Archive for agosto 26th, 2009
Radiografía a los números de Enríquez-Ominami…
MEO no tiene un electorado pluriclasista, como Frei y Piñera. Para crecer en su aspiración de derrotar a Frei tiene que abrirse a los estratos populares, en los cual los partidos de la Concertación y la UDI son fuertes. Es una tarea compleja. Desde el punto de vista partidario son claramente socialistas y personas sin identificación partidaria.
Por Carlos Huneeus*
El "fenómeno" Marco Enríquez-Ominami (MEO) no apareció en la encuesta CERC de Abril, pero si en la de Julio, demostrando que los cambios en la opinión pública no son rápidos, por más que cierta prensa lo haya apoyado con una energía sin precedentes en la historia de las elecciones en Chile, con decenas de artículos y reportajes al diputado y a los miembros de su familia.
La encuesta entrega una información muy útil para conocer su posición entre los chilenos y para tener una radiografía de su electorado.
En primer lugar, MEO es visto por los chilenos a la izquierda -tiene una puntuación media de 3,56 en la escala de 1 a 10-, bastante más a la izquierda que el electorado, que en Chile tiene una posición más bien de centro-derecha, 5,53. MEO es visto bastante más a la izquierda que Frei, que tiene una puntuación media de 4,48.
Esta posición constituye un ancla para él, que le impide desplazarse libremente al centro y hasta la derecha, como busca hacerlo con un jefe programático de derecha y promoviendo la privatización de Codelco, "gobernar con los mejores" y declararse "pinochetista" en el tema de la salida al mar para Bolivia.
En segundo lugar, MEO tiene un electorado acotado en términos socioeconómicos: mayoritariamente mujeres y personas de buen nivel económico. En el sector medio-alto, que son una minoría, empata con Frei, mientras que en los sectores medio bajos y bajos, especialmente populares, que son mayoritarios, tiene apenas un 7%.
MEO no tiene un electorado pluriclasista, como Frei y Piñera. Para crecer en su aspiración de derrotar a Frei tiene que abrirse a los estratos populares, en los cual los partidos de la Concertación y la UDI son fuertes. Es una tarea compleja.
En tercer lugar, los votantes de MEO desde el punto de vista partidario son claramente socialistas y personas sin identificación partidaria. Un 69% de los votantes socialistas lo mencionan como uno de "los cinco políticos con más futuro", superando ampliamente al senador Frei entre los votantes de su propio partido, 46%.
Los votantes socialistas se inclinan mayoritariamente por MEO en la pregunta cerrada con los seis candidatos presidenciales, 59%, mientras sólo 18% votan por Frei, 6% por Arrate y 4% por Navarro.
El peso de los socialistas en el electorado que hoy tiene MEO es muy importante, pues del total de sus votantes (15% en la pregunta de seis candidatos) un 22% votará por un candidato parlamentario del PS en diciembre. Sólo el 5% de los votantes de MEO votarán por un candidato del PPD.
El peso de los votantes socialistas en la candidatura de MEO se confirma con la pregunta de recuerdo de voto: cómo votó en las elecciones parlamentarias del 11 de diciembre de 2005. Esta es una pregunta que tradicionalmente incluimos en las encuestas del CERC para complementar la información sobre las orientaciones políticas de los encuestados, especialmente los que no dicen cómo votarán.
Los resultados indican que 38% que dice haber votado por el PS en las anteriores elecciones legislativas votará por MEO como presidente, un 35% votará por Frei, un 11% votará por Piñera, 5% por Arrate y 4% por Navarro.
Cuando repetimos el ejercicio que hicimos con la pregunta de intención de voto parlamentario y analizamos la estructura del voto MEO por recuerdo de voto de partido, 21% dice haber votado por un candidato del PS, 10% votó por un candidato del PPD, 9% por uno del PDC, 20% no estaba inscrito. En consecuencia, la procedencia del voto MEO es claramente de votantes de la Concertación y particularmente del PS.
Quienes dijeron que la postulación de MEO no dañaba a la Concertación estaban equivocados: daña la postulación de Frei y también al PS, el partido de la presidenta Michelle Bachelet. Hay tres puntos menos de votantes socialistas en Diciembre que los que recuerdan haber apoyado a un candidato de este partido hace cuatro años.
Los votantes socialistas son los que menos fidelidad tienen hacia su partido: mientras el 67% de los votantes de RN en el 2005 votarán por el partido el 2009, el que tiene la mayor tasa de retención, sólo lo hará el 40% de los socialistas por la colectividad de Allende, Grove y Bachelet, por debajo de la UDI (45%), PDC (50%) y PPD (52%).
