Archive for marzo 20th, 2010
Iglesia Católica y abusos sexuales: la carta del Papa, una nueva cortina de humo…
El Papa abrirá una investigación en las diócesis irlandesas con casos de pederastia
"Es lógico que encontréis difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia y en su nombre expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que todos sentimos", dice a las víctimas
MÓNICA ANDRADE – Roma – 20/03/2010
Benedicto XVI ha anunciado que va a iniciar una inspección en "algunas diócesis de Irlanda, así como en los seminarios y congregaciones religiosas" donde se han producido casos de pederastia con objeto de "ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación". En su carta pastoral dirigida a la Iglesia irlandesa, y dada hoy a conocer, el Papa acusa a los sacerdotes y religiosos que han cometido abusos de "traicionar la confianza" depositada por "jóvenes inocentes" y advierte de que deberán responder por ello "ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos".
Carta pastoral del Papa a los católicos de Irlanda
DOCUMENTO (PDF – 59Kb) – 20-03-2010
Texto íntegro de la Carta enviada por Benedicto XVI a los católicos irlandeses sobre los casos de abusos a menores
En su carta, el Papa comparte la "desazón y el sentimiento de traición" que muchos han experimentado al enterarse de esos "actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda" y explica que decidió escribirla por la "gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada" que han recibido por parte de las autoridades eclesiásticas irlandesas y para expresar su "cercanía" y proponer un camino de "curación, renovación y reparación".
La carta es un llamamiento para frenar la crisis abierta no sólo en Irlanda sino en toda Europa a raíz de los acontecimientos que día tras día se van conociendo en Holanda, Suiza, Alemania, Austria, Italia y ahora también en España. En ella, Benedicto XVI se dirige tanto a obispos, sacerdotes y religiosos como a los jóvenes que han sufrido los abusos, a sus padres y a todos los feligreses en general. A cada uno de estos grupos, les dedica un punto de los 14 que la componen.
El Papa se muestra especialmente duro con los obispos al decirles que algunos "han fracasado, a veces lamentablemente, a la hora de aplicar las normas del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños" y de haber cometido "graves errores en respuesta a las acusaciones". Ahora, les exhorta a cooperar con las autoridades y alienta a los laicos para que desempeñen el papel que le corresponde dentro de la Iglesia.
A los sacerdotes y religiosos que han abusado de menores, les responsabiliza de haber causado un "inmenso daño a las víctimas, a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa" y de de arrojar "vergüenza y deshonor" sobre sus semejantes. Les pide que examinen su conciencia, asuman su responsabilidad y expresen su pesar con humildad.
Antes, el Pontífice dirige palabras de afecto para las víctimas que nunca podrán borrar el mal que han sufrido. "Habéis sufrido inmensamente y me apesadumbra tanto", escribe. "Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad", añade al mismo tiempo que confía en que no pierdan la esperanza y que recuerden a Jesucristo, víctima también de "la injusticia y el pecado".
La carta traza un recorrido histórico de la Iglesia irlandesa, en el que reconoce su importancia, y en la que detecta una crisis en las últimas décadas debida a la transformación y secularización que ha sufrido la sociedad. Un cambio demasiado veloz que ha llevado incluso a "sacerdotes y religiosos a adoptar formas de pensamiento y de juicio de la realidad secular sin referencia suficiente al Evangelio" y en algunas ocasiones a "entender mal el programa de renovación propuesto por el Concilio Vaticano II". El Papa se refiere en concreto a la tendencia de "evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares".
Además señala los factores negativos que han conducido a esa crisis. Entre ellos, los procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, la insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados, la tendencia de la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos cuyo resultado fue la falta de aplicación de las penas canónicas en vigor y de la salvaguardia de la dignidad de cada persona.
Poco después de hacerse pública la pastoral, One in Four, una de las asociaciones que agrupa a jóvenes que han sufrido abusos emitía un comunicado donde dice sentirse "profundamente decepcionada" porque creen que la carta "está muy lejos de responder a las preocupaciones" de las víctimas. Se lamentan de que esté excesivamente centrada en los sacerdotes irlandeses y olvide "la responsabilidad del Vaticano".
Asociaciones irlandesas de víctimas se sienten "decepcionadas" por la misiva del Papa
Se quejan de que obvia la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales a menores
AGENCIAS – Dublín – 20/03/2010
Los grupos de víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes pederastas en Irlanda se han declarado decepcionados por el contenido de la Carta pastoral en la que el Papa Benedicto XVI abordó hoy este asunto. "Sentimos que la carta se queda corta a la hora de tratar las preocupaciones de la víctimas", ha dicho Maeve Lewis, de la asociación One in Four.
