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Egipto: euforia, baño de sangre y caos…

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Página 12

Los tanques egipcios, los manifestantes sentados sobre ellos, las banderas, las 40 mil personas que lloraban y alentaban a los soldados en la Plaza de la Libertad, mientras rezaban alrededor de ellos, los Hermanos Musulmanes sentados entre los pasajeros de los tanques. ¿Se debería comparar esto con la liberación de Bucarest? Sentado sobre uno de los tanques fabricados en Estados Unidos, sólo podía recordar esas maravillosas películas sobre la liberación de París. Un par de metros más allá, la policía de seguridad de Hosni Mubarak, con sus uniformes negros, todavía les disparaba a los manifestantes que estaban cerca del Ministerio del Interior. Era una celebración de una victoria salvaje e histórica: los mismos tanques de Mubarak estaban liberando la capital de su propia dictadura.

En la pantomima del mundo de Mubarak –y de Barack Obama y de Hillary Clinton en Washington–, el hombre que aún se autoproclama presidente de Egipto realizó la más absurda elección de un vicepresidente para calmar la furia de los manifestantes. El elegido fue Omar Suleiman, el jefe de los negociadores egipcios con Israel y un antiguo agente de Inteligencia, un hombre de 75 años y con varios años de visitas a Tel Aviv y a Jerusalén así como con varios infartos que los prueban. Cómo este funcionario va a ingeniárselas para hacer frente a la rabia y el deseo de liberación de 80 millones de egipcios queda librado a la imaginación. Cuando les conté, a quienes estaban alrededor de mí en el tanque, sobre la designación de Suleiman comenzaron a reírse.

Las tropas, en ropa de fajina, riéndose y hasta aplaudiendo, no hicieron ningún intento de borrar el graffiti que la multitud había pintado sobre los tanques. “Fuera, Mubarak” y “Tu régimen está acabado, Mubarak”, aparecía en cada una de las tanquetas que recorrían las calles de El Cairo. En uno de los tanques que daban vuelta alrededor de la Plaza de la Libertad estaba uno de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagi. Más temprano, había pasado cerca de un convoy de vehículos blindados que estaban apostados cerca del suburbio de Garden City mientras la gente se abría paso entre las máquinas y les llevaban naranjas a los soldados, aplaudiéndolos como patriotas egipcios. Más allá de la alocada elección del vicepresidente de Mubarak y la designación de amigotes en un gobierno sin poder, las calles de El Cairo demostraron que los líderes de los Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) no entendieron nada. Se acabó.

Los débiles intentos de Mubarak al declarar que se debe terminar con la violencia, cuando su propia policía de seguridad fue responsable en los últimos cinco días de los actos más crueles, encendió más la furia de aquellos que pasaron 30 años bajo su sanguinaria dictadura. Prueba de ello son las sospechas de que muchos de los saqueos están siendo llevados a cabo por policías de civil, así como el asesinato de 11 hombres en un área rural hace 24 horas para destruir la integridad de los manifestantes que están tratando de sacar a Mubarak del poder. La destrucción de un importante número de centros de comunicaciones por parte de hombres con los rostros tapados, que deben haber sido coordinados de alguna forma, también levantó el alerta y surgió la idea de que los responsables serían los agentes de civil que habían golpeado a los manifestantes. Pero las quemas de comisarías en El Cairo, Alejandría y Suez así como en otras ciudades no fueron obra de los policías de civil. A última hora del viernes, multitudes de hombres jóvenes atizaron el fuego a lo largo de la autopista de Alejandría.

Infinitamente más terrible fue el vandalismo en el Museo Nacional de Egipto. Después de que la policía abandonara el lugar, los saqueadores traspasaron la puerta del edifico pintado de rojo y destruyeron estatuas faraónicas de cuatro mil años de antigüedad, momias egipcias e impresionantes botes de madera que fueron originariamente tallados para acompañar a los reyes en sus tumbas. De nuevo, debe decirse que circularon rumores de que la policía había causado estos actos vandálicos antes de haber abandonado el museo el viernes por la noche. Todo parece recordar lo del museo de Bagdad en 2003. El saqueo no fue tan grave como el de Irak pero el desastre arqueológico es peor.

Los manifestantes se reunieron anoche, en círculo, para rezar en la Plaza de la Libertad. Y también hubo promesas de venganza. Un equipo de la cadena televisiva Al Jazeera encontró un depósito de 23 cadáveres en Alejandría, aparentemente asesinados por la policía. Muchos tenían sus caras horrorosamente mutiladas. Otros once muertos fueron descubiertos en un depósito en El Cairo. Los familias, que se congregaron alrededor de sus restos ensangrentados, prometían represalias contra los policías.

El Cairo ahora cambia de la dicha a la más sombría cólera en cuestión de minutos. Ayer por la mañana, crucé el puente del río Nilo para ver las ruinas del cuartel del partido de Mubarak. Enfrente, seguía en pie un poster que promocionaba las bondades del oficialista Partido Nacional Demócrata (PND), las promesas que Mubarak no pudo cumplir en treinta años. “Todo lo que queremos es la salida de Mubarak, nuevas elecciones y nuestra libertad y honor”, me confió un psiquiatra de 30 años.

La denuncia de Mubarak de que estas manifestaciones eran parte de un “plan siniestro” está en el centro de su pedido de reconocimiento internacional. De hecho, la respuesta de Obama fue una copia exacta de todas las mentiras que Mubarak ha estado usando durante tres décadas para defender su régimen. El problema es el habitual: las líneas del poder y de la moralidad no llegan a unirse cuando los presidentes estadounidenses tienen que tratar con Medio Oriente. El liderazgo moral de los Estados Unidos desaparece cuando tienen que confrontarse los mundos árabe e israelí. Y el ejército egipcio es parte de esta ecuación. Recibe 1300 millones de dólares de ayuda estadounidense. El comandante de esa arma y un amigo personal de Mubarak, el general Mohamed Tantawi, estaba en Washington mientras la policía trataba de aplastar a los manifestantes. El final puede ser claro. La tragedia aún no terminó.

Las protestas sacuden el reinado de Mubarak

La nueva maniobra del gobernante no convenció a las decenas de miles de ciudadanos que tomaron las calles de El Cairo, Alejandría y Suez. Desde que empezaron las manifestaciones se calcula un centenar de muertos por la represión.

El presidente Hosni Mubarak hizo un nuevo movimiento para intentar calmar a los miles que piden su renuncia: designó ayer a un ex jefe de los servicios egipcios como su vicepresidente, algo que se había negado a hacer durante los 30 años que lleva en el poder. También, nombró un premier. Los egipcios volvieron por quinto día consecutivo a ocupar las calles para decirle al mandatario de 82 años que eso no era suficiente y que lo que estaban exigiendo era el fin de su régimen. En lo que va de las protestas, alrededor de cien personas murieron y los heridos se cuentan por miles.

A última hora del viernes, Mubarak pronunció una frase vacía: iba a hacer renunciar a todo su gabinete pero él se quedaba. Y así fue. Ayer presentaron sus dimisiones todos los ministros así como Ahmed Ezz, uno de los altos mandos del oficialista Partido Nacional Democrático (PND) y uno de los hombres más cercanos a Gamal Mubarak, el hijo del presidente y quien se perfilaba para sucederle.

Haciendo gala de la táctica de cambiar algo para que nada cambie, Mubarak designó ayer a Omar Suleiman como su vicepresidente. Designación que había omitido hacer en los 30 años que lleva en el ejercicio del poder. Suleiman, de 74 años, es considerado uno de los jefes más importantes de Medio Oriente por haber participado directamente de las negociaciones entre israelíes y palestinos y aparece ahora como un posible sucesor del mandatario de 82 años (ver página 22). También, el jefe de Estado que está en el gobierno desde 1981 designó como primer ministro a Ahmed Shafiq, el ex ministro de Aviación y ex jefe de la fuerza aérea egipcia.

Esas medidas no convencieron a las decenas de miles de ciudadanos que tomaron las calles de El Cairo, Alejandría y Suez así como las de todas las principales ciudades del país norafricano para desafiar el toque de queda, que el tambaleante régimen dispuso desde las cuatro de la tarde hasta las ocho de la mañana de hoy. Por ejemplo, en Suez, los empleados públicos declararon la huelga indefinida hasta que Mubarak no abandone el gobierno.

El Premio Nobel y ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) Mohamed El Baradei, que regresó al país para organizar la oposición al gobierno, denunció la maniobra de Mubarak. “Estamos buscando un cambio de régimen. El presidente Mubarak debe renunciar. Debemos encaminarnos hacia un Estado democrático a través de un nuevo gobierno y en elecciones libres y democráticas”, reclamó. “El mundo entero debe enterarse que los egipcios no se irán a casa antes de que sus demandas sean acatadas. Estamos hablando de derrumbar la dictadura faraónica”, advirtió El Baradei. Por su parte, Mohamed Beltagi, miembro del grupo opositor Hermanos Musulmanes respondió a los anuncios del presidente: “Lo que Mubarak ha llamado cambio no responde a las demandas de la gente. Nosotros pedimos democracia real y derechos civiles, pero él no ha dicho nada sobre eso en su discurso”.

El Cairo se convirtió ayer en un campo de batalla, con restos de autos quemados y escombros que regaban las calles de la capital. En medio de acusaciones a la policía por la feroz represión contra los ciudadanos y como instigadora de saqueos y otros actos violentos, salieron los tanques del ejército y fueron aclamados por la población. Según la cadena Al Jazeera, algunas personas se acercaban hasta los vehículos militares para alcanzarles rosas a los uniformados. El ejército pidió a los residentes que acataran el estado de sitio y que no abandonaran sus casas. especialmente, les recomendaron no desafiar el toque de queda en la céntrica Plaza Tahrir. Según un corresponsal de esa cadena televisiva árabe, un vocero de los militares habría pedido calma a la población pero habría reconocido que la única forma de asegurar que la paz vuelva a Egipto es con la salida de Mubarak. Lo mismo pidió el jeque Yusef Al Qardaui, considerado como el predicador de mayor influencia del mundo árabe.

Las comunicaciones siguen complicando los cálculos de los muertos y heridos en Egipto, a pesar de que la compañía Vodafone informó que los teléfonos celulares volvieron a funcionar. Unas diez personas murieron ayer cuando intentaron copar una comisaría Beni Suef, a 120 kilómetros al sur de la capital. Otras tres personas murieron este sábado en El Cairo, tres en Rafah, en la frontera con Gaza, y cinco en Ismailia, en la margen occidental del canal de Suez. Según fuentes médicas y de seguridad, los muertos en lo que va desde que arrancaron los disturbios trepan a 102. Tampoco hay precisiones acerca del número de heridos aunque se cree que superan los dos mil. Tampoco se sabe cuántas personas permanecen detenidas.

Mientras la agitación y la violencia siguen en escalada, se conformaron grupos vecinales de defensa para hacer frente a los saqueos que se reproducen en todos los puntos de la capital. A pesar de que las tropas militares están desplegadas, los vecinos ejercen la justicia por mano propia armados con revólveres y cuchillos. Según Al Jazeera, bandas de jóvenes irrumpieron en áreas residenciales y, al cierre de esta edición, aún se escuchaban disparos en el centro y en las afueras de la ciudad. También resonaban los que venían desde el edificio del Ministerio del Interior. Las viviendas no sólo fueron saqueadas sino que los destrozos llegaron también al Museo Nacional de Egipto. El director de una prisión en el oeste de Egipto fue asesinado y unos 700 presos lograron fugarse, informó la cadena Al Arabiya.

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Written by Eduardo Aquevedo

30 enero, 2011 at 11:16

Sociólogos y Cientistas Sociales de Latinoamérica debaten en Valparaíso sobre desarrollo del continente

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Ricardo Salazar, Radio Universidad de Chile

latinoamerica

En la Universidad de Valparaíso se realizó el Seminario Internacional "Procesos actuales de desarrollo en Chile y América Latina", co-organizado por la Facultad de Humanidades, el Instituto de Historia y Ciencias Sociales y el Instituto de Sociología, cuyo objetivo es analizar la realidad político y social de las naciones latinas.

El seminario se realiza en el marco del Programa Internacional de Investigación sobre “Estudios críticos del Desarrollo”, promovido y sustentado por investigadores de universidades mexicanas, canadienses y sudamericanas, equipo al que se ha integrado la Universidad de Valparaíso.

Los académicos nacionales y extranjeros participan en marco de la Asociación Latinoamericana de Sociología, ALAS, la que agrupa a los sociólogos o cientistas sociales que se dedican a la investigación, docencia y difusión del conocimiento científico de la realidad social, económica, política o cultural de Latinoamérica.

El programa de este seminario consideró, los contextos históricos de los principales procesos de desarrollo en curso; las experiencias neoliberales en el continente y su consiguiente crisis, además de las características, potencialidades y limitaciones de las experiencias post-neoliberales.

El Director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, Leonardo Jef, plantea la importancia del seminario internacional al subrayar que la cita “reúne académicos del continente que protagonizan un foco de discusión sobre los procesos de desarrollo que experimenta América Latina actualmente, esperando con ello establecer lazos con las universidades latinoamericanas”.

Una de las experiencias post-neoliberales lo constituye Bolivia, ya que ha sufrido una serie de transformaciones económicas y políticas de la mano del Presidente Evo Morales.

El Dr. Manuel de la Fuente de la Universidad de Cochabamba, Bolivia, reconoce  que existió una derrota para Evo Morales en la última reforma tributaria a los carburantes, pero no deja de destacar los pilares fundacionales de su gestión: “Se ha vuelto un poco al Estado que existía antes de la ola neoliberal. El uso del excedente para la redistribución de medidas sociales, centrado en el gran tema de hidrocarburos permite mayor ingreso del momento en que suben los impuestos, aun cuando esto disminuye la inversión internacional, lo que más que una derrota es un retroceso importante para los propósito del gobierno”.

Otro de los países que es considerado en el análisis acerca de la realidad regional es Argentina, debido a los diferentes movimientos políticos que pretenden una estatización de diferentes servicios.

En el encuentro estuvo presente el Dr. Alberto Bialakowsky, Presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología  y académico de la Universidad de Buenos Aires, quien señala que este proceso debe ser analizado en su contexto, quien indicó que “es distinto a la década del cuarenta donde todo se focalizaba en el Estado. No veo ahora un proceso estadista como aquello, pero sí tiene una fuerza especial del Estado sobre determinadas materias, aunque los movimientos sociales esperan una mayor injerencia sobre recursos naturales, medioambiente, salud, el debate que surge en todos los países”.

De esta manera, se plantea una forma de entender nuestro continente, considerando que el análisis sociológico e histórico de los pueblos permite un conocimiento de sus procesos sociales y además puede proyectarse para generar mayor identidad y un desarrollo unívoco hacia el bienestar regional.

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Written by Eduardo Aquevedo

27 enero, 2011 at 12:49

Steve Jobs, un líder excepcional en la revolución tecnológica en curso…

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Se marcha el mago?

Steve Jobs, el hombre que revolucionó el ordenador personal con los Mac, el cine de animación con Pixar, la música con el iPod, los móviles con el iPhone, y pretende cambiar los medios de comunicación con el iPad, se retira forzado por una grave enfermedad

LOLA GALÁN 23/01/2011

altDesde el lugar desconocido donde cuida de su maltrecha salud, Steve Jobs, co-fundador de Apple en 1976, habrá visto con alivio cómo ha soportado la empresa el terremoto de su partida y su sustitución temporal por su lugarteniente Tim Cook. Las cosas, de momento, van viento en popa para Apple, que en abril pasado superó a su eterno rival, Microsoft, y se colocó como la segunda compañía del mundo por capitalización bursátil, con un valor de 232.000 millones de euros, solo por detrás del gigante petrolero Exxon. Y todo gracias a Jobs. Expulsado de la que era su casa en 1985 y repescado en 1997, en poco más de diez años ha conseguido el milagro: colocar a Apple en la cima y hacer de ella una de las empresas punteras del mundo en innovación. Un logro más de esta especie de rey Midas moderno que solo cobra un dólar simbólico al año, y ha convertido en oro casi todo lo que ha tocado.

Jobs tiene el don de anticiparse a los deseos de los consumidores. Lo ha conseguido con los ordenadores iMac, con el iPod, con el iPhone, con el iPad, productos que han conformado la fisonomía de nuestro mundo. La gente, cree, no está en condiciones de saber cuál será el siguiente producto estrella. Por eso le gusta la frase de Henry Ford, el hombre que hizo del automóvil un producto de consumo masivo: "Si les hubiera preguntado a mis clientes lo que querían, me habrían dicho: ‘un caballo más rápido".

