tiene una lectura más amplia de lo que sucede, mientras que otra parte de la izquierda -y lamentablemente Arrate es parte de ella- se queda con una lectura tradicional. Su discurso se ha quedado atado en el pasado. No hay categorías nuevas que den cuenta de una realidad. Tengo una muy buena impresión de él como persona, pero van a perder su voto por darse el gustito de decir "yo voto por Arrate". Con eso no están ayudando a la emergencia de una nueva fuerza. Votar por Arrate es perder el voto.
El heredero de Allende
-Criticó a Arrate por haberse renovado, ¿no están ahora invertidos los papeles y hoy el renovado es usted al estar con ME-O?
-No, no, no. Por el contrario: yo no estoy renovado, estoy tratando de ser lo más consecuente con mi pensamiento marxista. Porque una lectura marxista de la realidad da cuenta de los procesos históricos, de las situaciones y periodos de la lucha de clases y lo que hoy vivimos en Chile es el inicio de un proceso de crisis política y de cambio cultural tal como lo fue, en cierto sentido, el de los años 60.
-¿Qué hará si ME-O no pasa a segunda vuelta?
-Va a pasar, estoy seguro. Mira, si Marco hoy tiene 21% o 22% y Arrate el 7 %, súmalos y pasarían a la segunda vuelta. Además, Frei no tiene ninguna posibilidad de ganarle a Piñera. Según la CEP, Marco Enríquez está prácticamente en un empate técnico con Piñera. Se me revuelve el estómago de votar por Frei. Estoy en ésa.
-Pero la CEP dijo que ME-O no tiene cómo pasar a segunda vuelta.
-Quién sabe. La CEP no es Dios. La candidatura de Marco ya es un hecho histórico. Ha ido creciendo a un ritmo acelerado y no es para nada imposible. Estoy convencido de que Marco pasará a segunda vuelta. ¿Entonces por qué no, si Marco es la principal fuerza del cambio de una mayoría de izquierda más transversal? Hoy Lula es transversal, Evo es transversal y el mismo Chávez ¿no comenzó así?
-¿Chávez es transversal?
-Chávez lleva a cabo procesos bastante profundos. Y su gobierno no surge con las banderas del socialismo, sino que ha sido la radicalización del proceso la que lo ha llevado a plantear eso. Hoy, la fuerza del antineoliberalismo, le guste o no a Arrate y a la izquierda, se expresa en un movimiento que encabeza ME-O. La construcción de una sociedad socialista es un horizonte lejano, por lo menos para mí y para muchos de los que participamos con ME-O, pero entendemos que es producto de la generación de una nueva mayoría y de un proceso de cambio de la sociedad chilena. Además, los socialismos tampoco se dan igual que antes.
-¿Qué candidato es el heredero de Allende?
-Sin duda, Marco es el heredero de Miguel y de Allende. No creo que Allende hubiese estado, como Arrate, haciendo la renovación socialista ni fundando la Concertación. Allende era de izquierda y democrático. Creía que era posible una revolución democrática y murió por eso.
-¿Y Allende se habría sentado con la derecha en un mismo comando?
-Claro que sí. Una de las figuras que Allende tenía en su campaña era Gregorio Amunátegui, un liberal de derecha. Además, él también tenía relación con empresarios y figuras que no eran de izquierda y que lo apoyaron en su campaña.
-¿No hay algo emocional de su parte al votar por Marco?
-¡Pero si la emoción es parte de la política! El gran apoyo que tiene Marco es por ser transparente, una persona capaz de decir "sí, me equivoco". Marco, al igual que su padre, es un tipo capaz de jugársela. Dime ¿qué diputado ha tirado por la borda su diputación y la Concertación y se la juega por entero en lo que está haciendo?
-¿Pero ser parte de la elite no le facilita las cosas a ME-O?
-Desde luego que sí. Fidel Castro era hijo de un dueño de fundo; Lenin, hijo de un burócrata del gobierno zarista. Correa, en Ecuador, tampoco es un hijo del pueblo. Existen también los Lula y los Evo Morales, pero son más bien las excepciones. Estos procesos comienzan justamente por una crisis en la elite. Y evidentemente que una persona que está formada en una elite -tampoco entre los más ricos, pero sí en una clase media acomodada- se forma con una seguridad de lo que es capaz de hacer. Miguel era igual.
-¿A usted le pasó lo mismo?
-En parte, puede ser que sí. Pero no es una cosa consciente. De chico, cuando iba a veranear estaban Frei, Neruda y Allende. Los veía conversar, los escuchaba en las esquinas… ¿Qué necesidad tuve yo de niño, si mi padre me dio todo? Claro que eso te forma, entonces no es casual: Bernardo O’Higgins no era un muerto de hambre, Carrera menos; Manuel Rodríguez, a pesar de que era de clase media, tampoco. O sea, todos los procesos revolucionarios y de cambio comienzan con una ruptura desde dentro de la elite. Y eso Lenin lo decía: "Cuando se genera una situación revolucionaria es cuando los de abajo no quieren seguir viviendo igual, y los de arriba no pueden seguir viviendo igual".
La derecha de ME-O
-¿Qué es ser transversal en el mundo de ME-O?
-Primero, me costó comprenderlo. Soy sobrino de Salvador Allende, hijo de Laura Allende; a los 16 años me fui a Cuba a trabajar al campo; después volví a Chile, estuve en el Partido Socialista, luego creamos el MIR; estuve en la lucha contra la dictadura, gran parte del tiempo en la clandestinidad y luego volví a Cuba. O sea, soy una persona que los genes los tiene de izquierda. Pero hay dos miradas sobre la transversalidad: una cultural y social y otra política. Y no hay que confundir las dos cosas. La mayor parte de los jóvenes y adultos jóvenes no piensan en términos de izquierda y derecha, y esto es un fenómeno socialmente transversal.
-Hace cinco o 10 años ¿se habría embarcado en un proyecto común con alguien de derecha, como hoy le ocurre en el comando de ME-O?
-A pesar de haber estado en la clandestinidad, de haber sido perseguido por la dictadura, de haberme enfrentado con las armas para defender la democracia, tengo amigos que son de derecha, los que estuvieron conmigo en el colegio. Estudié en el Saint George, en la Católica y luego me titulé en la Chile y en la vida he recuperado muchos de esos amigos. Algunos son de RN, aunque con los UDI me cuesta un poquito más… Pero tengo amigos liberales, personas que quiero mucho y con las que discuto de política ¿por qué no?
-¿Cree que aún hay prejuicios sobre usted?
-Desde luego que debe haber prejuicios hacia mí desde la derecha, que me debe ver como a un terrorista, un tipo ultrarradical y algunos deben hablar de "este extremista come-guaguas". También puede haberlos en algunos comunistas, porque también tengo amigos allí. Pero son caricaturas que al final de la vida te resbalan.
-¿Cómo ha sido su experiencia en el comando?
-Ha sido una experiencia importante para mí. Allí, el 90% es de sensibilidad de izquierda. También hay muchos independientes y gente como Paul Fontaine y Jorge González. Paul está en el grupo económico y he estado en múltiples reuniones con él. Tenemos diferencias y las hemos discutido. En el comando me siento como en mi casa.
-Usted nunca ha estado de acuerdo con privatizar una parte de Codelco.
-Paul partió con la idea de privatizar. Y ha reconocido que cometió un error. La mirada de Marco sobre el tema de Codelco es que tiene que existir un control ciudadano sobre las empresas públicas. Eso es parte del nuevo socialismo. Cuando Marco habla de privatizar el 5%, pensaba que los trabajadores fueran codueños, para que hubiera un poder fiscalizador. Eso se discutió en los grupos de programas y la opinión mayoritaria es que no hay que privatizar. Marco lo dijo en su reciente visita a Chuquicamata.
-En una entrevista con Qué Pasa, Fontaine se refirió a Marambio, Ominami y a usted. Dijo: "ellos eran de un marxismo leninismo violento" y que el medio que usaron "era equivocado".
-Y eso yo lo critico profundamente y lo hemos discutido. Paul Fontaine es una persona muy conversable y simpática. Es un liberal, pero no tiene una aproximación tipo militar de derecha. Yo me siento muy bien en el comando. Por ejemplo, he aprendido a querer a Jorge González. Pero la realidad del comité estratégico es que el 99% de sus miembros son de izquierda y progresistas.
-Y si son tan de izquierda ¿cómo explica que el 29% de los votantes de ME-O está dispuesto a apoyar a Piñera?, ¿lo complica ese respaldo?
-No me complica para nada. Primero, porque no es gente de partido. Muchos de ellos están aburridos de la Concertación y votarán por Piñera por eso. Y otros quién sabe qué ven en Piñera: tal vez un tipo exitoso, anda a saber tú. Pero no hay que confundir la transversalidad social con la política de partidos. Ésa es una lectura fundamental. Lo de hoy es un fenómeno nuevo. Y hay que abrir los ojos, porque si no, nos quedamos como viejos mirando al pasado.
Fidel y Chávez
-De los dos candidatos de la izquierda, ME-O y Arrate, ¿Fidel Castro a quién miraría con mejores ojos?
-No se lo he preguntado a Fidel, no lo veo desde hace tiempo. Pero hay una cosa que tiene Fidel y en eso lo respeto y admiro: es una persona que escucha. He tenido largas reuniones con él, acá en Chile y en Cuba. Es un estadista. Pero él y Cuba han vivido un bloqueo de más de 50 años y han sido empujados a una posición que obligatoriamente tiene que ser más cerrada. Pero eso está empezando a cambiar en América Latina. Marco ha salido del país, ¿y dónde va? A hablar con Lula, con Cristina Fernández, con Correa, conoce a Evo. Hoy la realidad es que hay una exclusión social. No es casual que Marco no vaya a Estados Unidos y sí vaya a estos países.
No soy vocero de Marco, hablo por mí, pero creo que Marco respeta lo que está ocurriendo en Venezuela, le guste o no. Pero su identidad mayor es con Rafael Correa: es un líder joven que rompe esquemas y genera una revolución ciudadana, con sensibilidad hacia el problema indígena.
-También ha tenido deferencias hacia Hugo Chávez.
-Sí, es respetuoso de Hugo. No soy vocero de Marco, hablo por mí, pero creo que Marco respeta lo que está ocurriendo en Venezuela, le guste o no. Pero su identidad mayor es con Rafael Correa: es un líder joven que rompe esquemas y genera una revolución ciudadana, con sensibilidad hacia el problema indígena.
-¿Piensa que el gobierno de Chávez es democrático?
-Soy un admirador de Chávez. Él ha ido produciendo un cambio democrático muy importante. Lo he acompañado en sus giras y sabe comunicarse con su pueblo. El fervor que despierta entre los más pobres es extraordinario. Tengo una magnífica opinión de Chávez.
-¿Y qué le parece el gobierno de Cuba? ¿Lo ve anticuado?
-Cuba vive una situación muy difícil. Y yo tengo gran respeto y cariño por Fidel, es una persona extraordinaria. Hay una historia que lo muestra muy bien: en 1978, para poder entrar a Chile clandestino, me preparé en Cuba. La noche antes de venirme, Fidel me llamó y estuvimos hasta las cuatro de la mañana conversando en su oficina. Estaba muy preocupado de cómo lo iba a hacer para venir. Cuando me despedí e iba a tomar el ascensor, Fidel me alcanzó y me dijo: "Pascal, anda tranquilo, que tu familia acá estará segura, tus hijos estarán cuidados. Despreocúpate". Estando clandestino en Chile, mi hijo Pablito, de cuatro años, se murió en Cuba de una meningitis fulminante, en 24 horas.
-¿Cómo se enteró?
-Por un sistema de comunicación radial. Para mí fue terrible…Cuando regresé a Cuba, dos años después, me llevaron a una casa de seguridad. De repente llegó Fidel y me preguntó de Chile y de la lucha. De pronto, me dice: "Pascal. Siento que te he fallado". "No comandante, han sido muy generosos, nos han ayudado en nuestra lucha contra la dictadura", le respondí. Pero él insistió: "No me refiero a eso, ¿te recuerdas que cuando te fuiste te dije que estuvieras tranquilo y que tu familia estaría segura? Tu hijo murió y siento que te hemos fallado. No fue responsabilidad de nadie, pero siento que te he fallado". Dime ¿qué jefe de Estado tiene una reacción así?
QUE PASA.CL
Si ME-O pierde en diciembre, optará por Frei. Entrevista a madre de Marco-Ominami…
"Marco no tiene nada que negociar"
Por: Ana María Sanhueza
Manuela Gumucio es la madre del candidato y una de las personas más cercanas a él. Está convencida de que "tiene que ser hoy día presidente. Estamos ad portas de algo como lo de Obama". En todo caso, sin drama dice que si ME-O pierde en diciembre, ella optará por Frei. Y que los votos de su hijo no son transables.
Fotografía: Nicolás Abalo
La periodista Manuela Gumucio es considerada una de las personas más cercanas a Marco Enríquez-Ominami, tanto que fue una de las primeras en enterarse que su hijo quería ser candidato. Fue en febrero de este año cuando por mail continuaron una de las tantas conversaciones familiares sobre política. Su hijo ya no quería seguir siendo diputado y barajaba si presentarse a senador. Su madre, en cambio, por esos días opinaba que debía volver al cine. Hasta que abrió su correo electrónico y lo leyó: Marco quería ser Presidente de la República.
Pese a que proviene de una familia política -su padre, Rafael Agustín Gumucio, fue fundador de la Falange Nacional y su pareja desde 1975 es Carlos Ominami-, para ella las cosas no eran tan fáciles como para Marco: "Le dije que ser presidente es una cosa que se piensa toda la vida, y que para serlo hay que quererlo profundamente". Rápido, le llegó una respuesta: "¡Pero si yo quiero profundamente!". Manuela mostró de inmediato la frase a una amiga: "Mira lo que quiere este patudo", comentó sonriendo.
Desde ese episodio, su único hijo -cuyo padre es el mirista Miguel Enríquez- hoy marca 19 % según la última encuesta CEP. "Es el único candidato que crece y los otros pierden", dice su madre.
-¿En qué estaba usted políticamente antes de que ME-O fuera candidato? ¿por quién pensaba votar?
-Iba a votar por Arrate en primera vuelta y en segunda por Frei.
-Si iba a votar por Arrate ¿entonces hace tiempo que no se siente parte de la Concertación?
-Me siento parte de la Concertación, pero no de aquella parte autoritaria ni de la Concertación que quiere echar tierra a los verdaderos problemas que hemos tenido. No quiero votar más por la Concertación para que después, por razones equis, terminemos haciendo la política de la derecha. No quiero votar más por un programa para que terminemos en otro.
-Mucha gente teme votar por su hijo en vez de Frei, pues eso podría significar que salga Piñera.
-Eso me parece absurdo. Las encuestas, incluida la CEP reciente, y el sentido de la calle que uno escucha, dicen que hay muchas más posibilidades de ganarle a Piñera con Marco que con Frei. Echarle la culpa a Marco de una eventual derrota de Frei en segunda vuelta, si esto se diera así, sería de una mala fe enorme. Yo creo que Marco está sumando a la causa progresista nuevos adeptos y revitalizando el debate político.
-¿Qué pasará si Marco pierde? ¿será un suicidio político?
-No. No tengo idea qué pasará, pero desde mi punto de vista, Marco ya ganó. Estoy convencida de que tiene que ser presidente ahora. No comparto estos argumentos, que parecen buena onda, de que este niño quede para la próxima. Tiene que ser hoy día presidente. Sería muy frustrante que eso no ocurriera. Estamos ad portas de algo como lo de Obama. Es ahora que la gente tiene ganas de participar y dar el paso adelante hacia nuevas formas de gobernar.
-Ok, pero si pierde…
-No pasará nada. Marco tiene que estar superorgulloso de sus capacidades. Ha demostrado que se puede tener un discurso como el suyo y que el mundo no se cae a pedazos.
-¿Marco puede ser el sepulturero de la Concertación?
-Yo creo que la Concertación es la que se ha sepultado a sí misma. Y el máximo error que podría haber jugado Marco -y que es difícil de afirmar científicamente- es ser un agente revelador y haber puesto en evidencia cosas que todo el mundo percibía. Porque la Concertación estaba haciendo una cuestión de honor el no reconocer ningún error. Vamos a ver nacer otra gran mayoría en Chile.
-Si ME-O no pasa a segunda vuelta ¿debe entregar sus votos a la Concertación?
-Marco no tiene nada que negociar, no es dueño de ningún voto. Del suyo, a lo mejor, pero ni siquiera de mi voto. Lo que Marco decida sobre qué hará en la segunda vuelta es su tema, no es el mío. Me siento tan libre de votar por él en la primera vuelta como de hacer lo que quiera en la segunda.
-¿Cómo votará usted en la segunda vuelta?
-Si Frei va a la segunda vuelta, voy a votar por él, obvio.
-¿Qué cree que debe hacer la Concertación si ME-O pasa a segunda vuelta?
-Estoy convencida de que esos criterios tan agresivos de Camilo Escalona y esa indiferencia de Frei -que no se quiere pronunciar sobre esa posibilidad- no representan el sentimiento de la Concertación. Yo creo que no son más de cuatro los picados. Sinceramente, creo que en la Concertación -porque la conozco y ahí están mis amigos- están absolutamente abiertos a estar con Marco. Los que se mantendrán en actitud de resentimiento, son muy pocos.
-¿Qué opina de Frei como candidato?
-No tengo opinión.
-¿Le molesta como candidato?
-No, le encuentro muy buenas cosas.
-¿Qué piensa del gobierno anterior de Frei?
-No tengo idea, no tengo recuerdos particulares, salvo el tema de Pinochet, que me cargó. Encontré indignante que lo trajeran a Chile. Además, Pinochet se burló de ellos. Asqueroso. Me pareció pésimo. Pero él y la Martita siempre me han caído bien. Me han gustado todos los presidentes de la Concertación. No tengo nada contra ellos.
Los MEO-Piñeristas
-¿Qué le parece que un 29% de los votos de Marco se vayan a Piñera, según reveló la encuesta CEP?
-Me parece pésimo, pero no tengo mucha confianza en ese dato. Es una pena, qué quieres que te diga. Pero lo importante es el resultado que sacó, porque lo de Marco es impresionante. En poco tiempo ha tenido un mejoramiento en todos sus atributos. Es muy positivo que el 40% piense que es el más apto para resistir a las presiones.
-¿Le molesta que tenga tanta llegada en la derecha?
-Es que no creo que sea de la derecha… Marco concita la posibilidad de que sectores que han sido tradicionalmente de derecha estén de acuerdo en ciertos aspectos que son más bien patrimonio de la izquierda, porque sus propuestas tienen un fuerte componente de izquierda: van por el mejoramiento sustancial de la educación pública y tienen que ver con una reforma tributaria.
-Pero su hijo tiene en su equipo a Paul Fontaine, que es de derecha, ¿qué le parece?
-Marco lo dijo muy bien en el debate: si Paul Fontaine siendo de derecha tiene una visión crítica, como la tiene, sobre ciertos comportamientos empresariales poco productivos, bienvenido sea. Ahora, si tiene intereses en las eléctricas, obviamente que su punto de vista sobre ese tema se escuchará, pero no será concluyente.
-¿Es estratégico tener a alguien así en el comando?
-No se trata de estrategia sino que de hacerse cargo que el mundo empresarial es clave para el desarrollo y se necesitan expertos en materias económicas de todos los mundos. Con todo esto, Marco me ha dado una lección. Yo vengo de una historia tan traumática como lo fue el golpe de Estado, que me cuesta confiar en gente de derecha, y encuentro fantástico que por fin las nuevas generaciones se relacionen sin ese karma.
-¿Hasta ahora sus relaciones sociales eran sólo con la izquierda?
-Sí. Pero tengo unas pocas amigas que son de derecha. Tú comprenderás que mi mundo social antes del golpe era más bien cargado a la derecha porque estuve en las Ursulinas y mis amigas del barrio eran del Villa María, muchas dueñas de fundos. Lo pasé fantástico con ellas, las adoro y me da mucha pena no haber envejecido con ellas. Y eso fue producto del golpe.
-Hay quienes critican a ME-O por ser un híbrido: con él están Fontaine, Max Marambio, Rodrigo Danús…
-Me latean los lugares comunes con estas personas que siempre sacan a relucir… Tengo tanta seguridad en el pensamiento de Marco, que no tengo ningún miedo. Con Marco llevamos una larga conversación de 36 años y sé lo que él piensa, pero él me ha dado una lección y me hace bajar todas compuertas y darme cuenta de que somos de otra generación. Eso me alegra muchísimo, porque tenía que llegar el día en que esto pasara. La gente que está con Marco sabe cómo piensa y respeta esta apertura de no seguir castigando a los hijos de todas las personas que fueron responsables del golpe. El senador Larraín, UDI, tiene un hijo cineasta superlibre, nada que ver con la idea de lo que nosotros llamábamos el momio. Tengo total seguridad sobre Marco y sus profundas convicciones de izquierda.
-¿Esta campaña ha tenido costos personales, como pérdida de amistades?
-Las pérdidas de amistades no han sido por esta campaña, se han ido produciendo desde hace un tiempo. Ha sido muy triste para mí el alejamiento que hemos tenido por diversos conflictos políticos, como con los Lagos, los Núñez y otra gente que nosotros queremos mucho y con la que empezamos a vernos menos. Pero la decisión de Marco no significó nuevas pérdidas. Al contrario, ha sumado a una nueva generación que veo en el comando, muy inteligente y capaz. El otro día conversaba con el jefe de campaña de Marco y me decía: "Tenemos muchas cosas que no funcionan muy bien, pero parece que al lado de los otros, estamos mejor". Le contesté: No me cuesta creerte porque todos los comandos son un horror en general. Yo conocí de cerca el de Lagos y había miles de conflictos.
