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GAZA: ‘Pogromo’ palestino y ser mujer bajo el Gran Muro

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Nazanín Armanian*
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¡Matad a todas las madres palestinas para que dejen de parir “pequeñas serpientes”!, propone Ayelet Shaked, la diputada israelí, ignorando que las “soluciones finales” nunca lo han sido y que suelen estallarse en la cara de sus idearios. Antes de los nazis, en la Rusia de 1880 también se incitó el pogrom «linchamiento» de las familias judías y el expolio de sus bienes. Los palestinos, al igual que los judíos, sobrevivieron a esta y a otras rondas de exterminio, a pesar de esta señora o del rabino Dov Lior, quien ha lanzado una fatwa legitimando la masacre de los palestinos. Afortunadamente, éstos, al igual que Buko Haram, Taliban o Bin Laden, no representan la ética de millones de personas a las que afirman representar. Si tales barbaridades las hubiera dicho un líder político o religioso palestino contra los israelíes, ahora estaría en uno de los Guantánamos acusado de la incitación al odio y terrorismo, y su tierra arrasada por la aviación de la OTAN en nombre de la civilización.
El triple desafío de la mujer palestina
1. Como nativas de una tierra enfrentada a una agresión imperialista-colonial, ocupada y sometida a una limpieza étnica sistemática, las palestinas, incluso en los tiempos de paz, sufren el bloqueo más largo de la historia, que prohíbe la entrada de los siguientes artículos al gueto en Gaza:
Lentejas, pasta, especias, galletas, dulces y chocolate entre otros alimentos, causando la desnutrición de 4 de cada 5 niños y la mitad de las mujeres; libros, lápices de colores, papel y ordenadores; balones de fútbol e instrumentos musicales; papel higiénico, ropa, vasos, cubiertos, vajilla, nevera, lavadora, bombillas de luz, agujas, sábanas, mantas, zapatos, colchones; cuerdas de pescar , varillas y criaderos de peces; piezas de repuesto para coches y sillas de ruedas, entre otros objetos.
Mientras:
– Demuelen con bulldozer las viviendas: unas 20.000 desde el año 2000. Aplastaron bajo sus máquinas, en el 2003, a Rachel Corrie de 23 años, activista estadounidense del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM) cuando impedía la destrucción de una casa palestina.
– Cometen “Ecocidia”: han arrancado de cuajo 1,4 millones de árboles frutales, entre 2000 y 2006. Han matado y golpeado a decenas de mujeres y hombres campesinos.
– Les cortan la electricidad y el agua durante horas o días, y a través de decenas de puestos de control, les impiden la libre circulación (ver: http://www.palestinalibre.org), dificultándoles acudir a sus trabajos, centros académicos e incluso a hospitales. Según Amnistía Internacional (AI), a Rula Ashtiya, embarazada que de madrugada iba a un ambulatorio para dar a luz acompañada de su marido, le impidieron el paso, siendo obligada a tirarse al suelo y parir delante de ellos mismos. El bebé murió minutos después y sólo entonces le dejaron ir a pie al hospital en Nablus, con su hijo muerto en los brazos. En el caso de Maysoon Saleh Nayef, a punto de dar a luz, su coche fue parado por estos controles y nada más arrancar fue tiroteado por los soldados. Mataron a su marido y a ella la hirieron en un hombro. En estado de shock, la sacaron del coche, le obligaron a quitarse la ropa ¡para cachearla!, y luego la dejaron desnuda tirada en el suelo, negándole además algo para cubrirse. Después, llamaron a una ambulancia —¿para mostrar que no eran tan inhumanos, quizás?—, y ella dio a luz a Fida, su niña huérfana. Maysoon, para colmo, no podía regresar a la casa conyugal, ya que sus suegros le hacían responsable de la muerte de su hijo (más casos en los informes de AI y el articulo “y los gemelos murieron”
—And The Twins Died— del periodista israelí Gideon Levy).
Un conjunto de situaciones de terror y malas condiciones de vida que hicieron disparar los abortos involuntarios en Cisjordania en un 58% en 2012.
Con tales restricciones sobre el libre movimiento y la escasez de medios en los hospitales sería un disparate hablar de pruebas de prevención de enfermedades como el cáncer. Jahr de Jan Yunis, de 38 años y madre de cuatro hijos, consiguió viajar a Egipto para el tratamiento del cáncer de mama, pero no le dejaron regresar a Gaza, a su casa, mientras entre el 70% y 75% de sus hermanas israelíes se curan en su mismo país.
Fabricar palestinos enfermos, mutilados, incapaces durante las próximas décadas para defender sus derechos sobre su tierra es una estrategia política. Que quitándole el pan, agua, luz, libros, y seguridad a toda una nación, se tenga la indecencia de preguntar “por qué no hay grandes científicos entre los palestinos mientras decenas de judíos son premios Nobel” es indignante.
2. Como ciudadana discriminada por leyes teocráticas de los gobiernos de Gaza y de Cisjordania: ella necesita un tutor varón para realizar muchas gestiones, como si se tratase de una menor o incapacitada mental; la poligamia y el matrimonio infantil son legales. La falta de oportunidades laborales y un seguro social les arrebata el derecho a emanciparse. Ante las exigencias de las feministas, el Gobierno recién formado de la Unidad Nacional ha incluido a tres mujeres en su gabinete, como un intento de cambiar las leyes. Israel, que pretende impedir un Estado palestino a toda costa, canceló los permisos de viaje de los ministros palestinos entre Cisjordania y Gaza días antes del ataque.
3. Como mujer, por estar sometida a las tradiciones y una cultura profundamente patriarcal que le reducen en el “honor” de la familia, negándole su identidad independiente y el derecho a dirigir su vida. El desempleo masivo de los hombres, que ha destruido el tejido tradicional de la familia perturbando los roles, ha propiciado el trabajo de la mujer fuera del hogar, sin que ello haya supuesto su liberación, ya que se han convertido en mano de obra barata de los colonos judíos que han ocupado sus tierras agrícolas, y encima su propia comunidad les acusa de traidoras. Según el movimiento feminista palestino “Assiwar”, unas 40 mujeres murieron en 2013 a mano de sus familiares varones por este maldito honor. Sin apoyo institucional y con un cultura de resignación y aguante, algunas renuncian a ejercer los pocos derechos que tienen a beneficio de los hombres del grupo a cambio de ser protegidas por ellos, y a otras, las subversivas, se las chantajea, recomendándoles posponer sus reivindicaciones feministas para después de ganar la batalla nacional, si no quieren ser acusadas de antipatrióticas.
Y tres desafíos de la mujer israelí
1. “No en mi nombre” ha sido una de las consignas de cientos de mujeres y hombres judíos que han protestado contra los crímenes cometidos por su Gobierno en los territorios ocupados. Aunque desde 1948 el Movimiento de Mujeres Democráticas, fundado por militantes árabes y judías del Partido Comunista de Israel, y otras organizaciones progresistas habían trabajado en circunstancias muy difíciles por la igualdad de la mujer, las minorías étnicas, la separación entre religión y Estado y una paz justa entre ambos pueblos, las feministas judías empiezan a conocer el sufrimiento palestino tras la primera Intifada en 1987, que es cuando además asumen el arriesgado papel de ser la transmisora de esta realidad a la sociedad israelí sometida, según ellas, a un sofisticado lavado de cerebro. El proyecto “Enlace Jerusalén” o “Mujeres de Negro” han sido parte de esta compleja alianza, que a pesar de la asimetría en la relación —unas son ricas y pertenecen a la nación ocupante, y las otras pobres y colonizadas como pueblo—, sigue adelante con sus altibajos.
2. Como ciudadana de un Estado semiteocrático, que no les considera iguales ante la ley. El Gran Rabinato que controla la Ley de Familia las discrimina por su género: ella, por ejemplo, no conseguirá el divorcio si el esposo se niega a dárselo, condenándole así a ser “agunah” (anclada, encadenada) de forma indefinida, e impidiéndole que se case de nuevo o tener hijos “legítimos”. Éstos serán registrados como bastardos y sólo podrán casarse con personas de una lista. Ellas, al contrario de las musulmanas, no pueden incluir sus condiciones en el contrato matrimonial y librarse de estas normas prehistóricas.
Las israelíes van asestando golpes en la estructura patriarcal-religiosa de su sociedad y toman posición: Dorit Beinisch es presidenta de la Corte Suprema, y el 22% de los parlamentarios son mujeres (en Ruanda el porcentaje es de 64%, y en Pakistán, del 20%), y no todas son como Ayelet Shaked.
3. Como mujer “intocable” y despreciada por los poderosos grupos fundamentalistas. La batalla de las “Rosa Parks” israelíes contra la segregación en algunas líneas de autobuses ha dado “medio resultado”: esta ofensa será ilegal, aunque los conductores pueden pedir a las mujeres que ocupen los asientos traseros. ¡Menuda solución para atajar la mentalidad discriminatoria! Las “Patrullas del recato” de los extremistas Haredi, aunque no llegan a actuar como los Taliban, acosan a las mujeres por su vestimenta e incluso por rezar en voz alta.
La mirada sexual a la mujer que recorre los textos sagrados de las religiones abrahámicas fortalece la estructura patriarcal de la sociedad (ver: De dioses y genitales humanos). Así, el 76% de las judías y el 79% de las árabes israelíes temen un asalto sexual. Entre 2003 y 2010 estas agresiones aumentaron de forma espectacular. El ex presidente del país, Moshe Kasave, está en prisión por violación. Según la Organización Internacional sionista (WIZO), el año pasado, unas 200.000 mujeres fueron víctimas de la violencia de género y 600.000 niños fueron testigos de las agresiones. Y eso que tan sólo se denuncia el 20% de los casos. A diferencia de las palestinas, ellas y sus hijos disponen de numerosos centros de atención y casas de acogida.
Un movimiento feminista de izquierda palestino-israelí es clave para la consecución de la paz. Las mujeres tienen derecho a estar en la mesa de negociaciones para conseguir una solución que no sea militar, sino progresista y justa.
*Nazanín Armanian es iraní, residente en Barcelona desde 1983, fecha en la que se exilió de su país. Licenciada en Ciencias Políticas. Imparte clases en los cursos on-line de la Universidad de Barcelona. Columnista del diario on-line Publico.es.

Written by Eduardo Aquevedo

4 agosto, 2014 at 19:23

EL CAPITAL DEL SIGLO XXI: Comentario crítico desde la economía política. Por Héctor Vega *

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CRISISSS1 
 
 
El libro de Thomas Piketty, Le Capital au XXIè siècle. Seuil, Les Libres du Nouveau Monde, 2013 [976 páginas con tablas y estadísticas], tiene el gran mérito de contribuir al esclarecimiento de la desigualdad de ingresos en algunos países [34] de Europa y EEUU. La estadística de la obra sobre el capital, según lo aclara el autor, proviene esencialmente de fuentes fiscales e intenta describir un mapa de la distribución de riquezas. El capital en Piketty tiene una acepción diferente al concepto en Marx. Se trata de una diferencia no sólo en lo conceptual sino además en la intención. Para Marx el propietario de los medios de producción, sean estos capital físico o en dinero, maneja un medio de explotación. En Marx la tasa de explotación, es decir la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario es el concepto genérico aplicable a todas las sociedades de explotación. La plusvalía sólo se aplica al capitalismo, donde el producto del trabajo asume la forma de valor. Marx desentraña el sentido de la explotación en su forma capitalista, es decir mediante la plusvalía, la cual se extrae del trabajador en un proceso en el cual éste vende su fuerza de trabajo pero no vende el valor trabajo que crea. Los reformadores del modelo no buscan cambiarlo. La obra de Marx es el paso central para desactivarlo. Es decir, desactivar una situación de poder.

Marx nunca se hizo ilusiones acerca del cambio del sistema capitalista desde su lógica puesto que los capitalistas siempre han tenido claro el medio a través del cual obtienen sus ganancias: el mercado. Con un sarcasmo, que intenta apaciguar ilusiones y esperanzas, Marx nos instruye acerca de la lógica del sistema. No se trata de acusar el capitalismo a la manera ingenua de los idealistas que describen la explotación como un robo. Si todo se intercambia a su valor –y el mercado lo fija– para qué ocuparnos de cuanto le corresponde al trabajador, –razonan los capitalistas– puesto que no es el trabajador que crea el valor sino el mercado. Así, el valor como el costo son hechos establecidos e inamovibles. El costo es el valor de la subsistencia del trabajador…y punto.

I° En el siglo XXI, los esfuerzos de los capitalistas van dirigidos a la integración de los trabajadores en el sistema.
[Notas al final del texto]

Marx entiende que es en el mercado donde se realizan los valores y desde donde se reproduce el sistema que deberá dar la solución de crecimiento del producto que haga compatible dicho crecimiento con la distribución de la riqueza. –, puesto que desde ese producto se extraerán los recursos para su crecimiento. Pero ¿adónde nos conducirá el crecimiento de ese producto? ¿Podrá generarse suficiente riqueza como para ser distribuida igualitariamente? Las estadísticas que proporciona Piketty bastan para desechar esa ilusión. Pero, ¿Es posible redistribuir los ingresos en el seno de la misma estructura que preside la distribución, mediante impuestos a los ingresos, a la herencia y la firma de un decreto destinado a elevar el salario mínimo, como Piketty lo propone? Al igual que la ilusión anterior esta propuesta parece un ejercicio ingenuo e inútil que deberíamos recomenzar cuando el mercado y el orden establecido, donde reinan los monopolios, las grandes corporaciones y los bancos, restablecieran el valor al cual se intercambian los productos y se redefinan las partes que correspondan a patrones y trabajadores. En definitiva ¿basta expropiar los ricos para compensar los pobres? Pregunta pertinente a hacerse puesto que no está en la intención de Piketty cambiar el sistema capitalista.

Piketty rechaza las ideas fundamentales de Marx en relación al sistema capitalista; se centra en la valorización de activos tangibles y financieros y la transferencia de dichos activos mediante la herencia del patrimonio de una generación a otra. Patrimonio que desarrolla un crecimiento sin límites y que se transmite hereditariamente. Olvida que el capitalismo financiero mediante los mecanismos de la Deuda [crédito, emisión de deuda de las empresas, gestión de la deuda mediante derivados] involucra al conjunto de la población, promueve el ahorro forzoso de millones de trabajadores, como es el caso de los fondos de pensiones, desde donde se proporciona estabilidad al sistema financiero del capitalismo –, sin que los trabajadores sean necesariamente parte de las ganancias.

Inherente al capitalismo es el control de los medios de producción, lo cual permite la recuperación del valor agregado por el trabajador. Piketty confunde activos de diversa clase que constituyen la riqueza de la sociedad, unos que entran en el consumo, como por ejemplo la riqueza patrimonial inmobiliaria, con otros, tangibles o intangibles, donde su función económica es la de medios de producción, que contribuyen al incremento de la producción del período siguiente.

El rendimiento del capital se mide según la rentabilidad del mercado de los Ingresos de la Propiedad.[1] A la cual se agregan elementos adicionales a saber, externalidades, proporcionadas por el estado y exentas de impuestos, cual es el caso de la infraestructura pública; bienes públicos, como el agua, la educación, el medio ambiente, la seguridad pública…cuyo costo se transfiere a la sociedad, e implica un mayor rendimiento del capital.
Se pueden citar otros casos donde el rendimiento del capital se incrementa, generando con ello externalidades negativas; por ejemplo, explotaciones mineras donde la investigación sobre el costo verdadero [true cost] revela situaciones en que muere la actividad agrícola por el uso excesivo e indiscriminado del recurso agua [caso del altiplano chileno] inherente a la actividad minera; o la contaminación de la napa freática con daño a la salud de los habitantes del valle [caso de Pascua Lama en la cordillera o del proyecto minero Pacto-Junín en Ecuador entre muchos otros en el mundo[2]]; situación de las salmoneras en regiones septentrionales de Chile con transmisión de virus y contaminación del ambiente ictiológico…Pero también la actividad gananciosa de estas externalidades negativas daña el valor de otros activos, como por ejemplo refinerías o plantas nucleares instaladas en la proximidad de complejos inmobiliarios, etcétera…En resumen se trata del daño al desarrollo general de la economía a través del daño al “capital natural”[3].

Piketty no entra en esas distinciones, mide el valor de los activos por la relación capital-producto [= ingreso], donde los activos parecieran valorarse según su calidad de factor de producción. Opción de la economía neoclásica donde capital y salarios, como parte de una función de producción, se remuneran según la productividad marginal de cada factor. Se legitima así la ganancia como la justa retribución a una contribución indispensable y con ello se elimina cualquier posibilidad de evaluación crítica de los ingresos del capital y del trabajo en la relación entre el crecimiento del Producto y el rendimiento del capital.

II° La relación r>g

La relación central de Thomas Piketty es r>g, que valida con estadísticas desde casi 300 años de historia económica de países avanzados principalmente EEUU y Europa. “r”, es la tasa de crecimiento del rendimiento del capital; “g” es la tasa de crecimiento del producto.
En la remuneración del capital “r”, Piketty incluye en promedio en el curso del año, ganancias, dividendos, intereses, arriendos…en porcentajes. “g” representa la tasa de crecimiento de la economía, es decir el crecimiento anual del ingreso y la producción.

¿Por qué la relación de remuneración del capital [r] crece de manera desmesurada respecto al crecimiento de la economía [g], aumentando con ello la desigualdad en los ingresos? ¿Puede reproducirse en el siglo XXI esta situación constatada en los últimos dos siglos, con efectos dramáticos sobre la desigualdad de los ingresos? Son las interrogantes que plantea el trabajo del autor.

Controversias sobre la base conceptual de los cálculos que presenta Piketty oscurecen la relación r>g sobre todo en lo que se refieren a su valor como propuesta de validez general. Según lo precisa Eric Walravens, Piketty define junto con Gabriel Zucman en un trabajo anterior, “g” como el ingreso nacional que incluye ingresos de la tierra, los inmuebles, los bienes domésticos y los ingresos netos obtenidos del extranjero. Esta definición, según Walravens, es más precisa que el PIB pero es diferente pues incorpora componentes del PIB y del PNB. [4]

Piketty toma el capital como un capital patrimonial inmobiliario, o de herencia en términos de activos financieros. Es una contabilidad de activos donde el funcionamiento de la economía y por consiguiente la dinámica de las variables capital y producto no tienen otro sentido que coeficientes técnicos capital/producto. En términos de activos productivos, la ganancia es función de la inversión. No existe ningún tipo de proporcionalidad en esa relación –, a menos que se trate de un modelo estático, con un Presupuesto público y Balance externo en equilibrio donde, con un nivel de inversión se determine la ganancia y la producción.

Piketty establece el rendimiento del patrimonio capitalista, en los últimos 3 siglos por sobre 4 puntos sobre el crecimiento del producto. En el largo plazo el rendimiento del capital [r], antes de impuestos, se situaría entre 4% y 5% incluso entre 3% y 6%. En los siglos XVIII y XIX estas cifras oscilarían entre 4% y 5% y en el siglo XX entre 3% y 4%. Antes del siglo XX, señala el autor, prácticamente no había impuestos sobre el patrimonio. Plantea así mismo que los ingresos del capital en relación al Ingreso Nacional oscilan en el largo plazo entre 25% y 40%, donde el saldo, 75% y 60% respectivamente, representa la parte de los ingresos del trabajo.

Según las estadísticas del autor, el crecimiento del producto [g] en los dos últimos siglos, ha sido inferior a 1%, incluso, entre 0,2% y 0,5% antes del siglo XIX y salvo el siglo XX, período en que ha sido sensiblemente superior. El autor comenta que bastaría que los herederos ahorren una parte limitada de los ingresos del capital, por ejemplo 1%, para que el capital heredado por las generaciones venideras fuera un quinto del crecimiento del producto.

Cabe preguntarse, –el autor no lo plantea– el escenario a que debería enfrentarse la humanidad si r=g. Desde ya el hecho que “r” crezca más que “g” centra la discusión en la distribución del Ingreso Nacional entre los poseedores del capital, digamos “R”, y los poseedores de la fuerza de trabajo, “W”. Pues equiparar el crecimiento del producto observado [1%] al actual rendimiento del capital [4%], es decir, r=g, equivaldría a plantear en términos de distribución del Ingreso, W=R.

Suponiendo que el sistema capitalista actual se mantiene, y con ello la relación constante capital-producto que plantea el autor, y por tanto el rendimiento del capital de 4%, habría que plantearse el precio al cual debería lograrse tal igualdad de ingresos entre capitalistas y trabajadores. Imagino que en términos de infraestructura productiva, activos de todo tipo, materias primas, etcétera los medios necesarios serían equivalentes a varios planetas Tierra. Las condiciones tecnológicas en que se sustenta el aparato productivo, así como las actuales fuentes de energía…y sobre todo la rentabilidad del capital que señala Piketty, manteniéndose dichas condiciones, ponen un punto de interrogación acerca de la continuidad del sistema productivo actual. Quiero decir que esta reflexión nos lleva, más allá del reparto del Ingreso, a plantearnos la viabilidad material y los efectos dramáticos producidos por el modo de explotación del actual sistema capitalista y sus efectos en el calentamiento global.

Baste citar el caso de EEUU. Estudios llevados a cabo revelan una realidad preocupante de daños económicos irreversibles causados por el cambio climático y las emisiones de carbono –, una de las bases materiales del desarrollo de la revolución industrial en el curso de los siglos XVIII y XIX. Actualmente se comprueba una temperatura promedio de la superficie terrestre de 0,74 Celsius por sobre su promedio en el siglo XX. En el período 1970-1990 se calculó una baja de la productividad del país de alrededor de 1.5%. Regionalmente se comprueban bajas de la productividad de 3% en el sureste de EEUU con daños por tormentas, incendios, olas de calor con daños evaluados en miles de millones de dólares, a lo cual se suman en Nueva York, los efectos del huracán Sandy.[5] Con el alza en el nivel del mar con propiedades que quedarán físicamente bajo la superficie del agua en la costa este de EEUU, se proyectan para 2050 pérdidas entre 60 mil y 106 mil millones de dólares. De continuar el deterioro ambiental al ritmo actual, a fines del siglo las pérdidas aumentarían entre 238 mil y 507 mil millones de dólares. Por el calor extremo, en Estados del suroeste y grandes llanuras se calculan pérdidas en rendimiento medios de 50 y 70% en cultivos anuales de maíz, soya, algodón, trigo. Pérdidas que superarían las ganancias en áreas de menor temperatura. Actualmente este escenario se replica en el mundo con efecto sobre los precios de materias primas como el café, el azúcar y la soya, y repercusiones en la recuperación económica de los países desarrollados. Todo ello con efectos desestabilizadores sobre países que importan la mayor parte de sus alimentos.

La reflexión de Piketty no se encamina por esas rutas. Si crece la ganancia más que el producto significa que el producto crece en desmedro de sueldos y salarios con lo cual nos dice Piketty, y esta es su propuesta clave, que el corazón del problema es que la tasa de rendimiento del capital privado es demasiado alta y la mejor solución es en consecuencia bajar esa tasa de rendimiento. ¿Cómo? –, se plantea Piketty. Su respuesta es ¡Aumentando el salario mínimo! a lo cual agrega el incremento de la tasa impositiva del ingreso y la herencia.

Según los cálculos de Piketty la magnitud del patrimonio heredado alcanza a tales niveles que bastaría un ahorro suplementario para que dicho patrimonio creciera mucho más rápidamente que el producto. Con lo cual, al menos teóricamente, habría que enfrentar la hipótesis de capitalización de 100% de los ingresos. Se excluye de esta hipótesis las fluctuaciones del ahorro y la inversión y por tanto la tasa de acumulación del capital. Si la remuneración del capital explica la inversión, es porque en un período anterior dicho rendimiento, constituyó en parte, el ingreso de los capitalistas, y en parte los fondos de utilidad no retirados de la empresa, en total, ahorro del lado capitalista, con funciones diferentes pero que desde el lado de los ingresos, independientemente de la función que puedan cumplir estos [consumo, inversión, liquidez], justifican un nivel de demanda efectiva alcanzado a través de su mediación.[6]

III° Replantear la relación r>g nos obliga a pensar en un cambio de sistema que Piketty elude

Las cifras de Piketty demuestran que la remuneración del capital [r] crece en función directa de la inversión, y la producción [g] desciende en relación con la remuneración del capital [r].

El crecimiento de la tasa de rendimiento del capital no parece plantear dudas, pero la relación de crecimiento de la producción sí parece plantearlas. ¿Por qué el crecimiento de la inversión no se refleja en el crecimiento de la producción en los períodos estudiados por Piketty?

La fructificación de la inversión, es decir su efecto en el nivel de la producción no se realiza necesariamente en el tiempo que corresponda a un período [por ejemplo, un año] –, no es instantánea. Ello explica el cálculo de valor presente de los recursos financieros que se invierten, a la tasa de interés corriente operando en el mercado, y la cantidad de la inversión que se decide finalmente teniendo en cuenta su rendimiento. Segundo, la mayor producción no se obtiene de las ganancias sino de la inversión y esta última es financiada por el ahorro. De aquí surge la relación central entre riqueza –bajo la forma de ahorro– y la inversión. Tercero, la mayor demanda, producto del Producto Nacional Bruto, puede incluir cifras de mayor consumo, déficit presupuestal y excedente de exportaciones, procesos que no se traducen necesariamente en crecimiento de la producción.

A continuación un ejemplo necesario e importante.

Difícilmente la economía China volverá a registrar cifras de crecimiento del PNB a alrededor o a más del 10%; pues ha franqueado la etapa del mayor crecimiento en sectores dirigidos a la exportación, para orientarse hacia el mercado interno, con una mayor demanda [además de mayor sofisticación] explicada por la movilidad social de sectores de la población de clase media instalada en los grandes centros urbanos. En el presente, las tasas de crecimiento se calculan alrededor del 7%. La actividad no baja: se reorienta. Imperan nuevas demandas donde el crédito, de instituciones públicas o privadas, cubre desajustes entre inversión y producción; se ordena a los gobiernos regionales que aceleren el gasto; que cubran nuevas exigencias medio ambientales; coberturas en educación, salud, vivienda; se disminuya la cantidad de dinero en efectivo que algunos bancos deben tener como reserva; se bajan impuestos, etcétera.

La estadística tras la relación r>g no explica estos procesos de arbitraje entre el presente y el futuro lo cual explica las soluciones que Piketty ofrece al final de su obra –, por decir lo menos modestas: alza de impuestos a los ingresos del capital y al patrimonio hereditario y elevación del salario mínimo. Medidas que no impedirían, al cabo de un tiempo, la reproducción de las desigualdades del presente, ahondadas por las fluctuaciones del ciclo.

De hecho Piketty no se enreda en el funcionamiento de la economía. Da por sentado que desde que el rendimiento del capital sobrepasa significativamente el crecimiento de la economía, mecánicamente los patrimonios del pasado se recapitalizarán en un ritmo más rápido que el de la producción y los ingresos. Sus evidencias estadísticas reflejan épocas de conflictos bélicos [1914-1918; 1939-1945], así como períodos de reconstrucción [pos 1945] donde no cabe sumar, para los efectos del rendimiento del capital, activos fijos a valores del mercado financiero.
Comparativa que tiene importancia cuando se trata de analizar la importancia de la acumulación del stock de capital en el proceso de rendimiento del capital.

El autor muestra que posterior a 1970 los ingresos del capital aumentan. En el mundo anglo-americano, sus cálculos señalan que el ratio capital-producto se incrementa entre 250% y 300% del ingreso de esa época, contra 500-600% de hoy día. Lo cual refleja el carácter dominante del capital en la vida económica del presente. De allí proviene el carácter central de la relación r>g que se centra en el volumen físico del capital que proviene año tras año del ahorro-inversión.

Sin un análisis de las fluctuaciones del ahorro y la inversión en el ciclo, como lo pretende Piketty cuando nos describe la desigualdad creciente que se avecina en el siglo XXI, difícilmente podremos establecer los ingresos del capital y menos aún su proyección. Peor aún, caemos en el escenario de una teoría del crecimiento sin fin de los patrimonios. En este esquema la clase media reemplazaría a los rentistas, escenario en el cual 40% de la clase media se haría de 33% del ingreso nacional, en la lógica del sistema que vislumbra Piketty bajo el paraguas de la “recapitalización a ritmo más rápido que el crecimiento de la producción y los ingresos”. El resto, aparte de la cúspide de la pirámide de ingresos, no incluido en la lógica de Piketty, funda su movilidad en esquemas compensatorios del Estado en vivienda, salud, educación, programas asistenciales…y la deuda.

División de roles en un paraíso liberal donde la ganancia condena a los menos hábiles; los ricos y más inteligentes se hacen de la parte del león. Resultado al cual nos lleva la convicción de Piketty de una “recapitalización mecánica de los patrimonios del pasado.” Se elimina así toda lucha política y social, donde el ordenamiento de los ingresos –con desigualdades extremas– aparece reglado por la mecánica de la economía. En todo caso esta mecánica resulta menos cruel que las constataciones de Vilfredo Pareto en 1909 cuando escribía que los débiles morirán de hambre antes que su existencia lleve a la degeneración de la sociedad. Se puede –agregaba Pareto– comparar el cuerpo social al cuerpo humano que prontamente moriría si se le impidiera de eliminar las toxinas [7].

Sin embargo, la recapitalización mecánica no existe. La capitalización no es el proceso lineal que quiere ver Piketty, con su secuela de ricos permanentes fortaleciendo su riqueza patrimonial. Por el contrario, las fluctuaciones del ciclo elimina a muchos de ellos y otros deben contentarse con aumentos moderados en sus remuneraciones –, dado los montos involucrados esto último no parece tener efectos dramáticos en la riqueza de los altos ejecutivos. [8] Si se examinan los salarios de los más altos ejecutivos se comprueba que sus salarios están ligados fundamentalmente al desempeño financiero de sus firmas, donde se incluye en la remuneración total, salario, incentivos, opciones de acciones y bonificaciones. [9] Es decir bases variables, si no, aleatorias.

El debate que preconiza Piketty se sitúa al nivel de un sistema cuyas soluciones no tienen en definitiva otra expectativa que compensaciones cuyo rol social consiste en absorber la crítica fundamental al sistema y la incorporación de los trabajadores a éste mediante la Deuda [infra]. Lo cual puede parecer una caricatura de lo que la clase política chilena [entre muchas otras en el mundo] denomina como objetivo social: la inclusión. La inclusión significa políticas sociales, subsidios del Estado y la voluntad política de ampliar espacios democráticos de ejercicio del poder. Lo cual activa la movilidad social desde capas empobrecidas de la población hacia la clase media con mejores opciones de trabajo y con ello, de calidad de vida. Se crean nuevos criterios relativos al acceso a la educación, salud, vivienda, medio ambiente…y a la justicia social que los resume en su totalidad. Cuando el sistema económico no asegura estos nuevos criterios surgen métodos abreviados, más próximos del crédito o la manipulación bancaria –en definitiva la Deuda– que se sustituyen a cambios políticos y sociales necesarios. Cuando esto ocurre, como un fenómeno generalizado en el cuerpo social, es el momento de preguntarse acerca de las fallas en que hemos incurrido en nuestro proyecto de inclusión.

Dada la velocidad de los cambios en el corto plazo y las variables que intervienen, el desarrollo de los acontecimientos se aprecia claramente en el examen de la Oferta y Demanda Global de la economía. A los fenómenos de inversión y consumo se agregan los de la deuda privada o pública, o financiamientos compensatorios para aquellos que acceden a un mercado de consumo de mayor amplitud sujeto a las fluctuaciones del ciclo. Todo lo cual no implica necesariamente crecimiento, pero sí Deuda financiada mediante el desequilibrio del balance exterior [exportaciones-importaciones, i.e., X-M] o del déficit presupuestal [Gasto-Impuestos, i.e., G-T]; deuda bancaria o estatal…arbitraje entre presente y futuro en períodos de inversión-producción.

Pero ese no es el mundo de Piketty, la desigualdad de los ingresos supone que la recapitalización de los patrimonios del pasado se realizará más rápidamente que el crecimiento de la economía, con nulo crecimiento del ingreso de los trabajadores. En la hipótesis de g=1% y r=5% [en la relación r>g], como ya lo vimos más arriba [p. 4], bastaría ahorrar un quinto de los ingresos del capital para que el capital heredado de la generación precedente progresase al mismo ritmo que la economía en su conjunto. Con un ahorro superior al 1%, el patrimonio tendría tendencia a aumentar rápidamente. Es la ventaja en que nos sitúa el rendimiento del capital.

¿Tiene sentido explicar importantes desigualdades sociales sin entrar en las soluciones que ha buscado el capitalismo financiero? ¿Cómo ha resuelto el mercado en el corto plazo la inclusión dentro de la desigualdad de ingresos? Es la pregunta de millones de consumidores que viven de la Deuda.

Si en la búsqueda de una solución apostamos al crecimiento, es decir a la inversión, caemos en instrumentos del mercado que en parte administra el estado y en parte los privados. Mediante el ahorro total de la población [capitalistas y trabajadores] justificamos la inversión y lo que falta se cubre con el excedente de las exportaciones y el déficit presupuestal. Sin embargo, lo que el balance de fuente y uso de recursos no revela son las fluctuaciones del ciclo cuando las expectativas de ganancias futuras no se cumplen y las expectativas de inversión son menores debido a las menores ganancias del período anterior. De hecho, los procesos de inversión y consumo fluctúan según el ciclo por lo cual no dependen necesariamente de las ganancias que se han obtenido en el período anterior, pues pueden variar en base a acontecimientos sobrevinientes. Esto puede verse claramente en la ecuación de las ganancias formulada por M. Kalecki donde el lado izquierdo [ganancias brutas deducidas los impuestos] aparece justificado en el lado derecho con la inversión bruta, el excedente de exportaciones, el déficit presupuestal y el consumo de los capitalistas, menos el ahorro de los trabajadores.

Esa contabilidad nacional aclara los elementos que de un lado y otro sitúan los elementos que en un paso posterior explican el ahorro necesario para un nivel de inversiones [Ver infra]. Pero, no explican los procesos del capitalismo financiero durante las fluctuaciones del ciclo. Sin esa problemática las arremetidas de Piketty contra la injusticia, en el largo período en estudio [1740-2014], no quedan sino en eso. [10]

En presencia de salarios bajos la estrategia anti cíclica apostará, a partir de la tasa de interés de corto plazo, restablecer el crédito, es decir la deuda, para reactivar las transacciones del mercado. Si M, es cantidad de dinero; T, transacciones; V, velocidad del dinero; ri la tasa de interés de corto plazo; la función del dinero en la coyuntura se expresará por T/M = V[ri]. Lo que significa que dada la función de velocidad del dinero [V], la tasa de interés a corto plazo, ri estará determinada por el valor de las transacciones, T, y la oferta de dinero, M, que determina la política bancaria de corto plazo. [11] Es así como se logra, a una inversión dada, un nivel de ingreso y empleo, es decir un nivel de demanda efectiva. Salarios [W] compatibles a ese nivel se obtendrán agregándoles la deuda [W + Deuda], e incluyendo, de esa manera, la población al mercado mediante el crédito y el dinero plástico.

La tasa de interés del mercado resuelve el financiamiento del lado de las empresas, puesto que se trata de una variable financiera que varía en relación al valor de activos físicos de capital y desde la cual se calcula la utilidad de dichos activos. En el caso del capital financiero la tasa de interés real es una variable financiera que varía en relación al valor de activos de capital financiero.

Hasta aquí los impuestos que propone Piketty no son sino un acompañamiento que capitalistas y comerciantes tienen en cuenta e incorporan en la administración de la deuda cuando se deciden las tasas de interés que gobiernan su monto. Según lo ya explicado, si se aprobaran tales impuestos, lo más probable es que éstos sean recuperados según los mecanismos de la deuda. Todo ello sin mencionar la evasión y la elusión tributaria, tema recurrente en las economías sean estas avanzadas, emergentes o subdesarrolladas.

La deuda como parte del equilibrio social entre capitalistas y trabajadores juega un papel que desestima Piketty. Es la cuestión central al problema del poder y que abordaremos en el párrafo siguiente.

IV° De los ingresos de la propiedad capitalista y el papel de los trabajadores en la reproducción del capitalismo financiero

De los ingresos y Deuda de sectores surge la relación entre sectores de la economía, relación donde las ganancias de un sector se explican por los ingresos de otros. En primera aproximación el análisis de los grandes agregados de la macro economía permiten ver los efectos de los ingresos de la propiedad.

Partamos con los agregados macroeconómicos. A partir de la propiedad del capital inmobiliario y activos de capital, actual o heredado, Piketty calcula un ingreso de la propiedad, bajo la forma de ganancia, renta o interés. Sin embargo, falta algo en la explicación. No basta constatar la importancia del capital patrimonial, sus titulares y su evolución estadística, si no se dilucida el efecto de los ingresos de la propiedad en el ahorro. ¿Cuál es el sentido de la riqueza, y del ahorro que esta devenga, en la inversión durante el ciclo de corto plazo? ¿Qué sucede si el ahorro interno no es igual a la inversión? Allí, en ausencia de ahorro, surgen los interrogantes.
¿Deberemos remitirnos a la deuda interna, o internacional; a la circulación de dinero entre las economías avanzadas y emergentes; [12] al ahorro forzoso de los trabajadores [fondos de pensiones]; al uso de externalidades positivas [o fallas de mercado]; a nuevas formas de realización del excedente [a la Baran]; a nuevas técnicas de intermediación bancaria…?

En globalización los flujos de capitales juegan un rol subsidiario fundamental en la viabilidad del sistema capitalista financiero. Es decir, subsidiario al gran proyecto político de las clases dominantes cuya objetivo final es el de involucrar al conjunto de la sociedad en el financiamiento del sistema. Analizaremos a continuación dicho proyecto, para en el párrafo siguiente abordar la relación de los mercados financieros globales en el gran proyecto de las clases dominantes.

El gran proyecto de financiamiento que desarrollan las clases dominantes en las economías no es una problemática que se aborde en el esquema de Piketty. Pues las proyecciones de sus estadísticas proporcionan sólo resultados anuales [Ver crítica supra]. Piketty deja al lector resolver el proceso de ecualización del ahorro con la inversión. No es su problema y ello plantea la duda sobre la relación central de su texto: la desigualdad en la distribución de los ingresos, cuando ella surge precisamente de las ganancias del capital. Tema abordado en el curso de los ‘30 por Michael Kalecki y la Escuela de Cambridge en los ‘60 del siglo pasado [13].

Dicho razonamiento puede resumirse de la manera siguiente. Cuando la inversión produce un alza de precios en relación al salario y con ello un exceso de demanda efectiva y por consiguiente un alza en los márgenes de ganancia, tendremos el ahorro disponible y de esa manera la ecualización del ahorro con la inversión. Con lo cual la distribución del ingreso entre tasa de salarios y tasa de ganancias, aparece influenciada por la tasa de inversión a través del nivel de precios. Como la posibilidad de ahorro de los capitalistas [o su posibilidad de administración y manejo del ahorro forzoso de los trabajadores, o de la intermediación bancaria, o instituciones financieras en la administración de la deuda] es superior a la de los trabajadores, la ecualización de ahorro e inversión podrá realizarse. Esa es la lógica tras el crecimiento del Producto. Sin explicar la lógica de relaciones entre el ahorro, la inversión, la ganancia y el nivel de precios, no se entiende la participación de los trabajadores en el funcionamiento y reproducción del capitalismo financiero. Proceso que no resuelven las cifras que presenta Piketty en la relación r>g.

En un esquema de relaciones entre 3 sectores de la economía, o departamentos, M. Kalecki aclara la teoría de las ganancias en la distribución de los salarios. Con lo cual nos da una indicación acerca de la lógica de un sistema que basa precisamente su continuidad y desarrollo en la participación “acordada”, bien o mal, con aquellos que poseen la fuerza de trabajo pero no los medios financieros para administrar la Deuda.[14]

El esquema parte del proceso de desajuste entre inversión y ahorro, con las variables de inversión, ganancia e ingresos y nivel de precios. Los 3 sectores de producción o departamentos son los siguientes: un sector de la economía dedicada a la producción de bienes de capital [I], otro, orientado al consumo de altos ingresos [II], y otro al consumo de trabajadores o población de medianos y bajos ingresos [III].

El caso es argumentado por Kalecki en los términos siguientes. Si la mala distribución de ingresos del lado de los trabajadores limita su capacidad de consumo a la producción de dichos bienes, cualquier aumento de inversión del lado de los capitalistas causará un aumento de precios de dichos bienes, lo cual elevará las ganancias en el sector de bienes de consumo para los trabajadores [departamento III de la economía]; beneficiará los salarios en el sector de producción de bienes de inversión [departamento I] y de bienes de consumo para los capitalistas [departamento II]. La tasa real de salarios descenderá reflejando el hecho que el aumento del importe total de los salarios encuentra una oferta invariable de bienes de consumo. Digamos que Kalecki basa su argumento en el supuesto de una oferta elástica.

En síntesis el alza de precios, en relación al salario, determinada por el crecimiento de la inversión llevará a un exceso de la demanda efectiva y por consiguiente al alza de los márgenes de ganancia. Con lo cual aumentará el ahorro disponible y por esa vía se ecualizará el ahorro con la inversión. Inversión que se efectúa según la relación que existe con el stock de capital. 30 años después, en los ‘60, la Escuela de Cambridge retomará la solución de la ecualización de ahorro e inversión dada por Kalecki.
Kalecki sintetiza la relación entre los 3 departamentos de la economía. “La producción de los departamentos I y II también determinará la del departamento III si se conoce la distribución entre ganancias y salarios en todos los departamentos. La producción del departamento III se llevará hasta el punto donde las ganancias obtenidas de esa producción serán iguales a los salarios de los departamentos I y II. Para expresarlo de otra manera, el empleo y la producción del departamento III se llevarán hasta un punto donde el excedente de esta producción sobre lo que los trabajadores de este departamento compran con sus salarios, sea igual a los salarios del departamento I y II”.[15]

Los desajustes entre el ahorro y la inversión surgen de la organización de la producción, en monopolios, oligopolios, carteles, grandes corporaciones…etc., cuando se realiza el producto en el mercado. En la teoría de Kalecki estos son los “factores de distribución” de la economía.[16] Factores de distribución del ingreso y por tanto del consumo de los trabajadores, la producción y el empleo nacionales. Es la solución del sistema donde la realización del producto está determinada por la suma de la inversión y el consumo de los capitalistas. Las modalidades de realización en el mercado, abarcan las externalidades positivas, y la obtención de recursos compensatorios al ingreso propios de la economía capitalista actualmente en crisis. Es un marco de interpretación no sólo de las desigualdades sino además de factores centrales de cualquier transición hacia otro sistema.[17]

A partir de la segunda mitad del siglo XX se activa el trabajo sobre los factores de distribución, inquietud que recientemente puede verse en el trabajo de Saez y Zucman en EEUU.[18] En su trabajo ven las desigualdades como un atentado a la democracia. Subrayan que los Okupa[19] fallan al identificar el enemigo pues los verdaderos culpables de la desigualdad de ingresos no es el 1% al cual culpan sino un grupo más pequeño de un 10% de ese 1%, i.e., los top 0.01% quienes han recibido la mayor parte de los ingresos en estos últimos 30 años. Lo cual, piensan, al igual que Piketty, que es una situación que puede repetirse en el siglo XXI, con estándares de desigualdad media alta [‘medium’ inequality] más equivalentes al siglo XIX, que a la desigualdad media [‘medium’ inequality] de la pos guerra mundial II.

¿Intenta Piketty expropiar a los ricos? La situación descrita por las organizaciones internacionales dedicadas al recuento de los ricos es clara. Oxfam presentó en el World Economic Forum [enero, 2014] un informe en que revelaba que los 85 individuos más ricos del mundo poseían valores equivalentes al poseído por la mitad más pobre de la población del mundo, es decir 3500 millones de individuos [incluyendo niños]. Según las cifras ambos grupos poseen US$ 1.7 billones [millones de millones]. Esto es 20 mil millones de dólares si Usted pertenece al primer grupo y 486 dólares si perteneces al segundo![20]

V° De cómo el riesgo especulativo se instala en el siglo XXI de la globalización

A fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI se estimó que los desajustes de la relación capital-producto en la economía privada y en el marco de una balanza de pagos equilibrada podían resolverse, en un ambiente de globalización del mercado de capitales. La obra de Piketty no arroja luces sobre la evolución de dicha relación. Lo que observamos en cambio es la erosión del principio que sustenta la globalización financiera a saber, fondos financieros cuando existen fundadas expectativas de crecimiento de la economía. En su lugar predomina un sistema sustentado en la Deuda [emisiones de deuda dependiente de la liquidez sustentada por los bancos centrales] que vive entre el financiamiento y los malos resultados –, en un ambiente pletórico de apuestas sobre el futuro.

[El alivio monetario norteamericano [Quantitive Easing, QE, 85 mil millones de dólares mensuales en régimen –, actualmente 50 mil millones. Se espera que la FED termine el programa de la QE con 15 mil millones de dólares en octubre 2014], eficazmente auxiliado por la impresora de billetes de la FED ilustra claramente el principio de la palanca monetaria y sus efectos desestabilizadores en la economía mundial].

El período de las dos guerras mundiales del siglo XX y la reconstrucción significó inversiones masivas dirigidas por el Estado en sectores con necesidades de capital. Hoy, procesos de innovaciones, nuevos horizontes de la investigación, búsqueda de materias primas, desafíos en la búsqueda de fuentes de energía, cambios climáticos por el efecto invernadero, muestran la lógica exponencial de las inversiones que dichas situaciones debieran producir en la decisión de los gobiernos. Sin embargo, las urgencias creadas por la desestabilización del sistema se trasladan a la administración de la Deuda. Con la titularización y creación de productos derivados, con un riesgo transferido a otros se crearon fluctuaciones que ponen en riesgo el desarrollo de la economía real. En el pensamiento económico oficial los Factores de Distribución pesaron en el siglo XX como preocupación fundamental en la justicia social. En la segunda mitad del siglo pasado y en lo que va del siglo XXI, lo fundamental fue la Deuda, lo cual posibilita que cambios en la distribución de los ingresos sea neutralizado a través de mecanismos de intermediación bancaria, deuda, hipotecas, derivados, modificación de tasas cambiarias y manejo de tasas de interés.

La administración de la Deuda basada en el manejo de la tasa de interés determina el valor de los activos financieros, creando rentabilidades registradas en la relación r>g de Piketty… Es la realidad del capital ficticio de la cual escribía Marx.[21] Se desarticula así la formación de las ganancias con sus procesos de inversión y consumo, que en el período corto, corresponde a decisiones que se toman como reacción a factores que suceden en el pasado inmediato. De hecho, los procesos de inversión y consumo fluctúan según el ciclo por lo cual no dependen necesariamente de las ganancias que se han obtenido en el período anterior, pues pueden variar en base a acontecimientos sobrevinientes. Los Factores de Distribución así como los procesos reactivos de la Deuda en su fuerza cinética no aparecen como elementos de explicación en los capítulos de desigualdad de ingresos. No basta entender –como lo hace Piketty– el New Deal rooseveliano, como poder reactivador del Estado de la inversión y el gasto. En las dos décadas de la posguerra aparecerán los gérmenes de la globalización que Kennedy habrá detectado cuando instaura el impuesto IET [1963] que busca fijar un precio al flujo de capitales norteamericanos que se escapa hacia Europa.

El movimiento de capitales a nivel internacional demuestra que las interpretaciones del FMI y de los banqueros centrales van en dirección contraria a la realidad. En el siglo pasado se popularizó la idea que una ampliación del mercado interno creaba las condiciones para incrementar el ahorro al interior de las empresas. Es decir que la relación capital-producto podía ser mantenida mediante la oferta monetaria. De allí surge, a mediados de los ‘70s la teoría monetaria de la balanza de pagos del FMI, donde el superávit en cuenta corriente justifica el crédito interno, es decir la ampliación de la demanda en el mercado interno. Este ejercicio mecánicamente aplicado explica las acciones presididas y estimuladas por los Bancos Centrales y posteriormente en los años 2008, 2009 y siguientes de la crisis en las economías desarrolladas.

Las sucesivas crisis de los ‘90s y del siglo XXI demuestran que la Deuda globalizada predomina como fundamento privilegiado del crédito interno…en economías estimuladas con importantes emisiones de deuda. Eso conlleva capitales de portafolio invertidos en compra de acciones y bonos de mercados emergentes. A comienzos de 2014 esos fondos por valor de casi US$ 60 mil millones salieron de países considerados como vulnerables, esencialmente países emergentes. Hoy, retornan a esas mismas economías…cuando es escasa la rentabilidad de los bonos en EEUU, Europa y Japón. Los países considerados ayer como vulnerables, hoy resurgen en el interés de los inversionistas. Brasil y Sudáfrica, economías con endeudamientos importantes hoy parecen promisorios para los inversionistas, con índices bursátiles aceptables; en India la elección del primer ministro Narendra Modi, del Bharatiya Janata Party, partido nacionalista hindú, genera expectativas y crea sustentabilidad al punto que el mercado considere aceptable posiciones de bonos, así como en China en moneda local; en Indonesia y Turquía hoy resurgen cuando en un pasado muy reciente pasaban por importantes tensiones políticas e índices bursátiles a la baja.

En este cambio de escenarios. El real brasileño perdió 1%, pero los bonos denominados en real subieron 3%. Los bonos turcos denominados en liras ganaron 2% pero esa moneda cayó más de 2%. Según datos proporcionados por EPFR Global [julio 2014] se inyectaron 4900 millones de dólares en moneda local de economías emergentes [entre abril y junio de 2014] los cuales compensan en parte los 5500 millones de dólares que salieron de esas plazas entre enero y marzo de este año. Nótese que estos 4900 millones de dólares casi igualan a la deuda en dólares, euros y yenes por 5400 millones de dólares.

La situación de rentabilidades financieras con situación de riesgo, demuestra que la realidad de la remuneración “r”, que nos presenta Piketty, poco tiene que ver con la visión patrimonial de la riqueza y bastante más con el riesgo especulativo de los componentes del mercado de capital –, recuérdese el riesgo de la deuda subprime, donde los precios de las hipotecas alcanzaron valores superiores al valor mismo de la propiedad. Es la activación de la titularización con la creación de productos derivados. El riesgo se transfirió a otros. La noción de los montos negociados revela elementos que relacionan el pasado con el futuro, [es decir dinero], mediante valores del mercado, tanto en su realidad de precios como de expectativas de ganancia.

La lógica del ahorro-inversión subsiste representada por el desequilibrio del sector externo bajo la forma del excedente de exportaciones, y el déficit presupuestal en la ecuación de las ganancias brutas; también el ahorro forzoso de los trabajadores bajo su forma más importante en la economía moderna a saber, el ahorro forzoso representado en los Fondos de Pensiones de la seguridad social. El riesgo se transfiere a través la titularización de la Deuda [supra].

Reflexión final: Bienes públicos e impuestos y salario mínimo à la Piketty en el siglo XXI

El gran mérito de Thomas Piketty ha sido de mostrar a través de cifras del Ingreso Nacional la desigualdad [que provoca el sistema capitalista] en el reparto de los ingresos como resultado de la relación entre el rendimiento del capital y el crecimiento de la economía.[22] Sin embargo, Piketty no ve en este análisis el carácter fundamental de las externalidades, la Deuda y los efectos de las fluctuaciones del ciclo del corto plazo en el reparto del Ingreso.

La importancia de la administración de la Deuda en el siglo 21 obliga a asumir los títulos de deuda como parte del flujo de rendimiento del capital concebido, no como riqueza patrimonial à la Piketty sino como fuente de poder capaz de activar en su favor el déficit presupuestario, el excedente de exportaciones y las externalidades positivas y negativas creadas por el crecimiento de la actividad económica.

El resultado de estas operaciones, a favor de las clases dominantes, no se revierte con el pago de mayores impuestos [lo cual lleva necesariamente a un menor déficit presupuestal] o el alza del salario mínimo pues, situado el problema en el ámbito del poder el sistema se defiende mediante la organización de los mercados [monopolios, oligopolios…], los bancos, el manejo de los precios, en fin los llamados Factores de Distribución [supra]; totalidad que determina el presupuesto público, el comercio exterior y los títulos de deuda como parte fundamental de la administración del sistema y de las fluctuaciones del ciclo en el período corto. Es decir, el sistema se defiende y recrea sus propias defensas, con lo cual el mayor gasto, los programas sociales y las reformas estructurales del Estado son recuperados.

El rendimiento del capital [en la relación r>g que nos
presenta Piketty] categoría central del reparto del Ingreso proviene de la inversión que lo genera. La pregunta adecuada –aún antes de la distribución del ingreso– es, qué es lo que determina la inversión. La inversión genera el ahorro necesario para financiarla y las ganancias como lo vimos anteriormente [página 3, supra] equivalen al consumo y la inversión de los capitalistas.[23] De manera que la ecuación del crecimiento de Harrod-Domar [trabajada por el autor] necesita de ciertas precisiones que Piketty no hace. [a] a la igualdad entre Inversión y Ahorro debe agregarse el excedente de exportaciones y el déficit presupuestal. Cuando se transfiere parte del Ingreso a trabajadores, o se incurre en alguna inversión presupuestal, se habrá explicado la parte que eventualmente, vía impuestos a capitalistas, podrá ir a consumo de trabajadores o inversión presupuestal.

Del consumo capitalista se deducirá el efecto de las externalidades positivas [realizadas por el capitalista en el mercado] y las externalidades negativas que falsean el cálculo de los costos de la explotación, incidiendo positivamente en la ganancia del capitalista. Agregados a la inversión los efectos del déficit presupuestal, el excedente de exportaciones y las externalidades en sus dos versiones deberá considerarse además, [b] los efectos del ciclo causados por las fluctuaciones en los aportes de capital financiero. Tales fluctuaciones se reflejan en la oferta de reservas líquidas de las empresas; bonos, créditos de los bancos y la negociación de títulos de la Deuda en el mercado de capitales, etcétera

En la investigación de Piketty sobre la distribución de los ingresos y la renta no veo el tratamiento de los puntos [a] y [b] consustanciales al boom y la recesión. Sin embargo, el autor considera correctamente, como causas importantes en la capitalización y la distribución de los ingresos los efectos de los períodos de guerra [mundial I y II del siglo XX] y reconstrucción.

Existen otros elementos propios del funcionamiento del mercado que Piketty no menciona explícitamente y que se reflejan en la realidad de los precios de mercado y sus efectos en las desigualdades de ingreso de la población. Dichos elementos se resumen en la Deuda que alcanza al grueso de la población, léase crédito bancario [de consumo, hipotecas en operaciones inmobiliarias] y administración del dinero plástico. En seguida aparece una diversidad de títulos de la deuda negociados en el mercado de capitales.[24] Ninguno de estos elementos tiene el carácter de una riqueza patrimonial con base hereditaria, por tanto histórica, que Piketty menciona como causa central de las desigualdades de ingreso con proyección hacia el futuro.

El autor identifica dos variables del crecimiento de esta riqueza: [i] el rendimiento de los activos de capital superiores al crecimiento de la economía y por tanto favorece el crecimiento del patrimonio de los ricos y el crecimiento de las desigualdades; [ii] la acumulación del patrimonio es proporcional a la duración de vida y al impuesto a la sucesión en vigor al momento del deceso del causante. Piketty estima el flujo anual de herencias en un 15% del Ingreso anual en Francia [estimación realizada el 2013]; y cree sorprendente que un hecho de tal magnitud no sea noticia en los diarios o comentado en los manuales. La volatilidad de los activos en la crisis y la existencia misma de sus poseedores [ver párrafo IV, supra] pone un punto de interrogación sobre el alcance de la sucesión como causa de las desigualdades de ingreso en las economías avanzadas.

En este recuento de proyecciones hacia el siglo XXI es preciso mencionar –no ocupa mayor espacio en el trabajo de Piketty– el endeudamiento masivo del gobierno norteamericano, basado en la impresión del billete dólar, lo cual pone en riesgo sus acreencias y con ello el comercio mundial. La Deuda en los negocios y su colocación en el mercado de capitales, es un factor importante en el rendimiento del capital. Sin embargo, las operaciones de Deuda constituyen un factor desestabilizante, véase la crisis subprime; la volatilidad del rendimiento del capital, con sus consecuencias en el endeudamiento, es alentado por el carácter fiduciario del patrón-dólar. En la época del patrón oro, con la relación oro-dinero la intermediación bancaria y financiera se regía por reglas fijas de paridad monetaria. El elemento cambiario se refleja en las cifras que justifican la tasa “r” de Piketty y lo que es peor el carácter global de las desigualdades que se avizoran en el comportamiento de la economía en el siglo 21. Elemento no menor si se tiene en cuenta los 827 millones que en el mundo no tienen lo suficiente para comer y de los cuales 552 millones viven en Asia y Oceanía [cifras del WFP para 2013].

Dadas las situaciones mencionadas, efecto directo de la lógica de funcionamiento del sistema, las soluciones de Piketty resultan intrascendentes en la lucha contra las desigualdades del ingreso en el siglo XXI. Mayores impuestos a los ingresos del capital y al patrimonio que se hereda y un alza del salario mínimo ignoran la situación de poder que existe tras las desigualdades sociales y constituyen propuestas episódicas sin mayor proyección cuando se abordan las desigualdades de ingreso. Esto equivale a presentar el crédito, o la Deuda como respuesta a la desigualdad de ingresos [argumento mencionado más arriba en párrafo III], que el sistema capitalista, cuando se trata de resolver problemas de demanda presenta como solución clave en sus programas de “inclusión social” sin que el sistema de mercado sea tocado. Así, se concibe la demanda de la población al interior del mercado, vía deuda, sin que intervenga la distribución del ingreso. A lo cual se suma el carácter subsidiario de los flujos financieros internacionales.

La riqueza, o patrimonio financiero, está constituido por apuestas sobre las ganancias y los riesgos de mercado, pero también pérdidas relativas a activos fijos representados por dichos valores, en la situación de guerras, catástrofes…El pago, por externalidades positivas –léase por ejemplo, impuesto al combustible, pago del agua del altiplano en el caso de compañías mineras operando en el norte de Chile, etcétera– o externalidades negativas por daños al medio ambiente [contaminación de napas freáticas, desplazamiento de poblaciones…], constituye parte del costo pues incide en el rendimiento del capital.

En un mundo global las apuestas sobre el futuro son cada vez más complejas y alcanzan a un mayor número de inversionistas [apostadores] en sumas cada vez más importantes, de manera que se esperan mayores rendimientos para un mayor número de personas, en riesgos que incluyen un mayor número de variables a saber, geopolíticas, tecnológicas, nuevas materias primas, disponibilidad de nuevas fuentes de energía… Para estos escenarios de capitalización compleja del siglo XXI se ha privilegiado la liquidez como política monetaria en la zona Euro y la FED de EEUU con el Quantitive Easing. Un incremento en la oferta monetaria con efecto en la compra de bonos a través del sector bancario, puede cambiar un parámetro del riesgo a saber, la cantidad de titulares de bonos en el mercado. Se actúa así sobre la ganancia esperada y la minimización del riesgo.[25] Como hemos visto la interconectividad de los mercados financieros globales genera riesgos, por lo cual se explica que las economías emergentes hagan valer la importancia de los flujos financieros internacionales para el financiamiento de sus inversiones. Es la tesis que sustentaron en la reciente 5ª conferencia anual en el mes de julio del Comité de Reinversión de Bretton Woods [en Lima]. Surgió además la demanda hacia los organismos internacionales de ejercer un rol de prestamista de última instancia. La limitante central es que dichos organismos están financiados por las mismas economías avanzadas actualmente en problemas. El non dit de las economías emergentes pos Bretton Woods es asegurar la venta de deuda para así financiar sus reservas internacionales y asegurar sus inversiones. En definitiva el negocio de la Deuda consiste en conocer el grado de credibilidad entre los actores en juego. Comentarios de prensa expresan que si Venezuela deseara colocar deuda tendría que ofrecer un 14%. Sudáfrica paga una tasa de interés de 7,9 % por sus bonos de referencia a 10 años. Los bonos turcos ofrecen rendimientos de 8,7%. Sin embargo, en ambos países se ofrecen bonos en dólares por tasas de 4,5% y 4,6% respectivamente.

El riesgo en negocios complejos concierne a cada vez mayor número de personas e instituciones entre operadores, gobiernos, intermediarios bancarios. Se construyen así canastas de valores –con derivados y garantías para las operaciones de derivados– inversiones financiadas con ahorro forzoso de los sistemas de pensiones…Al número de actores en juego [parámetro central] y cantidad de recursos involucrados debe agregarse todavía otro parámetro a saber, la relación capital-producto. El rendimiento del capital en el siglo XXI se completa así con la combinación de situaciones positivas y negativas.[26]

En definitiva el escenario sociológico en que se mueve Piketty a través de un Producto que crece, donde el resultado es el crecimiento de “r”, es impredecible pues no es el cambio de parámetros presentados –ganancias, riesgos, número de inversionistas y en definitiva “r” – el que va determinar mayores beneficios a una clase dominante situada en tramos de ingreso varias veces superior al resto de la población.

La tasa de crecimiento “g” no aborda el tema de la distribución pues si aumenta el ingreso, dada la distribución actual de gran desigualdad, la situación favorecerá al número actual de ricos. En el caso de los seguros citado por B. Mandelbrot, las mayores indemnizaciones beneficiarán al número de ricos capaz de negociar y pagar la prima de un seguro. En ese caso la apuesta es alta porque sus altos ingresos lo posibilitan. El dinero atrae al dinero…“a quien tiene se le dará.” No hay trabajadores que puedan apostar a una indemnización de seguros alta. No poseen cuentas bancarias, acciones, títulos de deuda, inmuebles, pinturas, antigüedades, etc…Sin nada que perder los explotados no poseen sino sus cadenas [Marx].

La relación capital-producto, a la base de “r” no es constante, es flujo, cambia y conjuntamente con ese cambio, cambia el ahorro [sube o baja] y el ahorro determina la inversión [Cf. párrafo II, supra]. Ese conjunto de relaciones se desarrolla como parte del proceso de crecimiento del Producto. Pero resta resolver el problema de una mejor distribución del ingreso: es la norma del salario mínimo que Piketty propone. Es decir una norma de remuneración-trabajo a la cual debiera agregarse una norma de ganancia-capital.

Sin embargo, ello supone nuevos Factores de Distribución del Ingreso, [tema que no abordan los impuestos sobre las ganancias y la herencia de Piketty], lo cual supone nuevas relaciones de producción, nueva institucionalidad y de organización de la economía: área de propiedad social; economía de bienes públicos; fin del poder de monopolios y oligopolios; nuevas relaciones del campo y la ciudad…En ese contexto de nuevos Factores de Distribución de la economía se consideran los flujos de riqueza en su carácter de capitalización, pérdida o destrucción. La relación capital-producto no es stock sino flujo por cuanto el capital y las variables que influyen en su construcción y crecimiento del Producto deben renovarse. Es el caso de la infraestructura;[27] deben tomarse en cuenta las externalidades positivas y negativas. En conclusión, inversión y ahorro se renuevan en el curso del tiempo. El Producto crece como resultado de una cantidad de inversión y de ahorro que se renueva en el curso del tiempo, pero no se trata sólo de activos fijos sino como parte central de la innovación y desarrollo está el proceso de acrecentar el patrimonio cultural y científico.

Esta evolución no la veo posible sino dentro de la búsqueda de menos desigualdad con un valor trabajo reflejado en nuevas relaciones de precio, producto de la valorización de las externalidades. Proceso ligado al desarrollo de las fuerzas productivas y por ese canal a nuevos modos de producción.

¿Cómo es posible concebir tales transformaciones?

En la sociedad pos industrial se privilegia el rol subsidiario del Estado en la economía. Lo cual significa entregar la economía al mercado y dejar al Estado en su función de reparador de daños. En un ambiente donde el desarrollo de la ciencia implica reconocer su función humanista, es decir universal, siendo el desarrollo de la educación un desafío fundamental y lógico, la condición de existencia del Estado son las identidades colectivas y ciudadanas definidas por el mismo.

Serán dichas identidades las que conducirán al control de las externalidades en un nuevo sistema económico, donde en la relación Estado-colectividades se definirán los criterios de existencia y administración de aquellas. Es la tarea del siglo XXI.

Los bienes públicos constituyen un reflejo de necesidades centrales a saber, educación, salud, vivienda social, medio ambiente, pensiones, previsión social… Durante el siglo XX tales bienes se incorporaron en las economías avanzadas como función del Estado, participando en su oferta y administración. El New Deal rooseveliano sobrevivió la posguerra por algunas décadas, siendo reemplazado en la doctrina y la práctica, a fines del siglo XX, por el supply economics de Reagan y Thatcher. En ese modelo de sociedad no tiene cabida la ciudadanía como base de una economía que busca la legitimación del dominio social. El modelo privatizador establece las normas bajo las cuales se realiza la capitalización de los grupos económicos, entre ellas la regulación de las concesiones y el ensanchamiento del mercado mediante la Deuda. Eso requiere de consensos políticos, negociaciones entre los actores sociales pues se trata de un proyecto de poder.

La experiencia mundial señala que la transición hacia un nuevo modelo de sociedad no es sencilla; a veces resulta traumática y muchas veces es traicionada. Los grupos económicos no están en contra de los Bienes Públicos. Su postulación es otra. Buscan obtener una rentabilidad de su compraventa o administración. En fin reducirlos a un objeto de mercado. Tradicionalmente esto se ha logrado, tratándolos como externalidades a cargo del Estado, financiándolos mediante el presupuesto nacional –, léase déficit presupuestal si fuere necesario. Las aplicaciones de esta metodología son múltiples y abarcan terrenos tan diversos como la explotación de yacimientos mineros donde el Estado les proporciona el agua en desmedro del consumo humano y el medio ambiente; salmoneras que destruyen el medio ambiente y propagan virus afectando la riqueza ictiológica de las zonas donde se instalan; cárceles privadas; hogares de ancianos; jardines infantiles de estándares dudosos, etcéteras.

De allí las carencias, pues nunca el presupuesto público es suficiente, pero aún en ese caso los mecanismos de la Deuda asegurarán los márgenes de ganancias que el sistema consagra. Siempre existirá la salud, la educación, la vivienda, etcétera, financiada de manera privada y al contado. De hecho en una transición hacia una economía social se respetará su existencia. En la transición los objetivos del cambio deben quedar claros desde un comienzo. El mayor peligro consiste en fijar como un área donde los Bienes Públicos son concesionados a Grupos privados bajo los mismos criterios de un negocio de venta de autos, propiedades o artículos para el hogar, etcétera, puesto que con toda lógica, la ciudadanía asumirá que se ha negociado a sus espaldas.

Dejar en manos de la ciudadanía –las identidades colectivas de ciudadanos que mencionamos más arriba– las propuestas de los Bienes Públicos es el primer paso para la vigencia de los Factores de Distribución del Ingreso de una economía social. Por eso, la formación de un Área de Propiedad Social va en la dirección de administrar y desarrollar los Bienes Públicos y con ello las relaciones sociales que la regirán. Se llegará así a la legitimación del dominio social.

Pienso que echar las bases de esa nueva economía, socialmente concebida, representa el desafío del siglo XXI.

Santiago, 28 de julio 2014

* Héctor Vega es Doctor de Estado en Ciencias Económicas de la Universidad Aix-Marseille [Francia]; Doctor de Tercer Ciclo en Ciencias Sociales del Desarrollo de l’EHESS de la Universidad de París y Abogado de la Universidad de Chile. Consultor Internacional [DTCD –PNUD; FAO, OIT, UNCTAD, Gobierno Suizo].

NOTAS

[1] El término Ingresos de la Propiedad fue acuñado y utilizado por a Joseph D. Phillips, como colaborador de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy quienes le solicitaron realizara el cálculo del Excedente Económico Real de la economía de los EEUU en la década de los ‘60. Véase Monopoly Capital. An essay on the American Economic and Social Order. Penguin Books. 1968. Cf. Appendix by J. D. Phillips. Estimating the economic surplus, p. 355].

[2] El proyecto Pascua Lama se desarrolla simultáneamente en los territorios de Argentina, Provincia de San Juan y Chile, en la Región de Atacama [IIIa], Provincia de Huasco. El proyecto Pacto-Junin se sitúa en la región de El Intag, Ecuador. Ambos proyectos han sido rechazados por las comunidades por el impacto que genera la megaminería en la salud, el medio ambiente y el desarrollo de las economías. La minera Barrick Gold con sede en Toronto, Canadá está involucrada en Pascua Lama. En el Intag interviene la Minera Codelco y Enami, ambas del Estado de Chile.

[3] En el estudio realizado, para la región de El Intag se hace una evaluación del valor del capital natural [Yo subrayo –HV]. La lógica del razonamiento es el siguiente. Cito. “Una forma de determinar el valor económico es estimar el valor de los activos del capital natural que provee este flujo anual de valor. Esto es como comparar pagos de hipoteca [flujo de valor] al valor de mercado de la vivienda [valor de los activos]. El valor de un activo puede estimarse a partir del flujo de beneficios que proporciona. Si el capital natural de la zona de Intag se tratara como un bien económico, el valor de los activos de los sistemas naturales sería un promedio de USD $15.5 mil millones a una tasa de descuento del 3% que reconoce el carácter renovable de los servicios de los ecosistemas, y que habrá gente en el futuro se beneficien de ellos”. Cf. Kocian, M., Batker, D., Harrison-Cox, J. “Estudio ecológico de la región de Intag, Ecuador: Impactos ambientales y recompensas potenciales de la minería”. Earth Economics, Tacoma, WA, Estados Unidos. 2011.

[4] En el artículo: Capital is Back: Wealth-Income Ratios in Rich Countries 1700-2010: Noted, Thomas Piketty y Gabriel Zucman, previo a El Capital en el siglo XXI, Piketty precisa “g” como el ingreso nacional según se expone en el texto principal. Ver crítica de Eric Walraven [octubre 2013]: http://blogs.mediapart.fr/blog/eric-walravens/221013/le-capital-au-xxie-siecle-de-thomas-piketty-une-formidable-boite-outils-pour-penser-les-inegalités. Según el autor las consecuencias de la confusión entre Ingreso Nacional, PIB y PNB en el período 1975-2010 sería que el rendimiento del capital “r”, para Francia sería de 6,23%, y 7% para Alemania. “g”, sería el PIB y no el Ingreso Nacional como lo presenta el autor. En cuanto al PIB, en el período citado, la cifra para Francia es de 2%. La crítica a las cifras presentadas por Piketty señala que en el Ingreso Nacional se incluyen las riquezas que provienen del extranjero [ingresos netos provenientes del extranjero]. Si en lugar de comparar con el PIB Piketty hubiese comparado con el Ingreso Nacional, en el mismo período, se habría llegado a cifras diferentes para el mismo período: “r” habría sido inferior al crecimiento de “g” en Francia: r=5,95% y g=6,27%, cifras casi equivalentes al Reino Unido r=5,75% y g=5,13%; para Alemania “r” sería muy superior a “g”: r=7,62% y g=3,30%. En nuestra opinión en su definición más corriente y general del Ingreso Nacional es el valor neto de los bienes y servicios producidos por un país en un período determinado. Ese concepto elimina el consumo intermedio que aparece en las diversas etapas del proceso productivo, dejando sólo el valor original y el valor agregado por la producción. Se mide así el valor de los bienes y servicios terminados, eliminando de este valor las materias primas y otros materiales empleados, y el valor del equipo de capital consumido [depreciación].

[5] El huracán Sandy se abatió en la costa este de EEUU, ciudad de New York el 18 de octubre en la temporada de huracanes de 2012. Con un diámetro de 1800 km, afectó gravemente Colombia, Venezuela, Haití, República Dominicana, Jamaica, Cuba, Bahamas, Bermudas, Estados Unidos y Canadá.

[6] La comparación de los ingresos del capital y de los trabajadores, a la luz de los cálculos de Piketty, ha llevado a fuertes controversias en Francia. Cf. Jean-Phillipe Delsol, Les avatars d’un nouveau matérialisme scientifique. 22/04/2014 in http://fr.irefeurope.org/Richesses-et-croissance-les-tromperies-statistiques-de-Thomas-Piketty,a2892. J.Ph. Delsol abogado fiscalista y director del IREF [Institut de rechechers économiques et fiscales], comentando sus cifras, en un período que abarca 17 años, 1996-2012, observa que si se toman las cifras del patrimonio neto de los hogares según el INSEE se llega a que la diferencia entre el rendimiento nominal del patrimonio neto de hogares y la tasa de crecimiento a precios corrientes, sería de 0,4 puntos [3.58% versus 3.18%] –, cifras bastante alejadas de aquellas proporcionadas por Piketty. Para el INSEE [L’Institut National des Statistiques et Études Économiques de Francia] el ingreso de los hogares está constituido por los salarios percibidos, los ingresos de la propiedad [intereses, dividendos, ingresos inmobiliarios…], ingresos provenientes de la producción mercantil y de las prestaciones sociales. Cuando se mezclan esos ingresos más aquellos provenientes de una explotación, llevada a cabo por los hogares, que produce bienes y servicios para su uso final propio [aparte de los servicios de habitación] estamos en presencia de un ingreso mixto que remunera trabajo y capital inmovilizado. Delsol calcula el ingreso bruto de los hogares mediante la adición de los ingresos de la propiedad más el excedente bruto de explotación. El rendimiento neto del patrimonio de los hogares se obtiene de la deducción de los intereses del ingreso bruto.

[7] Ver Vilfredo Pareto, 1909, Manuel d’économie politique. Paris, Marcel Giard & Brière. Reedición Oeuvres Complètes, 1966, vol VII, Genève, Librairie Droz. Benoît Mandelbrot comenta que esta afirmación de Pareto terminó con su reputación. A su muerte en 1923, agrega el autor, los fascistas lo beatificaban y los republicanos lo demonizaban. El filósofo Karl Popper lo denominaba el teórico del totalitarismo [Cf. Une aproche fractale des marchés. Edition Odile Jacob, Paris, 2009, p.175.

[8] En relación a los movimientos en el ranking de ricos de la revista Forbes se revela en octubre de 2013 la caída del magnate brasileño Eike Batista clasificado hasta entonces en el séptimo lugar. Al cual se suman otros que en los últimos 10 años carecen de vigencia en las listas de Forbes.

[9] Según el Wall Street Journal [wsjamericas.com, 28/05/2014] el ranking de presidentes ejecutivos de grandes corporaciones –una lista de 300 grandes empresas que cotizan en bolsa– aparece encabezado por los CEOs de Oracle, CBS y Liberty Global PLC. Según la publicación los tres ganaron un total de US$ 188 millones, lo cual sería equivalente al pago combinado de los 50 presidentes ejecutivos que están en el fondo de la lista. El mejor pagado, el ejecutivo de Oracle habría ganado US$ 76,8 millones. Según la publicación los 10 presidentes ejecutivos mejor pagados recibieron en 2013 una remuneración de casi US$ 420 millones. La media de remuneración de la lista es de US$ 11,4 millones. Las remuneraciones de los 10 presidentes ejecutivos que más ganaron se dividen en efectivo, opciones sobre acciones, acciones con restricciones, premios por desempeño. En la época de Reagan y Thatcher, como parte del supply economics, a la rebaja de impuestos se acoplaba estas alternativas de pago para los más altos ejecutivos de las grandes corporaciones. La tendencia de sus remuneraciones está cada vez más ligada al desempeño futuro de sus firmas.

[10] La ecuación general de las ganancias se presenta de la manera siguiente:

Ganancias brutas deducidos los impuesto = inversión bruta
+ excedente de exportaciones + déficit presupuestal – ahorro de los trabajadores + consumo de los capitalistas

Esta relación es válida aún en la situación que el presupuesto y el comercio exterior estuvieren equilibrados y que los trabajadores no ahorrarán, es decir:

Ganancias brutas después de los impuestos = inversión bruta + consumo de los capitalistas.

Para obtener la ecuación de ahorro e inversión presentada en el texto se resta de ambos lados de la ecuación general de las ganancias el consumo de los capitalistas y se agrega el ahorro de los trabajadores. Cf. Michael Kalecki. Teoría de la dinámica económica. Fondo de Cultura Económica. México-Buenos Aires. 1956, pp. 47-54. La teoría de las ganancias del texto fue originalmente desarrollada por Kalecki en 1935 en los artículos “Essai d’une théorie de Mouvement cyclique des affaires”, Revue d’Économie Politique, marzo-abril de 1935 y “A macrodynamic theory of business cycles”, Econometrica, julio de 1935.

