Archive for junio 18th, 2010
Chile contra Suiza el lunes: un duelo “de vida o muerte”…
Chilenos anticipan duelo "de vida o muerte" contra los sorprendentes suizos
Suiza no amedrenta a Chile, que continuará fiel a su estilo
"No sabemos especular", aseguró Beausejour
Redacción – 18/06/2010 03:00
Chile no piensa cambiar su estilo ofensivo frente a Suiza, pese al triunfo helvético ante una España con un fútbol parecido al que practica el combinado de Marcelo Bielsa. El delantero Jean Beausejour, autor del gol del triunfo ante Honduras, aseguró que "Chile no sabe especular", recordando que cuando lo hizo, no funcionó: "Una de las pocas veces que especulamos fue con Brasil, en la eliminatoria de clasificación, cuando íbamos 2-2. Al final nos ganaron 4-2 y, a lo mejor, si hubiésemos seguido jugando de la misma manera, habríamos logrado un triunfo histórico". El atacante, refiriéndose al choque de España con Suiza, apuntó: "Vi que España erró muchos mano a mano que, a lo mejor, hubiesen cambiado el marcador. No veo por qué nosotros deberíamos cambiar nuestra forma de jugar. Si los delanteros de España hubiesen estado más finos, tranquilamente habrían ganado".
http://www.elmundodeportivo.es
Por Francisco Jara (AFP)
NELSPRUIT, Sudáfrica — Los seleccionados chilenos admitieron este viernes que no tenían "presupuestado" que Suiza derrotara al favorito España en el Mundial de Sudáfrica, por lo que su próximo duelo contra los helvéticos el lunes será "de vida o muerte".
El ofensivo equipo chileno que dirige el argentino Marcelo Bielsa enfrentará en Port Elizabeth (sur) a los suizos del entrenador alemán Ottmar Hitzfeld, que dieron la primera gran sorpresa del Mundial al vencer 1-0 a los favoritos españoles el miércoles en Durban.
Chilenos y suizos, que encabezan con tres puntos el Grupo H, pondrán a prueba sus posibilidades de avanzar a octavos, mientras la herida España intentará recuperarse el mismo lunes en Johannesburgo ante Honduras, que perdió 1-0 con Chile el miércoles en Nelspruit (este).
"Con muy poco Suiza le ganó a España. No teníamos presupuestado que Suiza le podía ganar a España", declaró el volante de la ‘Roja’ Rodrigo Millar.
Frente a los suizos "tenemos que tener más movilidad que la que tuvo España", agregó el jugador en una rueda de prensa en la sede de la concentración chilena en Nelspruit.
El duelo contra los suizos será "de vida o muerte", dijo por su parte el defensa Gary Medel (Boca Juniors de Argentina)
Los aficionados chilenos en Sudáfrica y la prensa no habían prestado demasiada atención al partido contra Suiza hasta que derrotó a España, que había llegado como favorito al Mundial.
"Cada partido se juega a muerte, queremos salir a ganar el partido" contra Suiza, expresó Medel, quien afirmó que los seleccionados chilenos no estarán pendientes del resultado del encuentro de Honduras contra España.
"Solo dependemos de nosotros, da lo mismo como salgan los otros equipos", dijo Medel.
Luego de la derrota de los ibéricos, "tenemos posibilidad de ser primeros del grupo" agregó el defensa, quien insistió en que los chilenos "no (deben) mirar los partidos que tiene que jugar España" en el Mundial.
En tanto, el goleador chileno Humberto Suazo se alista para debutar ante Suiza, tras superar una lesión que lo mantuvo en reposo algunos días y que motivó a Bielsa a marginarlo del primer partido ante Honduras.
En el equipo chileno nadie duda que ‘Chupete’ Suazo, el máximo artillero del equipo y goleador de la eliminatoria sudamericana (con 10 dianas), jugará ante los helvéticos, aunque Bielsa mantiene en reserva la oncena titular, como es su costumbre.