Budista, vegetariano -aunque come también pescado-, con fama de autoritario e intratable, casado y padre de cuatro hijos – a la mayor, fruto de una relación juvenil tardó meses en reconocerla-, Jobs ha estado marcado desde el principio por un destino especial. Nacido en San Francisco, en febrero de 1955, sus padres, dos jóvenes licenciados de la Universidad de Wisconsin, decidieron darle en adopción. Su madre, según contaría el propio Jobs muchos años después, había localizado a un matrimonio de abogados de buena posición para entregarles a la criatura, pero a última hora lo rechazaron porque querían una niña. Se abrió pasó entonces una solución de urgencia, la de los Jobs, los segundos en la lista de aspirantes al bebé, un matrimonio de Mountain View, una pequeña ciudad en el área de la bahía de San Francisco (California). No puede decirse que fuera la mejor manera de llegar al mundo, pero el pequeño Steve Paul Jobs tardó en enterarse de estos detalles.

En algún momento de su vida, sin embargo, el asunto debió de obsesionarle lo suficiente como para contratar a un detective privado para que localizara a su madre biológica. Resultó ser Joanne Simpson, especialista en terapia del lenguaje que finalmente se había casado con el padre de Steve, Abdulfattah Jandali, sirio de religión musulmana, poco después de entregarle a él en adopción. La pareja duró apenas cuatro años, tiempo en el que nació una hija, Monna Simpson, una escritora famosa en Estados Unidos. Todo un culebrón que contribuyó seguramente a construir la personalidad hermética y exigente del jefe de Apple.

¿Vivió Jobs el episodio como el primer rechazo de su vida? Es imposible saberlo. En Estados Unidos no son infrecuentes los vientres de alquiler, ni este tipo de acuerdos para evitar el recurso al aborto en casos de embarazos indeseados. Pero no era lo más frecuente en los años cincuenta. Lo único claro es que las relaciones de la señora Simpson con su hijo se reanudaron, ya que fue invitada a la boda de Steve, oficiada por su gurú budista, en 1991. El padre, en cambio, ha sido borrado de la memoria del patrón Apple. Los Jobs, la pareja que le crió, eran gente normal de clase obrera, con pocos estudios, que prometieron gastar sus ahorros en dar al niño una buena educación. Después de asistir a la escuela de Cupertino (California), pasó al Reed College de Portland (Oregón).

Inconformista y autodidacta por naturaleza, dejó los estudios a los seis meses de iniciarlos, pero siguió yendo a algunas clases. No faltaba a las de caligrafía, mientras malvivía recuperando latas vacías de Coca- Cola y disfrutando de la caridad de los comedores de los Hare Krishna. Jobs pertenece a una generación que se entregó a los ídolos de sus hermanos mayores: devoto de Bob Dylan y de los Beatles, tuvo, años después, una relación con la cantante Joan Baez. A mediados de los setenta viajó a la India en busca de la paz interior. Experimentó con el LSD y volvió convertido al budismo. Sin haber perdido un ápice del talento y el sentido práctico que le llevarían a crear Apple, con la ayuda de su amigo Steve Wozniak, en el garaje de su casa, en 1976.

El éxito temprano, y los tremendos enfrentamientos después en el seno de Apple, las dificultades para competir con los sistemas operativos de Microsoft, que les ganó inicialmente la partida, forjaron el carácter de Jobs. Un tipo trabajador, entregado con pasión a su empresa, acostumbrado a controlar todas las variables de su vida. Buscar el propio camino, seguir los propios criterios, vivir de acuerdo con lo que uno realmente piensa de las cosas, ese es su ideario. En junio de 2005 aconsejó a los estudiantes de Stanford recién licenciados: "No os dejéis atrapar por los dogmas, que es vivir con el resultado del razonamiento de otros. No dejéis que el ruido de las opiniones ajenas ahogue vuestra voz interior, Y, lo más importante, tened el coraje de seguir vuestros impulsos y vuestra intuición. Porque de alguna manera son los que saben lo que queréis ser. Lo demás es secundario".

El consejo no parece fácil de seguir, pero a Jobs le ha llevado a la cima y le ha convertido en una de las personas más reverenciadas y temidas de Silicon Valley. Como ha explicado Jean-Louis Gasse, ejecutivo que trabajó un tiempo a sus órdenes, "las democracias no crean productos estupendos, se necesita un tirano competente para eso". Y los productos de Apple lo son. La firma de la manzana ha conquistado no solo un mercado, sino una legión de admiradores. En noviembre pasado, Christie’s subastó el primer ordenador -el Apple I- salido del garaje de la casa de Jobs, en 1976. Lo compró un italiano, por casi 160.000 euros, para incorporarlo a un museo de Apple.

Es verdad que el mito estuvo a punto de perecer en los años noventa, tras una serie de fracasos de la firma de Cupertino, con productos lanzados al mercado que no obtuvieron éxito. Pero entonces llegó la salvación. Appel compró Next, una empresa de ordenadores puntera creada por Jobs en los años de exilio aunque no especialmente rentable, y con ella regresó el antiguo jefe. La noticia no fue celebrada por todos. Muchos empleados se echaron a temblar. La leyenda dice que coincidir con Jobs un mal día en el ascensor puede significar un despido fulminante. Él no lo niega del todo. En unas declaraciones a la revista Fortune, hace casi tres años, explicaba: "Mi trabajo no es ser un tipo fácil con la gente, sino procurar que mejoren. Mi tarea es unir las diferentes piezas de la compañía, despejar los obstáculos del camino y conseguir el dinero para los proyectos clave". No todas las ideas geniales salen de su cabeza, pero Jobs es el que escoge qué proyectos desarrollar y el que da forma definitiva al producto resultante. Su criterio, aseguran empleados y ex empleados, es vital.

Otra cosa es lidiar a diario con un tipo de sus características, que vive por y para Apple, según confesión propia. "Solo le pido a la gente que se enamore de la empresa", ha dicho más de una vez. Él es el primer enamorado de su criatura, sobre la que ejerce un férreo control.

Dicen que Jobs no se siente un mero genio, un gurú cultural, sino un verdadero artista. Su nombre figura en más de un centenar de patentes de la firma, y la estética es una de sus mayores preocupaciones. En tiempos criticó a Microsoft duramente, no tanto por la calidad de sus productos como por "su fealdad". En Apple, la belleza ha sido siempre una parte del todo. Desde el Macintosh, uno de los primeros ordenadores personales que llegó a los consumidores, en 1984, hasta el más moderno iMac, un ordenador de mesa que solo consta de teclado y pantalla. "El sistema operativo tiene sus dificultades, pero se entiende admirablemente con cualquier aparato que le conectes, cámara de fotos, de vídeo, iPod", dice una usuaria que compró un iMac hace un par de años al precio, ciertamente no económico, de 1.000 euros. Estética y funcionalidad se conjugan también en el iPod, el iPad y en el exitosísimo iPhone. ¿Por qué entró Appel en el terreno de la telefonía móvil? "Todos detestábamos nuestros teléfonos móviles, todos teníamos quejas", dijo Jobs por toda respuesta.

Steve Jobs es un hombre directo, acostumbrado a mandar, sin pelos en la lengua ni tiempo para complacencias. Cuando en octubre de 2003, durante un chequeo rutinario, los médicos le descubrieron un tumor en el páncreas, decidió tomar el tema bajo su control. Inicialmente, un tumor de páncreas es algo bastante serio, pero una biopsia reveló que el suyo era de un tipo mucho menos agresivo y perfectamente operable. Pero Job dijo no. No se operaría y buscaría otra alternativa, quizá de medicina holística. Mientras decidía qué hacer mantuvo una dieta especial. Pero las cosas no funcionaron, y nueve meses después, un tiempo enormemente largo para este tipo de dolencias, se operó en el hospital universitario de Stanford, en San Francisco.

Aunque la intervención fue un éxito, y Jobs reapareció en público aparentemente recuperado, la enfermedad no estaba vencida. Su aspecto empeoró alarmantemente a finales de 2008. En enero de 2009 fue sometido a un trasplante de hígado en un hospital de Tennessee. De nuevo empleó solo unos meses en recuperarse, pero su salud volvió a deteriorarse a mediados del año pasado. Jobs se había convertido en una figura esquelética, con el rostro completamente consumido. Finalmente, el lunes 17 de enero se hizo público su mensaje electrónico enviado a los empleados de Apple donde, en unos pocos párrafos, anunciaba una nueva baja médica, sin fecha de regreso.

La enfermedad, al contrario que su trabajo, escapa a su control. Aunque nadie hable del tema y el propio Jobs subraye su derecho a la privacidad, inversores y periodistas se han lanzado a hacer toda clase de especulaciones. Hace unos tres años, preguntado por la sucesión, Jobs respondió con sensatez. "Si algo me ocurre, no será una fiesta, pero hay mucha gente capaz en Apple para sucederme". A corto y medio plazo puede que sí. Las dudas se plantean más a largo plazo.

La identificación de Jobs con Apple es tal que, según las malas lenguas, controla desde el diseño de las sillas hasta la empresa que se contrata para llevar la cafetería.

Él hace las reglas. También en su vida privada. Conduce un Mercedes sin placas y, según Fortune, a veces aparca en los espacios para minusválidos. Vive en una gran mansión, pero no profesa especial amor a los objetos, salvo a los juguetes informáticos que crea su compañía. Hace años adoptó un uniforme que se adapta a sus gustos y su estética. Una camiseta de manga larga y cuello alto, invariablemente negra, jeans azules y zapatillas deportivas. Tras las gafas de montura ligera brillan unos ojos intensos y dominantes. Jobs es uno de los mitos vivientes de Silicon Valley, un lugar donde crecían árboles frutales hace unas décadas, y donde despuntan ahora las primeras compañías de Internet del mundo, empresas punteras como Google o Facebook.

Es legendaria su rivalidad con Bill Gates, fundador de Microsoft, una especie de personalización de la batalla entre las dos empresas. Prácticamente coetáneos (Jobs nació en febrero de 1955, y Gates, en octubre de ese año), sus orígenes y su vida no pueden divergir más. Gates nació en un hogar acomodado de Seattle, estudió en la Universidad de Harvard (aunque nunca terminó sus estudios) y ha desarrollado una segunda personalidad como gran filántropo. Jobs creció en un hogar trabajador en California, fue al Reed College de Portland, dejó los estudios a los seis meses, y cortó el grifo a las donaciones caritativas nada más regresar a Apple. Ambos son grandes triunfadores, pero solo Jobs ha sido elevado a la categoría de semidiós, con su culto y sus adoradores, por sus dotes de visionario y los conocimientos tecnológicos que ha demostrado. Y, al contrario que la de Gates, su carrera ha registrado inusuales retrocesos. Tras el éxito inicial de Apple, a los 26 años era millonario y portada de la revista Times. Pero a los 30 años, Jobs se vio de patitas en la calle por incompatibilidad manifiesta con la persona que él mismo había contratado para guiar los destinos de Apple, el antiguo jefe de Pepsi Cola John Sculley. ¿Por qué? Diferencias de criterio. En su libro de memorias, Sculley le compara con una especie de Trotski. Un tipo mesiánico, un purista que persigue la perfección más allá de los límites razonables. Pero Sculley cayó, y Jobs volvió al puesto de mando cargado de ideas.

Años después reconocería que, pese a la amargura del momento, aquel despido fue crucial en su carrera. "Dio paso a la etapa más creativa de mi vida". Una etapa en la que fundó la empresa Next, se casó con Laurene Powell y dio vida a Pixar, su incursión en el mundo del cine de animación por ordenador, que cosechó éxitos clamorosos con Toy story o Buscando a Nemo y que fue, finalmente, adquirida por Disney.

La enfermedad ha truncado, de momento, esa espectacular carrera. Para alguien acostumbrado a decidir y a llevar el timón de una gran empresa debe de ser muy duro rendirse a la evidencia de que lo más importante, su salud, es un tema incontrolable, que se escapa a sus dotes de intuición, a sus firmes creencias budistas. A todo. Y devuelve a esta deidad de Silicon Valley a la contingente y frágil condición de mortal.

El País.com

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Written by Eduardo Aquevedo

23 enero, 2011 at 2:45

Universidad, inteligencia crítica y democracia…

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Más allá del fraude de la universidad corporativa: La educación superior al servicio de la democracia
Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

"El pensamiento no es la reproducción intelectual de lo que, de todos modos, ya existe. Mientras no se rompa, el pensamiento se aferra firmemente a la posibilidad. Su aspecto insaciable, su aversión a ser rápida y fácilmente satisfecho, rechaza la sensatez estúpida de la renuncia. El momento utópico del pensamiento es más fuerte cuanto menos se objetiva en una utopía saboteando de este modo su realización. El pensamiento abierto apunta más allá de sí mismo" (Theodor W. Adorno)

A pesar de haber sido desacreditado por la recesión económica de 2008, el neoliberalismo, o fundamentalismo de mercado como lo llaman en algunos sectores, volvió con fuerza una vez más. La Edad Dorada ha vuelto con grandes ganancias para los ricos y cada vez más pobreza y miseria para la clase media y trabajadora. El analfabetismo político ha monopolizado el mercado de la cólera populista, suministrando una ventaja política a los responsables de niveles masivos de desigualdad, pobreza y diversas penurias más. Mientras se desmantelan las protecciones sociales, se denigra a los empleados públicos y los bienes comunes como escuelas, puentes, servicios de atención sanitaria y el transporte público se deterioran, el gobierno de Obama abrazó sin ofrecer disculpas los valores del darwinismo económico y recompensa a sus principales beneficiarios: los mega bancos y el gran capital. El neoliberalismo –revitalizado por la aprobación de recortes tributarios para los ultra ricos, la toma de posesión del derechista Partido Republicano de la Cámara de Representantes y los continuos ataques exitosos contra el Estado del bienestar– procede otra vez, como un zombi, a imponer sus valores, relaciones sociales y formas de muerte social sobre todos los aspectos de la vida cívica. (1)

Con sus inexorables intentos de normalizar la creencia irracional en la capacidad de los mercados de solucionar todos los problemas sociales, el fundamentalismo neoliberal del mercado establece políticas hechas para desmantelar los pocos vestigios restantes del Estado social y de servicios públicos vitales. De un modo más profundo ha debilitado, si no casi destruido, las instituciones que posibilitan la producción de una cultura formativa en la cual los individuos aprendan a pensar de manera crítica, a imaginar otras maneras de ser y hacer y a conectar sus problemas personales con las preocupaciones públicas. Temas de justicia, ética e igualdad han vuelto a ser exiliados a los márgenes de la política. Nunca ha sido más obvio este asalto contra la forma de gobierno democrática, ni más peligroso que en el momento actual en el que se libra una batalla bajo la rúbrica de medidas de austeridad neoliberales sobre la autonomía del trabajo académico, la sala de clases como lugar de pedagogía crítica, los derechos de los estudiantes a una educación de calidad, la vitalidad democrática de la universidad como esfera pública y el papel de las artes liberales y humanidades en la promoción de una cultural educacional que tiene que ver con la práctica de la libertad y el empoderamiento mutuo. (2)

La universidad como ciudadela de la enseñanza democrática se ha reemplazaddo por una universidad ansiosa de definirse en gran parte en términos económicos. A medida que el centro de gravedad se aleja de las humanidades y de la noción de la universidad como bien público, los presidentes de las universidades ignoran valores públicos, mientras se niegan a encarar temas y problemas sociales importantes. (3)

En vez de eso, los administradores exhiben ahora afiliaciones corporativas como una medalla de honor, participan en consejos corporativos y reciben inmensos salarios. Un estudio realizado por The Chronicle of Higher Education informó de que “19 de 40 presidentes de las 40 principales universidades de investigación participan en un consejo de administración por lo menos”. (4) En lugar de tratarlos como una inversión social para el futuro, ahora los administradores de las universidades miran a los estudiantes como una importante fuente de ingresos para los bancos y otras instituciones financieras que suministran fondos para financiar los crecientes pagos de matrícula. Para las generaciones anteriores la educación superior abría oportunidades para la autodefinición, así como para seguir una carrera en el campo elegido por cada cual. Era relativamente barato, riguroso y accesible, incluso para muchos jóvenes de la clase trabajadora. Pero los recientes eventos en EE.UU. y Gran Bretaña dejan claro que ya no es así. En lugar de encarnar la esperanza de una vida y un futuro mejores, la educación superior se ha hecho prohibitivamente cara y excluyente, ofreciendo sobre todo una credencial y, para la mayoría de los estudiantes, pagos de deuda de por vida. La preparación de los mejores y más brillantes ha cedido el paso a la preparación de lo que podría llamarse la Generación de la Deuda. (5)

Lo que es nuevo en la actual amenaza a la educación superior y a las humanidades en particular es que el ritmo creciente de corporatización y militarización de la universidad, el aplastamiento de la libertad académica, el aumento de un contingente en permanente aumento de profesores académicos a tiempo parcial y el punto de vista de que los estudiantes son básicamente consumidores y los profesores proveedores de una mercancía vendible como una credencial o un conjunto de habilidades para el sitio de trabajo. Más impactante todavía es la muerte lenta de la universidad como centro de crítica, fuente vital de educación cívica y del bien público crucial. O, para decirlo de manera más específica, la consecuencia de transformaciones tan dramáticas ha llevado prácticamente a la defunción de la universidad como esfera pública democrática. Muchos profesores están actualmente desmoralizados al perder crecientemente sus derechos y poder. Además, un cuerpo débil de profesores académicos se traduce en uno que es gobernado por el miedo en lugar de responsabilidades compartidas, y que es susceptible a tácticas de abuso laboral como el aumento de la carga de trabajo, la precarización de la mano de obra y la creciente represión del disenso. La desmoralización se traduce frecuentemente menos en indignación moral que en cinismo, acomodo y retiro a formas estériles de profesionalidad. Lo que es también nuevo es que los profesores, que se ven ahora ante un abismo, sean renuentes a encarar los actuales ataques contra la universidad o estén confusos sobre cómo el lenguaje de especialización y profesionalización los ha alejado no sólo de la conexión de su trabajo con temas cívicos y problemas sociales de mayor alcance, sino también del desarrollo de toda relación significativa con una forma de gobierno democrática más amplia.