-¿Por qué?
-Lagos decidió no nombrar jefe de comando. Entonces era una rotativa y todos se echaban la culpa de todo. Era espantoso. Entonces, esta nueva generación que está en el comando de Marco a mí me permite descansar contenta.
¿Hijo jubila a padre y madre?
-¿La candidatura de su hijo jubila a su generación?
-Sí, puede verse así, pero también lo podemos ver como una posibilidad de liderazgo de un joven que trabajará sin problemas con otras generaciones, porque Marco ha sido siempre amigo de gente mayor, tiene pocos amigos de su edad. Una de las cosas más sorprendentes de él, y que yo envidio porque soy mucho más tímida socialmente, es que se relaciona con todo el mundo y no tiene ningún prejuicio. Sin ir más lejos, se había hecho bien amigo de Jorge Arrate que estaba bastante fascinado con Marco, hasta que le surgió como competencia…
-¿Y la candidatura de Marco no jubila a Carlos Ominami, quien finalmente nunca fue candidato a la presidencia?
-La irrupción de Marco como candidato a La Moneda efectivamente puso a Carlos en la segunda fila. Viene de demasiado cerca la opinión, pero objetivamente Carlos es uno de los políticos más interesantes que hay, por su trayectoria. Carlos también podría haber pensado ser candidato a la presidencia y todavía puede serlo, pero Marco surgió ahora y Carlos fue muy rápido y generoso al reconocer toda la potencia y el talento de Marco.
-¿Cómo se vivió esto al interior de la familia? Leí que Marco usualmente empujaba a Ominami para que él asumiera un liderazgo. "Si tú no tomas la candidatura, yo la tomo", le decía.
-Marco ha sido bastante crítico del exceso de disciplina partidista de Carlos. Siempre he pensado que la decisión de Marco de ser candidato a la presidencia es en una pequeña parte también una reacción a nuestra actitud, demasiado ordenada, un poco desesperanzada frente a la posibilidad de cambio en el conglomerado.
-¿Es cierto que apenas supo que sería candidato, usted fue la primera en decirle que se bajara para no dañar a la Concertación?
-Yo creo que él en eso exagera, dice que lo desperté de una siesta y le dije "tenís que bajarte"…Capaz que lo haya hecho, no me acuerdo, son cosas que yo puedo hacer…pero tengo que aceptar que me pareció demasiado herético, pero a poco andar su gesta me conquistó.
“Soy un poco dura con Marco"
-En el libro El Díscolo, de Patricio Navia, ME-O dice que usted, cuándo él era niño, le decía que era tonto, que no tenía ningún talento…
-Te juro que eso sí que no es cierto. Me vive dejando mal, así es que ya no alego. Esa será su visión de las cosas, muy respetable, pero no tan exacta. Es cierto que yo siempre digo cosas atroces de Marco, porque me da vergüenza que se note lo que lo quiero y admiro. Siempre hemos sido súper apegados, fui una madre privilegiada porque no conocí nana alguna.
-¿Entonces a qué se refiere ME-O?
-Lo que yo debo haber dicho es que Marco era un niño muy normal. Carlos contó una vez que sus primos, Rafita (Rafael Gumucio) e Ignacio, habían sido educados en forma súper intelectual, mientras que Marco era lo más común que podía haber y lo encontraban raro. Él jugaba con unos monitos y era el típico niño común y corriente, mientras que Rafita y su hermano habían sido educados con las técnicas modernas. Mi cuñada Isabel Araya, que es la mujer más adorable del mundo, a veces dejaba que sus guaguas le tiraran la comida por la cabeza para que se expresaran… Entonces, tú llegabas a su casa y ella estaba con la cabeza llena de papas. Lo que yo trataba de decir era que Marco no era nada especial. Trataba de que fuera común y corriente. Soy un poco dura con Marco. En Francia lo llevé a una psicopedagoga porque venía un momento de exigencia mayor escolar.
-¿Lo llevó a la psicopedagoga antes de que tuviera problemas?
-¡Exacto! Y la psicopedagoga me dijo: "Este niño tiene niveles de exigencia espantosos". Quizás hice eso porque quería que fuera buen alumno, no como yo que era un desastre. Odio los colegios, y siempre le propuse a Marco que no fuera al colegio. Le decía: "Si te da lata ir hoy, no vayas". Y él siempre quiso ir, porque ahí estaban sus amigos. Él no cargaba los traumas míos. El pobre Marco vivió en una gran exigencia intelectual, que no venía de mí, que soy alguien muy ignorante, pero mi mamá, que era muy divertida, odiaba la tontera. Y eso marcó a Marco y a Rafita.
Familia desclasada
-Marco siempre echa mano a sus apellidos, a su familia…
-Eso lo ha dicho Arrate: "Yo no tengo ningún nombre atrás". Pero Marco tiene toda la razón, porque viene de una familia de la que puede sentirse orgulloso. La herencia de Marco es una cantidad de gente que lo único que hizo fue enfrentarse contra la elite, contra su propia clase y correr riesgos. Eso viene desde mis abuelos -Manuel Rivas Vicuña y Rafael Luis Gumucio Vergara-. Es una familia, como dijo muy bien Jocelyn-Holt, que a pesar de pertenecer a la elite optó por los más pobres. No te voy a aburrir, pero mis dos abuelos fueron críticos de los grandes hacendados, del tratamiento de los inquilinos y de las desigualdades de todo orden. Miguel (Enríquez), a pesar de que venía de una familia acomodada, también hizo una opción clarísima. Mi papá (Rafael Agustín Gumucio) también lo hizo.
"La irrupción de Marco como candidato a La Moneda efectivamente puso a Carlos (Ominami) en la segunda fila. Carlos también podría haber pensado ser candidato a la presidencia y todavía puede serlo, pero Marco surgió ahora y Carlos fue muy rápido y generoso al reconocer toda su potencia y talento".
Si Marco llega a ser presidente, llega a la presidencia una trayectoria particular de lucha en Chile, con un estilo muy importante. Con esa consecuencia extrema y que les valió persecución y castigo, porque mis dos abuelos fueron desterrados por Ibáñez, tal como mis padres y nosotros mismos.
-Usted estudió en las Ursulinas ¿cómo se sentía allí?
-Bien. No tengo nada de cuica, pero si quieren me declaro cuica. Me encanta poder pasearme entre todas las clases con la libertad que lo hago. No tengo problema. Me acuerdo que una vez un amigo socialista me dijo que "a pesar de todo tu militantismo de izquierda, eres una cuica y serás siempre una cuica". Le noté una cuestión superagresiva, como diciéndome: "En el fondo, tus orígenes no se borran". Lo encontré tan inútil como reflexión.
-Ha dicho que su familia era desclasada, ¿usted también?
-Sí, un poco. Marco no tiene nada que ver con ese tema de clases, muy chileno. El es un típico personaje de clase media. Sin ni un resabio aristocratizante. Yo tengo más, a través de mi mamá y mis tías. De chica, mis padres eran tan rupturistas y avanzados que me sentía muy ajena al mundo de mis compañeras y esto no me hacía feliz. A los niños les gustan los padres convencionales. Más grande comprendí el valor de su rebeldía.
QUE PASA.CL
Salir del modelo de desarrollo extractivista primario-exportador…
Salir de un modelo de desarrollo basado en las industrias extractivas y acelerar el proceso de la integración suramericana
Éric Toussaint, CADTM
Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador no abandonaron el modelo productivista y extractivo, [2] aunque, regularmente, tienen cuidado en su discurso de distanciarse del mismo. Alberto Acosta lo explica muy bien en una entrevista reciente:
«Los gobiernos de la llamada corriente progresista de América Latina no han discutido ni han puesto en cuestionamiento el modelo extractivista. Ecuador, Venezuela y Bolivia, para citar a los países que están de más avanzada en Suramérica, no han puesto todavía en tela de juicio la validez de un modelo extractivista, siguen creyendo que mediante la extracción de los recursos naturales vamos a encontrar el camino del desarrollo. Eso sabemos que será imposible. No sólo se trata de usar adecuadamente los recursos, sino de cambiar esa modalidad primario exportadora, que nos ha subordinado en el contexto internacional. […] Es que el IIRSA [3] responde a la lógica del modelo extractivista atado a las demandas de acumulación del capital transnacional. Estos canales interoceánicos no buscan la integración de los pueblos, sino la integración de nuestras economías al mercado mundial. En tanto que suministradores de recursos naturales como petróleo y minería, por ejemplo, también de productos agrícolas, el control de la biodiversidad y las fuentes de agua (son) para el capital transnacional. Y todo esto en el marco de la ampliación de mercados, de la conformación de espacios donde se puedan crear mayores consumidores y no la conformación de la ciudadanía regional y menos de la ciudadanía global. El IIRSA todavía está vigente porque los gobernantes de América Latina de la tendencia progresista como Chávez, Lula, Evo, Correa y Fernández, no están cuestionando el modelo extractivista ni la forma de inserción sumisa en el mercado mundial. » [4]
De hecho, en un gran número de países en desarrollo se asiste a una reafirmación del modelo «desarrollista extractivo productivista». Este fenómeno se debe a la coyuntura internacional excepcionalmente favorable entre los años 2004 y 2008, que se prolongó en el 2009 a pesar de la caída vertical del precio del crudo en el segundo semestre del 2008.
Esto hace recordar el precedente de los años 70 y su brusco final a comienzos de los años 80, cuando se hundieron los precios de las materias primas. Fue entonces cuando explotó el coste de la refinanciación de las deudas contraídas, especialmente para sostener las enormes inversiones en las industrias extractivas, provocando la crisis de la deuda del Tercer Mundo y su secuela de nefastos planes de ajuste estructural.
No es razonable que un gobierno de izquierda se alimente de las falsas esperanzas de unas repercusiones positivas y duraderas de un boom de los bienes primarios. Sobre todo cuando actualmente se tiene en cuenta mucho más que en los años 70 los efectos extremadamente negativos de la sobreexplotación de los recursos no renovables sobre los ecosistemas, y sobre el modo y la calidad de vida de la población (en especial, los pueblos originarios) e incluso, para los que estos argumentos dejan fríos, sobre el equilibrio presupuestario del Estado. En efecto, un período de altos precios en las materias primas genera una gran dependencia en relación con los ingresos que origina su explotación. Con mucha frecuencia, los poderes públicos se endeudan masivamente para invertir en actividades extractivas o para sostener un tren de vida ligado a la euforia de elevados ingresos provenientes de la exportación de bienes primarios. Cuando el precio de éstos baja, el peso del reembolso de la deuda obliga a los gobiernos a comprimir los gastos, con dramáticas consecuencias para los presupuestos sociales.
Por lo tanto, en lugar de recaer en el mito «desarrollista extractivo-productivista», es mejor tener un programa a largo plazo cuyo objetivo sea disminuir la dependencia de las exportaciones y mejor aún, repartir la producción de la riqueza nacional en un círculo virtuoso basado en la satisfacción y la promoción de la demanda interior, lo que implica dar prioridad y garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de toda la población (en detrimento del frenético consumo de lujo de las clases sociales más ricas).
Lo importante es priorizar la integración regional entre los países cuyos gobiernos comparten una misma visión de los cambios estructurales necesarios (en el ámbito de la propiedad, de los derechos sociales, de los derechos de las mujeres, de los derechos de los pueblos originarios, de los derechos culturales, civiles y políticos…), rechazando la lógica capitalista y productivista.
En la parte positiva vemos que Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen, junto a Cuba, un papel de aguijón en el ámbito del conjunto de Latinoamérica para favorecer, en diferentes niveles, una mejor integración: ALBA, UNASUR, Banco del Sur, la puesta en marcha de una nueva unidad de cuenta monetaria, el SUCRE, con el fin de reducir la preponderancia del dólar en los intercambios entre los países de la región. [5] Sin embargo, a pesar de los esfuerzos positivos de los tres países, se está perdiendo un tiempo precioso y el significado dado al proyecto del Banco del Sur no marca ninguna profunda ruptura con las instituciones multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, y el FMI. Y es otra ocasión que puede perderse.
Retraso en el lanzamiento del Banco del Sur
En el momento en que se escriben estas líneas, ya han pasado 22 meses desde la firma en Buenos Aires, el 9 de diciembre de 2007, del acta fundacional del Banco del Sur por los jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Algunas divergencias entre los gobiernos retardaron el comienzo de las actividades de la nueva institución, que se cree que reforzará la integración latinoamericana. Al ritmo en que van las cosas, y a pesar de las declaraciones de buenas intenciones y la firma a finales de septiembre del 2009 del acta constitutiva por los 7 presidentes respectivos, el Banco del Sur no entrará en actividad antes del 2012 ya que se debe esperar a que los parlamentos de los países miembros ratifiquen el acta constitutiva que lo pondrá en marcha. Los acuerdos firmados en el acta fundacional designan a Caracas como la sede principal del Banco. Los países se pusieron de acuerdo sobre el principio de «un país = un voto» (mientras que en el Banco Mundial y en el FMI, los derechos de voto están ligados al poder económico y a la influencia política), y sobre el monto del capital inicial (7.000 millones de dólares [6] , que podrían llegar a 20.000 millones si otros países se adhieren a la nueva institución).
Dicho esto, se debe señalar que se concretó una evolución negativa durante los largos meses de negociaciones que siguieron a la firma de la creación del Banco: Brasil consiguió edulcorar el principio de un país un voto, al limitar su aplicación sólo a algunas decisiones. En realidad, Brasil no tiene una verdadera necesidad de un nuevo banco multilateral para América Latina, puesto que dispone de un banco público de desarrollo muy importante el BNDES, que controla totalmente y que tiene una cartera de préstamos muy superior a la del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y del futuro Banco del Sur. Este gran banco financia una gran cantidad de proyectos en toda Latinoamérica y en otros lados, con la condición de que los países receptores compren «brasileño». Esto ha permitido a las empresas brasileñas exportar sus mercaderías y sus servicios o realizar grandes trabajos de infraestructuras. En consecuencia, el gobierno brasileño se adhirió con desgana a este proyecto de Banco del Sur, y tanto más que esta nueva institución fue iniciada por Hugo Chávez, con una línea política más radical que Lula, en particular, con respecto a Washington y Bruselas.
Más allá de los términos en los que se expresan las divergencias entre los negociadores, existen dos opciones a escoger. [7] O bien, se pone en marcha un banco que sostenga un proyecto neodesarrollista extractivo-productivista, que es el que desean las grandes empresas privadas o mixtas, principalmente brasileñas y argentinas, y que es apoyado por Brasilia y Buenos Aires, sobre el modelo de la Unión Europea donde dominan los intereses del gran capital. O bien, Latinoamérica se dota de un instrumento de financiación de políticas económicas, sociales y culturales que se aleje de la lógica del beneficio y que dé prioridad a la integración al aplicar los pactos que garantizan los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. En concreto, el Banco del Sur debería financiar una política latinoamericana de soberanía alimentaria y de reforma agraria. En el ámbito de la sanidad, sería necesario dotar a la región de una industria farmacéutica pública para la producción de medicamentos genéricos de alta calidad. Sería necesario revitalizar y conectar las redes ferroviarias. También, estos países deberían dotarse de una política común en diferentes sectores como la investigación y desarrollo, la educación, el ambiente. Priorizar el retorno del control público sobre los recursos naturales. Financiar la reducción de las asimetrías existentes entre, por un lado, países como Bolivia, Paraguay y Ecuador, con ingresos netamente inferiores, con países como Brasil, Argentina o Venezuela. En resumen, una política cuyo objetivo sea nivelar por arriba los derechos sociales.
La negociación sobre el Banco del Sur no debe, por lo tanto, quedar estancada en el nivel gubernamental. Por otra parte, en cuatro veces por lo menos, los movimientos sociales de los países miembros dirigieron cartas a los jefes de Estado correspondientes, con toda una serie de propuestas. [8] Por ejemplo, los movimientos sociales firmantes de la carta se oponen a que los funcionarios de la nueva institución gocen de los privilegios y la impunidad de la que gozan los funcionarios del FMI, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de otras instituciones internacionales (pero el último proyecto de constitución adoptado por los ministros en junio de 2009, prevé la inmunidad de los funcionarios. Véase más adelante). Los movimientos sociales quieren garantías de transparencia y control.
El último acuerdo ministerial respecto al Banco del Sur
De acuerdo con las informaciones más recientes que hemos podido obtener, [9] los gobiernos de los siete países comprometidos en la creación del Banco del Sur se pusieron de acuerdo sobre los puntos siguientes:
– El banco podrá financiar empresas privadas o empresas públicas, mixtas, cooperativas, etc., para proyectos de desarrollo en los sectores económicos y sociales clave, fundamentalmente con el fin de mejorar la infraestructura regional y de reducir las asimetrías regionales. El acuerdo habla de soberanía en materia alimentaria y energética, sobre los recursos naturales, el saber y la salud (los proyectos financiados deben realizarse en estos sectores) lo que es muy positivo. Por el contrario, el acuerdo habla de mejorar la competitividad, que permanece dentro de un modelo influenciado por la continuidad socioliberal.
– El país beneficiado por un proyecto financiado por el Banco debe dar su conformidad sobre la elegibilidad de los proyectos.
– El Banco puede emitir bonos y financiarse por cualquier medio.
– Podrán ser accionistas los países de la UNASUR (accionistas de clase A), de otros países (clase B), de los Bancos Centrales, de entidades financieras públicas o mixtas (con un mínimo del 50 % de propiedad estatal) y por los organismos multilaterales de crédito (clase C).
– Si los países aumentan su participación, ello no afectará los derechos de voto ya convenidos en el acuerdo.
– Los diferentes Órganos de dirección del Banco Mundial son los siguientes:
• El Consejo de Ministros: Responsable de las políticas generales a medio y largo término. Se reúne anualmente y entre otras funciones tiene la de nombrar los miembros del Directorio y del Consejo de Administración, y la de admitir los nuevos accionistas. Está compuesto por los ministros de los países miembros. Las decisiones son tomadas por una mayoría de tres cuartos, según la regla de «un país=un voto».
• El Consejo de Administración: Se reúne trimestralmente y garantiza el seguimiento de la gestión económica, financiera y de crédito. Los administradores (dos por cada país miembro) serán nombrados por 3 años. Se aplica también la regla de «un país=un voto». Para que las decisiones sean válidas, es necesario un quórum de ¾ de los miembros, y deben ser aprobadas por mayoría absoluta de los miembros presentes.
• El Directorio Ejecutivo: Se reúne todas las semanas y está constituido por un director por cada uno de los países de UNASUR, miembros del Banco (accionistas de clase A), un director para el conjunto de accionistas de clase B y uno para el conjunto de accionistas de clase C. Los que tienen más peso son los accionistas de clase A. Los directores son nombrados por tres años.
• El Comité Ejecutivo, integrado por el presidente del Directorio y tres directores.
• El Consejo de Auditoría.
– Brasil, Venezuela y Argentina ( los tres «grandes» entre los siete) podrán pedir préstamos de hasta 4 veces el capital aportado, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay (los cuatro pequeños entre los siete) hasta ocho veces. Para el resto de los países de UNASUR, el monto será determinado más adelante.
– En caso de litigio, la jurisdicción competente será la jurisdicción de un país miembro, u otra jurisdicción, conforme a la dirección del Directorio Ejecutivo.
– El personal del Banco goza de inmunidad y de exenciones fiscales (como los del Banco Mundial, FMI BID, etc.)
El Banco del Sur es una reacción a la hegemonía de los países del Norte. Su creación fue posible y necesaria gracias a la conjunción de muchos factores:
1.- El Banco Mundial y el FMI están en crisis en diferentes niveles, y es el resultado de las consecuencias catastróficas para los pueblos del Consenso de Washington. Brasil y Argentina reembolsaron en forma anticipada al FMI, Venezuela hizo lo mismo con el Banco Mundial. Ecuador expulsó en abril de 2007 al representante permanente del Banco Mundial en Quito y creó una comisión de auditoría de todas las deudas públicas, comprendidas las multilaterales. Bolivia se retiró en mayo de 2007 del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones), una especie de tribunal de justicia del Banco Mundial. Ecuador también anunció en julio de 2009 su salida del CIADI.
2. Los países adheridos al Banco del Sur poseen unas reservas de cambio de más de 300.000 millones de dólares. Pueden poner parte de esa suma en común en lugar de continuar prestando al gobierno de Estados Unidos mediante la compra de los bonos del Tesoro estadounidense, que se remuneran con un interés muy bajo.
3. Los gobiernos de estos siete países son de izquierda o centro izquierda.
El Banco del Sur debería constituir una auténtica alternativa al Banco Mundial. Los países que se adhieran deberían retirarse de él. Por otra parte, debería crearse un Fondo Monetario del Sur (éste también como alternativa al FMI) y, si fuera posible, caminar hacia una moneda única del Sur. Otras regiones del Sur podrían dotarse de un instrumento comparable, y los diferentes Bancos del Sur podrían desarrollar una colaboración Sur-Sur.
Es evidente que las instituciones de Bretton Woods están muy inquietas con esta situación y desearían ser invitadas a participar del Banco del Sur, o conseguir, por lo menos, un estatuto de observador.