En la práctica del viernes en la tarde, Suazo integró la ofensiva del que sería el cuadro titular ante los helvéticos.
Por su lado, el volante Jorge ‘Mago’ Valdivia, que recibió un fuerte golpe en el partido ante los centroamericanos, no está desgarrado y también podría jugar contra Suiza, dijeron Millar y un portavoz de la Federación chilena.
"Jorge sufrió un golpe en uno de sus muslos y no debería tener problemas de aquí al lunes", dijo Millar.
La esposa de Valdivia, la modelo Daniela Aránguiz, había dicho en un programa de la televisión chilena el jueves que su marido había sufrido un desgarro ante Honduras, por lo que no podría jugar contra Suiza.
Sin embargo, el portavoz de la Federación chilena aclaró que Valdivia (Al-Ain de Emiratos Arabes Unidos) "no está desgarrado" y podría jugar contra los suizos.
El volante realizó en la práctica de este viernes en la tarde ejercicios aparte del equipo, bajo la supervisión del cuerpo médico.
En cambio, participó normalmente en el entrenamiento con sus compañeros el volante Carlos Carmona (Reggina de Italia), quien arrastraba una leve lesión desde Chile, pero igual jugó el miércoles ante los centroamericanos.
Otro que hizo ejercicios aparte este viernes en la mañana fue el delantero Mark González (CSKA Moscú de Rusia), debido a un golpe que recibió en un tobillo ante los hondureños, pero tampoco tendría problemas para jugar contra los suizos, dijo Millar.
González, quien ingresó en los últimos minutos en el duelo contra Honduras, no integró la posible oncena titular en la práctica del viernes en la tarde.
Copyright © 2010 AFP. Todos los derechos reservados. Más »
Fallece José Saramago, gran Nobel portugués
La capilla ardiente del escritor, primer premio Nobel en lengua portuguesa, será abierta mañana en el ayuntamiento de Lisboa
JUAN CRUZ / JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS – Madrid – 18/06/2010
José Saramago en playa Quemada, entre Yaiza y Tías en Lanzarote (Canarias).- PEDRO WALTER
José Saramago será incinerado el domingo en Lisboa, la ciudad en cuyo ayuntamiento quedará instalada mañana la capilla ardiente. El escritor portugués falleció hoy en torno a las dos menos cuarto (hora peninsular española) a los 87 años en su residencia de Tías (Lanzarote). Hasta días antes de su muerte, el Premio Nobel trabajaba ya en una nueva novela, Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas. Ese título, tomado de un verso de su paisano Gil Vicente, recoge la historia de un obrero de una fábrica de armas. Lleva escritas alrededor de 30 páginas, según sus editores.
Se va Saramago, el hombre que nos previno contra una destructora epidemia de ceguera. Y en estos tiempos su adiós parece un símbolo. El primer Premio Nobel que recibió la lengua portuguesa ha sido un referente para toda la izquierda del planeta. Afiliado al Partido Comunista, y a pesar de sus éxitos literarios, Saramago no dejó jamás de implicarse en todos los asuntos sociales y políticos.Quizá por su activismo eligió como compañera desde hace 25 años a la también periodista sevillana Pilar del Río. España y Portugal unidos en un matrimonio que a Saramago le habría gustado llevar hasta el altar de lo político. "El hombre que se atrevió a decir no", ése podría ser un buen epitafio para él. En estos tiempos en los que, más que nunca, nos obligan a decir que sí. – AGENCIA ATLAS
Entre tanto, la editorial Alfaguara trabaja ya en la traducción de José Saramago en sus palabras, un volumen al cuidado de Fernando Gómez Aguilera que recopila las opiniones sobre política y literatura del autor luso. Además, el director Miguel Mendes estrenará a finales de julio el documental Jose y Pilar (unión ibérica), una aproximación al mundo del escritor y su esposa. El filme es una colaboración de El Deseo y 02, las productoras de Pedro Almodóvar y Fernando Meirelles respectivamente. Éste último dirigió hace dos años la adaptación de la novela Ensayo sobre la ceguera.