Ya que los profesores han dejado de sentirse llevados a encarar importantes temas políticos y problemas sociales, se sienten menos inclinados a comunicarse con un público más amplio, apoyar valores públicos, o involucrarse en un tipo de erudición que esté a la disposición de una audiencia más amplia. (6) Obligados por los intereses corporativos, el establecimiento de una carrera y los discursos insulares que acompañan la erudición especializada, demasiados profesoress se han vuelto extremadamente cómodos frente la corporativización de la universidad y los nuevos regímenes de dirección neoliberal. A la búsqueda de subsidios, promociones y sitios convencionales de investigación, muchos se han retirado de los grandes debates públicos y se han negado a encarar problemas sociales urgentes. Asumiendo el papel del profesor desinteresado o de la brillante estrella en formación de la facultad, los llamados empresarios académicos simplemente refuerzan la percepción del público de que en general han llegado a ser irrelevantes. Incapaces, cuando no renuentes, de defender la universidad como una esfera pública democrática y un lugar crucial para aprender cómo pensar de manera crítica y actuar con coraje cívico, muchos profesores han desaparecido en un aparato disciplinario que no ve la universidad como un sitio para pensar, sino como un sitio para preparar a los estudiantes para que sean competitivos en el mercado global.

Esto es particularmente inquietante en vista del giro irredento que la educación superior a tomado en su disposición a copiar la cultura corporativa y congraciarse con el Estado de seguridad nacional. (7) Las universidades enfrentan ahora un conjunto creciente de desafíos que surgen de recortes presupuestarios, disminución de la calidad, reducción de la cantidad de profesores académicos, la militarización de la investigación y la modificación del plan de estudios para que se ajuste a los intereses del mercado. En EE.UU., muchos de los problemas de la educación superior se pueden relacionar con la escasez de fondos, la dominación de las universidades por mecanismos del mercado, el aumento de la cantidad de universidades con fines de lucro, la intrusión del Estado de seguridad nacional y la falta de autogobierno del cuerpo académico, todos los cuales no sólo contradicen la cultura y el valor democrático de la educación superior, sino que además convierten en una burla el sentido mismo y la misión de la universidad como sitio para pensar y para asegurar la cultura formativa y los agentes que posibilitan una democracia. En gran parte se han abandonado las universidades como esferas democráticas públicas dedicadas a suministrar un servicio público que se extiende sobre los grandes logros intelectuales y culturales de la humanidad y eduque futuras generaciones para que puedan enfrentar los desafíos de una democracia global. A medida que se reduce el tamaño y se mercantilizan las humanidades y las artes liberales, la educación superior se ve atrapada en la paradoja de que afirma que invierte en el futuro de los jóvenes mientras les ofrece menos apoyos intelectuales, civiles y morales.

Si la comercialización, mercantilización y militarización de la universidad continúan la educación superior se convertirá en una más de la serie de instituciones incapaces de fomentar la investigación crítica, el debate público, actos humanos de justicia y la deliberación pública. Es especialmente importante defender esos campos públicos democráticos en tiempos en los que cualquier espacio que produce “pensadores críticos capaces de cuestionar instituciones existentes” es sitiado por poderosos intereses económicos y políticos. (8)

La educación superior tiene una responsabilidad no sólo en la búsqueda de la verdad, no importa adónde pueda conducir, sino también de educar a los estudiantes para que hagan que la autoridad y el poder sean política y moralmente responsables. Aunque las preguntas sobre si la universidad debería servir estrictamente intereses públicos en lugar de privados ya no tienen el peso de crítica convincente que tenían en el pasado, esas preguntas siguen siendo cruciales para encarar el propósito de la educación superior y de lo que podría significar que se imaginara la participación plena de la universidad en la vida pública como protectora y promotora de valores democráticos.

Lo que hay que comprender es que la educación superior puede ser una de las pocas esferas públicas restantes donde el conocimiento, los valores y la erudición ofrezcan una idea de la promesa de la educación para nutrir valores públicos, la esperanza crítica y una democracia sustantiva. Puede ser el caso que la vida de todos los días está cada vez más organizada alrededor de principios de mercado; pero confundir una sociedad determinada por el mercado con la democracia socava el legado de la educación superior, cuyas raíces más profundas son morales, no comerciales. Es una perspectiva particularmente importante en una sociedad en la que no sólo la libre circulación de ideas está siendo reemplazada por ideas administradas por los medios dominantes, sino que las ideas críticas cada vez se ven más como banales, cuando no reaccionarias, o simplemente se descartan. Como ha subrayado Frank Rich, la guerra contra la capacidad de leer y escribir y el juicio informado ha quedado suficientemente clara en la furia populista que arrasa el país, una cólera colectiva masiva que “apunta a los educados, no a los ricos”. (9) La democracia plantea demandas cívicas a sus ciudadanos y esas demandas apuntan a la necesidad de una educación de base amplia, crítica, y que apoye valores cívicos significativos, la participación en el autogobierno y en el liderazgo democrático. Sólo a través de una cultura educacional semejante, formativa y de educación crítica, pueden aprender los estudiantes a convertirse en agentes individuales y sociales, en lugar de ser simplemente espectadores aislados, capaces de pensar de otra manera y de actuar ante compromisos cívicos que exigen una reconsideración y reconstitución de configuraciones básicas del poder para promover el bien común y producir una democracia que tenga sentido. Es importante insistir en que como educadores preguntemos, una y otra vez, cómo es posible que la educación superior pueda sobrevivir como esfera pública democrática en una sociedad en la cual su cultura cívica y sus modos de lectura crítica colapsan, mientras se hace cada vez más difícil distinguir la opinión y los estallidos emotivos de un argumento sustentado y del razonamiento lógico. De igual importancia es la necesidad de que educadores y jóvenes encaren el desafío de la defensa de la universidad como un ámbito público democrático. Tony Morrison tiene razón cuando argumenta:

“Si la universidad no toma seria y rigurosamente su papel como guarda de libertades civiles más amplias, como interrogadora de problemas éticos más y más complejos, como sirvienta y preservadora de prácticas democráticas más profundas, algún otro régimen o combinación de regímenes lo hará por nosotros, a pesar de nosotros y sin nosotros.” (10)

La defensa de las humanidades, como Terry Eagleton ha argumentado recientemente, significa más que ofrecer un enclave académico para que los estudiantes aprendan historia, filosofía, arte y literatura. También significa subrayar cuán indispensables son esos campos de estudio para todos los estudiantes, si han de ser capaces de reivindicar de la manera que se sea que son agentes individuales y sociales críticos y comprometidos. Pero las humanidades hacen más. También suministran el conocimiento, las aptitudes, las relaciones sociales y los modos de pedagogía que constituyen una cultura formativa en la cual se puedan aprender las lecciones históricas de democratización, se puedan encarar concienzudamente las demandas de responsabilidad social, se pueda expandir la imaginación y se pueda asegurar el pensamiento crítico. Como adjunta del complejo académico-militar-industrial, la educación superior no tiene nada que decir sobre la enseñanza a los estudiantes de cómo pensar por sí mismos en una democracia, cómo pensar críticamente e involucrarse con otros y cómo considerar a través del prisma de los valores democráticos la relación entre ellos y el mundo en general. Necesitamos una revolución permanente respecto al significado y propósito de la educación superior, en la cual los profesores estén más que dispuestos a ir más allá del lenguaje de la crítica y un discurso de indignación moral y política, tal como sea necesario para una defensa sostenida individual y colectiva de la universidad como un ámbito público vital para la propia democracia.

Un debate semejante es importante para defender la educación superior como un bien público y financiarla como un derecho social. Más importante aún es que tal debate representa una intervención política crucial respecto al sentido del futuro de toda una generación y de su papel en él. Los estudiantes no son consumidores; son ante todo ciudadanos de una democracia potencialmente global y, como tales, se les debería proveer “la gama total del conocimiento humano, del entendimiento y de la creatividad –y asegurar de esa manera que tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial intelectual y creativo, independientemente de la riqueza de su familia” (11) Al ser enlistada la ideología neoliberal para limitar los parámetros del propósito de la educación superior, limita cada vez más –mediante altos costes de matrícula, modos tecnocráticos de enseñanza, la reducción del cuerpo de profesores académicos a la calidad de trabajadores a tiempo parcial, y modos autoritarios de dirección– la posibilidad de muchos jóvenes de ir a la universidad, mientras se niega al mismo tiempo a suministrar una educación crítica a los que lo hacen. No se movilizan suficientes profesores, estudiantes, padres y otros preocupados, dentro y fuera de la universidad, dispuestos y capaces de defender la educación superior como bien público y la pedagogía como práctica moral y política que aumenta la capacidad de los jóvenes de llegar a ser agentes sociales comprometidos.

La necesidad de cuestionar la noción de que el único valor de la educación es impulsar el progreso y la transformación económica en función del interés de la prosperidad nacional es central para cualquiera visión viable y democrática de la educación superior. También debemos reconsiderar cómo la universidad en una era posterior al 11-S está siendo militarizada, y reducida cada vez más a un adjunto del creciente Estado de seguridad nacional. El público ha renunciado a la idea de financiar la educación superior o valorarla como un bien público indispensable para la vida de cualquier democracia viable. Tantos motivos más para que los profesores estén a la vanguardia de una coalición de activistas, empleados públicos y otros en el rechazo al creciente control corporativo de la educación superior y en el desarrollo de un nuevo discurso en el cual la universidad, y en particular las humanidades, puedan defenderse como instituciones vitales social y públicamente en una sociedad democrática.

Si los profesores no pueden defender la universidad como una esfera pública democrática de interés comunitario, ¿quién lo hará? Si no podemos, o nos negamos, a tomar la delantera en la unión con estudiantes, sindicatos, maestros de escuelas públicas, artistas y otros trabajadores culturales en la defensa de la educación superior como la institución más crucial en el establecimiento de la cultura formativa necesaria para una democracia floreciente, entregaremos las humanidades, las artes liberales y la universidad en general a una hueste de fuerzas económicas, políticas, culturales y sociales peligrosamente antidemocráticas. Si la enseñanza liberal y las humanidades colapsan bajo los actuales ataques contra la educación superior, presenciaremos la emergencia de un Estado neoliberal, y desaparecerá el papel cívico y democrático de la educación superior, por más deslucido que esté. Bajo tales circunstancias, la educación superior y especialmente las humanidades, entrarán en una espiral mortífera diferente de cualquier cosa que hayamos visto en el pasado. La universidad no será ni una sombra de lo que era. Simplemente se convertirá en otra institución y programa vocacional en conflicto con los imperativos del pensamiento crítico, el disenso, la responsabilidad social y el coraje cívico.

La defensa de la universidad significa más que la exhibición de una combinación de indignación crítica y moral. Significa desarrollar una cultura crítica y de oposición, un movimiento colectivo dentro de la universidad y la unión con movimientos sociales fuera de sus muros, en gran parte segregados en la actualidad. El alcance a un público más amplio sobre el carácter social y democrático de la educación superior es crucial, sobre todo porque una gran parte del público ha “renunciado a la idea de educar a la gente para una ciudadanía democrática” (12) y a considerar la educación superior como un bien público. Hay más en juego que la profunda responsabilidad de los profesores en la defensa de la libertad académica, del sistema de titularidad y de la autonomía universitaria, por importante que sea. Los verdaderos problemas yacen en otro lugar y tienen que ver con la preservación del carácter público de la educación superior y el reconocimiento de que su defensa como esfera pública democrática tiene que ver en gran parte con la creación de las condiciones pedagógicas cruciales para desarrollar una generación de jóvenes dispuestos a luchar por la democracia como promesa y posibilidad. Walter Benjamin escribió: “El que no puede tomar posición debería guardar silencio”. Si los profesores quieren impedir que la educación sea aún más colonizada por una falange de fuerzas antidemocráticas que va de traficantes de influencias corporativas y de mega millonarios a ideólogos derechistas y los intereses creados del complejo militar-industrial-académico, no pueden permitirse el lujo de guardar silencio o ser observadores distantes. Las apuestas son demasiado grandes y la lucha demasiado importante. Se acaba el tiempo para recuperar la educación superior como ámbito público democrático y un sitio para que profesores y estudiantes piensen críticamente y actúen responsablemente. La cultura militarizada del neoliberalismo está en conflicto total con las condiciones pedagógicas necesarias para la toma imaginativa de riesgos, el disenso, el diálogo, la erudición comprometida, la autonomía de las facultades y los modos democráticos de dirección. La educación superior es uno de los pocos espacios que quedan en los cuales pueden crearse identidades, valores y deseos democráticos. Si el futuro de los jóvenes importa tanto como la propia democracia, se trata de una lucha que tiene que comenzar hoy mismo.

NOTAS

(1) Algunas fuentes útiles sobre el neoliberalismo incluyen: Lisa Duggan, The Twilight of Equality. (Boston: Beacon Press, 2003); David Harvey, A Brief History of Neoliberalism, (New York: Oxford University Press, 2005); Wendy Brown, Edgework: Critical Essays on Knowledge and Politics" (Princeton: Princeton University Press, 2005); Alfredo Saad-Filho y Deborah Johnston, editores, Neoliberalism: A Critical Reader, (London: Pluto Press, 2005); Neil Smith, The Endgame of Globalization, (New York: Routledge, 2005); Aihwa Ong, Neoliberalism as Exception: Mutations in Citizenship and Sovereignty (Durham: Duke University Press, 2006); Randy Martin, An Empire of Indifference: American War and the Financial Logic of Risk Management, (Durham: Duke University Press, 2007); Naomi Klein, The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, (New York: Knopf, 2007); Henry A. Giroux, Against the Terror of Neoliberalism, (Boulder: Paradigm Publishers, 2008); David Harvey, The Enigma of Capital and the Crisis of Capitalism, (New York: Oxford University Press, 2010); y Gerard Dumenil y Dominique Levy, The Crisis of Neoliberalism, (Cambridge: Harvard University Press, 2011).

(2) Vea por ejemplo, Stanley Aronowitz, Against Schooling: For an Education That Matters, (Boulder: Paradigm Publishers, 2008); Christopher Newfield, Unmaking the Public University, (Cambridge: Harvard University Press, 2008); y Ellen Schrecker, The Lost Soul of Higher Education, (New York: New Press, 2010). Una de las compilaciones más amplias que analizan este ataque se encuentra en: Edward J. Carvalho y David B. Downing, editores, Academic Freedom in the Post-9-11 Era, (New York: Palgrave, 2010); y mi próximo: Henry A. Giroux, Education and the Crisis of Public Values, (New York: Peter Lang Publishing, 2011).

(3) Vea Isabelle Bruno y Christopher Newfield, Can the Cognitariat Speak? E-Flux No. 14 (March 2010). En línea en : http://www.e-flux.com/journal/view/118/

Vea también: Christopher Newfield, Unmaking the Public University, (Cambridge: Harvard University Press, 2008).