MEO ha ido más allá de los votantes de la Concertación, porque su principal electorado se encuentra entre los que no dicen por qué partido votarán en Diciembre (26%) y los que no apoyarán a ningún partido (18%). Se trata de votantes débilmente integrados al sistema político y, por ende, poseen una inclinación insegura hacia el candidato presidencial y que puede no darle el apoyo en Diciembre.
Aparte de estas limitaciones, MEO tiene otra enorme dificultad: apenas un 3% "cree que será presidente". Es decir, se le ve débil para ser un postulante que compita con fuerza para llegar a La Moneda. También un 3% respondió esta pregunta en las otras dos encuestas cara a cara hechas antes y que representan al conjunto de la población, la de Cep en Mayo y Mori, en Junio, demostrando que esta barrera es bastante poderosa.
Esta debilidad de MEO es compartida por sus votantes: sólo el 17% cree que será Presidente. La mayoría de sus votantes cree que el próximo presidente será Piñera (28%) o Frei (27%), habiendo un 28% que no responde.
En consecuencia, Meo enfrenta complejos desafíos para consolidar su electorado en torno al 15% y, más aún, si quiere expandirlo para derrotar a Frei y pasar a la segunda vuelta para enfrentar a Sebastián Piñera.
*Carlos Hunneus es director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC).
EL MOSTRADOR.CL
Chomsky en Venezuela: EE.UU. continúa intervención con pretexto del narcotráfico…
Redacción, BBC Mundo
El ensayista y analista político estadounidense Noam Chomsky criticó este lunes el uso de bases militares colombianas por parte del ejército de Estados Unidos tras entrevistarse con el presidente venezolano, Hugo Chávez, en Caracas.
En 2006 Chávez hizo que uno de los libros de Chomsky se convirtiera en un éxito de ventas.
"La justificación de EE.UU. para la instalación de bases militares en Colombia es la lucha contra el narcotráfico, sin embargo, esta justificación es poco seria", señaló el ensayista y agregó:
"Existe una actitud de intervención bajo el pretexto del narcotráfico".
El presidente Chávez recibió a Chomsky en el palacio de Miraflores donde le dio "la más calurosa bienvenida".
"Ya era hora que nos visitaras y que el pueblo venezolano te viera y oyera directamente", le dijo Chávez al profesor emérito de la Massachusetts Institute of Technology (MIT) a las puertas del palacio presidencial.
Por su parte, Chomsky agradeció a Chávez las palabras de bienvenida, y destacó lo "emocionante es ver como en Venezuela se está creando este otro mundo posible y ver al hombre que ha inspirado este cambio".
"Hablar de la paz y criticar a quienes están en contra de ella es fácil. Lo difícil es crear un mundo nuevo y diferente", manifestó el conocido intelectual de izquierdas.
"Muchos años más"
Tras reunirse con Chávez, Chomsky ofreció una conferencia en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, en la que señaló que "Venezuela sola no puede tener una respuesta ante las bases", por lo que animó a las naciones latinoamericanas a que elaboren en la reunión de Unasur (el próximo 28 de agosto en Bariloche, Argentina) "una declaración fuerte oponiéndose a la militarización del continente y a la presencia estadounidense en las bases militares colombianas".
El escritor también acusó a EE.UU. "exacerbar las tensiones en los países latinoamericanos", según informa la agencia EFE.
"Anteriormente, ayudaba a golpes de Estado o intervenciones militares: esta capacidad ha disminuido, pero no ha desaparecido", señaló Chomsky.
Durante la entrevista en Miraflores, el presidente manifestó que "Chomsky es uno de los intelectuales que más ha abonado en la lucha contra la hegemonía imperial, de la elite que gobierna en los EE.UU.".
"Ojalá vivas muchos años más y sigas produciendo esas ideas maravillosas que son referencia para los que en este mundo luchamos contra la hegemonía imperial, contra el modelo capitalista, que es una verdadera amenaza para la sobrevivencia de la especie humana", le dijo el mandatario al ensayista.
Según la corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Yolanda Valery, el presidente venezolano también recordó cuando en 2006 recomendó a los asistentes a la Asamblea General de la ONU en Nueva York leer "Hegemonía o Supervivencia: El dominio mundial de los Estados Unidos" de Chomsky.
Pocos días después el libro se convirtió en un éxito de ventas en Estados Unidos.
"Una influencia positiva"
Antes de viajar a Venezuela, Noam Chomsky había declarardo en diversas ocasiones su simpatía hacia la figura del presidente Chávez.