[11] M. Kalecki, Ibidem, p. 76-77

[12] Por ejemplo en el caso actual con índices bursátiles fluctuantes y baja rentabilidad de los bonos en EE.UU, Europa y Japón, impulsan a los inversionistas a transferir sus dineros a mercados como Brasil y Sudáfrica, que sintomáticamente hasta hace poco habían abandonado. Se citan otros mercados, como el de India e Indonesia donde gobiernos conservadores adoptan reformas económicas favorables a las empresas.

[13] M. Kalecki, Op. cit. [1935, 1954, 1956] y la Escuela de Cambridge posteriormente. Cf. síntesis de esta Escuela en Review of Economic Studies. Octubre 1966 [autores, Pasineti, Robinson, Kaldor, Samuelson, Modigliani]; J. Robinson. Hérésies économiques, Paris, Calmann-Levy, 1971 [traducción al francés, 1972]

[14] M. Kalecki, Op. cit. 48-49. La escuela de Cambridge y específicamente Mrs. J. Robinson se vale de la explicación de los esquemas de 3 departamentos de Kalecki.
La administración de fondos de pensiones [AFPs] en el caso chileno resulta una parodia cuando se constata que en los directorios no hay representantes de los imponentes.

[15] M. Kalecki. p. 49…..

[16] Ibidem, p. 49

[17] Héctor Vega. L’économie du populisme et le projet de passage au socialismo proposé par l’Unité Populaire au Chili. Institut de Sociologie de l’Université Libre de Bruxelles. Centre d’Étude de l’Amérique Latine. Bruxelles. 1984, p. 243-291; 292-414 passim. Integración económica y globalidad. América Latina y el Caribe. Ed. Tierra Mía. 2001, p. 54, 55.

[18] Emmanuel Saez [UC Berkeley], Gabriel Zucman [LSE and UC Berkeley] The Distribution of US Wealth, Capital Income and Returns since 1913. Marzo 2014.

[19] Los okupa buscan dar uso a terrenos desocupados; edificios abandonados de manera temporal o permanente. Con ello denuncian el estado de cosas que impide hacer frente a las dificultades económicas y hacen al mismo tiempo efectivo el derecho a una vivienda.

[20] Los cálculos de Oxfam se basan en la lista de millonarios de Forbes del año 2013. Laura Shin, escribiendo acerca de las cifras de Forbes presentadas por Luisa Kroll, editora de Riqueza [enero 2014], señala que mirando más de cerca las cifras descubrió que el grupo de los 85 era más rico que los del año pasado, esto es que para ser incluido en los 20 más ricos de ese grupo había que tener 31 billones de dólares [miles de millones] en lugar de los 23 billones de dólares del año pasado…Reactualizadas las cifras a marzo de 2014 bastó con 67 de los más ricos individuos para equiparar la mitad de los más pobres del mundo. La riqueza de cada uno de esos 67 equivale en promedio a lo que posee 52 millones de personas del fondo de la pirámide de riqueza del mundo. La fortuna de Bill Gates, el hombre más rico del mundo, cuyo valor neto es de 76 mil millones de dólares, equivale a lo que posee 156 millones de personas del fondo de la pirámide. ¿Quiénes son esos 67? Se trata de 28 billonarios estadounidenses y constituyen 42% del total. Ningún otro país se acerca a estos. Otra comentarista, Kasia Moreno [marzo 2014], tiene expresiones de indignación acerca de estas obscenas diferencias, cuando observa que a nadie puede importarle quien son esos 67; así como tampoco podría importarnos que quién abrió las compuertas para que pudiera establecerse esta verdadera Kleptocracia fue un mal actor de Holliwood, Ronald Reagan. Agrega que, en realidad nos importa sólo la inevitable existencia de este pequeño grupo de personas [67 en 2014] que acumula tanta riqueza como la que poseen 3 mil 500 millones de personas en el mundo.
Cf. http://www.forbes.com/sites/laurashin/2014/01/23/the-85-richest-people-in-the-world-have-as-much-wealth-as-the-3-5-billion-poorest/
Ver también http://www.forbes.com/sites/forbesinsights/2014/03/25/the-67-people-as-wealthy-as-the-worlds-poorest-3-5-billion/.

[21] Karl Marx, Capital. Volumen III, Capítulo XXV: Credit and Ficticious Capital, p. 392-404 y Capítulos XXVI-XXXI passim. Foreign Languages Publishing House. Editado por F. Engels. Moscú 1962.

[22] Anteriormente, en 1909, Vilfredo Pareto, Op. cit., vid nota 5, presentó la curva de los ingresos basado en sus investigaciones sobre la riqueza y los ingresos en diferentes países. Sus fuentes, al igual que las fuentes de Piketty fueron estadísticas fiscales de Suiza [Basilea] de 1454 y Alemania [Augsburgo] de 1471, 1498 y 1512; ingresos de la renta de París de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX y los ingresos individuales en Gran Bretaña, Prusia, Sajonia, Irlanda, Italia y Perú. La pirámide de ingresos lo condujo a resultados brutalmente diferenciados, pues la gran masa de la población vivía en la base de la pirámide y el círculo de afortunados se concentraba en la cima. Sin embargo, lo que para Piketty debe ser objeto de corrección urgente aún a nivel global, para Pareto sus hallazgos no eran sino la comprobación de un hecho que siempre había existido y era parte de la condición humana. Cf. B. Maldelbrot, Op. cit. p. 173-178 y p. 320 vid nota 5.

[23] Consecuencia de ello es que concluimos que la tasa de interés no es determinada por la demanda y oferta de capital nuevo.

[24] Deuda realizada en el mercado de capitales a través de operaciones de swaps de divisas, tipos de interés, valores a plazo; sub fondos para compra y venta de futuros, warrants y opciones sobre instrumentos financieros basados en índices bursátiles y tipos de interés; deuda compuesta de renta inmobiliaria; utilidades y dividendos; colocación de deuda; transacciones de activos y pasivos financieros entre residentes y no residentes; activos financieros que comprenden tenencias de oro monetario, fondos financieros de origen nacional e internacional; inversiones transitorias de excesos de liquidez destinadas entre otros a compra de bonos del gobierno; fondos fiduciarios, etcétera.

[25] Este cambio del riesgo fue ilustrado por B. Mandelbrot [Op. cit. p. 299-301] cuando explica la lógica de los riesgos del negocio de los seguros. Mandelbrot se refiere al estudio de Pareto sobre la distribución de ingresos para, a continuación, referirse al tema de los seguros [Op. cit. p. 179]. El argumento podría resumirse de la siguiente manera. Cuando Pareto buscaba una ley universal sobre la distribución de los ingresos llegó, mediante la ley de las potencias, a determinar que cuando la pendiente de la recta en el espacio cartesiano [donde la coordenada ilustra el monto de los ingresos y la abscisa la población] era más suave, la distribución de los ingresos era uniforme. [En la geometría fractal, explica Mandelbrot, se puede obtener una gama infinita de potencias con pendientes más débiles o más fuertes y que pueden crecer o decrecer]. No siempre es posible pensar que se puede llegar a una situación con la que se encontró Pareto en el sentido que la pendiente era más fuerte y en consecuencia una menor cantidad de receptores de ingreso se adjudicaba los ingresos más elevados. El caso contrario es ilustrado por una pendiente más suave. En el caso de los asegurados, Mandelbrot describe el caso de una pendiente suave, donde un mayor número de asegurados percibe indemnizaciones millonarias. Viendo las grandes indemnizaciones en la industria de los seguros se puede observar que agrupan una cantidad cada vez mayor de personas que las reciben. Para adoptar ese tipo de soluciones basta cambiar un parámetro a saber el de la horizontal donde se inscriben los asegurados. En la vertical se miden las indemnizaciones o rendimientos. En el texto traslado el ejemplo de Mandelbrot sobre los seguros a la situación de negocios cada vez más complejos en el ámbito global.

[26] B. Mandelbrot, Op. cit. p. elabora un escenario de rendimientos en base a una potencia positiva y otros en base a una potencia negativa. Si no existiere correlación el resultado sería suma cero. Si hubiere correlación en ambos desarrollos el resultado puede ser de ruina o de ganancia, según el caso.

[27] Es preciso renovar la infraestructura, encontrar nuevas fuentes de materias primas, renovar la tecnología, incorporar las externalidades en el cálculo económico, lo cual significará hacerse cargo de la contaminación del medio ambiente; sanear lagos y corrientes de agua, restaurar bosques talados…todo lo cual conlleva una modificación del PIB.

Thomas Piketty, «El capitalismo en el siglo XXI»: la gran desigualdad…

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¿Cómo podemos utilizar lo que aprendemos del libro de Thomas Piketty sobre el capitalismo del siglo XXI?
por Eric Toussaint

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El Libro Le capital au XXIe siècle |1| es indispensable para aquellas y aquellos que quieren saber más sobre el reparto desigual de la riqueza en el seno de “las sociedades”.
Leyendo esta enorme obra (950 páginas, a las que se agrega una gran cantidad de datos estadísticos y tablas accesibles por Internet |2|), llegamos a una primera conclusión: el movimiento Occupy Wall Street tenía mucha razón en poner en su punto de mira al 1 % más rico.

En efecto, en Francia, en 2013, el 1 % más rico posee el 22 % del patrimonio total del país. |3| En el Reino Unido, posee el 30 %, en Suecia el 20 % y en Estados Unidos, el 32 % |4| Si incluimos la parte de la riqueza escondida en los paraísos fiscales o bajo otras formas, el porcentaje aumentaría al menos en 2 o 3 puntos. Para simplificar, el 1 % de la población mundial es, digamos, la clase capitalista y concentra una parte impresionante del patrimonio. |5|

Si ampliamos el estudio al 10 % más rico, obtenemos los porcentajes siguientes: en Francia el 10 % más rico posee el 60 % del patrimonio, en el Reino Unidos el 70 %, en Suecia el 60 % y en Estados Unidos el 70 %. Así que podemos considerar que este 9 % (agregado al 1 % más rico) representa el entorno o los aliados, en un sentido amplio, de la clase capitalista.

Los movimientos populares deberían enarbolar reivindicaciones precisas sobre las medidas que se deberían tomar con respecto al 1 % más rico y al 9 % que le sigue. La masa de bienes mobiliarios e inmobiliarios que este 10 % posee revela hasta qué punto la riqueza esta mal distribuida y muestra cómo un gobierno de izquierdas podría encontrar recursos en gran cantidad para llevar a cabo una política de mejora de las condiciones de vida de la mayoría de la población, y, al mismo tiempo, realizar profundos cambios estructurales de manera de iniciar la salida del capitalismo productivista y lanzar la transición ecológica.
Thomas Piketty resume en una tabla muy interesante el porcentaje de riqueza que posee el 10 % más rico, el 40 % que le sigue y el 50 % más pobre para Estados Unidos y Europa.

Tabla 1. La desigualdad en la propiedad del capital |6|

La parte del total del patrimonio en 2010 que poseen los diferentes grupos de Europa y de Estados Unidos:

El 10 % más rico:  60,00 % (Europa);  70,00 % (USA)
Y de este grupo, el 1 % más rico: 25,00 % (Europa); 35,00 % (USA)
Y el 9 % que le sigue: 35,00 % (Europa); 35,00 % (USA)
El 40 % del medio: 35,00 % (Europa); 25,00 % (USA)
El 50 % más pobre: 5.00 % (Europa); 5,00 % (USA)

Vemos que la mitad de la población de los países del Norte sólo posee el 5 % del patrimonio, y esta es evidentemente una poderosa razón para decir que, cuando la izquierda reivindique gravar el patrimonio, eso no afectará en absoluto al 50 % de población más pobre. En cuanto al 40 % del medio, retomando la expresión de Thomas Piketty, que posee el 35 % del patrimonio total en Europa occidental continental y el 25 % en Estados Unidos y en el Reino Unido, está constituida principalmente por asalariados y una minoría de trabajadores independientes. Este grupo podría también estar exento del impuesto sobre el patrimonio, al menos para el 75 % del mismo.

Si transformamos los porcentajes en cantidades de dinero en euros, podemos profundizar en lo que significa la concentración de riqueza en una fracción muy reducida de la población.

Los patrimonios en función de los diferentes grupos

De acuerdo con Thomas Piketty, en varios países de Europa que tienen un nivel de vida parecido al de Francia, el 50 % de de la población (los más pobres) tienen de media un patrimonio de 20.000 euros pero, atención, una gran parte de estas familias no tienen ningún patrimonio o tienen deudas.
El 40 % correspondiente al sector medio tienen un patrimonio promedio de 175.000 euros (o sea, entre 100.000 y 400.000 euros). El 9 % que está por encima dispone de 800.000 euros y el 1 % superior de 5 millones de euros. Por supuesto, en el tope de ese 1 % encontramos fortunas como la de Liliane Bettencourt |7| que sobrepasa los 20.000 millones de euros

De la desigualdad del reparto del patrimonio privado en la Unión Europea a su necesaria redistribución

Consideremos la Unión Europea cuyo producto interior bruto ascendía en 2013 a cerca de 14,7 billones de euros. |8| El total de patrimonio privado de las familias europeas se eleva a cerca de 70 billones de euros. El 1 % más rico posee aproximadamente 17,5 billones de euros |9| o sea, el 25 % de 70 billones de euros. El 9 % que le sigue poseen 24,5 billones, o sea el 35 % del total. El 40 % del medio posee otros 24,5 billones, también el 35 %. Y el 50 % restante posee 3,5 billones de euros, o sea, un 5 % del total. |10|

El presupuesto anual de la Comisión Europea asciende a cerca del 1 % del PIB de la UE. Eso significa que un impuesto anual del 1 % sobre el patrimonio del 1 % más rico en la UE proveería una suma de 175.000 millones de euros, es decir más que el presupuesto actual que asciende a 145.00 millones de euros. ¡Y qué decir de un impuesto del 5 %! Esto nos da una idea de lo que es potencialmente realizable si se consiguiera una movilización social en pro de un cambio radical de políticas en el ámbito europeo, o incluso en el de un solo país de la UE. |11|
Un impuesto excepcional, aplicado una sola vez por generación, del 33 % sobre el patrimonio del 1 % más rico en la UE suministraría 6 billones de euros (o sea, más de 40 veces el presupuesto anual de la UE) ¿Os imagináis un impuesto confiscatorio del 80 %?

Esto nos debe permitir estimar la importancia de lo que supone un impuesto al patrimonio privado de los capitalistas, y las posibilidades que se abren para la elaboración de propuestas que permitan encontrar el dinero allí donde esté para ponerlo al servicio de la justicia social.

Muchos economistas repiten sin cesar que no sirve para nada gravar a los más ricos ya que, siendo tan pocos, el rendimiento no será realmente importante. Pero lo que Thomas Piketty demuestra es que ese 1 % ha concentrado a lo largo del tiempo una tal cantidad de bienes inmobiliarios y mobiliarios que una política cuyo objetivo sea ese 1 % más rico, o ampliada al 2,5 % o incluso al 10 % más rico, puede darnos un gran margen de maniobra para acabar con el neoliberalismo. |12|

Hay quienes afirman que ese patrimonio es inaccesible ya que fácilmente puede traspasar fronteras, pero es necesario responderles que existen potentes herramientas para evitarlo, como el embargo de bienes, la congelación de activos financieros, elevadas multas y el control de los movimientos de capitales.

La desigualdad en el reparto del patrimonio privado en el mundo

Lo que se acaba de decir para la Unión Europea puede ser extendido al resto del mundo ya que del Norte al Sur del planeta, asistimos a un aumento impresionante del patrimonio de los más ricos.
Nos podríamos interesar, como lo hace Piketty, en una minoría aún más escasa: la veinte millonésima parte más rica de la población mundial adulta estaba constituida en 1987 por 150 personas y cada una tenía un patrimonio promedio de 1.500 millones de dólares. Veintiséis años más tarde, en 2013, la veinte millonésima parte más rica estaba formada por 225 personas cuyo patrimonio medio era de 15.000 millones de euros, o sea, que había aumentado un 6,4 % por año. |13| El 0,1 % (una milésima parte de la población mundial) |14| más rico posee el 20 % del patrimonio mundial, el 1 % posee el 50 %. Si se considera el patrimonio del 10 % más rico, Thomas Piketty calcula que representa entre el 80 % y 90 % del patrimonio mundial, ya que el 50 % más pobre posee ciertamente menos del 5 %. |15| Esto nos da la medida del esfuerzo que se debe hacer para la redistribución de la riqueza. Redistribución que necesita la confiscación de una parte importante del patrimonio de los más ricos.

Thomas Piketty constata que el ritmo de crecimiento del patrimonio del milésimo más rico del planeta ha progresado a un ritmo del 6 % anual en las últimas décadas mientras que el conjunto del patrimonio progresaba a un ritmo del 2 %. Si no hay un cambio radical y todo permanece igual, al cabo de 30 años ¡este milésimo poseerá el 60 % del patrimonio mundial, en lugar del 20 % que tenía en 2013! |16|

El reparto de las rentas es también extremadamente desigual

Así mismo, Thomas Piketty estudia la distribución de las rentas del trabajo y muestra que el 10 % más rico acapara el 26 % de las mismas en Europa y el 35 % en Estados Unidos.

Tabla 2. La desigualdad total en las rentas del trabajo |17|

La parte del total de las rentas del trabajo correspondiente a los diferentes grupos: Europa 2010; Estados Unidos 2010

El 10 % más rico:  25,00% (Europa);  35,00% (USA)
Y de este grupo, el 1 % más rico:  7,00% (Europa); 12,00% (USA)
Y el 9 % que le sigue:  18,00% (Europa); 23,00% (USA)
El 40 % del medio:  45,00% (Europa); 40,00% (USA)
El50 % más pobre:  30,00% (Europa);  25,00% (USA)

Si se suma a las rentas del trabajo, las otras formas de ingresos como los alquileres, intereses percibidos por el ahorro, beneficios de empresas, dividendos, etc., el reparto es aún más desigual como lo indica la tabla 3.

Tabla 3. La desigualdad total de las rentas |18|

La parte del total de las rentas correspondiente a los diferentes grupos: Europa 2010; Estados Unidos 2010

El 10 % más rico:  35,00% (Europa); 50,00% (USA)
Y de este grupo, el 1 % más rico:  10,00% (Europa); 20,00% (USA)
Y el 9 % que le sigue:  25,00% (Europa); 30,00% (USA)
El 40 % del medio:  40,00% (Europa); 30,00% (USA)
El 50 % más pobre:  25,00% (Europa);  20,00% (USA)

La evolución de la desigualdad en el patrimonio a lo largo de los dos últimos siglos

En vísperas de la Revolución Francesa de 1789, la parte del patrimonio nacional acaparado por el decil (el 10 %) más rico se acercaba al 90 % y la parte que poseía el 1 % más rico alcanzaba el 60 %. |19| Después de la Revolución, la parte del centil (el 1 %) más rico bajó un poco a raíz de la redistribución de tierras de la aristocracia y el clero a favor de la burguesía (ese 9 % y un poco más allá).

Con respecto a la parte del león que ingresaba el centil más rico en 1789, Piketty subraya que la denuncia hecha por Occupy Wall Street sobre el 1 % más rico combinada con la proclama «Nosotros somos el 99 %. We are the 99 %» recuerda, en cierta forma, el famoso panfleto del abate Sieyès |20| publicado en enero de 1789 « ¿Qué es el tercer estado? Qu’est-ce que le tiers état?»

Thomas Piketty ideó un gráfico que muestra la evolución de la parte del decil y del centil más rico entre 1810 y 2010. Éste agrupa los principales países europeos en la categoría Europa y presenta a Estados Unidos aparte.

En Europa, la parte acaparada por el decil superior equivalía a más del 80 % del patrimonio en 1810 y aumentó en el transcurso del siglo xix y comienzos del xx hasta alcanzar el 90 % en 1910. Pero comienza a bajar debido a la guerra de 1914-1918 y a las concesiones que la burguesía tuvo que hacer frente a las luchas populares tras la primera guerra mundial. |21| El descenso prosigue después de la segunda guerra mundial por las mismas razones, y la parte correspondiente al 10 % más rico alcanza su mínimo en 1975 (un poco menos del 60 %). A partir de ese momento comienza a remontar hasta alcanzar el 65 % en 2010. La parte del 1 % más rico describe, más o menos, la misma curva pasando de un poco más del 50 % en 1810 a un poco más del 60 % en 1910, El descenso comienza en 1910 y alcanza los valores más bajos entre 1970 y 1975 (20 %) y luego comienza a aumentar de nuevo. La evolución en Estados Unidos sigue la misma cronología pero es importante remarcar que en el siglo xix la parte del decil y del centil más rico era inferior que el de sus homólogos europeos y la situación se modifica a partir de los años 1960, y la parte del pastel es superior a la de sus pares de Europa.

Dos conclusiones son evidentes: la primera es que se tiende a un aumento de la desigualdad, ya que el 1 % y el 10 % más rico aumentan fuertemente la parte del patrimonio que acaparan; y la segunda es que la evolución de la distribución de la riqueza se puede explicar, y de forma rigurosa, por la evolución de las luchas sociales y las relaciones de fuerza entre clases.

Thomas Piketty resume las razones que provocaron, entre la primera guerra mundial y 1970, la reducción de la parte acaparada por los más ricos, y las que luego provocaron su aumento: «En resumen, las convulsiones del “primer siglo veinte” (1914-1945) —es decir, el que comprende la primera guerra mundial, la revolución bolchevique de 1917, la crisis de 1929, la segunda guerra mundial, y las nuevas políticas de regulación, fiscales y de control público del capital originadas por esas conmociones— condujeron a unos niveles históricamente bajos para los capitales privados en los años 1950-1960. El movimiento de reconstitución de los patrimonios se puso en marcha rápidamente y luego se aceleró con la revolución conservadora anglosajona de 1979-1980, la implosión del bloque soviético en 1989-1990, la globalización financiera y la desregulación de los años 1990-2000, acontecimiento que marca una inflexión política en sentido inverso a la inflexión precedente, y que permite a los capitales privados encontrar a comienzos de los años 2010, y a pesar de la crisis abierta en 2007-2008, una prosperidad patrimonial desconocida desde 1913.» |22|

Está claro que las dos guerras mundiales produjeron un profundo descontento popular en contra de la clase capitalista, y por lo tanto ambas guerras fueron seguidas de luchas sociales muy importantes, que en varios países se transformaron en crisis revolucionarias; también la crisis de 1929 produjo una radicalización e importantes luchas sociales (especialmente en Estados Unidos). Esas situaciones llevaron a los gobernantes a actuar para satisfacer en algo las reivindicaciones populares. Veremos más adelante lo que hicieron los gobiernos de los principales países después de la primera y de la segunda guerra mundial en materia de impuestos que afectó, más o menos fuertemente, la parte del patrimonio y de las rentas apropiada por el 1 % más rico. Asimismo, a partir de la ofensiva lanzada por la clase capitalista contra las clases populares a lo largo de la década 1970-1980, |23| se constata un cambio radical de política de parte de los gobiernos, especialmente, en materia de impuestos.

Para medir la evolución del patrimonio, |24| Thomas Piketty lo compara con la renta nacional: |25| «A comienzos de los años 1870, el valor total de los patrimonios privados —libres de deudas— comprendía entre dos y tres años y medio de la renta nacional de todos los países ricos en todos los continentes. Cuarenta años más tarde, a comienzos de los años 2010, los patrimonios privados representan entre cuatro y siete años de la renta nacional, |26| y también en todos los países estudiados. La evolución general no ofrece ninguna duda: más allá de las burbujas, se asiste a un gran retorno del capital privado en los países ricos desde los años 1970, o más bien a la emergencia de un nuevo capitalismo patrimonial.» |27|

Se comprueba también que el patrimonio público ha disminuido fuertemente desde hace 40 años, después de haber aumentado en varios países, especialmente, después de la segunda guerra mundial. En Francia, el gobierno había nacionalizado en 1945 el Banco de Francia y los cuatro grandes bancos de depósitos: Crédit Lyonnais, Société Générale, Banque National de Comerse et de l’ Industrie y Comptoir National d’ Escompte de París. Louis Renault, dueño de la empresa de automóviles Renault, fue detenido en septiembre de 1944 por su colaboración con la ocupación nazi y la empresa fue nacionalizada en enero de 1945. |28| El gobierno británico nacionalizó en 1946 el Banco de Inglaterra. Según Piketty, en Francia en los sectores industriales y financieros: «la parte del Estado en el patrimonio nacional sobrepasó el 50 % entre los años 1950 y 1970». |29|
Como sostiene Piketty, comprobamos: «…por un lado, un movimiento de privatización y de transferencia gradual de la riqueza pública hacia la riqueza privada desde los años 1970-1980, y por otro lado, un fenómeno de reajuste a largo plazo de los precios de los activos inmobiliarios y bursátiles, que también se aceleró en los años 1980-1990, en un contexto político globalmente muy favorable a los patrimonios privados en comparación a las décadas inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial.» |30| Este segundo fenómeno tiene que ver, por supuesto, con la financiarización de la economía.

La evolución de los salarios bajos y de los salarios altos desde los años 1960

En este artículo no podemos hacer un resumen de la evolución de la desigualdad de los ingresos a lo largo de los dos últimos siglos. Por consiguiente, nos limitaremos a señalar la evolución a partir de 1968 en Francia. La huelga general de mayo de 1968 y los acuerdos de Grenelle que le siguieron tuvieron como consecuencia un fuerte aumento del salario mínimo durante 15 años: «Es así como el poder adquisitivo del salario mínimo progresa en más de un 130% entre 1968 y 1983, mientras que en el mismo tiempo el salario medio solo progresa cerca de un 50 %, por lo que hubo una fuerte reducción de las desigualdades salariales. La ruptura con el periodo precedente es amplia y masiva: el poder adquisitivo del salario mínimo había progresado apenas un 25 % entre 1950 y 1968.» |31|

La inflexión inversa tuvo lugar entre 1982 y 1983, cuando el gobierno de François Mitterrand emprendió un giro hacia la derecha.

Los salarios más altos, los del 1 % aumentan un 30 % entre fines de los noventa y el año 2010, los del 0,1 % aumentan un 50 %, en un contexto de congelación de salarios. |32|

Si pasamos al otro lado del Atlántico, se verá que el salario mínimo legal fue introducido en 1933 al comienzo de la presidencia de F. Roosevelt, 20 años antes que en Francia. El máximo se alcanzó en 1969, con Lyndon Johnson como presidente, donde se alcanzó el equivalente de 10 dólares (de 2013) la hora. Después comenzó a reducirse y, en 2013, bajo Barack Obama, alcanza apenas 7,25 dólares la hora. |33| Y siguiendo en Estados Unidos vemos que, considerando el conjunto de la renta (salarios, alquileres, beneficios, dividendos…), se comprueba cómo desde 1877 hasta 2007, el 10 % más rico se apropió del 75 % del aumento del ingreso nacional y el 1 % absorbió el 60 %. Para el 90 % restante el crecimiento fue del 0,5 % por año |34|.

Si se toma en cuenta el reparto de la renta nacional en varios países clave, se constata que en todos, durante las últimas décadas, el 1 % y el 0,1 % más rico aumentaron su porcentaje de la riqueza.
La parte de la renta nacional del 1 % más rico en 2010 era la siguiente: en Estados Unidos cerca del 20 %, en Canadá y el Reino Unido el 14 %-15 %, en Alemania el 11 %, en Australia el 9 %-10 %, en Japón, Francia, España e Italia el 9 %, en Suecia y Dinamarca el 7 % |35|.

La parte del 0,1 % más rico en la renta nacional en los años 1970 era: en Estados Unidos el 2 %, en Francia y Japón el 1,5 %. Sin embargo en 2010 en Estados Unidos llegó al 10 % (el 12 % si se tienen en cuenta las plusvalías por acciones), y al 2,5 %.en Francia y Japón |36|.

Consideremos algunos de los llamados países emergentes, para los que Piketty consiguió datos fiables |37|. Veamos la parte que posee el 1 % más rico de la renta nacional: en China, el 4 % -5 % en 1980, el 10-11 % en 2010; en la India, el 4 % en 1980, el 12 % en 2010; en Argentina, el 10 % en 1970, el 18 % en 2010; en Colombia, el 18 % en 2000, el 20 % en 2010.

El interés que tienen estos datos, además de que nos muestran un aspecto fundamental en la descripción de la desigualdad, es que con ellos se puede demostrar que la evolución de los ingresos está totalmente ligada a las luchas sociales y a las políticas de los gobiernos en ejercicio. Es una razón más para decir que la acción colectiva es un elemento clave que permite conquistar mejoras salariales, principalmente de los más modestos, y una reducción de la desigualdad. La acción es determinante para conseguir decisiones gubernamentales y concesiones patronales.

La evolución de los tipos de gravamen está también ligada a las luchas sociales

En Francia, en 1914 el tipo más elevado para el impuesto sobre los ingresos más altos era sólo del 2 %. Sin embargo, en 1920 pasó a ser del 50 %, en 1924 subió al 60 % y en 1925 alcanzó el 75 %. En 1920, la decisión de un aumento inmediato y muy alto la tomó una Asamblea Nacional con una composición mayoritariamente de derechas que tuvo miedo a una huelga general y a la radicalización que habrían podido suceder si se rechazaban algunas concesiones. En Alemania, se pasa del 3 % (entre 1891 y 1914) al 40 % en 1919-1920 en plena crisis revolucionaria. En Estados Unidos, se pasa del 8 % antes de la guerra del 14-18 al 77 % después de la guerra |38|.

Se observa la misma evolución con respecto al tipo de impuesto sobre sucesiones. El legislador impone tipos muy elevados sólo bajo la presión popular. Y eso comienza justamente después de la guerra de 1914-1918 y progresa debido a la crisis de los años 1930. Mientras que el tipo más elevado no llegaba al 6,5 % en Francia antes de la guerra (en la práctica se reducía al 1 %), pasa al 30 %. En Alemania se pasa del 0 % antes de la contienda al 35 % después de aquella. En Estados Unidos se alcanza el 70 % para las sucesiones en los años 1937-1939 |39|. Hay que señalar que el tipo de gravamen sobre las sucesiones es importante y considerado vital para el 10 % más rico ya que el porcentaje de las grandes fortunas heredadas es de entre el 60 % al 70 % |40|.

Pero volvamos sobre el tipo superior de impuesto sobre la renta. En vísperas de la crisis de octubre de 1929, el presidente Hoover redujo el tipo superior al 25 %. En 1933, Roosevelt lo aumentó al 63 % ya en el primer año de su presidencia, luego al 79 % en 1937 (sobrepasando el 70 % aplicado a partir de 1919), luego al 88% en 1942 y finalmente llegó al 94 % en 1944. Este tipo superior se mantuvo en el 90 % hasta mediados de los años 1960. Apuntemos que el candidato demócrata G. Mc Govern, en 1972, propuso durante su campaña electoral llevar al 100 % el tipo superior del impuesto sobre la renta |41|. Nixon ganó aquellas elecciones. El tipo pasó progresivamente al 70 % a comienzos de los años 1980. Ronald Reagan lo bajó al 60 %. A fines de los años 1980 se reduce al 40 %, y luego con George W. Bush llega al 35 %. O sea, que en el periodo 1932-1980, el tipo superior medio fue del 81 % (al que se debía agregar del 5 al 10 % que se debía pagar a escala estadual).

Francia y Alemania aplicaron, desde los años 1940 hasta 1980, tipos superiores al 50 y 70 %. En el Reino Unidos se alcanzó el 98 % durante los años 1940 y luego durante los años 1970 |42|.

Finalmente hay que subrayar que el tipo superior se aplica en la práctica a las rentas percibidas por el 1 % más rico de la población.

La reducción radical de los tipos superiores, en particular en Estados Unidos y en el Reino Unido, desde los años 1980 permitió un fuerte aumento de los salarios de los altos ejecutivos de las empresas y de la parte que posee el 1 % más rico del ingreso nacional y del patrimonio |43|.

La conclusión de Piketty después de hacer una revisión sobre la evolución de los impuestos sobre las rentas más altas es que debe haber un tipo superior muy alto, de más del 80 % (¡el 82 % exactamente!) aplicado a los ingresos por encima de 500.000 dólares o 1 millón de dólares |44|, y del 50 al 60 % para aquellos por encima de 200.000 dólares |45|.

Piketty reconoce que en el contexto actual no será fácil conseguir estos niveles de impuestos. En Estados Unidos, el Congreso es ampliamente favorable al 1 % más rico. Y es lógico; de acuerdo a un cálculo serio, el patrimonio medio de los miembros del Congreso de Estados Unidos se elevaba a 15 millones de dólares en 2012 |46|.

En los resultados de las investigaciones de Piketty se muestra claramente que es necesario combinar dos acciones decisivas |47|: Primero, una vasta campaña de información y de formación para divulgar al máximos las enseñanzas de la historia del siglo veinte sobre las políticas fiscales que estuvieron directamente influenciadas por la presión de las movilizaciones populares; Y segundo, pasar a la movilización en el marco de una plataforma que reúna una serie de objetivos prioritarios.

Piketty y la deuda pública

Thomas Piketty dedica una decena de páginas muy interesantes al problema de la deuda pública durante los dos últimos siglos, centrando su análisis principalmente en Francia y el Reino Unido. Con toda razón afirma que el estudio del pasado en materia de deuda pública es útil para comprender y afrontar los retos de la actual crisis: «…este complejo problema del endeudamiento de los Estados y de la naturaleza del patrimonio correspondiente interesa tanto al mundo actual como al de 1800, y el estudio del pasado puede ilustrarnos sobre la muy acuciante realidad del mundo de hoy. Ya que a pesar de que la deuda pública está todavía lejos de alcanzar en este comienzo del siglo xxi, el nivel astronómico que tenía a comienzos del siglo xix, al menos en el Reino Unido. Sin embargo, se sitúa en Francia y en numerosos países muy cerca de esos récords históricos y suscita, indudablemente, aún más confusión en el mundo actual que en la época napoleónica |48|.

Entre fines del siglo xviii y comienzos del xix, Francia y el Reino Unido adoptaron políticas totalmente diferentes en cuestión de deuda pública. Mientras que en los años 1760-1770 la deuda pública alcanzaba cerca del 100 % de la renta nacional en los dos países, cuarenta o cincuenta años después, la situación había cambiado completamente: la deuda pública francesa se elevaba a sólo un 20 % de la renta nacional en 1815, mientras que la británica había explotado y representaba el 200 % de la renta nacional.

¿Cómo se había llegado a esa situación? En Francia, el peso del reembolso de la deuda pública y el rechazo del pueblo a ser el único pagador tuvieron un papel central en la explosión revolucionaria de 1789, Las medidas en curso durante la Revolución redujeron radicalmente el peso de la deuda pública. Piketty resume de la siguiente manera la concatenación de los hechos: «La incapacidad de la monarquía francesa para modernizar sus impuestos y poner fin a los privilegios fiscales de la nobleza es bien conocida, así como la solución revolucionaria final con la convocatoria en 1789 de los Estados Generales, que desembocó en la instauración de un nuevo régimen fiscal desde 1790-1791 — especialmente, mediante un impuesto a la propiedad que obligaba a contribuir a todos los propietarios de tierras y a los derechos de sucesión que afectaban al conjunto de patrimonios— y en la “quiebra de los dos tercios” en 1797 (que en realidad es un default aún más masivo si se tiene en cuenta el episodio de los asignados |49| y de la inflación que se produce), lo que permite saldar las cuentas del Antiguo Régimen. Es así como la deuda pública francesa se encuentra reducida de golpe a niveles extremadamente bajos a comienzos del siglo diecinueve (menos del 20 % de la renta nacional en 1815).» |50|

La trayectoria británica es totalmente diferente. Con el fin de afrontar la guerra ante la declaración de independencia de las 13 colonias británicas en América del Norte, y «sobre todo las múltiples guerras con Francia durante el periodo revolucionario y napoleónico, la monarquía británica optó por endeudarse sin límites. La deuda pública pasó así de cerca del 100 % de la renta nacional a comienzos de los años 1770 a cerca del 200 % en 1810, o sea diez veces más que en Francia, en la misma época.» |51|

Piketty explica que el Reino Unido necesitó un siglo de rigor presupuestario con continuos superávit, para reducir progresivamente su endeudamiento a menos del 30 % de la renta nacional a comienzos de la década de 1910.

¿Qué lecciones podemos sacar de la experiencia británica? En principio, no hay ninguna duda, según Piketty, que la importante deuda pública reforzó el peso de los patrimonios privados en la sociedad británica. Los ricos locales prestaron al Estado sin hacerse rogar.

Thomas Piketty prosigue: «… este endeudamiento público tan fuerte, globalmente, sirvió bastante bien al interés de los prestamistas y de sus descendientes, al menos en comparación con una situación en que la monarquía británica habría financiado sus gastos haciéndoles pagar impuestos. Desde el punto de vista de los que tienen los medios, es evidentemente mucho más interesante prestar una determinada suma al Estado (y luego recibir los intereses durante décadas) que pagar los impuestos (sin contrapartidas).» |52| Y agrega que el recurso masivo del Estado al endeudamiento público permitió a los banqueros aumentar el tipo de interés, lo que benefició muchísimo a los ricos prestamistas: empresarios, rentistas, banqueros…

Según Piketty, la diferencia esencial con el siglo xx (véase más adelante) es que la deuda se reembolsaba a precio de oro durante el siglo xix: «…la inflación fue prácticamente nula desde 1815 hasta 1914, y el tipo de interés correspondiente a los títulos de renta del Estado era considerable (generalmente entre el 4 % y el 5 %) y en particular netamente superior a la tasa de crecimiento. En esas condiciones, la deuda pública puede ser un buen negocio para los que poseen patrimonio y para sus herederos.» |53|

Piketty nos propone que imaginemos que: «…la deuda pública… acumulada sea igual al 100 % del PIB. Supongamos que el gobierno no busca pagar el principal sino que se contenta con satisfacer los intereses de cada año… Si el tipo de interés es del 5 %, necesitará cada año pagar el 5 % del PIB a los poseedores de esta deuda pública suplementaria, y así indefinidamente. Es lo que aproximadamente le pasó al Reino Unido en el siglo xix.» |54| Si ahora nos desplazamos en el tiempo y en el espacio y llegamos a Grecia en estos momentos: la deuda pública sobrepasa el 160 % y supongamos que el Estado reembolsa la deuda a la Troika y a otros acreedores con un tipo de interés medio del 5 %. |55| Y si también consideramos que el crecimiento es nulo |56| y la tasa de inflación también es nula, Grecia necesitará pagar a sus acreedores hasta las calendas griegas el equivalente al 8 % de su PIB sin reducir el stock de la deuda ya que paga solamente los intereses. |57|

Volvamos al siglo xix: el stock de la deuda pública francesa, muy limitado en 1815, aumenta rápidamente en las décadas posteriores y en particular durante las monarquías censatarias (1815-1848). Después de la derrota de Waterloo en 1815, el Estado francés se endeuda fuertemente para financiar las indemnizaciones que debía pagar a los ejércitos de ocupación, y nuevamente en 1825, para financiar los famosos «mil millones de los emigrados» |58| pagados a los aristócratas exiliados durante la revolución (para retribuirles por las consecuencias de la Revolución, como la confiscación de una parte de sus tierras). En total, la deuda pública aumenta el equivalente a más del 30 % de la renta nacional. Bajo el Segundo Imperio, las deudas se pagaron hasta el último céntimo.

Piketty nos recuerda el opúsculo La lucha de clases en Francia (La Lutte des classes en France) redactado por Karl Marx en 1849-1850, en el que denuncia al nuevo ministro de finances de Luís-Napoleón Bonaparte, Achille Fould, digno representante de los banqueros y de las altas finanzas, que decidió aumentar los impuestos sobre las bebidas con el fin de poder pagar a los rentistas. Veinte años más tarde, debido a la derrota frente a Prusia en la guerra de 1870-1871, el Estado francés aumentaba aún más la deuda pública para pagar un tributo de guerra equivalente a cerca del 30 % de su renta nacional. Finalmente, la política favorable a los acreedores en materia de endeudamiento, que proseguía durante el periodo 1880-1914 llevó la deuda pública a un nivel más elevado en Francia que en el Reino Unido: entre el 70 % y 80 % de la renta nacional contra menos del 50 % en la época anterior.

Piketty agrega: «La renta de un título del Estado era una inversión muy segura durante todo el siglo xix y contribuyó a reforzar la importancia y la prosperidad de los patrimonios privados, de la misma manera que en el Reino Unido.» Su conclusión es que la política de endeudamiento público llevada a cabo en el siglo xix en Francia y en el Reino Unido «permite comprender por qué los socialistas del siglo xix, comenzando por Karl Marx, tenían una gran desconfianza respecto de la deuda pública, ya que la percibían —con una cierta clarividencia— como un instrumento al servicio de la acumulación del capital privado.» |59| Y prosigue con toda razón al afirmar: «…una gran parte de la deuda pública (…) la posee, en la práctica, una minoría de la población a pesar de que la deuda conlleva también una redistribución importante en el interior del país (…). Considerando la fortísima concentración que siempre caracterizó la distribución de los patrimonios, (…, estudiar estas cuestiones ignorando las desigualdades entre los grupos sociales es lo mismo que silenciar una buena parte de lo que se estudia y de las realidades que están en juego.» |60|

Piketty explica que en Francia se asistió a un cambio importante en el transcurso del siglo xx en materia de gestión de la deuda pública. Los poderes públicos aprovecharon la inflación y la utilizaron para reducir el valor real de la deuda:«La consecuencia para el Estado es que a pesar de una fuerte deuda pública inicial (cerca del 80 % de la renta nacional en 1913) y de los elevados déficit durante el periodo 1913-1950, en particular durante los años de la guerra, la deuda pública francesa se encontraba en 1950 a un nivel relativamente bajo (cerca del 30 % del ingreso nacional), al igual que en 1815. Los enormes déficit de la Liberación fueron prácticamente anulados de inmediato por una inflación superior al 50 % anual durante cuatro años consecutivos, de 1945 a 1948, con una atmósfera política de alta tensión. De alguna manera fue el equivalente a la bancarrota de los dos tercios de 1797: se saldan las cuentas del pasado con el fin de poder reconstruir el país con una baja deuda pública.»

Sobre la base de esta experiencia, se desarrolló en la segunda mitad del siglo xx una visión bien diferente de la de Marx y los socialistas del siglo xix, fundada en la convicción de que el endeudamiento público podía ser un instrumento al servicio de una política de gastos públicos y de redistribución social a favor de los más modestos.

«La diferencia entre estas dos visiones es bastante sencilla: en el siglo xix, la deuda se pagaba a precio de oro, lo que beneficiaba a los prestamistas y favorecía el refuerzo de los patrimonios privados; en el siglo xx, la deuda fue ahogada por la inflación pagándose con una moneda devaluada y, de hecho, permitió financiar los déficit por los que habían prestado su patrimonio al Estado, sin tener que aumentar los impuestos en la misma proporción. Esta visión “progresista” de la deuda pública continúa impregnado considerablemente los espíritus en este comienzo del siglo xxi, aunque la inflación desde hace tiempo se redujo a niveles cercanos a los del siglo xix y sus efectos distributivos son relativamente oscuros.» |61| Thomas Piketty tiene toda la razón al insistir sobre los peligros de una visión unilateralmente positiva de la deuda pública.

¿Cuáles son las propuestas?

Tratemos ahora las propuestas que hace Piketty. Desde el principio precisa: «Entiéndaseme bien: no tengo ningún aprecio particular por la deuda pública de la que ya apunté varias veces que a menudo acaba favoreciendo redistribuciones en sentido contrario, desde los más modestos hacia aquellos que tienen los medios para prestar al Estado (y a los que sería preferible hacerles pagar los impuestos).» |62| No podemos dejar de estar de acuerdo con Piketty. Además agrega que el «capital nacional está extremadamente mal repartido, con una riqueza privada que se apoya sobre la pobreza pública, y que, especialmente, tiene como consecuencia que gastamos mucho más en intereses de la deuda que lo que invertimos, por ejemplo, en nuestra enseñanza superior. Por otro lado es una realidad bastante vieja: teniendo en cuenta el crecimiento relativamente lento que se sucede desde los años 1970-1980, estamos en un periodo histórico en el que la deuda le sale globalmente muy cara a las finanzas públicas. Y esta es la razón principal por la que es necesario reducir rápidamente esta deuda (…)». |63|

Para reducir la deuda pública, Thomas Piketty pensó en dos soluciones que posteriormente rechazó y nos propone una tercera. La primera solución era la de privatizar los activos públicos con el objetivo de reembolsar la deuda. La segunda solución consistía en anular la deuda. La tercera que propugna es la recaudación de un impuesto excepcional progresivo «de forma que los patrimonios más modestos no lo tendrían que pagar, y en cambio pedir más a los patrimonios más elevados». |64|

No nos extenderemos aquí sobre la primera solución ya que es evidente que es algo a combatir. Sabemos que fue puesta en práctica por los gobiernos actuales que prolongan la ola de privatizaciones comenzada en los años 1980-1990.

Con respecto a la segunda solución, la anulación de la deuda que Piketty rechaza, es porque, evidentemente, plantea mal el problema, ya que no piensa en los diferentes escenarios de anulación de la deuda. Sólo menciona explícitamente la fórmula aplicada a la deuda griega en marzo 2012 mediante una operación llamada de haircut, mientras existen otras propuestas.

Y tiene razón en rechazar el tipo de anulación parcial de la deuda concebida por la Troika (Comisión Europea, BCE y FMI) para Grecia. Esta anulación estuvo condicionada por medidas que constituyen violaciones de los derechos económicos, sociales, políticos y civiles del pueblo griego, y que hundieron todavía un poco más a Grecia en una espiral descendente. Se trataba de una operación que tenía por objetivo permitir que los bancos extranjeros (principalmente franceses y alemanes) se liberaran del problema con pérdidas limitadas, que los bancos griegos se recapitalizaran a costa del Tesoro Público y que la Troika reforzara en forma duradera su influencia en Grecia. La deuda pública griega representaba el 130 % del PIB en 2009, y después de la anulación parcial llegó al 157 % en 2012, pero en 2013 alcanzó un nuevo máximo: ¡el 175 % del PIB! La tasa de desempleo que era del 12,6 % en 2010 se elevó hasta el 27 % en 2013 (y al 50 % entre los menores de 25 años). Por lo tanto, Piketty tiene razón cuando rechaza ese tipo de haircut que sólo tiene por objetivo mantener con vida a la víctima para poder desangrarla mejor.

Por el contrario, se equivoca cuando no considera seriamente una anulación o suspensión del pago de la deuda decidida por el país deudor, con sus condiciones y bajo control de su ciudadanía. Es lo que hicieron en contextos diferentes Ecuador, en 2008-2009, e Islandia a partir de 2008. Ecuador, basándose en una auditoría organizada por las autoridades del país y realizada con una participación ciudadana activa entre 2007 y 2008, suspendió unilateralmente el pago de una parte de su deuda, la que estaba en forma de títulos que tenían fecha de vencimiento en 2012 y 2030, cuyos principales tenedores eran bancos extranjeros. |65| El resultado fue positivo: Ecuador pudo recomprar el 91 % de los títulos mencionados a un 35 % de su valor. Y como consecuencia, habiéndose ahorrado ese dinero que correspondía al pago de la deuda, pudo aumentar en forma notable los gastos sociales, especialmente en los ámbitos de la educación y de la sanidad pública. (En el anexo 2 se ofrece una presentación más completa de la experiencia ecuatoriana). Sin embargo, en el caso de Ecuador, no debemos tomar como modelo la experiencia que se está desarrollando, y es indispensable conservar una mirada crítica sobre ella. No obstante, la experiencia ecuatoriana en auditoría y suspensión unilateral del reembolso de la deuda demuestra que es perfectamente posible para un país plantear un acto unilateral fundamentado con argumentos sólidos y, en consecuencia, tener la posibilidad de mejorar los gastos públicos en ámbitos como educación y sanidad.

Por su parte, Islandia rechazó en forma unilateral, a partir de 2008, asumir las deudas de los bancos privados que habían quebrado por su exposición en el exterior. Esto se hizo en un clima de fuertes movilizaciones ciudadanas que presionaron al gobierno islandés para que no cediera ante las exigencias de los acreedores extranjeros, en particular del Reino Unido y de los Países Bajos.

Y, ¿qué pasó luego en Islandia? Debido al desplome del sistema bancario en 2008, Islandia se negó a indemnizar a los ciudadanos de los Países Bajos y del Reino Unido que habían colocado fondos en las filiales de bancos islandeses, que acababan de quebrar, por un total de 3.900 millones de euros. Fueron las mismas autoridades británicas y holandesas las que indemnizaron a sus ciudadanos y exigieron el reembolso de esas indemnizaciones a Islandia. Bajo la presión popular (manifestaciones, ocupaciones de plazas, referéndum), las autoridades de Reykiavik rechazaron esa demanda. Y eso tuvo como consecuencia la inscripción de Islandia en la lista de organizaciones terroristas, la congelación de los haberes islandeses en el Reino Unido y la presentación de una denuncia de Londres y La Haya contra Reykiavik ante el Tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELE). |66| Por otro lado, Islandia bloqueó totalmente la salida de capitales del país. Finalmente, ha salido del conflicto mucho mejor que otros países europeos que aceptaron las exigencias de los acreedores… Por supuesto, hay que evitar hacer de Islandia un modelo pero podemos sacar enseñanzas de su experiencia.

Los casos de Ecuador y de Islandia constituyen dos ejemplos recientes que deben estudiarse seriamente ya que demuestran que al lado del haircut a la griega, existen otras soluciones para la anulación de una deuda. |67| Estos dos ejemplos muestran que desobedecer a los acreedores no es una catástrofe y de ninguna manera acarrea el desmoronamiento del país.

Pero volvamos a la posición defendida por Thomas Piketty. Éste está convencido de que una anulación no afectará significativamente a los acreedores más ricos ya que lograrán «reestructurar a tiempo su cartera» y por lo tanto «nada garantiza que aquellos que efectivamente contribuirán serán los que deban hacerlo».[P. 888.]] Esta afirmación todavía no ha sido demostrada. Piketty no nos ofrece ninguna prueba basada en ejemplos concretos o en datos estadísticos. Sin embargo, la historia muestra que cuando un país da a entender que podría suspender el pago de su deuda o cuando suspende efectivamente ese pago, el precio de los títulos de la deuda se desploma y es muy difícil para los grandes tenedores de títulos librarse de ellos a buen precio. |68| Eso es lo que pasó en Ecuador entre 2007 y 2009, y todos los que siguen de cerca lo que pasa en los mercados de deuda saben que es prácticamente imposible deshacerse de un gran paquete de títulos sin afrontar pérdidas importantes en caso de suspensión o anulación unilateral de las deudas. Por otra parte, se puede imaginar muy bien que un país decrete la anulación o una suspensión unilateral del pago y tome medidas para indemnizar a los pequeños inversores y proteger el ahorro de los más modestos. Es posible obligar a contribuir a los que deben hacerlo y proteger a los que lo merecen.

Tratemos ahora la propuesta que hace Piketty para reducir el peso de la deuda. Después de haber pensado sobre la posibilidad de «un impuesto proporcional del 15 % sobre todos los patrimonios privados» |69|, rechaza esa propuesta porque «no tendría mucho sentido aplicar un impuesto proporcional |70| sobre todos los patrimonios privados europeos» |71|. Piketty sostiene que «vale más aplicar un baremo progresivo, de manera que los patrimonios más modestos no paguen y que los patrimonio más ricos paguen más» |72|.

Thomas Piketty se pronuncia por una reducción parcial de la deuda del orden del 20 % del PIB. Para alcanzar ese objetivo, propone un impuesto excepcional progresivo: «0 % hasta 1 millón de euros, 10 % entre 1 y 5 millones de euros, y 20 % para los mayores de 5 millones de euros» |73|, aunque indica que podrían aplicarse otros baremos.

Debemos lamentar que Piketty no aborde en esta obra la cuestión de la legitimidad de la deuda pública. No podemos dejar de asombrarnos por este hecho, ya que, a lo largo de su libro, demuestra perfectamente que la política fiscal regresiva favorece la acumulación de la deuda pública. Además, como declara varias veces en su obra, los pagadores de la deuda son mayoritariamente los de abajo, de acuerdo a su participación en los impuestos, mientras que los de arriba prestan al Estado por ser una inversión segura. Tampoco propone que la ciudadanía de manera organizada audite la deuda aunque debe saber que desde 2011, en Francia (y en otros países de Europa), se están desarrollando iniciativas de auditoría ciudadana con un cierto dinamismo |74|.

La proposición del CADTM sobre la deuda pública

Con el fin de contribuir al necesario debate sobre las soluciones, el CADTM propone que la parte de la deuda pública identificada como ilegítima, cuando no ilegal, no se pague, y eso implica su repudio.

El CADTM completa la propuesta con las siguientes disposiciones:

1. Los pequeños tenedores de títulos de deuda pública serán íntegramente reembolsados.
2. Hace suya la siguiente proposición, que completa la precedente: «Cuando se trate de una anulación de deuda pública, será conveniente proteger a los pequeños inversores que han colocado sus ahorros en títulos públicos, así como a los asalariados y jubilados, a los que una parte de sus cotizaciones sociales (jubilación, desempleo, enfermedad, familia) fue invertida por las instituciones u organismos que las gestionan en este tipo de títulos» |75|.
3. La parte de la deuda pública que no sea identificada como ilegítima deberá ser reducida haciendo contribuir a quienes se han beneficiado de la misma. Una de las opciones para hacerles contribuir al coste de la operación consiste en aplicar un impuesto excepcional progresivo sobre el decil más rico. La recaudación de este impuesto servirá para reembolsar anticipadamente una parte de la deuda no considerada como ilegítima.

Se puede pensar en otras fórmulas. El CADTM está completamente abierto a la discusión.

El procedimiento para identificar la parte ilegítima de la deuda pública que se ha de repudiar o anular se basará en un proceso amplio de auditoría ciudadana de la deuda, que ha de conducir a movilizaciones y desembocar en una decisión de repudio de la deuda por parte de las autoridades públicas. El CADTM avanza sus propuestas participando activamente en diferentes procesos de auditoría ciudadana de la deuda. Será gracias a un debate democrático relacionado con el proceso de la auditoría como se podrá ajustar unas propuestas mayoritarias y será gracias a las movilizaciones que se podrá lograr que sean aplicadas por las autoridades competentes.

La auditoría ciudadana también debe permitir la determinación de las diferentes responsabilidades en el proceso de endeudamiento y exigir que los responsables, tanto nacionales como internacionales, rindan cuentas ante la justicia. Si la auditoría demuestra la existencia de delitos relacionados con el endeudamiento ilegítimo, sus autores (personas físicas o morales) deberán ser severamente condenados a pagar reparaciones, ser privados del ejercicio de una profesión relacionada con el crédito (a los bancos culpables se les podría retirar la licencia bancaria), y no podrán eludir las penas de prisión en función de la gravedad de sus actos. Hay que pedir cuentas judicialmente a las autoridades que hayan lanzado empréstitos ilegítimos.

Asimismo, es necesario adoptar un marco legar a fin de evitar la repetición de crisis del tipo de la iniciada en los años 2007-2008: prohibición de socializar una deuda privada, obligación de organizar una auditoría permanente de la política de endeudamiento público con participación ciudadana, imprescriptibilidad de los delitos relativos al endeudamiento ilegítimo, nulidad de las deudas ilegítimas |76|, adopción de una regla de oro consistente en que el gasto público que permite garantizar los derechos fundamentales no se puede recortar y tiene prioridad sobre el gasto relacionado con el servicio de la deuda.

Un Estado debe poder endeudarse con fin de mejorar las condiciones de vida de la población, por ejemplo, mediante la realización de obras de utilidad pública o la inversión en energías renovables. Algunas de estas obras pueden ser financiadas por el presupuesto corriente, gracias a una opción política atinada, pero el empréstito público puede hacer posible otras obras, de mayor envergadura, como, por ejemplo, pasar del «todo automóvil» a un desarrollo masivo del transporte colectivo; cerrar definitivamente las centrales nucleares y sustituirlas por fuentes de energía renovable; construir o recuperar las vías férreas de proximidad en todo el territorio urbano y semiurbano; incluso renovar, rehabilitar o construir inmuebles públicos y de alojamiento social, reduciendo su consumo de energía y sumándoles servicios de calidad.

El CADTM considera que es conveniente definir una política transparente de deuda pública. Su propuesta es la siguiente:

1. El destino del empréstito público debe garantizar una mejora de las condiciones de vida, rompiendo con la lógica de destrucción ambiental.
2. El recurso al empréstito público debe contribuir a una voluntad redistributiva a fin de reducir las desigualdades.

De acuerdo a esta propuesta, el CADTM propone que las instituciones financieras, las grandes empresas privadas y los hogares ricos sean obligados por vía legal a comprar, por una suma proporcional a su patrimonio y a sus ingresos, obligaciones de Estado sin interés y no indexadas con la inflación; el resto de la población podrá comprar voluntariamente obligaciones públicas que garanticen un rendimiento real positivo (por ejemplo, el 3 %) superior a la inflación. Así, si la inflación anual se eleva al 3 %, la tasa de interés pagada por el Estado por el año correspondiente será del 6 %.

Una medida de discriminación positiva como ésta (comparable a las adoptadas para luchar contra la opresión racial en Estados Unidos, las castas en la India o las desigualdades hombre-mujer) permitirá avanzar hacia una mayor justicia fiscal y hacia una distribución menos desigual de la riqueza.

El CADTM considera asimismo que los Bancos Centrales nacionales y el BCE (en el caso de los países de la eurozona) deben financiar el presupuesto del Estado con un tipo de interés tendente a cero.
A propósito de la proposición central de Thomas Piketty: un impuesto mundial progresivo sobre el capital

Piketty se inclina por «una actualización adecuada del programa socialdemócrata y fiscal del siglo pasado». Según él, hay que defender y mejorar tanto el Estado social como el impuesto progresivo sobre la renta. También se debe innovar «instaurando un impuesto mundial y progresivo sobre el capital, acompañado de una transparencia financiera muy grande». Esta «medida permitiría evitar una espiral de desigualdad sin fin y regular eficazmente la inquietante dinámica de la concentración mundial de los patrimonios.» |77|

Piketty no se hace ilusiones sobre una rápida aplicación de su propuesta: «El impuesto mundial sobre el capital es una utopía: uno no se imagina, a corto plazo, al conjunto de las naciones del mundo ponerse de acuerdo sobre su instauración, establecer un baremo de imposición sobre todas las fortunas del planeta, y después repartir armoniosamente la recaudación entre los países. Pero es una utopía útil…».

«A mi entender», precisa Piketty, «el objetivo debe ser un impuesto anual y progresivo recaudado sobre el capital |78| a escala individual, esto es, sobre el valor neto de los activos que cada uno controla» |79|. Propone tres variantes de este impuesto progresivo sobre el capital privado.

1ª variante: una tasa de 0 % por debajo de un millón de euros; de 1 % entre 1 y 5 millones de euros; de 2 % más allá de los 5 millones de euros.
2ª variante: sumar hacia arriba, 5 % o 10 % más allá de 1.000 millones de euros.
3ª variante: sumar hacia abajo, 0,1 % por debajo de 200.000 euros y 0,5 % entre 200.000 y 1 millón de euros

Este impuesto es complementario a lo ya existente, pero puede servir para reducir impuestos actuales (o para reducir la deuda, nota 1, p. 840). Constituiría un complemento relativamente modesto de los ingresos actuales de los Estados. Este impuesto, aunque muy bajo, permitiría a las autoridades conocer el patrimonio de los habitantes de sus territorios.

Piketty añade: «Actualmente, las organizaciones internacionales que tienen la tarea de regular y supervisar el sistema financiero mundial, comenzando por el Fondo Monetario Internacional, no tienen más que un conocimiento extremadamente aproximado del reparto mundial de los activos financieros y, en particular, de la importancia de los activos guardados en los paraísos fiscales.» |80| Entonces, «el impuesto sobre el capital sería una especie de catastro financiero del mundo, que actualmente no existe» |81|.

Es necesario apoyar la propuesta de un impuesto progresivo sobre el patrimonio privado o el capital, retomando la expresión empleada por Piketty. Pero no se puede estar de acuerdo con él cuando pretende que hay que dar prioridad absoluta a este objetivo. Se necesita un verdadero programa de medidas complementarias. El impuesto progresivo sobre el capital, así como la anulación de la deuda ilegítima y la reducción radical de la parte de la deuda pública que no se haya identificado como ilegítima, deben formar parte de un amplio programa cuya realización permitirá iniciar una transición hacia un modelo postcapitalista y postproductivista. Un programa como éste, que debería tener una dimensión mundial y europea, comenzando por ponerse en marcha en uno o varios países, comprendería, en particular, el abandono de las políticas de austeridad, la reducción generalizada de la jornada laboral, con contratos compensatorios y mantenimiento del salario, la socialización del sector bancario, una reforma fiscal general, medidas para asegurar la igualdad hombre-mujer y la aplicación de una política determinada de transición ecológica |82|.

Piketty tiene la ilusión de que puede convencer de la necesidad de dar prioridad absoluta a su propuesta, mientras que lo que puede ser realmente eficaz y aglutinante es definir una plataforma común de un máximo de fuerzas favorables a un cambio democrático radical a favor de la justicia social.

Por otra parte, como se afirma en el texto «Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir?»: «La crítica fundamental que se le puede hacer a Thomas Piketty es que piensa que su solución puede funcionar aunque se mantenga el sistema actual. Propone un impuesto progresivo sobre el capital para redistribuir las riquezas y salvaguardar la democracia, pero no se cuestiona las condiciones en las que estas riquezas se originan ni las consecuencias que resultan de ese proceso. Su respuesta sólo remedia uno de los efectos del funcionamiento del sistema económico actual, sin atacar la verdadera causa del problema. En primer lugar, admitamos que logramos, mediante un combate colectivo, una imposición al capital, sin embargo la recaudación generada por este impuesto corre el riesgo de ser succionada por el reembolso de deudas ilegítimas, si no actuamos para que se anulen. Pero sobre todo no nos puede satisfacer un reparto más equitativo de las riquezas, si éstas son producidas por un sistema depredador que no respeta ni las personas ni los bienes comunes, y acelera la destrucción de los ecosistemas.

El capital no es un simple «factor de producción» que «juega un papel útil» y por lo tanto, merece «naturalmente» un rendimiento del 5 %, como dice Piketty, es también, y principalmente, una relación social que se caracteriza por la influencia de los que poseen sobre el destino de las sociedades. El sistema capitalista en tanto que modo de producción está en el origen no sólo de las desigualdades sociales, cada vez más insostenibles, sino también del peligro que corre nuestro ecosistema, del saqueo de los bienes comunes, de las relaciones de dominación y de explotación, de la alienación en los mercados, de la lógica de acumulación que reduce nuestra humanidad a mujeres y hombres incapaces de transformar sus pulsiones, obsesionados por la posesión de bienes materiales y despreocupados por lo inmaterial, que, sin embargo, es la base de nuestra vida.» |83|

A la vez, una de las características y una de las debilidades de la propuesta de Piketty es que no llama a la movilización social para obtener un cambio de las políticas en curso. Es verdad que es consciente de que la acción de los de abajo desempeñó un papel en las orientaciones tomadas después de la primera guerra mundial, que denuncia la represión que sufrieron los mineros de Marikana en Sudáfrica, en agosto de 2012, pero del centenar de páginas que dedica al final para presentar unas propuestas y reflexionar sobre las soluciones que se deben aportar a los problemas centrales, ninguna de ellas está dedicada a la acción de los ciudadanos organizados, no hace ninguna alusión al movimiento de los Indignados, aunque haya mencionado al movimiento Occupy Wall Street en la parte que precede a sus propuestas. A lo sumo, podemos tener la esperanza de que la divulgación de trabajos como los suyos contribuirá a la concienciación que podrá inducir los cambios. Es una debilidad importante en la trayectoria de Piketty.

¿Hay que asombrarse entonces de que proponga la creación, al lado del Parlamento Europeo, de un «Parlamento presupuestario de la eurozona» |84|? Considera que «este parlamento podría contar con unos cincuenta miembros de cada uno de los grandes países de la zona, a prorrata de la población. Los miembros podrían provenir de las comisiones de finanzas y de asuntos sociales de los parlamentos nacionales, o elegidos de otra forma» |85|. Más adelante, no ve con malos ojos la proposición de «la elección por sufragio universal de un presidente de la Unión Europea, propuesta que lógicamente debería ir acompañada de una extensión de sus poderes» |86|. Piketty sigue la vía de reformas que no cuestionan los tratados ni la arquitectura europea, donde el predominio de los intereses del gran capital es inamovible. Pues bien, es indispensable un cambio fundamental, que pasa por la abrogación de los tratados y la apertura de un proceso constituyente, en el que la ciudadanía, unida en la acción, exija sus reivindicaciones.

En conclusión, el trabajo de Thomas Piketty tiene un gran valor por su recolección de datos sobre las desigualdades durante los últimos dos siglos, y ofrece una límpida descripción de su evolución. Su libro constituye un instrumento muy útil y alimenta el debate sobre las alternativas.

Anexo 1. El Capital en el siglo xxi. Precisión en la investigación y confusión teórica.

Así como Thomas Piketty es preciso en la recogida de datos y su obra es útil con su análisis del reparto desigual del patrimonio y de los ingresos, algunas definiciones son netamente confusas y discutibles. Por ejemplo, la definición de capital que propone: |87| En todas las civilizaciones, el capital cumple dos grandes funciones económicas: por una parte, para alojarse (es decir, para producir «servicios de alojamiento», cuyo valor se mide por el valor locativo de la habitación; es el valor del bienestar aportado por el hecho de dormir y vivir bajo un techo y no a la intemperie) y por otra parte como factor de producción de otros bienes y servicios…». Prosigue: Históricamente, las primeras formas de acumulación capitalista parecen concernir a la vez a los útiles (sílex, etc.) y a los acondicionamientos agrícolas (cercado, riego, drenaje, etc.), así como a los rudimentos de habitación (cavernas, tiendas, cabañas, etc.), antes de pasar a unas formas cada vez más sofisticadas de capital industrial y profesional y de locales de habitación cada vez más elaborados. Henos aquí sumergidos por Thomas Piketty en una historia de la humanidad donde el capital está presente desde sus orígenes.

Esta importante confusión continúa en los análisis que hace en su libro Le capitalisme au xxie siècle. Para Piketty, un apartamento de un valor de 80.000 euros o un depósito de 2.000 euros en una cuenta postal |88| constituye un capital tanto como una fábrica o un edificio comercial de 125 millones de euros. Evidentemente, en la vida cotidiana, el señor y la señora de la calle consideran que tienen un capital en forma de un departamento que vale 80.000 euros, al que se suma un seguro de vida de 10.000 euros y tal vez 2.000 euros en una cuenta de ahorro postal, y seguramente estarán plenamente de acuerdo con la definición dada por Piketty, los manuales tradicionales de economía y su banquero. Pero se equivocan, pues el capital en la sociedad capitalista no se reduce a esto. El capital es otra cosa diferente de lo que muestran las apariencias, es una relación social que permite a una minoría de la sociedad, el uno por ciento más rico, si se quiere dar una cifra, enriquecerse apropiándose del trabajo de los otros.

Así, cuando Thomas Piketty habla de un impuesto progresivo sobre el capital, considera todos los patrimonios privados, ya sean los 1.000 euros de una cuenta bancaria o la fortuna de Lakshmi Mittal o Liliane Bettencourt.

La confusión prosigue cuando se trata de la renta: la renta del alquiler de un departamento de 80.000 euros es considerada por Piketty una renta del capital, así como la renta que obtiene Liliane Bettencourt de su participación en la firma L’Oréal.

Igualmente, la ganancia que consigue un jubilado de su cuenta en el banco (si tiene 10.000 euros con un 2 % en el 2014, lo que le proporciona 200 euros al año) es considerada una renta del capital por pequeña que sea.
Si pasamos a los salarios, Thomas Piketty considera que todas las ganancias declaradas como salarios son salarios, tanto sea el de un presidente-director general de un banco que percibe un salario de 3 millones de euros al año, como para un empleado bancario que gana 30.000 euros anuales.

Por lo tanto, es pertinente cuestionar el sentido que Piketty da a términos como «capital» o «trabajo» y definir de otro modo lo que se entiende por rentas del capital y rentas del trabajo,
Por ejemplo, el beneficio que se obtiene del alquiler de un bien, de un depósito bancario o de acciones de una empresa no se tendría que considerar un ingreso del capital más que a partir de cierto monto. Asimismo, el patrimonio inferior a cierto monto no se debería considerar un capital.

Y por otra parte, si se quiere entender cómo el uno por ciento acumula capital, hay que ir más allá de reflexiones tales como «a partir del momento en que el capital desempeña un papel útil en el proceso de producción, es natural que obtenga un rendimiento» |89|.

La confusión mantenida por Thomas Piketty, sin duda, hay que relacionarla con sus convicciones:

«No me interesa denunciar las desigualdades o el capitalismo como tal, (…) las desigualdades sociales no constituyen en sí un problema, por poco que sean justificadas, es decir, fundadas en la utilidad común…» |90|

Mi crítica de las observaciones de Thomas Piketty no resta nada al interés del panorama monumental que presenta de la evolución de las desigualdades en materia de patrimonio o de rentas en el curso de los últimos siglos…

Anexo 2. El pueblo ecuatoriano contra la deuda pública ilegítima

A partir de finales de los años 1990, una serie de movimientos sociales ecuatorianos, en particular Jubileo 2000 Guayaquil (la ciudad comercial más importante y el mayor puerto de Ecuador), comenzaron una campaña contra la deuda injusta reclamada al país. Las posiciones de estos movimientos sociales eran al principio bastante moderadas y confusas. Por ejemplo, asistieron a una reunión del Club de París en 1998 pensando que podrían negociar una reestructuración de la deuda ecuatoriana y obtener su reducción. Al cabo de dos años, se dieron cuenta de que el Club de París no tenía ninguna voluntad de negociar y que sólo aceptaban discutir problemas de relaciones públicas. En 2001-2002, el CADTM Internacional y el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) iniciaron una campaña sobre el tema particular de la deuda de Ecuador contraída por la compra a Noruega de buques pesqueros.

Ambos grupos elaboraron un dossier que demostraba que esta deuda con Noruega era ilegítima porque este país no había vendido esas naves para servir a los intereses ecuatorianos sino para responder a la crisis de un sector importante de las exportaciones noruegas, en este caso, los astilleros. Noruega buscaba países dispuestos a comprar barcos pesqueros, pero los que vendió a Ecuador casi nunca se emplearon para la pesca, sino para transportar bananas, en beneficio de una de las grandes fortunas del país. Este ejemplo concreto ilustra cómo comenzó una campaña contra la deuda poniendo la mira en una deuda particular e introduciendo la noción de deuda ilegítima. Se logró una alianza con la organización noruega SLUG y la introducción del tema la auditoría para poner en claro lo que se reclamaba a Ecuador. La campaña se desarrolló en un marco de grandes movilizaciones sociales a finales de los años 1990 y principios de los años 2000, con numerosos movimientos populares muy importantes, que echaron a dos presidentes neoliberales, uno en el año 2000 y el otro en 2005.

Ya había habido importantes movilizaciones en los años 1990, pero en el año 2000 el presidente liberal fue desalojado por la movilización popular. El nuevo presidente electo, Lucio Gutiérrez, había realizado su compaña con un programa anti-FMI, con un programa de izquierda y anti Estados Unidos. Pero, una vez electo, cambió completamente su discurso, y dijo: «Yo soy el mejor amigo de Estados Unidos, Chávez es nuestro enemigo». Esto causó descontento, frustración y una nueva sublevación popular en el año 2005. Gutiérrez huyó del palacio presidencial en helicóptero antes de que asumiera el gobierno de transición, en el cual Rafael Correa, que en el año 2006 sería electo presidente, desempeñaba el cargo de ministro de Finanzas, en un contexto en el que el precio del petróleo era bastante elevado. El tema de la deuda era importante, porque los movimientos sociales estaban realizando una campaña contra la deuda desde hacía 7 u 8 años. En su condición de ministro de Finanzas, Rafael Correa tomó la iniciativa de destinar todos los suplementos de los ingresos originados por el alza del precio del crudo a gastos sociales en educación y sanidad.

No era cuestión de que los ingresos suplementarios generados por el petróleo fueran absorbidos por el reembolso de la deuda. Siendo ésta ilegítima, es la población la que debe beneficiarse de los recursos de la exportación y de la recaudación fiscal que se genera. El Banco Mundial y el FMI reaccionaron con dureza y rechazaron la idea de que el dinero proveniente de los ingresos del petróleo fuera a gastos sociales. El BM amenazó con suspender los préstamos a Ecuador si se aplicaba tal medida. Correa se negó a plegarse al diktat del BM y defendió su posición en el gobierno. Prefirió dimitir antes que retirar el decreto que defendía los intereses del país y fue así como se encontró en la oposición. Sin embargo, el presidente interino que reemplazó a Gutiérrez organizó una comisión de auditoría, aunque con unas atribuciones muy restringidas. Pese a todo, ésta realizó un interesante trabajo de estudio de la deuda ecuatoriana, que contribuyó a popularizar aún más la cuestión de la deuda. En las elecciones presidenciales del año 2006, Correa se presentó proponiendo:

1. La necesidad de modificar radicalmente la Constitución del país con una democratización política fundamental;
2. la necesidad de poner fin a la deuda ilegítima. Su mensaje era el siguiente: «Elegidme como presidente y me comprometo a tomar medidas para que el país cese de pagar una deuda ilegítima.» También proclamó que si era elegido presidente, pondría fin a la base militar naval puesta a disposición del ejército estadounidense por Ecuador. Se trataba de que Ecuador recuperara su soberanía y su dignidad. Así mismo pondría fin a las negociaciones con Estados Unidos concernientes a un tratado de libre comercio. Los grandes temas de su campaña eran: democratización política, cambio constitucional, anulación de la deuda ilegítima, recuperación de la soberanía poniendo fin a la presencia del ejército estadounidense en su territorio y cese de las negociaciones de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

La auditoría de la deuda en 2007-2008 y sus consecuencias positivas

Electo en diciembre de 2006, entabló una batalla en febrero-marzo de 2007 por un referéndum sobre una nueva Constitución, referéndum que ganó a pesar de que toda la oposición y los grandes media estaban contra él. La etapa siguiente era el pago de la deuda… a partir de mayo de 2007. La primera iniciativa de Correa fue expulsar al representante permanente del Banco Mundial en Ecuador. El mensaje era claro: El BM no había respetado la soberanía de Ecuador en 2005, lo que había causado la dimisión de Correa. El BM se inmiscuye en las cuestiones del país, ¡Fuera, BM, váyase! En julio de 2007, por un decreto presidencial, Rafael Correa instituyó una comisión de auditoría.

Por el lado ecuatoriano, había, por una parte, representantes de la sociedad civil «de base», es decir, movimientos sociales, y por otra, cuatro cuerpos del Estado: el Tribunal de Cuentas, la comisión anticorrupción, el ministerio de Finanzas y de Economía, y el ministerio de Justicia. A este grupo se agregaron seis representantes extranjeros expertos en la materia. Con ese motivo, formé parte de la comisión, cuyo mandato era analizar la deuda pública interna y externa entre los años 1976 y 2006. Teníamos el poder de obtener toda la información necesaria para nuestro trabajo de auditoría a fin de presentar un informe sobre las deudas ilegítimas y hacer recomendaciones al Gobierno y al Estado.

Después de 14 meses de trabajo, remitimos nuestras conclusiones y recomendaciones al Gobierno. Durante esos 14 meses nos reunimos en tres oportunidades con el presidente Correa y su gobierno, que a continuación estudiaron nuestras conclusiones y recomendaciones durante un mes y medio. En noviembre de 2008, se anunció la suspensión unilateral del reembolso de dos tercios de la deuda comercial, es decir, la deuda en forma de títulos vendidos en los mercados financieros con vencimiento en 2012 y en 2030. Durante seis meses, Ecuador dejó a los mercados financieros sin información, manteniéndolos en una incertidumbre completa. La decisión se había tomado sin publicación previa. Ecuador encomendó al banco Lazard, un conocido banco internacional, recomprar los títulos en el mercado secundario de la deuda por cuenta del Estado, pero sin revelarlo oficialmente.