(4) Ibíd.

(5) Para una crítica interesante de este tema, vea la edición especial de The Nation llamada "Out of Reach: Is College Only for the Rich?" (29 de junio de 2009).

(6) Se ha usado desde hace bastante tiempo este argumento contra profesores, aunque ha sido olvidado o convenientemente ignorado por muchos de ellos. Vea, por ejemplo, diversos ensayos en C. Wright Mills, The Powerless People: The Role of the Intellectual in Society, en C. Wright Mills, The Politics of Truth: Selected Writings of C. Wright Mills, (Oxford: Oxford University Press, 2008), pp. 13-24; Edward Said, Humanism and Democratic Criticism, (New York: Columbia University Press, 2004); y Henry A. Giroux y Susan Searls Giroux, Take Back Higher Education, (New York: Palgrave, 2004).

(7) Sobre la relación de la universidad con el Estado de seguridad nacional, vea David Price, How the CIA Is Welcoming Itself Back Onto American University Campuses: Silent Coup," CounterPunch (Abril 9-11, 2010). En línea en: http://www.counterpunch.org/price04092010.html

Vea también Nick Turse, How the Military Invades Our Everyday Lives, (New York: Metropolitan Books, 2008); y Henry A. Giroux, The University in Chains: Confronting the Military-Industrial-Academic Complex, (Boulder: Paradigm, 2007).

(8) Cornelius Castoriadis, Democracy as Procedure and Democracy as Regime, Constellations 4:1 (1997), p. 5.

(9) Frank Rich, Could She Reach the Top in 2012? You Betcha, New York Times (20 de noviembre 20, 2010), p. WK8.

(10) Toni Morrison, How Can Values Be Taught in This University, Michigan Quarterly Review (Primavera 2001), p. 278.

(11) Stefan Collini, Browne’s Gamble, London Review of Books, Vol. 32, No. 21 (4 de noviembre, 2010). En línea en: http://www.lrb.co.uk/v32/n21/stefan-collini/brownes-gamble

(12) David Glenn, Public Higher Education Is ‘Eroding From All Sides, Warn Political Scientists, Chronicle of Higher Education (2 de septiembre de 2010). En línea en: http://chronicle.com/article/Public-Higher-Education-Is/124292/.

© Copyright Henry A. Giroux, truthout, 2011

* Henry A. Giroux, es un crítico cultural estadounidense y uno de los teóricos fundadores de la pedagogía crítica en dicho país. Es bien conocido por sus trabajos pioneros en pedagogía pública, estudios culturales, estudios juveniles, enseñanza superior, estudios acerca de los medios de comunicación y la teoría crítica. Actualmente ocupa la cátedra de Cadenas globales de televisión en la carrera de ciencias de la comunicación en la Universidad McMaster. En mayo de 2005 la Universidad Memorial de Canadá le concedió un doctorado honorífico en letras. (Fuente: Wikipedia)

Fuente: www.globalresearch.ca/PrintArticle.php?articleId=22851 

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Written by Eduardo Aquevedo

22 enero, 2011 at 18:45

Seminario Internacional: "Procesos de desarrollo en Chile y América Latina"…

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CONVOCATORIA A SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE

“PROCESOS ACTUALES DE DESARROLLO EN CHILE Y AMERICA LATINA”

La Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso, Chile, en conjunto con sus respectivos Instituto de Historia y Ciencias Sociales  e Instituto de Sociología (*), convocan a un Seminario Internacional sobre “Procesos actuales de desarrollo en Chile y América Latina”, para el 25 y 26 de Enero del 2011.

Este Seminario se realiza en el marco del Programa Internacional de Investigación sobre "Estudios Críticos del Desarrollo" promovido y sustentado por investigadores de Universidades Mexicanas, Canadienses y Sudamericanas, al que se ha integrado también nuestra institución universitaria. Por consiguiente, participan también en esta convocatoria académicos e investigadores de dichas  instituciones, todos ellos miembros y representantes de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS).

Destacamos, en particular, la participación de investigadores extranjeros y representantes de ALAS como:

Dr. Alberto Bialakowsky, Presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS)

            Dr. Manuel Antonio Garretón, Premio Nacional de Ciencias Sociales, Universidad de Chile

Dr. Henry Veltmeyer, Director del Programa Internacional sobre Estudios Críticos del Desarrollo, Universidad St. Mary, Canadá

Dr. Raúl Delgado, Director Doctorado en Estudios del Desarrollo, Universidad Autónoma de Zacatecas (México)

Dr. Dídimo Castillo,  Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM)

Dr. Alejandro Canales, Universidad de Guadalajara, México

Dr. Manuel de la Fuente, Universidad de Cochabamba, Bolivia

Los temas centrales que pretendemos examinar en este evento son los principales procesos de desarrollo socio-económicos y políticos en curso en América Latina, tanto en sus respectivos contextos históricos como en sus diversas expresiones sociales más fundamentales. Queremos indagar el potencial, las dificultades y las perspectivas de estos procesos, tanto los de carácter más conservador (Chile, Colombia, Perú) como aquellos que se inscriben en una perspectiva post-neoliberal (Brasil, Venezuela, Bolivia).

Invitamos por consiguiente a considerar y a analizar los siguientes temas centrales:

I.-  Los contextos históricos de los principales procesos de desarrollo en curso;

II.-  Las experiencias neoliberales en el continente;

III.- La crisis de las experiencias neoliberales;

IV.-  Las características, potencialidades y limitaciones de las experiencias

      post-neoliberales

Convocamos pues a inscribir participaciones o/y ponencias para este Seminario, a partir del 1º de Diciembre del año en curso (2010) hasta el 24 de Enero del año 2011.

Informaciones e Inscripciones en Secretariado del Seminario:

Srta. María Soledad Echevarria

E-Mail: soledad.echevarria@uv.c

Fono: (56-32) 2507876

La presentación de ponencias y la participación en el Seminario serán Certificadas por la Universidad de Valparaíso.

INSTITUCIONES QUE CONVOCAN:

FACULTAD DE HUMANIDADES, UNIVERSIDAD DE VALPARAISO, CHILE

INSTITUTO DE HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES, UNIVERSIDAD DE VALPARAISO

INSTITUTO DE SOCIOLOGIA, UNIVERSIDAD DE VALPARAISO (*)

PROGRAMA INTERNACIONAL DE INVESTIGACION SOBRE “ESTUDIOS CRITICOS DEL DESARROLLO”

VALPARAISO, DICIEMBRE DE 2010

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Written by Eduardo Aquevedo

21 enero, 2011 at 22:37

Por qué los noticieros de TV parecen pura basura

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Reporteros y expertos analizan la industria de las noticias en la pantalla chica

¿Tiene la sensación de que cuando prende la tele a las 21 horas alguien pensó que usted es un imbécil? No se preocupe. Algunos noteros de TV se cuestionan a diario el haber estudiado periodismo y aquí nos cuentan cómo se construyen las pautas de sangre, fútbol y banalidades que consumen a diario la mayoría de los hogares chilenos.

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¿El aumento de la venta de hielo en el verano puede ser un tema digno de un noticiario? El editor de Chilevisión así lo consideró, al destacar el  aumento de dicho producto en  400% en el período estival.

Mega estimó relevante para su noticiario mostrar a un hombre armado que se atrincheró en su casa, porque no quería que su hermano le quitara la parte que le corresponde de la propiedad.

¿Informan estas dos noticias a la opinión pública? ¿Responden a las preguntas básicas del periodismo?

Los noticiarios de televisión abierta actualmente se reducen a tres temáticas: deporte (particularmente fútbol), social (que incluye denuncias, demandas, abusos y conflictos) y policial/ judicial. Estos temas abarcan gran parte del total del noticiario, dejando en segundo plano a las noticias internacionales, económicas, políticas, culturales, científicas y de derechos humanos, entre otras. Lo que percibe el telespectador que sólo se informa a través de los noticiarios, es un mundo donde hay criminalidad, abusos, y donde el fútbol ocupa un lugar central.

La Facultad de Comunicaciones de la UC publicó en 2010 un análisis sobre la pauta de los noticiarios. El documento tomó 14 emisiones del noticiario central de TVN, Canal 13, Mega y Chilevisión e hizo un estudio sobre dos “semanas construidas”. La muestra tiene 56 emisiones, las que corresponden a un día diferente de la semana de 14 semanas sucesivas entre el 18 de marzo y el 14 de junio del 2009.

Según el estudio, la mayor cantidad de fuentes de las notas de los noticieros   son testimoniales. Chilevisión es el canal que utilizó más este tipo de informantes alcanzando el 61%, pero según la publicación estos tienen escaso valor informativo. Por ejemplo en una nota sobre los niños en la playa de Pucón realizada este mes por TVN, ejemplos de fuentes son menores que declaran “me gusta la arena”, “me gusta cuando me baño en el agua” o “vengan, porque acá es bakán y lo van a pasar bien”.

Respecto a los temas más tratados, lidera deportes, con un 25% aproximadamente del total de la cobertura de los cuatro principales canales. Luego viene social, tribunales y policía, y luego Estado y política.

En términos de rating, TVN lideró a excepción de los fines de semana, en que ganó Chilevisión. Sin embargo, ambos finalizaron el año disputando la sintonía.

El trabajo al interior de los noticiarios

Un reportero de TVN asegura que “la gente no entiende que esto es un negocio como cualquier otro. Si hago una autoevaluación, de 30 notas que damos, 5 son noticia. Si tienes una buena imagen de un hombre agarrando a combos a un micrero, tú puedes convertir eso en una historia. Rellenar, un buen clip con música y armas una cosa. Pero información, cero. Es algo que todos lo saben, pero que nadie lo va a reconocer públicamente”.

“Un reportero de TVN asegura que “la gente no entiende que esto es un negocio como cualquier otro. Si hago una autoevaluación, de 30 notas que damos, 5 son noticia. Si tienes una buena imagen de un hombre agarrando a combos a un micrero, tú puedes convertir eso en una historia. Rellenar, un buen clip con música y armas una cosa. Pero información, cero”, dice un reportero.

Un periodista de Meganoticias señala que “si la gente se quiere informar más a fondo, lee el diario. Pero para ver el noticiario central, la gente quiere un resumen rápido y si se puede algo para entretenerse, mejor”. Afirma que los noticieros hacen subir la percepción de la delincuencia y Chilevisión parte su noticiero para captar el morbo. “La gente no ve los temas que dice querer ver, como temas culturales o científicos”.

Un conductor explica que “en la televisión se hace un producto gentil para todos, pero al final no hay nada. Y el verano es guateado, porque la agenda baja bastante. La gente quiere llegar a su casa y ver algo que los distraiga”.

El reportero de TVN asegura que “el día a día de las noticias a nadie le encanta. Yo he hecho quinientas mil veces la misma nota. La nota del calor, la del frío, el fenómeno del polar… tendencias. El 13 lo empezó muy fuerte como el 2003. Al principio les fue muy bien, pero después empezaron a hacer notas de ventiladores, de que la gente consume más agua, etc. De cada cinco días que sales a reportear, dos tú dices ‘puta, para qué chucha estudié está huevada”.

Un reportero de Chilevisión comenta que la pauta tiene uno o dos temas políticos,  y la mayoría es policial. “Yo encuentro que hago periodismo porque es lo que a la gente le gusta. Le gusta la acción. A CHV le está yendo súper bien”.

Otro reportero de TVN confiesa que “hay noticias que están ahí por rating. Desde el punto de vista periodístico, a nosotros nos conviene pelear el primer lugar con Canal 13 y no con CHV. Chilevisión métale you tube y las notas medias freak. A veces tenemos que hacer noticias donde decimos ¿qué es esto? Porque te arrastra CHV, entonces ése es el problema”. El profesional agrega que “cuando la guerra está muy descarnada entre los canales, se tiende a la pauta policial. Y eso puede ser peligroso porque genera una sensación de que vivimos en Colombia o en México”.

La agenda policial

El profesor e investigador en audiovisual de la UC, Valerio Fuenzalida, opina que hay agendas informativas distintas. “Según los dirigentes sociales, la cobertura de los noticiarios es de mala calidad. Pero si miramos la audiencia, las preocupaciones son la delincuencia, la inseguridad, la pobreza, el desempleo, los malos servicios públicos o la mala calidad de la educación.”

Carlos Catalán, sociólogo y director académico del magíster sobre comportamiento del consumidor de la Universidad Adolfo Ibáñez, agrega que “la pauta de los noticieros se puede estar orientando hacia los sectores de más bajos ingresos, porque son los que tienen menos posibilidades de tener acceso a otros medios”. En su opinión, la elite necesita menos la televisión.

“Hay ciertas temáticas que prácticamente son invisibilizadas por los noticiarios. El tema de la pobreza, el medioambiental, el de las minorías sexuales y temas urbanos. Entonces me parece que la oferta de contenido en ese sentido es pobre y uniforme”, asegura Diego Moulián, periodista y ex director de Munizaga Consultores.

El periodista Fernando Paulsen cuenta que “en CHV decidieron tirar situaciones de drama humano al principio, pero si tú pudieras levantar rating cantando arias de ópera, créeme que todos abrirían su noticiario con gordos cantando ópera”.

Luis Breull, comentarista en temas de industria de medios (TV) en la radio Duna y profesor de la UC y de la Universidad Alberto Hurtado, afirma que “el ejercicio de CHV de abrir con el eje judicial/policial es una táctica válida y eficaz de construcción de audiencia, que terminó por plasmar un viraje de la industria siguiendo esa ruta”. Pero insiste en que el primer bloque de los noticieros es finalmente lo que la gente cree que es lo más importante, la jerarquía. “Y si recogen la criminalidad, se impone un sentido de realidad distinto del que se forman quienes consumen noticias por otras vías. Esto reproduce un clasismo y una segmentación excluyente”.

Las posibilidades de la televisión para informar son limitadas, debido al escaso espacio del tiempo. Valerio Fuenzalida cuenta que una hora de televisión ocupa el equivalente de ¾ de una página de El Mercurio reducido a texto escrito. “La capacidad de la palabra-código verbal escrito, es impactante”, concluye.

Sensacionalismo y realidad

Distintos estudios revelan que la televisión es el medio más masivo y con mayor credibilidad y penetración en los hogares. “Se fortalece la imagen que tiene un componente emocional. El 2010 fue un año anómalo: el terremoto, los mineros, accidentes en la carretera, el incendio en la cárcel… en todos los estudios que he visto, ese sensacionalismo fue valorado por la gente en su dimensión informativa”, afirma Carlos Catalán, y ejemplifica: “Todo este concepto de lo sensacionalista es discutible. Para la persona que vive en un campamento, donde viven ocho personas en unos 40 metros. ¡Qué sensacionalismo! ¡Es la realidad!”.

Luis Breull explica que “si una persona mayor sólo se queda con la pauta de los noticiarios, no le estás ayudando a entender cómo se toman decisiones, por qué suben o bajan sus pensiones, por qué si tú jubilas en un determinado momento, tu jubilación puede ser mucho más baja que si jubilaras en otro… una pauta que sea relevante para la tercera edad, pero no se da”.

Diego Moulián comenta que hay hitos relevantes que casi no se trataron en los noticieros de televisión abierta durante el año pasado, como la huelga mapuche. “Las primeras semanas no aparecía en los noticiarios de televisión… en el principal medio donde se informan las grandes mayorías del país era soslayado”. Y agrega que “tampoco se entregaron, o muy pobremente, antecedentes para explicar las razones profundas de la huelga, como cuál ha sido la política de la relación histórica del Estado de Chile con las minorías étnicas y cuál fue la política de la Concertación o del Gobierno Militar”.

En la publicación de la UC se recoge la tesis de García Avilés, quien plantea que cuando se dejan de lado temáticas relevantes, los medios no generan debate sobre los temas que afectan a la ciudadanía, y no se construye un espacio público que acoja a los sectores sociales. Por lo tanto, se afecta a la agenda pública y a la salud del sistema democrático.

El rol de la televisión

“La vendedora que vive en Pudahuel y que tiene que trabajar en un retail del Alto Las Condes, ¿de qué conversa con una clienta que vive en Las Condes o con una supervisora que vive en La Reina? De la conversación que le puede dar la tele. Entonces esos programas masivos te integran. De Bielsa hablamos todos”, dice Catalán.

A nivel estatal, el CNTV realizó un informe sobre la cobertura del terremoto, y llegó a la conclusión de que “los datos indican que los televidentes se vieron impactados emocionalmente, producto de la reiteración de temas e imágenes y por algunos estilos de tratamiento de los hechos, principalmente testimonios de las víctimas”.