El Banco del Sur suscita muchas esperanzas, ya que los ciudadanos latinoamericanos quieren que los gobiernos que eligieron aprovechen la oportunidad histórica favorable para poner en práctica una política de integración alternativa al modelo neoliberal. Recordemos que en la Declaración Ministerial de Quito del 3 de mayo de 2007 se indica que: «Los pueblos dieron a sus Gobiernos los mandatos de dotar a la región de nuevos instrumentos de integración para el desarrollo, que deben basarse en esquemas democráticos, transparentes, participativos y responsables ante sus mandantes».
Además, algunos de los siete gobiernos tienen la voluntad de crear un fondo monetario de estabilización. [10] Ya existe un Fondo Latinoamericano de Reserva (FLAR), del que forman parte cinco países andinos (Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela) y un país de América Central, Costa rica. Este fondo podría transformarse y, si esto se viera imposible, tendría que crearse un nuevo fondo. Su finalidad sería hacer frente a los ataques especulativos y a otros choques externos poniendo en común una parte de las reservas de cambio de los países miembro.
La lentitud en el lanzamiento del Banco del Sur está provocando algunas veleidades en los gobiernos venezolano, brasileño y ecuatoriano de dejar de lado a Brasil. Se han hecho declaraciones en ese sentido en la primera quincena de septiembre de 2009. El diario financiero ecuatoriano El Comercio titulaba el 15 de septiembre de 2009: «Gobierno: el Banco del Sur funcionará con o sin Brasil» [11] La agencia oficial venezolana, ABN, retomaba el 17 de septiembre de 2009 las palabras siguientes de Hugo Chávez: «El Banco del Sur puede comenzar sus actividades con dos o tres países», [12] en clara alusión a la posibilidad de comenzar las actividades del Banco con Venezuela, Bolivia y Ecuador, sin esperar a Brasil. Dicho esto, parece poco probable que Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales avancen en ese sentido. Se trata más bien de ejercer presión sobre Brasil con el fin de que se defina con respecto al Banco del Sur. El futuro dirá si el acta constitutiva firmada por los siete presidentes a fines de septiembre del 2009 en Isla Margarita (Venezuela) será más efectiva que el acta fundacional firmada en diciembre de 2007.
Es evidente que el lanzamiento del Banco del Sur está muy retrasado. Las discusiones no tocaron los problemas de fondo. Se debe salir de la confusión y dar un contenido claramente progresista a esta nueva institución. Lo más importante, en el comienzo, es tener criterios políticos coherentes respecto a un proyecto de integración favorable a los pueblos.
Por una integración regional en ruptura parcial con el mercado mundial capitalista
En este comienzo del siglo, el proyecto bolivariano [13] de integración de los pueblos de la región ha tenido un nuevo impulso. Si se quiere llevar más lejos este nuevo ciclo ascendente es necesario aprender las lecciones del pasado. Lo que le faltó, en particular, a Latinoamérica durante las décadas de 1940 a 1970 fue un auténtico proyecto de integración de las economías y de los pueblos, combinado con una verdadera redistribución de la riqueza en favor de las clases trabajadoras. [14] Ahora bien, es vital tener conciencia de que hoy en Latinoamérica existe una disputa entre dos proyectos de integración, que tienen un contenido de clase antagónico y que reflejan perfectamente las opciones a las que se debe enfrentar el Banco del Sur.
Como ya se ha mencionado, las clases capitalistas brasileña y argentina (las dos principales economías de América del Sur) son partidarias de una integración que favorezca su dominación económica sobre el resto de la región. Los intereses de las empresas brasileñas, sobre todo, así como de las argentinas, son muy importantes: petróleo y gas, grandes obras de infraestructuras, minería, metalurgia, agronegocios, industrias alimentarias, etc. Para ellas, la construcción europea, que terminó en un mercado único dominado por el gran capital, es el modelo a seguir. Las clases capitalistas brasileña y argentina quieren que los trabajadores de los diferentes países de la región compitan entre sí, para conseguir el máximo beneficio y ser competitivas en el mercado mundial. Desde el punto de vista de la izquierda, sería un trágico error apoyar una integración latinoamericana según el modelo europeo dominado por el gran capital, con la ilusoria esperanza de darle más tarde un contenido socialmente emancipador. Tal apoyo implica ponerse al servicio de los intereses capitalistas. No hay que entrar en su juego, intentando ser el más astuto mientras se deja que éstos dicten las reglas.
La segunda opción, que se inscribe en el pensamiento bolivariano, quiere dar un contenido de justicia social a la integración continental. Esto implica la recuperación del control público sobre los recursos naturales de la región y sobre los grandes medios de producción, de crédito y de comercialización. Se debe nivelar por arriba las conquistas sociales de los trabajadores y de los pequeños productores, reduciendo al mismo tiempo las asimetrías entre las economías de la región. Hay que mejorar sustancialmente las vías de comunicación entre los países de la región, respetando rigurosamente el ambiente (por ejemplo, desarrollando el ferrocarril y otros medios de transporte colectivos antes que las autopistas). Es necesario dotar, mediante un vasto plan público, al conjunto de la población de viviendas de calidad gracias a la renovación de los barrios existentes y a la construcción de otros nuevos. Hay que apoyar a los pequeños productores privados en numerosas actividades: agricultura, artesanado, comercio, servicios. El proceso de emancipación social que persigue el proyecto bolivariano del siglo XXI pretende liberar la sociedad de la dominación capitalista, apoyando las formas de propiedad que tienen una función social positiva. Como se ha señalado en el punto 4 de la parte I, se trata de poner fin a la propiedad capitalista de los grandes medios de producción, de servicio, de comercio y de comunicación, transfiriéndolos hacia el sector público y desarrollando o reforzando otras formas de propiedad con función social: la pequeña propiedad privada (especialmente en agricultura, pequeña industria, comercio y servicios), la propiedad cooperativa, la propiedad colectiva y las formas de propiedad tradicional de los pueblos originarios (que tienen generalmente un alto grado de propiedad colectiva). Es una condición sine qua non del socialismo del siglo XXI. Por supuesto, los ritmos de avance pueden diferir en función de la relación de fuerzas y de madurez, tanto de las condiciones objetivas como de las subjetivas.
Entre las prioridades figuran las auditorías y el control estricto de los bancos privados, con el objetivo de evitar que el Estado se vea constreñido a nacionalizar las pérdidas de las instituciones bancarias, como ha pasado tantas veces (Chile bajo Pinochet, México en 1995, Ecuador en 1999-2000, etc.) Es necesario nacionalizar los bancos sin indemnizaciones y ejercer un derecho de reparación sobre el patrimonio de sus propietarios.
Por otra parte, se debe romper con el modelo productivista y extractivista y reemplazarlo por una dinámica ecosocialista.
Es fundamental:
– Apoyar los colectivos de trabajadores que quieran ejercer un control obrero sobre la gestión de las empresas capitalistas.
– Poner en marcha mecanismos para evitar dos grandes escollos: 1) La monopolización de las decisiones por la burocracia del Estado. 2) La emergencia de una nueva burguesía desde el seno del nuevo régimen. [15] El mecanismo indispensable, y ciertamente el más eficaz, es la aplicación, allí también, de una política de control obrero y de control ciudadano sobre la contabilidad y la gestión de las empresas y de las instituciones públicas. Es necesario también, por supuesto, mejorar la formación de gestores de las empresas públicas.
– Establecer una relación interactiva entre los gobiernos de izquierda y el pueblo, que debe reforzar su nivel de autogestión y construir desde abajo las estructuras de poder popular.
– El respeto y la promoción de las culturas y de los derechos de los pueblos originarios debe constituir una prioridad. La realización efectiva de la igualdad hombre/mujer debe ser otra.
No se construirá el socialismo del siglo xxi en un solo país. La integración latinoamericana implica dotarse de una arquitectura financiera, jurídica y política común.
Numerosos litigios surgieron en estos últimos años entre los Estados de la región y las multinacionales, ya sean del Norte o del Sur. En lugar de remitirse al CIADI, dominado por un puñado de países industrializados, los países de la región deberían crear un organismo regional de resolución de litigios en materia de inversiones. En materia jurídica, los Estados latinoamericanos deberían aplicar la doctrina Calvo [16] , y rechazar la renuncia a su propia jurisdicción en caso de litigio con otros Estados o con empresas privadas. ¿Cómo puede ser que todavía se firmen contratos de préstamos o contratos comerciales que prevén que, en caso de litigio, sólo sean competentes las jurisdicciones de Estados Unidos, Gran Bretaña u otros países del Norte?
Dimensión política de la integración
Está claro que es necesaria una dimensión política a la integración y por lo tanto la instauración de un Parlamento latinoamericano elegido por sufragio universal en cada uno de los países miembro, y provisto de verdaderos poderes legislativos. En el marco de la construcción política, se debe evitar la reproducción del mal ejemplo europeo donde la Comisión Europea (es decir, el gobierno europeo) dispone de poderes exagerados en relación al Parlamento. Es necesario caminar hacia un proceso constituyente democrático, con el fin de adoptar una Constitución política común. En eso también, hay que evitar la reproducción del proceso antidemocrático utilizado por la Comisión Europea para intentar imponer un tratado constitucional sin la participación activa de los ciudadanos y sin siquiera someter el proyecto a un referéndum en cada país miembro. Por el contrario, es necesario seguir el ejemplo de Venezuela (1999), Bolivia (2007) y Ecuador (2007-2008). Los avances democráticos importantes que fueron conquistados durante estos tres procesos deberían ser integrados en un proceso constituyente bolivariano. Si se tiene que comenzar por Venezuela, Ecuador y Bolivia.¿No se estaría reviviendo el Parlamento Andino? O darle la prioridad al ALBA, que corresponde a un conjunto de países más grande —tres países andinos y varios de América Central y Caribe—.
También se necesita reforzar las competencias de la Corte Interamericana de Justicia, especialmente en materia de garantía del respeto a los derechos humanos que son indivisibles.
Hasta ahora coexisten diversos procesos de integración: Comunidad Andina de Naciones, MERCOSUR, UNASUR, CARICOM, ALBA… Es importante evitar la dispersión y adoptar un proceso integrador con una definición política y social basada en la justicia social. El proceso bolivariano debería reunir los países de América Latina (América del Sur, América Central y Caribe) que se adhirieran a esta orientación. Es mejor comenzar una construcción común con un núcleo restringido pero coherente que con un conjunto heterogéneo de Estados cuyos gobiernos aplican políticas sociales y políticas económicas contradictorias, incluso antagónicas.
La integración bolivariana debe ir acompañada de una desconexión parcial del mercado capitalista mundial
Las fronteras que separan los Estados que participan en este proyecto se deberían ir suprimiendo, al mismo tiempo que se reducen las asimetrías entre los países miembro, gracias a un mecanismo de transferencia de riquezas de los Estados más «ricos» a los Estados más «pobres». Eso permitiría ampliar considerablemente el mercado interior y favorecer el desarrollo de los productores locales bajo diferentes formas de propiedad. Se reforzaría el proceso de desarrollo (no sólo el de industrialización) por sustitución de importaciones. Por supuesto, esto implica, por ejemplo, desarrollar una política de soberanía alimentaria. Al mismo tiempo, los países miembros que constituyen el conjunto bolivariano deberán desconectarse parcialmente del mercado capitalista mundial. Y ello conlleva la abrogación de los tratados bilaterales en materia de inversiones y de comercio. También deberían retirarse de instituciones como el Banco Mundial, el FMI, y la OMC, promoviendo simultáneamente la creación de nuevas instancias mundiales democráticas y respetuosas de los derechos humanos indivisibles.
Como se indicó más arriba, los Estados miembros del nuevo conjunto bolivariano deben dotarse de nuevas instituciones regionales (como el Banco del Sur) que desarrollen las relaciones de colaboración con otras instituciones similares que reúnen a Estados en otras regiones del mundo.
También se debería declarar en el ámbito de la nueva entidad constituida que en el territorio común no puede haber ninguna base extranjera, tal como ya lo prevén las nuevas Constituciones boliviana y ecuatoriana.
Los Estados miembros del nuevo conjunto bolivariano actuarán junto al máximo posible de terceros Estados en la consecución de una reforma radical del sistema de Naciones Unidas, con el fin de que se ponga finalmente en práctica la Carta de la ONU y los numerosos instrumentos internacionales favorables a la aplicación de los derechos humanos, como el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, la Carta de los Derechos y Deberes de los Estados de 1974, la Declaración sobre el derecho al Desarrollo de 1986, la Resolución sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007. Así mismo, colaborarán en la acción del Tribunal Penal Internacional y en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. También favorecerán el entendimiento entre los Estados y los pueblos para poder actuar en la máxima reducción del cambio climático, ya que éste representa un terrible peligro para la humanidad.
La tarea es ardua, pero las perspectivas están trazadas —y son particularmente esperanzadoras— hacia un mundo basado en el respeto absoluto de lo humano y de la Tierra. Y se debe hacer sin pérdida de tiempo.
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Notas:
[1] Eric Toussaint, Doctor en Ciencias Políticas (Universidad de Liège –Bélgica- y Universidad Paris VIII –Francia-), presidente del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo – Bélgica (CADTM, www.cadtm.org ), miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial, miembro de la CAIC-Ecuador en 2007-2008 (Comisión de Auditoria Integral del Crédito publico). Es autor de Banco del Sur y Nueva Crisis internacional (editorial Viejo Topo, Barcelona, Enero 2008; editorial Abya-Yala, Quito, Junio 2008; Observatorio DESC, La Paz, Octubre 2008), Banco mundial, el golpe de estado permanente (El Viejo Topo, Barcelona, Enero 2007; Editorial Abya-Yala, Quito, Julio 2007; CIM, Caracas, Agosto 2007; Observatorio DESC, La Paz, Noviembre 2007). eric.toussaint4@gmail.com
[2] Se refiere en este caso a un modelo de desarrollo basado en las industrias extractivas.
[3] Lanzada con ocasión de la primera cumbre de presidentes sudamericanos, en el año 2000, la Iniciativa de integración de la infraestructura regional de América del Sur (IIRSA) es un vasto programa de construcción o de modernización de infraestructuras, tales como carreteras, puentes, vías fluviales, aeropuertos, gasoductos, oleoductos, líneas de alta tensión. Su financiación está asegurada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación andina de desarrollo (CAF), el Fondo financiero de la cuenca del Plata (FONPLATA) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. Su objetivo es, en particular, asegurar la comunicación entre las zonas andinas y tropicales. Brasil, como primera potencia regional, desempeña en esto un papel preponderante.
[4] «Los Gobiernos Progresistas en Surámerica, no han puesto en tela de juicio la validez del modelo extractivista» / Entrevista a Alberto Acosta de FLACSO por Yásser Gómez / Revista Mariátegui, 06/09/2009, http://mariategui.blogspot.com/2009/09/los-gobiernos-progresistas-en.html
[5] La decisión de principio de crear una nueva moneda, el «Sucre» —acrónimo de Sistema Unificado de Compensación Regional— fue ratificada el 16 de abril de 2009, en Cumaná, Venezuela, por los principales dirigentes del ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas. Este bloque fue creado en 2004 por el venezolano Hugo Chávez y el cubano Fidel Castro, para contrarrestar un proyecto, actualmente en punto muerto, de una zona de libre cambio para toda América, el ALCA, promovida por Estados Unidos. Otros cinco países se unieron a este bloque económico: Bolivia, Nicaragua, Honduras, Dominica y recientemente San Vicente y las Granadinas. El Sucre servirá esencialmente de unidad de cuenta para pagar los intercambios comerciales entre los países que lo hayan suscrito. Podría prefigurar una verdadera moneda común.
[6] Se trata de un monto muy pequeño si se compara con las reservas de cambio disponibles que se destinará a las necesidades de los Estados para financiar el desarrollo y también a otros bancos (el BNDES solo dispone de un capital mayor).
[7] Para una presentación de las etapas de la construcción del Banco del Sur y de los debates sobre esta cuestión, véase Eric Toussaint, El Banco del Sur y la nueva crisis internacional, El Viejo Topo, 2008. Capítulo 1 al 4.
[8] La primera carta data de junio de 2007, http://www.cadtm.org/Carta-abierta-a-los-Senores , hay otra de octubre de 2007: http://www.cadtm.org/Movimientos-y-organizaciones ; la segunda es de diciembre de 2007: http://www.cadtm.org/Segunda-carta-abierta-a-los ; la tercera es de octubre de 2008 y la cuarta carta es de agosto de 2009, www.cadtm.org/Declaración-de-Quito-sobre-el
[9] El resumen de los puntos de acuerdo es relativo a un documento interministerial no público que data del 19 de junio de 2009, y que parece haber sido confirmado durante la reunión presidencial llevada a cabo en Isla Margarita (Venezuela), el 27 de septiembre de 2009
[10] La adhesión de Venezuela a esta propuesta no está asegurada ya que, en un principio, Hugo Chávez desearía que el Banco del Sur reuniera la función de banco de desarrollo y de fondo monetario de estabilización .
[11] «Banco del Sur con o sin Brasil: Gobierno», http://ww1.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=304404&id_seccion=6
[12] «El Banco del Sur puede activarse con dos o tres países» «El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, insistió en la activación del Banco del Sur: si no pueden todos los países comencemos dos o tres países» Véase: www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=198668&lee=4
[13] Simón Bolívar (1783-1830), considerado como un verdadero héroe de la independencia latinoamericana y cuyo nombre encontramos por todo el continente, fue uno de los primeros en intentar unificar los países liberados, para formar una única y sola nación.
[14] A partir de 1959, la revolución cubana intentó dar un contenido socialista al proyecto bolivariano de integración latinoamericana. La brutal intervención de Estados Unidos, respaldada por las clases dominantes y las fuerzas armadas locales, puso fin al ciclo ascendente de emancipación social de este período en escala continental (bloqueo de Cuba a partir de 1962, junta militar a partir de 1964 en Brasil, intervención estadounidense en santo Domingo en 1965, dictadura de Banzer en Bolivia en 1971, golpe de Estado de Pinochet en Chile en 1973, instalación de dictaduras en Uruguay y Argentina).
[15] Véanse las recomendaciones expresadas anteriormente en «Algunas pistas para avanzar hacia una transición al socialismo del siglo XXI en Venezuela».
[16] Esta doctrina de derecho internacional, establecida en 1863 por el jurista y diplomático argentino Carlos Calvo, prevé que las personas físicas o morales extranjeras deben someterse a la jurisdicción de los tribunales locales, con el objetivo de impedir el recurso a las presiones diplomáticas de sus Estados o de sus gobiernos. Esta doctrina se materializó en el derecho positivo, por ejemplo en la resolución 1803, del año 1962, de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los recursos naturales (soberanía permanente sobre los recursos naturales) o incluso en la Carta de los Derechos y deberes Económicos de los Estados, de 1974. Según esta doctrina, todos los bienes, corporales e incorporales, materiales e inmateriales, están sometidos a la ley del Estado soberano y en caso de diferendos, son los tribunales nacionales los que tienen la competencia.
Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz
Fuente: http://www.cadtm.org/Salir-de-un-modelo-de-desarrollo#nb3
Insulza: por una nueva alianza de gobierno que integre al PC…
José Miguel Insulza y las tratativas oficialistas para un pacto de 2ª vuelta:
"Están las condiciones para involucrar al PC en los temas del Gobierno"
El secretario general de la OEA plantea la idea de incluir a figuras comunistas y a ex militantes del conglomerado oficialista, como el senador Carlos Ominami, en el gabinete de un eventual nuevo gobierno de la Concertación.
ALEJANDRO TRUJILLO
Desde que bajara su candidatura en favor de la de Frei, antes de las primarias oficialistas de abril, ha estado prácticamente ausente de la campaña presidencial. Hoy, sin embargo, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, vuelve a aterrizar en Chile con la intención de "honrar el compromiso" que, según dice, selló hace ya meses con el abanderado único de la Concertación.
Si bien el motivo esencial de su visita es más bien personal, el ex ministro socialista tiene previsto aprovechar su estadía para debutar en terreno en la campaña del presidenciable.
-¿Habrá oportunidad de verlo estos días haciendo algún puerta a puerta con Frei? En la Concertación se ha echado de menos su presencia en la campaña…
"Efectivamente, no he podido participar, pero no ha sido por falta de voluntad. Ha sido un semestre bastante complicado, porque a mi trabajo habitual en la OEA se ha sumado todo el tema de Honduras, así que no he podido ir a Chile todas las veces que hubiera querido. Voy a ir para la elección, voy a llegar unos días antes incluso, y ahora, precisamente por lo mismo, aproveché de tomarme unos días por un par de asuntos míos, pero también para ayudar a Frei".
-¿Cómo evalúa que la última CEP haya dicho que mientras la popularidad de la Presidenta aumenta, la de Frei sigue bajando?
"Mire, no me fijo en esas diferencias. El problema de Frei no es un tema de popularidad, yo creo que toda la gente respeta su capacidad. Es una persona que siempre ha sido reservada, muy tranquila, y creo que eso siempre se ha valorado en él. No de ir a cantar a los shows de televisión, pero sí saber hacer las cosas bien".
"Me parece que en esas materias, algunas veces se dan retrocesos. Para lo que uno quiere a los presidentes es para gobernar. Lo que ha hecho popular a Bachelet, con su enorme simpatía, es que ha sabido gobernar. Nosotros no debemos apartarnos nunca de eso. Está bien bailar y cantar en los shows, pero no es ése el punto. Esa cosa la hace muy bien otra gente que se dedica a eso. Nosotros nos dedicamos a la política".