Esto permitió a Ecuador recomprar una buena parte de los títulos y a continuación hacer una oferta a los tenedores de los títulos restantes, aquellos que no se habían vendido aún al banco Lazard. El gobierno propuso la recompra de los títulos a un 35 % de su valor nominal, aunque ya había comprado una parte al 20 % de su valor. La oferta se hizo en abril de 2009 y en junio de ese mismo año Ecuador anunció públicamente que había recomprado el 91 % de los títulos. La oferta concluía y el 9 % restante de los títulos quedaba fuera. Los tenedores de títulos habían tenido tiempo suficiente para venderlos al Estado. Para concluir, la operación costó unos 900 millones de dólares que el gobierno utilizó para rescatar títulos por valor de 3.200 millones de dólares. El ahorro total, teniendo en cuenta la recompra de los títulos a precio reducido y los intereses que ya no habría que pagar hasta el año 2030, fue de 7.000 millones de dólares.

Este dinero se utilizó para aumentar radicalmente el gasto público, en particular en la salud pública, en educación y en infraestructuras. Si se mira el presupuesto ecuatoriano, se ve que a partir de los años 2009-2010, las sumas destinadas al servicio de la deuda se reducen radicalmente y que el gasto social útil aumenta de una forma extremadamente importante, permitiendo una mejora de las condiciones de vida de la población. Esto explica por otra parte por qué Correa fue reelegido en el año 2009 en el marco de la nueva Constitución. Su mandato terminó a principios de 2013, se presentó nuevamente a las elecciones y fue reelecto con el 57 % de los votos, es decir, tuvo más votos para su tercer mandato que para los dos anteriores.

¿Qué conclusiones se pueden sacar de esto? Correa ganó las elecciones de 2006 esencialmente porque entabló la batalla contra el BM y el problema de la deuda ilegítima. Era uno de los principales temas de su campaña y fue sobre esta base que ganó un apoyo popular muy significativo. La primera lección es la siguiente: una organización o un candidato o un frente de organizaciones, como por ejemplo el frente popular que estaba en la oposición, puede convencer y conseguir el apoyo de una parte importante de la opinión pública para llegar al gobierno con el objetivo de tomar medidas tendientes a poner fin al pago de una deuda ilegítima. Y esto es posible si hay también un trabajo de base realizado durante años por los movimientos sociales. Los discursos sobre la deuda son extremadamente importantes para llegar a la opinión pública y demostrar que existen alternativas a las políticas existentes.

Traducido por Griselda Pinero y Raúl Quiroz

Notas

|1| Thomas Piketty, Le capital au XXie siècle, Le Seuil, París, 2013 (970 pp.) Varios comentarios interesantes ya han sido publicados sobre este importante libro. Por lo tanto, en este artículo no vuelvo a tratar una serie de temas que ya fueron abordados y de entrada he comenzado por las enseñanzas prácticas. Entre los comentarios ya publicados: 1. Véase la revista Les Possibles de ATTAC Francia: «Réflexions sur « Le capital au XXIe siècle » de Thomas Piketty» par François Chesnais http://cadtm.org/Reflexions-sur-Le-capital-au-XXIe (et «Éléments de réponses à François Chesnais» par Thomas Piketty http://cadtm.org/Elements-de-reponses-a-Francois ); 2. Véase también Jean-Paul Petit en la revista Inprecor: http://gesd.free.fr/jppetit.pdf; 3. Véase Robert Boyer: http://gesd.free.fr/boyerpik.pdf ; 4. Véase Michel Husson, http://hussonet.free.fr/piketcap.pdf

|2| http://piketty.pse.ens.fr/fr/capital21c

|3| El patrimonio, en forma sencilla, es el conjunto de bienes inmobiliarios y mobiliarios privados netos (sin deudas). Thomas Piketty considera que actualmente el patrimonio total de un país (patrimonio privado + patrimonio público) como Francia, Estados Unidos o Bélgica corresponde en la práctica al patrimonio privado libre de deuda puesto que el patrimonio público libre de deuda es aproximadamente cero, ya que la deuda pública representa cerca del 100 % del PIB. No entro en más detalles. Para un enfoque más argumentado véase Piketty

|4| Pp. 542 a 555.

|5| A lo largo de este artículo, el término «patrimonio» corresponde a lo que Piketty considera para realizar sus cálculos (véase más arriba). No contiene otros elementos de patrimonio que constituyen una riqueza inestimable y que son vitales para la supervivencia de la humanidad y de la naturaleza. Para una discusión sobre la riqueza y el valor, que se sale del marco de este artículo, véase el Libro de Jean-Marie Harribey La richesse, la valeur et l’inestimable, Les liens qui libèrent, París, 2013.

|6| Tabla proveniente de la tabla 7.2 p.391.

|7| http://fr.wikipedia.org/wiki/Liliane_Bettencourt

|8| P. 109.

|9| Es decir el equivalente al 120 % del PIB de la Unión Europea

|10| P. 741.

|11| Nota bene: Las propuestas que se formulan en este artículo son de la responsabilidad del autor y no compromete en nada a Thomas Piketty. Cuando el autor resume una propuesta de Thomas Piketty, se hace explícita mención de ello.

|12| Thomas Piketty escribe: Consideremos, por ejemplo, el caso de un impuesto sobre las fortunas que sería aplicado con un tipo del 0 % para los patrimonios inferiores a 1 millón de euros, del 1 % para los que van de 1 a 5 millones de euros, y del 2 % para aquellos superiores a 5 millones de euros. Aplicado al conjunto de los países de la Unión Europea, ese impuesto afectaría a cerca del 2,5 % de l población y suministraría cada año el equivalente al 2 % del PIB europeo.» (p. 860. Señalemos que la puesta en marcha de esta propuesta, que incluso es muy moderada, ¡nos daría el equivalente a dos veces el presupuesto actual de la UE!

|13| P. 692.

|14| Esto es, cerca de 4,5 millones de adultos.

|15| P. 698.

|16| P. 700.

|17| Tabla elaborada por el autor a partir de los datos de la Tabla 7.1, p. 390.

|18| Tabla elaborada por el autor a partir de los datos de la Tabla 7.3, p. 392.

|19| P. 544.

|20| « ¿Qué es el tercer estado? Todo. ¿Qué ha sido hasta ahora en el orden político? Nada ¿Qué es lo que pide? Ser algo»

|21| El gráfico presenta una evolución por décadas y he tratado de poner en evidencia esa evolución lo más claramente posible. Si el gráfico hubiera indicado la evolución año a año, seguramente habríamos constatado una subida de la porción de los más ricos hacia fines de los años 1920.

|22| P. 76.

|23| Por mi parte, analicé en forma sintética el cambio operado a fines de los años 1970, comienzos de los años 1980 en el ámbito internacional especialmente en Éric Toussaint «La gran transformación desde los años ochenta hasta la crisis actual, tanto en el Sur como en el Norte», http://cadtm.org/La-gran-transformacion-desde-los-, publicado el 7 de septiembre de 2009, y en el libro Una mirada al retrovisor. El neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria Editorial, Barcelona, 2010

|24| El patrimonio nacional (o el capital nacional como Thomas Piketty también lo llama, cuestión que siembra confusión: véase anexo 1, Le Capital au XXIe siècle: Precisión en la investigación y confusión teórica) es la «suma de los activos no financieros (vivienda, terrenos, fondos de comercio, edificios, máquinas, equipamientos, patentes y otros activos profesionales poseídos de forma directa) y de los activos financieros (cuentas bancarias, planes de ahorro, obligaciones, acciones y otras participaciones en sociedades, inversiones financieras de cualquier tipo, contratos de seguros de vida, fondos de pensión, etc.), disminuidos por los pasivos (o sea, por todas las deudas). Si nos limitamos a los activos y pasivos que poseen los individuos privados, entonces tendremos el patrimonio privado o capital privado. Si se considera los activos y pasivos que posee el Estado y las administraciones públicas (comunidades locales, administraciones de la seguridad social, etc.) se obtiene el patrimonio público o capital público.» p. 86.

|25| Piketty explica cómo calcula la renta nacional: se resta del producto interior bruto (PIB) la depreciación anual del capital, a esta cantidad se le suma los ingresos netos percibidos del exterior (o se restan los pagos netos efectuados hacia el exterior si éstos exceden los ingresos). Véase pp. 78-79

|26| Thomas Piketty precisa, por otra parte, que si, en el cálculo del patrimonio, se tomaran en cuenta los pasivos y los activos financieros, el patrimonio aumentado de esa forma representaría entre 10 y 15 veces la renta nacional, 20 veces en el caso del Reino Unido. Asimismo, nos recuerda que desde el siglo xix hasta el comienzo de los años 1970 el patrimonio correspondía a entre 4 y 5 años de la renta nacional. Si se toman en cuenta los derivados, se llegaría a cantidades mucho más elevadas (pp. 305-306)

|27| P. 273.

|28| Pp. 218-219.

|29| P. 219.

|30| Pp. 273-274.

|31| Pp. 456-457.

|32| Pp. 458-459.

|33| P. 489.

|34| Pp. 469-470.

|35| Pp. 501-503.

|36| Pp. 506-507.

|37| Pp. 517-519.

|38| Pp. 805-806.

|39| Pp. 811-815.

|40| P. 707.

|41| P.820.

|42| P. 819.

|43| Pp. 824-826.

|44| P. 831.

|45| P. 832.

|46| Nota 3, p.834.

|47| Esto no compromete a Thomas Piketty.

|48| Thomas Piketty, Le capital au XXIe siècle, Le Seuil, París, 2013 (970 pp.), p. 185.

|49| «El origen de los asignados remonta al mes de diciembre de 1789 cuando fue creada la Caja de lo Extraordinario (Caisse de l’Extraordinaire). Esta caja debería recibir el producto de la venta de los bienes confiscados al clero. Los asignados eran solo simples adelantos sobre la venta de los bienes nacionales. Estos asignados remuneraban un interés. Pero las cosas evolucionaron rápidamente. En septiembre de 1790, los asignados dejaron de conllevar un interés y se reciben «como dinero en efectivo en todos los fondos públicos y particulares». El monto de las emisiones aumenta aceleradamente hasta 1796. Frente a esta proliferación de papel moneda, la garantía de los dominios nacionales a los que se continúa haciendo referencia deviene ilusoria y el valor de los asignados se desploma.» Fuente: http://sceco.univ-poitiers.fr/hfranc/assignats.htm consultada el 17 de enero de 2014.

|50| Pp. 206-207

|51| Pp. 206-207

|52| P. 208.

|53| P. 208.

|54| P. 209.

|55| En realidad el tipo es superior pero estamos haciendo una hipótesis teórica.

|56| La hipótesis de crecimiento nulo es teórica y sirve para facilitar el cálculo. En realidad el PIB descendió un 20 % entre 2009 y 2013, y es difícil de prever lo que pasará exactamente en los años venideros.

|57| Hagamos el mismo razonamiento con Portugal cuya deuda pública representa el 130 % del PIB en 2014 y cuya tasa de crecimiento anual es cero (también se redujo entre 2011 y 2013) y el tasa de inflación es muy baja. Portugal reembolsa aproximadamente a un tipo de interés del 6,5 %. Debería pagar durante largos años el equivalente al 8,5 % de su PIB. La deuda pública de Italia alcanza el 133 % de su PIB y la paga con un interés del 5 %. También Italia deberá pagar durante largos años el equivalente al 6,5 % de su PIB. Insisto en que las cifras mencionadas más arriba forman parte de una hipótesis teórica. De todas maneras son cercanas a la realidad. Estos ejemplos no comprometen en nada a Piketty.

|58| http://sceco.univ-poitiers.fr/hfranc/assignats.htm, consultada el 17 enero de 2014.

|59| Pp. 210-212.

|60| P. 216.

|61| P. 211.

|62| P. 931.

|63| P. 932.

|64| P. 889.

|65| Para recordar: participé en esta auditoría durante 14 meses entre 2007 y 2008, como representante del CADTM.

|66| El tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que no tiene nada de asociación altermundilaista, «dio la razón» a Islandia, Véase CADTM : «El tribunal de la AELC (Asociación Europea de Libre Comercio) rechaza las reclamaciones por el litigio «Icesave» contra Islandia y sus habitantes» http://cadtm.org/El-tribunal-de-la-AELC-Asociacion publicado el 30 de enero de 2013.

|67| Muy a menudo, algunos comentaristas replican que los casos de estos dos países son totalmente diferentes de los países de la Unión Europea. Por supuesto, que hay diferencias evidentes pero estaríamos equivocados en desdeñar estas experiencias. Los que profesan ese desdén muestran sobre todo ignorancia de la complejidad de las situaciones que las autoridades encontraron y parcialmente lograron superar.

|68| Los haircuts propugnados por el FMI y los gobiernos de los grandes países acreedores tienen justamente por función limitar las pérdidas de los grandes acreedores privados mediante una reestructuración ordenada. En mi tesis doctoral, mostré cómo el plan Brady constituye un modelo en el género. Véase «Enjeux politiques de l’ action de la Banque mondiale et du Fonds monétaire international envers le tiers – monde», tesis de doctorado en Ciencias Políticas presentado en 2004 en las universidades de Lieja y París VIII, se puede descargar: http://cadtm.org/Enjeux-politiques-de-l-action-de. Véase también mi libro Banco Mundial, El Golpe de Estado Permanente, El Viejo Topo Mataró-Barcelona, 2007 Se puede descargar en francés: http://cadtm.org/Banque-mondiale-le-coup-d-Etat

|69| P. 887.

|70| Aquí podemos leer en la web oficial de la administración francesa define el impuesto proporcional «Un impuesto proporcional aplica un gravamen idéntico cualquiera sea la base sobre la que se impone (por ejemplo: el impuesto sobre sociedades). La base de la imposición designa las magnitudes económicas (ingresos, patrimonio, volumen de negocios…) que sirven de base al cálculo del impuesto. Los partidarios de la proporcionalidad consideran que es un modo de cálculo justo ya que cada uno contribuye con el mismo porcentaje de sus ingresos. (…) Los impuestos proporcionales son, además, generalmente más fáciles de calcular y, por lejos, menos costosos para implementar. Con el impuesto progresivo, el tipo aplicado aumenta con la base de imposición (por ejemplo: el impuesto sobre la renta, cuanto más elevada sea la renta, el tipo aplicado es mayor). Fuente: http://www.vie-publique.fr/decouverte-institutions/finances-publiques/ressources-depenses-etat/ressources/qu-entend-on-par-proportionnalite-progressivite-impot.html Hay que señalar que Thomas Piketty define en su libro el impuesto proporcional de la misma manera que la administración francesa.

|71| Pp. 888-889.

|72| P. 889.

|73| P. 890.

|74| Véase la Red Internacional por la Auditoría Ciudadana (International Citizen debt Audit Network, ICAN), http://cadtm.org/ICAN,750

|75| Thomas Coutrot, Patrick Saurin y Éric Toussaint, «Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir?», http://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al, publicado el 31 de octubre de 2013.

|76| Véase Eric Toussaint, «La Constitution équatorienne: un modèle en matière d’endettement public», http://cadtm.org/La-constitution-equatorienne-un, publicado el 27 de diciembre de 2010.

|77| P. 835.

|78| Se debe tener presente que Piketty da una definición del capital privado que engloba los haberes mobiliarios e inmobiliarios del 50 % más modesto.

|79| P. 838.

|80| P. 842.

|81| P. 843.

|82| Véase el texto antes citado de Thomas Coutrot, Patrice Saurin y Éric Toussaint «Anular la deuda o gravar el capital: ¿Por qué elegir?», http://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al.Véase también: Damien Millet y Eric Toussaint, «Europa: ¿Qué programa de urgencia frente a la crisis ?» publicado el 22 de junio de 2012, http://cadtm.org/Europa-Que-programa-de-urgencia

|83| http://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al

|84| P. 916.

|85| Nota 1, p.916

|86| P. 917.

|87| P. 337

|88| Hay que tener en cuenta que las sumas depositadas en Francia en las cuentas de ahorro, en las cuentas corrientes, etc. no representan más que alrededor del 5 % del patrimonio (privado). P. 330

|89| P. 674.

|90| P. 62.

Éric Toussaint, doctor en ciencias políticas, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, http://www.cadtm.org) y miembro del consejo científico de ATTAC. Autor, entre otros libros, de Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria 2010; La Deuda o la Vida (junto a Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010;. La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Autor de Procès d’un homme exemplaire, Editions Al Dante, Marsella, 2013. Junto a Damien Millet es autor de AAA, Audit Annulation Autre Politique, Le Seuil, París, 2012.

Gabriel García Márquez (1927-2014): genio de la literatura universal…

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WINSTON MANRIQUE SABOGAL Madrid 17 ABR 2014

 

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Bajo un aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel José García Márquez. Hoy, jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, ha muerto en México DF el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura universal. Autor de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada,fue el creador de un territorio eterno y maravilloso llamado Macondo.

Nació en la caribeña Aracataca, un poblado colombiano, un domingo novelable a partir del cual el niño viviría una infancia a la que volvió muchas veces. Entró a la literatura en 1947 con su cuento La tercera resignación; la gloria le llegó en 1967 con Cien años de soledad, y su confirmación en 1982 con el Nobel de Literatura. Ahora, el ahijado más prodigioso de Melquiades se ha ido, para quedarse entre nosotros un hombre que creó una nueva forma de narrar; un escritor que con un universo y un lenguaje propios corrió los linderos de la literatura; un periodista que amaba su profesión pero odiaba las preguntas; una persona que adoraba los silencios, y con un encanto que cautivó a intelectuales y políticos, y hechizó a millones de lectores en todo el mundo.

Condolencia de Mario Vargas Llosa

Nada más conocerse la noticia de la muerte de Gabriel García Márquez, el premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa hizo esta declaración de condolencia a EL PAÍS:
“Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura en lengua española en todos los países del mundo. Sus novelas sobrevivirán e irán ganando lectores por doquier. Envío mis condolencias a toda su familia”.

Gabriel no iba a ser su nombre. Debió llamarse Olegario. Acababan de sonar las campanas dominicales de la misa de nueve de la mañana cuando los gritos de la tía Francisca se abrieron paso, entre el aguacero, por el corredor de las begonias: “¡Varón! ¡Varón! ¡Ron, que se ahoga!”. Y nuevos alaridos enmarañaron la casa. Una vez liberado del cordón umbilical enredado en el cuello, las mujeres corrieron a bautizar al niño con agua bendita. Lo primero que se les vino a la cabeza fue ponerle Gabriel, por el padre, y José, por ser el patrono de Aracataca. Nadie se acordó del santoral. De lo contrario, se habría llamado Olegario García Márquez.

Aquel domingo 6 de marzo de 1927, Aracataca celebró la llegada del primogénito de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio. Fue el mayor de 11 hermanos, siete varones y cuatro mujeres. En realidad, para los cataqueros había nacido el nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crió hasta los diez años en una tierra de platanales bajo soles inmisericordes y vivencias fabulosas. Era un pelaíto en una casa-reino de mujeres, acorralado por el rosario de creencias de ultratumba de la abuela y los recuerdos de guerras del abuelo, el único hombre junto a él. ¡Ah! y un diccionario en el salón por el que entra y sale del mundo.

Diez años que le sirvieron para dar un gran fulgor a lo real maravilloso, al realismo mágico. Los cuentos fueron para él ese primer amor que nunca se olvida, el cine los amores desencontrados y las novelas el amor pleno y correspondido.De todos ellos, creía que la historia que no embolatará su nombre en el olvido es la de sus padres recreada en El amor en los tiempos del cólera.

Son las vísperas de su vida.

Donde todo empieza… Amor y amores deseados, esquivos y de toda estirpe en sus escritos.

García Márquez, que será conocido por sus amigos como Gabo, vive un segundo tiempo cuando a los 16 años, en 1944, sus padres lo envían a estudiar a la fría, helada, Zipaquirá, cerca de Bogotá. Descubre sus primeros escritores tutelares, Kafka, Woolf y Faulkner.

El zumbido de la literatura y el periodismo lo rondan.

Allí, en el frío del altiplano andino, lo sorprende el cambio de destino del país y el suyo. Estudia Derecho, cuando el 9 de abril de 1948 es asesinado el candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. Un suceso conocido como El bogotazo. Fue el antepenúltimo germen de un rosario de conflictos políticos y sociales, conocido como La violencia que habrán de germinar en sus obras.

Después de El bogotazo volvió a sus tierras costeñas con una mala noticia para sus padres: deja la carrera de Derecho. A cambio empieza en el periodismo. Primero en el periódico El Universal, de Cartagena, entre otras cosas como crítico de cine bajo el seudónimo de Séptimus; luego en El Heraldo, de Barranquilla, hasta volver a Bogotá, en 1954, a El Espectador, el diario que en 1947 había publicado, un domingo, su primer cuento.

Además de crónicas y reportajes escribía para las páginas editoriales y la sección Día a Día, en la que se daba cuenta de los hechos más significativos de aquella Colombia donde la violencia corría en tropel. En 1955 escribe la serie sobre un suceso que terminará llamándose Relato de un náufrago.

Ryszard Kapuscinski aseguró que, aunque lo admiraba por sus novelas, consideraba que “la grandeza estriba en sus reportajes. Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un clásico del reportaje con dimensiones panorámicas que trata de mostrar y describir los grandes campos de la vida o los acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”.

Libros inolvidables

García Márquez ha vendido más de 40 millones de ejemplares en más de 30 idiomas.
Novelas: La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1957), La mala hora (1961), Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994), Memorias de mis putas tristes (2004).
Grandes reportajes: Relato de un náufrago (1970), Noticia de un secuestro (1996), Obra periodística completa (1999). Primer tomo de sus memorias, Vivir para contarla (2002).
Cuentos: Ojos de perro azul (1955), Los funerales de la Mamá grande (1962), La irresistible y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), Doce cuentos peregrinos (1992).
Mientras trabaja como periodista escribe cuentos y no se desprende de una novela en marcha que lleva a todos lados, titulada La casa.

Ese mismo año aparece su primera novela, La hojarasca. Después viaja a Europa como corresponsal del diario bogotano y recorre el continente, e incluso los países de la “cortina de hierro”. En 1958 vuelve y se casa con Mercedes Barcha. Hasta que se instala en México DF, en 1961, donde hace vida con sus amigos, las parejas Álvaro Mutis-Carmen Miracle y Jomí García Ascot-María Luisa Elío (dos españoles exiliados de la guerra). Un día Mutis le da dos libros y le dice: “Léase esa vaina para que aprenda cómo se escribe”. Eran Pedro Páramo y El llano en llamas, de Juan Rulfo. Ese año publica El coronel no tiene quién le escriba.

—“¿Fue tu abuela la que te permitió descubrir que ibas a ser escritor?”, le preguntó en los años setenta su amigo y colega Plinio Apuleyo Mendoza.

—“No, fue Kafka, que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los 17 años La metamorfosis, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: ‘Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa”.

La escritura no le da para comer y trabaja en cine y publicidad. Llega 1965. Pronto terminarán cuatro años de sequía literaria. El embrión es La casa. Páginas que no terminan de coger forma. Hasta que un día, mientras viaja en un Opel blanco con su esposa Mercedes y sus dos hijos de vacaciones a Acapulco, ve clara la manera en que debe escribirla: sucedería en un pueblo remoto, y descubre el tono: el de su abuela que contaba cosas prodigiosas con cara de palo, y la llenaría de historias: las contadas por su abuelo en la Guerra de los Mil Días de Colombia. Y el comienzo de la novela: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Ha sido el soplo divino de Kafka, Faulkner, Sherezada, Rulfo, Verne, Woolf, Hemingway, Homero… y sus abuelos Tranquilina y Nicolás.

Da media vuelta y regresa en el Opel blanco a su casa de San Ángel Inn, en México DF.

Una vez llega, coge sus ahorros, 5.000 dólares, y se los entrega a su esposa para el mantenimiento del hogar mientras se dedica a escribir. La Cueva de la Mafia es la habitación de su casa donde esa primavera se exilia con la enciclopedia británica, libros de toda índole, papel y una máquina Olivetti. Vive y disfruta ese rapto de inspiración al escribir hasta las ocho y media de la noche al ritmo de los Preludios de Debussy y Qué noche la de aquel día de los Beatles.

En otoño el dinero se acaba y las deudas acechan. García Márquez coge, entonces, el Opel y sube al Monte de Piedad a empeñarlo. Es una nueva tranquilidad para seguir escribiendo, aumentada por las visitas de sus amigos que les llevan mercaditos.

Al llegar el invierno de 1965-1966 pone un punto y aparte, y llora, llora como ni siquiera en sus novelas está escrito. Tenía 39 años Gabriel García Márquez cuando, esa mañana de 1966, salió de La Cueva de la Mafia, atravesó la casa y se derrumbó en lágrimas sobre la cama matrimonial como un niño huérfano. Su esposa, al verlo tan desamparado, supo de qué se trataba: el coronel Aureliano Buendía acababa de morir. Era el personaje inspirado en su abuelo Nicolás.

Muere orinando mientras trata de encontrar el recuerdo de un circo, después de una vida en la que se salvó de un pelotón de fusilamiento, participó en 32 guerras, tuvo 17 hijos con 17 mujeres y terminó sus días haciendo pescaditos de oro.

Un duelo perpetuo para el escritor que, el 5 de junio de 1967, ve recompensado al saber que esa historia comandada por el coronel, bajo el título de Cien años de soledad, inicia su universal parranda literaria en la editorial Sudamericana, de Francisco Porrúa, en Buenos Aires. Todos quieren conocer la saga de los Buendía.

La novela impulsa la universalización del boom de la literatura latinoamericana. “Verdaderamente fue a partir del triunfo escandalosamente sin precedentes de Cien años de soledad”, afirmaría José Donoso en Historia personal del boom.

En medio de la algarabía, García Márquez se va a vivir a Barcelona donde afianza su amistad con autores como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar. El éxito es rotundo y trasciende a otros idiomas. Luego empieza a escribir El otoño del patriarca (1975) como un ejercicio para quitarse de encima la sombra de su obra maestra. Para entonces ya es muy activo con la causa cubana y está más presente en Colombia. En 1981 publica Crónica de una muerte anunciada.

La noticia del Nobel lo sorprende en México en 1982. En la frontera del amanecer del 10 de octubre el teléfono lo despierta. Con 55 años se convierte en uno de los escritores más jóvenes en recibir el máximo galardón de la literatura. En diciembre rompe con la tradición al recibir el premio vestido con un liquiliqui, una manera de rendir homenaje a su tierra costeña y compartirlo con su abuelo Nicolás que usaba trajes así en el ejército. Una ausencia que acompañó al escritor desde los 10 años, cuando este murió, y convirtió en incompletas todas sus alegrías futuras, por el hecho de que el abuelo no las sabía, escribe Dasso Saldívar en la biografía Viaje a la semilla.

Tres años después culmina la historia de sus padres: El amor en los tiempos del cólera. Siguen El general en su laberinto (1989) y Del amor y otros demonios (1994).

Hace realidad uno de sus sueños, en Cartagena de Indias: la creación de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y se une a otros proyectos informativos. Son los años de su vuelta al periodismo. Al principio de todo.

En 1999 le detectan un cáncer linfático. Todo ello mientras termina de escribir sus memorias, Vivir para contarla, a las que cuando puso punto final se topó con la muerte de su madre, Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Un domingo lo trajo ella al mundo; y un domingo lo dejó ella. Fue la noche del 9 de junio de 2002. Dos años más tarde escribe su última creación: Memoria de mis putas tristes.

Sus recuerdos empiezan su peregrinación.

Hasta que se han ido del todo al encuentro de los Buendía.

Y de no haber sido escritor, lo que realmente hubiera querido ser Gabriel García Márquez también tiene que ver con el amor, presente en todas sus obras. Lo supo hace muchos en Zúrich cuando una tormenta de nieve tolstiana lo llevó a refugiarse en un bar. Su hermano Eligio recordaría cómo él se lo contó:

—“Todo estaba en penumbra, un hombre tocaba piano en la sombra, y los pocos clientes que había eran parejas de enamorados. Esa tarde supe que si no fuera escritor, hubiera querido ser el hombre que tocaba el piano sin que nadie le viera la cara, solo para que los enamorados se quisieran más”.

Entre realidades, deseos, sueños, alegrías, agradecimientos, imaginaciones y, sobre todo, por el paraíso irrepetible de su lectura, Gabriel García Márquez está ahora en el mismo lugar donde él llevó a Esteban en su inolvidable cuento El ahogado más hermoso del mundo, después de que a la gente del pueblo “se le abrieran las primeras grietas de lágrimas en el corazón”… Porque una vez comprobado que había muerto “no tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás”… El rumor del mar trae la voz del capitán de aquel barco, que en 14 idiomas, dice señalando al mundo, por encima del promontorio de rosas amarillas en el horizonte del Caribe: “Miren allá, donde el viento es ahora tan manso que se queda a dormir debajo de las camas; allá, donde el sol brilla tanto que no saben hacia donde girar los girasoles; sí, allá, es el pueblo” de Gabriel García Márquez.

EL PAIS.COM

Gabriel García Márquez (1927-2014): La soledad de América Latina…

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La soledad de América Latina
Por Gabriel García Márquez jue, 17 abr 2014 14:57

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Domingo 4 de marzo de 2012. Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.

Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonio más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros, y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana encargada de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.

La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santa Anna, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general Gabriel García Morena gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.

Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetu que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéros sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. Ha habido 5 guerras y 17 golpes de Estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto, 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120 mil, que es como si hoy no se supiera donde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres encintas fueron arrestadas y dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 muertes violentas en cuatro años.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 12 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el pais más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América Latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Me atrevo a pensar, que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de las Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construirse su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de la incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aun en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa como soldados de fortuna. Aun en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.

No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos hará sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.

América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.

Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: “Me niego a admitir el fin del hombre”. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.

 

Discurso del escritor, el 8 de diciembre de 1982, al recibir el Premio Nobel de Literatura en Estocolmo, Suecia, que reproducimos en ocasión del trigésimo aniversario de esa histórica entrega.

Written by Eduardo Aquevedo

17 abril, 2014 at 19:22

Los 4 pilares de la Educación. Informe J. Delors a la UNESCO…

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Delors, J. (1996.): “Los cuatro pilares de la educación”
Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI,
Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103.
Los cuatro pilares de la educación.

 

El siglo XXI, que ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, planteará a la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro. Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por la corriente de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos. En cierto sentido, la educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él.

Con esas perspectivas se ha vuelto imposible, y hasta inadecuado, responder de manera puramente cuantitativa a la insaciable demanda de educación, que entraña un bagaje escolar cada vez más voluminoso. Es que ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites. Sobre todo, debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio.

Para cumplir el conjunto de las misiones que les son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por ultimo, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.

Mas, en general, la enseñanza escolar se orienta esencialmente, por no decir que de manera exclusiva, hacia el aprender a conocer y, en menor medida, el aprender a hacer. Las otras dos formas de aprendizajes dependen las más de las veces de circunstancias aleatorias, cuando no se les considera una mera prolongación, de alguna manera natural, de las dos primeras. Pues bien, la comisión estima que, en cualquier sistema de enseñanza estructurado, cada uno de esos cuatro “pilares del conocimiento” debe recibir una atención equivalente a fin de que la educación sea para el ser humano, en su calidad de persona y de miembro de la sociedad, una experiencia global y que dure toda la vida en los planos cognoscitivos y practico.

Desde el comienzo de su actuación, los miembros de la Comisión fueron conscientes de que, para hacer frente a los retos del siglo XXI, seria indispensable asignar nuevos objetivos a la educación y, por consiguiente, modificar la idea que nos hacemos de su utilidad. Una nueva concepción más amplia de la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de capacidades diversas, fines de carácter económico), para considerar su función en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que, toda ella, aprender a ser.

Aprender a conocer

Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a la adquisición de conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos del saber, puede considerarse ala vez medio y finalidad de la vida humana.

En cuanto a medio, consiste para cada persona en aprender a comprender el mundo que la rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, conocer, de descubrir.

Aunque el estudio sin aplicación inmediata este cediendo terreno frente al predomino actual de los conocimientos útiles, la tendencia a prolongar la escolaridad e incrementar el tiempo libre debería permitir a un numero cada vez mayor de adultos apreciar las bondades del conocimiento y de la investigación individual. El incremento del saber, que permite comprender mejor las múltiples facetas del propio entorno, favorece el despertar de la curiosidad intelectual, estimula el sentido critico y permite descifrar la realidad, adquiriendo al mismo tiempo una autonomía de juicio. Desde esa perspectiva, insistimos en ello, es fundamental que cada niño , donde quiera que este, pueda acceder de manera adecuada al razonamiento científico y convertirse para toda la vida en un “amigo de la ciencia” en los niveles de enseñanza secundaria y superior, la formación inicial de proporcionar a todos los alumnos los instrumentos, conceptos y modos de referencia resultantes del progreso científico y de los paradigmas del época.

Sin embargo, puesto que el conocimiento es múltiple e infinitamente evolutivo, resulta cada vez más utópico pretender conocerlo todo; por ello más allá de la enseñanza básica, la idea de un saber omnisciente es ilusoria. Al mismo tiempo, la especialización  ⎯incluso en el caso de futuros investigadores⎯ no debe excluir una cultura general.

“En nuestros días una mente verdaderamente formada necesita una amplia cultura general y tener la facilidad de estudiar a fondo un pequeño numero de materias. De un extremo a otro de la enseñanza, debemos favorecer la simultaneidad de ambas tendencias” pues la cultura general, apertura a otros lenguajes y conocimientos, permite ante todo comunicar. Encerrado en su propia ciencia, el especialista corre un riego de desinteresarse de lo que hacen los demás. En cualesquiera circunstancias, le resultara difícil cooperar. Por otra parte, argamasa de las sociedades en el tiempo y en el tiempo y en el espacio, la formación cultural entraña a una apertura a otros campos del saber, lo que contribuye a fecundas sinergia entre disciplinas diversas. En el ámbito de la investigación, en particular, el progreso de los conocimientos se produce a veces en el punto en el que confluyen disciplinas diversas.

Aprender para conocer supone, en primer termino, aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento. Desde la infancia, sobre todo en las sociedades dominadas por la imagen televisiva, el joven debe aprender a concentrar su atención alas cosas y alas personas. La vertiginosa sucesión de informaciones en los medios de comunicación y el frecuente cambio del canal de televisión, atenta contra el proceso de descubrimiento, que requiere una permanencia y una profundización de la información captada. Este aprendizaje de la atención puede adoptar formas diversas y sacar provecho de múltiples ocasiones de la vida (juegos, visitas a empresas, viajes, trabajos prácticos, asignaturas científicas, etc.).

El ejercicio de la memoria, por otra parte, es un antídoto necesario contra la invasión de las informaciones instantáneas que difunden los medios de comunicación masiva. Seria peligroso imaginar que la memoria ha perdido su utilidad debido a la formidable capacidad de almacenamiento y difusión de datos de que disponemos en la actualidad. Desde luego, hay que ser selectivos, en la elección de los datos que aprenderemos “de memoria”, pero debe cultivarse con esmero la facultad intrínsecamente humana de memorización asociativa, irreductible a un automatismo. Todos los especialistas coinciden en afirmar la necesidad de entrenar la memoria desde la infancia y estiman inadecuado suprimir de la práctica escolar algunos ejercicios tradicionales considerados tediosos.

Por ultimo, el ejercicio del pensamiento, en el que el niño es iniciado primero por sus padres y más tarde por sus maestros, debe entrañar una articulación entre lo concreto y lo abstracto. Asimismo, convendría combinar tanto en la enseñanza como en la investigación los dos métodos, el deductivo y el inductivo, a menudo presentados como opuestos. Según las disciplinas que se enseñen, uno resultará más pertinente que el otro, pero en la mayoría de los casos la concatenación del pensamiento requiere combinar ambos.

El proceso de adquisición del conocimiento no concluye nunca y puede nutrirse de todo tipo de experiencias. En ese sentido, se entrelaza de manera creciente con la experiencia del trabajo, a medida que éste pierde su aspecto rutinario. Puede considerarse que la enseñanza básica tiene éxito si aporta el impulso y las bases que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida, no sólo en el empleo sino también al margen de él.

Aprender a hacer

Aprender a conocer y aprender a hacer son, en gran medida, indisociables. Pero lo segundo esta más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: ¿cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible? La comisión procurara responder en particular a esta última interrogante.

Al respecto, corresponde establecer una diferencia entre las economías industriales, en las que predomina el trabajo asalariado, y las demás, en las que subsiste todavía de manera generalizada el trabajo independiente o ajeno al sector estructurado de la economía. En las sociedades basadas en el salario que se han desarrollado a lo largo del siglo XX conforme al modelo industrial, la sustitución del trabajo humano por maquinas convierte a aquel en algo cada vez más inmaterial y acentúa el carácter conflictivo de las tareas, incluso la industria, así como la importancia de los servicios en la actividad económica. Por lo demás, el futuro de esas economías esta suspendido a su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos e innovaciones generadoras de nuevos empleos y empresas. Así pues, ya no puede darse a la expresión “aprender a hacer” el significado simple que tenia cuando se trataba de preparar a alguien para una tarea material bien definida, para que participase en la fabricación de algo. Los aprendizajes deben, así pues, evolucionar y ya no pueden considerarse mera transmisión de prácticas más o menos rutinarias, aunque estos conserven un valor formativo que no debemos desestimar.

⎯De la noción de calificación a la de competencia

El dominio de las dimensiones cognoscitiva e informativa en los sistemas de producción industrial vuelve algo caduca la noción de calificación profesional, entre otros en el caso de los operarios y los técnicos, y tienden a privilegiar la de competencia personal. En efecto, el progreso técnico modifica de manera ineluctable las calificaciones que requieren los nuevos procesos de producción. A las tareas puramente físicas suceden tareas de producción más intelectuales, más cerebrales ⎯como el mando de maquinas, su mantenimiento y supervisión⎯ y tareas de diseño, estudio y organización, a medida que las propias maquinas se vuelven más “inteligentes” y que el trabajo se “desmaterializa”.

Este incremento general de los niveles de calificación exigidos tiene varios orígenes. Con respecto a los operarios, la yuxtaposición de las tareas obligadas y del trabajo fragmentado sede ante una organización “colectivos de trabajo” o “grupos de proyecto”, siguiendo las practicas de las empresas japonesas: una especie de taylorismo al revés; los desempleados dejan de ser intercambiables y las tareas se personalizan. Cada vez con mas frecuencia, los empleadores ya no exigen una calificación determinada, que consideran demasiado unida todavía a la idea de pericia material, y piden, en cambio, un conjunto de competencias especificas a cada persona, que combina la calificación propiamente dicha, adquirida mediante la formación técnica y profesional, el comportamiento social, la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y la de asumir riesgos.

Si ha estas nuevas exigencias añadimos la de un empeño personal del trabajador, considerando como agente del cambio, resulta claro que ciertas cualidades muy subjetivas, innatas o adquiridas ⎯que los empresarios denominan a menudo “saber ser”⎯ se combinan con los conocimientos teóricos y prácticos para componer las competencias solicitadas; esta situación ilustra de manera elocuente, como ha destacado la comisión, él vinculo que la educación debe mantener entre los diversos aspectos del aprendizaje entre estas cualidades, cobra cada vez mayor importancia la capacidad de comunicarse y de trabajar con los demás, de afrontar y solucionar conflictos. El desarrollo de las actividades de servicios tiende a acentuar esta tendencia.

⎯La “desmaterialización” del trabajo y las actividades de servicios en el sector asalariado.

Las repercusiones de la “desmaterialización “de las economías avanzadas en el aprendizaje se ponen en manifiesto inmediatamente al observar la evolución cuantitativa y cualitativa de los servicios, categoría muy diversificada que se define sobre todo por exclusión, como aquella que agrupa actividades que no son ni industriales ni agrícolas y que, a pesar de su diversidad, tienen en común el hecho de no producir ningún bien material.

Muchos servicios se definen principalmente en función de la relación interpersonal que generan. Podemos citar ejemplos tanto en el sector comercial (peritajes de todo tipo, servicios de supervisión o de asesoramiento tecnológico, servicios financieros, contables o administrativos) que proliferan nutriéndose de la creciente complejidad de las economías, como la del sector no comercial más tradicional (servicios sociales, de enseñanza, de sanidad, etc.). En ambos casos, es primordial la actividad de información y de comunicación; se pone al acento en el acopio y la elaboración personalizada de informaciones especificas, destinadas a un proyecto preciso. En ese tipo de servicios, la calidad de la relación entre el prestatario y el usuario dependen también en gran medida del segundo. Resulta entonces comprensible que la tarea de la que se trate ya no pueda prepararse de la misma manera que si se fuera a trabajar la tierra o a fabricar una chapa metálica. La relación con la materia y la técnica debe ser complementada por una aptitud para las relaciones interpersonales. El desarrollo de los servicios obliga, pues, a cultivar cualidades humanas que las formaciones tradicionales no siempre inculcan y que corresponden a la capacidad de establecer relaciones estables y eficaces entre las personas.

Por ultimo, es concebible que en las sociedades ultratecnificadas del futuro la deficiente interacción entre los individuos puede provocar graves disfunciones, cuyas superación exijan nuevas calificaciones, basadas mas en el comportamiento que en el bagaje intelectual, lo que quizá ofrezca posibilidades a las personas con pocos o sin estudios escolares, pues la institución, el discernimiento, la capacidad de prever el futuro y de crear un espíritu de equipo no son cualidades reservadas forzosamente a los mas diplomados. ¿Cómo y donde enseñar estas cualidades, innatas? No es tan fácil deducir cuales deben ser los contenidos de una formación que permita adquirir las capacidades o aptitudes necesarias. El problema se plantea también a propósito de la formación profesional en los piases en desarrollo.

⎯El trabajo en la economía no estructurada

En las economías en desarrollo donde la actividad asalariada no predomina, el trabajo es de naturaleza muy distinta. Hay mucho países de África subsahariana y algunos de América latina y Asia solo un pequeño segmento de la población trabaja el régimen asalariado y la inmensa mayoría participa en la economía tradicional de subsistencia. Hablando con propiedad, no existen ninguna función referencial laboral; los conocimientos técnicos suelen ser de tipo tradicional. Además, la función del aprendizaje no se limita al trabajo, si no que debe satisfacer el objetivo más amplio de una participación y de desarrollo dentro de los sectores estructurado o no estructurado de la economía. A menudo, se trata de adquirir a la vez una calificación social y una formación profesional.

En otros países en desarrollo hay, además de la agricultura y de un reducido sector estructurado, un sector económico al mismo tiempo moderno y no estructurado, a veces bastante dinámico, formado por actividades artesanales, comerciales y financieras, que indican que existen posibilidades empresariales perfectamente adaptadas a las condiciones locales.

En ambos casos, de los numerosos estudios realizados en países en desarrollo se desprende que estos consideran que su futuro estará estrechamente vinculado a la adquisición de la cultura científica que les permitirá acceder a la tecnología moderna, sin descuidar por ello las capacidades concretas de innovación y creación inherentes al contexto local.

Se plantea entonces una pregunta común a los países, desarrollados y en desarrollo: ¿Cómo aprender a comportarse eficazmente en una situación de incertidumbre, como participar en la creación del futuro?

Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás

Sin duda, este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación contemporánea. Demasiado a menudo, la violencia que impera en el mundo contradice la esperanza que algunos habían depositado en el progreso de la humanidad. La historia humana siempre ha sido conflictiva, pero hay elementos nuevos que acentúan el riesgo, en particular el extraordinario potencial de autodestrucción que la humanidad misma ha creado durante el siglo XX. A través de los medios de comunicación masiva, la opinión pública se convierte en observadora impotente, y hasta en rehén, de quienes generan o mantienen vivos los conflictos. Hasta el momento, la educación no ha podido hacer mucho para modificar esta situación. ¿Seria posible concebir una educación que permitiera evitar los conflictos o solucionarlos de manera pacifica, fomentando el conocimiento de los demás, de sus culturas y espiritualidad?

La idea de enseñar la no-violencia en la escuela es loable, aunque solo sea un instrumento entre varios para combatir los prejuicios que llevan al enfrentamiento. Es una tarea ardua, ya que, como es natural, los seres humanos tienden a valorar en exceso sus cualidades y las del grupo al que pertenecen y a alimentar prejuicios desfavorables hacia los demás. La actual atmósfera competitiva imperante en la actividad económica de cada nación y, sobre todo a nivel internacional, tiende además a privilegiar el espíritu de competencia y el éxito individual. De hacho, esa competencia da lugar a una guerra económica despiadada y provoca tensiones entre los poseedores y los desposeídos que fracturan las naciones y el mundo y exacerban las rivalidades históricas. Es de lamentar que, a veces, a la educación contribuya a mantener ese clima al interpretar de manera errónea la idea de emulación.

¿Cómo mejorar esta situación? La experiencia demuestra que, para disminuir ese riesgo, no basta con organizar el contacto y la comunicación entre miembros de grupos diferentes (por ejemplo, en escuelas a las que concurran niños de varias etnias o religiones). Por el contrario, si esos grupos compiten unos con otros o no están en una situación equitativa en el espacio común, este tipo de contacto puede agravar las tensiones latentes y degenerar en conflictos. En cambio, si la relación se establece en un contexto de igualdad y se formulan objetivos y proyectos comunes, los prejuicios y la hostilidad subyacente pueden dar lugar a una cooperación más serena e, incluso, a la amistad.

Parecería entonces adecuado dar a la educación dos orientaciones complementarias. En el primer nivel, el descubrimiento gradual del otro. En el segundo, y durante toda la vida, la participación en proyectos comunes, un método quizá eficaz para evitar o resolver los conflictos latentes.

⎯El descubrimiento del otro

La educación tiene una doble misión: enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a una toma de coincidencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos. Desde la primera infancia, la escuela debe, pues, aprovechar todas las oportunidades que se presenten para esa doble enseñanza. Algunas disciplinas se prestan particularmente a hacerlo, como la geografía humana desde la enseñanza primaria y, más tarde, los idiomas extranjeros.

El descubrimiento del otro pasa forzosamente por el descubrimiento de uno mismo; por consiguiente, para desarrollar en el niño y el adolescente una visión cabal del mundo la educación, tanto si la imparte la familia como si la imparte la comunidad o la escuela, primero debe hacerle descubrir quien es. Solo entonces podrá realmente ponerse en el lugar de los demás y comprender sus reacciones. El fomento de esta actitud de empatía en la escuela era fecundo para los comportamientos sociales a lo largo de la vida. Así, por ejemplo si se enseña a los jóvenes adoptar el punto de vista de otros grupos étnicos o religiosos, se pueden editar incomprensiones generadoras del odio y violencia en los adultos. Así pues, la enseñanza de la historia de las religiones o de los usos y costumbre puede servir de útil referencia para futuros comportamientos3 por ultimo, la forma misma de la enseñanza no debe oponerse a este reconocimiento del otro. Los profesores que, a fuerza de dogmatismo, destruyen la curiosidad o el espíritu crítico en lugar de despertarlos en sus alumnos, pueden ser más perjudiciales que benéficos. Al olvidar que son modelos para los jóvenes, su actitud puede atentar de manera permanente contra la capacidad de sus alumnos de aceptar la alteridad y hacer frente a las inevitables tensiones entres seres humanos, grupos y naciones. El enfrentamiento, mediante el dialogo y el intercambio de argumentos, será unos de los instrumento necesarios de la educación del siglo XXI.

⎯Tender hacia objetivos comunes

Cuando se trabaja mancomunadamente en proyectos motivadores que permiten escapar a la rutina, disminuyen y a veces hasta desaparecen las diferencias ⎯e incluso los conflictos⎯ entre los individuos. Esos proyectos que permiten superar los hábitos individuales y valoran los puntos de convergencia por encima de los aspectos que se paran, dan origen a un nuevo modo de identificación. Por ejemplo, gracias a la practica del deporte, ¡cuantas tensiones entre clases sociales o nacionalidades han acabado por transformarse en solidaridad, a través de la pugna y la felicidad del esfuerzo común¡. Así mismo, en el trabajo, ¡cuantas realizaciones podrían no haberse concretado si los conflictos habituales de las organizaciones jerarquizadas no hubieran sido superados por un proyecto de todos. En consecuencia, en sus programas la educación escolar debe reservar tiempo y ocasiones suficientes para iniciar desde muy temprano a los jóvenes en proyectos cooperativos, en el marco de actividades deportivas y culturales y mediante su participación en actividades sociales: renovación de barrios, ayuda a los mas desfavorecidos, acción humanitaria servicio de solidaridad entre las generaciones, etcétera. Las demás organizaciones educativas y las asociaciones deben tomar el relevo de la escuela en estas actividades. Además, en la practica escolar cotidiana, la participación de lo profesores y alumnos en proyectos comunes pueden engendrar el aprendizaje de un método de solución de conflictos y ser una referencia para la vida futura de los jóvenes, enriqueciendo al mismo tiempo la relación entre educadores y educandos.

Aprender a ser

Desde su primera reunión, la comisión ha reafirmado enérgicamente un principio fundamental: la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.

El informe “Aprende a Ser” (1972) manifestaba en su preámbulo el temor a una deshumanización del mundo vinculada a la evolución tecnológica. La evolución general de las sociedades desde entonces y, entre otras cosas, el formidable poder adquirido por los medios de comunicación masiva, ha agudizado ese temor y dado más legitimidad a la advertencia que suscitó. Posiblemente, en el siglo XXI amplificará estos fenómenos, pero el problema ya no será tanto preparar a los niños para vivir en una sociedad determinada sino, m{as bien, dotar a cada cual de fuerzas y puntos de referencia intelectuales permanentes que le permitan comprender el mundo que le rodea y comportarse como un elemento responsable y justo. Más que nunca, la función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su destino. Este imperativo no es solo de naturaleza individualista: la experiencia reciente demuestra que lo que pudiera parecer únicamente un modo de defensa del ser humano frente a un sistema alienante o percibido como hostil es también, a veces, la mejor oportunidad de progreso para las sociedades. La diversidad de personalidades, la autonomía y el espíritu de iniciativa, incluso el gusto por la provocación son garantes de la creatividad y la innovación. Para disminuir la violencia o luchar contra los distintos flagelos que afectan a la sociedad, métodos inéditos derivados de experiencias sobre el terreno, han dado prueba de su eficacia.

En un mundo en permanente cambio uno de cuyos motores principales parece ser la innovación tanto social como económica, hay que conceder un lugar especial a la imaginación y a la creatividad; manifestaciones por excelencia de la libertad humana, pueden verse amenazadas por cierta normalización de la conducta individual. El siglo XXI necesitará muy diversos talentos y personalidades, además de individuos excepcionales, también esenciales en toda civilización. Por ello, habrá que ofrecer a niños y jóvenes todas las oportunidades posibles de descubrimiento y experimentación  ⎯estética, artística, deportiva, científica, cultural y social⎯ que completaran la  presentación atractiva de lo que en esos ámbitos hayan creado las generaciones anteriores o sus contemporáneos. En la escuela, el arte y la poesía deberían recuperar un lugar más importante que el que les concede, en muchos países, una enseñanza interesada en lo utilitario más que en lo cultural. El afán de fomentar la imaginación y la creatividad debería también llevar a revalorar la cultura oral y los conocimientos extraídos de la experiencia del niño o del adulto.

Así pues, la Comisión hace plenamente suyo el postulado del informe Aprender a Ser “… El desarrollo tiene por objeto el despliegue completo del hombre en toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus compromisos; individuo, miembro de una familia y de su colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños”. Este desarrollo del ser humano, que va del nacimiento al fin de la vida, es un proceso dialéctico que comienza por el conocimiento de sí mismo y se abre después a las relaciones con los demás. En este sentido, la educación es ante todo un viaje interior cuyas etapas corresponden a las de la maduración, constante de la personalidad. En el caso de una experiencia profesional positiva, la educación, como medio para alcanzar esa realización, es, pues, a la vez un proceso extremadamente individualizado y una estructuración social interactiva.

Huelga decir que los cuatro pilares de la educación que acabamos de describir no pueden limitarse a una etapa de la vida o a un solo lugar. Como veremos en el capitulo siguiente, es necesario replantear los tiempos y los ámbitos de la educación, y que se complementen e imbriquen entre si, a fin de que cada persona, durante toda su vida, pueda aprovechar al máximo un contexto educativo e constante enriquecimiento.

Pistas y recomendaciones
  • La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
  • Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
  • Aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una calificación profesional, más generalmente una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
  • Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia⎯realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos⎯ respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
  • Aprender hacer para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menos preciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar…
  • Mientras los sistemas educativos formales propenden a dar prioridad a la adquisición de conocimientos, en detrimento de otras formas de aprendizaje, importa concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación las reformas educativas, en la elaboración de los programas y en la definición de nuevas políticas pedagógicas.

Pierre Bourdieu: Educación y cultura…

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Se ofrece en este artículo una breve semblanza de la evolución de la carrera profesional P. Bourdieu, sus ideas y obras, centrándose especialmente en las referidas a Sociología de la Educación, en las que ha destacado con su teoría sobre la relación entre educación y clases sociales. Concretamente su teoría de la reproducción; su teoría de las clases sociales en un espacio social, con distintos tipos de capital, su volumen, estructura y trayectoria de clase; el papel de la cultura dominante, las diferentes estrategias de reconversión de las diferentes fracciones de clase, la superproducción y devaluación de los títulos escolares. También las luchas de poder en el campo universitario, su sociología de los gustos. Y muchas otras ideas y temas que aquí no pueden tratarse en orden a la brevedad.

Carlos Sánchez-Redondo Morcillo.
Profesor de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo. UCLM.

En enero de este año 2002 moría a los 71 años de edad Pierre Bourdieu, seguramente el sociólogo actual más importante de Francia y uno de los más importantes del mundo, que ha ejercido notables influencias en otros autores. En él se han unido las figuras de profesor, de investigador, de teórico y, cómo no, de incansable escritor de sus ideas e investigaciones. Dentro del campo de la Sociología ha dedicado una parte de sus esfuerzos a la educación, por lo que es considerado, junto a otras cosas, como sociólogo de la educación, y muy importante. Este es el campo que nos interesa y al que dedicaremos mayor atención aquí.

Había nacido en 1930 en Denguin, tierras de Bearn, en Francia, en un hogar humilde. Tras cursar estudios en la Escuela Normal Superior, en los que destacó, y en la Facultad de Letras, ejerció a los 24 años como profesor de Filosofía en el Liceo de Moulins durante tres años, para después ejercer como profesor ayudante en la Facultad de Letras de Argel otros dos años, hasta 1960. Esta estancia en Argelia le sirvió para escribir acerca de ese país sus primeras obras en los primeros años 60, como veremos después en su bibliografía. En 1960 pasó a enseñar durante dos años en La Sorbone de París y a investigar en el Centre de Sociologie Européenne, que en aquel entonces estaba dirigido por Raymond Aron, en L’École Pratique de Hauts Études de París. Este centro será fundamental en la obra de Bourdieu, como veremos.

A partir de entonces comenzó a ocupar cargos directivos en diferentes centros y a dedicarse a la Sociología de la Educación, como veremos en la bibliografía. En 1962 fue nombrado Vicedecano de Ordenación Académica de la Facultad de Letras de Lille, pasando dos años después a ser el Director de Estudios de L’École Pratique antedicha (Escuela Práctica de Altos Estudios), institución en la que fundó en 1967 el Centre de Sociologie de l’Éducation et de la Culture.

Al año siguiente, 1968, sustituyó a Raymond Aron en la dirección de estudios del Centro de Sociología Europea, cargo que ha seguido ocupando, lo que le ofrecería grandes posibilidades profesionales, especialmente por la disponibilidad de muchas investigaciones realizadas no sólo por él mismo, sino por otros colaboradores de ese centro (entre ellos, Passeron y Chamboredon), por las posibilidades de difusión, y por el renombre de la institución, al que él mismo ha contribuido.

Durante esta década de los 60, especialmente 1964-65, escribió sus primeras obras de sociología de la educación, sobre la relación y comunicación pedagógica, y especialmente acerca de los estudiantes, su cultura y sus estudios. En 1968 una obra muy conocida sobre el oficio de sociólogo. También escribió sobre el arte, la fotografía y los museos, obras menos conocidas entre nosotros.

Los años 70 son cruciales en su obra sobre educación y en darse a conocer a través de las traducciones de sus primeras obras. Aquellos primeros estudios sobre los estudiantes culminarían en 1970 con la publicación, junto a su colaborador del Centro de Sociología Europea Jean Claude Passeron como coautor, de su famosísima obra La reproducción, traducida al español en 1977. En ella plasma su famosa teoría sobre el sistema de enseñanza, que para muchos es tan parecida a la teoría de la reproducción marxista, que es difícil distinguir ambas; si bien considero la de Bourdieu más completa, puesto que considera que el papel del sistema educativo es reproducir no sólo la estructura económica y social, sino también la cultura, e incluso autorreproducir la propia institución escolar.

Fue uno de los autores que se reunieron en Gran Bretaña junto con Michael Young, Basil Bernstein y otros para discutir sobre sus ideas acerca de la educación y dar un nuevo enfoque a la sociología, lo que daría origen al famoso libro compilado por Young (Knowledge and Control, 1971), que a su vez daría nombre a lo que se ha dado en llamar la Nueva Sociología de la Educación, dentro de la cual suele clasificarse a Bourdieu, aunque este asunto de su clasificación es difícil, como más adelante veremos.

En 1975 fundó y dirigió la prestigiosa revista Actes de la Récherche en Sciencies Sociales. Y en 1979 sale su obra La distintion, Critique sociale du jugement, que para mí es su mejor obra, por la multitud de ideas, de aspectos teóricos, de investigaciones empíricas de que echa mano; no sólo considero que aquí muestra sus dotes de sociólogo, sino de psicólogo social, cuando muestra las actitudes y actuaciones características de las diversas clases sociales. Pero dejaremos para más adelante los comentarios sobre esta obra.

Ya en los años 80 es un autor famoso, no sólo en Francia, sino en el mundo occidental al menos, pues sus ideas son conocidas gracias a las traducciones; en estos años (como no podía ser menos) continuará escribiendo. En 1981 empezará a trabajar como asesor sindicalista, por un lado, y como profesor de Sociología en el Colegio de Francia, por otro lado (curiosamente, su discurso inaugural sorprendió a los asistentes al tratar sobre una crítica a los discursos inaugurales). En 1985 el presidente de la República Francesa, François Miterrand, le encarga un estudio sobre el sistema educativo y las previsiones para el futuro, que daría origen a otro libro en el que participan varios autores (ver bibliografía). En 1988 es profesor visitante en la Universidad de Chicago; y al año siguiente funda otra revista, Liber, Revue Européenne des Livres.

Entre sus escritos de esta década destacaría algunas obras de sociología, aunque no de la educación, pero obras muy conocidas, como Le sens pratique, Questions de Sociologie, Leçon sur la leçon, Ce que parler veut dire, Homo academicus y Coses dites.

En 1993 colabora en la creación del Parlamento de los Escritores, de Estrasburgo. Ese mismo año recibe la Medalla de Oro del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, por su obra, considerada como la mayor contribución de un autor francés a la sociología actual. En cuanto a sus escritos de los 90, destacar en 1992 una obra sobre antropología reflexiva (hizo también una contribución con un artículo a un libro, Antropología de la Educación, que ya había editado años antes como Sociología de la Educación, lo que, en mi opinión, es criticable) y otra sobre las reglas del arte en el campo literario; al año siguiente otra obra bastante conocida, La misère du monde; sobre la televisión; una sociología de los usos sociales de las ciencias; y sobre la dominación masculina (ver bibliografía).

Como vemos, Bourdieu ha tocado varios campos de la sociología, especialmente a destacar sobre esta misma ciencia, sobre distintos campos artísticos y sobre educación. Su extensa obra es reconocida en muchos países, entre ellos España, y ha merecido con creces la medalla de oro otorgada en su país en 1993. Su nombre solía aparecer muy a menudo en la prensa francesa, especialmente cuando criticaba la economía de libre mercado, la invasión neoliberal o las restricciones a la inmigración.

Su gran preocupación fue el poder social, pues consideraba que la sociedad es un campo de feroz competencia por la posición social, por la consecución de los distintos capitales de que habla su teoría de las clases sociales; es una especie de lucha de clases por el poder en una sociedad en la que existen diferencias entre grupos y clases sociales. Y en todo esto la cultura y la educación tienen un papel importante para la reproducción de esas diferencias.

En fin, Bourdieu nos ha dejado muchas ideas y conceptos bastante originales y polémicos. A nosotros lo que más nos interesan son sus ideas sobre educación, en las que centraremos nuestros comentarios.

Algunas ideas sobre educación.

Aunque aquí comentaré algunas otras obras de Bourdieu, yo destacaría por un lado las ideas contenidas en su obra La reproducción, y, por otro lado, y sobre todo, en La distinción, si bien ésta última no sólo contiene ideas sobre educación, sino muchas otras, que veremos más adelante.

1. En Los estudiantes y la cultura, un librito fácil de leer, tanto por su poca extensión como por su lenguaje fácil (al lado de otros libros posteriores suyos), comienza a elaborar sus ideas sobre la controversia igualdad-desigualdad en educación. En contra de la teoría funcionalista de la igualdad de oportunidades educativas, y en la línea del funcionalismo crítico de Coleman, Jencks o Boudon, que pusieron sobre el tapete otros factores (aparte de los individuales de la capacidad y del esfuerzo) sociales y familiares de rendimiento escolar, Bourdieu entiende que existe desigualdad, pues el éxito escolar se distribuye según la clase social de que provengan los estudiantes, en gran parte debido al diferente bagaje cultural (de clase social) de cada uno y su relación con la cultura dominante (la de la clase alta). Son los primeros pasos para elaborar posteriormente su teoría de la reproducción

«La ceguera ante las desigualdades sociales obliga y autoriza a explicar todas las desigualdades, especialmente en materia de éxito escolar, como desigualdades naturales, desigualdades de dotes. Semejante actitud está implícita en la lógica de un sistema que, por reposar en un postulado de igualdad formal de todos los alumnos –postulado que es condición previa de su funcionamiento- está incapacitado para reconocer otras desigualdades que las que provienen de las dotes individuales. Tanto en la enseñanza propiamente dicha cuanto en la selección de los que se muestran aptos, el profesor no reconoce más que alumnos iguales en derechos y en deberes» (Bourdieu y Passeron, 1973, 101). Es lógico pensar que los hijos de clase social alta estén en ventaja en el sistema escolar, porque ellos ya están inmersos desde su entrada en él en la cultura dominante; mientras que los hijos de clases dominadas sufren en la escuela una aculturación a una cultura distinta a la suya propia, lo cual les exige un esfuerzo de adaptación y asimilación.»La cultura de la élite está tan cerca de la cultura de la Escuela que el alumno que procede de un medio pequeño-burgués (y a fortiori si procede de un medio campesino u obrero) no puede adquirirla sino a base de un esfuerzo continuado, mientras que a un alumno de clase culta…le vienen dados por su posición social. De modo que para unos, el aprendizaje de la cultura de la élite es una verdadera conquista que se paga a un precio muy alto, mientras que, para otros, constituye una herencia que comporta, al mismo tiempo, la facilidad y las tentaciones de la facilidad (Bourdieu y Passeron, 1973, 51).

«Los estudiantes de clases cultas son los mejor (o los menos mal) preparados para adaptarse a un sistema de exigencias difusas e implícitas, porque poseen, implícitamente, los medios de satisfacerlas…

Hay una evidente afinidad entre la cultura escolar y la cultura de la clase alta» (Bourdieu y Passeron, 1973, 109).

2. Sobre La reproducción, he de decir que al leerlo me produjo una sensación de pesadez, al ver tantos párrafos tan parecidos repetidos varias veces para ir desarrollando sus ideas; lo que hace necesario concentrar mucho la atención para ver las diferencias entre un párrafo y otro y entender las ideas. Y esto a pesar de que él muestre unos gráficos (págs. 42-43) para ayudar al lector a entender cómo se organiza el conjunto de proposiciones que presenta, representando las relaciones lógicas y las correspondencias entre las proposiciones del mismo grado (de una proposición de primer nivel –1,2,3,4, en la que una lleva a la siguiente- se derivan proposiciones de segundo nivel –1.1, 1.2, 2.4, 2.5, etc. que se interrelacionan- y de las cuales se derivan otras proposiciones de tercer nivel –1.1.1, 1.1.2, 3.2.5, 3.2.6, etc. que se interrelacionan-. Para a continuación ir desplegando el conjunto de tales proposiciones en forma de párrafos.

Sin embargo, las ideas conten idas en esta obra son importantísimas, ya que en ellas elabora su teoría, por la que ha sido conocido el autor. Por otro lado, en este libro comienza a verse el lenguaje del autor, con párrafos relativamente largos, frases largas y lenguaje muy específico y poco habitual para neófitos.

Por supuesto, en este punto Bourdieu se muestra contrario a las teorías que entienden que la escuela enseña «la cultura de la sociedad»; por el contrario, lo que enseña es la cultura de un grupo o clase social determinado que ocupa una posición de poder en la estructura social; lo que se reproduce a través de cualquier acción pedagógica es una arbitrariedad cultural.

«Estas teorías que, tal como puede observarse en Durkheim, se limitan a extrapolar a las sociedades divididas en clases la representación de la cultura y de la transmisión cultural más extendida entre los etnólogos, se funda en el postulado tácito de que las diferentes AP (acciones pedagógicas) que se ejercen en una formación social colaboran armoniosamente a la reproducción de un capital cultural concebido como una propiedad indivisa de toda la ‘sociedad’. En realidad, por el hecho de que corresponden a los intereses materiales y simbólicos de grupos o clases distintamente situados en las relaciones de fuerza, estas AP tienden siempre a reproducir la estructura de la distribución del capital cultural entre esos grupos o clases, contribuyendo con ello a la reproducción de la estructura social: en efecto, las leyes del mercado donde se forma el valor económico o simbólico, o sea, el valor como capital cultural, de las arbitrariedades culturales reproducidas por las diferentes AP (individuos educados), constituyen uno de los mecanismos, más o menos determinantes según el tipo de formación social, por los que se halla asegurada la reproducción social, definida como reproducción de la estructura de las relaciones de fuerza entre las clases» (Bourdieu y Passeron, 1977, 51).

Considera, por tanto, no sólo la reproducción socio-económica de la sociedad capitalista, en el sentido marxista, sino la reproducción cultural y la autorreproducción de la institución escolar.»…es necesario producir, por los propios medios de la institución, las condiciones institucionales cuya existencia y persistencia (autorreproducción de la institución) son necesarias tanto para el ejercicio de su función propia de inculcación, como para la realización de su función de reproducción de una arbitrariedad cultural de la que no es el productor (reproducción cultural), y cuya reproducción contribuye a la reproducción de las relaciones entre los grupos o las clases (reproducción social)» (Bourdieu y Passeron, 1977, 95). La escuela, por tanto, cumple una función cultural al inculcar, transmitir y conservar la cultura (por supuesto, la cultura dominante); rutiniza la cultura escolar, codificando, homogeneizando y sistematizando el mensaje escolar y a quien lo transmite. Otra función social, al reproducir la estructura social y sus relaciones de clase. Y una función ideológica, al enmascarar esa función social bajo la apariencia de ser autónoma, independiente y neutral; y cuanto mejor aparente esto la escuela, mejor realiza esas funciones.

Y todo ello se realiza en última instancia, de la mano del agente (seguramente inconsciente) que es el profesor, del cual el sistema escolar se asegura de que ponga todos sus recursos y celo al servicio de su función (de inculcación), al concederle la delegación de la autoridad institucional de la escuela en su autoridad pedagógica.

«El profesor debe estar dotado por la institución de los atributos simbólicos de la autoridad ligada al cargo…La libertad que el sistema de enseñanza deja al profesor es la mejor forma de obtener de él que sirva al sistema…que sirva a la perpetuación de las relaciones establecidas entre las clases»»(Bourdieu y Passeron, 1977, 180-181).

El profesor ejerce sus funciones mediante sus acciones pedagógicas, como vimos en la cita anterior (1977, 51). Pero éstas están controladas por y sometidas a las clases dominantes, puesto que a través de ellas se enseña una arbitrariedad cultural; por ello, son instrumentos de dominación y de reproducción. Así, poder y cultura se alían para reproducirse. Al ser acciones pedagógicas impuestas, toda acción pedagógica se convierte en violencia simbólica.

Lo que se produce en el individuo cuando interioriza los principios de esa arbitrariedad cultural, son habitus, prácticas habituales intelectuales, morales y laborales, que perpetúan el poder social. Los primeros hábitos que adquirimos son los familiares y los de clase social; sobre éstos primeros hábitos sirven de base a cualquier otro adquirido posteriormente. En este sentido, la escuela selecciona y legitima un sistema de hábitos y prácticas sociales impuesto por una determinada clase; presenta unos valores y normas culturales de clase como si fueran universales. Estas cuestiones veremos más adelante que son muy desarrolladas en La distinción.

Finalmente, un aspecto concreto del capital cultural a tener en cuenta en su relación con el rendimiento escolar es el lenguaje utilizado por los estudiantes. Bourdieu trata aquí muy someramente lo que Bernstein desarrollará ampliamente en su teoría de los códigos lingüísticos. Nos dice que los profesores siempre tienen en cuenta el lenguaje que utilizan sus alumnos; que el lenguaje utilizado en la universidad está más o menos alejado del que es familiar ( el lenguaje materno) a los estudiantes provenientes de distintas clases sociales, por lo que su rendimiento está influido por su mayor o menor dominio del código de la lengua universitaria. Por tanto, el capital lingüístico de un individuo tiene mayor o menor valor en el mercado escolar según la distancia entre el dominio simbólico que exige la escuela y el dominio práctico del lenguaje que el estudiante debe a su primera educación de clase. En definitiva, que el lenguaje escolar es una de las mediaciones más ocultas por las que se establece una relación entre el origen social y el éxito escolar.

En definitiva, aparecen ya conceptos originales como «autoridad pedagógica impuesta», «violencia simbólica», «arbitrariedad cultural», «capital cultural», «legitimidad» o «control simbólico», que se han difundido mucho en Sociología de la Educación.

3. En cuanto a La distinción. Una crítica social del gusto, he de decir que, por lo voluminoso, lo denso, y el lenguaje tan complejo que utiliza, es la obra de Bourdieu que más me costó leer y entender; y fue de la mano de Julio Carabaña en un curso de Doctorado. Esos párrafos tan largos, esas frases interminables a veces (de una página completa), tan difíciles de leer, tan cargadas de ideas que necesitan varias relecturas para poder entenderlas, tan necesitadas de reflexión; esas tablas estadísticas (algunas con fallos) y gráficos tan recargados. ¡Cuánto tiempo necesité para entenderlo! Pero cuando lo conseguí llegué a la conclusión de que es para mí, con mucho, la mejor obra de Bourdieu de las que yo he leído. Y así también han pensado muchos otros, puesto que la Asociación Internacional de Sociología incluyó esta obra entre las diez más importantes de Sociología del siglo XX.

En ella reitera muchas de las ideas expuestas en sus anteriores libros sobre educación y sobre clases sociales, y va más allá de ellas continuando con sus teorías. No sólo se trata de una sociología de la educación y de las clases sociales, sino, como dije anteriormente, de psicología social de las clases; no es, pues, solamente un libro sobre sociología de los gustos.

El libro se basa en muchos datos de encuestas (a pesar de los reparos que Bourdieu dice de ellas) realizadas por el Centro de Sociología Europea. La idea básica es que las clases altas siempre intentan distinguirse de las demás en sus gustos, prácticas y usos culturales; en definitiva, por su habitus de clase; mientras que las clases bajas siempre intentan imitar a las altas. Éstas últimas poseen el gusto puro, que es un don natural, y la cultura y la estética legítimas, la nobleza cultural; mientras que las clases bajas poseen el gusto bárbaro, la estética popular, no constituye su habitus, no es un don natural, si acaso es una naturalidad cultivada, es pura imitación que se nota artificial y por la cual las clases altas les consideran advenedizos, y, por ello, despreciados. Existe, pues, una relación entre la clase social y los gustos, prácticas y usos culturales.

Yo distinguiría dos grandes aspectos del libro: uno dedicado a los gustos, usos y prácticas culturales, y otro más concreto, referido a las prácticas de las diferentes fracciones de clase respecto al sistema escolar.

Sobre lo que en general puede decirse «los gustos» (que da subtítulo al libro) dedica gran parte de esta obra, exponiéndonos gustos y costumbres de las diferentes fracciones de clase sobre muchas artes, deportes, medios de comunicación e incluso ideas políticas. De todo ello nos pone numerosos ejemplos, basándose en investigaciones empíricas hechas en Francia, relativos a los diferentes deportes, tipo de música, de teatro, periódicos, comida y bebida, mobiliario y objetos del hogar, ideas políticas, etc., que gustan de practicar, consumir y disfrutar a unos y otros. Los ejemplos son traspasables a España y a cualquier otro país. Esta parte del libro resulta muy del gusto de la mayoría de los lectores, que pueden sentirse identificados con los usos y costumbres de una u otra clase social.

Veamos un párrafo al respecto (que ocupa completo más de una página):

«La aversión por los estilos de vida diferentes es, sin lugar a dudas, una de las barreras más fuertes entre las clases: ahí está la homogamia para testificarlo. Y lo más intolerable para los que se creen poseedores del gusto legítimo es, por encima de todo, la sacrílega reunión de aquellos gustos que el buen gusto ordena separar…no existe ninguna lucha relacionada con el arte que no tenga también por apuesta la imposición de un arte de vivir, es decir, la transmutación de una manera arbitraria de vivir en la manera legítima de existir que arroja a la arbitrariedad cualquiera otra manera de vivir» (Bourdieu, 1989, 54).

Por otro lado, aquí nos presenta una exposición detallada de su teoría del espacio social, su sistema de clases sociales (superiores o altas, medias y populares), o mejor dicho, de fracciones de clase (pequeña burguesía, nueva pequeña burguesía, alta burguesía, élite, fracciones dominantes, etc.) , utilizando para ello un gráfico a doble página en el que se disponen distintas profesiones, e incluso posición jerárquica dentro de una misma profesión, teniendo en cuenta tres dimensiones: volumen de capital, estructura de capital y trayectoria; es decir, cuánto tiene, de qué tipos de capital tiene, y el auge o decaimiento de la profesión en la sociedad y el consiguiente ejercicio de la misma de una generación a otra (envejecimiento o rejuvenecimiento, feminización o masculinización de la profesión).

Pongamos un ejemplo muy cercano, puesto que se refiere a la profesión que ejercemos. La profesión de profesor se divide en varias, según el nivel en que se enseña, con diferencias en cuanto al nivel escolar exigido, el nivel cultural, el status social que se otorga y el nivel económico que se paga; de modo que no ocupan la misma posición en el espacio social un maestro de Primaria que un profesor de Secundaria que un profesor universitario; irán ocupando posiciones cada vez más elevadas respectivamente.

En cuanto al «capital», en La distinción expone los distintos tipos de que ya había hablado en obras anteriores; son los capitales cultural, económico, social y escolar. Los tres primeros pueden ser heredados, pues de padres a hijos puede traspasarse no sólo el capital económico, sino la cultura familiar desde el nacimiento, que es cultura de clase social, y también las relaciones e influencias sociales. Pero el capital escolar es el único que no puede heredarse; los padres no pueden pasar a sus hijos sus títulos escolares (aunque pueden influir, con diferentes estrategias, en que consigan unos u otros). Aún así, existe una relación entre capital escolar y conocimientos y prácticas culturales.

Lo más novedoso para mí, y para las teorías de las clases sociales de muchos autores, es la referencia al capital social, que pasa desapercibido para muchos.

Veamos el siguiente párrafo al respecto:

«Los poseedores de un fuerte capital escolar que han heredado un fuerte capital cultural y tienen a la vez los títulos y los cuarteles de nobleza cultural, la seguridad que de la pertenencia legítima y la naturalidad que asegura la familiaridad, se contraponen no sólo a los que se encuentran desprovistos de capital escolar y del capital cultural heredado…, sino también, por una parte, a aquellos que, con un capital cultural heredado equivalente, han obtenido un capital escolar inferior…, y por otra parte, a aquellos que, dotados de un capital escolar semejante, no disponían, en su origen, de un capital cultural tan importante y que mantienen con la cultura, que deben más a la escuela y menos a su familia, una relación menos familiar, más escolar» (Bourdieu, 1989, 80).