El estudio asegura que el tratamiento se percibió como sensacionalista y que “según los hallazgos del estudio de pantalla van desde pequeñas transgresiones hasta el abuso del recurso dramático en la construcción de noticias. No sólo se afectaron los televidentes adultos sino también los niños, razón relevante a considerar, especialmente cuando quienes entregan información no son periodistas sino presentadores de televisión con escasa formación para enfrentar los efectos psico- sociales de una tragedia de tal magnitud”.

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Written by Eduardo Aquevedo

18 enero, 2011 at 3:26

P. Krugman: materias primas en alza por especulación, riesgo de inflación o aumento de la demanda?

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El mundo finito

PAUL KRUGMAN 09/01/2011

El barril de petróleo vuelve a estar por encima de los 90 dólares. El cobre y el algodón han alcanzado máximos históricos y, en general, los precios de las materias primas mundiales han aumentado un 25% en los últimos seis meses.

Entonces, ¿qué significa este repentino aumento? ¿Se ha desbocado la especulación? ¿Es consecuencia de la creación excesiva de dinero o es el anuncio de una inflación desenfrenada a la vuelta de la esquina? No y no.

Lo que nos están diciendo los mercados de materias primas es que vivimos en un mundo finito, en el que el rápido crecimiento de las economías emergentes está ejerciendo presión sobre las limitadas reservas de materias primas, lo que hace aumentar sus precios. Y EE UU, en buena medida, no es más que un espectador en esta historia.

Algunos antecedentes: la última vez que los precios del petróleo y de otras materias primas estuvieron tan altos, hace dos años y medio, muchos analistas atribuyeron el repunte de los precios a una anomalía causada por los especuladores. Y la caída en picado de los precios de las materias primas en la segunda mitad de 2008 pareció darles la razón.

Pero ese desplome de los precios coincidió con una grave recesión mundial que condujo a un drástico descenso de la demanda de materias primas. La prueba más importante llegaría cuando se recuperara la economía mundial. ¿Volverían las materias primas a ser caras otra vez?

Bien, en EE UU sigue pareciendo que estamos en una recesión. Pero, gracias al crecimiento en los países en desarrollo, la producción industrial mundial ha superado recientemente su pico anterior y, en efecto, los precios de las materias primas están aumentando nuevamente. Esto no significa necesariamente que la especulación no haya desempeñado algún papel en 2007 y 2008. Tampoco deberíamos descartar la idea de que la especulación esté desempeñando algún papel en los precios actuales; por ejemplo, ¿quién es el misterioso inversor que ha comprado la mayor parte de las reservas de cobre mundiales? Pero el hecho de que la recuperación económica mundial también haya provocado la recuperación de los precios de las materias primas indica claramente que las recientes fluctuaciones de los precios reflejan principalmente unos factores fundamentales.

¿Qué pasaría si los precios de las materias primas fueran un presagio de la inflación? Muchos analistas de la derecha han estado vaticinando durante años que la Reserva Federal, al imprimir una gran cantidad de dinero -realmente no está haciendo eso, pero se le acusa de hacerlo-, nos está llevando a una grave inflación. La estanflación se aproxima, declaraba el congresista Paul Ryan en febrero de 2009; Glenn Beck lleva avisando de una hiperinflación inminente desde 2008.

Sin embrago, la inflación se ha mantenido baja. ¿Qué puede hacer alguien a quien le preocupa la inflación? Una de las respuestas ha sido la proliferación de teorías de la conspiración y de afirmaciones de que el Gobierno está ocultando la verdad sobre el aumento de los precios. Pero últimamente muchas personas de la derecha han visto en el aumento de los precios de las materias primas la prueba de que siempre tuvieron razón y una señal de que una elevada inflación generalizada se encuentra a la vuelta de la esquina.

Uno tiene que preguntarse qué pensaba esa gente hace dos años, cuando los precios de las materias primas estaban desplomándose. Si el aumento del precio de las materias primas de los últimos seis meses anuncia una inflación desbocada, ¿por qué el descenso del 50% en la segunda mitad de 2008 no anunció una deflación desbocada?

Sin embargo, contradicciones aparte, el problema más importante de aquellos que culpan a la Reserva Federal del aumento de los precios de las materias primas es que están sufriendo delirios de grandeza económica estadounidense, ya que los precios de las materias primas se establecen a escala mundial y lo que haga EE UU no es un factor importante.

Concretamente, hoy día, como en 2007 y 2008, la principal fuerza impulsora que se halla detrás del aumento de los precios de las materias primas no es la demanda de EE UU, sino la demanda de China y de otras economías incipientes. A medida que un mayor número de personas de los países que antes eran pobres van incorporándose a la clase media mundial, están empezando a conducir coches y a comer carne, ejerciendo una creciente presión sobre las reservas mundiales de petróleo y de alimentos.

Y esas reservas no están siguiendo el ritmo. La producción de petróleo convencional lleva cuatro años sin cambios; en ese sentido, por lo menos, el petróleo ha tocado techo. Cierto es que las fuentes alternativas, como el petróleo de las arenas bituminosas de Canadá, han seguido creciendo. Pero el coste de estas fuentes alternativas es relativamente elevado, tanto desde el punto de vista monetario como desde el ecológico.

Asimismo, a lo largo del pasado año, el clima severo -especialmente el fuerte calor y la fuerte sequía en algunas regiones agrícolas importantes- desempeñó un papel importante en el aumento del precio de los alimentos. Y, sí, todo lleva a pensar que el cambio climático está haciendo que esos acontecimientos climáticos sean más habituales.

Por tanto, ¿cuáles son las consecuencias del reciente aumento de los precios de las materias primas? Es, como he dicho, una señal de que vivimos en un mundo finito, un mundo en el que las limitaciones de los recursos son cada vez más constrictivas. Esto no supondrá el final del crecimiento económico, y mucho menos un descenso hacia un hundimiento al estilo Mad Max. Exigirá que cambiemos gradualmente la forma en que vivimos, adaptando nuestra economía y nuestro estilo de vida a la realidad de unos recursos más caros.

Pero eso es para el futuro. En estos momentos, el incremento de los precios de las materias primas es básicamente consecuencia de la recuperación mundial. No guarda ninguna relación, se mire como se mire, con la política monetaria estadounidense, ya que esta es una historia mundial; en un nivel fundamental, no se trata de nosotros. –

Paul Krugman es profesor de la Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía 2008. © New York Times News Service. Traducción de News Clips.

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Written by Eduardo Aquevedo

14 enero, 2011 at 16:12

Encuesta CERC (Enero 2010): apoyo a Piñera cae de 56 a 47%: rechazo aumenta de 31 a 41%… y Golborne supera a Bachelet

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El Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) entregó hoy los resultados de la encuesta correspondiente al mes de diciembre, en la que los niveles de rechazo al Presidente Sebastián Piñera aumentaron considerablemente, en comparación con el sondeo anterior.

En la medición, el Mandatario obtiene un 41% de rechazo, frente al 31% del sondeo llevado a cabo en septiembre y dado a conocer los primeros días de octubre. El nivel de desaprobación equivale a un aumento de 10 puntos.

Además, un 47% respalda la gestión del Presidente. La cifra representa un descenso de 9 puntos respecto a la medición de septiembre.

En esa oportunidad, Piñera recibió un 56% de apoyo, tres puntos más que en la encuesta de mayo.

El estudio, realizado entre el 10 y el 20 de diciembre pasado, abarca 1200 casos, con una representatividad del 75% de la población. Además, tiene un error muestral de 3%, con un nivel de confianza de 95%.

EVALUACIÓN DE FIGURAS POLÍTICAS

La encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea mide, también, el nivel de respaldo que obtienen los distintos personajes políticos del país, tanto del oficialismo como de oposición.

En ese sentido, destaca la aparición del ministro de Minería, Laurence Golborne, como el político con más futuro (29%), superando, de esa forma, a la ex presidenta Michelle Bachelet (28%).

En el sondeo de septiembre, Golborne figuraba en el tercer lugar, con un 16%, superado por el ministro de Educación, Joaquín Lavín (25%) y la ex mandataria, quien encabezaba la lista con un 33%.

POLÉMICA EN LA ANFP

La encuesta del CERC evaluó, además, las polémicas elecciones de la ANFP y la posible salida del técnico argentino Marcelo Bielsa al mando de la selección chilena.

En el episodio se vinculó al gobierno y se le acusó de intervenir en los comicios, lo que fue negado por el Ejecutivo.

Sin embargo, un 47% de los consultados cree que sí hubo "presiones externas".

IDENTIFICACIÓN POLÍTICA

La medición del CERC muestra, por otro lado, que un 35% se identifica con el gobierno, y un 36% con la oposición. Mientras, el 29% de los encuestados no se define por ningún sector político.

En tanto, un 45% elige un partido por cual votaría en las próximas elecciones. Según el CERC, esto corresponde a la cifra más baja desde 1990, con excepción del Barómetro de abril de 2009.

En este ítem, un 30% no responde, y un 24% manifiesta que no votaría por ninguno de los partidos políticos que hay en el país.

La muestra evidencia un apoyo de un 13% para Renovación Nacional, seguido por el Partido Socialista (8%) y la Democracia Cristiana (6%).

La Tercera.com

Aprobación de Piñera cae 9 puntos

Encuesta CERC: Golborne se posiciona por primera vez sobre Bachelet como político con mayor futuro

De acuerdo al sondeo, correspondiente al mes de diciembre, el titular de Minería se sitúa como el político con más futuro con un 29% de las preferencias, lo que significa un alza de 13 puntos respecto al mes de septiembre. Seguido por la ex mandataria con un 28%, lo que revela una caída de cinco puntos. En tanto, el respaldo al Presidente Piñera cayó del 56 al 47 por ciento.

El Presidente de la República, Sebastián Piñera, sufrió una caída de 9 puntos con respecto a septiembre, alcanzando un 47% de las preferencias. Mientras la desaprobación a la gestión del mandatario subió 10 puntos.

Así lo reveló esta mañana la encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), correspondiente al mes de diciembre.

La baja en la popularidad del jefe de Estado, sostuvo el director del CERC, Carlos Huneeus, se explicaría a “las denuncias, acusaciones o desconfianzas de que el Gobierno había hecho presión a favor de la candidatura opositora al Presidente de la ANFP, Harold Mayne- Nicholls”.

Respecto a la opinión del Gobierno en su conjunto, se produce una caída de la “buena opinión” en 9 puntos llegando al 32%. Mientras quienes señalan que es “regular” se mantienen estable en el 47% y aquellos que dicen que tienen una “mala opinión” del Ejecutivo suben 9 puntos a 19%.

En cuanto al desempeño del Presidente Piñera, aquellos que le ponen “buena nota” llegan al 47%, 10 puntos menos que septiembre. Mientras que aquellos que lo califican de forma “regular” llegan al 23%, lo que marca una baja de 5 puntos respecto al sondeo anterior; y suben aquellos que lo califican con “nota mala” del 13 al 26%.

Respecto a los tres ministros mejor evaluados: Laurence Golborne se mantiene estable con un 55%, Joaquín Lavín llega al 37%, lo que significa una caída de 6 puntos. Mientras que el titular de Salud, Jaime Mañalich, alcanza un 14% un alza de 4 puntos.

Sobre los cinco políticos con más futuro: por primera vez Laurence Golborne logra superar a Michelle Bachelet y se ubica como el político con más futuro con un 29%, un alza de 13 puntos respecto a septiembre. En segundo lugar se ubica la ex mandataria con un 28%, lo que significa una caída 5 puntos. Y en tercer lugar se mantiene Joaquín Lavín con un 26%.

CERC agrega esta vez la pregunta: ¿Quién es el mejor candidato de la Alianza por Chile?. Al respecto, Laurence Golborne lidera las preferencias con un 33%, Joaquín Lavín (17%), Rodrigo Hinzpeter (9%) y Evelyn Matthei (3%).

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12 enero, 2011 at 12:16

Publicado en CHILE, ENCUESTA

I. Wallerstein: ¿El fin de la recesión? ¿Quién engaña a quién?

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Immanuel Wallerstein, La Jornada.mx
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Los medios nos dicen que la crisis económica ya pasó, y que la economía-mundo está de regreso a su modo normal de crecimiento y ganancia. El 30 de diciembre, Le Monde resumió este sentir en uno de sus acostumbrados y brillantes titulares: Estados Unidos quiere creer en una recuperación económica. Exacto, ellos quieren creer, y no es solamente gente en Estados Unidos. ¿Pero es esto así?

Primero que nada, como lo he estado diciendo en repetidas ocasiones, no estamos en una recesión sino en una depresión. La mayoría de los economistas tienden a tener definiciones formales de estos términos, basados primordialmente en el aumento de los precios en los mercados bursátiles. Utilizan estos criterios para demostrar el crecimiento y la ganancia. Y los políticos en el poder se ponen felices de explotar este sinsentido. Pero ni el crecimiento ni la ganancia son las medidas apropiadas.

Siempre hay algunas personas que obtienen ganancias, aun en el peor de los tiempos. La cuestión es cuántas personas, cuáles personas. En los tiempos buenos, la mayoría de la gente disfruta de mejoras en su situación material, aun cuando haya diferencias considerables entre quienes están en la cima y los que están en la base de la escalera económica. Una marea creciente levanta todos los barcos, como dice el refrán, o por lo menos la mayoría de los barcos. Pero cuando la economía-mundo se estanca, como lo ha sido la economía-mundo desde la década de 1970, varias cosas ocurren. La cantidad de gente que está empleada con ganancia y que por tanto recibe un ingreso mínimamente adecuado, baja de modo considerable. Y debido a esto, los países intentan exportarle su desempleo unos a otros. Además, los políticos intentan privar de ingreso a los ancianos retirados y a los jóvenes que aún no están en edad de trabajar, con tal de apaciguar a sus votantes, que caen en las categorías comunes con edad de trabajar.

Si valoramos la situación país por país, es por eso que hay siempre algunos de éstos donde la situación se mira mejor que en la mayoría de los otros. Pero cuáles países parecen estar en mejor situación es algo que varía con alguna rapidez, como ha estado ocurriendo durante los últimos 40 años. Es más, mientras continúa el estancamiento, el cuadro negativo crece y se agranda, razón por la cual los medios comienzan a hablar de crisis y los políticos a buscar remedios prontos. Hacen llamados a la austeridad, lo que significa recortar todavía más las pensiones, la educación y la atención a la niñez. Deflactan sus divisas, si eso les es posible, con el fin de reducir momentáneamente sus tasas de desempleo a expensas de las tasas de desempleo de otro país.

Veamos el problema de las pensiones gubernamentales. En 2009, un pequeño poblado en Alabama agotó su fondo de pensión. Se declaró en bancarrota y dejó de pagar sus pensiones, con lo que violó la ley estatal que le requería hacerlo. Como apuntó el New York Times, no son sólo los pensionistas los que sufren cuando un fondo de pensiones se seca. Si una ciudad intenta obedecer la ley y pagarle a un pensionista con dinero de su presupuesto anual de operación, probablemente tendrá que adoptar vastos incrementos en sus impuestos, o realizar enormes recortes en los servicios, para juntar el dinero. Los actuales trabajadores urbanos pueden terminar pagando un plan de pensiones que no estará ahí para su propio retiro.

Pero éste es un problema que se avizora en cada uno de los estados de Estados Unidos que, por ley, deben contar con presupuestos balanceados, lo que significa que no pueden recurrir a préstamos para cumplir con sus actuales necesidades presupuestarias. Y hay un problema paralelo en toda nación que se encuentre en la zona del euro que no puede deflactar sus divisas con el fin de cumplir con sus necesidades presupuestarias, lo que ha significado que su capacidad de obtener préstamos conduzca a costos insostenibles y exorbitantes.

Pero qué hay, pueden ustedes preguntar, de aquellos países donde se dice que la economía florece, como Alemania, y más en lo particular dentro de Alemania, en Bavaria –llamado por algunos el planeta de los felices. ¿Por qué ocurre entonces que los habitantes de Bavaria sientan un malestar y parezcan avasallados e inseguros de su salud económica? El New York Times anota que (en Bavaria) está muy extendida la visión de que la buena fortuna de Alemania… llegó a expensas de los trabajadores, que en los últimos 10 años han sacrificado salarios y beneficios para hacer a sus empleadores más competitivos… De hecho, parte de la prosperidad proviene de que la gente no obtenga la seguridad social que debería tener.