Chomsky criticó la decisión de Colombia de permitir que EE.UU. utilice algunas de sus bases militares.
En una entrevista concedida a BBC Mundo el pasado junio, Chomsky aseguró que considera que Chávez puede ser "una influencia positiva" para Latinoamérica.
clicLea: "Los cambios en Sudamérica son inspiradores"
"Muchos de los programas que ha iniciado me parecen bastante prometedores, como las misiones (programas sociales), los esfuerzos para reducir la pobreza", dijo entonces el intelectual estadounidense.
"Ha impulsado los esfuerzos de integración en Sudamérica, como el Banco del Sur, o Petrocaribe. Todas estas cosas son muy positivas", señaló.
"Creo que también hay grandes problemas en el país, como el alto nivel de crimen, enorme corrupción, elementos de caudillismo -la tradicional plaga latinoamericana- (…) Pero pienso que hay buenas señales de que puede ser una influencia positiva", dijo Chomsky en respuesta a las preguntas de varios de los lectores de BBC Mundo.
¿Hacia una nación mapuche en Chile?
Veronica Smink
BBC Mundo, Cono Sur
El conflicto entre la comunidad mapuche de Chile y el gobierno de Michelle Bachelet, agravado por la muerte de un activista indígena hace dos semanas, ha dado nuevo impulso a un viejo anhelo de este pueblo originario: el de la creación de una nación independiente.
Un influyente líder mapuche se sumó a los reclamos de autonomía que ha mantenido históricamente una franja del movimiento indígena.
Aucán Huilcamán, vocero del Consejo de Todas las Tierras, propuso durante un programa televisivo dominical la creación de un “autogobierno” en el sur del país, como solución al conflicto generado por lo que considera una usurpación de terrenos ancestrales por parte de empresas forestales e hidroeléctricas.
“Del Bío Bío al sur puede haber un sitio posible donde se conviva en una armonía jurídica propia de un régimen autonómico”, planteó.
Sin embargo, muchos expertos cuestionan la capacidad del grupo autóctono más grande del país para organizarse políticamente.
“Hay problemas endógenos dentro de la cultura mapuche que les ha complicado los intentos de generar una organización que sea más o menos el espejo de lo que es el Estado”, dijo a BBC Mundo el sociólogo Miguel Urrutia, de la Universidad Católica de Chile.
Sin embargo Urrutia considera válido el reclamo autonómico de los indígenas, no sólo por su “peso histórico” sino también por el “peso demográfico” de la comunidad, que según datos extraoficiales representaría casi el 10% de la población chilena.
Primer partido mapuche
Uno de los que mejor conoce las dificultades para organizar políticamente al pueblo mapuche es Gustavo Quilaqueo, impulsor y presidente de la primera agrupación política de esa comunidad, el Partido Nacionalista Mapuche o Wallmapuwen.
En septiembre el partido comenzará a recolectar las cinco mil firmas que necesita para legalizarse.
En diálogo con BBC Mundo Quilaqueo admitió que su iniciativa sólo cuenta con el respaldo de la minoría de los mapuches, ya que estimó que cerca del 90% del pueblo tradicionalmente no ha acompañado las propuestas políticas que han surgido.
Otras dificultades que enumeró incluyen la “falta de espacio” que da a los nuevos movimientos políticos el Estado chileno, y la enorme diversidad del pueblo mapuche, que se divide entre el campo y la ciudad.
Más allá de aceptar que el proceso es largo y complicado, Quilaqueo no duda de que la vía política es la única que puede ofrecer una solución al conflicto entre el pueblo mapuche y las autoridades.
No obstante, para el líder político la respuesta no es el autogobierno, que considera una solución “reduccionista”.
“Nosotros creemos que los problemas de los mapuches se deben abordar en el contexto del Estado chileno”, afirmó.
Interlocutores
Mientras el pueblo mapuche continúa su desarrollo político, lo que han ido surgiendo son organizaciones sociales que actúan como interlocutoras de la comunidad.
La Alianza Territorial Mapuche, que agrupa a cerca de 60 comunidades, se ha convertido en las últimas semanas en uno de los principales referentes de esa sociedad.
Este lunes, la organización reclamó la presencia de la presidenta Bachelet en la región de la Arauncanía, donde se ha centrado el reclamo indígena.
La vocera del gobierno, Carolina Tohá, no confirmó ni descartó una posible visita de la mandataria.
Según Miguel Urrutia, grupos como la Alianza Territorial Mapuche, que están organizados según la tradición indígena, ofrecen una alternativa política para esta comunidad, y serán la vía a través de la cual se deberá buscar una solución al conflicto territorial.