Como su propia obra, José Saramago era un árbol con muchas ramas. El autor de La balsa de piedra fue poeta antes que novelista de éxito y antes que poeta, pobre. Unido el periodismo a esos otros tres factores (pobreza, poesía y novela) se entenderá la fusión entre preocupación social y exigencia estética que ha marcado la obra del único Premio Nobel de la lengua portuguesa hasta hoy. En 1998, el máximo galardón literario del planeta reconoció a un hijo de campesinos sin tierra que había nacido en 1922 en Azinhaga, Ribatejo, a 100 kilómetros de Lisboa. Tenía tres años cuando su familia emigró a la capital, donde las penurias rurales se tornaron en penurias de ciudad. Así, el futuro escritor se formó en la biblioteca pública de su barrio mientras trabajaba en un taller después de abandonar la escuela para ayudar a mantener una casa en la que ya faltaba su hermano Francisco, dos años mayor que él y muerto poco después del traslado.
Las pequeñas memorias (editadas en España por Alfaguara, como el resto de su obra desde que abandonara Seix Barral) es el título que Saramago puso al relato de una infancia que siempre tuvo un pie en la aldea de la que había emigrado. Su novela Levantado del suelo (1980) cuenta las peripecias de varias generaciones de campesinos del Alentejo. No fue su primera novela pero sí la que supuso su primera consagración después de que Manual de pintura y caligrafía rompiera en 1977 un silencio de casi 30 años. Eran los que habían pasado desde la aparición de Tierra de pecado, su verdadero, aunque poco exitoso, estreno como novelista. En esas tres décadas Saramago había trabajado como administrativo, empleado de seguros y de una editorial; se había casado y divorciado de su primera esposa, publicado tres libros de poemas, ingresado en el Partido Comunista -clandestino durante la dictadura de Salazar- y, sobre todo, consagrado como periodista.
Levantado del suelo siguió Memorial del convento, en 1982, y dos años más tarde El año de la muerte de Ricardo Reis. Centrada en la figura del heterónimo de Fernando Pessoa, el gran poeta del Portugal moderno, la novela es un intenso retrato de Lisboa de la mano de un poeta imaginario que, igual que pasó nueve meses en el vientre materno, ha de pasar un tiempo equivalente desde la muerte del hombre que lo creó antes de desaparecer definitivamente. La fama internacional le vino a Saramago precisamente con esta novela escrita con una rara intensidad poética que había sabido asimilar todas las lecciones de la narrativa moderna. En una conferencia pronunciada por esos mismos años 80 solía recordar el consejo que él mismo solía dar a los lectores que decían no entender bien sus libros por las mezclas de voces y la ausencia de marcas convencionales en los diálogos: "Léalos en voz alta". Funcionaba.
En ese tiempo, la actividad de Saramago se vuelve frenética. Una laboriosidad que le ha acompañado hasta su muerte con la escritura incansable de novelas, diarios, obras de teatro y hasta un blog . Tras la fábula iberista La balsa de piedra (1986), en la que España y Portugal se desgajan literalmente del continente europeo y se lanzan a flotar sobre el Atlántico, llegaron Historia del cerco de Lisboa (1989) y El evangelio según Jesucristo (1991). Su visión heterodoxa del mesías cristiano levantó una polémica que arreció cuando el gobierno de su país se negó a presentar el libro al Premio Literario Europeo. Herido con aquel gesto, Saramago se instaló en Lanzarote con Pilar del Río, su segunda esposa y nueva traductora. La misma polémica de tintes religiosos se reprodujo en 2009 al hilo de la publicación de una novela considerada hiriente por la jerarquía católica lusa, Caín. Meses antes, el escritor se había visto envuelto en otro rifirrafe. Esta vez en Italia: su editorial de siempre, propiedad de Silvio Berlusconi, se negó a publicar El cuaderno, un libro basado en el blog del escritor, que no ahorraba en él críticas al primer ministro italiano.