Bueno, entonces, por lo menos está el buen ejemplo de las economías emergentes que han mostrado un crecimiento sostenido durante los últimos cuantos años, especialmente en los llamados países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Miremos de nuevo. El gobierno chino está muy preocupado por las sueltas prácticas de otorgamiento de préstamos de los bancos chinos, que parecen ser una burbuja, y que conducen a la amenaza de una inflación. Un resultado es el marcado incremento en los despidos, en un país donde la red de seguridad de los desempleados parece haber desaparecido. Entre tanto, la nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dice perturbarle que la sobrevaluación de la divisa brasileña se conjunte con lo que ella percibe como deflactación de las divisas estadunidense y china amenazando la competitividad de las exportaciones brasileñas. Y los gobiernos de Rusia, India y Sudáfrica, todos enfrentan los primeros síntomas de descontento por parte de grandes segmentos de sus poblaciones que parecen no haber recibido los beneficios de su supuesto crecimiento económico. Finalmente, y no es menor, hay aumentos marcados en los precios de la energía, los alimentos y el agua. Esto es el resultado de la combinación de un crecimiento en la población mundial y el aumento en los porcentajes de gente que exige contar con ellos. Esto implica una lucha en pos de estos bienes básicos, una lucha que puede tornarse mortal. Hay dos posibles resultados. Uno es que gran cantidad de gente reduzca el nivel de su demanda –lo que es de lo más improbable. Otro es que lo mortal de la lucha termine reduciendo la población mundial y por lo tanto haya menos escasez –una solución malthusiana de lo más desagradable.

Conforme entramos en esta segunda década del siglo XXI, parece poco probable que hacia 2020 miremos hacia atrás a esta década como una en que la crisis fue relegada a recuerdo histórico. No ayuda mucho querer creer en una perspectiva que parece remota. No ayuda para intentar entender qué es lo que debemos hacer al respecto.

Traducción: Ramón Vera Herrera

© Immanuel Wallerstein

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Written by Eduardo Aquevedo

8 enero, 2011 at 18:58

Chávez vetó su reforma universitaria: el mérito de no perseverar en un error grave…

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RECHAZO LA LEY UNIVERSITARIA

Pocos días después de haber sido aprobada, y a horas del ingreso de la oposición en la Asamblea Nacional (AN), el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, vetó la ley de Educación Universitaria. “Estuve oyendo los reclamos y concluí que es inaplicable. Si la aprobara, la batalla ideológica se apagaría y se convertiría en otra cosa”, explicó el mandatario a la población a través de la cadena nacional. Además, pidió a los nuevos diputados que abrieran el debate por el cambio universitario a las organizaciones y agrupaciones de estudiantes, profesores, académicos y graduados. Durante el mismo discurso, Chávez negó un aumento en el Impuesto al Valor Agregado.

La nueva ley universitaria formó parte de la treintena de normas aprobada durante el estertor del Parlamento con mayoría oficialista casi absoluta. La oposición y las agrupaciones de estudiantes y profesores universitarios la rechazaron por considerar que coartaba la autonomía de las instituciones educativas. El presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela, Diego Sharifker, envió una carta a Chávez en la que le explicaba las razones por las que la FCU consideraba inconstitucional la norma.

El mandatario mencionó ese documento durante su discurso. “Hay razones teóricas y políticas para el veto. Tras leer informes de agrupaciones y especialistas que recomendaban no aplicar la ley, decidí anularla. Pido perdón a la Asamblea Nacional y le pido que abra el debate”, apuntó Chávez.

Los movimientos de estudiantes aglutinados en la FCU repudiaron la norma desde su discusión en el antiguo recinto y amenazaron con movilizaciones masivas en todo el país si el gobierno no daba marcha atrás en su aplicación. “Creemos que fue un acto del gobierno para prevenir un levantamiento universitario nunca antes visto. El presidente respondió a la constancia de nuestra lucha”, consideró Sharifker, que además aprobó la convocatoria a los gremios y agrupaciones de estudiantes y graduados para debatir una nueva legislación.

La oposición también se manifestó satisfecha. “Son las primeras de muchas rectificaciones que se tienen que hacer en beneficio del país y del propio gobierno”, subrayó a los periodistas el coordinador de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Aveledo.

El lineamiento más resistido de la norma es aquel que depositaba en el ministro de Educación Universitaria las funciones del Consejo Nacional de Universidades, que acabaría siendo una Asamblea sin poderes. De haber sido promulgada la norma, el funcionario hubiera ejercido, por ejemplo, la administración, control, ejecución y supervisión de los recursos humanos y económicos de las instituciones de nivel superior.

“El otro aspecto delicado es el que plantea que la universidad tiene que contribuir a la construcción de la sociedad socialista. Una casa de altos estudios es un lugar de debate plural, no un espacio reproductor de una sola idea. No estamos en contra del socialismo, sino de su imposición como pensamiento único”, concluyó Sharifker.

Algunos referentes del bloque oficialista de la flamante AN respaldaron el veto presidencial ante los medios. Luego de asumir en sus funciones, el diputado Earle Herrera remarcó que la decisión del mandatario no era inédita. “El veto o la devolución de una ley a la AN demuestra la dialéctica que impera en Venezuela entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo”, opinó.

El legislador Luis Acuña explicó qué aspectos de la norma siguen apoyando: “Reivindicamos el carácter democrático de elección de las autoridades, la participación del pueblo en todas las decisiones universitarias, la separación de poderes dentro del ámbito académico y la capacidad de control y revisión de presupuesto que le atribuía al Estado”.

Página/12

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Written by Eduardo Aquevedo

6 enero, 2011 at 23:58

Publicado en CHAVEZ, DEMOCRACIA, VENEZUELA

Brasil y crímenes en los 70: ley discutible, palabras que avergüenzan…

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 Por Eric Nepomuceno, Página/12

A mediados de diciembre, faltando dos semanas para el final del gobierno de Lula, la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA condenó a Brasil por no haber punido los responsables de las prisiones, torturas, muertes y desapariciones de 62 miembros del maoísta Partido Comunista do Brasil en la región del Araguaia, en la Amazonia, entre 1972 y 1974. En aquel período fueron movilizados cerca de cinco mil soldados (entre ellos, unidades de elite del ejército) para derrotar a poco más de 80 guerrilleros. El fallo de la OEA se extiende por 126 folios y afirma de manera indudable que las disposiciones de la Ley de Amnistía decretada en 1979 no pueden impedir las averiguaciones y las sanciones a esas graves violaciones de los derechos humanos. Dice tratarse de disposiciones “incompatibles con la Convención de la OEA, carecen de efectos jurídicos y no pueden seguir representando un obstáculo para la investigación de los hechos, ni para la identificación y punición de los responsables”.

Dicho en otras palabras, de forma directa: la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA hizo lo que el Superior Tribunal Federal, corte suprema del país, no tuvo el valor de hacer. Y que el gobierno de Lula (a excepción de su ministro de Justicia, Tarso Genro, y del secretario de Derechos Humanos, Paulo Vanucchi) no quiso o no tuvo suficiente coraje para hacer: decir que la Ley de Amnistía de 1979, cuando el país vivía bajo los rigores de una dictadura todavía encastillada en el poder, es espuria e inconstitucional. Lula tampoco se animó a instaurar una Comisión de la Verdad, para que se sepa quién hizo qué, y qué se hizo, y cómo se hizo, para que nunca más ocurra lo que ocurrió. No para punir a nadie, no habría que llegar a tanto: nomás para que se recupere el derecho a la memoria.

Lula dejó esa mancha en su gobierno, pese a los esfuerzos de Genro y Vanucchi. Y dejó también, en la herencia que entregó a Dilma Rousseff, la presencia incómoda, bizarra y poderosa del ministro de Defensa, Nelson Jobim, quien, más que aliado, se mostró absolutamente sumiso a los cuarteles. Ha sido, en el gobierno, el principal ariete de los sectores más retrógrados de la Iglesia, las Fuerzas Armadas, los medios de comunicación y la sociedad brasileña. Defendió a todo precio que la amnistía impuesta por la dictadura en 1979 alcanzó a los dos lados. A los que se opusieron a esa dictadura y a los que ejercieron la barbarie en nombre del Estado. Vale recordar que los opositores fueron castigados con persecución, exilio, prisión, tortura, muerte, desaparición. Los asesinos y torturadores se quedaron con la certeza de que no serán castigados.

El tema es viejo, y desde hace década y media es tratado siempre con una cautela tan extrema que más justo sería llamarla temor. El gobierno de Cardoso avanzó, pero muy prudente, reconociendo excesos del Estado, una entidad sin rostro ni nombre. El gobierno de Lula quiso impulsar un Plan Nacional de Derechos Humanos. Tropezó con el poder del miedo, y ahí se quedó.

En 2010, la Orden de los Abogados defendió que la Ley de Amnistía no incluía a torturadores y asesinos. La iniciativa fue congelada por el Supremo Tribunal Federal. Argumento miedoso de esa corte suprema: no era admisible “revisar la Ley de Amnistía”. Ocurre que nadie quería revisarla: se trataba solamente de decidir si era o no aplicable a los responsables por crímenes de lesa humanidad, algo que no está admitido por una infinidad de acuerdos internacionales firmados por Brasil.

Tarso Genro, cuando ministro, defendió un argumento insólito: los violadores actuaron fuera de la legalidad de la misma dictadura, ya que no existían órdenes formales de servicio o cualquier norma legal que permitiese la tortura, la ejecución o el secuestro de personas bajo tutela del Estado. En vano. Es que en Brasil persiste el temor esdrújulo a las corporaciones, que –esquivas– dicen que lo que importa es mirar hacia adelante, y que no vale la pena mirar hacia el pasado. Como si una cosa impidiese la otra.

María do Rosario, secretaria de Derechos Humanos de Dilma Rousseff, pidió, en su discurso de asunción, que el Congreso estableciera una Comisión de la Verdad, para que se sepa lo que ocurrió y se conozcan los responsables. Ni siquiera habló de castigo. Aseguró que no se trata de “revanchismo o venganza”, sino del derecho a la memoria y a la verdad. El derecho de los familiares de los muertos y desaparecidos a conocer, al fin, qué pasó con ellos.

Al rato, llegó la respuesta del general José Elito Siqueira, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional: “Hay que mirar hacia adelante. Lo que pasó, pasó. No es ninguna vergüenza que existan desaparecidos”. A sus 64 años, el general era cadete en 1969, cuando campeaba la tortura en Brasil. Somos casi de la misma edad, pero admito suponer que no supiese lo que ocurría. Que no haya participado de nada. Pero no cabe suponer que no sepa el peso de sus palabras.

No, general. Es una tremenda vergüenza que hayan ocurrido desapariciones. Y otra vergüenza es decir lo que dijo usted. Usted ofende mi memoria, ofende al uniforme que usa. Una vergüenza, general. Una vergüenza.

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Written by Eduardo Aquevedo

5 enero, 2011 at 16:30

Publicado en E. AQUEVEDO

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Brevísima historia de 40 años de imposición de políticas económicas neoliberales…

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Marshall Auerback · · · · ·
02/01/11

Un asiduo lector de New Deal 2.0 plantea una aguda cuestión:

"Hay una cuestión que no consigo responder nunca. Muchos expertos dicen que la ideología neoliberal se abrió paso en los 80 con Reagan, Thatcher y la escuela de Chicago. Pero sigo in entender qué hizo posible tal giro en la economía política. ¿Qué elementos, qué nuevas fuerzas en los 80 pueden explicar ese cambio ideológico y las desigualdades que le siguieron?"

Asuntos, todos, muy dignos de exploración, y yo desde luego no puedo hacerles justicia en una respuesta de dos líneas más que recomendando el soberbio libro de Yves Smith Econned. El libro proporciona una excelente explicación histórica del modo en que unas teorías de todo punto infundadas pero ampliamente aceptadas llevaron a la práctica de políticas que generaron el actual estado de cosas. También ilumina la capacidad de esas filosofías para resucitar incluso cuando se acumulan pruebas concluyentes contra ellas. Documenta no sólo la creciente degradación de los economistas profesionales neoclásicos (y su concomitante tendencia a reducir la suma de la experiencia humana a una serie de ecuaciones matemáticas), sino también la manera en que fundaciones muy bien financiadas subvencionaron a universidades y think tanks que, a su vez, legitimaron y validaron esas filosofías charlatanescas. La idea de que los gobiernos democráticamente elegidos deben servirse de políticas fiscales discrecionales para contraestabilizar las fluctuaciones del ciclo del gasto no-público llegó a ser vista como algo muy cercano al socialismo. Los poderes que toman decisiones políticas fueron puestos gradualmente en manos de un cuerpo políticamente incareable de tecnócratas neoliberales que pontificaban sobre las limitaciones de los gobiernos y reforzaban las posiciones fiscalmente procíclicas, es decir: reforzaban la contracción discrecional cuando los estabilizadores automáticos llevaban a grandes déficits presupuestarios como resultado de la débil demanda no-pública.

Ese cambio en nuestras políticas públicas fue acompañado por toda una toma de control de los juristas en una larga marcha a través del poder judicial. Fue un esfuerzo, patrocinado por las grandes empresas, centrado exclusivamente en el asunto de la desregulación, y culminó con un esfuerzo titánico para abrogar las reformas del New Deal, yugular el poder de los sindicatos y atar corto al gobierno (salvo en materia de defensa, huelga decirlo, que desplegó su propio y formidable ejército de lobistas).

Responder a la cuestión planteada por nuestro lector pasa por reconocer que este ha sido un proceso que ha durado décadas y que ha venido acompañado de enormes sumas de dinero y un vasto ejército de fuerzas empresariales, jurídicas y políticas empeñado en frustrar cualquier alternativa progresista. Ha acontecido en un trecho de tiempo de 40 años. Regulación y supervisión laxas; una creciente desigualdad que llevó a las familias a endeudarse para mantener el nivel de gasto; codicia y exhuberancia irracional y liquidez global excesiva: todos esos son síntomas del problema.

¿Pero cómo empezó todo? El análisis que realizó al final de su vida el gran economista Hyman Minsky es particularmente potente, porque permite ver esos cambios desde una vasta perspectiva histórica. Minsky llamó a la situación salida de la II Guerra Mundial "capitalismo paternalista". Se caracterizaba por un "Tesoro público enorme" (cuyo gasto equivalía al 5% del PIB) dotado de un presupuesto que oscilaba contracíclicamente a fin de estabilizar el ingreso, el empleo y los flujos de beneficios; una Reserva federal a modo de "enorme banco" que mantenía bajos los tipos de interés e intervenía como prestador de último recurso; una amplia variedad de garantías estatales (seguro de depósitos, respaldo público implícito al grueso de las hipotecas); programas de bienestar social (Seguridad Social, Ayuda a las familias con hijos dependientes, Medicaid y Medicare); estrecha supervisión y regulación de las instituciones financieras; y un abanico de programas públicos para promover la mejora de los ingresos y la igualdad de riqueza (fiscalidad progresiva, leyes de salario mínimo, protección para el trabajo sindicalmente organizado, mayor acceso a la educación y a la vivienda para las personas de bajos ingresos). Además, el Estado jugaba un papel importante en materia de financiación y refinanciación (por ejemplo, la Corporación pública para financiar la reconstrucción y la Corporación pública para el crédito y la compra de vivienda) y en la creación de un mercado hipotecario moderno para la compra de vivienda (basado en un préstamo de tipo fijo amortizable en  30 años) sostenido por empresas patrocinadas por el Estado.

Minsky reconoció el papel jugado por la Gran Depresión y la II Guerra Mundial en la creación de unas bases para la estabilidad financiera. En palabras de Randy Wray:

"La Depresión pulverizó y aventó el grueso de los activos y los pasivos financieros: eso permitió a las empresas y a los hogares salir con poca deuda privada. El ciclópeo gasto público durante la II Guerra Mundial creó ahorró y beneficio en el sector privado, llenando los libro de contabilidad con saneada deuda del Tesoro (60% del PIB, inmediatamente después de la Guerra). La creación de una clase media, así como el baby boom, mantuvieron alta la demanda de consumo y alimentaron un rápido crecimiento del gasto público de los estados federados y de los municipios en infraestructura y en servicios públicos deseados por los consumidores metropolitanos. La elevada demanda de los entes públicos y de los consumidores trajo a su vez consigo el que pudiera cubrirse el grueso de las necesidades de las empresas en punto a financiar el gasto interno, incluida la inversión. Así, durante las primeras décadas que siguieron a la II Guerra Mundial, el ‘capital financiero’ desempeñó un papel inusualmente menor. El recuerdo de la Gran Depresión generó reluctancia al endeudamiento. Los sindicatos presionaban, y a menudo obtenían más y más compensaciones, lo que permitió el crecimiento de los niveles de vida, financiados en su mayor parte sólo con los ingresos."