Lo interesante es lo que nos dice Bourdieu sobre lo que ocurría ya en esa época (años 70) en Francia, y que ahora ocurre y está a la vista de todo el mundo (no porque lo dijera él): la superproducción y consiguiente devaluación de títulos escolares. Puesto que la escuela otorga títulos, pero también status social, en principio todas las fracciones de clase utilizan la escuela para mantener o aumentar su posición social y su patrimonio; pero cada una lo hace con diferentes estrategias de reconversión. Así, por ejemplo, la nueva clase media invierte en cultura para mejorar su status, e intenta una orientación profesional de los estudios, marginando los tradicionales estudios humanísticos; la élite cultural intenta conservar su capital cultural y legitimarlo con títulos académicos para no perder su status y mantener su posición de privilegio, orientándose hacia estudios humanísticos, a los que defiende; la fracción de clase alta con buen volumen de capital económico intenta reconvertir parte del mismo en capital cultural, intentan relacionar los estudios universitarios con el mundo de los negocios; aunque quienes han obtenido gran capital económico sin tener ningún capital escolar ni cultural suelen orientar a sus hijos a «seguir el negocio» sin estudiar y a invertir en economía. «De hecho, las fracciones más ricas en capital cultural se inclinan a invertir preferentemente en la educación de sus hijos al mismo tiempo que en las prácticas culturales apropiadas para mantener y acrecentar su particularidad específica; las fracciones más ricas en capital económico relegan las inversiones culturales y educativas en beneficio de las inversiones económicas, mucho más, sin embargo, los patronos industriales y comerciales que la nueva burguesía de los cuadros del sector privado, que manifiesta la misma preocupación por la inversión racional en el terreno económico como en el de la educación» (Bourdieu, 1989, 118).

Sobre este aspecto, veamos lo que escribe Bourdieu sobre el caso concreto de los maestros, que tienden a invertir en capital escolar principalmente: «…aquellos que deben lo esencial de su capital cultural a la Escuela, como los maestros y los profesores originarios de las clases populares y medias, se muestran particularmente sumisos a la definición escolar de la legitimidad y tienden a proporcionar sus inversiones, de manera muy estricta, al valor que la Escuela reconoce en los diferentes dominios» (Bourdieu, 1989, 86).

En definitiva, cada clase social tiene su «ethos» característico, cuyos valores determinan sus actitudes hacia la cultura y hacia la educación; este ethos es decisivo en el ingreso y permanencia en el sistema educativo, ya que determina los estudios del individuo antes de comenzarlos. Pero, al final, prácticamente todas las fracciones de clase orientan a sus hijos hacia los estudios, invierten en capital escolar para conseguir capital económico, cultural y social. Lo cual nos recuerda aquella teoría funcionalista de la igualdad de oportunidades educativas y de la educación como inversión.

A este fenómeno se añade el que unas fracciones de clase están mejor informadas que otras sobre las salidas profesionales de cada carrera, su rentabilidad económica (el sueldo que se gana ejerciendo esa profesión) y el status social que otorga. En este caso, las fracciones de clase alta están mejor informadas, y orientan a sus hijos hacia las carreras más rentables, aunque sean más caras, largas y difíciles de estudiar; mientras que las fracciones de clase baja no suelen tener esa información, y orientan a sus hijos simplemente hacia estudios universitarios (lo cual ya es una gran ventaja sobre los padres, que apenas tienen estudios), dando por supuesto que obtendrán una buena profesión con la que ganarán buen dinero y posición social. De aquí que las distintas fracciones de clase orientan a sus hijos hacia diferentes estudios. Esto es lo que otros autores han denominado «carreras de élite y carreras de aluvión». Así, quienes más rentabilidad obtienen del sistema escolar son las clases altas.

«Entre las informaciones constitutivas del capital cultural heredado, una de las que más valor tienen es el conocimiento práctico o intelectual de las fluctuaciones del mercado de las titulaciones académicas, el sentido de la inversión que permite obtener el mejor rendimiento del capital cultural heredado en el mercado laboral o del capital escolar en el mercado laboral, sabiendo, por ejemplo, abandonar a tiempo las vías o carreras devaluadas para orientarse hacia vías o carreras de porvenir, en lugar de aferrarse a los valores escolares que procuraban los más altos beneficios en un estado anterior del mercado» (Bourdieu, 1989, 140).

De todos modos, la consecuencia de que todos estudien es la superproducción de títulos escolares: salen más titulados de los que la sociedad necesita en su mercado laboral. Es el desajuste de que hablaron los funcionalistas, y es también lo que otros autores han denominado «la universidad, fábrica de parados». Tal superproducción ocasiona una devaluación de los títulos en el mercado laboral, de modo que un titulado tiene cada vez más difícil conseguir el puesto de trabajo correspondiente a este título; cada promoción lo tiene más difícil que la anterior; si en los años 60 un titulado universitario tenía relativamente fácil (nunca lo ha sido) conseguir ese trabajo, en la actualidad es mucho más difícil. Aunque existen diferencias entre unas carreras y otras, pues mientras unas tienen fácil salida profesional por el equilibrio entre oferta y demanda laboral, otras carreras, superpobladas y con pocas salidas profesionales, sufren tal devaluación mucho más.

Pero no acaba aquí el círculo vicioso de las consecuencias, puesto que, porque los títulos valen cada vez menos, los estudiantes que luchan contra esto (especialmente de carreras de aluvión) intentan conseguir aún más títulos y diplomas, embarcándose en más estudios (un segundo título universitario, una segunda especialidad, doctorados, masters, cursos, cursillos, etc.) para superar a los demás en la consecución del puesto de trabajo. Pero es que lo mismo han pensado y hecho otros muchos estudiantes, con lo que la competencia continúa. Entonces continúa la devaluación de títulos y diplomas.

«La entrada en la carrera y en la competencia por la titulación académica de fracciones que hasta entonces han utilizado poco la escuela, ha tenido como efecto obligar a las fracciones de clase cuya reproducción estaba asegurada principal o exclusivamente por la escuela, a intensificar sus inversiones para mantener la particularidad relativa de sus titulaciones y, correlativamente, su posición en la estructura de las clases, llegando a ser así la titulación académica y el sistema escolar que la otorga una de las apuestas privilegiadas de una competencia entre las clases que engendra un aumento general y continuo de la demanda de educación y una inflación de las titulaciones académicas» (Bourdieu, 1989, 130). En nuestro entorno actual (no en contexto en que escribe Bourdieu esta obra) tenemos un ejemplo cercano en los diplomados de Magisterio, obligados a adquirir más títulos y diplomas para conseguir méritos para el concurso-oposición o para pedir interinidad, lo que hace que muchos sigan una segunda especialidad, continúen en una licenciatura, y sigan todo tipo de cursillos.

Pero quizá lo peor de todo esto sea el desengaño general de los estudiantes hacia el sistema escolar, como consecuencia de todo esto. Bourdieu nos ofrece aquí un argumento que puede explicar en parte el actual desinterés por estudiar (en el sentido literal de esta palabra) y, por extensión, la rebeldía hacia cualquier institución social:

«La descualificación estructural que afecta al conjunto de los miembros de esta generación, destinados a obtener de sus titulaciones menos de lo que hubiera obtenido de ellas la generación precedente, se encuentra en la base de una especie de desilusión colectiva que lleva a esta generación engañada y desengañada a hacer extensiva a todas las instituciones la rebeldía unida al resentimiento que le inspira el sistema escolar. Esta especie de carácter anti-institucional…conduce, en última instancia, a una especie de denuncia de unos supuestos tácitamente asumidos en el orden social, a una suspensión práctica de la adhesión a las metas que éste propone, a los valores que profesa, y al rechazo de las inversiones, que constituye la condición sine qua non para su funcionamiento» (Bourdieu, 1989, 145). Pero, en definitiva, a pesar de las diferentes estrategias de reconversión entre las distintas fracciones de clase, todas tienden a utilizar la escuela como sistema de reproducción, y cada vez más.

En fin, son tantas y tantas cosas las que nos dice Bourdieu en esta magnífica obra, que no podemos analizar aquí todas ellas. Nos hemos limitado a las que más interesan en el mundo de la educación. En esta obra cualquier persona, perteneciente a cualquiera de las fracciones de cualquier clase social, puede sentirse identificado con algunas de las ideas que expone sobre sus gustos, usos, prácticas y estrategias educativas. Al menos, eso es lo que me ha pasado a mí; como en los siguientes párrafos:

«El pequeño-burgués realiza los sacrificios más importantes, si no los más patentes, en el orden de la sociabilidad y de las satisfacciones correlativas. Seguro de que no debe su posición más que a su propio mérito…La preocupación por concentrar los esfuerzos y reducir los costes conduce a romper los lazos, incluso los familiares, que constituyen un obstáculo para la ascensión individual» (Bourdieu, 1989, 341).

«Toda la existencia del pequeño-burgués ascendente es anticipación de un porvenir que no podrá vivir, en la mayoría de los casos, más que por procuración, por mediación de sus hijos, sobre los que ‘hace recaer –como suele decirse- sus ambiciones’…Puesto que está condenado a estrategias que necesitan varias generaciones, que se imponen siempre que el plazo de acceso al bien codiciado excede los límites de una vida humana, el pequeño-burgués es el hombre del placer y del presente diferidos, que se tomará más tarde ‘cuando tenga tiempo’, ‘cuando haya terminado de pagar’, ‘cuando se hayan terminado los estudios’, ‘cuando los hijos crezcan’, o ‘cuando se jubile’. Es decir, con la mayor frecuencia, cuando sea demasiado tarde, cuando, habiendo entregado a crédito su vida, ya no habrá tiempo para recuperar sus fondos y será necesario, como suele decirse, ‘rebajar sus pretensiones’ o mejor, ‘desistir de ellas’. No existe reparación para un presente perdido. Sobre todo cuando acaba de manifestarse …la desproporción entre las satisfacciones y los sacrificios» (Bourdieu, 1989, 357).

4. Para terminar con este punto, en Homo academicus trata un tema que hasta entonces había sido soslayado por la sociología, y en particular la de la educación; el mundo del profesorado universitario, que el sociólogo, que está dentro de él, debe intentar objetivar. Bourdieu considera la Universidad (al menos la francesa, a la que se refiere en concreto su estudio) como un campo de enfrentamiento entre varios poderes, relativos a las diferentes trayectorias sociales y académicas y a las producciones de cada uno; constituye un espacio de posiciones y de «especies» del profesor universitario. En este espacio se plasma la estructura de la distribución de diferentes especies de poder.

Ese poder se manifiesta de diversas maneras: en los conflictos y luchas entre Facultades, entre unas ciencias y otras, entre unas y otras disciplinas; en la acaparamiento de más o menos horarios de clases, recursos económicos y personales; en la reproducción del cuerpo de profesores universitarios, en la endogamia del cuerpo, en la separación de los adversarios. El mundo universitario es, en definitiva, un campo de luchas de poder entre individuos que ocupan distintas posiciones en el espacio no sólo académico, sino también social, ya que el tener más o menos poder en la universidad no se debe sólo a la valía y prestigio como profesor o investigador, sino también a las relaciones sociales de poder del individuo en cuestión, que a su vez se deben, en parte, a aquella posición académica.

Los profesores universitarios son, al fin y al cabo, personas que toman una postura intelectual determinada, pero también una postura social y política; y esto ocurre siempre, tanto en períodos de equilibrio como de crisis.

A partir de este estudio, otros autores han escrito sobre las luchas de poder en el mundo del profesorado universitario

A la vista de todo esto, ¿cómo clasificar a Bourdieu?

Es difícil encajar las ideas de Bourdieu en un enfoque sociológico concreto, tanto por las muchas ideas que expresa a lo largo de sus muchos escritos, como por la misma evolución de ellas.

Por un lado, tiene algo de funcionalista, especialmente en su corriente crítica, al resaltar las desigualdades sociales en educación debidas a factores de clase social. Por su propio lenguaje, y por conceptos e ideas sobre la legitimidad, ideología, cultura dominante, reproducción, bien podría ser considerado marxista. Por su centralidad en la cultura de clase y en la dominación puede ser considerado como weberiano. Por sus relaciones con Young, Bernstein y otros, y su participación en el libro que dió origen a la Nueva Sociología de la Educación, y por sus ideas sobre el poder y control en la transmisión del conocimiento escolar, puede ser encuadrado dentro de ésta. Y así podríamos seguir.

Entonces, ¿dónde encuadrarle? Veamos lo que él mismo nos dice en Cosas dichas. Concretamente recibe influencias de Marx, Durkheim y Weber, de los que escribe que «representan puntos de referencia que estructuran nuestro espacio teórico y nuestra percepción de este espacio» (Bourdieu, 1988, 40). Y etiqueta su propio trabajo de «estructuralismo constructivista» o «constructivismo estructuralista», entendiendo estructuralismo o estructuralista en el sentido de que en el mundo social existen estructuras objetivas independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes, que son capaces de orientar o de coaccionar sus prácticas o representaciones; y por constructivismo o constructivista quiere decir que hay una génesis social de una parte de los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción, que constituyen el habitus, y de otra parte, existen estructuras, particularmente campos o grupos, de las clases sociales (Bourdieu, 1988, 127).

Todo ello hace difícilmente clasificable a este autor; aunque, como él mismo opina,

«…la respuesta a la cuestión de saber si un autor es marxista, durkheimiano o weberiano no aporta casi ninguna información sobre este (cualquier) autor…Uno de los obstáculos para el progreso de la investigación es este funcionamiento clasificatorio del pensamiento académico, y político, que a menudo prescribe la invención intelectual impidiendo la superación de las falsas antinomias y las falsas divisiones. La lógica de la etiqueta clasificatoria es exactamente la del racismo, que estigmatiza al encerrar en una esencia negativa. En todo caso, constituye, a mi modo de ver, el principal obstáculo para lo que me parece ser la justa relación con los textos y con los pensadores del pasado…

(tengo con los autores) «…relaciones muy pragmáticas: recurro a ellos como a compañeros en el sentido de la tradición artesanal…a quienes se puede pedir una ayuda momentánea en las situaciones difíciles…Se toma la riqueza allí donde se la encuentra…La función de la cultura es designar a los autores en quienes se tienen posibilidades de encontrar ayuda…Es posible servirse de ella (la cultura) como de una caja de herramientas, más o menos inagotable (Bourdieu, 1988, 38-39).

Párrafo éste que encuentro muy interesante, con el que estoy de acuerdo, pues considero no siempre positivo el afán de clasificar a un autor dentro de una corriente teórica, y más cuando un autor polifacético es difícilmente clasificable. Este afán deriva, sin duda, del mundo académico, que exige, en bien de la mejor docencia, poner en cuadros todo aquello que pueda ser encuadrado, se supone que para un mejor recuerdo y comprensión de quienes están aprendiendo. Pero, ¿por qué empeñarse siempre en ello?

Valoración final de Bourdieu.

Indudablemente, como dijimos al principio, Bourdieu es considerado hoy como uno de los sociólogos actuales más importantes; su obra ha trascendido no sólo su país, sino incluso Europa, y en España tiene fervientes seguidores. Ha escrito muchos artículos y libros sobre temas muy variados de la sociología, especialmente centrándose en ésta misma como ciencia y en el trabajo de sociólogo, en diversas manifestaciones artísticas y en la educación. Si bien, considero que su obra no sólo es sociología, sino a veces psicología social de clases o de grupos sociales, filosofía social y de la educación, e incluso (aunque yo no estoy muy convencido de ello) inicios en la antropología. Debido a esta amplitud literaria del autor aquí sólo nos hemos centrado en algunas de sus obras, especialmente relacionadas con la educación.

Hemos visto como, tanto a la vista de sus obras como de sus propias confesiones ha sido influido por varios autores, entre los que destacan Marx, Durkheim y Weber; si bien, yo destacaría las influencias del primero y del último, visibles tanto en sus ideas como en su lenguaje. Pero esto no acota la clasificación del autor dentro de una corriente teórica, pues se ha dicho de él que es, aparte de marxista o weberiano, estructuralista, de la Nueva Sociología de la Educación británica (aunque él no sea británico, pero colaboró en su fundación). Pero para mí como para el propio Bourdieu, ¿por qué empeñarse en clasificar a un autor? ¡Estúdiense sus ideas!

Autor que ha gustado de exhibir en muchas de sus obras unas ideas y un lenguaje que creen polémica, un lenguaje incluso cáustico a veces, enrevesado parece que a propósito; lo que hace la lectura de algunas obras algo difícil. Ha elaborado conceptos originales e ideas que han tenido influencia sobre otros autores.

En el terreno de la Sociología de la Educación, Bourdieu ha destacado por llamar la atención, en la línea del funcionalismo crítico, sobre los factores sociales y familiares de la trayectoria escolar de estudiantes de diferentes clases sociales, sobre el papel de la escuela en la reproducción cultural, y de ahí la social y económica, la función de los profesores, de los exámenes, el lenguaje escolar, sobre las luchas de poder en la universidad, sobre las distintas estrategias de reconversión de diferentes clases sociales respecto del sistema escolar, sobre la sobreproducción y devaluación de los títulos escolares en el mercado laboral, y un largo etcétera, por no hacer una lista interminable.

De él (y de su colaborador Passeron) escribió Lerena (¿por qué tengo la impresión de que Bourdieu y Lerena se parecen en muchas cosas?), que sólo pudo leer algunas de sus obras, hasta las de los años 80, debido a su temprana muerte:

«…el desarrollo más significativo de la Sociología de la Educación…un brillante esfuerzo de formalizar una teoría que antes y después de esta obra es objeto de múltiples investigaciones…Esta orientación representa, en mi criterio, el punto más alto de la actual sociología de la educación, tanto por su valor teórico como por su rigor empírico…representa la mejor tradición sociológica –Durkheim, Weber y Marx- al servicio de la nueva sociología…Bourdieu trata de incorporar el mundo de la educación y de la cultura a la reflexión sociológica en profundidad, de tal modo que la consideración de ese mundo se constituya en uno de los ejes centrales de la sociología a secas» (Lerena, 1985, 213-214).

Pero ¿es que todo en él es bueno?, ¿no puede criticársele nada? ¡Claro que sí! Se le ha criticado la excesiva abstracción de su sistema teórico; su relativismo cultural, pues junto a la cultura dominante existen otras, como la popular y entre ambas se dan contradicciones; el olvido de las resistencias y problemas que encuentra la transmisión de la cultura burguesa a los hijos de las clases populares; el que los dominados pueden aprovechar la experiencia de la escuela, controlada por las clases altas, para reforzar sus posiciones de lucha social. Se ha dicho de él que su obra parece un «funcionalismo de lo peor» o un «hiperfuncionalismo del revés».

También se le ha criticado los conceptos de violencia simbólica y de acción pedagógica impuesta, crítica a la que me sumo: Todo en la vida del ser humano consiste en socialización de unos a otros, especialmente –como dijo Durkhjeim- de los adultos hacia los niños y jóvenes, intentando eliminar la parte animal que tenemos y haciéndonos sociales. Así se nos enseñan muchas actitudes, conductas y conocimientos. ¿Es una imposición?, ¿se ejerce una violencia sobre el socializado o sobre el estudiante cuando se le enseña? Entonces habría que decir que se le violenta o impone cuando se le enseña a comer con cuchara y tenedor, a asearse, a hacer sus necesidades en determinado sitio y momento, a leer y escribir, y así un largo etcétera. Pero es que esta es la forma de transmitir unas cosas a otros.

Algunos dicen de él que fue un hipócrita por criticar el sistema escolar y la vida intelectual y universitaria de Francia (quizá por haber sido en un principio rechazado por los círculos intelectuales de París), cuando él mismo, de origen social humilde, fue formado en ese sistema y ha sido uno de los intelectuales universitarios con más éxito.

Por mi parte, yo le criticaría también el haber editado un artículo que había catalogado como sociología de la educación, como antropología de la educación años después.

Sea como sea, el magnífico y polémico Bourdieu ha muerto. Esperamos que su obra continúe fomentando el interés por la sociología y por la educación en asuntos tan discutidos como los que él ha tratado, y sea estudiado y continuado por otros autores. Descanse en paz.

Bibliografía de Bourdieu (sólo libros).

Sociologie de l’Algérie. Presses Universitaires de France (P.U.F.), Paris, 1961.

Travail et travailleurs en algérie. Mouton, Paris-La Haye, 1963.

Le deracinement. La crise de l’agriculture traditionelle en Algérie. Minuit, Paris, 1964.

Les héritiers. Les étudiants et la culture. Minuit, Paris, 1964.

Los estudiantes y la cultura. Labor, Buenos Aires, 1973.

Rapport pédagogique et communication. Mouton, Paris, 1965.

Un art moyen. Essai sur les usages sociaux de la photographie. Minuit, Paris, 1966.

L’amour de l’art. Les musées d’art et leur public. Minuit, Paris, 1966.

Le metier de sociologue. Mouton-Bordads, Paris, 1968.

El oficio de sociólogo. Siglo XXI, Madrid, 1976.

La reproduction. Eléments pour une théorie du système d’enseignement. Minuit, Paris, 1970.

La reproducción .Elementos para una teoría de la enseñanza. Laia, Barcelona, 1977.

Mitosociología. Fontanella, Barcelona, 1975.

Esquisse d’une théorie de la pratique, precedé de tríos études e’ethnologie kabyle. Droz, Génève, 1972.

Algérie 60. Structures économiques et structures temporelles. Minuit, Paris, 1977.

La distintion. Critique sociale du jugement. Minuit, paris, 1979.

La distinción. Taurus, Madrid, 1089.

Le sens pratique. Minuit, Paris, 1980.

El sentido práctico. Taurus, Madrid, 1990.

Questions de sociologie. Minuit, Paris, 1980.

Travaux et projects. Centre de Sociologie Européenne, Paris, 1980.

Leçon sur la leçon. Minuit, Paris, 1982.

Ce que parler veut dire. L’économie des échanges linguistiques. Fayard, Paris, 1982.

Campo de poder y campo intelectual. Folios, Buenos Aires, 1983.

Homo academicus. Minuit, Paris, 1984.

Coses dites. Minuit, Paris, 1987.

Cosas dichas. Gedisa, Barcelona, 1988.

La noblesse d’État. Grandes écoles et esprit de corps. Minuit, Paris, 1989.

Réponses. Pour une anthropologie reflexive .Du Seuil, Paris, 1992.

Les regles de l’art. Génèsse et structure du champ litéraire. Seuil, Paris, 1992.

La misère du monde. Seuil, paris, 1993.

Libre-échange. Seuil, Paris, 1994.

Raisons pratiques. Sur la théorie de l’action. Seuil, Paris, 1994.

Sur la televisión. Liber-Raisons d’Agir, Paris, 1996.

Méditations pascaliennes. Seuil, paris, 1997.

Les usages sociaux de les sciences. Pour une sociologie clinique du champ scientifique. INRA, Paris, 1997.

Conte-feux: Propos pour servir à la resístanse contre l’invasion néoliberale. Liber-Raisons d’Agir, Paris, 1998.

La domination masculine. Seuil, Paris, 1998.

Referencias bibliográficas.

ALONSO HINOJAL, I. (1980): Educación y sociedad. Las sociologías de la educación. C.I.S., Madrid.

FORQUIN, J.C. (1985): «·El enfoque sociológico del éxito y el fracaso escolares: Desigualdades de éxito escolar y origen social». Educación y Sociedad, nº 3, pp. 203-205.

LERENA, C. (1985): Materiales de sociología de la educación y de la cultura. Zero, Madrid.

YOUNG, M.F.D. (1971): Knowledge and Control. New Directions for the Sociology of Education. Collier-McMillan, London.

EL Genocidio de Ruanda de 1994: Presidente acusa y veta a Francia…

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El presidente Paul Kagame carga contra París e impide al embajador galo participar en el vigésimo aniversario del exterminio de 800.000 tutsis

MIGUEL MORA París 9 ABR 2014 – 23:34 CET31

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En 100 días, entre el 7 de abril y el 4 de julio de 1994, 800.000 hombres, mujeres y niños fueron exterminados en Ruanda. La razón: pertenecían a la etnia tutsi o intentaron oponerse a las matanzas. Al genocidio más rápido de la historia le siguieron dos décadas de cicatrices, impunidad y ocultación. Francia protegió a numerosos sospechosos de haber planificado y ejecutado las masacres, manipuló pruebas y desvió la atención sin pedir excusas. En marzo, una primera condena judicial trató de apaciguar las relaciones bilaterales, y hay 30 casos más en espera de ser juzgados en la Fiscalía del Genocidio en París. Pero Ruanda, el país de las mil colinas, ha vetado la presencia francesa en el 20º aniversario de su tragedia nacional.

El presidente Paul Kagame aprovechó este lunes el discurso oficial del 7 de abril, pronunciado ante 30.000 personas en el estadio Amaharo de Kigali, para afirmar por tercera vez en dos semanas que Francia jugó un papel protagonista en las masacres. Kagame ha concedido entrevistas a la revista Jeune Afrique y al diario Libération. En la segunda afirmó: “Francia y Bélgica tuvieron un papel nefasto en la historia de Ruanda, y contribuyeron al surgimiento de una ideología genocida”.

Pero la acusación más dura estaba en la primera entrevista, del 27 marzo: “Las potencias occidentales querrían que Ruanda sea un país normal. Pero es imposible. Vean el caso de Francia. Veinte años después, el único reproche que admite es que no hizo lo suficiente para evitar el genocidio. Es un hecho, pero esconde lo esencial: el papel directo de Bélgica y Francia en la preparación política del genocidio, y la participación de esta última en su ejecución. Pregunten a los supervivientes de la masacre de Bisesero en junio de 1994, y les dirán lo que hicieron los soldados franceses de la Operación Turquesa. Cómplices seguro, en Bisesero y en la llamada zona humanitaria segura. Pero también actores”.

Las palabras de Kagame, el presidente que encarna la victoria contra los genocidas y el nuevo despertar de Ruanda, han abierto una nueva crisis diplomática entre Kigali y París. El conservador Alain Juppé, ministro de Exteriores en 1994 con François Mitterrand; y Laurent Fabius, el ministro socialista actual, han expresado su malestar, demostrando que el bloque formado por la derecha y la izquierda para silenciar las aberraciones cometidas en Ruanda sigue vigente. El periodista Patrick de Saint-Exupéry, que reveló cómo el Ejército francés toleró tres días de asesinatos masivos en Biserero, tituló su libro sobre aquel episodio con una fórmula elocuente: “Lo inconfesable”.

Kagame tiene razones para estar enfadado con París. El presidente ruandés había invitado a François Hollande a acudir a la conmemoración, que durará, como las matanzas, 100 días. Pero París decidió mandar, contra toda lógica institucional, a Christiane Taubira, ministra de Justicia y única persona de raza negra del Gabinete. Mientras Bélgica no alteró sus planes y enviaba a su ministro de Exteriores, París replicó al ataque de Kagame dejando que fuera su embajador en Kigali quien asistiera a los actos oficiales. Pero este lunes las autoridades locales indicaron que la presencia del embajador no era “deseada”. Poco después, el Elíseo emitió una nota en la que se suma al “pueblo ruandés para honrar la memoria de las víctimas”, y presume de que “la prevención de los genocidios es un elemento central de la acción exterior de Francia”.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que sí estaba en Kigali, reconoció que el genocidio es “una vergüenza” para la ONU: “Debimos hacer más, los cascos azules fueron retirados de Ruanda en el momento en que más se les necesitaba”.

La ausencia de Francia erosiona la imagen de libertador de África que ha intentado construirse Hollande tras intervenir militarmente en Malí y República Centroafricana. Edwy Plenel, director de Mediapart, ha recordado que Francia tardó medio siglo en asumir su responsabilidad directa en el Holocausto, y se ha preguntado por qué Hollande no ha ido a Ruanda a “presentar excusas, pedir perdón y decir la verdad”, admitiendo que “Francia —es decir su presidencia, su Gobierno, su Estado y su ejército—, fue cómplice del genocidio”.

Bélgica hizo ese ejercicio de contrición en el año 2000, y lo repitió en 2004. En 2010, Nicolas Sarkozy reconoció la “ceguera” de Francia, sin ir más allá. Ahora, al no hacer una cosa ni otra, la Francia oficial, dice Plenel, “ha deshonrado al pueblo francés”.

 

El papel de Francia en el genocidio ruandés

La justicia gala está restaurando la verdad sobre lo ocurrido en 1994
NICOLE MUCHNIK 9 ABR 2014 – 00:00 CET

Más de un millón de muertes en solo 100 días: el genocidio de la minoría tutsi de Ruanda es la más fulgurante tentativa de exterminio de la historia contemporánea. También, la menos conocida y reconocida.

Sin embargo, hoy está establecido que el Gobierno francés, y en particular el Gobierno de Mitterrand, muy informado sobre la situación real en el país, lejos de apaciguar los ánimos racistas de la población hutu, armó a las fuerzas ruandesas —que pasaron de 3.500 a 55.000 hombres— con material de guerra y formación técnica.

Veinte años después es el título de la célebre novela de Dumas. Pero hoy, en Francia, es el fin de una historia muy poco edificante, por no decir criminal: la condena “histórica” del genocida ruandés Pascal Simbikwanga ha servido para esclarecer la implicación francesa antes, durante y después de la matanza de 800.000 tutsis por los hutus. Los dos meses de un proceso expedido a ritmo acelerado sirvieron para demostrar que este tal Pascal Simbikwanga no fue un simple actor, si no “la típica, aséptica, distante actuación del autor intelectual y no la del autor material que chapotea en la sangre”. También se dejaron al descubierto los contactos entre el criminal y la policía política francesa. Un proceso doloroso en el que Alain Gauthier, en nombre del colectivo de las partes civiles, tuvo que recordar algo evidente en todos los genocidios del mundo: “La marca del genocidio es el silencio de nuestros muertos”.

Los hechos son conocidos. Aunque el atentado cometido el 6 de abril de 1994 contra el Falcon del presidente ruandés Juvénal Habyarimana nunca fue la causa de una sangrienta depuración étnica, anunciada y preparada desde 1991, la muerte del jefe del Estado hutu fue la señal para el comienzo del tercer genocidio de la historia reconocido por Naciones Unidas, el cometido entre el 6 de abril y el 4 de julio de 1994 por el régimen hutu contra el pueblo tutsi (y sus apoyos hutus).

Mientras Francia se hundía en una estrategia negacionista en cuanto a su responsabilidad, la justicia brillaba por su lentitud y el entierro de todos los procesos comenzados en 20 años, que llevaron a la condena de Francia por la Corte Europea de Derechos Humanos. Sin embargo, en enero de 2014 la cámara de primera instancia del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) confió a la justicia francesa la tarea de juzgar a dos presuntos genocidas: Wenceslao Munyeshyaka y Laurent Bucyibaruta. Esta decisión obligará a juzgar a todos los que desde hace años viven en Francia en la impunidad. También en enero de 2014, un “polo” judicial especializado en los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra, basado en el principio del Derecho Internacional bautizado como de “competencia universal”, se instauró en los Tribunales de París.

Durante muchos años se formó una estrategia de la negación sobre las responsabilidades del conflicto tutsis-hutus

La notable importancia del juicio de Pascal Simbikwanga y su condena es que pone también punto final a la propaganda gubernamental francesa en lo que concierne a su propia responsabilidad por la muerte de un presidente ruandés y por el genocidio que se derivó de ella. Durante 20 años, en nombre de la razón de Estado y a causa de la investigación partidista del juez Bruguière, no solamente no se arrojó luz alguna sobre la responsabilidad de los criminales hutus y la de los militares, políticos y diplomáticos franceses destinados en Ruanda, sino que se instrumentó un auténtico montaje de declaraciones oficiales con la complicidad de ciertos medios de comunicación. Así se formó una estrategia de la negación, un negacionismo político en el máximo nivel acerca de las responsabilidades francesas en la preparación, el desarrollo, el resultado y la protección ulterior de los agentes genocidas —siendo, por otra parte, el negacionismo la cosa mejor compartida del mundo—. Teorías engañosas que como una tela de araña resisten a toda lógica o análisis racional de los hechos.

De hecho, durante 20 años Francia ha sido la caja de resonancia de las teorías negacionistas sobre el genocidio y uno de los pocos países occidentales que no pidieron perdón al pueblo ruandés. Hasta ese momento la justicia francesa liberaba, uno tras otro, y permitía vivir sin problemas a genocidas conocidos, como el abate Munyeshaka, que ejerce en una parroquia de Normandía, a numerosos responsables del antiguo régimen hutu o a la viuda del presidente Habyarimana.

Sin embargo, “después de que el dossier del juez Bruguière pasara a las manos de Marc Trevidic, juez antiterrorista que, este sí, estuvo en el lugar de los hechos”, escribe Colette Braeckman (una de las especialistas más precisas acerca del genocidio ruandés) en Le Soir de Bruselas, “el proceso actual, que se desarrolló en condiciones unánimemente reconocidas como serias, ha demostrado la eficacia del polo genocida”. Para Braeckman, si la reciente condena de Simbikwanga “no cierra el doloroso legajo francés del genocidio de tutsis, marca una primera etapa en el restablecimiento de la verdad… y ha restaurado el honor de la justicia francesa”.

Iba siendo hora.

Nicole Muchnik es periodista y pintora.

El genocidio de Ruanda de 1994 (1.000.000 de asesinatos), por Hernán Zin…

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Serie de 6 artículos sobre el genocidio de Ruanda, 1994

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Veinte años del genocidio de Ruanda: un trabajo eficiente (1)

24 marzo 2014

El 7 de abril se cumple el vigésimo aniversario del genocidio de Ruanda. Aquí algunas impresiones, reflexiones, datos y testimonios que he recogido a lo largo de los últimos días en el país de las mil colinas junto a Jon Sistiaga para un documental que emitirá próximamente Canal Plus.

Se suele sostener que el Holocausto resultó un éxito gracias a los medios tecnológicos con los que contaron los nazis para agrupar, controlar y asesinar a judíos y gitanos. Sin embargo, los hutus de Ruanda, que no tuvieron más que pistolas, granadas y machetes, resultaron mucho más eficientes en su particular genocidio contra los tutsis y los hutus moderados.

La diferencia fue que mientras los alemanes dejaron en unas pocas manos la ejecución de la llamada “solución final”, en Ruanda desde jóvenes hasta ancianos salieron a la calle a matar. Maestros asesinaron a alumnos; médicos a enfermos. Fue, en este sentido, un genocidio popular.

La ola de muerte que se desató el 7 de abril de 1994 en este pequeño país tuvo un ritmo vertiginoso. Hagamos cuentas. Un millón de personas asesinadas en cien días. Esto equivale a 10.000 muertes al día. 416 por hora. 25 al minuto.

Pero hay dos factores importantes que señalan una eficiencia destructiva superior aún: la mayoría de los muertos tuvieron lugar durante las tres primeras semanas; los asesinos interhamwe se tomaban el genocidio como un trabajo de ocho horas diaria, no más. De hecho, esa era la consigna que daba el gobierno a través de Radio Mil Colinas: salir a matar era un trabajo.

 

Veinte años del genocidio de Ruanda: el silencio de EEUU (2)
25 marzo 2014

La batalla de Mogadiscio, recreada por la película “Black Hawk Derribado” de Ridley Scott, tuvo lugar los días 3 y 4 de octubre de 1993. Enfrentó a fuerzas especiales de EEUU con los hombres del señor de la guerra Mohamed Farrah Aidid. Terminó con la vida de 18 soldados de EEUU y la de más de mil somalíes. Y significó la salida de las tropas estadounidenses de Somalia. Sería la última vez que este país formaría parte directamente de una misión de paz de la ONU.

Para el presidente Bill Clinton aquello supuso una gran derrota. Sobre todo frente a la opinión pública. La foto del soldado Cleveland arrastrado por una multitud de somalíes por la calles de Mogadiscio enfureció al estadounidense medio, que no entendía qué hacían fuerzas de su país en una misión para alimentar a los hambrientos de un lugar de África del que nunca había escuchado hablar.

Años más tarde, periodistas como Peter Bergen rebelaron que Osama Bin Laden no solo financió a los hombres de Mohamed Farrah Aidid sino que envió a sus propios comandos a luchar contra los norteamericanos en Somalia. Esto hace de la Batalla de Mogadiscio, el primer enfrentamiento entre Occidente y Al Qaeda. Un avance de lo que sería la tónica en la primera década del siglo XXI.

Por eso, cuando seis meses más tarde comenzó el Genocidio en Ruanda, la administración Clinton hizo todo lo posible por evitar tener que volver a mandar nuevamente soldados a África. La primera estrategia que siguió fue negar el Genocidio, pues como suscriptor de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio – que firmó en 1981 – tenía la obligación de intervenir para impedir y castigar los actos tendientes a destruir una nación, etnia, raza o grupo religioso.

Madeleine Albright, en aquel entonces embajadora de EEUU para la ONU, hizo todo lo posible por minimizar lo que sucedía en Ruanda.

Pidió reducir el número de cascos azules de la ONU. Retrasó varias reuniones del Consejo de Seguridad. Cada día de demora, sumaba otros once mil muertos. Muy curioso siendo ella misma una refugiada checa de padres que escaparon del nazismo. Su equipo hablaba a la prensa de un “un posible acto de de genocidio”, pero nunca de un genocidio en sí, estrategia ridícula que causaba asombro y estupor entre los periodistas y diplomáticos.

Finalmente, ocho países africanos decidieron intervenir para frenar el Genocidio. Solo pidieron a EEUU apoyo aéreo para transportar las tropas. Bill Clinton accedió pero fue Francia quien intervino a través de la llamada Operación Turquesa, que sirvió más para proteger a sus aliados hutus que para salvar vidas tutsis.

 

Veinte años del genocidio de Ruanda: la complicidad de Francia (3)

26 marzo 2014

Sobre las conciencias de Madeleine Albright y Bill Clinton permanece el no haber actuado a tiempo para frenar el Genocidio de Ruanda. Y sobre las de algunos políticos franceses como el fallecido François Mitterrand, Alan Juppé y Dominique de Villepin, una responsabilidad aún mayor: haber colaborado directamente con los extremistas hutus que terminarían con la vida de casi un millón de tutsis y hutus moderados.

Una de las prioridades en política exterior francesa es mantener la influencia en sus antiguos dominios africanos. Si bien Ruanda es una antigua colonia belga, Francia vio en ella la posibilidad de incrementar su poder en un continente inmensamente rico en recursos en recursos naturales, de expandir la llamada francofonía. Para ello, su estrategia fue apoyar a la mayoría hutu, pues veía en los rebeldes tutsis, surgidos en Uganda, a representantes del África anglohablante, británica.

François Mitterrand mantuvo una estrecha relación personal con el presidente Juvénal Habyarimana, perteneciente a la etnia hutu. No le importaba que llevara casi treinta años en el poder, que no hubiese libertad política ni de expresión, que las matanzas contra tutsis se volvieran a reavivar en los años noventa, el gobierno francés enviaba regularmente armamento y militar personal a Ruanda. El hijo de Mitterrand, Jean Christophe, también mantenía una gran amistad con Habyarimana. No en vano se dedicaba al comercio de armas.

Cuando surge en Uganda la guerrilla tutsi del Frente Patriótico Ruandés (FPR) e invade el norte del país para tratar de deponer al dictador, son comandos franceses los que luchan contra estos rebeldes. De no haber sido por la intervención militar gala, el gobierno del presidente Habyarimana habría caído rápidamente en 1991.

Operación Turquesa

Llega el año 1994, el asesinato de Habyarimana es la excusa perfecta para lanzar el genocidio que los ultras hutus llevaban años gestando en los medios de comunicación y a través de los grupos paramilitares conocidos como interahamwe. El ritmo de asesinatos en masa resulta escalofriante, sin embargo, Francia sigue apoyando a los hutus que han tomado el poder tras la muerte de Habyarimana. El dialogo entre París y Kigale es fluido. El gobierno francés vende a su prensa que las matanzas son espontáneas, muestras de ira por el asesinato del presidente hutu, y que suceden en ambas direcciones.

Es recién en el tercer mes del genocidio cuando el Gobierno francés, presionado por la opinión pública, toma la decisión de lanzar una “campaña humanitaria” para salvar a los tutsis. Con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU organiza la Operación Turquesa, que fue en realidad la creación de un corredor que permitió la huida de millones de hutus a la vecina Zaire, incluidos los responsables del genocidio. Del otro lado de la frontera, armó a los ahora rebeldes hutus. En la propia Francia dio asilo a muchos altos cargos del régimen genocida.

Algunos soldados franceses expresaron públicamente su estupefacción al descubrir que habían sido usados para salvar a los genocidas y no a sus víctimas (de hecho, durante la operación Turquesa, decenas de miles de tutsis siguieron siendo aniquilados). El ex presidente Valéry Giscard d’Estaing acusó a las fuerzas armadas francesas de “proteger a los que han llevado a cabo las masacres”.

En 2006, un juez francés acusó al actual presidente ruandés Paul Kagame de haber orquestado el asesinato de Habyarimana, cuyo avión, un Falcon 50 jet regalo del primer ministro Jacques Chirac, se estrelló cerca del aeropuerto de Kigali. Investigaciones posteriores apuntan a que fueron hutus extremistas, deseosos de desatar el genocidio, quienes dispararon contra el avión del presidente.

La respuesta de Ruanda, que rompió relaciones diplomáticas con Francia llegó dos años más tarde en un informe de 500 páginas. Esta investigación, basada en 150 entrevistas, sostenía la vinculación de 33 altos cargos y políticos franceses con el Genocidio. Un curioso cambio de tornas si tenemos en cuenta que casi siempre son los gobiernos de Europa y EEUU, o las ONG de estos países, las que acusan de violaciones de derechos humanos.

Me envían desde la Embajada de Francia en España la siguiente información:
«En un artículo con fecha de 26 de marzo publicado en un blog de 20minutos.es, se ha acusado a Francia de complicidad en el genocidio ruandés. Esta alegación es gravísima e infundada.
Cuando empezó el genocidio ruandés el 7 de abril de 1994, fue Francia la primera en recurrir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y fue Francia quien recibió el mandato de desplegar una operación humanitaria. Ésta permitió que se evacuaran a miles de personas supervivientes y que miles de personas desplazadas pudieran recibir auxilios y cuidados. Ya en noviembre de 1994, Francia apoyó la creación del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, con quien colabora estrechamente desde el comienzo de sus actividades.
En Francia ha habido un debate sobre nuestra responsabilidad en la tragedia ruandesa y todos los protagonistas franceses y varias personalidades internacionales han comparecido ante una comisión parlamentaria multipartidaria que, además, ha tenido acceso a los archivos sin ninguna restricción. Dicha comisión concluyó, en 1998, que en ningún momento se podía sostener la acusación de responsabilidad de Francia en la comisión del genocidio, si bien se podía lamentar no haberse dado cuenta de que el genocidio ya se estaba preparando en los meses previos.
El informe exhaustivo de esta comisión es de dominio público. Hay que recordar que, desde 1993, llevábamos un acuerdo de paz entre los hutus y los tutsis en el marco de la ONU, y que fue el fracaso de dicho acuerdo el que desencadenó el genocidio.
Existe una discusión legítima sobre la acción de la comunidad internacional antes y durante el genocidio. Francia asume la parte que le corresponde, y además desde hace bastante tiempo, para comprender las innegables insuficiencias de la reacción internacional con respecto al drama ruandés. Los mecanismos jurídicos y políticos resultaron claramente ineficaces para anticipar y prevenir el genocidio. Esta constatación obliga a la comunidad internacional a revisar sus instrumentos, y es la razón por la cual Francia apoya activamente el principio de la responsabilidad de proteger, en virtud del cual las poblaciones deben ser preservadas de todo genocidio, de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad.
La libertad de prensa y la libertad de expresión son unos derechos fundamentales, que Francia defiende con fuerza y que van unidos con el afán de una información justa y del respeto del otro. Es en nombre de esos principios que quería responder, poniendo a disposición de los lectores todos los elementos de una discusión en profundidad sobre la cuestión trágica del genocidio ruandés.
Jérôme Bonnafont, Embajador de Francia en España.»

 

Veinte años del genocidio de Ruanda: la indiferencia de la ONU (4)
31 marzo 2014

Estados Unidos nunca pidió perdón por haber negado durante semanas el Genocidio. Francia tampoco ha hecho acto de contrición alguno por haber armado, entrenado y apoyado militarmente a los radicales hutus que llevarían a cabo el exterminio tutsi (fanáticos que ya habían perpetrado la matanza de decenas de miles de tutsis en 1991 y que, tras el genocidio, una vez exilados en la República Democrática del Congo, provocarían una guerra que costaría la vida a cinco millones de personas).

Paradójicamente, quien sí pidió perdón en numerosas ocasiones fue el hombre que desde la propia Ruanda alertó a la comunidad internacional sobre lo que iba suceder. Supongo que esa es la diferencia entre tomar decisiones desde un despacho o estar en el terreno, a pie de calle, mirando a los ojos a la gente, como lo estaba el Mayor General Roméo Dallaire, comandante de la misión de la ONU en Ruanda.

Crónica de un genocidio anunciado

El 11 de enero de 1994, casi tres meses antes del comienzo del Genocidio, Dallaire envió un fax urgente a la ONU en el que describía con asombrosa precisión lo que iba a suceder:

. Los radicales hutus planean asesinar a soldados belgas de la ONU para provocar la salida de Bélgica del país.

. Los interharamwe se están agrupando en grupos de 40 hombres dispersos por Kigale, tras haber sido entrenados por el ejército de Ruanda.

. Los registros que la ONU ha hecho de los tutsis en Kigale podrían ser usados para su exterminio. Los grupos armados se dicen capaces de matar a mil tutsis en apenas 20 minutos.

Esta información Dallaire la recibió de un antiguo miembro de la seguridad del presidente de Ruanda, al que le habían encargado entrenar a los interharamwe. Este hombre, que pedía a la ONU protección para sí mismo y su familia, respaldaba la lucha contra los rebeldes tutsis del RPF pero no la matanza indiscriminada de civiles.

Dallaire, en su fax a la ONU, no solo informa sobre lo que va a suceder sino que traza un plan de acción para evitarlo. Lo primero que solicita es intervenir los depósitos de armas en Kigale. Según el tratado de Paz de Arusha, firmado entre los rebeldes tutsis y el gobierno Hutu de Ruanda en 1993, la capital debía estar libre de armas.

Sin embargo, como sostiene Philip Gourevitch en su magnífico libro We Wish To Inform You that Tomorrow We Will Be Killed With Our Families, los aviones franceses cargados de armamentos ligero no dejaban de llegar a la capital. Los machetes llegaban desde China.

Sin respuesta de NY

Kofi Annan, futuro Secretario General de la ONU, estaba al frente de las misiones de paz de la organización. Iqbal Riza, su mano derecha, respondió esa misma noche al fax de Dallaire, en el que se sería uno de los mayores fallos en la historia de la ONU.

Le decía que no podía incautar las armas, según el mandato de la misión en Ruanda, conocida por el acrónimo UNAMIR. Su obligación era informar al presidente del país de esa actividades y pedirle que actuase.

Tiempo más tarde, Riza se justificaría diciendo que a su despacho en Nueva York llegaban todos los días faxes con noticias alarmantes. Y que aquella información que podría haber salvado la vida de un millón de personas, había naufragado entre las llamadas de teléfono, las visitas, las reuniones, el hilo musical y la distancia.

Dallaire envió el mismo fax a las embajadas de EEUU, Francia y Bélgica, por lo que otros tantos funcionarios y políticos en estos países también fueron informados de lo que iba a suceder.

 

Veinte años del genocidio de Ruanda: Kangura, la revista del odio (5)
01 abril 2014

Hassan Ngeze fue el equivalente ruandés de aquel perverso propagandista alemán, Julius Streicher, que dirigió Der Stürmer, el periódico que funcionó como epicentro de la difusión de la ideología nazi en los años previos a la segunda guerra mundial. Julius Streicher terminó siendo juzgado y ejecutado. Ngeze cumple cadena perpetua en una prisión de Ruanda.

Musulmán de origen hutu, Ngeze ejerció un rol fundamental en la propaganda victimista y racista que llevaría a decenas de miles de ruandeses a levantar los machetes contra sus vecinos tutsis. Lo hizo a través de su revista, llamada Kangura, que estaba financiada por elementos radicales del partido del presidente Juvénal Habyarimana.

El ideologo

Por supuesto que, en un país como Ruanda, que en aquel momento tenía un alto índice de analfabetismo, Radio Télévision Libre des Mille Collines (RTLM) resultaba mucho más eficiente a la hora de llegar a la población en general (os recomiendo el trabajo de Allan Thomson sobre la prensa en aquellos días).

Sin embargo, la perversa habilidad de Ngeze radicaba en que las consignas que lanzaba en la revista Kangura se convertían rápidamente en el credo de los extremistas hutus.

Los diez mandamientos hutu

De todas las macabras invenciones de Ngeze, que dirigía Kangura, los llamados “Diez mandamientos hutu” fueron los más populares. Se leían en las radios, en los mítines, en las iglesias.

. El primer mandamiento hablaba de las mujeres tutsis, que si bien eran las más guapas y deseadas, trabajaban para su propio grupo étnico, por tanto, el hutu que se casa con una tutsi es un traidor.

. Las mujeres hutus deben vigilar a sus maridos, hermanos e hijos para que no se dejen seducir por las tutsis.

. Los tutsis son siempre deshonestos en los negocios. Un buen hutu no realiza transacciones con ellos.

. El octavo mandamiento es el más sintético y terrible de todos: “Los hutus deben dejar de tener piedad de los tutsis”.

El número en el que se publicaron los Diez Mandamientos Hutu traía una gran foto del presidente francés Francois Mitterand en la que se leía “El amigo que te ayuda cuando lo necesitas, es un gran amigo”.

Portadas que vislumbran el genocidio

Desde que apareciera en 1990, los distintos números de la revista Kangura – cuyo nombre quiere decir “despertadlos” – fueron anunciando lo que iba a ser el Genocidio.

. La portada de noviembre de 1991 se preguntaba “¿Qué armas usaremos para vencer a las cucarachas para siempre?”. Junto a esta frase aparecía un machete.

. El número de enero de 1994 anunciaba que el presidente Juvénal Habyarimana iba a ser asesinado en marzo.

. En ese mismo ejemplar pedía en tono amenazante a la misión de la ONU en Ruanda, UNAMIR, que reconsiderada los riesgos a los que se exponía.

Si bien sus principales víctimas eran los tutsis – a los que acusaba de venir de Etiopía, de tener planes secretos para aniquilar a los tutsis – la publicación de Ngeze también azuzaba a los hutus moderados. Sostenía que el presidente Habyarimana no era lo suficientemente duro con los tutsis.

Esta estrategia de cuestionar al gobierno le valió a Ngeze una breve temporada en prisión. Lo curioso es que Amnistía Internacional abogó por la liberación del editor de Kangura, al que calificó de crítico del sistema, cuando en realidad fue uno de los hombres que lo modeló ideológicamente hasta el genocidio.

 

Veinte años del genocidio de Ruanda: sin noticias de la prensa extranjera (6)
02 abril 2014

Hasta ahora hemos repasado la sucesión de errores, connivencias, dilaciones e ineptitudes, desde EEUU pasando por Francia y la ONU, que permitieron el genocidio de Ruanda. A esta lista podríamos sumar una circunstancia que no se suele mencionar: la ausencia casi absoluta de periodistas extranjeros.

No sería desacertado suponer que, de haber mostrado las cadenas internacionales y los periódicos imágenes de las matanzas, los radicales hutus no hubiesen actuado con tanta impunidad y el mundo no habría tardado tanto en reaccionar. Sin embargo, la prensa no llegó a tiempo y en esa época no existían teléfonos con cámaras de fotos e Internet estaba en sus albores, por lo que casi no hay imágenes del genocidio.

La mayor matanza de personas de las últimas décadas apenas tiene elementos gráficos que den testimonio de su horror. Carece de una imagen distintiva como sí la tuvieron Plaza Tiananmen, la ofensiva del Tet, la hambruna de Etiopía o el fracaso de Estados Unidos en Somalia.

Salvar a los extranjeros

En el momento en que es derribado el avión del presidente Juvénal Habyarimana, que provocó que en cuestión de pocas horas los radicales hutus anegaran la capital de barreras en las calles para exterminar a los tutsis, solo había dos periodistas en toda Ruanda: Katrina van der Schoot, reportera freelance para radio Bélgica, y Lindsay Hilsum, que trabajaba para UNICEF pero colaboraba con la BBC, The Guardian y The Observer.

Días más tarde llegaron cronistas de grandes medios, más que para hablar de la violencia, para cubrir la salida masiva de extranjeros. Uno de ellos fue Mark Doyle, reportero de la BBC con base en Nairobi. Uno de los escasos reporteros que pasó en Ruanda la mayor parte del genocidio. Entró primero al país por el norte, junto a las tropas rebeldes de Paul Kagame, pero luego, al descubrir que no podía seguir avanzando hacia Kigale, se trasladó a Entebbe, Uganda.

En este aeropuerto consiguió que un avión del Programa Mundial de Alimentos que iba a repatriar extranjeros lo llevara junto a otros periodistas a la capital de Ruanda. Según cuenta el propio Doyle, Romeo Dallaire, el general al mando de las fuerzas de la ONU, no se mostró muy contento al verlos llegar. Muchos periodistas se quedaron en el aeropuerto, que el 9 de abril había sido tomado por comandos franceses para garantizar la repatriación. Desde allí acompañaban a las tropas extranjeras en las incursiones para rescatar a sus nacionales.

Comprender la situación

Las imágenes de aquellas incursiones son desgarradoras, pues los tutsis suplicaban por sus vidas, pero solo los blancos eran sacados de allí. Lo terrible es que el día 10 de abril había más de 1.500 soldados de EEUU, Francia y Bélgica en Kigale, pero solo para rescatar a los extranjeros. De haber recibido las órdenes correctas, podrían haber cambiado el curso de los acontecimientos con facilidad.

Periódicos como The New York Times o el Washington Post publicaron crónicas diarias en aquellos momentos, pero lo hicieron en las páginas interiores, y muchas veces con fotos antiguas o sin contexto que reforzaron el mito de un enfrentamiento tribal. Las noticias de África estaban centradas en las históricas elecciones de Sudáfrica, que llevarían a Nelson Mandela al poder.

Una vez que los extranjeros – curas, diplomáticos, cooperantes – fueron repatriados, la mayoría de los reporteros se fueron con ellos. La historia en Ruanda, al menos desde lo que creían que sus públicos querían saber sobre aquel conflicto en un país perdido en el corazón de África, había terminado.

Mark Doyle permaneció. La lectura de sus crónicas muestra cómo empieza a comprender gradualmente la situación. Va dejando de hablar de la guerra para centrarse en el asesinato masivo de civiles hasta que el día 29 de abril se anima a usar la palabra clave, genocidio, en parte gracias al amparo de un informe de Oxfam.

Uno de los problemas que sufrió Doyle en su trabajo fue que la redacción en Londres seguía anclada en la teoría de que eran matanzas surgidas del caos y perpetradas de igual manera por ambos bandos. Quizás se deba a los clichés sobre África, pero les costaba aceptar que aquello fuera un exterminio metódico y organizado de seres humanos.

Un cámara escondido

Otro reportero de excepción que estuvo durante el genocidio fue el cámara freelance Nick Hughes, que terminaría por testificar como testigo en la Corte Penal Internacional para Ruanda. Las imágenes que Hughes grabó el día 18 de abril se convirtieron en el documento por antonomasia sobre el genocidio.

Las grabó escondido en lo alto de una escuela francesa en Kigale. Para no ser descubierto enfocó la cámara a través del tubo de un lanzagranadas que le dejó un soldado belga.

En las imágenes se ve a una mujer al costado de una carretera polvorienta, rodeada de cadáveres. Aturdida, levanta los brazos y suplica uniendo las manos. Pasan varios minutos. Los asesinos interhamwe van y vienen con sus machetes. Parecen no verla. Hasta que un par de ellos se detienen, la asestan varios golpes mortales, y siguen caminando de forma casual.

El personaje del periodista que interpreta Joaquim Phoenix en “Hotel Ruanda” se basa en Hughes. De hecho, hay un momento en el que Phoenix realiza una grabación similar. Hughes volvió a Ruanda en 2008 para la grabación del documental “Iseta, detrás del puesto de control”, en el que se encuentra con la familia de la mujer cuyo asesinato grabó en 1994.

Todos a Zaire

Cuando Francia lanza la Operación Turquesa, es entonces que los periodistas llegan en masa. Se instalan servicios satelitales para que las cadenas internacionales puedan transmitir en directo. La paradoja es que en ese momento la noticia ya no es el genocidio sino el hacinamiento de los refugiados hutus en la vecina Zaire, donde mueren por millares a causa del cólera.

La diferencia fue que mientras los alemanes dejaron en unas pocas manos la ejecución de la llamada “solución final”, en Ruanda desde jóvenes hasta ancianos salieron a la calle a matar. Maestros asesinaron a alumnos; médicos a enfermos. Fue, en este sentido, un genocidio popular.

La ola de muerte que se desató el 7 de abril de 1994 en este pequeño país tuvo un ritmo vertiginoso. Hagamos cuentas. Un millón de personas asesinadas en cien días. Esto equivale a 10.000 muertes al día. 416 por hora. 25 al minuto.

Pero hay dos factores importantes que señalan una eficiencia destructiva superior aún: la mayoría de los muertos tuvieron lugar durante las tres primeras semanas; los asesinos interhamwe se tomaban el genocidio como un trabajo de ocho horas diaria, no más. De hecho, esa era la consigna que daba el gobierno a través de Radio Mil Colinas: salir a matar era un trabajo.

 

* Esta serie de veinte artículos sobre los veinte años del Genocidio de Ruanda forma parte de “Matando perros”, mi próximo libro. Se basa en al menos un centenar de entrevistas realizadas en más de 15 viajes a Ruanda y a la vecina República Democrática del Congo a lo largo de los últimos cinco años; así como en los libros escritos por Philip Gourevitch, Linda Poltman, Jean Hatzfeld, Lieve Joris, Linda Melvern, Andrew Wallis, Samantha Power, Daniel Kroslak, Roméo Dallaire; y en numerosos informes de la ONU, de organizaciones de Derechos Humanos y gobiernos (Hernan Zin)

(SEGUIREMOS PUBLICANDO ESTA SERIE DE INTERESANTES ARTICULOS EN LA MEDIDA QUE ESTEN DISPONIBLES)

http://blogs.20minutos.es/enguerra/

Noam Chomsky: el objetivo de la educación, la des-educación…

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Filosofia Costa-Rica

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Noam Chomsky critica el actual sistema de enseñanza. Frente a la idea de que en nuestras escuelas se enseñan los valores democráticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de enseñanza diseñado para formar profesores cuya dimensión intelectual quede devaluada y sea sustituida por un complejo de procedimientos y técnicas; un modelo que impide el pensamiento crítico e independiente, que no permite razonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija estas explicaciones como las únicas posibles.
Transcripción realizada por Luis Rivas para Rebelión

El objetivo de la educación

Podemos preguntarnos cuál es el propósito de un Sistema Educativo y, por supuesto, hay marcadas diferencias en este tema. Hay la tradicional: una interpretación que proviene de la Ilustración, que sostiene que el objetivo más alto en la vida es investigar y crear, buscar la riqueza del pasado, tratar de interiorizar aquello que es significativo para uno, continuar la búsqueda para comprender más, a nuestra manera. Desde ese punto de vista, el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. Es uno mismo el aprendiz que va a realizar logros durante la educación y, por lo tanto, depende de uno cuánto logremos dominar, adónde lleguemos, cómo usemos ese conocimiento, cómo logremos producir algo nuevo y excitante para nosotros mismos, y tal vez para otros.

Ese un concepto de educación. El otro concepto es, esencialmente, Adoctrinamiento; algunas personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes, aceptarán estructuras existentes sin cuestionar, etc. Y esto resulta, con frecuencia, bastante explícito. Por ejemplo: después del activismo de los años 60, había mucha preocupación en gran parte de la gente educada, porque los jóvenes se estaban volviendo demasiado libres e independientes, que el país se estaba llenando con demasiada democracia. Y de hecho hay un estudio importante que es llamado «La crisis de la democracia», que afirma que hay ciertas instituciones de los jóvenes -la frase es de ellos- que no están haciendo su trabajo adecuadamente; se refieren a escuelas, universidades, iglesias, que tienen que ser modificadas para que lleven a cabo, con más eficiencia, esa idea, que, de hecho, proviene de liberales internacionalistas, de gente altamente educada.

En efecto, desde esos tiempos se han tomado muchas medidas para tratar de orientar el sistema educativo hacia uno provisto de mayor control, más adoctrinamiento, más formación vocacional, con estudios tan costosos que endeudan a los estudiantes y los atrapan en una vida de conformismo.

Eso es exactamente lo contrario de lo que yo describo como una tradición proveniente de la Ilustración. Y hay una lucha constante entre estos dos enfoques, en las universidades y escuelas. En las escuelas ciertamente se les entrena o para pasar exámenes o bien para la investigación creativa, entendiendo esta ultima como dedicarse a intereses que son estimulados por los cursos en los que se profundiza por cuenta propia o en cooperación con otros. Esta lucha se extiende también al posgrado o a la investigación.

Son dos maneras ver el mundo. Cuando uno ve las instituciones de investigación, como esta en la que estamos [Nota de Transcripción: MIT], observa que a nivel de posgrado se sigue esencialmente la idea de la Ilustración. De hecho la Ciencia no podría progresar a menos que esté basada en la inculcación del impulso por el desafío, por el cuestionamiento de doctrinas o de la autoridad, a través de la búsqueda de alternativas o del uso de la imaginación, con el trabajo cooperativo que aquí, en esta institución, es constante. Y para verlo, solo se necesita caminar por los pasillos.

Esto es lo que, desde mi punto de vista, debe ser un sistema educativo desde la educación preescolar.

Pero hay estructuras poderosas en la sociedad que prefieren ver a la gente adoctrinada y formateada sin que hagan muchas preguntas, siendo obedientes, realizar la función que se les ha asignado y no tratar de sacudir los sistemas de poder y autoridad. Son opciones que tenemos que elegir

sin importar nuestra posición en el Sistema Educativo, como profesores, estudiantes, o gente externa que trata de ayudar a darle forma, en la manera que ellos creen que debe hacerse.

El impacto de la tecnología

Ha habido ciertamente un crecimiento muy sustancial en nuevas tecnologías: de comunicación, información (acceso e intercambio) o en la naturaleza de la cultura de la Sociedad. Pero debemos tener en cuenta que los cambios tecnológicos que están ocurriendo, a pesar de ser significativos, no tienen, ni de lejos, el mismo impacto que los avances tecnológicos de hace alrededor de un siglo. El cambio, si hablamos sólo de comunicación, de una máquina de escribir a una computadora o del teléfono al correo eléctronico es significativo, pero no se puede comparar con el cambio de barcos de vela al telégrafo: la reducción en eI tiempo de comunicación, por ejemplo entre Inglaterra y los Estados Unidos, fue extraordinaria comparada con los cambios que están ocurriendo ahora. Lo mismo ocurre con otros tipos de tecnología: algo tan sencillo como el agua corriente y el alcantarillado en las ciudades tuvo enormes consecuencias para la salud; mucho más que el descubrimiento de los antibióticos. Los cambios actuales son reales y significativos, pero debemos reconocer otros que ocurrieron y cuyos efectos fueron mucho más drásticos.

En cuanto a la tecnología en la educación, debe decirse que la tecnología es algo neutro. Es como un martillo: al martillo no le importa si lo usas para construir una casa o si un torturador lo usa para aplastarle el cráneo a alguien. El martillo puede hacer ambas cosas. Es lo mismo con la tecnología moderna. Por ejemplo: internet es extremadamente valiosa si se sabe lo que se está buscando; yo la uso todo el tiempo en mi investigación. Si se sabe lo que se está buscando, si se tiene una especie de marco de referencia, que nos dirige a temas particulares y nos permite dejar al margen muchos otros, entonces puede ser una herramienta muy valiosa. Por supuesto, uno debe estar siempre dispuesto a preguntarse si el marco de referencia es el correcto: tal vez algo que encontremos cuestionará la forma en que vemos las cosas. No se puede perseguir ningún tipo de investigación sin un marco de referencia relativamente claro que dirija la búsqueda y que ayude a seleccionar lo que es significativo y lo que no lo es, Io que hay de que dejar de lado, a lo que hay que darle seguimiento, lo que merece ser cuestionado o desarrollado.

No se puede esperar que alguien llegue a ser, por así decirlo, biólogo, nada más con darle acceso a la biblioteca de biología de la Universidad de Harvard y diciéndole: «léela». Eso no le sirve de nada, y el acceso a internet es lo mismo: si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene idea de lo que es relevante, dispuestos a cuestionarse esta idea, si no se tiene eso, explorar en internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada.

Entonces, detrás de cualquier uso significativo de la tecnología contemporánea, como internet, sistemas de comunicación, gráficos o lo que sea, a menos que detrás de ese uso haya un aparato conceptual bien dirigido, bien construído, es poco probable que este resulte útil, y hasta podría ser dañino. Si se toma un hecho incierto aquí y otro allá y alguien los refuerza, terminamos con un panorama que tiene algunas bases objetivas, pero nada que ver con la realidad. Hay que saber cómo evaluar e interpretar para entender.

Volviendo a la biología, la persona que gana el premio Nobel no es la que lee más artículos y toma más notas; es la persona que sabe qué buscar. Cultivar esa capacidad para buscar lo que es significativo y estar siempre dispuesto a cuestionar si estamos en el camino correcto, de eso es de lo que debe tratar la educación, ya sea usando computadores e internet o lápiz, papel y libros.

Costo o Inversión

La Educación es discutida en términos de si es una inversión que vale la pena, de si genera un gran capital humano que puede ser usado en el crecimento económico, y esa es una manera muy extraña, muy distorsionada, de cuestionarse el tema, opino. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.

Una educación como aquella de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros, tiene un valor por sí misma. Independientemente del impacto que tenga en la sociedad tiene un valor, porque ayuda a crear seres humanos mejores. Después de todo a eso es a lo que debe servir un sistema educativo.

No obstante, si se quiere ver en términos de costo y beneficio, tomemos por ejemplo la nueva tecnología de la que hablábamos: ¿de dónde viene? Bueno, pues mucha de ella fue desarrollada exactamente donde estamos sentados [Nota de Transcripción: MIT]. En el piso de abajo había un gran laboratorio en los años 50, donde fui empleado de hecho, y donde había muchos científicos, ingenieros, gente con todo tipo de intereses, filósofos y otros, que desarrollaron el carácter básico y aún las herramientas básicas de la tecnología que es común hoy día. Las computadoras e internet estuvieron exclusivamente en el sector público durante décadas, financiadas en lugares como este, donde la gente exploraba nuevas posibilidades; muchas de ellas eran impensables y desconocidas en ese momento, algunas funcionaron, otras no, pero las que funcionaron fueron convertidas en herramientas que la gente puede usar.

Esa es la manera como el progreso científico tiene lugar. Es la manera en la que el progreso cultural tiene lugar, generalmente.

Los artistas clásicos, por ejemplo, son el producto de las habilidades tradicionales que se desarrollaron a lo largo del tiempo con maestros artistas, y a veces con su ayuda se crearon cosas maravillosas.

Todo eso no sale de la nada. Si no existe un sistema cultural y educativo activo, enfocado en la estimulación de la exploracion creativa, con independencia de pensamiento, con disposicion a cruzar fronteras para desafiar las creencias aceptadas… si no se tiene eso, no obtendremos la tecnología que lleva a obtener beneficios económicos. Beneficios, sin embargo, que no creo que sean el objetivo principal del enriquecimiento cultural y la educación.

Evaluación vs. Autonomía

Ha habido, en los últimos tiempos particularmente, una estructuración cada vez mayor de la educación, que comienza a temprana edad y contínúa luego, y que funciona a través de exámenes.

Pasar exámenes puede ser de alguna utilidad tanto para la persona que está pasando el examen -para comprobar cuánto sabe, lo que ha logrado, etc- como para que los instructores se den cuenta qué es lo que hay que cambiar, mejorar, en el desarrollo del curso. Pero más allá de eso no dicen mucho.

Lo sé por mi experiencia de años, he estado en comités de admisión a programas de posgrado avanzado, tal vez uno de los programas más avanzados del mundo, y sí, desde luego, ponemos atención a los resultados de exámenes, pero realmente no mucha. Una persona puede tener resultados magníficos en todos los exámenes y entender muy poco. Todos los que hemos pasado por escuelas, colegios, universidades, sabemos eso. Se puede estar inscrito en un curso que no nos interesa para el que existe el requerimiento de pasar un examen, y se estudia para el examen, se logra pasarlo con la mejor nota y, dos semanas más tarde, no nos acordamos de mucho. Estoy seguro que todos hemos tenido esa experiencia.

Los exámenes pueden ser una herramienta útil si contribuyen a los fines constructivos de la educación, pero si sólo se tratan de una serie de obstáculos que hay que superar pueden no tanto carecer de sentido como distraernos de lo que queremos hacer. De hecho veo esto frecuentemente cuando hablo con profesores: hace un par de semanas estaba yo hablando con un grupo que incluía profesores de escuela y había una profesora de 6º grado, es decir, con alumnos de 10 a 12 años, que vino a hablar conmigo luego y me dijo que en su clase una niña le contó que estaba realmente interesada en un tema: le pedía consejo para aprender más al respecto, pero la maestra se vio obligada a decirle que no podía hacer eso, porque la niña debía estudiar para un examen a nivel nacional que se acercaba y que eso iba a determinar su futuro; la profesora no lo dijo, pero también iba a determinar el de ella, es decir, eso influiría para que la contrataran de nuevo.

Ese sistema no es sino una preparación de los niños para pasar obstáculos, no para aprender, entender y explorar. Esa niña hubiera ganado mucho más si se le hubiera permitido explorar lo que le interesaba y tal vez no sacar una muy buena calificación en un examen de algo que no le interesaba.

Buenas calificaciones vienen por sí solas si el tema coincide con los intereses y preocupaciones del alumno. No digo que los exámenes deban eliminarse, pueden ser una herramienta educativa útil. Pero complementaria, algo que ayude a los estudiantes a mejorar por sí mismos, o para los instructores u otros que necesitemos saber acerca de lo que hacemos e indicarnos lo que debemos modificar.

Pasar exámenes no se puede ni comparar con buscar, investigar, dedicarse a temas que nos atraen y nos estimulan; esto último es mucho más práctico que pasar exámenes. Y, de hecho, si se nos da la oportunidad de este tipo de carrera educativa, el estudiante recordará lo que descubrió.

Un físico mundialmente famoso, aquí en el MIT daba, como muchos catedráticos, cursos a estudiantes nuevos. Un estudiante le preguntó qué temas se iban a cubrir durante el semestre y su respuesta fue: «No importa lo que se cubre, sino lo que se descubre». Y es correcto: la Enseñanza debe inspirar a los estudiantes a descubrir por sí mismos, a cuestionar cuando no estén de acuerdo, a buscar alternativas si creen que existen otas mejores, a revisar los grandes logros del pasado y aprenderlos porque les interesen.

Si la Enseñanza se hiciera así los estudiantes sacarían provecho de ello, y no sólo recordarían lo que estudiaron sino que lo utilizarían como una base para continuar aprendiendo por sí solos.

Una vez más: la educacion debe estar dirigida a ayudar a los estudiantes a que lleguen a un punto en que aprendan por sí mismos, porque eso es lo que van a hacer durante la vida, no sólo absorber información dada por alguien y repetirla.

Rebelion.org

Terremoto de Valparaíso (Chile) de 1906: una gran catastrofe…

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TERREMOTO VALPARAISO
16 DE AGOSTO DE 1906

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El gran terremoto del 16 de agosto de 1906 en la zona de Valparaíso, con intensidades de IX en la escala Mercalli y 8,3 de Richter afectó desde Papudo a la desembocadura del río Rapel. El tsunami generado fue relativamente menor, con alturas máximas de 1 metro. No hubo daños en Valparaíso o poblados costeros, pero se registró en Hawai, Japón, Estados Unidos e islas Marquesas donde hubo pequeños daños.

El terremoto que azotó Valparaíso en 1906 dejó prácticamente destruida toda la ciudad. En medio de esta catástrofe, se produjeron pillajes y saqueos, ante los cuales se ordenó fusilar a quien se encontrara realizando dichos actos.

El terremoto dejó un saldo de 3.000 muertos.

 

TERREMOTO DE 1906

(Cuerpo de Bomberos de Valparaíso)

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En los terremotos más intensos sufridos por Valparaíso: Activa y eficaz colaboración han prestado las Compañías y el Cuerpo entero durante estos terremotos, tanto extinguiendo los numerosos y violentos incendios que se producen, como auxiliando a sus víctimas. Así sucedió en el de 1906 cuando la ciudad quedó destruida por la serie de terremotos de la noche del 16 de agosto. Los voluntarios acudieron a sus cuarteles para sacar el material y dirigirse a los numerosos incendios en donde, mientras combatían al fuego, también removían escombros, socorrían víctimas y servían de policías para proteger las propiedades de los damnificados. Idénticas entereza y participación cumplieron las Compañías de Voluntarios en los fuertes terremotos, sucedidos en Valparaíso, los años 1965, 1971 y 1985 por lo que los actuales servidores de la ciudad, a través del Cuerpo de Bomberos, han reeditado los heroísmos de sus antepasados: Así, a comienzos, como a mediados y también a fines del presente siglo, la Institución de los “Caballeros del Fuego” ha entregado a la ciudad una amplia cuota de sacrificio como, además, de mártires que han dado su vida por los habitantes de este querido Puerto.

A continuación se citamos algunos documentos periodísticos de la época: La noche del 16 de agosto fue una noche de horror que privó a Chile de su puerto principal. Este importante centro comercial de la América del Sur, recibió un golpe tan recio, ha quedado en tal forma destruido que le serán necesarios muchos años e ingentes esfuerzos económicos para poder reconstituirse y recuperar su pasada esplendidez de señora del Pacífico austral. Iglesias, edificios públicos, palacios, monumentos, todo, todo ha caído al impulso incontenible del terremoto y contemplando la ciudad desde los cerros o desde los buques no se ven en pie más que unos cuantos edificios ruinosos y desplomados y un montón interminable de escombros desde el Puerto hasta Bellavista y el Barón.

Los vapores que se encontraban próximos al malecón sintieron golpes de abajo hacia arriba. El vapor «Turinguía» sufrió daños en las planchas de la pasarela de la sala de máquinas, las que fueron violentamente despedidas por los aires, haciendo agua el casco. Otro vapor dañado fue el «Varda» que estuvo a punto de partirse en dos. El vapor inglés «Iron» que había zarpado 30 minutos antes del terremoto sintió el impacto como si se hubiese estrellado contra una roca. En el muelle fue volcada una grúa de cincuenta toneladas. Los daños en el Almendral fueron totales.

Decenas de incendios se declararon de inmediato, especialmente en los cerros del puerto. Frente a la catástrofe, el Capitán Luis Gómez Carreño fue el encargado de la noble tarea de salvar a esa población de las consecuencias terribles de la desmoralización. Ninguno mejor que él podía tomar el mando de las fuerzas encargadas de salvar, al amparo de la ley marcial, del pillaje y de los horrores del saqueo a los habitantes de Valparaíso. Debió sin embargo el Capitán Gómez lamentar la muerte de varios de sus hombres que entregaron esa noche sus vidas en el cumplimiento del deber los que perecieron al tratar de prestar auxilio a los heridos que se encontraban atrapados bajo los escombros.

Zig-Zag, 16 de septiembre de 1906.

Valparaíso resurje pasmosamente en su actividad de entre los montones de ruinas en que lo convirtiera el cataclismo de agosto. Sus habitantes han cambiado de morada, se han acostumbrado rápidamente a las peripecias de una verdadera vida de campaña, pero en nigun momento han perdido el ánimo ni el buen humor para hacer frente a las adversidades del dia. Ha sido verdaderamente sorprendente la entereza con que todo ese pueblo ha presenciado su desgracia. En ningun momento el buen humor, el espíritu elegante de desprecio por el peligro se ha apartado de los corazones.

Ha reinado allí un ambiente de estoicismo completamente análogo al de San Francisco de California. Como en esa ciudad, el cataclismo ha precipitado los matrimonios. Sobre las ruinas, bajo las carpas, en el patio de los campamentos improvisados, los enlaces ya concertados se han celebrado rápidamente. Habia prisa por vivir, por satisfacer las grandes aspiraciones de una vida que bien podia verse cortada de un momento a otro por una nueva convulsión de la naturaleza. Hoteles y clubs se han instalado al aire libre en locales improvisados, las oficinas públicas se han instalado en galpones y toda la actividad diaria ha vuelto a concentrarse allí con toda la enerjia de una ciudad que se funda de nuevo y que renace a todo vapor.