-¿Cuán decisivas ve estas elecciones para el futuro de la Concertación? Hay quienes creen que se habrá cumplido un ciclo…
"Naturalmente, la Concertación ha hecho ya muchas de las cosas que tenía programadas hacer desde un comienzo. Si uno mira los programas iniciales de la Concertación, se da cuenta de que quizás somos víctimas de nuestro propio éxito, porque muchas cosas ya las hicimos. Toda fuerza política tiene que renovarse, tiene que apelar a nuevos electorados, tiene que buscar a los jóvenes, y yo espero que la Concertación lo haga, porque de lo contrario, al menos sus fuerzas políticas van a ser superadas".
"Ahora bien, no es un tema de edad. Esta tontería de enfrentar jóvenes con mayores, a algunos les puede dar resultado, pero para mí no es razonable".
-No comparte, entonces, lo que dijo Lagos en el sentido de que Enríquez-Ominami jubiló a algunos…
"No, no lo comparto. No me parece que sea así. Creo que lo que pasa es que la vida tiene sus ciclos naturales, no es que la candidatura de Enríquez-Ominami haga que gente que ya era mayor cuando empezó la Concertación ahora deje de tener vigencia".
-¿Y cómo se va a enfrentar entonces la tarea de reencantar a la gente de Enríquez-Ominami y de Arrate? ¿Ve viable un acuerdo?
"Siempre se buscan acuerdos. Las candidaturas que quedan afuera representan algo que después tiene que ser considerado".
"Los dos candidatos de segunda vuelta buscarán acercarse al electorado, y nosotros, naturalmente como Concertación, también buscaremos acercarnos a las direcciones de las otras candidaturas (presidenciales), aunque sin perder de vista que la pelea se da en los votos de la gente común".
-Algunos han dicho que, de ganar Frei, ése no será un nuevo gobierno de la Concertación, sino de algo distinto, una "nueva mayoría"…
"Probablemente sea así. Yo creo que sería bueno que la Concertación se extienda hacia otros sectores de la vida política nacional, y por cierto creo que lo considerará Frei al formar su gabinete".
"Nosotros siempre hemos tenido disposición para buscar acuerdos más importantes. Yo valoro mucho, por ejemplo, los acuerdos que hemos logrado hasta ahora con fuerzas políticas como el Partido Comunista, que han estado excluidas del sistema político por muchos años. Eso se debería reflejar en las elecciones parlamentarias. Y bueno, también, por qué no, están las condiciones para involucrarlos en los temas de Gobierno. Si el Muro de Berlín se cayó hace 20 años".
-¿Le parece que el entendimiento que se ha logrado con el Partido Comunista da pie para pensar en una integración en el gabinete?
"Eso lo decidirá el candidato en su momento, yo no estoy en Chile como para tomar una decisión como ésa. Pero le digo que también los comunistas han cambiado mucho desde que cayó el Muro de Berlín hace 20 años. Un país que ha vivido toda su historia política reciente, después de la caída del Muro de Berlín, ya no debería seguir con tonterías de Guerra Fría".
-¿Y cree realmente posible la designación de algún ministro del mundo comunista o cercano a la candidatura de Enríquez-Ominami en un gobierno de Frei?
"Bueno, pero por qué no. O sea, Jorge Arrate fue un muy buen ministro de los gobiernos de la Concertación, así que qué veto podría haber hacia él o a la gente que adhiera a su candidatura. Y por la otra parte, Carlos Ominami fue un muy buen ministro del gobierno de Patricio Aylwin; entonces, qué veto podría haber con él o con gente que está vinculada a él".
-¿Cómo ve usted el futuro del llamado eje progresista de la Concertación, teniendo en cuenta lo dividido que se encuentra en estas elecciones?
"A mí, lo que más me preocupa de las fuerzas de izquierda es el personalismo. A nosotros nunca nos ha servido para nada. Hemos sido siempre gente de proyectos, de trabajo colectivo y de cosas comunes, de sacrificios. Hay muchos personalismos en eso. El cómo hoy ahí se mete demasiado, el cómo le gano a éste, cómo saco a este otro, y eso ha perjudicado. La izquierda tiene que volver a sus orígenes políticos".
-A la luz del escenario de división que hoy existe en la izquierda, ¿no cree que debió haberle hecho caso a Lagos cuando le pidió que compitiera?
"No sé, fíjese. Yo, por lo menos tendría que haber contado con el apoyo de todos los personeros y de todas las fuerzas políticas del sector socialdemócrata, y no tuve eso. De todas formas, no creo que hoy día valga la pena hablar de uno, lo que corresponde es hablar de los candidatos".
"Sería bueno que la Concertación se extienda hacia otros sectores de la vida política nacional, y por cierto creo que lo considerará Frei al formar su gabinete".
"El PC ha cambiado mucho en los últimos veinte años. Un país que ha vivido toda su historia política reciente después de la caída del Muro de Berlín, ya no deberia seguir con tonterías de Guerra Fría".
El Mercurio.cl
J. Arrate: la izquierda chilena contra Piñera…
Arrate: “Hay que impedir que gane la derecha”
Por Hugo Guzmán R./La Nación Domingo
La encuesta CEP no le quitó el sueño esta semana. Le basta la calle para tomar el pulso a su candidatura. Nada más. Situado en un eventual balotaje entre Piñera y Frei, el postulante de Juntos Podemos-Frente Amplio destaca que es posible construir un nuevo referente que aglutine criterios, aunque reconoce que “nadie es dueño de los votos”.
Jorge Arrate prefiere no entrar en detalles de porcentajes ni nombres. Se queda en la línea gruesa de los objetivos de cara a la elección presidencial.
“En primera vuelta esperamos obtener una votación significativa, aunque no pasemos a segunda vuelta” asevera. Y para el balotaje, en el escenario previsible de que su candidatura no pase, sostiene la necesidad de “colegiar una opinión común” entre los referentes y partidos de izquierda y democráticos para ver hacia dónde canalizar los votos.
El aspirante presidencial de Juntos Podemos-Frente Amplio sabe que la carrera no termina el 13 de diciembre, sino el 17 de enero.
“Hay tres escenarios posibles, y en los tres pasa Sebastián Piñera a segunda vuelta”, plantea. Admitiendo que no hay una sola mirada en su sector frente a esta instancia, Arrate indica que “hay un punto de vista del mal menor, que es impedir que se imponga y gane la derecha”, lo que llevaría a respaldar la opción contraria al abanderado de la Alianza.
Sin embargo, Arrate se apura en precisar que “no somos dueños de los votos” y que aún no hay una decisión tomada respecto al escenario del balotaje.
De todas formas, adelanta tres cosas: que será una resolución colectiva de las fuerzas que levantaron su candidatura, que él será fiel a esa determinación, y que lo que se haga, tendrá un contenido democrático y colegiado.
El ex ministro asume que lo más probable es que Piñera y Frei figuren en la papeleta de enero. Su sector tendría que tomar la decisión de respaldar o no al candidato de la Concertación, coalición con la que ya existe un pacto instrumental para las parlamentarias. Y por si hay alguna duda, sentencia: “Por supuesto, jamás por Piñera”.
Jorge Arrate concede la entrevista a LND a casi un mes de la fecha decisiva en esta reñida carrera presidencial. En medio de la vorágine de una campaña intensa, apunta un poco más allá y liga el tema de qué hacer frente al balotaje con una proyección más de fondo.
“Habrá novedades y la tendencia será que se reconstituya en Chile una política de tres tercios”, pronostica. En ese marco, Arrate apuesta a que se producirá un acercamiento entre “amplios” sectores de la Concertación, segmentos que hoy apoyan a Marco Enríquez-Ominami y las fuerzas que están detrás de su candidatura.
En ese camino, el abanderado señala que será “un paso importante lograr una votación presidencial significativa y obtener parlamentarios de izquierda”, precisamente en el contexto del acuerdo con la Concertación. Arrate cree posible la construcción de “un movimiento de avanzada por los derechos sociales”.
“Los referentes y partidos que apoyan mi candidatura estamos levantando la idea de reconstruir una izquierda plena, con todos sus componentes, clásicos y nuevos. La Concertación debe recuperar su alma de avanzada contenida en su programa de 1989 y el PS debe recuperar su posición dentro de una nueva izquierda. Por cierto, no descarto ninguno de los sectores de avanzada que apoyan a Marco. Todo el segmento no piñerista que apoya a Enríquez-Ominami ojalá pudiera converger en la constitución de un nuevo movimiento de izquierda. No descarto como aliados para grandes tareas a otros componentes de la Concertación como el PPD, el PRSD y la DC. Espero que podamos trabajar por la unidad social y política del pueblo, como decía Radomiro Tomic”, propone.
-Se dijo que usted era el candidato del 1%, pero ya está en 5%…
-Nunca creí que tuviera 1%. No conocí a nadie que lo creyera. De lo que ha ocurrido, siempre es bueno que uno crezca. Pero mi encuesta es la calle. Y en la calle hace mucho rato que estoy creciendo, mucho antes que en las encuestas. Es una lógica de las candidaturas de la izquierda, que siempre en las encuestas son subvaloradas.
-¿Cuáles deberían ser los temas de campaña en el mes que queda?
-Los que tienen que ver con el destino del país. Entre ellos, cambiar la vida de cada día con una nueva Constitución. Eso suena abstracto, pero en la Constitución está todo lo que define nuestra vida cotidiana. Ahí están los cambios necesarios en economía, derechos sociales, en más democracia. Un segundo gran tema es el cobre y nuestras riquezas naturales. Un tercer tema es la educación, el término de la municipalización, la construcción de un sistema de educación pública, gratuito, laico e igualitario. Otro tema es el medio ambiente y la energía. Son cosas de fondo que hay que conocer en campaña.
-¿Y los candidatos las están abordando?
-Hay candidatos que están birlando a los ciudadanos. No sirven las respuestas de “yo estoy dispuesto a estudiarlo todo”. Claro, todo se puede estudiar. Lo que necesitamos es saber las posiciones sobre la energía nuclear, las transnacionales del cobre, contar con plebiscitos, referéndum revocatorio para los cargos públicos, la reforma tributaria, o el aborto, que lo siguen eludiendo hipócritamente. Pero no se atreven.
-¿Están esquivando las respuestas de fondo?
-Sí. No me parece que haya candidatos que no se pronuncien sobre reforma tributaria. O que usen argumentos como que Chile no está preparado para ciertos cambios. ¿Quiénes son para decir eso? ¿Déspotas ilustrados? ¿Iluminados? No se puede tratar a la ciudadanía como alumnos de kínder.
-No le está gustando la campaña.
-Es una campaña lamentable. Imagínese que quedan 30 días para la elección y los candidatos no hemos conversado, dialogado -y no estoy buscando torneo de caballería- sobre el cobre. Cómo puede un país elegir a un presidente que no dice una palabra sobre qué hacer con el cobre. Hemos tratado de plantear el tema de la asamblea constituyente, de la nueva Constitución, la idea de una urna adicional para que la gente dijera si quiere una nueva Constitución y nadie dijo ni pío. Eso no se discute. Lo que se discute es si el ministro de Hacienda puede estar mirando un notebook y al mismo tiempo estar en el debate del Presupuesto. Eso ocupa primeras páginas, titulares. Hay una distorsión muy grande.
-La derecha se queja mucho de campañas y de ataques. Piñera lo hace mucho.
-Hay una táctica electoral de victimizarse. Es algo conocido, se ha hecho muchas veces. Piñera se arropa de críticas sin tener ropa para hacerlo.
-Piñera sigue arriba en los sondeos. ¿Es peligroso que la derecha llegue al gobierno?
-Tengo sentimientos ambivalentes. En un país donde hay un sector, como la derecha, que tiene el poder total, se vive al borde de un sistema autoritario legal. Ellos tienen el poder económico, de los medios, tienen centros de difusión de ideología, han creado universidades, conservan relaciones muy estrechas con segmentos de la Iglesia, mantienen un tipo de relación con las Fuerzas Armadas, y ejercen vetos en el Congreso. Es como mucho. En un país con una situación tan desigual, el gobierno hace el papel equilibrante, permite un mínimo equilibrio social, cultural, político. Por otro lado, mi diagnóstico del sistema político chileno es que no permite avanzar, pero tampoco permite retroceder demasiado. El sistema está hecho para que nos quedemos en el mismo lugar. No creo que estemos hablando de cambios dramáticos. No quiero a la derecha, porque es el poder total, pero si lo obtiene, los retrocesos no serían tan gigantescos como lo fueron en la dictadura.
-¿Por qué identificar su candidatura con Salvador Allende a más de 30 años de su presidencia?
-Lo esencial de aquellas ideas tienen validez. En América Latina, estamos viviendo una serie de procesos que están inscritos en aquella línea, que era absolutamente minoritaria en la década de los sesenta, en que Allende era un ave rara, que pregonaba un modo de aproximarse al socialismo que era completamente minoritario. La mayor parte de la izquierda latinoamericana y la chilena, incluido parte del PS, tenía una visión asociada a la lucha popular armada, más que a la lucha democrática. Hoy estamos en una América Latina conmovida, con Funes en El Salvador, el sandinismo en Nicaragua, Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, espero que José Mujica en Uruguay y Lula da Silva en Brasil. Todas experiencias que no son idénticas, y en ese sentido yo me muevo en la mejor tradición del allendismo. El gran argumento de Allende era reclamar la especificidad de la vía. Obviamente que con la mirada chilena se podría ver hasta con perplejidad procesos en Venezuela, Bolivia, Ecuador o Uruguay. La riqueza consiste en que todos estos procesos apuntan en una dirección: sociedades más justas, fundadas en la justicia social y la vigencia de la libertad. Es lo común a todas las experiencias. Y eso recoge el pensamiento de Allende. Eso le da contenido a nuestra campaña, donde marcamos la diferencia.
-Usted dijo que Marco Enríquez-Ominami no es un candidato de izquierda.
-No es un análisis que yo hiciera y llegara a esa conclusión. He citado las palabras de Marco y él dice que es un liberal progresista. He señalado que el progresismo es algo elástico y jabonoso. Son muchos los que se encubren detrás del parapeto llamado progresismo. Más un eufemismo, una timidez; gente que no se atreve a declararse que es de izquierda. No creo que los liberales progresistas sean de izquierda. Ahora, sí hay gente de izquierda que está apoyando a Marco.
-Sigue incluyendo a Enríquez-Ominami en una sensibilidad concertacionista.
-Pero si él quiso ser candidato de la Concertación. Mire, yo nunca quise ser candidato de la Concertación. Lo dije a la prensa. Siempre dije que quería ser candidato de un referente democrático y popular. Lo dije en el congreso del PS. Marco trató de ir a primarias de la Concertación, para ser candidato de la Concertación. Claro que él es candidato de la Concertación, más sectores del piñerismo.
LEGADO DE BACHELET
-¿Qué le parece el nivel de popularidad de la Presidenta Bachelet y su traslado a la candidatura de Frei?
-Mi percepción es que la Presidenta hubiera querido ir más allá de lo que ha hecho. Y no ha podido, en gran medida, porque no ha tenido la calidad de acompañamiento que hubiera requerido una Presidenta con el ímpetu que ella tiene. Ella es una mujer digna, leal y está con Frei. Me habría gustado mucho que me hubiera apoyado.
-¿Usted le garantizaría a la Presidenta profundizar sus medidas?
-No. Le garantizaría la realización de muchos de los planes que no realizó. La verdadera continuidad de Bachelet es Frei. Yo estoy planteando hacer un giro.
-¿Ha ayudado Bachelet al acercamiento con el Juntos Podemos y la posibilidad de pactos?
-Registro una o dos reuniones con la Presidenta desde las municipales, que valoro positivamente. Ha hecho gestos claros contra la exclusión durante todo su gobierno. Eso debe ser reconocido. Es el cumplimiento de un compromiso que se suscribió para obtener el apoyo de la izquierda no parlamentaria, entonces esto habla bien de la Presidenta. Simbólicamente, ella ha significado un cambio en el tratamiento que se ha dado a la izquierda. Le agrego que ella no lo hace por cálculo político, sino porque lo siente. Cuando deje de ser Presidenta, tendrá la oportunidad -verá ella si lo aprovecha o no- de contribuir a esta perspectiva de búsqueda del resurgimiento de una izquierda que sea símbolo de un gran movimiento popular.
Con Diamela “somos dos iguales”
-Hay tres esposas de candidatos participando en la campaña. Y hay una esposa que no participa: la suya. No aparece a su lado.
-Tampoco atrás.
-Cierto, aunque hay esposas que van adelante del candidato.
-Eso es cierto también. No, mire, Diamela está participando. Escribe, ha dado entrevistas políticas, y tengo un contacto permanente con ella. Somos una pareja en que cada uno tiene sus perfiles, sus espacios, que los ha desarrollado por sí mismo cada uno, y que se basa en un respeto recíproco muy grande, en un criterio igualitario muy fuerte, en todos los planos. Ella nunca andará detrás mío. Somos dos iguales. No es por capricho que no esté aquí. Ella está trabajando en la Universidad de Nueva York. Fue un nombramiento por tres años renovables y no puede faltar a ese trabajo.
-Se le vio con la hija de Diamela en un debate. ¿Están los hijos, los nietos, en campaña?
-No ha sido fácil. Siento que poner a la familia en función de las cuestiones electorales es algo fuerte. Siendo mi familia enteramente favorable a mis ideas, nadie está en pie forzado. Tengo la colaboración de las hijas y el hijo de Diamela, y de mis hijos que están en Holanda. Tengo unanimidad familiar, que la encabeza mi madre, que tiene 98 años. Pero soy reservado con mi vida, por la misma razón que soy reservado con la de los demás. Me parece que las ideas que difundo requieren un soporte, que no es el soporte de la farándula, ni la sobreexposición familiar.
Marco Ominami: ¿dos estrategias en su comando frente a Piñera?
“El 13 de diciembre vamos a llamar a votar por Frei”
Amigo de MEO rompe el silencio y asegura que la Coordinadora Socialista por el candidato independiente apoyará públicamente a Frei si éste pasa al balotaje, aunque Max Marambio sentencie lo contrario.
Socialista desde siempre, amigo de Marco Enríquez-Ominami hace casi 20 años, integrante de la Coordinadora Socialista por MEO y del comité estratégico del abanderado en el comando de calle Morandé, el sociólogo Marcos Cárdenas rompe el silencio y asegura que la coordinadora apoyará públicamente a Frei si éste pasa al balotaje, aunque Max Marambio sentencie lo contrario.
-¿Cómo se siente hoy la Coordinadora Socialista en el comando de MEO?
-Incómoda. Nos dimos cuenta, hace ya un mes y medio, que hubo una política de bloquearnos. Conversamos con Carlos Ominami, con Marco, pero no se ha solucionado. El comité estratégico es una mera formalidad, se generan propuestas, diseños territoriales, pero que nunca se implementan. Así nos dimos cuenta que asistir al comando no tenía importancia, porque Marambio y Marco implementaban lo que ellos creían. La no institucionalidad, la no conformación de comandos, Marco tiene un diseño en el que no trabaja con partidos ni con estructura. Eso es una derrota segura para cualquier candidato a la presidencia.
-¿Cuál es el objetivo de salir, a 30 días de la elección, en los medios con lo que se podría afectar la imagen que MEO ha querido mostrar?
-Nos dimos cuenta que la única manera que Marco respeta, y se siente preocupado, es cuando el debate va a los medios. Él nunca pensó que nosotros íbamos a reaccionar a la forma como Marambio ha actuado. Yo tomé la vocería de la disidencia por un problema práctico. Carlos Ominami se dio cuenta muy tarde, porque se dedicó a su campaña, que Marambio lo tenía totalmente aislado. El tema es que no se entiende la política sin ideología. Le dije a Marco y lo reitero aquí: su ingobernabilidad no está dada por su diseño comunicacional, sino porque no tiene equipos. Si a las 19 horas del 13 de diciembre, en una reunión que ya está pedida y seguramente será en el Marriott, Marco no accede a nuestras peticiones, vamos a llamar a una conferencia de prensa donde vamos a desautorizar el cómo esté manejando la situación y vamos a dar un apoyo explícito a Frei.
-¿Esa decisión ya está tomada en la Coordinadora sin esperar los resultados de la primera vuelta?
-Así es. A mí me han dicho desde la Concertación que si llega a pasar Marco a segunda vuelta, ellos van a ponerse detrás de su candidatura. Tenemos divergencias con una Concertación que no supo renovarse a tiempo, pero le dijimos a Marco que su objetivo estaba logrado, gane o no Frei, están obligados a hacer una renovación de la política concertacionista. Lo que me tiene preocupado es que a Marco le salió un poco el gen del padre (Miguel Enríquez). Los socialistas efectivamente somos muy críticos del MIR, pero veo a Marco que le sale el mesianismo del padre.
-Pero hay declaraciones públicas contrarias que se hacen desde la Coordinadora y dirán que es una maniobra comunicacional para perjudicar a MEO…
-El llamado al orden se puede entender e incluso acatar, pero en definitiva, desde el lunes vamos a recorrer el país los que van a firmar la declaración del 13 de diciembre, porque no estamos dispuestos a que gobierne Chile un candidato cuestionado por la Superintendencia de Valores y que miente descaradamente en el caso Banco Talca.
-¿Estas diciendo que Marco prefiere un gobierno de Piñera con tal de potenciar su proyecto personal?