En la década de 1970 todo eso empezó a cambiar, como bien se explica en Econned. El gasto público comenzó a crecer más lentamente que el PIB; los salarios ajustados a la inflación se estancaron a medida que los sindicatos perdían poder; la desigualdad arrancó a crecer y las tasas de pobreza dejaron de caer; las tasas de desempleo se dispararon; y el crecimiento económico se ralentizó.

En los 70 asistimos también a los primeros esfuerzos sostenidos para escapar a las restricciones puestas por el New Deal a medida que las finanzas respondían para aprovechar las oportunidades. Tras el desastroso experimento monetarista de Volcker (1979-82), muchos de los viejos vestigios del sistema bancario establecido por el New Deal fueron arrasados. El ritmo de innovaciones se aceleró a medida que fueron adoptándose muchas prácticas financieras nuevas para proteger a las instituciones del riesgo de la tasa de interés. A despecho de todas las apologías hechas de los años de Volcker al frente de la Reserva federal, lo cierto es que sus políticas de tipos de interés altos sentaron las bases del actual sistema financiero basado en el mercado, incluidas la titulización hipotecaria, la innovación financiera en forma de derivados para cubrir el riesgo de los tipos de interés, así como muchos de los vehículos financieros "extracontables" que han proliferado en las dos últimas décadas. Se legisló para crear un tratamiento fiscal mucho más favorable a los intereses, lo cual, a su vez, estimuló las compras apalancadas para substituir activos por deuda (con la toma de control empresarial financiada con deuda que sería servida por los futuros flujos de ingresos de la empresa así controlada).

Los excedentes presupuestarios de los años de Clinton –otro ejemplo de ascendencia de una filosofía neoliberal que huyó de la política fiscal y determinó la primacía de la política monetaria— restringieron la demanda agregada, encogieron los ingresos y crearon una mayor dependencia respecto de la deuda privada como medio de sostener el crecimiento y los ingresos. Eso se vio claramente facilitado por innovaciones que ampliaron el acceso al crédito y cambiaron las criterios de las empresas y de los hogares respecto al nivel del endeudamiento prudente. El consumo llevaba la batuta, y la economía volvió finalmente a los rendimientos de los años 60. Regresó el crecimiento robusto, ahora alimentado por el déficit del gasto privado, no por el crecimiento del gasto público y el ingreso privado. Todo eso llevó a lo que Minsky llamó el capitalismo de los gestores del dinero.

Tal es el contexto histórico básico. Pero ha venido desarrollándose desde hace cerca de 40 años. Y esa es probablemente una respuesta que va más allá de lo que nuestro amable lector quería, pero su cuestión no es de las que se deja responder lacónicamente.

Marshall Auerback es un reconocido analista económico norteamericano. Investigador veterano del prestigioso Roosevelt Institute, colabora regularmente con New Economic Perspectives y con NewDeal2.0.

Traducción para http://www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench

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Written by Eduardo Aquevedo

5 enero, 2011 at 15:53

Encuesta Adimark (Enero 2011): cae apoyo a Piñera de 50 a 47%, y desaprobación crece (de 36 a 43%)…

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Encuesta Adimark GfK

Malas noticias para Piñera: aumentan quienes desaprueban su gestión

Según el sondeo, el nivel de aprobación del mandatario bajó tres puntos respecto al mes anterior, situándose en un 47% en diciembre. Por su parte, la desaprobación a la gestión del Jefe de Estado sufrió un significativo aumento hasta un 43% (era 36% en noviembre) y se ubica en el nivel más alto desde que asumiera en el mes de marzo.

La desaprobación a la gestión realizada por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, se incrementó significativamente durante el mes de diciembre (43%), escalando 7 puntos en relación al mes anterior (36%) y se ubica en el nivel más alto desde que asumiera en el mes de marzo, según la última encuesta Adimark GfK.

Por su parte, Piñera baja tres puntos de aprobación ciudadana (47%) respecto a noviembre (50%), en un año marcado por el cambio de gobierno, la tragedia del terremoto de febrero, las celebraciones del bicentenario y por el rescate minero de octubre.

El promedio de los primeros 10 meses del gobierno es un 52% de aprobación, por lo que la cifra de cierre se ubica algo por debajo del promedio anual.

Según el sondeo, la caída de tres puntos con respecto al mes de noviembre se explica por una baja en los sectores más pobres de la población (en el grupo D-E obtiene 39% de aprobación) y en la región metropolitana (41%), área que aparece muy por debajo  de las regiones, donde el presidente obtiene un 51% de aprobación.

En cuanto a los atributos personales del presidente, se consolidan como los mejor evaluados su “capacidad para enfrentar situaciones de crisis” (75%), “activo y enérgico” (73%), “cuenta con autoridad” (68%) y su “capacidad para solucionar los problemas del país” (66%).

En el otro extremo, en forma más bien estable, se ubican los atributos relativamente más débiles del presidente,  que son “genera confianza” (55%) y “es creíble” (51%).

Áreas de Gestión

Durante 2010 la ciudadanía también mostró estabilidad y consistencia en sus evaluaciones respecto a las distintas áreas de gestión de gobierno.  Las “relaciones internacionales” se mantiene como el área de mayor aprobación terminando 2010 con un 72%.

En segundo lugar, el manejo de la “economía” se consolida como un área de importante aprobación (56%) correlacionado directamente con las cifras económicas  auspiciosas (crecimiento, empleo, consumo). En la misma línea, el área  del “empleo” tiene una mejoría en este mes y se ubica en 43% de aprobación.

El área de “educación” termina el año con una fuerte caída de 8 puntos, quedando con un 49% de aprobación. A pesar de ello, es la tercera área de gestión de gobierno mejor evaluada.

La gestión del “transporte público” mantiene una aprobación decreciente a pesar de comenzar el año con altas expectativas y respaldo. Termina el año con un 32% de evaluaciones positivas, estable respecto al mes anterior,   pero mucho  más crítico en Santiago (28%) que en el resto del país (35% de apoyo).

Otras áreas de gestión como “Salud” y  “Delincuencia”, que habían mostrado deterioro en los meses previos, ahora mejoran (Salud sube de un 28% a un 34% en este mes)  o se mantienen  (“delincuencia” se mantiene en 37%).

Evaluación del Gabinete

En cuanto a aprobación de los ministros, se observa en diciembre  una baja generalizada.

El ministro Golborne se mantiene como el mejor evaluado con 86% de aprobación (91% en noviembre), seguido por el ministro Cruz-Coke con 71%. En tercer lugar se ubica el ministro Hinzpeter (66%) que experimenta 9 puntos de caída.

En cuarto lugar se ubica Joaquín Lavín con 65% quien también muestra una importante baja (tenía 73% en noviembre), muy probablemente relacionada con la disminución de aprobación del área de educación.

La ministra de vivienda, Magdalena Matte, disminuye algo más moderadamente su respaldo (52%), al igual que el ministro Morandé (Transporte) que mantiene un 52%. Los ministros con menos de 40% de conocimiento no son evaluados.

Metodología

Estudio cuantitativo con aplicación de encuestas telefónicas mediante sistema CATI. La muestra es probabilística con selección aleatoria de hogares y de entrevistados.

Se utilizó un cuestionario estructurado de 20 minutos de duración. El universo está compuesto por los hogares que disponen de teléfono en los principales centros urbanos de las 15 regiones del país. El error se estima en aproximadamente +/- 3,0 % con un 95% de confianza. El estudio se realizó entre el 06 y el 30 de Diciembre de 2010.

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Written by Eduardo Aquevedo

5 enero, 2011 at 1:52

Publicado en CHILE, ENCUESTA

La economía mundial en 2011: perspectivas turbulentas…

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Perspectivas de la economía mundial en 2011

Walden Bello, Focus on the Global South

En contraste con sus previsiones cautamente optimistas, a finales de 2009, de una recuperación sostenida, el humor dominante en los círculos económicos liberales cuando termina 2010 es sombrío, si no apocalíptico. Los halcones fiscales han ganado la batalla política en EEUU y Europa, para alarma de los abogados del gasto público, como el premio Nobel Paul Krugman y el columnista del Financial Times Martin Wolf, quienes ven las restricciones presupuestarias como la receta más segura para matar la incipiente recuperación de las economías centrales.

Pero aunque los EEUU y Europa parecen abocados a una crisis más profunda a corto plazo y al estancamiento en el plazo largo, algunos analistas se precian de observar un “desacoplamiento” del este asiático y de otras áreas en desarrollo con respecto a las economías occidentales. Esa tendencia empezó a comienzos de 2009 en la estela del programa de estímulos masivos de China, que no sólo reestableció el crecimiento chino de doble dígito, sino que sacó de la recesión y llevó a la recuperación a varias economías vecinas, desde Singapur hasta Corea del Sur. En 2010, la producción industrial asiática recuperó ya su tendencia histórica, “casi como si la Gran Recesión nunca hubiera tenido lugar”, de acuerdo con The Economist.

¿Sigue Asia un camino realmente separado de Europa y EEUU? ¿Estamos realmente asistiendo a un “desacoplamiento”?

El triunfo de la austeridad

En las economías centrales, la indignación con los excesos de las instituciones financieras que precipitaron la crisis económica ha dado paso a la preocupación por los déficit públicos masivos en que han incurrido los gobiernos para poder estabilizar el sistema financiero, frenar el colapso de la economía real y afrontar el desempleo. En los EEUU el déficit se sitúa por encima del 9% del PIB. No es un déficit desbocado, pero la derecha estadounidense logró la hazaña de que el miedo al déficit y a la deuda federal pesara más en el espíritu de la opinión pública que el miedo a la profundización del estancamiento y al aumento del paro. En Gran Bretaña y en los EEUU, los conservadores fiscales lograron un mandato electoral claro en 2010, mientras que en la Europa continental una Alemania "recrecida" hizo saber al resto de la Eurozona que no seguiría subsidiando los déficit de los miembros más débiles de las economías meridionales o periféricas como Grecia, Irlanda España y Portugal.

En los EEUU, la lógica de la razón dio paso a la lógica de la ideología. El impecable argumento de los demócratas de que el gasto público en estímulos era necesario para salvar y crear puestos de trabajo no pudo resistir el asalto del tórrido mensaje republicano, según el cual un mayor estímulo público, añadido los 787.000 millones de dólares del paquete de Obama en 2009 significaría un paso más hacia el “socialismo” y la “pérdida de libertad individual”. En Europa, los keynesianos arguyeron que la relajación fiscal no sólo ayudaría a Irlanda y a las economías meridionales con problemas, sino también a la poderosa maquinaria económica alemana, pues esas economías absorben las exportaciones de Alemania. Lo mismo que en los EEUU, los argumentos racionales sucumbieron a las imágenes sensacionalistas, en este caso al retrato mediático de unos esforzados alemanes subsidiando a hedonistas mediterráneos y derrochadores irlandeses. A regañadientes aprobó Alemania paquetes de rescate para Grecia e Irlanda, pero sólo a condición de que griegos e irlandeses fueran sometidos a salvajes programas de austeridad que han sido descritos por nada menos que dos exministros alemanes en el Financial Times como medidas antisociales “sin ejemplo en la historia moderna”.

El desacoplamiento, resucitado

El triunfo de la austeridad en EEUU y Europa, la cosa no ofrece duda, eliminará a esas dos áreas como motores para la recuperación económica global. ¿Pero se halla Asia en una senda diferente? ¿Puede soportar, como Sísifo, el peso del crecimiento global?

La idea de que el futuro económico de Asia se ha desacoplado del de las economías del centro no es nueva. Estuvo de moda antes de que la crisis financiera tumbara la economía estadounidense en 2007-2008. Pero se reveló ilusoria en cuanto la recesión en los EEUU, de los que China y otras economías del este asiático dependían para absorber sus excedentes, disparó una repentina y drástica en Asia entre finales de 2008 y mediados de 2009. De ese momento proceden las imágenes televisivas de millones de trabajadores chinos migrantes abandonando las zonas económicas costeras y regresando al campo.

Para contrarrestar la contracción, China, presa del pánico, lanzó lo que Charles Dumas, autor de Globalisation Fractures, caracterizó como un “violento estímulo interior” de 4 billones de yuanes (580.000 millones de dólares). Eso significaba cerca del 13% del PIB en 2008 y constituyó “probablemente el mayor programa de la historia de este tipo, incluidos los años de guerras”. El estímulo no sólo restituyó el crecimiento de dos dígitos; también comunicó a las economías del este asiático un impulso recuperador, mientras Europa y los EEUU caían en el estancamiento. Esa notable inversión es lo que ha llevado al renacimiento de la idea del desacoplamiento.

El gobernante Partido Comunista de China ha venido a reforzar esa idea al sostener que se ha producido un cambio de política que prima el consumo interior sobre el crecimiento orientado a la exportación. Pero si se observa con mayor detenimiento, se ve que eso es más retórica que otra cosa. En efecto, el crecimiento orientado a la exportación sigue siendo el eje estratégico, algo que se ve subrayado por la continuada negativa china a revalorizar el yuan, una política destinada a mantener competitivas sus exportaciones. La fase de empuje al consumo interior parece haber terminado, hallándose ahora China, como observa Dumas, “en proceso de cambio masivo desde el estímulo benéfico de la demanda interior hacia algo muy parecido al Business as usual de 2005-2007: crecimiento orientado a la exportación con un poco de recalentamiento”.

No sólo los analistas occidentales como Dumas han llamado la atención sobre ese regreso al creamiento orientado a la exportación. Yu Yongding, un influyente tecnócrata que sirvió como miembro del comité monetario del Banco Central Chino confirma que, en efecto, se ha vuelto a la práctica económica habitual: “En China, con una ratio comercio/PIB y exportaciones/PIB que excede ya, respectivamente, el 60% y el 30%, la economía no puede seguir dependiendo de la demanda externa para sostener el crecimiento. Desgraciadamente, con un enorme sector exportador que emplea a millones y millones de trabajadores, esa dependencia se ha hecho estructural. Eso significa que reducir la dependencia y el excedente comerciales de China pasa por harto más que por ajustar la política macroeconómica.”

El regreso al crecimiento orientado a la exportación no es simplemente un asunto de dependencia estructural. Tiene que ver con un conjunto de intereses procedentes del período de la reforma, intereses que, como dice Yu,”se han transformado en intereses banderizos que luchan duramente para proteger lo que tienen”. El lobby exportador, que junta a empresarios privados, altos ejecutivos de empresas públicas, inversores extranjeros y tecnócratas del Estado, es el lobby más poderosos ahora mismo en Pekín. Si la justificación ofrecida para el estímulo público ha sido derrotada por la ideología en los EEUU, en China la argumentación igualmente racional a favor del crecimiento centrado en el mercado interior ha sido aniquilada por intereses materiales banderizos.

Deflación global

Lo que los analistas como Dumas llaman el regreso de China al tipo de crecimiento orientado a la exportación chocará con los esfuerzos de los EEUU y Europa de empujar la recuperación mediante un crecimiento orientado a la exportación simultaneado con el levantamiento de barreras a la entrada de importaciones asiáticas. El resultado más probable de la promoción competitiva de esa volátil mezcla de empuje a la exportación y protección interior por parte de los tres sectores que encabezan la economía mundial en una época de comercio mundial relativamente menos boyante no será la expansión global, sino la deflación global. Como ha escrito Jeffrey Garten, antiguo subsecretario de comercio con Bill Clinton: “Aunque se ha prestado mucha atención a la demanda de consumo e industrial en los EEUU y en China, las políticas deflacionarias que envuelven a la UE, la unidad económica más grande del mundo, podrían hundir de mala manera el crecimiento económico global… Las dificultades llevan a Europa a redoblar su empeño en las exportaciones al tiempo que EEUU, Asia y América Latina están disponiendo sus economías para vender más en todo el mundo, lo que no podría sino exacerbar las tensiones, ya suficientemente altas, en los mercados de divisas. Podría llevar a un resurgimiento de las políticas industriales patrocinadas por los Estados, cuyo crecimiento ya se observa por doquiera. Tomados de consuno, todos esos factores podrían llegar a propagar el incendio proteccionista tan temido por todos.”