Las reparticiones de víveres, muchas veces demasiado finos para los consumidores populares, como que provenian de grandes almacenes abiertos por la necesidad jeneral, ha dado lugar a muchas escenas pintorescas y a menudo cómicas. La vida al aire libre en las carpas no ha estado tampoco exenta de novedad y de incidencias amenas. Todo lo malo, todo lo inconveniente de la situacion, se ha ahogado en la salsa del buen humor y se ha hecho pasadero. Tal es a grandes rasgos lo que pasa en nuestro primer puerto y en nuestra ex-segunda ciudad.

Zig-Zag, 7 de octubre de 1906.

Aun cuando todos los diarios y revistas se han ocupado de ilustrar al público lector con sus numerosas fotografias y noticias sobre la horrible desgracia que hubimos de sufrir el triste y ya famoso dia 16 del mes de agosto, no consideramos inoficioso publicar en este número las vistas que ven nuestros lectores porque ellas demuestran, a la par que el estado ruinoso en que el fenómeno dejó a nuestro primer puerto, la gran actividad y carácter especial de sus habitantes.

Al día siguiente mismo de la cruel catástrofe se organizaron trabajos de demolición de edificios en mal estado, construccion de lijeras viviendas, establecimiento de pequeño comercio, etc., trabajos estos que se efectuaban en pleno aire libre, al estremo de que la gran metrópoli marítima sud-americana sólo parecia haber perdido sus bellos palacios, pero en ninguna caso la actividad o iniciativa de sus habitantes, que en aquellos largos dias supieron dar pruebas fehacientes de que la raza chilena es forzada por difícil que sea su situacion.

Las grandes casas comerciales atendian a sus clientes desde el dia 18 en ámplias carpas de lona sostenida por cuatro puntales, y a la aglomeracion de ellas en la parte final de la Avenida del Brasil, simulaba un verdadero campamento. En la plaza de la Victoria habia colocado un telon perpendicular dando frente al sol, y en su parte alta se veia en grandes caractéres un rótulo descomunal con la siguiente inscripcion: «Peluqueria del Terremoto».

Detras del telon, una silla servia para asiento del cliente, que, junto con la lona, debia ir trasladándose de un punto a otro del «salon» para no recibir en pleno rostro los rayos solares. Pocos dias despues este mismo negocio ocupó una cómoda casucha construida «ad-hoc». (La vista publicada en otro número de la Revista presenta a la Peluqueria del Terremoto en su segunda metamorfosis). Como es natural, ya ahora se ha hecho comun en Valparaiso establecer almacenes en locales semejantes, en plena plaza o parque, como lo están probando las vistas que se estampan en esta pájina.

«Por las noticias publicadas en los diarios, es del dominio público que las honras celebradas en Valparaíso el domingo pasado resultaron de todo punto espléndidas, realzadas todavia mas con la presencia de S.E. el Presidente de la Republica y algunos miemos del primer Gabinete de su administracion. La enorme concurrencia de jente que acudió desde temprano a colocarse en buen sitio para presenciar el acto simulaba una verdadera romeria que atravesaba a Valparaiso de parte a parte, hasta llegar a Playa Ancha, seccion elejida para verificar la ceremonia. A las 9 1/2 de la mañana comenzaron a llegar los cuerpos del ejército que debian concurrir a rendir los honores de ordenanza a S.E el Presidente.

En una de las avenidas que cruzan el Parque se habia erijido un hermoso altar, cuyo arreglo estuvo a cargo del señor cura del Espíritu Santo, don Cristóbal Villalobos; sobre la parte alta se habia colocado una preciosa imájen de la Virjen del Cármen, patrona del ejército y marina de Chile, rodeada de un trofeo de armas y banderas nacionales cubiertas de crespones. Frente al altar, un severo túmulo adornado con flores y guirnaldas, formaba un bello conjunto con el artístico arreglo del altar. En medio de éste y del túmulo se había colocado una elegante tribuna que, poco despues de llegada de S.E y tropas, ocupó el distinguido orador sagrado, Iltmo. obispo de San Cárlos de Ancud, señor don Ramon Anjel Jara. Frente al altar se habia reservado un sitio especial para S.E y Ministros. Las secciones restantes del Parque eran ocupadas por una inmensa muchedumbre. La ceremonia, que principió poco despues de las 10 de la mañana, se terminó mas o menos a las 11 3/4.»

Zig-Zag, 28 de octubre de 1906.

«En el fondo, la bahía cuyas mansas aguas acarician suavemente las vallas poderosas de que la encadenan y la impelen a guardar tranquilo sociego. Allí se ven las obras injentes que largo tiempo han sido acariciadas como un ensueño dorado, como ilusion que se aleja, como realidad imposible. Contemplando esta fantasía pictórica asistimos a la resurrección de un pueblo que se levanta lleno de soberano empuje, como al impulso de un soplo vivificante y misterioso; a un espectáculo que acaso podremos presenciar unos cinco años mas tarde. El artista ha sabido dar una interpretacion cabal a una aspiracion que en estos momentos es patrimonio de todos los que nos sentimos bajo la influencia de ese sentimiento indefinible que se ha dado en llamar orgullo patrio. Anonadarse ante la desgracia es degradarse ante la humanidad y dar señales de un decaimiento que estamos mui léjos de esperimentar.»

 

TERREMOTO DE VALPARAISO (16 de Agosto de 1906)
(www.angelfire.com)

Informe de la Dirección Meteorológica de la Armada de Chile

REPUBLICA DE CHILE – ARMADA NACIONAL

«Pronóstico sobre fenómenos atmosféricos:
La Sección de Meteorología de la Dirección del Territorio Marítimo ha pronosticado fenómenos atmosféricos y sísmicos para el día 16 del presente mes, basada en las siguientes observaciones:
-El día fijado habrá conjunción de Neptuno con la Luna y máximo de declinación norte de ésta.
-A causa de estas situaciones de los astros, la circunsferencia del círculo peligroso pasa por Valparaíso y el punto crítico formado con la del Sol cae sobre las inmediaciones del puerto.»

Cap. Arturo Middleton
Valparaíso, agosto 16 de 1906

Esta sorprendente carta predictora fue enviada a El Mercurio de Valparaíso sin causar impacto alguno sobre nadie. Diez días después tuvo lugar el terremoto más asolador que se recuerde en el puerto.

Todavía resonaban en la prensa los ecos de la catástrofe de San Francisco (EE.UU.) y de su incendio, ocurridos hacía cuatro meses. Los geólogos hablaban ya de la geosinclinal circumpacífica, pero la opinión del grueso público, formada en tres siglos y medio de fatalismo predestinado hizo, como antes y después, caso omiso de las que consideraba aventuradas predicciones.

Amaneció el día 6 despejado en Valparaíso, en corcondancia con el dominante viento sur, indicio de buen tiempo y con lo que el barómetro señalaba. Sin embargo, alrededor de las diez de la mañana comenzó una lluvia suave pero pertinaz, que no se interrumpiría por mucho tiempo.

Poco antes de las 8 de la noche, cuando los más de los porteños hacían sobremesa o estaban todavía cenando, se produjo la primera sacudida de la tierra que duró, según muchos testimonios, cuatro minutos!.

Otros hablaban de cuatro credos. Todo el mundo se lanzó, por cierto a la calle o trató de guarecerse bajo los dinteles que creían menos vulnerables. De éstos, no pocos fueron aplastados al desplomarse las fachadas, ante el espanto de los que se habían quedado, paralizados por el terror, en los interiores. Otros cayeron bajo el peso de cornisas, muros y balaustradas.

Un extraño fenómeno atmosférico anterior a los incendios enrojeció el cielo, si bien esa luz macabra no era suficiente para dominar las tinieblas causadas por la quebradura de faroles y lámparas eléctricas y de gas.

Siguieron al primer sacudimiento quince minutos de alaridos, búsqueda de sobrevivientes, paroxismo, hasta producirse el segundo, más breve – se habló de un minuto – pero mucho más fuerte, que completó la destrucción de barrios enteros: el Almendral, entre las calles Errázuriz e Independencia; el Estero de las Delicias y la Plaza Aníbal Pinto con sus aledaños, todos ellos levantados en tierra de relleno.

Las casas de los alrededores del puerto, más sólidas, resistieron mejor. En ellas se refugiaron unos, mientras otros lograban llegar a los barcos o improvisaban refugios en calles y plazas para protegerse de la lluvia tenue y pertinaz, que sólo cesó a medianoche, y de la helada subsiguiente, del terror a la propagación de los incendios que se habían iniciado por todos lados, incendios que la suave llovizna apenas sofocaba, y también de la guerra campal entre la fuerza pública y salteadores, muchos de los cuales fueron fusilados in situ.

La ciudad quedó totalmente aislada, de suerte que hubo que defenderse con sus propios recursos de la propagación de los incendios, de los insensatos que rompían las cañerías de agua más cercanas para abastecerse o simplemente para satisfacer la vesanía generada por el caos, además de la necesidad urgente de enterrar los cadáveres, calculados a posteriori en más de 3.000.

La magnitud asignada por la USGS para este terremoto fue 8,39 en escala Richter (en base a los antecedentes, ya que dicha escala no había sido inventada aún).

El terremoto sacudió también, con mayor o menor intensidad, Viña del Mar (110 víctimas), Quillota (49 fallecidos), Limache (donde un orfelinato con 110 niños y una monja fueron sepultados por los escombros), Quilpué (20 muertos)y otros pueblos y ciudades del Valle Central. En Santiago se produjeron alrededor de 140 víctimas, pero la gente se lanzó también a las calles y plazas. Muchos pernoctaron en los tranvías o en otros vehículos que consideraron menos vulnerables. La Moneda, el Teatro Municipal y el Congreso sufrieron serios daños, pero no hubo derrumbes fatales. Las ciudades más sureñas afectadas fueron Penco (donde el mar se salió 50 metros) y Concepción (se interrumpió el alumbrado eléctrico y se cayeron algunas torres, como en la iglesia de San Francisco).

Con la interrupción total de las comunicaciones, sólo se tuvo noticias de la catástrofe de Valparaíso en la tarde del día 7 por un telegrama de Quillota y en la mañana del 8 por un esforzado jinete. Tres días después llegaban a Valparaíso los ministros del Interior y de Guerra, y el 25 el Presidente Riesco y el electo Pedro Montt, luego de un viaje en tren, a pie y a caballo.

Lo positivo de este terremoto fue que, por primera vez, se realizó un estudio profundo sobre normas de construcción y se sentaron las bases del desarrollo de la sismología en Chile, con la contratación de expertos (como el conde Fernando de Montessus de Ballore, llamado por el gobierno) y la fundación del Instituto Sismológico de Chile, hoy dependiente de la Universidad de Chile.

 

CRONICA DE UN DESASTRE
(Crónicas del Domingo, Diario El Mercurio de Valparaiso, sin fecha)
(hacer clic para agrandar y clic para leer)

Recuerdos Porteños, Terremoto Valparaíso 1906

(www.midulcepatria.cl, 28 de Febrero de 2010, Joaquín Edwards Bello)
Cuatro meses después del de San Francisco, tuvo lugar el terremoto de Valparaíso, el día de San Joaquín, 6 de agosto de 1906. Hace hoy medio siglo. Muchas pueden ser las causas de los terremotos. El de Lisboa, en 1755, tuvo caracteres muy extraños. El simpático y erudito obispo Villarroel, durante el terremoto de Santiago en 13 de mayo de 1647, dijo que la tierra se movía por la soltura de las mujeres en materia de deshonestidades.

Nada es imposible. Cierta dama respetable asegura que los terremotos son indigestiones de la tierra con sus ruidos de tripas y sus salidas de gases.

Me perdí el espectáculo magnífico del terremoto de 1906 por estar en España, en el balneario de San Sebastián.

Recuerdo cuando en ese paisaje idílico, de veraneo, bajo los ventanales del Casino, pasaron los vendedores de diarios gritando: ¡El Pueblo Vasco, La Región y La Voz, con el terremoto de Valparaíso!

Fue un clarín llamando a la realidad triste y severa.

Las noticias eran espeluznantes y produjeron impresión en esa parte de España tan vinculada a Chile. Abundan los vizcaínos de apellidos corrientes aquí. Veraneaban entonces los chilenos Luis Bustos, Lopetegui, Fico Squire y un señor Ugarte, con su esposa y su hija, hermosa pelirroja en flirtcon el hijo del conde de Rodezno. Había conocido al señor Ugarte en Valparaíso, donde era dueño de la Agencia La Bola de Oro, en la calle de Victoria, lugar de mi primer empeño.

El terremoto destruyó parte de Valparaíso y las esperanzas de mi educación inglesa. Corté mis estudios y nos trasladamos a Chile. Llegamos al puerto en los últimos meses de 1906. Lo primero que hice fue ir a la calle del Teatro a ver si estaba en pie la casa en que nací. Estaba igual, y en el banco de la plaza vi al mismo gordo medio chiflado con colero.

La impresión de mi ciudad natal no fue tan penosa como pude esperar. La vitalidad de un puerto es sorprendente. Había diversiones, y los jóvenes lo echaban todo a la chacota, como de costumbre. Algunas personas mayores permanecían aterradas todavía y cuando hablaban del terremoto los ojos se les ponían espantados, como si vieran a Satanás. Fueron tres días de terror, no sólo a causa del terremoto, sino, asimismo, por la fiera humana que apareció entre las ruinas y las llamas. Famoso por su interpretación oral del terremoto fue el ilustre abogado don Antonio Varas. Tenía este caballero ojos oscuros, dramáticos. Además de eso, su voz era ondulante, modulada desde los tonos agudos hasta los hondos y cavernosos, como de ultratumba.

Inolvidable fue la vez que le oí representar el terremoto en el comedor de su casa, rodeado de su bellísima familia, en el comedor adornado con una copia del Rapto de las Sabinas por David. Otro convidado era el célebre ocultista don Tomás Ríos González. Después de oír el alegato vivo del terremoto quedé como petrificado. De otra parte, la ciudad se libraba de sus ruinas gracias a sus grandes hombres. Si en el terremoto de Lisboa se reveló el genio de Carvallo Melo, el de Valparaíso nos reveló el carácter de don Luis Gómez Carreño. Su mano salvó a la ciudad del terror. Otros salvadores fueron don Luis Felipe Puelma, don Alejo Barrios y el intendente Larraín Alcalde.

Detalles exactos del terremoto: A las 19.45 de la noche se oyó un ruido como de tren avanzando sobre la ciudad. Enseguida, vino la primera sacudida, vertical y circular, de cuarenta y cinco segundos. Siguió otro remezón de noventa segundos, y un tercero, de sesenta. Eso duró cuatro minutos. A las 20.06. siguió el segundo terremoto, de un minuto, y poco después otro más fuerte, de igual duración. El fin del mundo estaba en las conciencias. Se escuchaba el “Santo, Santo” por todas partes. Mujeres enloquecidas confesaban pecados a gritos, pero no todos. Siguió temblando durante la noche y al día siguiente. Se contaron 56 sacudidas en 24 horas.

Más detalles: El andaluz Ricardo Cano había llegado a Chile el 15 de agosto. Perdió todo y se quedó con amor entrañable a la tierra. Esa noche del 16 el actor Zapater ensayaba en el Teatro Odeón La tempestad para la galerna. Los presos admiradores del asesino Dubois hicieron esfuerzos para dejarlo escapar y por poco lo hubieran logrado.

Se contaban salidas cómicas del bandido. El juez le dijo:

-No me explico por qué el reloj del señor Lafontaine y el suyo tienen el mismo número.

-Yo tampoco me lo explico -respondió Dubois.

Jorge Montt prohibió al capitán Middleton que hiciera predicciones de terremotos. Es sabido que acertó en 1906.

La ciudad recobraba su fuerza física y su aspecto gringo. Llegó una troupe de luchadores: Pellegrini, Reiter de Valfort, Ceresert, Youssouf de Branama. Llamaba la atención en las calles. El joven heredero más rico de Valparaíso era don Armando Zannelli; dueño de un Fiat verde. Cenaba todas las noches en La Rosa con Ada Negri, artista italiana..

El holandés Kraus, ingeniero, propuso expropiar la parte destruida del Almendral y construir el puerto, mediante excavaciones. Si hubieran llevado a cabo el proyecto, tendría el encanto del Amsterdam chileno.

El chileno está transido en filosofías de temblores. Sus plantas se ponen en terreno incierto. Nada es durable ni definitivo. De pronto brama la tierra, y nos nivela de golpe en el hoyo. Lejos de ser fanfarrón, el chileno es apequenado, descuidado. Se rebaja. Prefiere lo menos erguido y ambicioso. Escoge por abajo. ¡Pero no le ofendan ni le miren a menos! Entonces, a su vez, ruge y tiembla. En general desprecia a los fanfarrones y presumidos.

http://chile-catastrofes-tragedias.blogspot.com/2010/06/terremoto-en-valparaiso.html

Written by Eduardo Aquevedo

6 abril, 2014 at 16:36

Chile, a la espera de un gran terremoto en la zona norte…

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Chile, más de 70 terremotos importantes desde principios del siglo XX
ISRAEL VIANAISRA_VIANA / MADRID

El país acumula cerca de 50.000 muertos por seísmos desde 1906 y cuenta con el mayor jamás registrado: los 9,5 grados en la escala de Richter de Valdivia, en 1960
Chile, más de 70 terremotos importantes desde principios del siglo XX

Chile vive de terremoto en terremoto, como una costumbre, solo que algunas veces la sacudida es mucho mayor. El último, este miércoles en Arica y Parinacota, al norte del país, ha tenido una magnitud de 8,2 grados en la escala de Richter, lo que ha llevado a la emisión de una alerta de tsunami y a la evacuación de las costas chilenas y peruanas. La autoridades ya han informado de la muerte de al menos cinco personas [sigue la información del terremoto en directo aquí].

Hace poco más de dos semanas, ya se había producido otro terremoto en Chile de magnitud siete nada menos, aunque en esa ocasión no se esperara «ningún tsunami destructivo».

Pero si de antecedentes se refiere, uno de los más grave se produjo en marzo de 2010, que fue calificado por el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérez Yoma, como «un cataclismo de dimensiones históricas». Con 8,8 grados en la escala de Richter, aquel seísmo pasó a formar parte de lista de los más devastadores de la historia de Chile, cobrándose la vida de 525 personas y dando por desaparecidas a otras 23, según el informe final del Gobierno.

Valdivia, el «gran terremoto de Chile»
«Desde el año 1960 -fecha del terremoto de Valdivia, el mayor de la historia- nunca habíamos tenido un terremoto así», dijo el ministro de Interior chileno en 2010. En efecto, porque desde que a principios de siglo XX se produjera el seísmo de 8,3 grados en la escala de Richter que redujo a escombros la zona de Valparaiso, causando 3.500 muertos, Chile ha sufrido cerca de 70 seísmos importantes con casi 50.000 muertos en total, pero ninguno como aquel de 1960 que tiene la triste marca de ser el mayor movimiento telúrico jamás registrado en el mundo: 9,5 grados en la escala de Richter, que dejó a más de dos millones de personas sin hogar y cerca de 5.000 fallecidos.

Terremoto de 2010, Chile
Con respecto al terremoto de Valparaiso a principios del siglo XX, el 16 de agosto de 1906 concretamente, ABC aseguraba que el temblor duró cerca de cuatro minutos. «Noticias oficiales de Chile dicen que parte de Valparaíso ha quedado destruida por el terremoto, y que muchos edificios han quedado reducidos a cenizas por un voraz incendio», informaba ABC

La ciudad de Valparaíso, que acumuló 3.000 de los 3.500 muertos de aquella negra jornada, quedó completamente aislada y no se supo nada hasta dos días después a causa del corte de las comunicaciones. «La población ha huido a las colinas, abandonando la ciudad a la policía y a los soldados –contaba este periódico en 1906–. Los habitantes, enloquecidos, se apiñaban en las calles; muchos se arrodillaban a orar, mientras que otros, locos de terror o de dolor, corrían al azar por la vías públicas».

El seísmo sirvió para que se realizara el primer estudio profundo sobre las normas de construcción, sentándose las bases del desarrollo de la sismología chilena, y para que se creara el actual Instituto Sismológico de Chile.

Chillán, la «ciudad del movimiento»
Sin embargo, ningún país está preparado para lo que se le vino encima a Chile en 1939 y 1960. El 24 de enero de 1939, Chillán, que ha sufrido varios terremotos de magnitud considerable, fue bautizada como la «ciudad del movimiento» tras el temblor que se llevó consigo, según las estimaciones de la prensa, más de 30.000 vidas (cerca de 6.000 según los informes oficiales), e hirió a otras 40.000, hasta el punto de que las autoridades de la localidad ordenaron «un censo de los supervivientes de la catástrofe» y no de las víctimas.

Valdivia, en 1960
«Este cataclismo que ha sufrido el sur de Chile – aseguraba EFE, por el contario, sobre el terremoto de Valdivia de 1960– no es sólo el peor y más grave de la historia de este país, sino uno de los mayores registrados por la Humanidad», y reafirmaba el pasado sábado el ministro del Interior de Chile: «Desde 1960, nunca habíamos tenido un terremoto así».

En las crónicas de aquellos días podían leerse muchos relatos estremecedores: «La triste realidad, la tremenda verdad, es que gran parte del territorio chileno ha quedado excluida de la vida activa», o, «difícilmente, se hallará otra catástrofe donde aparezcan aliados el terremoto, el maremoto, la erupción volcánica y la lluvia torrencial».

Olas en Japón, Hawái o Filipinas
Efectivamente, el «Gran Terremoto de Chile», como se le llamó, generó olas gigantescas de hasta 25 m de altura, que alcanzaron las costas de Japón (138 muertes y daños por valor de 50 millones de dólares), Hawái (61 muertes y 75 millones de dólares) o Filipinas (32 muertes y desaparecimientos).

El penúltimo terremoto de consideración se produjo en 1985, donde el recuento final de víctimas fue de 177 y las pérdidas materiales superaron los 1.000 millones de dólares: más de 142.000 viviendas reducidas a escombros, destrucción completa de varios tramos de la carretera Panamericana, caída de puentes y daños considerables en las infraestructuras de los pueblos afectados, con interrupción prolongada de los servicios básicos.

«No se puede hacer literatura ante los espectáculos y tragedias que he visto y presenciado durante los últimos días», comentaba el enviado especial desde Valdivia en 1960.

http://www.abc.es/internacional/20140402/abci-peores-terremotos-chile-201404020815.html

 

Un megaterremoto se encuentra en proceso, señalan los expertos.

Desde 1960, la región ha sufrido unos 70 grandes sismos con unos 50.000 muertos. Domingo, 6 de Abril, 2014, Chile,-a-la-espera-de-un-devastador-terremoto

Las autoridades del norte de Chile se sorprendieron de los pocos daños y de las apenas seis muertes que se reportaron tras el terremoto de 8,2 grados de magnitud, una pérdida notablemente baja para un desplazamiento tan fuerte de la corteza terrestre.

Pero el sismo ocurrido el lunes 1 de abril no fue el gran terremoto que según los sismólogos ocurrirá en algún momento.

‘No es el terremoto que estábamos esperando’. «La clave es que este de magnitud 8,2 no es el gran terremoto que estábamos esperando en esta área”, coincidió Mike Simons, un experto del Servicio Geológico de los Estados Unidos.

Según registros del USGS, la misma falla registró un sismo de fuerza similar en 1868, al que prosiguió el de magnitud 8,8 en 1877.

Según Simons, las dos placas que colisionan en el norte de Chile lo hacen a razón de entre seis y siete centímetros por año. “Si multiplicas eso por 140 años, entonces las placas se han movido alrededor de 11 metros, lo que nos puede dar un estimado de la magnitud del sismo que esperamos”.

El gran sismo está en proceso. El terremoto está en proceso. Ahora, en realidad, no se activó toda la zona de la laguna sísmica, de unos 600 km de longitud. Tenemos un segmento que se activó de entre 180 km de largo por 120 de ancho, pero aún nos quedan otras dos zonas tanto en el sur de Perú como en el norte de Chile que están sin moverse. Por lo tanto, esperamos un evento mayor que sería por sobre los 8,5 grados, de características importantes, señaló Mario Pardo, subdirector del Centro Sismológico de la Universidad de Chile.

Los preparativos ante un ‘Big One’. Además de las estaciones sismológicas permanentes instaladas en la región, muchas de ellas en colaboración con Alemania y Francia, estamos instalando más estaciones portátiles. Tenemos 15 e instalaremos 40 más, así como equipos GPS. El lunes llegará un grupo de Alemania con 30 estaciones portátiles adicionales.
No podemos hacer predicciones sobre cuándo va a ocurrir, lo que sí nos interesa saber es qué tamaño máximo podría alcanzar y cuáles serían sus características principales. Si podemos saber cómo se va a mover el suelo en los próximos terremotos, nuestros ingenieros pueden diseñar estructuras que soporten los próximos terremotos que van a ocurrir.

70 sismos con 50.000 muertos. “Desde el año 1960 -fecha del terremoto de Valdivia, el mayor de la historia- nunca habíamos tenido un terremoto así”, dijo el ministro del Interior chileno en 2010. En efecto, porque desde que a principios de siglo XX se produjera el seísmo de 8,3 grados en la escala de Richter que redujo a escombros la zona de Valparaíso, causando 3.500 muertos, Chile ha sufrido cerca de 70 seísmos importantes con casi 50.000 muertos en total, pero ninguno como aquel de 1960 que tiene la triste marca de ser el mayor movimiento telúrico jamás registrado en el mundo: 9,5 grados en la escala de Richter, que dejó a más de dos millones de personas sin hogar y cerca de 5.000 fallecidos.

El peor ocurrió en 1906 en Valparaíso. La ciudad de Valparaíso, que acumuló 3.000 de los 3.500 muertos de aquella negra jornada del 16 de agosto de 1906, quedó completamente aislada y no se supo nada hasta dos días después a causa del corte de las comunicaciones. “La población ha huido a las colinas, abandonando la ciudad a la policía y a los soldados –contaba ABC en 1906–. Los habitantes, enloquecidos, se apiñaban en las calles; muchos se arrodillaban a orar, mientras que otros, locos de terror o de dolor, corrían al azar por la vías públicas”. El movimiento sísmico duró cuatro minutos con una intensidad de 9,5 grados en la escala de Richter.

Chillán, ‘la ciudad del temblor’. Sin embargo, ningún país está preparado para lo que se le vino encima a Chile en 1939 y 1960. El 24 de enero de 1939, Chillán, que ha sufrido varios terremotos de magnitud considerable, fue bautizada como la “ciudad del movimiento” tras el temblor que se llevó consigo, según las estimaciones de la prensa, más de 30.000 vidas (cerca de 6.000 según los informes oficiales), e hirió a otras 40.000, hasta el punto de que las autoridades de la localidad ordenaron “un censo de los supervivientes de la catástrofe” y no de las víctimas.

Detalles. Chile se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico

Anillo. Chile se localiza en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, un área que registra de forma constante erupciones volcánicas y sismos, como el ocurrido en 2010, que alcanzó una magnitud de 8,8. Dicho sismo y su posterior tsunami causaron más de 500 muertos en el centro del país.

Destructor. En febrero de 2010, un terremoto de 8,8 grados de magnitud, que fue seguido de un destructor tsunami con olas de más de 20 metros en algunas localidades del sur, causó la muerte de 526 personas. En el siglo pasado se registraron sismos que provocó miles de víctimas fatales.

Detalles
Alerta en tres regiones con ‘laguna sísmica’

Telúrico. Las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá, en el extremo norte del país, fueron las más afectadas, una zona que presenta una «laguna sísmica» de 137 años, razón por la cual sismólogos anticipan un gran evento telúrico mucho mayor.

Iglesia. La iglesia de Tarata en Tacna, cuya infraestructura data de hace más de 400 años podría colapsar en su totalidad si no se adoptan las medidas del caso. Tras el último terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter registrado el martes en Chile, gran parte de su infraestructura que corresponde a la cúpula del altar se desprendió.

http://www.eldia.com.bo/index.php?c=Portada&articulo=Chile,-a-la-espera-de-un-devastador-terremoto&cat=1&pla=3&id_articulo=142422

En este Blog hay información detallada de los maremotos de 1960 y 2010, que pueden consultarse directamente. 

Written by Eduardo Aquevedo

6 abril, 2014 at 7:30

Estados Unidos: el espía global…

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Juan Manuel Karg, Telesur

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En los últimos días, el ex agente Edward Snowden filtró nuevos documentos referidos al estudio que la NSA -Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos- realizó sobre un total de 122 jefes de Estado de todo el mundo. El documento, fechado en mayo de 2009, pertenece al año en el cual Obama asumió sus funciones como presidente del país del norte. ¿A qué países investigó la NSA, de acuerdo al informe? La investigación de EEUU ¿fue implementada sólo a países no alineados con Washington o también alcanzó a sus aliados?

A fines de 2013, el diario norteamericano The New York Times divulgó información desclasificada donde se daba cuenta que, durante el año 2007, Estados Unidos incrementó notablemente su política de vigilancia e investigación sobre las actividades realizadas por un grupo de países no alineados con Washington: Venezuela, China, Rusia, Corea del Norte, Irán e Irak, entre otros. La novedad de los recientes datos, difundidos esta semana por el diario alemán Der Spiegel en base a nuevas revelaciones de Snowden, es que Washington también investigó a jefes de Estado de América Latina que sí estaban abiertamente alineados con sus políticas, como Álvaro Uribe -ex presidente colombiano- y Alan García -ex presidente peruano-, ambos “firmantes” de Tratados de Libre Comercio tras la derrota del ALCA en Mar del Plata 2005.

Además se divulgaron nuevos datos de la vigilancia de EEUU sobre Alemania: el nombre de la canciller alemana Angela Merkel aparece con 300 entradas, ingresando al “top ten” de la “Base de datos para el conocimiento de objetivos”, tal como fue caratulado el reciente informe sobre las actividades de estos 122 presidentes. Hay que recordar que, en octubre pasado, el propio Der Spiegel había informado que el teléfono de Merkel había sido “pinchado” durante años por la NSA, hecho que desató un escándalo internacional e hizo que Obama anunciara una serie de modificaciones -menores y parciales- a la recopilación de datos telefónicos por parte de los Estados Unidos.

¿Han sido casos aislados las investigaciones de la NSA sobre los presidentes de Venezuela (2007), Colombia y Perú (2009)? No. Como vimos, en América Latina se desplegó una política que no hacía -ni hace- distinciones ideológicas o económicas, en el “catch all” -atrapatodo- de espionaje del Departamento de Estado. Esto también fue demostrado por la cadena brasileña O´ Globo cuando, en septiembre de 2013, reveló que la NSA había investigado a la presidenta Dilma Rousseff e incluso al actual presidente mexicano Peña Nieto -quien, al momento de ser espiado, aún estaba en campaña presidencial-. Dicho esto, sí hay que aclarar que, entre los casos más investigados, se destaca el de Venezuela, siempre presente en las constantes y sucesivas revelaciones. Esto ha sido así al punto de que The New York Times llegó a revelar que, en 2007, el entonces presidente norteamericano George W. Bush se veía a sí mismo “compitiendo por el liderazgo en Latinoamérica con el líder venezolano” Hugo Chávez -siendo este el mandatario más investigado en ese entonces-.

Para concluir, algunas conclusiones y otras preguntas. Las recientes revelaciones demuestran una indisimulable voracidad de Washington en lo referido a saber los movimientos precisos de cada país y, sobre todo, el comportamiento de cada jefe de Estado (para adelantar negociaciones y/o conflictos, y actuar en consecuencia). Sin embargo, se sabe, tras cada revelación hay cientos de datos que no se conocen sobre estas propias investigaciones, por lo cual podría surgir el siguiente interrogante: si Washington ha investigado hasta a sus “hombres de confianza”, como Uribe y García, ¿hasta dónde llegará la vigilancia referida a los procesos políticos posneoliberales en nuestro continente, y en especial a aquellos proyectos que se han planteado una ruptura más radical del orden preexistente?. Por último, ¿qué sucederá en los ámbitos de la diplomacia internacional tras estas nuevas revelaciones, que manchan aún más a EEUU en su política de espía global? ¿El país gobernado por Obama tendrá que dar nuevas explicaciones sobre su política de vigilancia internacional, cuestionada ya por un amplio espectro de gobiernos de todo el mundo? Lo que sabemos, hasta el momento, es que las revelaciones de Snowden parecen lejos de haber terminado, sumando nuevos escándalos día a día.

Juan Manuel Karg. Licenciado en Ciencia Política UBA. Investigador del Centro Cultural de la Cooperación – Buenos Aires

@jmkarg

Fuente: http://www.telesurtv.net/articulos/2014/04/04/estados-unidos-el-espia-global-4076.html

Written by Eduardo Aquevedo

5 abril, 2014 at 20:40

Batacazo francés, por Rossana Rossanda…

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30/03/14

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El Frente Nacional de Le Pen no sólo se ha convertido –allí donde se presenta – en el primer partido sino que ha enviado al Partido Socialista, en cabeza en las presidenciales de hace dos años, al tercer lugar. ¿Reflexionarán las cabezas de la UE sobre la evidencia de que la Europa monetaria y rigorista devuelve a la vida a la extrema derecha por vez primera desde el final de la II Guerra Mundial?

Esperemos que el solemne porrazo de los socialistas en las elecciones municipales en Francia borre las insulsas sonrisas de las facciones de Renzi y de Barroso, a las que hasta ahora no había rozado la duda de que la política de austeridad seguida por la Comisión favoreciese a las derechas. Y no a las derechas, para entendernos, a lo Monti, sino a las extremas y fascistizantes. Inútil reconocer que así es, y sin fingimientos, el húngaro Viktor Orban, al que ha correspondido durante seis meses la presidencia europea, y lo son también las fuerzas que por todas partes se imponen a los residuos bipolaristas entre una izquierda y una derecha «democráticas». La última, clamorosa, Francia, donde el domingo [23 de marzo] se votó en 36.000 municipios y el Frente Nacional de Le Pen, antisemita, xenófobo y antieuropeo, no sólo se ha convertido – allí dondese presentaba – en el primer partido sino que ha enviado al Partido Socialista, en cabeza en las presidenciales de hace dos años, no al segundo sino al tercer puesto, mientras el Partido Comunista y el Frente de Izquierda se deslizan con frecuencia hasta el cuarto.

Era de prever, cuando el desempleo y el precariado afectan cuatro millones de franceses, algo no muy diferente de Italia. De un par de años a esta parte, – casi a diario – se deslocaliza y cierra una empresa francesa grande o mediana y el gobierno Hollande, que había ganado comprometiéndose a luchar contra las finanzas, no ha estado en disposición de defender el empleo ni, en general, las empresas, ni siquiera cuando se cerraban o deslocalizaban declarando, sin embargo, pingúes ganancias; los trabajadores salían de los talleres decididos a luchar, encontraban la solidaridad del alcalde si, como era frecuente, la empresa golpeada era también la más importante de muchos pueblos de mediana urbanización. El resultado habitual era que al cabo de tres semanas había que contentarse con negociar los llamados «planos sociales», otros, y por lo general lejanos, empleos o indemnizaciones, con las condolencias de las centrales sindicales y de los ministerios interesados. A tres días de las elecciones municipales, la semana pasada cerró la Redoute, la más antigua y conocida empresa de confección, que cubría por si sola un enorme porcentaje del consumo de clase media, llevando a la ruina a ciudades industriales enteras, erosionando la capacidad adquisitiva de las masas obreras y pequeño burguesas.

¿Todo visible y previsible? Sí, salvo para un gobierno socialista, semejante a nuestro PD, a quien los tratados imponen no intervenir para no perturbar la libre concurrencia y que esperaba arreglárselas con empresas militares costosas y difíciles en el antiguo imperio colonial francés, en Mali y luego en África Central. Mientras tanto, el presidente y el ministro de Exteriores, Fabius, jaleaban recurrir a la mano dura contra Putin en Crimea; como si el conocido nacionalismo del Hexágono pudiese hacer olvidar las condiciones de creciente empobrecimiento.

Ayer noche, ante los resultados, todo el equipo socialista caía de las nubes mientras Marine Le Pen se regodeaba en el triunfo de la ola azul que llevaba su nombre. Satisfecha también la UMP de Sarkozy, segura de que el gobierno habría invocado la unidad nacional antifascista, legitimando el voto a la derecha republicana, como ya sucedió en el momento de la caída de Jospin en las presidenciales de los años 90. ¿Reflexionará la Comisión europea? ¿Reflexionarán las cabezas de la UE ante la evidencia de de que la Europa monetaria y rigorista devuelve a la vida a la extrema derecha por vez primera desde el final de la II Guerra Mundial? ¿Y que el Frente Nacional se convierte en el primer partido popular en Francia? ¿Reflexionarán los muchos que en Italia observan benévolamente a Renzi y el juego de trileros que consiste en meter (casi) en la nómina de un tramo de rentas bajas lo que recorta en servicios públicos y en impuestos locales?

El PD sigue, de hecho, el mismo camino de Hollande, y su débil izquierda interna no parece en disposición de hacerle cambiar en la derrota. ¿Y qué decir de la CGIL [confederación sindical] de Susanna Camusso que arma jaleo después de haber votado poco antes un acuerdo sobre relaciones industriales excesivo hasta para nuestro maltrecho vecino? ¿Y de la FIOM [sindicato del metal] de Landini que, aislada, confía, también ella, en el Matteo nacional?

En suma, no queda más que desear que el duro porrazo francés, del que difícilmente pueden recuperarse en la segunda vuelta, funcione como rigurosa lección contra los excesos de estulticia de los últimos veinte años de Europa.

Rossana Rossanda es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso

Traducción para http://www.sinpermiso.info: Lucas Antón

Paul Krugman: pobres multimillonarios…

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Por: Paul Krugman | 03 de abril de 2014

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Aquí llega otro multimillonario que cree que cualquiera que hable sobre desigualdad de ingresos es un nazi; esta vez se trata de Ken Langone, el cofundador de Home Depot. No tengo nada que aportar al respecto, aparte de señalar que debe de haber mucha gente así.

Ken-Langone

No es que haya tantos multimillonarios. El hecho de que conozcamos muchos ejemplos de ese tipo de persona que no solo cree que los progresistas son como Hitler, sino que además lo dice públicamente, indica por fuerza que una parte considerable de nuestros multimillonarios comparten esa creencia, solo que son más discretos a la hora de verbalizarla.
Por suerte, una gran fortuna no trae consigo una gran influencia política en el Estados Unidos moderno (¿o sí?).

El reciente artículo de Jonathan Cohn sobre Langone, publicado en The New Republic hace recordar una perorata anterior del mismo individuo sobre Bloomberg TV, en la que denunciaba a un servidor y criticaba mis «pensamientos e ideas grandilocuentes». Y creo que esta perorata (y otras similares) nos da una clave para resolver en parte el misterio de la persistente popularidad del macrocanon de Wall Street, a pesar de su absoluto fracaso en la práctica.

Después de todo, ¿contra qué despotricaba Langone?

Bueno, contra mí, claro está. Pero suponemos que no contra las ideas “grandilocuentes” en general: Langone no puede ser un hombre tan estúpido, y estoy seguro de que cuando se trata de, por ejemplo, sistemas de información para la gestión de inventarios, está bastante dispuesto a aceptar la idea de que algunas cosas son técnicas y exigen ciertos conocimientos.

No, lo que creo es que, en realidad, despotrica contra dos cosas. En primer lugar, está la idea de que entender de economía, a diferencia de lo que sucede con otras materias, puede requerir alguna clase de pericia especial. Este es un problema muy habitual entre los ricos, y especialmente entre los hombres hechos a sí mismos: piensan que su éxito económico personal significa que comprenden el sistema económico y les irrita la idea de que la macroeconomía pueda ser algo más que la suma de las estrategias empresariales individuales.

Razones del fracaso o el éxito

La otra causa de su furia -y creo que esto llega a la raíz de los modelos y preceptos de la derecha- es la cólera ante la idea de que a veces la escasez no lo controla todo. Para mucha gente de derechas, tiene que ser cierto -simplemente tiene que serlo- que la prosperidad se ve limitada por la disposición que tiene la gente productiva (es decir, gente como ellos) para producir.

La idea de que, a veces, el problema no sea ese sino la falta de demanda, que el fallo radica en un mal funcionamiento del sistema más que en la falta de esfuerzo suficiente, es un anatema. Entre otras cosas, esta idea da a entender que a veces la gente tiene éxito o fracasa por motivos que no tienen nada que ver con las capacidades y virtudes personales ni con la falta de ellas, una noción que los hombres como Langone -que creen que su éxito personal se lo deben enteramente a ellos mismos- encuentran profundamente ofensiva.

De modo que cuando alguien dice que esta es una economía deprimida en la que los déficits no desplazan el gasto privado, y en la que imprimir dinero no se traduce en una inflación que vaya a arrebatarles la riqueza que han conseguido con tanto esfuerzo, no escuchan los argumentos y, por supuesto, no prestan atención a las pruebas.
Se lo toman como una afrenta personal y empiezan a vociferar acerca de las tonterías grandilocuentes.

Traducción de News Clips.
© 2014 The New York Times

Brasil, los Estados Unidos y el Hemisferio Occidental, por José Luis Fiori …

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30/03/14

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“Las tierras situadas al Sur del Río Grande constituyen un mundo diferente al de Canadá y los Estados Unidos. Y es algo desafortunado que las partes de habla inglesa y latina del continente tengan que ser llamadas igualmente América, evocando similitudes entre ambas que de hecho no existen”. N. Spykman, America´s Strategy in World Politics. Harcourt, Brace and Company, New York, 1942, p: 46

 

Todo indica que los Estados Unidos serán el principal contrapunto de la política exterior brasileña dentro del Hemisferio Occidental durante el Siglo XXI.

Y casi nadie pone en duda, también, que los EE.UU. seguirán siendo, durante mucho tiempo, la principal potencia militar y una de las principales economías del mundo. Por lo tanto, es fundamental para comprender las configuraciones geopolíticas de la región y la estrategia que orienta la política hemisférica estadounidense en este inicio del Siglo.

Al norte del continente, el poder estadounidense era, es y será siendo incontrastable, lo que garantiza fronteras continentales totalmente seguras. Por otra parte, la asimetría de poder en América del Norte, es de tal magnitud que Canadá y México tienden a converger cada vez más, atraídos por la fuerza de gravedad del poder económico y militar de los Estados Unidos.

Esto no significa, sin embargo, que Canadá y México ocupen la misma posición con los EE.UU. y en el tablero de ajedrez geopolítico y económico regional, a pesar de que los tres países participen del “Tratado de Libre Comercio” (TLC), desde 1994. Canadá ocupa una posición única, como ex colonia y dominio del imperio británico, que después de su independencia y de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a la órbita de la influencia directa de los EE.UU., convirtiéndose en socio comercial, aliado estratégico y miembro del sistema de defensa y de inteligencia militar de los pueblos de “habla inglesa”, comandado por Estados Unidos e integrado por Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda.

En este contexto, México ocupa sólo la posición de enclave militar de Estados Unidos, una especie de “pariente pobre”, de “habla latina” de las potencias anglosajonas.

Más que esto, México es hoy un país dividido y devastado por una verdadera guerra civil que escapa cada vez más al control de su gobierno central, incluso después del acuerdo de colaboración militar firmado con EE.UU., en 2010. Así mismo, con respecto al TLCAN (Tratado de Libre Comercio), la economía mexicana se benefició en algunos pocos sectores dominados por el capital estadounidense, como el automotriz y la electrónica, pero al mismo tiempo, en estos últimos veinte años, México fue el único de los grandes países latinoamericanos en que la pobreza creció, alcanzando hoy el 51,3 por ciento de su población. Hoy la economía mexicana es inseparable de la estadounidense y la política exterior del país tiene escasísimos grados de libertad, actuando casi siempre como punta de lanza de la política económica internacional de los EE.UU., como ocurre en el caso explícito de la “Alianza del Pacífico”.

Desde el punto de vista estrictamente geográfico, América del Norte incluye el istmo centro-americano, que Nicolás Spykman ubica al lado de los países caribeños y de Colombia y Venezuela, dentro de una misma zona de influencia estadounidense, “donde la supremacía de EE.UU. no puede ser cuestionada. Para todos los efectos se trata de un mar cerrado cuyas llaves pertenecen a los Estados Unidos, lo que significa que quedarán siempre en una posición de absoluta dependencia de los Estados Unidos” (N. Spykman, p. 60).

Lo que explica las 15 bases militares de los EE.UU. existentes en América Central y en el Caribe. Fue una región central en la Segunda Guerra Fría de Ronald Reagan y será muy difícil que se altere la posición estadounidense en las próximas décadas, más allá de las “disidencias” cubana y venezolana.

Finalmente, la política exterior de EE.UU se diferencia claramente de los países situados al sur de Colombia y Venezuela, donde su principal objetivo estratégico fue siempre impedir que surgiese un polo alternativo de poder en el Cono sur del continente, capaz de cuestionar su hegemonía hemisférica. Con relación a estos países, los EE.UU siempre utilizaron el mismo lenguaje, con dos tónicas complementarias: los dos acuerdos militares bilaterales, y de las zonas de libre comercio.

Los acuerdos militares comenzaron a ser firmados al finalizar el Siglo XIX, y la primera propuesta de una zona panamericana de libre comercio fue presentada por el presidente Grover Cleveland, en 1887, un siglo antes del ALCA, propuesta en 1994 y rechazada en 2005 por los principales países sudamericanos. No existe una relación mecánica entre los hechos, pero llama la atención que poco después de este rechazo, los EE.UU hayan reactivado su IV Flota naval, con el objetivo de proteger sus intereses en el Atlántico Sur. Con este propósito vale recordar el diagnóstico y la propuesta de Nicholas Spykman (1893-1943). El teórico geopolítico que ejerció mayor influencia sobre la política exterior de los Estados Unidos en el siglo XX afirmó: “fuera de nuestra zona inmediata de supremacía estadounidense, los grandes Estados de América del Sur (Argentina, Brasil y Chile) pueden intentar contrabalancear nuestro poder a través de una acción común (…) y una amenaza a la hegemonía estadounidense en esta región del hemisferio (la región del ABC) tendrá que ser respondida a través de la guerra” (N. Spykman, p. 62 y 64). Estos son los términos de la ecuación, y la posición estadounidense fue siempre muy clara. Lo mismo no se puede decir de la política exterior brasileña.

 

José Luis Fiori , miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica en la Universidad Federal de Río de Janeiro.Traducción para http://www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suáre

La UNAM: autonomía universitaria y beligerancia…

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Hugo Casanova Cardiel*

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El cumplimiento de 85 años de autonomía universitaria constituye una inexcusable oportunidad para reflexionar sobre su importancia en la institución de nuestros días. ¿Está vigente la autonomía lograda en 1929? ¿En qué medida la autonomía se ve afectada por el fortalecimiento del Estado y el ascenso del mercado? ¿Qué significado tiene la autonomía en un contexto de beligerancia como el vivido en la UNAM durante la ocupación de sus instalaciones?

Sin el ánimo de contestar de manera puntual a tales interrogantes, es posible señalar que la autonomía constituye uno de los atributos de la universidad de todos los tiempos y en tal sentido constituye parte de su ethos desde el Medievo hasta nuestros días. No obstante, como la institución a la cual define, la autonomía está en función de su tiempo y de su espacio, y por tanto no es una sola, ni puede ser considerada de manera intemporal.

La autonomía alude a la capacidad de las universidades para determinar sus fines, medios y mecanismos de vinculación. Esto significa que, si bien la universidad es un asunto de los propios universitarios, también concierne al Estado y a la sociedad toda. En tal sentido, la autonomía se constituye como el marco que estructura la compleja red de relaciones entre la institución y su entorno y que define las competencias y atribuciones de los entes internos y externos en las decisiones fundamentales de la universidad.

En términos operativos, la autonomía se refiere al grado en el cual las instituciones deciden sobre tres grandes ámbitos: a) laboral: ingreso de profesores, directivos y trabajadores; b) académico: acceso de estudiantes, selección de carreras, determinación de planes de estudio y requisitos de titulación o graduación; c) financiero: criterios para uso de los fondos, distribución del presupuesto, rendición de cuentas. La autonomía institucional es, pues, histórica, compleja y está sujeta a una constante transformación por las cambiantes condiciones de su entorno. Un ejemplo de ello en las décadas recientes es la irrupción del mercado en la vida universitaria con modalidades tales como la privatización, la limitada orientación de la educación hacia el mundo laboral o los esquemas de formación dual y de educación-empresa.

Un concepto cercano, pero no idéntico, al de autonomía institucional es el de libertad académica, y se refiere a la capacidad de los académicos para desarrollar sus actividades sin más fronteras que el rigor y la exigencia del saber. La libertad académica alude a la búsqueda de la verdad sin límites (como señalaban los idealistas alemanes decimonónicos) y exime de penalización alguna a quienes llegasen a transgredir la ortodoxia política, metodológica, religiosa o social. Bajo el criterio de libertad académica se reconoce la potestad de profesores e investigadores para generar y difundir el saber sin censuras ni obstáculos.

¿Y qué pasa cuando la institución y el trabajo académico son afectados por otros grupos de presión? La ocupación de instalaciones universitarias, como la del auditorio Justo Sierra – Che Guevara, para muchos de nosotros–, que suma casi una década y media, lesiona en diversos sentidos la autonomía institucional y la libertad académica pues, además de impedir el funcionamiento de un importante e histórico espacio universitario, mantiene un tono de abierta confrontación hacia la institución, imposibilitando la realización de tareas de docencia y extensión. La ocupación del auditorio, otrora símbolo del pensamiento crítico, lejos de sustentarse en un proyecto universitario alternativo, esconde una incomprensible oscuridad en sus motivaciones, y la pregunta sigue siendo: ¿quién se beneficia realmente con la ocupación?

Hoy la UNAM enfrenta problemas específicos como el descrito y, al igual que el resto de universidades públicas, y la educación toda, vive importantes tensiones de cara a un escenario político y económico cambiante. Un escenario en el cual el Estado ratifica su presencia en temas como la evaluación y la fiscalización, la orientación del financiamiento y la certificación laboral y profesional, entre otros. Asimismo, como otras instituciones educativas, la Universidad Nacional se ve desafiada por una visión mercantil que pretende someter el conocimiento ante el ámbito productivo y la cultura empresarial.

Además de atender problemas concretos como el del auditorio, hoy la UNAM ha de responder a los retos que le plantean el Estado y el mercado. En el primer tema se juega la desactivación de la beligerancia, y en el segundo, la ratificación de su autonomía. Ambos son cruciales para el futuro de la institución.

* Investigador de la UNAM. Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación

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La tercera guerra fría en América Latina…

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Raúl Zibechi, La Jornada

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El renacimiento de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia a raíz de la reincorporación de Crimea al país al que perteneció durante dos siglos es una buena ocasión para despojar las relaciones internacionales de ideologías y discursos que suelen encubrir las verdaderas intenciones de los contendientes.

La defensa del mundo libre que propagó Washington y la simétrica defensa del socialismo que utilizó Moscú suenan, ahora que ambas son potencias capitalistas y el ropaje democrático les queda demasiado ajustado y permite adivinar las intenciones detrás del discurso, como una lucha de carácter geopolítico por la influencia en el mundo.

Es la virtud que tienen las grandes crisis y los procesos de transición: muestran realidades que en los periodos de calma suelen solaparse detrás de argumentos de carácter ideológico, revestidos las más de las veces de apelaciones retóricas. La condena a muerte de 529 personas en Egipto y la violencia contra manifestantes, con saldo de cientos o miles de muertos, sin que ninguna potencia occidental haya elevado el tono, enseñan que los derechos humanos son desplazados por los intereses geopolíticos.

José Luis Fiori, profesor de economía política internacional de la Universidad Federal de Río de Janeiro y coordinador del grupo de investigación El poder global y la geopolítica del capitalismo, recupera en una serie de artículos periodísticos el pensamiento de Nicholas Spykman (1893-1943), el teórico geopolítico que tuvo mayor influencia sobre la política exterior de Estados Unidos en el siglo XX.

Spykman consideraba que los países caribeños, incluyendo Colombia y Venezuela, formaban una zona de influencia donde la supremacía de Estados Unidos no puede ser cuestionada. Los consideraba un mar cerrado cuyas llaves pertenecen a Estados Unidos, lo que significa que quedarán siempre en una posición de absoluta dependencia ( Valor, 29/1/14).

En opinión de Fiori, esta percepción explica las 15 bases militares en América Central y el Caribe, región que jugó un papel decisivo durante la segunda guerra fría bajo la presidencia de Ronald Reagan. Considera que esta posición de dominación será muy difícil que se altere, “más allá de las ‘disidencias’ cubana y venezolana”.

Respecto a México, Fiori cree que ocupa sólo la posición de enclave militar de Estados Unidos y que es el único de los grandes países latinoamericanos donde creció la pobreza, que supera la mitad de la población.

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Spykman consideraba que en la región sudamericana, más allá de la zona inmediata de hegemonía estadunidense, destacaban los países del cono sur, la región ABC en su lenguaje (Argentina, Brasil y Chile), quienes pueden intentar contrabalancear nuestro poder a través de una acción común. En este caso, serían una amenaza a la hegemonía que tendrá que ser respondida a través de la guerra ( Valor, 29/1/14).

En suma, en el cono sur se trata de evitar el nacimiento de alianzas que puedan poner en cuestión el dominio estadunidense. Según Fiori, el éxito de la nueva alianza entre Brasil y Argentina será siempre considerado como una línea roja para los intereses de Estados Unidos (Outraspalavras.net, 27/3/14). Por eso, en este momento todos los gobiernos de América del Sur representarían una amenaza para los intereses norteamericanos, que debe ser contenida y derrotada, con la excepción de Colombia, Perú y Chile (Valor, 26/2/14).

Eso no quiere decir que todos los casos tengan igual prioridad, ni siquiera que deban tratarse del mismo modo. En el caso del terremoto en Haití, en enero de 2010, la reacción fue inmediata, brutal y militarizada, realizando un gran despliegue en el Caribe, ocupando zonas clave del país devastado, para impedir cualquier movimiento contrario en momentos de aguda confusión.

A diferencia de lo sucedido en otros periodos de la historia regional, cuando los lapsos de crecimiento económico exitosos de Argentina y Brasil fueron estimulados por potencias mundiales, Inglaterra en el primer caso, Estados Unidos en el segundo, ahora estaríamos ante una revolución en la historia del cono sur. Fiori sostiene que el proyecto de construcción de una zona de coprosperidad y de un bloque de poder sudamericano (como la Unasur o el Mercosur ampliado) apuntan en una dirección intolerable para Estados Unidos y de sus aliados en cada país.

Por eso sostiene que Estados Unidos será el principal contrapunto de la política exterior brasileña dentro del hemisferio occidental durante el siglo XXI. El problema es que la posición de Washington es clara, pero no sucede lo mismo con la mayor parte de los gobiernos progresistas de la región.

A mi modo de ver, el análisis de Fiori es impecable. Cabría agregar, empero, dos elementos centrales: el factor BRICS y la emergencia de una nueva burguesía ligada al modelo progresista.

La presencia de China es ya determinante en América del Sur, en particu­lar en el área comercial, mientras las inversiones asiáticas crecen progresivamente. También viene aumentando la presencia de Rusia, en particular en el área militar. Ambas influencias no pueden ser indiferentes y marcan prioridades. Venezuela es el país de la región donde se concentran la presencia económica china, la alianza militar con Rusia y lazos comerciales y políticos con Irán. Es mucho más de lo que hubieran tolerado Spykman y Henry Kissinger.

La segunda cuestión es mucho más compleja. La emergencia de nuevas burguesías en los países con gobiernos de izquierda y progresistas es un proceso dual, como lo muestran los casos brasileño y venezolano. Pueden ser un factor de poder favorable a un mundo multipolar y trabajar en contra del dominio estadunidense. Pero pueden enfrentarse, a la vez, a los procesos de empoderamiento popular que recortan su margen de acción. Llegado el caso, los nuevos burgueses están dispuestos a aliarse con sus pares para enfrentar juntos a los de abajo.

Written by Eduardo Aquevedo

5 abril, 2014 at 2:31

El nudo gordiano de la izquierda, por Emir Sader*

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En las economías de mercado, el Estado, para implementar políticas de redistribución del ingreso, como contrapeso de los mecanismos de concentración del mercado, depende de su política tributaria. A lo largo de las primeras décadas de la segunda posguerra, el Estado de bienestar social pudo desarrollarse –básicamente en Europa occidental– en base a un sistema tributario elevado para los padrones actuales. Pero los valores dominantes de derechos y justicia social guiaban las políticas recaudatorias y redistributivas.

En el período neoliberal, los valores dominantes han cambiado. Se impone la ideología liberal de mercado, según la cual cada uno deber buscar mejorar su vida disputando en el mercado en contra de los otros. Los recortes de los gastos públicos, con la teoría del Estado mínimo, han recaído sobre los derechos sociales, considerados gastos, con los cuales los sentimientos dominantes pasaron a no ser simpáticos.

El fin del Estado de bienestar social requirió la abolición de los valores de la solidaridad a favor de los del egoísmo. Cuando candidatos plantean que van a disminuir los impuestos, apelan a los peores sentimientos de las personas, a la insolidaridad social –hasta porque no especifican quiénes perderán derechos con ello, simplemente cuánto cada uno dejaría de pagar de impuestos– y suelen salir adelante en las encuestas.

Gobiernos que pretenden superar el neoliberalismo, reafirmando derechos que hayan sido eliminados, encuentran grandes dificultades de hacerlo con un Estado reducido a sus mínimas proporciones y con las recaudaciones de los Estados igualmente disminuidas. En el plan político se chocan con valores predominantes de hipersensibilidad en contra de cualquier tipo de elevación tributaria, así como con Congresos igualmente fragilizados respecto de campañas de los medios de comunicación en contra de cualquier suba de impuestos. Este es el obstáculo más grande para obtener más recursos para las políticas sociales.

Hay varias experiencias frustradas de gobiernos que, con excelentes intenciones, proponen reformas tributarias socialmente justas, en que los que ganan más pagan más y los que ganan menos, pagan menos, pero que se ven derrotados. Derrotados por Congresos bajo fuerte presión de los medios, que se hacen defensores de los ciudadanos supuestamente agredidos por embestidas del Estado insaciable que les quiere tomar lo que es suyo. La prensa convoca los peores sentimientos y valores egoístas, de insolidaridad social, para oponerse a las reformas tributarias, escondiendo que la gran mayoría dejará de pagar impuestos o pagará menos, mientras que los que pagarán más son los que ganan y tienen más y mucho más.

Sólo es posible para la izquierda superar ese obstáculo mediante una amplia, intensa y prolongada campaña ideológica previa, que demuestre la naturaleza socialmente justa de sus propuestas, para aislar a los sectores conservadores y preparar a la opinión pública para las reformas tributarias indispensables para extender las políticas sociales que nuestras sociedades –aun más en la era neoliberal– tanto necesitan.

*Emir Simão Sader, sociólogo brasileño, director del Laboratorio de Políticas Públicas (LPP) de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro. Master en filosofia política y doctor en Ciencia política. En sección opinión de Página/12, Argentina, 03.04.14

Noam Chomsky: el asalto neoliberal a las universidades …

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Noam Chomsky, Counterpunch

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Lo que sigue es la traducción castellana de una transcripción editada en inglés de un conjunto de observaciones realizadas por Noam Chomsky vía Skype el pasado 4 de febrero para una reunión de afiliados y simpatizantes del sindicato universitario asociado a la Unión de Trabajadores del Acero (Adjunct Faculty Association of the United Steelworkers) en Pittsburgh, PA. Las manifestaciones del profesor Chomsky se produjeron en respuesta a preguntas de Robin Clarke, Adam Davis, David Hoinski, Maria Somma, Robin J. Sowards, Matthew Ussia y Joshua Zelesnick. La transcripción escrita de las respuestas orales la realizó Robin J. Sowards y la edición y redacción corrió a cargo del propio Noam Chomsky.

Sobre la contratación temporal de profesores y la desaparición de la carrera académica

Eso es parte del modelo de negocio. Es lo mismo que la contratación de temporales en la industria o lo que los de Wall Mart llaman “asociados”, empleados sin derechos sociales ni cobertura sanitaria o de desempleo, a fin de reducir costes laborales e incrementar el servilismo laboral. Cuando las universidades se convierten en empresas, como ha venido ocurriendo harto sistemáticamente durante la última generación como parte de un asalto neoliberal general a la población, su modelo de negocio entraña que lo que importa es la línea de base. Los propietarios efectivos son los fiduciarios (o la legislatura, en el caso de las universidades públicas de los estados federados), y lo que quieren mantener los costos bajos y asegurarse de que el personal laboral es dócil y obediente. Y en substancia, la formas de hacer eso son los temporales. Así como la contratación de trabajadores temporales se ha disparado en el período neoliberal, en la universidad estamos asistiendo al mismo fenómeno. La idea es dividir a la sociedad en dos grupos. A uno de los grupos se le llama a veces “plutonomía” (un palabro usado por Citibank cuando hacía publicidad entre sus inversores sobre la mejor forma de invertir fondos), el sector en la cúspide de una riqueza global pero concentrada sobre todo en sitios como los EEUU. El otro grupo, el resto de la población, es un “precariado”, gentes que viven una existencia precaria.

Esa idea asoma de vez en cuando de forma abierta. Así, por ejemplo, cuando Alan Greenspan testificó ante el Congreso en 1997 sobre las maravillas de la economía que estaba dirigiendo, dijo redondamente que una de las bases de su éxito económico era que estaba imponiendo lo que él mismo llamó “una mayor inseguridad en los trabajadores”. Si los trabajadores están más inseguros, eso es muy “sano” para la sociedad, porque si los trabajadores están inseguros, no exigirán aumentos salariales, no irán a la huelga, no reclamarán derechos sociales: servirán a sus amos tan donosa como pasivamente. Y eso es óptimo para la salud económica de las grandes empresas. En su día, a todo el mundo le pareció muy razonable el comentario de Greenspan, a juzgar por la falta de reacciones y los aplausos registrados. Bueno, pues transfieran eso a las universidades: ¿cómo conseguir una mayor “inseguridad” de los trabajadores? Esencialmente, no garantizándoles el empleo, manteniendo a la gente pendiente de un hilo que puede cortarse en cualquier momento, de manera que mejor que estén con la boca cerrada, acepten salarios ínfimos y hagan su trabajo; y si por ventura se les permite servir bajo tan miserables condiciones durante un año más, que se den con un canto en los dientes y no pidan más. Esa es la manera como se consiguen sociedades eficientes y sanas desde el punto de vista de las empresas. Y en la medida en que las universidades avanzan por la vía de un modelo de negocio empresarial, la precariedad es exactamente lo que se impone. Y más que veremos en lo venidero.

Ese es un aspecto, pero otros aspectos que resultan también harto familiares en la industria privada: señaladamente, el aumento de estratos administrativos y burocráticos. Si tienes que controlar la gente, tienes que disponer de una fuerza administrativa que lo haga. Así, en la industria norteamericana más que en cualquier otra parte, se acumula estrato ad administrativo tras estrato administrativo: una suerte de despilfarro económico, pero útil para el control y la dominación. Y lo mismo vale para las universidades. En los pasados 30 0 40 años se ha registrado un aumento drástico en la proporción del personal administrativo en relación el profesorado y los estudiantes de las facultades: profesorado y estudiantes han mantenido la proporción entre ellos, pero la proporción de administrativos se ha disparado. Un conocido sociólogo, Benjamin Ginsberg, ha escrito un muy buen libro titulado The Fall of the Faculty: The Rise of the All-Administrative University and Why It Matters (Oxford University Press, 2011), en el que se describe con detalle el estilo empresarial de administración y niveles burocráticos multiplicados. Ni que decir tiene, con administradores profesionales más que bien pagados: los decanos, por ejemplo, que antes solían miembros de la facultad que dejaban la labor docente para servir como gestores con la idea de reintegrarse a la facultad al cabo de unos años. Ahora son todos profesionales, que tienen que contratar a vicedecanos, secretarios, etc., etc., toda la proliferación de estructura que va con los administradores. Todo eso es otro aspecto del modelo empresarial.

Pero servirse de trabajo barato –y vulnerable— es una práctica de negocio que se remonta a los inicios mismos de la empresa privada, y los sindicatos nacieron respondiendo a eso. En las universidades, trabajo barato, vulnerable, significa ayudantes y estudiantes graduados. Los estudiantes graduados son todavía más vulnerables, huelga decirlo, La idea es transferir la instrucción a trabajadores precarios, lo que mejora la disciplina y el control, pero también permite la transferencia de fondos a otros fines muy distintos de la educación. Los costos, claro está, los pagan los estudiantes y las gentes que se ven arrastradas a esos puestos de trabajo vulnerables. Pero es un rasgo típico de una sociedad dirigida por la mentalidad empresarial transferir los costos a la gente. Los economistas cooperan tácitamente en eso. Así, por ejemplo, imaginen que descubren un error en su cuenta corriente y llaman al banco para tratar de enmendarlo. Bueno, ya saben ustedes lo que pasa. Usted les llama por teléfono, y le sale un contestador automático con un mensaje grabado que le dice: “Le queremos mucho, y ahí tiene un menú”. Tal vez le menú ofrecido contiene lo que usted busca, tal vez no. Si acierta a elegir la opción ofrecida correcta, lo que escucha a continuación es una musiquita, y de rato en rato una voz que le dice: “Por favor, no se retire, estamos encantados de servirle”, y así por el estilo. Al final, transcurrido un buen tiempo, una voz humana a la que poder plantearle una breve cuestión. A eso los economistas le llaman “eficiencia”. Con medidas económicas, ese sistema reduce los costos laborales del banco; huelga decir que le carga los costos a usted, y esos costos han de multiplicarse por el número de usuarios, que puede ser enorme: pero eso no cuenta como coste en el cálculo económico. Y si miran ustedes cómo funciona la sociedad, encuentran eso por doquiera. Del mismo modo, la universidad impone costos a los estudiantes y a un personal docente que, además e tenerlo apartado de la carrera académica, se le mantiene en una condición que garantiza un porvenir sin seguridad. Todo eso resulta perfectamente natural en los modelos de negocio empresariales. Es nefasto para la educación, pero su objetivo no es la educación.

En efecto, si echamos una mirada más retrospectiva, la cosa se revela más profunda todavía. Cuando todo esto empezó, a comienzos de los 70, suscitaba mucha preocupación en todo el espectro político establecido el activismo de los 60, comúnmente conocidos como “la época de los líos”. Fue una “época de líos” porque el país se estaba civilizando [con las luchas por los derechos civiles], y eso siempre es peligroso. La gente se estaba politizando y se comprometía con la conquista de derechos para los grupos llamados “de intereses especiales”: las mujeres, los trabajadores, los campesinos, los jóvenes, los viejos, etc. Eso llevó a una grave reacción, conducida de forma prácticamente abierta. En el lado de la izquierda liberal del establishment, tenemos un libro llamado The Crisis of Democracy: Report on the Governability of Democracies to the Trilateral Commission, compilado por Michel Crozier, Samuel P. Huntington y Joji Watanuki (New York University Press, 1975) y patrocinado por la Comisión Trilateral una organización de liberales internacionalistas. Casi toda la administración Carter se reclutó entre sus filas. Estaban preocupados por lo que ellos llamaban la “crisis de la democracia” y que no dimanaba de otra cosa del exceso de democracia. En los 60 la población –los “intereses especiales” mencionados— presionaba para conquistar derechos dentro de la arena política, lo que se traducía en demasiada presión sobre el Estado: no podía ser. Había un interés especial que dejaban de lado, y es a saber: el del sector granempresarial; porque sus intereses coinciden con el “interés nacional”. Se supone que el sector graempresarial controla al Estado, de modo que no hay ni que hablar de sus intereses. Pero los “intereses especiales” causaban problemas, y estos caballeros llegaron a la conclusión de que “tenemos que tener más moderación en la democracia”: el público tenía que volver a ser pasivo y regresar a la apatía. De particular preocupación les resultaban las escuelas y las universidades, que, decían, no cumplían bien su tarea de “adoctrinar a los jóvenes” convenientemente: el activismo estudiantil –el movimiento de derechos civiles, el movimiento antibelicista, el movimiento feminista, los movimientos ambientalistas— probaba que los jóvenes no estaban correctamente adoctrinados.

Bien, ¿cómo adoctrinar a los jóvenes? Hay más de una forma. Una forma es cargarlos con deudas desesperadamente pesadas para sufragar sus estudios. La deuda es una trampa, especialmente la deuda estudiantil, que es enorme, mucho más grande que el volumen de deuda acumulada en las tarjetas de crédito. Es una trampa para el resto de su vida porque las leyes están diseñadas para que no puedan salir de ella. Si, digamos, una empresa incurre en demasiada deuda, puede declararse en quiebra. Pero si los estudiantes suspenden pagos, nunca podrán conseguir una tarjeta de la seguridad social. Es una técnica de disciplinamiento. No digo yo que eso se hiciera así con tal propósito, pero desde luego tiene ese efecto. Y resulta harto difícil de defender en términos económicos. Miren ustedes un poco lo que pasa por el mundo: la educación superior es en casi todas partes gratuita. En los países con los mejores niveles educativos, Finlandia (que anda en cabeza), pongamos por caso, la educación superior es pública y gratuita. Y en un país rico y exitoso como Alemania es pública y gratuita. En México, un país pobre que, sin embargo, tiene niveles de educación muy decentes si atendemos a las dificultades económicas a las que se enfrenta, es pública y gratuita. Pero miren lo que pasa en los EEUU: si nos remontamos a los 40 y los 50, la educación superior se acercaba mucho a la gratuidad. La Ley GI ofreció educación superior gratuita a una gran cantidad de gente que jamás habría podido acceder a la universidad. Fue muy bueno para ellos y fue muy bueno para la economía y para la sociedad; fue parte de las causas que explican la elevada tasa de crecimiento económico. Incluso en las entidades privadas, la educación llegó a ser prácticamente gratuita. Yo, por ejemplo: entré en la facultad en 1945, en una universidad de la Ivy League, la Universidad de Pensilvania, y la matrícula costaba 100 dólares. Eso serían unos 800 dólares de hoy. Y era muy fácil acceder a una beca, de modo que podías vivir en casa, trabajar e ir a la facultad, sin que te costara nada. Lo que ahora ocurre es ultrajante. Tengo nietos en la universidad que tienen que pagar la matrícula y trabajar, y es casi imposible. Para los estudiantes, eso es una técnica disciplinaria.

Y otra técnica de adoctrinamiento es cortar el contacto de los estudiantes con el personal docente: clases grandes, profesores temporales que, sobrecargados de tareas, apenas pueden vivir con un salario de ayudantes. Y puesto que no tienes seguridad en el puesto de trabajo, no puedes construir una carrera, no puedes irte a otro sitio y conseguir más. Todas esas son técnicas de disciplinamiento, de adoctrinamiento y de control. Y es muy similar a lo que uno espera que ocurra en una fábrica, en la que los trabajadores fabriles han de ser disciplinados, han de ser obedientes; y se supone que no deben desempeñar ningún papel en, digamos, la organización de la producción o en la determinación del funcionamiento de la planta de trabajo: eso es cosa de los ejecutivos. Esto se transfiere ahora a las universidades. Y yo creo que nadie que tenga algo de experiencia en la empresa privada y en la industria debería sorprenderse; así trabajan.

Sobre cómo debería ser la educación superior

Para empezar, deberíamos desechar toda idea de que alguna vez hubo una “edad de oro”. Las cosas eran distintas, y en ciertos sentidos, mejores en el pasado, pero distaban mucho de ser perfectas. Las universidades tradicionales eran, por ejemplo, extremadamente jerárquicas, con muy poca participación democrática en la toma de decisiones. Una parte del activismo de los 60 consistió en el intento de democratizar las universidades, de incorporar, digamos, a representantes estudiantiles a las juntas de facultad, de animar al personal no docente a participar. Esos esfuerzos se hicieron por iniciativa de los estudiantes, y no dejaron de tener cierto éxito. La mayoría de universidades disfrutan ahora de algún grado de participación estudiantil en las decisiones de las facultades. Y yo creo que ese es el tipo de cosas que deberíamos ahora seguir promoviendo: una institución democrática en la que la gente que está en la institución, cualquiera que sea (profesores ordinarios, estudiantes, personal no docente) participan en la determinación de la naturaleza de la institución y de su funcionamiento; y lo mismo vale para las fábricas.

No son estas ideas de izquierda radical, por cierto. Proceden directamente del liberalismo clásico. Si leéis, por ejemplo, a John Stuart Mill, una figura capital de la tradición liberal clásica, verán que daba por descontado que los puestos de trabajo tenían que ser gestionados y controlados por la gente que trabajaba en ellos: eso es libertad y democracia (véase, por ejemplo, John Stuart Mill, Principles of Political Economy, book 4, ch. 7). Vemos las mismas ideas en los EEUU. En los Caballeros del Trabajo, pongamos por caso: uno de los objetivos declaradis de esta organización era “instituir organizaciones cooperativas que tiendan a superar el sistema salarial introduciendo un sistema industrial cooperativo” (véase la “Founding Ceremony” para las nuevas asociaciones locales). O piénsese en alguien como John Dewey, un filósofo social de la corriente principal del siglo XX, quien no sólo abogó por una educación encaminada a la independencia creativa, sino también por el control obrero en la industria, lo que él llamaba “democracia industrial”. Decía que hasta tanto las instituciones cruciales de la sociedad –producción, comercio, transporte, medios de comunicación— no estén bajo control democrático, la “política [será] la sombra proyectada en el conjunto de la sociedad por la gran empresa” (John Dewey, “The Need for a New Party” [1931]). Esta idea es casi elemental, y echa raíces profundas en la historia norteamericana y en el liberalismo clásico; debería constituir una suerte de segunda naturaleza de la gente, y debería valer igualmente para las universidades. Hay ciertas decisiones en una universidad donde no puedes querer transparencia democrática porque tienes que preservar la privacidad estudiantil, pongamos por caso, y hay varios tipos de asuntos sensibles, pero en el grueso de la actividad universitaria normal no hay razón para no considerar la participación directa como algo, no ya legítimo, sino útil. En mi departamento, por ejemplo, hemos tenido durante 40 años representantes estudiantiles que proporcionaban una valiosa ayuda con su participación en las reuniones de departamento.

Sobre la “gobernanza compartida” y el control obrero

La universidad es probablemente la institución social que más se acerca en nuestra sociedad al control obrero democrático. Dentro de un departamento, por ejemplo, es bastante normal que al menos para los profesores ordinarios tenga capacidad para determinar una parte substancial de las tareas que conforman su trabajo: qué van a enseñar, cuando van a dar las clases, cuál será el programa. Y el grueso de las decisiones sobre el trabajo efectuado en la facultad caen en buena medida bajo el control del profesorado ordinario. Ahora, ni que decir tiene, hay un nivel administrativo superior al que no puedes ni eludir ni controlar. La facultad puede recomendar a alguien para ser profesor titular, pongamos por caso, y estrellarse contra el criterio de los decanos o del rector, o incluso de los patronos o de los legisladores. No es que ocurra muy a menudo, pero puede ocurrir y ocurre. Y eso es parte de la estructura de fondo que, aun cuando siempre ha existido, era un problema menor en los tiempos en que la administración salía elegida por la facultad y era en principio revocable por la facultad. En un sistema representativo, necesitas tener a alguien haciendo labores administrativas, pero tiene que poder ser revocable, sometido como está a la autoridad de las gentes a las que administra. Eso es cada vez menos verdad. Hay más y más administradores profesionales, estrato sobre estrato, con más y más posiciones cada vez más remotas del control de las facultades. Me referí antes a The Fall of the Faculty de Benjamin Ginsberg, un libro que entra en un montón de detalles sobre el funcionamiento de varias universidades a las que sometió a puntilloso escrutinio: Johns Hopkins, Cornell y muchas otras.

El profesorado universitario ha venido siendo más y más reducido a la categoría de trabajadores temporales a los que se asegura una precaria existencia sin acceso a la carrera académica. Tengo conocidos que son, en efecto, lectores permanente; no han logrado el estatus de profesores ordinarios; tienen que concursar cada año para poder ser contratados otra vez. No deberían ocurrir estas cosas, no deberíamos permitirlo. Y en el caso de los ayudantes, la cosa se ha institucionalizado: no se les permite ser miembros del aparato de toma de decisiones y se les excluye de la seguridad en el puesto de trabajo, lo que no sirve sino para amplificar el problema. Yo creo que el personal no docente debería ser integrado también en la toma de decisiones, porque también forman parte de la universidad. Así que hay un montón que hacer, pero creo que se puede entender fácilmente por qué se desarrollan esas tendencias. Son parte de la imposición del modelo de negocios en todos y cada uno de los aspectos de la vida. Esa es la ideología neoliberal bajo la que el grueso del mundo ha estado viviendo en los últimos 40 años. Es muy dañina para la gente, y ha habido resistencias a ella. Y es digno de mención el que al menos dos partes del mundo han logrado en cierta medida escapar de ella: el Este asiático, que nunca la aceptó realmente, y la América del Sur de los últimos 15 años.