-Sí. Así es.
-¿Si lo ha dominado el gen personalista a estas alturas, que se puede esperar post 13 de diciembre?
-Ellos (Marco y Marambio) van a llamar a conformar un nuevo referente en función de los votos que saquen, pero será inviable si Carlos Ominami se pierde y MEO es tercero. Con eso no construye nada. Si pierde la Concertación, igual va a quedar con un 45% del parlamento y va a tener a Marcelo Díaz, Fulvio Rossi, Alfonso De Urresti y otros, como la nueva generación y le van a quitar la novedad a MEO.
-¿Creen que es factible una Concertación 5.0 o recargada?
-Sin duda.
Candidatura Enríquez-Ominami: pugna entre “halcones” y “palomas…
El coletazo interno luego del episodio de La Casa Naranja
La pugna entre “halcones” y “palomas” en el comando de Enríquez-Ominami
Los intentos de un grupo de personeros de ME-O de tender puentes con el freísmo, evidenció dos posturas en conflicto al interior de esa candidatura. Y aunque desde las “palomas” –los partidarios de conversar desde ahora un pacto de segunda vuelta- se asegura que sólo se trata de matices, el asunto tuvo consecuencias, pues los duros tomaron medidas disciplinarias y reforzaron su poder. De fondo aparece la pugna personal más silenciada hasta ahora: la que enfrenta a Max Marambio y Carlos Ominami por la cercanía e influencia sobre Marco.
Por Miguel Paz
Marco Enríquez-Ominami estaba en una actividad de campaña en el norte cuando se enteró de la existencia de un documento de acuerdo que circuló luego de la reunión reservada que sostuvieron miembros de su comando y colaboradores de Eduardo Frei. Rápidamente se comunicó con Max Marambio y Camilo Feres, jefe político y encargado de estrategia y contenidos, respectivamente. Pidiéndoles que despejaran toda duda sobre el encuentro, mandó un mensaje directo: “Nadie tiene autorización de negociar algo por mí. Que les quede claro”.
Enríquez estaba furioso y se sentía traicionado por el diputado Esteban Valenzuela, uno de los gestores del encuentro en el restaurant La Casa Naranja, al que asistieron Valenzuela, Edison Ortiz y Osvaldo Torres, por su comando, y los diputados Jorge Insunza (PPD) y Marcelo Díaz (PS), además de Yerko Ljubetic (DC), René Jofré (PPD) y la secretaria ejecutiva de ProyectAmérica, Cecilia Valdés (DC), por el lado del freismo.
Días antes, Valenzuela le había dicho a Enríquez que Yerko Ljubetic quería apoyo para su campaña a diputado y había manifestado interés de juntarse a conversar con colaboradores del “díscolo”. De acuerdo a esta versión, Enríquez le respondió a Valenzuela que no tenía inconvenientes con que agendaran una reunión reservada. “Escúchenlo, pero que quede claro que son ellos los que quieren audiencia. El sábado me informan”.
Por eso, cuando el candidato presidencial independiente abrió los diarios y se encontró con versiones de un supuesto pacto de segunda vuelta surgido de la cita de La Casa Naranja, se indignó y de inmediato rechazó tender puentes. “A los que quieren negociar les quiero aclarar que no hay nada que negociar. No es mi idioma”, escribió en Twitter. Lo que no quedó registrado en la seguidilla de mensajes sobre el asunto, fue la irritación de Marambio y Feres, y las profundas diferencias estratégicas que tienen con los ex concertacionistas, incluido el padre del candidato, Carlos Ominami, que ven con buenos ojos dejar puertas entreabiertas para dialogar con el oficialismo.
Las dos almas del marquismo
Catalogados como los “halcones” de Marco Enríquez, Marambio y Feres comparten la idea de no mover ni una hoja del diseño de campaña antes de ver qué ocurre el 13 de diciembre. Al igual que las llamadas “palomas” del comando -el grupo que está convencido de necesitar a la Concertación a todo evento-, los dos asesores están convencidos de que Marco será quien pase a segunda vuelta. Pero difieren del camino para hacerlo.
Es un tema de estrategia. Para Marambio y Feres, la reunión de La Casa Naranja fue como el agente naranja usado por el ejército norteamericano en la guerra de Vietnam para despejar los campos. Como el herbicida, los coqueteos de las “palomas” y los colaboradores de Frei, podían dejar secuelas profundas y poner a Enríquez a tiro de escopeta, abriéndole flancos por todos lados.
La escena de Marambio bajándole línea a Valenzuela y a Edison Ortiz, a quien -dicen en el comando- “lo mandó a Siberia” degradándolo del cargo de jefe territorial nacional (cargo que antes ocupó Andrés Pascal), a jefe territorial de la sexta y séptima regiones, es un buen ejemplo de la disputa entre las dos almas que conviven en el “marquismo”.
Según el análisis de los halcones, abrirse ahora a conversar con el freismo y que parezca que están negociando con ellos, es el peor de los escenarios posibles. Le da armas a la derecha para decir que la de Enríquez es la otra candidatura de la Concertación, tesis sobre la cual han insistido Jorge Schaulsohn y Jovino Novoa. Mientras en el frente interno genera incertidumbre y desgaste. En esa lógica, la elección del 13 de diciembre puede presentarse como una primaria, permitiéndole a Frei golpear a Marco ante quienes lo apoyan por sus diferencias con la Concertación, su mayor activo. Si negocian antes de tiempo, están convencidos que Enríquez pierde 10 de los 17 a 18 puntos que tiene según las encuestas.
En el sector opuesto de colaboradores del “díscolo”, reconocen que hubo una cuota de ingenuidad al concretar la reunión y culpan a Jorge Insunza y Cecilia Valdés, de “ensuciar” el encuentro, y a Marcelo Díaz de tratar de usar el hecho para perfilarse en su intento de asumir la conducción del Partido Socialista.
“Estamos de acuerdo que no se debe negociar nada en primera vuelta”, señala un miembro del grupo de las palomas. “El matiz es que nadie quiere Concertación 5 pero hay que saber diferenciar. Hay que ser crítico del aparato pero no de los militantes y los partidos de centroizquierda con los cuales podemos construir”, agrega.
Todo o nada
El matiz es lo que hace toda la diferencia entre uno y otro bando. En el círculo de hierro de Enríquez asumen la condición de “guardianes” del camino propio. Pero se afirma que no es una cuestión de intransigencia sino de estrategia. La apuesta de los halcones es todo o nada. Porque si la ganan, aspiran a construir una alianza nueva poniendo sus propias condiciones. Ahí –dicen- se puede conversar con todos los militantes y dirigentes del oficialismo, “menos con los jefes de aparato”.
Detrás del episodio de La Casa Naranja también hay un asunto de principios e historia personal. Ni Feres ni Marambio tienen especial cercanía con los partidos de la Concertación y sus presidentes, a quienes en el comando llaman “los cuatro jinetes del Apocalipsis” y “la junta de gobierno”. A ambos les une la convicción de no repetir los mismos esquemas de la política tradicional, rechazados por los votantes del “díscolo”. Además, pese a que Max es millonario y Camilo está pagando las cuotas de su auto, está el hecho de que no viven del Estado. Si Enríquez pierde, se pueden dedicar a otra cosa. En cambio, el resto arriesga su posición.
En ese grupo, el que más podría perder es Ominami, quien tiene una difícil reelección. Para alguien que fue vocero de la Concertación en sus albores, ministro de Economía y senador electo con la segunda mayor votación de Chile, el riesgo de integrar por defecto la camada de dirigentes que su hijo aspira a jubilar no es un panorama fácil de asimilar. Más aún si es cierto lo que dicen los críticos de Marambio: que el empresario y ex GAP corta todos los puentes que Ominami ha tratado de tender hacia su ex coalición. El símbolo máximo de esta contienda subterránea fue la confección de la lista parlamentaria de ME-O. En su diseño, Marambio se aseguró de que Álvaro Escobar dispute con Pepe Auth el escaño de la Cámara de Diputados por Maipú, Cerrillos y Estación Central. Así, dicen, dinamita el principal negocio político de Ominami: su relación con el caudillo del PPD, Guido Girardi.
Aunque la relación de Marco y Marambio es más parecida al vínculo entre dos hermanos que paternal, testigos afirman que Marambio y Carlos Ominami se enfrentan por la cercanía con el candidato, quien le ha pedido expresamente al senador que siga participando en el equipo económico y en temas de relaciones internacionales, pese a que le quite tiempo para hacer campaña en la Quinta región Cordillera. De hecho, la reciente gira internacional de ME-O fue reveladora de este conflicto. La reunión con Lula, el popular y carismático presidente de Brasil, fue gestionada por Ominami. La que tuvo posteriormente con Rafael Correa, el mandatario ecuatoriano, fue promovida y articulada por Marambio, pese a que en el entorno del candidato se analizaba la poca o nula ganancia de asociarse a un personaje casi desconocido y a la vez conflictivo para la percepción de la elite de que ME-O coquetea con el chavismo de la región.
Luces y sombras en la Venezuela bolivariana
La situación política, social y económica en Venezuela sufre una gran transformación desde el fracaso de la reforma constitucional de diciembre de 2007, que constituyó una advertencia para el gobierno de Hugo Chávez (1)
El domingo 15 de febrero de 2009, el 54,36 % de los ciudadanos dijeron «sí» a la enmienda constitucional que autoriza a los mandatarios políticos a presentarse a sucesivas consultas electorales de manera ilimitada. Hasta ese momento, la Constitución limitaba a dos los mandatos consecutivos: era necesaria una interrupción del mandato antes de poder presentarse de nuevo (2) Chávez podrá presentarse en el 2013, al término de su segundo mandato en curso, y ser de nuevo candidato a presidente. Si es elegido otra vez, su mandato terminará en el año 2019. Por ello, los militantes chavistas discuten actualmente la naturaleza de todos los cambios que pueden ser efectuados de aquí a dicho año.
Evidentemente, muchas cosas pueden suceder durante todos esos años, entre las que hay que tener en cuenta las iniciativas y maniobras tanto de Washington como de sus aliados.
Nacionalizaciones y control obrero
En abril de 2008, como consecuencia de una huelga de casi dos meses de 15.000 obreros de la siderúrgica SIDOR (Siderurgia del Orinoco), que pertenecía al grupo argentino Techint, Hugo Chávez anunció la nacionalización de la empresa. Los obreros luchaban por la conversión de 9.000 subcontratos a contratos indefinidos. Visto el rechazo patronal, la nacionalización constituía la mejor vía para permitir al Estado garantizar la reivindicación de los trabajadores, que apreciaron esta decisión como una gran victoria. SIDOR había sido creada como empresa pública durante la década de 1960 —era la concreción de un proyecto concebido en 1953 bajo la dictadura de Marcos Pérez Jiménez—. SIDOR fue privatizada y vendida al capital extranjero en 1997, durante la presidencia de Rafael Caldera, por el ministro de Planificación Teodoro Petkoff (antiguo líder de la izquierda convertido al neoliberalismo en los años noventa y actualmente una de las principales figuras de la oposición antichavista). La renacionalización efectuada en abril de 2008 es particularmente importante, ya que esta empresa, moderna y con buenos resultados, constituye una herramienta de producción que el gran capital argentino, y en particular Techint, desean conservar.
Otro elemento importante a tener en cuenta, es que el gobierno chavista del estado donde se encuentra SIDOR, había ordenado al comienzo de la huelga a las fuerzas del orden la represión de los huelguistas. Así mismo, el ministerio de Trabajo no hacía nada para sostener las reivindicaciones de los trabajadores. En consecuencia, la decisión de Hugo Chávez de nacionalizar la empresa y de revocar al ministro fue vista como un giro a favor de los trabajadores. Tanto más cuando, en el mismo período, Chávez anunció un aumento del salario mínimo interprofesional y el de los funcionarios públicos, así como la nacionalización del sector del cemento, que hasta ese momento estaba en manos de tres transnacionales (Lafarge de Francia, Holcim de Suiza y Cemex de México).
En los meses siguientes y en el curso del año 2009, el gobierno procedió a otras nacionalizaciones en el sector de la industria alimentaria (3) (lo que afectó tanto al capital nacional —Lácteos Los Andes— como al transnacional —la cerealera Cargill—). El gobierno justificó estas nacionalizaciones por la necesidad de mejorar la provisión de alimentos a la población. Finalmente, el Banco de Venezuela, uno de los principales bancos privados, perteneciente al Banco de Santander, uno de los dos principales grupos bancarios españoles, pasó también al control del Estado.
Todas estas nacionalizaciones, como las precedentes (los sectores de la electricidad, las telecomunicaciones, los campos petrolíferos del Orinoco, etc.), fueron objeto de una indemnización más bien generosa a sus propietarios privados: Venezuela utiliza una parte de la renta petrolera para retomar el control de ciertos sectores estratégicos de la economía. El recurso a la indemnización tiene el objetivo de evitar condenas por no respetar los tratados bilaterales sobre inversiones firmados por Venezuela. El derecho internacional permite, en efecto, a los Estados proceder a nacionalizaciones si indemnizan en forma adecuada a los propietarios. Venezuela podría tomar un camino más radical, retirando su firma de los tratados bilaterales sobre inversiones, retirándose del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones: el tribunal del Banco Mundial en materia de inversiones) y poner a resguardo la liquidez y otros tipos de haberes que Venezuela dispone en el exterior, para evitar embargos. Evidentemente, optar por ese camino implicaría aumentar todavía más la hostilidad de las autoridades de los países más industrializados y de las grandes transnacionales presentes en el país (todas las principales transnacionales petroleras están presentes en Venezuela y también General Motors, Mitsubishi, Daimler-Chrysler, etc.).
El camino, bastante prudente, que tomó el gobierno venezolano no impidió que una empresa como ExxonMobil intentara en el 2008 el embargo de 12.000 millones de dólares que pertenecían a PDVSA por tribunales británicos y holandeses. Y esto justifica el pedido de que Venezuela se una a otros países del Sur con el fin de repudiar los tratados bilaterales de inversiones que incluyen cláusulas perjudiciales para los intereses de la nación, que se retire del CIADI y de la OMC y constituya un órgano multilateral del Sur para solucionar conflictos, o sea, en otros términos, crear un CIADI del Sur alternativo al CIADI del Banco Mundial, que está al servicio de los intereses de las grandes transnacionales.
En julio de 2009, Rafael Ramírez, ministro del petróleo, que hasta ese momento había sido muy prudente con respecto al CIADI, comenzó a alzar el tono de su discurso y denunció el unilateralismo de los mecanismos de la resolución de conflictos dominados por los países del Norte.
La profundización de las nacionalizaciones relanzó en el año 2009 el debate sobre el control obrero. Efectivamente, las organizaciones sindicales de izquierda y los colectivos de trabajadores exigen la puesta en marcha de los mecanismos de control por los trabajadores de los órganos de gestión de las empresas nacionalizadas. Los sindicatos quieren que los objetivos perseguidos por las nacionalizaciones sean realmente respetados; quieren también evitar la mala gestión, el despilfarro, las malversaciones, la corrupción, el abuso de los bienes sociales, en particular accediendo a los libros de cuenta, consiguiendo la transparencia en la estrategia comercial e industrial de las empresas y la presentación regular de los balances de gestión. Las organizaciones obreras sienten, con toda justicia, desconfianza con respecto a una gran parte de los ejecutivos privados de la empresa, que conservaron sus cargos después de las nacionalizaciones, pero también en relación con los nuevos ejecutivos, quienes, en ciertos casos, privilegian sus intereses personales frente a los de la colectividad. El control obrero aumentaría también la confianza de los propios trabajadores y de sus organizaciones al permitir la intervención colectiva para asegurar un contenido socialista a la gestión y a las relaciones de trabajo en las empresas, tanto de las nacionalizadas como de las que están todavía en manos del capital privado.
Por otra parte, asistimos a ocupaciones de empresas privadas por los trabajadores, que exigen su nacionalización. Inevitablemente, será necesario reavivar el debate sobre el control obrero en el sector de la producción petrolera. Esta reivindicación se había expandido durante el lock-out petrolero (diciembre de 2002-enero de 2003), cuando los trabajadores que luchaban por relanzar la producción convocaron un Congreso del sector. Pero luego el presidente Chávez descartó la perspectiva del control obrero en ese sector por considerarlo estratégico, cuando, al contrario, esto sería una razón suplementaria para organizarlo en esas empresas. Pasa lo mismo en el sector de la producción y de la distribución eléctrica, que también fue nacionalizado. Los trabajadores de este sector profundizaron la lucha por el control obrero en el mes de septiembre de 2009. El suministro eléctrico en el país se encuentra en una situación muy difícil, pues más del 50 % de la producción (4) se «pierde» o es desviada (robada) en la distribución. Las pérdidas se deben principalmente a la decrepitud de las instalaciones, debido a que, antes de su nacionalización por el gobierno de Chávez, algunas empresas como Electricidad de Caracas (propiedad de la multinacional estadounidense AES) fueron víctimas de una falta generalizada de inversiones y de renovación de las instalaciones. Por otra parte, grandes empresas industriales privadas consumidoras de grandes cantidades de energía son responsables de un desvío de electricidad, que despilfarran y que no la pagan. Están también las conexiones piratas en los barrios residenciales y también en los hogares populares que no siendo grandes consumidores sólo ocasionan pérdidas limitadas. Los trabajadores de este sector son los que se encuentran en mejor situación para resolver los problemas de la distribución de electricidad, luchar contra el despilfarro y la mala gestión de los directivos a fin de evitar los cortes de electricidad. Esto es lo que argumentan los dirigentes sindicales que exigen la implantación del control obrero.
Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores del Sector Eléctrico (FETRAELEC), declaró a la prensa local, con ocasión de una manifestación de 3.000 trabajadores del sector, en Caracas el 25 de septiembre de 2009: «Los trabajadores somos los que estamos dando la cara a las comunidades. Sabemos cómo podemos resolver esta crisis… hay que modificar las estructuras burocráticas y cambiar las estructuras de administración capitalista por una estructura con visión socialista. Tenemos que cambiar las relaciones de producción y eliminar toda esa burocracia que está matando a la empresa.» (5) Aymar Plaza, trabajadora del sector eléctrico, agrega: «Cuando nuestro presidente dice que tenemos que darle poder al pueblo, nosotros, los trabajadores, somos el pueblo. Nosotros tenemos que tener el control de la empresa y ser parte de la transformación de esta política capitalista hacia una política socialista.»
Esta batalla por el control obrero sobre la gestión de las empresas es absolutamente fundamental. Su solución es decisiva para la profundización del proceso en curso en Venezuela.(6) Durante el primer semestre de 2009, Hugo Chávez declaró, con ocasión de una reunión pública con los dirigentes obreros, que era favorable a la adopción de una ley sobre la elección de los dirigentes de las empresas nacionalizadas. (7)
Un encuentro de intelectuales revolucionarios que ha hecho mucho ruido
A comienzos del mes de junio de 2009, el Centro Internacional Miranda (CIM), institución oficial creada por la presidencia de Venezuela y financiada por el ministerio de Educación Superior, organizó unas jornadas de reflexión que causaron mucho ruido en el país. (8) Una treintena de los más importantes intelectuales de izquierda venezolanos debatieron sobre los avances y los bloqueos del proceso revolucionario en curso. He aquí unos extractos de la síntesis publicada por el CIM que muestran la profundidad de los debates realizados en estas jornadas, tituladas «Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura». (9)
«Una de las discusiones centrales del debate giró en torno a lo que es el PSUV, dando así origen a una serie de interrogantes: ¿En qué se diferencia el PSUV de los partidos políticos tradicionales o de viejo cuño? ¿Los partidos siguen teniendo sentido o no lo tienen en una sociedad compleja? En el caso de que el partido sea la solución ¿debe tener una dirección única o una dirección colegiada? ¿Es conveniente que una persona pueda tomar decisiones al margen de las bases o contra la voluntad de las mismas? ¿Qué futuro tiene un partido donde las bases raramente tienen la oportunidad de expresarse? ¿Deben las bases elegir a los miembros de la dirección o se trata de una decisión no participada en aras de otras razones? ¿No debilita al propio partido que la dirección sea elegida al margen de las bases? ¿Cómo participan las bases en la elaboración de las grandes líneas programáticas, de las directrices del gobierno y del contenido del socialismo del siglo XXI? ¿No es un problema para el partido que algunos de los funcionarios que están al frente de áreas fundamentales del gobierno sean al mismo tiempo dirigentes del partido? ¿No conduce a la ineficiencia la acumulación de responsabilidades? ¿Y no es repetir un problema del socialismo del siglo XX el confundir el partido con el Estado? ¿Nació el PSUV cupularmente, de arriba hacia abajo, más como una necesidad política entendida como tal desde el gobierno que como una necesidad sentida como tal por las bases?»
«Otro elemento relevante reiterado es la necesidad de que el instrumento cuente con una dirección colectiva. Que se articule efectivamente con los movimientos sociales de base (no que los utilice en tareas electorales o como correa de transmisión del gobierno), que derrote el mal del clientelismo partidista y que instituya las bases de un verdadero partido revolucionario, reconociendo la libertad de crítica y profundice la democracia dentro del partido; estos son elementos que formaron parte central de la discusión.»
El nuevo Estado revolucionario
«Si el Estado ha sido el instrumento que utilizó el neoliberalismo para imponer sus propuestas ¿Tiene que ser también el instrumento para liberarnos del neoliberalismo? […] ¿Este Estado puede conducirnos rumbo al socialismo o por el contrario es un freno para ello? ¿Se trata de debilitar el Estado actual o de fortalecerlo? ¿Se trata de inventar un nuevo Estado que puede llamarse comunal o socialista? ¿Cuáles son los rasgos del Estado comunal?»