La crisis del Viejo Orden

Lo que nos aguarda en 2011 y en los próximos años, advierte Garten, son momentos de “turbulencia excepcional, a medida que el ocaso del orden económico global tal como lo hemos conocido avanza caótica y tal vez destructivamente”. Garten destila un pesimismo que está apoderándose cada vez más de buena parte de la elite global que otrora anunciaba la buena nueva de la globalización y que ahora la ve desintegrarse literalmente ante sus propios ojos. Y esta ansiedad fin de siècle no es monopolio de los occidentales; es compartida por el influyente tecnócrata chino Yu Yongding, que sostiene que el “tirón de crecimiento chino prácticamente ha agotado su potencial”. China, la economía que con mayor éxito consiguió cabalgar la ola globalizadora, “ha llegado a una disyuntiva crucial: de no poner por obra penosísimos ajustes estructurales, podría perder súbitamente el impulso de su crecimiento económico. El rápido crecimiento económico se ha logrado a un coste extremadamente alto. Sólo las generaciones venideras conocerán el verdadero precio pagado.”

La izquierda en la presente coyuntura

A diferencia de las medrosas aprensiones de figuras del establishment como Garten y Yu, muchas gentes de izquierda ven la turbulencia y el conflicto como la necesaria compañía del nacimiento de un nuevo orden. Y, en efecto, los trabajadores se han movilizado en China, y se ganaron incrementos salariales significativos con huelgas organizadas en determinadas empresas extranjeras a lo largo de 2010. La protesta ha estallado también en Irlanda, Grecia, Francia y Gran Bretaña. Pero a diferencia de China, en Europa marchan para mantener derechos perdidos. Y lo cierto es que ni en China, ni en Occidente, ni en parte alguna son los resistentes portadores de una visión alternativa al orden capitalista global. Al menos, no todavía.

Walden Bello, profesor de ciencias políticas y sociales en la Universidad de Filipinas (Manila), es miembro del Transnational Institute de Amsterdam y presidente de Freedom from Debt Coalition, así como analista sénior en Focus on the Global South.

Traducción para www.sinpermiso.info: Ricardo Timón

Fuente: http://www.focusweb.org/content/global-economy-2011-recovery-recedes-convulsion-looms

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Written by Eduardo Aquevedo

3 enero, 2011 at 19:22

Impedirás los derechos sexuales y reproductivos: los metodos policiales de la Igesia contra el aborto no punible…

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UNA RED DE CUADROS CATOLICOS FORMADOS ESPECIALMENTE PARA TRABAJAR EN HOSPITALES PUBLICOS

La UCA y la Universidad Austral forman “especialistas en bioética” que luego operan en los comités de los hospitales. Enfermeras ligadas a la Iglesia alertan sobre los pedidos de aborto no punible. Y hay abogados que completan el trabajo de pinzas.

 Por Mariana Carbajal, Pagina/12

La Iglesia Católica formó un ejército de especialistas en bioética que se desempeñan en hospitales públicos, con la intención de influir a través de los comités de bioética en las decisiones que tienen que ver con la regulación en torno al inicio, la reproducción y el fin de la vida y los límites de la ciencia. Particularmente les interesa obstruir el acceso a los abortos no punibles, entre otras prácticas legales sobre salud sexual y reproductiva, con el argumento de que es la Iglesia Católica y no el Estado la que debe establecer las normas de lo posible en lo concerniente a la vida de los individuos. Enfermeras formadas en cursos de la pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) y de la Universidad Austral, ligada al Opus Dei, son las que alertan cuando una mujer solicita la interrupción voluntaria del embarazo amparada en los permisos vigentes. La tropa se completa con médicas y médicos, otros profesionales de la salud y también abogados, que son quienes concurren a los debates parlamentarios sobre las reglamentaciones para los abortos no punibles, y litigan en tribunales federales y locales contra el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, y en la judicialización de los casos de aborto no punible. Es significativo que los planes de estudio con los que se forman, en algunos casos, están avalados por el Estado, a través de su aprobación por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).

El tema está siendo investigado desde el CEIL-Piette-Conicet, que encabeza Fortunato Mallimaci, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y presidente de la Asociación de Cientistas Sociales de la Religión del Mercosur. Para contrarrestar la influencia de los especialistas en bioética que defienden los preceptos morales que imparte el Vaticano y pretenden imponerlos a toda la población, desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el médico experto Juan Carlos Tealdi, director del Comité de Bioética del Hospital de Clínicas, está trabajando en la conformación de una red de especialistas con perspectiva de derechos humanos, que ya cuenta con 76 miembros que se desempeñan en hospitales públicos de distintas partes del país. Han elaborado un consenso con varios puntos a defender, entre ellos, el acceso al aborto no punible.

La estrategia

“La alta formación es la estrategia que les permite ganar concursos y ocupar lugares de decisión en el ámbito de la salud pública”, explicó a Página/12 un investigador del Conicet que les está siguiendo los pasos a los bioeticistas católicos desde hace un par de años, pero prefiere mantener el anonimato para evitar que le pongan obstáculos a su estudio, una tesis doctoral, dado que suele participar de las clases, jornadas y seminarios en los que se recibe capacitación. Este diario accedió a algunos de los avances preliminares de su investigación. “Desde la academia confesional, docentes universitarios, investigadores e intelectuales, forman profesionales de la salud abogados e ‘interesados en la bioética’ para dotarlos de herramientas teóricas y conceptuales que les permitan tomar decisiones en su práctica profesional. Uno de los principales intereses es que estos ‘interesados en la bioética’ integren comités hospitalarios en el sistema de salud pública”, explicó el investigador a este diario. La formación implica no solamente maestrías y especializaciones de posgrado sino también cursos cortos donde se analizan casos de aborto, eutanasia, trasplante de órganos y también reproducción asistida, detalla uno de los papers.

Una de las estrategias que utilizan para frenar los abortos no punibles es la demora: postergan las decisiones con la idea de que el embarazo avance y sea cada vez más complicada su interrupción. También tratan de influir sobre la mujer o los familiares que la acompañen, sobre todo en el caso de menores de edad, transmitiéndole la falsa idea de que un aborto puede poner en riesgo su vida, cuando –se sabe– es una intervención más segura, incluso que un parto, si se realiza en condiciones adecuadas (ver aparte).

La UCA y la Austral son dos de los sitios encargados de la capacitación y formación de los agentes católicos especializados en bioética. Los docentes que se consideran “maestros” formando “discípulos” –describe la investigación– son generalmente filósofos y médicos que han realizado posgrados y especializaciones en bioética en universidades de Europa y Estados Unidos. “Actualmente, las primeras cohortes de egresados de posgrados en las universidades confesionales locales ya están comenzando a dictar sus propios cursos”, indicó el investigador. Se caracterizan, agregó, por hablar “desde la ciencia”, aunque los mueve una misión celestial. “Ellos están convencidos de que así van a ir al cielo, creen que están haciendo un bien a la Humanidad”, contó. Incluso recordó que en una jornada de la UCA se llegó a analizar el caso de una mujer que tenía un embarazo de un feto con una malformación genética por la cual moriría al nacer. Y al feto, que tenía alrededor de cuatro meses de gestación, y un kilogramo de peso, lo llamaban “paciente”.

Los cursos incluyen una alta formación en filosofía y teorías genéticas, y hasta historia del feminismo y teoría de género. En algunas jornadas, incluso, hablan sobre Simone de Beauvoir. En general están en contra de las prácticas de salud reproductiva que implican utilizar métodos anticonceptivos que no son avalados por el Vaticano, como el DIU, y las píldoras que tienen levonorgestrel –porque sostienen que impide la anidación, aunque no hay estudios científicos reconocidos internacionalmente que sostengan esa creencia–, entre ellas, la anticoncepción hormonal de emergencia. También rechazan el aborto no punible, a pesar de que es legal en el país desde 1921, de acuerdo con las excepciones previstas en el Código Penal, que a la luz de las interpretaciones de altos tribunales del país contemplan cuando el embarazo pone en riesgo la vida o la salud de la mujer y si la gestación fue producto de una violación, sea o no la mujer discapacitada mental.

De acuerdo con la investigación que se lleva adelante desde el CEIL–Piette, varios de los bioeticistas formados con la línea de pensamiento del Vaticano, especialmente aquellos que responden al Opus Dei, son jefes de servicios de Ginecología y Obstetricia o de Cuidados Paliativos.

Hay una clara división de género, las mujeres “trabajan territorialmente”, son enfermeras y médicas que identifican rápidamente los casos frente a los cuales influir. Los abogados en general son varones y son quienes litigan contra la venta de anticonceptivos o en casos de aborto no punible, o concurren a los debates parlamentarios. Por ejemplo, a lo largo de 2008 y 2009 tuvieron presencia en los debates y audiencias públicas sobre la reglamentación del aborto no punible en la Legislatura porteña. Distintas voces de agentes católicos especializados en bioética expresaron su rechazo al proyecto, promovido por distintos bloques de la oposición, que finalmente no se llegó a aprobar este año, a pesar de que lleva ya tres años de discusión. El macrismo siempre apeló a diversas estrategias para freezarlo.

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3 enero, 2011 at 16:15

Publicado en E. AQUEVEDO

¿Por qué perdieron las izquierdas en Suecia?

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La relevancia para España y América Latina

Vicenç Navarro, Sistema Digital

Las políticas públicas de la socialdemocracia sueca durante la mayoría del periodo post II Guerra Mundial en el que gobernó, bien sólo, bien en alianza con el Partido Comunista, el Partido Verde, y también el Partido Agrícola (el partido de los agricultores), se caracterizaron por la expansión de los derechos sociales y laborales, basados en la universalización de tales derechos. Es decir, el objetivo de tales políticas era garantizar que todos los ciudadanos y residentes en Suecia tuvieran tales derechos. Ello requería unos elevados ingresos al estado que se conseguían a base de tener una carga fiscal elevada, un elevado porcentaje de la población trabajando y pagando impuestos, y una elevada progresividad en su fiscalidad.

Para conseguir un incremento en el número de personas que pagaran impuestos, la socialdemocracia sueca estimuló y facilitó la integración de la mujer al mercado de trabajo a través de un amplio desarrollo de los servicios de ayuda a las familias (como escuelas de infancia y servicios domiciliarios a las personas con dependencia) que facilitaran tal integración. Al revés de lo que ocurre en los países del Sur de Europa (donde las derechas son fuertes y las izquierdas débiles), Suecia palió la escasez de mano de obra a base de facilitar la integración de la mujer al mercado de trabajo en lugar de resolver tal escasez mediante la inmigración. Suecia, durante el periodo socialdemócrata, tuvo unas políticas de inmigración muy restrictivas. Y durante muchos años los inmigrantes procedían de Finlandia, un país próximo en su cultura a la sueca (donde, además, parte de aquel país, Finlandia, también se habla sueco). El multiculturalismo no fue alentado en Suecia. Resultado de una elevada protección social y una afinidad cultural del inmigrante no hubo problemas con la inmigración en aquel país

Tres cambios han ocurrido desde entonces. Uno, fueron las políticas del gobierno conservador-liberal que convirtieron algunos programas universales en programas asistenciales, cuyo criterio de acceso a tales derechos estaba basado en los niveles de renta de los ciudadanos. Muchos de estos servicios pasaban a estar disponibles sólo a los más pobres, con lo cual los inmigrantes pasaron a tener preferencia en el acceso a tales beneficios sobre los nativos

Esta política, fue acompañada con una apertura de las fronteras y un cambio substancial en el carácter cultural y étnico de la inmigración, pasando a ser una inmigración multicultural. Algunos, como los musulmanes, eran portadores de culturas muy distintas a la cultura sueca. Y el tercer cambio fue el aumento del desempleo y la inseguridad, resultado de la crisis mundial

El resultado de estos tres cambios era predecible. Sectores de la clase trabajadora se sintieron amenazados por los inmigrantes con los cuales competían por puestos de trabajo, vivienda social, servicios sociales y frecuentemente perdían derechos adquiridos como consecuencia de las políticas estatales que dejaron de ser universales para ser asistenciales. Y, como consecuencia, sólo los más pobres se beneficiaron de ello. Y éstos eran los inmigrantes. De ahí el surgimiento del movimiento anti-inmigrante de clase obrera, hecho que capitalizó un partido ultraderechista (llamado el Partido Demócrata Sueco) cuyo único punto en su programa era el de reducir la inmigración, incluso a base de expulsarla del país. Tal partido ultraderechista fundado en 1988, había sido totalmente marginal por su identificación con el nazismo y su estilo militar, con cabezas rapadas incluidas. En 2001, cambiaron y abandonaron toda la parafernalia nazi, uniformes militares y discurso nazi, centrándose en presentar una cara amable para los suecos y de gran hostilidad hacia los inmigrantes, criticando el criterio asistencial que beneficia primordialmente a los inmigrantes, y ridiculizando el multiculturalismo que habían promocionado los partidos de izquierda como mecanismo de tolerancia necesaria para mantener a las clases populares unidas. Cuando los cambios citados anteriormente ocurrieron, se sembró el caldo de cultivo para que este mensaje fuera exitoso electoralmente. Y así ganaron suficientes votos para tener representación parlamentaria. Muchos de estos votos procedían anteriormente de votantes del partido socialdemócrata y otros partidos de izquierda.

RELEVANCIA PARA ESPAÑA

España tiene una situación explosiva en sus manos, debido a la confluencia de varios factores. Uno, es el bajo desarrollo de programas universales en una situación de escasa protección social. España continúa estando a la cola del gasto público social por habitante en la UE-15. Gran número de programas sociales, como vivienda social, ayuda escolar y otros, son programas asistenciales para las personas con mayores dificultades, que suelen ser los inmigrantes

La otra confluencia es que la falta de mano de obra se ha llenado a base de la inmigración en lugar de facilitar la integración de la mujer al mercado de trabajo. Esta inmigración ha contribuido a la bajada del nivel salarial, pues los inmigrantes, por su condición de inmigrantes, han aceptado salarios más bajos

Y la tercera novedad es el cambio del lugar de origen, con un aumento sustancial del número de inmigrantes de países musulmanes y del Norte de África. La confluencia de estos factores, junto con el enorme crecimiento de la inmigración ha sido una situación que puede llegar a ser explosiva en este momento de crisis. De ahí que la derecha española, y muy en concreto, el Partido Popular esté movilizando a la clase obrera con un mensaje antiinmigrante, xenófobo, que alcanza incluso dimensiones violentas. El mensaje de la sra. Camacho, dirigente del PP en Cataluña, presentado en un videojuego, mostraba a tal candidata eliminando físicamente a los inmigrantes. El hecho de que no haya aparecido un partido ultraderechista xenófobo con representación parlamentaria en España se debe a que tal voto lo canaliza el PP. La experiencia en Europa muestra que los partidos de ultraderecha aparecen cuando los partidos de derecha de tradición democrática, no favorecen la promoción de posturas ultraderechistas. Tal como he señalado en otros textos, la derecha española, no es homologable a la derecha europea, pues tiene una cultura, heredada del régimen dictatorial anterior, que incluye elementos claramente antidemocráticos y xenófobos.

¿QUÉ DEBERÍA HACERSE?

La respuesta preventiva de esta explosión pasa por toda una serie de intervenciones, incluida la universalización de los derechos sociales y laborales, eliminando su carácter asistencial. Ello implica un aumento considerable del gasto público social, que requeriría reformas fiscales progresivas, corrigiendo la gran regresividad del sistema fiscal español. Otra medida es la regulación de la inmigración, reduciendo la dependencia de la inmigración para resolver la escasez de recursos humanos, y facilitar, en su lugar, la integración de la mujer al mercado de trabajo. La actitud de las fuerzas de izquierda suecas frente a la inmigración es “sí al inmigrante, no a la inmigración”. Hay que defender que toda persona que vive y trabaja en el país tenga los mismos derechos, pues, en caso contrario, el mundo empresarial utilizará la discriminación como manera de dividir a la clase trabajadora. El mundo empresarial es el que siempre ha facilitado la inmigración y sobretodo la ilegal pues permite una explotación de clase. Por otra parte, la escasez de recursos humanos, no puede resolverse automáticamente a base de facilitar la inmigración. Tal facilidad puede reproducir una baja productividad, con escasa inversión que aumente tal productividad. Es enormemente importante favorecer la integración de inmigrantes repartiendo los costes sociales de tal integración entre todas las clases sociales del país. Y la tercera intervención es impedir los bajos salarios. El clásico argumento de que “es bueno que haya inmigrantes porque hacen los trabajos que los españoles no desean” ignora que no debería haber trabajos que los españoles no desearan. El pensamiento de la postura que sostiene tal frase es profundamente negativo, pues perpetúa la existencia de sectores de baja productividad y salarios bajos. No es aconsejable, desde el punto de vista de eficiencia económica, permitir que los empresarios (sean públicos o privados) paguen salarios bajos. Ello perpetúa sectores de baja productividad y salarios bajos. Y el caso de España es un ejemplo de ello.