Sobre la pretendida necesidad de “flexibilidad”

“Flexibilidad” es una palabra muy familiar para los trabajadores industriales. Parte de la llamada “reforma laboral” consiste en hacer más “flexible” el trabajo, en facilitar la contratación y el despido de la gente. También esto es un modo de asegurar la maximización del beneficio y el control. Se supone que la “flexibilidad” es una buena cosa, igual que la “mayor inseguridad de los trabajadores”. Dejando ahora de lado la industria, para la que vale lo mismo, en las universidades eso carece de toda justificación. Pongamos un caso en el que se registra submatriculación en algún sitio. No es un gran problema. Una de mis hijas enseña en una universidad; la otra noche me llamó y me contó que su carga lectiva cambiaba porque uno de los cursos ofrecidos había registrado menos matrículas de las previstas. De acuerdo, el mundo no se acabará, se limitaron a reestructurar el plan docente: enseñas otro curso, o una sección extra, o algo por el estilo. No hay que echar a la gente o hacer inseguro su puesto de trabajo a causa de la variación del número de matriculados en los cursos. Hay mil formas de ajustarse a esa variación. La idea de que el trabajo debe someterse a las condiciones de la “flexibilidad” no es sino otra técnica corriente de control y dominación. ¿Por qué no hablan de despedir a los administradores si no hay nada para ellos este semestre? O a los patronos: ¿para qué sirven? La situación es la misma para los altos ejecutivos de la industria; si el trabajo tiene que ser flexible, ¿por qué no la gestión ejecutiva? El grueso de los altos ejecutivos son harto inútiles y aun dañinos, así que ¡librémonos de ellos! Y así indefinidamente. Sólo para comentar noticias de estos últimos días, pongamos el caso de Jamie Dimon, el presidente del consejo de administración del banco JP Morgan Chase: acaba de recibir un substancial incremento en sus emolumentos, casi el doble de su paga habitual, en agradecimiento por haber salvado al banco de las acusaciones penales que habrían mandado a la cárcel a sus altos ejecutivos: todo quedó en multas por un monto de 20 mil millones de dólares por actividades delictivas probadas. Bien, podemos imaginar que librar de alguien así podría ser útil para la economía. Pero no se habla de eso cuando se habla de ”reforma laboral”. Se habla de gente trabajadora que tiene que sufrir, y tiene que sufrir por inseguridad, por no saber de donde sacarán el pan mañana: así se les disciplina y se les hace obedientes para que no cuestionen nada ni exijan sus derechos. Esa es la forma de operar de los sistemas tiránicos. Y el mundo de los negocios es un sistema tiránico. Cuando se impone a las universidades, te das cuenta de que refleja las mismas ideas. No debería ser un secreto.

Sobre el propósito de la educación

Se trata de debates que se retrotraen a la Ilustración, cuando se plantearon realmente las cuestiones de la educación superior y de la educación de masas, no sólo la educación para el clero y la aristocracia. Y hubo básicamente dos modelos en discusión en los siglos XVIII y XIX. Se discutieron con energía harto evocativa. Una imagen de la educación era la de un vaso que se llena, digamos, de agua. Es lo que ahora llamamos “enseñar para el examen”: viertes agua en el vaso y luego el vaso devuelve el agua. Pero es un vaso bastante agujereado, como todos hemos tenido ocasión de experimentar en la escuela: memorizas algo en lo que no tienes mucho interés para poder pasar un examen, y al cabo de una semana has olvidado de qué iba el curso. El modelo de vaso ahora se llama “ningún niño a la zaga”, “enseñar para el examen”, “carrera a la cumbre”, y cosas por el estilo en las distintas universidades. Los pensadores de la Ilustración se opusieron a ese modelo.

El otro modelo se describía como lanzar una cuerda por la que el estudiante pueda ir progresando a su manera y por propia iniciativa, tal vez sacudiendo la cuerda, tal vez decidiendo ir a otro sitio, tal vez planteando cuestiones. Lanzar la cuerda significa imponer cierto tipo de estructura. Así, un programa educativo, cualquiera que sea, un curso de física o de algo, no funciona como funciona cualquier otra cosa; tiene cierta estructura. Pero su objetivo consiste en que el estudiante adquiera la capacidad para inquirir, para crear, para innovar, para desafiar: eso es la educación. Un físico mundialmente célebre cuando, en sus cursos para primero de carrera, se le preguntaba “¿qué parte del programa cubriremos este semestre?”, contestaba: “no importa lo que cubramos, lo que importa es lo que descubráis vosotros”. Tenéis que ganar la capacidad y la autoconfianza en esta asignatura para desafiar y crear e innovar, y así aprenderéis; así haréis vuestro el material y seguir adelante. No es cosa de acumular una serie fijada de hechos que luego podáis soltar por escrito en un examen para olvidarlos al día siguiente.

Son dos modelos radicalmente distintos de educación. El ideal de la Ilustración era el segundo, y yo creo que el ideal al que deberíamos aspirar. En eso consiste la educación de verdad, desde el jardín de infancia hasta la universidad. Lo cierto es que hay programas de ese tipo para los jardines de infancia, y bastante buenos.

Sobre el amor a la docencia

Queremos, desde luego, gente, profesores y estudiantes, comprometidos en actividades que resulten satisfactorias, disfrutables, actividades que sean desafíos, que resulten apasionantes. Yo no creo que eso sea tan difícil. Hasta los niños pequeños son creativos, inquisitivos, quieren saber cosas, quieren entenderlas, y a no ser que te saquen eso a la fuerza de la cabeza, el anhelo perdura de por vida. Si tienes oportunidades para desarrollar esos compromisos y preocuparte por esas cosas, son las más satisfactorias de la vida. Y eso vale lo mismo para el investigador en física que para el carpintero; toenes que intentar crear algo valioso, lidiar con problemas difíciles y resolverlos. Yo creo que que eso es lo que hace del trabajo el tipo de actividad que quieres hacer; y la haces aun cuando no estés obligado a hacerla. En una universidad que funcione razonablemente, encontrarás gente que trabaja todo el tiempo porque les gusta lo que hacen; es lo que quieren hacer; se les ha dado la oportunidad, tienen los recursos, se les ha animado a ser libres e independientes y creativos: ¿qué mejor que eso? Y eso también puede hacerse en cualquier nivel.

Vale la pena reflexionar un poco sobre algunos de los programas educativos imaginativos y creativos que se desarrollan en los distintos niveles. Así, por ejemplo, el otro día alguien me contaba de un programa que usa en las facultades, un programa de ciencia en el que se plantea a los estudiantes una interesante cuestión: “¿Cómo puede ser que un mosquito vuela bajo la lluvia?” Difícil cuestión, cuando se piensa un poco en ella. Si algo impactara en un ser humano con la fuerza de una gota de agua que alcanza a un mosquito, lo abatiría inmediatamente. ¿Cómo puede, pues, el mosquito evitar el aplastamiento inmediato? ¿Cómo puede seguir volando? Si quieres seguir dándole vueltas a este asunto –dificilísimo asunto—, tienes que hacer incursiones en las matemáticas, en la física y en la biología y plantearte cuestiones lo suficientemente difíciles como para verlas como un desafío que despierta la necesidad de responderlas.

Eso es lo que debería ser la educación en todos los niveles, desde el jardín de infancia. Hay programas para jardines de infancia en los que se da a cada niño, por ejemplo, una colección de pequeñas piezas: guijarros, conchas, semillas y cosas por el estilo. Se propone entonces a la clase la tarea de descubrir cuáles son las semillas. Empieza con lo que llaman una “conferencia científica”: los nenes hablan entre sí y tratan de imaginarse cuáles son semillas. Y, claro, hay algún maestro que orienta, pero la idea es dejar que los niños vayan pensando. Luego de un rato, intentan varios experimentos tendentes a averiguar cuáles son las semillas. Se le da a cada niño una lupa y, con ayuda del maestro, rompe una semilla y mira dentro y encuentra el embrión que hace crecer a la semilla. Esos niños aprenden realmente algo: no sólo algo sobre las semillas y sobre lo que las hace crecer; también aprenden algo sobre los procesos de descubrimiento. Aprenden a gozar con el descubrimiento y la creación, y eso es lo que te permitirá comportarte de manera independiente fuera del aula, fuera del curso.

Lo mismo vale para toda la educación, hasta la universidad. En un seminario universitario razonable, no esperas que los estudiantes tomen apuntes literales y repitan todo lo que tu digas; lo que esperas es que te digan si te equivocas, o que vengan con nuevas ideas desafiantes, que abran caminos que no habían sido pensados antes. Eso es lo que es la educación en todos los niveles. No consiste en instilar información en la cabeza de alguien que luego la recitará, sino que consiste en capacitar a la gente para que lleguen a ser personas creativas e independientes y puedan encontrar gusto en el descubrimiento y la creación y la creatividad a cualquier nivel o en cualesquiera dominios a los que les lleven sus intereses.

Sobre el uso de la retórica empresarial contra el asalto empresarial a la universidad

Eso es como plantearse la tarea de justificar ante el propietario de esclavos que nadie debería ser esclavo. Estáis aquí en un nivel de la indagación moral en el que resulta harto difícil encontrar respuestas. Somos seres humanos con derechos humanos. Es bueno para el individuo, es bueno para la sociedad y hasta es bueno para la economía en sentido estrecho el que la gente sea creativa e independiente y libre. Todo el mundo sale ganando de que la gente sea capaz de participar, de controlar sus destinos, de trabajar con otros: puede que eso no maximice los beneficios ni la dominación, pero ¿por qué tendríamos que preocuparnos de esos valores?

Un consejo a las organizaciones sindicales de los profesores precarios

Ya sabéis mejor que yo lo que hay que hacer, el tipo de problemas a los que os enfrentáis. Seguid adelante y haced lo que tengáis que hacer. No os dejéis intimidar, no os amedrentéis, y reconoced que el futuro puede estar en nuestras manos si queremos que lo esté.

Traducción para http://www.sinpermiso.info: Miguel de Puñoenrostro

Fuente: http://www.counterpunch.org/2014/02/28/on-academic-labor/27

 

Internet: Todos bajo control, por Ignacio Ramonet

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Ignacio Ramonet – Le Monde Diplomatique

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En la película Her (1), que acaba de ganar el Óscar al mejor guión original y cuya acción transcurre en un futuro próximo, el personaje principal, Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), adquiere un sistema operativo informático que funciona como un asistente total, plegándose intuitivamente a cualquier requisito o demanda del usuario. Theodore lo elige con voz de mujer y mediante su teléfono inteligente se pasa horas conversando con ella hasta acabar perdidamente enamorado.

La metáfora de Her es evidente. Subraya nuestra creciente adicción respecto al mundo digital, y nuestra inmersión cada vez más profunda en un universo desmaterializado. Pero si citamos aquí este film no es sólo por su moraleja sino porque sus personajes viven, como lo haremos nosotros mañana, en una atmósfera comunicacional aún más hiperconectada. Con alta densidad de phablets, smartphones, tabletas, videojuegos de última generación, pantallas domésticas gigantes y ordenadores dialogantes activados por voz…

La demanda de datos y de vídeos alcanza efectivamente niveles astronómicos. Porque los usuarios están cada vez más enganchados a las redes sociales. Facebook, por ejemplo, ya tiene más de 1.300 millones de usuarios activos en el mundo; Youtube, unos 1.000 millones; Twitter, 750 millones; WhatsApp, 450 millones… (2). En todo el planeta, los usuarios ya no se conforman con un solo modo de comunicación sino que reclaman el “cuádruple play” o sea el acceso a Internet, televisión digital, teléfono fijo y móvil. Y para satisfacer esa insaciable demanda, se necesitan conexiones (de banda ultraancha de muy alta velocidad) capaces de aportar los enormes caudales de información, expresados en cientos de megabits por segundo. Pero ahí surge el problema. Desde el punto de vista técnico, las redes ADSL (3) actuales –que nos permiten recibir Internet de banda ancha en nuestros smartphones, hogares u oficinas– ya están casi saturadas…

¿Qué hacer? La única solución es pasar por las rutas del cable, ya sea coaxial o de fibra óptica. Esta tecnología garantiza una óptima calidad en la transmisión de datos y de vídeos de banda ultraancha, y casi no tiene límites de caudal. Estuvo en boga en los años 1980. Pero fue arrinconada porque requiere obras de envergadura de alto coste (hay que cavar y enterrar los cables, y llevarlos hasta el pie de los edificios). Sólo unos cuantos cableoperadores siguieron apostando por su fiabilidad, y construyeron con paciencia una tupida red cablera. La mayoría de los demás prefirieron la técnica ADSL más barata (basta con instalar una red de antenas) pero, como hemos dicho, ya casi saturada. Por eso, en este momento, el movimiento general de las grandes firmas de telecomunicaciones (y también de los especuladores de los fondos de capital riesgo) consiste en buscar a toda costa la fusión con los cableoperadores cuyas “viejas” redes de fibra representan, paradójicamente, el futuro de las autopistas de la comunicación.

Este contexto tecnológico y comercial explica la reciente adquisición, en España, de ONO, el mayor operador local de cable, por la firma británica Vodafone (4) a cambio de 7.200 millones de euros. Cuarto operador español, ONO dispone de 1,1 millones de líneas móviles y 1,5 millones de líneas fijas, pero, sobre todo, lo que le da valor es su extensa red de cable que alcanza los 7,2 millones de hogares. El 60% del capital de ONO ya estaba en manos de fondos internacionales de capital riesgo sabedores, por las razones que acabamos de explicar, que las firmas gigantes de telecomunicaciones desean adquirir, a cualquier precio, a los cableoperadores.

En todas partes, los fondos buitre están comprando los operadores de cable independientes con el propósito de realizar importantes plusvalías al revenderlos a algún comprador industrial. Por ejemplo, en España, los tres operadores de cable regionales –Euskaltel, Telecable y R– han sido objeto de adquisiciones especulativas. En 2011, el fondo de capital riesgo estadounidense The Carlyle Group compró el 85% del operador de cable asturiano Telecable.

En 2012, el fondo italiano Investindustrial y el estadounidense Trilantic Capital Parners se hicieron con el 48% del operador vasco Euskatel. Y el mes pasado, el fondo británico CVC Capital Partners (5) adquirió el 30% que le faltaba del operador gallego R (6), al que ahora controla en su totalidad.

A veces las fusiones se hacen en sentido inverso: el cableoperador es quien adquiere una compañía de telecomunicaciones. Acaba de suceder en Francia, donde la principal firma de cable, Numericable (5 millones de empresas u hogares conectados), está tratando de comprar, por casi 12.000 millones de euros, al tercer operador francés de telefonía, SFR, propietario de una red de fibra óptica de 57.000 km…

Otras veces son dos cable-operadores los que deciden unirse. Está sucediendo en Estados Unidos, donde los dos principales cable-operadores, Comcast y Time Warner Cable (TWC), han decidido unificarse (7). Juntos, estos dos titanes tienen más de 30 millones de abonados a quienes procuran servicios de Internet de banda ancha y de telefonía móvil y fija. Ambas firmas, asociadas, controlan además un tercio de la televisión de pago. Su megafusión se haría bajo la forma de una compra de TWC por Comcast por el colosal precio de 45.000 millones de dólares (36.000 millones de euros). Y el resultado será un mastodonte mediático con una cifra de negocios estimada en cerca de 87.000 millones de dólares (67.000 millones de euros).

Suma astronómica, como la de los demás gigantes de Internet, en particular si la comparamos con la de algunos grupos mediáticos de prensa escrita. Por ejemplo, la cifra de negocios del grupo PRISA, primer grupo de comunicación español, editor del diario El País y con fuerte presencia en Latinoamérica, es de menos de 3.000 millones de euros (8). La del New York Times es inferior a 2.000 millones de euros. La del grupo Le Monde no pasa de 380 millones de euros, y la de The Guardian ni siquiera alcanza los 250 millones de euros.

En términos de potencia financiera, frente a los mastodontes de las telecomunicaciones, la prensa escrita (aún con sus sitios web), pesa poco. Cada vez menos (9). Pero sigue siendo un indispensable factor de alerta y de denuncia. En particular de los abusos que cometen los nuevos gigantes de las telecomunicaciones cuando espían nuestras comunicaciones. Gracias a las revelaciones de Edward Snowden y de Gleen Greenwald, difundidas por el diario británico The Guardian, hemos conocido que la mayoría de los colosos de Internet fueron –y siguen siendo– cómplices de la National Security Agency (NSA) para la aplicación de su programa ilegal de espionaje masivo de comunicaciones y uso de redes sociales.

No somos inocentes. Cual esclavos voluntarios, y aún sabiendo que nos observan, seguimos dopándonos con droga digital. Sin importarnos que cuanto más crece nuestra adicción más entregamos la vigilancia de nuestras vidas a los nuevos amos de las comunicaciones. ¿Vamos a seguir así? ¿Podemos consentir que estemos todos bajo control?

(1) Director: Spike Jonze, 2013.
(2) Es interesante anotar, en este contexto, la reciente compra, por Facebook, de WhatsApp, «el servicio de mensajería más popular del mundo» (450 millones de usuarios), por la monumental suma de 19.000 millones de dólares.
(3) ADSL: sigla del inglés Asymmetric Digital Subscriber Line (Línea digital asimétrica de abonado). Es una tecnología de acceso a Internet de banda ancha.
(4) En 2011, Vodafone compró el cableoperador británico Cable&Wireless, y en 2012 adquirió el principal cableoperador alemán Kabel Deutschland.
(5) CVC Capital Partners ya adquirió, en 2010, la empresa helvética Sunrise, segundo operador de telefonía en Suiza, que posee más de 7.500 km de red de fibra óptica.
(6) R Cable y Telecomunicaciones Galicia S. A. ofrece servicios de Internet de banda ancha, televisión, telefonía móvil y fija a cerca de un millón de viviendas y empresas de unas 90 localidades gallegas.
(7) Este proyecto de megafusión aún no tiene el visto bueno de la División antitrust del Departamento estadounidense de Justicia.
(8) Exactamente de 2.726 millones de euros. PRISA registró, en 2013, una pérdida neta de 649 millones de euros, más del doble que en 2012.
(9) Léase Ignacio Ramonet, La explosión del periodismo, Clave Intelectual, Madrid, 2012.

*Periodista español. Presidente del Consejo de Administración y director de la redacción de “Le Monde Diplomatique” en español.Nº: 222 Abril 2014.

Reforma Educacional en Chile: Ministro, queremos gratuidad, no becas…

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ANDRÉS FIELBAUM, Ex Presidente FECh

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Durante todo el año pasado, uno de los puntos que persistentemente exigimos a Michelle Bachelet aclarar sobre su programa se refería a la gratuidad en la educación superior. Concretamente, la gran interrogante era si ésta se llevaría a cabo a través de simplemente aumentar becas o mediante un financiamiento directo a las instituciones. La respuesta nunca llegó, probablemente porque durante la campaña aclarar las ambigüedades significaba incrementar las tensiones en un momento en que requería a su comando unido. Pero, lamentablemente, hace pocos días el nuevo Ministro Eyzaguirre, en su aparición en el programa de TVN “El Informante”, comenzó a develar tales silencios confirmando nuestras peores predicciones: los fondos dedicados a la docencia (es fácil imaginar que serán los mayoritarios) se harán vía subsidio a la demanda.

Hemos escuchado varias veces el argumento de “que los estudiantes exigen educación gratuita, pero que dejen al gobierno ver cómo se financia, porque eso no es lo que a ellos les afecta”. Sostener algo así significa suponer que nuestra lucha ha sido solamente por nuestro bolsillo, olvidando que la reivindicación estudiantil es mucho más profunda: una educación entendida como un derecho para poner los cimientos de una nueva sociedad, mucho más solidaria, igualitaria, democrática y justa.

Para lo anteriormente dicho, es crucial que el mercado se retire de nuestro sistema educacional. En un sistema mercantilizado la prioridad de las instituciones es maximizar la ganancia (ya sea para echársela al bolsillo cuando existe lucro, ya sea para sobrevivir cuando hay autofinanciamento), cuestión incompatible con una educación donde la prioridad esté puesta exclusivamente en la propia educación, con énfasis en generar estudiantes íntegros, en construir espacios de ciudadanía y, por sobre todo, en las necesidades que Chile tiene tanto a nivel de investigación como de profesionales.

El año pasado publiqué en este mismo medio una columna que intentaba sistematizar en cuatro ejes la necesidad de una educación gratuita: libertad, calidad, integración y dignidad. Aquellos cuatro ejes se ven deformados cuando dicha gratuidad se lleva a cabo mediante subsidio a la demanda (becas) y no mediante un financiamiento estable a las instituciones educativas.

En cuanto a la libertad, efectivamente eliminar la necesidad de pagar significa que el limitante directo a la posibilidad de elegir carrera y Universidad ya no existirá. Sin embargo, una libertad real también requiere que la oferta académica esté acorde a la vocación de los estudiantes y, por sobre todo, a las áreas que en cuanto país definamos como estratégicas. Eso no ocurrirá en la medida que el financiamiento a las Universidades esté ligado directamente a la cantidad de becas que pueda atraer y sus formas de gastarla. Es fácil imaginar que seguirán predominando las carreras más baratas de impartir o las que permiten proyectar mayores ingresos futuros, pasando a un segundo plano aquellas en las que nuestro país tiene carencias o desafíos particulares.

No solamente eso, una verdadera libertad significa también una orientación de la carrera dirigida a una formación completa; una educación que mantenga su carácter mercantil tiene como consecuencia que la orientación de cada carrera seguirá priorizando las necesidades de las grandes empresas y no las del chileno común. Que en ingeniería comercial seguirá siendo prioritario aprender a eludir impuestos y que en derecho seguirá siendo más importante saber formar una empresa que defender el derecho a la vivienda.

La calidad probablemente sea el ítem que más se deforma. Durante años se nos dijo que la libre competencia entre las instituciones educativas haría que el sistema completo mejorara, pues tendrían incentivos a ser mejores para así captar más estudiantes. Difícilmente alguien puede sostener razonablemente que aquel supuesto sea una realidad en nuestro actual sistema educativo, donde año tras año nos espantamos con instituciones que gastan cada vez más en publicidad, y el espanto crece cuando comparamos con lo que gastan en mejorar su infraestructura y su enseñanza.

Financiar la gratuidad a través de becas implica perpetuar esta lógica de instituciones compitiendo entre sí, definiendo sus orientaciones de acuerdo a la volátil demanda y dejando una vez más en un segundo o tercer plano las necesidades de Chile y su pueblo. En cambio, financiamiento directo significa autonomía, característica tan necesaria para que las universidades puedan estar con las energías totalmente puestas en el objetivo educativo y libres de ataduras para jugar un rol relevante en las discusiones claves para el país.

En cuanto a la integración, si bien este objetivo está íntimamente ligado con las políticas de acceso, que sobrepasan los límites de esta columna, nuevamente un financiamiento vía becas implica que este objetivo se cumpla sólo parcialmente. En efecto, pues si bien se termina con la barrera de acceso que es la necesidad de que el estudiante pague, disminuyendo la segregación, aquello no resuelve el hecho de perpetuar la competencia por estudiantes, lo cual lleva a que cada institución se concentre en un nicho específico de mercado, orientando sus recursos y estrategias hacia la captación de cierto tipo de estudiantes. Así en definitiva se mantienen algunas Universidades para ricos y otras para pobres.

Finalmente, en lo que respecta a dignidad, si bien es cierto que becas para todos ya no implicará la posibilidad de perder el financiamiento por cualquier pequeño cambio en la situación familiar, en la propuesta del Ejecutivo la posibilidad de perder la beca sí existirá para todos los estudiantes de aquellas instituciones que deberán “decidir” si desean ser parte de la red de universidades financiadas por el Estado o no. Decisión que en muchos casos deberán adoptar juntas directivas sin ningún tipo de control democrático, compuestas, en no pocos casos, por personas ubicadas a varios miles de kilómetros de nuestro país. Por lo tanto, una decisión que será manejada como una variable que perfectamente puede ser cambiada si a esta gente se le ocurre que es más estratégico para su holding.

Pero no solamente los estudiantes de Universidades privadas estarán en riesgo: la precaria situación de muchas Universidades estatales significa que, sin un aporte basal que les permita proyectarse y planificar a largo plazo, sus decisiones inmediatas seguirán basándose en malabarismos para sobrevivir, con todas las temibles consecuencias que ello puede significar.

Un financiamiento directo a las instituciones es la única manera de verdaderamente hacer de la gratuidad una forma de desmercantilización de la educación. Significa eliminar la lógica de que una carrera tiene un “precio” (más allá de quien lo pague). Si el Estado trabaja con una red de Universidades para que formen los profesionales y el conocimiento que Chile necesita, cada Universidad podrá definir su proyecto educativo para cumplir el rol que le haya sido exigido y en función de ello ser financiada. Para que efectivamente con la educación gratuita ganemos todos, se requiere un sistema educativo pensado en función del país en su conjunto. Comprender que la pelea de los estudiantes no es por los estudiantes, es por Chile y su futuro.

Todo lo anteriormente descrito se basa en un diagnóstico tajante: nuestro sistema educativo ha sido un fracaso rotundo, y requiere de cirugía mayor. Aumentar las becas sin comprender lo anterior es meter plata a un saco roto.

Al exigir aportes directos, surge de inmediato el cuestionamiento de para quiénes deben ir, más aún con la discusión coyuntural sobre qué es educación pública. No entraré en ese debate específico en esta columna, pero sí me parece crucial relevar dos principios básicos. Por un lado, la educación provista por el Estado debe volver a ser el pilar fundamental de nuestro sistema educativo, y por ello la reforma debe apuntar a que en un par de décadas tengamos al menos el 70% del estudiantado en tales instituciones (en todos los niveles de la educación), además de recibir un financiamiento definitivamente prioritario. Por otra parte, el Estado no puede estar financiando a instituciones cuya orientación, cuyo futuro, lo definan personas sin ningún tipo de control democrático: no podemos todos los chilenos entregar recursos a instituciones que ni siquiera responden qué hacen con ellos frente a su propia comunidad, por lo tanto, democratizar las Universidades debe ser un requisito previo a cualquier tipo de financiamiento estatal. Lo público es democrático, no tiene un dueño particular.

El movimiento estudiantil ha sido claro en defender una educación gratuita financiada directamente por el Estado. La deformación que ha hecho Nicolás Eyzaguirre de esta demanda es una demostración clara de que solamente quienes han levantado coherentemente el tema educacional estos últimos 4 años pueden garantizar que la orientación de la reforma sea coherente con los sueños de miles de chilenos. La participación protagónica de los actores sociales del mundo de la educación se hace urgente.

La OTAN quiere guerra…

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Pere Ortega* – público.es.

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La crisis desatada en Ucrania por el derrocamiento del gobierno pro-ruso presidido por Yanukóvich se agravó con la secesión de Crimea y su anexión a Rusia. Crisis que ha enfrentado a Rusia con el bloque atlántico dirigido por EEUU. Solo los más ingenuos podían suponer que Putin se cruzaría de brazos mientras la UE y la OTAN iban añadiendo estados a su bloque económico y militar. Pues hoy, Rusia ya no es aquel debilitado país que en 1991 se derrumbó y fragmentó en 14 repúblicas, dando lugar a que algunas de ellas se incorporaran a la OTAN (Estonia, Letonia y Lituania); y que países que formaron parte del desaparecido Pacto de Varsovia también se lanzaran en brazos de la OTAN (Polonia, Bulgaria, Albania, Rumania, R. Checa, Eslovaquia y Hungría).

Rusia, gracias a sus recursos en hidrocarburos y de la mano de un oligarca con ansias de grandeza, Putin, ha decidido echar un pulso al bloque atlántico y defender su lugar en el mundo. Un tipo, Putin, que ya había demostrado su prepotencia, pues igual alardeaba de musculatura paseando a caballo a pecho descubierto que enseñaba músculo militar masacrando chechenos o apoyando la secesión de Abjazia y Osetia del Sur de Georgia. Ahora ha hecho lo propio en Crimea, una región con mayoría de población rusa.

Pero la respuesta de Barack Obama no es menos sorprendente. Obama ha venido rápidamente a Europa a pedir a sus aliados que se debe reactivar la OTAN. Es decir, que si algunos mandatarios europeos dudaban de la necesidad de tener un bloque militar sin una misión clara, hecho que la tenía sumida en una crisis permanente, pues la misión otorgada en la cumbre de Lisboa, en 2010, de ejercer de policía de seguridad mundial no acababa de funcionar. Recordemos que en Afganistán la intervención fue posterior a los ataques y de apoyo logístico, y que en Libia si bien en su inicio lideró los ataques luego dejó que fueran los países europeos quienes llevaran el peso de la operación. Ahora, tras la crisis de Crimea, Obama ha dado pleno sentido a la existencia de la OTAN: contener las ínfulas expansionistas de Rusia. Recalcando que la potencia militar es la mejor de las formas para hacer frente a la inseguridad en política internacional. Insistiendo en que el uso de la fuerza es la mejor política disuasoria frente a las veleidades expansionistas de otras naciones.

La propuesta de Obama a sus aliados consiste en que no se baje la guardia y se gaste mucho más en Defensa, porque los rivales, Rusia y China lo están haciendo, y en cambio Europa Occidental solo dedica al gasto militar un 1,4% del PIB como promedio, frente al 3,7% de EEUU.

Sin embargo, la realidad es tozuda y por mucho teatro que gaste Obama el mundo hoy es interdependiente. La Europa Occidental, Rusia, EEUU y China tienen tan estrechas relaciones financieras, comerciales y estratégicas que no se enzarzarán en nuevas guerras frías. Obama, Putin, Merkel… saben que los depósitos monetarios, la deuda y los hidrocarburos, por mencionar sólo tres elementos, los tienen atados de pies y manos entre ellos, lo que hace imposible graves sanciones y menos aún nuevas guerras frías. Sólo juegan al ajedrez y crean nuevas tensiones. Lo triste es que algunos estados se dejarán arrastrar por las palabras de Obama para beneficiar al complejo militar industrial, que aprovechará la ocasión para intentar vender más armas

Pero no será fácil convencer a la población europea, especialmente la de aquellos países que, como el nuestro, sufren una crisis que diezma el bienestar, de que se embarquen en grandes dispendios para modernizar sus ejércitos y adquirir armamentos. Será difícil convencer a las poblaciones de que el peligro ruso es superior al peligro de la inseguridad que proporcionan los ajustes de los gobiernos en políticas sociales.

Las guerras, ni frías ni calientes. Los estados, cuanto más desarmados mejor. La seguridad, mejor humana que militar. Las relaciones internacionales son la posibilidad de hacer la paz por otros medios. Pues eso, que la hagan negociando.

*Centre Delàs d’Estudis per la Pau

Written by Eduardo Aquevedo

2 abril, 2014 at 23:59

Pisa (2014) y crisis de sistema escolar: Los jóvenes de América Latina son los que peor resuelven problemas prácticos…

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Los estudiantes de la región fueron incapaces de solventar pruebas complejas de carácter cotidiano, de acuerdo con el último informe PISA

http://www.oecd.org/pisa/keyfindings/PISA-2012-PS-snapshot-performance.pdfPrueba PISA 2012: Solución Creativa de Problemas (resultados entregados en abril 2014)

EVA SAIZ Washington 1 ABR 2014 – 17:25 CET29, El Pais

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¿Cuál es la ruta más rápida entre una serie de mapas propuestos para llegar a un destino determinado? ¿Qué tarifa es la más barata combinando varias ofertas de transporte público? ¿Cómo programar un termostato para encontrar la relación más adecuada entre temperatura y humedad? ¿Por qué falla un dispositivo electrónico?.

De los 85.000 estudiantes de 15 años de 44 países que se sometieron a este tipo de pruebas prácticas organizadas por primera vez por la OCDE, los de América Latina fueron quienes peores resultados obtuvieron a la hora de resolverlas. Colombia ocupó el último puesto, Uruguay en 42, Brasil el 38 y Chile el 36, de acuerdo con la Prueba PISA 2012: Solución Creativa de Problemas, un estudio que evalúa las habilidades y aptitudes de los jóvenes a la hora de enfrentarse a dificultades de la vida cotidiana.

Con este informe se pretende averiguar si los estudiantes están adquiriendo las habilidades y los conocimientos necesarios para afrontar el futuro. “Los jóvenes de 15 años que hoy carecen de aptitudes para resolver problemas se convertirán en adultos con dificultades para encontrar o mantener un buen trabajo”, ha señalado Andreas Schleicher, responsable de Educación y Aptitudes de la OCDE. Los alumnos de América Latina están muy por detrás de sus compañeros de Singapur o Corea del Sur, los que ja obtenido los resultados más altos.

De acuerdo con el estudio, sólo uno de cada cinco estudiantes fue capaz de resolver problemas sencillos en entornos que le son familiares. En este contexto, los estudiantes latinoamericanos son capaces de decidir una ruta entre varios itinerarios que ya aparecen establecidos, pero se verían en dificultades para encontrarla en circunstancias que les obliguen a abstraer opciones o en las que surjan complicaciones imprevistas.

Los resultados divulgados este martes vuelven a situar a América Latina a la cola de los controles de evaluación de estudiantes, como ya sucediera el año pasado con las pruebas PISA sobre educación. En ese informe, los estados del hemisferio, encabezados por Perú, ocupaban los últimos lugares en comprensión lectora y conocimientos científicos y matemáticos. -En el que se ha publicado este martes sólo han participado los países que quisieron someterse voluntariamente a las pruebas-.

Sin embargo, la OCDE no asocia las dificultades en esas áreas con la resolución de problemas cotidianos. “Los estudiantes con buenos resultados en matemáticas, lectura y ciencia suelen ser los que muestran una mejor desempeño a la hora de enfrentarse a situaciones no familiares y en contextos ajenos al escolar”, reconoce el informe que, sin embargo, advierte que esto no puede considerarse un patrón y cita ejemplos como el de Brasil, Reino Unido o Estados Unidos donde “los estudiantes se desenvuelven mejor en la resolución de problemas prácticos que en otros países con el mismo nivel en conocimientos matemáticos, de lectura o de ciencia”.

Aunque muy por debajo de la media de la OCDE, Chile sigue siendo el país de América Latina con mejores resultados tanto en resolución de problemas cotidianos como en comprensión lectora, matemática y científica. Los informes PISA también ha destacado a Brasil como uno de los estados de la región que más ha avanzado en el ámbito educativo desde 2003 y que mejor puntuación ha obtenido en este último test. “Comparados con otros estudiantes de similar formación académica, los estudiantes de Brasil y de Estados Unidos son los que mejor se desenvuelven en aquellos inconvenientes y dificultades que requieren explorar caminos nuevos y hacer uso de la experiencia acumulada en esa búsqueda”, se indica en el texto.

El informe sugiere que en aquellos países, como los de América Latina, con unos niveles muy bajos a la hora de abordar de manera rápida y directa problemas cotidianos, sus escuelas deberían concentrar mayores esfuerzos en desarrollar un currículo que permita a los estudiantes promover aptitudes de carácter práctico.

 

Chile: Bachelet presenta reforma tributaria y descarta que afecte el crecimiento…

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La Presidenta Michelle Bachelet presentó esta mañana el proyecto de reforma tributaria que enviará al Congreso con carácter de urgencia simple -es decir con 30 días de plazo para su despacho- enfatizando que la propuesta no va a frenar el crecimiento del país, y que será un avance para lograr la cohesión social en base a la justicia distributiva y claridad en las reglas del juego. Con esto, dijo, Chile se acercaría a las estructuras impositivas que existen en los países de la OCDE.

Pese a las críticas desde el empresariado y la oposición, el anuncio presidencial sigue al pie de la letra el contenido del programa del gobierno, incluyendo la eliminación gradual del FUT, la elevación gradual de la tasa de impuesto a las empresas desde un 20% a un 25% en 4 años y la reducción gradual de la tasa máxima de los impuestos a las personas, del 40% al 35%. La propuesta contempla también incentivos a la inversión para las empresas, el ahorro para las personas, medidas orientadas a dar un trato preferencial a las pymes, y otras modificaciones específicas, como el aumento impositivo a tecnologías contaminantes y a las bebidas alcohólicas.

Entre las novedades planteadas hoy por la Mandataria está el foco que tendrá el combate contra la elusión y evasión tributaria, que el mal uso de las compras con facturas y limitaciones a la renta presunta. También se anunció un aumento impositivo a las bebidas analcohólicas azucaradas, y que la reducción de la carga tributaria no se hará efectiva para las autoridades políticas y de gobierno.

La reforma tiene cuatro ejes centrales: elevar la carga tributaria para financiar gastos permanentes (como la reforma educacional) con ingresos permanentes; avanzar en equidad tributaria, mejorando la distribución del ingreso; incrementar los incentivos al ahorro e inversión; y mejorar los mecanismos de fiscalización de la evasión y elusión.

El objetivo de esta reforma es lograr recaudar un 3% del PIB, unos US$8.200 millones, de los cuales 2,5% proviene de los cambios a la estructura tributaria, mientras que el restante 0,5% se deducirá de las medidas que reducen la evasión y elusión.

A la ceremonia de anuncio del proyecto de reforma tributaria en La Moneda asistieron, entre otros, los máximos representantes del mundo empresarial, como Andrés Santa Cruz presidente de la CPC, y Hermann Von Mühlenbrock, líder de la Sofofa, quien se había presentado como el más crítico de la reforma tributaria las últimas semanas (Ver Radar 21 de marzo), además de la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, y los dirigentes de los principales partidos políticos.

Ya el día de ayer, diversos dirigentes políticos habían planteado sus puntos de vista ante la reforma tributaria de Bachelet, siendo la UDI la más crítica. En este sentido, el senador Juan Antonio Coloma aseguró a El Mercurio que la reforma “es una mera alza de impuestos. Es sacarle dinero a los que emprenden para dárselo a los que gastan”.

Por su parte, el líder de la CPC, Andrés Santa Cruz, declaró una vez terminada la ceremonia al Diario Financiero que “estamos disponibles para buscar las mejores formulas para que tengan los recursos necesarios el gobierno para llevar adelante para los cuales fue elegido”, y agregó que estudiarán las implicancias de esta reforma, y espera que no represente un freno al empleo.

Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, valoró el proyecto presentado por el Ejecutivo, destacando que “la reforma tributaria tiene que ayudar en avanzar a mayor igualdad, no sólo por la mayor carga tributaria a quienes más ganan dinero sino que también por fortalecer el Estado para políticas públicas que vayan en beneficio de todos: educación, salud y otras materias”.

Diversos economistas han planteado que una de las dificultades que deberá enfrentar el gobierno y sus objetivos con respecto a la reforma tributaria, tiene que ver con las proyecciones de crecimiento económico para el país este 2014. La propuesta realizada por el gobierno se hizo en base a un crecimiento de 4,9% del PIB tendencial y del efectivo –lo que se traduciría en una recaudación de US$ 8.200 millones–, no obstante las expectativas de crecimiento de expertos y del Banco Central oscilan entre un 3% y un 3,7% de PIB, lo que podría hacer también recalcular a la baja el PIB de tendencia, según consigna hoy La Tercera.

El gobierno, según el matutino, está consciente de este problema por lo que el mismo ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aunque ha negado que la reforma vaya recaudar menos de lo presupuestado, entregó una minuta a los parlamentarios oficialistas la semana pasada en la que enfatiza que la reforma también incluye medidas para favorecer la inversión.

CIPER-CHILE

 

Written by Eduardo Aquevedo

2 abril, 2014 at 5:35

Terremoto en región norte de Chile (1 de Abril, 2014)…

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Recordar Terremoto 27/02 2010

Un terremoto de 8,3 grados Richter con epicentro en el mar, en el norte del país, disparó una advertencia de tsunami. Miles de personas debieron evacuarse. El alerta se mantenía en la noche.

Los habitantes de la costa chilena, a lo largo de toda su extensión, debieron abandonar anoche sus viviendas en una evacuación masiva como consecuencia de un alerta de tsunami tras el terremoto de 8,3 grados en la escala de Richter que se registró en la región norteña de Iquique, 1800 kilómetros al norte de Santiago. La advertencia partió de la Oficina Nacional de Emergencia de Chile (Onemi) para toda la costa del país.

El sismo se registró a las 20.46 (hora local) con epicentro en el mar, a 85 kilómetros al sudoeste de Cuya, 115 kilómetros al sur de Arica y a una profundidad de 44 kilómetros. También se sintió fuertemente en Ecuador, Perú y en provincias argentinas cordilleranas, como Mendoza.

Había escenas de pánico en toda la costa chilena, desde la austral Punta Arenas a Iquique, mientras la gente huía en autos hacia zonas más elevadas del interior del país.

Inmediatamente, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) dictó alerta de tsunami para toda la costa chilena.

El fuerte sismo causó gran inquietud en la población de las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá, en las que había embotellamientos vehiculares mientras la población intentaba retirarse hacia zonas seguras.

En una primera instancia, se había calculado que el terremoto había sido de 7,8 grados en la escala de Richter, pero después de una hora el Centro Sismológico Nacional (CSN) subió la magnitud a 8,3.

El Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM) señaló que antes de la medianoche de ayer las olas ya arribaron a Pisagua, Iquique y Patache, aunque de menor tamaño, pero no se descartaba que volvieran a golpear estos lugares durante las horas siguientes.

Con este movimiento telúrico se confirmó lo anunciado por expertos, quienes esperaban un “gran terremoto” en el norte de Chile, ya que hacía muchos años que la región tenía una “laguna sísmica” y la placa de Nazca estaba ejerciendo mucha presión contra la Sudamericana.

La Oficina Nacional de Emergencia de Chile (Onemi) solicitó a la población evacuar preventivamente el borde costero, por la posibilidad de un maremoto. El movimiento telúrico se sintió con gran intensidad en las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá. Los expertos prevén que en el peor escenario, si se liberara toda la tensión acumulada en la zona, el terremoto podría tener una magnitud cercana a 8,8, seguido de un tsunami con olas de hasta 14 metros.

Pagina/12

 

Alerta de tsunami se extiende a todo el territorio nacional
Terremoto de 8,3 grados Richter azota el extremo norte y la Onemi ordena evacuación de todo el borde costero ante posibilidad de maremoto

Informaciones preliminares daban cuenta de algunos cortes de rutas y de desprendimientos de tierra en el Morro de Arica, pero no de personas lesionadas a causa del fuerte movimiento telúrico. Las autoridades estaban preocupadas esta noche del comportamiento del mar y de la posibilidad de un maremoto, por lo que se llevaba a cabo un exhaustivo monitoreo y el desplazamiento preventivo de la población a zonas seguras en lugares como la isla Robinson Crusoe. La alerta de maremoto también regía en Perú y Ecuador. [Actualizada]

por EL MOSTRADOR

Un terremoto que alcanzó una magnitud de 8.2 grados en la escala abierta de Richter sacudió a las 20:46 horas de este martes las regiones del extremo norte del país y llevó a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) a ordenar la evacuación de la población del borde costero no sólo de las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, donde el fuerte sismo se sintió con más fuerza, sino que también del resto del país, ante la posibilidad que se produzca un maremoto.

Según informó el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, (CSN) el epicentro del fuerte movimiento telúrico se ubicó 85 kilómetros al oeste de la localidad de Cuya, frente al litoral de la región de Tarapacá y a 38.9 kilómetros de profundidad.

En tanto, el Servicio Sismológico de los Estados Unidos (USGS) calculó la en 8.0 la magnitud del sismo.

Hasta el cierre de esta nota (a las 23:30 horas) se habían reportado siete fuertes réplicas: La primera de 5.4 grados Richter a las 21:03 horas; luego a las 21:21 horas (5.2), a las 21:33 horas (5.2), a las 21:37 (5.0); a las 21:57 horas (4.5), a las 22:29 (5.0), a las 22:21 (5.3), y a las 23:11 (4.3) la mayoría con epicentro en Alto Hospicio e Iquique.

El llamado de la Onemi en los minutos siguientes al terremoto fue a que las personas se pusieran a resguardo en zonas de seguridad y que accedieran a ellas a pie. Sin embargo, una de las dificultades fue precisamente la congestión que se produjo debido a que no fueron pocos quienes optaron por hacerlo en sus vehículos.

Hasta poco antes de las 22:00 horas se estimaba que en Arica y Parinacota los evacuados llegaban a 85 mil personas.

Esta noche se informo además la decisión de suspender las clases el miércoles en los establecimientos de las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá.

INTESIDAD DE VIII GRADOS EN ARICA
Fue precisamente la ciudad de Arica donde el fuerte sismo se sintió con más fuerza, alcanzando VIII grados en la escala de Mercalli. La Onemi detalló también, en su primer informe de daños, que se había producido un desprendimiento en el Morro de Arica, pero que hasta el momento no había recibido reportes de personas lesionadas a consecuencia del fuerte remezón.

Sin embargo sí se registraron cortes de luz y problemas con las comunicaciones debido a la saturación de las líneas telefónicas. Las autoridades instaron a la gente a que optara por el sistema de mensajes de texto para comunicarse. Las autoridades también informaron de un corte en la ruta A16 entre Iquique y Alto Hospicio y en la ruta que une Arica con Bolivia.

También con una fuerza de VIII grados Mercalli se sintió en las localidades de Codpa y Cuya, mientras que alcanzó una intensidad de VII grados en Alto Hospicio e Iquique, en la Región de Tarapacá.

Asimismo, la Onemi detalló que en la Segunda Región alcanzó VI grados en Tocopilla, Calama y San Pedro de Atacama; V grados en Mejillones, María Elena y Ollagüe; IV grados en Sierra Gorda y III grados en Antofagasta.

CAMBIO EN LA MAREA
Hasta las dependencias de la Onemi en Santiago llegaron los ministros del Interior y Defensa, Rodrigo Peñailillo y Jorge Burgos; y el subsecretario del interior Mahmud Aleuy.

La preocupación de las autoridades era que pasadas las 23:00 horas una ola de mayor tamaño llegara hasta el archipiélago Juan Fernández, frente a la Quinta Región, donde a diferencia de lo ocurrido el 27 de febrero de 2010, la población ya tomó esta noche todos los resguardos.

Asimismo, se llevaba a cabo un exhaustivo monitoreo ante los cambios de marea en las costas de las regiones del norte del país, y también en la zona central, centro sur y sur del país, donde también rige esta noche la alerta de tsunami.

ALERTA INTERNACIONAL
La alerta de tsunami no sólo regía en Chile, sino que también en Ecuador y Perú. Medios limeños daban cuenta esta noche de corte de energía en ciudades del sur del vecino país a causa del terremoto, como el caso de Tacna, donde alcanzó V grados Mercalli, Moquehua y Arequima (en ambas fue de IV grados).

 

 

Written by Eduardo Aquevedo

2 abril, 2014 at 4:55

La revolución sandinista, 35 años después…

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Por : Carlos F. Chamorro, director de Confidencial en Actualidad y Entrevistas
Publicado: 19.03.2014

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A 35 años del triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua, y a siete desde que Daniel Ortega, uno de los jefes del FSLN que derrotó a la dictadura de Somoza, llegara nuevamente al gobierno, ya no se respira el optimismo de hace poco más de una década. Según el autor de esta columna, Carlos Fernando Chamorro (hijo del director del diario opositor a Somoza, La Prensa, asesinado en 1978), director de nuestro medio Aliado Confidencial, en Nicaragua se ha instalado un proceso de regresión autoritaria encabezado por un nuevo FSLN, privatizado por el presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, mientras que instituciones estatales que antes parecían conquistas irreversibles, hoy sucumben a la cooptación del caudillismo. Esta es una visión del proceso democrático nicaragüense, de lo que fue y lo que es, y de cómo lo que hoy se presenta como una versión del “socialismo del siglo XXI”, carece de proyectos de cambio revolucionario o de reformas sociales.

A la memoria de mis hermanos Javier “El Chele” Guerra, Juan Carlos “La Foquita” Herrera, y Francisco “Félix” Meza, que cayeron antes del triunfo de la insurrección

I – Una mirada al presente

El 19 de julio se cumplirán 35 años del triunfo de la revolución sandinista que derrocó a la dictadura de Somoza en 1979. Después de 10 años de revolución, guerra de agresión y guerra civil, el 25 de febrero de 1990 el FSLN fue derrotado en un proceso electoral. Posteriormente se negoció el desmontaje del modelo revolucionario, implementándose un programa de reformas neoliberales que prevalece hasta hoy.

Sin embargo, desde que el comandante Daniel Ortega regresó al poder en el 2007, ganando unas elecciones con el 38% de la votación en primera vuelta, el FSLN proclama que Nicaragua está viviendo una segunda etapa de revolución llamada “cristiana, socialista y solidaria”

La revolución de 1979 representó un hito histórico. Fue la última revolución armada triunfante del siglo XX que expulsó del poder a una dictadura militar dinástica que durante más de cuatro décadas contó con el apoyo de Estados Unidos.

Con la revolución se abrió una expectativa de liberación, cambio social y democratización. Paradójicamente, con la derrota de la revolución en 1990, también se abrió una segunda oportunidad de democratización en Nicaragua, apuntalada en el pluralismo y en las fuerzas políticas y sociales que surgieron de la revolución, tras el fortalecimiento de instituciones clave para dirimir los conflictos y la competencia política como el Consejo Supremo Electoral, el Ejército Nacional y la Policía Nacional, y las reformas constitucionales de 1995 que establecieron un contrapeso fundamental entre los poderes del estado.

Al cumplirse los primeros 20 años de la revolución, publiqué un texto sobre este mismo tema titulado “Las huellas del 79” (El Nuevo Diario, 19 de julio 1999) en el que destacaba con optimismo el legado político de la revolución, asociándolo a las instituciones antes mencionadas y al peso político del sandinismo, ya no como un partido monolítico, sino como un conjunto de fuerzas dispersas, dentro y fuera del partido FSLN, en las organizaciones sociales, o en la sociedad civil, con el potencial de promover procesos de cambio social y político. Exceptuando la creación de una nueva clase de pequeños propietarios y cooperativas en el campo, el legado económico-social de la revolución había sido barrido por la guerra, la hiperinflación y el ajuste económico de los 90, y en consecuencia, su principal huella era eminentemente política, a pesar del gobierno de turno de Arnoldo Alemán.

Quince años después, no existen bases objetivas para mantener ese optimismo. Por el contrario, en Nicaragua se ha instalado un proceso de regresión autoritaria encabezado por un nuevo FSLN, privatizado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, mientras las instituciones estatales como el Consejo Supremo Electoral o el Ejército Nacional que antes parecían conquistas irreversibles, han sucumbido a la cooptación del caudillismo.

El nuevo régimen de Ortega, en proceso de consolidación, se presenta como una versión del “socialismo del siglo XXI”, cobijado bajo los símbolos rojinegros de Sandino y la revolución sandinista. Pero su trayectoria en estos seis años no representa un proyecto de cambio revolucionario o de reformas sociales. Por el contrario, revela la conformación de un régimen corporativista en alianza con el gran capital nacional e internacional, que ejerce un alto grado de control social sobre importantes grupos organizados de la población, sindicatos, cooperativas, y jóvenes.

En lo político, actúa como un régimen autoritario de ordeno y mando, que invoca la democracia directa pero no admite ningún contrapeso o sistema democrático de rendición de cuentas. Un régimen centralizador del poder que se maneja con un estilo extremadamente personalista. Esta es quizás su principal debilidad a corto plazo.

En lo económico, es un modelo pro negocios privados en una economía de mercado tutelada por el Fondo Monetario Internacional. Su particularidad ha sido la privatización de la cooperación venezolana, que representa más de 3,300 millones de dólares entre 2007 y 2013, manejados de forma discrecional fuera del presupuesto. Esto le ha permitido a Ortega, sin tener que recurrir a una verdadera reforma fiscal que afecte la alianza con los empresarios, disponer de fondos para financiar programas gubernamentales, pero también para desviarlos hacia actividades partidarias y la creación de un emporio económico privado de negocios familiares al margen de toda supervisión estatal.

En lo social, el régimen impulsa una política asistencialista de transferencias directas y expansión de la cobertura de algunos servicios públicos, a través de mecanismos de participación que promueven el clientelismo político, anulando cualquier iniciativa de gestión de derechos y promoción de ciudadanía.

En el ámbito internacional, el régimen mantiene una retórica antimperialista, mientras colabora con la política de EEUU en los temas de seguridad, drogas y comercio. Y al mismo tiempo, mantiene un alineamiento con las políticas del ALBA y un acercamiento con Rusia, y ahora con China al otorgar a un empresario chino una concesión obscenamente lesiva a la soberanía nacional para promover el megaproyecto del canal interoceánico.

En lo ideológico, el régimen invoca una retórica revolucionaria, pero practica el culto a la personalidad en torno a Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, cobijados por un mesianismo religioso ultra conservador.

A estas tendencias estructurales, se agregan la recién aprobada reforma constitucional y la reforma al Código Militar, que despejan el camino para el continuismo y la reelección presidencial indefinida, con el sometimiento de las instituciones armadas a la voluntad política del caudillo. De esta manera el régimen empieza a asemejarse al de Somoza que fue derrocado por la revolución de 1979, por lo que a Daniel Ortega le calzaría muy bien aquella frase de Marx en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” cuando dijo que “algunos personajes de la historia aparecen dos veces, primero como tragedia y después como farsa”.

Analizar este proceso que Mónica Baltodano ha llamado “las mutaciones del FSLN” (revista Envío, UCA febrero 2014) y la consolidación del liderazgo familiar de Daniel Ortega ocurrido en las últimas dos décadas, tiene una importancia fundamental para entender la evolución de Nicaragua y su futuro. Estas son algunas de las preguntas que estamos obligados a responder, y ojalá formen parte del debate de las nuevas generaciones

a) ¿Cómo se produjo esta involución del FSLN que pasó de ser un partido revolucionario a una maquinaria electoral, al estilo del PRI de México, pero con un liderazgo continuista y ahora familiar?

b) ¿Cómo ocurrió la “toma del Estado” por el FSLN, empezando por el pacto bipartidista con Arnoldo Alemán en 1999, para llegar ahora al control del poder total, del sistema electoral, la justicia, del ejército y la policía, y de todas las instancias autónomas del estado?

c) ¿Cuál es la ideología de este proyecto, si es que tiene alguna, y qué relación tiene con la cultura política tradicional nicaragüense y con el legado de la revolución sandinista y su memoria histórica?

d) ¿Cuál es el sustento económico de este proyecto de alianza con el gran capital, en el que el FSLN mantiene el control de la base social, con la migración como válvula de escape? ¿Qué niveles de pobreza y desigualdad social resultan compatibles en este modelo?

e) ¿Es éste un proyecto sostenible a mediano plazo? ¿Puede tolerar el surgimiento de una oposición política y social que le haga contrapeso y plantee un desafío de poder democrático, o inevitablemente derivará en un nuevo ciclo de violencia en Nicaragua?

II- Una mirada al pasado

Permítanme ahora compartir algunas reflexiones sobre la revolución de 1979 y la década revolucionaria, desde la perspectiva de un protagonista que asume la revolución con todos sus aciertos y sus errores, para intentar encontrar algunas claves explicativas desde el pasado.

Así como hoy se suele incurrir en simplificaciones sobre lo que representa el régimen de Daniel Ortega, y se cuestiona el hecho de que siendo éste un régimen autoritario cuente con apoyo social y después de seis años en el poder se haya convertido en una mayoría política, padecemos de una cultura reduccionista sobre lo que fue la dictadura de Somoza y la revolución. Es imperativo, por lo tanto, evitar a toda costa las simplificaciones.

A lo largo de 45 años, la dictadura se mantuvo en el poder combinando cooptación social y represión, con la lealtad de una guardia pretoriana y el respaldo de EEUU, pero también generó apoyo en importantes sectores emergentes. El genocidio ocurrió durante la crisis de la dictadura en 1978 y 1979, pero antes hubo períodos de alto crecimiento económico durante dos décadas. Crecimiento sin desarrollo social; crecimiento sin democracia y con fraudes electorales; crecimiento económico en alianza con los grandes capitales, frente a los cuales Somoza practicaba una máxima que Ortega esta empenado en replicar: “Hagan plata, que de la política me encargo yo”. Antes y ahora, en Nicaragua el hombre fuerte mantiene el monopolio de la política.

La crisis de la dictadura fue el resultado de una acumulación de contradicciones y una combinación de factores: a) El cierre de los espacios políticos electorales y la imposición del continuismo de Somoza; b) El degaste de legitimidad del régimen causado por la represión y las violaciones a los derechos humanos y la corrupción; c) Las luchas sociales y sindicales desatadas tras las tensiones económicas y sociales post terremoto de 1972; d) La “competencia desleal” entre Somoza y otros grupos económicos; e) La pérdida del apoyo de EEUU a raíz de la política de derechos humanos de Carter; f) La persistencia de la lucha y el desafío político-militar planteado por el FSLN en la ciudad y el campo y su estrategia de alianzas nacionales e internacionales; g) La presión del movimiento de masas insurreccional, desatado a raíz del asesinato de mi padre, Pedro Joaquín Chamorro en enero de 1978; h) Por último, la enconada resistencia de Somoza a abandonar el poder, impidiendo una sucesión reformista del régimen, durante la crisis de 1979.

El derrocamiento de la dictadura representa el momento de mayor consenso nacional que alguna vez se haya alcanzado en la historia de Nicaragua. El objetivo común era erradicar el régimen dictatorial y abrirle paso a una nueva era de democratización y justicia social. El resultado inmediato de esos cambios quedó registrado en grandes movilizaciones como la Cruzada de Alfabetización. Pero ese consenso y la alianza nacional se perdió rápidamente después de la caída de Somoza, no solamente por las contradicciones intrínsecas que conlleva todo proceso de cambio revolucionario, sino además porque el concepto de poder del liderazgo revolucionario era intrínsecamente divisivo.

Aunque el FSLN se distanció de la ortodoxia de la izquierda mundial y planteó una plataforma innovadora basada en el pluralismo político, la economía mixta y el no alineamiento, en la práctica recurría a un esquema de poder total para poner en práctica ese programa. Un esquema hegemónico en el cual la fusión estado-partido-ejército-organizaciones de masas-aparatos ideológicos, respondía a un mando único. Un concepto vanguardista del poder, bajo la premisa voluntarista de que el sobreesfuerzo de la conciencia política y el alineamiento con el bloque socialista, compensarían las limitaciones materiales objetivas en un país pequeño en transición al socialismo, para emprender las reformas nacionales –educativa, agraria, electoral– que la burguesía no podía desarrollar.

La revolución promovió la democracia participativa y el pluripartidismo, pero subestimó el principio democrático de rendición de cuentas del poder y el papel de las instituciones democráticas autónomas que funcionan como contrapeso del poder. Por una parte, apelaba a la legitimidad del poder revolucionario afirmando que la revolución era fuente de derecho, y por la otra, el esquema ideológico revolucionario despreciaba al Estado de Derecho estigmatizado como un concepto de falsa democracia burguesa. Una creencia que fue reforzada por la experiencia histórica del derrocamiento del gobierno democrático y socialista de Salvador Allende en Chile en 1973.

El modelo de transformación económica, con un fuerte peso de la hegemonía del Estado, generó contradicciones no solo con la clase empresarial, sino también con el campesinado y las etnias de la costa atlántica. De esa resistencia y la intervención de las operaciones encubiertas financiadas por Estados Unidos, surgió el germen de lo que sería una desastrosa combinación de guerra de agresión externa y guerra civil.

Es inútil intentar reescribir el curso de la historia. Pero cuando se analiza el proceso nicaragüense, resulta terriblemente doloroso observar el peso de la ideología de la inevitabilidad de la guerra, al calor de la guerra fría. Del lado sandinista, prevalecía el convencimiento de que la revolución generaría su propia contrarrevolución y la agresión externa, y se proyectaba en la revolución salvadoreña una esperanza para contener y derrotar la agresión de Estados Unidos. Del otro lado, el fundamentalismo ideológico de la Administración Reagan hizo de la guerra en Nicaragua un factor estratégico de su política exterior hacia el tercer mundo. Defender la revolución era, en consecuencia, un parto violento y necesario: una misión de dimensiones históricas. Pero el desenlace de la guerra sería la muerte de decenas de miles de personas, la hiperinflación y el descalabro de la economía nacional.

Nada resume mejor este dilema que una hermosa canción que hizo Salvador Cardenal del Dúo Guardabarranco en 1983. “Guerrero del Amor” se convirtió en un himno generacional para los jóvenes que fueron a la guerra en los 80 y dice en una de sus partes: “Te cambio una canción por el coraje de tus jóvenes manos combatientes fundidas al metal con que nos salvas….Autor anónimo de la alborada, venado silencioso en la montaña, guerrero del amor. Hijo de este tiempo, remolino, pobre niño parido pues en plena selva, para llegar al fin a la victoria. Te cambio estos 20 años duplicados a causa de esta guerra necesaria, por la carnosa flor de la esperanza”. Cada vez que escucho esa canción en esta Nicaragua del siglo XXI, me cuestiono en medio del dolor por el sacrificio de esa generación por una utopía que hace mucho tiempo dejo de ser, en un país donde hoy tampoco existe una esperanza.

Aunque el FSLN nunca se propuso construir la democracia representativa, sino más bien promover la justicia social, al aceptar la derrota en las urnas en 1990 sentó las bases de la democracia electoral. Veinticuatro años después, incluso esa conquista básica e insuficiente para la democracia se está perdiendo. Emulando a Somoza, Daniel Ortega regresó al poder enarbolando un proyecto que desprecia la transparencia electoral, aboga por el continuismo, y ha instaurado el clientelismo político en el ejército y la policía. Una vez más, la rueda de la historia de Nicaragua está regresando al mismo punto de partida.

Ante este callejón sin salida, urge un reformismo radical o un radicalismo necesariamente democrático. La construcción democrática no solo requiere fijar reglas del juego, afianzar instituciones, y promover una cultura democrática, sino además emprender las reformas económicas y sociales que no se hicieron en las últimas tres décadas, empezando por la reforma fiscal. Pero nada de esto será posible sin la presión política y el contrapeso de fuerzas sociales que conduzca primero a la reforma electoral. Una democracia inclusiva con instituciones democráticas y reformas económicas y sociales, representa una utopía menos heroica que la que abrazamos hace 35 años, pero está más cerca de los cambios duraderos, irreversibles, que también soñaron los que cayeron por la revolución.

 

*Texto basado en una presentación para la conferencia “Archiving the Central American Revolutions”, organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos (LILLAS) de la Universidad de Texas en Austin , el 19 de Febrero 2014.

CIPER-CHILE

Written by Eduardo Aquevedo

2 abril, 2014 at 4:30

Publicado en E. AQUEVEDO

Prueba PISA (2014): Los estudiantes de América Latina «no resuelven problemas de la vida real»…

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Alejandra Martins, BBC Mundo, Martes, 1 de abril de 2014

EDUCACION4

¿Cómo elegir los mejores modelos de un catálogo para amueblar un cuarto? ¿Cómo diseñar una prueba para averiguar por qué falla un dispositivo electrónico?

«Los problemas en los que los estudiantes de América Latina tienden a tener más dificultad son aquellos en los que deben razonar con modelos abstractos para navegar una situación compleja»
Francesco Avvisati, autor del informe de OCDE

Estas son algunos de los problemas planteados a 85.000 estudiantes de 15 años que participaron en una prueba internacional realizada por primera vez por la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que mide la habilidad de resolver «problemas de la vida real».

Una vez más, los resultados divulgados este martes muestran que, al igual que en otros tests de evaluación de estudiantes, los países de América Latina ocupan los últimos lugares de la lista.

Los estudiantes tomaron el examen al mismo tiempo que la conocida prueba PISA, siglas en inglés de Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, que mide habilidades en matemáticas, lectura y ciencias, y cuyos últimos resultados fueron publicados el año pasado. La participación en el nuevo test de pensamiento creativo era optativa, por lo que sólo participaron 44 países.

Una mirada a los resultados del nuevo test, denominado «Resolución creativa de problemas y habilidades de los alumnos para enfrentar problemas de la vida real», invita a la reflexión.

De los 44 países, Colombia ocupa el último puesto, Uruguay el 42, Brasil el 38 y Chile el 36. Estados Unidos se sitúa en el lugar 11 y España en el 29. Como en las pruebas PISA anteriores, los primeros cinco puestos son ocupados por Asia: Singapur, Corea del Sur, Japón, China-Macao y China-Hong Kong en orden descendente.

«Los problemas en los que los estudiantes de América Latina tienden a tener más dificultad son aquellas tareas en las que deben distilar conocimiento de una situación y razonar con modelos abstractos para navegar una situación compleja», dijo a BBC Mundo el autor del informe, Francesco Avvisati.

Los estudiantes asiáticos, en cambio, «son muy sistemáticos en la exploración de escenarios complejos»
¿Qué tipos de problemas son los que los alumnos latinoamericanos no lograron resolver?

El problema del termostato

La prueba planteó a los estudiantes problemas de diferentes niveles. Uno de cada cinco alumos pudo resolver problemas sencillos sólo si se trataba de contextos familiares. «Un ejemplo de problema de nivel 1 es consultar un catálogo de muebles, con diferentes marcas y precios, y elegir los modelos más baratos para amueblar una habitación», dice el informe.

Pero la diferencia fue grande en el caso de situaciones más complejas.
En uno de los problemas se pide al estudiante imaginar que llega a un cuarto de hotel y ve un termostato o control de temperatura y humedad que no le es familiar. Hay un control remoto con tres botones y el alumno debe averiguar cómo programar el control.

Los estudiantes asiáticos «tienden a ser muy buenos en diseñar experimentos para entender qué hace cada botón en forma independiente, probando cada uno, luego volviéndolo a su posición inicial, y haciendo lo mismo con los otros, para examinar a continuación diferentes combinaciones», explicó Avvisati.El autor del informe señaló que los estudiantes asiáticos son muy buenos en idear diferentes hipótesis, utilizando habilidades aprendidas en matemáticas, por ejemplo, la combinación de posibilidades. Y crucialmente, pueden diseñar experimentos.

«Planean un experimento y prueban todas las hipótesis. Los estudiantes que no tuvieron buenos resultados, en cambio, simplemente apretan los botones al azar para ver qué sucede, pero esto no les dará información útil para comprender cómo opera el aparato».

«El foco es realmente adquirir conocimiento y para eso se necesita un plan abstracto y explorar en forma sistemática situaciones no familiares. Los estudiantes asiáticos son muy buenos en esto, lo que significa que no sólo son muy curiosos, sino que son capaces de aprender a partir de situaciones problemáticas en una forma muy eficiente», dijo Avvisati a BBC Mundo.

Cabe destacar que según el experto, algo en que los alumnos latinoamericanos son mejores comparados con otros países de nivel general similar es que, «una vez que entienden el problema y qué deben hacer, no se dan por vencidos. Pero sí lo hacen si se trata de razonar en forma abstracta».

Qué puede hacer A. Latina

«Cuando miramos los resultados de esta prueba vemos que son relativamente similares a nivel de país con los resultados en la prueba PISA de matemáticas. Esto significa que no es posible desarrollar habilidades para resolver problemas sin desarrollar el aprendizaje en materias específicas», dijo el investigador de la OCDE a BBC Mundo.

La enseñanza de ciencia también es vital para aprender a diseñar experimientos y plantear hipótesis.

«El consejo general para los países de A. Latina no es diferente al que acompaña otros informes. Las claves del éxito parecen ser altas expectativas para todos los estudiantes sin dejar a ninguno atrás, tener un plantel de maestros profesionales y bien valorados, de forma que la enseñanza sea una opción atractiva para los mejores graduados universitarios, tener estándares altos para los estudiantes, y que alguien deba responder públicamente por esos estándares».

También se ha visto que los estudiantes que logran mejores resultados relacionan la enseñanza con el mundo real, aprendiendo matemáticas con ejemplos aplicables al mundo real, y ejercitan habilidades para resolver problemas en actividades extracurriculares.

Artes visuales

La OCDE espera que los resultados de la prueba «ayuden a identificar cómo los estudiantes pueden aprender mejor, los profesores enseñar mejor y los colegios operar en forma más efectiva en el siglo XXI para desarrolar las habilidades vitales para obtener empleo», dice el informe divulgado este martes.

Las artes visuales pueden enseñar a pensar en forma crítica.

Lo importante, señala el reporte, es lo que llama «enseñanza metacognitiva», que va más allá de la mera transmisión de conocimiento y explora los problemas en profundidad para desarrollar habilidades que «pueden aplicarse en situaciones diferentes».

El documento destaca como un modelo exitoso la enseñanza de resolución de problemas a partir de clases de artes visuales.

Dos estudios realizados en colegios de Boston (Hetland et al., 2013), muestran cómo las lecciones de arte no sólo enseñan a pintar o dibujar, sino que pueden ayudar a desarrollar cinco habilidades clave:

Visualizar (se pide a los estudiantes que constantemente visualicen lo que no pueden observar directamente, por ejemplo, qué estructuras podrían expresar en sus obras)
Observar (aprenden a observar cuidadosamente los detalles y a ver con nuevos ojos)
Reflexionar (se pide a los alumnos que reflexionen sobre su arte, que piensen qué funciona o no funciona en sus obras o las de sus compañeros)
Perseverar (los estudiantes aprenden a trabajar en un proyecto que lleva un período considerable de tiempo y a «vencer sus frustraciones»)
Explorar (se pide a los alumnos que constantemente prueben técnicas y posibilidades nuevas, que tomen riesgos y no teman equivocarse)

Los trabajos del futuro

«Para tener éxito en la vida, los estudiantes deben aplicar estrategias de resolución de problemas más allá de las materias en que fueron aprendidas», señala el informe.
«En el mundo de hoy los trabajos dependen más y más de la habilidad de los trabajadores de actuar en situaciones inesperadas»
Francesco Avvisati

La OCDE destaca que, según estudios recientes, «los adultos con el nivel más alto en resolución de problemas tienen acceso a las ocupaciones donde se han creado más puestos de trabajo en los últimos 15 años».
«Esto significa que los estudiantes de 15 años de hoy que carecen de habilidades avanzadas para resolver problemas enfrentan un alto riesgo de estar en desventaja desde el punto de vista económico como adultos».
Para Avvisati, «en el mundo de hoy los trabajos dependen más y más de la habilidad de los trabajadores de actuar en situaciones inesperadas, porque las tareas familiares son realizadas muchas veces por computadoras u otras máquinas».

El experto de la OCDE asegura que la habilidad de resolver problemas es clave en un mundo que cambia rápidamente.
«Si uno pierde el trabajo, por ejemplo, deberá ser capaz de aprender nuevas capacidades en forma autodirigida, de ser resiliente. Estas habilidades tienen mucho que ver con la capacidad de dirigir uno mismo su propio aprendizaje y poder aprender de situaciones problemáticas para navegarlas con éxito».

Prueba PISA (2014): Asia gana la carrera de la educación. Chile sigue en los últimos lugares…

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Zhou Luwen puede ahorrar en ropa, en calefacción, incluso en comida. Pero tiene muy claro que hay un apartado en el que jamás escatimará un yuan: la educación de sus dos retoños. “Siempre nos han enseñado que es lo más importante en la vida, una inversión indispensable. Porque sin educación no es posible tener éxito”. La filosofía de esta mujer de 43 años, residente en Shanghái, cala en toda China. Esa mentalidad —traducida en una fortísima presión social para los estudiantes— se ha identificado como una parte fundamental del éxito de los países asiáticos en el informe PISA, que este año se ha centrado en las matemáticas (también se evalúan cada tres años las competencias en lectura y ciencias).

Los primeros puestos de la clasificación de países en este examen de la OCDE que trata de medir las destrezas de los alumnos de 15 años están copados por alumnos asiáticos. Entre todos ellos destacan los alumnos de esta región y, por encima de los demás, Shanghái, con 613 puntos en matemáticas sobre una media de la OCDE de 494 y más de la mitad de los estudiantes (55%) en los niveles más altos de rendimiento (la media es del 12%; la española, del 8%). A Shanghái le siguen en la clasificación Singapur (573), Hong Kong (561), Taipéi (560) y Corea del Sur (554).

Hay que llegar hasta el puesto número ocho para encontrar el primer país europeo: el minúsculo Liechtenstein. Buena parte de los países occidentales que en 2003 (la edición anterior en la que las matemáticas fueron la materia principal del examen) ocupaban los primeros puestos han visto reducir sus resultados: Finlandia (25 puntos menos), Holanda (15) o Canadá (14).

Así, mientras Finlandia, el otro gran paradigma de la excelencia educativa surgido del PISA (que lleva ya cinco ediciones), se apea del podio (ha caído del primer puesto en matemáticas en 2003 al sexto en 2009 y duodécimo ahora), todos los países empezarán a mirarse más que nunca en el espejo asiático. Incluyendo a España, cuya imagen escolar proyectada bajo el prisma de PISA es la del estancamiento durante una década —al menos, en matemáticas y lectura, con una leve mejora en ciencias—, con pocos alumnos excelentes y, encima, con una equidad —su gran sello positivo— que tal vez empieza a mostrar síntomas de resquebrajamiento en mitad de la brutal crisis económica.

El problema, recuerda el catedrático de Economía de la Pompeu Fabra José García Montalvo, es que PISA ofrece una fotografía muy clara del estado de la cuestión, pero no tanto de las causas de por qué unas cosas funcionan mejor en un sitio que en otro, o por qué no funcionan en absoluto. “No es posible trasplantar lo que pasa en un país a otro”, asegura. Una de las pocas características que se repiten en muchos de los modelos de éxito es la selección del profesorado —entre los mejores estudiantes—, y que estén bien pagados, dice la OCDE. Otros especialistas, como el profesor de la Universidad de Salamanca Jaime Rivière, apuntan a unas culturas con un lenguaje muy complicado de aprender cuyas escuelas se centran casi exclusivamente en la primaria en la lectura y las matemáticas, precisamente lo que mide PISA. Otros hablan también de que se insistencia mucho en esos países en la realización continua de exámenes.

El responsable de este informe, Andreas Schleicher, asegura que el éxito de los países asiáticos en este sentido es que “han movilizado los recursos allá donde pueden marcar la diferencia”. Y, sobre España, añade: “La cuestión no es el volumen de los recursos; ha puesto énfasis en reducir el tamaño de las clases y no darle a los maestros el nivel de autonomía que necesitan para mejorar. Esas cosas tienen más influencia que el nivel de los recursos”.

El profesor de Economía del University College de Londres Antonio Cabrales matiza esa idea en este tiempo de escasez y de tijeras: “Dados los altibajos de las cantidades de dinero dedicadas al sistema, esto es una indicación más de que simplemente poner dinero no soluciona nada. Pero esto no quiere decir que haya que seguir por la senda de recortes, simplemente que hay que buscar dónde poner los recursos y evaluar las politicas con más rigor”.

Y en ese camino para poner el dinero donde marque más la diferencia basándose en evidencias como las de PISA, la copia o el remedo parecen inevitables si se está de acuerdo con los argumentos del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría: “En una economía globalizada, la competitividad y las perspectivas futuras de empleo dependerán de lo que la gente puede hacer con lo que sabe. Los jóvenes son el futuro, por lo que cada país debe hacer todo lo posible para mejorar su sistema educativo y las perspectivas de las generaciones futuras”.

Y también se hace inevitable esa evaluación de las políticas de las que habla el profesor Cabrales. En estos días muchos especialistas ingleses están echándole en cara al ministro de Educación británico, Michael Gove, su proyecto de academias libres (los colegios públicos podían acogerse a una especie de sistema concertado, regidos por cooperativas de padres o profesores), copiado del que puso en marcha Suecia allá por 2006. Pues bien, hoy esos expertos recuerdan que Suecia está ahora en el puesto 38 de los 65 países y regiones examinados (cinco puestos por debajo de España), cuando en 2003 estaba en el 14.

En España se lo recordarán seguramente al ministro José Ignacio Wert, que ha argumentado una y otra vez la necesidad de la polémica reforma educativa que acaba de aprobar en el Congreso con el único apoyo del PP (la llamada LOMCE) por los mediocres y estancados resultados de España en PISA. Junto a la exigencia y la evaluación (la ley recupera las reválidas), algunos de sus pilares son la libertad de elección de centro y la competencia entre escuelas. Claro que los defensores de estas ideas recordarán a su vez ese bajón de resultados de Finlandia, paradigma de la escuela comprensiva (todos los alumnos están juntos en una vía básicamente igual hasta los 16 años), el modelo español tan criticado durante años por el PP.