El papel de los medios de comunicación
«Otra de las grandes discusiones tuvo que ver con los medios de comunicación, los ajenos y los propios. El debate se centró en qué hacemos con nuestros medios, cuando pese a disponerse de seis televisoras públicas, en total no se alcanza, se dijo, el 8 % de la audiencia. ¿A qué se deber este evidente fracaso? ¿Están malbaratando acaso esos recursos públicos quienes no consiguen incrementar los índices de audiencia? […] Aun siendo evidente el gran crecimiento de los medios comunitarios y alternativos durante el proceso revolucionario, la solución aún no se ha articulado. […] ¿No es hora, igualmente, de que CONATEL (10) haga cumplir las leyes de telecomunicaciones? ¿A qué se espera para frenar el abuso de los medios de comunicación privados? […]»
El carácter de la Revolución
«Otro gran rasgo del debate tuvo que ver con el signo de esta Revolución. Se planteó que en esta Revolución se sumaban varias revoluciones: la estudiantil, la campesina, la obrera, la socialista, la de mujeres, la militar y la popular. […] Es importante abrir un debate fuerte, aún pendiente, con estudiantes, con intelectuales, con trabajadores, con campesinos. Hay que volver a sentar en un dialogo permanente a todos estos sectores. Otro aspecto pendiente no menor es la definición del socialismo del siglo XXI. No obstante, por un lado es una ventaja no definirlo, porque implica que no estamos repitiendo modelos; por otro lado muestra una falta de concreción que quizás lo deja demasiado abierto. El socialismo del siglo XXI, se defendió, tiene que ser del siglo XXI pero también tiene que ser socialismo. No puede fracasar en el elemento emancipador. […]”
La participación popular
«Otro de los elementos que parece caracterizar al socialismo del siglo XXI es la idea de la participación, que ha aparecido como un elemento central en lo que ha sido este proceso. Se planteó si los consejos comunales (véase el recuadro «Los consejos comunales») aunque son el ejemplo por excelencia de participación, no estarían respondiendo a una lógica muy poco participativa. Esto se explicaría porque o bien no funcionan o bien responden directamente al poder ejecutivo. Además está presente el problema de que corren el riesgo de ser cooptados por el partido, lo que de alguna manera genera problemas entre la lógica institucional del partido y la lógica social de los consejos comunales. […] Existe un profundo riesgo de que la lógica institucional limite a la lógica social, que ha tardado 30 años en construirse en este país, y que fue la que hizo posible la revolución y la que la defendió el 13 de abril (11)
«El último elemento apuntó a los modos y formas en que se debe articular la critica. Incluso entre los intelectuales comprometidos con el proceso, la crítica ha perdido parte del espacio que le corresponde, especialmente entre aquellos con alguna responsabilidad institucional. No es difícil encontrar en los medios del proceso comportamientos del socialismo del siglo XX, en los que se acusa de “contrarrevolucionario” o de “agente de la CIA” a cualquier persona, incluidas personas con una incuestionable semblanza revolucionaria, que formula críticas en voz alta. Esto debilita fuertemente al proceso, pues el gobierno deja de recibir insumos para su ajuste.»
«Esta pregunta se repitió con frecuencia: ¿Es posible que avance una revolución que no hace de la crítica el principal de sus motores? Se planteó que con esta reunión de los intelectuales afectos al proceso, la revolución se revisaba, a la vez que se fortalecía. Los asistentes se felicitaron por el hecho de que el Ejecutivo pusiera a disposición de la intelectualidad del proceso un ámbito para la crítica que en diez años no había tenido lugar. Igualmente insistieron en que con este evento quedaba demostrado que no es cierto el discurso del miedo a las críticas. Es igualmente falsa la denuncia de la oposición de que no hay libertad de expresión en Venezuela. Esta revolución es capaz de reinventarse constantemente gracias a los espacios de libertad existentes. […]»
«Los intelectuales —concepto que fue ampliamente criticado por los presentes como elitista— militan con el compromiso de que es necesario aunar teoría y práctica, no olvidando que la praxis hace a la teoría útil.»
Estas jornadas fueron transmitidas íntegramente por una cadena pública (TVES) en directo y retransmitidas después en diferido durante unos diez días. Algunos sectores del gobierno, y no de los menos importantes, criticaron con dureza tanto la iniciativa del CIM como los resultados de las jornadas. Entre ellos, en particular, Rafael Ramírez, ministro del petróleo, y Nicolás Maduro, ministro de relaciones exteriores, ambos altos responsables del PSUV. VEA, uno de los diarios chavistas, publicó varios artículos críticos con la iniciativa del CIM, afirmando que: «Fabrican encuentros de intelectuales cuyos pronunciamientos son confusos, dejan traslucir su resquemor por el liderazgo de Chávez, que ellos denominan “hiperliderazgo” o “cesarismo progresista”; sin duda, son chavistas sin Chávez, pero avergonzados de salir a la luz del día, de saltar definitivamente la talanquera.» (Publicado el 6 de junio de 2009 con la firma colectiva «Grano de maíz»)
Después de diez días de polémica en la prensa, tanto chavista como opositora, Hugo Chávez en su programa de televisión «Aló presidente» del 14 de junio, parecía dar la razón a quienes critican al Centro Internacional Miranda. Esto no hizo más que aumentar el interés del público en el evento: diferentes dirigentes sindicales obreros así como el Partido Comunista de Venezuela y el Patria Para Todos (partidos que apoyan al gobierno pero rechazan integrarse en el PSUV) salieron en defensa del CIM, afirmando que el aporte crítico de los intelectuales revolucionarios constituye una fuerza, un evento positivo. Por un momento se temió que el CIM fuera relegado o incluso cerrado pero, por el momento, esto no ocurrió. Lo que refleja una vez más complejidad de la evolución en curso en Venezuela, y que su gobierno no puede ser considerado totalitario.
Los consejos comunales
La ley titulada «Ley de los consejos comunales» LCC (12) fue sancionada sin un verdadero debate el 7 de abril de 2006. En su artículo 3 precisa: «La organización, funcionamiento y acción de los consejos comunales se rige conforme a los principios de corresponsabilidad, cooperación, solidaridad, transparencia, […] honestidad, eficacia, eficiencia, responsabilidad social, control social, equidad, justicia e igualdad social y de género.»
La asamblea de ciudadanos y ciudadanas, «la máxima instancia de decisión del consejo comunal» (art. 6), está integrada por los habitantes de la comunidad mayores de 15 años (Consejos comunales, Expresión del poder popular). El propio consejo comunal delimita su territorio y sus miembros son ad honorem (art. 12). Los diferentes ámbitos de intervención están definidos de la siguiente manera: «salud, educación, tierra urbana o rural, vivienda y hábitat, protección e igualdad social, economía popular, cultura, seguridad integral, medios de comunicación e información, recreación y deportes, alimentación, mesa técnica de agua, mesa técnica de energía y gas, servicios, y cualquier otro que considere la comunidad de acuerdo a sus necesidades.» (art. 9)
La institución de los consejos comunales en el 2006, bajo el impulso del presidente Hugo Chávez, está fuertemente marcada por la voluntad de instaurar la participación en la concepción y la realización de la política local. El gobierno puso grandes esperanzas en estos consejos, que concibe como «unidades territoriales de base de la participación popular y de autogobierno». El poder atribuido a los consejos comunales no es despreciable, puesto que da derecho a una «comunidad» a proponer y ejecutar proyectos que pueden, desde el primer año, llegar a los 30 millones de bolívares. Según las palabras del presidente, esta «explosión revolucionaria del poder popular» debe constituir la base realista y duradera de un nuevo tipo de Estado, de «un socialismo del siglo XXI».
Juan Leonel M. (FONDEMI, Fondo de desarrollo microfinanciero), evocando, en junio de 2007, los 15.000 Consejos ya formados, no oculta que las relaciones con las municipalidades son delicadas: «De hecho, los alcaldes, en fin, muchos de ellos, se oponen a este nuevo modo de elección y de organización de las comunidades. Ven a los consejos comunales como una organización que compite con su municipio. Pero actualmente la idea es que el poder constituido, que son los alcaldes, debe avanzar tomados de la mano, con el poder constituyente que son los consejos comunales. El Estado está en vías de llevar a cabo una revolución dentro del sistema estatal. El poder constituyente del pueblo debe ser el motor de este cambio. Los consejos comunales son la piedra angular del autogobierno comunal, donde el pueblo ejerce directamente el poder.» (Fragmentos de: Anne Florence Lopuzé, «Les conseils communaux au Venezuela: un outil d’émancipation politique?» in Olivier Compagnon, Julien Rebotier et Sandrine Revet (sous la direction de), Le Venezuela au-delà du mythe. Chavez, la démocratie, le changement social, Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, París, 2009.
La ley del 2006 sobre los consejos comunales está en vías de modificación, y es probable que próximamente sea reemplazada por una nueva ley, cuya elaboración está en curso. Para saber más sobre esta experiencia, recomendamos leer los trabajos de Martha Harnecker, residente en Venezuela, que ha dedicado estos últimos años a la experiencia de los consejos comunales. (13)
El PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) en vísperas de un congreso
El partido, fundado por Chávez en el año 2006, dio la impresión de que había abortado con el referéndum constitucional del 2007, dado que el número de venezolanos que votaron «Sí» era inferior al número de inscriptos oficialmente en el partido (14). Pero este juicio fue parcialmente desmentido en los meses siguientes, pues las reuniones en la base se multiplicaron, lo que llevó a la designación de candidatos a las elecciones municipales y los cargos de gobernador de los 23 estados que constituyen Venezuela. Aquí también el proceso es contradictorio, pues si bien la base ha tenido una participación dinámica, y ha designado los candidatos a las elecciones, lo cierto es que cuando, en otro registro, se trataba de la composición de la dirección del partido, la base no pudo elegir la totalidad de los dirigentes y fue Chávez quien puso en los cargos principales del partido (los 8 vicepresidentes del PSUV) a los ministros de su gobierno, lo cual creó una confusión perniciosa entre el Estado, el gobierno y el partido. Sobre esta cuestión crecen las críticas en el seno del PSUV sobre el hecho de que la animación y la dirección del partido, en el más alto nivel, sean responsabilidad de los ministros, que ya están recargados por su trabajo gubernamental. Además, su posición de ministros otorga a estos dirigentes el poder de influenciar desproporcionadamente las decisiones que toma el partido. Así mismo, pueden influir con más facilidad que otros sobre una fracción de los miembros del partido cuando son llamados a votar. Martha Harnecker expresa así una crítica que comparte un número importante de militantes: «Una de las cosas que a nosotros nos extraña y a los extranjeros supongo que les chocará muchísimo, especialmente en Europa, es que el Estado sea el instrumento con el cual se construye el partido. Eso es algo absolutamente contradictorio con nuestra visión de partido (15)
Gonzalo Gómez, militante del PSUV y cofundador de Aporrea, se inquieta: «Carecemos de estatutos, porque no se aprobaron, y el partido anda a capricho de las correlaciones de fuerzas eventuales, porque no hay reglas, las reglas aparecen en el transcurso del juego mismo. Eso debe ser cambiado garantizando la democratización plena de la organización y, por otro lado, está la relación con el Estado, con el poder popular y los movimientos sociales.» En lo concerniente a la relación entre el partido y el poder popular, al que llama también el «actor constituyente», agrega: «El partido puede aspirar a proponer y orientar, desde el acompañamiento a los movimientos sociales en la construcción del poder popular, pero no puede someter al poder popular: someter a ese actor constituyente por lo constituido.» (16)
El próximo congreso del PSUV (inicialmente convocado para el 10 de octubre de 2009 y luego postergado hasta fines de noviembre de 2009) plantea numerosos interrogantes. Los 7.253.691 militantes inscriptos en el PSUV son convocados a reunirse en estructuras de base, denominadas «patrullas», compuestas cada una por entre 20 y 30 miembros. Para que sea válida, cada reunión de una patrulla debe contar con la asistencia de más de la mitad de sus miembros. Cierto número de militantes expresan su inquietud: se preguntan cómo se puede organizar democráticamente un congreso que debe tratar tanto un programa como los estatutos y el balance de tres años de existencia, sin olvidar las perspectivas.
Las paradojas de la economía venezolana: el sector capitalista se desarrolla con más rapidez que el sector público y controla aún muy ampliamente la economía, a pesar de las nacionalizaciones
El peso del sector privado (ampliamente dominado por el sector capitalista) (17) en el producto interior de Venezuela pasó del 64,7 % en 1998 (en vísperas de la elección de Chávez como presidente) al 70,9 % en el tercer trimestre del 2008. (18)Aunque el gobierno ha nacionalizado un número significativo de empresas de gran tamaño en los sectores de la electricidad, de las telecomunicaciones, de la siderurgia, de la agroalimentación, del cemento y de la banca, el sector capitalista tuvo un crecimiento mayor que el público, lo cual explica que su peso relativo en el PIB haya aumentado (véase más arriba), mientras que el del sector público bajaba (del 34,8 % en 1998 al 29,1 % en el 2008). (19)
Esto se explica, en particular, por el tipo de utilización de la renta petrolera. Una aplastante mayoría de los recursos del Estado venezolano provienen de la exportación de petróleo. El gobierno emplea masivamente estos recursos para mejorar las condiciones de vida de la mayoría pobre de la población (así como de otros sectores de ingresos medios) en los ámbitos de la salud (con resultados impresionantes), de la educación (idem), de la provisión de productos básicos a precios comprimidos a través de los canales de distribución y de comercialización Mercal(20) y Pdval (21) (alimentos y otros bienes de primera necesidad para las familias), de la construcción de viviendas, de la construcción de infraestructuras y de medios de comunicación colectiva (metro, tren), del aumento de los salarios en la función pública, del aumento del número de becas y rentas sociales, sin olvidar los gastos en los sectores de la cultura y los deportes, y la distribución de subvenciones importantes a las cooperativas y los consejos comunales.
El resultado es indiscutiblemente positivo: la proporción de venezolanos que viven por debajo del umbral de la pobreza se ha reducido a la mitad entre el 2003 y el 2008, pasando del 62,1 % al 31,5 % de la población. En cuanto a las personas en situación de pobreza extrema, la proporción se redujo dos tercios, pasando del 29 % en el 2003 al 9,1 % en el 2008 (22) El analfabetismo tuvo una fuerte disminución, el nivel de formación aumentó, el acceso a la atención sanitaria gratuita tuvo un alto aumento, el consumo de masa aumentó…
Pero el sector capitalista se beneficia también largamente de estos gastos gubernamentales, pues es quien domina, de lejos, la banca, el comercio y la industria alimentaria. El dinero suplementario que llega al pueblo proveniente de los gastos gubernamentales acaba concentrándose en los bolsillos de los capitalistas, pues es en los bancos capitalistas donde los particulares (y también las cooperativas, los consejos comunales, las municipalidades y otros numerosos entes públicos) depositan su dinero. Son bancos capitalistas los que emiten la moneda de crédito al consumo bajo la forma de tarjetas de crédito y que mantienen una parte creciente del consumo (cobrando unas elevadas tasas de interés). Son las empresas capitalistas de la industria alimentaria las que producen o comercializan la mayor parte de los productos alimentarios consumidos por las masas. Son las empresas capitalistas importadoras las que hacen llegar del exterior —a un tipo de cambio oficial muy favorable— los variadísimos productos importados que consumen los venezolanos (por otra parte, estas firmas organizan un comercio import-export fraudulento masivo entre Venezuela y Colombia que hace perder ingresos al Estado aumentando los beneficios capitalistas). Son las cadenas privadas de grandes superficies que aún dominan el comercio, aun si Mercal y Pdval tienen un papel no despreciable en la distribución de productos de base. Cuando el Estado nacionaliza empresas privadas pertenecientes al capital nacional, es a capitalistas locales a los que paga indemnizaciones de recompra.(22)
En síntesis, el sector capitalista sigue absorbiendo la mayor parte de los gastos que hace el Estado a favor de la población pobre o de ingresos medios.
Según un estudio de Mark Weisbrot y Luis Sandoval (23)cuyo contenido es, por otra parte, muy favorable al gobierno de Chávez, el sector financiero privado ha tenido un crecimiento del 37,9 % en el 2004, del 34,6 % en el 2005 y del 39,2 % en el 2006, mientras que el sector público (todos los sectores juntos) no creció más que el 12,5 % en el 2004, el 4,1 % en el 2005 y el 2,9 % en el 2006.
Como ha escrito Víctor Álvarez: «En el anterior período gubernamental del presidente Chávez (2000-2006), la mayoría de los incentivos financieros, fiscales, cambiarios, compras públicas, asistencia técnica, etc. fueron dirigidos al aparato productivo existente, conformado fundamentalmente por empresas mercantiles, las cuales reproducen el modo de producción capitalista que, paradójicamente, es el que se quiere superar y trascender.»
Estamos muy lejos de las afirmaciones de la prensa dominante, que ve en la gestión de Hugo Chávez una estatización galopante de la economía venezolana.
Un problema adicional, antes mencionado, se debe a una política de sobrevaloración de la moneda venezolana con respecto al dólar. Esto requiere una explicación. Desde el año 2003, las empresas que quieren importar mercaderías y servicios deben comprar los dólares a una administración del Estado llamada CADIVI. Esta medida, tomada para luchar contra la fuga de capitales, es útil. El problema es que el tipo de cambio entre el bolívar y el dólar sobrevalora el primero. En efecto, esto agrava un comportamiento perverso: para un capitalista que dispone de una suma importante de bolívares, es más rentable cambiarlos por dólares, que compra al Estado a bajo precio, y comprar bienes en Estados Unidos o en otra parte, que producirlos en el país. Por lo tanto, la política del bolívar sobrevaluado inhibe la inversión productiva y favorece la actividad comercial volcada a la importación frenética de mercancías (24) ny su venta en las grandes redes privadas de distribución. De hecho, esta importación masiva está subvencionada por el Estado, dado que éste vende al sector privado a bajo precio unos dólares acumulados gracias a la exportación de petróleo. Así mismo, habría que analizar el papel de esta política del bolívar sobrevaluado y del alto nivel de importaciones sobre la tasa de inflación, particularmente alta en estos últimos años. Una inflación que se come los aumentos salariales dispuestos por el gobierno.
Un ejemplo de la naturaleza viciosa de esta política cambiaria y de los regalos que el gobierno hace a los bancos privados. El Estado venezolano compró títulos de la deuda emitidos por Argentina en 2004-2005. El problema es que vendió una parte de estos títulos, denominados en dólares, a los bancos privados. Éstos los pagaron en bolívares al tipo de cambio oficial sobrevaluado. ¿Qué hicieron con ellos algunos (o muchos) compradores? Los vendieron en Estados Unidos o en otra parte en dólares. Esto les permitió eludir el control sobre los movimientos de salida de capitales que ejerce el Estado venezolano. Es decir, oficialmente no exportaron capitales, no hicieron más que sacar del país títulos de la deuda argentina. Otras maniobras astutas de los bancos han podido brindarles jugosos beneficios, sería largo de detallar.
En conclusión, aunque el Estado trata de poner en marcha una política de desarrollo endógeno (esto es, volcado a la satisfacción de la demanda interna mediante la producción cada vez mayor dentro del país), la manera de operar la redistribución de la renta petrolera tiende a reforzar el sector capitalista y su comportamiento importador.
En su intervención en el encuentro de intelectuales organizado por el CIM, el escritor y jurista Luis Britto resumió así la situación: «Vivimos en una sociedad dual y yo digo en una fábula que hice que cuando uno intenta hacer un sistema mixto con gallinas y con zorros en un mismo gallinero, a la semana sólo quedarán zorros y además se comerán al granjero.» (25)
Algunas pistas para avanzar hacia una transición al socialismo del siglo XXI en Venezuela (26)
Una de las soluciones que se pueden poner en marcha a fin de que el Estado pueda recuperar (en lugar del actual sistema bancario privado) una parte sustancial de lo que distribuye (o destina) consiste en transferir al sector público (nacionalizar) la mayor parte o la totalidad del sector bancario capitalista venezolano (27) Recuperando de este modo una parte de lo que distribuye (a partir de la renta petrolera), podrá reinvertirla en la economía en forma de gastos sociales o de inversiones productivas, a fin de crear un círculo virtuoso de acumulación y de desarrollo de un sector público de la economía, así como de otras formas de propiedad que se ha de apoyar y reforzar (pequeña propiedad privada, propiedad cooperativa, formas tradicionales de propiedad de las comunidades indígenas, etc.)