La publicación en 1995 de Ensayo sobre la ceguera, el relato de una epidema que convierte en ciegos a los habitantes de una ciudad -Fernando Meirelles la llevó al cine en 2008 con Julianne Moore como protagonista- abrió una nueva etapa en la obra de José Saramago. Novelas como La caverna, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez o Las intermitencias de la muerte llevan al terreno narrativo reflexiones sobre el consumo, la sociedad de masas, el sistema democrático o la idea de la muerte. Muchas de ellas parecen nacidas de una pregunta: "¿qué pasaría si?" Si la gente votase masivamente en blanco en unas elecciones, si alguien decidiese vivir al margen de la economía capitalista, si se encontrasen dos hombres totalmente idénticos. Otra de esas preguntas era qué pasaría si la gente dejase de morir. José Saramago sabía que había cosas que sólo suceden en la imaginación crítica de un escritor de novelas.
EL PAIS.COM
Un hombre llamado Saramago
“Caín”, la última novela de José Saramago me llego un día de lluvia y el sobre que contenía el libro venía medio desecho, pero la tinta de bolígrafo es por fortuna resistente y la dedicatoria no había sufrido daños. También llovía hace dieciocho años en Bad Homburg, un lugar cercano a Frankfurt donde, cada año, empezaba realmente la Feria del Libro, la mítica Buchmesse, durante una cena ofrecida por Ray-Güde Mertin, nuestra agente literaria. Y en esa tarde de lluvia, mientras todos bebíamos estupendos vinos alemanes, mientras escritores y editores de todo el mundo nos encontrábamos, tocábamos, narrábamos lo que en ese momento nos ocupaba, nadie se percató de que el timbre de la casa no funcionaba.
De pronto, uno de los camareros se acercó a la anfitriona y le susurró: “en la puerta hay un hombre llamado Saramago”. Entonces entró ese hombre flaco acompañado de un ángel llamado Pilar, ese hombre que miraba a los ahí reunidos con ademanes de estar perdido, hasta que reconoció al novelista uruguayo Mario Delgado Aparaín y ambos se fundieron en un abrazo. A partir de ese momento se formó el rincón de los latinoamericanos que tratábamos de responder a las mil preguntas que nos hacía José Saramago, que sabía de nuestros países más que muchos de nosotros mismos.
José Saramago entendía la solidaridad como un hecho consustancial a vivir, nadie se jugó tanto por tantas causas justas y en tan poco tiempo. Los que alguna vez lo invitamos a Chiapas, a los campamentos del Tinduf, a la Araucanía, a cualquier territorio del continente americano donde se precisara, no un mensajito esperanzador carente de médula, sino un discurso fuerte sobre los derechos humanos, la justicia y la dignidad de los pobres, sabíamos que lo más probable es que aceptara, poniendo en juego su propia salud y su precioso tiempo de escritor enorme.
José Saramago llegó a todos los lugares a los que creyó que tenía que llegar. Supo definir mejor que nadie lo que significaba ser un comunista en el confuso siglo XXI: es una cuestión de actitud, dijo, una cuestión de ética frente a los acontecimientos y la historia.
Y ahora llueve también en Asturias cuando la radio me informa del deceso de ese hombre llamado Saramago, cuyo ejemplo es un icono de la decencia social, y autor de libros que permanecerán en la memoria de los siglos.
Será dura y difícil la senda de los preocupados por la ética sin la presencia de José Saramago. Será duro saber que no está cuando precisemos de su voz alentadora en las mil batallas pendientes contra un sistema feroz. Pero sé que una voz en nuestras conciencias, en los momentos de dudas o peligros, nos recordará que con nosotros todavía sigue el ejemplo de ese hombre, de ese hombre llamado Saramago.
*Luis Sepúlveda es escritor y colaborador de Le Monde Diplomatique. Gijón, 18 de junio de 2010.