En opinión de Lewis, el Papa dirige sus críticas principalmente hacia los curas irlandeses de bajo rango, al tiempo que se olvida de la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales de menores, no sólo en Irlanda, sino en todo el mundo. Así mismo, se queja de que la misiva del Papa no pida la dimisión del primado de la Iglesia Católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, como han pedido las víctimas.
Otra víctima de los abusos sexuales, Andrew Madden, ha publicado hoy un comunicado en el que dice que la misiva "no aborda este asunto con total seriedad". "El contexto es, por supuesto, inapropiado, ya que por definición, una Carta pastoral está dirigida sólo a los católicos practicantes y, por tanto, hace caso omiso de mucha otra gente que se ha visto afectada por esta cuestión".
Los escándalos sexuales de la Iglesia: Papa acusado de complicidad…
Cerco a Ratzinger en Alemania
LAURA LUCCHINI – Berlín – 21/03/2010
La pastoral del Pontífice no hace mención alguna a los escándalos en el seno de la Iglesia alemana, mientras el país está que arde. Las últimas informaciones en la prensa nacional disparan directamente contra el propio Ratzinger. El semanario Der Spiegel publicaba ayer nuevos detalles sobre el sacerdote pedófilo Peter Hullermann, que fue ocultado en Baviera, cuando Joseph Ratzinger era obispo en Múnich, en 1980. Según la citada investigación periodística, el Papa era "más consciente de lo que se ha contado hasta ahora" de que aquel sacerdote de Essen era un abusador.
En una carta enviada entonces desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich de los abusos que Hullermann había cometido. Asimosmo, en una entrevista en la cabecera alemanaTagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, confirma que alertó a los colegas de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además "no manifestaba intención de cambiar". La Iglesia católica, sin embargo, no escuchó estos avisos.
En consecuencia, Joseph Ratzinger, cuando era obispo en Múnich y responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas, habría ocultado "conscientemente" al pederasta, lo que le permitió volver a delinquir y por lo que después fue condenado. Hullermann fue trasladado a Baviera con la directa aprobación del actual Papa.
Hullermann debería haber hecho en Múnich una "psicoterapia" y, sin embargo, volvió a trabajar en seguida, también con niños. Cuando el sacerdote volvió a abusar de un menor, en 1986, Ratzinger ya estaba en Roma. Según argumentó el Obispado de Múnich, el actual Papa no había sido informado de que el sacerdote volvió a trabajar sin interrupciones.
Las constantes informaciones sobre la corrupción sexual en la Iglesia alemana tienen conmocionado al país. El último caso ha salpicado también al presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, quien supuestamente habría encubierto a un pederasta en 1991, sin denunciar los hechos a la fiscalía. Zollitsch era responsable de recursos humanos en la diócesis de Friburgo, desde donde ordenó la jubilación anticipada del párroco Franz B., que entre 1968 y 1991 había abusado de, al menos, 17 niños y adolescentes. La historia ha sido recopilada por la televisión ARD, y el diario Badische Zeitung.
En el programa de televisión citado una víctima relató los abusos que sufrió desde los 11 hasta los 17 años. Al principio fueron besos y caricias pero, con el paso del tiempo, se convirtieron, en ocasiones, en "sexo duro", dijo.
En 1991, Zollitsch interrogó al párroco Franz B. sobre el caso, pero éste lo negó todo. Pese a ello, ordenó su jubilación anticipada con la orden explícita de que se mantuviera alejado de niños y adolescentes. Durante cuatro años más, el caso se mantuvo oculto dentro de la comunidad en la que trabajaba el párroco hasta que, en 1995, a raíz de una nueva denuncia, el sacerdote se suicidó, y la comunidad se enteró de la historia.
Según la reconstrucción de Zollitsch, publicada en un comunicado en la web del obispado de Friburgo, en 1991 las acusaciones no tenían "nombres de víctimas o testigos", por lo se decidió por la jubilación. Los casos concretos salieron a la luz después del suicidio, y entonces la jerarquía católica informó a la fiscalía.
Frente a estos nuevos detalles, algunos de los principales diarios alemanes denunciaron ayer "el silencio" del Papa con respecto a los casos de Alemania, su país natal, aunque el mismo Zollitsch, en otro comunicado, leyó la carta pastoral de ayer como "una advertencia para Alemania".
EL PAIS.COM