Una segunda medida podría consistir en la estatización del comercio exterior, a fin de evitar que una gran parte de los beneficios del mismo sea desviada hacia la acumulación capitalista o hacia el exterior vía la fuga de capitales. Habría que establecer así mismo una serie de estímulos de diferentes tipos (impuestos, subvenciones, prioridades en las compras del Estado, etc.) a favor del sector no capitalista de la economía (naturalmente, incluida la pequeña propiedad privada). (28)
Pero lo que es absolutamente esencial es establecer unos mecanismos para evitar dos grandes escollos: 1) El monopolio de las decisiones por la burocracia del Estado, y 2) la emergencia de una nueva burguesía desde las entrañas del chavismo, lo que ya se denomina popularmente la «boliburguesía» (de burguesía bolivariana, la parte de los dirigentes chavistas que se benefician de sus funciones acumulando un capital). (29) Entre estos mecanismos citemos: fijación de un límite al abanico de salarios (por ejemplo, entre 1 y 6) reduciendo los más altos y aumentando el mínimo, así como los salarios medios; la obligación de los mandatarios y altos funcionarios de presentar una declaración anual de los ingresos globales (salarios, remuneraciones y otros ingresos) y del patrimonio (pues la acumulación de capital por los burócratas pasa a menudo por cobros bajo mano que aparecen en el patrimonio); la obligación de los ciudadanos de declarar las diferentes cuentas bancarias que tengan en el país y en el exterior (levantamiento del secreto bancario); un fuerte aumento de la progresividad del impuesto sobre los ingresos.
Un remedio indispensable, y ciertamente el más eficaz, es la aplicación de una política de control obrero y de control ciudadano de la contabilidad y la gestión de las empresas y de las instituciones públicas. Esto permite imponer la transparencia de la gestión (a fin de evitar los desvíos, el derroche, e empleo de los recursos de las empresas e instituciones en proyectos que no se justifiquen desde un punto de vista social, ambiental, etc.) mediante una política de auditoría integral, en la cual deben participar activamente los trabajadores y los usuarios de los servicios. Esto implica también la dotación de los organismos de control, y de las personas que forman parte de éstos, de la formación necesaria para pasar del control a la autogestión de las empresas (manteniendo siempre un control externo). Toda esta batalla por el control obrero, por el control ciudadano (control de usuario), por la autogestión forma parte de la construcción de órganos de poder popular. Habría que encontrar la forma adecuada para que el desarrollo de estos órganos no se limite a una visión fragmentada, lo cual plantea el problema de la construcción de una federación nacional de órganos de control y de poder popular.
Por otra parte, es también vital mejorar la formación de los gestores de las empresas públicas. Pues las nacionalizaciones requieren la creación de una reserva de reclutamiento de cuadros de alto nivel técnico y de una sólida formación política y social, que también tengan una formación ética. En efecto, para acelerar el ritmo de las nacionalizaciones, es necesario crear al mismo tiempo una reserva de cuadros y desarrollar, como se ha dicho más arriba, una política de control obrero y ciudadano. En caso contrario, se corre el riesgo de crear empresas públicas ineficaces, cuando no corruptas.
Algunas observaciones suplementarias concernientes a Venezuela
Reducir la dependencia de los hidrocarburos y de Estados Unidos
Uno de los desafíos a los que se enfrentaron varios gobiernos anteriores, así como el de Hugo Chávez, es la diversificación del aparato productivo a fin de salir de una extrema dependencia de los hidrocarburos (demás está decir que esto vale para la mayoría de los grandes exportadores de petróleo). Es por esto por lo que, en los años 60, se creó una empresa como SIDOR. Más tarde, en el curso de los años 80 y 90, los gobiernos neoliberales (30) privatizaron muchas empresas públicas, como SIDOR, y recurrieron a las inversiones extranjeras para diversificar la economía. Fue un fracaso.
En estos últimos años, el gobierno de Hugo Chávez trató a su manera de diversificar el aparato productivo con las siguientes medidas:
1. Desarrollo y refuerzo de un polo siderúrgico y metalúrgico aplicando una política de sustitución de importaciones (por ejemplo, Venezuela producirá los tubos necesarios para sus oleoductos, que hasta ahora son importados; con ayuda de China, ampliará la red y fabricará material rodante);
2. Apoyo a la producción agrícola local para acercarse tanto como se pueda a una situación de soberanía alimentaria, cuando cerca del 90 % de los alimentos consumidos en el país son importados (herencia de décadas de empleo de los recursos petroleros para importar todo lo que Venezuela necesitaba);
3. Desarrollo de la industria petroquímica;
4. Mejora de la producción y de la distribución de electricidad, obtenida en su mayor parte a partir de la energía hidráulica (felizmente, no a partir del petróleo). En este aspecto, al contrario de las intenciones oficiales, hay que evitar lanzarse a la producción de electricidad por centrales nucleares;
5. Nacionalización de la industria cementera a fin de desarrollar la política de construcción de viviendas.
En cuanto a la voluntad de reducir la dependencia del petróleo, Venezuela trata también de disminuir la parte de sus exportaciones destinadas a Estados Unidos, (31) su principal comprador de hidrocarburos, intentando reforzar las ventas a China (según fuentes gubernamentales, se espera que este país compre tanto como Estados Unidos de aquí al 2014, una meta que parece difícil alcanzar).
Política agraria
Se ha llevado a cabo una reforma agraria, (32)las cooperativas y las pequeñas explotaciones agrícolas reciben importantes subvenciones, pero se parte de una situación muy difícil. El peso de la agricultura en el PIB es muy débil (33) y, aparte de excepciones muy importantes (como, por ejemplo, las regiones de grandes huertas de los Andes), (34) Venezuela es uno de los países en los que el campesinado está considerablemente debilitado debido a la aplicación durante décadas del modelo importador.
¿Cómo reconstituir un campesinado que asegure la soberanía alimentaria de una población que llegará a los 30 millones en los próximos años? Hay que reconocer que es muy difícil resolver el problema. Para ello, es necesario que el Estado ponga en marcha una amplia batería de medidas de estímulo, entre las cuales: una mejora sustancial de la calidad de los servicios públicos en zonas rurales para reducir el éxodo rural; el aporte de una ayuda a diferentes niveles a la agricultura familiar y otras formas tradicionales de producción agrícola, sin ejercer una presión exagerada a favor de las cooperativas (35) el desarrollo de una red pública para la comercialización de los productos de los campesinos, que asegure la estabilidad de la salida y precios suficientemente altos para estimularlos y ponerlos fuera del alcance de las garras de las redes privadas, que imponen su precio a los productores, y asegurarles unos márgenes de beneficio mucho más altos. (36)
Michael Lebowitz ha hecho unas propuesta concernientes a la política agrícola en Venezuela que se tendría que poner en práctica para mejorar la situación: «Teniendo en cuenta el contrabando existente debido a un bolívar sobrevaluado y el desvío de mercancía vía mercado negro, no es apropiado subsidiar a través del suministro gratis de insumos, tales como medios de producción o subsidios monetarios directos, a la producción agrícola (excepto en la caso de que se establezcan nuevas instalaciones productivas). ¿Por qué? Porque dadas las circunstancias, no hay ningún control que asegure que los productos se dirijan al lugar apropiado —sobre todo con la falta de mecanismos de seguimiento y vigilancia que involucran costos de transacción muy importantes.
»Por lo tanto, para asegurar que los subsidios resulten en un verdadero incremento de alimentos en el mercado nacional y a precios apropiados, la mejor forma de subsidio es a través de una agencia del Estado que compre los productos a un precio determinado. Esta agencia estatal puede otorgar un precio a los productores que estimule la producción y luego puede hacer que estos artículos sean vendidos a la población en general través de la red de Mercal a precios más bajos que lo que pagó a los productores.» (37)
Política del gobierno venezolano en materia de endeudamiento
El peso de la deuda pública con respecto al PIB ha bajado en el curso de los últimos años, pero hay que señalar que el gobierno de Hugo Chávez sigue sin ordenar la realización de una auditoria integral de la deuda pública a pesar de que se comprometió a hacerlo en varias ocasiones. (38) Una parte de la deuda, que Venezuela sigue pagando, fue heredada del régimen anterior (la IV República) y está muy tachada de fraude. Pero no es necesario atenerse a las deudas contraídas por los gobiernos anteriores a la V República, instituida en 1999. En efecto, es muy importante para el gobierno que demuestre a la ciudadanía que está dispuesto a auditar su propia política de endeudamiento.
Además, no se puede dejar interrogarse sobre la oportunidad de contraer nuevas deudas en un momento en el que el precio del barril de petróleo era elevado y en el que no faltaba liquidez. Sin embargo, PDVSA se endeudó por un monto de 12.000 millones de dólares en el 2006 emitiendo títulos en los mercados financieros internacionales. ¿Cómo justificar esta medida que no fue discutida en la Asamblea nacional? Con un precio del barril en baja desde julio de 2008 (aun si su nivel actual —entre 50 y 70 dólares el barril en el verano del 2009— pone a Venezuela fuera de peligro inmediato), los desembolsos que debe efectuar PDVSA ¿no recargan su presupuesto? ¿No reducen exageradamente su liquidez? ¿Por qué endeudarse y transferir intereses a los mercados financieros privados internacionales (o nacionales), si se dispone de suficiente liquidez para no tener que recurrir al empréstito? Lamentablemente, estas preguntas siguen sin respuesta.
Hay que destacar que Hugo Chávez pone el acento en el desarrollo endógeno del país, que define como «autocentrado, basado en los recursos propios y consubstancial del retorno con fuerza a la escala nacional». Reducir el endeudamiento exterior de PDVSA tendría que constituir una aplicación de esta definición tan interesante.
La defensa de Venezuela frente al peligro de agresión exterior y a la amenaza de los paramilitares colombianos en territorio venezolano
Ante la agresividad de Estados Unidos y de Colombia (las fuerzas armadas colombianas son muy superiores a la venezolanas y es público y notorio que paramilitares colombianos ya están presentes en territorio venezolano, por ejemplo, en el estado de Tachira, al suroeste del país) la población es cada vez más consciente de la necesidad de prepararse para afrontar posibles ataques.
Hay que recordar que, para hacer frente al putsch del 11 de abril de 2002, el pueblo no disponía de armas. Fueron centenares de miles de personas desarmadas las que rodearon los cuarteles, el palacio presidencial, las radios y la TV cómplices del golpe. Muchos militantes no quieren que esta situación se repita, tanto más cuando los enemigos del proceso han aprendido la lección del fracaso del golpe.
El general Alberto Müller Rojas, miembro de la dirección del PSUV, dice en un editorial de A la Izquierda, revista del partido, que hay que imaginar «una agresión armada […] en la cual nuestro pueblo tendría que enfrentar fuerzas no sólo cuantitativamente mayores, sino cualitativamente superiores. Y habría un agravante. Las hostilidades contarían con el apoyo de factores de poder internos…». Más adelante agrega: «Y la respuesta de nuestra organización no puede ser otra que la promoción de un debate sobre el problema en el marco de las organizaciones populares.» (39). Por su parte, Stalin Pérez Borge, dirigente de Marea Socialista y responsable sindical, escribe: «… la única respuesta es el pueblo en armas. Es necesario que nosotros, los trabajadores, nos incorporemos de inmediato a la Milicia Bolivariana para formar lo más pronto posible los batallones obreros.» (40)
Traducido por Raúl Quiroz
Notas
(1) El «no» en el referéndum constitucional promovido por Chávez el 2 de diciembre de 2007 recogió el 51 % de los votos contra el 49 % del «sí». Fue el único fracaso «electoral» de Chávez entre 1998 y 2009. Véase Eric Toussaint, «Transformar el fracaso del 2 de diciembre de 2007 en una potente palanca para impulsar el proceso en curso en la Venezuela de Hugo Chávez», http://www.cadtm.org/Transformar-el-fracaso-del-2-de
(2) Hay que destacar que en Francia no había, hasta julio de 2008, límite para el número de mandatos consecutivos; actualmente este límite es de dos mandatos consecutivos. En España no existe ninguna limitación.
(3) http://voixdusud.blogspot.com/2009/03/lindustrie-alimentaire-dans-la.html
(4) De todos modos, hay que destacar un elemento estructural muy positivo en Venezuela: la electricidad proviene en su casi totalidad de la energía hidráulica. El uso de combustibles fósiles es absolutamente marginal y no hay ninguna central nuclear.
(5) Véase un video muy interesante de la manifestación, con entrevistas a varios dirigentes sindicales en el sitio de Marea Socialista: http://mareasocialista.com/trabajadores-372.html
(6) Para saber más sobre las iniciativas o las tomas de posición en materia de control obrero en Venezuela, léase, en especial, los números 19, 20 y 21 de la revista Marea Socialista, julio-agosto de 2009, que presenta la situación en SIDOR, Corpoelec, Cadafe, las cementeras, Cafeaca, Alcasa, Carbonorca, etc. http://mareasocialista.com/
(7) Este ha sido, en particular, el caso el 21 de mayo de 2009, durante una reunión de Hugo Chávez con los 400 delegados de la industria del acero y del aluminio realizada en el estado de Guayana. Otra reunión para concretar los compromisos asumidos en el curso de esta importante asamblea tuvo lugar el 21 de agosto en el marco del «Plan Guayana socialista 2019». Véase Marea Socialista, nº 22, p. 3.
(8) Todas las intervenciones, que en total llenan más de 300 páginas, son accesibles en español en el sitio www.aporrea.org y han sido publicadas en el número cero de la revista La Comuna, con fecha julio-agosto-septiembre de 2009. Hay que señalar que el sitio www.aporrea.org, creado justo después del fracaso del golpe de Estado de abril del 2002 por un grupo militante en torno a Gonzalo Gómez (por otra parte, fundador del CADTM Venezuela), desempeña un papel muy importante en el plano de la información y de los debates sobre el proceso en curso. Supera el millón de visitas mensuales. Así mismo, varias intervenciones pueden verse en el sitio www.cadtm.org y en www.rebelión.org
(9) Véase la síntesis completa en http://www.cadtm.org/Venezuela-premiere-synthese-de-la
(10) Comisión nacional de telecomunicaciones, instancia independiente de regulación.
(11) Fecha del retorno de Chávez al poder (después del golpe de Estado del 11 de abril de 2002) tras la movilización masiva y espontánea de la población.
(12) http://www.tecnoiuris.com/venezuela/gaceta-oficial/administrativo/ley-de-los-consejos-comunales.html
(13) Véase Martha Harnecker, «De los consejos comunales a las comunas», http://www.rebelion.org/docs/83276.pdf . Este estudio, de 61 páginas, contiene une bibliografía de los 21 trabajos de Harnecker sobre el tema de la participación popular. Véase también, de la misma autora, «Las Comunas, sus problemas y cómo enfrentarlos».
(14) Oficialmente, seis millones de venezolanos estaban afiliados al PSUV en el momento del referéndum del 2 de diciembre de 2007. Pero el «Sí» obtuvo sólo un poco más de cuatro millones de votos, algunos de los cuales evidentemente no provenían de militantes del PSUV, puesto que el PCV (Partido Comunista de Venezuela) y el PPT (Patria Para Todos) también llamaban a votar «Sí». Por lo menos, dos millones de afiliados del PSUV no votaron «Sí». En la fase de lanzamiento del partido, se fijó a los ministerios unas cuotas de inscripciones de nuevos miembros que debían lograr, lo que ha viciado el proceso y abultado el número de partidarios sin que ello correspondiera a la cantidad real de venezolanos que pensaban adherirse al partido.
(15) Intervención de Martha Harnecker en el encuentro «Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura», organizado por el CIM, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88031
(16) Intervención de Gonzalo Gómez en dicho encuentro http://www.aporrea.org/actualidad/n136570.html
(17) La parte de la economía social en el seno del sector privado es muy débil:, por ejemplo, del 0,5 % del producto interior bruto en 1998 pasó al 1,6 % a fines del 2008. Sobre un total de 11.692.071 personas activas a finales del 2008, sólo 201.773 trabajaban en las cooperativas de la economía social. Es decir, apenas el 1,7 %.
(18) Véase Víctor Álvarez, «La transformación del modelo productivo venezolano: balance de diez años de gobierno», Revista La Comuna n° 0, pp. 37 à 55. Víctor Álvarez fue ministro de Industrias de base del gobierno de Chávez, de enero de 2006 a agosto de 2007.
(19) Hay que añadir un matiz importante: hasta el 2002, aunque pública, PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.) había evolucionado hacia una gestión favorable al sector privado. Por lo demás, una gran parte de sus ingresos se declaraban y pagaban impuestos en Estados Unidos. Las medidas tomadas por el gobierno de Chávez a partir del 2002 permitieron recuperar la gestión de la empresa por el Estado, lo que se tradujo en un fuerte aumento de ingresos, que se destinaron a continuación a las políticas sociales.
(20) La Misión Mercal (MERCado de ALimentos) es uno de los programas sociales incentivados por el gobierno venezolano. Creada oficialmente el 24 de abril de 2003, la Misión Mercal está destinada al sector alimentario, dependiente del Ministerio de la Alimentación. El programa consiste en construir y dotar almacenes y supermercados con alimentos y otros productos de primera necesidad a bajos precios para que sean accesibles a la población más necesitada. Los alimentos están subvencionados y llegan a los estantes sin intermediarios, de manera que los precios ofrecidos suelen tener un descuento de entre el 30 y el 45 por ciento de los observados en las otras cadenas de distribución. http://es.wikipedia.org/wiki/Misi%C3%B3n_Mercal
(21) Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval), creada en enero de 2008 http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=117377
(22) Citado por Víctor Álvarez.
(23) Véase Mark Weisbrot y Luis Sandoval, La Economía venezolana en tiempos de Chávez, Center for Economic and Policy Research, Washington, 2007, www.cepr.net
(24) Una anécdota personal: me quedé estupefacto al ver, a finales de noviembre de 2006, en los barrios de clase media de Caracas, puntos de venta de miles de árboles de navidad importados de Canadá. Los comercios también vendían, en gran cantidad, sistemas para esparcir nieve química sobre los pinos. Hay que tener en cuenta que para esas fechas la temperatura media en Caracas es de más de 20 grados. El bolívar sobrevaluado hace absolutamente rentable la importación masiva de los pinos provenientes del gran Norte. Es verdad que Hugo Chávez critica este modelo de importación sistemática, tanto más, —dice—, cuanto que esto corresponde a unos hábitos culturales (por ejemplo, el papá Noel) también importados y adoptados en detrimento de las tradiciones locales.
(25) Véase http://www.cadtm.org/IMG/article_PDF/article_a4492.pdf y Martha Harnecker, «Selección de las opiniones más destacadas de los intelectuales reunidos en el CIM», http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88131, que presenta extractos de diferentes intervenciones realizadas en el curso del encuentro de intelectuales organizado par el CIM a principios de junio de 2009.
(26) Las recomendaciones que siguen son válidas también para Ecuador y Bolivia (cuya evolución reciente se analizará más adelante), aunque la situación en Venezuela es más favorable, desde muchos puntos de vista, para su aplicación.
(27) Ha tomado una primera medida en ese sentido en el 2009 al nacionalizar el Banco de Venezuela.
(28) En este sentido, véanse las propuestas de Víctor Álvarez en la parte final del documento antes citado.
(28) Roberto López, profesor en la universidad de Zulia, critica un proceso «en el cual sectores empresariales privados, que no son necesariamente los que están tratando de derrocar al gobierno, sino los sectores empresariales privados aliados a la burocracia bolivariana, que se han hecho multimillonarios en este período. Habría que hacer un análisis de los grupos empresariales y de la relación con los haberes económicos de muchos dirigentes y próceres del proceso. Pareciera que hay una nueva burguesía bolivariana asociada a sectores empresariales. Por ejemplo, un hecho que conozco casi directamente es el de las empresas contratistas que acaban de ser nacionalizadas, expropiadas en la Costa Oriental del Lago, donde prácticamente en todas esas empresas estaban empresarios que habían participado en el golpe, en el paro petrolero y todos estaban asociados con dirigentes del PSUV, con dirigentes de la revolución, con diputados, gobernadores bolivarianos, etc.» Véase: http://www.aporrea.org/actualidad/n136767.html
(30) Entre ellos, la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, cuando se aplicó en 1989 un plan de ajuste estructural impuesto por el FMI, que provocó la enorme sublevación popular del 27 de febrero de 1989, que fue sangrientamente reprimida. Pérez era por entonces vicepresidente de la Internacional Socialista.
(31) Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 1999 las exportaciones a Estados Unidos representaban el 47,36 % del total y las importaciones provenientes de este país representaban el 40,61 % del total. En el 2007, los porcentajes respectivos pasaron al 52,4% y al 25,8 %.
(32) Se recuperó 2.675.732 hectáreas pertenecientes a los grandes propietarios rurales (latifundistas) y se concedió a los campesinos títulos de propiedad agraria y títulos de adjudicación por un total de 1.862.247 hectáreas a finales del 2008.
(33) El sector agrícola representa apenas el 4,39 % del PIB, mientras que en Colombia llega al 12,1 % del PIB. La media en Latinoamérica es del 6,22 % del PIB.
(34) Véase Alexandra Angelaume y Jean Christian Talet, «Mutation maraîchère et accompagnement institutionnel dans les Andes vénézuéliennes (1950-2007) in Olivier Compagnon, Julien Rebotier y Sandrine Revet (bajo la dirección de), Le Venezuela au-delà du mythe. Chavez, la démocratie, le changement social, Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, París, 2009, segunda parte, cap. 4.
(35) En efecto, el balance de la creación de muy numerosas cooperativas agrícolas (y otras) es particularmente moderada en Venezuela (como había sido el caso en una serie de países que dieron prioridad a las cooperativas con respecto a la explotación individual familiar).
(36) Como se ha visto, no son más que los pequeños productores europeos de leche los que se han enfrentado a este tipo de problema, que ha provocado movimientos de lucha en Francia, Bélgica y Alemania en 2008 y 2009.