La ministra finlandesa de Educación, Krista Kiuru, decía este martes: “Se observa una desvalorización de la escuela por parte tanto de los alumnos como de la sociedad en su conjunto”. “En comprensión de lectura los chicos están 62 puntos por debajo de las chicas, lo que equivale a un año y medio de educación. Por su parte los inmigrantes o hijos de inmigrantes están a más de 100 puntos del promedio, casi tres años de educación”, dijo el coordinador nacional del informe, Jouni Väliajärvi.

Hace ya dos años, algunos indicios señalaban cómo una incipiente inmigración de en torno a un 5% (en 2005 era del 3%) estaba poniendo a prueba el sistema. A algunos profesionales les preocupa “que los padres empiecen a elegir escuela basándose en sus prejuicios; si se abre esa puerta, no hay vuelta atrás”, dijo a este periódico el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Patrik Scheinin. Esa vuelta atrás era que, independientemente de que sea verdad o mentira que el alumnado inmigrante (que se suele concentrar en las zonas más pobres) condicione las notas de los demás, basta con que la percepción sea esa para que se desestabilice el sistema.

Para otros especialistas, como el representante sindical del grupo de trabajo de educación de la OCDE John Bangs, lo que se está notando en los resultados de PISA 2012 en países como Finlandia (incluye también otros como Suecia) es que “están sufriendo las consecuencias del declive económico y las presiones sociales que esto causa”, según comentó a la publicación británica TES.

Así, lo que queda es levantar la vista hacia Asia. Pero, ¿qué se podría copiar de los modelos asiáticos? Y ¿merecería la pena? Por ejemplo, Shanghái le saca 119 puntos a la media de la OCDE, y 129 a España, lo que se podría traducir (en una de esas analogías que la OCDE hace en aras de la divulgación) en una ventaja de casi tres años de escolarización. Ese es un tiempo que, según apuntan expertos críticos con el sistema educativo chino, los adolescentes le restan a su vida social. Lo sabe bien Tingting, la hija mayor de Zhou. Ahora tiene 16 años, acaba de superar el zhongkao, una especie de Selectividad para acceder al instituto, y ya teme la llegada del gaokao, el examen de acceso a la universidad.

Entra en clase a las 7.30 de la mañana y vuelve a casa a las cuatro de la tarde. Muchas veces no levanta la vista de los libros de texto hasta las diez, cuando su madre la obliga a dormir, y entre sus actividades extraescolares están el inglés y el piano, un instrumento que aborrece. “Conseguí entrar en el mejor instituto del distrito, y ahora mis padres quieren que estudie en la Universidad de Jiaotong [una de las mejores de China] y que luego haga un máster en Estados Unidos para encontrar un buen trabajo a mi regreso”, cuenta entre susurros. “No entiende que lo hacemos por su bien”, responde Zhou con tono conciliador pero firme.

Historias como la de esta familia se repiten en los otros cuatro territorios de influencia china que aparecen entre los siete primeros de la lista del informe PISA: Singapur, Hong Kong, Taipei, y Macao. “Es evidente que los resultados son muy positivos, pero también es cierto que la presión y la competitividad a la que están sometidos los alumnos desde muy pequeños pueden tener efectos negativos en su socialización y en su desarrollo humano, apartados que no analiza el informe PISA”, analiza Xu Anqi, profesor de Sociología de la Universidad de Fudan. No en vano, dos suicidios y un asesinato provocaron en mayo un acalorado debate sobre el lado más oscuro de este modelo educativo.

Según estudios de la Academia de Ciencias Sociales de China, que no suele tratar el tema tabú del suicidio, unas 250.000 personas se quitan la vida cada año en el gigante asiático. Y otros dos millones lo intentan. La mayoría tiene menos de 30 años, y muchos ni siquiera han alcanzado la mayoría de edad. En 2008 una encuesta arrojó otro dato preocupante: el 17% de las estudiantes de secundaria de la ciudad de Foshan habían contemplado alguna vez la posibilidad acabar con su vida.

Pero, claro, no todo se deberá a la extraordinaria presión, sino que habrá otros elementos que tiran de estos sistemas hacia arriba. Preguntado por si estaría bien que la escuela, pongamos la española, se pareciera en algo a los modelos asiáticos, el catedrático de Sociología de la Complutense Mariano Fernández Enguita se centra en la figura del profesor. Por ejemplo, habla de una mejor selección y una carrera profesional con incentivos de mejora que hoy no existen en España, al menos en la escuela pública, mayoritaria. “Ya me gustaría que los profesores tuvieran una voluntad parecida de transparencia y de trabajo en equipo. Recuerdo, en Japón, algo que aquí sería imaginable: lo llamaban la jornada de investigación y consistía en que todos los profesores (o muchos, yo recuerdo la presencia de una veintena) asistían a una clase de uno de ellos, observando y tomando notas, para luego discutir sus aciertos y sus debilidades”.

Con información de Adrián Soto (Helsinki).

Los profesores creen que no preparan para el siglo XXI

E. S., MADRID
PISA manifiesta que en España los alumnos no saben plasmar lo aprendido en las aulas y sus propios profesores reconocen que no les están preparando suficientemente para afrontar los grandes retos del siglo XXI. Así lo expresan el 87% de los docentes –desde educación infantil a bachillerato- encuestados por la editorial SM en toda Españam teniendo en cuenta todos los niveles y la titularidad del centro (respetando los porcentajes de pública y privada). El 86%, además, rechaza los sistemas de evaluación actuales, pues cree que no permiten desarrollar al máximo las habilidades y capacidades de los estudiantes y un 97% coincide en que el uso de nuevas formas de aprendizaje mejoraría los resultados. “No se trata tanto de cómo se enseña, con tiza digital, sino qué se enseña”, recalca Ángel Pérez, director de Educación de SM. “La tecnología no cambia nada, lo que se necesita es tener otra metodología”.

Para mejorar el aprendizaje la mayoría opina que hay que incentivar el desarrollo del pensamiento crítico (76%), trabajar las inteligencias múltiples de manera individualizada (71%) y fomentar el trabajo cooperativo en las aulas (59%). “Nosotros vemos entre los maestros y profesores muchas ganas de cambio, de hacer cosas nuevas. Pero no todo está en la tecnología. Al final, si un niño hace todos sus deberes en el ordenador, los estudios demuestran que pierde comprensión lectora”, prosigue Pérez, quien sí que cree que las editoriales han hecho un esfuerzo por incluir cada vez más soluciones prácticas en sus libros de texto. Los encuestados sostienen también que los obstáculos para una mejor enseñanza se encuentran en el sistema educativo (64%), la Administración (44%), la dotación de recursos y materiales (43%) o el currículum (36%).

Pero Pérez precisa que queda mucho por hacer. “En los currículos hay muchos temas sintácticos cuando se debía profundizar más en aspectos de comprensión lectora”. Y en esta revolución educativa la tecnología es una gran aliada. “Los profesores menores de treinta y tantos están habituados a trabajar con ordenador, siempre han tenido uno cerca. El problema son los más mayores, que son reticentes. Les da miedo que el niño sepa más que ellos. Y no se dan cuenta que los alumnos sabrán solucionar algo técnico -porque se les averió el ordenador jugando en casa-, pero no van a saber hacer estrategias de búsqueda de información en la Red”.

Prueba PISA: Las cifras que reflejan el bajo rendimiento de Chile dentro de la OCDE

Los resultados del test «Solución Creativa de Problemas» ubicaron al país en el lugar 36 de 44, muy por debajo de los países con mayor puntuación.
por Génesis Moreno – 01/04/2014 – 14:15
Si bien Chile rindió por primera vez la Prueba Pisa en el área «Solución Creativa de Problemas», los resultados no fueron los mejores en relación al resto de países que integran la OCDE. De acuerdo al informe, Chile se ubicó en el lugar 36 de un total de 44 países, con 448 puntos. Asimismo, quienes lideraron en rendimiento fueron los estudiantes de Singapur y Corea del Sur quienes obtuvieron los puntajes más altos resolviendo problemas, con evaluaciones que superan los 560 puntos.

Para conocer el detalle de los resultados obtenidos por Chile, La Tercera seleccionó las cifras más relevantes que reflejan el bajo rendimiento que logró el país en el test, como también las áreas que se evalúan.

¿Quiénes rindieron el test?

En 2012, un total de 65 países y economías (34 países de la OCDE y 31 economías asociadas) rindieron la Prueba Internacional PISA, que midió habilidades en Matemática, Lenguaje y Ciencias. Sin embargo, como otra área de evaluación, el test «Solución Creativa de Problemas» fue rendido por 44 países y economías, siendo la primera vez que Chile participa de la medición.

¿Qué mide la prueba?

La evaluación, en general, se centra en los procesos cognitivos generales que intervienen en la resolución de estos más allá de los resultados que se obtengan. Es decir, se evalúan áreas como la exploración y comprensión, además de representar, formular, planificar, ejecutar y reflexionar, entre otras. La idea es que los estudiantes primero observen, interactúen con el «problema» y luego formulen una hipótesis para resolverlos. Durante el test tienen la posibilidad de simular situaciones por medio de un computador.

RESULTADOS EN GENERAL

Los estudiantes de Singapur y Corea, seguidos por los de Japón, obtuvieron la puntuación más alta del test en relación a los 44 países y economías que rindieron la prueba. Asimismo, el informe indica que el rendimiento obtenido en la resolución de problemas se relaciona «positivamente» con el rendimiento en otras asignaturas evaluadas.

RESULTADOS DE CHILE

Según explica el informe, entre los países de la OCDE, el país que obtuvo más bajo rendimiento es Chile, con un puntaje promedio de 448 puntos. Esto significa, según el documento, que la brecha entre el país con más alto rendimiento y el más bajo de la OCDE es de 113 puntos. Además, señala que cerca del 90% de los estudiantes de Corea se ubican por encima de la puntuación media de Chile y, por el contrario, sólo el 10% de los estudiantes chilenos se posiciona por sobre la puntuación media de Corea.

Como otro dato, en general, más de dos niveles de competencia (163 puntos) separan a los países con mayor rendimiento (Singapur) y más bajos resultados (Colombia).

Asimismo, sólo uno de cada 20 estudiantes, en los cuatro países con mejores resultados y economías, se ubica por debajo de la media del país con más bajo rendimiento

MÁS BAJO RENDIMIENTO

La prueba clasifica en 6 niveles a los estudiantes según su rendimiento. Es así como entre el nivel 1 y 2 se sitúan los alumnos con más bajos resultados, mientras que en el 5 y 6 quienes obtienen mejor calificación. De acuerdo a esto, la proporción de estudiantes con bajo rendimiento en el último test de Pisa es el siguiente:

Un 38,3% de los estudiantes chilenos que rindieron la prueba se ubican en los niveles catalogados como «bajo rendimiento», es decir entre el 1 y 2. De hecho, se ubica entre los últimos diez países con más alumnos en esta categoria, seguido por Brasil (47,3%), Malasya (50,5%) Emiratos Árabes (54,8%), Montenegro (56,8%), Bulgaria (56,7%) y Colombia (61,5%).

En comparación con los países que obtuvieron mejor rendimiento, la cifra en Singapur alcanza un 8%, seguido de Kora (6,9%), Japón (7,1%) y Macao China (7,5%).

En la otra vereda, entre los alumnos que lograron mejor rendimiento (niveles 5 y 6) Chile ubica al 2,1% de sus alumnos, mientras países como Singapur alcanzan un 29,3% y Korea 27,6 %. En tanto, Colombia logró que sólo el 1,2% de los estudiantes se ubiquen en los niveles máximos de rendimiento.

¿Qué significa estar en el Nivel dos?

Según el informe de PISA, los países que se ubican en este nivel deben haber obtenido como resultado entre 423 y 488 puntos. En este caso, Chile obtuvo 448 puntos. De acuerdo al documento, los estudiantes que se posicionan en este nivel pueden explorar un problema desconocido y entender una parte de este, aunque sólo obtienen «parcialmente el éxito». Además, señala que los estudiantes pueden planificar y llevar a cabo ciertos pasos para lograr sus objetivos. En tanto, en la Agencia de Calidad señalan que de acuerdo a este nivel, los alumnos «poseen las competencias mínimas para desenvolverse en el mundo e integrarse productivamente a la sociedad».

Como dato anexo, el informe indica que el porcentaje de estudiantes capaces de realizar tareas a este nivel o por encima (promedio de la OCDE) es de un 78,6 %.

COMPARACIÓN ENTRE PAÍSES POR RENDIMIENTO

Por otro lado, según indican los datos, Chile se ubica muy debajo de los países que presentan estadísticas «significativamente» por encima de la media de la OCDE, ubicándose bajo la media.

 

 

La Universidad Pública, por Fernando Atria y Javier Wilenmann

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1 de abril de 2014

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Universidad de Harvard

¿Qué es una universidad pública? En la discusión actual, hay dos posiciones que parecen totalmente enfrentadas: conforme a la primera, es pública una universidad cuando en los hechos desarrolla una “función pública”. Conforme a la segunda, es pública cuando es estatal.

Guiado por una intuición correcta, el ministro de Educación ha sostenido que el criterio de la “función pública” es insuficiente, es demasiado laxo. Pero, para justificar esta intuición, el ministro ha recurrido a una explicación que, desde el propio punto de vista de las universidades estatales, es problemática. El ministro ha dicho que hay un interés público en la producción de conocimiento nuevo (en la forma de “investigación”), un interés que justifica que el Estado financie instituciones en las que ese conocimiento sea producido. Pero ese conocimiento ha de ser producido en condiciones en que no pueda surgir conflicto entre el interés público y un interés privado. En las universidades estatales ese conflicto no podría darse, ya que el “mandante” sería precisamente el titular del interés público, el Estado. En las universidades privadas, en cambio, es posible el conflicto entre los intereses privados de sus controladores y el interés público. Entonces, el Estado debe preferir las instituciones que están libres de la posibilidad de este conflicto: las estatales.

Es importante comenzar destacando que el punto de partida del ministro es correcto: hay un interés público en la investigación y en que ella produzca efectos en el bienestar general y en la riqueza de la cultura nacional. También es correcto sostener que es injustificable que la investigación se financie con fondos públicos pero sea encargada, controlada o puesta al servicio de una agenda particular por sea quien fuere el dueño de o que controla a una determinada universidad. Según el ministro, esto no ocurre cuando el Estado es “mandante” y la universidad “mandada”.

Entender que esta es la relación que vincula al Estado con sus universidades, sin embargo, niega la autonomía universitaria. La exigencia de autonomía ha sido siempre una exigencia de la universidad, porque sólo un régimen autónomo la protege de intervenciones guiadas por fines ajenos a criterios propiamente universitarios. En lo que importa al ministro, la autonomía es necesaria para asegurar que la investigación tenga por objetivo exclusivamente aquello que como idea regulativa puede denominarse “la verdad”. Se trata de asegurar que no haya intereses ajenos a la búsqueda de la verdad que puedan interferir con la investigación académica, la que debe estar organizada de modo tal que el investigador sea libre de llegar hasta donde sea que lo lleve el resultado de su investigación.

Pero si esto es así, entonces entender que lo especial de la universidad pública es que tiene como “mandante” al Estado niega su naturaleza, porque niega su autonomía. La universidad estatal no puede entenderse como un servicio público, sujeta, como ellos siempre están, a la superintendencia y dirección del Estado a través del Ministerio respectivo. Si las universidades públicas estuvieran sujetas así al Ministerio de Educación, lo que guiaría su actividad no serían criterios puramente académicos, sino los criterios de oportunidad del ministro (y nada asegura que el ministro de Educación estará siempre guiado por consideraciones puramente universitarias). Por esto, buena parte de la lucha de las universidades estatales en Chile durante el siglo XX se refirió a asegurar institucionalmente su autonomía. El argumento del ministro no deja espacio para esta necesidad de las universidades estatales, y por consiguiente lleva o a (1) poner en cuestión o negar la autonomía universitaria (para que el Estado pueda desempeñarse como mandante y entonces pueda guiar la investigación) o a (2) una comprensión del contenido de ese mandato (sin capacidad de guiar la investigación) que respeta la autonomía, pero deja abierta de nuevo la pregunta inicial. Porque si el respeto a la autonomía obliga al Estado a no actuar como mandante de sus universidades, ¿qué diferencia hace que el mandante sea el Estado?

Es necesario entender correctamente la idea de autonomía universitaria y su sentido. Que una universidad estatal sea autónoma quiere decir que el Estado no puede interferir con su actividad universitaria, la que entonces sólo puede ser guiada por sus propios criterios internos. Por supuesto, esto no implica que uno deba ser ingenuo, y negar la posibilidad de que una universidad estatal sea capturada por intereses privados. Pero sí implica que en ese caso la captura es captura. Es decir, una patología que la regulación y la organización institucional deben intentar neutralizar todo lo que se pueda. La mejor garantía contra la captura es un contexto institucional en el que una universidad pueda actuar orientada por criterios exclusivamente universitarios. Eso exige fundamentalmente dos cosas: un estatuto que asegure la posición del académico, permitiéndole así seguir su investigación donde sea que ésta lo lleve, y una forma de gobierno que haga difícil la captura por intereses particulares. Esta es la posición a la que habían llegado las universidades estatales antes de la intervención militar posterior al 11 de septiembre (no en el sentido de que la regulación de entonces era perfecta, sino en el sentido de que estas dos condiciones eran las que debían ser garantizadas). Al satisfacerse estas dos condiciones, la universidad quedaba protegida de la operación de poderes “extrauniversitarios”, es decir, fácticos. Y esta protección creaba un espacio para una investigación que no estaba al servicio de agendas particulares, sino de la búsqueda de la verdad. La misma finalidad es la que hoy exige la entrega de aportes basales de libre disposición, porque si la universidad necesita vender sus servicios en el mercado para financiarse, entonces no podrá operar con un criterio puramente universitario, sino de mercado, sirviendo a los intereses particulares de quienes en el mercado compren investigación.

Estas consideraciones muestran el error de quienes, contra la intuición del ministro, alegan que para que una universidad deba ser tratada como pública basta con que desempeñe en los hechos una “función pública”. Porque si las universidades estatales para poder ser verdaderamente universidades (aunque estatales) necesitan de autonomía del Estado, las universidades privadas no pueden ser verdaderamente universidades (aunque privadas) en la medida en que están sujetas al control de intereses privados. La exigencia de autonomía universitaria, en el caso de las universidades estatales, no era sólo una exigencia de buena crianza dirigida al Estado: era la exigencia por un régimen legal que asegurara institucionalmente las dos condiciones que hemos identificado. Por exactamente las mismas razones, no es suficiente que el rector o el “dueño” o el controlador de una universidad en los hechos respete la autonomía de la universidad. Es verdad que hoy existen ejemplos de universidades privadas que en los hechos actúan guiados por criterios puramente académicos, y que respetan la libertad de sus académicos. Pero ello no puede depender de la deferencia o la ilustración de sus controladores, algo que siempre puede cambiar, o de lo afortunada que resulte la designación de un rector o decano. El Estado tiene un interés en asegurar institucionalmente la orientación académica de la investigación. Y esta garantía institucional no puede darse en términos del derecho privado, porque el derecho privado siempre permite que, concurriendo todas las voluntades privadas que deban concurrir, los términos de una relación (el contrato, los estatutos de una corporación) sean modificados. Por eso, no es suficiente que una universidad privada desempeñe en los hechos alguna función pública. Debe hacerlo sujeta a un régimen que hace imposible para su controlador cambiar la orientación pública de la universidad, intervenir en su gobierno, afectar la posición de sus académicos. Sólo en esas condiciones podría decirse que es una institución que se define por su compromiso universitario con la búsqueda de la verdad, es decir, que es una universidad “pública” (esta es la razón por la que antes de 1980 había universidades privadas que eran tratadas como públicas, pero eran creadas por ley. Es decir, estaban sujetas a un régimen de gobierno y tenían un estatuto académico que, como estaba en la ley, no podía ser cambiado por el controlador, quien entonces no podía poner a la universidad al servicio de una agenda particular).

El conjunto de estas condiciones, bajo las cuales universidades privadas podrían desempeñar funciones públicas y recibir, entonces, un trato análogo al recibido por las estatales, puede ser denominado el “régimen de lo público”. Para las universidades, el régimen de lo público requiere definir estándares de funcionamiento bajo los cuales el Estado pueda confiar en que la investigación producida tenga una orientación verdaderamente académica. Ha de constituir una regulación que cumpla la función que la idea de autonomía desempeñó en el caso de la universidades estatales: elevar un muro infranqueable entre los intereses particulares de los dueños o controladores de la universidad y la marcha de la universidad, para hacer probable que esta última no se guíe sino por criterios puramente universitarios en su actividad.

Lo anterior implica que el interés que correctamente quiere satisfacer el ministro –ampliar la investigación en Chile y asegurarse que tenga una orientación realmente académica– no se satisface con la concentración del financiamiento en universidades estatales, sino que necesita antes vincular el acceso a fondos basales de investigación a un régimen institucional adecuado.

Es verdad que, como dice el ministro, las universidades europeas muestran que es posible un sistema casi exclusivamente estatal de investigación. Pero el hecho de que en tradiciones distintas a la nuestra eso sea el caso no muestra todavía nada. El sistema universitario europeo tiene una historia propia que explica su configuración. Resumiendo: las universidades europeas más antiguas datan de tiempos premodernos, y fueron asumidas y controladas por el Estado en la formación de la modernidad. Durante el siglo XX, en la época del Estado de bienestar (esencialmente en los años 60 y 70), el Estado creó nuevas universidades para expandir la cobertura a estudiantes que no tenían cabida en un sistema diseñado originalmente para educar a la elite. El contexto de organización de la investigación en Europa se construyó sobre esa realidad: como la capacidad investigativa instalada se concentraba en universidades estatales, los recursos van en buena medida a esas instituciones. La situación es ciertamente distinta en Estados Unidos, en donde, precisamente por esa historia divergente, el aseguramiento de la investigación tuvo que tomar en cuenta la existencia de una buena masa de universidades privadas, pero al mismo tiempo pudo aprovecharse de una cultura, un ethos universitario que fue suficientemente fuerte como para impedir que las universidades privadas fueran instrumentalizadas por sus dueños o controladores.

Del mismo modo, una reforma en Chile debiera asumir su propio contexto. Buena parte de la capacidad investigativa nacional se concentró, durante casi todo el siglo XX, en las dos universidades ahora conocidas como “tradicionales”, la Universidad de Chile y la Universidad Católica. La masificación de universidades y la ampliación de la capacidad investigativa tuvo lugar con la aparición de las universidades privadas. El tipo de necesidades a las que respondió la formación de las universidades privadas, con enormes diferencias de grado entre ellas, es equivalente a las que en Europa se satisficieron a través de las universidades públicas surgidas durante el Estado de bienestar. Chile podría haber seguido ese camino (la explosiva expansión de la matrícula entre 1967 y 1973 es indicación de eso). Pero aquello, que pudo haber sido, no fue. Y la dictadura nos legó un sistema en que la ampliación de la universidad tuvo lugar por privados. Ese legado de la dictadura puede o no ser mirado con pesar; pero no puede ser simplemente negado. Hoy no puede decirse lo que en Europa, que buena parte de la capacidad de investigación está en las universidades del Estado. Una reforma racional no puede desconocer este hecho, sino que tiene que tomarlo en cuenta y aprovecharlo.

Tienen razón los críticos del ministro cuando dicen que el hecho de ser privada no impide a la Universidad de Harvard producir investigación pública. Pero esta comparación con Harvard y otras universidades similares supone un contexto institucional que en Chile no existe. El ministro tiene razón en sospechar; pero se equivoca en la razón que justifica su sospecha (y quizás por eso se vio forzado a dar pie atrás al día siguiente). Una institución como la Universidad Católica, por ejemplo, tiene una relevancia en la historia nacional y en su contribución actual a la investigación que no puede ser desconocida. Pero despejar las dudas sobre la ausencia de agendas privadas o intereses particulares requiere de regulación institucional. ¿Reclama la Universidad Católica derecho a tomar (negativamente) en cuenta, en un concurso para profesor de derecho, que el candidato cree que el aborto o el matrimonio igualitario se justifican? ¿O para expulsar a un profesor de medicina reproductiva que defiende el uso de la píldora del día después? Si reclama estos derechos, entonces no puede pretender que la investigación que se realiza en ella sea reconocida y tratada como pública, porque al hacerlo está declarando que le importa más la defensa de su agenda particular que la libre investigación; si no los reclama, y está dispuesta a someterse a un régimen legal que asegure a esos profesores que podrán comenzar o continuar sus carreras sin desmedro, entonces puede empezar a reclamar que es una universidad que, aunque no estatal, ha de ser tratada y financiada como una institución pública.

http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/04/01/la-universidad-publica/

Chile, la OCDE y la desigualdad de ingresos: el baile de los que sobran…

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GONZALO DURÁN

investigador de la Fundación SOL, http://www.fundacionsol.cl, @lafundacionsol

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La semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE –u OECD, por sus siglas en inglés–, publicó el estudio “La Sociedad en una Mirada 2014″ (Society at a Glance). En el informe, la organización realiza un panorama social sobre los 34 países que conforman dicho club. Entre las mediciones más relevantes están: desigualdad, pobreza y gasto social.

Chile tiene el inexcusable primer lugar en materia de desigualdad de ingresos. El estudio confirma otras investigaciones, como la publicada en abril de 2013 por profesores de la Universidad de Chile (“La ‘parte del león’: Nuevas estimaciones de la participación de los súper ricos en el ingreso de Chile”, de Ramón López, Eugenio Figueroa y Pablo Gutiérrez), en la cual se estima que el 1% más rico de Chile concentra el 31% de los ingresos totales, medición según la cual nuestro país tendría el máximo grado de concentración visto entre naciones emergentes y desarrolladas.

Pero ¿por qué persiste la elevada desigualdad en un país que casi ha cuadruplicado su Producto Interno Bruto en los últimos 20 años?

En general, se habla, en el ámbito de la investigación económica, de la existencia de al menos dos vehículos conductores que llevan a menor desigualdad: acción fiscal redistributiva y acción sindical distributiva. Sin restarle importancia al primero, veamos qué pasa con el segundo de los vehículos en un contexto como el chileno.

¿Funciona en Chile la acción sindical para distribuir el poder, en particular el económico, a través de los ingresos? Para responder, se requiere agregar el elemento histórico al análisis.

En el año 1979, el entonces ministro del Trabajo y Previsión Social en dictadura, José Piñera (hermano del ex Presidente de Chile), lideró un proceso de transformación conocido como la “revolución laboral”, que pretendía implantar la “disciplina del mercado” en las relaciones laborales. Piñera, junto a los miembros de la Junta Militar de Gobierno y a connotados civiles de la elite nacional, formados en Estados Unidos, crearon un nuevo modelo de relaciones laborales, nuevas “reglas del juego” donde las empresas tuvieran el camino “libre” para maximizar su tasa de ganancia. La revolución laboral de Piñera fue, técnicamente, una revolución de clase: una operación destinada a fortalecer la posición del empresariado, despojando al mismo tiempo a los trabajadores del poder que tenían.

Hoy, luego de 35 años del Plan Laboral y distintos gobiernos, las relaciones de producción entre empleadores y trabajadores, continúan operando bajo las reglas generales de dicho plan (base del Código del Trabajo): negociación colectiva encerrada en el nivel mínimo, de empresa (sin posibilidad de negociar en niveles superiores, como la rama, el oficio, el nivel nacional), uso extendido y legal de rompehuelgas, interpretación estrecha del derecho a huelga (excluyendo las huelgas por solidaridad o por causas económico-sociales, entre otras), fragmentación sindical, con paralelismo entre sindicatos y entre sindicatos y grupos de trabajadores, prohibición de negociar sobre ciertas materias, desincentivo a la afiliación en sindicatos y otros. La filosofía explícita detrás de este modelo de relaciones laborales es que la acción sindical no moleste la libertad de empresa, y que en ningún caso funcione como un mecanismo para distribuir ingresos, tal como lo reconoce José Piñera.

¿Qué ha sucedido entonces en los últimos 35 años?, se ha profundizado e institucionalizado una desigualdad típicamente originada en el seno de las relaciones de producción, entre capital y trabajo, en un escenario donde trabajadores y sindicatos carecen de poder real. Un esquema en el cual el empleador es quien –sin contrapeso– fija el valor del trabajo, es él quien decide cuánto remunerar (él y su gremio), en función de la decisión política de la ganancia que desea obtener y esquivando pagar el aporte del trabajo a esa ganancia e, incluso, lo básico para que su fuerza de trabajo siga existiendo y manteniendo su capacidad.

Si consideramos los datos de la Encuesta CASEN, instrumento oficial para medir desigualdad en Chile (y el utilizado por la misma OECD en el Society at a Glance 2014), al calcular la brecha de ingresos autónomos (sin subsidios ni transferencias), entre las personas que pertenecen al 5% de los hogares más ricos y quienes pertenecen al 5% más pobre, se constata un crecimiento del 100% en los últimos 20 años. En efecto, si en 1990 el 5% más rico obtenía 129,4 veces más que el 5% más pobre, en 2011 son 257 veces más.

Por otro lado, de acuerdo al estudio de López, Figueroa y Gutiérrez, sobre la base de los datos administrativos recabados por el servicio de impuestos internos, se observa que el 0,1% más rico en Chile (cerca de 4.500 familias, con fuerte presencia empresarial) tiene un ingreso per cápita mensual de $82.856.249.

Adicionalmente, en diciembre de 2013, se publicaron las cifras de la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI), la que en sintonía con la encuesta CASEN y la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), da cuenta del atraso salarial de Chile. En datos duros: el 50% de los trabajadores/as gana menos de $263.473 y vive altamente endeudado. Y, considerando sólo a los asalariados privados, el 50% gana menos de $281.263.

Concentración económica extrema, cuadruplicación del PIB per cápita en los últimos 20 años, con patrón de enriquecimiento pro rico, crecimiento en la brecha entre el 5% más rico y el 5% más pobre, bajos salarios y precariedad laboral para el grueso de los trabajadores/as… esa es la ruta que ha seguido la sociedad chilena para llegar al “desarrollo”. En este cuadro, hay un vínculo que no hay que perder de vista: una minoría acaudalada se enriquece por la vía de la desposesión salarial, por la vía de una acumulación por desposesión del trabajo. Se trata de una brutal desigualdad de poder, que no se rompe con bonos ni con capacitaciones, pero tampoco simplemente con reforma tributaria. Este tipo de desigualdad, se combate en el escenario mismo donde ella se produce, que son las relaciones de producción, con sindicatos fuertes y acción colectiva directa.

Eliminar la desigualdad de ingresos por la vía de la acción fiscal redistributiva, mediante un sistema “moderno” de impuestos, es uno de los vehículos con que dispone una sociedad para enfrentar el problema. Empero, es uno que no se hace cargo del bajo valor dado al trabajo (la mera creación de empleos tampoco se hace cargo de ello). Enfrentar la desigualdad desde la óptica de las relaciones de producción, necesariamente, requiere abrir la discusión y situar al trabajo en el centro de la estrategia de desarrollo. Habiendo pasado 35 años del Plan Laboral, es un mínimo indispensable y convenientemente postergado.

 

http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/03/25/chile-la-ocde-y-la-desigualdad-de-ingresos-el-baile-de-los-que-sobran/

 

Conversación inédita entre Chávez y Fidel tras golpe de abril en 2002. Transcripción completa

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albaciudad.org

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El líder cubano Fidel Castro divulgó este viernes una conversación que sostuvo en 2002 con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez tras el golpe de Estado que lo apartó 72 horas del poder, en la que le propuso hacer una película sobre ese episodio. ”Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro a Chávez en una extensa charla telefónica el 14 de abril de 2002, después de que el mandatario venezolano retomara el poder, cuya transcripción fue publicada este viernes en CUba, en un folleto de ocho páginas.

En la conversación Castro calificó de “impresionantes” las imágenes del regreso de Chávez al palacio de Miraflores en Caracas, donde lo aguardaba una multitud. ”Unas imágenes impresionantes, las caras de la gente, la alegría, ¡algo nunca visto, Chávez! Es como para hacer cuadros, pinturas (…). Hay que hacer una película de eso”, le dijo Castro al líder venezolano, fallecido el 5 de marzo de 2013.

Asimismo, le propuso “investigar qué idea tenían” los golpistas, a los que calificó como “fascistas” e “hijos de puta”, así como lo que planeaban hacer con Chávez. ”Sí, ya yo mandé a investigar eso”, le respondió Chávez, quien también prometió a Castro hacer “todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza”.

Chávez, quien convirtió a Venezuela en el principal aliado de Cuba, relató en detalle los momentos de amargura y confusión que vivió las 72 horas en que estuvo aislado bajo el golpe que, según dijo, pudo haber desatado “una guerra civil” y la alegría que sintió al saber que había fracasado. ”¡Qué día, Fidel! Estoy que… ¡es una cosa increíble, increíble! Yo todavía estoy procesando cosas”, dijo Chávez.

“Oye, parece que una mano divina te lleva a ti”, le dijo Castro, a lo que Chávez respondió: “Bueno, el pueblo, chico, Dios y el pueblo”.
Castro, de 87 años y alejado del poder desde 2006, escribió una introducción al folleto, en la que rinde tributo a Chávez, pero no se refiere a la crisis actual en Venezuela.

CONVERSACIÓN TELEFÓNICA SOSTENIDA POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ CON EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, HUGO CHÁVEZ FRÍAS. 14/04/2002 – 07:01 h

PDTE. CHÁVEZ.-…Heroína María, Fidel. (al parecer yo lo había llamado a él héroe un segundo antes)

FIDEL CASTRO.- ¡Ah, esa es la campeona, caramba! ¡Qué historia! ¡Qué historia!

PDTE. CHÁVEZ.- (Se ríe) ¡Esto no tiene nombre, Fidel!

FIDEL CASTRO.- Yo ahora estaba meditando, no me podía dormir. Me iba a dormir y no me podía dormir, cuando me suena un timbrecito ahí, y ya… ¡Qué cosa!

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Qué día, Fidel! Estoy que… ¡es una cosa increíble, increíble! Yo todavía estoy procesando cosas. Y los muchachos… Porque yo estaba aislado; me llevaron, cuando salí de aquí, esa madrugada, como dos horas después que hablamos. Pues, entonces, por fin, como lo hablamos, yo dije: “No, yo no voy a renunciar. Voy preso, pues.” Entonces, me voy, voluntariamente. Hablé con los muchachos, que son —como tú sabes— unos guerreros, y les dije: “No se pongan a cometer locuras. Bueno, vamos a prisión y esto no ha terminado.” Porque no tenía yo ya cartas que jugar. Otras unidades leales, pero estaban lejos, ¿ve? Las que estaban sólidas, sobre todo la Brigada de Pa­racaidistas en Maracay. Baduel me llamó.

FIDEL CASTRO.- No, y no podían moverla, Hugo, porque se arma una batalla, ni siquiera una guerra civil.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, sí, exactamente. Yo le dije…

FIDEL CASTRO.- Yo he oído decir que ya querían venir y tú les dijiste que no.

PDTE. CHÁVEZ.- No, yo le dije: “Mantén tu posición.” Y me llamaron unos muchachos de Maracaibo, allá en Occidente, de Tanques, y me dijo Alcalá: “Aquí está mi batallón de tanques listo en columnas, y todos mis oficiales y tropas. ¡Patria o Muerte! Me voy a tomar Maracaibo.” Le dije: “No. Mantén tu posición. Me basta que mantengas la posición moral, de combate, pero mantén tu posición física también. Eso sí, artillado y listo, por si acaso te ataca la fuerza aérea, o alguna cosa.”

Y eso se fue multiplicando a nivel de los Comandantes de los Batallones de Tanques, de Infantería, un Batallón de Selva por allá en la selva. Empezaron a decir que no reconocían al supuesto gobierno este nuevo, ilegítimo. Y Baduel se convirtió en el eje, y otros generales leales se fueron para allá. Muchos de los muchachos míos que se quedaron sueltos por ahí, se concentraron en Maracay.

Yo estaba haciendo un plan después que hablé contigo. La única alternativa que me quedaba era irme a Maracay. Pero tú sabes que esas son como casi dos horas por tierra. Y entonces, bueno, no teníamos la seguridad de que pudiéramos llegar allá.

FIDEL CASTRO.- Era imposible, era imposible.

PDTE. CHÁVEZ.- No, no. Nos hubieran parado en la carretera, y a lo mejor se arma una batalla ahí, ¡quién sabe qué hubiera pasado! Así que, por eso, decidí entregarme.

Me llevaron a cinco sitios. Me movieron de un lado para otro. Me presionaron para que firmara la renuncia. Yo dije: “No, yo no renuncio. Yo soy preso. Soy preso, y listo. Y enjuícienme.”

Me llevaron a medianoche por allá, a un apostadero naval, y resulta que a las dos horas ya tenía ganados a casi todos los sargentos, porque son comandos de estos, paracaidistas y todo, ¿no?

FIDEL CASTRO.- Eso fue aquel día, eso fue el viernes.

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Eh?

FIDEL CASTRO.- ¿El viernes?

PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue antier, el jueves por la noche.

FIDEL CASTRO.- El jueves. ¡Ah, eso fue…!

Pero tú estabas en Palacio.

PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue el viernes, perdón.

FIDEL CASTRO.- Sí, a las 03:50 fue que tú saliste, del viernes, antes del amanecer.

PDTE. CHÁVEZ.- Correcto.

Entonces, ahí me movieron por tres lugares ese mismo día. Y por fin decidieron —como ya la gente se estaba agolpando… Yo estaba por allá en el Regimiento de Policía Militar, preso, y la celda donde yo estaba queda como a un kilómetro de la salida del Fuerte Tiuna, y ya se oían los gritos de la gente. Porque la gente sabía que yo estaba ahí, ¿no? Yo llamé de allí, hablé con María, hablé con María Isabel y con la familia: “Díganles que estoy aquí en Fuerte Tiuna.” Y la gente empezó a irse para allá, a aglomerarse. Pero miles de personas, a gritar consignas, sin miedo…

FIDEL CASTRO.- ¿A qué hora del viernes?

PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue ya en la tarde del viernes.

FIDEL CASTRO.- Claro. ¿Y cómo pudiste hablar con María y con el Ministro de Educación y de Trabajo?

PDTE. CHÁVEZ.- Los militares… Un militar me prestó un teléfono celular.

FIDEL CASTRO.- ¿En dónde? ¿En ese momento? ¿Allí en el Fuerte Tiuna?

PDTE. CHÁVEZ.- En el Fuerte Tiuna me prestaron un teléfono y empecé a hacer algunas llamadas: a mis hijos, a María Isabel… Y les pedí que hablaran con el mundo; que yo no había renunciado. Ahí fue cuando María te llama…

FIDEL CASTRO.- A las 10 y dos minutos me llama María. El viernes.

PDTE. CHÁVEZ.- En la noche.

FIDEL CASTRO.- No, por la mañana.

PDTE. CHÁVEZ.- iAh!

FIDEL CASTRO.- A las 10 y dos minutos me llama. Y es cuando yo le propongo que si ella estaba dispuesta a hablar ella misma. Dice: “Sí, ¡qué no haría yo por mi padre!”

Entonces le preparé inmediatamente para que hablara con Randy el periodista, y a las 12:40 lo disparamos al aire. Cuando lo disparamos al aire, se lo entregamos a las agencias y también a la CNN. Entonces la CNN empezó a darlo y cada media hora sacaba la noticia.

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Y cuánto tiempo habló María?

FIDEL CASTRO.- Bueno, puede ser que ella habló… Fueron seis minutos. Hizo una historia muy bien, en seis minutos.

PDTE. CHÁVEZ.- iAh, no, pero esa es la heroína!

FIDEL CASTRO.- No, no, pero sí. Pero fue fenomenal, porque esta gente…

PDTE. CHÁVEZ.- No, eso fue muy, muy importante.

FIDEL CASTRO.- Entonces ya Felipe fue como a las 4 de la tarde, en que estaba asediada la Embajada nuestra. Pero allí ha sido… La querían asaltar. Hubo un momento… Bueno, la orden tenía que ser, primero, disparos… Tenían que defenderse, porque los mataban a todos, y había 5 mujeres y un niño, y 17 compañeros allí. Fue muy tensa…

PDTE. CHÁVEZ.- Dicen que les quitaron hasta la luz y el agua.

FIDEL CASTRO.- Fue muy tensa. Les quitaron la luz, les quitaron el agua, no se podían mover, y hasta, bueno, estuvieron a punto de asaltarla. Ese fue el momento más crítico. Habría perturbado eso terriblemente. Porque de abrir una balacera…

PDTE. CHÁVEZ.- Germán estaba ahí, ¿no?

FIDEL CASTRO.- Germán se portó… ¡Y toda la gente se portó… pero como unos héroes de verdad! Allí. Porque estaban cercados. Una multitud. Romaní y toda la gusanera aquella. ¡Si tú ves qué discurso pronunciaba! Porque a aquellos los transmitían. Las cadenas esas transmitían todo.

PDTE. CHÁVEZ.- Claro, lo transmi-tían todo.

FIDEL CASTRO.- Y se pasaron todo el día calumniando y calumniando, y hablando de la renuncia, la renuncia y la renuncia.

Entonces, ellos edificaron todo su andamiaje sobre la base de la renuncia. Ahí fue donde se embarcaron p’al diablo.

PDTE. CHÁVEZ.- (Se ríe) Sí, porque empezaron a difundir un texto que yo no quise firmar, cuando me reuní allá en el Fuerte Tiuna con los generales traidores estos, que estaban comprados por la oligarquía de acá y otros sectores más.

Entonces, bueno, me llevaron. Cuando empieza la gente a aglomerarse en Fuerte Tiuna, ya en la tarde…

FIDEL CASTRO.- ¿A qué hora hubo unos disparos allí? Porque hubo unos disparos. Ya anocheciendo, o de noche ya.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Hubo unos disparos. Parece que fue al aire.

FIDEL CASTRO.- Sí, porque la gente estaba acumulándose y estaba bajando de las lomas.

PDTE. CHÁVEZ.- Anjá.

FIDEL CASTRO.- Sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, ahí me llevan, en helicóptero, ya de noche, ha­cia un apostadero naval que queda co­mo a hora y media de Caracas en helicóptero.

Yo no sabía para dónde me llevaban. Entonces, bueno, me monté en el helicóptero, y me llevan a un apostadero naval, donde estaba un grupo de comandos de la Marina.

FIDEL CASTRO.- Sí, Riuma…

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Eh?

FIDEL CASTRO.- Tiene un nombre… Yo lo vi ayer por la mañana, porque un amigo, una gente de ustedes se lo dice a la AFP. Me refiero al viernes, ¿no? No, al sábado por la mañana. Se lo dice a la AFP, que a ti te han llevado para un lugar, y da el nombre allí; dice: a 100 km de Caracas, en dirección a Miranda más o menos. Y da el nombre del lugar donde estás.

PDTE. CHÁVEZ.- Turiamo.

FIDEL CASTRO.- Turiamo, exactamente. De eso yo me entero cuando termino un acto por la mañana, en que metimos duro, ¿no? Entonces, ya yo iba saliendo del acto, y me informan que ha salido un cable que indica el lugar donde tú estás. Allá.

Entonces, llamé allá. Tus padres habían oído a María. Por la noche, por la CNN, vieron todo. Entonces, tu mamá manda un recado. Nos llama, quiere hablar conmigo, porque quiere hacer una declaración ella también.

Entonces, yo la llamé primero a la Gobernación, pero me dejaron tres teléfonos y estaban en la residencia, allí donde estuvimos comiendo el pescado aquel.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. (Se ríe)

FIDEL CASTRO.- Entonces, estaba ella con muy buen ánimo. Pero allí me doy cuenta —porque hablé también con tu padre, y le pregunté cómo estaban las cosas. La relación con la jefatura militar estaba muy bien; se había reunido. Y entonces allí, el de Sabaneta también, muy activo. Ya ellos habían hecho contacto allá también con la gente de los paracaidistas, y tenían el control allí de la situación, y se organizó muy bien.

Entonces, ya empiezan las primeras noticias.

Yo, cuando terminé de hablar con ellos ya, llamé a María —era alrededor de las 10, 10 y tanto—, a ver qué noticias tenía, y yo le doy la información de que te habían llevado para esa base.

PDTE. CHÁVEZ.- Correcto. Ahí estuve esa noche. Ahí, bueno, descansé un rato; hablé con los muchachos, los comandos… Porque ellos son muchachos de comandos paracaidistas, aunque son de la Marina, y entonces resulta que me los voy ganando, me los voy ganando, van cogiendo confianza. Y en la mañana resulta que uno me propone salir de ahí, es decir, tomar la base esa y rescatarme, y salir de ahí hacia Maracay por tierra —porque el helicóptero no lo teníamos cerca, estaba en el apostadero, donde sí ellos lo tenían bajo control. Entonces, a mí me pusieron en una bahía con una unidad de comandos de unos 100 hombres; pero ellos me dijeron —un grupo de oficiales y sargentos—, me dijeron: “Mire, mi Comandante, estamos dispuestos a irnos de aquí con usted. Detenemos aquí a algunos oficiales que no están con nosotros, y nos vamos a Maracay, porque está mi general Baduel haciéndose fuerte allá, la gente en la calle, en Caracas la gente está en la calle. Así que, vámonos de aquí.”

Bueno, estaban haciendo el plan ya, y al rato llegan…

FIDEL CASTRO.- ¿Y por dónde hubieran llegado a Maracay ustedes?

PDTE. CHÁVEZ.- Por carretera, porque esa zona queda cerca de Maracay, queda como a dos horas de Maracay por tierra.

FIDEL CASTRO.- Pero, ¿Maracay está al este o al oeste de Caracas?

PDTE. CHÁVEZ.- Maracay está al suroeste de Caracas, y forma —con el lugar donde yo estaba— como un triángulo casi que equilátero entre…

FIDEL CASTRO.- Sí. Pero entonces la base esa, ¿está en la zona de Miranda, o al oeste de Maiquetía?

PDTE. CHÁVEZ.- No, al oeste de Maiquetía, en el estado de Carabobo, yendo hacia…

CMDTE. EN JEFE.- ¿La base esa?

PDTE. CHÁVEZ.- Turiamo, sí.

FIDEL CASTRO.- Claro, ahora entiendo, ahora entiendo.

PDTE. CHÁVEZ.- Y es del estado de Aragua, Turiamo está en Aragua, cuya capital es Maracay. Ellos cometieron un error allí, porque me llevaron al estado de Aragua.

FIDEL CASTRO.- Te llevaron cerca de donde estaban los paracaidistas.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Cerca! No se dieron cuenta de eso. Entonces yo ahí me sentía más sólido, y los muchachos listos.

Ahora, ¿qué pasa? En Maracay no sólo fue Baduel. Otro general que estaba conmigo aquí en el Palacio, García Mon­to­ya, resulta que él fue el que también me recomendó entregarme. Me dice: “No, usted tiene que preservar la vida. No­sotros nos encargamos aquí de la resistencia. Así que entréguese, pida garantías, y bueno, nosotros pendientes de exigir que le respeten la vida”.

Por una parte me estaban sacando a mí preso, y por la otra él se fue a Maracay, porque él es muy amigo de Baduel, y allá él, que es General de División, organiza el Comando de la Resistencia y la Dignidad. Y empieza ese comando, y los muchachitos míos de aquí, los jovencitos que tú conoces, se fueron para allá también, para Maracay, que queda como a hora y media de Caracas. Se fueron, se les escaparon a los jefes aquí, a los que asumieron.

Aquí tenían un plan ya. Unos se quedaron en el sótano escondidos.

FIDEL CASTRO.- Creo que Martínez estaba por allí también, ¿no?

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, Martínez estaba. Todos estaban allí. Martínez…

FIDEL CASTRO.- Yo hablé con el general ese que tú dices.

PDTE. CHÁVEZ.- ¿García Montoya?

FIDEL CASTRO.- Sí, yo hablé primero con Baduel —porque todo eso me comunicó María. Me comunicó primero con el que estaba de Jefe de Comando, el que estaba de Comandante de la Fuerza Armada, Lucas.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah, Lucas, Lucas! ¿Hablaste con él?

FIDEL CASTRO.- Sí. Ella me comunica con él.

Era el período en que tú estabas en Orchila, ya a esa hora.

Eso fue por la tarde, a primera hora de la tarde más o menos. Yo le comuniqué.

Entonces, después María me dice que Baduel quiere hablar también, y me dio los teléfonos. Era muy difícil se cortó dos veces la comunicación— con Lucas, y entonces, a través de María, pude… Ella me dijo que Baduel quería hablar conmigo. Entonces, hablé con Baduel un rato, y estábamos en la enorme preocupación de dónde tú estabas y de presionarlos no fuera a ser que en la desesperación hicieran cualquier cosa, ¿tú entiendes?

Entonces, él me pone con ese general, este que estaba allí.

PDTE. CHÁVEZ.- García Montoya.

FIDEL CASTRO.- Montoya. Y entonces él pide también que ellos querían hacer una declaración pública.

Entonces, hablando conmigo ahí, yo le puse para grabarle la conversación, y le dije que la hiciera: ¡pam! Y entonces hizo un discurso dirigido a la opinión pública mundial y todo.

Inmediatamente la pasamos a la televisión y se la entregamos también a todas las estaciones aquí, un discurso que él hizo.

¡Figúrate!, tú no sabías lo que estaba pasando por acá, ¿no?

PDTE. CHÁVEZ.- No, yo no sabía nada de eso.

Claro, yo intuía la reacción popular y militar, pero me preocupaba, porque eso pudiera haber generado hasta una guerra civil. Pero resulta que…

FIDEL CASTRO.- No, Baduel y el otro tenían una posición muy clara —yo se la elogié—; estaban indecisos de si salir o no. Y entonces, yo decía: no, no conviene que haya combate. Les di mi opinión, pero ya ellos tenían pensado precisamente eso.

Entonces, sí yo hablé…

PDTE. CHÁVEZ.- Creo que dieron un ultimátum a esta gente de aquí de Caracas para que yo apareciera, si no, iban a venir sobre Caracas los paracaidistas.

FIDEL CASTRO.- Sí, pero el problema es que lo que hizo el general y lo que hizo Baduel —los dos— fue la táctica de no moverse, y apelaron a todas las unidades. Entonces, hablaron en ese mensaje que hicieron, que nosotros transmitimos a todas partes.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, eso se convirtió… Ellos convirtieron el Comando de los Paracaidistas en el Comando de la Resistencia. Entonces, fueron llamando a las unidades, a generales, a comandantes, y me dicen que tenían un cuadro en la pared. Y entonces, uno de los muchachos, de los míos acá, de los tenientes, tomando notas, y el general llamando y llamando: “Miren, ustedes con quién están, defínanse.” Entonces: “No, que estamos indecisos.” Entonces empezaban a hablarles, a decirles, y se fueron ganando poco a poco a toda la oficialidad otra vez, explicándoles que yo no había renunciado, que eso era una gran mentira, que esa era una traición, que estaban entregándole el país otra vez a FEDECÁMARAS, a los empresarios, a los Adecos, a los Copeianos —por­­que esos hicieron una fiesta aquí ayer.

FIDEL CASTRO.- Sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Vinieron aquí al Palacio e hicieron unas fiestas.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí, si los pescaron ahí. (Riéndose) Los pescaron ahí adentro a los ministros.

PDTE. CHÁVEZ.- Aquí tienen a unos presos, pero al fulano presidente este, y a todo el…

El negro Churio… ¿Te acuerdas de Churio?

FIDEL CASTRO.- Sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Churio, el Mayor, ese muchacho es el jefe de los comandos míos. Ellos estaban en el sótano, y entonces… ¡Menos mal que no lo hicieron! Porque ellos, cuando estaban juramentando al supuesto presidente este, querían tomarlos de rehenes, hacer una toma de rehenes allí en el salón grande.

FIDEL CASTRO.- (Se ríe)

PDTE. CHÁVEZ.- Es que aquí es para escribir un libro, Fidel.

FIDEL CASTRO.- No, no, se puede hacer un libro.

PDTE. CHÁVEZ.- Un libro para la historia, mira, porque… Tú que tienes muchos más años que yo en esto; yo no recuerdo un ejemplo parecido…

FIDEL CASTRO.- No, no hay nada parecido, no hay nada, nada, nada parecido.

PDTE. CHÁVEZ.- Yo no quería creerlo.

Mira, Fidel, yo anoche estaba allá, estaba por allá con los muchachos de la bahía de Turiamo —porque allá hace mucho calor—, y entonces les dije: “Bueno, déjenme salir un rato para allá, yo no me voy a escaparme de aquí.” Y me puse a hablar con ellos.

¡Ah!, esa es otra cosa que me sirvió mucho, Fidel: hablar con los soldados, oírles sus quejas, los sargentos. Entonces, se quejan mucho de los jefes que han tenido en estos años con mi gobierno; que los han olvidado, ¡coño!, que ellos tienen problemas económicos, tienen allá las instalaciones muy viejas, les faltan recursos para el entrenamiento, para el mantenimiento de las armas. Entonces, me empezaban a contar todas esas cosas, ¿no? Y eso es una lección. Yo no puedo olvidarme de esos muchachos y contar sólo con los altos mandos y lo que a uno le dicen. Hay que meterse hasta abajo, y oírlos a ellos, sus problemas. Fue una noche muy bonita, que yo incluso les dije: “Miren, si a mí llegan a condenarme y a degradarme, les voy a pedir a los que me condenen y me degraden que me pongan de soldado raso a servir aquí en esta unidad; me quedo con ustedes aquí de soldado raso —porque yo lo estaba disfrutando mucho—, yo lo que soy es un soldado en verdad como tú” —un tipo que anda por ahí.

Vienen estos muchachos, y entonces ellos me hicieron un café allá, y me dejaron solo; se fueron allá y se pusieron un poco más lejos. Me quedé yo pensativo ahí, y me puse a mirar al cielo, y entonces yo digo: “No, yo estoy seguro de que esa siembra de tantos años en el pueblo, esas organizaciones populares que hemos estado empujando, organizando, impulsando —los Círculos Bolivarianos; los partidos, el MBR, el PPT, el MAS, el PCV, toda esa gente—, esa gente no se puede quedar quieta, porque si esa gen­te no hace nada, ¡coño!, es que no merecen esta vaina, no merecen una revolución todavía.

FIDEL CASTRO.- Sí, pero estaban engañados, confundidos p’al diablo, des­concertados con la campaña que hicieron.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, sí. Claro. Y además, a mí me cortaron la señal del canal del Estado, y unos traidores militares entonces tomaron el canal mío allá en la estación, y yo no tenía cómo comunicarme con el pueblo.

FIDEL CASTRO.- No, te dejaron incomunicado.

PDTE. CHÁVEZ.- Eso me indica que yo debo instalar en el Palacio un equipo de transmisión de una planta aquí mismo, aquí mismo en el Palacio. Son cosas de las que ahora yo estoy sacando conclusiones, voy a…

Claro, estoy aquí todavía —como te dije— estupefacto, que todavía estoy evaluando esta cosa, este huracán y este contrahuracán así. Fue todo tan rápido, que yo no creía creer. Todavía estoy aquí…

FIDEL CASTRO.- Es que ya, ayer viernes, desde por la mañana, era un río de gente para allá, hacia Palacio. Y rodearon el Fuerte Tiuna también. Había más de 100 mil gente.

PDTE. CHÁVEZ.- Todo, todo eso. Hicieron cadenas humanas y trancaron las carreteras en casi todo el país. Trancaron las carreteras. Pero sin violencia. Esta noche fue que se desataron unos saqueos aquí en Caracas, pero ya…

FIDEL CASTRO.- ¿Fue mucho o no? Porque todo el mundo estaba hablando… Quiero decir, la misma gente tuya, por la televisión, estaban hablando y hablando contra eso. Y después tú ha­blaste, que fue muy bueno el discurso tuyo, ¡excelente!

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Tú lo oíste?

FIDEL CASTRO.- Sí, ¡cómo no!

PDTE. CHÁVEZ.- Ahí estuve…

FIDEL CASTRO.- Estabas tú ecuánime, bien, reflexivo. Me pareció excelente. A todos los que estábamos ahí. Estuviste hablando una hora aproximadamente.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, más o menos. Correcto.

Entonces, luego que terminé esa cadena, salí al balcón del pueblo. Estaba la gente concentrada afuera, y no se querían ir hasta que yo no saliera, pues.

FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, ¿lograste saludar?

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Claro!, yo salí al balcón del pueblo, después de la alocución, y ahí estuve con ellos.

FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, pues yo creía que se había acabado todo, y en­tonces…

PDTE. CHÁVEZ.- No, no. Yo salí al balcón. Lo que pasa es que…

FIDEL CASTRO.- ¿Y eso salió por televisión también?

PDTE. CHÁVEZ.- No estoy seguro, Fidel. A lo mejor sí. No estoy seguro. Vi unas cámaras allá abajo, pero no sé si estaban transmitiendo. Fue muy rápido en verdad, fue muy rápido. Yo me pasé ahí unos minutos, porque…

FIDEL CASTRO.- No, si esa gente llevaban ahí… ¡desde por la mañana estaba esa gente ahí!

PDTE. CHÁVEZ.- Todo el día. Yo les hacía señas de que se fueran a dormir, y no…

FIDEL CASTRO.- Oye, pero cercaron el Fuerte Tiuna ese, ¡una multitud enorme!

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, allí fue un cura, un cura que vino por ahí ahora, que es cura militar. Me dijo que había como unas 50 mil personas trancando, que no podían salir los militares del Fuerte Tiuna.

Entonces ahí es cuando comienzan —fí­­jate en la cosa—, es cuando llega un helicóptero allá a Turiamo. Ya los muchachos estaban preparando la operación, pero yo tenía dudas, ¿no?, porque yo les dije: — “Pero aquí no hay un teléfono por allí, que yo pueda hablar con Baduel?”. —”No, allí no hay señal de teléfono— me dijeron.

—”Entonces así no podemos salir ahí, sin una planificación con él, es difícil, porque puede haber un encuentro en el camino, y entonces se arma una batalla y un combate”.

Pero estábamos pensándolo. Yo estaba pensándolo en serio, porque está más cerca de Maracay —Y yo como conozco tanto Maracay y los paracaidistas, yo conozco… y ellos también, pues.

FIDEL CASTRO.- Ahora, esos dos, Montoya y Baduel, actuaron con mucha inteligencia. Fueron inteligentes. Mucha inteligencia política.

PDTE. CHÁVEZ.- Ellos son muy inteligentes, de los más brillantes amigos, y hombres de aplomo, de inteligencia… Y ahora, bueno, han despuntado como líderes militares y políticos también, con esa acción, porque ellos convirtieron a Maracay en la segunda… Pero tú sabes que esa es la principal plaza del país, porque, además el General de la base aérea donde están los aviones de combate F-16, todos, tomó la base y se puso leal a la Revolución.

FIDEL CASTRO.- Sí, ya tenían aviación, lo tenían todo ya, tanques, aviones, y la infantería.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah!, y los tanques de Valencia, donde está el General Rangel, que fue aquí jefe de la Casa Militar, y yo los visité hace apenas como 10 días, estuve con ellos allá.

Mira, pero me contaban ahorita los muchachos —¡una cosa impresionante, Fidel!—…

(Se dirige a su hijo: “Hugo, consígueme…”

Aquí está Huguito, te manda saludos, pronto va para allá.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí, ya hablé con él.

PDTE. CHÁVEZ.- Va a estudiar. Hablaste con él ya.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí le pregunté cuándo venía.

PDTE. CHÁVEZ.- Parece que va a ser ingeniero.

FIDEL CASTRO.- (Se ríe) Yo hablé con él y con Rosa.

PDTE. CHÁVEZ.- Mira, aquí está Rosita, te manda un beso. Y Hugo dice que el plan sigue en pie. Así me dijo.

FIDEL CASTRO.- Sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Él hace muchos planes, lo que pasa es que casi ninguno funciona. (Se ríen)

FIDEL CASTRO.- Pero parecía embullado. Con este último parecía embullado.

PDTE. CHÁVEZ.- Este parece que sí va a funcionar.

Entonces, fíjate… Pero es que han pasado detalles de los muchachos aquí…

FIDEL CASTRO.- ¡Cuéntame! Yo estoy desesperado por que tú me cuentes. ¡Cuéntame!

PDTE. CHÁVEZ.- Pero es que son cuentos para escribir no sé cuántos libros.

Mira, me dijo uno de los muchachos ahorita, que ellos fueron a la Academia Militar, ¿no? Ellos andaban moviéndose por ahí. Los cadetes… Resulta que yo hace como dos semanas fui a darle una conferencia al Quinto Año, el último año ya para graduarse de Subtenientes, ¿no? Y, bueno, yo con ellos hablo mucho y les cuento cosas; bueno, a esos muchachitos uno los va formando. Y llegaron allá, y los cadetes estaban tomando la Escuela Militar, chico, y el Alférez Mayor tenía la llave de todos los parques y dijo: “No entrego nada.”

FIDEL CASTRO.- No tenían armas. (Se ríe) Estaban sin armas.

PDTE. CHÁVEZ.- No, las tenían en el parque, pero él tenía todas las llaves, listo por si acaso había que sacar.

Entonces, toman la Escuela Militar, toman el edificio del Comando del Ejército, y aquellos generales entonces —me imagino— dando carreras, no encontraban dónde meterse. ¡Los muchachos buscándolos, chico! Todos están presos. Los pusieron presos los militares subalternos, ¡a todos esos traidores! ¡Una lección de honor, chico, que a mí me…!

FIDEL CASTRO.- ¿Cuándo fue eso?

PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue hoy, después del mediodía.

FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, hoy al mediodía. ¡Ah, sí!

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, y se llevaron allá —allá lo tienen— al fulano presidente de transición, preso allá en el Fuerte Tiuna. ¡Los muchachos! Junto con ese poco de generales.

FIDEL CASTRO.- ¿Y esa escuela está cerca del Fuerte Tiuna?

PDTE. CHÁVEZ.- Está dentro de la Escuela. Allá adonde fuimos el día de la toma de posesión, allá en el patio grande aquel. Esa es la Escuela Militar. Ahí tienen presos ahí al lado, cerca de ahí, en el Fuerte, al fulano presidente este y sus ministros.

FIDEL CASTRO.- A Mussolini, un Mussolini. (Se ríen) Porque cuando ha­bló —yo lo vi cuando tomó posesión—, se parecía a Mussolini.

PDTE. CHÁVEZ.- Lanzaron un decreto eliminando la Asamblea, eliminando el Ministerio de Justicia, eliminando los…

FIDEL CASTRO.- ¡Oye, pero, qué barbaridad! Ellos ayudaron, ¿sabes? Ellos ayudaron también, porque hicieron unos disparates del cará.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, no, ellos pusieron la cómica. Y además, teniéndome a mí preso sin renunciar. ¡Imagínate tú! Rompiendo con todo. ¿Cuál democracia? Decían que por rescatar la democracia. De esa manera, ¿quién les va a creer? Hasta los Estados Unidos tuvieron que rectificar hoy. Hoy en la tarde emitieron un comunicado rectificando la vaina.

Pero, fíjate, para terminar de contarte. Me llegan a buscar a Turiamo, un helicóptero. “Mire —me dijo un Al­mirante—, mire, Presidente…” Cuando me dijo “Presidente”, yo dije: ¡Ay, papaíto!”

—”Mire, Presidente, que me mandaron a custodiarlo, y además, que vayamos a la Orchila, para que esté…” —la Orchila es al norte, tú has ido a la Orchila; te la pasabas allá…

FIDEL CASTRO.- Sí, yo he ido ahí. ¿A cuántos kilómetros está?

PDTE. CHÁVEZ.- De Turiamo está…

FIDEL CASTRO.- No, de la costa, de la costa.

PDTE. CHÁVEZ.- Está como a 100 kilómetros.

Entonces, yo le digo: “Pero, bueno, Almirante, ¿para qué me viene usted a buscar aquí? Ya yo estoy aquí acostumbrándome con estos soldados aquí, estoy preso aquí, no se preocupe por mí.”

—”No, que allá está mejor, para que esté en la casa presidencial”.

Le dije: “No, chico, no me hace falta, yo me siento bien aquí.”

—”No, pero, mire, es que quieren hablar con usted”.

Yo, tanteando, porque eso era signo de debilidad, pues. Pero yo tanteándolo, ¿no?, a ver hasta dónde.

Entonces, yo le digo: “Pero, ¿qué quieren hablar conmigo? Si ya, cuando teníamos que hablar, no quisieron hablar, les hice una serie de condiciones, propuestas.”

—”No, no, pero es que ya ellos quieren… ahora sí, porque ya la cosa está más clara, quieren que usted se vaya para Cuba”.

Entonces yo le digo: “Mira…”

FIDEL CASTRO.- Sí, no quisieron aceptarlo aquella noche, ¿eh?

PDTE. CHÁVEZ.- Anjá, eso le dije yo: Le digo: “Mira, yo, incomunicado como estoy, no sé nada de lo que está pasando, tengo un poco de compañeros presos” —porque ya yo sabía que sacaron al Ministro del Interior, a Rodríguez Chacín, lo sacaron esposado de su casa, al gobernador Blanco de la Cruz lo sacaron de la Gobernación, al diputado Tareck, se lo llevaron siendo diputado, preso y todo—; entonces yo le digo: “Mira, no hay condiciones para que yo tome una decisión. Yo no puedo salir del país, de ninguna manera, dejando gente mía presa. Yo no tengo comunicación con nadie…”

FIDEL CASTRO.- ¿Y a qué hora fue eso?

PDTE. CHÁVEZ.- Eso fue hoy, o sea, ayer sábado, ya como a las 2 de la tarde.

FIDEL CASTRO.- Sigue.

PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, de todos modos yo le dije: “Mira, yo puedo ir, pero llama allá y dile a quien te mandó —un Almirante que había sido nombrado Ministro de Defensa, que está preso ahorita—, dile al Almirante que yo voy sin condiciones. Yo no…”

—”No, porque quieren que usted fir­me la renuncia, y al firmarla usted, lo mandamos para Cuba”.

Le dije: “No, yo así no puedo firmar renuncia ni puedo salir del país, pero entiendo que allá tenemos un teléfono y podemos comunicarnos, así que me interesa que vayamos allá para tener alguna información. Y diles que se muevan ellos para allá, y allá conversamos, para ver qué es lo que ellos plantean.”

Y así lo hicimos.

Entonces, otro detalle bonito: cuando yo estoy vistiéndome ya, entra un soldado, chico, un cabo, entra al cuartico donde yo estaba. Y yo lo veo y me dice: “Mire, mi Comandante, yo soy el cabo Rodríguez, yo soy de Sabaneta.” Un muchacho de Sabaneta que estaba por ahí, de allá de mi pueblo. Y le digo: “Muchacho, ¿y qué haces tú aquí?”

—”Yo soy de la familia Rodríguez, pariente de su tío Antonio Chávez” —que él era Rodríguez también—.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Carajo! ¿Y qué haces tú aquí, muchacho?

Yo tenía años que no lo veía, y él llegó ahí escondido, porque él no tenía permiso para entrar a mi celda, ¿no? Aprovechó que yo pedí café, y se metió con el que llevó el café, el cocinero.

Entonces, me dice: “Mire, mi Comandante, ¿usted renunció?”

Yo le dije: “No, ni voy a renunciar” —le dije—.

Entonces, se para firme y saluda, y me dice: “Entonces, ¡usted es mi Presidente! ¡No vaya a renunciar! —me dice—, que lo vamos a sacar a usted de esa vaina.”

Entonces, yo le digo: “Bueno, okey, me quedan dos minutos aquí. Te voy a pedir un favor.”

—”Lo que usted me diga.”

—”Te voy a hacer un papel, una nota, para que tú…

(Se dirige a otra persona: “Buenas, Pedro, saludos. Saluda a tus viejos, Pe­dro. Okey.”)

Estoy aquí con Pedro, el novio de mi hija Rosa.

(De nuevo se dirige a Pedro: “Vaya, vaya a descansar, Pedro.”)

FIDEL CASTRO.- ¡Ah, sí, sí! (Se ríe)

PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, él se llevó a los muchachos y los dejó por ahí…

FIDEL CASTRO.- Sí, estaban allá en su casa.

PDTE. CHÁVEZ.- Estaban por allá protegidos.

FIDEL CASTRO.- El jueves por la noche, y después se fueron para allá para donde está Reyes.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, estaban allá.

Entonces, el muchacho… Yo escribo rápidamente allí, y él me dijo: “Mire, yo no puedo estar aquí un minuto más. Escriba lo que va a escribir, y me deja el papelito en el basurero —en una cesta de papeles, una papelera—, meta el papelito allá abajo, que yo lo busco.” (El Comandante se ríe).

¡Fíjate la faena!

Entonces, yo escribo un comunicado a mano, corto: “Al pueblo venezolano y a quien pueda interesar.”

FIDEL CASTRO.- Sí, ese salió por la televisión.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, chico, entonces yo dejo…

FIDEL CASTRO.- Que no he renunciado, y para siempre…

PDTE. CHÁVEZ.- “No he renunciado, ¡para siempre!”

Y firmé la página.

Entonces, yo dejo esa vaina en la papelera, y llegan a buscarme, agarro mis cosas, y me voy. Y, bueno, yo no supe más de ese papel. Yo dije: “Bueno, ese muchacho, ojalá que pueda hacer algo, pero ahí no hay ni fax…” Eso es una zona inhóspita, chico; eso es un comando allá de Marina, lejos, de comandos que entrenan y se tiran en paracaídas. Ahí no hay ni teléfono, ni llega la televisión ni hay fax ni eso. Unos galpones ahí —tú sabes—, de esas unidades de combate que están por ahí metidas en la montaña; una montaña, una bahía montañosa.

Resulta que, cuando yo llego aquí, ¡eso recorrió el mundo, chico! Ese papel, el muchacho lo agarró, yo no sé cómo hizo para salir de aquella montaña, y dos horas después estaba mandando fax a diestra y siniestra (Se ríen), como una ametralladora. Y aquí todo el mundo carga ese fax en la mano como… Ahí lo cargan, y tuve que firmar no sé cuántos ahí. Además de que tiene la firma, le metí otra firma a la gente que pidió le firmara.

FIDEL CASTRO.- ¡Qué cosa!

PDTE. CHÁVEZ.- Y ese fax, me dicen que recorrió el mundo.

Pero, fíjate tú qué capacidad de respuesta, ¡vale!

FIDEL CASTRO.- Sí, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Una cosa impresionante!

Ahora, llego a la Orchila, Fidel, un vuelo en helicóptero como de una hora, y al rato llega la Comisión.

FIDEL CASTRO.- ¿Quiénes fueron allí? ¿Quiénes fueron?

PDTE. CHÁVEZ.- El Cardenal de la Iglesia Católica, uno, que fue uno de los firmantes del decreto napoleónico-mussoliniano ese ridículo que firmaron. Ellos pretendían que con ese decreto írrito iban a borrar de plano una lucha de años, sobre todo la Constituyente, y querían eliminar las 48 leyes habilitantes de un solo plumazo, y que la República no se llamara más Bolivariana, y que no le vendieran más petróleo a Cuba.

FIDEL CASTRO.- Eso tiene su historia a contar.

PDTE. CHÁVEZ.- Una vaina… ¡Eso es para la historia, chico!

Esta oligarquía insensata, imbécil e ignorante, no se da cuenta. Ellos se creen su propia mentira, de tanto repetirla, y terminan despreciando la realidad.

Entonces, vienen…

FIDEL CASTRO.- ¿Y quién más fue con el Obispo?

PDTE. CHÁVEZ.- Llegó el Cardenal este; un general, pero que es un Fiscal militar, que no tiene ninguna autoridad ni mando…

FIDEL CASTRO.- ¿Del Fuerte Tiuna?

PDTE. CHÁVEZ.- Del Ejército, sí, del Fuerte Tiuna.

Y un coronel, que es uno de los que impulsó esta conspiración, que es abogado, enviado, porque es muy amigo de los generales, compañero de ellos.

Bueno, nos sentamos a conversar, pues. Llevaban la renuncia lista.

FIDEL CASTRO.- ¿Y qué propusieron?

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, que yo firmara la renuncia —imagínate— con fecha atrasada, con un membrete y como un decreto presidencial.

Bueno, “en el día de hoy…”

FIDEL CASTRO.- Aunque ya ni eso los salvaba ya. Ellos estaban derrotados a esa hora ya.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, no, ya estaban haciendo un esfuerzo supremo. Pero me estaban montando una trampa para sacarme del país. Porque me dijeron: “No, ahí está el avión listo. Y, bueno, te vas a Cuba, pues.”

Yo les dije: “No, yo así no puedo, sin información fidedigna de lo que está pasando en el país, yo ni voy a firmar la renuncia —no tengo previsto renunciar—, y mucho menos voy a salir del país. Búsquenme un teléfono para hablar con el Presidente Castro, para coordinar con la familia. ¿Cómo ustedes creen que yo voy a salir del país y dejar a mis hijos, mi mujer, por ahí regados, mis compañeros en prisión?”

—”No, no, que ya los soltamos a todos, no hay ningún preso.”

—”Yo quiero hablar con ellos, yo quiero hablar con Diosdado, quiero hablar por teléfono con Bernal, quiero hablar con Rodríguez Chacín. Sólo si ustedes me permiten un teléfono para hablar con ellos, que me digan, me den información fidedigna, yo pudiera pensar en alguna actividad. Mientras tanto, no me muevo de aquí. Y si me van a dejar preso, me llevan otra vez a Turiamo. Yo no quiero estar preso en esta casa lujosa. No, me llevan a mi prisión…”

FIDEL CASTRO.- Pero ellos tenían un avión ahí, creo que tenían un avión ya.

PDTE. CHÁVEZ.- Allí ya tenían un avión, Fidel.

Incluso, yo mandé a investigar lo siguiente, porque José Vicente me dijo ahorita que había un avión norteamericano en la Orchila.

FIDEL CASTRO.- Creo que hasta hablaron, tuvieron que hablar con Shapiro ahí. Investiga bien hasta donde puedas, porque había hasta la idea de llevarte a Estados Unidos. Corrió ese rumor también.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, y entonces, allá en la pista, yo vi el avión, de siglas… Claro, un avión privado, pero de siglas norteamericanas.

FIDEL CASTRO.- Era norteamericano.

PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, fíjate todo lo que estaban planeando ahí, ¡quién sabe si hasta llevarme a Estados Unidos, o quién sabe a dónde!

FIDEL CASTRO.- Ese rumor corrió con fuerza. El rumor. Y a nosotros no llegó nada, nada. Y lo que me pidieron de allí de Palacio —que ya estaba tomado— es que hiciéramos una declaración allí. Hicimos una declaración de inmediato y la divulgamos, de que eso era una mentira más, y que si te llevaban por la fuerza a Cuba, en el avión más rápido que tuviera nuestra línea aérea regresarías de inmediato a Caracas, que te estaba esperando el pueblo. (Se ríen) Hicimos esa declaración.

PDTE. CHÁVEZ.- Pues yo, sin saber nada de eso, les dije algo parecido: “Miren, si ustedes me llevan a Cuba y me están mintiendo, y yo allá me entero entonces de que sí hay gente presa, o de que el pueblo está en las calles, y que la…” Porque entonces me estaban engañando: “No, no, la situación militar está totalmente controlada.”

Les digo: “¿Seguro?”

FIDEL CASTRO.- ¿Controlada por ellos, decían?

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, decían ellos para engañarme.

Entonces, les pregunté: “¿Y qué pasa con el General Baduel?”

—”No, no, no, ya él aceptó, él está en su cuartel tranquilo.”

FIDEL CASTRO.- ¡Qué hijos de puta son!

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. “No estoy tan seguro, ponme un teléfono para yo ha­blar con Baduel. Sólo después que me ex­pliquen, yo pudiera considerar.”

Y entonces, ganando tiempo, les hice otro texto…

FIDEL CASTRO.- Eso es discutiendo con la Comisión.

PDTE. CHÁVEZ.- Discutiendo con la Comisión.

Entonces, les dije: “Miren, no, yo no voy a firmar nada.”

Entonces después estaban nerviosos, porque parece que Baduel amenazó con irse con unos comandos de paracaidistas en helicópteros que tenía allá, a la Orchila, a rescatarme, si yo no aparecía.

FIDEL CASTRO.- Tenía un plan ya, lo tenía.

PDTE. CHÁVEZ.- Ah, sí.

