Nobel de Literatura: Herta Müller, la literatura de una disidente…
El Nobel premia literatura de resistencia antiautoritaria
La autora rumano-alemana Herta Müller recibe el reconocimiento por una obra en defensa de las minorías y contra los totalitarismos – Fue perseguida por Ceausescu
JUAN GÓMEZ – Berlín – 09/10/2009
Las habitaciones berlinesas del Gremio de Libreros Alemanes se quedaron pequeñas para la marabunta de reporteros y cámaras que esperaban ayer a Herta Müller, flamante premio Nobel de Literatura. Había que abrir paso a esta representante de las minorías, a una disidente que sufrió la persecución de Nicolae Ceausescu durante su juventud en Rumania, a la brillante narradora de la resistencia al autoritarismo y de la sistemática destrucción de las relaciones humanas en las dictaduras.
‘El hombre es un gran faisán en el mundo’, Herta Müller
DOCUMENTO (PDF – 642Kb) – 08-10-2009
Una introducción a la obra de Herta Müller
DOCUMENTO (PDF – 410,54Kb) – 08-10-2009
Texto dedicado a la obra de la premio Nobel dentro del libro ‘Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945 (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2008)’
Por un momento, parecía temblar ante el asalto de los fotógrafos. Pronto se vio que esta mujer menuda de ojos azules y labios pintados, cuyo rostro muy blanco destacaba ayer entre el negro de su pelo y el de su ropa, no se arredra. Aguantó el chaparrón de flases, se giró a un lado y al otro, se sentó con las piernas cruzadas, volvió a posar un rato y se puso a hablar de su escritura.
Cuando se cumplen 20 años de la caída del muro de Berlín, el premio más prestigioso y mejor dotado de la literatura (casi un millón de euros) ha recaído -acaso no por casualidad- sobre una escritora nacida y crecida al otro lado del telón de acero. Una autora que tuvo que escapar de su país perseguida y amenazada por la Securitate, la temible policía secreta del régimen comunista.
Nacida en Rumania en 1953, en el seno de una familia de la minoría rumana de origen germano, Herta Müller escribe en alemán, su lengua materna. En Berlín aterrizó en 1987. Pero su total asimilación en la sociedad que la acogió -como la consagración de su literatura contenida, asfixiante y onírica- llegó ayer, cuando Peter Englund, de la Academia Sueca, anunció a mediodía que este año la galardonada era una "escritora alemana".
Ya por la tarde, Müller reconocía en Berlín que la noticia aún no había "llegado" a su cabeza: "Es demasiado pronto y necesito tiempo para registrarlo". Y a continuación explicó las vinculaciones entre el vigésimo aniversario de la caída del "socialismo real" y su obra. "Hay una conexión entre mi escritura y el hecho de haber vivido 30 años en una dictadura", dijo. Otros, recordó, "no sobrevivieron; a ellos no los resucitó la caída del régimen". "Lo que has vivido bajo una dictadura no se olvida cuando arrancas una hoja del calendario".
En 1987 el Gobierno alemán pagó 8.000 marcos de la época (unos 4.000 euros) para que Müller pudiera venir a Berlín. Su familia tuvo que reunir la misma cantidad, para ellos astronómica, para pagar los sobornos que le permitieron huir de la censura y la represión. "El tema de mi escritura no lo he elegido yo, se me echó encima", explicó la escritora, que se dijo sorprendida por el empeño que el aparato represor de una dictadura puede llegar a poner en perseguir a un escritor.
La Academia Sueca reconoce en los libros de Müller los "paisajes del desarraigo". En medio de un entusiasmo un tanto patriótico, Müller mantenía ayer su reserva. "Entra usted en una galería ilustre con Thomas Mann, Heinrich Böll y Günter Grass", le dijo un periodista alemán. "No tengo sitio en la cabeza para andar por ahí con una galería dentro", le espetó ella. "El premio es un suceso externo que está muy bien, es bonito, pero mi meta es escribir. Ése es mi trabajo".
Los medios y algunos políticos alemanes no tardaron ayer en mostrar su regocijo por "el décimo Nobel de Literatura" para el país. "Soy una escritora alemana porque escribo en alemán y el rumano lo aprendí a los 14 años", se justificó Müller. "Es una lengua hermosa que me gusta mucho, aunque en la que no sé escribir".
El libro de relatos En tierras bajas fue, en 1990, la primera obra de la autora rumano-alemana traducida al castellano. Lo publicó Siruela en la versión de Juan José del Solar. Ése y la novela El hombre es un gran faisán en el mundo (de la que existe versión en gallego) eran los únicos títulos disponibles ayer en las librerías españolas. Como en el resto de Europa, Müller es una autora cuyo gran prestigio crítico no ha ido acompañado del éxito de ventas.
Al menos hasta ayer, cuando Müller, más que ansiosa por los números parecía deseosa por dejar la sala y volver a su verdadera y única tarea, la de escribir. "El Nobel no me causa ningún miedo; lo de abandonar esta profesión se me ocurre después de cada libro que termino, pienso que será el último, que ya basta. Así que hay cosas peores. Cuando me ponga a freír un huevo o vaya a comprar patatas no iré en calidad de premio Nobel".
Con mayor gravedad se mostró el ministro de Cultura del Gobierno alemán, el democristiano Bernd Neumann (CDU). No quiso perderse la foto con la flamante galardonada. Le entregó un ramo de flores y largó un pequeño discurso laudatorio: "Señora Müller, estamos orgullosos". Todavía sentada, Herta Müller esbozó media sonrisa irónica, se encogió de hombros y tardó unos segundos en responder. "Muchas gracias".