(37) Michael Lebowitz, «De los subsidios agrícolas a la soberanía alimentaria», 2 de febrero de 2008,
(38) Hugo Chávez anunció el lanzamiento de una auditoría de la deuda con ocasión de un encuentro con un centenar de delegados de los movimientos sociales del mundo entero, en enero del 2006, al final de la 6ª edición del Foro Social Mundial, realizada de manera descentralizada en Caracas, Bamako y Karachi. El autor estuvo presente en dicha reunión, que por otra parte fue íntegramente transmitida en directo por la televisión pública. También se comprometió a finales del año 2008 en el marco de una reunión del ALBA.
(39) A la Izquierda, nº 19.
(40) Marea Socialista, nº 21, 28 de julio de 2009
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Marco-Ominami y el Financiamiento de la Educación Superior…
Hoy 29 de Septiembre debí representar, en el Seminario organizado por SOFOFA y Universidad Finis Terrae, la candidatura a Presidente de Marco Henríquez Ominami. Se publica aquí el texto que resume nuestras proposiciones al respecto y que me correspondió exponer y explicar en ese evento universitario. E. Aquevedo.
La Educación Superior y el desarrollo de la Ciencia y Tecnología en Chile, incluyendo los procesos de innovación tecnológica, se sitúan en un nivel de gran precariedad en relación con los estándares internacionales, y sobre todo en relación con las urgentes necesidades de un desarrollo sustentable e integrado para nuestro país. En las líneas que siguen se proponen incrementos indispensables del gasto público para enfrentar inicialmente dichas precariedades.
1. EDUCACION SUPERIOR (ES).
La ES en Chile ha tenido una tendencia declinante desde el punto de vista del gasto público dentro del PIB. En 1973 la ES ocupaba el 1,81% de PIB, reduciéndose al 0,45% en 1990, y a sólo un 0,3% en 2008. Considerando el conjunto del gasto público y privado, se llega al 1,5% del PIB, lo que es inferior a lo logrado hace poco más de 3 décadas atrás. Esto se traduce en términos de presupuesto en que mientras el Estado cubría el 90,6% del gasto en ES en 1970, en 1990 cae a sólo el 40,9%, y en 2008 la cifra llega sólo al 18%. Esto se compara muy desventajosamente con otros países altamente privatizados, como Corea del Sur (20 % financiado por el Estado) y EE.UU. (35% financiado por el Estado).
Lo dicho anteriormente obliga a un esfuerzo público considerable por razones académicas y socio-económicas múltiples. Nos parece que el gasto público en ES dentro del PIB debiera incrementarse desde el 0,3% actual hasta un 1% dentro del próximo periodo de gobierno. Ello debiera permitir pasar de un financiamiento público de la ES del 18% actual, hasta un indispensable 50%.
2. INVESTIGACION Y DESARROLLO (I+D).
La situación de Chile, con un 0,7% del PIB destinado a este rubro, se sitúa en un nivel intermedio en la región, aproximadamente similar a Argentina, Costa Rica y Uruguay, pero inferior a Brasil y Cuba que invierten aproximadamente un 1% del PIB. Estas cifras son bajas en relación con los países de desarrollo intermedio más dinámicos (Corea, Taiwan, Singapur, etc., que gastan por sobre el 2% del PIB), y en todo caso muy bajas respecto a sus necesidades de aumentar el desarrollo socio-económico del país en la misma perspectiva de sustentabilidad ya señalada. El gobierno de R. Lagos ya se propuso incrementar el gasto hasta un 1,2% de PIB, y el de M. Bachelet señaló el 1% como meta.
Un nuevo gobierno realmente comprometido con dar un salto en esta materia debiera alcanzar efectivamente un 1,4% del PIB que permita superar significativamente los evidentes rezagos en esta materia.
3. INNOVACIÓN TECNOLOGICA.
La innovación tecnológica en Chile evidencia también un rezago importante respecto a los estándares internacionales comparables y a las necesidades del desarrollo nacional. El conjunto de actividades ligadas a este ámbito (asumidas por Corfo, Fondef, Conicyt, etc.) representan, en efecto, no más de un tercio de lo destinado a I+D, es decir, aproximadamente un 0,25% del PIB. En este rubro la inversión privada y pública son extremadamente bajas.
Proponemos en consecuencia que este esfuerzo se incremente al menos en el doble (0,5% del PIB) en un periodo de 4 años.
Chomsky: América Latina es el lugar más estimulante del mundo…
David Brooks, Hermann Bellinghausen y Luis Hernández
América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo, dice Noam Chomsky. Hay aquí una resistencia real al imperio; no existen muchas regiones de las que pueda afirmarse lo mismo.
Entrevistado por La Jornada, uno de los intelectuales disidentes más relevantes de nuestros tiempos señala que la esperanza en el cambio anunciada por Barack Obama es una ilusión, ya que son las instituciones y no los individuos los que determinan el rumbo de la política. A lo sumo, lo que el mandatario representa es un giro desde la extrema derecha al centro de la política tradicional estadunidense.
Presente en México para celebrar los 25 años de La Jornada, el autor de más cien libros, el lingüista, crítico antimperialista, analista del papel que desempeñan los medios de comunicación en la manufactura
del consenso, explica cómo la guerra a las drogas se inició en Estados Unidos como parte de una ofensiva conservadora contra la revolución cultural y la oposición a la invasión de Vietnam.
A continuación, presentamos la transcripción completa de sus declaraciones.
América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo. Por primera vez en 500 años hay movimientos hacia una verdadera independencia y separación del mundo imperial; se están integrando países que históricamente han estado separados. Esta integración es un prerrequisito para la independencia. Históricamente, Estados Unidos ha derrocado un gobierno tras otro; ahora ya no puede hacerlo.
Brasil es un ejemplo interesante. Hacia principios de los 60, los programas de (Joao) Goulart no eran tan diferentes de los de (Luiz Inacio) Lula. En aquel caso, el gobierno de (John F.) Kennedy organizó un golpe de Estado militar. Así, el Estado de seguridad nacional se propagó por toda la región como una plaga. Hoy día Lula es el muchacho bueno, al que están tratando de cultivar, en reacción a los gobiernos más militantes en la región. En Estados Unidos no publican los comentarios de Lula favorables a (Hugo) Chávez o a Evo Morales. Los silencian porque no son el modelo.
Hay un movimiento hacia la unificación regional: se empiezan a formar instituciones que, aunque no funcionan del todo, comienzan a existir. Es el caso de Mercosur y Unasur.
Otro caso notable en la región es el de Bolivia. Después del referendo hubo una gran victoria, y también una sublevación bastante violenta en las provincias de la Media Luna, donde están los gobernadores tradicionales, blancos. Un par de docenas de personas murieron. Hubo una reunión regional en Santiago de Chile donde se expresó un gran apoyo a Morales y una firme condena a la violencia, y Morales respondió con una declaración importante. Dijo que era la primera vez en la historia de América Latina, desde la conquista europea, en que los pueblos habían tomado el destino de sus países en sus propias manos sin el control de un poder extranjero, o sea Washington. Esa declaración no fue publicada en Estados Unidos.
Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí. Estados Unidos sigue tolerando el golpe militar en Honduras, aunque es significativo que no lo pueda apoyar abiertamente.
Otro cambio, aunque atropellado, es la superación de la patología real en América Latina, probablemente la región más desigual del mundo. Es una región muy rica, siempre gobernada por una pequeña elite europeizada, que no asume ninguna responsabilidad con el resto de sus respectivos países. Se puede ver en cosas muy simples, como el flujo internacional de capital y bienes. En América Latina la fuga de capitales es casi igual a la de la deuda. El contraste con Asia oriental es muy impactante. Aquella región, mucho más pobre, ha tenido mucho más desarrollo económico sustantivo, y los ricos están bajo control. No hay fuga de capitales; en Corea del Sur, por ejemplo, se castiga con la pena de muerte. El desarrollo económico allá es relativamente igualitario.
Control debilitado
Había dos formas tradicionales con las que Estados Unidos controlaba América Latina. Una era el uso de la violencia; la otra, el estrangulamiento económico. Ambas han sido debilitadas.
Los controles económicos son ahora más débiles. Varios países se han liberado del Fondo Monetario Internacional a través de la colaboración. También se han diversificado acciones entre el sur, en lo que la relación de Brasil con Sudáfrica y China ha entrado como factor. Han podido enfrentar algunos problemas internos sin la poderosa intervención de Estados Unidos.
La violencia no ha terminado. Ha habido tres golpes de estado en lo que va de este siglo. El venezolano, abiertamente apoyado por Estados Unidos, fue revertido, y ahora Washington tiene que recurrir a otros medios para subvertir al gobierno, entre ellos ataques mediáticos y apoyo a grupos disidentes. El segundo fue en Haití, donde Francia y Estados Unidos tiraron al gobierno y enviaron al presidente a Sudáfrica. El tercero es el de Honduras, que es un asunto mixto. La Organización de Estados Americanos asumió una postura firme y la Casa Blanca tuvo que seguirla, y proceder muy lentamente. El FMI acaba de otorgar un enorme préstamo a Honduras, que sustituye la reducción de asistencia estadunidense. En el pasado éstos eran asuntos rutinarios. Ahora esas medidas (la violencia y el estrangulamiento económico) se han debilitado.
Estados Unidos está reaccionando y ha dado pasos para remilitarizar la región. La Cuarta Flota, dedicada a América Latina, había sido desmantelada en los 50, pero se está reahabilitando, y las bases militares en Colombia son un tema importante.
La ilusión de Obama
La elección de Barack Obama generó grandes expectativas de cambio hacia América Latina. Pero son sólo ilusiones
Sí hay un cambio, pero el giro es porque el gobierno de Bush se fue tan al extremo del espectro político estadunidense que casi cualquiera se hubiera movido hacia el centro. De hecho el propio Bush en su segundo periodo fue menos extremista. Se deshizo de algunos de sus colaboradores más arrogantes y sus políticas fueron más moderadamente centristas. Y Obama, de manera previsible, continúa con esta tendencia.
Giró hacia la posición tradicional. Pero ¿cuál es esa tradición? Kennedy, por ejemplo, fue uno de los presidentes más violentos de la posguerra. Woodrow Wilson fue el mayor intervencionista del siglo XX. El centro no es pacifista ni tolerante. De hecho Wilson fue quien se apoderó de Venezuela, sacando a los ingleses, porque se había descubierto petróleo. Apoyó a un dictador brutal. Y de allí continuó con Haití y República Dominicana. Mandó a los marines y prácticamente destruyó Haití. En esos países dejó guardias nacionales y dictadores brutales. Kennedy hizo lo mismo. Obama es un regreso al centro.
Es igual con el tema de Cuba, donde durante más de medio siglo Estados Unidos se ha involucrado en una guerra, desde que la isla ganó su independencia. Al principio esta guerra fue bastante violenta, especialmente con Kennedy, cuando hubo terrorismo y estrangulamiento económico, a lo que se opone la mayoría de la población estadunidense. Durante décadas, casi dos tercios de la población han estado en favor de la normalización de las relaciones, pero eso no está en la agenda política.
Las maniobras de Obama se fueron hacia el centro; suspendió algunas de las medidas más extremas del modelo de Bush, y hasta fue apoyado por buena parte de la comunidad cubano-estadunidense. Se movió un poco hacia el centro, pero ha dejado muy claro que no habrá cambios.
Las reformas
de Obama
Lo mismo sucede en la política interna. Los asesores de Obama durante la campaña fueron muy cuidadosos en no dejarlo comprometerse con nada. Las consignas fueron la esperanza
y el cambio, un cambio en el que creer
. Cualquier agencia de publicidad sensata habría hecho que ésas fueran las consignas, pues 80 por ciento del país pensaba que éste marchaba por el carril equivocado. McCain decía cosas parecidas, pero Obama era más agradable, más fácil de vender como producto. Las campañas son sólo asuntos de mercadotecnia, así se entienden a sí mismas. Estaban vendiendo la marca Obama
en oposición a la marca McCain
. Es dramático ver esas ilusiones, tanto fuera como dentro de Estados Unidos.
En Estados Unidos casi todas las promesas hechas en el ámbito de reforma laboral, de salud, de energéticos, han quedado casi anuladas. Por ejemplo, el sistema de salud es una catástrofe. Es probablemente el único país en el mundo en el que no hay una garantía básica de atención médica. Los costos son astronómicos, casi el doble de cualquier otro país industrializado. Cualquier persona que tiene bien puesta la cabeza sabe que es la consecuencia de que se trate de un sistema de salud privado. Las empresas no procuran salud, están para obtener ganancias.
Es un sistema altamente burocratizado, con mucha supervisión, altísimos costos administrativos, donde las compañías de seguros tienen formas sofisticadas de evadir el pago de las pólizas, pero no hay nada en la agenda de Obama para hacer algo al respecto. Hubo algunas propuestas light, como por ejemplo la opción pública
, pero quedó anulada. Si uno lee la prensa de negocios, encuentra que la portada de Business Week reportaba que las aseguradoras celebraban su victoria.
Se realizaron campañas muy exitosas en contra de esta reforma, organizadas por los medios y la industria para movilizar segmentos extremistas de la población. Es un país en el que es fácil movilizar a la gente con el miedo, e inculcarle todo tipo de ideas locas, como que Obama va a matar a la abuela de uno. Así lograron revertir propuestas legislativas ya de por si débiles. Si en verdad hubiera habido un compromiso real en el Congreso y la Casa Blanca, esto no hubiera prosperado, pero los políticos estaban más o menos de acuerdo.
Obama acaba de hacer un acuerdo secreto con las compañías farmacéuticas para asegurarles que no habrá esfuerzos gubernamentales por regular el precio de las medicinas. Estados Unidos es el único país en el mundo occidental que no permite que el gobierno use su poder de compra para negociar el precio de los medicamentos. Un 85 por ciento de la población se opone, pero eso no significa diferencia alguna, hasta que todos vean que no son los únicos que se oponen a estas medidas.
La industria petrolera anunció que va a utilizar las mismas tácticas para derrotar cualquier proyecto legislativo de reforma energética. Si Estados Unidos no implanta controles firmes sobre las emisiones de dióxido de carbono, el calentamiento global destruirá la civilización moderna.
El diario Financial Times señaló con razón que si había una esperanza de que Obama pudiera haber cambiado las cosas, ahora sería sorprendente que sí cumpliera con lo mínimo de sus promesas. La razón es que no quería cambiar tanto las cosas. Es una criatura de quienes financiaron su campaña: las instituciones financieras, las energéticas, las empresas. Tiene la apariencia de buen tipo, sería un buen acompañante de cena, pero eso no permite cambiar la política; la afecta un poco. Sí hay cambio, pero es un poco más suave. La política proviene de las instituciones, no está hecha por individuos. Las instituciones son muy estables y muy poderosas. Por supuesto, encuentran la manera de confrontar lo que sucede.
Más de lo mismo
Los medios están un poco sorprendidos de que se esté regresando adonde siempre se estuvo. Lo reportan, es difícil no hacerlo, pero el hecho es que las instituciones financieras se pavonean de que todo está quedando igual que antes. Ganaron. Goldman Sachs ni siquiera intenta ocultar que después de haber hundido la economía está entregando jugosos bonos a sus ejecutivos. Creo que en el pasado trimestre acaba de reportar las ganancias más altas de su historia. Si fueran un poquito más inteligentes lo intentarían ocultar.
Esto se debe a que Obama está respondiendo a quienes apoyaron su campaña: el sector financiero. Miren nada más a quién escogió para su equipo económico. Su primer asesor fue Robert Rubin, el responsable de la derogación de una ley que regulaba al sector financiero, lo cual benefició mucho a Goldman Sachs; asimismo, se convirtió en directivo de Citigroup, hizo una fortuna y se salió justo a tiempo. Larry Summers, quien fue la principal figura responsable de detener toda regulación de los instrumentos financieros exóticos, ahora es el principal asesor económico de la Casa Blanca. Y Timothy Geithner, quien como presidente de la Reserva Federal de Nueva York supervisaba lo que sucedía, es secretario del Tesoro.
En un reportaje reciente se examinó a algunos de los principales asesores económicos de Obama. Se concluyó que gran parte de ellos no deberían estar en el equipo de asesoría, sino enfrentando demandas legales, porque estuvieron involucrados en malos manejos en la contabilidad y otros asuntos que detonaron la crisis.
¿Por cuánto tiempo se pueden mantener las ilusiones? Los bancos están ahora mejor que antes. Primero recibieron un enorme rescate del gobierno y los contribuyentes, y lo utilizaron para fortalecerse. Son más grandes que nunca; absorbieron a los débiles. O sea, se está sentando la base para la próxima crisis. Los grandes bancos se están beneficiando con una póliza de seguros del gobierno, que se llama demasiado grande para fallar
. Si se es un banco enorme o una casa de inversión importante, es demasiado importante para fracasar. Si se es Goldman Sachs o Citigroup, no puede fracasar porque eso derrumbaría toda la economía. Por eso pueden hacer préstamos riesgosos, para ganar mucho dinero, y si algo falla, el gobierno los rescata.
La guerra contra el narco
La guerra contra la droga, que desgarra a varios países de América Latina entre los que se encuentra México, tiene viejos antecedentes. Revitalizada por Nixon, fue un esfuerzo por superar los efectos de la guerra de Vietnam en Estados Unidos.
La guerra fue un factor que llevó a una importante revolución cultural en los 60, la cual civilizó al país: derechos de la mujer, derechos civiles. O sea, democratizó el territorio, aterrorizando a las elites. La última cosa que deseaban era la democracia, los derechos de la población, etcétera, así que lanzaron una enorme contraofensiva. Parte de ella fue la guerra contra las drogas.
Ésta fue diseñada para trasladar la concepción de la guerra de Vietnam, de lo que nosotros les estábamos haciendo a los vietnamitas, a lo que ellos nos estaban haciendo a nosotros. El gran tema a fines de los 60 en los medios, incluso los liberales, fue que la guerra de Vietnam fue una guerra contra Estados Unidos. Los vietnamitas estaban destruyendo a nuestro país con drogas. Fue un mito fabricado por los medios en las películas y la prensa. Se inventó la historia de un ejército lleno de soldados adictos a las drogas que al regresar se convertirían en delincuentes y aterrorizarían a nuestras ciudades. Sí, había uso de drogas entre los militares, pero no era muy diferente al que existía en otros sectores de la sociedad. Fue un mito fabricado. De eso se trataba la guerra contra las drogas. Así se cambió la concepción de la guerra de Vietnam a una en la que nosotros eramos las víctimas.
Eso encajó muy bien con las campañas en favor de la ley y el orden. Se decía que nuestras ciudades se desgarraban por el movimiento antibélico y los rebeldes culturales, y que por eso teníamos que imponer la ley y el orden. Allí cabía la guerra contra la droga.
Reagan la amplió de manera significativa. En los primeros años de su administración se intensificó la campaña, acusando a los comunistas de promover el consumo de drogas.
A principios de los 80 los funcionarios que tomaban en serio la guerra contra las drogas descubrieron un incremento significativo e inexplicable de fondos en bancos del sur de Florida. Lanzaron una campaña para detenerlo. La Casa Blanca intervino y suspendió la campaña. Quien lo hizo fue George Bush padre, en ese tiempo encargado de la guerra contra las drogas. Fue cuando la tasa de encarcelamiento se incrementó de manera significativa, en gran parte con presos negros. Ahora el número de prisioneros per cápita es el más alto en el mundo. Sin embargo, la tasa de criminalidad es casi igual que en otros países. Es un control sobre parte de la población. Es un asunto de clase.
La guerra contra las drogas, como otras políticas, promovidas tanto por liberales como por conservadores, es un intento por controlar la democratización de fuerzas sociales.
Hace unos días, el Departamento de Estado de Obama emitió su certificación de cooperación en la lucha contra las drogas. Los tres países que fueron descertificados son Myamar, una dictadura militar –no importa, está apoyada por empresas petroleras occidentales–, Venezuela y Bolivia, que son enemigos de Estados Unidos. Ni México, ni Colombia, ni Estados Unidos, en todos los cuales hay narcotráfico.
Un lugar interesante
El elemento central del neoliberalismo es la liberalización de los mercados financieros, lo cual hace vulnerables a los países que tienen inversionistas extranjeros. Si uno no puede controlar su moneda y la fuga de capitales, está bajo control de los inversionistas extranjeros. Pueden destruir una economía si no les gusta lo que este país hace. Ésa es otra forma de controlar pueblos y fuerzas sociales, como los movimientos obreros. Son reacciones naturales de un empresariado muy concentrado, con gran conciencia de clase. Claro que hay resistencia, pero fragmentada y poco organizada, y por ello pueden seguir promoviendo políticas a las que se opone la mayoría de la población. A veces esto llega al extremo.
El sector financiero está igual que antes; las aseguradoras de salud han ganado con la reforma sanitaria, las empresas energéticas ganarán con la reforma energética, los sindicatos han perdido con la reforma laboral y, por supuesto, la población de Estados Unidos y la del mundo pierden porque ya de por sí la destrucción de la economía es grave. Si se destruye el medio ambiente, los que de veras sufrirán son los pobres. Los ricos sobrevivirán a los efectos del calentamiento global.
Por esto América Latina es uno de los lugares verdaderamente interesantes. Es uno de los sitios en los que hay verdadera resistencia a todo esto. ¿Hasta dónde llegará? No se sabe. No me sorprendería que haya un giro a la derecha en las próximas elecciones en América del Sur. Aun así, se ha logrado un avance que sienta las bases para algo más. No hay muchos lugares en el mundo de los que pueda decirse lo mismo.
http://www.jornada.unam.mx/2009/09/21/index.php?section=politica&article=003n1pol