FIDEL CASTRO.- Tenía el plan de tomar aquello, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Entonces, me dijo el Almirante…

Desplegaron posiciones de combate allá en la Orchila. Había un grupo pequeño, en verdad, pero, bueno, son comandos también, muchachos muy bien entrenados.

Entonces, el Almirante se me acerca y me dice: “Mire, no vaya a firmar nada. Lo más seguro es que venga Baduel a rescatarlo. Si él viene, aquí no va a haber resistencia, aquí nos iremos con él, y parece que vamos a Miraflores” —me dijo el Almirante, el que estaba conmigo desde Turiamo.

FIDEL CASTRO.- Sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, entonces, aquella gente… La situación cambió totalmente. Me ponen a José Vicente por teléfono —ahí sí apareció el teléfono—, llaman a José Vicente y, bueno, entonces, ¡lo increíble! Yo no quería creer: “¿Dónde estás tú, José Vicente?”

—”No, aquí en el Ministerio de la Defensa, que ya lo rescatamos. (Se ríen)

FIDEL CASTRO.- Es la primera noticia que tú tienes de toda la situación.

PDTE. CHÁVEZ.- Es la primera noticia que yo tengo, la de José Vicente. Lo demás eran puras informaciones, contrainformaciones, muchas dudas. No, ¡coño!, pero yo decía: “No puede ser que tan rápido hayan retomado…” Bueno, y le pregunto: “¿Y dónde está el supuesto presidente?”

Me dice: “No, está preso, aquí lo tenemos preso, y un poco de generales presos.” (El Comandante se ríe)

—”Pero, ¿es que acaso hubo muertos, hubo batalla?”

—”No, no, ni un tiro, chico, ni un tiro. Una reacción fulminante del pueblo, de la juventud militar, y esta gente corrió como gaticos a esconderse. Los agarramos y ahí están presos la mayoría.”

FIDEL CASTRO.- Y ellos… ¿Con qué pretexto lograste que te dejaran hablar con Rangel?

PDTE. CHÁVEZ.- No, porque ya a esas alturas… Ya la Comisión que fue a buscarme cambió totalmente de actitud, y se sentaron allá calladitos los tres, y el Almirante es el que me informa, el Almirante que me estaba cuidando, que me trajo… Él es el Jefe de la Aviación Militar de la Marina. Me llamó aparte y me dijo: “Mire, Presidente, no vaya a firmar nada, no caiga en la trampa. Parece que usted va para Miraflores otra vez esta noche.”

Entonces el hombre empezó a pasarme información, pues, que él estaba obteniendo de su comando. Así que entonces yo me puse fuerte otra vez y empecé a hablar como Presidente, y ellos de una vez: Presidente p’acá, Presidente p’allá.

FIDEL CASTRO.- ¿Y cuándo te dieron el teléfono?

PDTE. CHÁVEZ.- Ese teléfono me lo dieron como a la medianoche más o menos, cuando hablé con José Vicente, y después hablé con el Gobernador Blanco de la Cruz, y me pasaron a otro Gobernador: “¡No, jodas, aquí está el pueblo en la calle!” Blanco de la Cruz retomó la Gobernación, él estaba enconchado; se declaró en resistencia en el Táchira y llamó al pueblo a la calle. Y aquel pueblo en la calle… acordonaron la Gobernación de donde lo habían sacado a él a empujones, la Policía, la parte de la Policía que se pasó, entonces, bueno, me dijo… (cambio de cara)

…Caracas.

Bueno, al ratico nos vinimos. Hablé también con Baduel, hablé con García Montoya, hablé con otros generales que estaban con Rangel allí, y entonces, bueno, llegaron cuatro o cinco helicópteros. Los de Baduel llegaron, llegaron los de Baduel llenos de paracaidistas de allá de Maracay.

FIDEL CASTRO.- ¡No me digas! (Se ríe)

PDTE. CHÁVEZ.- Y los Carajos. Los Carajos tienen un lema ahora, que es “Lealtad hasta la muerte”.

¡No, jodas, chico! Entonces, se unieron los comandos de la Marina, los comandos de la Fuerza Aérea, los comandos de los Paracaidistas, y nos vinimos en el vuelo triunfal de retorno, y aterrizamos aquí en Miraflores, donde estaba aquel pueblo en la calle…

FIDEL CASTRO.- ¿Tú no pasaste por Maracay?

PDTE. CHÁVEZ.- No, pero salgo mañana para allá.

FIDEL CASTRO.- ¿Vinieron directo de Orchila para…?

PDTE. CHÁVEZ.- Yo tenía que llegar a Palacio, porque tú sabes que es el símbolo del poder.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Y había mucha gente.

FIDEL CASTRO.- No, pero por una noticia que le dieron a Germán, desde allí de Palacio… Porque hubo mucha confusión, incluso en un momento se dijo que tú estabas herido, y hasta la teoría de que te habían ido a rescatar y habías sido herido. También se habló mucho —eso sí— de que tu habías sido golpeado. Se regó mucho, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- Había mucho temor, porque también… No, que le desprendieron el hígado, que no sé qué cosa…

FIDEL CASTRO.- ¡Eso también! Que el golpe era en el hígado. Pero tu propia gente por allí estaba con todas esas confusiones. Esas bolas se regaron. Y María se puso terriblemente afectada por el mediodía por la noticia esa.

PDTE. CHÁVEZ.- Pero, ¿tú sabes? Ahora me estoy enterando de que esas noticias eran echadas a rodar por los muchachos míos, que estaban haciendo entonces por teléfono una campaña psicológica, ¿no?, para que la gente, bueno, como que se enardeciera más, ¿no? Que está herido, que lo golpearon, y entonces: “¡Qué aparezca, qué aparezca, qué aparezca!” Entonces, aquella presión del pueblo: “¡Qué aparezca, qué aparezca Chávez!” No sé qué más.

Y, bueno, eso hace que cambien las cosas.

Bueno, llegué aquí y aquí estoy.

FIDEL CASTRO.- Sí, esa parte la vi yo por la televisión, cuando tú llegaste. Y unas imágenes impresionantes, las caras de la gente, la alegría, ¡algo nunca visto, Chávez! Es como para hacer cuadros, pinturas, cuando allí las cámaras sacaban a la gente detrás de una reja. ¡Unas fotos impresionantes! Hay que hacer una película de eso, algo, porque es…

Bueno, ¿y cuándo regresaron la Comisión de los tres?

PDTE. CHÁVEZ.- No, esos vinieron junto conmigo.

FIDEL CASTRO.- ¡Ah, vinieron contigo!

Es increíble lo que tú cuentas, ¡es increíble!

Ahora, tienes que investigar qué idea tenían. Pon a alguien que averigüe para dónde te querían llevar. Hay un momento en que hablaron de Santo Domingo, pero ahí había algo en eso, en lo del avión.

PDTE. CHÁVEZ.- No, ahí había algo extraño, sin duda, porque entonces, es una vaina muy extraña…

FIDEL CASTRO.- Porque con Cuba no habló nadie, que yo sepa, ni pidió permiso para ningún avión. Tienes que averiguar. Pon a alguien que te investigue qué plan tenían, para dónde te querían llevar.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Ya yo mandé a investigar eso, pero mañana voy a seguirlo para tener claro eso, a ver hasta dónde es cierto el plan de llevarme a los Estados Unidos.

FIDEL CASTRO.- Sí, porque eso es degradante. Hay una perfidia en el engaño que te hicieron, ¡del carajo!

PDTE. CHÁVEZ.- Sí.

FIDEL CASTRO.- ¡Fue tremendo!

PDTE. CHÁVEZ.- Utilizando al Cardenal, tú sabes: “No, que yo soy el que va a garantizar la cosa, y que se cumpla…”

FIDEL CASTRO.- ¡No me digas!

PDTE. CHÁVEZ.- Le digo: “Tengo razones para dudar de usted también, si yo lo vi a usted ayer firmando el acta esa de Mussolini. ¡Qué vergüenza —le dije— para la Iglesia, Monseñor, usted, que aparenta que habla de democracia, firmando un decreto eliminando Con­greso, Asamblea, Gobernadores, Poder Judicial, Fiscal…”

Por cierto, que unas declaraciones que dio el Fiscal Isaías Rodríguez fueron…

FIDEL CASTRO.- Fueron decisivas. Pero como a las cinco de la tarde, las cuatro… Antes, antes, alrededor de las tres.

PDTE. CHÁVEZ.- Fue un rayo de luz.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí, ese hombre fue valiente, oye, y utilizó una argumentación excelente, p’al diablo. Y muy sereno.

PDTE. CHÁVEZ.- Valiente.

FIDEL CASTRO.- ¡Ah!, pero no lo dejaron terminar. Lo engañó seguramente la televisión, porque empezó a hablar pero no lo dejaron terminar tampoco, ni a Lara lo dejaron terminar.

PDTE. CHÁVEZ.- Pero dijo lo que tenía que decir ahí en el momentico. Él dijo: “¿Dónde está la renuncia del Presidente? Yo quiero verla firmada. Y si acaso existiera…

FIDEL CASTRO.- Tiene que ser el otro. Y la renuncia tiene que ser ante la Cámara —dijo él—. Argumentos muy sólidos.

PDTE. CHÁVEZ.- Anjá. Entonces, el Vicepresidente es el que tiene que asumir la Presidencia. Pero yo quiero ver la renuncia del Presidente. Me parece que él no ha renunciado.

¡Oiga, aquello dio la vuelta al mundo! Eso fue el primer día. Eso fue un rayo de luz.

FIDEL CASTRO.- Sí, eso fue el viernes, alrededor de…

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, yo me voy a Maracay. Voy a Maracay mañana. No vamos a hacer Aló Presidente, porque aquí se perdieron hasta los equipos. Esta gente llegan robando. Se llevaron las cámaras, se llevaron unos equipos, saquearon esto aquí, la parte de telecomunicaciones. Se robaron un poco de cables, saquearon aquí…

¿Cómo sería? En un día saquearon aquí cosas…

FIDEL CASTRO.- ¿Qué pasaría si están un mes ahí? (Se ríen)

PDTE. CHÁVEZ.- Acaban con todo esto. En un día se perdieron equipos.

Entonces, vamos a hacer allá, en el comando de los Paracaidistas, donde está Baduel, una rueda de prensa. Estoy invitando a toda la prensa, porque hoy no quise responder preguntas por el tiempo, y porque tenía que salir a hablarle al pueblo al balcón. Entonces les dije que mañana, al mediodía, allá en el comando de Paracaidistas, porque ahora eso se convierte en un símbolo de la contra… Yo le llamo a esto la contra-contrarrevolución.

FIDEL CASTRO.- ¡Y de la lealtad y de la audacia, de la inteligencia, de todo ahí!

Ellos estaban perdidos desde que una sola unidad se levantara, porque no tenían fuerzas, porque no hubieran obedecido para atacar a sus compañeros allí. Ellos engañaron… Yo me di cuenta desde el momento en que estaba una unidad, y más una unidad como esa, que no tenían fuerza ya para reprimirla. Estaban perdidos ya desde ese momento.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, es lo que llaman el país virtual. Ellos creían que de esa manera, con una campaña mediática y de manera virtual, iban a desconocer a un país real, combativo —que tú sabes cómo está este pueblo…

FIDEL CASTRO.- Sí. Y que los soldados iban a combatir entre sí para defender al tipejo ridículo ese que habían puesto ahí en la Presidencia.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí.

FIDEL CASTRO.- Creían que iban a morir los soldados e iban a atacar a sus compañeros para esa cosa.

PDTE. CHÁVEZ.- Pero fue una cosa, Fidel, bueno, para hacer historia. Ya yo te mandaré…

FIDEL CASTRO.- Hay que reunir todos los datos.

Nosotros vamos a reunir todo lo que tenemos, y reúne tú por allá lo que tú tengas.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, y ahora eso, bueno, hay que leerlo con atención, y darle un impulso nuevo al proceso revolucionario.

Tú sabes que yo decía… el día que salí, por supuesto muy triste, ¿no? ¡Carajo! Allá encerrado solo.

FIDEL CASTRO.- Oye, la amargura que nosotros teníamos aquí no era menor que la tuya allá. ¡Era terrible la amargura!

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Sabes qué? Yo como… a lo mejor, si al final —yo decía: “Bueno, si tengo que salir al final de Venezuela, pues, me tengo que ir a Cuba. No hay…”

FIDEL CASTRO.- Yo pensaba —co­mo te hablaba— que esto sería para más tarde, ¿sabes?

PDTE. CHÁVEZ.- Sí.

FIDEL CASTRO.- No podía pensar en una cosa tan fulminante.

PDTE. CHÁVEZ.- No, yo también.

FIDEL CASTRO.- Yo dije: “Tienes que preservarte, y tienes que preservar hasta esa gente que son los más leales.”

PDTE. CHÁVEZ.- Claro, si yo pensaba también que, bueno, a lo mejor unos meses, a finales de año… uno tenía tiempo de organizar —tú sabes— una reacción de los patriotas. Pero esta gente…

Yo les dije hoy: “¡Coño!, pero no me dieron tiempo ni de descansar un día encerrado en una celda. Me sacaron muy rápido.” (Se ríe) ¡Qué cosa tan impresionante, vale!

Vamos a recoger evidencias y cosas, imágenes…

FIDEL CASTRO.- Yo voy a reunir todo, todo, todo. Porque hice amigos allí, bueno, con toda esa gente a los que…

PDTE. CHÁVEZ.- Claro que tenemos ahora que estar mucho más pendientes… La Inteligencia nuestra, por ejemplo, es muy mala, vale, ¡muy mala! Y los altos mandos militares se portaron muy mal, ¡muy mal! Me taparon cosas. Yo di unas órdenes ahí que, o no se cumplieron, o se cumplieron a medias, o como ellos más o menos las evaluaban. Los tenían presionados estos fascistas. Y entonces, bueno, la tendencia esa era a no tomar decisiones.

FIDEL CASTRO.- Te pusieron a la defensiva. Más con el truco de poner militares. Todo fue muy bien pensado por parte de ellos, poner a los militares a hacer declaraciones, a hacer declaraciones. Y fíjate que a favor tuyo, de ustedes, que ni uno solo de esos fue preso.

PDTE. CHÁVEZ.- ¿Quién?

FIDEL CASTRO.- De los que hicieron declaraciones. Algo que está a favor de ustedes como argumento es que ninguno de aquellos que hicieron declaraciones, que eran actos subversivos, conspirativos, ninguno de ellos fue preso. Es decir, a diferencia de lo que ellos hicieron en las 48 horas o menos, en 24 horas, la paciencia que han tenido ustedes, como argumento, como prueba de la diferencia que hay entre la humanidad y la generosidad de la Revolución Boliva­riana y lo que los fascistas hicieron en 24 horas.

PDTE. CHÁVEZ.- Así es.

FIDEL CASTRO.- ¡Es increíble! Disolvieron el Poder Judicial, el Par­la­mento, se apoderaron de todos los go­biernos, de casi todas las alcaldías.

PDTE. CHÁVEZ.- Yo dije: “¡Pobrecito este hombre! Si a mí me cuesta tanto gobernar, con tantos problemas, teniendo nada más que el Poder Ejecutivo, ¿cómo se hará este pobre hombre echándose encima todos esos poderes?” Pero, en verdad, ellos fueron muy torpes, ¡torpes! Ansias de poder…

FIDEL CASTRO.- Y se habrían fajado entre ellos inmediatamente. A los tres días estaban fajados entre sí todos ellos.

PDTE. CHÁVEZ.- No, ya estaban, ya estaban fajados unos contra otros, Generales… Que si el cargo… Entonces, unos que aspiraban a ser jefes y no los pusieron, se pusieron bravos y se fueron, no vinieron al acto. La gente de la CTV tampoco vino, porque quería ser este señor Ortega no sé si Vicepresidente o algo así, y no quisieron. Entonces, empezaron ellos a pelear y a desmoronarse muy rápido.

Pero de verdad que es una jornada para la historia, ¡vale!

FIDEL CASTRO.- No, ¡inolvidable! Mira, yo he vivido…

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Increíble, inolvidable! Una cosa que hay que ahora darle el tratamiento que se debe, y sobre todo, proyectar ese caso al mundo para que se vea… Porque se ha demostrado, Fidel… Lo que te decía: que yo anoche, el día que salí, el día que salí —un poco triste, por supuesto—, allá en la celda decía: “¡coño!, parece que es verdad que una revolución pacífica es casi imposible, ¿no?, porque ¡cuántos esfuerzos!” Estaba en ese tipo de reflexiones, como dudando, ¿no?, dudando. Y dije: “Bueno, pero yo estoy seguro de que ese pueblo no se va a quedar así, ni esos militares jóvenes, sobre todo.” ¡Pero reaccionaron de inmediato! Yo saliendo preso, y ya ellos estaban conspirando contra lo que quedó por aquí. (Se ríe)

Se metieron en el Palacio y se escondieron por allí en pasillos, en sótanos, hicieron grupos, se comunicaban entre ellos con los cuarteles. Y, bueno, aquello reventó y tomó cuerpo en todo el país.

FIDEL CASTRO.- ¡Como hormiguitas trabajaron ellos! Se movieron por todas partes.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Y con un coraje! Bueno, pensaron hacer, incluso… Me dijo uno de los muchachos de la Marina que está aquí conmigo: “Mire, estábamos haciendo un plan, cuatro de nosotros por ahí, para agarrar al viejo este, a Mussolini, y llevárselo para allá para Catia, la zona populosa donde hay como tres millones de personas, las zonas más pobres, y entonces decir: “bueno, vamos a cambiarlo. Hasta que no nos traigan a Chávez no soltamos a este viejito de aquí.”

Gracias a Dios que no hizo falta eso, ¿no? Y todo terminó como ya tú sabes. Lo que pasa es que ahora hay que comenzar a reestructurar muchas cosas, a revisar muchas cosas, ¿no? Correctivos.

FIDEL CASTRO.- Muy bien, pues. ¡Me alegro, caramba, que pases un día…! Me alegro que hayas suspendido también eso, porque pienso que tú debías descansar, ¿no? Yo no sé cómo te la ibas a arreglar, pero por suerte se llevaron los equipos esos. (Se ríe)

PDTE. CHÁVEZ.- No, pero voy a ir a Maracay. Tengo que ir allá, y después voy a visitar algunas guarniciones que se mantuvieron leales, algunos pueblos.

FIDEL CASTRO.- Oye, tú no sabes qué conmoción produjo eso aquí en el pueblo. Es cuando yo he podido ver hasta qué grado te quiere la gente aquí. ¡Una verdadera conmoción!

PDTE. CHÁVEZ.- Me imagino la tristeza que sentirían.

FIDEL CASTRO.- Oye, ¡tú no sabes! Yo pocas veces en mi vida he estado tan amargado como al otro día. Yo quería… Tú sabes que yo siempre he sido optimista y todo, y seguimos en la pelea, porque apenas me levanté al poco rato, me llamó al otro día… Yo estoy durmiendo dos o tres horas, y ese día me acosté también como a las seis; a las nueve me despierto y me pongo a hacer cosas, y a las 10 y dos minutos me llamó María. Así fue.

PDTE. CHÁVEZ.- No, incluso, ¿sabes qué? Yo estaba pensando: “¡Cónchale!, si yo tengo que llegar a Cuba, con qué cara llego yo allá.”

FIDEL CASTRO.- Sí, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye!

FIDEL CASTRO.- Bueno, tú sabes que tú llegabas y un avión a toda velocidad iba para allá. (Chávez se ríe) Claro, en el avión, pero fueron… Hay que investigar bien por qué hicieron toda esa porquería. Porque para mandarte a ti… Sí, por qué hicieron esa porquería, porque hay que pensar cosas peores, intenciones peores.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí, yo estoy seguro. Había unas intenciones oscuras, porque yo estoy seguro de que para Cuba no me iban a llevar, estoy seguro. Lo que pasa es que el plan no les dio tiempo, porque fue tan rápido el plan de reacción patriótica, bolivariana… Y yo fui ganando tiempo, ganando tiempo, el documento, que sí, que no, que búsquenme el teléfono. Ganando tiempo, porque yo los veía a ellos en condiciones de debilidad, ¿tú sabes? Por los ojos, ¿no?, en los ojos, se consultaban cosas. Y apurados, estaban muy apurados porque yo firmara un documento. Y yo dándoles larga, dándoles larga, hasta que el Almirante me di­ce: “No vaya a firmar nada, que por ahí como que viene Baduel al rescate.” Y entonces, ahí me dieron a mí, pues, los aires de la victoria.

Pero, claro, esto no es victoria. Yo pienso que esto más bien es una lección, una lección, porque hay que ajustar cosas, hay que tomar unas decisiones que no se han tomado y que…

FIDEL CASTRO.- ¿Y dónde está el General que estaba allí en el Fuerte, el que estaba de Jefe del Ejército?

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah!, ese está preso allá en el Fuerte.

FIDEL CASTRO.- Él debe saber el plan.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Claro!

FIDEL CASTRO.- Hay que tratar de que se franqueen. Y el otro… Los que te visitaron allá deben saberlo también.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Ahora yo mañana, pues, comienzo a enterarme, a buscar más detalles y a tomar decisiones.

FIDEL CASTRO.- Okey.

PDTE. CHÁVEZ.- Bien, hermano.

FIDEL CASTRO.- ¿Y tú crees que te puedas dormir ahora, con la excitación que has vivido hoy?

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye! Tengo que dormir un rato. Pero es una excitación maravillosa, como que embriaga.

FIDEL CASTRO.- Sí, sí. ¡Es increíble!

PDTE. CHÁVEZ.- Es una cosa como un… Ando embriagado, bueno, de amor de ese pueblo, pero sobre todo, Fidel, este es un mensaje de compromiso, es un compromiso con ese pueblo que salió a la calle, sin armas ni nada. Claro, apoyados por los patriotas militares…

FIDEL CASTRO.- Pero ellos empezaron por la mañana, desde temprano iba un río para allá de gente, y rodearon el Fuerte. Porque ya había mucha gente.

Bueno, ¡un millón de felicidades! ¡Te lo mereces!

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, hermano, ¡qué gusto haberte oído!

FIDEL CASTRO.- Oye, parece que una mano divina te lleva a ti.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, el pueblo, chico. Dios y el pueblo y, ¿cómo es que tú dices?, ¡Ave María Purísima! (El Co­mandante se ríe) ¡Ave María Purísima, cómo pasó esto!

FIDEL CASTRO.- ¡Tremendo!

PDTE. CHÁVEZ.- Pero ahora tenemos que fortalecernos.

Saludos te mandan Rosita y Hugo, que está aquí, ya se durmió la nieta. Estamos todos aquí.

FIDEL CASTRO.- ¡Qué bien! ¡Qué sean muy felices!

PDTE. CHÁVEZ.- Dale un saludo a Felipe y a todos.

FIDEL CASTRO.- Ellos han estado todos, todos, todos, en esto.

PDTE. CHÁVEZ.- No, yo me imagino qué sufrimiento. Te prometo…

Ahorita me llamó Khadafi por ahí, muy alegre también.

Te prometo que haré todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza.

FIDEL CASTRO.- ¡Bien! Junto con la tristeza hemos tenido el privilegio de ser testigos de la cosa más extraordinaria que podía imaginarse.

PDTE. CHÁVEZ.- Bien. Y yo de vivirla.

Espero verte pronto, ¿eh?

FIDEL CASTRO.- Sí. Tenemos que vernos. ¡Bien!

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, Fidel.

FIDEL CASTRO.- Para hablar de todo este tema. Es lo más importante, es lo que nos interesa.

PDTE. CHÁVEZ.- Así es.

FIDEL CASTRO.- Okey

PDTE. CHÁVEZ.- Recibe un abrazo, hermano, un abrazo.

FIDEL CASTRO.- Un abrazo.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Hasta la victoria siempre!

FIDEL CASTRO.- ¡Hasta la victoria siempre!

PDTE. CHÁVEZ.- Un abrazo, hermano.

Bolívar cumplió. Más de cien años después, reencarnado en Chávez, fue fiel al compromiso de volver cuando despierta, esta vez más que nunca, la conciencia del pueblo venezolano.

Por mi parte, no deseaba ocupar un milímetro de las páginas del Granma. Por ello solicité se publicara un tabloide para acompañar al Órgano Oficial de nuestro Partido.

Fidel Castro Ruz

Marzo 27 2014

4 y 40 p.m.

Fuente:
http://albaciudad.org/wp/index.php/2014/03/conozca-la-inedita-conversacion-que-fidel-castro-sostuvo-con-el-comandante-hugo-chavez-tras-golpe-de-abril-en-2002/

 

Written by Eduardo Aquevedo

31 marzo, 2014 at 22:24

El precio de la paz en Ucrania / Robert Fisk

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GUERRA_thumb.jpg

Y esta es en verdad, me temo, la conciencia sombría y apenas entendida de que no podemos fallarle de nuevo a Polonia/Ucrania, no podemos dejar que Putin trate a la pequeña Ucrania como dejamos que Hitler tratara a Polonia. Polonia está a las puertas de Ucrania: es curioso cómo nos perturban los países que están a nuestras puertas: eso dijimos de Bosnia en la década de 1990, como si esos horribles bosnios, croatas y serbios no merecieran que les abriéramos nuestras puertas. Estaban en el patio trasero: nada de sanitarios y esas cosas, ya saben.

Pero, claro, Putin no es Hitler y estaría bien sacar la Segunda Guerra Mundial de nuestra corriente sanguínea, entre otras cosas porque este año tenemos a la Primera Guerra Mundial corriendo por nuestros corpúsculos y además porque los rusos estuvieron de nuestro lado en la guerra pasada y en la anterior (por un tiempo). También los serbios. Pero lo que me impactó al ver a tanto estadunidense bueno para nada con cara de seriedad en Bruselas la semana anterior es que ninguno tiene experiencia de la guerra y todos parecen creer que una vez que han pronunciado sus amenazas pueden irse a casa y olvidarse de la crisis. Admito que me conmovió muchísimo un encabezado en Beirut la semana pasada, que comenzaba diciendo Se cierne…Bueno, esperemos que no.

Y la crisis o la guerra que se cierne sobre Ucrania es de gran interés para alguien que vive a menos de 160 kilometros de mi casa: el presidente Bashar Assad, de Siria, quien habría sentido mucho alivio de ver a Putin acudir al rescate de la Ucrania rusa con la misma firmeza con que lo hizo con Siria. De hecho, Assad, según su gobierno, hasta envió un telegrama a Putin –por cierto, ¿todavía hay quien envía telegramas?– en el que expresó la solidaridad de Siria con los esfuerzos del presidente ruso por restaurar la seguridad y estabilidad en Ucrania ante los atentados contra la legitimidad y la democracia que favorecen a terroristas radicales. Siria respalda, dijo Assad,el enfoque racional y pacifista con que el presidente Putin busca establecer un sistema global que apoye la estabilidad. Y elogió el prudente liderazgo político de Putin y su compromiso con la legitimidad internacional, basada en la ley que gobierna los vínculos entre naciones y pueblos.

Fiu. Bueno, ya entendimos. A Assad le gustó lo que vio en Simferopol, aunque noto que no dijo nada sobre el depuesto Viktor Yanukovich, y no me sorprende: el líder ucraniano se largó de su país; Assad no huyó. A Putin, sospecho, le hubiera gustado eso, así como le habría encantado que madame Clinton, el propio Obama, David Cameron y messieurs Hollande y Sarkozy –todos los cuales dijeron hace años que Assad se iría, estaba por irse o prácticamente se había ido– se hubiesen equivocado.

Entonces, ¿qué pensé en verdad cuando vi todas esas personas reunidas en Bruselas? Me recordó una maravillosa descripción de un político británico. Se debe a Lawrence de Arabia y la tomo de un excelente libro que sobre él escribió Scott Anderson. El hombre en cuestión era “el imaginativo paladín de movimientos sociales nada convincentes… un montón de prejuicios, intuiciones, ciencias a medias. Sus ideas eran del exterior, y carecía de paciencia para probar sus materiales antes de elegir la construcción que haría. Tomaba un aspecto de la verdad, lo separaba de sus circunstancias, lo inflaba, le daba vueltas y lo modelaba”. Ese político era Mark Sykes, el del infame acuerdo Sykes-Picot, que intentaba quedar bien con todo el mundo.

Pero para que no pensemos que Sykes está demasiado alejado de nuestro tiempo, examinemos esto de boca de otro político británico: “por mucho que simpaticemos con una pequeña nación enfrentada por un vecino grande y poderoso, no podemos en todas las circunstancias comprometer a todo el Imperio Británico (leamos aquí ‘la Unión Europea’) en una guerra simplemente a causa de ella”. Nuestro Neville de nuevo, claro, en 1938.

Hace que uno contenga el aliento, ¿verdad? Los rusos no van a estremecerse en sus botas con las sanciones. Castigar a los rusos y ucranios involucrados en la acción rusa en Crimea sería una útil herramienta, dijo Obama, aunque no entiendo por qué el presidente estadunidense tiene que usar el lenguaje de los genios de la computación para amenazar a Moscú. Pero de esto se trata, ¿cierto? No podemos permitir que una guerra se cierna sobre nosotros. Destruiría todas nuestras redes y computadoras y noticieros en vivo y globalización yherramientas. ¡Hasta podría destruirnos a nosotros! Volvamos a leer esa línea, la de nuestro Neville. Idearán algún acuerdo, un truco político para permitir que Rusia se engulla parte de Ucrania pero aún la llame república federada. Pobres de los tártaros. Paz en nuestro tiempo.

Como pueden atestiguar los armenios, ya hemos estado allí antes.

Hablando de Ucrania, quien pase por Beirut podría adquirir dos gruesos volúmenes de Katia Peltekian, investigadora armenia especializada en publicar recortes de noticias del genocidio de armenios a manos de los turcos en 1915. El Times y elManchester Guardian dieron extensa cobertura al primer holocausto del siglo –algunos testigos alemanes aparecieron en la Wehrmacht en Rusia menos de 30 años después– y Peltekian capturó la mayoría de esos reportes en 976 páginas.

Lo más intrigante es la forma en que las grandes potencias perdieron interés en los 1.5 millones de armenios muertos una vez que terminó la guerra de 1914-1918. El Times estaba lleno de conmovedoras cartas de armenios y de británicos que los apoyaban, en las que suplicaban a británicos, franceses, italianos y estadunidenses –más o menos los mismos que andaban de paseo por Bruselas hace un par de semanas– que los dejaran tener una nación que incluyera parte de Turquía oriental. Tengan paciencia, les dijeron. Ya se habían dispersado por todo Medio Oriente, pero aún les daban muerte dentro de Turquía. Algunos hallaron refugio en Rusia. Otros, en Ucrania…

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

LA JORNADA, MEXICO

Written by Eduardo Aquevedo

31 marzo, 2014 at 6:18

Paul Krugman: una guerra de la derecha contra los pobres…

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“Las bases republicanas son conscientes de que su condición de hombres blancos es cada vez más minoritaria. Últimamente, John Kasich, gobernador republicano de Ohio, ha dicho algunas cosas sorprendentes. En primer lugar, saboteo en la Asamblea Legislativa de su Estado controlada por su propio partido para evitar llevar adelante el programa de Obamacare, financiado con fondos federales y una pieza importante de la reforma sanitaria de Obama.

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Evidentemente, Kasich no es el primero en hacer esta observación. Pero el hecho de que venga de un republicano bien considerado (aunque, a lo mejor, ya no tanto), precisamente de alguien que tenía fama de ser un agitador de ideas conservadoras, es revelador. La hostilidad republicana hacia los pobres y los desfavorecidos se ha exacerbado hasta tal punto que en realidad el partido ya no defiende otra cosa, y solo un observador obstinado en su ceguera puede ser incapaz de verlo.Qué le está ocurriendo a la derecha republicana. La gran pregunta: ¿Por qué? A veces vemos a algunos expertos declarar que lo que mueve el Tea Party, es la preocupación por los déficits presupuestarios. Fantasías. Lean la columna de Rick Santelli, de la CNBC: no hay ni una sola mención a los déficits. En cambio, sí hay críticas contra la posibilidad de que el Gobierno ayude a los perdedores a evitar la ejecución de sus hipotecas.

Sus críticas no son acerca de la responsabilidad fiscal, pero sí acerca de cómo el Gobierno ayuda a los vagos que no lo merecen. No cabe duda de que les sigue enardeciendo la idea, de que los pobres y los desafortunados reciben la mayor ayuda posible, y así lo expresó el diputado Paul Ryan, presidente de la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes, el colchón de protección social se está convirtiendo en una hamaca en la que se acuna a gente físicamente sana para que vivan de la beneficencia y la complacencia.

Las propuestas presupuestarias de los republicanos incluyen recortes salvajes a los programas de protección social como los cupones para alimentación y el programa de salud denominado Medicare. Pero en otras crisis económicas, los Gobiernos republicanos han ayudo a los pobres. En el año 1936, cuando Alf Landon fue propuesto como candidato a Presidente por los republicanos, sus discurso hablaban sobre temas que los conservadores no hacen suyos hoy día. Se lamentaba de que la recuperación económica era lenta y de la persistencia del desempleo elevado, y atribuía la debilidad crónica de la economía a una excesiva intervención del Estado y a la incertidumbre que esta provocaba. Pero dijo: “de la depresión se desprende no solo la dificultad de la recuperación, sino también el problema igualmente grave de la protección de los desempleados hasta que se alcance la recuperación. Darles asistencia en todo momento es un deber. Nosotros, los miembros de mi partido, nos comprometemos a no descuidar nunca esta obligación”.

¿Pueden imaginarse a un candidato republicano decir algo así hoy día? Desde luego, es imposible en un partido comprometido con la idea de que los desempleados la tienen muy fácil; de que el seguro de desempleo y los vales de comida los tiene tan consentidos que no encuentran ninguna motivación para salir y buscar trabajo.

Entonces, ¿cuál es el quid de la cuestión? En un reciente ensayo, el sociólogo Daniel Little insinuaba que una de las razones es la ideología del mercado: si el mercado siempre tiene razón, entonces la gente que acaba en la pobreza es porque merece ser pobre. Y yo añadiría que algunos dirigentes republicanos representan en sus mentes fantasías libertarias de adolescentes. Pero, como afirma Little, también está el estigma que nunca se borra: la discriminación racial.

En un informe reciente citado en múltiples ocasiones, Democracy Corps, una organización de demócratas dedicada a los estudios de opinión, exponía las conclusiones de que en los grupos de debate con miembros de facciones republicanas, descubrieron que las bases republicanas son muy conscientes de su condición de hombres blancos, y en su país donde esta raza es cada vez más minoritaria, y que considerando que el sistema de protección social ayuda a los otros, no a la gente como ellos, y además vincula a la población no blanca al Partido Demócrata.

Por estas razones, concluyo que se está librando una guerra contra los pobres, coincidiendo y ahondando el padecimiento de una economía con problemas y sin soluciones inmediatas. Esta guerra puede ser definitorio de la política en los Estados Unidos.”. Agrega este compilador si los republicanos estadounidenses, se niegan ayudar a sus conciudadanos, como pensar que pueden ayudar al resto de la humanidad.

(*) Paúl Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de Economía 2008. Publicado en “Bitácora” de Montevideo. 11/11/2013.

Written by Eduardo Aquevedo

14 diciembre, 2013 at 5:53

Por qué revistas como ‘Nature’, ‘Science’ y ‘Cell’ hacen daño a la ciencia, por Randy Schekman…

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, Premio Nobel de Medicina en 2013

 12 DIC 2013 

ACELERADOR-PARTICULAS

Soy científico. El mío es un mundo profesional en el que se logran grandes cosas para la humanidad. Pero está desfigurado por unos incentivos inadecuados. Los sistemas imperantes de la reputación personal y el ascenso profesional significan que las mayores recompensas a menudo son para los trabajos más llamativos, no para los mejores. Aquellos de nosotros que respondemos a estos incentivos estamos actuando de un modo perfectamente lógico —yo mismo he actuado movido por ellos—, pero no siempre poniendo los intereses de nuestra profesión por encima de todo, por no hablar de los de la humanidad y la sociedad.

Todos sabemos lo que los incentivos distorsionadores han hecho a las finanzas y la banca. Los incentivos que se ofrecen a mis compañeros no son unas primas descomunales, sino las recompensas profesionales que conlleva el hecho de publicar en revistas de prestigio, principalmente Nature, Cell y Science. Se supone que estas publicaciones de lujo son el paradigma de la calidad, que publican solo los mejores trabajos de investigación. Dado que los comités encargados de la financiación y los nombramientos suelen usar el lugar de publicación como indicador de la calidad de la labor científica, el aparecer en estas publicaciones suele traer consigo subvenciones y cátedras. Pero la reputación de las grandes revistas solo está garantizada hasta cierto punto. Aunque publican artículos extraordinarios, eso no es lo único que publican. Ni tampoco son las únicas que publican investigaciones sobresalientes.

Estas revistas promocionan de forma agresiva sus marcas, de una manera que conduce más a la venta de suscripciones que a fomentar las investigaciones más importantes. Al igual que los diseñadores de moda que crean bolsos o trajes de edición limitada, saben que la escasez hace que aumente la demanda, de modo que restringen artificialmente el número de artículos que aceptan. Luego, estas marcas exclusivas se comercializan empleando un ardid llamado “factor de impacto”, una puntuación otorgada a cada revista que mide el número de veces que los trabajos de investigación posteriores citan sus artículos. La teoría es que los mejores artículos se citan con más frecuencia, de modo que las mejores publicaciones obtienen las puntuaciones más altas. Pero se trata de una medida tremendamente viciada, que persigue algo que se ha convertido en un fin en sí mismo, y es tan perjudicial para la ciencia como la cultura de las primas lo es para la banca.

Es habitual, y muchas revistas lo fomentan, que una investigación sea juzgada atendiendo al factor de impacto de la revista que la publica. Pero como la puntuación de la publicación es una media, dice poco de la calidad de cualquier investigación concreta. Además, las citas están relacionadas con la calidad a veces, pero no siempre. Un artículo puede ser muy citado porque es un buen trabajo científico, o bien porque es llamativo, provocador o erróneo. Los directores de las revistas de lujo lo saben, así que aceptan artículos que tendrán mucha repercusión porque estudian temas atractivos o hacen afirmaciones que cuestionan ideas establecidas. Esto influye en los trabajos que realizan los científicos. Crea burbujas en temas de moda en los que los investigadores pueden hacer las afirmaciones atrevidas que estas revistas buscan, pero no anima a llevar a cabo otras investigaciones importantes, como los estudios sobre la replicación. En casos extremos, el atractivo de las revistas de lujo puede propiciar las chapuzas y contribuir al aumento del número de artículos que se retiran por contener errores básicos o ser fraudulentos. Science ha retirado últimamente artículos muy impactantes que trataban sobre la clonación de embriones humanos, la relación entre el tirar basura y la violencia y los perfiles genéticos de los centenarios. Y lo que quizá es peor, no ha retirado las afirmaciones de que un microorganismo es capaz de usar arsénico en su ADN en lugar de fósforo, a pesar de la avalancha de críticas científicas.

Hay una vía mejor, gracias a la nueva remesa de revistas de libre acceso que son gratuitas para cualquiera que quiera leerlas y no tienen caras suscripciones que promover. Nacidas en Internet, pueden aceptar todos los artículos que cumplan unas normas de calidad, sin topes artificiales. Muchas están dirigidas por científicos en activo, capaces de calibrar el valor de los artículos sin tener en cuenta las citas. Como he comprobado dirigiendo eLife, una revista de acceso libre financiada por la Fundación Wellcome, el Instituto Médico Howard Hughes y la Sociedad Max Planck, publican trabajos científicos de talla mundial cada semana.

Los patrocinadores y las universidades también tienen un papel en todo esto. Deben decirles a los comités que toman decisiones sobre las subvenciones y los cargos que no juzguen los artículos por el lugar donde se han publicado. Lo que importa es la calidad de la labor científica, no el nombre de la revista. Y, lo más importante de todo, los científicos tenemos que tomar medidas. Como muchos investigadores de éxito, he publicado en las revistas de renombre, entre otras cosas, los artículos por los que me han concedido el Premio Nobel de Medicina, que tendré el honor de recoger mañana. Pero ya no. Ahora me he comprometido con mi laboratorio a evitar las revistas de lujo, y animo a otros a hacer lo mismo.

Al igual que Wall Street tiene que acabar con el dominio de la cultura de las primas, que fomenta unos riesgos que son racionales para los individuos, pero perjudiciales para el sistema financiero, la ciencia debe liberarse de la tiranía de las revistas de lujo. La consecuencia será una investigación mejor que sirva mejor a la ciencia y a la sociedad.

Randy Schekman es biólogo estadounidense. Ha ganado el Premio Nobel de Medicina en 2013.

© Guardian News & Media, 2013.

Traducción de News Clips, Paloma Cebrián.

Prueba Pisa (2013), pais por país: éxito de Asia, estancamiento europeo, grave retraso latinoamericano…

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A continuación te presentamos los rankings completos de los resultados de PISA en matemáticas, lectura y ciencias.

 

Written by Eduardo Aquevedo

5 diciembre, 2013 at 0:55

PISA (2013): El examen más importante del mundo…

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BBC,  Lunes, 2 de diciembre de 2013

Estudiante en ChinaUn alumno atiende a la lección impartida en vivo por una astronauta china desde el espacio.

«La educación que reciba hoy, será su economía mañana», dice Andreas Schleicher de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), quien se ha convertido en una de las figuras más influyentes del mundo en materia de educación.

Los estándares actuales de la educación en todo el mundo se darán a conocer esta semana, cuando se publiquen los resultados del Programa de la OCDE para la evaluación internacional de estudiantes, mejor conocido como PISA, por sus siglás en inglés.

De estas largas pruebas, que se realizan cada tres años, se obtienen los rankings internacionales de educación para más de 60 países y decenas de administraciones regionales, con base en las pruebas de lectura, matemáticas y ciencias tomadas por más de 500.000 estudiantes de 15 años de edad.

Y en el futuro podrían volverse aún más grandes, asegura Schleicher, quien también quiere desarrollar un ranking de la OCDE para las universidades.

La liga global

EstudiantesEn un mundo globalizado las comparaciones con otros países son clave, dicen los especialistas.

Esta última copa mundial de estándares escolares revelará si los sistemas de Asia, como el de Shanghái en China o el de Singapur y Corea del Sur, siguen siendo triunfadores mundiales.

Y, ¿será que las tradicionales potencias occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, seguirán atrapadas en la categoría «deben hacerlo mejor»?

¿Cuál es el objetivo de estos cálculos?

Schleicher, a quien ahora citan los ministros de Educación, dice que la idea comenzó en la década de 1990 cuando se reconoció que los gobiernos estaban siendo comparados por la cantidad de dinero que invertían en educación y no por sus niveles de éxito.

Entonces, la idea se puso en marcha y alumnos de distintos países tomaron lápiz y papel para realizar pruebas en materias básicas.

Y se eligió el nombre de PISA, no por ningún vínculo con la ciudad italiana, sino porque era el acrónimo del nombre de la prueba en inglés y francés (Programme for International Student Assessment – Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos).

Estudiante en ShangháiShanghái se destacó en las pruebas PISA 2009.

Competitividad

Para Schleicher, en un mundo globalizado las comparaciones con otros países son clave y ello aplica tanto en la educación como en la economía.

«La competitividad de un país y sus perspectivas de empleo individuales están muy influenciadas por lo que ocurre en otros lugares», le dice a la BBC.

«En una economía global, las mejoras respecto a los estándares nacionales no son una medida del éxito. Se compite a nivel mundial».

Confiar solamente en los exámenes nacionales, en los que las calificaciones parecen mejorar, es perjudicar a los jóvenes, argumenta.

«Es como decirle a un estudiante que está en situación de desventaja en su salón de clases, ‘no importa cómo se compare tu desempeño con el de otras escuelas, te voy a calificar con una buena nota porque estás haciendo lo mejor que puedes'».

«Eso es muy bonito, pero cuando el estudiante salga al mercado laboral se chocará con la realidad».

«Es muy importante saber qué tan preparados están los estudiantes para funcionar en una economía global».

Crudas revelaciones

Estudiantes en Estados UnidosEl Departamento de Educación de EE.UU. tuvo que enfrentar críticas por los resultados de PISA.

El examen de PISA, que puede acabar con la idea de que todo está mejorando, no tiene muchos amigos.

La primera víctima del «PISA shock» fue Alemania, el país de Schleicher, que había cultivado la imagen de tener un sistema de alto rendimiento educativo.

Los resultados del año 2000 indicaron que el sistema no era bueno sino mediocre y eso generó una gran controversia. Un diario alemán describió la experiencia como un «desastre instructivo».

Entre las revelaciones más crudas también se encuentra el deterioro del sistema escolar estadounidense. La que solía ser una superpotencia educativa se quedó atrás y ha sido superada por muchos otros países, de Asia sobre todo.

Schleicher recuerda que el gobierno de EE.UU. estaba profundamente insatisfecho con los resultados de 2006 y que incluso trató de presionar a la OCDE.

El político estadounidense que intervino para defender la importancia de la publicación de los resultados fue Ted Kennedy, señala Schleicher.

Kennedy, que presidió el comité del Senado sobre educación, se convirtió en un gran apoyo para el proyecto PISA.

«El senador Kennedy me salvó la vida en la OCDE», dice.

El curioso caso de Italia

En Italia, los resultados de 2009 revelaron otra debilidad oculta. Aunque las mejores notas de los exámenes nacionales se distribuyeron uniformemente en todo el país, las pruebas PISA mostraron que los alumnos del norte tenían un desempeño superior.

Esto quiere decir que era mucho más fácil conseguir buenas notas en el sur de Italia y ello representaba una «injusticia increíble», pues los empleos públicos dependían de dichas calificaciones.

Sin la medición externa de PISA, tales problemas continuarían siendo invisibles.

Sin embargo, hay otros críticos que advierten sobre el impacto de la limitada visión de PISA, que clasifica a los sistemas escolares con un número muy restringido de medidas.

El influyente profesor inglés, Anthony Seldon, cree que los gobiernos están «cada vez más fascinados y deslumbrados» por las pruebas PISA.

«Sin embargo, estas pruebas son defectuosas y su impacto es profundamente dañino para los jóvenes», opina, en conversación con la BBC.

SchleicherAndreas Schleicher quiere extender el ranking de la OCDE a la educación superior.

La rebelión de Asia

Las pruebas también han puesto en evidencia el rostro cambiante del mundo de la educación. PISA ha registrado el surgimiento y auge de países y ciudades de Asia, como Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Shanghái, en donde la inversión en educación es vista como una manera de acelerar los avances de sus economías.

Pero, ¿cómo pueden ser realmente justas las comparaciones internacionales de los estándares de educación? ¿Tiene algún sentido comparar a países tan distintos como Finlandia, Perú y Vietnam?

Schleicher es un sólido defensor de tales comparaciones, diciendo que aunque sean justas o no, los jóvenes de todos los países están compitiendo entre sí en una economía globalizada. Las habilidades que aprendan serán muy importantes para su vida.

Graduandos en ChinaClase de 2013: Casi siete millones de estudiantes chinos se graduaron este verano.

«No se trata de la élite, los pobres son quienes se ven afectados por la globalización, son ellos los que van a perder sus puestos de trabajo porque no se están manteniendo al día con las habilidades del otro lado del mundo».

En cuanto a la metodología, los resultados de las pruebas se basan en una muestra representativa de alrededor de 5.000 alumnos de cada sistema escolar, que es supervisada por la OCDE. Algunas muestras tienen números más grandes: 12.000 en el Reino Unido y 38.000 en Italia, por ejemplo.

Las pruebas, diseñadas por investigadores australianos, deben tener preguntas culturalmente neutrales, que sean tan relevantes en Túnez como en Estonia.

Los nuevos resultados también proporcionarán una imagen mucho más detallada de las diferencias regionales. Se mostrará cómo el estado de Massachusetts en Estados Unidos o cómo una región de España o Italia se habrían desempeñado si hubieran sido clasificados como un país.

Y ésta no es sólo una gigantesca fiesta de datos. Hay un propósito humano de todo esto, dice Schleicher.

Estos exámenes muestran las deficiencias en algunas habilidades básicas que necesitan los jóvenes. Y si estos chicos abandonan la escuela sin estas destrezas, «ese vacío será muy difícil de solucionar a posteriori».

«En EE.UU. todo el sistema se deterioró. En Europa hay 80 millones de personas que no saben leer mejor que un niño de 10 años de edad».

«¿Qué hacer con esta gente? Ese es el verdadero reto. Los países con buenos sistemas escolares tienen grandes activos».

 

¿Cómo les fue a los países de América Latina en la prueba Pisa?

Redacción, BBC Mundo

 Martes, 3 de diciembre de 2013
El profesor José Luis Pérez enseña inglés en el colegio Virgen de los Milagros de Caacupe en Buesno Aires

Una confirmación y mil preguntas.

Una vez más, como se esperaba, los países asiáticos ocupan los primeros puestos del informe Pisa 2013, que compara el nivel educativo de cerca de medio millón de adolescentes de 15 años en 65 países, y fue divulgado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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El Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes, más conocido como Pisa (por sus siglas en inglés), comparó resultados en las 34 naciones de la OCDE y en otros 31 países, que representan en conjunto cerca del 80% de la población mundial.

Los diez mejores

  • Shanghái (613 puntos)
  • Singapur (573)
  • Hong Kong (561)
  • Taipei (560)
  • Corea del Sur (554)
  • Macao (538)
  • Japón (536)
  • Liechtenstein (535)
  • Suiza (531)
  • Holanda (523)

El gran interrogante para América Latina es dónde residen los múltiples factores detrás del mal desempeño de las naciones de la región que ocupan algunos de los peores lugares en la lista.

El primer puesto es ocupado por Shanghái, principal ciudad de china con más de 20 millones de habitantes, con 613 puntos, 119 puntos por encima del promedio de conocimiento que fija Pisa, de 494 puntos.

En segundo lugar se sitúa Singapur (573 puntos), seguido de Hong Kong (561), Taipei (560), Corea del Sur (554), Macao (538) yJapón (536). Completan la nómina de los diez primeros Liechtenstein (535), Suiza (531) yHolanda (523).

La mayoría de los resultados provienen de países, pero en el caso de China los puntajes se calcularon por ciudades o regiones seleccionadas. La OCDE dijo que espera disponer en la próxima lista de más información para colocar a China en su conjunto.

En el informe, que cubre el período 2003 a 2012, España ocupa el lugar número 33 de la lista con 484 puntos , y entre los últimos puestos estánChile (lugar 51 con 423 puntos), México (lugar 53 con 413 puntos),Uruguay (puesto 55 con 409 puntos) y Argentina (lugar 59 con 388 puntos). Colombia se ubica en el lugar 62, con 376 puntos, y Perú en el último sitio de la lista, el número 65, con 368 puntos.

En la mitad del listado siguen figurando varios países industrializados como Reino UnidoFrancia y NoruegaFinlandia bajó su puntaje en las tres disciplinas consideradas, pero sigue entre los 12 primeros.

«Estancamiento educativo»

Entre los peores

  • Chile (lugar 51 con 423 puntos)
  • México (lugar 53 con 413 puntos)
  • Uruguay (puesto 55 con 409 puntos)
  • Costa Rica (lugar 56 con 407 puntos)
  • Brasil (lugar 58 con 391 puntos)
  • Argentina (lugar 59 con 388 puntos)
  • Colombia (lugar 62, con 376 puntos)
  • Perú (último puesto, lugar 65 con 368 puntos)

El informe es elaborado a partir de pruebas de matemáticas, lengua y ciencias hechas a más de 510.000 estudiantes.

La prueba ayuda los países a medir «lo que saben los estudiantes y lo que pueden hacer con sus conocimientos», según dijo al presentar el documento en Londres Andreas Schleicher, asesor especial del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

Schleicher afirmó que «las comparaciones internacionales no son siempre fáciles y no son perfectas», pero aseguró que la lista ayuda a los países a conocer los progresos conseguidos en otras naciones y a preparar a los niños de cara a un «futuro con éxito».

Las reacciones a la nueva lista no se hicieron esperar.

Vietnam, que participa en las pruebas por primera vez, obtuvo mejores resultados en ciencia y matemáticas que Estados Unidos.

El secretario de Educación estadounidense, Arne Duncan, describió a los resultados como «un retrato del estancamiento educativo».

«Debemos invertir en educación inicial, subir los estándares académicos, hacer que la Universidad sea más accesible para quienes tienen menos recursos y hacer más para reclutar y retener educadores de alto nivel», agregó.

Reacciones en América Latina

Graduados en ShangháiShanghái, el mejor según el informe Pisa.

En Uruguay, que obtuvo los peores resultados desde que adhirió al plan internacional hace una década, el informe culmina lo que los medios describen como «un año muy negativo para la educación pública», caracterizado por paros docentes y altas cifras de repetición que en algunos colegios secundarios alcanzaron más del 57,4% de alumnos no promovidos.

El informe menciona a Brasil y Chile entre los países que mostraron una mejoría en su desempeño en el período estudiado.

Chile está 190 puntos por debajo de Shanghái, lo que implica, según algunos medios, que los alumnos chinos están tres años avanzados en comparación con sus pares.

Juan Pablo Valenzuela, académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, dijo a la prensa local que el país «se demoraría más de 35 años en cerrar la brecha con el resto de los países de la organización, es decir, requeriríamos dos generaciones completas».

El informe señala que los países con mejores resultados ponen énfasis en la selección de los maestros y facilitan la autonomía de los docentes.

El documento también destaca que los escolares «cuyos padres tienen importantes expectativas para su futuro suelen rendir mejor, se sienten más seguros y motivados en la clase».

Colegios pagados superan a la OCDE y municipales quedan bajo el índice regional

CHILE: Resultados de la Prueba PISA reafirman profundo clasismo y segregación del sistema educacional chileno

Por primera vez, Chile lideró el ranking a nivel latinoamericano, en lo que respecta a las notas obtenidas en la Prueba PISA que mide conocimientos de alumnos de 15 años en tres áreas. Sin embargo, las cifras dejaron de manifiesto tremendas diferencias entre estudiantes de establecimientos municipales, particulares subvencionados y privados. La ministra Schmidt reconoció la necesidad de «poner el foco en los alumnos más vulnerables».

Prometedores fueron los resultados que Chile obtuvo en la Prueba PISA, estudio internacional que fue aplicado en 2012 a los escolares de 15 años de 35 países miembros de la OCDE y otras 31 naciones. Los resultados de la prueba fueron dados a conocer este martes y celebrados por las autoridades. “Por primera vez nuestro país alcanzó el primer lugar a nivel de Latinoamérica, evidenciando mejora”, destacó Sebastián Izquierdo, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad. Sin embargo, señaló que “aún estamos a dos promedios de los países OCDE, así que tenemos desafíos muy importantes tanto en equidad como en calidad”.

 

En Matemáticas, Chile logró 423 puntos, 26 más que el promedio regional aunque 71 menos que el promedio OCDE. En Lectura, se logró 441 puntos, 28 más que el resto de Latinoamérica, mientras los miembros de la OCDE promediaron 496. Por último, en Ciencias, nuestro país alcanzó 445 puntos, 56 bajo el promedio de los países desarrollados pero 34 sobre los latinoamericanos.

 

Más allá de estas primeras observaciones, un análisis más en extenso de los resultados de la Prueba PISA pone de manifiesto la importante brecha que existe entre la educación privada y la pública. Según consigna el diario La Segunda, desde la Agencia de Calidad apuntaron a que existe una relación directa entre los resultados y la dependencia administrativa de los colegios de los alumnos evaluados. A esto hay que agregar “las características socioeconómicas”, agregó Izquierdo.

Esto queda en evidencia al observar de cerca las cifras. En Matemáticas, los colegios municipales promediaron los 391 puntos; los particulares subvencionados 430; y los pagados 518 puntos. Esto significa que los primeros quedaron debajo del promedio latinoamericano (397); los segundos, apenas por sobre el promedio chileno (423); y los últimos, muy por encima del promedio OCDE (494).

De igual forma, en Lectura, los municipales sacaron 412 (como el resto de los países latinoamericanos); los subvencionados (449), por sobre el promedio nacional (445); y los privados, 522 puntos (superando el promedio OCDE de 496).

El fenómeno se repite en el caso de la prueba de Ciencias. Los municipales lograron los 414 puntos, superando así el nivel latinoamericano (411); los subvencionados alcanzaron los 453, pasando el promedio chileno de 445; y los pagados alcanzaron los 529 puntos, superando también el promedio OCDE.

“Los municipales están bajo o muy cerca del promedio latinoamericano, los subvencionados sobrepasan el nivel país y los pagados superan los promedios de los países OCDE. El desafío es acordar esa distancia”, señaló Izquierdo.

Al respecto, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, afirmó que “tenemos que poner especial esfuerzo y el foco en los alumnos más vulnerables para poder nivelar hacia arriba. En todas partes del mundo existen brechas por nivel socioeconómico, pero en Chile es demasiado alto”.

Written by Eduardo Aquevedo

3 diciembre, 2013 at 22:34

Ricardo Alberto Fuentes Carrasco, un delincuente de Internet…

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Hemos sido informados, de fuente segura, que detrás del nombre falso de Patricio Sáez Salinas, o Victoria Gallardo, se oculta en realidad un individuo llamado Ricardo Alberto Fuentes Carrasco, Rut 7503496-2, egresado de la Universidad de Concepción, Chile, de oficio Mediador Familiar, que trabaja en Lebu y Cañete, VIII Región de Chile, dependiente del Ministerio de Justicia.

Este señor ha sido denunciado por varias personas como vulgar delincuente en Internet, como responsable o cabecilla de una red destinada a la difamación anónima en Internet (Facebook, Twitter y diversos sitios en internet), por robar direcciones electrónicas en Facebook para su campaña de calumnias, por hackear numerosas cuentas electrónicas de amigos y conocidos para apropiarse y difundir información privada, y por involucrar a familiares y menores de edad en sus enfermizas campañas difamatorias…; para difamar, este personaje se encubre cobardemente tras numerosos nombres y direcciones falsas (sin detallar otros actos delictuales graves en los cuales ya ha estado involucrado, como, entre otros, actos de agresión y violencia contra mujeres, según lo indican numerosos testimonios muy directos)…

Written by Eduardo Aquevedo

23 noviembre, 2013 at 1:23

Paul Krugman: la solución del 1% …

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Los debates económicos rara vez terminan con un KO técnico. Pero el gran debate político de los últimos años entre los keynesianos, que abogan por mantener y, de hecho, aumentar el gasto público durante una depresión, y los austerianos, que exigen recortes inmediatos del gasto, se acerca a ello, al menos en el mundo de las ideas. En estos momentos, la postura austeriana ha caído por su propio peso; no solo es que sus predicciones sobre el mundo real fuesen completamente erróneas, sino que la investigación académica que se invocaba para respaldar esa postura ha resultado estar plagada de equivocaciones, omisiones y estadísticas dudosas.

Aun así, sigue habiendo dos grandes preguntas. La primera: ¿cómo llegó la doctrina de la austeridad a ser tan influyente en un primer momento? Y la segunda: ¿cambiarán en algo las políticas ahora que las principales afirmaciones austerianas se han convertido en carnaza para los programas de humor de madrugada?

Sobre la primera pregunta: la preponderancia de los austerianos en los círculos influyentes debería inquietar a cualquiera a quien le guste creer que la política se basa en hechos reales o, incluso, que está muy influida por ellos. Después de todo, los dos principales estudios que ofrecen la supuesta justificación intelectual de la austeridad —el de Alberto Alesina y Silvia Ardagna sobre la “austeridad expansiva” y el de Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff sobre el peligroso “umbral” de la deuda, situado en el 90% del PIB— tuvieron que enfrentarse a críticas devastadoras nada más publicarse.

Y los estudios no resistieron un análisis pormenorizado. Hacia finales de 2010, el Fondo Monetario Internacional (FMI) refundió el estudio de Alesina y Ardagna con datos mejores e invalidó sus hallazgos, mientras que muchos economistas plantearon dudas fundamentales sobre el de Reinhart y Rogoff mucho antes de que conociésemos el famoso error de Excel. Por otra parte, los acontecimientos del mundo real —el estancamiento en Irlanda, que fue el primer modelo de austeridad, la caída de los tipos de interés en Estados Unidos, que se suponía que iba a enfrentarse a una crisis fiscal inminente— rápidamente convirtieron las predicciones austerianas en sandeces.

La postura austeriana ha caído desmontada por  la investigación académica

Sin embargo, la austeridad mantuvo e incluso reforzó su dominio sobre la opinión de la élite. ¿Por qué?

Parte de la respuesta seguramente resida en el deseo generalizado de ver la economía como una obra que ensalza la moral y las virtudes, de convertirla en un cuento sobre el exceso y sus consecuencias. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, cuenta la historia, y ahora estamos pagando el precio inevitable. Los economistas pueden explicar hasta la saciedad que esto es un error, que la razón por la que tenemos un paro tan elevado no es que gastásemos demasiado en el pasado, sino que estamos gastando demasiado poco ahora y que este problema puede y debería resolverse. Da igual; muchas personas tienen el sentimiento visceral de que hemos pecado y debemos buscar la redención mediante el sufrimiento (y ni los argumentos económicos ni la observación de que la gente que ahora sufre no es en absoluto la misma que pecó durante los años de la burbuja sirven de mucho).

Pero no se trata solo del enfrentamiento entre la emoción y la lógica. No es posible entender la influencia de la doctrina de la austeridad sin hablar sobre las clases y la desigualdad.

A fin de cuentas, ¿qué es lo que quiere la gente de la política económica? Resulta que la respuesta depende de a quién preguntemos, una cuestión documentada en un reciente artículo de investigación de los politólogos Benjamin Page, Larry Bartels y Jason Seawright. El artículo compara las preferencias políticas de los estadounidenses corrientes con las de los muy ricos y los resultados son reveladores.

Así, al estadounidense medio le preocupan un poco los déficits presupuestarios, lo cual no es ninguna sorpresa dado el constante aluvión de historias de miedo sobre el déficit en los medios de comunicación, pero los ricos, en su inmensa mayoría, consideran que el déficit es el problema más importante al que nos enfrentamos. ¿Y cómo debería reducirse el déficit presupuestario? Los ricos están a favor de recortar el gasto federal en asistencia sanitaria y la Seguridad Social —es decir, en “derechos a prestaciones”—, mientras que los ciudadanos en general quieren realmente que aumente el gasto en esos programas.

El plan de austeridad parece la expresión de  la clase superior

Han captado la idea: el plan de austeridad se parece mucho a la simple expresión de las preferencias de la clase superior, oculta tras una fachada de rigor académico. Lo que quiere el 1% con los ingresos más altos se convierte en lo que las ciencias económicas dicen que debemos hacer.

¿Realmente redunda en interés de los ricos una depresión prolongada? Es dudoso, dado que una economía próspera suele ser buena para casi todo el mundo. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que los años transcurridos desde que tomamos el camino de la austeridad han sido pésimos para los trabajadores, pero nada malos para los ricos, que se han beneficiado del aumento de los rentdimientos y de los precios de las acciones aun cuando el paro a largo plazo empeora. Puede que el 1% no desee realmente una economía débil, pero les está yendo lo bastante bien como para dejarse llevar por sus perjuicios.

Y esto hace que uno se pregunte hasta qué punto cambiará las cosas el hundimiento intelectual de la postura austeriana. En la medida en que tengamos una política del 1%, por el 1 % y para el 1 %, ¿no seguiremos viendo únicamente nuevas justificaciones para las viejas políticas de siempre?

Espero que no; me gustaría creer que las ideas y los hechos importan, al menos un poco. De lo contrario, ¿qué estoy haciendo con mi vida? Pero supongo que veremos qué grado de cinismo está justificado.

Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008

© New York Times Service 2013

Traducción de News Clips.

Papa, Vaticano e Iglesia Católica: complicidades con la dictadura Argentina…

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Una desmentida que no alcanza a desmentir

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, leyó un comunicado en el que se señala que las acusaciones de familiares de dos curas secuestrados eran difundidas por “una publicación que lanza campañas calumniosas y a veces difamatorias”.

 Por Eduardo Febbro

Desde Ciudad del Vaticano

La Santa Sede salió a la ofensiva y, por primera vez desde que Jorge Bergoglio fue designado Papa por los cardenales, salió al paso de la polémica sobre la actitud de Jorge Bergoglio durante los años de la dictadura. El afable portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, barrió con un revés de la mano los indicios y sospechas que pesan sobre la Iglesia y el papa Francisco, a propósito de su actuación blanda durante la última dictadura argentina. Lombardi dijo en conferencia de prensa que esas acusaciones contra Bergoglio provienen de “una izquierda anticlerical” cuya meta consiste en “atacar a la Iglesia”. Defendiendo al Papa, Lombardi extendió su argumento al resto de la Iglesia como si ya no estuviese más que probada la implicación de la jerarquía católica argentina y vaticana en el ocultamiento de las violaciones a los derechos humanos y la colusión con los crímenes de la dictadura. El portavoz de la Santa Sede dijo en Roma que esas acusaciones derivadas de las investigaciones de Horacio Verbitsky eran llevadas “a cabo por una publicación que lanza, a veces, noticias calumniosas y difamatorias. El cariz anticlerical de esta campaña y de otras acusaciones en contra de Bergoglio es notorio y evidente”. Se trata, desde luego, de Página/12. El vocero del Vaticano aclaró que las sospechas que recaen sobre el hoy papa Francisco datan de la época en que era superior de la Compañía de Jesús en la Argentina, en 1976. En ese período fueron secuestrados dos misioneros jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics. Ambos trabajaban en la villa porteña del Bajo Flores y fueron torturados y liberados cinco meses más tarde. Horacio Verbitsky llevó a cabo varias investigaciones a partir de las cuales estableció un lazo entre Bergoglio y la desaparición de los dos curas jesuitas: Yorio, ya fallecido, y Jalics, que reside en Alemania desde 1978. Varios testimonios recogidos por Verbitsky dieron cuenta de que Yorio nunca perdonó el papel que habría jugado Bergoglio, sobre quien tenía sospechas de que los había delatado. Federico Lombardi dijo que “jamás hubo una acusación verosímil contra el Papa. La Justicia argentina lo interrogó pero como persona informada de hechos y jamás fue imputado por algo. El negó de forma documentada las acusaciones”. El vocero se refirió luego al texto que publicó ayer uno de los interesados, Francisco Jalics, quien rompió el silencio por medio de la pagina web de los jesuitas alemanes (http://www.jesuitas.org/aktue lles/details/article/erklarung-von-pater-franz-jalics-sj.HTML).

En una declaración personal aparecida en dicha página, Jalics escribe: “No puedo pronunciarme sobre el papel del padre Bergoglio en aquellos hechos”. Jalics cuenta luego que, tal como lo mencionó el vocero del Vaticano en su declaración, tuvo “la ocasión de hablar sobre ese tema con el padre Bergoglio. (…) Estoy reconciliado con los acontecimientos y considero que ha llegado la hora de dar el caso por terminado”, escribe el jesuita. La edición digital del semanario Der Spiegel difundió a su vez una declaración del portavoz jesuita, Thomas Busch, quien cuenta que, invitado por el Arzobispado de Buenos Aires, Jalics viajó a la Argentina hace varios años (2000) y que, luego de hablar con él, “está en paz con Bergoglio”. Federico Lombardi argumentó que el Papa “hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura”. También puntualizó que una vez que fue nombrado arzobispo de Buenos Aires “pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho lo suficiente durante el período de la dictadura”. Sin embargo, el testimonio que aporta Francisco Jalics esclarece un poco más el doble juego de la Iglesia en aquellos años. Jalics anota que “la Junta Militar mató a unas 30.000 personas en uno o dos años, tanto guerrilleros de izquierda como civiles inocentes”. En esa mezcla cayeron también ellos dos: ni él ni Yorio tenían contactos “ni con la Junta ni con los guerrilleros”. Sin embargo, Jalics deja claro en su relato que “informaciones deliberadamente falsas”, surgidas incluso “dentro de la Iglesia”, indujeron a que se sospechara sobre las supuestas relaciones que Yorio y Jalics mantenían con los grupos armados. Eso les costó el secuestro. En realidad, el testimonio de Jalics no dice gran cosa sobre la actitud de Bergoglio. Ni lo disculpa, ni tampoco lo acusa: solo alega que se reconcilió con él y que no puede pronunciarse sobre el papel que desempeñó.

Página/12 no es el único que se interesó en lo que Jorge Bergoglio podía o no saber de lo ocurrido a partir de 1976. La Justicia francesa también puso sus ojos en él. En 2011, la magistrada francesa del Tribunal de Gran Instancia de París, Sylvia Caillard, remitió a Buenos Aires una comisión rogatoria internacional para que el entonces cardenal Bergoglio prestase declaración en calidad de “testigo” en torno del asesinato del padre francés Gabriel Longueville. La abogada francesa Sophie Thonon confirmó en París que las “autoridades argentinas nunca respondieron positivamente a la comisión rogatoria correspondiente a Bergoglio”. El sacerdote francés trabajaba en la Argentina para la Orden de las Misiones de Francia. En la noche del 18 de julio de 1976, los padres Gabriel Longueville y Carlos Dios Murias fueron secuestrados en la localidad de Chamical, provincia de La Rioja, por civiles armados que se identificaron como miembros de la Policía Federal. Al día siguiente, sus cuerpos, con evidentes signos de tortura, fueron encontrados a 5 kilómetros de Chamical, tirados al lado de la vía. Las condiciones del secuestro y el asesinato de Murias y Longueville llevaron a otro religioso a investigar y pagar con su vida esa intervención. Se trata del arzobispo de La Rioja, monseñor Angelelli, quien llevó a cabo una investigación para esclarecer el crimen. Su trabajo le fue fatal: el 4 de agosto de 1976, 17 días después del asesinato de Murias y Longueville, monseñor Enrique Angelelli murió en circunstancias dudosas. La primera versión oficial estableció que Angelelli falleció en un accidente automovilístico. Sin embargo, las pruebas aportadas más tarde confirmaron que se trató de un atentado. El día de su muerte, el obispo de La Rioja regresaba de Chamical, donde había celebrado una misa y pronunciado la homilía en la cual denunció el asesinato de los dos padres. En la camioneta que conducía Angelelli había un testigo, el padre Arturo Pinto, y un elemento central: un portafolio que contenía las pruebas recabadas por Angelelli sobre el asesinato de Murias y Longueville. Pinto contó que apenas dejaron Chamical, otro auto comenzó a seguirlos. El obispo se dio cuenta, aceleró, pero a la altura de Punta de los Llanos surgió otro coche que lo encerró hasta hacer volcar la camioneta. El cuerpo de Angelelli fue encontrado con la nuca destrozada a golpes.

En 2011, fecha en que se remitió la comisión rogatoria, la abogada Sophie Thonon juzgó que la audiencia de Bergoglio como “testigo” era necesaria para que el entonces arzobispo de Buenos Aires aportara información sobre la posible existencia de archivos ligados con este caso. Sophie Thonon dijo que “seguramente este Papa no es una gran figura de la defensa de los derechos humanos. Al contrario, está bajo sospecha de no haber denunciado los crímenes de la dictadura, de no haber pedido cuentas y, por consiguiente, de haber cubierto esos actos con su silencio”. La instrucción del caso del padre Longueville sigue siempre activa en Francia, pero podría quedar en la nada debido a las condenas que ya se pronunciaron en la Argentina contra los implicados en el asesinato del padre Longueville. En este contexto, Sophie Thonon consideró que “la Justicia argentina está haciendo un trabajo excepcional sobre los crímenes cometidos en la Argentina durante la dictadura”. Federico Lombardi evacuó el viernes la cuestión del papa Francisco sin hacer la más mínima mención a lo ya probado: la trama montada por la Iglesia para sustentar la dictadura argentina. Una mención, aunque fuese de disculpas o reconocimiento, o el anuncio de alguna futura audiencia con las Madres de la Plaza de Mayo o los defensores de los derechos humanos, hubiese sido sin dudas más noble y acertado: habría probado que el cambio en las esferas vaticanas empezaba al menos por ese camino. Pero la Iglesia es tan hermética a la hora de admitir sus pecados como lo es para administrar los fondos a través del Banco del Vaticano.

La Santa Alianza

 Por Eduardo Febbro

Desde Ciudad del VaticanoEl Vaticano es una caja fuerte que contiene secretos planetarios, entre ellos muchos archivos con documentos clave sobre los episodios más cruentos de la dictadura argentina de 1976. La controversia entre el papa argentino, ampliada por la intervención del portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, tiene casi la misma raíz que llevó el año pasado a la explosión del escándalo de los Vatileaks y a la posterior renuncia de Benedicto XVI: la santa alianza sellada en los años ’70 y ’80 entre el Vaticano y el ex presidente norteamericano Ronald Reagan. Esa colusión entre los intereses de la primera potencia mundial y los de la Santa Sede inauguró un período de casi cuatro décadas de corrupción, apoyo a dictaduras militares, financiamiento secreto de movimientos anticomunistas –Polonia con Solidaridad– y sostén ideológico de regímenes sucios. Uno de los operadores iniciales de esa “santa alianza” no es otro que el arzobispo, cardenal y diplomático Pio Laghi. Hombre de siniestras referencias, Laghi fue nuncio apostólico en la Argentina entre 1974 y 1980, o sea, en plena dictadura. Sus actividades en el país están marcadas por el sello de la acusación de haber colaborado a sabiendas con la dictadura de Videla y compañía. En 1997, Pio Laghi fue denunciado ante la Justicia italiana por las Madres de Plaza de Mayo en su calidad de cómplice en la desaparición de opositores durante la dictadura.Sobre el papel de Laghi hay muchas versiones, pruebas y contrapruebas, personas decentes que lo defienden y otras que lo incriminan. El 27 de abril de 1995 Laghi declaró: “¿Cómo podía saber que estaba tratando con monstruos capaces de arrojar personas desde un avión y otras atrocidades similares? Se me acusa del espantoso delito de omisión, miedo o denuncia cuando mi único pecado era la ignorancia de lo que verdaderamente estaba pasando”. Sin embargo, no es únicamente su paso por la Argentina y lo que hizo o no hizo para ayudar a los perseguidos Pio Laghi sino, también, lo que construyó después: Pio Laghi es el arquitecto del acercamiento entre Washington y el Vaticano con el único propósito de combatir un enemigo común: la Teología de la Liberación. En 1980, Juan Pablo II nombró a Pio Laghi delegado apostólico en los Estados Unidos y luego pro nuncio. Laghi se encargó de remodelar el Episcopado apoyándose en los obispos fieles a al línea del papa polaco y también de iniciar la purga de los partidarios de la Teología de la Liberación.

Es un rompecabezas encontrar en Roma un religioso con nombre y apellido que hable sobre lo que subyace en los actos de Pio Laghi. Bajo el anonimato, algunos, ya muy ancianos, describen a Laghi como “el hombre orquesta del silencio”. Silencio quiere decir concretamente el hombre que organizó la protección global de los actos de la Iglesia durante la dictadura mediante la confiscación de documentos, es decir, archivos. Es la existencia de esos archivos la que le valió a Jorge Bergoglio ser citado a declarar como “testigo” por la magistrada francesa Sylvia Caillard. Esta abogada del Tribunal de Gran Instancia de París envió en 2011 una Comisión Rogatoria a Buenos Aires para que Bergoglio declarara sobre la posible existencia de archivos capaces de elucidar el asesinato del sacerdote francés Gabriel Longueville. Para muchos especialistas de la diplomacia vaticana, la Nunciatura de Buenos Aires jugó un papel central en el ocultamiento de los documentos relativos a la desaparición de personas. Horacio Verbitsky ya reveló cómo la Conferencia Episcopal de Argentina había informado al Vaticano que los desaparecidos eran exterminados por la Junta Militar. El documento secreto que la Conferencia Episcopal Argentina envió al papa Pablo VI da cuenta de un encuentro entre los obispos Raúl Primatesta, Juan Carlos Aramburu y Vicente Zazpe y el general Videla. La conversación tuvo lugar en abril de 1978. Videla fue claro al decir que los “desaparecidos ya están muertos”. El obispo Primatesta le dijo al dictador: “La Iglesia quiere comprender, cooperar, es consciente del estado caótico en que estaba el país” y también es consciente “del daño que se le puede hacer al gobierno con referencia al bien común si no se guarda la debida altura”. El Vaticano tiene en su poder documentos con infinitas memorias del horror. No sería inoportuno que abriera esas arcas para que no haya tantos asesinos impunes y tantas dudas sobre lo que hicieron o no los representantes de la Santa Sede en los países sometidos a la represión.

PAGINA/12

Written by Eduardo Aquevedo

16 marzo, 2013 at 14:20