Obra traducida
De la veintena de libros de ensayo, poesía y prosa de Müller, sólo se ha traducido al español un puñado:
– En tierras bajas (Siruela). Una niña analiza el ambiente opresivo de un pueblo en 15 relatos.
– El hombre es un gran faisán en el mundo (Siruela). Novela corta sobre una comunidad rural rumano-alemana.
– La piel del zorro y La bestia del corazón, descatalogadas, fueron publicadas por Plaza & Janés y Mondadori.
El País.com
Nobel de Literatura, para la alemana Müller
La poeta y novelista nació en 1953 en el seno de una familia perteneciente a la minoría alemana en Rumania. La Academia sueca aseguró que el premio fue porque “describe el paisaje de los desposeídos”. Sus libros no llegan a Mendoza desde 2004.
“Concentración de la poesía y la franqueza”, así definió la Academia sueca a la obra de Herta Müller, la nueva Nobel de Literatura. La escritora rumano-alemana fue distinguida ayer con el máximo galardón literario y se transformó en la duodécima mujer en alcanzar ese reconocimiento en algo más de un siglo de premiaciones.
“Estoy sorprendida y todavía no me lo puedo creer. De momento no puedo decir más”, expresó en sus primeras declaraciones que dio a través de su grupo editorial. El galardón, dotado con algo más de un millón de dólares, reconoce en Herta Müller su capacidad para describir “el paisaje de los desposeídos”.
Müller actualmente vive en Berlín y reside allí desde 1987 pero su ciudad natal es Nytzkydorf en Rumania. Herta nació en 1953 en el seno de una familia de la minoría alemana en ese país y desde joven se sintió comprometida a entablar lazos entre la cultura de su ciudad y la tradición alemana familiar.
¿Quién es Herta Müller?
Es poeta y novelista. Müller tiene 56 años y goza de gran notoriedad entre los escritores de lengua alemana y la élite intelectual de su país natal. Su obra narra la vida en Rumania bajo la tiranía del dictador Ceaucescu, régimen que resistió desde el inicio y que le valió persecución y censura de sus obras.
En ellas la autora relata el destino de las minorías alemanas en los países del centro de Europa que, tras el fin de la II Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.
Herta Müller estudió filología germánica y filología rumana simultáneamente para profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía como propias y sus estudios la llevaron a trabajar como traductora en una fábrica de máquinas. Sin embargo, perdió ese trabajo cuando se negó a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumania comunista.
La historia de persecución en su familia no era novedad. Herta Müller es nieta de un agricultor y comerciante acomodado que perdió sus propiedades con el comunismo. Su madre fue deportada a un campo de trabajo de la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial y su padre fue miembro de las Waffen SS (cuerpo militar de las SS) durante la guerra.
Obra censurada
“En el pueblo en el que crecí, no había rumanos. Aprendí el rumano en el colegio, como si fuera una lengua extranjera”, explica la escritora quien nunca pudo ser imparcial con sus dos culturas.
Sus obras están escritas en alemán y su primer libro, “Niederungen” (“En tierras bajas”, Siruela), tardó cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana. Cinco años más tarde decidió exiliarse en Alemania del Oeste y actualmente reside en Berlín.
Recibió distinciones por la calidad de su escritura y la audacia de sus metáforas. Entre los reconocimientos que recibió se destaca el premio Kleist en 1994, uno de los mayores galardones alemanes, y el Premio Würth de literatura europea en 2006.
Entre sus obras se destacan “El hombre es un gran faisán en el mundo” y “La piel del zorro”, en las que describe la vida cotidiana en un Estado totalitario, “La bestia del corazón” que pinta el mundo de los disidentes rumanos.
En “La convocatoria” muestra la angustia de una mujer convocada por la policía política de Ceaucescu. Su última novela, “Atemschaukel”, evoca el exilio de los alemanes de Rumania hacia la URSS en 1945 y fue ensalzada por la crítica alemana cuando se publicó hace dos meses.
Antes de Herta Müller, el último alemán que recibió el Nobel de Literatura fue Günter Grass, galardonado en 1999. Claudio Barros – cbarros@losandes.com.ar
Los diez últimos premios Nobel
Günter Grass recibió el Nobel en 1999
Herta Müller, premio Nobel 2009
ABC.es | MADRID
El primer Premio Nobel de Literatura fue concedido en 1901 al poeta y filósofo francés Sully Prudhomme, quien mostró la «rara combinación de las cualidades del corazón y el intelecto».
Con los años, el Nobel de Literatura ha distinguido las obras de autores de muy diferentes lenguas y procedencias culturales. El premio ha sido entregado a maestros desconocidos y autores consagrados. En total, 101 Premios Nobel de Literatura han sido concedidos desde 1901.
Ésta es la lista de los últimos diez ganadores del Nobel:
2009. Herta Müller (Alemania)
2008. Jean-Marie Gustave le Clezio (Francia)
2007. Doris Lessing (Reino Unido)
2006. Orhan Pamuk (Turquía)
2005. Harold Pinter (Reino Unido)
2004. Elfriede Jelinek (Austria)
2003. J.M. Coetzee (Sudáfrica)
2002. Imre Kertesz (Hungría)
2001. V.S. Naipaul (Trinidad/Reino Unido)
2000. Gao Xingjian (China)
1999. Gunter Grass (Alemania)
Deja una respuesta